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German Bidart Campos: el tributo es, lato sensu, la destracción que, en virtud de
ese poder tributario, se hace de una porción de riqueza de los contribuyentes a favor del estado. El
tributo es una categoría de lo que se llama ingresos públicos
Por lo tanto podemos decir en síntesis, que el tributo es toda erogación que deben cumplir
los sujetos pasivos en virtud de una ley formalmente sancionada, creada por el Estado en uso de
su potestad y soberanía. Dicha ley da origen a relaciones jurídicas de derecho público.
1) Es una obligación ex lege, o sea, surge de la ley. Por ende, es un deber del sujeto
pasivo (contribuyente) para con el fisco que es coercitivo, no existe el elemento voluntario. La
prestación del contribuyente no es espontánea sino obligatoria. No hay tributo sin coerción.
2) Consiste en dar sumas ciertas de dinero. La prestación obligatoria del sujeto pasivo
(contribuyente) es siempre en dinero, es una obligación de dar sumas ciertas de dinero. El tributo
representa una cuota parte de riqueza de la población que el Estado exige coercitivamente a los
efectos de poder cumplir o financiar aquellos objetivos que se hayan planteado. Es una detracción,
es decir, una disminución de una parte de la riqueza de los particulares. Este es el aspecto
económico del tributo.
La palabra tributo viene del latín tributum, que significa carga continua expresada en
dinero que debe entregar continuamente el vasallo al señor en reconocimiento del señorío, o el
súbdito al Estado para la atención a su vez de las llamadas cargas públicas. Históricamente el
tributo se concebía como aquella contribución obligada a entregar por parte de los más
disminuidos, siendo esto un agravio a las personas sin capacidad sobre los señores o superiores
socialmente, a medida que fue evolucionando la historia humana se crea la figura del tributo para
disfrazar la carga impuesta por los ciudadanos de gran rango y poder dentro de las comunidades, y
que de este modo esta contribución no se viera tan opresiva y abusiva como se venía viendo
anteriormente. De allí que quede claro que la obligación tributaria siempre ha contenido dentro
de su esencia fuerza, cohesión y coacción, y por ende el Estado siempre podrá actuar sobre los
particulares y exigirle sea voluntariamente o coercitivamente el cumplimiento de las obligaciones
tributarias.
Cabe hacer mención que desde épocas antiguas el Estado se ha hecho valer los
gobernantes de la figura del tributo para la recaudación de ingresos. Es por tanto que se
considera una institución jurídica normativa de estructura peculiar, presidida por el principio de
capacidad contributiva cuya finalidad es recaudar ingresos para poder gastarlos. Esta
consideración tiene fundamento en esa cualidad de estar consagrada en cuerpos normativos y
legales, que dan fuerza y existencia a la obligación tributaria.
Es decir, siempre será exigible la contraprestación tributaria por parte del Estado a los
particulares, y en caso de que este particular no cumpla con la misma, el Estado puede recurrir al
uso legítimo de la fuerza pública para hacer segura la obligación y efectiva el pago de la misma. La
siguiente consideración hace notorio que siempre habrá la exigibilidad de cumplimiento de esta
obligación tributaria por parte del estado ya sea de modo voluntario o coactivo.
Hay que tener conciencia de la necesidad no solo de que el tributo este contemplado en
la ley, sino que también de la necesidad de la existencia del hecho que dará lugar a la exigibilidad
del mencionado impuesto. El hecho imponible es el presupuesto de naturaleza jurídica o
económica fijado por la Ley para configurar cada tributo y cuya realización origina el nacimiento
de la obligación tributaria. La doctrina se ha debatido entre dos corrientes, los que sostienen el
efecto declarativo de la determinación y quienes defienden su efecto constitutivo.
De tal modo que una vez establecido el presupuesto de hecho en la ley, y se haya
verificado este mismo por medio de las acciones de los administrados, nace la facultad del estado
de exigir el cumplimiento tributario, el particular debe cumplir con esta obligación establecida por
la ley.