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El agua en el terreno.

Efectos en suelos y rocas – Consolidación de suelos

5. LA PRECARGA Y LA CONSOLIDACIÓN RADIAL Y MIXTA

5.1 Introducción

En las secciones anteriores de esta unidad se ha descrito el proceso de la consolidación de


suelos, se ha analizado desde el punto de vista de la magnitud del asiento y de la evolución del
asiento con el tiempo al ser la consolidación un fenómeno diferido para suelos finos y
cohesivos y se ha descrito á teoría de las isócronas parabolitas para determinar la evolución
del asiento con el tiempo.

El objetivo de la presente sesión es presentar dos actuaciones ingenieriles que permiten actuar
tanto sobre la magnitud del asiento de consolidación como sobre el tiempo en el que se
produce dicho asiento. Estas actuaciones ingenieriles son la precarga y la instalación de
drenes verticales. Ambos permiten actuar sobre el fenómeno de la consolidación, permitiendo
agilizar tiempos de consolidación, disminuir la magnitud del asiento de consolidación para que
el efecto potencial sobre la estructura en cuestión sea menos perjudicial y permitiendo agilizar
la construcción de la obra y economizar costes.

Por otro lado, la instalación de drenes verticales nos permitirá estudiar y analizar el fenómeno
de la consolidación mixta y radial y comprender los efectos que tiene sobre la evolución del
asiento de consolidación principalmente.

5.2 Precarga

5.2.1 Descripción de la precarga

Cuando se va a construir una infraestructura sobre un suelo susceptible de sufrir un asiento


que no sea admisible por dicha infraestructura, se puede utilizar la técnica (en realidad es más
bien un conjunto de técnicas y metodologías) conocida como la precarga que consiste, en
esencia, en someter al suelo a una carga previa que provoque el asiento, retirar dicha carga, e
instalar la infraestructura, de modo que esta sufra un asiento mucho menor que si se hubiese
construido directamente.

Los primeros usos de la técnica de la precarga datan del siglo XII, aunque quizá no se fuera
consciente plenamente de sus efectos y se empleara de forma involuntaria.

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5.2.2 Métodos habituales de aplicación de precarga

Casi todos los suelos, tanto saturados como secos, pueden ser mejorados por la precarga. Hay
que recordar que, independientemente de que el proceso de expulsión de las sobrepresiones
intersticiales sea instantáneo o diferido, un suelo sometido a mayores presiones efectivas
adquirirá un comportamiento más denso y rígido por la reducción de su índice de poros.

La precarga puede aplicarse tanto en suelos naturales como arenas sueltas, limos, arcillas
limosas blandas, limos orgánicos, turbas y depósitos aluviales erráticos. Así mismo, puede
aplicarse en suelos artificiales como materiales dragados sin compactar, residuos industriales
como las cenizas y depósitos de residuos urbanos. No son limitaciones para aplicar la precarga
ni la plasticidad ni la humedad del suelo. La aplicabilidad de la precarga se puede resumir con
la siguiente gráfica granulométrica.

20
Figura 50: Aplicabilidad de la precarga

A partir de la figura anterior, se distinguen las siguientes zonas:

 Zona 1: Precarga adecuada sin drenes. Tiempos de espera cortos.

 Zona 2: Drenes no necesarios. Tiempos de espera cortos y largos.

20
Francisco A. Izquierdo Silvestre, Leopoldo Jordá Guijarro y José Bernardo Serón Gáñez,
Consolidación de Suelos, Dpto. de Ingeniería del Terreno, Universidad Politécnica de Valencia (2008-
2009).

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 Zona 3: Adecuada con drenes. Tiempos de espera de cortos a medios.

El procedimiento más común de aplicación de la precarga consiste en apilar material de relleno


sobre el suelo a consolidar. Dicha carga se deja sobre el suelo durante un cierto tiempo. Una
vez se alcanza el nivel de consolidación deseado, se retira el material y se procede a la
construcción de la infraestructura definitiva. Pueden existir algunas variantes como por ejemplo:

 Remoción total: Se retira toda la carga aplicada (“precompresión del terreno”).

 Sin remoción: usual en carreteras (Debe disponerse de tiempo).

 Duna móvil: cuando falta material, se va desplazando la carga por la superficie del
terreno. Debe disponerse de mucho tiempo para ello.

 Remoción parcial: La parte que se retira se denomina sobrecarga. Es uno de los


métodos más habituales que estudiaremos en detalle a continuación.

Uno de los aspectos más importantes y críticos es la duración de la precarga, existiendo


diversas posibilidad para acelerar la precarga: “sobrecarga”, drenes, etc.

Como materiales de precarga, pueden utilizarse diferentes tipos, como por ejemplo:

 Tierras: El más sencillo y empleado.

 Material pesado: Hierro, plomo, hormigón, etc.

 Agua: Requiere la construcción de un embalse impermeable.

 Rebaje del Nivel Freático: Es económico si es permeable.

 Electroósmosis: Obliga al flujo de agua.

El empleo de la precarga requiere de medidas de asientos precisas, debiéndose dispone


placas de asiento, piezómetros, inclinómetros, etc. y cualquier otro equipo de medida que sea
necesario.

Entre las ventajas principales de la precarga figura:

 Bajo coste.

 Equipos sencillos y baratos.

 Evaluación directa inmediata de los efectos.

 Reducción del riesgo de licuefacción.

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Entre las limitaciones más importantes, destacan:

 Tiempo necesario del que se debe disponer para llevarla a cabo.

 Capacidad de carga del suelo.

 Posibles efectos sobre estructuras próximas.

 Coste de la auscultación y el control.

5.2.3 Fundamento teórico de la precarga

Consideremos que se quiere construir una infraestructura determinada cuya construcción


supone un paso de las presiones efectivas 𝜎𝑖′ a 𝜎𝑓′ , lo que provocaría un asiento total s1, tal y
como muestra la figura que se presenta a continuación.

21
Figura 51: Esquema teórico de la precarga

21
Francisco A. Izquierdo Silvestre, Leopoldo Jordá Guijarro y José Bernardo Serón Gáñez,
Consolidación de Suelos, Dpto. de Ingeniería del Terreno, Universidad Politécnica de Valencia (2008-
2009).

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Si se realiza una precarga hasta el punto B y posteriormente se retira la precarga se produce la


descarga hasta el punto C. Si entonces se construye la infraestructura definitiva, el asiento que
se produce (con el mismo incremento de tensiones), será solo de s2 < s1.

Un claro ejemplo de la realización más simple de una precarga es la construcción de un tanque


que se prevé tenga un asiento no admisible. Entonces, puede colocarse un montículo de tierras
que transmita la misma carga que el tanque y dejar que el suelo asiente bajo su peso, tal y
como muestra la siguiente figura.

21
Figura 52: Depósito y terraplén de precarga

Una vez producido el asiento bajo la acción del terraplén de precarga, se retiran las tierras y se
construye el tanque, que solo experimentará el asiento correspondiente a la recuperación del
terreno producida durante el periodo de retirada de las tierras y la puesta en carga del tanque,
tal y como se indica en la siguiente figura.

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21
Figura 53: Asientos del depósito y del terraplén de precarga

5.2.4 La precarga con sobrecarga

Una solución para el problema de los plazos de la precarga consiste en aplicar lo que
denominamos una sobrecarga, es decir, un suplemento de carga ps sobre el valor de pf (carga
final que producirá la estructura definitiva). Se denomina coeficiente de sobrecarga al
cociente:
𝑝𝑠
𝐶𝑆𝐵𝐶 =
𝑝𝑓

Donde ps es el suplemento de carga y pf la carga definitiva. A partir de la siguiente figura,


puede verse que, aumentando el tiempo de retirada de la precarga (tr) se puede conseguir que
el asiento del tanque sea tan pequeño como se quiera, o incluso nulo (respecto al que tendría
sin precarga). Por otra parte el tr puede acortarse, para un mismo asiento, aumentado la
sobrecarga.

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Figura 54: Asientos debidos a la precarga con sobrecarga

En resumen, tenemos la siguiente situación, representada por la figura que se muestra a


continuación:

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Curva de asiento de la
infraestructura sin la precarga s1

s2
s3

Curva de asiento de
la precarga

Curva de asiento de la infraestructura


realizando la precarga

21
Figura 55: Asientos con y sin sobrecarga

En la figura anterior, distinguimos:

 pf: carga final que va a aplicar la infraestructura y que produciría el asiento s1.

 ps+f: sobrecarga total inicial, que produciría el asiento s2.

 s3: asiento que finalmente se producirá en la infraestructura.

5.2.5 Aspectos a tener en cuenta

El conseguir con el aumento de la precarga (precarga + sobrecarga) la disminución del asiento


y que se acorten los tiempos, aparte de ser costoso, está limitado por la resistencia del suelo,
puesto que dicha resistencia aumenta durante el proceso y se recurre en ocasiones a construir
la sobrecarga escalonadamente, no colocando el siguiente escalón hasta que el suelo adquiere
la resistencia suficiente para soportarlos, puesto que todo esto vuelve a alargar los plazos.

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La colocación de la sobrecarga produce sobrepresiones intersticiales que solamente se


disiparán si se deja terminar la consolidación, es decir, en el momento de retirar la sobrecarga
(tr) quedan sobrepresiones intersticiales y están distribuidas desigualmente, lo que origina una
heterogeneidad en el terreno. Por lo tanto, no hay que pensar que la consolidación obtenida al
llegar a tr es equivalente a la que se obtiene con la carga pf colocada un tiempo infinito.

Además de la disminución del asiento, con la precarga se busca un aumento de la resistencia


del terreno como cimiento, por las razones ya expuestas (el aplicar una carga previa hace que
el terreno adquiere una estructura más densa y rígida, menos deformable, al expulsar agua y
disminuir su volumen de poros). Desde el punto de vista técnico, un punto fundamental es
definir el tiempo tr, que condiciona todo el plan de la obra y determina la viabilidad práctica del
procedimiento.

Como factores o aspectos fundamentales a tener en cuenta, destacan:

 La consolidación secundaria complica el fenómeno e invalida parcialmente los


esquemas que se han seguido.

 El fenómeno es tridimensional.

 El terreno es anisótropo (y no homogéneo).

 El método más común de aplicación, con acumulación de tierras, no siempre permite


reproducir exactamente el estado de tensiones que impondrá la obra definitiva (por
ejemplo, el talud del terraplén de carga no produce las mismas cargas que el anillo
perimetral de cimentación del tanque). Estas diferencias no son intrascendentes,
pues afectan a los asientos diferenciales.

5.2.6 Precargas blandas y duras

Una cuestión importante es el objeto de la mejora del suelo que se pretende realizar con la
precarga. El objetivo o interés general suele ser la disminución de asientos, pero puede haber
ocasiones en las que lo esencial sea un aumento de la resistencia del suelo sometiéndolo a
una mayor tensión, forzando la salida del agua y disminuyendo el índice volumen, con lo que el
suelo adquiere una estructura más densa.

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Por estudios experimentales, se sabe que para la misma presión el índice de poros de una
arcilla remoldeada es menor que el de una arcilla sedimentada a velocidad geológica, si se
quieren evitar asientos, se debe efectuar una sobrecarga de modo que no se perturbe la
estructura de la arcilla, aprovechando así en lo posible la seudopreconsolidación que le da el
efecto de envejecimiento debido a la consolidación secundaria.

De esta forma, distinguimos entre:

 Precarga blanda: tratamiento que coloca la sobrecarga con cuidado, para no dañar la
estructura del suelo.

 Precarga dura: cuando se coloca “sin cuidado”, buscando un efecto remoldeo en la


estructura de la arcilla. No tiene por qué durar menos el proceso de precarga (puede
disminuir la permeabilidad) y pueden producirse también fenómenos de inestabilidad
(corrimientos, etc.).

5.2.7 Cálculo y diseño de la sobrecarga simple

El asiento de la obra definitivo sería, considerando un estrato con una presión media en los
planos horizontales 𝜎′𝑣0

𝐻 𝜎′𝑣0 + 𝑝𝑓
𝑠𝑓 = ∙ 𝐶𝑐 ∙ 𝑙𝑜𝑔 ( )∙𝐼
1 + 𝑒0 𝜎′𝑣0

Donde I es un coeficiente de influencia que refleja la forma y disposición de las cargas, en caso
de no cumplirse exactamente las condiciones edométricas. Dicho coeficiente se estima o se
calcula mediante las fórmulas de Boussinesq u otros análisis más refinados).

Con la sobrecarga, el asiento para un tiempo tr será:

𝐻 𝜎′𝑣0 + 𝑝𝑓 + 𝑝𝑠
𝑠𝑓+𝑠 = ∙ 𝐶𝑐 ∙ 𝑙𝑜𝑔 ( ) ∙ 𝐼 ∙ 𝑉𝑟
1 + 𝑒0 𝜎′𝑣0

Donde I es el coeficiente anterior y Vr es el porcentaje de consolidación correspondiente a tr. La


condición que se persigue alcanzar es que:

𝑠𝑓+𝑠 = 𝛽 ∙ 𝑠𝑓

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Donde  es el coeficiente que refleja el hecho de que habrá una cierta recuperación del terreno
mientras se quita la precarga u se construye la estructura. El cálculo de  es complejo, siendo
una estimación aceptable y habitual  = 1,05.

Se puede determinar el % de la consolidación a alcanzar con la precarga como:

𝐻 𝜎 ′ 𝑣0 + 𝑝𝑓 + 𝑝𝑠 𝑠𝑓+𝑠
𝑠𝑓+𝑠 = ∙ 𝐶𝑐 ∙ 𝑙𝑜𝑔 ( ) ∙ 𝐼 ∙ 𝑉𝑟 → 𝑉𝑟 =
1 + 𝑒0 𝜎 ′ 𝑣0 𝐻 𝜎 ′ 𝑣0 + 𝑝𝑓 + 𝑝𝑠
∙ 𝐶𝑐 ∙ 𝑙𝑜𝑔 ( )∙𝐼
1 + 𝑒0 𝜎 ′ 𝑣0

Sabiendo que:
𝐻 𝜎′𝑣0 +𝑝𝑓
𝑠𝑓+𝑠 = 𝛽 ∙ 𝑠𝑓 y 𝑠𝑓 = 1+𝑒 ∙ 𝐶𝑐 ∙ 𝑙𝑜𝑔 ( 𝜎′𝑣0
)∙𝐼
0

Podemos escribir:

𝐻 𝜎′𝑣0 + 𝑝𝑓
𝑠𝑓+𝑠 = 𝛽 ∙ ∙ 𝐶𝑐 ∙ 𝑙𝑜𝑔 ( )∙𝐼
1 + 𝑒0 𝜎′𝑣0

Combinando expresiones:

𝐻 𝜎′𝑣0 + 𝑝𝑓 𝜎′𝑣0 + 𝑝𝑓 𝑝𝑓
𝛽∙ ∙ 𝐶𝑐 ∙ 𝑙𝑜𝑔 ( ) ∙𝐼 𝛽 ∙ 𝑙𝑜𝑔 ( ) 𝑙𝑜𝑔 (1 + )
1 + 𝑒0 𝜎′𝑣0 𝜎′𝑣0 𝜎′𝑣0
𝑉𝑟 = = = 𝛽 ∙
𝐻 𝜎 ′ 𝑣0 + 𝑝𝑓 + 𝑝𝑠 𝜎 ′ 𝑣0 + 𝑝𝑓 + 𝑝𝑠 𝑝𝑓 𝑝
1 + 𝑒0
∙ 𝐶𝑐 ∙ 𝑙𝑜𝑔 ( ′
𝜎 𝑣0
) ∙ 𝐼 𝑙𝑜𝑔 (
𝜎 ′ 𝑣0
) 𝑙𝑜𝑔 (1 + 𝜎 ′ ∙ (1 + 𝑝𝑠 ))
𝑣0 𝑓

Conocido Vr a partir de las expresiones anteriores, se puede averiguar Tv,r y tr, bien por las
tablas que se presentan a continuación, o bien con la correlación (excelente siempre que Vr <
90%, en caso contrario el plazo sería casi siempre inaceptable).
𝜋 2
𝑇𝑣,𝑟 = 4 ∙ 𝑉𝑟 → 𝑡𝑟 =
𝑇𝑣,𝑟 ∙ 𝑑2
0,357 𝑐𝑣
(1 − 𝑉𝑐5,6 )

Aceptando un valor de  = 1,05, 𝑇𝑣,𝑟 puede calcularse a partir de la siguiente tabla, en la que en
todos los casos el número de arriba es Vr (el % de consolidación que se desea obtener) y el
número de abajo el factor de tiempo Tv,r que le corresponde.

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Figura 56: Tabla para el cálculo de la sobrecarga

También se pueden hacer los cálculos con el ábaco de Johnson, que es especialmente útil
para tantear diversos ps y U(f+s).

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Figura 57: Abaco de Johnson para el cálculo de la sobrecarga

El procedimiento para emplear el ábaco sería el siguiente:

1. Conocido p’0, p’f, y siendo p’s la incógnita, tanteo con un valor de p’s.

2. Calculo el cociente p’s / p’f.

3. Entro en el ábaco y obtengo Uf+s.

4. A partir de Uf+s obtengo Tv,f+s.

𝑇𝑣,𝑓+𝑠 ∙𝑑 2
5. Obtengo tf+s aplicando 𝑡𝑓+𝑠 = 𝑐𝑣
.

5.3 Consolidación radial y mixta

5.3.1 Drenes: principio y definición

Los drenes verticales se emplean junto con la precarga para acelerar el proceso de
consolidación de un estrato poco permeable. Esto se consigue, por un lado, debido a que el
dren constituye una “autopista” o vía de salida para el agua, al estar constituido por un material
permeable, y por otro puesto que al drenaje vertical existente en el estrato se sumará el
drenaje horizontal o radial que crea el dren vertical, evacuándose el agua más rápidamente.

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La figura que se muestra a continuación presente de forma gráfica la descripción anterior.

Terraplén
Drenes
Capa drenante

Figura 58: Efecto de la instalación del drenes sobre el flujo de agua

Por drenes verticales entendemos las columnas verticales continuas o fosos de material
permeable que se instalan en suelos arcillosos compresibles con objeto de recoger y descargar
el agua expulsada durante la consolidación.

5.3.2 Tipos de drenes

Existen dos tipos de drenes fundamentales, los drenes de arena y los drenes prefabricados. A
continuación, se describen ambos tipos.

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Drenes de arena

Se trata de columnas de arena y/o grava de unos 30 cm de diámetro (entre 14 y 45 cm) que se
instalan en el estrato compresible impermeable que se quiere drenar. Por su método de
instalación, se distingue entre instalación por desplazamiento e instalación por sustitución.

 Por desplazamiento: el método más empleado para la instalación de drenes de arena


consiste en hincar a percusión un tubo cerrado por su fondo. Cuando se llega a la
profundidad deseada se introduce arena por su parte superior y se va retirando el tubo,
cuidando siempre que el nivel de arena esté bien por encima de su punta, de forma que
la columna de arena resultante sea continua.

 Por sustitución: Se hinca un tubo abierto hasta la profundidad deseada. Con el tubo
hincado se extrae el suelo de su interior con chorro de agua a presión y se rellena como
en el sistema anterior.

Actualmente casi no se utilizan los drenes de arena, pues los drenes prefabricados presentan
notables ventajas frente a ellos que comentaremos a continuación.

5.3.3 Drenes prefabricados

Se trata de columnas verticales, de materiales sintéticos, clavadas en el suelo. En la actualidad


se conocen también como drenes mecha, mechas drenantes o simplemente mechas. Suelen
estar constituidos por un alma de plástico con acanaludaras, envuelta con papel resistente o
geotextil. Los más comunes son los drenes de banda, de unos 100 mm de ancho. En todos sus
casos las dimensiones son mucho menores que los drenes ordinarios de arena.

Existen también otros tipos como tubos de plástico ranurados envueltos en geotextil, tubos de
plástico corrugados flexible con filtro cubierto en el interior, mechas de arena (empacada en
camisa filtrante), etc.

Sus principales ventajas frente a los drenes de arena, que hacen que sean los tipos de dren
más utilizado son su bajo coste, mayor capacidad de descarga de agua, instalación rápida, se
requieren equipos más ligeros y sencillos para su instalación, el proceso está mecanizado y la
supervisión es elemental, la continuidad del dren está asegurada, la calidad es constante y
garantizada, aseguran la limpieza del emplazamiento, producen una alteración mínima en el
terreno y las labores de acopio y transporte son insignificantes.

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5.3.4 Funcionamiento de los drenes verticales

Los drenes se suelen instalar formando mallas, que pueden ser cuadradas o triangulares, tal y
como muestra la figura que se presenta a continuación.

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Figura 59: Configuración de malla cuadrada y triangular de drenes

5.3.5 Ventajas e inconvenientes del uso de drenes

A continuación, comentamos algunas de las principales ventajas e inconvenientes que plantea


el uso de drenes.

Ventajas:

 La consolidación se acelera notablemente por:

o El agua escapa recorriendo distancias más cortas.

o El flujo en el suelo es con dirección horizontal, de menor resistencia que el vertical


(permeabilidad horizontal suele ser menor que la permeabilidad vertical en la mayoría
de los casos).

 Todo proceso de consolidación produce una mejora de las características mecánicas


del suelo y además, refuerzan el suelo blando en el que se instalan:

o Por sustitución (en los renes arenas).

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o Por la alta resistencia a la tensión del material plástico en los drenes prefabricados.

Inconvenientes:

 Pueden producir alteración del suelo durante la colocación, produciendo:

o Drástica disminución de la permeabilidad.

o Reducción de la resistencia.

o Aumento de la presión de poro.

 Todo ello puede conducir a inestabilidades y periodos prolongados de estabilización.

o Se han utilizado sin ser necesario, con el correspondiente aumento en costes.

o Suponen un incremento en el coste de aproximadamente 3 veces más.

o En algunas ocasiones pueden no ahorrar todo el tiempo esperado (tiempo de


instalación > tiempo ahorrado).

o Pueden ser innecesarios o perjudiciales en: suelos turbosos, arcillas con inclusiones
permeables y arcillas susceptibles.

5.3.6 Establecimiento del problema matemático

La solución del problema matemático que representa la consolidación radial provocada por los
drenes verticales apareció posteriormente a su empleo y de forma gradual. El método de
cálculo para dimensionar los drenes consiste en fijar dos parámetros principales, a saber:

 La separación de los drenes.

 El diámetro de los drenes.

En el interior de los drenes existe una distribución de presión intersticial próxima a la


hidrostática, creándose en el terreno un gradiente hidráulico en dirección a los drenes
(dirección radial). Para el cálculo se considera un dren aislado, rodeado del suelo de su área de
influencia, cuyo volumen de agua tienen a circular hacia ese dren. Por lo tanto, a la
consolidación vertical habitual se superpone un flujo de agua hacia el dren.

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5.3.7 Mallas de drenes y zona de influencia

La zona de influencia de cada dren se asimila a un cilindro recto, coaxial a dren, con la misma
sección que el prisma recto cuadrado (malla cuadrada) o hexagonal (en el caso de la malla
triangular), tal y como muestra de manera esquemática la figura que se presenta a
continuación (la zona de influencia es la zona sombreada).

21
Figura 60: Zona d influencia del dren

Siendo “d” la distancia entre drenes (distancia de sus centros) y re el radio de influencia del
dren, para cada tipo de malla podemos definir los siguientes parámetros.

 Para la malla cuadrada:

Prisma cuadrado: 𝐴𝑟𝑒𝑎 → 𝐴 = 𝑑2


1
Cilindro: 𝐴𝑟𝑒𝑎 → 𝐴 = 𝜋 ∙ 𝑟𝑒 2 → 𝑟𝑒 = ∙ 𝑑 → 𝑟𝑒 ≈ 0,564 ∙ 𝑑
√𝜋

 Para la malla triangular:


3
Prisma hexagonal: 𝐴𝑟𝑒𝑎 → 𝐴 = 2 ∙ 𝑑2 ∙ 𝑡𝑔(30)

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3∙𝑡𝑔(30)
Cilindro: 𝐴𝑟𝑒𝑎 → 𝐴 = 𝜋 ∙ 𝑟𝑒 2 → 𝑟𝑒 = √ 2𝜋
∙ 𝑑 → 𝑟𝑒 ≈ 0,525 ∙ 𝑑

Como espaciamiento, se suele tomar entre 1 y 3 metros.

Las condiciones de frontera del dren son:

Si 𝑟 ≤ 𝑟𝑤 → 𝑢 = 0, donde 𝑟𝑤 es el radio del dren.

Si 𝑟 = 𝑟𝑒 → 𝑢 = 𝑚á𝑥𝑖𝑚𝑎, donde 𝑟𝑒 es el radio de influencia del dren.

Si el dren no es de sección circular, se asemeja su sección a un círculo cuyo radio proporcione


el mismo perímetro que el dren.

5.3.8 Teoría de la consolidación radial de Barron

Las principales hipótesis en las que se basa la teoría de la consolidación radial de Barron son:

1. El suelo es homogéneo y sus propiedades constantes con el tiempo.

2. El suelo está saturado de agua que se considera incompresible.

3. Los granos del esqueleto sólido del suelo son incompresibles.

4. La deformación vertical es proporcional a la variación de tensión efectiva vertical y no


depende de “r”.

5. Las deformaciones del suelo son pequeñas y verticales.

6. El flujo de agua es radial, hacia la superficie exterior del dren.

7. Se aplica la Ley de Darcy a la filtración horizontal hacia el dren.

En base a estas hipótesis, Barron dedujo la ecuación diferencial de la consolidación radial


como:

𝜕𝑢 𝜕 2 𝑢 1 𝜕𝑢
= 𝑐𝑟 ∙ ( 2 + ∙ )
𝜕𝑡 𝜕𝑟 𝑟 𝜕𝑟

Dónde:

r: es la distancia del punto de drenaje al eje del dren.

cr: Coeficiente de consolidación radial

𝑘𝐻
𝑐𝑟 =
𝑚𝑣 ∙ 𝛾𝑤

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kh: Coeficiente de permeabilidad horizontal.

𝑚𝑣 : coeficiente de deformación volumétrica.

La solución de la ecuación diferencial anterior, bajo la hipótesis de deformaciones verticales


iguales en todos los puntos de la superficie es:
2∙𝑇𝑟

𝑈 =1−𝑒 𝐹(𝑛)

Dónde:

𝑈: Grado de consolidación medio.


𝑐𝑟 ∙𝑡
𝑇𝑟 =
𝑟𝑒2

𝑘𝐻
𝑐𝑟 =
𝑚𝑣 ∙𝛾𝑤

𝑛2 3∙𝑛2 −1 𝑟𝑒
𝐹(𝑛) = ∙ ln(𝑛) − →𝑛=
𝑛2 −1 4∙𝑛2 𝑟𝑤

5.3.9 Consideraciones sobre las hipótesis

Con respecto a las hipótesis en las que se basa la ecuación de consolidación radial, hay que
destacar:

 Con respecto a la hipótesis de que las deformaciones verticales son iguales en


cualquier punto de la superficie, la realidad es que la consolidación avanzará más
rápido cerca del dren (donde la sobrepresión intersticial se disipará más fácilmente) y
la deformación vertical disminuirá al aumentar r, pero:

o La solución de la ecuación se facilita enormemente con deformaciones iguales.

o La suposición de deformaciones verticales libres se opone al hecho de que los


drenes presentan a veces resistencias localizadas a la compresión.

La suposición de deformaciones verticales libres da valores de U un poco más altos


para el miso Tr, pero para Tr > 0,5, la diferencia es del 5% o menor.

 Con respecto a la hipótesis de que el suelo permanece inalterado, lo cierto es que


durante la colocación de los drenes el suelo se altera por:

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o Se comprime y es sometido a cortante (especialmente cuando los drenes se hincan


por desplazamiento o se hinca un mandril o tubo cerrado).

o Se remoldea (las vetas de arena se interrumpen y cubren de arcilla). Esta acción


junto con la anterior reducen la permeabilidad alrededor del dren. Este hecho puede
tenerse en cuenta en la expresión matemática pero es poco preciso y realista.

5.3.10 Resistencia relativa del dren y tiempo normalizado

El objetivo del dren es recoger el agua y conducirla a la superficie. Para ello, debe haber una
carga diferencial del fondo a la parte superior. Se denomina resistencia relativa del dren a la
relación:

𝛾𝑤 ∙ ℎ𝑚𝑎𝑥
𝑅𝐷𝑅 =
∆𝑢

Donde hmax es la carga hidráulica en el dren y ∆𝑢 es el exceso de presión intersticial del suelo a
la misma cota. Se trata pues de un parámetro adimensional que define la relación entre la
presión de agua en el fondo del dren y el exceso de presión intersticial del suelo a la misma
cota.

La resistencia relativa del dren se puede calcular como:

7,23 ∙ 𝑟𝑒2 ∙ 𝜀 ∙ 𝐿2 ∙ 𝛾𝑤
𝑅𝐷𝑅 =
𝑡99 ∙ 𝐶 ∙ 𝜎𝑣𝐵

Dónde:

𝑟𝑒 : radio de influencia del dren.

𝜀: deformación vertical final del suelo bajo la presión aplicada.

𝑡99 : tiempo para el 99% de la consolidación.

L: longitud del dren.

𝛾𝑤 : peso específico del agua.

𝜎𝑣𝐵 : esfuerzo vertical del suelo provocado por la sobrecarga a profundidad L.

C: Conductividad del dren, que toma los siguientes valores:

 Para drenes de arena y drenes redondos prefabricados llenos de material granular:

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𝐶 = π ∙ 𝑟𝑤2 ∙ 𝑘

 Para drenes prefabricados compuestos por conductos no rellenos circulares o


rectangulares.
π 𝛾𝑤
𝐶= ∙ ∙ ∑ 𝑟𝑐4
8 𝜇

 Para drenes prefabricados de sección transversal fibrosa:

𝐶 =a∙𝑘

Se denomina tiempo normalizado al cociente:

t
𝑡𝑁 =
𝑡100

Puesto que 𝑡100 es infinito, se suele considerar el tiempo para el que se produce el 99% de la
consolidación 𝑡99 :

2,3 ∙ 𝐹(𝑛) ∙ 𝑟𝑒2


𝑡99 =
𝑐𝑟

5.3.11 Teoría de la consolidación mixta

Para la ecuación mixta radial y vertical, la ecuación de la consolidación es:

𝜕𝑢 𝜕 2 𝑢 1 𝜕𝑢 𝜕2𝑢
= 𝑐𝑟 ∙ ( 2 + ∙ ) + 𝑐𝑟 ∙ 2
𝜕𝑡 𝜕𝑟 𝑟 𝜕𝑟 𝜕𝑧

Si denominamos Uv a la solución de la ecuación de la consolidación vertical y Ur a la solución


de la ecuación de la consolidación radial, entonces el grado de consolidación global Uvr, que es
la solución de la ecuación general cumple:

(1 − 𝑈𝑣𝑟 ) = (1 − 𝑈𝑣 ) ∙ (1 − 𝑈𝑟 )

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El agua en el terreno. Efectos en suelos y rocas – Consolidación de suelos

5.4 Referencias

 Francisco A. Izquierdo Silvestre, Cuestiones de Geotecnia y Cimientos, Editorial


Universidad Politécnica de Valencia, 2001 (2005). Ref 2001.4202.

 Sanjay Kumar Shukla, Core Principles of Soil Mechanics, ICE Publishing, ©Thomas
Telford Limited 2014.

 Karl Terzaghi and Ralph B. Peck, Soil Mechanics in Engineering Practice, 2nd Edition,
John Wiley & Sons, 1967.

o Verruijt (revised by S. Van Baars), Soil Mechanics, VSSD, 1st Edition, 2007.

 Ian Smith, Smith’s Elements of Soil Mechanics, 9th Edition, Wiley Blackwell (John Wiley
& Sons), 2014.

 J.A Jiménez Salas y J.L de Justo Alpañes, Geotecnia y Cimientos I: Propiedades de los
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 Luis I. González de Vallejo et al, Ingeniería Geológica, Pearson Prentice Hall, 2005.

 T. William Lambe y Robert V. Whitman, Soil Mechanics, John Wiley & Sons, 1969.

 R.Whitlow, Basic Soil Mechanics, 3rd Edition, Longman, 1995.

 Francisco A. Izquierdo Silvestre, Leopoldo Jordá Guijarro y José Bernardo Serón


Gáñez, Consolidación de Suelos, Dpto. de Ingeniería del Terreno, Universidad
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