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UN PÁJARO EN LA OSCURIDAD

La noche deja ver nuevas sombras en la ciudad, la oscuridad se apodera de aquella


parte del mundo y los malvados salen al acecho, pero en esa misma oscuridad esta él,
vigilando y esperando el momento adecuado para capturarlos…

-tranquilo ya esta a salvo!-fue lo primero que él me dijo y lo que me


motivó a realizar esta investigación.

Desde el primer día que llegué a esta ciudad buscando trabajo me di cuenta
que esta no era una ciudad normal, tenía algo en especial, algo diferente, algo
gótico. De hecho Ciudad Gótica es totalmente diferente a cualquier ciudad que
haya visitado antes. Su arquitectura, su ambiente e incluso su gente tienen
rasgos únicos.

Llegué desde Metrópolis buscando trabajo en un nuevo periódico que


empezaría a publicar en aquí, al principio tenia mucha curiosidad ya que uno
de los motivos principales que me trajo a esta ciudad fue la presencia de sus
protectores. Los llaman “El dúo dinámico”, El caballero de la noche y su
ayudante o simplemente Batman y Robin.

Todo empezó una noche (en Ciudad Gótica, todo empieza en la noche), me
encontraba en un cóctel haciendo una nota para el periódico en el que ya
trabajaba, era algo de caridad, como la mayoría de eventos allí. Estaban los
personajes más ricos y famosos de la ciudad y era una ocasión perfecta para
darme a conocer en esa esfera de la sociedad.

Conocí a muchas personas importantes, entre ellos al comisionado Gordon el


otro protector de la ciudad, un hombre de pocas palabras, típico policía,
siempre evasivo con la prensa; también conocí al anfitrión y organizador del
evento, al multimillonario Bruce Waine, a simple vista parece un hombre que
tiene tanto dinero que no sabe que hacer con el, sin embargo es alguien muy
estudiado y hasta misterioso.
Aquella noche transcurría con tranquilidad cuando de repente las luces se
apagaron y entre los gritos de la gente se empezaron a escuchar estruendosas
carcajadas. Los disparos salían de todos los lugares, hombres fuertemente
armados y disfrazados de payasos disparaban a cualquiera que se moviera y a
mi alrededor los cadáveres caían con una extraña mueca en la cara, casi
podría decirse que estaban sonriendo. Estaba realmente asustado, venia de
una ciudad donde los crímenes no llegan a consumarse jamás, casi nadie se
atreve a enfrentarse al hombre de acero aunque cuando lo hacen siempre hay
muchos muertos, pero eso muy pocas veces pasa; en cambio en Ciudad
Gótica el crimen está en cualquier lado y es por esa razón que existe…

-BATMAN!!! -Gritaba la gente cuando una enorme sombra entró


rompiendo los grandes ventanales del salón. Yo estaba estupefacto,
jamás había visto una entrada tan espectacular.

Todo paso muy rápido después de aquello, los maleantes fueron cayendo,
hasta que solo quedo uno. En medio de la confusión logré verlo, aunque
hubiera preferido no hacerlo. Lo había visto en fotos y me habían hablado de
él, incluso había leído extensas investigaciones a cerca del personaje que se
hacia llamar “The Joker”, pero jamás imagine que pudiera inspirar tanto temor,
con razón ni siquiera superman le había podido hacer frente. El murciélago
empezó su lucha contra aquel payaso asesino, aquel combate parecía algo
sincronizado, ambos se golpeaban y ninguno mostraba estar cansado o herido.

Salí de abajo de la mesa en la que me hallaba escondido para presenciar mejor


la pelea cuando de pronto sentí algo en mi cuello, era algo frió y metálico, vi ni
fin llegar, pero antes escuche un crujido, y el frío en mi cuello desapareció,
voltee rápidamente y fue cuando lo vi por primera vez.

No era mas alto que yo, su traje era oscuro y ceñido al cuerpo, era delgado y
solo protegía su rostro con un antifaz negro. La R en su pecho me reveló su
identidad, en ese momento me sentí más calmado.
-tranquilo ya esta a salvo!- Dijo un poco agitado. Me miró, sonrió y sin
que pudiera siquiera darle las gracias saltó por encima mío a ayudar a
su compañero.

Antes había escuchado de la existencia de Robin, el compañero de Batman,


pero nunca lo había visto en acción, y como la mayoría de personas que no
vivimos en Ciudad Gótica lo había subestimado. Por su estatura no mayor a la
mía y su voz enérgica pero aun débil supuse que seria un joven entre los 20 y
26 años, su contextura física también me lo revelaría y al contrario de su
compañero, él no inspiraba temor, sino que daba la sensación de “ya todo esta
bien”.

La noche pasó rápido, Batman detuvo al Joker, Robin atrapó a los otros
bandidos, el comisionado Gordon se los llevó al Asilo de Arkham y los forenses
se dedicaron a recoger los más de diez muertos que dejó el atentado.

Desde aquel día me puse como meta conseguir una entrevista con aquel joven
que dedicaba y sacrificaba su vida para ayudar a las personas de Ciudad
Gótica. Lo intenté por muchos medios, recurrí a mis contactos en la prensa y
solo se limitaron a decirme “Ellos no dan entrevistas, ni lo intentes”, luego acudí
a los policías y me fue peor, Gordon prácticamente me echo de su oficina,
incluso puse en peligro mi vida al ir a sitios peligrosos esperando verlos, pero
aunque los veía ellos nunca se quedaban demasiado tiempo.

Sin embargo mi golpe de suerte se dio una noche, (como ya dije, en Ciudad
Gótica lo mejor ocurre en la noche) me encontraba en un barrio peligroso
buscando algún crimen esperando a que Robin apareciera en la escena.
Después de conducir por más de dos horas me encontré con una típica
escena, un drogadicto intentaba robarle el bolso a una joven, estaban debajo
de un puente oscuro, me quedé viendo la escena por casi un minuto, nadie
apareció y me desespere, no sabia que hacer, la policía se tardaría mucho y yo
solo contaba con la nueva macana eléctrica que había comprado el día anterior
y mi sueño frustrado de ser superhéroe. El atracador había sacado un cuchillo
y amenazaba con herir o matar a la joven, fue allí cuando me decidí. ¿Porque
ellos pueden y yo no?, pensé. Aunque esa pregunta tuviera una respuesta muy
lógica.

Me desplace rápidamente entre las sombras y con mi corazón latiendo mucho


más rápido de lo normal me abalance contra el ladrón. Aquella acción le dio
tiempo a la joven de tomar su bolso y correr, pero yo en cambio había dejado
caer lo único que me podría salvar, ahora el ladrón enfocaría todo su odio hacia
mí. Me miraba pensando si debería matarme rápido o poco a poco, yo estaba
paralizado, no sabia que hacer, no podía hacer nada, de pronto se acercó y me
susurro al oído algo que no logre entender, levanto su cuchillo (que ahora se
veía mucho más grande), cerré mis ojos y de pronto ¡CRACK!

-Wao! casi te matan amigo.- Escuche mientras sentía que me tocaban el


hombro.

Abrí mis ojos y allí estaba él. Me ayudo a levantar y me paso la macana
eléctrica que se me había caído. Yo no sabia que decir, estaba atónito.

-Hey yo se quien eres. ¿El periodista verdad?- me miró fijamente y su tono


de voz se hizo más serio.-No me digas que todo esto estaba planeado- Dijo
mientras sus músculos se tensionaban.

-No, No! Esto fue una causalidad! Respondí rápidamente.- me encontraba


manejando por aquí cuando vi el atraco, y al ver que nadie llegaba, decidí
ayudar.-Rogaba a Dios porque el creyera en mis palabras.

-¿En serio? Dijo más relajado.

-SI!- casi grité. Me pregunto si Batman me hubiera creído, creo que él me


habría llevado a la comisaría y me hubiera metido en tantos líos que me
tocaría devolverme a Metrópolis inmediatamente.
- Entonces felicitaciones amigo, gente como tú es la que se necesita en
esta ciudad- dijo alegremente y me estrechó la mano. Se dio la vuelta y
se disponía a irse.
- Espera un momento.-dio vuelta y me miró. – ¿podrías concederme una
entrevista?-Creo que esa fue la forma más sencilla, sincera y a la vez
tonta en que yo haya pedido una entrevista.
- Ahora no puedo.
- ¿Entonces cuando?-pensé que no diría nada y se marcharía pero
respondió.
- Mañana, a las 5 de la tarde en la azotea de la estación de policía, donde
esta la… (hizo una mueca que parecía de burla), “Batiseñal”.

El resto de la noche la dedique a planear las preguntas que haría y como rayos
entraría a un lugar lleno de policías que me detestan.

El tiempo trascurrió rápidamente, y la verdad entrar a la comisaría no fue tan


difícil, primero entre a la biblioteca de allí a revisar unos documentos públicos y
cuando cerraron me vestí de electricista y le dije al conserje que iba a hacer
unos arreglos a la “Batiseñal”. Me abrió las puertas de la azotea exactamente a
las 4:45 PM. No me podía tardar mucho ya que las instalaciones eran cerradas
a las 6 PM. Tenia que ser muy breve y directo.

Saqué algunas herramientas para disimular y me senté en el suelo preparando


mis notas.

-vaya veo que se las ha ingeniado para llegar acá. Me sorprendió una voz
conocida.
- si, a veces hay que correr unos riesgos. -Respondí calmado mientras me
incorporaba.
-Ok, antes de comenzar quiero que entiendas porqué he aceptado darte esta
entrevista.- Se acercó un poco- mira supongo que ya has escuchado algunos
comentarios a cerca de Batman y yo, cosas como que somos terroristas que no
respetamos la ley, que incitamos el crimen y otras cosas menos serias…-
continuo hablando.
Robin me explicó que en Ciudad Gótica habían personas muy influyentes que
buscaban desprestigiar la labor que ellos cumplían y que a pesar de que a
veces les tocaba saltarse algunas “leyes protocolarias” para evitar algún crimen
o atrapar a algún villano, jamás habían roto o desacreditado la labor de la
policía.

- Sé que esto que hacemos está totalmente fuera de cualquier lógica,


pero los criminales de esta ciudad tampoco tienen ninguna lógica. Tu te
has dado cuenta, cuando la policía no puede con dementes como el
Joker o Dos caras (odio a Dos caras), alguien debe detenerlos, y eso es
lo que hacemos.- Robin hablaba con seguridad, tenia una fuerte
convicción en sus palabras y era muy notorio el sentido de
responsabilidad que sentía por lo que hacia.- me da mucha rabia cuando
escucho criticas y amenazas de la policía, en más de una ocasión he
querido dar declaraciones publicas, defenderme! Pero él no me deja,
Batman prefiere ser juzgado, él dice que “las personas de Ciudad Gótica
deben darse cuenta por ellos mismos de lo que es mejor y cuando no
nos necesiten, ese día ellos mismos nos lo pedirán y ese día
desapareceremos” no estoy muy de acuerdo con eso, pero él sabe lo
que hace.- Era claro el respeto que el joven sentía por su maestro
aunque se notaba ese deseo por hacer las cosas a su manera, cada uno
maneja un estilo diferente, quizás sea por eso que trabajan en equipo.
- Gracias por aclararme la situación, no estaba al tanto de eso, creía que
todo el mundo los amaba en esta ciudad.
- ¿Amarnos?-sonrió- créame son más los que nos odian.
- Que lastima-mencioné suavemente y proseguí –Robin, ¿cuanto llevas
protegiendo a Ciudad Gótica?
- Um…-lo pensó por un momento, me miró y respondió – 3 años.
- ¿Pero acaso Batman y tu no van a cumplir en unos meses casi 8 años
de servicio?
- Si, en agosto se cumplen 8 años.
- ¿Entonces porque dices que llevas 3 años en esto?
- No soy el único Robin- aquella respuesta me sorprendió, ya que una vez
había escuchado esa teoría de un amigo, pero no creí que hoy la
comprobaría. –Antes de mi hubo otro, el mejor, trato de emularlo, y ser
como él.
- ¿Y que sucedió con él?
- No puedo responder esa pregunta.-cuando pregunté temí que diría eso
pero intentarlo no estaba de más, seguí.
- Entonces si tú no eres el único Robin, ¿acaso ha habido otro Batman?
- Jejejeje-carcajeo por unos segundos – ¡No! Nadie puede reemplazarlo,
no creo que nadie esté dispuesto a sacrificarlo todo por proteger a su
ciudad, incluso yo a veces me tomo días libres para salir y estar con mis
seres queridos, pero él nunca descansa, además no he conocido a
nadie que soporte todos los dolores físicos y mentales por los que él ha
pasado.
- ¿Ni siquiera superman?-pregunté en todo burlesco para amenizar la
conversación.
- No, ni siquiera él. –su repuesta fue muy seria.
- Robin, ¿Cuántos años tienes?
- No puedo responder eso.-De nuevo aquella respuesta.
- ¿Cuál ha sido el mayor peligro al que te has enfrentado en tu carrera?
- Todas las noches son un peligro, ninguno es menor, todos son grandes,
me juego la vida a diario y eso es lo más preciado que uno posee.
Ningún villano quiere herirte, todos tiran a matar, y lo peor es que cada
vez usan métodos más efectivos.-un suspiro se escapó de su boca.
- Al respecto de tus seres queridos, ¿Cómo haces? ¿ellos saben que eres
“El chico maravilla” y que te juegas la vida a diario?
- Bueno, dicen que muchos héroes tienen una doble identidad, son
personajes amables y aparentemente débiles, pero cuando se presenta
algo se transforman. Pero a cerca de temas familiares o de seres
queridos no te puedo hablar, creo que entenderás el porqué.
- Si, entiendo. Robin, para ti ¿cuál es el villano más peligroso de todos?
- Todos son peligrosos, cada uno en su estilo. Aunque siempre he tenido
conflictos con Harvey Dos caras, creo que él me odia más que los
demás.
- …y que me dices del Joker?
- Es un demente total, está obsesionado con Batman, la verdad solo se
enfrenta a él, solo en una ocasión intenté luchar contra él y termine
inconsciente una semana a causa de un toxico. El joker solo lucha con
Batman.
- Robin, en estos años has recibido muchas críticas a cerca del equipo
que conforman Batman y tú. Muchas personas se preguntan si ¿algún
día vas a independizarte o siempre serás el compañero del hombre
murciélago?
- Si, he escuchado eso muchas veces. pienso independizarme algún día,
digamos que estoy entrenándome para poder ser el mejor, la verdad yo
no tengo habilidades sobrehumanas, soy un chico que quiere hacer del
mundo algo mejor, y para esa ardua tarea debo prepararme bien.
Créame que cuando me independice todos lo sabrán.
- Que me puedes decir a cerca de Batman, ¿hay algo en lo que no estés
de acuerdo con él?
- Muchas cosas, sin embargo es mi maestro, y aunque a veces se
equivoque, sabe resolver los problemas y más si son causados directa o
indirectamente por él. Es un ser humano como todos, se equivoca,
aunque trata de no hacerlo muy a menudo y tiene una personalidad algo
difícil, pero de lo único que estoy seguro, es que es capaz de darlo y
dejarlo todo por el bien de los demás.

El sol empezaba a ocultarse en Ciudad Gótica y los murciélagos empezaban a


surcar el cielo. Había pasado una hora y pronto el conserje vendría a
buscarme.

- Bueno Robin y finalmente. ¿Cuál es tu nombre real?

Me miró algo confundido e instantáneamente soltó una carcajada yo lo


acompañe. Las risas cesaron y el joven empezó a estirar sus músculos.

- ya me tengo que ir, tenga mucho cuidado cuando y donde va a publicar


eso. Dijo en tono serio.
- Lo mismo digo. Una voz en mi espalda hizo que girara rápidamente.
Allí estaba él, escondido entre las sombras mirándome directamente a los ojos.
Me intimidé aunque traté de no demostrarlo.

- Esta aquí antes que yo. –Comentó Robin.


- No me había dado cuenta.-mencioné intentando calmarme.
- Ya son las 6, debes irte. Dijo dirigiéndose a mí.
- Si, si.- dije algo nervioso, pensaba que el cualquier momento se lanzaría
sobre mí, tomaría la grabadora y la rompería en mil pedazos. –Robin
muchas gracias por todo y no se preocupen que nada de lo que publique
los pondrá en riesgo.
- Eso espero. Dijo el murciélago mientras desaparecía en la oscuridad.-
por tu bien, eso espero.
- Adiós cuídese. –dijo Robin mientras saltaba del edificio.

Aun algo asustado tomé mis cosas y me dispuse a salir cuando de pronto me
sorprendió un hombre al otro lado de la puerta.

- ¿Quién es usted? Pregunte asustado.


- Soy Ralf, el conserje ahora dígame, ¿quién es y que hace aquí?
- Soy el electricista, vine a arreglar un problema con la lámpara del techo.-
Casi se me olvida mi coartada.
- ¿Y quien le abrió, como entró?-preguntó rápidamente- soy el único que
tiene las llaves.- las sacó y me las mostró.
- Eee..pues me abrió el otro conserje, un hombre alto y grueso, tenía
bigote.
- ¡¡¡QUE!!!-el hombre se sorprendió.-aquí el único conserje soy yo! –dijo
casi gritando.- ¡Nadie más, solo yo!

En ese momento me di cuenta que era verdad lo que Robin me dijo, “él nunca
descansa”.

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