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Módulo: Liderazgo Educativo.


Sección: 1-A
Título del ensayo: “El Liderazgo directivo, un camino en contextos educativos inciertos”. Un
ensayo Crítico-reflexivo.
Nombre del estudiante: Yosadac Cerda Pardo.
Profesor(a): Mariela Valdebenito.
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Hoy en Chile, agosto del año 2021, bajo un contexto con más cambios que certezas, una pandemia
que ha desarmado las estructuras de funcionamiento a la mayoría de las instituciones públicas y
privadas, ubicando sobre la mesa desafíos nunca antes vistos a la educación nacional. Una
definición de esta mirada sería: “Las organizaciones colapsan cuando los esquemas de referencia
y modelos concebidos se tornan obsoletos y pierden validez ante las nuevas circunstancias, es
entonces cuando el hombre con su inagotable caudal de conocimientos tiene ante sí el reto de
aplicar nuevas maneras de hacer para lograr a sobrevivir a las condiciones actuales.” (Rodríguez,
2016, p 42).
Donde las circunstancias actuales se abordan con nebulosas ideas de acción como respuesta a las
demandas, donde además en el nivel educativo macro curricular está centrado en ideales
sectorizados, económicos y políticos por sobre el verdadero fin de la educación, se observa ideas
improvisadas con ensayo y error y que no tienen adherencia por parte de los sujetos involucrados,
y junto a esto solo se ve falta de un guía educativo con conciencia de la realidad y decisiones
rápidas con sentido, organización y que logre motivar en base a objetivos comunes, nace una luz
de esperanza fundada en el liderazgo, el cual puede dar respuestas desde el nivel micro curricular
(liderazgo directivo), el que puede generar cambios y dar contestaciones pertinentes al contexto
que vive hoy en día las comunidades educativas chilenas.
Ahora que ya hemos contextualizado el desafío la problemática y una posible respuesta, donde se
sitúa al sector educativo macro curricular como un liderazgo transaccional, dado que se premia a
los establecimientos que vuelven con clases presenciales con aportes económicos, en el que prima
la vigilancia por medio de pruebas estandarizadas como el “D.I.A”( Diagnóstico Integral de
Aprendizaje), que buscan la misma reproducción de conocimientos que hace 20 años atrás, y se
aplican planes correctivos a los bajos niveles de apropiación de los planes y programas por parte
de los discentes, y además existe una, gerencia por excepción pasiva, donde el líder espera tomar
acciones después que el error se ha cometido.” (Sapiens. Revista Universitaria de Investigación,
2008, p. 17)
Desde luego sería iluso pensar que existe una única receta que nos lleve a un resultado satisfactorio
del tremendo desafío que deja la pandemia en el sector educativo en el país, pero si se observan
atisbos de esperanza en un liderazgo que se encuentra en el nivel más pequeño del estrato
educativo, que son las escuela por medio del liderazgo directivo, en el que se tiene claro la visión
de cambio y mejoras contextuales a las distintas realidades en las que están situadas. “el liderazgo
directivo a nivel de escuelas juega un rol altamente significativo en el desarrollo de cambios en las
prácticas docentes, en la calidad de estas prácticas, y en el impacto que presentan sobre la calidad
de aprendizaje de los alumnos en las escuelas.” (Anderson, 2010, p.35)
Finalmente hemos llegado al principal foco, el cual es incomprendido por los iluminados del sector
educativo, que es la búsqueda de la calidad de aprendizajes, la cual puede ser alcanzada por un
liderazgo directivo, el que lo situaremos en momentos que darán sentido a este liderazgo, el 1° este
líder tendrá que tener una interpretación de la realidad, leyendo lo que esta aconteciendo y dando
respuestas sustanciales a los requerimiento, por medio de una organización clara y con acciones
colectivas del grupo que intervengan prontamente en el contexto. El 2° momento es la generación
de sentido para los actores de la comunidad educativa, estas respuestas deben estar aterrizadas a
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las necesidades surgidas en el contexto de pandemia, como por ejemplo las modalidades de
enseñanza basadas en las NTIC, rompiendo la lógica que entrega el cronosistema educativo del
país. El tercer momento es adherencia de ideas en función de los problemas reales que surgen en
las comunidades educativas, buscando el sentido que legitimará al líder a ser seguido en virtud de
los objetivos que se pretenden alanzar y el curso de sus acciones.
Por otro lado, es importante entender que estos momentos adquieren valor al combinarlos con un
liderazgo directivo competente, entendiendo como una competencia, lo siguiente “(1) se
construye, (2) está situada, (3) es reflexiva, y (4) es temporalmente viable. Más allá de esta
cuádruple caracterización, la competencia cumple funciones específicas: (1) movilizar y (2)
coordinar una serie de recursos variados, cognitivos, afectivos, sociales, contextuales, etc.; (3)
tratar exitosamente las diferentes tareas que solicita una situación dada, y (4) verificar la
pertinencia social de los resultados de los tratamientos efectuados en esta situación”. (Jonnaert,
2001, P.18).
Además de contar con tres momentos y con un líder competente se debe situar esta metodología
de éxito alcanzable en un marco de liderazgo transformacional, donde el foco esta en el cambio
positivo, movilizando las necesidades de orden superior de toda la comunidad educativa, en la
búsqueda de la calidad de los aprendizajes en un contexto de emergencia sanitaria, centrado en los
estudiantes con un equipo de trabajo que serán los docentes junto a los padres y apoderados.
Finalmente, si a los tres hitos mencionados anteriormente sumamos las cuatro categorías de
práctica de un liderazgo escolar efectivo, las cuales son: “establecer direcciones”, “desarrollar
personas”, “rediseñar la organización”, y “gestionar la instrucción” (Anderson, 2010, P.39)
habremos encontrado el sendero que guie a las comunidades educativas a dar respuestas
satisfactorias a cualquier contexto y dificultades que se presenten.
Concluyendo el liderazgo directivo puede dar reales respuesta dado que conoce el contexto in situ
de donde se crean los problemas y comparte con todos los actores que pueden vendrán la ayuda
para dar las soluciones a esas necesidades.
Pero la sustancial cosmovisión de cambio y de respuesta a las demandas contingentes, es que el
liderazgo directivo tiene un protagonismo fundamental y un impacto profundo en los aprendizajes
de los estudiantes, el cual es indirecto dado que “Se procede mediante las prácticas que utilizan
estos para influir en las motivaciones y habilidades de los docentes y sus condiciones de trabajo”.
(Anderson, 2010, P.49), donde esa ayuda, y guía a los profesores será en los procesos de mejora
tan fundamental como el aire que se respira, dado que provocará un real cambio transformacional
hacia lo positivo por medio de las personas involucradas, desde las diversas situaciones que
presente el contexto, por medio de una óptica competente tratando de forma exitosa diferentes
tareas y situaciones que ofrece el medio educativo chileno, alcanzando la consecuencia de lo que
se anhela por medio de prácticas sistemáticas de una figura legitimada por las comunidades
educativas.
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Referencias Bibliográficas

Rodríguez, B. (2016), Liderazgo y trabajo en equipo, estrategia de las


organizaciones hacia el futuro, Pódium revista electrónica de ciencia y tecnología en la cultura
física.
García, G, Muñíz, G, Delgado, Manuel; Santos, A. (2008), El liderazgo
transformativo en el ámbito escolar: Un esfuerzo de investigación en acción y cooperación entre
instituciones de Educación Superior, Revista Sapiens.
Anderson, S. (2010), Liderazgo directivo: claves para una mejor escuela,
Psicoperspectivas individuos y sociedad, volumen n°9.
Jonnaert, Ph. (2001), Competencias y socioconstructivismo Nuevas
referencias para los programas de estudios, UQÀM, Montreal, Quebec.

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