Está en la página 1de 2

Los Sí y los No al hablar en público:

LOS SÍ

Sí, vestirse adecuadamente, a la audiencia, al tema y al contexto.


Sí, practicar la exposición, (frente al espejo, ante amigos y familiares. Mejor si se hace
filmar).
Sí, utilizar técnicas para lograr la participación (si no se trata de una presentación con
tiempo determinado)
Sí, aprender los nombres de los participantes y usuarios
Sí, mirar siempre a la audiencia para establecer empatía.
Sí, mostrar que se está preparado (material audiovisual, impresos, etc)
Sí, probar con anticipación las instalaciones y los equipos
Sí, tranquilizarse (respirar diafragmáticamente y pensar que tendrá éxito).
Sí, preparar un esbozo de la intervención y seguirlo (ideas principales y secundarias).
Sí, utilizar un estilo propio (no imitar nadie)
Sí, utilizar palabras propias (no leer)
Sí, repetir palabras de mediana y alta dificultad
Sí, expresar su sentido del humor (anécdotas y chistes).
Sí, dar por hecho que el público está de nuestra parte (es nuestro aliado).
Sí, descansar el día anterior para estar preparado física y psicológicamente.
Sí, aceptar que algunos temores son positivos (motorizarlos a tu favor).
Sí, identificar los propios temores y clasificarlos en: controlables e incontrolables y
afrontarlos.
Sí, presentarse, antes de comenzar, ante la audiencia, en un contexto sociable.
Sí, concederle importancia vital a los primeros cinco (5) minutos de la exposición.
Sí, apoyar sus palabras con gestos faciales y corporales.
Sí, Imaginarse (visualizarse) como un gran orador y hacer que esa profecía se cumpla.
Sí, practicar las posibles respuestas ante preguntas o situaciones difíciles.
Sí, TOMAR UN CURSO DE ORATORIA Y ASISTIR CON REGULARIDAD.
LOS NÓ:

No, comenzar una presentación diciendo que no es la persona idónea para hablar del tema.
No, adornar (empastelar) el discurso.
No, a las afectaciones en el lenguaje.
No, tomar bebidas frías (preferiblemente tomarlas al natural o tibias).
No, a los rebuscamientos literarios.
No, gesticular con un solo brazo o mano (es desarmónico).
No, arrullar a la audiencia hasta dormirla. Por muy interesante y bien escrito que esté un
discurso, se puede acabar con él, si la voz resulta monótona, arrulladora y somnífera.( hay
que usar énfasis en palabras e ideas principales).
No, CERRAR ABRUPTAMENTE EL DISCURSO, DICIENDO:
1) ESTO ES TODO.
2) HASTA AQUÍ LLEGAMOS.
3) BUENO, MAS NADA.
4) NO HAY MAS NADA QUE DECIR.
5) ASÍ CERRAMOS.
6) CERRAMOS POR AHORA.

También podría gustarte