Procesos de potenciación y mitigación
Dejamos a criterio del lector la
de cualidades en el horóscopo
«Redondeo» de la personalidad.
Cultivo o atenuación de cualidades.
S número 157, 21 de mayo 2007
Louise Huber
En los tres últimos números de Astrolog describí los
cálculos dinámicos como proceso de desarrollo en el
horóscopo. Quiero, ahora, continuar esta serie de
artículos con una interpretación especial de los valo-
res más y menos de los cálculos dinámicos, técnica
que desde hace años ha proporcionado indicaciones
muy importantes en el proceso de desarrollo de las
personas que estudian o trabajan con la psicología
astrológica del API.
Se trata de un planteamiento polarizado que es rela-
tivamente fácil de comprender pero que también
comporta el peligro de quedarse atascado en él. Por
eso enfatizamos siempre que la meta del proceso de
desarrollo está en alcanzar el equilibrio, tras superar
los estadios en que predomina el pensamiento en
términos de «blanco o negro», fases que por otra
parte son inevitables.
elección de lo que para él es aplicable.
El ser humano como unidad
Como siempre, contemplamos al ser humano como
una unidad. La vida y la naturaleza siempre exigen
este proceso de «redondeo», de integración y de en-
foque holístico. Todo en la naturaleza aspira a un es-
tado de equilibrio. Cuando algo cae fuera de este
equilibrio, automáticamente se ponen en marcha
fuerzas que trabajan para reestablecer el equilibrio
perdido. Y esto es también aplicable al ser humano
en sus diferentes niveles: biológico, psicológico y es-
piritual.
Los cálculos dinámicos muestran en cifras dónde te-
nemos valores más y menos en este proceso de lle-
gar a ser individuos completos. El yo superior (que
dibujamos en el centro del horóscopo) es la instancia
que dirige este proceso y que hace que avancemos
hacia este equilibrio necesario. Y lo hace mediante
las posiciones planetarias en signos y casas.
Como sabemos, las casas son las áreas vitales en
las que debemos acreditarnos y desarrollarnos, don-
de experimentamos victorias y derrotas en función de
los planetas y signos que tengamos en el sistema de
casas.
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Los signos en las casas, con los planetas como ca-
pacidades o herramientas esenciales, resultan trans-
formados por la vida, esto es, potenciados o mitiga-
dos (atenuados, reducidos). Cuando dejamos que
esto suceda, la vida está en realidad «redondeando»
nuestro carácter.
El conocimiento de los procesos de potenciación y
atenuación de cualidades en el horóscopo nos per-
mite apoyar conscientemente este desarrollo en el
camino de convertirnos en una globalidad armónica
a través de la cual el yo superior o alma puede fluir.
Tarea de desarrollo
El conocimiento de qué signos debemos potenciar y
qué otros atenuar es una indicación muy buena para
el trabajo en uno mismo.
Desde el punto de vista psicológico, las cualidades
de signos a potenciar o mitigar pueden verse como
una tarea de desarrollo. Encontrar el equilibrio signi-
fica ponderar estas cualidades en uno mismo y, a
través de la toma de conciencia, transformarlas de
manera que podamos integrarlas en la personalidad.
De lo contrario las proyectamos en el entorno, lo que
nos produce dificultades, carga y complica
innecesariamente nuestra vida.
La aceptación de esta parte reprimida de nuestro ser
tiene lugar en dos fases: (1) mediante la toma de
conciencia y (2) a través de un acto de voluntad. Es
importante tener claro que el proceso de llegar a ser
uno mismo es una función de la voluntad y que con-
siste en, mediante la fuerza de voluntad, unir los dife-
rentes elementos de la psique humana, coordinarlos
y emplearlos como una unidad funcional. De esta
manera regresamos nuevamente a la unidad primor-
dial de la vida.
Combinación de cruz y temperamento
Si combinamos (sumamos) por parejas los valores
totales de cada cruz y temperamento de los cálculos
dinámicos, obtenemos un valor más o menos (positi-
vo o negativo) relacionado con el signo correspon-
diente.
El conocimiento de estas cualidades de signos nos
permite tomar conciencia de las fuerzas positivas y
negativas de la estructura humana. Pero no debe-
mos contemplarlas desde una óptica dualista sino
verlas como energías cuya confrontación nos condu-
ce al equilibrio de fuerzas y al «redondeo» de nues-
tro carácter. De este modo no actúan como fuerzas
opuestas sino antagonistas que se complementan
mutuamente.
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Aries – Más
Potenciación y cultivo
Si debemos potenciar Aries necesitamos más Marte,
más valor y actividad luchadora. Más vitalidad y ale-
gría de vivir. Debemos tomarnos la vida de una ma-
nera más despreocupada, con una actitud más juve-
nil y feliz, y mostrarnos dispuestos a la actividad.
Nos desanimamos muy rápi-
damente cuando algo no nos
sale bien a la primera y pen-
samos demasiado en las posi-
bles consecuencias. No debe-
mos reflexionar demasiado an-
tes de pasar a la acción porque esto hace que per-
damos el valor y la fuerza para actuar y que además
caigamos en un estado de ánimo depresivo, la ma-
yoría de las veces debido a sentimientos de culpabi-
lidad completamente infundados.
Para nosotros, el éxito está en la actuación decidida
al momento (sin reflexión). Debemos ser pioneros,
apostando por ideas progresistas que rompan barre-
ras y entusiasmando a los demás con nuestros idea-
les.
Aries es un signo del yo, por eso el desarrollo de uno
mismo y la experiencia del yo son de gran importan-
cia. Nuestros impulsos y actuaciones deben ser por
iniciativa propia y no estar influenciados por la opi-
nión de los demás. Debemos conseguir imponer
nuestras ideas, planes y propósitos ante posibles re-
sistencias. Debemos ser nosotros mismos y reafir-
marnos en todo lo que hagamos.
Aries – Menos
Atenuación y reducción
Si debemos atenuar Aries, quiere decir que debemos
superar nuestra tendencia a imponer nuestro criterio,
nuestro énfasis en el yo, y reducir la fuerza marciana
impulsiva y ciega que no deja de empujar hacia ade-
lante. Debemos esforzarnos en pensar de manera
mercurial, es decir, reflexiva, y ponderar «los pros y
los contras» antes de pasar a la acción. No debemos
tomar decisiones rápidas ni precipitarnos al realizar
valoraciones. No debemos seguir los impulsos mo-
mentáneos internos ni externos, ni dejarnos desviar
de nuestro trabajo y nuestras metas por estímulos o
posibilidades nuevas, sino trabajar con constancia y
seguros de nuestra meta. La fuerza ciega y sin direc-
ción debe transformarse en un esfuerzo claramente
dirigido y reflexionado.
Cuando expresamos nuestra opinión de manera pre-
cipitada no sólo herimos a los demás sino que tam-
bién transmitimos una imagen desagradable que nos
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hace impopulares. Debemos aprender a refrenar
nuestro impulso a actuar rompiendo fronteras y ba-
rreras. Debemos aprender a actuar con tacto y suti-
leza, mantenernos dentro de nuestros límites y no
sobrepasar los de los demás para que la vida pueda
desplegarse de manera armónica.
La vida nos hace reducir nuestra tendencia a dispa-
rar sobrepasando la meta y a arremeter contra la pa-
red con la cabeza por delante (como el carnero) por-
que de esta manera no conseguimos el éxito que
anhelamos y los demás nos rechazan. Debemos te-
ner en cuenta que, aparte de nosotros, hay siempre
otras personas que tienen los mismos derechos que
nosotros.
Tauro – Más
Potenciación y cultivo
Para potenciar Tauro debemos dedicarnos a conver-
tir en realidad nuestras metas, planes y trabajos. De-
bemos aprender a trabajar de
manera sistemática y no permitir
que nada nos aparte de nuestros
buenos propósitos e intenciones.
También es bueno que manten-
gamos un ritmo de trabajo cons-
tante y que acabemos los traba-
jos que hemos empezado.
Debemos aspirar a tener posesiones materiales, psí-
quicas o intelectuales, y a mantener y emplear con
criterios económicos y de utilidad las que ya tene-
mos. Se trata, literalmente, de acumular valores, re-
servar fuerzas y dosificarlas adecuadamente, y de
distribuir la propia sustancia y energía de la mejor
manera posible.
Debemos reservarnos el tiempo suficiente para todas
las cosas y resolverlas paso a paso y punto por pun-
to. Esencialmente se trata de emplear nuestros talen-
tos de manera útil, de aprovecharlos exitosamente
en la existencia física.
Venus, como regente del signo, debe también entrar
en acción. Debemos disfrutar, gozar de la vida y as-
pirar a tener una vida plena, también en lo referente
al bienestar financiero. Debemos desear lo que ne-
cesitemos para «redondear» nuestra personalidad y
sencillamente tomar lo que hasta ahora nos ha sido
denegado.
Tauro – Menos
Atenuación y reducción
Para mitigar Tauro debemos abandonar nuestros
deseos personales egoístas, nuestras ansias de te-
ner una vida agradable, segura, cómoda y rica. De-
bemos emplear la enorme capacidad de trabajo de
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Tauro para el bien de nuestros semejantes y para
servir a los demás, para la realización de los grandes
planes establecidos para la sociedad.
Por eso, la vida someterá a nuestra naturaleza de
deseos a un proceso de purificación fundamental.
Nuestra unilateralidad de pensamiento y actuación, y
nuestro aferramiento a ideas y planes deben dejar
paso a un punto de vista más amplio. También de-
bemos soltar la orientación materialista, la aspiración
a tener más dinero y seguridad, y todo tipo de ape-
gos.
La susceptibilidad con la que nos enrocamos en
nuestro yo y nuestro miedo a cualquier tipo de pérdi-
da, que hace que nos atrincheremos tras mecanis-
mos de defensa, deben cesar y dejar paso a una
confianza total en la vida y sus ciclos.
Debemos estar dispuestos a dar y no sólo a recibir o
a querer tener lo que es propiedad de otros. De esta
manera avanzaremos en el «redondeo» de nuestra
personalidad y tendremos acceso a las fuerzas con-
servadoras de la vida del ser.
No debemos creer que estamos siempre en lo cierto,
que valoramos las situaciones de la mejor manera y
que nuestro modo de ver el mundo es el único co-
rrecto. Los demás también pueden tener buenas
ideas. Debemos aprender a reconocer el punto de
vista de los demás, escuchar a los demás, retraernos
y concedernos tiempo para comprender a los demás.
También es recomendable dudar de las propias ex-
periencias, pues sólo así podemos estar receptivos a
nuevos conocimientos. Debemos estar abiertos a
nuevas verdades y abandonar nuestra actitud con-
servadora y nuestra unilateralidad terca y obstinada.
Así podremos reconocer el valor de los demás y par-
ticipar de una plenitud mayor.
Miles de ataduras nos unen a nuestro espacio vital
porque creemos que de esta manera tenemos una
mayor seguridad en la vida. Pero algún día, este afe-
rramiento férreo y obstinado que nos impide avanzar,
será destruido por un golpe de destino necesario pa-
ra liberar la vida que mora aprisionada en nuestro
interior. Por eso es mejor que empecemos a liberar-
nos internamente, volviéndonos más flexibles y mu-
tables.
Géminis – Más
Potenciación y cultivo
Si debemos potenciar Géminis, tenemos que esfor-
zarnos por conseguir más conocimientos y mejorar
nuestra formación constantemente. Debemos estar
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 presentes en cualquier parte don-
de podamos obtener más cono-
cimientos y experiencias.
También debemos crear vínculos
(relaciones, conexiones) persona-
les de manera activa y conscien-
te, y valorarlos de manera prácti-
ca. Debemos estar abiertos a todo tipo de contactos,
ser más adaptables y saber amoldarnos a los cam-
bios repentinos de las circunstancias.
Podemos acumular todo el conocimiento que crea-
mos que pueda ser útil y transmitírselo a los demás.
Podemos brillar con nuestros conocimientos y recibir
el reconocimiento del entorno al transmitirlos.
Nuestro principal tema de ocupación debe estar rela-
cionado con el procesamiento intelectual de las im-
presiones que recibimos del entorno.
Todo lo que tiene que ver con establecer relaciones
personales con el entorno, como viajes, conversa-
ciones, correspondencia, conferencias... forma parte
de esto. Realizando este tipo de actividades, nues-
tras capacidades internas se desarrollan y esto nos
activa tanto a nosotros como al entorno.
Géminis – Menos
Atenuación y reducción
Si debemos mitigar Géminis, significa que debemos
esforzarnos por profundizar en los conocimientos
que hemos obtenido. Debemos superar la superficia-
lidad y dejar de ver el mundo sólo como una suma
de hechos aislados. Debemos poner las cosas en
perspectiva con respecto a la globalidad y encontrar
la correcta relación entre lo relativo y lo absoluto.
La dualidad es el principal problema de Géminis y
con frecuencia se pone de manifiesto en una clara
dependencia del entorno. Las personas Géminis
creen que sólo pueden realizarse a través del tú, a
través de los demás, y que sólo pueden percibir su
propia existencia en la interacción con los demás. De
este modo, se convierten fácilmente en el objeto de
los demás y se alejan de su esencia, se enajenan.
Esto hace que en ellos despierten una multitud de
tendencias muy diversas, variables e inestables,
oscilaciones emocionales, dispersión... porque están
siempre en un permanente proceso de búsqueda de
sí mismos, pero nunca se encuentran en la exteriori-
zación.
Debemos abandonar esta tendencia a la diversidad y
la multiplicidad, y dejar paso a una certeza interior
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estable que sólo encontraremos profundizando tanto
en las relaciones como en nosotros mismos, pene-
trando en las cosas no sólo hasta el nivel de la piel
sino mucho más adentro, para llegar a percibir la
sustancia que se encuentra debajo.
Entonces nos encontramos a nosotros mismos y
nuestra vida se ve enriquecida por una mejor com-
prensión de los verdaderos valores.
Cáncer – Más
Potenciación y cultivo
Para potenciar Cáncer, debemos aprender a acer-
carnos al entorno de manera personal y emocional, y
a sentirnos como parte integrante de ese entorno.
No debemos aislarnos ni retirarnos a nuestra concha
canceriana para allí estar «de morros» sino que de-
bemos mostrar a nuestro entorno que lo necesita-
mos.
Debemos anunciar claramente
nuestra necesidad de amor y
de pertenencia, expresar nues-
tros sentimientos y no esconder
nuestra naturaleza emocional
temerosamente tras mecanis-
mos de defensa y seguridad.
Debemos proclamar abierta y honestamente que ne-
cesitamos a alguien de quien podamos preocupar-
nos con nuestros sentimientos, que anhelamos tener
un hogar, un refugio seguro en el que podamos pro-
tegernos de las exigencias del mundo exterior.
Debemos ir en busca del amor verdadero y experi-
mentarlo en su plena realidad. La susceptibilidad y la
tendencia a atrincherarse en el yo pueden superarse
con el amor inclusivo, comprensivo y dispuesto a
perdonar que quiere desarrollarse en nuestro interior.
Cuando reconocemos estas necesidades internas y
conseguimos claridad interior, empezamos a irradiar
un calor y un amor que hace sentir muy bien a los
demás y los reconforta. Entonces ya no nos volve-
mos a sentir solos ni incomprendidos.
Cáncer – Menos
Atenuación y reducción
El proceso de mitigación de Cáncer consiste esen-
cialmente en tomar de la mano a la Luna, el principio
reflector regente del signo.
Debemos esforzarnos por controlar a nuestros sen-
timientos y no reaccionar sensiblemente a cualquier
estímulo proveniente del entorno. No debemos dar
tanta importancia a nuestros sentimientos (no tomár-
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noslos tan en serio) y, en cambio, debemos aprender
a reírnos de nosotros mismos y de nuestros deseos
cargados de romanticismo.
Esta hipersensibilidad es la causa de que acabemos
siendo el juguete del entorno y que los demás hagan
con nosotros lo que quieren. Por eso debemos adop-
tar todas las medidas de seguridad que sean nece-
sarias para protegernos. De esta manera nos prote-
gemos pero, a menudo, esto también hace que vi-
vamos solos y aislados.
La seguridad aparente que creemos tener por vivir
enraizados en el colectivo, la familia o el entorno de-
bemos encontrarla en nuestro interior para poder
sostenernos por nosotros mismos.
Debemos hacer lo posible por superar nuestro pasa-
do y desprendernos de los espacios de nuestra ni-
ñez, de lo contrario nuestro pensamiento no es inde-
pendiente y nos encontramos atrapados en nuestros
prejuicios emocionales. Giramos en círculos y nos
vemos atrapados en verdades a medias que no nos
conducen a nada.
El proceso de mitigación de Cáncer pasa por el de-
sarrollo y la maduración de nuestros valores primor-
diales más internos, valores que requieren ser expe-
rimentados y vividos. Entonces en nuestro interior,
en nuestras propias profundidades, encontramos una
gran estabilidad y seguridad porque nos sentimos
conectados con el fundamento primordial de la vida.
Leo – Más
Potenciación y cultivo
Para potenciar Leo debemos desarrollar la autocon-
ciencia, tomar conciencia de nuestra fuerza interior y
de nuestros propios valores. Debemos aprender a
valorarnos, protegernos y sentirnos el centro del
mundo para conseguir la máxima efectividad de
nuestras fuerzas esenciales interiores.
Debemos incluso sentirnos orgu-
llosos y «creernos» nuestros tra-
bajos. Debemos formarnos una
imagen lo más perfecta posible
de nosotros mismos y presentarla
claramente al entorno. Podemos
aspirar a dirigir a los demás y a
activar sus fuerzas y ponerlas en
acción de manera que bajo nues-
tra dirección se puedan realizar trabajos importantes.
No debemos regirnos por la opinión de los demás
sino desarrollar el valor de actuar individualmente. La
instancia de valoración ya no es el colectivo con sus
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normas sino nuestro yo superior, el centro de nuestra
personalidad. Debemos asumir el riesgo de la indivi-
dualidad y aceptar la plena responsabilidad de nues-
tros actos. Entonces, con nuestra sólida personali-
dad y nuestra conciencia expandida, podemos ser un
punto de apoyo para muchas personas, para el co-
lectivo. Así prestamos nuestra ayuda a la humani-
dad.
Leo – Menos
Atenuación y reducción
El proceso de mitigación de Leo suele consistir en el
desmontaje de ciertas formas aparentes del yo, el
desmantelamiento de máscaras que en algún mo-
mento hemos utilizado pero que ya no tienen nada
que ver con nuestra esencia interior. Se trata de cla-
rificar qué somos y qué quisiéramos ser para «sepa-
rar el ser de la apariencia».
Debemos liberarnos de los roles que hemos desem-
peñado, los roles con los que nos hemos identificado
y los personajes que equivocadamente hemos creído
ser. Queremos ser algo mejor y ya no nos sentimos
bien aferrándonos a estos roles o máscaras. Debe-
mos esforzarnos por ser quienes verdaderamente
somos, personas como las demás. Si conseguimos
sentirnos integrados en el Gran Todo, reconociéndo-
nos humildemente como una parte de él, entonces
también podemos prestarle un servicio. Cargos y po-
siciones que la sociedad tiene que adjudicar nos son
ofrecidos en el sentido de la frase: «El rey es el pri-
mer servidor de su pueblo».
Debemos dejar de ser presumidos, expandir nuestra
conciencia hacia los demás y superar nuestro com-
portamiento de «pavoneo» que tantas veces hemos
utilizado para impresionar a los demás. Todas las
características negativas como el orgullo, los celos y
la actitud dominante nos impiden el contacto auténti-
co y desde el corazón con los demás, mientras per-
manecemos sentados solos en el trono en el que no-
sotros mismos nos hemos sentado. Los demás no
quieren saber nada de nosotros y nos rehuyen.
Por eso debemos aprender también a preocuparnos
por los demás, a interesarnos por su dolor y sus vi-
das. De este modo, la vida misma reduce nuestra
excesiva concentración en nosotros mismos.
Virgo – Más
Potenciación y cultivo
Para potenciar Virgo debemos concentrarnos mucho
más en los detalles. Aquí, el camino que debemos
recorrer pasa por la escrupulosidad, la minuciosidad,
el orden y el cuidado amoroso de lo existente. De-
bemos cumplir con nuestras obligaciones y realizar el
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trabajo de manera concienzuda y con la mayor exac-
titud posible. Debemos proceder de manera sistemá-
tica, planificar detalladamente nuestras tareas y
cumplir este plan rigurosamente.
No debemos esperar obtener reco-
nocimiento público de nuestro tra-
bajo sino que debe bastarnos el
hecho de saber que estamos reali-
zando un servicio. Participar en al-
gún tipo de ocupación secundaria
de carácter social o humanitaria
también es de gran ayuda para
desarrollar las cualidades de Virgo.
Debemos preocuparnos por los demás, reparar los
errores que los demás cometan o hacerles tomar
conciencia de las diferentes medidas preventivas.
Tenemos que superar nuestro miedo a la lucha exis-
tencial y cultivar la confianza en la vida para tener
una existencia lo más plena y satisfactoria posible.
Para conseguirlo debemos elegir adecuadamente,
empleando la gran capacidad de diferenciación y
analítica de Virgo, que sabe qué le hace bien y qué
le perjudica. Entonces nos sentimos integrados en
un orden superior, en total sintonía con una fuerza
superior que nos protege y nos guía. Esto nos hace
tomar conciencia de que somos unos colaboradores
muy valiosos, diligentes y concienzudos, con una
gran orientación social, lo que nos hace sentir felices
porque los demás nos necesitan.
Virgo – Menos
Atenuación y reducción
Para mitigar Virgo debemos abandonar la concentra-
ción en las cosas pequeñas, la temerosa limitación
en el detalle y la actitud de evitar todo tipo de riesgos
y grandes experiencias.
Todo encapsulamiento en un espacio pequeño, ya
sea físico, emocional o mental, es un signo del pro-
fundo miedo de Virgo a las experiencias, al contacto
a flor de piel con el entorno.
Debemos dejar atrás esta típica actitud virginiana
que podríamos describir como el miedo de un capullo
a florecer. Sólo así podrá desplegarse completamen-
te la vida encarcelada en nuestro interior.
No debemos dar importancia a las pequeñeces sino
intentar obtener una buena visión global de los asun-
tos. El pensamiento de mente estrecha debe ser
ampliado hacia una visión universal omniincluyente.
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Normalmente estamos cargados con una gran canti-
dad de conocimientos individuales que no podemos
valorar adecuadamente debido a nuestra falta de ca-
pacidad de síntesis. Somos demasiado críticos y
también pedantes, y queremos tener lo mejor de to-
do. Sólo vemos los errores en los demás y no nos
damos cuenta de los nuestros. Nos irrita que alguien
no comparta nuestra opinión y entonces sufrimos por
nuestro complejo de inferioridad.
Nos preocupamos demasiado por todo tipo de deta-
lles, creemos que sólo nosotros podemos hacer las
cosas bien y por eso estamos sobrecargados de tra-
bajo. Debemos expandir nuestra conciencia, delegar
tareas y confiar en los demás, en los compañeros de
trabajo y en los amigos.
Libra – Más
Potenciación y cultivo
Para potenciar Libra tenemos que aprender a acer-
carnos de manera armónica a los demás, tener en
cuenta al tú y aspirar a tener una relación de pareja
auténtica. Debemos desarrollar tolerancia, compren-
sión, capacidad de alcanzar acuerdos y compromi-
sos, tacto y diplomacia.
Para favorecer el desarrollo de Libra debemos an-
helar amor y comprensión, y aprender a presentar-
nos de la manera más agradable
posible, con elegancia y buen gus-
to. Debemos aspirar a la belleza, la
armonía y el equilibrio, a disfrutar
de la cultura y acceder al impulso
de apoyarnos en los demás.
En este proceso es muy importante
la capacidad de diferenciar, para
no dedicarnos a quienes no lo me-
rezcan. Debemos buscar constantemente el camino
del medio y evitar los extremos, aspirar a desarrollar
unas correctas relaciones con los demás y encontrar
el equilibrio entre el yo y el tú.
Es importante evitar los conflictos en la medida de lo
posible, intentar establecer puentes entre las posi-
ciones opuestas y, con la armonía interior y una
buena capacidad de valoración, esforzarse por res-
tablecer la paz donde reina el conflicto.
Libra nos exige afinar mucho en nuestra capacidad
de diferenciación, reconocer los matices poliédricos
de los asuntos y no caer en las clásicas valoraciones
de bueno o malo, o blanco o negro, sino cultivar
nuestra capacidad de percepción de las más sutiles
diferencias de cualidad. El desarrollo de esta sutileza
en la percepción nos acerca a la sabiduría.
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Libra – Menos
Atenuación y reducción
Para atenuar Libra debemos deshacernos de nuestra
excesiva (y no auténtica) tendencia al compromiso
con la que intentamos llevar una vida agradable, sor-
tear las dificultades que se nos presentan y resultar
agradables a los demás. Deseamos que nos quieran
para sentirnos valiosos pero, en caso de tener que
reducir la cualidad de Libra, la misma vida desbarata
este anhelo.
Si queremos tener una relación de pareja equilibra-
da, debemos dejar de lado el amor egoísta y nuestra
tendencia a plantear exigencias materiales, emocio-
nales o mentales al tú. En realidad no amamos al tú
sino que mantenemos la relación por seguridad o
vanidad, y porque de esta manera nos sentimos con-
firmados. Tenemos miedo a quedarnos solos.
Mientras no seamos capaces de presentarnos con
claridad ante el mundo y ante nosotros mismos, no
podremos mantener una relación de pareja armóni-
ca.
Tenemos una gran sensibilidad hacia todo lo des-
agradable y falto de belleza y, por nuestro amor a la
armonía, muchas veces nos callamos la verdad. So-
mos muy susceptibles y nos sentimos heridos con
facilidad. Si alguna persona nos ha ignorado o mos-
trado desdén alguna vez, no queremos tener nada
más que ver con ella.
Pero la vida nos muestra que lo desagradable, la
fealdad, la tensión, el conflicto y el desamor también
forman parte de la vida. Mientras tomamos concien-
cia de todo esto a través de la experiencia, vamos
encontrando el punto medio dorado de Libra, que
permite desarrollar una relación comprensiva, tanto
hacia el propio yo como hacia el tú (el entorno). De
esta manera se restablece el equilibrio entre el yo y
el tú.
Escorpio – Más
Potenciación y cultivo
Para potenciar Escorpio debemos
entrar «marcianamente» en la lu-
cha de la vida, estar bien activos
y no eludir las experiencias y vi-
vencias que nos puedan parecer
duras. Debemos superar nuestros
miedos y buscar situaciones ex-
tremas en la experiencia para, de
este modo, comprender progresi-
vamente la desesperación de la
soledad y las alturas de la aspiración espiritual.
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Tenemos que sumergirnos en los abismos de la exis-
tencia humana para volvernos sabios y ver con clari-
dad. Debemos penetrar en los secretos más profun-
dos de la vida y derribar impetuosamente, a veces
incluso sin miramientos, los obstáculos que nos im-
piden avanzar. No debemos reprimir nuestra intensa
vida impulsiva sino que debemos vivirla positivamen-
te.
No debemos temer a la colisión de las distintas fuer-
zas y energías necesaria en todo proceso creativo,
sino estar dispuestos a saltar por encima de nuestras
propias limitaciones. El camino hacia nuestro yo su-
perior transita por el eterno proceso de muerte y re-
nacimiento, y requiere pasar una y otra vez por la
muerte de las formas de comportamiento erróneas y
de las seguridades aparentes.
Una y otra vez debemos superar los miedos que sur-
gen y tener nuevas experiencias. Tenemos que con-
trarrestar nuestra actitud pesimista, que nos sugiere
renunciar de antemano para evitarnos el posible su-
frimiento. La superación del miedo presupone siem-
pre soltar, pagar un precio o renunciar a aquello que
creíamos que nos daba seguridad. Pero precisamen-
te en la experiencia es dónde nos encontraremos a
nosotros mismos.
Escorpio – Menos
Atenuación y reducción
Para mitigar Escorpio debemos equilibrar el egoís-
mo, el deseo de autosatisfacción y el constante afán
de disfrutar de la vida. Debemos aprender a no ir tras
cualquier amor o pasión, a no dejarnos caer en las
profundidades internas o externas para vivir el máxi-
mo placer en las experiencias.
Debemos aprender a resistir ante nuestra tendencia
de buscar los extremos de alegría y sufrimiento, y
esforzarnos por encontrar un punto estable en nues-
tro interior, una roca sólida a la que agarrarnos
cuando el oleaje arremeta de nuevo.
Debemos contrarrestar nuestra tendencia a la agre-
sión, a la negación de la vida y a la destrucción de lo
existente. Nuestra capacidad de apasionamiento nos
hace reaccionar intensamente a los estímulos senso-
riales de todo tipo, pero la misma vida mitiga estos
procesos de manera que no conseguimos llegar a
una satisfacción completa.
Tras cualquier tipo de disfrute sensorial, ya sea de
naturaleza material, emocional o mental, sentimos
una insatisfacción en nuestro profundo interior. Por
eso tenemos que desistir de nuestra tendencia a ex-
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perimentar los extremos, necesitamos aprender a
renunciar, pues es la manera de encontrar nuestro
centro. Mantener el centro es, para nosotros, una ta-
rea vital de gran importancia y, con frecuencia, la
única manera que tenemos de regresar al centro es
realizando un cambio total, un salto de gran riesgo.
Nuestro afán de conocimiento es parecido a la curio-
sidad con la que queremos penetrar en todos los se-
cretos, tanto si nos conciernen como si no. También
debemos contrarrestar nuestra tendencia a hurgar,
especular y dudar. Asimismo, para conseguir tener
una relación armónica con el entorno, tenemos que
abandonar nuestra predisposición a la desconfianza
y a menospreciar a los demás (aspectos de nuestro
carácter que se ponen claramente de manifiesto con
nuestra crítica sarcástica y nuestra ironía cáustica).
Sagitario – Más
Potenciación y cultivo
Para potenciar Sagitario debemos
desarrollar sus buenas cualidades,
esto es, debemos ser mutables, sal-
tar por encima de las restricciones
que nos plantee la vida y ser absolu-
tamente coherentes (con toda la per-
sonalidad) con las verdades que en
algún momento hemos reconocido.
Debemos tener una actitud positiva ante la vida,
concentrarnos en las partes agradables de ésta y
disfrutarlas con alegría. En los casos de disputa de-
bemos actuar con un espíritu pedagógico y educati-
vo, protegiendo siempre a los más débiles.
A través de la participación intensa y emotiva en las
cuestiones de los demás conseguimos su simpatía y
nos volvemos influyentes en sus vidas. También de-
bemos aprender a ir más allá de nuestros límites, a
crecer para participar de la grandeza y la inmensidad
de la vida.
Debemos dejarnos llevar por nuestro afán de dispo-
ner de espacio donde movernos libremente y em-
prender viajes para expandir nuestra conciencia.
Tenemos la capacidad de brillar con nuestro saber y
debemos ponerla en práctica, al tiempo que, con
nuestra comprensión amorosa, podemos ayudar a
los demás a reconocer sus metas en la vida y mos-
trarles los caminos para alcanzarlas.
También debemos estar dispuestos a aceptar la so-
ledad inherente a toda conciencia individual. Aunque
en vano anhelemos amor y comprensión, no debe-
mos dejar de regalar nuestra inteligencia y nuestro
amor a los demás, sirviendo así a metas elevadas.
14
De esta manera encontraremos el sentido de nues-
tras vidas y seremos de utilidad para el Gran Todo.
Sagitario – Menos
Atenuación y reducción
Para mitigar Sagitario debemos reconocer y dejar
atrás la intranquilidad interna, ese «algo» que nos
impulsa a ir más allá y no nos deja encontrar la cal-
ma en ningún lugar.
En este caso, la vida suele limitarnos el afán de liber-
tad, el impulso nómada, la búsqueda constante y la
tendencia a la dispersión, y nos hace concentrarnos
en una orientación o dirección concreta.
También debemos superar el impulso a brillar con
nuestro saber y a querer tener siempre la razón,
aunque estemos equivocados. No debemos poner
energías en metas que no son alcanzables porque al
no alcanzarlas nos volvemos rebeldes y nos enfren-
tamos tercamente a las cosas que no encajan con
nuestro punto de vista.
Nos oponemos a las limitaciones que nos impone la
sociedad sin conseguir resultados satisfactorios, exi-
giendo unos derechos que en realidad están basa-
dos en una verdad que es exclusivamente nuestra.
Debemos aprender a controlar las riendas de nuestra
dinámica interna tan expansiva, para dirigirla hacia
metas constructivas que no busquen sólo satisfacer
los intereses de nuestro yo sino que estén al servicio
de objetivos espirituales. De lo contrario, nos vemos
envueltos en conflictos y tensiones con el entorno.
Cuando tenemos una meta clara en la vida, pode-
mos orientar todas nuestra energías hacia ella y
hacerla realidad. Pero la meta debe estar en sintonía
con las leyes de desarrollo y tener un alto grado de
contenido ético.
Si dirigimos nuestro afán expansivo sólo hacia nues-
tro yo, con facilidad nos volvemos arrogantes y pre-
suntuosos, y entonces caemos en el error de castigar
al mundo con nuestro desdén. Pero con esta actitud
lo único que conseguimos es aislarnos de los demás
puesto que nadie nos comprende. Por eso debemos
buscar un sentido elevado para nuestra vida y aspi-
rar a metas suprapersonales
Capricornio – Más
Potenciación y cultivo
Para potenciar Capricornio debemos aspirar ambi-
ciosamente a convertir nuestras metas personales en
realidad. No debemos permitir que las dificultades y
los fracasos nos abatan sino que, con una fuerza in-
15
 agotable, tenacidad y voluntad de
trabajo, tenemos que aspirar a al-
canzar, lentamente pero con seguri-
dad, las más elevadas cumbres de
los objetivos humanos y espiritua-
les.
Debemos asumir el riesgo de la individualidad y la
responsabilidad de nuestras acciones y tareas. No
podemos orientarnos por la opinión de otras perso-
nas sino que debemos hacer lo que, según nuestra
constatación en la realidad, es lo correcto.
Capricornio es el signo de la individualidad plena-
mente consciente que destaca de la masa y está en
una posición visible para todos. Debemos estar con-
vencidos de nosotros mismos, de nuestra tarea y sa-
ber lo que queremos. Entonces podemos presentar-
nos valerosamente ante el mundo y sentir que esta-
mos llamados a actuar.
Cuando actuamos sin prisas y de manera precavida,
sin dejarnos influir por las presiones del entorno,
normalmente obtenemos éxito. Es importante que
trabajemos siempre según un plan, con autonomía y
con una disciplina autoimpuesta. Debemos atener-
nos a la altura del proyecto que nos hemos plantea-
do y ponernos las máximas exigencias tanto a noso-
tros mismos como a los demás para que el trabajo se
finalice de la manera adecuada.
La maduración de los planes es también muy impor-
tante, de manera que los puntos de vista racionales y
estructurales puedan establecer los límites necesa-
rios frente a las influencias debilitadoras y difusas
que podrían perturbar el proceso de maduración y
también la realización.
La vida necesita una forma adecuada, una piel o una
envoltura protectora que nosotros podemos crear pa-
ra nosotros mismos o para nuestra tarea. Esto nos
protegerá como una roca y podremos afrontar todo
tipo de dificultades.
Capricornio – Menos
Atenuación y reducción
Para atenuar Capricornio tenemos que dejar de lado
nuestros ambiciosos planes de alcanzar una posición
poderosa en el mundo desde la que dominar a los
demás.
Nuestras aspiraciones tenaces y obstinadas, y las
ambiciones de éxito y prestigio no llegan a convertir-
se en realidad, pues sólo puede tener el poder quien
está dispuesto a asumir la responsabilidad y piensa
16
siempre en el bienestar del todo. El destino corrige
todas nuestras pretensiones egoístas y nuestras
ambiciones de poder materiales, frías e incluso des-
póticas, de manera que no nos reporten una verda-
dera satisfacción.
La rigidez y la dureza deben también ceder y dejar
paso a una participación más cálida y emocional en
la vida. Debemos desmontar las formas mentales
cristalizadas que hemos construido alrededor de no-
sotros a modo de muros de protección y dejar de la-
do las tradiciones y los viejos patrones de compor-
tamiento a los que nos hemos aferrado, para que la
vida interior pueda continuar su proceso de desarro-
llo.
La misma vida se encarga de desmantelar nuestra
manera de pensar basada en criterios de prestigio,
nuestro deseo de ser siempre los mejores o más que
los demás.
Debemos descender de nuestro «elevado trono» y
participar de nuevo en los variados y multicolores
impulsos de la vida. Entonces podremos ser de utili-
dad para los demás y conducirlos a la cima de la
montaña, a convertirse en verdaderas autoridades
que puedan actuar como modelo para otras perso-
nas.
Acuario – Más
Potenciación y cultivo
Para potenciar Acuario debemos
desarrollar el «espíritu de her-
mandad», el principio inclusivo de
la visión espiritual global, en la
que todo tiene su significado y se
ve en la proporción adecuada.
Tenemos que liberarnos de la fuerza de atracción de
la naturaleza instintiva pues está en contradicción
con las alturas aéreas y espirituales de Acuario. La
pasión, la impulsividad y las borracheras de amor no
deben socavarnos más para que, libres de inquietu-
des instintivas, podamos aspirar a los más altos idea-
les espirituales.
Debemos encontrar la manera de desapegarnos del
aprisionamiento terrestre, el egoísmo y la autosatis-
facción. Con esta actitud desapegada debemos po-
nernos en marcha y encontrar nuestro grupo. Amigos
con los que estamos anímicamente emparentados y
con los que, trabajando conjuntamente, podemos
encontrar soluciones a los problemas de la humani-
dad. Tras encontrar a nuestro grupo ya no nos sen-
timos extranjeros en esta Tierra sino sostenidos por
un vínculo de comprensión amorosa e ideales com-
partidos.
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Debemos desarrollar este espíritu de comunidad,
una comunidad que no exige la esclavitud de la indi-
vidualidad sino en la que cada miembro mantiene
sus características originales y, al mismo tiempo, es
parte del grupo, es decir, participa de los frutos y de
la seguridad de una vida en común pero libre de pre-
tensiones de posesión, deseos de seguridad y ego-
ísmos.
Debemos dirigir nuestra mirada hacia la espirituali-
dad y los ideales, el perfeccionamiento moral, una
ética elevada que garantice los mismos derechos pa-
ra todas las personas de la Tierra.
Acuario – Menos
Atenuación y reducción
Para atenuar Acuario debemos participar más en la
vida. Es necesario que abandonemos el intelecto
desapegado y situado «por encima del bien y del
mal» que manifestamos en forma de arrogancia y
esnobismo, para volver a sentirnos unidos a nuestros
semejantes de quienes nos alejamos al adoptar una
actitud impersonal.
No debemos desalentarnos si con nuestras ideas
especiales y originales no obtenemos el reconocien-
do esperado pues las ideas deben, ante todo, ajus-
tarse a la realidad, ser útiles para la globalidad y no
servir solamente a nuestra necesidad de autosatis-
facción.
No debemos ver a cualquiera como a un amigo sino
que tenemos que aprender a evaluar con quién
encajamos y con quién no. Nuestro interés por el
bienestar de los demás no debe ser sólo de tipo
intelectual o psicológico, sino que debe provenir del
corazón y ser auténticamente cálido.
Nuestro afán de gustar y ser queridos por los demás
no nos proporciona satisfacción pues hacemos de-
masiado teatro y los sentimientos que mostramos no
son auténticos. Con frecuencia idealizamos a nues-
tros amigos, considerándolos mejor de lo que son y
les regalamos nuestra amistad muy fácilmente, al
tiempo que creemos irreflexivamente en su bondad.
No nos enteramos de las intrigas y siempre caemos
en ellas. Abusan de nuestra buena fe y acabamos
«cayéndonos de las nubes». Por eso debemos des-
arrollar un mejor sentido de la realidad y más cono-
cimiento de las personas.
Debemos despertar de nuestros sueños y reconocer
la realidad tal como es, para poder llevar a la práctica
nuestras ricas ideas.
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Piscis – Más
Potenciación y cultivo
Para potenciar Piscis debemos des-
arrollar nuestra capacidad de entre-
ga y sacrificio, nuestra sensibilidad
y nuestras facultades de cuidar a
enfermos y necesitados.
Debemos ser capaces de retirarnos
y aprender a olvidarnos de nosotros
mismos cuando los demás tienen
necesidades mayores. Tenemos que preocuparnos
por los demás, reconocer su sufrimiento y sus nece-
sidades, y mostrarles caminos para salir de la enfer-
medad, la necesidad y las situaciones de estanca-
miento.
Debemos cumplir voluntariamente nuestras obliga-
ciones y estar presentes con toda nuestra personali-
dad en todas las situaciones, especialmente en
aquellas en las podamos estar al servicio de metas
humanitarias elevadas. Con tranquilidad, bondad,
buena voluntad y de manera amistosa, debemos
concentrarnos en los puntos positivos de nuestros
semejantes, dejando de lado los negativos.
Debemos aprender a esperar pasivamente hasta que
surja la oportunidad. Necesitamos vivir más hacia
adentro y aprender a escuchar atentamente nuestra
voz interior, pues así se desarrollan nuestros poten-
ciales internos. Debemos experimentar el mundo a
través del sentimiento interno, lo que nos permitirá
captar sutilezas que de otro modo nos pasarían in-
advertidas.
De esta manera la concentración en el yo se disuel-
ve, las fronteras entre la individualidad y el universo
se diluyen y nos sentimos parte integrante del Ser
eterno. Debemos acceder a nuestro profundo anhelo
de unión con lo trascendental y, con una mirada in-
terior mística, sacar fuerzas de nuestra fuente interior
para ayudar a los demás y, al mismo tiempo, encon-
trarnos a nosotros mismos.
Piscis – Más
Atenuación y reducción
Para mitigar Piscis debemos evitar entregarnos y
perdernos a nosotros mismos en cualquier persona,
idea o cosa. Tenemos que pensar más en nuestro
bienestar e intentar afirmarnos en el mundo.
Es necesario que superemos nuestra tendencia a la
introversión, nuestra timidez y nuestro miedo a las
personas, y que tengamos el valor de conseguir lo
que necesitamos: libertad e individualidad.
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No debemos dejarnos llevar olvidando nuestra volun-
tad ni hundirnos en un mar de contemplación indeci-
sa con total ausencia de actividad. La vida nos pone
en situaciones en las que comprobamos que debe-
mos renunciar a nuestra tendencia a no poner límites
a nuestros sentimientos, a huir hacia mundos de fan-
tasía y a escapar de las fronteras y las limitaciones
del mundo del trabajo.
Las imágenes de nuestra fantasía y las representa-
ciones difusas profundamente emocionales de nues-
tra psique no deben tener, para nosotros, un mayor
significado que la vida real y que la superación de la
existencia que tenemos como tarea.
huir, se nos amontonarán los obstáculos e impedi-
mentos y nos resultará muy difícil superarlos.
Debemos, pues, tener una actitud activa y trabajar
con constancia. Cuando «la carreta está en un agu-
jero, sacarla es difícil». La situación de atascamiento
no es fácil de superar y, a menudo, no tenemos
oportunidad de recuperar lo que hemos dejado es-
capar.
Traducción. Joan Solé, 2007
Imágenes: Silvia Sánchez

No debemos esperar con excesiva pasividad la lle-

gada de estímulos externos para pasar a la acción
sino que debemos aprender a controlar nuestro des-
tino, a tomar las riendas de nuestra vida.

La mejor manera de no caer en las cualidades diso-

lutorias del yo de Piscis es: «Pasar a realizar la si-
guiente tarea u obligación con alegría y viveza» sin
demasiada reflexión y sin esperar ningún estímulo
externo. Esto nos ayudará a reafirmarnos y a em-
plear nuestras fuerzas internas en los momentos de
dificultad de la vida. Si lo único que pretendemos es

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