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Una noche en la casa vieja

Años atrás, en una de las tantas reuniones familiares, anduve con mis primos, Sofía y
José, jugando en la finca familiar, sitio que esconde grandes misterios, ya que varios de
nuestros tíos y primos mayores nos cuentan siempre sobre los ruidos e imágenes que
se han escuchado y visto. Después de mucho aburrimiento decidimos explorar la casa
abandonada que hay ahí, que encierra un aire de misterio y soledad, soledad
acompañada de nostalgia. (retruécano) que iba de la mano con una noche fría, con un
clima húmedo. A pesar de no ser tan tarde, la neblina empezaba a apoderarse de la
zona (antítesis), ya que la finca es un lugar húmedo y lejano. Habíamos entrado a la
casa con linternas y un grave sentimiento de preocupación y miedo. Al entrar
empezamos a sentir un ambiente pesado y, al menos yo, sentía que me observaban.
En un momento se escuchó un ruido muy fuerte, como alguien enojado tirando un
mueble. Entonces mi primo José dijo:

- Ya nos jaló el cuco (realismo mágico), debemos salir de aquí, se siente como
si alguien estuviera molesto de que irrumpiéramos su hogar.
Yo exclamé:
- El ambiente está triste (personificación)

Internamente me preguntaba, ¿Quién vivía aquí? Decidimos salir y quedarnos con la


duda, ya que Sofía se puso a temblar (perífrasis), al salir fue como un alivio, el ambiente
perdió pesadez, pero todos nos quedamos con el amargo susto (sinestesia) que causó
el ruido. Así que le preguntamos a mi tío Jaime quién solía vivir ahí, y respondió que
había sido su tío y que falleció en ese mismo lugar.

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