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TRATADO oh ee FITOTECNIA | GENERAL PEDRO URBANO TERRON ~~ sistema infor [—— Grupo Mundi-Prensa —— + Mundi-Prensa Libros, Castell, 37 - 28001 Madrid Tel. 914 36 37 00 - Fax 915 75 3998 E-mail: ibreria@muncipransa.es + Internet: www. mundiprena,com + Mundl-Prensa Barcelona + Editorial Aedos, s. Consell de Cent, 301 - 08009 Barcelona Tel, 934 88 34 92 - Fax 934 87 76 59 E-mail: barcelona@murdiprensa.es + Mundi-Prensa México, s. a. de C. V. Rio Pénuco, 141 - Gol. Cuauhtémoc 06500 México, D. F. Tel. (+52)-6-533 56 58 - Fax (+52)-5-514 67 99 E-mail: resavop@data.net. mx © 1988, P. Urbano Tertén © 1988, Ediciones Mundi-Prensa Depésito Legal: BI-1690-01 ISBN: 84-7114-386-0 Lt edici6n: 1989 Reimpresidn: 1991 2. edici6n: 1992 1995 Reimpresion: 1999 Reimpresién: 2001 No se permite la reproduccién total o parcial de este libro ni cl almacenamiento en un ico, ni la transmisiOn de cualquier medio, electrinico, mecénico, fotocopia, registro u otros medios sin cl permise previo y por escrito de los tvulares dde Copyright IMPRESO EN ESPANA - PRINTED IN SPAIN Impreso por GRAFO, S. A. - Bilbao INDICE Capitulo [: La radiacién solar y las radiaciones luminosas, | Naturaleza y composiciéo, 1 - ‘Yalor energético de Ia radiacidn solar. 3 IL_Las radiaciones laminosas, 8 Duracién de la iluminacién: Fotoperiodismo, 8 Intensidad de iluminacion, 13 Naturaleza de las radiaciones juminosas, 15 Intersccion eotre el agua disponible, la luz y lu temperatura, 16 Influencis de la iluminackin sobre [x absorcida de elementos minerales, 17 Posible influencia de las fases lunares en el desarrollo vegetal, 17 “Capitulo Ul: La radiacién térmica, 19 nas fuses y funciones de la planta. 2 Punto de compensacion, 26 Termoperfodismo, 27 La integral o constanie térmica, 28 Métados de caleulo, 29 Constante heliot La relucidn radiaciGn'temperstura, 33 Capitulo 11; EI frie estimulador, 37 Aceién de! termoperiodismo, 37 Interrupcion de Tos letargos, 37 Inducci6n a la floracién por accién del frio: vernalizacién, 42 Expecies monocarpicas vernalizables on semillas, 44 Especies monocérpicas no vemalizables en semnillas, 46 Especies poliedrpicas y vivaces, ST Capitulo IV: Accién de las temperaturas desfavorables, 55 L._Las temperaturas elevadas, 55 ‘Aceién de las altas temperaturas sobre las plantas, 55 Resistencia natural al calor, 56 Golpe de calor, 57 XVI opyrignited material TRATADO DE FITOTECNIA GENERAL Il, Las temperaturas bajas, 60 i la ional, 62 Desplazamiento dz equilibrios biolégicos, 63 Mucrie celulor y desinicciGn de telidos vegetales por fri, 63 Resistencia natural de los vegetales al frio, 65 Sensibilidad al fio segun estado del desarrollo vegetal 67 ‘Las heladas en agriculture, 69 Heladas de advencién, 70 Heladas de radiacion, 70 Capitulo V: Protecci6n de los cultivos frente a las temperaturas desfavorables, 79 I. Proteccién contra las temperaturas elevadas, 79 Métodos indirectos, 19 1. Proteccién contra las temperaturas bajas, 81 Metodos indirectos, 81 Métodos directos. 85 Métodos basados en calefaccién, 86 Basados en formacién de pumallas en ts atmndsfera, 103 Basados en agitacion de Ja atmdsfera, 105 Cubizrtas protectoras, 109 Capitulo VI: Accién de los componentes atmosférieos, 111 Composizién de la atmésfera, 111 Fertilizacin carbonica, 112 Aportes de nitrdgeno por el agua de tluvia. 117 ‘Aportes de azufre por las aguas de Iuvia, 118 Lluvia dcida, 118 Atmésferas artificiales, 119 Forzado de los cultivos, 123 ‘Atmésferas contaminadas, 12. Capitulo VII: Defensa contra el viento, 131 Interés de la defensa contra el viento, 131 Cortaviemtos, 135 Establecimiento de cortavientos, 138 Capitulo VIII: Accion combinada de los factores climéticos, 143 El clima agricola, 143 Indices termopluviométricos, 146 Clasificacion climatica de Thomthwaite (1948), 148 ClasificariGn agroecoldgica de Papadakis (1960), 157 Copitulo IX: Control del estado fisico del suelo: laboreo, 167 Las labores agricolas, 167 Objetivos del laboreo, 169 Clases de labores, 170 Estado éptimo del suelo Subsolado, 179 ‘Subsolado-drenaje, 180 Desfonde, 181 Alzar, 182 Gradear con discos, 184 Cultivador, 186 Gradeo con pias, 188 ¢] laboreo tempero. 17: XVII INDICE GENERAL Fresado, 189 Bulado, 191 Aporeado y descalce, 192 ‘Modernas tendencias en el laboreo, 193 Capftulo X: El agua del suelo, 201 Formas del agua del suelo, 201 Contenido de humedad. 203 Energia del agua del suelo, 208 Determinacién del contenido de humedad, 213 Balance de humedad do los suslos cultivados, 22 Diagramas de humedad, 225 . Relacidn entre la humedad del suelo y el rendimiento de las cosechas, 226 Capitulo XI: Los parametros del rego, 279 Las necesidades de agua de los cultivos, 229 Medicién directa, 243 Determinacién del agua necesaria para el ricgo, 245 Dotacién y frecuencia de riepos, 246 Dee ae Jornada de riego, 249 Caudales caracteristicos, 249 ‘Modulo de riego, 250 Grupos agrol6gicos para el riego, 250 Clases de suelos con fines de riego, 251 Capitulo XI: Calidad del agua utilizada en el rlego, 255 Procedencia del agua de riego, 255 ‘Temperatura, 258 Gases disuclios, 258 ‘Sustancias en suspensién, 259 SiStincias Gt SOMcIGn Sinided, 260 Efectos producidos por la utilizacién de aguas salinas en el riego. 266 Criterios para caracterizar la calidad de las aguas utilizadas en el riego, 268 EI uso de las aguas salinas en el riego, 285 Recomendaciones para el cultivo cuando se utilicen aguas salinas en el riego, 297 Capitulo XIII: Métodos de riego, 301 Consideraciones generales, 301 Riegos de superficie, 303 iegos subterréneos, 314 Riego por aspersién, 315 Captiuto XIV: El drenaje agricola, 341 Necesidad de drenaje en los suclos agricolas, 341 Estudios previos, 343 Control del nivel del agua subterrinea, 343 Métodos de drenaje: clasificacién, 344 Drenaje superficial por cauces abiertos, 346 Drenaje subterrénco, 347 ‘Trazado del sistema de drenaje, 254 Calculos elementales para el drenaje subterraneo en régimen permanente. 357 Capitulo XV: Control de la materia organiea de fos suetos cultivados, 363 1._La materia orgénica de los suelos cultivados, 363 evol XIX ‘TRATADO DE FITOTECNIA GENERAL La humificacién de los residuos anginicos, 364 La relacién carbono‘nitrégeno (C/N), 370 Interés agricola de fa relacién C/N, 372 Influencia del humus sobre la fertlidad del suelo, 373 Balance de materia orgénica de los suelos cultivados, 376 Equilibrio htimico de los suelos cultivados, 380 IL. Los fertlizantes orgénicos, 384 ‘Generalidades, 384 Extigreol natural. 385 Estiércol artificial, 393 Estiéreol licuado, 395 Purin, 396 Gallinaza, 397 Palomina, 397 Majadeo, redileo o sirle, 398 Enterramiento directo de pajas, 398 ‘Abonos verdes. 199 echas. 403 Turban, 408 Basuras de poblacién sin tratar, 406 Basuras de poblacién compostizadas, 407 Fertilizantes orgiinicos comerciales, 408 Capitulo XVI: Correccién de suelos écidos: enmiendas calizas, 411 én del suelo, 411 ide slo os cultives, 414 Correccién de la acidez: encalados, 415 Estado célcico del suelo, 417 Determinacién de las necesidades de cal, 417 Productos utilizados como enmiendas calizas, 421 Incorporacidin de la enmionds al suelo, 423, Capitulo XVIT: Rehabilitacion de sueles salines y s6dicos, 425 Importancia del problema. 425 Definiciones, clasificacién y caracteristicas, 427 Rehabilitacién de los euelas salinos, 420 avado de sales, 431 Ediminacisn de} sodio en exceso, 438 Determinacién de las cantidades de enmienda a uti Fase cultural, 443 izar, 442 Capitulo XVIII: La fertilizacién mineral, 445 Elementos minerales absorbidos por las plantas, 445 Ley de la restitucién, 447 Ley del minimo 0 de Ios factores timitantes, 448 Ley de Mitscherlich, 450 ‘Aplicacion de la ley de Mitscherlich a la fertilizacién mineral. 455 Capitulo XIX: EI nitrégeno y la fertilizacién nitrogenada, 459 L_EL nitrégeno de los suelos cultivados. 459° Origen, 459 Formas 460 Contenido, 462 Evolucin del nitrégeno det suelo, 463 Interclacién entre el nitrégeno del suclo y ¢] atmosférico, 468 Ciclo del nitrégeno en los suclos cultivados, 469 Balance nitrogenado de los suclos cultivados, 470 XX aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. INDICE GENERAL El cine en el suelo, 619 mas y evolucion, 619 Contenido 619 El cine en la planta, 619 = Sabon 61s Papel fisioldgico, 620 Carencias, 621 Toxicidad, 621 El-cine en la fentlizacién, 622 El-cobre en el suelo, 622 Formas y evolucién, 622 Contenido, 623 El cobre en a planta, 623 Papel fisioligico, 624 Carencias, 624 Toxicidad, 625 El cobre en la fertilizacién, 625 El molibdeno en el suclo, 626 Formas y evolucién, 626 Contenido, 626 El molfbdeno en la planta, 627 ‘Absorcién, 627 Papel fisiologico, 627 Carencias. 628 Toxicidad, 628 El molibdeno cn Ia fertilizacion, 628 Otros microelementos, 629 Clore, 629 Cobalto, 629 Yodo, 631 Selenio, 631 Fltior, 631 Silicio, 631 Aluminio, 632 Ars€nico, cadmio, titanio, vanadio, etc. 633, Capitulo XXVI: Los abonos compuestos y complejas, 635 Definiciones, tipos, fSrmulas y equilibrios, 635 Ventajas e inconvenientes del uso de abonos compuestos, 636 Abonos binarios, 637 ‘Abonos binatios de mezela, 637 ‘Abonos binarios complejos, 638 Grupo Nitrogenado-Fosfatado, 638 Grupo Nitrogenado-Potésico, 642 Grupo Fosfatado-Potisico, 642 ‘Abonos ternarios. 642 ‘Abonos ternarios de mezcla, 642 ‘Abonos femnarios complejos, 643 ‘Kbonos ternarios liquidos, 644 Condiciones generales de empleo de los abonos compuestos, 645 Capitulo XXVII: Distribucién de los fertitizantes minerales, 647 ‘Tipos de fertilizantes minerales, 647 Fertilizantes s6lidos, 647 Fertilizantes liquidos, 648 Fertilizantes gaseosos, 651 Distribucién de los fertilizantes minerales solidos, 651 Distribucién de los fertilizantes minerales liquidos, 655 Distribucién de fertilizantes gaseosos, 663 XXII aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. INDICE GENERAL ‘Acondicionamiento de los granos, 779 Limites de humedad para el almacenamiento, 780 Aireacién de los granos, 784 Secado de tos granos, 785 Diferentes tipos de secaderos, 788 Almacenamiento de granos con alto contenido de humedad, 792 julo XXXII: Recolecchéa y conservacién de érganos subterrancos, 795 Especies cultivadas para aprovechar sus érganos subterténeos. 795 Recoleccién de la remolacha azucarera, 796 Recoleccion de la patata, 799 Conservacién de Ia patats, 800 Ventilacién, 802 Almacenamiento de larga duraci6n, 803 ‘Conservacién por radiacién. 804 ‘Conservacién de la patata de siembra, 804 Capitulo XXXIV: Recoleccién y conservacién de forrajes verdes, 807 Principales especies forrajeras, 807 Recoleccién de los forrajes verdes, 808 Conservacién de fos forrajes verdes, 813 Henificacién natural, 814 Henificacién forzada, 820 Ensilado de los forrajes verdes, 821 Ensilaio con productos comctores y conservadores. 828 Diferentes tipos de silos, £30 Ensilado de forrajes predesecados (henolada), 835 Indice de figuras, 837 Inilice de cuadros, 849 Bibliografia citada en el texto, 857 Bibliografia consultads y no citada expresamente en el texto, 869 Indive alfabético de materias, géneros y especies, 873 Referencias de autores, 893 XXV CAPITULO I A RADIACION SOLAR Y LAS RADIACIONES LUMINOSAS I. LA RADIACION SOLAR Naturaleza y composicién La radiacién emitida por el sol esté formada por una serie de vibraciones de naturaleza electromagnética que tienen en comin la velocidad de propagacién (= 300.000 km/seg) y se diferencian en su longitud de onda. La luz y el calor son manifestaciones de la energia transmitida por estas ondas. Puede calcularse la longitud de onda 2 que se emite la maxima cantidad de energia, de acuerdo con la ley de Wien, mediante la expresign: 2.884 T A= Siendo T la temperatura absoluta del cuerpo emisor, se obtiene la longitud de onda en micras (10°* m). Teniendo en cuenta que se estima que el valor de T para el sol es de unos 5.700 °K, la longitud de onda correspondiente a la méxima emisién de energia es de 0.5 yz, aproximadamente. La composicién y los efectos producidos por las diferentes radiaciones se analizan en la figura 1.1 y cuadro 1.1. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. LA RADIACION SOLAR Y LAS RADIACIONES LUMINOSAS Cuadro 1.1 Composicién y efectos de la radiacién solar Longitud de onda Efecto Tipo de radiacién ce nllbniines Quimico Ultravioleta De i00 a 390 Luminoso Violeta De390 a 422 Afi De422 a 460 Aaul De460 a 492 Verde De492 a 535 Amarilla DeS35 a 586 ‘Anaranjada De586 a 647 Roja De 647 a 760 Térmico Infrarroja De 760 a 2.000 Para llegar a la superficie terrestre, estas radiaciones han de atravesar la atmésfera, con las siguientes consecuencias: a) Las radiaciones de longitud de onda més corta son absorbidas, casi enteramente, por el ozono presente en las capas altas. Puede afirmarse que, practicamente, no llegan a la superficie terrestre radiaciones de longitud de onda inferior a 0,29 2. De esta forma son eliminados los rayos gamma, radiaciones X y las ultra- violetas més cortas, de gran poder de penetracién y, potencialmente, daiinos. b) Las radiaciones luminosas de longitud de onda més larga (2. > 0,535 4) atraviesan la atmésfera con facilidad, en tanto que lo hacen con mayor dificultad las de longitud de onda més corta, c) Las radiaciones térmicas son absorbidas en forma variable en funcién del vapor de agua y del CO, existentes en la atmésfera, A mayor contenido de CO, y estado higrométrico mis alto, més debilitadas llegan las radiaciones infrarrojas. Valor energético de la radiacién solar Los actinémetros y pirheliémetros son aparatos utilizados en meteorologfa para medir la intensidad de la radiacion solar. Ambos tipos de aparatos miden energfa total de la radiacién mediante la transformacién de la energia quimica y luminosa en térmica. El valor energético de la radiaci6n suele expresarse en calorfas por unidad de superficie y de tiempo (cal/em* min). La energia maxima recibida en la superficie extema de la atmésfera terrestre se denomina constante solar y su valor asciende a 2 cal/cm* min. Impropiamente se designa esta cantidad «constante», pues las medidas de mayor precisién que hoy pueden efectuarse demuestran que es variable, segin las estaciones, en un + 10% y que, ademis, tiene una fluctuacién dependiente del niimero de manchas solares, con un periodo de diez dias (Lorente, 1966) aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ‘TRATADO DE FITOTECNIA GENERAL Cuadro 1.2 Valores medios de ta radiacion solar en cal/cm’ min. (Fuente: Servicio Meteorolégico Nacional) Locatidad E F M A M JS sl A S O N D Barcelona i, 0,29 0,38 0,44 0.52 0,56 0,60 0,64 0,58 0.47 0,39 0,31 0,25 cat? 24°) i, 0,58 0,70 0,99 0.98 1,01 0,98 0.93 0.92 0,88 0.77 0,66 0.54 Madria fy 0,30 0,40 0,45 0,56 0,60 0,66 0,73 0,67 0,55 0,43 0,32 0,26 (40° 25°) i, 0,60 0,65 0,90 0.95 0,95 0,93 0,87 0,85 0,81 0,72 0,61 0,46 Almeria i, 0,37 0,47 0,54 0,66 0,65 0.70 0,74 0,78 0.60 0,49 0,40 0,34 G36" 50°) i, 0,62 0,75 0,89 1,00 0,95 0,94 0,91 0,99 0,85 0,76 0,65 0,59 Las cifras registradas por algunos observatorios espafioles correspondientes a ener- gia total recibida durante el dia pueden observarse en e] cuadro 1.3. Cuadro 1.3 Energfa total recibida en el dia en cal/em’ dia (Fuente: Servicio Meteorolégico Nacional) Localidad E& F M A M J Ht A S$ 0 N D Melia LaGomta 119 204 249 398 450 482 495 428 326 249 152 106 304 BIReOe 6B -247 31S 418 489 S42 So4 404 354 258 184 141 347 Giatse) 175 259 327 443. 519. S91 G4 S64 416 286 192 149 380 od 186 261 339 434 461 581 575 507 393 287 191 158 364 Ge 20 300. 354 464 S58 628 692 S69 423 31 221 183405 Gig, a4 304 392 523 567 618 641 639 448 332 242 198 426 tweropy’ 300 «368 443 495 558 579 570 536 497 373 310 273 4A Estas cifras representan de 300 a 450 calicm’ dia como valor medio a to largo del arig en las distintas estaciones espatiolas. Valores inferiores a la media, desde 100 caliem’ dia, se producen en los meses de invierno en las estaciones més septentrionales. Los valores més elevados, que Ilegan a superar las 600 cal/cm’ dfa, se producen en los meses de verano en las zonas mAs meridionales. Laenergéa toral recibida en nuestro territorio varia entre once y quince mil millones de kilocalorias por hectarea y afio, equivalentes al calor de combustién de un mill6n 6 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. LA RADIACION SOLAR Y LAS RADIACIONES LUMINOSAS 18 16 4 12+ 10: | 21-XIt 2t-tll 21-VI 21-1K 21-Xil Figura 1.5 Variacion anual de la duracién del dia segan la latitud Son plantas de dia corio aquellas que proceden de las zonas ecuatorial, tropical y subtropical, donde la duracién del dfa oscila entre 10 y 13 horas a lo largo del afto, pero existen temperaturas suficientes para la floracién. Estas especies florecen con iluminacién diurna inferior, generalmente. a las catorce horas. A nivel de especie vegetal, puede decirse que son de dia corto, plantas de gran cultivo: maiz, sorgo, arroz, judia, soja, tabaco, algodén, mijo, etc. El aumento de la duracién de iluminacién, superando las catorce horas diarias, puede provocar retraso en Ia floracién, llegando, en ocasiones, a impedirla —ocurre con algunas variedades de soja en nuestra latitudes—. Estas plantas, cultivadas en condiciones de dia corto, pasan répidamente por las fases vegetativas y adelantan la floracion. Las plantas de dia largo proceden de latitudes extratropicales, ya que en estas zonas, a causa de la insuficiencia de temperaturas, la vegetaciGn se inicia tardiamente y la floracién se hace en los dias largos de la primavera y del verano. Florecen con duracién de iluminacién superior, generalmente, a las catorce horas diarias. ‘TRATADO DE FITOTECNIA GENERAL Son especies tipicas de dia largo todos los cereales de invierno —trigo, cebada, centeno y avena—; la mayor parte de las leguminosas de grano de la zona templada —garbanzo, lenteja, habas, guisante, altramuz, etc.—; las leguminosas forrajeras comunes en nuestras latitudes —alfalfa, veza, tréboles, zulla, esparceta, etc.— y algunas plantas industriales de gran cultivo en nuestra agricultura —remolacha, lino, girasol, ete—. Las plantas indiferentes se muestran insensibles a la duraci6n de la iluminacién. Es el caso de la mayor parte de las especies frutales de floracién precoz, para las que la elevacién de la temperatura durante unos dias de invierno o de primavera, es suficiente para la iniciacién del proceso de floracién. Inducci6n fotoperiédica Las primeras experiencias que pusieron de manifiesto la influencia de la duracién de la iluminacién en el desarrollo vegetal se deben a Garner y Allard (1920), quienes demostraron que se podfa acortar o alargar el ciclo vegetativo de variedades de soja (Glicine soja L.) haciendo variar aquélla. Con la variedad de soja Biloxi, y mds tarde con la de tabaco Maryland, comprobaron estos autores que, cultivadas en las altas latitudes de Washington, no florecfan en verano, contenténdose con producir muchas hojas y alcanzando alturas anémalas. Estas mismas variedades, cultivadas en invierno —en invemadero, por supuesto—, florecian abundantemente después de haber producido muchas menos hojas. En las experiencias de Gamer y Allard se comprobé, ademas, que no es necesario que la planta esté sometida durante toda su vida a unas determinadas condiciones de fotoperiodo. Es suficiente con la exposicién durante varios dias a condiciones de fotoperiodo adecuado (euperiodo) para que la planta quede inducida a florecer, aunque més tarde cambien las condiciones de iluminacién (disperiodo). El némero de ex- posiciones en condiciones euperiddicas es diferente para cubrir las necesidades de iluminacién de las distintas especies vegetales y, para las cultivadas, debe atenderse, ademés, en el estudio de este comportamiento, ai nivel de variedad de cultivo (cultivar). En unos casos bastarin pocos fotoperiodos —especies y variedades muy sensibles al fotoperfodo—, mientras que en otros serd necesario mantener el material vegetal expuesto 4 un némero alto de fotoperiodos. El conocimiento del mecanismo de la induccién fotoperiédica es moderno, de- biéndose a Borthwick y Hendricks (1950)' el descubrimiento del firocromo, pigmento de naturaleza cromoprotcica y color azulado presente en las hojas de todas las plantas. El fitocromo es el agente fotosensible capaz de desencadenar el proceso fotoperiddico. Aparece el fitocromo en dos formas reversibles que presentan capacidad para la maxima absorcién de radiaciones luminosas en dos bandas del espectro: a) Forma P, (4 = 0,66 «), para la radiacién roja. b) Forma P,, (A = 0,73 42), para la radiacién roja sombra o «far red» en el limite del rojo y del infrarrojo. El equilibrio de ambas formas corresponde a Ia radiacin incidente. Segtin Lhoste (1972), el equilibrio puede expresarse mediante el esquema siguiente: * Citados por Borthwick (1972) 10 LA RADIACION SOLAR Y LAS RADIACIONES LUMINOSAS Luz roja (A = 0,66 x) Rojo lejano e¢ infrarrojo (2 = 0,73 4) Reversion en oscuridad Destruccién Durante cl dia, las radiaciones rojas de Ia radiacién solar llevan a la formacién de P,,. La radiaci6n infrarroja convierte el P,, en P.. pero, ademds, la oscuridad produce un efecto similar al de la radiacién infrarroja. Las formas de P, que no han actuado en el mecanismo fotoperiédico o convertidas en P,, son destruidas. La forma fisioldgicamente activa es la P,,, siendo el nivel de P,, existente en las hojas el que determina la floracién de la planta. Las especies de dia largo florecen cuando se alcanzan niveles elevados de P,,, y las de dia corto solamente lo hacen con niveles bajos. De acuerdo con ello, es la oscuridad (nictoperfodo) el agente responsable de la induccién fotoperiédica. Actualmente, se propone clasificar las especies vegetales como de noche larga y corta en lugar de dia corto y largo, respectivamente. El croméforo del fitocromo fue aislado por Tuer y Hendricks (1965)' y esté constituido por cuatro anillos pirrélicos en cadena abierta, similar al de los pigmentos ficocianina y ficoeritrina de las algas (figura 1.6). CoH cooH CH, i CH, . CH, ‘ CH, : f CH OCH CH, pout ‘oH, cH, CH cH Hi? ¥ ‘. s vO < P, i \ oF = < 3 N N N aH H cH, cH, VI Pp, ea of = N H Figura 1.6 Estructura quimica del croméforo del fitocromo (Lhoste, 1972) Cardcter hormonal del proceso En consecuencia, se produce una primera reaccién de naturaleza fotoquimica que motiva el cambio de forma del fitocromo y caracteriza el nivel de P,, en las hojas. A * Citados por Borthwick (1972) aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. LA RADIACION SOLAR Y LAS RADIACIONES LUMINOSAS vigor del rebrote depende de la cantidad de sustancias de reserva almacenadas en las raices y base de los tallos. Naturaleza de las radiaciones luminosas Aunque la radiacin solar Heva las radiaciones quimicas, luminosas y térmicas, resulta Gtil considerar aisladamente el efecto de las distintas radiaciones originadas por los diferentes focos radiantes utilizados en cultivos con iluminacién artificial. Las radiaciones de longitud de onda muy corta (ultravioletas), emitidas por lam- paras de vapor de mercurio pueden ser estimulantes de la germinacién, pero solamente cuando se utilizan a baja intensidad y durante poco tiempo. Su influcncia cs nefasta a dosis prolongadas, ya que provocan quemaduras y necrosis en los tejidos vegetales. ‘Aunque las luces de longitud de onda inferior a 0,5 2 (azul, afiil y violeta) pueden producir fotosintesis, siempre que tengan un tiempo prolongado de actuacién, son incapaces de garantizar la alimentacion de la planta y provocan su ahilamiento. Re- cordemos, sin embargo, que el azul es la banda del espectro visible de mayor eficacia para los fenémenos fototrépicos. Se sabe que la actividad fotosintética tiene un maximo de absorcién en la banda del azul y otro en la del rojo; sin embargo, la ausencia de luces de longitud de onda larga produce fotosintesis deficientes. En horticultura, la iluminacién antificial est4 asegurada ya sea por tubos de neén y lémparas de incandescencia —muy ricos en radiaciones anaranjada y roja—, o por la luz blanca de los tubos fluorescentes (figura 1.8). % Actividad fotosintética 100 04 0s 06 07 Figura 1.8 Longitudes de onda de la luz y actividad fotosintética (Hoover, 1937) ‘TRATADO DE FITOTECNIA GENERAL Interaccién entre el agua disponible, la luz y la temperatura La interacci6n entre estos factores es bastante facil de explicar si se relacionan la juz y la temperatura con la evapotranspiracion (ET). Independientemente de otros factores que también actéan sobre la ET, como pueden ser la humedad relativa de la atmésfera, el viento o las condiciones del suelo, es conocido que las regiones sometidas ainsolaciones fuertes con iluminaciones y temperaturas elevadas, proporcionan fuertes consumos de agua por ET. En todo momento, el agua del suelo disponible para el vegetal es la diferencia ‘entre los aportes hidricos —naturales 0 de riego— y cl consumo por ET. Como consecuencia, iluminaciones fuertes y temperaturas elevadas reducen el agua dispo- nible al aumentar a ET. En estas regiones, la insuficiencia de las precipitaciones naturales debe suplirse con el riego. Existe, ademas, una cierta compensaci6n en la actuacion de la luz y la temperatura en el sentido en que fuertes intensidades luminosas pueden compensar, dentro de ciertos limites, temperaturas bajas y viceversa (figura 1.9). Se comprueba, ademds, que la intensidad luminosa y las temperaturas clevadas favorecen la obtencién de altos rendimientos, siempre que la humedad no aparezca como factor limitante. C0, fijado 5 10 18 20 25 30 3% °C Figura 1.9 Compensacién entre iluminacién y temperaturas. (Puede obtenerse la misma actividad fotosintética (A) combinando I, y t, 0 I, yt, para CO, constante) 16 LA RADIACION SOLAR Y LAS RADIACIONES LUMINOSAS. Influencia de la iluminacié6n sobre la absorcién de elementos erales La influencia es de tipo indirecto y, de nuevo, hay que buscarla a través del mecanismo de la evapotranspiraciOn, Puede establecerse una serie decreciente, para esta influencia, representada por: Ca’* > Mg** > SO? > PO} > NO; > NH; > K* La luz ejerce una influencia muy fuerte sobre la absorcién del Ca” y Mg", y es précticamente nula sobre el K", NH; y NO,. Para los aniones SO; y PO}, su influencia es de tipo intermedio. Ya se ha indicado que, con iluminaciones intensas, la ET aumenta y, si existe agua disponible en el suelo, la absorcién radicular seré mas importante. Este aumento de absorci6n radicular repercute sobre la cantidad global de iones absorbidos. (Por qué Ia planta tiende a absorber mas Ca** y Mg”” y menos K”? Puede ser un mecanismo de autodefensa celular, ya que el Ca * y, aunque en menor medida, el Mg" son iones plasmolizantes que teducen la permeabilidad de las membranas ce- lulares y, en consecuencia, podrian mejorar el comportamiento de la planta ante posibles estrés hidricos. Los aniones sc comportarfan, en este sentido, como acompajiantes de los cationes anteriores, manteniendo el equilibrio eléctrico de las soluciones. Con menor intensidad luminosa hay menos produccién de sustancias orgénicas y, al ser muy poco afectada la absorcién de K”, existira mayor contenido de éste por unidad de peso de materia seca. Posible influencia de las fases lunares en el desarrollo vegetal Es un hecho bien conocido por los agricultores que el crecimiento de los vegetales, las fechas en que se producen las fases de su desarrollo y la cantidad y calidad de las cosechas obtenidas con las plantas cultivadas, pueden estar notablemente influidas por la luna e, incluso, por la acci6n de los restantes planetas que integran el Sistema Solar (Gabriel, 1988). Cabe preguntarse, ,existiré alguna explicacién cicntifica que justifique cstas si- tuaciones? Los numerosos agrénomos que se han dedicado al estudio de este tema suelen apoyar esta influencia en dos factores: accién sobre las mareas y efecto lu- ‘minoso. Las mareas se deben a la fuerza de atraccién del sol y la luna sobre la superficie terrestre y, aunque la masa solar es muy superior a la de 1a luna, la mayor proximidad de ésta hace que su influencia sea mds notable. Su influjo se manifiesta (Rossi, 1988), sobre todo cuanto se halla sobre la superficie de la tierra sea sdlido, lfquido 0 gaseoso, mineral, vegetal o animal, con amplitudes variables segtin sea su naturaleza y estado 7 ‘TRATADO DE FITOTECNIA GENERAL fisico. En este sentido, influirdn en la circulacién de la savia, y su efecto sera diferente segdn sea el porte de las plantas y la estructura de su sistema vascular. En cualquier caso, la influencia més significativa de la luna depende de la lumi- nosidad. Aquélla, carece de luz propia y su superficie absorbe el 93% de la energia luminosa que recibe del sol, por lo que s6lo transmite a la tierra el 7% restante. Se ha comprobado que la intensidad luminosa en noches de luna Ilena, es similar a la proporcionada, a 12 m de distancia, por una limpara de 100 W de potencia. Esta débil intensidad luminosa es insuficiente para provocar un incremento de fotosintesis que pudiera explicar una mayor produccién de fotoasimilados. Por esta raz6n, la justificacién del influjo de la luna hay que buscarla por los caminos del fotoperiodismo y de la induccién fotoperiédica. Aunque de débil inten- sidad, el manantial luminoso de las noches de plenilunio es capaz de excitar los fitocromos y actuar, en consecuencia, como un suplemento de la duracién de Ia iluminaci6n diuma. Condiciones de iluminacién diurna correspondientes a dias cortos pueden transformarse, por esta causa, en condiciones de dia largo. Las especies muy sensibles al fotoperiodo pueden quedar inducidas a florecer por la exposici6n a unos pocos fotoperiodos largos. Las lechugas y rsbanos son ejemplos muy caracteristicos citados por Azzi (1959): «Las lechugas y rébanos sembrados en cuarto creciente florecen répidamente y dan productos de baja calidad comercial». En ambos casos, se trata de plantas de dia largo muy sensibles al fotoperiodismo, que conviene sembrar en cuarto menguante para que no se induzcan a florecer. Aqui, parece que existe una razén muy clara que explica el fenmeno pero, desgraciadamente, no siempre ocurre asi. Cada especie cultivada puede presentar comportamientos di- ferentes, incluso, para sus distintas variedades. Debe recordarse lo que se dijo en relaci6n con las variedades cultivadas (cultivares) en el sentido en que su sensibilidad al fotoperfodo puede ser muy diferente de unos a otros cultivares. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. LA RADIACION TERMICA a la vez, beneficioso al observar cémo un tiempo breve de exposicién a temperaturas bajo cero en las noches de helada puede que no produzca dao y, en cambio, esa misma temperatura puede ocasionarlo, con exposicién prolongada. Los cambios bruscos de temperatura son menos acusados en superficies de color claro. En invierno y primavera, bajo el efecto de la radiacién solar directa, es posible medir diferencias de hasta 10 °C en los costados de los troncos de los drboles segin sea su exposicin a la radiacién. Cada nube que intercepta la radiacién provoca el enfriamiento del costado més caliente, que vuelve a calentarse cuando la nube pasa. En consecuencia, es facil observar rajaduras en la corteza que serin vias de penetracién de enfermedades y parisitos. El blanqueo de los troncos es una préctica comén en fruticultura para evitar estas oscilaciones de la temperatura de la corteza de los troncos de los arboles. Accién elemental de las temperaturas sobre algunas fases y funciones de la planta Germinacién Existe, para cada una de las especies vegetales, una temperatura por debajo de la cual sus semillas no germinan. Esta temperatura se denomina cero de germinacion y suele ser mas baja que la correspondiente al cero de crecimiento, debido al calor generado en la combustidn de las reservas de la semilla. La germinacién se produce muy lentamente en las proximidades del cero de ger minacién, Si se mantienen estas temperatura, la semilla germinaré, pero una vez consumidas sus reservas, la pldntula morird si aquéllas no han superado el cero de crecimiento. A medida que las temperaturas van siendo més altas, se acorta el tiempo necesario para cumplir la ctapa que va desde la sicmbra a la nascencia hasta una temperatura 20°C ieec 100. BC 5°C g 80. 4 3 8 £60. & § 4 3 8 ® 20 | 5 10 15 20 dias Figura 2.2 Influencia de la temperatura en la germinacién de semnillas de remolacha ‘monogermen, evr Monobel, segén Gonzilez Torres (1987) a

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