Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cuando hablamos del aceite (o poder) del Espíritu Santo, debemos también reconocer la importancia de la renovación y
saber más acerca de este importante tema. Estudiemos ahora acerca del poder o unción del Espíritu Santo.
a) Hebreos 1:9 “Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de
alegría más que a tus compañeros”.
Nota: En el contexto se está hablando del Hijo, Jesucristo el Señor (versículo 8), Dios Padre lo ungió derramando el
Espíritu Santo sobre él en el bautismo en el río Jordán, y aquí en Hebreos 1 relaciona la unción con la alegría en el hijo
de Dios.
b) La unción del Espíritu Santo es la habilidad, capacidad o poder dado por Dios al creyente para la obra del ministerio.
Nota: Es Dios quien nos da la unción o poder para que sirvamos de manera efectiva, pues nuestro Dios es sobrenatural
y nuestro servicio también debe serlo.
La palabra "ungir" significa: untar, aplicar aceite. Antes de Jesús comenzar su ministerio, fue ungido.
Hechos 10:38 “Cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo haciendo el bien, y
sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios estaba con Él”
La unción nos equipa para el ministerio o servicio a Dios, ella nos hace mucho más efectivos en el cumplimiento del
plan de Dios para nuestras vidas.
a) Lucas 4:18. “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me
ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en
libertad a los oprimidos”
Nota: Recordemos que el Espíritu Santo trabaja en tres ámbitos del creyente: con, en, sobre (conjunto al creyente; en:
dentro del creyente; y sobre: poder para hacer). En éste pasaje observamos unos objetivos de la unción:
3) Para sanar,
4) Para liberar.