Como síntesis del capítulo anterior, será necesario considerar que su diseño permita:
- Desempeñar la función a realizar de una manera eficaz, segura y saluda
ble.
- Adaptarse a la mano del usuario durante su utilización.
- Presentar una fuerza y resistencia acorde a la del usuario.
- No generar una carga excesiva al usuario.
• El establecimiento de un programa adecuado de prevención de riesgos
laborales. Dado que el uso inadecuado de las herramientas es una fuente muy importante de riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores, es necesario que se lleve a efecto un plan adecuado de prevención de riesgos laborales que básicamente puede estar compuesto por las siguientes etapas:
1. Selección de la herramienta más adecuada para el tipo de trabajo a reali
zar.
2. Mantenimiento y conservación de las herramientas en buen estado.
3. Uso correcto de las herramientas siguiendo las instrucciones del fabricante
si las hubiera y utilizándolas para el fin para el que se han concebido.
4. Evitar un entorno próximo que pudiera implicar un incorrecto o difícil uso
de las herramientas.
5. Guardar y conservar las herramientas en un lugar seguro.
6. Siempre que sea posible, procurar asignar a los trabajadores y de una
forma personalizada las herramientas a fin de poder garantizar que se em plean las herramientas adaptadas a las características de los usuarios y que su uso y conservación son adecuados.
• La gestión adecuada de las herramientas. Se debe considerar que la re
ducción de los accidentes hasta unos niveles aceptables no sólo pasa por la selección de un diseño adecuado de las herramientas y de un programa o plan de seguridad, sino que a su vez se hace necesario que se efectúe una gestión adecuada de ellas que abarque desde su adquisición hasta su man tenimiento y transporte.