El esófago es el tubo hueco que comunica la garganta (faringe)
con el estómago. La comida no sólo baja por el esófago hacia el interior del estómago. Las paredes del esófago impulsan los alimentos hacia el estómago por medio de ondas rítmicas de contracciones musculares, llamadas peristaltismo.
Justo por debajo de la unión de la garganta con el esófago hay
una banda muscular denominada esfínter esofágico superior. Ligeramente por encima de la unión del esófago con el estómago, existe otra banda muscular denominada esfínter esofágico inferior. Cuando el esófago está en reposo, estos esfínteres se cierran de manera que los alimentos y el ácido gástrico no refluyan a través del esófago desde el estómago hacia la boca. Durante la deglución, los esfínteres se abren para permitir el acceso de los alimentos al interior del estómago.
Cómo funciona el esófago
Cuando una persona traga, el alimento pasa de la boca a la garganta, también llamada faringe (1). El esfínter esofágico superior se abre (2) para que la comida pueda entrar en el esófago, donde se producen ondas de contracciones musculares, el llamado peristaltismo, que propulsan los alimentos hacia abajo (3). A continuación, el alimento pasa a través del diafragma (4) y el esfínter esofágico inferior (5) y entra en el estómago. Estomago Así se denomina al órgano del sistema digestivo que se halla entre el intestino y el esófago.
Ubicado en el sector superior del abdomen, el estómago se encarga
de almacenar y procesar la comida. En esta estructura, el bolo alimenticio se transforma en quimo gracias a las sustancias segregadas por las paredes del órgano. Los jugos gástricos, por lo tanto, ayudan a triturar los alimentos para que, ya transformados en quimo, continúen su recorrido hacia el intestino delgado en el marco del proceso de digestión.
Aunque sus características dependen de la edad y de otros
factores, por lo general el estómago de un ser humano mide cerca de veinte centímetros de largo cuando está vacío. Estas dimensiones le brindan una capacidad de almacenamiento de unos 1,5 litros. El tiempo que el alimento permanece en el estómago varía según el tipo de comida. Un alimento sólido, por ejemplo, puede estar en el estómago entre una y seis horas.
Algunas complicaciones relacionadas con el estómago no se
enfocan en este órgano directamente, sino que lo implican. Tal es el caso del síndrome del intestino irritable, una de las enfermedades digestivas más frecuentes. Precisamente, uno de sus síntomas comunes es la incomodidad estomacal, así como los dolores, la diarrea, el estreñimiento y la distensión abdominal, y deben repetirse varias veces al mes durante varios meses. Intestinos Delgado: El intestino delgado es la continuación del estomago en el trayecto digestivo. Es un tubo alargado, hueco y enrollado que se divide en tres partes: el duodeno o porción primera, el yeyuno o porción media y el íleon o tramo final. Las paredes del intestino delgado producen juego intestinal que, junto con el jugo pancreático y bilis –provenientes del páncreas y el hígado respectivamente-, terminan de degradar las grasas, las proteínas y los azúcares, completando así el proceso de digestión química. Una vez concluido este proceso, los nutrientes pasan a la sangre mediante las vellosidades intestinales para ser distribuidos a todos los órganos del cuerpo
Grueso: Una vez absorbido los nutrientes, las materias
restantes pasan al intestino grueso que tiene forma de U invertida y paredes gruesas y se dividen en: ciego, colon ascendente, colon transverso, colon descendente, colon cigmoide y recto. Su orificio exterior es el ano. Su función principal es absorber líquidos y convertirlos productos digestivos de desecho en heces que son excretadas por el recto y el ano.