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MARTES 14 DICIEMBRE

Devocional – Fe No es Emoción
Pasaje clave: Génesis 16.

Gén 16:1
El hijo de Abram y Agar
(1-3) Abram tenía ya diez años de vivir en Canaán, y su esposa Sarai aún
no había podido tener hijos. Pero como ella tenía una esclava egipcia que se
llamaba Agar, le propuso a su esposo: «Abram, como Dios no me deja
tener hijos, acuéstate con mi esclava y ten relaciones sexuales con ella.
Según nuestras costumbres, cuando ella tenga un hijo ese niño será mío,
porque ella es mi esclava».
Abram estuvo de acuerdo. Entonces Sarai tomó a su esclava y se la entregó
a su esposo.
Gén 16:4 Abram se acostó con Agar, y ella quedó embarazada.
Cuando Agar se dio cuenta de que iba a tener un hijo, comenzó a
despreciar a Sarai.

Emoción es la agitación del ánimo, ya sea por un recuerdo, una idea o conmoción
orgánica, por algo que nos dijeron o una circunstancia que activa el ánimo.

Dios nos creó con emociones para sentir, de lo contrario seríamos robots; pero no
debemos confundir emociones con fe.

La emoción está en la mente, la fe en el espíritu. Nos expresamos mal cuando


decimos: “Yo siento que tengo fe”, porque la fe no se siente, se cree.
Al nacer, Dios nos pone emociones en la mente y fe en el espíritu, por eso no
tenemos que pedir fe sino que esa fe sea aumentada a la medida en que se nos
otorgó.

La fe crece y se alimenta oyendo la Palabra de Dios. (Romanos 10:17)

Rom 10:17 Así que las personas llegan a confiar en Dios cuando oyen el
mensaje acerca de Jesucristo.

Fe es para ser creída, no es para una emoción sentida, por eso, no importa si “no
sentimos nada”.

La fe está en el espíritu, en lo más profundo del ser, es por eso que Jesús dijo que es
como un grano de mostaza que hay que sembrarlo, para que crezca, de lo contrario,
se ahogará por la emoción.

Cuando las emociones negativas nos atan a una persona o a una situación, nuestra
fe se ahoga y si no funciona, nada funcionará, ya que en el Reino nada funciona sin
fe.

Cuando Agar levantó al muchacho, el ángel le dijo: “Haré de ti una gran nación”.
(Génesis 17:20)

Gén 17:20 También ya oí lo que me pediste acerca de Ismael, y lo voy a


bendecir con muchos, muchos descendientes. De ellos saldrán doce
príncipes y una gran nación.

¡Eso fue extraordinario! Un minuto atrás Agar estaba triste y deprimida y al minuto
siguiente había una promesa grande de parte del Señor para su vida. Aprendamos a
ver a través de la fe… ¿qué significa eso?

Significa que de la manera en la que te sientes es como interpretas la realidad. Por


ejemplo, si tienes miedo, tendrás miedo a casarte, miedo a ir al trabajo, miedo a todo;
si estás enojado te molestará todo; y si tienes baja estima creerás que todos se bur-
lan de vos y que nadie te valora, etc.
Si ves las cosas de forma negativa es porque estarás utilizando el mecanismo de la
visión. Por ejemplo:

Si llueve o si hace calor, ambas cosas pueden ser negativas o positivas según tu
modo de ver las cosas. ¿Dónde estás poniendo el foco?

Por eso, siempre recordemos que nuestra fe puede contaminarse. Si la alimentamos


negativamente, la fe muere.

Cuidemos lo que oímos, lo que hablamos, alimentemos nuestra fe con pensamientos


positivos. Recordá que fe no es emoción, por ende, todas las soluciones a nuestros
problemas están en nuestros pensamientos, en lo que creemos, en lo que estemos
confiando.

Dios siempre hará todo lo posible para mudarte del lugar de la carencia y del dolor
para llevarte al lugar donde las cosas suceden, tan sólo con una Palabra. Sin
embargo, Dios no puede obrar en nuestras vidas si no le permitimos que lo haga.

Dios no es emoción… hoy estoy bien y le creo, mañana me levantaré mal y no le


creeré tanto y pasado no le creo nada y después estoy mejor y le vuelvo a creer.

Dios es sí y amén, Dios es el Principio y el Fin, Dios no cambia ni se arrepiente de


nada de lo que te haya dicho. Por eso, serás libre si tu mente y tu espíritu son llenos
de fe y no de emoción.

¡Sé libre de la gente porque tu fuente no son las emociones, sino Dios!

 Entonces, comencemos….
 hablemos positivamente,
 motivémonos positivamente,
 pensemos positivamente,
 nunca te compares con nadie, sólo busca ser lo mejor de ti mismo.
Dios quiere abrir tu cabeza y tu corazón para que seas libre. Hay un plan divino
diseñado para ti, sólo tienes que descubrirlo. Tienes que ser un detective de tu
propia vida, las personas inteligentes antes de hacer un planteo buscan en su interior
porqué piensan lo que piensan y sienten lo que sienten.

Confía en tu potencial, tienes talento y habilidad, voluntad y dominio propio para ser
quien maneje las circunstancias y no sean ellas las que te manejen a ti.

Recuerda todas las veces que te propusiste algo y lo lograste.

No importa lo complejo que sea el sueño de tu corazón, hay un plan de Dios y si le


obedeces, nunca va a fallar.

MIERCOLES 15 DICIEMBRE

Fe No es Deseo

Pasaje clave: Hebreos 11.

Heb 11:1
La confianza en Dios
Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que
espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda
ver.
Heb 11:2 Dios aceptó a nuestros antepasados porque ellos confiaron en él.
Heb 11:3 Y nosotros creemos que Dios creó el universo con una sola orden
suya. Lo que ahora vemos fue hecho de cosas que no podían verse.

Todos deseamos cosas. Nadie puede decir que no desea nada, porque es natural
querer tener o lograr cosas. Como seres humanos, buscamos permanentemente
satisfacer nuestros deseos. Aunque muchas veces, no nos detenemos a pensar si
son deseos que realmente buscamos alcanzar, verdaderos o genuinos.
Podemos desear cosas, pero nunca confundir deseos con fe.

Si hablamos de deseo no hablamos de fe y viceversa

Si alguien dice: “Vamos a brindar, pidamos tres deseos”. Esto no es fe.

Si alguien dice: “Tengo ganas de que mi hijo venga a la iglesia”. Esto no es fe.

Si alguien dice: “Te deseo lo mejor del mundo”. Esto no es fe.

El deseo, generalmente, muere en deseo. No hay quien lo sustente. Al deseo nadie lo


acciona.

La palabra deseo no es una palabra del mundo de la fe, no es una palabra de acción.
Porque la fe es lo certero y el deseo está librado al azar. Es como cuando, de repente,
tenemos ganas de algo y… ¿qué hacemos? nada. Porque con las ganas no alcanza.

Tener “ganas” tampoco es fe.

Si deseaste algo en el mundo de la fe, ¡nada va a pasar! Porque lo que esperas no lo


activa tu deseo, sino tu fe. Tener fe es tener certeza, seguridad, determinación,
afirmación sobre lo que estás esperando; es la convicción de lo que no se ve. Fe es
certeza y convicción. Por eso, necesitas moverte en lo que sabes que es así, que es
lo que Dios dijo y nada más.

Cuando un hijo de Dios, un día cree y al otro día no, significa que no tiene certeza.
Porque certeza, es decir: “Yo sé que sé que sé, que Dios me va a bendecir
abundantemente”.

Si una persona te pregunta: ¿cómo haces para estar motivado siempre?,


seguramente esa persona con la cual te encontraste ha estado viviendo su vida en
pos de deseos frustrados.
Y si le decís que siempre estás motivado, te puede llamar loco, pero a vos esas
palabras no deben importarte. Sabes bien que motivos hay para estar en carrera.

El motivo es empujado por la misma fe, es el motor que te mantiene en acción, y que
te hace mantener seguro que el motivo que esperas te va alcanzar sí o sí:

“Mi familia estará toda en Cristo”. Esto es fe.

“Dios me dará prosperidad”. Esto es fe.

“Tendré mi casa propia”. Esto es fe.

“Tendré los mejores contactos para mi negocio”. Esto es fe.

El motivo es empujado por la misma fe.

Un motivo gigante es una automotivación gigante. Lo más poderoso que puede tener
un ser humano es un motivo, es decir, algo grande por lo cual esperar. “Yo estoy
esperando cosas grandes y sé que vienen en el Nombre del Señor, tengo la certeza y
la convicción que será así en el nombre de Jesús”.

¿Cuál es tu motivo? ¿Qué estás esperando?

Como dijimos, el deseo no puede ser comparado con la fe. Nunca podrán caminar
juntas. La fe resiste donde el deseo muere.

Hoy puedes desear algo y al cabo de unos días, cambiar de deseo, con esto te darás
cuenta que no era algo realmente verdadero aquello que deseabas.

Pero cuando descubrís algo por lo cual vivís o morís, encontraste no un deseo sino
una pasión, un motivo; entonces, llénalo de fe. No lo pierdas.

Cuando tienes motivos grandes, habrás puesto en tu futuro un imán poderoso que te
absorberá. Es como levantarte cada mañana sabiendo que hay un futuro que te está
esperando, al cual le pusiste nombre.
Hay una fe que se mantiene en desarrollo por ese motivo que está delante tuyo. Es
grande y poderoso y te mantiene vivo. Síguelo, no te detengas…

JUEVES 16 DICIEMBRE

Fe No Es Dudar
Pasaje clave: Proverbios 24:30-34.

Pro 24:30 En cierta ocasión pasé por el campo y por la viña de un tipo
tonto y perezoso.
Pro 24:31 Por todos lados vi espinas. El terreno estaba lleno de hierba, y
la cerca de piedras, derribada.
Pro 24:32 Lo que vi jamás se me olvidó, y de allí saqué una lección:
Pro 24:33 Si te duermes un poco y te tomas la siesta, y si tomas un
descansito
y te cruzas de brazos...
Pro 24:34 acabarás en la más terrible pobreza.

Una persona que no cree en sí misma, tendrá vagancia. La vagancia es la creencia de


que no podemos hacer las cosas; el vago es un experto en poner excusas, vive todo
el día dormido.

Proverbios dice: “¡Hasta cuando has de dormir, vago!”

El vago no tiene acción, porque no se cree capaz de conquistar aquello que está
dentro suyo, no tiene fe.

Un filósofo dijo: “un hombre es tan miserable como piensa que es”, a lo que otro
afirmó: “ellos pueden porque piensan que pueden”.

La Biblia dice, “El vago desea, pero nunca alcanza” (Prov.13:4).

“El vago pone la mano en el plato, pero no lleva el bocado a la boca porque le pesa”
(Prov.19:24) dice Salomón. Es decir, al vago todo le pesa.

“La codicia del vago lo lleva a la muerte” (Prov. 21: 24), lo que significa que se muere
del corazón por el estrés de no hacer nada.

Y a la vez, Prov. 26:16 cita: “Se cree más sabio que siete sabios”, y no sabe ni quiere
reconocer su vagancia.

Y como la persona no cree en sí misma, será pesimista.

El pesimista siempre idealiza lo que pasó, llora su presente e idealiza su pasado;


cuando va al futuro idealiza su pasado y llora su presente.

Siempre pensará negativamente: “A mí nunca me toca una bendición”; “¿Es que mi fe


no alcanza? ¿Qué tengo que hacer?”

El negativo se enfrenta a tres enemigos importantes:


1. No tiene sueños:

Como no sabe a dónde quiere llegar, su fe no crece. La fe es para ser usada, para
alcanzar una meta y para bendecir a alguien. Si no sabe a dónde se quiere llegar,
¿cómo va a utilizar la fe?

El problema reside en que Dios nunca te va a dar provisión si primero no hay visión.

No es que la provisión no esté, sino que no la puedes ver porque la visión no está
clara.

Si no tienes visión nunca vas a liberar fe, porque la visión trae provisión.

La visión desata la fe.

Lo primero que tienes que restaurar en tu vida son tus sueños, recuperar las ganas de
soñar, de alcanzar metas grandes en todas las áreas de tu vida. Si no tenés sueños
no tenés fe.

2. Egoísmo:

Egoísmo quiebra la fe, la gente egoísta no tiene fe. Tienes que aprender a mirar más
allá de vos mismo, de lo contrario nunca podrás ver al otro. Por ejemplo: si tienes que
abrir puertas y ya viste quién es tu contacto de oro, pero no sabías cómo hacer para
acercarte, llévale un regalo.

Salomón dijo: “Con regalos se abren todas las puertas y se llega delante de gente
importante”.

Este es un principio que usan los negociadores que saben de marketing; saben que si
te dan algún beneficio te asegurarán como cliente. Pero eso no lo descubrió el
marketing moderno, lo descubrió Salomón.
Otro ejemplo, en Proverbios 21:14 dice: “El regalo secreto apacigua el enojo”. Si hay
alguien enojado con vos y quieres arreglar esa situación, llévale un regalo.

3. Incredulidad:

Dios no tiene problemas con nuestras dudas sino con nuestra incredulidad. La
diferencia es que incrédulo es aquella persona que teniendo motivos para creer
decide no hacerlo; pero duda es cuando no sabe.

Incredulidad es cuando ya viste bendiciones en tu pasado porque Dios ya lo hizo.

Dios aborrece al incrédulo. Le dio evidencias para creer y sigue dudando…

Por ejemplo: si el Señor te ayudó económicamente en tu pasado en muchas


oportunidades, ¿por qué no lo hará en el presente? Tienes evidencia para creer y no lo
haces.

Dios te dio evidencias para que creas por eso te dice: “Si te cuidé en el pasado
¿cómo te voy a abandonar ahora?

Si te di la corbata te daré el saco; si te dí la silla te daré la mesa; si te abrí las puertas


de tu trabajo te daré la gerencia, si te dí la llave te daré la casa. Yo te bendeciré por
completo”.

Comienza a creer en ti y a activar la fe que Dios ya puso en tu corazón. Suelta


palabras que activen tu capacidad de soñar para ver la visión y atraer así más fe a tu
vida.

VIERNES 17 DICIEMBRE

La Fe 007
Mar 10:51 Jesús le dijo:
—¿Qué quieres que haga por ti?
El ciego respondió: —Maestro, haz que pueda yo ver de nuevo.
Cuando Dios te da una visión, debes hacerla pública en el momento correcto. Debes
proclamar su intensión y propósito. Apuntar e ir hacia el cambio que él quiere realizar
en tu vida. Confiesa lo que Dios te está pidiendo que hagas. Tienes que compartirlo a
todos, porque una fe 007 es una fe secreta y superficial.

La historia de Bartimeo, un ciego que de pronto se encontró con Jesús. Cuando se


dio cuenta de que Jesús estaba cerca, gritó para llamar su atención. Bartimeo
demostró su fe públicamente.

El evangelio de Marcos 10:51 nos da la respuesta de Jesús: “Respondiendo Jesús, le


dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la
vista»  Marcos 10:51.

¿Por qué Jesús esta pregunta? Parece una pregunta tonta, pero sabemos que hay
sabiduría en Jesús. Es claro que Jesús sabía lo que el hombre quería. El hombre era
ciego, su limitación, en esa época y conforme a la cultura, lo convertía en un
marginado social con pocas opciones que mendigar el resto de su vida.

La Biblia dice que a pesar de todo esto, Jesús se acercó al hombre y le preguntó:
«¿Qué quieres que te haga?» ¿Acaso Jesús no sabía cuál era la necesidad de
Bartimeo? ¿No podían leer su mente, o incluso ver la obvia necesidad del hombre? Es
obvio que sí.

El Señor Jesús preguntó para beneficio de Bartimeo. Lo hizo con una buena
intención, ayudo que Bartimeo confesará su fe en público. Bartimeo dijo: «Quiero
ver» (Marcos 10:51). En otras palabras, Bartimeo quería que Jesús lo sanara.

Nadie le pide a Jesús por sanidad si no cree que él puede curarlo. Bartimeo creía que
Jesús era el mesías prometido, que Jesús tenía el poder de transformar su vida para
siempre. Esto fue una declaración de fe.
Lo espectacular es que, después de 2,000 años, Jesús te pregunta lo mismo
hoy: ¿Qué quieres que te haga? ¡Él te lo pregunta todos los días!

La verdad es que Dios desea usar tu vida, él quiere bendecirte hasta que
sobreabunde, él desea hacer cosas sobrenaturales contigo. Así que, cuando Jesús te
pregunta: ¿Qué quieres que te haga? Debes responder con fe.

¿Qué significa responder con fe? Es dar el paso de fe hacia la visión de Dios. Cada
vez que avanzas para tu destino, en realidad es una confesión de fe.

También debe anunciar su objetivo públicamente. Cuantas más personas sepan, más
apoyo, aliento, oración y responsabilidad tendrás. Un anuncio público también
demuestra la profundidad de tu fe; si quieres hacer un cambio importante en tu vida y
te lo guardas para ti, tu fe es simplemente superficial.

Al anunciar la visión de Dios, recuerda que solo Dios conoce el futuro. Entonces,
cuando digas: «Voy a hacer esto», recuerde agregar la frase «si es la voluntad de
Dios».

Si Jesucristo se encontrara cara a cara contigo en este momento te preguntara:


«¿Qué quieres que te haga?» ¿Cómo responderías?

La primera forma en que Dios quiere que anuncies tu fe es bautizándote. El bautismo


es un anuncio público de tu fe en Jesucristo y un símbolo de tu nueva vida en Cristo.
¿Qué pasos debe seguir para ser obediente a Cristo en el bautismo?

¿Cuáles son las metas que harás a partir de hoy? ¿Darás el pasto de fe? ¿De qué
manera anunciarás tu fe públicamente?

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