¿Es realmente útil cobrarles un impuesto a la riqueza
a los multimillonarios? (y qué países lo hacen)
La cuarta parte de todos los multimillonarios que hay en el mundo vive
en Estados Unidos, según un informe de la consultora Wealth-X. Algunos candidatos a la presidencia creen que tienen la solución: crear un impuesto a la riqueza y usar ese dinero para aumentar el gasto social en salud, educación e infraestructura. El impuesto a la riqueza, también llamado impuesto al patrimonio, grava todos los activos de una persona y no solamente sus ingresos. Es decir, grava activos como sus acciones en la bolsa, yates, propiedades, joyas y todo aquello que forme parte de su fortuna. Ponerle un impuesto a la fortuna de los ricos significa ponerle impuestos a los negocios que producen y generan trabajos. Chris Edwards: los multimillonarios son una fuerza que empuja el bienestar económico Hay que mirar las experiencias en otros países. En los años 90 más de una docena de países europeos que tenían un impuesto a la riqueza, como Francia, Suecia y otros, ahora no lo tienen. Lo que ellos descubrieron es que los ricos trasladaron su fortuna a otros países, escondieron activos, hicieron campañas para conseguir excepciones. Por otro lado, otros expertos consideran que al implementar el impuesto a la riqueza es una forma de disminuir la desigualdad. Emmanuel Sáez: el impuesto a la riqueza es una poderosa herramienta para disminuir la desigualdad En contraste, Estados Unidos tiene un sistema basado en la nacionalidad. Si eres estadounidense tienes que pagar impuestos en EE.UU. sin importar dónde vives. Por otro lado, en Europa era demasiado fácil eludir impuestos al poner tu dinero en cuentas en el exterior, como por ejemplo, bancos suizos. Y las autoridades francesas no podían hacer mucho más para forzar a Suiza a entregar esa información financiera. En cambio en Estados Unidos hay regulaciones que fuerzan a cualquier institución financiera en el exterior a informar a las autoridades estadounidenses sobre las transacciones de sus ciudadanos. Los multimillonarios deberían pagar al menos lo mismo que el resto de la población en relación a sus ingresos. Eso no ocurre en la práctica porque eluden el impuesto a los ingresos, haciendo crecer su fortuna dentro de la empresa. El impuesto a la riqueza es la herramienta más poderosa para restaurar la progresividad impositiva y para aumentar el pago de impuestos de los que están en la cima.