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CASTRACIONES MASIVAS

Se calcula que durante el siglo XVIII, se castraban cada año unos 4.000 niños sólo en
Italia, para abastecer de eunucos a los harenes islámicos y para iniciarles en el bel canto.

TESTA DECORATIVA

Pedro el Grande ordenó cortar la cabeza al amante de su esposa y que la metieran en


un frasco con alcohol. Obligó a la reina a ponerlo en un lugar visible de su dormitorio.

MACHISMO TOTAL

Los sambias de Nueva Guinea son considerados el pueblo más machista del planeta.
Experimentan tal repugnancia ante el sudor, el aliento y los efluvios femeninos, que dividen
sus aldeas en zonas y senderos independientes para hombres y mujeres.

TACONES LEJANOS

Durante el Renacimiento, se puso de moda entre las mujeres calzar chapines, un tipo
de zapato para la lluvia con plataformas de hasta 75 centímetros de grosor. Los chapines
fueron muy utilizados por las prostitutas, que para caminar con ellos tenían que apoyarse en
los clientes.

PROMESAS POR LO BAJO

Los romanos tenían la costumbre de llevarse la mano derecha a sus partes nobles al
prestar juramento.

EL CLÍMAX DE LA PELÍCULA
Marlene Dietrich, según sus declaraciones, sentía orgasmos durante el rodaje de
escenas en las que tenía que besar al galán.

AMOR A TROPEZONES

En las danzas ceremoniales, las mujeres guajiras de Colombia zancadillean a los


varones como invitación a mantener un encuentro sexual.

LAS MEDIDAS DE LA ESPOSA

El médico galo Federé prohibía contraer matrimonio a todas las mujeres cuyas
caderas no sobrepasaran las 14 pulgadas de diámetro sacro-ventral en el límite superior
porque no eran aptas para la gestación.

TRUCOS DE PALACIO PARA EMPINAR EL CODO

La princesa Isabel, hija de Catalina I de Rusia (1684-1727), asistía junto con otras
muchachas de la corte a bailes de travestidos para emborracharse. En aquella época, las
mujeres no podían beber alcohol en las fiestas.

EL COLMO DE LA COQUETERÍA

El bello Brummel pasaba nueve horas diarias en los preparativos de su toilette.


Enviaba a Francia su ropa para el lavado y planchado, y suavizaba sus hojas de afeitar en
pergaminos arrancados de las primeras ediciones de los clásicos.

TRATO DESPIADADO
Thomas Radford y otros médicos defendían el parto con cesárea (intervención de
gran riesgo en el siglo XIX) argumentando que la única función de la mujer era tener hijos y,
si los órganos involucrados no funcionaban, carecía de importancia si perdía la vida en la
operación.

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