Mario Esteves lleva 12 años de trabajar en Tintas ABC. Ingresó al a compañía como supervisor de recursos humanos (RH) y ascendió a gerente de RH, puesto que hace poco cambió de nombre, aunque no se había aumentado nada a sus antiguas responsabilidades. Hacía las mismas cosas y se reportaba al director general, como antes. Al observar a su alrededor, Mario percibía que nada había cambiado en ella esos 12 años. Todos sus compañeros y subordinados hacían exactamente lo mismo, o lago menos, de lo que habían aprendido cuando ingresaron a la empresa. El mundo cambió rápidamente, pero Tintas ABC seguía como siempre, con algunos nombres diferentes para las mismas cosas. Era una compañía estática, detenida en el tiempo, conservadora, orientada al interior. Las personas hacían siempre las mismas cosas, ocupaban los mismos puestos, realizaban las mismas tareas y tenían las mismas responsabilidades. Mario pensaba que, si las empresas competidoras hicieran lo mismo, todo sería maravilloso. Es más, si el mercado permaneciera siempre igual. Mientras tanto leía los diarios que las demás empresas se disparaban al frente con innovaciones en los productos, elevada calidad en los servicios y con intensa participación de los trabajadores. Mario no se conformaba con lo mismo ni con la estandarización de la compañía. ¿Usted cómo podría ayudarle?