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Aunque no tiene una extensión obligatoria, los ensayos suelen ser breves y amenos.
La estructura de un ensayo es libre, aunque siempre debe contar con ciertas partes
determinadas.
El ensayo va dirigido a un público general, es decir, que no tiene que estar escrito para un grupo
especializado.
A pesar de ser un texto personal y para el público general, el ensayo debe ser riguroso, pues la
opinión del autor debe basarse en datos y argumentos analizables.
TIPOS DE ENSAYO
Si bien es cierto que existen muchas posibles divisiones dentro de los ensayos, se dice que los tipos de ensayo
principales son los siguientes:
ESTRUCTURA DE UN ENSAYO
Los ensayos deben contar todos con una clara introducción, un desarrollo y una conclusión. Esta es, a grandes
rasgos, la estructura imprescindible que deberás tener en cuenta para poder escribir o identificar un ensayo.
EJEMPLO DE ENSAYO: "Edadismo en España: Análisis de la discriminación laboral por edad en nuestro país".
Introducción
En la introducción tenemos que dejar claro por qué hemos escogido un tema en concreto y cuál es nuestro
objetivo. Pero no podemos olvidar que tenemos que atraer al lector, hacerle ver que estamos a punto de
analizar un tema de gran relevancia que puede aportarle alguna cosa, así que nos basaremos en la siguiente
estructura:
Desarrollo
A lo largo del desarrollo, la parte más larga del ensayo, tendremos que intentar dar respuesta a cada una de las
preguntas que nos hemos hecho durante la introducción. Es importante argumentar y contrastar la información
que se va aportando de diferentes fuentes, y, en caso de tratarse de un ensayo académico, es fundamental
exponer la información, nunca dar la opinión subjetiva.
Análisis de la situación actual: en general, a lo largo del desarrollo deberías hacer un breve
análisis del contexto social actual y de su relación con la situación laboral actual. Es fundamental aportar datos
contrastados de fuentes de confianza. Gracias a este análisis, podrás determinar si la situación es realmente tan
grave como parece y podrás argumentar por qué en los últimos años este problema solo ha ido aumentando.
Conclusión
Ha llegado el momento de echar la vista atrás y ver si hemos cumplido con nuestro objetivo. ¿Hemos podido
demostrar que el edadismo es un problema nacional que debería preocuparnos a todos? ¿Cómo está la
situación en nuestro país comparada con la de otros países? ¿Cómo se desarrollará este conflicto? ¿Hay alguna
posible solución?
A lo largo de la conclusión daremos respuesta a nuestras dudas y acabaremos con una frase impactante o con el
planteamiento de una nueva pregunta que deje a los lectores interesados y que sienta los cimientos de una
posible futura investigación.