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UNIVERSIDAD NACIONAL EVANGELICA

ETICA CRISTIANA Y PROFESIONAL

Maestro: Felipe Rincón Vásquez

Tema: Los Problemas del Género

Nombres: Rosa María Severino Severino


Maikol Soto

Matrículas: 2019-3100871
2019-*********
LOS PROBLEMAS DEL GÉNERO

Pese a la masiva incorporación femenina a la fuerza de trabajo en


las últimas décadas en la región, las brechas de género persisten.
Desigualdades de género son consecuencia directa de las
perspectivas tradicionales sobre el lugar y el papel que deben
ocupar las mujeres en la sociedad, basadas en prejuicios y
discriminaciones.
  
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), ONU Mujeres, el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la
Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) y la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) realizaron de manehra conjunta el “Informe
sobre Trabajo Decente e Igualdad de Género. Políticas para
mejorar el acceso y calidad del empleo de las mujeres en
América Latina y El Caribe”. En el que sostienen que la
superación de las brechas entre hombres y mujeres -potenciadas
por las desigualdades raciales y étnicas- requiere el desarrollo de
políticas que permitan avanzar hacia la autonomía económica y la
igualdad de género.
Los organismos internacionales que generaron el informe aseguran
que las desigualdades de género son consecuencia directa de las
perspectivas tradicionales sobre el lugar y el papel que deben
ocupar las mujeres en la sociedad, basadas en prejuicios y
discriminaciones, que no sopesan los avances que ha
experimentado la región y sus efectos en las sociedades.
Por ello, el informe sostiene que si América Latina y el Caribe quiere
abordar eficazmente sus enormes desigualdades sociales, necesita
concentrar esfuerzos, recursos y espacios en las políticas públicas
orientadas hacia las mujeres, pues son ellas las más vulnerables a
la pobreza, quienes reciben los salarios más bajos, a la vez que los
destinan en mayor medida al bienestar familiar.
Asegura el informe que la situación que enfrentan las mujeres en el
empleo requiere afectar los sistemas estructurales en los que se
funda la desigualdad y que las políticas públicas hacia el trabajo
deben concurrir a la construcción de sociedades más inclusivas e
igualitarias, fortaleciendo la inserción, la permanencia y el ascenso
de las mujeres en el mercado laboral, en condiciones de igualdad.
Desigualdad de género como problema estructural
El informe sostiene que la desigualdad social y de género en la
región es un problema estructural que exige de la intervención de
políticas públicas, con medidas de corto, mediano y largo plazo para
que la desigualdad sea efectivamente erradicada de la región.
5 EJEMPLOS DE DESIGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES

Lamentablemente, la desigualdad entre hombres y mujeres es


estructural en nuestra sociedad.

Una mujer apta para desempeñar un trabajo no siempre recibe el


mismo trato que se le da a un hombre, y tampoco parte de las
mismas condiciones en materia de educación o conciliación, lo que
podemos considerar desigualdad de género.
Desigualdad entre hombres y mujeres, ejemplos
1.- ESTUDIOS
Las mujeres que superan el acceso a la universidad son casi el
60%, mientras que la cifra en los hombres es de un 41%. En cuanto
a los resultados, ellas aprueban un 82%; ellos, un 72%. Unos datos
que contrastan con las cifras de brecha salarial que veremos a
continuación.
2.- EMPLEO
El salario medio anual de una mujer es un 22,17% más bajo que el
de un hombre, un buen ejemplo de la desigualdad de género. La
tasa de empleo en mujeres es del 44% mientras que la de los
hombres es del 55,7%.
Por otra parte, las mujeres invierten 26,5 horas en trabajo no
remunerado, mientras que los hombres solo dedican 14 h horas a
estos trabajos.
En el caso de las pensiones, según datos de 2018, la diferencia
también es significativa. Una pensionista recibe una media de
740,2 euros mensuales, mientras que su equivalente masculino
cobra alrededor de 1.162,3 euros.

3.- CONCILIACIÓN
En cuestiones de conciliación también se aprecia desigualdad de
género. De entre las personas que no han podido costear servicios
para el cuidado de los hijos y, por ello, no buscan empleo, el 35,8%
son mujeres y solo el 9% son hombres. En el caso de que solo
decidan realizar un recorte de jornada, el 95% de los ocupados a
tiempo parcial por estos motivos son mujeres. Además, las cifras
relativas a trabajadores que han dejado de ejercer por un periodo
mayor de un año con motivo del nacimiento de un hijo también son
esclarecedoras: en el caso de los hombres, el porcentaje es de un
7,4%, mientras que el de mujeres es de un 38,2%
4.- HOGAR
Las tareas del hogar se reparten también de forma poco
equitativa. En general, las mujeres dedican una media semanal de
20 horas a poner a punto su casa, mientras que los hombres
solamente una media de 11 horas. Además, la tasa de riesgo de
pobreza también es mayor en la población femenina, un 21,3%
frente al 20,1% de los hombres.
5.- PODER
También en política podemos ver la desigualdad entre ambos
géneros. La participación de las mujeres en cargos ejecutivos de los
principales partidos políticos se cifra en un 38%. Y según datos de
la ONU, el 90% de los jefes de estado del mundo son hombres, y, en
cuanto a las personas que conforman los parlamentos.
¿Cómo podemos reducir la brecha de desigualdad de género?
En los últimos años parece que esta brecha de desigualdad de
género se está reduciendo poco a poco, aunque todavía queda
mucho por hacer, especialmente en países donde, además del reto
del desarrollo existe el reto de la equidad entre hombres y mujeres.

Educar en igualdad de género en la infancia para prevenir la


desigualdad en el futuro
Parece una idea extremadamente lógica, pero entonces… ¿por qué
seguimos perpetuando los estereotipos de género en vez de
fomentar la igualdad entre niños y niñas?
El Global Early Adolescent Study puede ser un aliciente para
cambiar esta dinámica. Ha sido desarrollado en 15 países alrededor
del mundo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y
la Universidad de John Hopkins de Baltimore, en Estados Unidos.
Este estudio, en el que se han entrevistado a adolescentes y
progenitores de diversos países, nos muestra que en la adolescencia
temprana, la etapa que iría desde los 10 a los 14 años, se
conforman las expectativas de género y cómo los niños y niñas
llegan a la adolescencia con unas conductas adquiridas.
Los resultados se recogen en el análisis It Begins at Ten: How
Gender Expectations Shape Early Adolescence Around the
World. Dónde, según las respuestas de adolescentes y progenitores
concluye en lo siguiente:
● La sociedad sigue asociando roles a niños y niñas. Los
chicos son fuertes e independientes, y ellas son vulnerables
y deben ser protegidas.
● Hay conductas que no son válidas si eres una niña. A las
niñas se las restringe salir de casa y, si llegan tarde, sus
progenitores se molestarán, pero es algo que no está mal
visto si eres un niño.
● A cada género se le presupone un determinado
comportamiento. La sociedad espera una forma de ser, una
apariencia o vestimenta definida según el género. Y no está
bien visto quién no dé el “perfil”, por lo que puede sufrir
presiones o castigos para ajustarse al comportamiento que
es considerado el apropiado para su género.
● En el deporte sucede algo similar. A las niñas y a los niños
se les incita a practicar juegos diferentes, y es el profesorado
quien debe velar por la igualdad de condiciones en la
práctica de cualquier deporte, ya sea nivel curricular o en
actividades de tiempo libre o extraescolares. Es en la
educación donde podemos actuar de raíz para eliminar la
desigualdad entre hombres y mujeres.
● Los padres y las madres tienen un papel crucial en estos
detalles de la vida cotidiana, y es importante evitar dar por
hecho simplemente lo que viene dado por tradición.

EVITEMOS EXPRESIONES COMO:


⮚ “Hablas como un marimacho”
⮚ “Este tiene un estilo afeminado”
⮚ “No te vistas así, que vas provocando”
⮚ “Un hombre no llora”
Tú, con tu actitud y tu ejemplo, decides en qué tipo de sociedad
quieres vivir. 
Apostemos por una en la que no exista ninguna clase de
desigualdad y en la que toda su ciudadanía, hombres, mujeres,
niños y niñas, viva plenamente sus derechos.
¡Está en nuestras manos!
Juicio crítico sobre el tema:
Rosa Maria:

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