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I N ST I T U C I Ó N E D U C AT I VA

B U E N AV I STA 7 ° BACTERIAS Y ANTIBIÓ TICOS I N ST I T U C I Ó N E D U C AT I VA


B U E N AV I STA 7 °

Conocer un poco mejor las enfermedades infecciosas, el funcionamiento de los fá rmacos y las diferencias entre antibi ó ticos y
antivirales puede hacernos má s conscientes de la importancia de un uso racional y de las razones mé dicas que exigen seguir
bien el tratamiento y no automedicarnos cuando existen procesos víricos.

Segú n señ ala Ivá n Espada, del Departamento de Productos y Servicios del Consejo General de Colegios Oficiales de
Farmacé uticos (CGCOF), la resistencia a los antibióticos y el abuso de este tipo de fá rmacos es una cuestión social en la que
todos formamos parte del problema pero tambié n de la solución.
El farmacé utico del CGCOF, que apunta la gran presión social existente en la prescripció n y dispensació n de estos fá rmacos,
ayuda a responder algunas de las cuestiones má s comunes sobre el uso y el abuso de los antibió ticos.
Un gran nú mero de enfermedades humanas tiene su origen en virus o bacterias de tamañ o infinitesimal que só lo pueden
observarse a travé s de un microscopio de muy alta potencia.
Las bacterias son los microorganismos vivos más presentes en nuestro planeta y habitan todo el organismo humano, sobre
todo la piel, el tubo digestivo y todos los orificios del cuerpo. Cualquier bacteria tiene el potencial de producir una infección,
sin embargo, esta capacidad agresora se ve autolimitada por su ambiente y el resto de bacterias con las que convive en el
organismo. Gracias a este equilibrio, humanos y bacterias se benefician de esta convivencia.
Los virus son agentes infecciosos que necesitan de otros microorganismos o células para multiplicarse. Son más
pequeños que las bacterias hasta el punto que tienen la capacidad de entrar y salir de é stas. Entre los virus má s conocidos
está n los del SIDA, la GRIPE la rubé ola, la varicela, el sarampió n o la viruela (ya erradicada).
Entre los antibió ticos má s prescritos está n los betalactámicos (penicilinas), los macrólidos (eritromicina) y las quinolonas
(las de ú ltima generació n como el norfloxacino). En el á mbito hospitalario es comú n el uso de los aminoglucósidos, que deben
ser muy controlados debido a que se administran por v ía intravenosa y pueden presentar reacciones adversas como da ñ o renal
o pé rdida auditiva en dosis elevadas.

Cada antibió tico actú a de forma distinta y por eso pueden combinarse. Los principales mecanismos de actuación son de dos
tipos:
Antibió ticos que destruyen la membrana que rodea a la bacteria y hacen que explote (penicilina).
Antibió ticos que interfieren con la síntesis de proteínas de los procesos vitales de la bacteria (macró lidos) o que impiden la
replicación del material gené tico (quinolonas) y por tanto su proliferaci ó n.

Debido a estos mecanismos de actuaci ó n, los antibió ticos no pueden ser ú tiles frente a los virus ya que se dirigen a las
membranas bacterianas que poseen características distintas a las que tienen los virus o a los procesos internos que permiten
la vida a las bacterias que no existen en los virus.
Los antivirales tienen efectos específicos contra los componentes de los virus, rutas que no existen en las bacterias y por tanto
que no son ú tiles para las infecciones que é stas producen.
Ademá s, los antibió ticos se pueden dividir en bactericidas, que eliminan directamente a las bacterias, y bacteriostáticos, que
no matan a la bacteria pero que impiden que se reproduzca y dejan al organismo humano que se deshaga de ellas. De ah í
tambié n la importancia de no suspender el tratamiento porque aunque los s íntomas desaparezcan el fá rmaco y el organismo
necesitan un tiempo para eliminar todas las bacterias o para que el organismo se deshaga de ellas.
Cada antibió tico y mecanismo de actuació n dependen del principio activo empleado en el medicamento y el tiempo que
permanezca en sangre a niveles de concentració n suficientes para actuar frente a la bacteria causante de la infecci ó n.
Así, cada fá rmaco posee unas características que intervienen en có mo el organismo absorbe el medicamento y lo elimina de la
sangre. De ahí la importancia de seguir las indicaciones del m é dico.
En cuanto a las infecciones, en pocas ocasiones se puede llegar a conocer qu é microorganismo las produce ya que existen
infinidad de posibilidades y cuando se trata de casos leves un ú nico tipo de antibió tico puede combatir la gran mayoría de
ellas.
En los casos má s graves que suponen una hospitalización se opta por emplear uno o dos antibió ticos con mecanismos de
actuació n distintos para frenar la infección. En determinados casos, cuando el tratamiento antibi ó tico no ha funcionado ya
está n disponibles los datos de laboratorio que permiten el uso de los dirigidos a bacterias específicas.
Todos los fá rmacos, incluso las plantas medicinales, tienen efectos secundarios, se ñ ala Espada. "Por eso es labor del mé dico
evaluar al paciente y su situació n para prescribir los antibió ticos má s idó neos y tener en cuenta que los beneficios superen los
efectos secundarios de la administració n del fá rmaco", explica el especialista.
Todos los fá rmacos que está n en el mercado han pasado por rigurosos controles de seguridad y la reacció n adversa má s
peligrosa del antibió tico siempre es la resistencia que pueda generar, es decir, los antibi ó ticos eliminan las bacterias que nos
protegen y permiten que crezcan las que no son sensibles a estos antibió ticos y este es un efecto adverso que siempre se
produce.
Los principales efectos secundarios de los antibi ó ticos son de tipo digestivo ya que en la mayoría de los casos los fá rmacos se
toman por vía oral. Al llegar al sistema digestivo los antibió ticos eliminan las bacterias que ayudan a la digestió n por eso en
muchos casos días despué s se puede sufrir diarrea. Sin embargo, el organismo se recupera en pocos días, por lo que aunque las
probió ticos pueden ayudar no son imprescindibles para esta recuperaci ó n.
Los antibió ticos los producen las bacterias para defenderse de otras y este mecanismo de actuaci ó n lo ha imitado el ser humano
para desarrollar los antibió ticos que le protegen de las infecciones bacterianas. Sin embargo, ante los antibió ticos existen
bacterias que consiguen aprender a defenderse de sus componentes, se hacen resistentes y consiguen sobrevivir.
Así, aunque los antibió ticos eliminen la infecció n a la que van dirigidos pueden dar lugar a que otras bacterias que son
resistentes ocasionen una infecció n al encontrarse en un ambiente en el que se ha eliminado al resto de bacterias
competidoras existentes. De este modo, los antibió ticos eliminan las bacterias que nos protegen y hacen que crezcan las que
no son sensibles a estos antibió ticos.
Cuando se emplean antibió ticos para combatir un proceso vírico no só lo no se consigue eliminar el virus sino que se abre la vía
a nuevas infecciones causadas por las bacterias resistentes a los antibió ticos que sin el resto de bacterias capaces de
limitarlas pueden causar una nueva infecci ó n.
Cada vez que una persona emplea un antibió tico, sea indicado o no su uso, aumenta la cantidad de bacterias existentes en el
ambiente resistentes a estos fá rmacos.

AUTOEVALUACIÓN.
1. ¿Có mo se relacionan virus, bacterias e infecciones humanas?
2. ¿Cuá les son los antibió ticos má s comunes?
3. ¿Cuá les son sus mecanismos de actuació n. Antibió ticos?
4. ¿Por qué los antibió ticos no son ú tiles contra los virus?
5. ¿Por qué no debo suspender el tratamiento?
6. ¿Por qué se emplean antibió ticos de amplio espectro?
7. ¿Por qué existen los efectos secundarios?
8. ¿Son ú tiles los probió ticos?
9. ¿Cuá l es el efecto adverso má s grave?
10. ¿Có mo aumenta la resistencia a los antibi ó ticos?

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