Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Exploración física
- Antecedentes de la fiebre (p. ej., contacto con otros individuos infectados o vectores de enfermedad).
- Siempre se debe utilizar el mismo lugar para el seguimiento de una enfermedad febril.
Pruebas de laboratorio
Dentro de las pruebas de laboratorio más importantes, tenemos la biometría hemática completa;
- identificación principalmente neutrófilos, gránulos tóxicos y cuerpos de Döhle, y estos últimos tres
elementos sugieren una infección bacteriana. En caso de infecciones virales puede haber
neutropenia.
En los pacientes con febrículas, las determinaciones más útiles son la concentración de proteína C reactiva
y la velocidad de eritrosedimentación. Biomarcadores útiles para detectar posibles enfermedades ocultas.
Tratamiento
Decisión de tratar la fiebre
➔ Casi todas las fiebres surgen en casos de infecciones que ceden por sí solas, como las virosis
comunes.
En estos casos, de infecciones virales y bacterianas frecuentes no está contraindicado el uso de
antipiréticos, ya que no es dañino ni disminuye la rapidez con la que se resuelven las infecciones,
solo alivian la fiebre y los síntomas que se producen
➔ En las infecciones bacterianas el hecho de no usar antipiréticos a veces permite evaluar la eficacia de
algún antibiótico particular, en especial en caso de que no se haya logrado identificar el
microorganismo patógeno en cultivo y puede facilitar el diagnóstico de un cuadro febril poco común.
Algunas infecciones tienen evoluciona con episodios febriles están separados por lapsos en que hay
temperatura normal.
- Plasmodium vivax origina fiebre cada tres días (terciana)
- P. malariae lo hace cada cuatro días (cuartana).
- Borrelia se observa un lapso de fiebre durante días, y le sigue un periodo afebril de varios días
- Pel-Ebstein, Hodgkin y otros linfomas: después de fiebre que dura tres a 10 días se observan
periodos afebriles de igual duración
- En la neutropenia cíclica, la fiebre aparece cada 21 días y acompaña a la neutropenia.
Tratamiento con anti citocinas para reducir la fiebre en las enfermedades autoinmunitarias y
autoinflamatorias
La fiebre que acompaña a estas enfermedades disminuye de manera impresionante cuando se bloquea la
actividad de IL-1β. Por lo tanto, las anticitocinas aplacan la fiebre en enfermedades autoinmunitarias y
autoinflamatorias. Las fiebres en este último tipo de enfermedades son mediadas por IL-1β, pero los
pacientes también mejoran con antipiréticos.
Tratamiento de la fiebre
Los objetivos del tratamiento de la fiebre consisten:
1. Bajar el punto de ajuste hipotalámico que ha aumentado
2. Facilitar la pérdida de calor.
**La reducción de la fiebre con antipiréticos favorece el alivio de otros síntomas generales como las
cefaleas, las mialgias y las artralgias.
- El ácido acetilsalicílico y los AINES por vía oral son eficaces pero pueden dañar las plaquetas y el
tubo digestivo.
↪Por tanto, se prefiere el paracetamol como antipirético.
↪En los niños se debe utilizar el paracetamol o el ibuprofeno por vía oral porque el ácido
acetilsalicílico aumenta el riesgo de síndrome de Reye.
Si el paciente no puede tomar antipiréticos orales, se pueden administrar preparados parenterales
de AINES y supositorios rectales de diversos antipiréticos.
- Es muy conveniente el tratamiento de la fiebre en algunos pacientes.
↪La fiebre aumenta la necesidad de oxígeno (por cada 1°C que rebasen los 37°C, hay un aumento
de 13% en el consumo de oxígeno) y puede agravar el estado de los pacientes con alguna
disfunción cardiaca, pulmonar o del SNC.
- En la hiperpirexia, el uso de mantas de frío facilita la reducción de la temperatura; sin embargo,
éstas no deben usarse sin antipiréticos orales. En los pacientes con hiperpirexia por enfermedades
o traumatismos del SNC (hemorragia del SNC) la reducción de la temperatura central mitiga los
efectos nocivos que el aumento de la temperatura ejerce sobre el encéfalo.
Tratamiento de la hipertermia
- Una temperatura central alta en un paciente con antecedentes adecuados (p. ej., exposición al calor
ambiental o tratamiento con anticolinérgicos o neurolépticos, antidepresivos tricíclicos,
succinilcolina o halotano) junto con datos clínicos apropiados (piel seca, alucinaciones, delirio,
dilatación de pupilas, rigidez muscular o incremento de los niveles de creatinfosfocinasa) debe
hacer pensar en una hipertermia.
- Los antipiréticos no tienen ningún uso en el tratamiento de la hipertermia.
- El enfriamiento físico con esponjas, ventiladores, mantas de frío e incluso baños con hielo debe
iniciarse de inmediato, a lo cual se agrega la administración de líquidos intravenosos y fármacos
apropiados.
- Si con estos medios externos no se consigue un enfriamiento suficiente, puede intentarse el
enfriamiento interno con lavados gástricos o peritoneales con solución salina helada.
- En circunstancias extremas, puede recurrirse a la hemodiálisis e incluso a la derivación
cardiopulmonar, enfriando la sangre.
La hipertermia maligna debe tratarse de inmediato con la interrupción de la anestesia y la administración
de dantroleno sódico por vía IV. La dosis recomendada es de 1 a 2.5 mg/kg de peso cada 6 h por al menos
24 a 48 h
El dantroleno en dosis similares está indicado en el síndrome neuroléptico maligno, hipertermia inducida
por fármacos, síndrome serotoninérgico y en la tirotoxicosis.
La sobredosis de antidepresivos tricíclicos se trata con fisostigmina.