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• UNIDAD Nº 4.

TITULARIDAD Y EFICACIA DE LOS DERECHOS


FUNDAMENTALES

4.1. TITULARIDAD
En la concepción iusnaturalista y tradicional de los Derechos Naturales, estos
derechos se veían como universales, intrínsecamente unidos a la naturaleza
humana, y por tanto predicables de todas las personas.

Es así que al identificar al que pertenece ese derecho, identificamos al titular que es
el hombre. Hombre, equivalente al ser humano.

Todos los hombres son sujetos a derechos, porque son parte de la especie humana,
y además en igualdad en la titularidad de sus derechos. No hay persona que tenga
mejores derechos que otro, o que tenga menos ó ninguno.

La idea central de derechos humanos es el principio de la igualdad: se considera


que cada hombre y todo hombre es sujeto de estos derechos porque es parte de la
especie humana. Todos los hombres se encuentran en igualdad en la titularidad de
sus derechos.

Desde la perspectiva jurídica actual, predicar esta universalidad de todos los


derechos fundamentales es más complejos, especialmente analizada la cuestión
desde la perspectiva de un ordenamiento nacional, ó del Derecho Internacional de
los Derechos Humanos.

4.1.1. Establecimiento de la
Titularidad Analizaremos dos aspectos:

a) Nacionalidad, y
b) Personas Jurídicas.

a) Nacionalidad. Se debe analizar la incidencia de la nacionalidad a la hora de


reconocer y proteger en un ordenamiento los derechos fundamentales.
Por ejemplo, la Constitución del Ecuador, señala en su Art. 13 “los extranjeros
gozarán de los mismos derechos que los ecuatorianos, con las limitaciones
establecidas en la Constitución y la Ley”. Hace referencia clara de los derechos
con los que cuentan los extranjeros en su país, pero también establece límites, los
que estarán establecidos en la propia Constitución o Ley expresa.

La Constitución Boliviana en su Título de Derechos Fundamentales, Art. 7º señala


“Toda persona tiene los siguientes derechos fundamentales, conforme a las leyes
que reglamenten su ejercicio”. Vemos que el texto no hace referencia a la
nacionalidad de las personas (ni bolivianos ni extranjeros), señalando que todas las
personas que habitan el territorio nacional tienen derechos fundamentales
establecidos en la Constitución. Sin embargo, determina la reserva de ley para la
reglamentación de los Derechos Fundamentales.

Así vemos que la Ley y los Tratados Internacionales, cumplen la finalidad de


configurar el contenido de los derechos humanos en cuanto se ejercen por
extranjeros, pero no hacen depender el ejercicio mismo de esas normas. La norma
es el disfrute del derecho y también la excepción la que derive de la regulación
interna.

Recordemos que la Constitución habilita al legislador para delimitar el contenido de


los derechos, y que también lo limita materialmente, y es así que la ley determina
quienes pueden ser titulares de cada derecho.

Clases de Derechos de los Extranjeros


Para concretar el alcance del ejercicio de los derechos fundamentales para
extranjeros, hay que distinguir tres clases de derechos:
1) En primer lugar existe un grupo de derechos de cuya titularidad se excluye
a los extranjeros por mandato de la propia Constitución. Ejemplo la
Constitución Ecuatoriana excluye los derechos de participación política, ya
que los derechos políticos inciden directamente sobre las actividades
soberanas del Estado.
2) El segundo grupo de derechos (contrario al anterior), que por su naturaleza,
por su conexión con la propia esencia de la persona, con su esfera más
íntima, son predicables de todo individuo, sea nacional ó extranjero.
a. La Constitución se refiere en forma genérica como titulares a las
“personas”, incluyendo también a los extranjeros.
3) En el tercer grupo de derechos, se encuentran aquellos derechos en los que
la ley y los tratados han de configurar su contenido cuando se ejercitan por
extranjeros.

b) Personería Jurídica
Uno de los elementos más importantes que influyen en la determinación de quién es
titular del derecho fundamental, además de la nacionalidad, es el de la personalidad.

En principio, las personas naturales son titulares de todos los derechos


fundamentales. No sucede sin embargo lo mismo con las personas jurídicas.

¿Pueden las personas jurídicas ser titulares de derechos fundamentales? Sí, pero
depende de qué derechos se hable.

No pueden ser titulares de derechos fundamentales, cuya naturaleza excluya la


posibilidad de que una persona jurídica sea su titular: el derecho a la integridad física,
a la libertad personal.

Sí pueden ser titulares de derechos fundamentales, como ser: libertad religiosa


respecto de las comunidades religiosas, derecho de asociación respecto de los
entes asociativos, o en la libertad sindical en relación con los sindicatos.

¿Personas jurídicas de Derecho Público? Las personas jurídicas de Derecho


Público, incluida su administración, pueden ser titulares de derechos fundamentales.

4.2. EFICACIA

Una Constitución eficaz desde el punto de vista jurídico, lo es especialmente en la


medida en que su parte dogmática, y en concreto los derechos fundamentales,
tengan efectiva vigencia y eficacia jurídica.

Recordemos que antes los derechos fundamentales eran vistos no como auténticos
derechos subjetivos, sino como simples mandatos al Legislador, el que debía dar
contenido a los principios constitucionales. No siempre había eficacia jurídica, y
más aún si se existía un gobierno totalitario.
Las Constituciones han comenzado a incluir en sus textos la eficacia jurídica de los
derechos fundamentales.

Veamos la Constitución del Ecuador, que, en su Título III “De los Derechos,
Garantías y Deberes”, señala en su Art. 17: “El Estado garantizará a todos sus
habitantes, sin discriminación alguna, el libre y eficaz ejercicio y el goce de los
derechos humanos establecidos en esta Constitución y en las declaraciones,
pactos, convenios y más instrumentos internacionales vigentes. Adoptará,
mediante planes y programas permanentes y periódicos, medidas para el efectivo
goce de estos derechos”. La Constitución Boliviana aún no contempla textualmente
la eficacia de la Constitución en la protección de los Derechos Fundamentales.

4.3. EFICACIA DE LOS DD.FF. FRENTE A PARTICULARES

Este un tema de mayor importancia dentro de la teoría de los derechos


fundamentales, porque como se recordará los derechos fundamentales surgen en
el Constitucionalismo, principalmente como límite al poder del Estado, como
garantía del ámbito de la libertad del individuo frente al poder público.

Sin embargo, la libertad del individuo, sus derechos fundamentales, pueden ser
alterados no solo por ese poder público, sino también por otras personas no
investidas de poder público: personas particulares.

Podemos señalar que la vulneración de la inviolabilidad del domicilio es un registro


ilegal por parte de la policía, como de cualquier persona particular que lo realice.

Esta dualidad, ente público y privado, de posibles agentes de interferencia en la


libertad personal, plantea problemas a la hora de concretar la eficacia de los
derechos fundamentales.

Pero, los derechos fundamentales, son predicables frente a los poderes públicos y
frente a los particulares.
Las Constituciones han comenzado a incorporar la eficacia de los derechos
fundamentales frente a particulares, ya que las lesiones más comunes que pueden
infringirse proceden de los particulares, como por ejemplo: el derecho a la honra y
a la buena reputación.
Queda claro que los derechos fundamentales vinculan tanto a los poderes públicos
como a los particulares.

4.4. LOS SUJETOS DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES

Los destinatarios de los Derechos Fundamentales son:

a) El Estado
b) Los Particulares
4.4.1. El Estado
La protección del Estado a los Derechos Humanos se traduce en deberes por parte
del propio Estado, que ha de dictar las normas jurídicas pertinentes, y deberes por
parte de los individuos que han de observarlas.

No obstante, en la concepción actual la defensa de los Derechos Humanos, esta


se encomienda no sólo a los Estados, como organizaciones políticas soberanas,
sino también a determinadas entidades internacionales que, aún no reuniendo los
caracteres de una perfecta Sociedad Internacional, aspiran a través de medios
directos, como el pacto o simplemente la recomendación, a promover la defensa
de los Derechos del Hombre y de los Pueblos.

4.4.2. Los Particulares


La protección de los Derechos Humanos corresponde también a los particulares en
la medida que cada persona debe velar por el respeto de los derechos que los
demás han de disfrutar, para lograr de este modo una protección global y
generalizada de tales derechos.

Los Estados por si solos no pueden por más que reprimir las conductas lesivas, pero
son los particulares los que deben esforzarse por no dar lugar a tales lesiones.

4.5 . CARACTERÍSTICAS COMUNES DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES

Itziar Gómez, constitucionalista española, considera que las corrientes doctrinales


actuales, tratan de huir de esta calificación tradicional, para otorgar como
características comunes a los derechos fundamentales, las siguientes:
a) Son garantizados por el Estado.
b) Son dirigidos esencialmente contra el Estado.
c) Pertenecen al individuo.
d) Constituyen el objeto de una actividad legislativa más o menos intensa que
los hace efectivos, los concreta y define sus contornos y sus límites.

e) Son protegidos por los jueces.

a) Son garantizados por el Estado


La primera fórmula de garantía es la de su positivización, bien a nivel Constitucional,
bien a nivel Internacional. Esa positivación compromete al Estado, y a todos sus
órganos a respetar aquello que han constitucionalizado o pactado a nivel
internacional. Si no lo hace, podrá darse una tacha de inconstitucionalidad en la
actividad de los órganos del Estado, o el devengo de responsabilidad internacional
del Estado, dependiendo de la sede en que se hallasen reconocidos los derechos.

b) Son dirigidos esencialmente contra el estado


Ello genera una dialéctica particular, porque el Estado aparece al mismo tiempo
como el que puede y debe garantizar los derechos, y como aquel que es el principal
enemigo potencial de esos derechos.

Desde esta perspectiva los Derechos han de ser considerados como un


instrumento de autolimitación del Estado. Todos los órganos de cada uno de los
poderes han de respetar los derechos reconocidos por el Estado, y si no lo hacen,
el propio Estado, a través de los mecanismos establecidos al efecto, estará
obligado a corregir la lesión de derechos.

El efecto principal de esta dialéctica es que se da una relación vertical entre dos
actos estáticos de los poderes públicos, uno que garantiza el derecho y el otro que
lo lesiona. La relación vertical hace prevalecer el acto de garantía del derecho. Y
donde esa relación no funciona, es preciso afirmar que tiene más peso el Estado
como sujeto que lesiona derechos, que el Estado como sujeto protector de
derechos.

Esta teoría, no obstante, no puede hacer olvidar que los particulares también
pueden lesionar derechos fundamentales, pero en la medida en que el Estado tiene
la obligación de equilibrar las relaciones entre particulares y evitar estas situaciones
lesivas, en tanto que es el garante de la paz y el orden públicos, si no lo hace, y la
lesión de derechos por parte de un particular a otro se consagra, el Estado sería
subsidiariamente responsable.

c) Pertenecen al individuo
Es decir el beneficiario es el individuo, que goza de la protección constitucional de
sus derechos.

Esta afirmación no puede hacernos olvidar que hay derechos de titularidad


colectiva. Pero en todo caso quien conforma los colectivos son individuos, con lo
cual son éstos quienes, en última instancia, reciben la titularidad indirecta del
derecho.

d) Constituyen el objeto de una actividad legislativa más o menos intensa que


los hace efectivos, los concreta y define sus contornos y sus límites. –

e) Son protegidos por los jueces


En el proceso de fijación de las garantías constitucionales, en incluso
internacionales, de protección de los derechos, el juez ha venido a asumir un rol
fundamental y decisivo.

Es al juez a quien hace llamamiento el particular que estima han sido lesionados
sus derechos por un acto de los poderes públicos, incluso aunque el poder público
haya sido también judicial. Es decir el juez es instancia de recurso.

Además es el juez quien determina si el acto lesivo entra en el ámbito de aplicación


de un derecho determinado, para interpretar después ese derecho determinado,
interpretando y aplicando, por tanto, la Constitución y/o los tratados internacionales.

Y por último el juez es quien decide si la violación se ha producido. Es decir, arbitra


el conflicto entre el particular y el Estado, o entre el particular y otro particular, y
establece las consecuencias de tal vulneración

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