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ABRIENDO PUERTAS QUE NADIE PODRA CERRAR

CITA BIBLICA: GENESIS 22:16-18.

INTRODUCCION. Cuando recibimos a Cristo como nuestro Señor y Salvador, nos enfocamos en
Él, pero con al pasar del tiempo dejamos de apreciarlo y nuestra mirada se dirige hacia la gente.
Miran lo que la gente les dice y hace, Muchos alternan periodos en los que miran a Dios y otros
en los que miran a la gente, terminan mareados y pierden su rumbo. Salmos 34:5. 5Los que miraron
a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados. Dios le dijo a Abraham, Te daré un hijo y con
él, una nación. Abraham tenía setenta y cinco años, lo que es una muestra elocuente de que los
sueños de Dios son locos, escapan a tu edad, a tu fuerza y no encajan en lo natural. Por la edad
que tenía Abraham la promesa de que iba a ser padre de multitudes parecía una locura.

Te gustaría saber cómo y cuándo vas a ver tu sueño hecho realidad. Pregúntaselo a Dios
Abraham se animó a pasar a otro nivel y le preguntó a Dios cuándo y cómo le daría un hijo. Una
noche el Señor le dio la respuesta. Por qué, Porque la noche simboliza tu peor momento y allí
Dios te va a dar una revelación extraordinaria sobre tu mañana, el Espíritu Santo te va a revelar
en el espíritu cómo, cuándo, dónde, por qué y para qué se cumplirá Su promesa. Dios dijo a
Abraham, Te voy a dar un hijo que tendrá hijos y sus hijos tendrán más hijos que se irán a una
tierra distinta, a Egipto. Se quedarán como esclavos por cuatrocientos años y allí se multiplicarán
y serán una nación. Así, Abraham tuvo a Isaac. Isaac fue tan solo el comienzo de la promesa de
Dios. Isaac engendró a Jacob quien tuvo doce hijos varones y también una hija. Quiero contarte
tres cosas que experimentarás en el momento de dolor y que descubrirás a través de ellos.
 
Capacidades que ni imaginabas que tenías. En las crisis utilizamos nuestra inteligencia y
extraemos fuerzas que no sabemos de dónde salieron y que hay muchos recursos poderosos,
espirituales y naturales, que Dios nos ha dado para sostenernos en la adversidad.

Sabrás quiénes son tus verdaderos amigos. En esos momentos verás que muchos que decían
ser tus amigos se alejarán. Sin embargo, aparecerán otras personas que no pensabas que
estarían a tu lado. Confía en tu mejor amigo, Jesús de Nazaret, porque cuando todos te
abandonen el Señor estará contigo como poderoso gigante.

Aprenderás a establecer prioridades. Creemos que lo que hoy nos agrada nos va a agradar
siempre, pero lo cierto es que con el paso del tiempo los gustos van cambiando. En un momento
crítico cambia todo lo que a ti te preocupaba y empiezas a valorar otros aspectos.

Abraham brindó un cuidado especial a su hijo, porque Dios le había dicho que detrás de la
descendencia de su hijo vendrían más hijos hasta que naciera Jesús. Al ver Dios que Abraham
cuidaba de su hijo, le dijo: Abrazaste el sueño y además sabes cuándo se cumplirá. Génesis
22:2. 2Toma a tu hijo ofrécelo como holocausto en el monte que yo te indicaré. Quiero que mates tu sueño.
Que desconcierto para Abraham, él le demostró al Señor que lo amaba más que a su hijo, más
que al sueño que Él le había dado. Dios te da un sueño, una para que te enamores de él, dos la
fe para que lo alcances y tres te indica cómo, dónde y cuándo se cumplirá. Sin embargo, hay un
momento en donde te dice. Quiero que mueras a ese sueño.

DIOS NO QUERIA QUE ABRAHAM MATARA A ISAAC. Sino que muriera a todo sueño
planificado que tuviera. Dios quiere que mueras a las bendiciones que amas, a tu sueño, a la
casa que quieres o al milagro que necesitas para tu familia. Génesis 22:17. 17te bendeciré, y
multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu
descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. Ahora que me mostraste que me amas más que a tu
sueño, te voy a bendecir grandemente.

Eres una persona que lleva bendición o maldición, Cuando hablas, escribís un mail, mandas un
mensaje de texto, entras a Facebook o sales con alguien, eres de bendición Donde tu pongas
pie, tienes que ser de bendición. Declaro que vas a entrar en un negocio y este va a prosperar;
vas a entrar al hospital y los enfermos se sanarán; vas a entrar a una casa y todos los que estén
presentes serán bendecidos. Dios le dijo fue, Tu simiente va a tomar las puertas del enemigo.  Estas son
las puertas que Satanás no quiere que cruces y que tiene cerradas. Si Dios le dijo a Abraham:
esto es para ti, tus hijos van a conquistar esas puertas, y van a lograr cosas grandes y
extraordinarias.

Tú y tu descendencia por mil generaciones tendrán el poder de ser conquistadores de puertas


que el diablo tiene cerradas. Génesis 22:16. 16Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has
hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo. Dios no les jura a todos sino solo a quienes les
entregan lo más valioso su tiempo, su dinero, su familia, su trabajo, etc. y mueren a eso. Una vez
que pones en el altar lo que más amas y mueres a eso, Dios te lo devuelve y te dice, además de
la promesa y el pacto, te llevare a un tercer nivel, ahora tienes mi juramento y las llaves para
abrir puertas que nadie volverá a cerrar.

GALATAS 2:20. 20Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora
vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amo y se entrego a sí mismo por mí. Entonces,
cuando te ataquen, cuando te insulten, cuando venga la enfermedad o el dolor, a ti ya no te va a
afectar. Estás muerto porque ya no vives tú mas Cristo vive en ti Dios te dice: Te juro que
te bendeciré bendeciré grandemente, donde pises serás bendición y tu simiente será
conquistadora de las puertas del enemigo.  No se murió el mundo, sino que yo morí a este,
porque ahora vivo para el Señor.

Hoy declaro victoria sobre tu vida. Entrégale al Señor tu casa, tu familia, tus miedos y lo que más
amas. Dale la mejor alabanza para que Él levante una casa sobre tu vida. Por eso, ahora tengo
todos los sueños, pero ellos ya no me dominan, ya no me gobiernan, porque yo estoy muerto,
pero Cristo vive en mí. Cuando el diablo venga y te amenace con sacarte tu casa, llevarse tu
salud o destruir tu familia, dile. Llegaste tarde, porque mi vida entera ya no es mía, sino que le
pertenece a Dios. Amén.
 

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