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Estudio del paciente

Exploración física
- Antecedentes de la fiebre (p. ej., contacto con otros individuos infectados o vectores de enfermedad).
- Siempre se debe utilizar el mismo lugar para el seguimiento de una enfermedad febril.

Pruebas de laboratorio
Dentro de las pruebas de laboratorio más importantes, tenemos la biometría hemática completa;
- identificación principalmente neutrófilos, gránulos tóxicos y cuerpos de Döhle, y estos últimos tres
elementos sugieren una infección bacteriana. En caso de infecciones virales puede haber
neutropenia.
En los pacientes con febrículas, las determinaciones más útiles son la concentración de proteína C reactiva
y la velocidad de eritrosedimentación. Biomarcadores útiles para detectar posibles enfermedades ocultas.

Fiebre en quienes reciben tratamiento con anticitocinas


En algunas enfermedades como la enfermedad de Crohn, la artritis reumatoide o la psoriasis, se utilizan
anticitocinas como tratamiento para disminuir la actividad de IL-1, IL-6, IL-12 o TNF, se debe tener en
cuenta la posibilidad de que estos tratamientos atenúen la respuesta febril.
- La febrícula tiene considerable importancia en individuos que reciben tratamiento con anticitocinas.
Se debe llevar a cabo una valoración diagnóstica oportuna y rigurosa en estos pacientes.

Tratamiento
Decisión de tratar la fiebre
➔ Casi todas las fiebres surgen en casos de infecciones que ceden por sí solas, como las virosis
comunes.
En estos casos, de infecciones virales y bacterianas frecuentes no está contraindicado el uso de
antipiréticos, ya que no es dañino ni disminuye la rapidez con la que se resuelven las infecciones,
solo alivian la fiebre y los síntomas que se producen
➔ En las infecciones bacterianas el hecho de no usar antipiréticos a veces permite evaluar la eficacia de
algún antibiótico particular, en especial en caso de que no se haya logrado identificar el
microorganismo patógeno en cultivo y puede facilitar el diagnóstico de un cuadro febril poco común.
Algunas infecciones tienen evoluciona con episodios febriles están separados por lapsos en que hay
temperatura normal.
- Plasmodium vivax origina fiebre cada tres días (terciana)
- P. malariae lo hace cada cuatro días (cuartana).
- Borrelia se observa un lapso de fiebre durante días, y le sigue un periodo afebril de varios días
- Pel-Ebstein, Hodgkin y otros linfomas: después de fiebre que dura tres a 10 días se observan
periodos afebriles de igual duración
- En la neutropenia cíclica, la fiebre aparece cada 21 días y acompaña a la neutropenia.

Tratamiento con anti citocinas para reducir la fiebre en las enfermedades autoinmunitarias y
autoinflamatorias
La fiebre que acompaña a estas enfermedades disminuye de manera impresionante cuando se bloquea la
actividad de IL-1β. Por lo tanto, las anticitocinas aplacan la fiebre en enfermedades autoinmunitarias y
autoinflamatorias. Las fiebres en este último tipo de enfermedades son mediadas por IL-1β, pero los
pacientes también mejoran con antipiréticos.

Mecanismos de acción de los antipiréticos


- La disminución de la fiebre al bajar el punto de ajuste hipotalámico que mostró elevación con esto,
de forma directa se va a dar una disminución de los niveles de PGE2 en el centro termorregulador.
- La síntesis de PGE2 depende de la enzima ciclooxigenasa.
- El sustrato para la ciclooxigenasa es el ácido araquidónico liberado por la membrana celular, y es
esta liberación el paso limitador para la síntesis de aquélla. Por tanto, los inhibidores de la
ciclooxigenasa son antipiréticos potentes.
- La potencia antipirética de diversos fármacos guarda una relación directa con la inhibición de la
ciclooxigenasa cerebral que producen. El paracetamol es un débil inhibidor de la ciclooxigenasa en
el tejido periférico, por lo que su actividad antiinflamatoria es escasa; sin embargo, en el encéfalo el
sistema del citocromo p450 lo oxida, y esta forma oxidada inhibe la actividad de la ciclooxigenasa
(COX).
- La actividad reductora de la fiebre en el ser humano es similar para el ácido acetilsalicílico y el
paracetamol administrados por vía oral.
- AINES, como el ibuprofeno e inhibidores específicos de COX-2, también son excelentes
antipiréticos.
- Otros antipiréticos eficaces, son los glucocorticoides que igual que los inhibidores de la
ciclooxigenasa, reducen la síntesis de PGE2 oponiéndose a la actividad de la fosfolipasa A2
necesaria para la liberación del ácido araquidónico de la membrana celular.

Tratamiento de la fiebre
Los objetivos del tratamiento de la fiebre consisten:
1. Bajar el punto de ajuste hipotalámico que ha aumentado
2. Facilitar la pérdida de calor.
**La reducción de la fiebre con antipiréticos favorece el alivio de otros síntomas generales como las
cefaleas, las mialgias y las artralgias.
- El ácido acetilsalicílico y los AINES por vía oral son eficaces pero pueden dañar las plaquetas y el
tubo digestivo.
↪Por tanto, se prefiere el paracetamol como antipirético.
↪En los niños se debe utilizar el paracetamol o el ibuprofeno por vía oral porque el ácido
acetilsalicílico aumenta el riesgo de síndrome de Reye.
Si el paciente no puede tomar antipiréticos orales, se pueden administrar preparados parenterales
de AINES y supositorios rectales de diversos antipiréticos.
- Es muy conveniente el tratamiento de la fiebre en algunos pacientes.
↪La fiebre aumenta la necesidad de oxígeno (por cada 1°C que rebasen los 37°C, hay un aumento
de 13% en el consumo de oxígeno) y puede agravar el estado de los pacientes con alguna
disfunción cardiaca, pulmonar o del SNC.
- En la hiperpirexia, el uso de mantas de frío facilita la reducción de la temperatura; sin embargo,
éstas no deben usarse sin antipiréticos orales. En los pacientes con hiperpirexia por enfermedades
o traumatismos del SNC (hemorragia del SNC) la reducción de la temperatura central mitiga los
efectos nocivos que el aumento de la temperatura ejerce sobre el encéfalo.
Tratamiento de la hipertermia
- Una temperatura central alta en un paciente con antecedentes adecuados (p. ej., exposición al calor
ambiental o tratamiento con anticolinérgicos o neurolépticos, antidepresivos tricíclicos,
succinilcolina o halotano) junto con datos clínicos apropiados (piel seca, alucinaciones, delirio,
dilatación de pupilas, rigidez muscular o incremento de los niveles de creatinfosfocinasa) debe
hacer pensar en una hipertermia.
- Los antipiréticos no tienen ningún uso en el tratamiento de la hipertermia.
- El enfriamiento físico con esponjas, ventiladores, mantas de frío e incluso baños con hielo debe
iniciarse de inmediato, a lo cual se agrega la administración de líquidos intravenosos y fármacos
apropiados.
- Si con estos medios externos no se consigue un enfriamiento suficiente, puede intentarse el
enfriamiento interno con lavados gástricos o peritoneales con solución salina helada.
- En circunstancias extremas, puede recurrirse a la hemodiálisis e incluso a la derivación
cardiopulmonar, enfriando la sangre.
La hipertermia maligna debe tratarse de inmediato con la interrupción de la anestesia y la administración
de dantroleno sódico por vía IV. La dosis recomendada es de 1 a 2.5 mg/kg de peso cada 6 h por al menos
24 a 48 h
El dantroleno en dosis similares está indicado en el síndrome neuroléptico maligno, hipertermia inducida
por fármacos, síndrome serotoninérgico y en la tirotoxicosis.
La sobredosis de antidepresivos tricíclicos se trata con fisostigmina.

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