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Dos hombres, un seminarista y un obrero, buscan desesperadamente una visa a las 5 de la mañana con miles de documentos que demuestran su solvencia pero que no les permitirán lograr su objetivo. A las 7 de la mañana, los aspirantes a visa son llevados uno a uno a un "matadero" donde cada cual tiene un precio. A las 9 de la mañana en Santo Domingo el 8 de enero, la paciencia se agota porque ya no hay visas para cumplir sus sueños.
Dos hombres, un seminarista y un obrero, buscan desesperadamente una visa a las 5 de la mañana con miles de documentos que demuestran su solvencia pero que no les permitirán lograr su objetivo. A las 7 de la mañana, los aspirantes a visa son llevados uno a uno a un "matadero" donde cada cual tiene un precio. A las 9 de la mañana en Santo Domingo el 8 de enero, la paciencia se agota porque ya no hay visas para cumplir sus sueños.
Dos hombres, un seminarista y un obrero, buscan desesperadamente una visa a las 5 de la mañana con miles de documentos que demuestran su solvencia pero que no les permitirán lograr su objetivo. A las 7 de la mañana, los aspirantes a visa son llevados uno a uno a un "matadero" donde cada cual tiene un precio. A las 9 de la mañana en Santo Domingo el 8 de enero, la paciencia se agota porque ya no hay visas para cumplir sus sueños.
Eran las cinco 'e la mañana Buscando visa para un sueño
Un seminarista, un obrero Buscando visa, la razón de ser Con mil papeles de solvencia Buscando visa para no volver Que no les dan pa' ser sinceros Buscando visa para un sueño (¡woh-oh-oh-oh!) Eran las siete 'e la mañana Buscando visa para un sueño Y uno por uno al matadero Buscando visa, la necesidad Pues cada cual tiene su precio Buscando visa, qué rabia me da Buscando visa para un sueño Buscando visa, golpe de poder Buscando visa, qué mas puedo (Bairorá laralá) hacer El sol quemándoles la entraña Buscando visa, para naufragar Un formulario de consuelo Buscando visa, carne de la mar Con una foto dos por cuatro Buscando visa, la razón de ser Que se derrite en el silencio Buscando visa, para no volver Vamo' a dale a lo tambore' Eran las nueve 'e la mañana Vamo' a dale a lo tambore' Santo Domingo, ocho de enero Con la paciencia que se acaba Pues ya no hay visa para un sueño Oh, no no
Buscando visa para un sueño
Buscando visa para un sueño Buscando visa de cemento y cal Y en el asfalto quién me va a encontrar Buscando visa para un sueño (¡woh-oh-oh-oy!)