Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Sinopsis
Traducido por Niii
—¿C rees que puedo hacer que aquel chico se vuelva malo?
2
INDICE
Sinopsis Capítulo 20
Capítulo 1 Capítulo 21
Capítulo 2 Capítulo 22
Capítulo 3 Capítulo 23
Capítulo 4 Capítulo 24
Capítulo 5 Capítulo 25
Capítulo 6 Capítulo 26
Capítulo 7 Capítulo 27
Capítulo 8 Capítulo 28
Capítulo 9 Capítulo 29
Capítulo 10 Capítulo 30
Capítulo 11 Capítulo 31
Capítulo 12 Capítulo 32
Capítulo 13 Capítulo 33
Capítulo 14 Capítulo 34
Capítulo 15 Capítulo 35
Capítulo 16 Capítulo 36
Capítulo 17 Capítulo 37
Capítulo 18 Biografía
Capítulo 19
3
1
La Apuesta
Traducido por Niii
—¿C
reen que puedo hacer que él se convierta en un
chico malo?
4
Diversión es algo que necesito desesperadamente. No puedo decírselo a
Beth y a Ella, pero mi vida se ha convertido en un aburrido ciclo de tediosa
monotonía. Me levanto, voy a la escuela, voy a casa, evito a las personas con
las que vivo tanto como es posible, y salgo a hurtadillas los fines de semana
para ir de fiesta con mis amigas. Hubo un tiempo en que eso era algo que
esperaba con impaciencia. Ahora tengo que tomarlo con calma ya que esta
nueva familia bien intencionada a la que me han endosado tiene a un agente
de la división antidrogas como padre, quien parece ser capaz de observar
todo lo que ocurre a un kilómetro de distancia.
La primera vez que llegué a casa luego de una fiesta, había sido sometida a
horas de un sermón sensiblero acerca de los peligros de las drogas y el
alcohol, con mucho llanto por parte de la madre y mucha entrega de hechos
por parte del padre hasta que quise arrancarme el cabello. Me castigaron, lo
que significó pasar más tiempo en su irradiante presencia de caridad.
Hubiera preferido que me gritaran o me golpearan —puedo lidiar con esas
cosas. Haré casi cualquier cosa por evitar otro sermón y castigo como ese.
—¿Por qué él? —preguntaBeth—. ¿Por qué no uno de los otros nerd
sentados con él?
5
Eso sí que valdría la pena. Mi actual familia de acogida tiene una regla de
―ningún piercing en el rostro‖, que realmente arruina mi estilo. Al menos
hasta ahora no han sido prohibidos mi cabello, maquillaje, o elección de
ropas porque, como mi bien intencionada nueva madre de acogida dice, esas
cosas no son permanentes. Eso sirve para demostrar lo mucho que sabe.
Tendré que esperar hasta el verano para volverme a perforar ya que será
cuando esté lista para mi gran explosión, de forma que logre ser expulsada y
pueda mudarme con los siguientes incautos bien intencionados. Ha sido mi
MO1 por casi tanto tiempo como he estado circulando, por lo que no veo
ninguna razón para detenerme ahora, incluso si con quienes estoy ahora no
son tan malos. Aunque comparado con lo que he vivido, eso no es decir
demasiado.
—Es un trato —le digo, enganchando los meñiques primero con Ella y luego
con Beth en nuestro tradicional gesto de promesa. Vine a esta misma escuela
el año pasado, aunque vivía con una familia diferente en ese entonces, así
que he tenido oportunidad de conocer a algunas personas bastante bien. Fue
pura suerte ser ubicada con una nueva familia dentro de la zona de la misma
escuela. Ella y Beth son mis chicas, me incorporaron firmemente en su
círculo cuando me reconocieron como un alma gemela por primera vez.
—Mi tiempo se acaba este verano, así que será un buen catalizador.
1
MO: Modus Operandis.
6
—Pero no vas a ganar usando a este como apuesta —dice Ella, indicando a
Trevor con un movimiento de su cabeza. Como si confirmara sus palabras,
Trevor pone una cara tonta al resto de sus igualmente tontos amigos,
quienes estallan en tontas risas. Y luego dirige sus ojos hacia Mary Ellen, una
chica completamente hogareña que se sienta en la mesa.
Me pongo de pie y me giro hacia el lugar donde Beth y Ella se sientan aún.
Un volante colgando sobre sus cabezas llama mi atención. Lo saco con una
sonrisa y se los entrego.
Vuelvo a mirar hacia el lugar donde Trevor está sentado, erguido y alto,
como corresponde a un nerd de su categoría.
⊕⊗⊕
7
rojas, ajustadas camisetas y minifaldas negras complementadas con medias
a cuadros hasta el muslo y botas negras. Quieren rechazarnos, estas chicas
que parecen animadoras, pero tienen que dejarnos entrar: tenemos
identificaciones de estudiante.
Pero no lo hace.
No es un mal bailarín.
8
Decido dejarlo ir luego del primer baile, la antigua estrategia de ―ataque y
retirada‖, y doy un paso atrás, dejando claras mis intenciones. Él se sonroja,
inseguro de qué hacer.
Idiota.
Pero me abstengo de poner los ojos en blanco y sonrío otra vez, extendiendo
mi mano para darle un apretón a su brazo. Todavía no se vuelve gelatina,
pero definitivamente algo cambia en sus ojos.
Ella me dirige una mirada extraña. Estoy a punto de explicar que un animal
sin importar su nombre… pero entonces alguien me llama.
—Hola, Jen.
9
Me doy la vuelta, molesta con quien sea que esté alejando mi atención de mi
objetivo, y veo a Seth. Seth es una especie de enigma para mí. Creo que
siente algo por mí, pero se niega a actuar. Él es definitivamente mi tipo:
largo y grueso cabello negro, ajustados pantalones negros de tiro bajo,
delineador negro; orejas, lengua y labios perforados. Es alto, delgado y raro.
Usualmente está colocado. Seth es más que definitivamente mi tipo.
Noche y día.
—Me gusta esta canción —digo, aunque nunca antes la he oído y no tengo
idea de quién está cantando.
10
—Sí, a mí también —dice él, y me aferro con firmeza, sin permitir que
retroceda de nuevo. Una vez más, temeroso de estar siendo descortés, no me
aleja, aunque está rígido. Es tan nerd.
Me doy la vuelta y camino hacia mis amigas, oscilando las caderas un poco,
y ellas me sonríen.
Seth no parece feliz. Oh, bueno… si te duermes, pierdes. Ahora tendrá que
esperar su turno porque voy a tener que enfocar toda mi atención en mi
nueva meta. Y en el premio, agrego mentalmente, colocando un dedo sobre
mi labio desnudo. Me vuelvo a girar para ver a Trevor, quien todavía está
mirándome, con la apariencia de estar en shock. Todavía estoy tocando mi
labio, y sus ojos se enfocan en esta acción. Le sonrío, dulcemente pero con
una pequeña trampa en ello en buena medida.
11
se acerca a la puerta, me mira. No parece feliz. Antes de que yo pueda
sonreír, da la vuelta y se va.
12
2
La Casa de los Brady… ¿O es la de los Cleavers?
Traducido por Paaau
M
e convierto en una acosadora en la escuela, saliendo de mi camino
para estar en el suyo, mirándolo y sonriéndole. Es inseguro, pero
amable, así que sonríe en respuesta, un poco indeciso. Sus
sonrisas son siempre pequeñas y breves. Si estoy con alguno de mis amigos,
parece intimidado y evitará el contacto visual, sin importar cuanto yo lo
intente.
Pero si estoy sola, entonces hace contacto visual, y aunque sus sonrisas no
son exactamente lo que esperaría que fueran, al menos están ahí. Él presta
atención. Sus ojos reflejan su confusión.
Un viernes por la tarde, luego de haber conseguido que diga hola cuando
paso junto a él y le sonrío; camino directamente hacia él mientras está de pie
frente a su casillero abierto.
13
—Hola —digo. Él me mira, sorprendido—. ¿Quieres ir a una fiesta el
sábado? —le pregunto rápidamente antes de que pueda entrar en pánico—,
¿conmigo?
—Lo siento, no puedo. —Se vuelve hacia su casillero, descongelado por sus
palabras, sacando libros para su fin de semana de tareas—. Invité algunos
amigos a mi casa. Películas, comida, ese tipo de cosas —dice como si no
pudiera detener las palabras. Sus cejas se juntan en algo parecido a una
expresión de perplejidad. Buena excusa, pienso, pero luego me sorprende—.
Puedes venir si lo deseas —dice con indiferencia, aún sin mirarme. Sin
embargo, su suspiro de desconcierto lo delata.
¿Pasar mi única noche libre del fin de semana junto a al Grupo de Geeks?
Sin embargo, no puedo darle una razón para que dude de mis intenciones
hacia él. Me mira —si sus cejas tensas son una indicación— a punto de
retirar su invitación.
—Seguro, ¿por qué no? —digo rápidamente. Puedo decir que está
sorprendido, pero no se retractará ahora. Es demasiado educado para hacer
eso. En cambio, me da su dirección, escribiéndola cuidadosamente en un
trozo de papel, claramente dudoso de que apareceré.
—Jen —digo.
—¿Qué?
14
—Oh sí, por supuesto.
⊕⊗⊕
Beth y Ella se ríen tan fuerte cuando se los cuento que caen lágrimas por sus
mejillas.
—Si es que puedes llamarlo fiesta —añade Ella, lo que las hace reír aun más
fuerte.
⊕⊗⊕
Una broma.
15
La mismísima señora Brady/Cleaver2 abre la puerta, fresca como sacada de
una antigua comedia. Usa pantalones en vez de un vestido, sí, pero está
usando un delantal, está perfectamente maquillada y peinada, tenue, un
collar de perlas en su cuello completa la imagen perfecta. No puede
esconder el asombro y el disgusto en su rostro cuando ve a la cosa que está
de pie en su portal, pero se recompone rápidamente.
—¿Trevor?
Me encojo de hombros.
—Supongo. Él me invitó.
Ella se aleja, indecisa sobre dejarme sin vigilancia incluso por algunos
segundos. Bien. Una mamá nerviosa se vuelve sobreprotectora, desatando
rebelión en un adolescente. Sé esto por experiencia propia y por
observación.
2
Los Cleavers: Referencia a la comedia Norteamérica de los años 60 "LeaveItto Beaver", en que los
protagonistas eran perfectos padres de los suburbios de esa época. El personaje más conocido era
June Cleaver —la madre— quien siempre era amable y la perfecta anfitriona.
16
La habitación está limpia y ordenada, y está predominada por un piano de
media cola que ocupa la mayor parte del espacio.
Junto al piano, hay un gabinete repleto de basura con aspecto antiguo, una
estantería, y un pequeño sofá azul con flores con un tapete —un tapete—
que cubre su respaldo.
La estantería, por lo que puedo ver, está llena con libros del tipo que leen las
personas inteligentes: Hemingway, Chaucer, Shakespeare, Steinbeck. Libros
de auto ayuda, psicología, y también sobre filosofía. Esto puede ser más
difícil de lo que pensé. O quizás no. Sabía que Trevor era inteligente cuando
lo escogí, así que supongo que no debería estar sorprendida por el material
de lectura en su casa, y la decoración parece perfecta para un nerd.
—No… no, por supuesto que no. Me alegra que vinieras. —Se recupera muy
bien, aunque sus palabras no son sinceras—. Estamos abajo. Ven.
—Está bien. —Me muevo insegura, aunque no lo estoy. Sabía que cedería.
17
Atravesamos la perfecta y limpia cocina, en donde la señora Brady/Cleaver
limpia manchas imaginarias en el mostrador. Ella realmente está espiando a
su bebé: conozco ese tipo.
Está repleto con golosinas para chicos: patatas fritas y salsa, pizza, pretzels,
y pequeños hotdogs empapados en salsa de barbacoa.
—Uh, no. No aquí abajo. Pero apuesto a que mi mamá tiene una arriba.
Traeré una.
18
Antes de que pueda detenerlo, se gira y trota escaleras arriba, dejándome
con los dos geeks, quienes aún me están mirando, con las mandíbulas
abiertas.
—Uh, se llama el Robot Fantasma del siglo XXIII. —Esta vez es Brian quien
habla, aunque de mala gana.
Dos pares de pasos bajan, y me giro para ver a Trevor, coca cola dietética en
mano, seguido por otro geek. Camina directamente hacia mí.
—Ese es Mark.
Otros tres llegan poco después, y nos acomodamos para el festival de los
geek.
Me siento entre los amigos idiotas de Trevor, como pizza y veo la mierda de
películas de ciencia ficción que rentaron.
19
Al comienzo, están incómodos conmigo ahí, nadie habla mucho. Pero
Trevor, como buen anfitrión, sigue hablando para llenar los extraños
silencios, asegurándose de mirar hacia donde yo estoy, así sé que estoy
incluida en la conversación. No digo mucho, pero observo a Trevor,
sonriéndole secretamente cuando me mira, lo que lo sonroja.
—¿Viniste caminando?
—Sí.
20
—Está bien. Sobreviví en mi camino hasta aquí, y estoy bastante segura de
que sobreviviré el camino de regreso.
—Wow, ¿cuándo ocurrió eso? Espero que no sea luna llena. —Esta es una
referencia a la última película que vimos, que trataba de hombres lobos.
Me encojo de hombros.
—¿Puedo hacerte una pregunta? —dice él, con las manos en sus bolsillos
mientras caminamos. Lo miro y pienso que vestido como está, con sus
pantalones y su camiseta, casi puede pasar como no—idiota, excepto que su
camiseta muestra uno de los comics extranjeros de la primera película—.
¿Por qué viniste hoy?
—Sí, lo sé. Pero tú me invitaste a ir a otro lugar contigo antes. ¿Por qué
hiciste eso?
21
—Me gustas.
—Bueno, eres lindo, supongo. —Lo miró y puedo jurar que está sonrojado—
. Y me divertí bailando contigo en el baile. Creí que sería divertido pasar
tiempo juntos.
Me detengo y lo enfrento.
—Trevor, ¿crees que quiero tenerte como novio? —El tono de mi voz es
coqueto pero de reprimenda, un toque de belleza sureña en buena medida.
—No, claro que no, eso no es lo que quise decir. Sólo… bueno, quiero
decir…
22
3
Las Ciruelas Pasas Arrugadas
Traducido por darkheaven
—¿T
al vez quieres pasar el rato esta noche? —él me pregunta
tentativamente el viernes después de una semana de mi
coqueteo descarado, sorprendiéndome. Pensaba que
tendría que ser una perseguidora total. Esto podría llegar a no tardar tanto
como había pensado originalmente.
23
Él tiene esa mirada en su rostro, la que la gente da cuando quiere decir algo,
pero a la vez no quieren decirlo. Mi instinto defensivo sale.
—Nada, es sólo...
—¿Sólo qué? —exijo una vez más, después de unos pocos momentos de
silencio en los que me evalúa, al parecer tratando de adivinar mi reacción.
24
—Porque soy, ya sabes, una... chica de acogida. —Trato, mayormente sin
éxito, mantener el dolor fuera de mi voz.
—Voy a arriesgarme.
⊕⊗⊕
—¿El centro para personas mayores? —Mis amigos se ahogan entre risas—.
¡Vas por encima y más allá!
⊕⊗⊕
Llega el sábado, y Trevor me pasa a buscar a las seis en punto. Él llega hasta
la puerta para buscarme. Mi madre de acogida está tan feliz de ver a una
persona tan educada que me recoja —en lugar de la gentuza de siempre,
como la escuché llamarlos cuando piensa que no estoy escuchando— que
está absolutamente radiante. Ni siquiera me pregunta a dónde voy o me da
una hora para estar en casa. Estoy segura de que sabe que no es necesario.
Todo en Trevor grita ―Seguidor de Reglas‖, así que no hay ninguna duda de
que me llevará a casa mucho antes del toque de queda.
25
—Sí. Es viejo, lo sé. —Se encoge de hombros—. Lo estoy restaurando,
aunque probablemente será tan inútil restaurado como lo es ahora.
Las dos primeras familias de acogida llegaron antes de que supiera el juego
como lo hago ahora. Todavía estaba luchando contra las circunstancias que
me habían puesto en el programa de acogida para empezar, y ninguna de las
familias resultó ser aficionada a una niña paranoica e insegura que
acumulaba alimentos y colocaba una silla debajo de la manija de la puerta
por la noche por seguridad. Ambas me habían devuelto, como un auto
usado, un juguete roto, o un regalo de bodas no deseado. Fingía que no me
importaba, aunque era un rechazo desgarrador.
Allí fue donde aprendí de autos, pasando horas en el garaje con ellos,
escuchando y aprendiendo. La televisión siempre estaba encendida en
26
exposiciones de autos o carreras. Fue el primer lugar en el que había sentido
una sensación de seguridad, de pertenencia de verdad.
Nunca cometí el error de amar a una familia de nuevo; no hay riesgo de salir
herida de esa manera.
Ahora estoy sentada con Trevor en este auto del que veo el valor, que
probablemente habría parecido un pedazo de basura de otro modo,
conduciendo al centro para personas mayores. Esta vez cuando me toca la
espalda a medida que caminamos a través de la puertas, su mano
permanece un poco más de lo necesario.
27
—Esta es mi amiga Jen. —Me presenta en repetidas ocasiones, y al parecer
eso era todo lo necesario para obtener su aprobación. Si el Sr. Tonto dice que
soy digna de ser aceptada, entonces a sus ojos debería ser verdad. Pronto
están conversando conmigo y haciéndome preguntas: ¿A dónde vas a la
escuela? ¿Cómo conoces a Trevor? ¿Cuál es tu película favorita?, cosas que
no son de su incumbencia. Pero estoy trabajando en mi proyecto, así que
sonrío dulcemente y hago el papel, respondiendo con cosas que ellos
quieren escuchar en lugar de decir la verdad.
Toca y canta viejas canciones con ellos. Parece que soy la única avergonzada,
sin embargo porque estos centenarios lo aman. Él se sabe casi todas las
canciones que le solicitaban a pesar de que eran canciones del principio de
los tiempos. Toca realmente bien —no exactamente sorprendente teniendo
en cuenta el colosal piano en su sala de estar— y para mi sorpresa, no canta
tan mal tampoco.
Esos no son los hechos que voy a compartir con mis chicas, sin embargo.
Sólo voy a hablarles de su forma de tocar y cantar viejas canciones mientras
los viejos cantan y aplauden. Ellas encontrarán eso infinitamente divertido.
A las siete y media, los viejitos se han agotado, y los asistentes entran para
llevarlos de nuevo a sus habitaciones. Trevor se asegura de decirles adiós a
todos, llamándolos por sus nombres. O más bien por sus respetuosos
nombres, como el geek que es. Sra. Jones, Sr. Anthon, Sra. Green, nunca por
su primer nombre. Unos pocos me saludan, y les devuelvo el saludo, porque
soy muy consciente del hecho de que Trevor me mira discretamente. La
mayoría parece haber superado el shock inicial de mi apariencia, aunque
28
algunos todavía me miran con desagrado. Nada a lo que no esté
acostumbrada.
—No —le digo. Mi estómago ruge con fuerza, delatándome. Trevor sonríe y
esos hoyuelos aparecen de nuevo.
Me gusta. Porque ahora él está tan fuera de su zona de confort como yo.
Nos sientan en una mesa del fondo, en una cala parcialmente oculta de la
vista por cortinas drapeadas sostenidas por un gancho que sobresale de la
pared divisoria. Sé que esto es a propósito para esconderme del resto de sus
clientes, pero Trevor actúa como si fuera un honor estar sentado aquí.
Nuestra mesera se acerca, sin duda mirándome por debajo de su nariz. Sus
ojos se abren un poco cuando ve a Trevor, y sus ojos se mueven rápidamente
de nuevo a mí, y luego a Trevor otra vez en asombro. Somos una extraña
pareja.
—¿Les puedo traer algo de beber? —Ella dirige su pregunta a Trevor, no tan
deseosa de ver a mi ofensiva persona otra vez. Me pregunto cuánto tendrá
que pagar la anfitriona a esta particular mesera al terminar su turno por
habernos sentado en una de sus mesas.
Trevor me mira.
29
—¿Coca—cola dietética? —pregunta con una sonrisa—. Ellos tienen algunos
refrescos italianos muy buenos también. Me gusta el de fresa.
Casi golpeo mi cabeza por mi propia estupidez. Por supuesto que ha estado
aquí antes. Él no está fuera de su zona de confort, sólo es ajeno a qué tan
fuera de lugar está.
—Oh sí, mi familia viene aquí todo el tiempo. Es bastante bueno. ¿Nunca
has estado aquí?
—¿Me veo como si este fuera el tipo de lugar que normalmente visito?
—La comida italiana está bien, Trev… Trevor. Esto es sólo un poco... lujoso,
supongo.
Tengo que admitir que estoy un poco sorprendida. Nunca he estado en una
cita donde mi incomodidad fuera considerada.
30
—No, está bien. Huele bien. Además, les voy a dar a todas estas personas
algo acerca de lo que hablar cuando se vayan a casa. El fenómeno que vieron
en la cena.
—Así que, ¿realmente, Trevor? ¿No crees que soy un fenómeno para nada?
—No que tú puedas ver, de todos modos —le digo modesta y seductora. El
efecto en él es inmediato. Sus ojos caen en una rápida lectura por encima de
mi cuerpo, y puedo ver a su mente haciendo clic, preguntándose dónde
podrían estar los piercings. Decido dejarlo fantasear y no terminar su
fantasía diciéndole la verdad, que estoy libre de piercings actualmente, o al
menos libre de joyería. Supongo que los agujeros todavía están ahí.
31
Después de unos minutos, se traga el nudo en la garganta y chilla: —Oh.
No puedo evitarlo. Me río. Sus ojos se cruzan con los míos, y sonríe un poco.
La grosera mesera vuelve para tomar nuestra orden. Cambio de opinión tres
veces adrede para que ella tenga que seguir tachando en su libreta, sólo para
terminar de vuelta en la primera cosa que ordené. Trevor mira, con ojos
escrutadores, reconociendo que estoy haciendo esto a propósito. Entonces,
para mi asombro, él hace lo mismo y cambia su pedido cuatro veces. En el
momento en que termina, ella está vibrando con irritación. Mientras ella se
aleja, Trevor me mira y sonríe.
—Por extraño que parezca, como que sí lo hice —le digo—. Toda la noche
fue muy divertida. Tal vez la próxima semana podemos…
32
Mis palabras se cortan, ya que mi madre de acogida abre la puerta. Ella
parece sorprendida de vernos ahí.
—Oh, lo siento. No sabía que los dos estaban aquí afuera. Iba a ir a dar un
paseo. —Lo que sé que es verdad, porque va casi todas las noches; sombrero
de paja, siempre trata de arrastrarme con ella. Ejercitándome no es la manera
en que quiero pasar mis noches. Tampoco quiero pasar tanto tiempo con
ella.
—Bien, bien —es su estúpida respuesta—. ¿Quieres que espere por ti, Jen?
Puedes caminar conmigo.
Le doy mi respuesta normal, que es una mirada que dice: ―Estás bromeando,
¿verdad?‖ Ella lo traduce correctamente.
—Te veré en la escuela la semana que viene, entonces —le digo, dándome la
vuelta para entrar en la casa. Él duda, pero al ver que no voy a satisfacer su
curiosidad, suspira.
—Bueno, nos vemos después —dice—. Y gracias por venir. Estoy muy
contento de que lo hicieras.
Quiero gritar por su cortesía, pero en su lugar me doy vuelta, con una
sonrisa secreta firmemente pegada en mi cara que lo pone nervioso.
—Yo también —digo en voz baja, cerrando la puerta en sus oscurecidos ojos.
33
Todo va bien.
34
4
Boliche, de Todas las Cosas
Traducido por Eve2707
—¿Q
uieres ir a una fiesta este sábado?
—Tengo una fiesta familiar el sábado en la noche. Apesta, pero tengo que ir.
—¿Cómo es que tienes tiempo para hacer algo más que estudiar cuando te
llevas tantos libros a casa cada fin de semana?
Miro sus libros, escéptica. Todos son de clases avanzadas y cursos para
créditos universitarios.
—De alguna manera no creo que ninguno de mis libros sean iguales a los
tuyos.
—Bien, probablemente ya tomé algunas de tus clases, así que podría ayudar.
—Esta declaración nerd es un hecho, sin presunciones, solo la verdad.
35
Probablemente se reiría si viera la clase de calificaciones que llevo en mis
clases. Por otro lado, su ayuda con mi tarea es otra cosa que puedo usar para
alcanzar mi meta. Mando ese pensamiento lejos por el momento.
—Quisiera hacerla divertida por una vez —dice con una sonrisa, y me río.
Me doy cuenta de cuánto me están gustando sus enormes ojos verdes.
Pienso acerca de perderme otra fiesta este fin de semana, lo que mis amigos
dirían, y todo eso solo para ir a una estúpida reunión familiar con el geek.
Aunque él se está debilitando. Lo puedo sentir.
—Está bien, seguro. ¿Por qué no? —Comencé a alejarme, entonces añadí
después de pensarlo—: ¿Quieres que le baje un poco? —Pasé mi mano sobre
mi ropa con una mirada interrogante.
36
⊕⊗⊕
Su hijo biológico más viejo, Jeff, está casado. Él y su esposa, Kari, son de
hecho bastante tolerables. No me ven como un pedazo de basura
embarazosa que sus padres recogieron como lo hace la más pequeña, una
chica universitaria llamada Tamara, que claramente es una porrista. Incluso
su nombre es pronunciado con la inflexión de una porrista… no como indica
la ortografía que debe ser pronunciado, sino como Tuh—mahr—uh.
La he oído hablar por teléfono con sus amigos. Está horrorizada con la crisis
de mediana edad de sus padres, lo que hizo que aceptaran a una chica
problemática como yo. Soy su primera chica de acogida. Si hago mi trabajo
correctamente, haré que odien la idea, haciéndome también su última.
Trevor, sus padres, y hermano, que no sabía que tenía, están metiéndose
dentro de la línea a lado de la de nosotros. Trevor se queda ahí cargando su
37
bolsa personalizada de bolos, sonriendo. Alivio y algo de felicidad corre por
mí mientras me levanto. ¿Felicidad? ¿De verdad? Me reprendo a mí misma.
Toma el control, Jen.
—Hola, Trevor. ¿Ustedes chicos están seriamente aquí para jugar a los bolos
esta noche?
—Si. Fue una cosa de último minuto. Pensé en llamarte pero recordé que los
viernes son tus noches familiares. —Dice esto como si fuera una deseable
manera de pasar una noche de viernes y no la cosa más tortuosa en el
mundo—. ¿Cuáles eran las posibilidades de que viniéramos aquí y
termináramos justo a tu lado?—pregunta mientras yo me quito la ultima
bota y deslizo mi pie dentro de los horribles zapatos para boliche.
Para este momento, los padres de Trevor han vagado alrededor y se han
presentado con mis padres de acogida. Entonces los de acogida presentan a
38
sus hijos biológicos, y todos conocen a todos y somos una gran familia feliz.
Río, me ahogo y vomito.
El hermano de Trevor, Todd resulta ser ocho años mayor que Trevor y tiene
síndrome de Down. Sonríe felizmente y les da a todos un abrazo. Yo estaría
horrorizada si él fuera mi hermano abrazando a todos los que ve, pero
Trevor y sus padres no parecen notar o pensar que es extraño.
Aparentemente tampoco ninguno de mis padres de acogida, quienes están
felizmente regresando sus abrazos. Nunca he estado cómoda con alguien
como él alrededor, así que nuevamente guardo mis pensamientos para mí
misma.
Trevor y sus padres sacan todos sus zapatos personales —lo que no significa
que sean más lindos, pero sí definitivamente mejores que esos zapatos de
payaso de tres tonos que tenemos puestos nosotros— y sacan sus bolas de
boliche, ajustadas a la medida de sus manos y de mucha mejor apariencia —
y definitivamente más limpias— que las bolas de la casa de bolos del pasillo.
Por solo un atolondrado segundo me imagino cómo sería pertenecer a una
familia donde ir a jugar boliche no es vergonzoso, tanto que todos tienen su
equipo personalizado.
Camino para jugar. Siempre me dan el primer juego, sospecho que es parte
de un pacto de buenas acciones que los padres de acogida han hecho.
39
Probablemente argumentaría contra ello, pero molesta a la porrista que me
dejen ir primero, así que lo hago solo por ese hecho.
Tomo la bola grasienta, viendo primero hacia los agujeros de los dedos para
asegurarme que están al menos limpios, y aventarla sin rumbo por el pasillo.
Apenas pega al bolo del final. Volteo para encontrar a Trevor riéndose de
mí.
—Presumido —murmuro.
—Si no veo los bolos, ¿cómo les voy a pegar? —Mi tono indica lo que pienso
de la falta de inteligencia detrás de sus palabras.
—¿Ves esas flechas a medio camino del pasillo? —Extiende su mano y las
señala. Puedo sentir la dura línea de los músculos en su brazo
presionándose contra mi hombro. Esta es otra revelación, una que causa un
pequeño fuego en el fondo de mi vientre. Mantén el control Jen, me imploro a
mí misma más desesperadamente.
40
Se mueve hacia atrás y, extrañamente, como que extraño la sensación de él
detrás de mí. Cállate, ¡cálmate!
—¿Sabes, Trev? Sabes demasiado sobre esto. Tal vez necesitas tener una
vida.
—No te preocupes cariño. La harás bien esta vez —le dice su papá.
Trevor la sigue, a esta chica que es más de su tipo que yo, pero en lugar de
poner sus brazos alrededor de ella como lo hizo conmigo, se queda de pie a
su lado y le da la misma instrucción que me dio a mí. Sé que es solo porque
está más cómodo a mí alrededor y ella lo aturde, sin embargo, eso me hace
feliz. Eso también la hace infeliz a ella… lo que es siempre una cosa buena.
41
Es incluso mejor cuando Trevor pregunta si quiero una Coca de dieta,
mostrando a la porrista que me conoce lo suficientemente bien para saber lo
que me gusta tomar. Pero entonces, en una manera completamente geek, se
ofrece también a traerles a todos una bebida.
Veo con terror cómo Todd tiene su turno, segura de que se avergonzará a sí
mismo. Él camina derecho a la línea de falta, la bola colgando a su lado.
Procede a balancear su brazo hacia atrás y adelante, y temo por aquellos
sentados detrás de él. Suelta la bola mientras la balancea hacia adelante, y
ésta se dirige hacia el centro, tirando todos los bolos.
Él voltea con ánimo y una sonrisa para ser recibido con aplausos de su
propia familia y de mis padres de acogida también. Trevor me ve y levanta
sus cejas como si fuera a decir: —¿Ves?, es fácil, incluso él puede hacer una
chuza. —Le enseño mi lengua.
Juego bolos muy bien, esperando presumir un poco, aunque solo logro hacer
una chuza. Por supuesto Trevor juega mucho mejor, perfecto en esto como
lo es en todo lo demás. Se acerca en casi todos los turnos para darme
señalamientos, siempre permaneciendo en contacto cercano. La porrista
intenta atraerlo para hacer lo mismo con ella, pero es descaradamente obvio
lo que está haciendo, al menos para mí.
Para el final del tercer juego, mis padres de acogida y los padres de Trevor
se han hecho rápidamente amigos, y Todd nos está dando abrazos
constantemente a todos nosotros, sus ―nuevos amigos‖. Esto es un mal
progreso. No puedo influenciar exactamente Trevor hacia el lado oscuro si
las familias van a intercambiar números y socializar.
42
De hecho sí puedo, me corrijo a mí misma. Solo será más difícil, tomará un
poco más de tiempo. Eso no me incomoda exactamente. El hecho de que no
me incomode, me incomoda.
⊕⊗⊕
Lo gracioso es, que dado que él actúa de esa manera, para el fin de la noche,
casi todos parecen estar lo suficientemente cómodos a mí alrededor y me
tratan como si yo no fuera completamente diferente del resto de su íntegro
clan. Hay algunos que tratan de mantenerme en mi lugar como la visitante
de un espectáculo de fenómenos, y me encuentro pasando un buen
momento.
—Es un proceso —explico. Les digo acerca del boliche y acerca de la ñoña
fiesta familiar, convirtiendo su enojo en diversión. Me siento un poco
culpable por amplificar la verdad para hacerlo más indignante y utilizar a la
familia de Trevor para hacerlos reír, pero se deben hacer sacrificios en el
camino del éxito.
43
5
Una Cita Estelar y la Chica Spock3
Traducido por CyeLyDiviNNa
O
tro no—puedo—salir—de—fiesta—contigo—porque—tengo—
planes.
Los padres de Brian han hecho una sala de grabación en el garaje separado
detrás de su casa, con un televisor de pantalla plana, mesa de billar, nevera y
microondas. Hay un montón de sofás y sillones puff repartidos para dar
cabida a grandes fiestas. Su madre, que es uno de los pocos adultos que
parece tomarme con calma y no es demasiado crítica conmigo, ya ha llenado
la sala con más alimentos de los que un pequeño ejército podría comer y
llena la nevera con refrescos. Incluso puso algunos artículos de alimentos
saludables que a una chica podría gustarle comer en lugar de todos los
alimentos habituales para los chicos.
3Cita estelar y la chica Spock: hace referencia a una cita para ver StarTreek, y la chica Spock se
refiere a Spock, al personaje de la serie Viaje a las Estrellas, de raza medio vulcano – medio
humano.
44
episodio de la original en la televisión. Sin embargo, al igual que cualquier
otra persona en este planeta, soy consciente de la premisa básica y tengo un
conocimiento muy rudimentario de la misma. Así que he estado con tanta
diversión que he observado a Jim garabateando notas furiosamente en toda
la película, chasqueando la lengua y gruñendo mientras escribía. Eso es más
divertido para mí que la película en sí, especialmente mientras Trevor se
mantiene mirando a la escritura de Jim con una sonrisa, a continuación,
poniendo los ojos en mí, como para indicar lo ridículo que es esto.
—Bueno, aquí están los problemas —anuncia tan pronto como el crédito
final rueda—, que es porque nosotros debemos mirar cada letra hasta el final
de cada película. —Trevor se lamenta, sonrisas de Brian y los otros
consiguen un brillo fanático en sus ojos, excepto las chicas. Deambulan en
un rincón para hablar, al parecer después de haber sido testigos de esto
antes—. Vamos a empezar con las fechas estelares usadas en la película.
45
Una vez que estemos fuera, aún puedo escuchar sus argumentos, y Trevor
señala vagamente en esa dirección, un poco avergonzado de que fui testigo
de la extraña escena.
—Lo siento por eso. —Se encoge de hombros, metiendo sus manos en los
bolsillos a medida que comenzamos a caminar—. Sin embargo, una vez que
empiezan, no se sabe cuánto tiempo pueden seguir así. Pueden llegar a ser
muy calientes, un poco ruidosos y…
—¿Aburridos? —interpongo.
—No normalmente, no —lo evado—. Pero estaba bien. Como que me gustó.
—Bueno —le digo, sintiendo que estamos a punto una vez más, la peligrosa
explicación del territorio—, ya sabes, el actor principal…
—Kirk. —Proporciona.
—Spock.
—Oh. Spock. Lo que sea. Era un poco extraño, pero podía relacionarme con
él.
—Bueno, sí. Quiero decir, aquí hay un tipo que realmente no tiene un lugar
en el mundo en el cual encajar. No es humano, y no es… —Lo miro para
proporcionarme la palabra y lo encuentro mirándome con una expresión
indescifrable.
—Vulcano —dice.
46
—Sí, eso. Ahí no hay nadie que quiera al hombre. Ni los seres humanos ni su
propia gente. Es decir, cada uno lo tolera, ¿no? Pero tal vez no lo aceptan
plenamente. O eso es lo que parece, de todos modos. Todo el mundo lo
considera una rareza, ¿no? —Indico mi propio manto negro sobre leotardos
de color rojo sangre, brillantes botas negras, corsé de rayas sobre la camisa
de malla negra, y la cara hecha aún más pálida por los ojos muy enrojecidos
y los labios ennegrecidos—. Un poco como yo. Extraño. Pero creo que tengo
un pulgar para arriba en él, al menos hay otros como yo. No hay otros como
él, sin embargo, ¿están ahí?
—Tú eres rara, ¿no? —murmura, y me río. Esto en cuanto a pensar que me
compadece.
—Entonces, ¿qué piensan tus amigos de ti, porque estés saliendo con
nosotros en lugar de ellos en una noche de sábado?
—No piensan nada. Vivo mi propia vida, y ellos viven la suya. No son mis
padres.
47
—Vamos a hablar de los padres de Spock en su lugar. Su madre era un ser
humano, ¿no?
Trevor me sonríe. Miro para otro lado, no queriendo ser perturbada por sus
hoyuelos de nuevo.
—Uh, no, gracias. No tengo esa clase de tiempo. O paciencia. —Agrego con
una sonrisa.
—Pero, ¿cómo esto tiene algún sentido? Si los vulcanos no tienen emociones,
¿cómo fue que su padre Vulcano pudo caer tan enamorado de una mujer
humana?
—No son las emociones, sólo son realmente lógicos. Supongo que a veces el
amor no es lógico.
—Bueno, esa es una observación muy romántica allí, Trev —le digo con
sorna. Lo miro a los ojos y veo un ligero rubor en sus mejillas al oír mis
palabras. Sé cuándo empujar mi ventaja, por lo que me paso un poco más,
enganchando el brazo a través del suyo. Se endurece con mi tacto—. Pero
entonces, ¿qué es esa cosa que la gente dice? ¿Los opuestos se atraen? —Me
le quedo mirando hasta que él se siente obligado a mirarme—. Supongo que
hay algo de eso, ¿eh? —le pregunto en voz baja, presionándome aún más
cerca.
48
—No, estoy bien —le digo, liberándolo de mi control sobre su brazo.
—Está bien. Estamos más cerca de tu casa que de la suya. Voy a volver y
conseguirlo después. Eso me da una excusa para evitar un poco más de su
"discusión". ―Él hace pequeñas comillas en el aire con los dedos, una cosa
muy geek para hacer.
49
para ver que Trevor todavía está allí, viendo a mi casa, su cara está a la
sombra, pero su lenguaje corporal es tenso.
50
6
El Baile Comienza de Verdad.
Traducido por Mari NC
—D
eberías ir al Morp conmigo —dice él sin darle
importancia, como si mi respuesta en realidad no
importara. Tengo mejor criterio.
Estamos sentados juntos en el almuerzo como lo hemos estado casi todos los
días desde el fin de semana del incidente de la stardate4. Nos sentamos solos
ya que no pertenezco a su grupo y él definitivamente no pertenece al mío.
Cada uno de estos grupos nos mira con atención, el mío con humor y el suyo
con confusión.
—¿Es esa tu manera de pedirme que salgamos? —Trato de sonar herida por
el modo informal de preguntar, y fallo.
—No voy a usar una minifalda —bromea, finalmente encontrando mis ojos,
algo como alivio reflejado en los suyos.
4Stardate: Es una fecha ficticia en el sistema de medición de tiempo desarrollado para StarTrek.
51
—Está bien. —Está de acuerdo, inclinándose hacia adelante, sonriendo—.
Pero entonces tú vienes un poco nerd, como yo.
—¿Qué? ¿Extraños?
—Bueno, si individual es uno, y triple es tres, entonces pareja debe ser dos.
Y estamos dos personas sentadas aquí. Incluso yo sé eso, y eres el que se
supone que es el genio de las matemáticas aquí, Trev.
52
—Así que, ¿qué dices? ¿Quieres ir?
—¿En serio? —Sé que sabe que lo es. Es un OCE, Oficial del Cuerpo
Estudiantil, y ellos planean todas estas actividades inútiles. Me mira
disimuladamente por debajo de aquellas largas pestañas, y sé que está
bromeando.
Me inclino hacia adelante y cubro su mano con la mía, metiendo mis dedos
bajo su palma. Su cuerpo entero se calma. Mira nuestras manos, y luego,
lentamente, sus ojos se elevan hacia los míos.
—Definitivamente.
⊕⊗⊕
⊕⊗⊕
53
El baile cae un viernes, lo cual es totalmente impresionante porque me saca
de la estúpida noche familiar, por una vez. Cuando Trevor viene a
recogerme, encuentro que en realidad no me gusta en pantalones de cuero
negro y una chaqueta, guantes de cuero negro, cabello de punta, cadenas
colgando de su cintura, labios negros y delineador, a pesar de que hizo un
buen trabajo y que fácilmente podría encajar con mis amigos, exceptuando
por su postura perfecta y ojos claros, por supuesto. Aunque no es
necesariamente mi objetivo conseguir que se vista así, sigue siendo mi
objetivo conseguir que se vuelva malo, que sea como yo.
Estoy usando ropa prestada del armario de la porrista. Ella no apreciaría que
esté utilizando su ropa para verme nerd. Me gustaría que estuviera aquí
para saberlo en lugar de regreso en la universidad. Estoy usando un suéter
con una letra estampada, ¿de verdad, estampado de letras para estar de pie
delante de una multitud y actuar como una idiota mientras los guías en
ovaciones?, con una falda de tweed rosa y amarillo a cuadros, y zapatos que
parecen como sacados de los años cincuenta. Tengo mi cabello torcido en
dos trenzas, aunque incluso eso no disfraza su coloración rojo y negro.
—Espero que ninguno de mis amigos me vea —digo para cubrir el hecho de
que su comentario en realidad me halaga un poco.
Pat y Sue, también conocidos como los de acogida, están ahí con su cámara.
Sonrío y me comporto bien porque no quiero ofender a Trevor, no a causa
de algo tan noble como los buenos modales, sino porque lo necesito
maleable esta noche.
Beth y Ella están en el baile, con sus propias cámaras. No les digo nada,
aunque paso frente a ellas dos veces antes de que me vean. Les toma un
54
tiempo comprender qué insulsa chica soy. Entretiene a Trevor que no me
reconozcan.
Por supuesto, sus amigos tampoco lo reconocen, por lo que juega mi juego,
un perfil bajo hasta que alguien lo nota. Beth y Ella tienen una ventaja en
esto, ya que son conscientes de nuestra estratagema. Toman algunas futuras
fotos de chantaje de nosotros antes de irse. Tienen mejores fiestas en las que
colarse.
—¿Por qué estás vestido así? —Su disgusto es evidente. Ella me mira, no hay
reconocimiento en sus ojos.
—¿Jen?
Trevor me señala.
—Hola —mi respuesta es frívola, una ligera amenaza felina allí que ella
reconoce instintivamente. Los ratones siempre lo hacen.
55
—Brian. Nos está consiguiendo algo de ponche. —Brian de los amigos geek
de ciencia ficción de Trevor, aquel a cuya casa fuimos para el gran
argumento de StarTrek. Ella agita vagamente su mano detrás de ella, sus
ojos lanzándose nerviosamente entre mi cara, la cara de Trevor, y nuestras
manos entrelazadas. Mantengo mi sonrisa felina en su lugar, acercándome a
Trevor. De todos los amigos de Trevor, Brian parece el más normal, así que
no me sorprende en absoluto que el Ratón lo eligiera como cita. Ella es la
diosa—geek personificada, ¿verdad?
—No te ves tan bien vestido así —le dice sin malicia. La honestidad y la
franqueza son aparentemente innatas en los geeks y los dorks5 por igual.
Trevor mira hacia abajo a sí mismo y por primera vez esta noche parece
avergonzado de su apariencia. Me molesta que esté avergonzado de verse
cómo normalmente luzco.
—Huh. —Me las arreglo para infundir la palabra con sarcasmo. Trevor está
mirándome y algo que no he visto antes destella a través de sus ojos, ira.
—Hola, chicos.
5
Dork: Argot americano/canadiense que define a una persona tonta y/o estúpida, socialmente
inepta, o que está fuera de contacto de las tendencias contemporáneas. Losdorks también pueden
ser ellos mismos sin importarles lo que los demás piensan.
56
Brian nos encuentra y se deja caer al lado del Ratón. Lleva una camiseta con
el cartel de la película de Starman que coincide con la de ella, estoy un poco
consternada ya que sé esto, y le entrega una taza de ponche que está amargo
en comparación con su usual dulzura natural. Esto es demasiado. No puedo
soportarlo más.
57
hacia el aire fresco de la noche. Simplemente llamaré a Beth y haré que
venga a recogerme, necesito una fiesta real en estos momentos. Saco mi
teléfono celular y airadamente empiezo a apretar botones antes de cerrarlo
de golpe. No puedo llamarla cuando tengo lágrimas corriendo por mi cara.
—Jen. —Está detrás de mí, tan cerca que puedo sentir la tensión irradiando
de él.
—Lo siento, Trevor. No sé qué está mal conmigo. —Sueno patética para mis
propios oídos, y lo odio.
—Jen —repite más suave, poniendo una mano sobre mi hombro—. Mírame.
—Lo siento, fui grosera con tu amiga. Pero la verdad es… —Tomo una
respiración profunda y la dejo escapar—. La verdad es que estoy celosa de
ella.
Trevor se ríe.
—¿Por qué?
—¿Por qué estoy celosa o por qué no voy a admitirlo? —Me detengo. Él sólo
levanta sus cejas. Realmente me gustan sus ojos.
58
—¿Alguien como ella? Te refieres a alguien como yo.
Una afirmación obvia y simple, que en realidad no significa nada, así que
¿por qué mi corazón se eleva por las palabras? Estúpida.
—Sí, supongo que sí. —Mi corazón se desploma de nuevo—. O lo hacía. Tal
vez todavía lo hago. No sé. Pero no la traje al baile. Te traje a ti. Parece que
paso todo mi tiempo contigo.
—¿Por qué es eso? —Estoy realmente curiosa pero consciente de que puedo
estar abriendo una puerta que no quiero abrir. Rápidamente reformulo—.
Quiero decir, ¿por qué quieres hacerlo?
Luce pensativo.
—Eso es una cosa horrible para decir —le digo con petulancia, cruzando los
brazos con fuerza de nuevo. Él se ríe.
—Y cuando estoy contigo, no quiero estar en otro lugar o con cualquier otra
persona.
Mi corazón salta, y gimo. La culpa no se suponía que iba a ser parte de esto.
Debo renunciar ahora, dejarlo libre de culpa.
59
—Sé que no soy exactamente tu tipo de chico —dice—. Pero me gustas. No
estoy seguro de por qué quieres estar cerca de mí en lo absoluto, pero ya ni
siquiera me importa, siempre y cuando consiga mantenerme saliendo
contigo.
—¿Por qué tienes que ser tan bueno? —gimo, entrelazando mis manos en las
cadenas que no debería estar usando.
—No, no puedes. Quiero decir, mírate ahora. Soy la única siendo una idiota
total, y vienes aquí para asegurarte de que estoy bien.
Me inclino hacia atrás y levanto la mirada hacia él, tirando de las cadenas
ligeramente.
60
científico loco—. Debes saber que tengo talentos que ni siquiera he
empezado a mostrarte, mi joven aprendiz.
—No puedo esperar para verlos —murmuro mientras se ríe—. Sólo por
curiosidad, sin embargo, Trev. ¿De dónde sacaste la ropa que llevas?
—Muy bien, Trev, confiesa. No puede ser tan malo, ¿verdad? ¿A quién se las
pediste prestadas?
Estoy sorprendida.
61
—No te sientas insultada —dice en voz baja—, porque lo que llevas puesto
también puede provenir de una tienda de disfraces. Todos usan algún tipo de
disfraz, ¿verdad?
—Tal vez. —Se encoge de hombros, dando vuelta y llevándome fuera hacia
el estacionamiento, hacia su automóvil. Esta nunca ha sido una buena señal
para mí en el pasado. Con los chicos con los que he salido, llevarme a sus
autos fue siempre algo malo. Significaba que o bien estaban hartos de mí y
querían llevarme a casa, o sólo querían besuquearse o más. Mi estómago se
aprieta, pero Trevor solamente se apoya en el interior, girando la llave hasta
que la radio se enciende. Hojea un par de estaciones hasta que encuentra
una canción, y luego se vuelve hacia mí.
—Allí, ahora podemos tener nuestro propio baile, sin nadie que nos moleste
o nos juzgue —dice, tomando mi mano y jalándome hacia él. Empezamos
bailando lentamente, y mi estómago finalmente se da cuenta que él no
pretende hacerme ningún daño y se relaja. Le sonrío.
—¿Qué? —pregunta.
62
7
Viejitos y Canciones
Traducido por flochi
P
ara el lunes, todavía llevaba el maquillaje negro, pero tal vez un poco
menos pesado con el delineador, y no delineo mis labios rojo rubí con
negro. No es un cambio drástico, y por eso ninguno de mis amigos lo
comenta, pero Trevor lo nota, puedo verlo por la mirada en sus ojos.
Tampoco me dice nada.
El tercer sábado del mes voy de acá para allá de nuevo, y me encuentro en el
Centro para personas mayores, esta vez vistiendo un poco más
conservadora para no asustar tanto a los viejitos. Muchos de ellos parecen
genuinamente encantados de verme otra vez —al igual que el número que
no me recuerda de la última vez no porque sea culpa suya sino como
resultado de sus edades. Por supuesto, todavía hay unos pocos que me
encuentran desagradable incluso en mi estado suavizado, pero sus números
son completamente pequeños en comparación con el resto.
Algunos me cuentan las historias de sus vidas, las cuales son extrañamente
interesantes. Muchos de ellos han vivido durante el tiempo cuando las cosas
avanzaron dramáticamente. La televisión y los teléfonos eran algo con lo que
no podían soñar, ni digamos de cosas como el Internet y los teléfonos
celulares. Vivieron durante la Segunda Guerra Mundial —muchos de ellos
prestaron servicio en ella— enviaron a sus hijos a Corea o Vietnam, y ahora
tienen nietos o nietos de los nietos en el Medio Oriente. Vivieron durante la
Depresión, y sobrevivieron a la pérdida de miembros de sus familias,
cónyuges e hijos incluso —muchas veces debido a circunstancias trágicas.
63
que me ha ayudado a sostener mi enojo, ayudado a justificar tantas cosas, y
estoy un poco disgustada que sus historias hayan atenuado mis excusas.
Nos dirigimos al Pizza Palace luego de eso, y estoy contenta de que no sea
otra noche de meseras italianas estiradas. Todos van al Pizza Palace, así que
el hecho de que un geek y una freak aparezcan juntos causa un pequeño
revuelo.
—Ve —dice, más cortés que nunca—. Voy a sentarme allí. —Señala la
esquina opuesta, donde un grupo de sus amigos se sienta, incluyendo el
ratoncito de Mary Ellen.
64
—Trev, lo prometo, solo saludaré. Volveré. —Todavía parece escéptico—.
Pero si traes a Mary a nuestra mesa, juro que… —Dejo que la amenaza en
forma de gruñido cuelgue, y él sonríe.
Se acerca un poco.
65
inconscientemente lo comparo mentalmente con Trevor, quien siempre
huele tan bien, tan limpio.
—No puede —Ella sale a mi rescate—. No es tiempo para que arruine todo
con sus padres de acogida todavía, ¿verdad, Jen?
—¿Por qué estás haciendo esto? —pregunta Seth, gimiendo un poco pero
todavía parado en su pose amenazante.
—¿Jen? —Eché una ojeada, y Trevor está parado allí, mirándome. Por un
segundo mi corazón se desploma. ¿Cuánto escuchó?
—Seguro, tal vez dentro de poco. —Trevor está rígido, sintiendo que algo
está mal. Se gira hacia mí—. Nuestra pizza está allí si ya estás lista.
66
—Lo estoy —digo, alejándome sin mirar atrás. Trevor no tiene que hacerlo,
pero se despide de ellos.
—Pueden serlo.
—Oh.
Me río.
—Deberías estar con ella. Sería una novia perfecta para ti.
67
—No estoy buscando una novia.
—¿No?
—Nop.
Lo miro entrecerrando mis ojos. ¿Está diciendo eso porque no quiere una
novia o porque piensa que tiene una? Entonces sonrío. Ha convertido mi
jueguecito de medias respuestas en mi contra.
⊕⊗⊕
—¡Trevor! Qué bueno verte de nuevo. —La mamá suena emocionada, como
si fuera un pariente largo tiempo perdido que súbitamente ha aparecido.
Realmente no quiero jugar a este juego de ―somos una familia real‖, por lo
que digo:
68
—Vamos a ir a mi habitación.
—Deja tu puerta abierta —dice el papá, y sonrío, sólo un poco. Él sabe… los
chicos son chicos.
—Sí, bueno, así es como estaba cuando llegué aquí. Nada es mío,
obviamente.
—Casi un año.
—Muchos.
69
—Las personas no me aguantan por mucho tiempo, Trev.
—Sí, bueno, dale algo de tiempo. No has estado cerca por mucho tiempo.
—Oye, ¿qué pasó con la canción ñoña que estabas tocando esta noche? —
pregunto.
Me da la espalda.
Me mira sardónicamente.
Me encojo de hombros.
70
—¿Te parezco como alguien a quien le gusta lo romántico?
—Trev, realmente tienes que dejar de pensar que hay más en mí de lo que
salta a la vista.
—Lo hay. —Rezongo ante sus palabras, y él ríe—. Para serte sincero, esa
canción era algo en lo que he estado trabajando.
Incluso mientras digo las palabras que son verdad, sé también que son una
mentira porque todo lo que hago ahora con el tiempo lo lastimará, o al
menos a quién es.
No dice nada, sólo da vuelta su mano y entrelaza sus dedos con los míos.
71
—¿La terminarás? ¿Para mí?
Así que está escribiendo una canción para mí, pienso más tarde.
Geek.
72
8
Mas Tiempo
Traducido por SheilitaBelikov
E
l fin de año llega, y Beth y Ella me acorralan.
—Sí, lo sé. A decir verdad, esta familia de acogida no es la peor todavía, así
que podría quedarme la mayor parte del verano con ellos.
7Cuatro punto cero: Es el promedio máximo de calificaciones que se puede obtener en Estados
Unidos, equivalente a 10, 20 o 100 según el país.
73
—Sí, definitivamente más blanda.
Bajo mi brazo.
—Tal vez un poco más blanda, pero no es lo que están pensando. —Señalo
mi labio—. No voy a dejarlas librarse tan fácilmente. Todos los planes siguen
en marcha. Antes de que el verano haya terminado, verán a un nuevo
Trevor. Y probablemente tendrán que encargarse de él por mí el año que
viene ya que las posibilidades de que consiga otra familia en esta escuela son
nulas.
—Tal vez esto requerirá de las dos —digo, mi estómago apretándose ante la
idea de Trevor a merced de cualquiera de ellas, por no hablar de ambas.
⊕⊗⊕
Trevor lleva nuestras cosas y nos encuentra un lugar en el césped bajo el sol.
—Genial.
74
manos, con lentes de sol, pero está muy quieto. Tengo toda su atención
ahora, a pesar de que pretende lo contrario. No es de buenos modales mirar,
después de todo. Deliberadamente desato la falda envolvente y la dejó caer
al suelo. Todavía no se ha movido. Reprimo mi sonrisa.
—¿Vas a sentarte allí todo el día o vamos a nadar? —pregunto, con las
manos en las caderas.
—Uno de esos talentos de los que te hablé —dice—. Te reto hasta el otro
lado.
75
nadadores. A pesar de que mi traje de baño está cubierto de cráneos negros,
sin mi ropa y maquillaje extravagantes, no destaco particularmente. El
anonimato es algo bueno porque me puedo relajar y no preocuparme por
mantener el acto.
Levanto la loción.
76
—Oh. Sí. Muy bien. —Se da la vuelta, y echo la loción fría directamente
sobre su espalda. Salta un poco y se le pone la piel de gallina. La froto,
sorprendida de nuevo ante el duro músculo bajo su piel caliente.
Se ríe.
—Lindos —digo con una sonrisa, pero mis ojos le dicen que hablo en serio.
Él deja caer su postura.
77
—No soy ninguno de los dos, así que vas a necesitar una nueva historia —
dice.
—No tengo una. Esa es la mejor que puedo idear. Así que dime, chico
universitario, ¿qué quieres ser cuando seas grande?
—Escritor.
—Novelas.
—Cuéntame.
—¿Limpia?
78
—Un poco. —Desliza su mano debajo de la mía, frotando ligeramente mis
nudillos—. Sigues emitiendo todas estas vibraciones contradictorias.
Levanto la vista hacia él, y luego me apoyo en mi propio codo para que
estemos cara a cara.
—Me gusta pasar el rato contigo, Trev —digo vacilantemente, sin saber a
dónde va con esto—. Pero no pretendo acaparar todo tu tiempo. No tienes
que estar conmigo tanto si prefieres estar con tus amigos.
—Pero luego haces cosas que emiten la vibración de que quieres ser más que
amigos. —Me está mirando directamente ahora, negándose a dejar que me
esconda de él.
Abro la boca para negarlo, pero al final no lo hago. No puedo cuando está
mirándome a los ojos de esa manera, exigiendo honestidad. Bajo la mirada,
abochornada.
79
—¿Cómo no iba a hacerlo? —Se ríe ásperamente—. Y me dices que estás
celosa de Mary Ellen, me tocas todo el tiempo cuando sabes lo que eso me
hace.
Quiero ser impertinente y exigir que me diga lo que eso le hace, pero me
temo que me lo dirá. Después de todo, Trevor no es más que honesto.
—Lo estás.
Miro nuestras manos sostenidas sobre la manta. Y sólo por ahora, quiero
abandonar el juego. Por sólo un rato quiero ser lo que quiere de mí. Sólo por
un rato.
—Sí, ¿y qué?
80
—También me gustas mucho, Trev. Completamente inesperado, pero ahí
está. No estoy lo bastante lista para, ya sabes, hacerlo público. No con tus
amigos y definitivamente no con los míos, ¿sabes?
—Está bien. Sé lo que soy, y estoy bien con ello. Tal vez algún día también tú
lo estarás. —Me aprieta la mano—. Estoy de acuerdo en no hacerlo público.
No creo que mis amigos estarían más contentos que los tuyos. Así que hasta
que veamos a dónde va esto...
La freak y el geek.
81
9
Tiendas de Campana y Ampollas
Traducido por Susanauribe
—V
oy a ir a un viaje de campamento con mi familia.
82
Me siento un poco nerviosa por el pensamiento y me digo a mí misma que
sólo es porque voy a tener un mal rato continuando mi campaña mientras él
está lejos.
Casi creo que lo hace para molestarme —y lo hace— lo cual puede explicar
mi frívola respuesta automática que he perfeccionado con los años para
diversión de mis amigos.
83
—Muerto y en prisión, gracias por preguntar. —Sólo cuando se congela en la
acción de entregar la limonada es que me doy cuenta de lo que he dicho.
Miro a Trevor y veo una mirada adolorida en su rostro.
—Oh, perdón, quieres decir los de acogida. Quiero decir, los Grant. —Me río
nerviosamente—. Me acabo de dar cuenta que vivo con los Foster Grant 10—
balbuceo inquietamente—. Ya sabe, ¿como los lentes de sol?
—Tengo que irme, Trev. Gracias por la bebida, Sra. Br… Hoffman.
—Jen, espera.
10FosterGrant: Foster en español significa familia adoptiva. Pero Foster Grant o FosterGrant, como
indica después, es el nombre de una reconocida marca de lentes de sol.
84
⊕⊗⊕
—Supongo.
—Carol llamó.
—¿Quién?
—Bueno, Pat y yo creemos que suena divertido, pero decidimos que debería
ser tu decisión. No sé cómo te sientes respecto a acampar pero pensé que
podría gustarte ir si Trevor va a ir.
85
Esto es un desarrollo impresionante: un adulto que pregunta mi opinión en
vez de decirme lo que debería querer. Pienso en decir no sólo para ver si en
verdad puedo ejercer esa clase de poder, pero no quiero arruinar la
oportunidad de no pasar una semana esperando a que Trevor regrese a casa.
—Claro, ¿por qué no? —digo, pensando que Trevor apreciaría esa respuesta.
⊕⊗⊕
—Sí, es fácil para ti decirlo. No eres tú el que comparte una tienda con la
porrista —murmuro.
Pat se ríe de eso. No creo que estará riéndose cuando tomen su insignia por
poner a su hijo en peligro.
—Está bien, agarra el otro lado de ese tubo y ayúdame a poner esto.
86
Una vez que tuvimos las tiendas listas y todo nuestro equipo guardado y
organizado, nos reunimos en el campamento de los Hoffman para cocinar la
cena juntos. Trevor puede ver que estoy de muy mal humor y trata de
animarme. Ni siquiera un animado abrazo de mi amigo Todd ayuda.
—No va a funcionar hoy, Trev. Tengo que dormir en una tienda con la
porrista. Doble golpe.
—La porrista.
Luce perdido.
—Tamara.
—¿Va a venir? —Se anima con la noticia, y le disparo una mirada asesina.
Sólo se ríe.
—Oye, Trevor, ¿por qué Jennifer y tú no vienen y nos ayudan con las papas?
—grita la Sra. Brady/Cleaver alegremente, luciendo perfectamente en
campamento con sus botas de escalar y chaleco a cuadros escoceses.
—Le gusta que la llamen Jen —escucho a Sue decirle desde dentro de lo que
animadamente llaman ―la tienda de víveres‖, y mis cejas se alzan un poco
ante su defensa.
87
Pelamos papas hasta que quiero gritar y luego tengo que esperar eones hasta
que finalmente como mi primera comida holandesa en la vida. Es la mejor
cosa que he probado. Lo único agrio es la llegada de la porrista justo cuando
estamos terminando. Debería haber estado en casa desde la escuela más
temprano pero estaba en alguna clase de mini vacaciones con algunos
amigos. Deseé que se hubiera quedado sólo una semana más… o dos meses,
dos años, lo que sea.
Pongo mis ojos en blanco con lo geek de su petición, pero como Trevor es
todo un verdadero geek en verdad, por supuesto la conoce, y todos se le
unen, excepto yo. Luego su padre salta a la canción del oso, la cual Trevor
inmediatamente inicia.
88
—Vi un oso. —Ahora señala a la porrista quien felizmente hace eco en un
tono perfectamente alto.
No canto más que eso, pero cuando miro a Trevor, me sonríe felizmente. La
porrista está resentida… ambas son buenas cosas.
⊕⊗⊕
—¿Trotas mucho?
89
—Sólo es otro de mis talentos secretos. —Sonríe, moviendo sus cejas
cómicamente.
Pone mi cabello hacia atrás en dos trenzas, luego pone un pañuelo triangular
encima. Me pasa un espejo, y estoy sorprendida. No es para nada mi tipo de
look, pero definitivamente no es malo, medio chica motociclista. Puedo
lidiar con eso.
90
—Pensé que se suponía que debías explotarlas —gruño miserablemente.
—No, la piel forma una clase de protección natural. ¿Puedes lograr bajar?
—¿Tengo opción?
Les estoy restando velocidad al bajar de nuevo al campamento, así que les
digo que se adelanten y que los alcanzaré. Trevor elige quedarse conmigo,
como sabía —esperaba— que haría.
—Así que, Trevor, ¿has tocado la guitarra por mucho tiempo? —rezuma
ella.
—He tocado piano desde que puedo recordar. No hay mucha diferencia
entre los dos, así que fue bastante fácil tomar el ritmo.
Asqueroso.
—Bueno, no lo traje conmigo así que… —Deja la frase sin continuar, y ella se
ríe por lo bajo como si fuera la cosa más graciosa que ha escuchado. Calculo
91
la probabilidad de causarle un verdadero daño por hacerla tropezar con la
vara. Desafortunadamente no es un camino inclinado.
Luego pasa su brazo por el de él, y mi mandíbula se tensa. Trevor mira hacia
atrás a donde estoy con el gesto y deja de caminar, volteándose hacia mí, lo
cual efectivamente rompe su agarre.
—Voy a cargarte.
—Te matará.
—He cargado paquetes más pesado que tú en peores terrenos que éste. No
soy tan débil como crees.
92
La porrista suspira fuertemente, y miro encima del hombro de él para verla
mirando este intercambio infelizmente. Definitivamente no quiere que
Trevor me cargue.
93
10
Malvaviscos y Competencia
Traducido por Vettina
P
ruebo mi primer malvavisco asado, cocinado por Trevor después de
haber quemado cinco. Está delicioso. La porrista le pide que le cocine
uno, y porque él sigue siendo Trevor el Cortés, lo hace. No tengo que
preguntar. Me hace otro, luego tantos como quiero, sin siquiera tener que
pedirlo. Eso le molesta a ella.
Yaciendo en la tienda con ella esa noche, miro a través de la pantalla del
techo abierto al impresionante despliegue de estrellas sobre nuestras
cabezas. Nunca he visto tantas estrellas, pero Trevor me explicó que siempre
están ahí, solo que no podemos verlas por todas las luces de la ciudad. Trato
de encontrar las constelaciones que me señaló.
94
—¿Qué estas preguntando, Tamara? ¿Qué quieres?
—Creo que como que me gusta. Así que si no estás interesada en él de esa
manera, entonces pensé, ya sabes, que yo podría…
—Estás en la universidad.
—Me gradué antes. Probablemente soy sólo un año mayor que él, si acaso.
No me había dado cuenta de que está tan cerca de mi edad. Está dos años
por delante de mí en sabiduría escolar, así que me imaginé que era algo
parecido en sabiduría de años también.
—Si no tienes un problema con ello, creo que podría ir por él.
Sus palabras me hacen querer estrangularla, pero ¿qué puedo decir? ¿No, él
es mi proyecto favorito, quien me gusta aunque no lo planee así y quien cree que soy
algo que no soy, así que mantente alejada hasta que termine con él?
—Haz lo que quieras —le digo irritada, rodando sobre mi espalda para
mirar hacia afuera otra vez. No creo que Trevor se aleje. Se ha enganchado
muy bien en mi trampa. Creo. Espero.
95
⊕⊗⊕
—Escapar.
96
—No tengo una hermana —le digo con firmeza, el tono burlón se ha ido de
mi voz.
—Dondequiera que voy, ahí está. Está constantemente siguiendo mis pasos,
haciéndome toda clase de preguntas y riéndose de todo lo que digo, incluso
cuando ni siquiera es gracioso. ¿Cuál es su problema?
—No, ella tiene sólo dieciocho años, se graduó antes. Debería ser de último
año, yendo a la escuela con nosotros. ¿No sería una alegría?
Levanto una mano, destacando las palabras que ella dijo con mis dedos.
12Padawan: Es uno de los niveles en los que puede estar un Jedi en el Universo de StarWars. El
nivel Padawan es el segundo de todos.
97
—Dice que eres lindo, divertido, tienes una gran voz, eres fuerte... —Mi voz
se va apagando y dejo caer mis manos, encogiéndome de hombros—. Lo
más probable es que pueda sentir que me gustas, y ella es extremadamente
competitiva.
Me mira sospechosamente.
—Ella me lo dijo.
—¿Qué? —Su tono indica su indecisión sobre si debe estar más enfadado o
sorprendido por esto.
—Nunca dejes que se diga que limité tus opciones —digo, levantando un
dedo para enfatizar mis palabras.
No responde, sólo tira sus labios hacia atrás sobre sus dientes en una mueca
amenazante. Me mantengo firme en mi terreno.
98
Me ignora, caminando con propósito. No puedo ver a dónde vamos desde
que estoy colgando en su espalda, pero no pasa mucho tiempo hasta que
escucho la corriente del río. Me pongo rígida.
—¡Viaje a las estrellas! Sé de donde es eso. ¡Eso tiene que ser mi tarjeta para
salida gratis de la cárcel!
—Lo siento, pero no esta vez —dice, pero no suena como que si lo sintiera
en absoluto.
—Vas a caer, Hércules —le digo mientras lo tacleo alrededor de las rodillas.
Él cae fácilmente, ni siquiera tratando de mantenerse parado, saliendo
resoplando y salpicando como si se estuviera ahogando. Así que empujo un
puñado de agua hacia él, y la lucha continúa.
A pesar del agua fría que nos rodea y humedece nuestros cuerpos, este beso
tiene más calor en el que cualquier otro que me haya dado antes.
99
Dejo que use el término, sabiendo que está tratando de irritarme.
Cuando ella no entiende sus intenciones, canta una cursi canción de amor en
la fogata, mirándome directamente, claramente cantándome. Ella todavía no
lo entiende. Él decide que tiene que ser aún más descarado.
—Buen punto.
100
Se inclina, labios sobre los míos, colocando su otra mano contra el árbol en el
lado opuesto de mí, sin tocarme de otra manera. Unos segundos más tarde,
escucho el grito revelador, y sé que ella ha visto. Él lo escucha también si su
sonrisa contra mi boca es indicación de ello. Tamara se va pisoteando
ruidosamente
Toca mi mejilla.
—Me refiero a tu verdadera cara, la que no está oculta detrás de todo ese
maquillaje. Eres tan hermosa.
101
11
El Sr. Green en el Estudio con el Candelabro
Traducido por Niii
L
a vida en casa con la porrista no es agradable. Está bastante molesta
por toda la cosa con Trevor. Creo que está bajo la impresión de que
hice un movimiento luego que me informara de sus intenciones. No
tengo deseos de iluminarla con el hecho de que Trevor y yo ya teníamos un
tipo de arreglo.
El año pasado, la primera vez que vine a quedarme con los Grant, la porrista
acababa de irse a la universidad. Se había mudado la semana antes de mi
llegada, así que aparte de las vacaciones, no habíamos tenido que vivir bajo
el mismo techo. Probablemente agraviarla no es el mejor plan ya que
pasaremos todo el verano aquí, pero nunca he sido conocida por saber hacer
lo que es mejor.
Los terceros sábados se han vuelto una gran parte del juego. Hace feliz a
Trevor que esté deseando ir con él cada mes para ayudar. Nunca lo admitiría
en voz alta, pero he llegado a darme cuenta que realmente me agradan los
vejestorios. Algunos más que otros, mayormente los que han aceptado mi
presencia desde el principio, sin importar cuán extraño los mire.
13
Clue: Es un juego de mesa de misterio y asesinato originalmente publicado por
WaddingtonGames (UK) en 1948.
102
siempre recuerda su historia de Clue con perfecta claridad y un brillo en sus
ojos.
Me siento junto a ella, tejiendo a crochet, de todas las cosas. Me dijo una vez
que su nieta nunca viene a verla. Nadie jamás viene a verla. Yo no tengo una
abuela, y ya que ella parece haber sido abandonada por su nieta, nos hemos
adoptado mutuamente. Es por eso que me siento y tejo a crochet.
—Era más fácil antes de que su hija regresara a casa, ¿sabes? Realmente no le
gusto, y a mí no me gusta ella, así que me está costando ser agradable.
—Está celosa.
Sacudo mi cabeza.
—Aj, sí, tareas domésticas. Me quejé sobre ellas sin final, resentida por tener
que hacerlas, y resentida con mi madre por dármelas. Eso es, hasta que tuve
103
mi propio hogar donde cada tarea era mía. Entonces deseé poder volver a
tener simplemente el par de tareas que mi madre me daba. ¿Alguna vez te
dije que fui adoptada?
La miré, sorprendida.
—Es la cosa más cercana que tienes —dice mientras se inclina para sacar una
nueva madeja de hilo de su bolsa.
104
—Háblame de tus padres —dice, y sé instantáneamente que se refiere a mis
padres biológicos y no los de acogida. Nunca le he dicho a nadie toda la
verdad, solo verdades parciales y únicamente para servir a mis propios
propósitos. Sé que puedo decirle a la Sra. Green y que jamás dirá una
palabra de lo que diga a nadie más, que hay una posibilidad de que ni
siquiera recuerde la mayoría de lo que diga.
—Hasta que tuve seis, mi papá me utilizó como su saco de boxeo personal.
Ni siquiera me matriculó en la escuela, por lo que nadie lo supo. Cuando
tenía seis, sacó su pistola y me ordenó permanecer de pie en una esquina
para así poder dispararme. Tenía miedo de él, y era lo suficientemente joven
para no saber que podía negarme, así que lo hice. Era un juego para él.
Estaba disparando a mí alrededor, queriendo asustarme, lo que hizo como
no puedes imaginar. Alguien escuchó y llamó a la policía. Murió cuando la
policía vino y disparó porque se negó a bajar su arma. —Tomo una
profunda inspiración. Incluso después de todos estos años, el recuerdo me
aterra.
—Así que fui a vivir con mi mamá, quien no podía haberse molestado
mucho conmigo ya que ella estaba intentando sobrevivir a su violentamente
abusivo nuevo marido. Creo que ella se puso firme con él, porque
mayormente él me dejó tranquila, golpeándome solo algunas veces. Hasta el
día que vino a visitarme en la noche. —Me detengo, estremeciéndome con el
recuerdo. Tengo que recordarme que él ya no está, que nunca me lastimará
otra vez.
105
—Fue solo una vez, pero ella escuchó mis gritos incluso a pesar de que él
tenía mi boca cubierta. Ella entró, deteniéndolo. El día siguiente, lo apuñaló
hasta matarlo mientras estaba inconsciente por la borrachera. —Me encojo
de hombros—. Ahora está en prisión.
Levanto mi mirada, los ojos de la Sra. Green están en mí, llenos de empatía.
—Siempre puede serlo, ¿no? Aunque estimo que ese parece ser lo
suficientemente malo —dice, fanfarroneando y dándome una palmadita en
el brazo, como si pudiera sentir que cualquier otra cosa me derrumbaría. Ese
es el por qué me gusta tanto, porque sencillamente sabe.
Y me derrumbo.
106
12
Nueva Resolucion de la Chica Perdida
Traducido por Akanet
T
revor no intenta hablar conmigo acerca de lo que oyó por casualidad,
y estoy muy agradecida. Hay unos pocos trabajadores sociales que
conocen la historia completa, pero no creo que se la hayan dicho a
ninguna de mis familias de acogida. Si lo han hecho, ninguno de ellos se ha
preocupado por mencionármelo.
—¿Por qué no tienes otras fotos colgadas aquí, o cualquier otra cosa en
absoluto que sea tuya?
107
Me mira, un poco sorprendida de que sea tan sincera. También estoy un
poco sorprendida. No pretendía serlo, no con ella.
—No creo que a mamá o papá les importaría si quisieras conseguir algunas
cosas que conservar. Esta habitación se siente tan... no sé, como una vitrina o
algo así.
Me encojo de hombros.
Pienso en decirle que sí y dejarla vivir con eso. No parece enojada o molesta,
sin embargo, sólo curiosa, y después de las emociones de esta noche, me
encuentro con que no me importa si ella sabe la verdad. No estoy de humor
para juegos en este momento.
—Lo siento, fue una cosa malvada para hacerte —le digo. Por extraño que
parezca, las palabras son la verdad.
108
—Creo que realmente debes gustarle, ¿eh? —Entonces se ríe—. Supongo que
eso suena muy vanidoso, como si fuera tan deseable que en realidad debes
gustarle para que se me resista. No quise decirlo de esa manera.
—He oído que me llamas así —dice. Miro hacia el suelo, sin querer mirarla a
los ojos—. Sin embargo, está bien.
—No creo que seas tan mala como te gusta pretender que eres. Tampoco me
importaría si te quedas.
109
Me tambaleo hacia atrás en la cama, sintiéndome fracasada. Ruedo a mi
lado, acurrucándome como una pelota, presionando mis puños contra mi
corazón, demasiadas emociones como de montaña rusa en un día para mí.
⊕⊗⊕
Todo este acuerdo con Trevor se supone que es para que yo lo cambie a él y
no al revés. No hay verdaderos sentimientos involucrados. Fortalezco mi
decisión, tomo una respiración profunda, y endurezco mi espina dorsal. No
estoy aquí para ser amiga de una porrista o para convertirme en algo
parecido a una verdadera hija, y definitivamente no estoy aquí para
enamorarme de un geek.
110
—Mira, pasamos mucho tiempo haciendo lo que quieres. He visto más
películas de ciencia ficción de las que siquiera sabía que estaban disponibles,
paso tiempo con tus amigos que definitivamente no son mi tipo, voy contigo a
hacer caridad, acampe en una tienda de campaña por ti, fui a tu reunión
familiar…
—¿Qué, quieres decir con que no soy mi yo usual alegre y dulce? —le
pregunto sarcásticamente.
—Algo así —murmura. Luego más fuerte—. Si esto es por lo que sucedió
ayer... —Él se desvanece, y sé que está pensando en mi confesión
desprevenida a la Sra. Green. Pero no quiero hablar de eso.
—En realidad, Trev. —Se sobresalta por la forma en que escupo su nombre—
. Todo esto se siente un poco de un solo lado.
—¿Qué? ¿Qué estás diciendo? —Está desconcertado, las palmas hacia arriba
en actitud de súplica.
—¿Cuántas veces te he pedido que vengas conmigo, salir con mis amigos?
—¿En serio? ¿Es eso lo que piensas? Entonces ¿por qué me has estado
mirando de esa manera todo el día?
—Disgustado porque tengo el mismo aspecto como el que tenía cuando nos
conocimos al principio, en lugar de la versión diluida en la que me he
convertido últimamente.
111
Se levanta, acercándose para quedar justo frente a mí, efectivamente
cortando mi ritmo. Está justo en mi cara y, aunque puedo ver la tormenta
rugiendo en sus ojos, no grita o trata de intimidarme.
Veo, asombrada, como se va. Trevor nunca se ha alejado de mí. Mis velas se
desinflan, y me hundo en mi cama. Esto no es como me imaginaba que iba
ser. Quería que se humillara, que hiciera lo que yo quería para mantenerme
feliz.
—¿Sí? —gruño toscamente, queriendo que sepa que todavía estoy enojada.
—Sábado —le disparo en respuesta, sabiendo que habrá una fiesta en alguna
parte.
—Bien.
—¿Y Jen?
—¿Sí?
—Tienes razón… sólo hemos hecho las cosas que he querido. Lo siento si te
hice sentir que lo que quieres no es importante para mí. Lo es.
Suspiro. ¿Por qué tiene que ser un idiota, haciendo a mi interior todo
sensiblero diciendo esas cosas?
112
—También lo siento. No quiero pelear contigo.
Me ando un poco con rodeos, con miedo de que se eche para atrás si le digo
que es a una fiesta.
—Está bien.
—¿Qué tal si vienes a eso de las seis, y te haré algo de comer primero?
—Tal vez, tal vez no —le digo y cuelgo con el sonido de su risa.
113
13
Pollo, Soda sin Gas y Enredaderas
Traducido por Mari NC
E
l sábado por la mañana, mi madre de acogida me lleva de compras de
comida, cuando le digo mi plan de preparar la cena para Trevor.
Estoy segura de que tiene grandes esperanzas de que el nerd tenga
influencia sobre mí y me vaya a transformar en la ideal hija adoptiva que
puede mostrar al mundo con orgullo.
Una de las cosas que hago es un asesino plato de pollo, a pesar que es un
talento que atesoro. Dejo que Sue me de consejos sobre cómo cocinar, ya que
ella no es consciente de mi capacidad. Le digo que quiero hacer pollo y
papas y dejarla parlotear acerca de la preparación. Después de todo, está
pagando la cuenta.
Cuando regresamos a la casa, ella oscila un poco, pero muy pronto observo
para verla sonriendo hacia mí como el gato que se comió al canario.
—¿Qué? —pregunto.
—Creo que has estado en una cocina antes. Casi luces como una profesional.
114
—Sí, claro. —Me encojo de hombros, aliviada de que este es su
descubrimiento.
—En serio, estás cocinando con una facilidad natural, y te ves muy feliz de
hacerlo.
Me apresuro y pongo una mueca en mi cara, pero esto sólo la hace reír.
—¿Alguna vez pensaste en convertirte en una chef? ¿Tal vez abrir tu propio
restaurante algún día? —pregunta mientras me inclino en la nevera para
sacar algunas cosas.
Instruyo a mi cara antes de mirar hacia ella, no quiero que vea en mi cara lo
cerca que ha estado de adivinar mi único sueño, el que me aplasta con su
imposibilidad.
—Tal vez pueda ser una cocinera en el restaurante. Ser una chef requiere de
escolarización. De alguna manera, no veo la universidad en mi futuro —le
digo.
—Lo he hecho, sí. También sé que no son un fiel reflejo de lo que eres capaz.
Mi enojo chispea.
—Sí. —Su respuesta es simple, directa. Ruedo mis ojos. Ella es casi tan
imposiblemente agradable como Trevor.
115
elogio por mis habilidades culinarias. También estoy feliz que haya venido
casual, en una camiseta gris lisa y pantalones vaqueros, manteniendo el
estilo nerd al mínimo y luciendo bastante caliente en el proceso, tengo que
admitir.
—Te ves bien, Trev —le digo y recibo un beso por mi elogio.
⊕⊗⊕
116
—¿Nos abandonas durante todo el verano y quieres nuestra ayuda?
Beth y Ella se reúnen con nosotros en la puerta, Beth tiene a cuestas un chico
alto y delgado con un fracaso de cabello rubio, ojos inyectados en sangre
delineados con negro, muchas perforaciones faciales en marcha, vestido de
negro sólido. Es exactamente su tipo, y el mío también. Entonces miro hacia
el pulcro Trevor, comparándolo con Adama, y pienso que tal vez mi tipo
está cambiando un poco, porque Trevor se ve mucho mejor para mí de lo
que Adama lo hace.
Extraño.
Este es mí territorio.
Kyle sale de una habitación, seguido por una nube de humo acre y dulce.
—¡Hey!, hola, mira quién ha decidido honrarnos una vez más con su
presencia —habla lentamente, con voz aguda demasiado ruidosa y
117
demasiado alta. Se inclina y planta un beso baboso en mi mejilla, entonces,
se da cuenta de Trevor.
—Bien, Kyle.
—Estoy apacible y feliz, hombre. ¿Te puedo traer algo de beber? —Él lo
arrastra, guiando a Trevor a trompicones a la cocina con un brazo colgando
alrededor de su hombro. Los sigo, preguntándome si voy a tener que
recordarle a Kyle tomarlo con calma.
Kyle sirve una copa de Coca—Cola sin gas de una botella de dos litros.
Señala con un gesto a una serie de botellas detrás de él.
14
Conductor designado: Programa social generado por los altos índices de accidentes de tránsito y
muertes relacionadas con el consumo del alcohol, la persona que es elegida no debe consumir
alcohol para poder manejar.
118
Trevor sólo sonríe sin humor, pero ya Kyle se está girando en mi camino.
—¿Y qué puedo conseguirte magnifica lindura? —Hago una mueca ante el
cariño no deseado.
—Ah, claro.
Quiero patear a Kyle por ser un idiota cuando veo la sombra que pasa a
través de los ojos de Trevor. Kyle me entrega la copa llena, y Ella viene a mi
rescate.
—¿A tus padres no les importa que tengas esta cantidad de gente aquí?
—Trevor le pregunta a Adama casualmente, situando su intacta copa de
refresco sin gas abajo en el borde de la caja de flores.
119
—Supongo que es probable si lo supieran. Pero ya que están en París, dudo
que aparezcan de repente.
—¿No te preocupa que vayan a encontrar algo al llegar a casa que indique…
—Él agita su mano hacia la ruidosa dirección de la casa— …Todo esto?
—Lo tienes aquí, pero todavía parece como el mismo viejo Trevor —dice.
Me encojo de hombros, y mira pensativa hacia el lugar donde desapareció—.
Bueno, quizás no exactamente el mismo. Se viste de manera diferente. Se ve
un poco más flojo. Tal vez tu plan está funcionando.
—Tal vez —digo, no queriendo realmente hablar sobre Trevor con ella.
—No has conectado con él, ¿verdad? —Su pregunta, en lugar de horrorizada
como habría sido un par de meses atrás, surge sonando esperanzadora. No
quiero jugar a este juego de nuevo, no con ella.
120
—Tal vez —digo, sabiendo que la mantendrá lejos de él, al menos por un
rato.
—Bueno, creo que siempre está el próximo año después de que te hayas ido.
—Se ríe, y sonrío con los dientes apretados. Se levanta cuando Trevor
camina de vuelta al exterior, y mientras ella pasa junto a él, arrastra una
mano sobre su pecho.
Trevor se sienta junto a mí, rígido por la tensión. Él mira a Beth y Adama,
que aún van por ello, y deja escapar un suspiro suave que está lleno de
disgusto.
—Sí, lo sé.
Coge mi mano y entrelaza sus dedos a través de los míos. Lo dejo a pesar de
que de alguna manera deshace toda la cosa del secretismo. Me imagino que
lo necesita. Tal vez yo también, un poco.
—Supongo que esto debe ser cómo te sientes cuando estamos con mis
amigos, ¿eh?
121
—E intereses —añade, mirando hacia atrás a través de la puerta de entrada a
la casa.
—No, está bien. Estos son tus amigos, y si puedes acostumbrarte los míos,
me puedo acostumbrar a los tuyos. —Sus palabras son valientes, pero
mezcladas con duda.
—Yo quiero irme. —Aprieto su mano, y él me mira para ver si estoy diciendo
la verdad o simplemente tratando de dejarlo fuera de culpa. Trevor no
pertenece aquí, todavía no. De pronto, con urgencia, quiero sacarlo de aquí.
—¿Estás segura?
Estamos alrededor del lado de la casa, donde las enredaderas cuelgan tanto
contra la casa como a lo largo de la valla por encima de los arbustos
recortados con precisión. Las plantas tienen el efecto de silenciar el ruido,
dando al patio lateral la sensación de un refugio privado. Trevor se detiene
de repente y tira de mí en sus brazos, me besa hasta que mi cabeza da
vueltas.
—Gracias —dice, inclinándose hacia atrás—. Sé que te vas sólo por mí.
122
—Está bien —dice, sonriendo—. Está resultando ser bastante divertido
después de todo.
Yo no sabía que era posible besar mientras se sonreía, pero me doy cuenta
de que lo es.
123
14
Klaatu Viene en Paz
Traducido por Paaau
Pienso en las veces que había llegado a esta misma hora a casa en el pasado.
Gimo en el teléfono.
—Lo siento —dice ella, sin sonar como si lo estuviera—. Me dijiste que aún
no te besabas con tu pequeña mascota. Pero eso no es lo que vi.
124
—Bueno, él, sabes cómo son los chicos. —Tropiezo con las palabras, tratando
de encontrar igualdad en esta extraña conversación—. Algunas veces debes
convencerlos de otras formas.
—¿No habías estado con él de esa forma antes? —Aún suena indignada.
—Sí, quiero decir… él estaba un poco molesto por la fiesta. Ponte en sus
zapatos. Nunca ha sido expuesto a algo así antes.
—Entonces, si no quiero que se aleje, con el rabo entre las piernas, tengo que
hacer algo para que vuelva, ¿verdad? —Me estremezco al hablar así de
Trevor con Ella.
Ella se ríe.
—Sabes, Jen, eres mucho más astuta de lo que sospeché. —Me avergüenzo
de su apreciación, sobre todo porque es verdad—. Bueno, mantenlo así,
chica. Voy a dormir. ¿Te veo el próximo sábado?
Puedo detenerme ahora, salirme de su vida. Eso sería fácil para mí. Una
nueva familia de acogida signifique probablemente una nueva escuela, y él
puede avanzar, olvidarme. Estoy segura que la tímida Mary Ellen estará
encantada de volver a ser el objeto de su afecto. Mi estómago se aprieta ante
el pensamiento de Trevor con ella.
125
Incluso mientras pienso en eso, sé que soy demasiado egoísta para realmente
avanzar. He estado considerando quedarme con los Grants, al menos hasta
la graduación al final del próximo año. Si soy honesta, debo admitir que me
gustan un poco. Luego está Trevor. Sé que no hay ninguna posibilidad de
algo real entre nosotros, pero me he divertido mucho más con él en los
últimos meses que en cualquier otro momento de mi vida. Dejo caer mi
cabeza en mis manos, restregrandomi cara como si ayudara a resolver el
problema. Me levanto y camino hasta el espejo, y noto una tercera fotografía
de Trevor y yo pegada bajo la primera. ¿De dónde había salido?
Hay una forma para que estemos juntos, pienso. Nunca podré ser lo
suficientemente buena para él, no como es él ahora.
⊕⊗⊕
126
—¡Jen—Jen! —Siempre dice mi nombre dos veces.
—Hola, Jen, ¿cómo estás hoy? —me pregunta ella. Me dice Jen desde que mi
madre de acogida defendió mi nombre, lo que es personalmente incómodo.
Casi preferiría que volviera a llamarme Jennifer.
—¿Eso es…?
15
Klaatu: Personaje del Día en que la tierra se detuvo.
127
—¿Eso significa que estoy perdonada? —pregunto, sonriéndole vacilante.
—Bueno, no has llamado desde el sábado en la noche, así que pensé que
quizás…
—Oh, sí, lo siento por eso. Todd estaba teniendo un mal día ayer. Para
cuando terminamos con eso, era bastante tarde.
A veces, Todd tenía lo que Trevor y sus padres llamaban ―días malos‖,
cuando pasaba el día con problemas de conductas que iban desde llorar a
rabietas al negarse a salir de la cama.
—¿Por qué debería estarlo? Son tus amigos, y si es eso lo que te gusta hacer,
entonces… —Se inclina hacia adelante y me besa—. No estoy interesado en
cambiarte, Jen. Me gustas tal como eres. —Culpa se desliza dentro de mí.
—Está bien, entonces, estoy realmente molesto contigo. —Miro sus cándidos
ojos verdes y suspiro, rindiéndome ante su calma contagiosa.
128
Luego me besa de nuevo, quizás no tan suavemente como antes pero aun
mucho más agradable que cualquier cosa que he experimentado.
⊕⊗⊕
—¿Quieres decirle a los chicos que vengan para ver una película esta noche?
—pregunto.
16
Red Ryder: Popular tira cómica creada por Stephen Slesinger y el artista Fred Harman.
129
—Ven a intentarlo —dice, tirándome hacia el trampolín, poniendo el Dvd en
la almohadilla junto al borde.
Trevor solo ríe. Cierro mis ojos e inhalo profundamente. Cuando salto, me
inclino, sintiendo sus manos en mi espalda y estómago, empujando mis pies
sobre mi cabeza, y luego, de pronto, estoy sobre mis pies. Mis ojos se abren
con sorpresa, y me río.
130
—¿Preguntarme qué? —digo sospechosamente, mirando a Trevor quien aún
sostiene a su hermano en sus brazos.
—Me encantaría ir. ¿Cuándo? –lo corto, y sus cejas se levantan con asombro.
—Lunes. Siempre boleamos los lunes —me dice Todd, como si yo debiera
saber esto.
131
—Bueno, como que lo hiciste.
—Tienes razón. Lo siento. Pero si estás en una liga, ¿cómo puedo yo…?
—Sí, claro —digo, cortando a Trevor antes de que diga ―no‖ por mí cuando
comienza a hacerlo.
⊕⊗⊕
132
Trevor y Todd realmente tienen un casillero que arriendan para sus bolas.
Trevor me consigue unos zapatos mientras intento encontrar la bola menos
repugnante que puedo. Sin la distracción de mis padres de acogida y sin ser
observada por la mamá de Trevor y la porrista, soy capaz de ver interactuar
a Trevor y a Todd. Cuando Todd consigue un strike o su bola se va hasta la
cuneta, obtiene los mismos aplausos y choques de palmas de Trevor, y de mi
parte también, ya que estoy en su equipo, como dice Todd. Se acerca, la
mano levantada en cada tiro.
133
15
El Dinero Es Mio
Traducido por Eve2707
—H
e notado que esta habitación no se ajusta
particularmente a tu estilo.
—Yo decoré esta habitación para que se viera como yo siempre quise que mi
habitación se viera cuando era una niña. Supongo que nunca se me ocurrió,
que quien sea que viva aquí debe querer decorarla con su propio estilo.
—Ella me ve. —¿Realmente no te viene en absoluto, verdad?
—Eso no importa —le digo, un poco confusa con esta extraña conversación.
134
—Bien —le digo, tratando de ignorar ese estúpido sentimiento cálido que
trataba de salir a la superficie con sus palabras—. Probablemente no
esperabas que alguien como yo apareciera en tu puerta.
—No, creo que no —ella admite, y aún estoy tratando de decidir si sus
palabras deberían ofenderme cuando ella añade—: Pero estoy muy contenta
que lo hayas hecho.
Estoy completamente aturdida por sus palabras porque suena tan genuina.
—Pero tampoco es tan bueno. —Ella me sonríe—. ¿No tienes cosas propias
que te gustaría tener aquí? No lo sé, ¿Posters, fotografías o algo?
135
—No dije que no me gusta. Pero… tú sabes, una familia de acogida no es una
familia real. No es permanente. Tendré dieciocho en unos pocos meses. Creo
que el Estado seguirá pagándote mientras esté en la secundaria, pero la
graduación está a menos de un año. Si, tú sabes… si quisieras quedarte
conmigo ese tiempo de cualquier manera.
Ella baja las escaleras y entra al estudio. Nunca he estado realmente en esta
habitación, más que asomando mi cabeza una vez por curiosidad. Parece ser
un lugar muy aburrido, nada para mí aquí, así que nunca tuve razón para
merodear.
Sue camina hacia el escritorio y abre un cajón. Saca un pequeño libro azul y
me lo da.
136
Ahorros de Jennifer.
Miro a Sue, y ella hace un movimiento con sus dedos para decirme que
prosiga. Doy vuelta a la siguiente página y veo lo que parece un registro de
chequera, con fechas y números, registrados en la parte inferior de la página.
—Debimos haberte dicho de esto antes, creo. Queríamos que fuera un regalo
de graduación. Cada mes que recibimos el cheque del Estado, se deposita
directamente en esta cuenta. Así como dinero de nosotros que depositamos
ahí cada mes.
—¿Por qué? ¿Qué quieres de mí? —Mi voz sale con un sonido un poco
estrangulado.
—Sí.
137
—Sí, claro. Mira. —Ella tiende la mano, y de mala gana se la entrego. Abre
en la primera página otra vez y señala:
—Eso significa que el dinero puede ser depositado o retirado por cualquiera
de nosotras —ella explica, regresándomelo—. Así que sí, puedes ir y
retirarlo todo. Hoy, si lo quieres. El número de cuenta está anotado ahí.
—Claro. Si quieres quedarte con la libreta, es tuya. Solo te diré cada vez que
haga un depósito y tú puedes darle seguimiento.
—Tengo una mamá —digo desafiante. Un destello de dolor cruza sus ojos.
—Aquí no hay cadenas, Jen. Nadie está tratando de… no lo sé, lastimarte o
hacerte el tonto, lo que sea que sospeches. Solo estamos tratando de ser…
138
Abro la pequeña libreta otra vez, viendo el total de la cuenta, es más dinero
del que he visto alguna vez en mi vida. Claro, pienso, sipuedo ir al banco en
cualquier momento y sacar el dinero, entonces ella también puede. Después de mi
algo extraña actuación ella probablemente se está arrepintiendo de haberme
contado y está decidiendo que no soy digna de él después de todo. Decido
que no hay tiempo como el presente para probar sus palabras.
Salto de la cama y corro escaleras abajo agradecida de ver que ella aún está
ahí. Me llama mientras paso junto a ella y salgo por la puerta principal, ella
tiene la ventaja de un carro así que tengo que ser rápida.
—Quiero retirar este dinero —le digo, tratando de sonar convincente pero
más que nada sueno nerviosa.
—¿Cuánto quieres?
—Todo.
—Uh, no. —No pienso que quiero cerrarla, no estando segura que siquiera
tengo la autoridad.
139
—Hay un mínimo de veinte cinco dólares que necesitan quedarse en la
cuenta para dejarla abierta —dice ella, y prácticamente puedo escuchar que
pone sus ojos en blanco.
—Bueno, está bien. —Trato de no sentirme como una ladrona, que estoy
segura que soy. Sue dijo que era mío.
No estoy segura de lo que ella quiere decir, así que me encojo. Ella suspira y
comienza a contar el dinero, dejándolo sobre el mostrador mientras
continua, así que puedo ver que ella no me está timando. Luego lo desliza en
una gran pila y la pone en un sobre.
—Gracias —digo insegura. Esto ha sido demasiado fácil. Algo no está bien.
Mientras camino hacia afuera del banco, veo al guardia de seguridad con
cautela, segura que me va a atacar y forzarme a regresar el dinero. Él ni
siquiera mira mi camino, y de repente estoy fuera, con un sobre lleno de
dinero que nunca pudiera haber imaginado en mis manos.
Abro mi armario y saco mi pequeña caja. Aquí es donde guardo todo lo que
es importante para mí, es la única cosa que llevo de casa en casa. Pongo el
sobre en la caja y después regreso la caja dentro del armario, enterrándola
debajo de una pila de ropa sucia. Espero que nadie se ponga lo
suficientemente curioso como para buscarla. Con culpa en el corazón, me
meto debajo de mis cobijas.
140
16
El Ladrón Confiesa
Traducido por Caamille
—¿Q
ué te pasa esta semana? —pregunta Trevor. Estamos en
mi habitación, yo acostada sobre la cama y Trevor
sentado en el suelo cerca de mí.
—¿Ves lo que quiero decir? —Alza la vista hacia mí—. ¿Pasa algo?
Miro culpablemente hacia mi armario. Ni Sue ni Pat han dicho algo sobre el
dinero robado. Mañana se supone que voy a ir de compras con Sue para
―remodelar‖ mi habitación, como ella dice. Me pregunto si me planteará lo
del dinero, diciéndome que pague por las compras.
—Está bien, voy a decirte un secreto —le digo—. Pero sólo porque me siento
realmente culpable, y si no se lo digo a alguien, voy a explotar.
141
—Entonces ¿por qué te sientes culpable? Deberías ponerlo en el banco para
que no lo pierdas o te lo roben. Podría llevarte y puedes abrir una cuenta.
Trevor luce confundido, así que le cuento la historia, pasando por alto
ciertas partes, esas partes que principalmente son mis propios pensamientos.
—Espera, ¿piensas que Sue podría decirte acerca de esto, decirte que es tuyo,
luego quitártelo?
—Bueno, cuando lo pones de esa manera, suena tonto pensarlo —le digo
desafiantemente.
—Eso es porque es tonto. Sue y Pat parecen buenas personas. Estoy bastante
seguro que ella no está tratando de hacerte algún tipo de broma cruel.
—¡Lo sé!
—Entonces ¿qué está pasando, Jen? ¿Qué está pasando realmente? Porque no
creo que esto sea por el dinero.
—No sabes —le digo con irritación—. No sabes nada. Tu mundo es todo
sobre felicidad, sol y seguridad. Yo no tengo ese lujo. Nunca lo he tenido.
Él no dice nada, sólo me tira con fuerza contra él así estoy sentada con mi
espalda contra su pecho. Me envuelve con sus brazos, y en ese silencio me
demuestra apoyo, encuentro seguridad.
142
—Tú no sabes sobre mis… verdaderos padres —tartamudeo con las
palabras, y me da un suave apretón—. Pero después de ellos, ha habido
muchos padres de acogida. No hay muchas personas ahí afuera como Pat y
Sue.
—Muchos padres de acogida están ahí por el dinero y por el trabajo gratis
que es tener a los niños de acogida, o al menos con los que he tenido
experiencia. ¿Qué puedo hacer, verdad? Ellos te tienen por la garganta.
Tienes que hacer lo que te dicen, tratar de quedarte el mayor tiempo posible
porque es mejor que el refugio. Te sorprendería encontrar que no hay
muchas familias buscando a una rebelde adolescente de pelo negro, con
perforaciones para tener en sus casas. —Traté de sonar frívola, pero no fluye
muy bien.
Trevor está en silencio por tanto tiempo que finalmente lo miro. Está
mirando mi espejo, en el que parece surgir una nueva foto cada pocos días
—y en el cual Trevor reclama no estar—. Ahora casi está cubierto por todos
lados hasta en los bordes. Finalmente, mira hacia mí, y estoy agradecida de
que sus ojos no están llenos de simpatía, eso no lo podría aguantar.
143
Mientras mi mente se vacía de sospecha y se llena con algo parecido a la
esperanza, le sonrío.
—¿Qué? —Suena suspicaz, pero está sonriendo y sus ojos están claros.
⊕⊗⊕
Le confieso el robo a Sue, quien se ríe de mí. Por supuesto, no esperaba esa
reacción. Decepción por lo menos, una llamada para que me sacaran
inmediatamente de su casa como mucho. Le entrego la libreta dócilmente.
Ella me la devuelve.
⊕⊗⊕
144
Una cosa voy a decir de Sue, es que ella sabe cómo ir de compras. Estoy
agotada mucho antes que ella. Me deja elegir todo, sutilmente guiándome en
los tonos y los colores que terminan luciendo bien juntos. No sé cómo lo
hace, pero una vez que volvemos a casa y arreglamos mi habitación, es
exactamente la habitación que siempre he querido pero nunca me atreví a
esperar.
145
17
Ofertas y Problemas
Traducido por Dani
A
hora estoy pasando la mayor parte de mi tiempo con Trevor.
Aparte de Beth y Ella, no me he tomado el tiempo de hacer ningún
amigo de verdad. Hacer amigos requiere mucho esfuerzo cuando
tu estancia es temporal. Quizás originalmente habría puesto más esfuerzo si
hubiera sabido que tendría la buena suerte de terminar con dos familias
distintas en la misma zona de la escuela. Para el momento en que me vine a
quedar con los Grant, estaba lista para tener una estancia de menos de un
año… o eso había pensado. Ahora que estoy planeando hacerlo un poco más
permanente, me siento arrepentida de no haber hecho el esfuerzo.
Principalmente porque Beth y Ella están bastante enojadas conmigo sobre
todo el asunto de Trevor y no me están hablando mucho.
Era tan honesta con ellas como podía serlo, dejando a un lado mis
sentimientos por él. Les dije que había decidido que me gustaba pasar el rato
con él, así que se habían desentendido de la apuesta. Ellas totalmente no lo
entendían. Creen que me vendí, lo que supongo es verdad en algún grado.
Estoy bien con eso porque me está gustando más, tanto mi vida como yo
misma estos días.
Entonces suceden dos cosas que alteran mi nuevo equilibrio. Primero, una
conversación con Pat y Sue, y segundo, un improvisado comentario que hizo
Trevor inmediatamente después de esa conversación, que había solidificado
una idea en mi mente.
146
No les podía decir que mi duda no era por ninguna de esas razones. Mi
duda venía de esa cruda herida llamada esperanza. Lo he estado mirando de
todos los ángulos desde que me dijeron, y no puedo encontrar qué posible
motivo oculto podrían tener. Eso me está haciendo pensar que tal vez no
haya otra razón. Tal vez de verdad les gusto lo suficiente como para que me
quieran como parte de su familia como dijeron.
—Estás aquí casi todos los días, Trev. Sabes tanto sobre ellos como yo.
Me mira por debajo de esas hermosas pestañas largas, efectivo dado que está
sentado en el piso al lado de la cama, y yo estoy acostada en ella, con la
cabeza apoyada en una mano, y la otra colgando al borde de la cama, con los
dedos entrelazados con los suyos. Intento no derretirme por su mirada. Él
no tiene idea lo atractivo que son sus ojos.
147
—No estoy hablando sobre Pat y Su —dice en voz baja, y porque estoy un
poco perdida en el verde mar de sus ojos, toma un minuto para que las
palabras hagan eco en mi mente. Siente cuando mi mirada cambia, su mano
se tensa instintivamente sobre la mía para evitar que la aleje.
—Hemos estado… juntos… por un tiempo ya. Tú más o menos sabes todo
sobre mí. Pero hay un pedazo entero de tu vida que es un gran vacío para
mí. —Se encoge de hombros, bajando la vista hacia nuestras manos
entrelazadas. Levanta su mano libre, metiendo mi pelo detrás de mi oreja,
luego acaricia mi mandíbula con su pulgar, poniéndome la piel de gallina.
—No estás jugando limpio —digo entre dientes. Se inclina y me besa hasta
que mi estómago está ardiendo y mis dedos de los pies se curvan.
—No hay nada que decir. —Sé que sueno agresiva, pero no es algo que me
guste hablar, con nadie.
148
Me apoyo contra él, relajándome.
—Fue asesinado por la policía cuando fueron llamados a la casa. Uno de los
vecinos escuchó los disparos. Estaba disparándome.
149
—Para el momento que fui a vivir con ella, estaba viviendo con su segundo
marido, sólo otro modelo de mi padre, otro delincuente abusivo. No fui
realmente una adición bienvenida a la casa, pero ella tenía que tenerme. No
había nadie más.
150
Tomo una profunda, vigorizante inhalación y continúo.
Señalé la caja.
—Esa caja, sobre la que estás tan curioso —le gruñí, luego lo besé en la
mandíbula para que supiera que no estaba realmente molesta—, contiene
todas mis posesiones materiales. No mucho para mostrar por diecisiete años.
—Ábrela.
151
—Tal vez deberías ir a verla. Para preguntarle porqué —murmura, haciendo
el comentario que pone la idea en mi cabeza, una que nunca esperé —o
quise— tener.
Tira las cartas de regreso a la caja, y sus ojos se suavizan con simpatía.
—No puedo evitarlo. Me mata pensar cuán difícil ha sido para ti.
Me da una sonrisa torcida, pero incluso ésa está cargada con pesar.
—No puedo evitarlo. Es como estoy hecho. —Su excusa es lamentable, pero
mala o no, reconozco que es la pura verdad.
—Lo sé. —Estira un brazo para acariciar mi mejilla con su cálida mano, su
sonrisa es menos triste ahora—. Pero esa es la razón de que me ames.
—¿Sí?
152
18
¿Podría la Mama Verdadera Ponerse de Pie?
Traducido por Susanauribe
A
sí que decidí que es tiempo de ir y verla. La decisión no es tomada a
la ligera. El deseo de los Grant de adoptarme, así como el
comentario de Trevor, la pena por las cartas devueltas, han
plantado la semilla… no puedo evitar que crezca.
Le pido a Pat que me lleve. No parece justo pedirle a la mujer que quiere ser
mi nueva madre que me lleve a ver a mi vieja madre. No se lo pido a Trevor
porque ha estado tratándome como un cristal frágil desde nuestra
conversación. Sé que les dijo a sus padres porque su madre de repente está
siendo realmente amable conmigo. Su papá me dio un abrazo fuerte y
rápido, luego despeinó mi cabello y me retó a una lucha de brazos.
Quiero vestir natural, con maquillaje suave y cabello peinado para mostrarle
a ella que soy una chica buena, que he resultado bien, que no tiene un
impacto negativo en mí. Quiero vestirme tan duro como puedo, con el
maquillaje más severo y oscuro que pueda lograr, la falda más corta y
apretada, labios negros, cabello abombado, para que pueda ver exactamente
lo que su negligencia ha costado.
153
Vamos el miércoles. Tengo mi iPod metido en mis orejas, música resonando.
Es grosero, lo sé, algo que no me habría importado antes de que Trevor el
Educado estuviera conmigo. Soy un nudo de nervios con escalofríos a lo
largo de mi piel, y no tengo el ánimo para una pequeña charla.
Cierro mis ojos y pretendo estar dormida, sólo en caso de que Pat trate de
hablarme de todos modos, deseando que en verdad pudiera dormir.
Afortunadamente, Pat me deja en paz, ni siquiera mirando en mi dirección,
ignorándome completamente como yo lo hago con él.
El viaje de dos horas parece tardar para siempre, y sin embargo demasiado
pronto estamos pasando por la puerta de seguridad de la penitenciaria. Mis
temblores se aumentan a doble tiempo, mi estómago se aprieta.
En orden para entrar al sagrario interno, tienes que jugar una especie de
juego con los guardias en diferentes puestos. Montones de miradas
sospechosas hacia nosotros, una caminata a través de un detector de metal, y
un registro, el mío por un guardia mujer que podría patear mi trasero con su
dedo meñique y Pat por un chico grande y corpulento con el cual no querría
enredarme. Sospecho que estamos saliendo fácilmente cuando Pat muestra
su bolso de la DEA.
Finalmente, demasiado pronto, sólo hay una puerta de metal que resta entre
ella y nosotros. Me siento mareada, preguntándome si vomitaré en el limpio
piso blanco. Pat se pone a mi lado y me da un apretón en un brazo.
154
Asiento tensamente, luego me volteó hacia el guardia, que observa
simpáticamente. Probablemente no soy la única semi huérfana que adorna
ésta sala de espera viniendo a ver a su madre díscola.
—¿Lista?—pregunta él, luego sin esperar una respuesta, o tal vez sin darme
la oportunidad de acobardarme, gira una llave de su llavero repleto y la
puerta se abre. Entra y espera que lo siga, lo cual hago rápidamente porque
acobardarme suena bastante atractivo en este momento.
Hay tres mesas ocupadas. En una mesa está sentada una mujer grande y un
hombre con dos niños pequeños, probablemente su familia. Me pregunto
momentáneamente qué la alejó de ellos y si se arrepiente de la distancia.
Otra mesa tiene una vieja mujer que luce como una dulce abuela, aunque
está usando el overol blanco de carcelaria. Está siendo visitada por otra
mujer que podría ser su hija o una nieta.
La tercera mesa está ocupada por una mujer flacucha con largo cabello
marrón. Medio se pone de pie cuando entro pero mueve sus ojos detrás de
mí hacia el guardia y rápidamente regresa a su asiento. También miro hacia
el guardia, y él me asiente hacia esta extraña. Tomo un paso tentativo hacia
adelante, luego me detengo de nuevo.
155
que yo, más ruda. ¿Cómo ésta mujer, que es delgada, arrugada y no más alta
que yo, puede ser la misma mujer?
Ella mueve su cabeza, sus ojos mirando a todas partes… mis ojos, mejillas,
labios, cabello, cuello, brazos que están descansando en la mesa, como si
estuviera tratando de tomar cientos de diminutas fotos para almacenar.
156
culpabilidad y algo más profundo, me doy cuenta de que no está hablando
de Pat en absoluto; está hablando sobre el hombre que trató de matarme
cuando tenía seis.
—No, no creo que esa historia particular saliera alguna vez en una
conversación honesta de madre a hija—digo, y ella se estremece un poco con
el cinismo. No comenta, dejándolo ir, inclinándose hacia adelante y trayendo
ambas manos encadenadas fuertemente hacia arriba para descansar en la
mesa.
—Es una historia con moraleja, eso es claro. Tenía dieciséis. Era una chica
buena, aunque encontrarías eso duro de creer. —Se ríe sardónicamente,
como si dudara de sí misma—. Tuve buenos padres, una buena vida. No
quería nada. Pero era impaciente, ¿sabes?—No hace una pausa, no espera
una respuesta, pero podría haber respondido sí. Conozco ese sentimiento
demasiado bien—. Lo que sea que tuve, nunca fue suficiente. Siempre quise
algo más, aunque nunca supe muy bien qué era lo que quería.
157
—Comencé a encontrarme con él regularmente. Algunas veces nos
quedábamos en el bar bailando, pero principalmente regresaríamos a su
apartamento para… —Se interrumpe, sus mejillas se vuelven rosa, y me
muevo incómodamente, no porque está dejándome saber que ellos habían
estado teniendo sexo, eso no es sorpresa, sino por la manera en que su
vergüenza la hace lucir más joven, un poco más como la mujer que recuerdo.
—Nos mudamos lejos dos semanas después cuando Kerry tuvo una llamada
de su amigo Tom, quien dijo que tenía un trabajo aquí para él. Nunca volví a
hablar con mi familia de nuevo, incluso cuando las cosas se pusieron… mal.
No quería que supieran, no quería que vieran que habían estado en lo cierto.
Naciste no mucho después de eso. —Ella aprieta sus dedos y me mira,
encogiéndose como si es historia debiera responder todas mis preguntas. En
cambio, hay cientos de nuevas haciendo zoom en mi cabeza.
—No tienes idea de lo que fue, Jennifer. —Sus palabras son breves.
158
—¿Bueno, mejor tu inocente hija indefensa que tu, huh?
—No tenía manera de cuidar un bebé, ni siquiera a mí. No tenía dónde vivir,
ni trabajo, y no tenía familia. ¿Qué se suponía que hiciera?
—Qué te parece regresar y rescatarme tan pronto como tuvieras esas cosas.
O mejor todavía, llevarme contigo y resolverlo como cualquier madre
normal. ¿Cuánto tiempo viviste con tu siguiente marido, Stan se llamaba,
antes de que no tuvieras otra opción que tomarme cuando mi padre fue
arrestado por intentar asesinarme? Tú sabes, después de que él pasó todo el
resto del tiempo golpeándome hasta que fuera una pulpa sangrante casi
diario. —Aprieto mi mandíbula, rehusándome a dejar que las lágrimas
vengan.
159
—Así que me fui. Y luego él murió… lo mataron… y te trajeron a mí. Al
principio, no te quería. Pero Stan me hizo quedar contigo porque éramos
capaces de tener más prestaciones por ti. —Miré lejos, enferma hasta mi
mismo centro. ¿Ella me quiso por dinero? ¿Cuánto podría ser, cincuenta, tal
vez cien dólares al mes?
—Por supuesto que debes odiarme, incluso más ahora que sabes la verdad.
Pero te lo juro, Jennifer, te amé, cada pequeña parte como una madre
debería amar a su hija. Incluso aunque las cosas estaban mal con Stan, estaba
trabajando duro y guardando dinero así algún día podríamos escapar, tú y
yo, e irnos lejos adonde ningún hombre pudiera tocarnos. Y luego Stan…
cuando él… cuando entré y vi… —Tropieza con las palabras, sus ojos
fuertemente fijos en la parte superior de la mesa.
Pienso sobre decirle cuán ―segura‖ ha sido mi vida, pero estoy exhausta. No
parece haber importancia en herirla.
160
—Devolviste todas mis cartas, sin abrir—acuso suavemente, pensando que
si las hubiera abierto, sabría que su sacrificio había sido en vano.
—Quise que te olvidaras de mí, que siguieras adelante con tu nueva vida. —
Quiero preguntar cómo ella cree que yo posiblemente me habría olvidado de
la madre que convirtió a mi vida en tal tormento, pero es otra pregunta
innecesaria que solo será hiriente.
—No se trata del dinero con ellos —defiendo. Vergüenza llena sus ojos—. Me
quieren.
161
verdad quiero que pase antes de los dieciocho. Quiero pertenecer a una
familia verdadera. —Incluso mientras digo las palabras, me siento más
ligera porque es la verdad.
Ella aparta la mirada, sus ojos llenándose con lágrimas. Permanezco callada,
esperándola.
—Una cosa más —digo mientras se voltea, tomando una decisión repentina,
una de la que espero no me arrepienta. Se detiene mientras el guardia pone
una mano alrededor de la parte superior de su brazo—. Me gustaría que
leyeras las cartas que te envíe y no las devuelvas sin abrir.
Otro guardia me guía hacia donde Pat espera. Pretende que no ha estado
esperando ansiosamente, pero cuando baja sus revistas, los bordes se
quedan arrugados por su tenso agarre. No dice nada, pero mientras avanzo
hacia adelante, abre sus brazos, y colapso en ellos, dejando que las lágrimas
fluyan.
162
19
Si Todas las Gotas de Lluvia Fueran Caramelos de Limon y
Caramelos de Frutas…
Traducido por kathesweet
T
odd ha conseguido un trabajo en Talbot‘s limpiando las mesas
después de que los clientes han terminado de comer sus
hamburguesas, y ya que no es muy lejos de su casa, Trevor y yo nos
ofrecimos de voluntarios para acompañarlo caminando hasta allí durante los
tres días a la semana que trabaja. Son menos de dos kilómetros y cada
momento que paso con Trevor a solas es algo bueno.
163
—¿Puedes reconocer que hay algo que quiero decir?
Sabía que él querría saber cómo fue mi visita con mi madre, pero también
sabía que esperaría hasta que yo lo sacara a colación. Supongo que durante
la última semana su curiosidad ha podido con lo mejor de él y no pudo
esperar más. Quiero decirle, pero al mismo tiempo, estoy vacilante. Así que
me encojo de hombros.
—No, no lo es. Jones es un nombre que escogí para mí cuando entré por
primera vez en el sistema. El apellido que había tenido antes era demasiado
164
infame con toda esa cobertura de prensa, así que se pensó que un apellido
diferente podría ayudarme a encontrar una ubicación más rápido.
—Ha sido mi mantra toda mi vida —le digo. Luego le sonrío—. Pero
últimamente he estado cambiando de parecer. Alguien ha estado
convenciéndome de lo contrario.
—Bueno, entonces bien por ese alguien. —Me sonríe, y me derrito ante la
vista de los hoyuelos saliendo a relucir.
—¿Qué es eso?
—Ya sabes, esa vieja canción. La escuché una vez y pensé que había sido
escrita sobre mi vida porque siento como si siempre hubieran gotas de lluvia
cayendo sobre mí, y justo cuando consigo que se sequen, caen nuevas.
—Huh. —Es todo lo que puedo decir realmente porque no conozco las
palabras, sólo recordaba vagamente el tono y la primera línea.
165
—O algo así —dice—. No estoy seguro de que sean las palabras exactas,
pero se acercan bastante.
—Quizás —digo. Una vez, alguien mucho más grande que Trevor y con una
intención dañina me sostuvo así. Eso demuestra la confianza que tengo en
Trevor y en mí de que no me molesta ser sostenida así otra vez. Estoy
orgullosa de eso. Su agarre sobre mí es muy suave, y sé que si me muevo
una fracción de centímetro, él me dejará ir. Cierro mis ojos, y por un breve
segundo, la cara de mi madre parpadea a través de mi mente y la imagino
siendo sujetada cruel y repetidamente primero por mi padre y después por
su segundo esposo. Con eso llega un hormigueo de simpatía.
Rápidamente abro mis ojos para permitir que la vista pura de Trevor llene
mi visión y remplace la de ella.
166
—De acuerdo. —Y se inclina para complacerme. Se echa hacia atrás unos
pocos centímetros. —Ahora cuéntame sobre He-Man y She-Ra y si sí o no
conseguiste sus autógrafos para mí.
Me río de él.
—¿Estás segura de que eran ellos? Podrían haber sido Hércules y Xena.
—¿Tú no?
—Gallina —acuso.
—Absolutamente.
167
—No hay mucho que decir sobre ellos. Eran enormes y bastante
espeluznantes.
—¿Más pequeña?
—Sólo hasta la muerte —le digo con una risa sin humor—. Entonces me dio
esta gran historia triste sobre su vida y lo duro que fue para ella, y por qué
tuvo que dejarme con mi padre y lo mucho que me odiaba.
—Pero entonces, ella tuvo que llevarme después de que él… bueno, ya
sabes. Y dice que aprendió a amarme.
168
—No lo sé. Supongo que lo hago porque en este momento no tiene razón
para mentirme. Pero he pasado toda mi vida pensando que valía menos que
nada para ella, así que es un poco raro tratar de cambiar mi forma de pensar
ahora.
—¿Y estás bien con todo esto? —Está preocupado por mí, puedo escucharlo.
—Sí, creo que lo estoy. Puedo entender un poco de por qué hizo las cosas
que hizo. No es que eso haga que todo esté bien —aclaro cuando lo siento
ponerse rígido otra vez—. Pero entiendo un poco. En ese momento ella tenía
mi edad, estaba embarazada y viviendo con una persona violenta alejada de
su hogar. No puedo imaginar eso. Probablemente también odiaría al bebé
por ponerme en esa situación.
Trevor me gira para que quede frente a él, sus manos se ponen a los lados de
mi cara para asegurarse de que estoy viendo directamente a sus ojos serios.
—Tú no eres la razón por la que ella estuvo allí. Hizo sus propias decisiones.
Eras un bebé inocente.
Asiento, ignorando las lágrimas que se juntan en las esquinas de mis ojos.
—Tienes razón, lo era. Y he pagado un precio alto por las decisiones que ella
y mi… padre —titubeo con la palabra— tomaron. Pero ella está pagando el
precio más alto de todos. Mató para protegerme y ahora estará en prisión
hasta que muera. Yo estoy libre. Puedo cambiar mi vida.
Trevor libera mi cara, sus manos moviéndose arriba y abajo por mis manos
mientras me sonríe.
Trevor sonríe.
169
—Bueno, ahora estoy rodeada por personas muy felices y brillantes todo el
tiempo. Algo se me tenía que pegar.
Me rio.
Me encojo de hombros.
Le sonrío.
—Estoy muy bien. Tengo una familia de verdad ahora, una que me escogió
en lugar de una a la que yo fuera impuesta y he encontrado a este chico
realmente genial del que estoy e… que realmente me gusta mucho —digo,
sorprendida ante las palabras que casi dije.
—Eres tan…
170
—Oh, lo haré. Contigo en el servicio, nuestra seguridad nacional estaría en
serio riesgo.
Él se sonroja, avergonzado.
—Sí, lo que sea. No trates de suavizarme —dice en broma, pero bajo eso,
puedo ver que mis palabras lo hacen feliz, lo que parece un trato justo ya
que él está constantemente haciéndome muy feliz.
171
20
El Redoble de los Truenos
Traducido por CyeLyDiviNNa
E
l cielo del sur es de color azul oscuro, salpicado de nubes gris claro.
Hacia el norte, sin embargo, hay un muro negro, nubes oscuras casi
imperceptibles en el rugiente cielo. Ocasionales destellos de
relámpagos atraviesan la sombría iluminación en medio de la tormenta. Esa
es la parte del cielo que refleja mi agitación interior. Me instalo en el coche
de Trevor y trato de fingir que no puedo sentir la tensión viniendo de él.
Nos detenemos junto a la acera a pesar de que todavía hay algo de espacio
para estacionar en el patio de enfrente bajo el sauce de gran tamaño. La casa
es bonita, de dos pisos al estilo Cape Cod, lo que parece tomar por sorpresa
a Trevor. He estado aquí antes, así que eso no es problema para mí, pero
trato de verlo a través de sus ojos. Pienso en la última casa a la que fuimos a
una fiesta y luego en ésta y me doy cuenta de que él probablemente
esperaba casas degradadas y de bajos barrios como tugurios al igual que las
otras veces. Trato de no sentirme ofendida.
Trevor se ve bien esta noche. Lleva jeans y una Henley de manga larga tejida
con las mangas subidas hasta los codos, no es muy adecuado para la gente
con la que vamos a estar esta noche, pero tampoco luce como el geek que es.
172
No ha escapado a mi atención lo diferente que se viste ahora, muchas veces
usa camisetas o Henleys. Incluso cuando lleva sus camisas de botón, que por
lo general deja tres o cuatro botones abiertos ahora, y, lo más importante, no
las mete bajo la pretina.
—¡Jen! —me llama Kyle mientras baja por las escaleras hacia nosotros—. ¡Y
trajiste a mi amigo Trevor! ¿Cómo estás, hombre? —grita, sacudiendo la
mano de Trevor. Los ojos de Kyle son como el cristal; es bastante evidente
que ha tomado más de una o dos cervezas, y probablemente también algo
más que alcohol. Pero Trevor no es más que amable.
Me encojo de hombros.
173
—¿Él no está preocupado porque sus padres vuelvan a casa?
—Sólo los fines de semana —le digo. Trevor procesa esto, nunca pierde su
mirada de incredulidad. No estoy sorprendida. Cuando eres criado en una
casa donde florece la felicidad por todas partes, es difícil imaginar que hay
personas que viven de esta manera. Esto no es tan malo. Hay peores
maneras de vivir. Yo debería saberlo.
Trevor parece aliviado por la escena hasta cierto punto normal aquí abajo, la
que parece casi como un baile de escuela. La música cae en una balada lenta
a todo volumen y Trevor me atrae a sus brazos, aliviado, creo yo, de tener
174
algo que hacer. Todo el mundo que nos rodea se presiona estrechamente, y a
pesar de que Trevor ahora me tiene mucho más cerca de lo que me tuvo en
nuestro primer baile, sigue siendo modesto en comparación con los otros
aquí. Le sonrío. Es sólo otro capricho de Trevor que le hace totalmente único.
—¿Qué? —grita en respuesta, pero sólo sé lo que dice por la lectura de sus
labios. Señalo hacia el techo e imito una bebida. Él asiente con la cabeza y
nos abrimos camino a través de la multitud, que está definitivamente espesa,
para volver a subir las escaleras. Nos abrimos camino a la cocina empujando
entre la multitud y Trevor empuja hasta llegar a unas copas. Agarra una
botella casi vacía de Coca-Cola Light y llena dos vasos. Alzo las cejas
inquisitivamente, pero él sonríe y se encoge de hombros.
Salimos al patio trasero, que está tan concurrido como lo había estado la
casa, pero al menos el aire es más fresco ahora que la tormenta está cerca.
Una brisa levanta el pelo de mi cuello y es un tanto tranquilizador.
175
—¿Estás bien? —pregunta Trevor, mirándome fijamente.
—¿No debería preguntarte yo eso a ti? Te olvidas de que esto es algo viejo
para mí.
Sacude la cabeza.
La cara de Trevor refleja su alivio al oír mis palabras, aunque vuelve a tratar
de esconderse de mí.
—¡Jen! ¡Ahí estas, nena! —Las palabras demasiado fuertes de Kyle salen por
la puerta mientras tropieza a través de ella. Los labios de Trevor se aprietan,
y me pregunto qué está pensando. Seguramente él no está celoso de ¿Kyle?
La cara de Trevor se pone rígida con eso, y me pregunto si va a decir que no.
En cambio, él me mira, y puedo leer su rostro como si hablara en voz alta.
Me está preguntando si esto es lo que yo quiero. Me gusta este tipo de celos,
así que sonrío.
—Ya vuelvo. —Le doy mi copa para que la sostenga por mí. ¿Sus ojos
brillan, o es sólo el reflejo del rayo? y entonces le doy un pequeño respiro.
Me inclino y lo beso, dejándole claro a Kyle que hemos progresado a más
allá de simples amigos. Los ojos de Trevor se amplían un poco más porque
no esperaba que yo hiciera eso.
—No te vayas —le digo en voz baja, dándome vuelta para seguir a Kyle, de
inmediato lamentando estar de acuerdo en esto cuando Kyle toma mi mano
y tira de mí hacia la abarrotada y calurosa casa. Su mano no se siente bien en
176
la mía, demasiado blanda y sudada. Él tira de mí hacía el estudio, que ha
sido abandonado por su padre, quien está arriba, muy probablemente ya en
su habitación.
—¿Romeo? —pregunta Ella con una sonrisa mientras se deja caer a mi otro
lado, entrelazando su brazo con el mío.
—O eso, o Jen está dejando fuera a sus amigos. —Él se ríe, pero puedo
escuchar la pregunta en su voz, queriendo saber lo que está pasando entre
nosotros. Me niego a tomar el cebo, pero Beth salta a hablar.
177
No contesto, ya que todos se ríen. No quiero hablar de Trevor con ellos.
—¿Entonces, has dicho que tienes algo para mí? —Atraigo la atención del
letargo de Kyle de nuevo hacía mí.
—Oh sí, nena. Chico, lo tengo. ¡Rick! —grita por encima de mi hombro. Un
chico que no conozco deambula con algo sobre sus manos y se lo da a Kyle.
Me quedo mirando el artilugio alargado de cristal, hay agua en la parte
inferior del recipiente de vidrio, el pequeño tubito que sobresale por un
costado ya está cargado. Kyle se lo lleva a los labios y baja su encendedor,
inhalando profundamente. Me lo tiende y automáticamente lo tomo. Lo
sostengo hacía abajo, entumecida. Hace no mucho tiempo habría aceptado
esto de Kyle o de alguien más con mucho gusto, pensando que un pase o
dos no hacen daño a nadie, y que eso en realidad a veces ayuda.
Ahora mi mente está llena de otros pensamientos: la familia con la que casi
he decidido quedarme, quienes me echarán si se enteran, los confiados ojos
de Todd, incluso los de Carol, ojos llenos de conocimiento. Mayormente, sin
embargo, la cara más importante empuja a todos los otros pensamientos a
un lado, ojos llenos de repulsión y odio.
178
21
Los Relampagos
Traducido por SheilitaBelikov
M
i costado duele y mis pulmones gritan en señal de protesta, pero
aun así corro. Estoy empapada por la tormenta que cae
furiosamente ahora. Apenas lo noto. Corro a ciegas, inconsciente
de mi entorno, tratando de encontrar paz para mi culpa, para mi corazón
roto. No estoy segura de cuánto tiempo he estado corriendo cuando me doy
cuenta de que no hay escape.
Está hablando mientras sigo jadeando mis disculpas, las palabras salen
amortiguadas por mi cabeza presionada contra su pecho, su mano alisa mi
179
pelo una y otra vez. Eventualmente, lo que está diciendo, lo que él mismo se
repite una y otra vez, comienza a penetrar.
—¿Cómo puedes decir eso? —exploto contra él—. Por supuesto que importa.
¡Por supuesto que no está bien! Soy una perdedora, Trev. Tienes que ver eso
ahora. Esto es lo que soy. ¡Es todo lo que siempre voy a ser! No soy como tú.
Nunca voy a ser como tú.
—No recuerdo haberte pedido alguna vez que fueras como yo —dice,
entrelazando sus dedos con los míos.
180
—¿Quién dice que no eres buena? —Suena un poco enojado—. ¿Quién dice
eso, Jen? ¿Kyle? ¿Beth? ¿Ella? ¿Tu madre? ¿Tú? ¿Quién les dio a alguno de
ustedes el derecho de decidir quién es bueno y quién no?
—Oh, vamos, Trev. ¿Dime que antes de que me conocieras no pensabas que
eras mejor que yo, mejor que cualquiera de mis amigos?
»Pero eso no es todo lo que me define. Quiero decir, mírame, aquí sentado
en una tormenta bajo un árbol que probablemente va a matarnos cuando un
rayo lo alcance, tomado de la mano con una chica bonita y genial que
realmente es lo opuesto a mí, una chica de la que resulta estoy enamorado.
Una chica que no podría haber imaginado que quisiera estar conmigo. Pero
aquí está ella, dejándome tomarla de la mano, tratando de decirme por qué
ella no es lo suficientemente buena para mí. Eso es una locura.
181
—¿Dijiste que... estás... enamorado?
El cielo se ilumina una vez más, el trueno retumba otra vez, más lejos ahora.
Niego con la cabeza, asombrada por esta revelación, sobre todo después de
los acontecimientos de esta noche.
—No creo que tú... —Dejo de hablar poco a poco, y Trevor se inclina hacia
mí atentamente.
—Trev, no quise enamorarme de ti, juro que no. Pero no pude evitarlo. He
estado tan enojada por eso.
182
—¿Enojada?... ¿En serio? ¿Por qué habrías de enojarte? ¿Porque a tus amigos
no les gustaría?
Me río de nuevo.
Él gruñe en acuerdo.
—Tal vez eso es lo que nos hace perfectos el uno para el otro.
—Tal vez así sea —dice justo antes de plantar un beso firme en mi boca. Se
levanta, llevándome con él. Retrocede contra el tronco del árbol,
atrayéndome hacia él y envolviendo sus brazos alrededor de mí para
contrarrestar el aire frío. Entrelazo mis dedos con los suyos, apretando más
sus brazos.
—Trev, quiero que sepas, que no tenía intención de fumar lo que Kyle…
183
—Quiero ser alguien de quien mi familia esté contenta de adoptar. Sobre
todo quiero ser alguien que te merezca. Y creo que eso es algo bueno, ¿no?
—Si piensas que es bueno, Jen. Pero sólo si es lo que tú quieres. No quiero
que lo hagas porque crees que es lo que yo quiero.
—En serio, Trev, creo que por primera vez en mi vida quiero tener un
futuro, un buen futuro, y no puedo llegar allí viviendo de la manera en la
que lo he hecho.
—Yo también, Trev. Quién diría que serías El Único. —Sonrío—. Lo cual
supongo que me hace tu Trinity.
—Mi Amidala.
—Tú Zira.
—Mi Sylvia.
—¡Ja! Soy tu Saphira. —Me recuesto con aire de suficiencia, sólo para que
Trevor comience a reír.
—¿Qué? —demando.
184
—Saphira es un dragón.
—Bueno, admitiré eso. —Puedo oír la sonrisa en su voz—. Pero no creo que
sea muy divertido besarla. Preferiría que fueras mi Arya.
185
22
Adoptar un Nuevo Estilo de Vida no es para los debiles de
Corazon
Traducido por Akanet
L
a adopción está yendo fácil y rápidamente. Supongo que entre la
voluntad de mi madre de cederme una vez más y el hecho de que los
Grant ya estaban aprobados por el Estado para ser mis padres
adoptivos movió las cosas. Supongo que mi edad avanzada también tiene
algo que ver con eso. Los Grant quieren tener una fiesta el sábado, el día en
que se hará oficial, para celebrar. Estoy contenta de que piensen que es algo
digno de celebrar, porque definitivamente creo que lo es.
Extraño.
Decido llamar a Beth y Ella e invitarlas ya que son mis únicas amigas reales,
y tal vez esta será una manera de hacer las cosas bien con ellas.
—¿Cinco? ¿No es ese algo temprano para una fiesta? —pregunta Beth.
Hay un silencio de muerte en el teléfono. Beth y Ella son en realidad las dos
únicas verdaderas amigas que he tenido desde que vivo en esta área, pero en
su silencio me doy cuenta que en realidad nunca hemos sido amigas,
186
definitivamente no el tipo de amigas que van a ―las cosas de familia‖ de las
otras . Me aclaro la garganta, incómoda.
—En realidad, es una especie de celebración. No quería decir nada hasta que
estuviera listo, saben, todo la cosa de no quiero que haya mala suerte. Pero,
en realidad, los Grant quieren adoptarme. Todo estará firmado y listo el
sábado.
—Bueno, sí.
—Así que, ¿cuándo pasó todo esto? —Beth suena enojada—. No nos has
dicho nada.
—Lo sé. Lo siento por eso. Simplemente ha sido un poco loco, supongo. —
Siento como que tengo que defenderme—. Todo sucedió muy rápido.
Después de que fui a ver a mi madre, yo…
—¿Con nosotras, quieres decir? ¿No quieres hablar de eso con nosotras?
¿Con quién entonces? ¿Con quién hablas acerca de ello, Jen? ¿Con tu
proyecto de ciencias? ¿Es en él en quien confías en este momento? —La voz
de Beth está aumentando, y me siento sonrojar con mortificación. Entonces
oigo que cuelga el teléfono de un golpe. Sólo hay silencio.
Ella suspira.
—No le hagas caso, Jen. Ha estado peleando con su novio, y además tiene el
síndrome premenstrual.
187
—¿Estás enojada conmigo? —pregunto.
—Sí, pero eso era un poco por tu culpa, ¿verdad? Quiero decir, nos contaste
algunas de las cosas que hiciste para hacerte echar a patadas. Realmente no
puedes culpar a ninguno de ellos.
⊕⊗⊕
188
Cuando llegamos al palacio de justicia, un lugar con el que sólo he tenido
malas experiencias, veo que Jeff y Kari nos esperan. Otra sacudida mientras
comprendo que él será mi hermano y ella mi cuñada. Las mariposas
comienzan a dar vueltas en mi estómago.
Todo el proceso es bastante no dramático, después de todo. Una sala del tipo
de conferencias con un juez vestido de civil, algunos papeles firmados por
Pat y Sue, y así como así, soy parte de una familia. Como una idiota, lloro
mientras mi nueva madre tira de mí en sus brazos con un abrazo alegre.
Es justo entonces cuando Ella y Beth aparecen. Miro hacia arriba para ver las
expresiones de asombro en sus rostros. Miro a mí alrededor y veo cómo luce
esto para ellas. Yo, en mi falda blanca, camisa de color rosa, y el maquillaje
suave, el cabello teñido de nuevo a su natural color marrón oscuro, rodeada
por la clase de gente a la que dediqué muchas horas de burla con estas dos.
Me estoy riendo y divirtiéndome mientras estoy envuelta en los brazos de la
persona que se supone que debo estar cambiando para ganar una apuesta.
Me pongo de pie rápidamente, culpable.
189
—Hola, Beth, Ella. Me alegra que hayan venido.
—¿Qué fue todo eso? —pregunta Trevor, frotando mis brazos mientras me
estremezco.
—Nada —le digo, forzando una sonrisa. Trevor me conoce, sabe que mi
sonrisa es falsa, pero no me presiona, no aquí.
—Vamos a comer —le digo, dándole las gracias con mis ojos por dejarlo
pasar. Estoy fría ahora, y parte de la luz se ha ido del día que empezó tan
genial. Debido a que en algún lugar de los ojos de Beth había una promesa, y
no creo que sea una promesa de algo bueno.
190
23
De Regreso a la Escuela
Traducido por Niii
E
l primer día de clases, último año… lo que significa que este es mi
decimotercer año de tener un primer día de clases, por lo que no
debería estar nerviosa, ¿verdad? Especialmente cuando mi cambio de
escuela casi anual es considerado. Siempre había tenido el amortiguador de
mi rudeza, mi indiferencia… hasta este año. Por ende, los nervios.
—Sí, bien —se burla una voz familiar detrás de mí. Me volteo para encontrar
a Beth ahí, mirándome de arriba abajo con desagrado, como una goma de
mascar que quiere raspar de la suela de su zapato—. Casi te ves como… —
Sus ojos alcanzan los míos y puedo ver la ira ardiendo brillante—. Una
porrista —escupe—. Te veo por ahí, Jennifer.
191
Se aleja mientras mis mejillas arden y me volteó hacia Brian otra vez, que
tiene los ojos completamente abiertos, con alarma. Siento una abrumadora
necesidad de disculparme con él en representación de todas las personas a
quienes he tratado así a lo largo de los años. Abro mi boca, pero ningún
sonido sale.
—Oh, Trev, lo siento tanto. —Me apoyo en él, envolviendo mis brazos a su
alrededor. Tengo ganas de llorar.
—¿Te dijo algo Brian? —No lo cree, pero de todas formas está dispuesto a
defender mi honor. El pensamiento me hace reír.
—Por favor, no. No quiero tener que visitar a dos personas en la cárcel.
Regresé a ese lugar para ver a mi madre biológica. Quería agradecerle por
no pelear contra la adopción para que así pudiera tener un nombre y una
familia antes de tener dieciocho, mientras todavía soy lo suficientemente
joven para necesitar pertenecer a alguien. En esa visita y con las cartas que
hemos intercambiado, he llegado a verla menos como la madre que jodió mi
vida y más como una mujer que ha vivido una vida triste, y que podría
necesitar una amiga.
192
—Además de eso, sólo estaba siendo amable. No creo haberme visto nunca
tan simple en toda mi vida.
—No, Trev —lo interrumpo—. Siempre somos honestos el uno con el otro,
¿verdad? —Incluso mientras digo las palabras, la picadura familiar de culpa
me perfora por la gran cosa —la gran mentira, si soy honesta— que no le he
dicho aún.
—No sé si te has dado cuenta o no, pero todavía tenemos nuestros brazos
alrededor del otro. La gente va a ver.
—Seguro, ¿por qué no? Podemos compartir uno. Puedo enseñarte algunas
habilidades de organización.
193
presenciado el beso, adivinado su significado, y no está feliz por ello.
Contengo un suspiro. Parece que no hay nuevas amigas en mi futuro
inmediato.
194
24
Si Parece Demasiado Bueno para ser Verdad…
Traducido por Vannia
H
e tenido novios antes. Ninguno de ellos ha durado más que un par
de semanas. El más cercano que tuve a algo longevo fue durante el
largo año de pseudo-coqueteo con Seth. Así que ser la novia de
alguien es una nueva experiencia en sí misma. Ser la novia de Trevor es
llevar esa experiencia a un nivel completamente nuevo.
En los días que almorzamos juntos, nos sentamos con su grupo de amigos
hablando principalmente sobre la última película de ciencia ficción del
pasado fin de semana, o de lo que sea que hayamos visto. Los demás días
me siento con Brian, Jim y Mary Ellen. Brian y Jim mantienen viva la
conversación, ya sea inconscientemente o ignorando la tensión que existe
195
entre el Ratón y yo. No puedo culparla por odiarme… yo odiaría a cualquier
persona que arrebatara a Trevor de mis atenciones. Además, ella me
intimida un poco, porque todavía sé que sería mucho mejor para él que yo.
⊕⊗⊕
Trevor no viene a recogerme esta mañana porque tenía que estar más
temprano en la escuela para una reunión de la OCE17. No hay nada inusual
en eso ya que él ha estado yendo dos veces por semana durante el último
par de meses desde las elecciones. Lo que es raro —no, raro no, alarmante—
es el hecho de que atravieso las puertas, automáticamente escaneando
alrededor para verlo mientras él como de costumbre se apresura a reunirse
conmigo, y en lugar de que él me esté esperando, lo veo conversando con
Beth.
Están con las cabezas muy juntas, Trevor inclinándose hacia ella ya que ella
es bastante más baja que él. Los celos no juegan un papel en mí, confío en
Trevor implícitamente. No es que crea que tengo algún inquebrantable
poder sobre él, como si no pudiese apartarse de mis inmutables encantos. Es
porque conozco a Trevor, y algo que sé es que si él quisiera seguir por su
lado, haría lo correcto y me lo diría primero antes de hacer algún
movimiento en cualquier otra dirección. Su infalible cortesía tiene sus
beneficios, si bien podrían ser dudosos.
Lo que me preocupa es que él esté hablando con Beth. O mejor dicho, que
Beth esté hablando con él. Él sabe algo sobre como Beth me ha tratado desde
196
mi ―cambio‖ y por su sentido del honor hacia mí, él se sentiría como si me
estuviera traicionando de alguna forma al ser amable con ella. Y, de acuerdo,
honestamente probablemente yo también lo haría. Y sin embargo él está ahí,
enfrascado en la conversación, atento a lo que sea que ella le esté diciendo.
De alguna manera, no creo que ella le esté diciendo que ha visto su error y
que ahora está lista para unirse a nuestro pequeño reino geek.
Mis ojos se encuentran con los de él, y no puedo esconderlo. Él lee la verdad,
la confirmación de sus palabras claramente en mi rostro. Mi corazón
comienza a latir fuertemente cuando él camina hacia mí. Quiero dar la
vuelta y huir, detenerlo de lo que sé que va a decir. Por supuesto que él
vendría a mí, a preguntarme, queriendo escuchar las palabras de mis labios.
Si miento, sé que él me creerá por sobre Beth. Intento frenéticamente formar
una mentira en mi cabeza, imaginar las palabras que quitarán esa horrible
expresión de su rostro, hacerlo sonreír y tomar mi mano e ir conmigo a mi
primera clase como cualquier otro día. Puedo ver que es demasiado tarde: él
ya sabe.
A ti, quiero decir, el mejor premio de todos. Puedo ver el dolor en sus ojos
siendo reemplazado por algo más, algo que siempre he tenido en los míos:
desconfianza. Cualquier cosa que yo diga ahora no significará nada para él.
197
Quiero apartar la mirada, para no ser testigo de todas esas horribles
emociones atravesando su rostro y sus ojos. No puedo. Estoy presenciando
de primera mano mi propia destrucción.
—Espero que haya valido la pena —murmura en voz baja, las palabras
mezcladas con dolor y resentimiento. Las emociones en sus ojos finalmente
llegan a punto de ebullición y dan paso a la ira, mientras que yo siento mi
corazón rompiéndose y a mi mundo saliéndose de su eje.
198
y me arrastro hasta mi dormitorio, tirándome en la cama con una manta
cubriéndome hasta la cabeza.
¿Embarazada?
199
25
La Vida Continua… de Todas Formas, Hasta que Conoces a
un angel
Traducido porPaaau
Corregido porXhessii
H
ace algunas semanas en casa de Trevor, vimos una cursi película
de los 80‘s acerca de zombis: no era estricta ciencia ficción, aunque
hubo un debate después acerca del tema. Encontré la película
bastante divertida, aunque Trevor y sus amigos pasaron bastante tiempo
discutiendo si los zombis podían existir o no.
Los zombis existen. No existen para comerse la carne de esos que aún viven,
o para tener carne podrida colgando de sus huesos. Se veían igual que todos
los demás. Se levantaban en las mañanas, se vestían, desayunaban, y
respondían preguntas directas. Iban a la escuela, a sus clases, hacían su
tarea, luego iban a casa para cenar con sus familias. El dichoso alivio llega a
la hora de dormir, cuando ya no deben mantener las apariencias. También es
el tiempo de las pesadillas: ya sea en la vigilia o en el sueño. Por la mañana,
todo comienza de nuevo. Los zombis son los muertos que caminan, sólo que
no son sus cuerpos los que han muerto, sino sus corazones, sus almas.
Supongo que hay algunas ventajas en nunca haber tenido un novio formal.
Nunca tuve que pasar por esta miseria, la miseria por la que me solía burlar
de otros. Había conocido el dolor en mi vida, eso no es nada nuevo. Ese
dolor siempre estuvo sobre mí, circunstancias más allá de mi control. Esto es
diferente.
200
Esto lo provoqué yo.
Puedo ver a mi familia preocupándose por mí, así que sonrío ampliamente,
usando las habilidades de actuación que tan bien he perfeccionado con el
paso de los años. No estoy segura de que lo crean.
⊕⊗⊕
—Hola.
Es pequeña, tanto en peso como en estatura. Tiene ojos azules bordeados por
pestañas color rubio oscuro. Sus facciones también son pequeñas, su rostro
con forma de corazón, y tiene un leve hoyuelo en su mentón. Su sonrisa
muestra incluso unos dientes blancos y hoyuelos en las esquinas de su boca.
Se ve como podría verse un ángel, si el ángel fuera una adolescente.
—¿Estudiando? —pregunta.
201
—¿Ayuda? Leer el libro al revés, quiero decir.
Avergonzada cierro el libro, y ella ríe. Sé que debería estar ofendida de que
se esté riendo de mí, pero de alguna forma no lo estoy.
—¿Explica qué? —pregunta ella, frunciendo el ceño, lo que no hace nada por
distraerme de su completa ternura.
—¿No deberías estar por allá? —pregunto, apuntando con mi mentón hacia
la mesa en donde todas las lindas y alegres porristas están sentadas. Ella
sigue mi mirada, luego me sonríe.
202
Además —dice con su boca llena de pasta—, te ves mucho más interesante
que ellos.
Estrecho mis ojos, luego comienzo a reunir mis libros, dejando que mi
enfado se muestre.
—La verdad, Jen, te miré y pensé ―ahí hay una chica que vive la vida alejada de
la multitud‖. No te ves como esas chicas de allí. —Apunta con el pulgar la
203
mesa que le señalé antes—. Y tampoco te ves como nadie más. Simplemente
pensé que te veías…
Ella sonríe.
—Exactamente.
—Bueno, no lo soy. Y no soy con quien quieres que te vean si quieres tener
algo de vida social en esta escuela.
—Ves, sabía que eras interesante. Definitivamente hay una historia ahí.
—Ninguna historia, sólo… solía ser una extraña, supongo. —Mi cara se
sonroja ante la tonta explicación—. Quiero decir, bueno, lo era, pero luego
comencé a salir con alguien… —Me callo, encogiéndome de hombros.
Decido que es mejor decirle la verdad, ya que lo escuchará pronto de todas
formas—. ¿Ves a esos chicos por allá? —pregunto, señalando hacia donde
Ella, Beth y los otros están sentados—. Yo era uno de ellos. Entonces decidí
hacer una apuesta para que uno de los geek… de la escuela… —Pestañeo
ante lo mal que suena la palabra ahora, refiriéndome a Trevor quien es
mucho más que eso—. Hice una apuesta para volverlo malo. No funcionó,
ya que él es tan bueno. Demasiado bueno, me lo contagió. No estuvo muy
feliz cuando se enteró. Tampoco lo estuvieron los demás, ya que a la
mayoría de verdad le gusta.
—¿Almuerzas a esta misma hora todos los días? —Su súbito cambio de tema
me deja girando.
204
—Segundo, mañana. —Segundo almuerzo, el mismo que Trevor, donde
tenía que tratar de evitarlo, donde trataba de pasar esos treinta minutos sin
caerme a pedazos.
Es cursi darle las gracias a alguien por sentarte contigo durante el almuerzo,
pero de alguna forma, viniendo de ella sonaba correcto.
⊕⊗⊕
Jane está emocionada acerca de compartir una clase. Nunca lo admitiré, pero
también estoy un poco contenta porque al menos hay una persona que no ha
aprendido a odiarme, aún. Tomamos nuestros almuerzos, esta vez Jane
inteligentemente elige la ensalada. Ya que ellos aún están mudándose, su
mamá no puede hacer sus almuerzos. Jane camina hacia una mesa en el
centro de la cafetería. El centro. Argh.
—Me mudé aquí desde Texas —dice Jane cuando el silencio se extiende.
205
—Hmmm. —Es todo en lo que puedo pensar para decir. El silencio reina de
nuevo.
—No tienes acento —le digo, probablemente algo que ella ya sabe.
—Sólo vivimos ahí por un par de años. Estuvimos en Arizona antes de eso.
—Así que, ¿a qué te referías con eso de que probablemente no quiero ser
amiga tuya? —pregunta junto en el momento en que el silencio promete
volverse irreparablemente incómodo.
—¿Esa es la razón de por qué las personas no son tus amigos? —Mira
alrededor del comedor con desprecio… bueno, tan desdeñosamente como
puede mirar alguien que parece un ángel—. Las personas aquí son bastante
superficiales.
Señala con la cabeza hacia donde Ella y Seth se sientan, cabezas juntas.
—Sí, ellos no estuvieron del todo felices conmigo cuando se hizo claro que
prefería a Trevor y a sus amigos antes que a ellos.
—Sí. Él.
206
—Lo conocí antes. Parecía bastante amable, no del tipo rencoroso. —Ella casi
tiene razón, pero a Trevor nunca le han hecho algo tan horrible antes, así que
para él es algo nuevo—. ¿No es el presidente del último año, o algo así?
—Lo amas.
Me estremezco de nuevo.
—Pude decirlo ayer cuando hablabas de él, aunque no sabía sobre quién
hablabas en ese momento. La pregunta es, ¿por qué?
—Te daré la versión resumida —le digo, esperando que lo deje—. Él vale la
pena.
—No deberías. Escucha, Jane, eres nueva aquí y no pasará mucho tiempo
hasta que tengas muchos amigos con toda tu felicidad y alegría. —Se ríe de
nuevo de mi tono cínico—. Así que no desperdicies tu tiempo conmigo. Para
mañana no me necesitarás.
207
—Además, ¿no crees que sería ridículo que seamos amigas?
208
26
De Pesadillas y Esperanza
Traducido porVettina
Corregido porXhessii
E
stoy debajo del árbol donde Trevor me encontró una vez antes, y aunque la
lluvia cae, nada de ella me toca. Donde antes la oscuridad prevalecía, con su
suave luz, con una fuente indistinguible, ahora suaviza su rudeza, no me
importa realmente descubrir la fuente porque ilumina a Trevor, caminando hacia mí.
En sus ojos, puedo leer perdón. Esta sonriendo, y mi corazón se dispara. Me
apresuro a él con urgencia y alivio al extender sus brazos hacia mí, de la forma en
que solía hacerlo.
Sin poder evitarlo veo su ceño fruncirse, y sus ojos llenarse de confusión cuando me
mira. Quiero gritar una negación pero mis labios están sellados.
⊕⊗⊕
—¿Jen? ¡Jen!
209
Abro mis ojos y veo a una Jane pálida sobre mí en la luz antes del amanecer.
Mi pecho se siente pesado como si hubiera estado corriendo, y mis mejillas
están húmedas con lágrimas. Por un segundo estoy confundida, pero
entonces rápidamente me doy cuenta qué está pasando y me siento.
Es una cosa extraña, este sentimiento medio vacío que tengo ahora. Lo
arrastro todo el día, cada día. Si me mantengo ocupada y mantengo mi
mente ocupada, puedo mantenerlo a distancia. Es cuando mi mundo está en
silencio que la carga se siente pesada. La noche es peor, cuando siempre
tengo la misma pesadilla o alguna variación de ella.
210
para sí misma. Y ya que ella es amiga de un par de hermanas de amigos de
Trevor...
—¿Crees que alguna vez dejaras de estar deprimida por él? —pregunta sin
darle importancia, mientras se pone de pie.
Jane sabe todo sobre Trevor. Se lo conté todo, desde mi horrible apuesta y las
razones detrás de ella —no importa cuán egoístas suenan esas razones
ahora— a lo mucho que me había enamorado de él.
—Lo siento, Jen. No debí haber dicho eso. Sé lo mucho que significa para ti.
—Creo que si eres así de miserable sin él, debes hacer algo al respecto.
211
tanto en juego. Ahora, la idea de luchar por él se aloja en mi cabeza, en mi
pecho.
—¿Qué es lo que dijo Superman? Algo así como: ―Una vez que elijes la
esperanza, todo es posible‖.
—No creo que fuera Superman. Creo que fue el propio Christopher Reeve,
quien dijo eso.
Recordar esos debates me hace sentir sola. Siempre trato de escapar de ellos;
ahora daría casi cualquier cosa por ser el tema de uno de ellos otra vez.
—Sí, lo sé. Has alabado sus virtudes a mí hasta que las tengo todas
perfectamente memorizadas. —Se pone de pie y tira de mí de nuevo—. Él es
profundo y honesto, divertido y cariñoso y amable y toca el piano como un
virtuoso y canta como un ángel y…
212
Se encoge de hombros.
—No hay problema. Tú lo amas. Algún día espero amar a alguien tanto que
vuelva locos a mis amigos hablando de él así. Pero sigo pensando que
superficial o no, ni siquiera el gran Trevor va a notarte caminado por ahí
como una vagabunda.
—No luzco…
Ella me interrumpe.
—Actúas como si hubiera un largo camino por recorrer —me quejo mientras
se ríe, tirando de mí por el pasillo hacia su dormitorio—. Sabes, pensaba que
eras un ángel la primera vez que te conocí.
213
27
El Cambio No Siempre Tiene Sentido
Traducido por Mari NC
E
stoy de pie, mirándome en el espejo. Jane ha estado en mi habitación
muchas veces, y ha visto a mi collage de fotos —que
masoquistamente mantengo a pesar de que son sólo un recordatorio
de lo que he perdido—, por lo que ha visto la forma en que solía lucir en
comparación con la forma en que he lucido desde que me conoció.
Pensé que había encontrado ese punto medio, un feliz término medio, pero
me equivoqué. Me había convertido en una pálida sombra de mi viejo yo
con simple cabello marrón sin mucha forma en él, y ropas conservadoras.
Ahora, después de un viaje a su estilista y una salida de compras financiada
con el dinero robado de mi cuenta de la universidad, puedo verme de
nuevo.
Mi cabello sigue siendo de color marrón oscuro —no muy negro, pero casi—
, pero con los ligeros reflejos hace que mis ojos destaquen. Está más corto de
lo que lo he tenido, bien, probablemente nunca. El corte en línea A hasta los
hombros suaviza los reflejos, el ralo flequillo caído a un lado completando el
look, haciendo femenino al cabello oscuro. Jane hizo mi maquillaje, y se ve
atrevido y suave, todo al mismo tiempo.
Jeans con pequeños agujeros deshilachados aquí y allá, una camisa negra de
manga larga con puños y cuello blanco cubierta por uno de mis viejos
chalecos rojos a cuadros y negros botines con suficiente cantidad de tacón
para ser un poco sexi, pero no demasiado para no sobrecargar el cambio de
imagen de Jane sobre mí.
214
Me siento bien con este nuevo look. La vieja yo mezclada con la nueva yo.
Le sonrío a mi imagen. Me veo bien. Podría ser capaz de hacer que Trevor
me note una vez más.
⊕⊗⊕
—Igor tampoco estaba en el libro. —Esta es una nueva voz, una que no
esperaba oír. Mi corazón da un vuelco mientras me dispongo a mirar a Brian
caminando hacia mí.
215
—Él estaba en la película, sin embargo —digo con voz ronca.
—Por supuesto que no. Quiero decir, seamos honestos. Al principio, éramos
como agua y aceite. Pero realmente he llegado a pensar en ustedes como mis
amigos.
216
Él balancea una mano vagamente en la dirección en que Jane se ha ido.
—Es muy difícil, Brian. Estás demasiado cerca de él. Hay demasiados
recuerdos de él asociados contigo. Y soy una cobarde.
—Tienes razón. Estoy siendo egoísta. ¿Así que tal vez en los días que… ya
sabes, que él no esté en el almuerzo podría todavía sentarme con ustedes?
¿Jane y yo?
—¿Crees que ella se sentaría en nuestra mesa? —Sus ojos contienen un poco
más que un interés pasajero.
Me encojo de hombros, jugando con Brian, sintiéndome más ligera con este
débil vínculo con Trevor siendo ofrecido.
217
Si hay una cosa que la vida me ha enseñado, sin embargo, es que la
esperanza puede ser una pendiente resbaladiza.
⊕⊗⊕
Veo a Trevor por primera vez desde el cambio de imagen de Jane en mí ese
mismo día. Está caminando con el Ratón, de entre todas las personas. Estuve
a punto de girar y dirigirme en una dirección diferente, perdiendo coraje,
pero él mira hacia arriba y me ve antes de que pueda hacer el movimiento.
Se detiene cuando me ve, y Mary Ellen, quien había estado en medio de
parlotear algo estúpido —estoy segura— se detiene también, la
consternación frunciendo su ceño. Ella sigue su mirada y me ve allí. Sus ojos
se aclaran, y aprieta su boca con ira.
Ella nota el cambio en él, y sonríe triunfante. Empuja su brazo a través del de
él y lo gira lejos de mí. Es mi pesadilla, hecha realidad. Estoy paralizada,
entumecida por el dolor, y de repente me siento tonta por haberlo siquiera
intentado. Mi ropa, mi cabello, mi aspecto totalmente nuevo... es ridículo.
Las lágrimas empañan mi visión, y por primera vez desde que he conocido a
Trevor, salgo de la escuela, abandonando mis clases, ni siquiera
preocupándome por las consecuencias.
⊕⊗⊕
218
—¡No puedes rendirte!
219
—Él está recordando —dice ella.
—Está recordando cómo fue la primera vez que te vio, cuando giraste por
primera vez tu atención en él.
Me gustaría argumentar, decirle que está mal, pero no puedo. Tiene razón.
Lo reconocí en sus ojos, pero no puedo permitirme esperanza, no puedo
permitirme la posibilidad de que no siempre me vaya a odiar.
De repente mi mente se inunda con el recuerdo del baile, la primera vez que
me presenté a él. Me había enfocado en él, acechándolo… asegurándome de
que sabía que estaba completamente a su disposición. Él me había mirado
entonces de la forma en que me había mirado hoy. Había estado enojado
entonces también. Enojado porque le había hecho mirar, hecho notarme. Me
lo dijo después.
¿Podía ser ese el por qué había estado enojado hoy? Debido a que una vez
más le había hecho mirar, hecho notarme, tanto si quería como si no. Solo
que esta vez lo hizo con el conocimiento de cuán buenas las cosas podrían ser
entre nosotros.
220
28
Amigas y Hermanas… A Veces Ambas al Mismo Tiempo
Traducido por LizC
Corregido por★MoNt$3★
E
l collage de fotos que cuelga en mi habitación —cuyos orígenes
siguen siendo un misterio que nadie ha poseído hasta ahora— es algo
así como un tormento para mí.
221
—Pero la más hermosa alguna-vez porrista en el campus. —Termina de
entrar, sus ojos errantes por el collage de fotos que había estado mirando.
Ondea una mano hacia ellas—. Estamos auto-torturándonos, ¿verdad?
—¿Qué?
—Eso es porque no había ninguno. Sé que realmente quiere que sea feliz,
porque me ha traído y me ha dado un hogar y una familia, voy a darle lo
que quiere.
Me río de esto.
222
—Lo siento, era tan horrible. Pero no me gustaba mucho la idea de otra hija.
Supongo que en cierto modo me sentía como si estuviera siendo
remplazada. Y por alguien que obviamente no quería estar aquí... —
Extiende la mano hacia mí y me jala para sentarme en la cama junto a ella
cuando la tomo—. Pero estoy muy contenta de que hayas sido tú. Me gusta
tenerte como mi hermana.
—Ah, genial —digo en voz alta, exasperada—. Por fin tengo mis emociones
bajo control y aquí vienes, volándolas de nuevo. —La miro y también veo
lágrimas en sus ojos. Inclino mi cabeza hacia su hombro, dejando que las
lágrimas sigan su camino, y envuelve un brazo alrededor de mí.
—Una vez tuve un novio que rompió conmigo porque encontró a alguien
que le gustaba más. Eso me dolió. —Me aprieta—. Pero no lo amaba en la
forma en que tú amas a Trevor, así que no puedo imaginar lo que debes
estar sintiendo.
—¿Estás arrepentida?
—El odio es una emoción muy fuerte. Y una que no creo que Trevor
Hoffman, sea capaz de sentir.
223
—Ah, la famosa Jane. Mamá alardea sobre ella cada vez que llamo.
Entonces, ¿qué es lo que tiene por decir esta misteriosa y mágica Jane?
—Hizo un buen trabajo. Te ves muy bien. Incluso con el rímel corrido —se
burla, limpiándolo, de debajo de mi ojo, con un dedo.
Si tan sólo unos pocos meses atrás alguien me hubiera dicho que estaría
bromeando con mi hermana, la porrista, probablemente me habría reído… y
no sólo el ja-ja, de la manera divertida, sino más como el sí-claro-eso-jamás-
pasará-en-el-transcurso-de-mi-vida.
—Dice que tengo que hacer que se fije en mí otra vez, hacer que me quiera
de vuelta.
—Hmm, bueno, está en el camino correcto. Pero Jen, Trevor es algo más que
la apariencia. Quiero decir, estaba contigo aun cuando parecías la reina de
los muertos vivientes.
—Gracias —murmuro.
—Ni siquiera yo pude hacer girar su cabeza entonces. Lo que prueba que no
se trata de la apariencia.
Tamara está siendo chistosa, y me río de ella. No es para nada lo que había
pensado que era la primera vez que vine a esta casa.
—Tienes que recordarle las otras razones por las que quería estar contigo.
—Pero esa es la cosa. Realmente no hay ninguna buena razón. ¿Por qué
estaba conmigo?
224
—Eres la segunda que me dice eso.
—Entonces debe ser verdad. Escucha, Jen. Has pasado tu vida escuchando
que no vales la pena por un grupo de personas cuyas opiniones no deberían
importar. Es hora de que dejes de escucharlos y empieces a escuchar a las
personas que realmente te quieren.
—Gracias, Tamara. ¿Quién habría dicho que una porritas podía ser tan útil?
De hecho, me siento un poco mejor ahora.
Me sonríe.
⊕⊗⊕
Sin embargo, no pienso ir. Echo de menos a todas las personas de allí, a la
Sra. Green en particular. Pienso en ella, sentada esperando a que alguien
venga a verla y nadie aparece. No puedo ser otra persona que la decepciona.
Esa es la excusa oficial, y genuina como lo es, por supuesto hay otra… el
impulso de Trevor, de estar cerca de él. Así que me doy prisa por la puerta
antes de que pueda acobardarme.
La Sra. Green está feliz de verme. No recuerda mucho, pero recuerda que
estuve aquí el mes pasado. Antes de que pueda inventar una excusa que por
225
lo menos suene verdadera, Trevor entra. Mi corazón se detiene cuando lo veo
hacer su alegre recorrido. No me ha visto todavía.
El enojo gana.
—Mejor ahora que Jen está aquí —le responde, dándome una palmada en la
rodilla.
Eso se lo recuerda, y vuelve sus duros ojos de nuevo hacia mí. Antes de que
me pueda regañar otra vez, Joshua, el tipo que está a cargo de todos los
voluntarios, se apresura a la habitación.
—Hey, Trevor, estás aquí —dice a medida que camina junto a nosotros—.
Me alegro de que hayas vuelto, Jen. Te echamos de menos. —La mandíbula
de Trevor se aprieta dos veces antes de girarse bruscamente.
—Ya veo por qué no viniste la última vez —murmura la Sra. Green—. Ese
chico tiene que aprender buenos modales.
Ahogo una carcajada ante eso. Si hay una cosa que Trevor definitivamente
no necesita, es una lección de modales.
226
Quizás no vendré la próxima vez.
Quizá sí lo haga.
227
29
¿Dos Citas?
Traducido por flochi
Corregido por★MoNt$3★
T
odavía no estoy segura de cómo sucedió, pero de alguna manera
debido a lo de sentarme cada dos días con Brian y los otros en el
almuerzo y el obvio enamoramiento de Brian con Jane, en los días
siguientes pronto nos encontramos sentados todos en la misma mesa.
También los espero más que cualquier otra cosa. Descríbeme como una
masoquista.
⊕⊗⊕
228
permanece vacío ya que él tampoco lo usa. Probablemente comparte con el
“Ratón”, pienso con una punzada de dolor.
—Me conoces, me sumo a lo que sea —digo, aunque ambas sabemos que es
una mentira.
No es Trevor.
Vuelvo a mirar a Jane, quien está tratando de no mirar con fijeza las puntas
de multicolor en el cabello de Seth, los labios negros, y sus muchos
piercings.
Me lanza una mirada interrogante, y casi río. Es más como la mirada que
mamá me da cuando estoy haciendo algo que no aprueba.
Sigo a Seth, que camina unos pocos pasos más allá. Jane permanece plantada
en el lugar; esto no le pasa desapercibido a Seth.
—Sé que no hemos sido realmente, ya sabes, amigables por un tiempo. —Me
río ligeramente de eso—. Pero me estaba preguntando si considerarías, salir
conmigo en algún momento.
Mi sospecha crece.
229
—¿Beth y Ella están detrás de esto?
Parece sorprendido.
—¿Kyle?
Sacude la cabeza.
—Nadie está tras esto salvo yo. Sabes que me gustas desde hace tiempo. O al
menos, pensé que lo sabías.
—Lo sabía, hace tiempo. Pero eso fue antes… —Mis palabras se van
apagando. Definitivamente no deseo discutir de Trevor con Seth—. De todos
modos, las cosas son diferentes ahora. Soy diferente.
—Lo he notado.
—Sólo una película, quizás algo de comer. Incluso puedes encontrarme allá
si lo deseas. Sólo una cita, nada más.
230
Difícil discutir contra esa lógica, ¿verdad? Entonces ¿por qué se sentía tan
mal?
—Bueno —digo, tomando una decisión rápida, que espero no vivir para
lamentar.
Miro de vuelta a Jane, quien ahora se encuentra parada con sus brazos
cruzados apretadamente, la boca sombría y el pie golpeando
impacientemente, mientras nos mira con descontento. Sonrío ante su
continua presencia maternal.
—Tengo planes para el viernes. —Me sorprende que no recuerde que los
viernes son sagrados debido a mi familia. Después de todo, solíamos reírnos
sobre ello. No voy a recordárselo debido a que ahora sí espero los Viernes
Familiares—. ¿Qué tal el sábado? Puedes recogerme en mi casa.
—¿Conél? —Jane mira hacia donde ahora desaparece Seth, a través de las
puertas de la escuela—. ¿Crees que es seguro?
—Sí, mamá. —Río—. Es un viejo amigo. Fue uno de mis primero amigos
cuando empecé a venir a esta escuela.
231
Jane conoce mi historia, la de mis padres biológicos hasta el día que me
conoció. No le mencioné realmente a Seth como mi ―casi novio‖ porque
pensé que era un callejón sin salida sin importancia en mi vida.
Me encojo de hombros.
—Porque alguien me lo pidió. Y porque él está saliendo, así que ¿por qué yo
no?
—Tendría que aprender a tejer. Hacer algunos tapetes para colocar sobre
todos mis muebles.
—No, si estás lo bastante loca, puedes dejar que hagan sus necesidades por
toda la casa. Entonces vas a Oprah para que pueda decirte que estás loca, y
pueda conseguir a alguien para limpiar la casa en tu lugar.
232
—O quizás simplemente permaneceré loca para no tener más recuerdos de
él.
—Me gustan los gatos, sin embargo. Me gusta la idea de estar lo bastante
loca para olvidar.
—Bueno, soy mortalmente alérgica a los gatos, así que tienes que
permanecer cuerda.
Suspiro.
⊕⊗⊕
Trevor y yo habíamos hablado sobre ir, al principio del año escolar, antes
que aprendiera a odiarme. Sé que todavía está planeando ir… es bastante
requerido y necesario como presidente del consejo Estudiantil.
233
—Dije que, ¿si quieres ir al Baile de Bienvenida conmigo? —repite. Soy
increíblemente consciente del hecho de que todos en la mesa están
mirándonos abiertamente a la espera de mi respuesta o fingiendo no estar
escuchando, a pesar de que obviamente lo están. No podría haber escogido un
día peor para preguntármelo, pienso, mientras mis ojos van al rostro de la única
persona en la mesa cuya opinión es importante para mí.
234
30
Cita Desastre N°1
Traducido por Caamille
Corregido por★MoNt$3★
S
eth me llega a buscar quince minutos tarde. Pero al menos sus ojos
están claros, por lo tanto está sobrio. Mis padres son educados, ni
siquiera pestañean ante su apariencia. Por otro lado, aprendieron a
amarme cuando lucía de forma similar, así que supongo que es sólo parte de
su no-juzgar. Personalmente, creo que sólo están emocionados de que voy a
ir a una cita.
Primero vamos a ver una película. El viaje en auto no es malo, porque puedo
hablar de autos y aún no he conocido a un chico que no esté dispuesto a
hablar de su auto. La película es agradable porque es oscura, distrae, y por
suerte Seth no trata de hacer ningún movimiento hacia mí.
235
—Así que, ¿cómo están todos por estos días, Seth?
—¿Todos? —pregunta.
—Van a nuestra escuela. Las ves, como, casi todos los días.
Bueno, supongo que si quiere llamar a los seis meses restantes como bastante,
no tenía sentido que tomara decisiones apresuradas. No puedo evitarlo pero
mentalmente lo comparo con Trevor, quien ya ha aplicado a las
universidades y tiene becas en fila. Empujo ese peligroso pensamiento lejos.
236
—Oh sí. —Medio gime con una sonrisa torcida—. Sueño con conducir un
Vette18, ir de fiesta con mis amigos, y tener a una chica hermosa a mi lado.
18
Vette: El Chevrolet Corvette es un automóvil deportivo fabricado por la marca estadounidense
Chevrolet.
237
La mesera trae nuestra comida, y estoy agradecida de que finalmente haya
algo que nos mantenga ocupados. Como rápidamente, deseando que esta
cita termine. Desafortunadamente la única cosa que logra el que coma
rápido, es darme un dolor de estómago y muchos vacíos silenciosos
mientras Seth come lentamente, y la mesera se toma un dulce tiempo
regresando con la cuenta.
—Gracias, Seth —digo, sabiendo que la cosa educada sería terminar con algo
como me divertí, pero no puedo forzarme a mí misma a decir tan descarada
mentira—. La cena estuvo realmente buena. —Ahí. Eso debería satisfacer
toda la educación geek de quienes me juzgan. Una en particular. Camino
rápidamente hacia mi casa.
—¡Hey!
Miro hacia atrás. Seth baja la ventana y se asoma. Por un horrible segundo
me pregunto si espera que corra de regreso y le dé un beso.
—Quizás podríamos salir otra vez en algún momento. Tal vez el próximo fin
de semana o algo así.
238
Le sonrío irónicamente a mi papá mientras sale de su oficina y asiente con la
cabeza.
No, no pueden, pienso. Porque definitivamente hay sólo uno de ellos, lo tenía,
lo arruiné y lo perdí.
239
31
Cita Desastrosa N°2… Con un Final Inesperado
Traducido por kathesweet
U
na vez que la porrista escuchó de mi plan de ir al Baile de
Bienvenida, se las arregló para estar en casa tanto el fin de semana
anterior para comprar el vestido, y el fin de semana siguiente,
porque reclamó su ―derecho de hermana mayor‖ para arreglar mi cabello.
Ignoró mis argumentos de que ella no es demasiado mayor que yo. Estuve
agradecida de que estuviera allí.
Cuando terminó, se veía… elegante. No una palabra que alguna vez pensé
se aplicaría en mí. Si sólo Carol pudiera verme ahora, pensé.
Ahora estoy de pie en nuestra sala al lado de Brian, que se ve muy lindo en
su esmoquin, o al menos unos cuantos grados menos nerd, mientras mi
mamá toma cerca de mil fotos. Finalmente arrastro a Brian a la puerta
porque creo que estaría contento parado aquí y posando toda la noche para
evitar ser grosero con mi mamá, y porque Tamara está aquí. ¿Una hermosa
chica de universidad adulándolo? Él se quedaría.
240
romántico perfecto para lo que espero será una noche totalmente
desprovista de romance.
Trevor levanta la mirada justo mientras está riendo de algo que alguien dijo,
y su mirada aterriza directamente sobre mí. La risa inmediatamente muere
en sus labios. Su boca se cierra, y traga ruidosamente. Al menos parece
241
ruidoso ya que estoy demasiado lejos para escuchar verdaderamente, e
incluso si estuviera más cerca la sangre apresurándose a través de mi cabeza
habría ahogado el sonido.
Sus ojos viajan lentamente sobre mí, y hago una nota mental de agradecerle
a Tamara. Cuando su mirada regresa a mi cara, nuestros ojos se encuentran,
y en ese segundo, sé que él no es tan inmune a mí como algunas veces
parece. La realidad se desploma en la forma de Mary Ellen, quien
definitivamente no luce como un Ratón esta noche. Se acerca furtivamente a
Trevor, mirándome sospechosamente. Empuja su brazo a través del suyo
posesivamente y le dice algo.
242
―Muy bien, todo el mundo ―dice contra el micrófono―. Es el momento que
todos han estado esperando. Vamos a averiguar quiénes son el Rey y la
Reina del Baile de Bienvenida este año.
―Su Rey es… Trevor Hoffman. ―Esto llama mi atención como nada más
podría haberlo hecho. Me enderezo de mi posición encorvada. Trevor se ve
asombrado, pero no puedo decir que yo lo esté realmente. Quiero decir, él
está vistiéndose mucho menos geek este año, y fue votado Presidente del
Cuerpo Estudiantil. Además, con esos hoyuelos y sus sorprendentes ojos
verdes, tenía que ser un ganador seguro.
243
―Volveré ahora ―le susurro a Brian mientras me levanto. Creo que
simplemente estaré afuera por diez minutos o algo así. Brian asiente, apenas
escuchando.
―Jennifer Grant.
Cierro mis ojos ante el nombre. No la conozco, pero no quiero tener que…
Mis pasos se desaceleran mientras el nombre penetra. Me giro, anonadada.
Ese es mi nombre. Algunas personas están aplaudiendo realmente —con la
notable excepción de las porristas—, y Jane positivamente radiante,
haciéndome gestos para que vaya al escenario. No hay manera… entonces
veo la mirada conspiratoria que pasa entre Jane y Brian, y me doy cuenta
que de alguna manera arreglaron esto. Simplemente no puedo adivinar
cómo.
―Y ahora, les doy a Trevor y Jennifer el momento para el Baile del Rey y la
Reina ―anuncia ruidosamente, y mi corazón se sacude. El baile.
Momentáneamente me había olvidado de eso, pero el baile significa… yo en
brazos de Trevor otra vez.
244
Extiende una mano rígida, y mientras pongo mi mano en la suya, un fuego
fundido inicia en mi estómago.
245
decidirse por una. Todavía tengo mis manos enredadas en su cabello, él se
estira y gentilmente las baja, desenganchándose de mi abrazo.
―Sólo espera, Jen. Ya casi estamos allí ―dice urgentemente. Luego está
empujándome en el asiento del frente de su auto. Corre al otro lado y se
sube. Miro a Brian, apenada por la humillación que debo haberle causado,
agradecida porque viniera a mi rescate, pero incapaz de formar las palabras.
No confío en abrir mi boca justo ahora porque estoy luchando contra los
lamentos que están empujando en la parte posterior de mis dientes. Él
parece leer todo esto en mi cara, y asiente en aceptación.
No puedo contestar; sólo puedo sacudir mi cabeza. Ella mira a Brian por
confirmación, como si él repentinamente fuera mi vigilante. Él se encoge de
hombros sin poder hacer nada, aturdido por la cercanía de ella.
―Muy bien, haré que Charlie me lleve a casa así puedo cambiarme, y luego
iré directo a su casa ―le dice, como si él le hubiera preguntado. Ella le da a
246
Brian un pequeño apretón de bíceps en gratitud y luego se va para encontrar
a su cita.
Brian la observa hasta que está fuera de vista, luego me vuelve a mirar. Sus
sentimientos están sobre su cara tan claramente como si se los hubiera
tatuado allí.
247
32
Todas las Cosas Buenas… Bueno, Ya Conoces el Resto
Traducido por CyeLyDiviNNa
E
l beso de Trevor me centró. Sé que no tiene ningún sentido. Debería
estar destruida. Si digo la verdad, en la noche del baile, me rompí: en
mil pedazos diminutos. Jane y Brian me mantienen junta, con un
poco de ayuda de Tamara, de todas las personas. Cuando finalmente caí en
un sueño exhausto —o tal vez debería decir que cuando finalmente me
desmayé porque estaba completamente agotada—, llegué a una especie de
paz con todo.
Creo que antes del beso sentía como que no había esperanza, que Trevor
había visto, finalmente, mi verdadero yo, y eso significaba que no había
manera de deshacer el daño. Su beso me contó otra historia. Ahora sé que
Trevor todavía me ama, por lo menos un poco. Creo que esta paz que siento
es en realidad una medida de esperanza. Genuina esperanza; no la
esperanza que pedí prestada de todos los demás, quienes seguían
intentando decirme cómo traerlo de vuelta, no la esperanza que me había
engañado a creer. Esta esperanza es real.
Ahora yo espero.
248
estar en malos términos. Por extraño que parezca, en lugar de su
desgarrador antagonismo hacia mí, se ha relajado, y aunque no me trata
exactamente como una amiga cercana, ya no me mira ferozmente. Se sienta
más cerca a mi lugar en el final de la mesa de almuerzo, e incluso es
vagamente amable.
Hmm.
Creo que está sorprendida cuando le sonrío con calma y le digo que parece
una buena idea, aunque lo oculta bien. Estoy tranquila en su mayoría por
eso, si no tomas en cuenta las mariposas que han decidido entrar en frenesí
en mi vientre.
Es sólo más tarde mientras estamos caminando por la puerta, que me doy
cuenta de que olvidé hacer hincapié en mi apariencia. Estoy usando una
simple camiseta blanca de manga larga y jeans. Ni siquiera arreglé mi
cabello o mi maquillaje. Sin embargo, realmente no me importa, porque sé
que estas son cosas superficiales que no significan nada para Trevor.
Supongo que es tiempo de que dejen de importarme tanto también.
Ya no quiero ser una extraña. Pertenezco a esta familia por completo, y estoy
agradecida por ello. He amado y perdido a alguien que no era más que un
experimento para mí la primera vez, y que ahora lo es todo para mí. Me
249
aseguro de que mis zapatos estén atados en esta ocasión porque, de alguna
forma, no creo que Trevor me atrape de nuevo si me caigo.
—Lo siento, Todder—le digo cuando por fin me libera y puedo respirar un
poco—. He estado muy ocupada.
Miro más allá de él hacia Trevor para ver su respuesta a esto. Ha atado sus
propios zapatos y está ignorando incondicionalmente el intercambio, lo que
yo podría comprar, salvo que puedo ver la tensión en sus mandíbulas.
—No sé si puedo, Todd —le digo con honestidad. Todd no se olvida de las
promesas, y no quiero hacer una que no pueda cumplir.
—¿Por qué no? —Mira a Carol, que me trata con distante cortesía—. Mami,
¿por qué no puede Jen-Jen venir a ver Todd? —se queja.
Carol me mira por una fracción de segundo, como si yo fuera la que trajo el
tema a colación. Ella se acerca, frotando la mano con dulzura arriba y hacia
abajo del brazo de Todd.
—Bueno, Todd, no veo por qué no podría. —Ella aprieta una sonrisa.
Miro más allá de ella, mirando a Trevor de forma significativa. Ella sigue mi
mirada, regresando a regañadientes su mirada hacia mí.
—Jen, nos encantaría que fueras, en algún momento, para ver a Todd. —Sé
que Todd no puede oír la renuencia en su voz, pero yo sí.
250
—Oh, bueno. —Las manos de Carol aletean en su garganta—. Uhm, tal vez
sería mejor que vengas otro día.
—Bueno, eso suena bien. ¿Cómo ves eso, Todd? Puede venir a verte el lunes.
Los ojos de Trevor saltan a los míos y luego se alejan de nuevo. Me alivia
saber que no hay malicia reflejada en su expresión o postura.
—Me alegro de que vaya a verte, Todd —le dice a su hermano, sin sarcasmo
o ira en su voz—. Pero no voy a estar allí. Tengo que quedarme después de
la escuela, ¿recuerdas?
—Uh, es tu turno de lanzar, amigo —le dice Rob a Todd, dándole una
palmadita en el hombro.
—Está bien. —Todd salta feliz hacia adelante, sin darse cuenta del silencio
que deja a su paso. Agarra la pelota, se acerca a la línea, y mueve su brazo
hacia atrás y adelante hasta que suelta la pelota. Una vez la bola toca los
pinos, derribando cuatro de ellos, se vuelve hacia atrás para conseguir la
251
habitual observación positiva de Trevor. Trevor se sienta en silencio, sin ser
consciente de Todd por primera vez desde que lo conozco.
—Buen trabajo, Todd —lo llamo, parándome y chocando los cinco con él en
mi camino a los bolos.
Todd me sonríe, luego choca los cinco con todos los demás, excepto Trevor,
que todavía está en silencio. Lanzo mi primera bola: un strike, el resultado
de mis muchas noches de bolos junto a Trevor y Todd.
—¿Has visto eso, Trevor? ¡Jen-Jen los golpeó a todos! —gritaTodd con
entusiasmo—. ¡Dale los cinco!
Él asiente con la cabeza una vez, con fuerza, y finalmente levanta su propia
mano, golpeando ligeramente contra la mía. Finjo que no hay un cosquilleo
eléctrico que fluye hacia abajo por mi brazo desde el punto de contacto.
Una cosa que aprendí de Trevor y Todd, si no aprendí nada más, es que los
bolos es un juego de animar a tus compañeros de equipo —así como al
equipo opuesto— y muchas chocadas de mano. A pesar de que puedo sentir
la tensión que viene de Trevor, y en un grado menor de su madre, me
atengo a las reglas nerd no escritas e interpreto el papel. Me estoy
divirtiendo. Me estoy comportando: sin trucos o juegos para tratar de
empujar dentro a Trevor.
Estoy segura de que es mi imaginación que cada vez que choco los cinco con
Trevor —lo que es a menudo debido a que nuestros turnos vienen justo uno
detrás del otro— sostiene mi mano apenas un segundo más de lo necesario,
sus dedos curvados alrededor de los bordes de los míos, los ojos intensos
durante un momento privado. Esto es sólo entre nosotros —nadie más
252
parece darse cuenta— y es probablemente en su mayor parte mi
esperanzada imaginación. Debido a que estamos actuando semi normal, los
otros son capaces de relajarse y disfrutar de sí mismos.
—Lo estás haciendo muy bien, Trevor —ronronea Tamara, sentada junto a él
y dándole palmaditas en el muslo con una gran sonrisa. Él se tensa y se
inclina minuciosamente lejos de ella. Tamara ha estado coqueteando
descaradamente con Trevor, para mi deleite y para su disgusto total. No
estoy preocupada por eso porque sé que no va en serio con él, pero por
supuesto él no tiene ni idea. Eso lo pone en el borde, puedo decirlo, y casi le
digo a ella que lo deje. Casi, hasta que él me mira para calibrar mi reacción.
Así que la dejo ir.
—Oye, hermana —me dice Jeff. Le ha dado por llamarme así desde que la
adopción llegó a ser legal, y aunque pongo los ojos en blanco cada vez que lo
hace, estoy contenta en secreto por su fácil aceptación como su hermana
pequeña. Me trata como si siempre lo hubiera sido.
—BladeRunner20.
20BladeRunner:No tiene título en español, pero significa: El que corre con la espada.
253
—Me gustó. —Suena sorprendido—. Pero seguro que no parece el tipo de
película que te gustaría.
Se encoge de hombros.
—Eso suena bien —dice Kari, pegándole con los codos en sus costillas.
—¿Ah, sí? ¿Por qué es eso? —pregunta él. De pronto, me doy cuenta de
cómo debe sonar esto para Trevor. Lo miro y veo que mira todo el
intercambio con una mirada en sus ojos que no puedo entender. ¿Pensaría
que arreglé esto, haciendo que Jeff me pregunte para mostrarle que todavía
estoy envuelta en las actividades que hicimos juntos? Aunque,
honestamente, mientras él me introducía a ellas, realmente he llegado a
amar todas las cosas de ciencia ficción. Una chica geek.
21A NightmareBefore Christmas: Película de Tim Burton en 1993, traducida como El extraño mundo
de Jack.
22MinorityReport: Película protagonizada por Tom Cruise, traducida como Sentencia Previa.
254
Jeff espera una respuesta, por lo que le doy una verdad parcial.
—Tengo amigos que están en eso y me engancharon. —Me atrevo a dar una
mirada atrás a Trevor y veo que ya no me mira, pero su mandíbula está
tensa, los labios apretados.
255
33
Na-un, Na-un
Traducido por Vannia
G
racias a mi nueva tranquilidad, a mi centro de paz que al menos
mantiene a mi corazón de no desinflarse completamente, decido
que he pospuesto mucho algo que debí haber hecho desde el primer
día en que Trevor se enteró de lo de la apuesta. Me decía a mí misma que el
enojo de Trevor le impediría escuchar, que necesitaba darle algo de tiempo
para calmarse. Y tal vez sea verdad, pero lo que sí es verdad, es que soy una
cobarde y no quiero hacerlo.
Tomo una profunda respiración cuando veo a Trevor solo por una vez, cerca
de un casillero que no es el nuestro, sino el que ahora comparte con otra
persona. Alejo el pensamiento de quién podría ser ese alguien junto con los
sentimientos que lo acompañan, y camino hacia él.
—Sé que no quieres hablar conmigo, pero hay algo que quiero decirte, si
estás de acuerdo. —Odio el tono zalamero que sale de mí, pero soy incapaz
de detenerlo. Él se gira de nuevo hacia el casillero, donde continúa
256
acomodando sus libros, apilándolos cuidadosamente según el tamaño.
Podría vestirse más a la moda, pero él sigue siendo Trevor hasta la médula.
—Está bien —murmura en voz tan baja que casi no lo oigo. Suena resignado.
—Quiero decirte que lamento lo que hice. —Tomo otra profunda respiración
y me sumerjo en ella—. Quiero decirlo, pero sería una mentira. Porque no lo
lamento.
Trevor levanta una mano hacia su casillero, pero en vez de continuar con la
organización de sus libros, se inclina contra el estante, y tengo la impresión
de que lo está usando como apoyo. Aprieta la mandíbula, enojado, pero no
dejo que su ira me detenga. Ésta podría ser mi única oportunidad para
decirle lo que necesito que sepa.
—Sé que no tienes ninguna razón para creer lo que estoy diciendo, pero es
verdad cuando digo que no cambiaría ni un minuto del tiempo que pasé
contigo. Bueno, tal vez algunas cosas, como lo de llevarte a esas fiestas.
—¿Por qué hiciste eso? —Su voz me sobresalta, aunque él lo pregunta en voz
baja.
—Porque estaba tratando de volverte malo, para que fueras como yo. —Él
me ve, sorprendido, luego aparta la mirada de nuevo—. Fue estúpido, lo sé.
En ese momento tenía sentido para mí. Tenía esta fantasía de que si venías
conmigo, viendo lo divertida y emocionante que era ir de fiesta, entonces te
convertirías en alguien como yo. Pero me alegro de que no funcionara, de
que sigas siendo lo que eres.
257
Se aleja del estante, cerrando su casillero, y dándose vuelta totalmente hacia
mí por primera vez. Pasa su mirada por mi boca, y como una heroína cliché
de una novela romántica, mi pulso se acelera y mi respiración se detiene.
—No conseguiste tu piercing en el labio. ¿No era ése tu premio? —Su voz es
áspera y sarcástica. Nada como Trevor en lo absoluto. Paso mi dedo por mi
labio apenas dándome cuenta.
—Ya no lo quiero.
—Porque he cambiado. Tuviste mucho que ver con eso. Tuviste mucho que
ver con eso. Hiciste que quisiera ser mejor, ser más como tú. Ser el tipo de
persona con la que podrías elegir estar. Pero supongo que nunca seré Mary
Ellen.
—Me mata… —Me detengo, apretando los labios. No puedo decirle lo que
me hace verlos juntos. Ya no importa—. Lo que quiero decir es que
realmente quiero que seas feliz. Con… —me trago los celos—… con quien
sea.
Trevor cruza los brazos, cerrando los puños, con la boca tensa de nuevo.
Creo que he subestimado lo enojado que todavía está conmigo.
—Sólo quería decirte eso, ya sabes, siento haberte hecho daño pero no el
resto. Sé que no hay esperanza para nosotros… bueno, tú sabes. Sólo espero
realmente que algún día quieras ser mi amigo de nuevo. Y sé que no
importa, y que probablemente sólo hará que te enojes al escucharlo, pero
todavía te amo, y supongo que siempre lo haré. Para lo que sea que eso
cuente.
258
—Na-nu, na-nu23 —digo con una mueca torcida, sosteniendo mi mano en
alto a modo de saludo Mork24. Me doy vuelta, determinada a mantener la
cabeza en alto hasta que esté fuera de su vista. Luego me caigo en pedazos.
⊕⊗⊕
Durante los últimos tres días he sido muy consciente de Trevor, incluso más
que antes. Me abrí a él —otra vez— y fui rechazada. Mi centro de paz se ha
desplazado un poco y mi corazón está sangrando de nuevo, pero estoy
lidiando con ello.
Con lo que estoy teniendo dificultades es con las miradas que recibo de
Trevor, porque me observa más intensamente de lo que lo hacía cuando
Beth reveló mi historia. Él se alterna entre mirarme con rabia, lanzarme
miradas feroces que me quemarían donde estoy si tuviera ese poder, y
observarme con curiosidad, como si fuera un rompecabezas que estuviera
tratando de descifrar. Esas miradas en realidad me ponen al borde, más de
lo que lo hacen las miradas de rabia.
—¿Puedo hablarte un segundo? —Ella pudo haber dicho que King Kong
estaba detrás de mí y no me habría sorprendido más que con sus palabras.
23Na-un, na-nu: Es un saludo que se dio a conocer en la serie Mork&Mindy, donde se forma la
típica ―V‖ con la mano juntando los dedos índice y medio, y el anular con el meñique.
24Mork: Es un personaje de la comedia estadounidense Mork&Mindy emitida entre los años 1978 y
1982, donde Mork se mostraba como un extraterrestre que llegó a la tierra desde planeta Ork.
259
Claro que hay un montón de tipos en la escuela que a veces actúan como
primates, así que no sería tan impactante.
260
—Lo sé. —Asiente con la cabeza—. Lo pude ver. Y aunque tú no me gustes,
y no me gusten las cosas que hiciste, sé que te enamoraste de él. Y sé que él
se enamoró de ti. Pero yo todavía seguía celosa. Y por eso te lo quería decir.
Y no debería haberlo estado. Incluso después… de que ustedes rompieron,
todavía me sentía celosa porque él te seguía amando.
261
34
Me Haces Girar Alrededor Nene, Alrededor Nene
Traducido por CyeLyDiviNNa (SOS)
—
Corregido por Mari NC
—¿No encuentras extraño que yo vaya de chica fenómeno a Reina del Baile
de Bienvenida en un corto período de tiempo, sobre todo teniendo en cuenta
los sentimientos generales sobre mí después de lo que le hice a Trevor?
—Puede que haya hecho campaña para ti… pero sólo un poco, algo pequeño.
—Hace hincapié en esto con la elevación de su dedo pulgar y el dedo índice
a un pelo de distancia.
262
Aunque la idea de alguien haciendo campaña para que yo sea la Reina del
Baile de Bienvenida hace seis meses habría estado más allá de risa, ahora
estoy agradecida de que alguien me ama lo suficiente como para
preocuparse por hacer una cosa así en mi nombre.
⊕⊗⊕
—Oye, Jen.
No, no son las propias palabras. Es la fuente de las palabras. Debido a que
provienen de Trevor mientras lo paso en el pasillo. No lo vi hasta que las
palabras fueron pronunciadas, porque había estado cavando en mi mochila
en busca de mi libro de matemáticas. En el momento en que me descongelo
y es mi turno para responder, estoy viendo la parte posterior de su cabeza
desapareciendo en la siguiente curva en el pasillo.
263
mi mente está clara. No creo que me haya perdonado del todo. Está jugando
conmigo, pienso con enojo.
—Oh, bueno, eh… ¿quiénes van a estar allí? —Mis ojos parpadean hacía
Trevor, que escucha todo esto. Brian sabe exactamente a quién me refiero, y
sus ojos siguen los míos.
—Oh. —No sé cómo responder a esto. Echo un vistazo a Jane—. Bueno, Jane
y yo en realidad teníamos planes el sábado…
—¿Por qué?
264
Por segunda vez en un día, dos palabras son capaces de girar mi mundo al
revés. Una vez más, no son las palabras, es quién las dice. Mis ojos se
mueven a la cara de Trevor, pero su expresión me resulta difícil de leer. No
tengo una respuesta para él. Él debe saber mejor que nadie por qué no.
—¡Genial! —Jane explota junto a mí—. ¿A qué hora debemos estar allí?
Brian da los detalles. Sólo puedo esperar que Jane esté escuchando porque
mi mente está girando. Trevor sostiene mi mirada durante unos segundos,
más de unos segundos que se sienten como una eternidad. Luego se vuelve
de nuevo a alguien a su lado, enviando mi mente a girar con toda la
confusión de esta mañana ahora confusión al triplicado.
265
35
Si los Deseos Fueran Besos
Traducido por LizC
E
s la temida noche de maratón de películas de Brian, temida por mí,
de todos modos. Jane está demasiado entusiasmada con ello, aunque
valientemente trata de ocultarlo, porque puede sentir mi estado de
ánimo, sentir mi deseo de pasar todo el asunto. Incluso se ofrece a medias a
pasar sobre ello, para llamar a Brian ella misma y decirle que no podemos ir,
pero escucho en su voz lo mucho que quiere ir.
—Nada, no importa —murmura, todavía sin mirarme—. ¿Qué hice con ese
esmalte de uñas Candy Apple Red?
266
—Muy bien. —Se rinde de forma dramática—. Desde la noche del Baile de
Bienvenida, ¿de acuerdo?
—Jane, no soy tan frágil como para que no puedas decirme esas palabras.
No es como si me fuera a olvidar de esa noche si no hablamos de ello.
—Bueno, pareces bien, pero sólo estamos en cierto modo esperando por la
crisis, supongo.
—¿Estamos?
Ahora se ve cohibida.
—Brian y yo.
—¿Así que ustedes hablan de mí? ¿Está esperando la próxima vez que me
caiga en pedazos?
—Es sólo porque nos preocupamos por ti, y estamos preocupados por ti.
—¿En serio?
—Le dije que lamentaba hacerle daño, pero que no me lamentaba por lo que
había hecho, porque me habría perdido el conocerlo y amarlo.
267
—¿Qué dijo? —Suspira.
—Nada.
—Sí, pero está bien. Tenía que decirlo. Pero ahora está siendo… agradable,
supongo. O tal vez no es agradable, más bien cortés. Creo que tal vez es peor
que cuando me estaba ignorando.
—Tal vez está tratando de, ya sabes, hacerte saber que te quiere de vuelta.
—Difícilmente —me burlo—. Sabe que tan patética soy, todo lo que tendría
que hacer es decir una sola palabra y estaría de vuelta a su lado en un
instante. No, creo que sea una de las dos cosas. O bien simplemente
encontró el límite de la cantidad de groserías que puede repartir a una
persona sin importar lo mucho que odia decirlas, porque si Trevor es una
cosa, es ser el epítome25 de la cortesía y los buenos modales. La otra teoría —
y la que creo que es más probable— es que todavía está tan enojado que
quiere que yo sufra más que nunca, y la manera de hacerlo es recordarme lo
que he perdido.
—No creo que sea eso. Trevor no parece que es tan ruin.
Suspiro.
Epítome: Del griego ἐ πιτομή epitome, es el resumen o sumario de una obra extensa, que describe
25
lo más fundamental.
268
—Lo soy —concuerdo—. Así que vamos a conseguir que esta patética chica
se prepare para poder ir a sentarme en la casa de Brian e incluso ser aún más
patética, mientras decaigo y finjo que no lo soy.
⊕⊗⊕
He estado en casa de Brian varias veces antes, por supuesto, pero siempre
con Trevor. Esta es mi primera vez desde que él empezó a odiarme. La
mamá de Brian es una de esas personas que me aceptó desde la primera vez
que caminé a través de su puerta —a pesar de que daba miedo— y nunca
me ha tratado diferente a lo largo de toda mi transformación.
Cuando entramos, casi todo el mundo ya está ahí ya que tuvimos que
esperar a que los dedos de Jane se secaran antes de que pudiera ponerse sus
sandalias. Creo que es ridículo, pero luego veo la mirada en la cara de Brian
cuando los espía y decido que tal vez ella sabe lo que está haciendo. No es
que necesite pintarse los dedos de los pies para captar su atención —su
atención no está en ningún otro lugar— lo cual es muy inusual para Brian,
porque por lo general no puede ser distraído de la televisión cuando están
dando una película de ciencia ficción.
Por supuesto, mis ojos infaliblemente buscan a Trevor en primer lugar. Esto
es un error porque ahora tengo el estómago en nudos. Él está de pie cerca de
la nevera, entregando las bebidas. Como si me pudiera sentir allí, se
endereza y mira directamente hacia mí. Me quedo paralizada, pero él
también lo hace. Sólo me mira fijamente durante unos segundos, luego se
vuelve de nuevo a la nevera. Me estremezco, supongo que la cortesía ha
terminado.
269
Pero luego cierra la nevera y se va derecho hacia mí, y me entrega una Coca
Cola dietética. No dice nada, mientras la tomo, aturdida, y sólo me ofrece
una mirada indescifrable, dándome la espalda tan pronto como la tengo en
la mano. Así como así, estoy desconcentrada otra vez.
Miro las películas a ciegas. Mi único objetivo es Trevor, quien se ríe y habla
con sus amigos y quien siempre parece estar lo suficientemente cerca de mí
como para no poder ignorarlo, pero lo suficientemente lejos como para dejar
en claro que no estamos juntos. Incluso habla con las otras dos chicas que
Brian ha invitado, haciendo que mi estómago se enturbie.
—Sí —le dice. Brian sólo vive a unas cuadras de Jane, y ninguna de nosotras
tiene auto, así que ¿cómo más podríamos haber llegado hasta aquí?
¿Volando?
—Está bien, vamos entonces —chilla Brian antes de que pueda decir algo.
270
La acera no es lo suficientemente amplia como para los tres a lo largo, pero
no lo suficientemente estrecha como para una sola persona, lo que significa
que Brian y Jane se adelantan, de la mano, dejándome a mí y Trevor lado a
lado. Me imagino que va más allá de la capacidad de Trevor ser tan grosero
como para caminar por delante o por detrás de mí cuando sería tan obvio, lo
que explica por qué cae en el paso junto a mí. Nuestros brazos oscilantes a
nuestro lado se rozan sin querer, los dos nos inmutamos. Trevor
inmediatamente mete las manos en los bolsillos; yo doblo mis brazos sobre
mi vientre.
—Sí, eso suena como ella. Parece que ustedes se llevan mucho mejor en estos
días. Recuerdo cuando solías llamarla la ―porrista‖ como si fuera una cosa
mala.
—Hay un montón de cosas que pensé que eran malas en ese entonces. —Me
encojo de hombros con indiferencia, aunque me siento todo lo contrario—.
Tamara no es tan mala. Me gusta tenerla de hermana.
—Creo que…
—Quería decir…
271
Nos miramos el uno al otro y sonríe incómodo por haber hablado al mismo
tiempo que yo.
Se aclara la garganta.
—Solo quería darte las gracias, ya sabes, por venir a ver a Todd. Esto
significa mucho para él. No habló de otra cosa durante dos días después de
que viniste.
—Oh. —No sé muy bien cómo responder—. Eso está bien. Me gusta Todd.
Se me ocurre que tal vez está tratando de decirme que no fuera a su casa
nunca más.
—No… no, eso no es lo que estoy diciendo. Es… está bien. Es una buena
cosa. Es que… a Todd le gusta tenerte allí.
Tomo una respiración profunda de nuevo. Mi corazón sufre por los días en
que era fácil entre nosotros, cuando podía abarcar ese pequeño espacio entre
nosotros, tomar su mano y alegrarlo por ello. No ésta tensa cortesía
incómoda. Miro para otro lado y limpio rápidamente la lágrima que se
derrama.
—Es, eh, es bueno que hayas venido al Centro para persones mayores
también.
—Si hace que sea malo para ti, tenerme allí, quizá podría ir a una hora
diferente o algo así.
272
Se queda tranquilo durante tanto tiempo que empiezo a lamentar mis
palabras. Mientras que podría ir un día diferente en lugar de no ir en
absoluto para ver a mis amigos allí, es también una de las pocas veces que
llego a ver a Trevor aún actuando como el viejo Trevor.
—¿Qué fue eso? —me interrumpe—. Antes, ¿qué era lo que ibas a decir?
—Oh, eh, yo estaba a punto de decir… Creo que estás haciendo un trabajo
realmente bueno como presidente del cuerpo estudiantil.
273
—¿En serio? ¿Eso es lo que ibas a decir?
Me encojo de hombros.
Detectando un territorio peligroso otra vez, toma otro paso hacia atrás.
—Bien, bueno, gracias, supongo. ¡Oye, Brian! —grita. Brian se vuelve hacia
nosotros—. ¿Estás listo?
—Adiós, Trev—susurro.
274
36
Carteleras y Pianos
Traducido por Niii
T
res miserables semanas después, estoy de pie frente a mi solitario y
desordenado casillero, intentando localizar el trabajo que sé que puse
ahí ayer, o pensaba que lo había hecho de cualquier modo… es algo
difícil saberlo con seguridad ya que aquí no hay ningún tipo de
organización.
Todavía les estoy frunciendo el ceño, como si eso les fuera a causar
suficiente miedo como para levantarse, y ordenarse ellos mismos, y volar de
regreso a encerrarse en mi casillero cuando oigo una risa detrás de mí… una
risa que conozco incluso mejor que la mía.
—¿Crees que eso es gracioso? —Intento que suene sarcástico, pero suena
patéticamente cerca de las lágrimas en su lugar.
—Sí, lo creo.
Sonríe mientras se endereza y camina hacia mí, la sonrisa que hace aparecer
sus hoyuelos y casi me hace caer de rodillas. Soy tan blanda. Se detiene justo
frente a mí, agachándose para reunir rápidamente los papeles en una
ordenada pila. Me las entrega, todavía sonriendo mientras estoy intentando
ponerme al día con este nuevo acontecimiento. Entonces saca un papel de su
agradablemente organizada mochila y lo deja en la parte superior de la pila
275
que está en mi mano. Le doy una mirada curiosa, pero no registro nada de lo
que está escrito. Estoy mucho más interesada en mirarlo.
¿En el qué? Él lee mi silenciosa confusión y golpea con su dedo el papel que
me ha dado. Bajo la mirada y veo que es un volante, el mismo que todos los
otros están cargando alrededor de la escuela. Sé sobre el Grupo de Teatro,
por supuesto, y estoy vagamente consciente de que tienen algún evento por
venir.
—¿Vendrás?
—Al espectáculo.
276
—¡No! —Mi interrupción es un poco brusca—. Quiero decir, no, no tengo
que hacerlo. Quiero hacerlo.
—Bien. Te veré allí. —Su sonrisa está de regreso y se asoma por sobre mí
hombro para mirar mi desastre de casillero—. Deberías limpiar eso —dice
riendo, mientras se aleja.
Trevor acaba de invitarme a verlo tocar este fin de semana. Una lenta sonrisa
cruza mi rostro mientras me giro para poner los papales de regreso en mi
casillero. Se mantienen incluso cuando me doy cuenta que el trabajo que
había estado buscando está de nuevo en algún lugar de la pila.
⊕⊗⊕
Cambio mi ropa seis veces hasta que finalmente decido que mantener un
bajo perfil es lo mejor: Sencilla camiseta gris ajustada y jeans. Todavía estoy
insegura sobre sus razones para invitarme, así que no quiero parecer como
que estoy esperando algo. Que casualmente sepa que a él realmente le gusta
mi camiseta gris no significa nada.
Llego sólo un par de minutos tarde. No sé en qué parte del programa está él,
de forma que no quiero perderme nada; tampoco quiero encontrarme con
nadie que conozca y tener que intentar explicar mi repentino interés en el
Grupo de Teatro de la escuela. Pago mi boleto y me cuelo en el oscuro
277
auditorio. Está lleno sólo hasta dos tercios de la parte posterior, por lo que
puedo sentarme sola en la parte de atrás, desapercibida.
Trevor comienza a cantar. Sabía que podía cantar, por supuesto, canta
siempre en el Centro para personas mayores. Nunca lo he oído cantar de esta
forma. Lo escucho sin aliento, mi corazón retumbando con su música, sus
palabras de amor y perdón flotando directamente desde mi columna a mis
pies.
26
Henley: Camisa con botones, llamada así porque este estilo fue el tradicional uniforme de
remeros en la ciudad inglesa de Henley.
278
Me asusto sólo un poco, preguntándome si debería ponerme de pie para que
pueda verme, para que sepa que estoy aquí, que escuché. Eso resulta ser
innecesario porque él ya sabe dónde estoy.
—Gracias —susurro.
—Lo siento tanto, Trevor —susurro con urgencia, sabiendo que esta puede
ser la única oportunidad que tenga de decírselo—. Siento no haber sido una
mejor persona, haber hecho todo mal. Pero estoy feliz… tan feliz de haber
tenido la oportunidad de amarte. Lo juro, sin embargo, nunca quise herirt…
Detiene mis palabras de manera efectiva con un beso. Los dedos de mis pies
se curvan, y las lágrimas comienzan a fluir otra vez, lo que es gracioso ya
que no puedo dejar de sonreír. Cuando se aleja, me está sonriendo, sus
hoyuelos ahí para mí.
279
37
Completa Otra Vez
Traducido por SheilitaBelikov
—No tienes idea de lo bien que se siente tenerte en mis brazos otra vez —
murmura en mi oreja, enviando escalofríos por mi espalda que no tienen
nada que ver con el frío. Me giro hacia un lado para poder verlo.
—No más disculpas —dice—. Ambos sentimos haber sido idiotas, pero ya
no importa. Estamos aquí ahora, eso es todo lo que importa.
280
miro dudosa, y él continúa—. Me sentía miserable sin ti. Cada segundo de
cada día quise acercarme a ti, disculparme por actuar como un idiota, y
pedirte que me perdonaras.
—¿Perdonarte a ti?
—No es necesario, Trev. No hay nada que perdonar. —Ya está sacudiendo la
cabeza.
—Bueno, eso es cierto, hasta cierto punto. No fue lo peor que podrías haber
hecho. Siempre supe que había alguna razón por la que decidiste que te
gustaba así de repente. Después de un tiempo, ya no importó. Más que
nada, me dolió el orgullo cuando ella me lo contó, pero no quería admitirme
eso a mí mismo. —Sonríe con desaprobación—. No sabía que pudiera ser tan
orgulloso.
Pongo los ojos en blanco. Esa es una reacción tan geek ante el orgullo.
Traga un nudo en su garganta, sus ojos yendo a los míos, llenos de la miseria
recordada.
—Para el momento en que el baile se llevó a cabo, sabía que no podía estar
sin ti por mucho más tiempo. Cada vez que intentaba acercarme a ti, mi
281
estúpido orgullo se interponía. Después de ese beso… —Deja de hablar poco
a poco y se inclina, besándome otra vez como si hablar de ello le recordara
que ya han pasado más de cinco minutos desde la última vez que lo hizo.
Esa es una de las mejores cosas acerca de estar de nuevo con él, está
compensando el tiempo perdido, y yo estoy cosechando todos los beneficios.
—No te enojes con él. Estaba preocupado por ti. Y estaba muy molesto
conmigo por ocasionar que estuvieras de esa manera. —Se estremece ante el
recuerdo de la descripción de Brian. ¡Wow!, debo haber estado peor de lo
que pensé.
—Esperanza.
—Ahhh, así que eso es lo que era. Entonces soy un idiota aún más grande de
lo que pensaba.
282
—Deja de hablar de mi novio de esa manera.
—En realidad, esa palabra parece un poco pobre cuando se refiere a ti. Eres
mucho más que eso para mí.
Mi recompensa es otro beso, uno que hace que los dedos de mis pies se
curven.
Me río.
—Trev, todo lo que tenías que hacer para hacerme quererte era respirar.
283
—Oigan, chicos —dice Carol, saliendo de la casa. Estoy muy apretada contra
Trevor, así que me muevo para colocarme a una distancia respetable para
Carol. Sin embargo, los brazos de Trevor son como bandas de acero. Me
mantiene apretada contra él.
—Es bueno verte de nuevo aquí, Jen. Es bueno ver a Trevor sonreír de
nuevo.
—Sabe que te trató mal —me dice—. Fue toda la cosa de mamá osa.
—Bueno, creo sinceramente que manejó todo muy bien. Desde que aparecí
en la puerta de su casa por primera vez luciendo como lo hacía, para
lastimarte como lo hice. No sé si yo hubiera sido diferente de lo que ella ha
sido. Probablemente sería peor.
—Lo sien… —Su boca corta mis palabras una vez más. Le sonrío.
—No tienes que disculparte para conseguir que te bese. —Se ríe y luego me
devuelve mis palabras—. Sólo tienes que respirar.
284
—Entonces, lo siento por todo. Lo sientes por todo. No más disculpas.
¿Puedo decir una cosa buena que salió de esto?
—¿Te diste cuenta de que Seth no sería adecuado para ti? —bromea, pero
hay una aspereza en su voz.
—Muy bien, ya que estamos contándonos todo, ésta es una última confesión.
—Toma una respiración—. Te seguí en tu cita con él.
—Oí que ibas a salir con él, y ardí en celos. No, arder no es la palabra
correcta. Estaba más como en el infierno. Así que te seguí. En el cine me senté
en la parte de atrás y te observé. Realmente no podía seguirte al restaurante
y no llamar la atención, así que me fui a tu casa y me escondí, esperando a
que volvieras a casa. Cuando estabas caminando a la puerta, quise salir,
levantarte, y darte un beso que le dejaría claro a Seth que no podía tenerte.
—Bueno, además de eso, aprendí que soy mucho más fuerte de lo que
pensaba. En mi vida, siempre me han enseñado que no debo esperar
felicidad porque no es para mí. —Él abre su boca para discutir, pero
presiono mis dedos helados contra sus labios—. Así que cuando finalmente
285
encontré felicidad, realmente no me sorprendió que me fuera arrebatada.
Quiero decir, todo iba muy bien para mí, sabía que no podía durar.
—Pero lo que aprendí fue que podía estar devastada y sobrevivir. Que sólo
porque una cosa buena se va, no significa necesariamente que todas las cosas
buenas tienen que irse, incluso si la única buena que lo hizo es la mejor.
¿Tiene esto algún sentido?
Agarra mi mano, presionándola con más firmeza contra sus labios. Asiente
en respuesta.
—Así que dentro de diez años, cuando estemos casados y quizás tengamos
una familia o lo que sea, si pasa algo malo, sabré que puedo manejarlo. Eso
no me va a matar, porque si puedo sobrevivir a perderte, aunque sea por
poco tiempo, puedo sobrevivir a cualquier cosa. Soy más fuerte de lo que
pensaba. El legado que pensé que mis padres me dejaron es nulo y sin
efecto.
286
Lo giro sobre su espalda y me siento a horcajadas sobre su vientre,
sujetándole los brazos por encima de él, algo que no sería capaz de hacer si
realmente tratara de detenerme.
—Desearía que fuéramos Highlanders para poder vivir juntos para siempre.
Y así mi vida siendo una chica geek que ama a su chico geek comienza.
Fin
27
Lincoln Six Echo: Personaje de la película de género distópico ―La Isla‖ interpretada por
EwanMcGregor.
287
Biografía del autor
www.cindycbennett.com
288
CREDITOS
Moderadora
Niii
Traduccion
Niii kathesweet Caamile
SheilitaBelikov Vannia LizC
Dani Susanauribe Vettina
Paaau Dark Heaven Mari NC
CyeLyDiviNNa flochi
Akanet eve2707
Correccion
Mona Mir Xhessii
V!an Niii ★MoNt$3★
LizC Vannia Paaau
Akanet Marina012 Mari NC
Recopilacion y revision
Mona, Niii
Diseno
Paovalera
289
Para más lecturas visita:
www.bookzinga.activoforo.com
www.purplerose1.activoforo.com
290