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Satioducein LA FABRICA DE {DOLOS Exh mandy sxuitin mit Aisle qye-veabdades —Friedrich Nietzsche, Bl crepiisculo de los édolos UNA EXTRANA MELANCOLIA espués que comenz6 la crisis econémica mun- dial a mediados del aio 2008, la siguié una tra- gica cadena de suicidios de personas que antes habian sido acandaladas y con buenas conexiones en la socie- dad. El principal funcionario financiero interino de Freddie Mae, la corporacién federal para el préstamo de hipotecas sobre las casas, se ahoreé en su sétano, El director ejecutivo de Sheldon Good, una de las princi- pales firmas de subasta de bienes raices en los Estados Unidos, se dio un tiro en la eabeza, sentado al timén de su Jaguar rojo. Un administrador de dinero francés que invertia las riquezas de muchas de las familias reales y principales de Europa, y que habia perdido mil cuatro- cientos millones de délares del dinero de sus clientes en el engaito de Ponzi ideado por Bernard Madoff, se cort6 Jas muiiecas y murié en su oficina de la Avenida Madi- son. Un jefe ejecutivo danés del Banco HSBC se ahor- 6 en el armario de la suite de quinientas libras ester- linas por noche que ocupaba en Knightsbridge, Lon- dres, Cuando un ejecutivo de Bear Stearns supo que no lo contrataria JPMorgan Chase, que habia comprado su firma, la cual se habfa desplomado, tomé una dosis excesiva de drogas y se lanz6 desde el piso veintinueve de su edificio de oficinas, Un amigo suyo comenté: «Ese le destrozé el espiritu. La situacién que se estaba viviendo recordaba tristemente Jos suicidios que tuvieron lugar a raz del derrumbe del mercado de valores en el aiio 1929. En la década de 1830, cuando Alexis de Tocqueville escribié sus famo: Unidos, hizo notar «una extrafia melancolia que rond: a sus habitantes... en medio de la abundanciay.? Los estadounidenses crefan que la prosperidad podia satis- por la feli era ilugoria, porque, tal asunto de Bear Stea sas observaciones sobre los Estados facer sy afiorang jad, pero esa esperanza mo afiadiera Tocqueville, «los mundo nunea podran satisfa- in {humano}p.’ Esta extraiia melancolia se manifiesta de numerosas formas, pero siempre lleva al mismo desespero de no hallar lo que se busca. Bxiste una diferencia entre el pesar y el desespe- ro. El pesar es un dolor para el cual hay algtin tipo de consuelo. Se produce cuando perdemo buena entre ot gozos incompletos de este cer al coraz alguna cosa de manera que si sufrimos un revés en nuestra carrera, podremos hallar en nuestra fami- lia el consuelo que necesitamos para poder atravesar la situacién. En cambio, el desespero es inconsolable, por- que se produce cuando perdemos algo que para nosotros es lo més grande de la vida. Cuando alguien pierde la fuente maxima del sentido de su vida, o de sus esperan- #09, no tiene fuentes alterna a Ine cuales acudir. Esto es lo que destroza el espiritu {Cual es la causa de esta vextrafia melancolia» que inunda a nuestra sociedad, incluso durante los momen- tos de auge en los que hay una actividad frenétiea, y que se convierte en un desespero abierto cuando dismi- nuye la prosperidad? De Tocqueville 4 ce que es causa. da por el hecho de tomar algiin «gozo incompleto de este mundo» y edifiear toda nuestra vida sobre él. Esa es la definicién de la idolatria. UNA CULTURA REPLETA DE iDOLOS A la gente de la sociedad contempordnea, la palabra idolatria le trae imagenes de pueblos primitivos arro- dillndose delante de estatuas. Bl libro de los Hechos, en el Nuevo Testamento de la Biblia, contiene graficas descripciones de las culturas existentes en el mundo grecorromano antiguo. Cada ciudad adoraba a sus dei- dades favoritas y construfa santuarios alrededor de sus igenes, para rendirles culto. Cuando Pablo fue a Ate- nas, vio que estaba literalmente repleta de imagenes de esas deidades (Hechos 17:16). El Partenén de la diosa Atenea eclipsaba a todo lo demas, pero habia otras de dades que estaban representadas en todos los lugare piiblicos. Estaban Afrodita, la diosa de la belleza; Ares, el dios de la guerra; Artemisa, Ja diosa de la fertilidad y la riqueza; Hefestos, el dios de los artesanos y escul- tores, y otro: Nuestra sociedad contempordnea no es fundamen: talmente distinta a esas sociedades antiguas. Todas y ada una de las culturas se hallan bajo el dominio de su propio conjunto de {dolos. Cada una tiene sus «sacer dotes», sus totems y s tuarios —ya so trate de torres Ienas de oficinas, bal- nearios y gimnasios, estudios 0 estadios— donde se deben hacer sacrificios para poder conseguir las ben. diciones de la buena vida y alejar de si los desastres. im {Qué son los dioses de la belleza, el poder, el dinero y el éxito, sino estas mismas cosas que han aleanzado pro- porciones miticas en nuestra vida individual y en nues: tra sociedad? Aunque no nos arrodillemos fisicamente ante la estatua de Afrodita, hoy en dia son muchas las mujeres jévenes que son arrastradas a la depr Jos desérdenes en la alimentacién por una preocupacién obsesiva por su imagen corporal. No quemaremos un incienso real en honor de la diosa Artemisa, pero cuan- do el dinero y la carrera son elevados a unas dimensio- nes césmicas, estamos Ilevando a cabo una especie de \crificio de nifios, al descuidar nuestra familia y nu tra comunidad con el fin de aleanzar un nivel mas alto en el mundo de los negocios y adquirir una riqueza y un prestigio mayores. Después que Eliot Spitzer, el gobernador del estado de Nueva York, destruyé su carrera por estar involu- crado en un cfrculo de prostitucién de alto precio, David Brooks hizo notar emo nuestra cultura ha produci- do una clase de personas que aleanzan grandes logros, pero tienen un «desequilibrio entre categorias y relacio- nes», Tienen las habilidades sociales necesarias para Jas relaciones de tipo vertieal; para mejorar su catego- ria ante sus mentores y sus jefes, pero no tienen habi- lidad alguna para sus relaciones horizontales con sus cényuges, su familia y sus amigos. «Son incontables los candidatos a la presidencia que dicen estar aspi- rando en nombre de su familia, aunque se han pasado toda la vida en medio de mpafias, y alejados de la familia.» Segin van pasando los afios, van legando ala perturbadora comprensién de que «su grandeza no ea basta, y que o¢ hallan colitarios».t Muchae veces, sus hijos y cényuges se han alejado de ellos. Tratan de sanar sus heridas. Entonces se enredan en aventuras 0 medidas desesperadas con el fin de medi- in ya ‘ar ose vacio interior. Asi se producen la destruccién de Ia familia, el escandalo, o ambas cosas a la vez, Le habfan sacrificado todo al dios del éxito, pero no fue suficiente. En los tiempos antiguos, las deidades eran sanguinarias y muy difieiles de apaciguar. Ain lo siguen siendo. Los {DoLos DEL CORAZON Habria sido dificil presentar este caso de una manera convineente durante la era en que estallé la técnica del «punto-com», y en medio de la gran burbuja de los bie- nes raices y las acciones de los ultimos veinte afios. En cambio, el gran desastre econémico de los ps 2008 y 2009 ha puesto al desnudo lo que en estos momentos se a de la avariciay. Hace mucho tiempo, San Pablo dejé escrito que Ta avaricia no consiste solo en una mala manera de conducirse. « que es lolatria», escribié (Colosenses 3:5). Estaba advirtiendo que el dinero puede adquirir atributos divinos, y en ese caso, nuestra relacién con él se aproxima a la adoracién y el sometimiento. El dinero se puede convertir en una adiccién espiri- tual y, como todas las adicciones, les esconde a sus vic- timas sus verdaderas proporciones. Nos arriesgamos mas y en cosas cada vez mayores, con el fin de obtener de las cosas que ansiamos una satisfaccién que eada vez es menor, hasta que se produce en nosotros un colap- so, Cuando nos comenzamos a recuperar, nos pregun- tamos: «;Qué estaba pensando? ,Camo pude « ciego% Nox despertamos como los que se han quedado dormidos después de embriagarse, que apenas pueden recordar lo sucedido la noche anterior. Pero, spor qué? éPor qué actuamos de una manera tan irracional? {Por Hama «la cult ir qué perdimos de vista de una manera tan total aquello que es lo correcto? La respuesta de la Biblia es que el corazén humano / os una wfabrica de fdolos».5 Cuando la mayor parte de la gente pien «ddolos», lo que les viene a la mente s literales... 0 la proxima estrella de la misiea pop ungi: da por Simon Cowell, Sin embargo, la adoracién de los fdolos tradicionales tiene lugar avin en muchos luga- res del mundo, la adoracién interna de idolos, la que se produce dentro del corazén, es universal, En Eze- quiel 14:3, Dios dice acerca de los ancianos de Israel: «Estos hombres han puesto sus Como habriamos hecho nosotros, aquellos ancianos deben haber respondido: «;{dolos? {Cuales idolos? Yo no que el corazén idolos en su corazén», ve0 idolo algunos. Dios estaba eLamor, las pose convierte en Jas cosas nar importancia y seguridad, proteecién y realizacién, si logramos aleanzarl: "El objeto central de la trama en El Sefior de los Anillos es el Anillo de Poder del tenebroso Lord Sau- ron, el cual corrompe a todo aquel que lo trate de usar, por buenas que sean sus intenciones. Este anillo es lo que el Profesor Tom Shippey llama «un amplificador psiquico» que toma los anhelos mis acariciados del coraz6n y los amplia hasta unas proporciones idolatri- as.7 Kn esta obra hay algunos personajes buenos que quieren liberar esclavos, 0 conservar la tierra de su pueblo, o darles un justo castigo a los malvados. Todos estos objetivos son buenos, pero el Anillo hace que s¢ sientan dispuestos a hacer cuanto sea necesario para 4 lograrlos; cuanto haga falta. Convierte algo bueno en un absoluto que echa abajo toda otra lealtad y todo otro valor. E1 que usa el Anillo se va esclavizando cada vez més a él, y convirtiéndose en adicto suyo, porque un fdolo es algo sin lo cual no podemos vivir. Ne tamos tenerlo, y por tanto, nos impulsa a quebrantar unas normas que ante a otros, 0 incluso hac fin de lograrlo. Los idolc sion que conducen a tinos males terribles, tanto en la nove- la de Tolkien como ¢ honrabamos; a hacerles daiio érnoslo a nosotros mismos con el CUALQUIER COSA PUEDE CONVERTIRSE EN UN {DOLO Los momentos culturales como el que estamos viviendo nos proporcionan una oportunidad. Ahora hay muchas personas que se sienten mds abiertas a hacer caso de la advertencia de la Biblia en cuanto a que el dinero puede convertirse e que dinero. Se puede convertir en un poderoso dios dedicado a alterar vidas y a moldear culturas; un fdolo que destroza los corazone de mucho més is adoradores, La m noticia en todo esto es que estamos tan concentrados en el problema de la codicia, que tendemos a ver en «esos ricos de alli», que no nos damos cuenta de cul es la verdad m uier cosa se pued las cosas han sido idolos El cddigo moral mas famoso del mundo es el Decéilo- 0; los Diez Mandamientos. El primero de todos ellos es el que dice: «Yo soy Jehova tu Dios... No tendras diose ajenos delante de mi» (Exodo 20:2-8). Esto nos lleva a una pregunta natural: «Qué quiere decir eso de “dio- ses ajenos”?» La respuesta aparece de inmediato. «No te hards imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté és fundamental. -onvertir' en un idolo, y todas 5 (f arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en Jas aguas debajo de la tierra. No te inclinards a ellas, ni las hor rards..¢» (Wxodo 20:4-8). jAqui esta ineluido todo lo qu existe en etmundo! Ta mayoria de posible convertir al dinero en wit dios. ba mayor parte r también al sexo en un dios. ‘que cualquier cosa de la vida “dole Dios, 1a gente sabe que es Eun dios fal Hace poco escuché el relato de un comandante del ejército que exigia de sus soldados una disciplina fisi cay militar tan exorbitante, que les destruyé la moral Esto Ievé a una interrupeién en la comunicacién durante el combate, que tuvo por resultado una serie de bajas. conoci a una sefora que habia pasado por periodos de gran pobreza durante su nifiez. Siendo adulta, estaba 1, que pas6 por alto la posibilidad de much de calidad, con el fin de easarse con un hom bre rico al que en realidad no amaba. Esto tuyo muy pronto como resultado un divorcio, y todas las luchas econémicas a las que tanto temfa, Al parecer, algunos jugadores de las grandes lig: to por jugar, no solo bien, Fama, usa mbié an ansiosa de conseguir su seguridad s de béisbol, en un inten- no al nivel del Salén de la ron esteroides y otras drogas. Como conse- en el cuerpo mas quebrantado y la reputa: cién més manchada que si hubieran estado dispuestos cuencia, tie! a ser buenos, en lugar de aspirar a ser grandiosos. Es mismas cosas sobre las cuales estas personas estaban edificando toda su felicidad, se convirtieron en polvo en sus manos, precisamente porque habian edificado toda su felicidad sobre ellas. En todos y cada uno de estos 08, una cosa buena entre muchas otras fue converti- . de tal forma que sus exigen- yron por encima de todos los valores que com: da en una cosa supre! cias pasa jimportante que Dios; algo que absorbe mas petian con ellas.* Pero los dioses falsos siempre desilu- sionan, y con frecuencia, ademés de desilusionar, des: trayen, Es incorrecto querer disciplina en la tropa, o aspi- rar a una seguridad econémica, 0 a una gran destre za en el atletismo? En absoluto. Pero estas historias nos sefialan un error comtin que cometen las personas cuando oyen hablar del coneepto biblico de la idola- tria. Pensamos que los idolos son cosas malas, pero casi nunca las cosas son asi. Mientras mayor sea el bien, mas probabilidades hay de que esperemos que pueda satisfacer nue: fundas. Cualquier co: falso; en especial la ras necesidad COMO SE FABRICA UN DIOS {Qué es un idolo? Es algo que para nosotros es_m jue Dios tra vida que | la mayor parte de nue seguir viviendo. El fdolo t trol tal en nuestro coraz6i , qué podemos gastar en. pasién y energia, nuestros micos, ain_pensarlo dos de Tos eritie 0 el log de «Galvar la cara» y la posicién social. Pueden ser cosas como una relacién romantica, la aprobacién de nuestros iguales, la competencia y la habilidad, el odeados por unas circunstancia KC 44] seguras y cémodas, nuestra belleza o nuestra inteligen- politica o social, nuestra moralidad y nuestra virtud, o in el éxito en el ministerio eri eg apa, pero en realidad es idolatria. Un idolo todo aquello a lo que usted mii «Si logro tene y dice en el centro nismo de su corazén Soy valioso; entonces me sentiré importante y seguro». Hay muchas formas de describir esa clase de relacién con alguna cosa, pero tal vez la mejor sea la palabra GE adoracién. 3 —Tos paganos de la antigtidad no andaban tan des. cabellados cuando representaron practicamente todas las cosas como dioses. Tenian dioses del sexo, dioses del trabajo, dioses de la guerra, dioses del dinero, dioses de las naciones... por el simple hecho de que todo aque- lo que deidad en el cora- a de una persona o en la vida de un pueblo, puede ser un digs, Por ejemplo, la belleza Fisica es al dable, pero si la «divinizamos»; si la convertimos en lo mas importante dentro de la vida de una persona o de una cultura, entonces no tendremos simplemente belle- za, sino que tendremos a la diosa(Afrodita. Asi tenemos gente, y toda una cultura, pasando agonias constante- mente por mejorar y conservar la apariencia, gastando en ella unas cantidades desorbitantes de tiempo y de dinero, y evaluando tontamente la personalidad a par- tir de ella. Si algo se convierte en més fundamental que Dios para nuestra felicidad, nuestra razén de vivir y / nuestra identidad. es que se ha vuelto un idolo. El coneepto bfblico de la idolatria mente compleja en la cual se hallan integradas cate: gorias intelectuales, psicolégicas, sociales, cultural robierna_y ackiia como ur una idea suma- entonces voy ai sentir que mi vida tiene sentido; entonces sabré “ae ¥ y espirituales. Hay {dolos personales, como el amor roméntico y la familia, o el dinero, el poder y los logros, iertos circulos sociales determinados, 0 el que otros dependan emocionalmente de nosotros, o la salud, el buen estado y Ia belleza fisiea, Muchos buscan en estas cosas la esperanza, el sentido y la realizacién que solo Dios puede proporcionar. ‘También hay idolos culturales, como el poder mili tar, el progreso teenolégico y la prosperidad econémi- ca. Entre los idolos de las sociedades tradicionales se 1entran la familia, el trabajo serio, el deber y la vir- tud moral, mientras que los de las culturas occidenta- les son Ta Tibertad individual, el descubrimiento de si mo, la prosperidad personal y la realizacién. Todas estas cosas, que son buenas, pueden tomar, y toman un tamaiio y un poder fuera de toda proporcién dentro de una sociedad. Nos ay felicidad en mil Hay ademas idolos intelectuales, que suelen ser Ha- ideologias, Por ejemplo, los intelectual peos de fines del siglo XIX y principios del XX se llega ron a conyencer en su mayoria de que estaba correcto el punto de vista de Rousseau sobre la bondad innata de la naturaleza humana, y de que todos nuestros proble- mas sociales eran consecuencia de una educacién y una socializacién muy pobres. La Segunda Guerra Mun- dial hizo afiicos esta ilusién. Beatrice Webb, a quienes muchos consideran la arquitecta del estado brité moderno, con toda su beneficencia publica, escribia: Rn algiin lugar de mi diario —;1890?— ese: «Lo he apostado todo a favor de la bondad ese .» [Ahora, treinta me doy cuenta de] lo per- bi cial de la naturaleza humana y cinco aiios después 9 Diosns FALSos + INrRonvectON manentes que son los impulsos y los instintos malvados en el ser humano; de lo poco que pode- mos contar con la posibilidad de cambiar algu- nos de ellos, como por ejemplo, el atractivo de la riqueza y el poder, por medio de cambio algu: no en la maquinaria [social]... No hay cantidad alguna de conocimiento o de ciencia que sirva de os que logremos disminuir nuestros malos impulsos."® nada, a mei En 1920, en su libro Outline of History [Bosquejo de la Historia], H. G. Wells elogié la fe en el progreso humano. En 1933, en la obra The Shape of Things to Come {La forma de las cosas por venir], abrumado por el egoismo y Ia violencia de las naciones europeas, Well creja que la tinica esperanza estaba en que los intelec tuales se apoderaran del gobierno y establecieran wu programa obligatorio de educacién en el cual se insit tiera en la paz, la justicia y la equidad. En 1945, en A Mind at the End of Its Tether (Una mente al final de sus fuerzas], escribié: «El Homo sapiens, como se ha complacido en Ilamarse a si mismo... esté agotado». {Qué les pasé a Wells y a Webb? Que habian tomado una verdad parcial para convertirla en una verdad que lo abareaba todo, y por medio de la cual se podria expli- x y mejorar todo. «Apostarlo todo» a la bondad del ser humano equivalia a ponerlo en el lugar de Dios ‘También hay idolos que son los valores absolutos no negociables en cada uno de los campos profesionales. En el mundo de los negocios, se suprime la expresién de si mismo a favor del valor maximo: las ganancias. En) Ta inversa. cambio, cn cl mundo del arte Tas cosas 601 Se lo sacrifica todo en aras de la autoexpresién, y esto hace en nombre de la redencidn. Se piensa que esto La vAnKICA De (noLos es lo que necesita la raza humana por encima de todo. Por todas partes hay idolos. AMAR, CONFIAR Y OBEDECER La Biblia usa tres metiforas basicas para deseribir la forma en la cual las personas se relacionan_can los ido- los de su-corazé esos dolosyConfian\ y los Qbedecen,! ss En ocasiones, las Escrituras hablan de los {dolos utilizando una metafora matrimonial. Dios deberia ser nuestro verdaderé «esposo», pero cuando desea- mos otras cosas y nos déleitames en ellas mas qu Dios, cometemos adulterio espiritual.? Tanto el roman: ce como el éxito se pueden convertir en «falsos aman- tes» que prometan que nos van a hacer sentir amados y valorados. Los idolos captan nuestra imaginacién, de manera que los podemos localizar cuando observamos las “de nue mnte cuand piertos. {Qué nos produce placer cuando nos lo imagi namos? {Cudles son los suefios a los que més afecto les tenemos? En nuestros idolos, buseamos que nos amen, ‘que nos hagan sentir valiosos y nos den una sensacién de belleza, importancia y dignidad. La Biblia habla con frecuencia de los fdolos utilizan- do la metéfora religiosa. Dios deberia ser nuestro ver- dadero Salvador, pero nosotros acudimos_a los logros personales o a la prosperidad econémiea para que sean ellos los que nos den la paz y la seguridad que necesita mos.8 Los fdolos nos dan la sensacidn de ser ellos quie- nos tionen el control de nuestra situacién, ¥ los pode mos localizar si observamos nuestras pesadillas. {Qué es lo que mas tememos? {Qué es aquello que, dé pér derlo, haria que no valiera la pena seguir viviendo? Les ofrecemos xsacrificiosy a nuestros dioses para apaci- guarlos y complacerlos, porque, segiin ereemos, son los que hos Van a proteger. Buscamos en ellos que nos pro- porcionen una sensacién de confianza y seguridad. ‘También vemos que la Biblia habla de los idolos uti- lizando una metdfora politica. Dios deberia ser nues- tro tinico Amo y Setior, pero todo aquello que nosotros amamos y en lo cual confiamos, es aquello a lo que ser- vimos. Cualquier cosa que se vuelva mé a ¢ ha vuelto un dor." En este paradigma, podemos loca- lizar a nuestros {dolos a base de observar aquellas emo: ciones nuestras en las que somos mas {nflexibles) Qué ynos hace sentir incontrolablemente » enojados ado odescorazonades? {QUE nos sacude con ‘de culpa que no nos podemos quitar de encima? Los idolos nos controlan, puesto que sentimos que necesita: mos tenerlos. De lo contrario, nuestra vida no tendria sentido. ‘Todo aquello que nos controla, es nuestro sefior. \ La persona que busca el poder, es co ) el poder. La persona que busea la acepta \. 4 es controlada por las personas a las que quiere complacer. No nos controla mos. Somos controlados por el seiior de nuestra vida. sonas Iaman «proble- Bas cosas que muchas per mas psicolégicos» son simples cuestiones de idolatria, El perfeccionismo, la adiccién al trabajo, la indecisién crénica, la necesidad de controlar la vida de los demas; todas estas cosas proceden del hecho de haber conver tido unas cosas buenas en idolos que nos tiran por el suelo cuando nosotros tratamos de apaciguarlos. Los idolos dominan nuestra vida. /y LA OPORTUNIDAD DEL DESENCANTO Como hemos visto, existe una gran diferencia ent el pesar y-el desespero, puesto que el desespero es un pesar insoportable. En la mayoria de los casos, la dife- rencia entre ambas cosas es la idolatria. Un hombre de suicidé después de perder la mayor parte de una inversion de trescientos setenta millo- nes de délares. «Cuando el indice del mereado de valo- res de la nacién descendié por debajo de 1.000, dejé de comer, se dedieé a beber sin cesar durante dias, y ter- miné decidiendo suicidarse», le dijo su esposa a la poli cia.© En medio de la gran crisis financiera de los afios 2008 y 2009, oi contar a un hombre llamado Bill que tres afios antes se habia hecho cristiano y que su segu ridad decisiva habia pasado del dinero a su relacién con Dios por medio de Cristo.”7 «Si este derrumbe econémi- co se hubiera producido hace més de tres afios, bueno, yo no sé cémo me habria podido enfrentar a él, ni cémo habria podido seguir adelante siquiera. Hoy en dia, le puedo decir con sinceridad que nunca he sido mis feliz en toda mi video. Aunque pensamos que vivimos en un mundo secu- lar, son los idolos, los rutilantes dioses de nuestra era, los que retienen el titulo de propiedad sobre la con- fianza funcional de nuestros corazones. Con la econo- mia mundial por los suelos, muchos de esos fdolos qu hemos adorado durante aiios se han ido derrumbando gran oportu- nidad. Estamos experimentando brevemente un «des encanto», En las leyendas antigu: negocios coreano se a nuestro alrededor. Esto constituye un s, eso significaba que 25 Diosns vausos + IntRoavecion el encanto Janzado por el malvado hechicero queda: ba roto y habia oportunidad de escapar. Estos son los tiempos que han Hegado a nosotros de manera indivi- dual cuando alguna gran empresa, actividad 0 persona sobre Ia cual hemos edificado nuestras esperanzas, no nos entrega lo que (nosotros crefamos que) nos habia prometido. Muy pocas veces se produce esto en toda una sociedad. 21 camino que tenemos por delante pi 1 salir del consiste en discernir los fdolos de nuestro corazén y de nuestra cultura. Sin embargo, no va a bas: tar con os, La Unica forma que tendremos de librar- os de la destructora influencia de Tos dioses falsos es T Dios verdadero. El Dios vivo, quien se revelé el tinico Sefior que, si lo encontramos, nos puede satis facer realmente y, si le falla realmente. 18, nos puede perdonar DIOSES FALSOS c efettule uno TODO LO QUE USTED HA DESEADO Lo PEOR QUE PUEDE SUCEDER a mayor parte de las personas se pasan la vida R yatante de convertir en realidad los suenos is entrafiables de su corazén. {Acaso no es esa la de la vida, «la biisqueda de la felicidad»? Busca ncansablemente las maneras de adquirir las cosas que anhelamos, y estamos dispuestos a hacer inmensos sacrificios para conseguirlas. Nunca _nos imaginamos siquiera que adquirir las cosas que mas profundamen- te anhela nuestro corazén podria ser lo peor qué nos der j Mi esposa y yo conocimos en una ocasién a una mujer soltera Han aba desesperada por tener hijos. Terminé casindose y, en contra de las expectativas de sus médico saludables a pesar de su edad. Sin embargo, sus su asfixiante impulso podria mas. ada Anna, que pudo coneebir dos nifios no se convirtieron en realidad. Su por darles a sus hijos una vida perfecta hizo imposible ra disfrutar realmente, Su sobreprotec- que los pud ie {x

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