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Trastorno Psicótico Breve y Alteraciones Fisiológicas, Bioquímicas y Neuroanatómicas

Evelin Harrizon Fuentes

Federación Mexicana de Psicología, A.C.

Psicofarmacología

Mtrante. Victoria Acosta Guzmán

05 de diciembre del 2021


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Índice

Trastorno psicótico breve………...………………………………………………. 3

Alteraciones fisiológicas…………………………………………………………. 4

Alteraciones bioquímicas………………………………………………………… 5

Alteraciones neuroanatómicas…………………………………………………… 6

Conclusiones……………………………………………………………………… 7
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Trastorno Psicótico Breve

Como su nombre lo dice, es un estado de corta duración; de acuerdo al DSM-5 (2014) dura al

menos un día y menos de un mes, donde la persona presenta síntomas cómo delirios, discurso

desorganizado, alucinaciones o alteraciones motrices, por ejemplo, parálisis, inmovilidad,

hiperactividad, inquietud, mutismo, entre otras; igualmente, el trastorno psicótico breve provoca

alteraciones en la atención y la memoria.

El trastorno psicótico breve puede aparecer por factores estresantes identificables cómo un

suceso traumático, mucho estrés o un impacto emocional muy grande; otras veces no se logra

identificar el motivo por el cual se desencadena el trastorno; y en otros casos se presenta en

mujeres 4 semanas después del parto o durante el embarazo.

Son muchas las variables por la cual puede padecerse el trastorno, sin embargo, la relación de

factores hereditarios, biológicos, ambientales y psicológicos, tienen mucho que ver con el

padecimiento.
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Alteraciones Fisiológicas

Las personas que padecen el trastorno psicótico breve suelen tener un comportamiento

desorganizado, como ir de un lado a otro, presentan una higiene personal inadecuada, también

hay presencia de movimientos repetitivos, hiperactividad, no hay una secuencia clara en lo que

hace o dice; en cuanto a la comunicación también se ve desorganizado, ya que no hay una

coherencia en la estructuración o bien se le dificulta el habla, pueden llegar a manifestar

mutismo.

Asimismo, existen alteraciones en cuanto a lo motor, presentando parálisis hasta inmovilidad

Alteraciones Bioquímicas

Las alteraciones que sufre el cuerpo a causa del trastorno de ansiedad generalizada implican un

riesgo alto si no se es tratada a tiempo.

Los niveles altos de estrés involucran variaciones en la flora intestinal provocando un mal

funcionamiento en el sistema digestivo, lo cual vuelve al paciente vulnerable a bacterias virus o

enfermedades, así como en la producción de vitaminas y absorción adecuada de minerales,

igualmente, causa una disminución en la producción de ácido estomacal (ácido hidroclórico),

sustancial en la digestión.

Además de estas alteraciones en el sistema digestivo, hay un aumento de glucógeno en el flujo

sanguíneo, lo que puede ocasionar daños en los vasos sanguíneos e incrementar enfermedades

cardiacas, renales y accidentes cerebrovasculares.

Como se puede observar, la ansiedad no implica únicamente cuestiones emocionales, si no que

altera todo el cuerpo y su funcionamiento, pues debilita o retrasa la producción de anticuerpos, lo


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que ocasiona también que sea más tardía la recuperación de alguna enfermedad o herida a causa

de esta deficiencia inmunológica.


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Alteraciones Neuroanatómicas

El trastorno de ansiedad generalizada compromete el funcionamiento de varios sistemas, los

cuales se manifiestas desde síntomas perceptibles a simple vista, hasta otros que requieren de

análisis más profundos.

Uriarte (2013) menciona que anteriormente se pensaba que la ansiedad obedecía al incremento

de un solo neurotransmisor, la adrenalina, sin embargo, ahora se sabe que son varios, entre ellos

la serotonina, noradrenalina, dopamina, GABA, glutamato, entre otros.

Cuando la persona que padece ansiedad se encuentra en un alto nivel de estrés, se incrementa la

segregación de la noradrenalina en diversas estructuras como la amígdala, el hipotálamo, la

corteza cerebral prefrontal y el hipocampo. Cada una de estas estructuras provocan a su vez se

encuentran ligadas y provocan en el paciente reacciones mencionadas anteriormente, pues en

este caso la amígdala se relaciona con la percepción y expresión de emociones, en el trastorno de

ansiedad generalizada se relaciona con la preocupación o temores, lo que lleva a que el

hipotálamo reaccione aumentando la frecuencia cardiaca, presión arterial, etcétera. Todas estas

estimulaciones llegan a la corteza cerebral, lo cual lleva a una interpretación errónea de la

situación, incrementando el miedo a través del hipocampo.

La dopamina, otro neurotransmisor relacionado con la ansiedad, colabora en funciones

relacionas con el sueño, la memoria, movimientos, entre otras. Cuando hay alteraciones de en la

segregación de este neurotransmisor, será común que las personas tengan dificultades para

dormir, así como para concentrarse.


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Como se puede observar son varios los neurotransmisores y estructuras que se ven implicadas en

los pacientes con trastorno de ansiedad generalizada y a pesar de que la actividad es diferente en

cada una de estas, esta clara la relación entre las mismas.


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Conclusiones

El trastorno de ansiedad generalizada no involucra únicamente pensamientos de preocupación

excesivos, influye también en el funcionamiento de estructuras y sistemas del cuerpo, provoca

alteraciones a nivel neuroanatómico, bioquímico y fisiológico.

Todos estos factores se encuentran estrechamente relacionados, y la afectación de un sistema

desencadena el mal funcionamiento de otro y cambios en el comportamiento no solo conductual

sino del organismo.

Es por este motivo que en la atención a las personas que padecen este trastorno se realice un

trabajo interdisciplinario, en el cual se vean involucrados diversos profesionales de la salud,

desde nutriólogos, gastroenterólogos, hasta neurólogos, psiquiatras, psicólogos entre otros, según

los síntomas y reacción del paciente y su organismo.

El trastorno de ansiedad y otros padecimientos no son únicamente cuestiones mentales y

emocionales, el ser humano es un ser biopsicosocial, y en este punto es importante aclarar que

mucho de lo que ocurre en el contexto del paciente influye en la gravedad o manejo del trastorno,

por tal motivo es se habla de un trabajo interdisciplinario con enfoque sistémico, en el cual exista

una comunicación que lleve al paciente a un cambio significativo.


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Bibliografía

American Psychiatric Association (DSM-5). (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los

trastornos mentales (Quinta ed.). Bar: Arlington.

Gómez B., G. E. (2007). Nuerofisiología de la ansiedad, versus la angustia como afecto que se

siente en el cuerpo. (9), 101-119.

Ramos-Zúñiga, R. (2014). Guía básica en neurociencias (Segunda ed.). Barcelona: Elsevier.

Trápaga Ortega, C. M., Pelayo González, H. J., Sánchez Ortiz, I., Bello Dávila, Z., & Bautista

Baños, A. (2018). De la psicología cognitiva a la neuropsicología. Ciudad de México:

Manual Moderno.

Uriarte Bonilla, V. R. (2013). Funciones cerebrales y psicopatología. México: Alfil.

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