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A 28 años del atentado a la Embajada de Israel, homenaje al Dr.

Héctor Garín

[17/03/2020]
Nuestro secretario General ocupaba la dirección General del SAME y recibió un homenaje que
la Embajada de Israel realiza a quienes participaron en el rescate y atención de las víctimas
del atentado que se perpetró el 17 de marzo de 1992
En el marco de un homenaje que la Embajada de Israel realiza a quienes participaron en el
rescate y atención de las víctimas del atentado que se perpetró el 17 de marzo de 1992,
nuestro secretario General, Dr. Héctor Garín, recibió una nota de agradecimiento y fue
convocado a participar de un documental que dará cuenta de lo que ocurrió aquel fatídico Día.
Cabe recordar, que el Dr. Garín se desempeñaba en ese momento como director General
del Sistema Médico de Emergencias (SAME), y el Dr. Alberto Crescenti era en ese
momento el director Médico.
El atentando terminó con la vida de 29 personas y dejó cientos de lesionados. En la carta que
recibió el Dr. Garín, se señala: “frente a tanto dolor y destrucción hombres y mujeres
acudieron al lugar y durante horas y días ayudaron a rescatar heridos, sobrevivientes, y
también a quienes no lograron salir de entre los escombros. ¡Usted fue una de esas
maravillosas personas!”.
“Ese será un día que jamás, los que estuvimos presentes, vamos a poder olvidar. Aun para
gente preparada para las emergencias, los accidentes, los desastres naturales, lo que vimos
fue de las situaciones más impactantes que podríamos haber vivido. Lo primero fue el
estupor por lo que veíamos, no entraba en nuestro cerebro que esta situación estaba pasando
en nuestro país, no estábamos acostumbrados a imágenes de guerra que solo veíamos por
televisión”, expresa el Dr. Héctor Garín.
Nuestro secretario General, había llegado hacía un año al SAME y en ese corto tiempo había
logrado una importante organización a pesar del precario sistema de emergencias con el que
contaba la ciudad, con muy escasos recursos. “El 17 de marzo de 1992 implicó un antes y un
después para el sistema de emergencia de nuestro país, podríamos decir que en ese
momento se inicia la Emergentología como especialidad en la Argentina. Este ataque a la
embajada fue el punto de partida para la modernización, primero del pensamiento, luego en
los hechos, de la emergencia en la República Argentina”, suma el dirigente.
“En el operativo aprovechamos el sistema de comunicación con el que ya contaba el sistema
así como la red hospitalaria, y pusimos a los establecimientos en alerta roja para la recepción
de los pacientes que eventualmente en su mayoría fueron autoevacuados, con la solidaridad
de la sociedad. También, logramos ordenar las ambulancias privadas acostumbradas solo a
las atenciones clínicas domiciliarias, y que con su casi nula experiencia en este tipo de
situaciones solo aumentaban el caos”, sentencia Garín.
“Se logro resolver el tema de los heridos y se trabajó juntamente con los rescatistas durante el
resto del día y de la noche rescatándose una última persona herida alrededor de las 4.00
horas de la madrugada del 18. Así finalizó nuestra actividad asistencial, dejamos ambulancias
de guardia por las tareas de remoción de escombros, de los bomberos y fuerzas de
seguridad”, cuenta Garín.
“Para una ciudad no preparada para emergencias o catástrofes de esta naturaleza fue un
golpe durísimo, que nos mostró que no estábamos preparados para eventos de esta
naturaleza, aun los que nos ocupábamos de las urgencias y emergencias nos dimos por
enterados que la organización del SAME debía discurrir por otros carriles, que permitieran dar
respuestas a circunstancias hasta aquí desconocidas y que veíamos solamente por televisión.
Este doloroso hecho nos obligó a madurar como emergentólogos, a reconocer nuestras
falencias y debimos elaborar otros proyectos de trabajo que nos pusieran en igualdad de
condiciones con otros sistemas de emergencia del mundo”, agrega el Dr. Garín.
Para concluir, el titular de la AMAP, expresa: “Aquello marcó profundamente la vida de
quienes estuvimos presente, vivimos una experiencia que no quisiéramos haber transitado y
que obligó a desarrollar el SAME, que hoy es un orgullo para nuestra ciudad y uno de los más
reconocidos en el mundo”.

El presupuesto global de salud de Buenos Aires es de 7 mil millones de pesos -


23% del total, según Jorge Lemus, ministro de Salud porteño, quien destaca que
en esta ciudad las ambulancias llegan a una emergencia en la mitad del tiempo
que, por ejemplo, en España, donde la espera es de 20-. Un ingreso importante
viene de la facturación de auxilios a las prepagas y obras sociales (cerca de los
200 millones anuales), "porque de lo contrario es un subsidio indirecto", explica
Lemus. Consultado sobre la posibilidad de privatizar el servicio, dijo que es
imposible. "En la Argentina tenemos tres subsistemas de salud: público, privado y
obras sociales. Ningún privado podría soportar la magnitud de la demanda". Cipec
se transformó en SAME en 1983. Pasaron 26 años hasta que tuvo casa propia:
está en Monasterio y Amancio Alcorta, a pasos de la cancha de Huracán.

Los atentados a la embajada de Israel en 1992 (29 muertos y 242 heridos) y a la


AMIA dos años después (85 muertos y 300 heridos), además de marcar la
memoria de la ciudad, generaron un cambio en la metodología de trabajo en
emergencias: a partir de entonces se usa el triage, clasificación de heridos en rojo
(grave), amarillo (necesidad de asistencia hospitalaria sin riesgo vital) y verde (no
precisa atención médica inmediata y puede trasladarse a un hospital en vehículo
particular). Hasta entonces se usaba el scoop and run (cargar y correr). "Cuando
fue lo de la embajada recibimos 80 pacientes en media hora, sin clasificación, lo
que complicaba las cosas", recuerda Lemus, que trabajaba como emergentólogo
en el hospital Fernández en esa época. En el accidente de Once del 22 de febrero,
en el que murieron 51 personas, el SAME atendió a 716 heridos en tres horas (el
hospital Durand recibió a 200 en menos de 30 minutos). Se usaron 140
ambulancias -de las 160- y los dos helicópteros que posee el servicio hicieron 8
vuelos con heridos gravísimos. Al cierre de esta edición, 10 heridos permanecían
internados.

Además del ejercicio diario de los operativos, en SAME se entrenan con


simulacros. El próximo estará vinculado a los cruceros. "Hay 4000 personas arriba,
entran en pánico y hay que ir a buscarlas", dice Crescenti

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