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Clorosis ferrica

La clorosis férrica es la carencia de hierro en la planta, que afecta a su metabolismo y


a la síntesis de la clorofila y se manifiesta por un amarilleo foliar. Es muy dependiente
del pH del suelo. El hierro asimilable por la planta se reduce a sus niveles mínimos
cuando el pH del suelo está entre 7.5 y 8. Por tanto suelos calcáreos serán propensos
a esta clorosis. Excesivo VWC dará lugar a deficiencias de oxígeno y también a hierro
asimilable.
En general los síntomas por deficiencia de hierro son fáciles de reconocer en las
hojas. Al inicio se observa clorosis intervenal, mientras que en estados más
avanzados la clorosis se generaliza en toda la lámina con las nervaduras verdes. La
clorosis o amarillamiento ocurre porque el Fe es necesario para la producción de
clorofila la cual es responsable de la coloración verde de las hojas. Cabe mencionar
que esta deficiencia no afecta el tamaño de las hojas y es intenso en brotes nuevos,
debido a que una vez que se deposita en las hojas adultas, en condiciones de
deficiencia éste no se removiliza a los brotes nuevos. En estados más severos de
deficiencia de Fe, además de un amarillamiento aparece necrosis marginal, que
afecta tanto a las hojas nuevas como a las maduras. Bajo estas condiciones es muy
probable una caída de hojas, incluso puede llegar a la muerte de la planta.
La clorosis férrica comienza a partir de niveles de pH (en agua) superiores a 7.5, sin
embargo, la intensidad aumenta con incrementos de pH sobre este valor,
probablemente por efectos adicionales del carbonato de calcio (CaCO3). El control
metabólico de la planta para la absorción de Fe desde el suelo sigue los siguientes
pasos:
1. Se libera H+ por las raíces, lo que provoca una reducción del pH en la rizósfera
facilitando la solubilización del Fe+3, quelación y reducción a Fe+2;
2. El hierro ferroso entra a las raíces por un mecanismo de transportadores
específicos.
Otro factor que se relaciona con los síntomas de deficiencia de hierro es la presencia
de bicarbonatos (HCO3) en el suelo, pues a partir de 2 mmol/L comienzan a aparecer
síntomas, principalmente en árboles frutales como el aguacate, la razón es que el ion
bicarbonato es el causante directo de la clorosis férrica en suelos calcáreos. Este
indicador suele ser muy utilizado para definir suelos donde se pueden presentar
problemas para la absorción de Fe y consideran herramientas adicionales como el
uso de quelatos y el empleo de la fertilización foliar.
Cómo corregir la clorosis ferrica.
1.- Aplicar quelatos de hierro. Especialmente si el producto se ha fabricado con
agentes quelantes estables, como EDDHA. Los quelatos, corrigen de forma eficiente
la clorosis ferrica cuando se aplican de forma foliar.
2.- Agentes que estabilicen el ph del suelo. El pH óptimo para que el hierro y los
otros elementos estén altamente disponibles, se encuentra en el rango de 5,5 – 6,5.
Es recomendable emplear humus de lombriz. Este compuesto, favorece la formación
de quelatos en el suelo y mejora la disponibilidad de los nutrientes. Además, aumenta
el contenido de materia orgánica.
3.- La utilización de sustratos enriquecidos con humus, que favorecen la adecuada
nutrición de la planta, optimizando su desarrollo.
Una de las formas más rápida y eficiente de corregir la clorosis ferrica es mediante
la aplicación de correctores foliares con alto contenido de hierro. Pero, la mejor forma
de prevenirla, es acondicionando el suelo adecuadamente y no descuidando la
fertilización. Utilizar abonos de fórmula completa, que incluyan micronutrientes -como
el hierro- es una forma de prevenir todas las deficiencias en tus plantas.

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