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Conceptos Básicos GIS
Conceptos Básicos GIS
Los Sistemas de información geográfica son, en su concepción más genérica, una forma particular
de un sistema de gestión de la información; que permite gestionar datos espacialmente
referenciados y relacionados entre sí.
De esta forma podemos concebir los S.I.G. como un conjunto de recursos que componen un sistema
que gestiona información geográficamente distribuida para profundizar en el conocimiento de las
relaciones entre los objetos de información, facilitando los procesos de toma de decisiones en
cualquier actividad humana que se desarrolle en un ámbito geográfico.
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Habitualmente se suele identificar los Sistemas de Información Geográfica con los programas
informáticos que son capaces de trabajar con datos georreferenciados. Pero un SIG no es solamente
esto, ya hemos visto que un sistema es un conjunto de elementos que de forma estructurada
tienden a la consecución de un fin, por lo que no pueden ser sólo un conjunto de programas
instalados en los equipos adecuados.
Para que la tecnología SIG funcione como un sistema de geoprocesamiento es necesario contar
también con datos, el personal especializado y las aplicaciones (ESRI 1992).
Hoy en día existen toda una serie de tecnologías complementarias a la meramente informática
(software y hardware) que permiten incrementar la funcionalidad de los SIG, como son las diversas
tecnologías de captura (teledetección, SPG (Sistemas de Posicionamiento Global), sensores
remotos, etc.) y comunicación de la información (intranet e internet). Así pues deberíamos
considerar que un SIG está compuesto por cuatro componentes fundamentales que son: el
personal, los datos, los procedimientos y las tecnologías complementarias.
Los Recursos Humanos que trabajan en el sistema constituyen una pieza clave en su funcionamiento
que debe contar con la debida cualificación profesional para gestionar eficazmente el sistema. Son
los responsables de la correcta introducción de datos, del diseño de los procedimientos adecuados
de análisis de la información, del diseño y generación de los productos de información pertinentes
para cubrir los objetivos propuestos, y del mantenimiento y actualización del sistema.
Los datos son la representación simplificada de la realidad con la que los expertos tienen que
trabajar. Cuando se habla de datos en el contexto de SIG se alude a datos directamente utilizables
por el ordenador, es decir, datos digitales. Cuando se aborda un proyecto SIG, caben dos
posibilidades, elaborar los datos necesarios para desarrollar el proyecto, o adquirirlos en el
mercado. Los procesos de elaboración de datos suelen ser largos y laboriosos, siendo la fase del
proyecto que más tiempo ocupa, cuando en buena lógica deberían ser los procesos de análisis o de
generación de productos de información a los que más tiempo debería dedicárseles. La adquisición
de datos en el mercado es cada día más fácil y barata, debido a que día a día se incrementa la
cantidad y disponibilidad de información. Sin embargo, al abordar cualquier proyecto SIG
deberemos considerar ambas posibilidades.
Las tecnologías complementarias son aquellas que facilitan el proceso, proporcionándole eficiencia
y fiabilidad. Evidentemente, hoy en día son imprescindibles tanto los equipos como los programas
informáticos, pero existen otras tecnologías capaces de facilitar en gran medida los procesos de
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adquisición de datos, como son la teledetección, los sistemas de posicionamiento global y los
sensores remotos, y de comunicación de los productos de información resultantes, como las redes
locales e internet.
No resulta sencillo establecer los límites de los SIG frente a otras herramientas informáticas, como
el CAD, la cartografía automática, los sistemas de gestión de bases de datos y los sistemas para el
tratamiento de imagen de satélite. Todos ellos son precursores de los SIG.
La mayor diferencia entre CAD y GIS estriba en el volumen y diversidad de datos mucho mayor que
maneja el SIG y en los métodos de análisis que utiliza (es decir, en la base de datos y en el análisis
espacial). Lo que distingue al SIG del CAD es la capacidad de aquel para integrar datos
georreferenciados y para realizar ciertas operaciones de análisis, como la búsqueda espacial (que
incluye análisis de proximidad o buffer) y las superposiciones temáticas.
Los Sistemas de Cartografía automática ofrecen grandes ventajas a la hora de realizar cartografía de
alta calidad pero no en el análisis de información geográfica. La principal diferencia con respecto a
los SIG estriba en que los sistemas de cartografía automática no generan topología y por tanto no
reconocen las relaciones entre los distintos elementos representados, lo que limita
extraordinariamente sus capacidades de análisis. Por otro lado, aunque estos sistemas pueden
conectarse a bases de datos, estas no constituyen una parte esencial de ellos. El concepto de base
de datos es básico y constituye para algunos la principal diferencia entre un SIG y un sistema de
confección de mapas informatizados, el cual únicamente puede producir mapas de calidad (ESRI,
1993).
Los Sistemas de Gestión de Bases de Datos (SGBD) son sistemas desarrollados para almacenar y
tratar información alfanumérica. Pueden tratar grandes volúmenes de información, pero apenas
poseen funcionalidades gráficas. Evidentemente constituyen un componente esencial de los SIG
(Healey, 1991).
Se puede establecer una diferenciación fundamental entre estas tecnologías atendiendo a sus
objetivos. En el caso del CAD, el objetivo es producir un dibujo: una casa, un esquema de red viaria,
etc. El objetivo de la cartografía automática es muy parecido, pero su producto es más específico
(un mapa), por lo que ofrece herramientas especificas para la elección de tramas, símbolos
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Por su parte el SIG tiene como uno de sus principales objetivos la producción de nueva información
espacial a través del análisis. Sin embargo, un SIG utiliza la tecnología CAD para introducir
información gráfica al sistema, la tecnología de la cartografía automática para elaborar mapas a
partir de la nueva información elaborada por medio del análisis y la información (atributos temáticos
de los objetos) proveniente de los sensores remotos tanto para alimentar el sistema como para
presentar directamente la información de mapas raster.
1.2.- INFORMACIÓN:
La información geográfica podemos discriminarla en primer lugar en tres sectores que son los más
representativos:
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• La naturaleza compuesta de los datos geográficos, por ejemplo, una carretera se descompone en
un elemento cartográfico línea y en un atributo de texto como el nombre de la misma.
• La existencia de dos modelos de realidad geográfica, los modelos raster y los modelos vectoriales.
El modelo raster utiliza el píxel como forma de representación a través de valores numéricos. El
modelo vectorial en cambio utiliza las tres primitivas gráficas (punto, línea, polígono) para
representar los elementos.
1.3.- PROCEDIMIENTOS:
• Recolección de información
• Clasificación de información
• Interpretación de resultados
• Generación de informes
Los procedimientos establecidos para un sistema serán únicos y exclusivos de ese sistema y
formarán parte de la propiedad intelectual del propio sistema, no pudiendo trasvasarse a otro
sistema de forma íntegra sin sufrir las correspondientes modificaciones.
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El cuarto y último componente de los SIG son los medios auxiliares. Bajo este título denominamos
a los elementos o componentes tecnológicos que permiten realizar las operaciones necesarias de
forma rápida y eficiente, incrementando de forma considerable la funcionalidad del sistema. Entre
ellos encontraremos los ordenadores y sus periféricos, los sistemas de recolección de datos, los
programas SIG propiamente dichos, etc.
• Programas informáticos
• Teledetección
• Sensores terrestres
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de trabajo. En el caso de los workstations es más popular el uso de los sistemas Linux. Los periféricos
que conforman todo el sistema poseen una característica común: su dependencia de la CPU (unidad
central de procesamiento) que podemos decir que en principio está conformada por el procesador,
placa base, memoria RAM y tarjeta gráfica. En el siguiente gráfico, vemos los componentes
materiales más comunes de un ordenador con sus periféricos.
1.4.2.- SOFTWARE:
Se denomina así al soporte lógico que organiza, dirige y da consistencia al sistema. Los programas
SIG son parte del soporte total del sistema, ya que por ejemplo sin un sistema operativo, no
podríamos hacer uso del software de SIG. El sistema operativo es el intérprete entre sistema y
usuario. Él se encarga de la gestión de la memoria, acceso al sistema, comunicaciones,
instrucciones, gestión de archivos y control de los periféricos. En particular, los programas SIG deben
poseer varias funciones, que podemos dividir en cinco categorías: entrada, gestión, manipulación,
análisis y presentación. Cada categoría permite realizar acciones específicas dentro de las diferentes
fases de desarrollo de un SIG.
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Un SIG puede aplicarse a cualquier ámbito de la actividad humana que tenga relación con el
territorio o su estructura.
Ya hemos explicado que los datos de un sistema de información geográfica son la manera de realizar
una representación simplificada de la realidad territorial. Al abordar cualquier proyecto SIG siempre
se plantea como una de las cuestiones fundamentales la forma de representar esta realidad
territorial dentro del sistema.
Es claro que la realidad territorial es muy compleja y frecuentemente continua, siendo poco menos
que imposible representarla de manera exhaustiva, por lo que surge la necesidad de simplificarla,
de discretizarla, de modelizarla previamente, de conceptualizarla y de representarla, de manera que
esta simplificación sea capaz de describir la realidad de la forma necesaria para que el sistema sea
capaz de realizar todas las funciones para las que ha sido diseñado. Por otra parte, los datos que
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sirven para esta representación simplificada tienen una naturaleza específica y requieren de una
sintaxis y unos procesos de tratamiento propios.
Antes de entrar en ninguna otra disquisición, deberíamos establecer la diferencia entre datos,
información y conocimiento; los datos son la representación concreta de hechos y constituyen el
antecedente necesario para el conocimiento de un fenómeno. La información se obtiene de los
datos para una finalidad determinada y es siempre fruto de un proceso interpretativo.
Por ejemplo, en un SIG vectorial podemos representar una calle mediante una línea o mediante
polígonos, a la línea podremos asignarle características tales como nombre, dirección, resistencia al
flujo de vehículos a través de ella, longitud, etc., y por tanto podremos obtener información del
tiempo que un vehículo circulando a una determinada velocidad tarda en atravesarla. Si la
representamos como un polígono, podríamos asociarle datos como el nombre, la superficie, el
perímetro, el tipo de asfaltado, el estado del firme, etc., y podremos obtener información del
volumen de asfalto necesario para renovar el firme. Con la primera forma de representación
podremos realizar la gestión del tráfico en una ciudad, mientras que con la segunda podremos
realizar la gestión del mantenimiento urbano.
La información geográfica, por tanto, se obtiene de la base de datos creada con una finalidad
determinada y dicha base resulta de un proceso interpretativo conducido por el usuario. Esta
información debe ser obtenida a través de varios medios, habilidades o técnicas basadas en nuestro
conocimiento.
A diferencia de otros tipos de datos, los datos geográficos tienen una naturaleza combinada que los
hace particulares y les confiere por un lado un atractivo especial y por otro una dificultad añadida.
Las características esenciales de los datos geográficos son cuatro: posición, atributos temáticos o
descriptivos, relaciones espaciales y tiempo.
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Como hemos visto anteriormente, existen múltiples formas de representar y organizar los datos
geográficos, y de elaborar información a partir de ellos. Deben establecerse, por tanto, principios,
formalismos y modelos espaciales que se concretan para cada uno de los diferentes programas SIG
existentes.
Los principios deben establecer los conceptos fundamentales que guían la organización de la
información. Uno de los principios es la distinción entre datos gráficos y datos temáticos o de
atributo. Otro es la utilización de un número limitado de elementos gráficos para representar
entidades geográficas, siendo las esenciales el punto, la línea y el polígono.
Los formalismos son las reglas lógicas y matemáticas de representación y organización de los datos
geográficos en la base de datos. Uno de los formalismos más frecuente es el tratamiento de los
datos gráficos y de atributo por separado, siendo muchas veces almacenados y gestionados en bases
de datos distintas pero interrelacionadas. El grado y tipo de interrelación entre ambas bases de
datos puede variar en cada programa SIG.
Por modelos entendemos la forma operativa concreta de representación del territorio, lo que
depende del nivel de desarrollo de la tecnología y de las prestaciones de los programas SIG. Existen
dos modelos fundamentales que son el modelo raster y el modelo vectorial.
Previamente al paso del proceso de representación del territorio en el sistema de información, son
necesarios hacer algunos tratamientos anteriores a la digitalización. La metodología para la
organización de la información geográfica es un proceso que podemos dividir en cuatro fases.
La primera fase es la selección de una parte de la realidad, de acuerdo a los propósitos del usuario
y de los medios técnicos para realizarlo. La realidad puede ser vista desde distintos puntos, como
muestra la figura a siguiente.
Cada visión puede ser descompuesta en varios grupos de información temática que tengan algo en
común entre ellos, por ejemplo la red viaria, la red hidrológica, la población, etc.
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La segunda fase es la representación conceptual, es decir, la síntesis de las visiones parciales, y como
su nombre lo indica, es conceptual, por tanto es anterior a la entrada de datos en el sistema. El
resultado de la representación conceptual es un modelo de la realidad lo suficientemente simple
para que sea captado posteriormente por el modelo lógico, pero lo suficientemente complejo para
dar cabida a las visiones parciales de la realidad. Aquí aparece la elección del tipo de modelo
conceptual, que puede ser de dos grandes clases: raster y vectorial.
Los datos temáticos de las entidades geográficas consisten en valores, códigos e identificadores
organizados en matrices, perfectamente interrelacionados con los datos cartográficos. También
aquí los datos acaban reduciéndose a dígitos o a grupos de dígitos.
En último lugar, el modelo físico o interno traduce y organiza el modelo lógico a bytes, y no es
relevante para nuestro propósito.
La modelización conceptual del sistema debe establecer un difícil equilibrio entre los diferentes
puntos de vista y la necesaria simplificación del modelo lógico.
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ENTIDADES Y OBJETOS
Una determinada entidad geográfica estará representada por una clase de objetos geográficos para
un propósito determinado, para cualquier otro propósito podrá representarse por otra clase de
objeto geográfico.
Las entidades geográficas mantienen relaciones con otras entidades geográficas, sean de la misma
clase o de otra distinta, y las propias clases de entidades sostienen también relaciones entre sí. Por
ejemplo, la entidad “casa unifamiliar” sostiene la relación “propiedad de” con la entidad
“propietario”. Este es el principio conocido como “entidad - relación” que es muy común en las
disciplinas informáticas y es de gran utilidad para la representación conceptual del territorio. Este
principio tiene dos grandes utilidades en el campo de los SIG: la primera para expresar las
interrelaciones geométrico – espaciales de los objetos / entidades, es decir, la topología, y la
segunda para expresar las interrelaciones temáticas entre las entidades. La primera utilidad es
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común en los SIG vectoriales, mientras que la segunda es utilizada en los SIG vectoriales orientados
a capas, pero sobre todo en los orientados a objetos.
La estructuración topológica tiene como objeto principal formar objetos geométricos a partir de un
conjunto de líneas aisladas. El resultado es una definición precisa de los objetos y de sus relaciones
con otros objetos, de manera que obtenemos un enfoque consistente y preciso de la realidad
geográfica. La estructuración topológica es, por tanto, un factor determinante de la llamada
inteligencia espacial geométrica que incorporan los programas SIG, ya que es el primer paso para
añadir inteligencia a los mapas digitales.
Las interrelaciones topológicas no son manejadas tan eficientemente por los SIG raster, ya que este
modelo representa la realidad mediante una matriz de pixels. En el valor y la posición del pixel se
encuentra implícita un cierto grado de topología, entendiéndose que los que son contiguos y tienen
el mismo valor, son un mismo objeto. Este cierto grado de topología raster no permite representar
realmente las interrelaciones, a pesar de que es capaz de establecer algunas propiedades
topológicas.
GEORREFERENCIACIÓN
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La georreferenciación discreta es mucho más simple y por tanto tiene una mayor aceptación ya que
permite la integración directa de bases de datos temáticos. Existen diversos tipos de
georreferenciación discreta, pero la más usada es la que utiliza la dirección postal y los distritos
postales, estas permiten con una base gráfica digital diseñada adecuadamente, y una base de datos
que contenga los nombres y la numeración de las calles, georreferenciar en pocos minutos las
enormes bases de datos alfanuméricas de organizaciones como bancos, seguros o empresas de
servicios, en base a la dirección postal de sus clientes.
La conversión de las entidades geográficas del mundo real a sus representantes en la base de datos,
los objetos geográficos, implica una serie de formulismos lógico-matemáticos que en su conjunto
forman la modelización lógica.
Los objetos geográficos se almacenan como datos gráficos en un registro o fila de una matriz de la
base de datos, ya sea punto, línea, o una etiqueta de texto.
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Los datos de atributo o características de los elementos se almacenan y gestionan en una base de
datos alfanumérica convencional. Ambas bases de datos pueden relacionarse, de forma que cada
objeto se corresponda con un registro de la base de datos alfanumérica.
Componente espacial
Componente temática
Componente de relación
Componente temporal
La componente espacial hace referencia a las características geométricas del elemento incluida su
localización geográfica.
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Una cuestión fundamental en este contexto es la de la exactitud posicional, que hace referencia a
los errores en la localización de los objetos espaciales en un mapa digital y que se tratará mas
adelante.
Los objetos con que se representa la realidad tienen ciertas propiedades geométricas conforme a
su naturaleza. Así, entre las propiedades geométricas de las líneas figuran la longitud, la forma, la
pendiente y la orientación. En el caso de los polígonos se pueden identificar la superficie, el
perímetro, la forma, la pendiente y la orientación. En el caso de los SIG raster, en los que
normalmente todos los objetos (las celdas) son de igual tamaño y forma, se constituyen conjuntos
de celdas (que habitualmente recibe el nombre de zonas) que pueden ser tratados como si fueran
polígonos a efectos del análisis de sus propiedades espaciales.
Algunas de las propiedades espaciales pueden ser calculadas automáticamente por el sistema y
almacenadas en la base de datos de atributos, como ocurre con la longitud en el caso de las líneas
y con el perímetro y el área en el caso de los polígonos. Otras, en cambio, deben ser calculadas
conforme a los métodos de análisis adecuados a cada caso.
Es importante diferenciar entre las propiedades geométricas de las entidades del mundo real y las
de los objetos que utilizamos para su representación cartográfica. Una carretera se representa en
el mapa mediante una línea con una determinada sinuosidad (forma), pero esa sinuosidad no es
exactamente igual a la de la carretera que representa, en virtud del principio que se conoce
habitualmente como generalización cartográfica.
2- COMPONENTE TEMÁTICA
Los objetos con los que se representa la variación que se produce en el mundo real poseen unas
determinadas características que se conocen como atributos (o variables). Así, cada objeto registra
un determinado valor para cada uno de los atributos considerados. Pero estos valores no
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representan unas pautas de variación más o menos aleatorias, sino que es posible encontrar ciertas
regularidades en su variación tanto sobre el espacio como sobre el tiempo:
Los valores temáticos tienden a ser más parecidos entre objetos próximos en el espacio que entre
objetos situados lejos los unos de los otros.
Este principio general, conocido como autocorrelación espacial, es básico en el análisis del territorio,
ya que implica la existencia de un cierto orden en el espacio. En los fenómenos naturales, lejos de
producirse cambios bruscos (a saltos) en el espacio, tienden a producirse gradaciones más o menos
suaves (Humbolt). Este principio se cumple no sólo en variables de tipo físico, sino también en las
de tipo humano. El relieve terrestre, las precipitaciones y las temperaturas, por un lado, y las
densidades de población y las disparidades de renta, por otro, constituyen buenos ejemplos al
respecto: si tomamos un determinado punto del mapa como referencia, observaremos que los
valores temáticos de la variable considerada tienden a modificarse gradualmente a medida que nos
alejamos de él.
Las variables que constituyen la información temática de las unidades espaciales pueden ser de
distinto tipo y estar medidas a diferentes escalas. Este es un hecho importante que afecta tanto a la
generación cartográfica como al tipo de análisis que se pueden efectuar con esa información.
1) Variable continuas y variables discretas. Atendiendo a los valores que pueden tomar, se
distinguen dos tipos de variables: continuas o discretas. Las variables continuas pueden tomar
cualquier valor entre dos valores dados, por ejemplo, la superficie es una variable continua, ya que
admite cualquier valor dentro de un determinado rango (por ejemplo, 216,23 km2), en cambio, la
población es una variable discreta, ya que sus valores sólo pueden ser números enteros, pero no
decimales: un municipio puede tener una población de 144 o de 145 habitantes, pero no de 144,5
habitantes.
Conviene tener presente que a partir de variables fundamentales discretas se pueden obtener
variables derivadas continuas. Así, por ejemplo, el número de teléfonos y el número de habitantes
por cada 1.000 habitantes es una variable derivada continua.
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Los valores temáticos no sólo cambian en el espacio, sino también en el tiempo. Y, al igual que
ocurre sobre el espacio, los cambios que se producen en el tiempo tienden a ser graduales. Este
principio es conocido como autocorrelación temporal, y hace alusión a que los datos próximos en el
tiempo tienden a ser más parecidos entre sí que los más lejanos. Aplicando esta idea a una secuencia
de mapas de densidades de población de una determinada zona, resultará que los cambios que se
producen entre dos fechas próximas serán pequeños, pero irán aumentando a medida que aumente
el intervalo de tiempo comprendido entre las fechas de los dos mapas. Dicho de otra forma: las
distribuciones espaciales se modifican paulatinamente a lo largo del tiempo, de manera que cabe
esperar cambios tanto mayores cuanto mayor sea el tiempo transcurrido. Así, el mapa de
densidades de población de España de 1991 presenta las mismas pautas generales que el de 1981,
pero es radicalmente distinto al de hace 200 años.
Desde el punto de vista de los Sistemas de Información Geográfica es importante señalar dos
cuestiones en relación a los tipos de variables. La primera es que basta con cargar en la base de
datos las variables fundamentales, ya que las derivadas se pueden calcular con facilidad dentro del
sistema. La segunda es que los valores de las variables discretas pueden almacenarse como números
enteros, lo cual supone un menor consumo de espacio en la memoria del ordenador, mientras que
los valores de las variables continuas generalmente deberán ser almacenados como números reales,
que requieren más memoria.
Por lo que se refiere a las escalas de medida, se pueden diferenciar las siguientes:
1) Escala nominal. Se establece simplemente una diferenciación, una clasificación de las unidades
espaciales en categorías o clases. No se trabaja propiamente con valores numéricos, sino nominales,
es decir, con nombres. Así, las unidades espaciales que presentan el mismo valor nominal se
incluyen en la misma categoría. Es lo que ocurre cuando clasificamos a los municipios de la provincia
de Álava se incluyen en la categoría “Álava” y así sucesivamente. Cada municipio registra un valor
“nominal”, un nombre o etiqueta (por ejemplo “Álava” o “Albacete”).
Cuando se utiliza esta escala de medida es importante tener presente que todas las unidades
espaciales deben quedar clasificadas (Principio de exhaustividad) y ninguna puede pertenecer a más
de una categoría (Principio de exclusividad). Por otro lado, por razones de tipo informático es
frecuente asignar números a los valores nominales, tan sólo a efectos de codificación, sin que ello
signifique establecer un orden jerárquico. Así, por ejemplo, y siguiendo el orden alfabético, a la
categoría Álava se le puede asignar el código 1, a Albacete el 2, etc. Pero ello no significa que
podamos tratar tales valores que quedan dentro de cada categoría (p. Ej., los municipios que
registran el valor numérico “Álava” o, lo que es lo mismo, el código “1”). Pero no tiene sentido
establecer una relación del tipo “Álava < Albacete” por el hecho de que a la primera se le asigne el
código 1 y a la segunda el 2.
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Un caso especial en la escala nominal lo constituyen las variables dicotómicas, en las que sólo se
admiten dos posibilidades, por ejemplo, presencia o ausencia (por ejemplo, si un municipio tiene o
no tiene escuela primaria).
2) Escala ordinal. No sólo se establece una diferenciación (como en las variables ordinales), sino
también una jerarquización, un orden jerárquico entre las distintas unidades espaciales. Es lo que
ocurre siempre que aparece un “ranking” (por ejemplo, el puesto que ocupan los municipios
atendiendo a su renta per cápita).
Una variación de la escala de intervalo es la escala de razón o proporción. También establece una
diferenciación, jerarquización y distancia entre las unidades espaciales, pero tiene la particularidad
de que la razón de dos valores cualesquiera es independiente de la unidad de medición. Así, si
tomamos como referencia un municipio E, puede resultar que el A tenga 2 veces más renta per
cápita que él y el D 1,5 veces más, independientemente de que la renta se exprese en pesetas o en
euros. Esto no ocurre cuando se trata de datos sobre temperaturas, ya que la razón entre dos
temperaturas es distinta en grados centígrados que en grados Farenheit.
Las variables que están en escala de intervalo se denominan cuantitativas (por llevar asociado un
valor numérico), mientras que las que se encuentran en escala nominal reciben el nombre de
cualitativas (ya que en este caso sólo se especifica la pertenencia a una categoría mediante una
etiqueta o carácter no numérico).
Las escalas de medidas superiores ofrecen una información más rica que las inferiores (es más
precisa la información en escala de intervalo que en escala ordinal y en ésta que en la nominal) y
más posibilidades en cuanto a su análisis estadístico. Por ello siempre es posible pasar de una escala
de medida superior a otra inferior, pero no al revés. Así, por ejemplo, y atendiendo a la variable
renta per cápita, de los datos en escala de intervalos se pueden deducir el número de orden de cada
municipio y de éstos la existencia de diferencias entre ellos, pero no se puede seguir el camino
inverso. El cambio de escala de medida no suele ser aconsejable, ya que lleva consigo una pérdida
de información, pero en algunos casos es necesario para acometer ciertos análisis estadísticos que
exigen que los datos estén en una determinada escala de medida.
En el análisis en un SIG es muy importante tener siempre presente en qué escala de medida se
encuentran los datos que queremos tratar. Algunas operaciones de análisis espacial simplemente
pueden no tener sentido si los datos se encuentran en una escala de medida inadecuada.
Supongamos que queremos realizar un estudio en el que se combinen un mapa de vegetación y un
mapa de suelos para identificar las áreas de mayor interés biogeográfico. Disponemos de dos mapas
raster, pero ambas variables (formaciones vegetales y tipos de suelo) son cualitativas, por lo que no
tiene sentido sumar celda a celda los valores de cada mapa. No se puede sumar “encinar” y
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“litosuelo” o, lo que es lo mismo, no tiene sentido sumar el código numérico asignado al encinar
con el correspondiente a los litosuelos.
Sin embargo el analista puede tener razones para establecer una escala de interés ambiental de las
formaciones vegetales y edáficas que vaya desde 5 (las formaciones de mayor interés) hasta 1 (las
de menor interés). Si inicialmente disponía de las dos cartografías raster en escala nominal (cuyos
códigos eran simplemente etiquetas), ahora puede generar dos mapas en escala ordinal, cuyos
valores oscilen entre 1 y 5. Ambas cartografías pueden ser combinadas sumando celda a celda los
valores de cada mapa. Así por ejemplo, la celda que el valor 5 tanto en el mapa de suelos como en
el de vegetación obtendrá en el mapa final el valor 10 (5+5 = 10), descriptivo de la zona de máximo
interés biológico. Debe observarse que en este caso se ha producido un cambio en la escala de
medida en sentido inverso al habitual (de nominal a ordinal), pero esto ha sido producido no porque
los datos contuvieran inicialmente un orden jerárquico (ya que sólo se establece una diferenciación
nominal), sino porque los conocimientos biogeográficos del analista le permiten establecer ese
orden.
Los objetos espaciales mantienen ciertas relaciones entre sí basadas en el espacio. Se trata de un
número elevado de relaciones (como conectividad, contigüidad, proximidad, etc.) por lo que no es
posible que todas ellas sean almacenadas en un Sistema de Información Geográfica. Algunas están
explícitamente definidas en un SIG, otras son calculadas cuando son requeridas o sencillamente no
están disponibles (Aronoff, 1989). Así, por ejemplo, numerosos SIG almacenan explícitamente la
relación topológica de contigüidad entre dos polígonos, pero en cambio en relación de proximidad
(cerca/lejos) entre dos objetos puede ser calculada en el momento requerido a través de la
geometría, de la localización de ambos objetos, de acuerdo con lo que entienda el usuario por los
términos cerca/lejos. Así, a menos de una determinada distancia con respecto a ese objeto,
previamente especificada por el usuario.
El ejemplo anterior nos da pie asimismo para establecer una diferenciación entre las relaciones
topológicas (de tipo cualitativo) y relaciones geométricas (calculadas a partir de las coordenadas de
los objetos). Cuando se cambia la proyección de un mapa, las relaciones geométricas entre objetos
se modifican (como por ejemplo, las distancias medidas sobre el mapa), pero en cambio las
relaciones topológicas se mantienen (por ejemplo, la contigüidad). Un ejemplo ilustrativo para
diferenciar entre relaciones topológicas y localización de las estaciones no se corresponde con la
realidad (para mayor simplificación), pero las relaciones topológicas (la conectividad de los distintos
tramos de las líneas) permanecen inalteradas.
La topología expresa las relaciones entre objetos de forma cualitativa: si dos polígonos son
colindantes (contigüidad), si uno está contenido en el otro (inclusión), si dos líneas están conectadas
(conectividad), etc. La topología es relevante no sólo cuando trabajamos con un SIG, sino también
en nuestro comportamiento diario en el mundo real. Como señala Frank (1990), los seres humanos
tenemos distintas formas de conceptualizar el espacio. Para realizar ciertos cálculos espaciales se
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utiliza la geometría euclidiana, pero a la hora de realizar un desplazamiento no nos guiamos por
coordenadas geográficas, sino por relaciones topológicas. Cuando nos desplazamos a un punto
dado en el espacio, raramente conocemos las coordenadas de ese punto (su georreferenciación
absoluta): lo que nos orienta generalmente es su posición relativa, expresada de forma cualitativa,
con respecto a algún elemento conocido, localizado en nuestro mapa mental (sobre la
caracterización de estos elementos ver Lynch, 1960). Indicaciones del tipo de “junto al estadio de
fútbol” o “en el campus universitario” son ilustrativas de este tipo de relaciones.
Existen relaciones espaciales entre objetos del mismo tipo y entre objetos de distinto tipo.
Supongamos que tenemos un mapa digital en el que las paradas de autobús se representan
mediante puntos y los bloques de viviendas mediante polígonos. A partir de una parada dada se
puede conocer cuál es la parada más próxima a ella, pero también cuáles son los bloques de
viviendas que se encuentran a menos de una determinada distancia de esa parada (cerca de) y a
partir de esta relación determinar cuál es la población a la que da servicio dicha parada.
Las relaciones espaciales entre objetos son muy importantes. En este punto conviene tener en
cuenta que lo que se representa en un SIG es un espacio concreto, el espacio geográfico en el que
habita el hombre (ver Nunes, 1991 y Frank, 1993). Así, por ejemplo, el riesgo potencial que produce
un depósito de combustibles situado cerca de un edificio residencial está en función de la
proximidad entre ambos. Esta relación espacial de proximidad entre ambos objetos es importante
en tanto que se refiere a objetos que representan entidades del espacio geográfico.
4- LA COMPONENTE TEMPORAL
El tiempo juega un papel fundamental en la evolución del territorio. El mundo real solo puede ser
explicado a través de procesos espacio-temporales.
Las distribuciones espaciales se van modificando con el devenir del tiempo. Un mapa de usos del
suelo actual presenta ciertas diferencias con respecto a otro de la misma región unos años antes y
así sucesivamente a medida que vamos retrocediendo en el tiempo, de manera que tenemos un
mapa para cada momento temporal: Las manchas de uso urbano se expanden a costa del uso
rústico, se ha producido un cambio en los elementos geográficos. Esta forma de tratar el tiempo
como una secuencia de instantáneas es fácilmente comprensible y resulta muy expresiva para
mostrar los procesos espacio-temporales. Hace recordar a una película en la que se proyecta una
secuencia de fotogramas con gran rapidez. La sensación de movimiento está más lograda cuanto
mayor sea el número de fotogramas.
Así pues, el tiempo lleva asociada la idea de cambio. Ese cambio puede afectar exclusivamente a la
componente temática, sin que se modifique la componente espacial. Esto sucede cuando, al
comparar dos mapas correspondientes a dos momentos temporales, los contornos de los objetos
son los mismos y sólo ha cambiado el valor temático de alguno de ellos (por ejemplo, se ha
repoblado una parcela y su valor temático pasa de matorral a bosque). Pero los cambios
habitualmente tambien afectan a la componente espacial: pueden nacer nuevos elementos en el
mundo real, que deban ser representados mediante nuevos objetos en el SIG, o simplemente
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pueden modificarse los contornos de los elementos existentes, en el sentido de que uno crece a
costa del otro, lo que obliga a redefinir la geometría de los objetos que representan los elementos.
En un mapa existen límites allí donde se produce una variación (un cambio) en el espacio. De la
misma forma el cambio debe ser considerado como algo esencial en el tiempo cartográfico (Langran,
1992), pero estas líneas frontera a veces no son reales, ya que frecuentemente se producen
cambios graduales en el espacio y/o en el tiempo, por lo que puede ser útil simplificar la
componente temporal en un conjunto de episodios o momentos temporales (Langran, 1992). En
realidad el tiempo es una variable continua, por lo que no existirían líneas frontera entre momentos
temporales distintos, sino una suave gradación.
Este problema se trata con distinto enfoque según el modelo utilizado, raster o vectorial. Un cambio
en el modelo raster supone la modificación de la componente temática de una o varias celdas,
mientras que en el modelo vectorial, el cambio supone la modificación de la componente espacial
del elemento ya que simplemente se modifica su forma geométrica, pero la componente temática
podrá seguir siendo la misma para ese elemento geográfico.
Los datos geográficos contienen siempre algún tipo de error, referido a alguna de sus cuatro
componentes: espacial, temática, de relación o temporal. El error puede ser considerado como
desviación o distancia entre un valor medio y un valor real. En esta línea, el término exactitud se
refiere a la proximidad de una observación a su valor real (Chrisman, 1991). Este término no debe
ser confundido con el de precisión, que se refiere al número de decimales con el que se efectúa una
medición. En principio es alcanzable la precisión que se desee, si bien en la práctica existe la
limitación del número de bits que se utilizan para representar un valor en el ordenador.
El establecimiento de unos ciertos niveles de calidad está en función de las necesidades reales del
estudio que se realice. Evidentemente, una mayor exactitud posicional conlleva un coste mayor, lo
que no siempre está justificado de acuerdo con los objetivos del estudio que se realice. Atendiendo
a la relación entre coste y calidad, el nivel óptimo para un estudio coincide con el nivel de calidad
mínimo requerido para el mismo. Un incremento del nivel de calidad por encima de ese mínimo
supone tener que soportar un coste adicional innecesario. Conviene considerar, además, que el
aumento de los costes no tiene por qué ser proporcional al incremento de calidad: a partir de unos
determinados niveles de calidad, un pequeño incremento de calidad puede significar un aumento
desproporcionado de los costes.
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GIS I
Exactitud posicional
Exactitud temática
Consistencia lógica
Temporalidad
Integridad
Exactitud Posicional.
Exactitud Temática.
La exactitud temática hace referencia a la exactitud de los valores de los atributos. Cuando se trabaja
con variables cuantitativas, como la altitud o el número de habitantes, se sabe que casi nunca la
información es del todo exacta, ya que siempre existe un cierto nivel de error tanto en la medición
de los datos del medio físico como en las estadísticas oficiales de carácter socioeconómico. De la
misma forma, cuando nos enfrentamos a variables cualitativas, como el uso del suelo, conocemos
previamente que existe un cierto nivel de inexactitud: un polígono industrial puede no ser industrial
al 100 % y un bosque de pinos puede no contener exclusivamente pinos en el 100 % de su superficie.
Un caso muy ilustrativo es el de la clasificación de imágenes de satélite, donde el valor cuantitativo
de cada tesela es asimilado a una clase de uso del suelo, en función de la diferencia que ese valor
presente con respecto a un valor que se considera prototipo de esa clase, es decir, en función de un
cierto error tolerable, con lo que de hecho se acepta de antemano un cierto grado de inexactitud
temática (ver Chisman, 1989).
Consistencia Lógica.
La consistencia lógica hace referencia a las relaciones descritas en la estructura de datos. En general
se trata de errores que pueden ser detectados cuando el sistema genera topología. Así, por ejemplo,
un polígono tiene que ser cerrado y tener una única etiqueta y un solo identificador, y dos líneas
deben tener un nodo como punto de enlace. No sólo debe haber una consistencia lógica dentro de
cada capa, sino también entre las distintas capas. Supongamos que tenemos dos capas temáticas
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GIS I
(secciones censales e hidrografía) y que un río marca el límite entre dos secciones censales: al
superponer ambas capas debería coincidir el trazado del río con el límite entre ambas secciones
censales y sin embargo frecuentemente esto no ocurre así. En tal caso no existiría consistencia lógica
entre ambas capas.
Temporalidad.
El tiempo es una componente esencial de los datos geográficos y por lo tanto afecta a la propia
calidad de los datos. En general la información debe ser lo más actualizada posible y toda ella estar
referida al mismo tiempo. Pero esto no siempre es posible, ya que con frecuencia se utilizan fuentes
que son actualizadas cada ciertos períodos de tiempo, como la cartografía oficial o los datos
censales. En muchas actividades, especialmente en las de gestión, es fundamental una constante
labor de actualización para que la base de datos sea útil. Es lo que ocurre, por ejemplo, en las
aplicaciones en la gestión urbanística o en los inventarios para el mantenimiento de carreteras. A
veces no se presta la suficiente atención al tiempo cuando se recoge información de distintas
fuentes, con la consecuencia de que ésta puede ser inconsistente (Aronoff, 1989).
Integridad.
Se deben tener en cuenta determinados criterios durante el proceso de creación de la base de datos
para que ésta sea coherente y homogénea. Esos criterios se refieren a cuestiones como qué
elementos deben ser seleccionados, que dimensiones mínimas deben tener para que sean incluidos,
en cuántas clases se divide una variable nominal, cuáles son las definiciones de las clases, etc. El fijar
y aplicar de forma adecuada estos criterios hace que la base de datos sea homogénea en su
totalidad.
TIPOS DE ERRORES
Los errores son consustanciales a los datos. No es posible encontrar ni un mapa analógico ni una
base de datos espacial sin errores. La cuestión que se plantea no es eliminar el error, sino ser capaces
de controlarlo. Los errores pueden surgir en distintas etapas de la representación de la realidad y el
análisis en un SIG, en función de lo cual Aronoff (1989) presenta una tipología en la que sólo las
cuatro primeras categorías se refieren propiamente a errores en la base de datos
Tanto los mapas como las estadísticas oficiales contienen forzosamente un cierto nivel de error, que
se incorpora lógicamente a la base de datos espacial que se genera. Algo semejante sucede cuando
se recurre al trabajo de campo o la interpretación de imágenes de satélite, en las que también es
frecuente que se introduzcan ciertos niveles de error ligados a la medición o a la clasificación.
En los procesos de captura de datos en el ordenador se pueden generar errores que no existen en
las fuentes originales. Esto puede ocurrir en un proceso de digitalización manual, donde puede
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GIS I
Las coordenadas de los puntos se almacenan en formato digital con un determinado nivel de
precisión. Cuando se almacenan en simple precisión se utilizan 32 bits (4 bytes) de memoria para
cada valor y se puede trabajar con siete dígitos significativos. La doble precisión utiliza 64 bits, pero
permite trabajar con 15 ó 16 dígitos significativos. En algunas aplicaciones se requiere una gran
exactitud en el almacenamiento de las coordenadas, que solo puede ser alcanzada utilizando doble
precisión, si bien ello conlleva un mayor consumo de memoria.
Pueden surgir, por ejemplo, cuando varias capas se superponen y no coinciden exactamente ciertas
líneas que deberían hacerlo, formándose polígonos que en realidad no existen, los polígonos
ficticios. Cuanto más precisa sea la forma de estas líneas frontera, más fácil es que se produzcan
errores en las operaciones de superposición de capas. Por otro lado, los errores tienden a
incrementarse en número cuanto mayor es la cantidad de capas a superponer.
El error puede ser debido tanto a los dispositivos de salida como al material sobre el que se realiza
la impresión. Los monitores de los ordenadores y los plotter o trazadores trabajan con un sistema
de coordenadas que tienen una precisión limitada, lo que puede producir ciertas imprecisiones en
las salidas cartográficas. Por otra parte, en material (generalmente papel) en el que se realiza la
impresión es deformable en mayor o menor medida.
Los mapas o informes generados por un SIG pueden ser utilizados de forma inapropiada, sin
considerar el nivel de exactitud con el que se ha trabajado, lo que puede llevar a conclusiones
equivocadas.
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GIS I
Datos espaciales
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GIS I
Los datos espaciales proporcionan información la cual puede ser utilizada en diferentes áreas.
Algunas de las aplicaciones son:
Todos los ejemplos anteriores se basan en la habilidad que los datos espaciales tienen para
describir la posición y la forma de objetos sobre la tierra en una forma estructurada y consistente.
En la vida real, los objetos sobre la tierra con frecuencia son objetos complejos de forma
irregular. Es muy difícil que un conjunto de datos espaciales definan la forma exacta de objetos
sobre la tierra. En su lugar, los datos espaciales representan los objetos sobre la tierra utilizando
formas geométricas simples las cuales aproximan la forma y posición del objeto real. A estas figuras
se las denomina geometrías.
La mayoría de sistemas de bases de datos espaciales soportan tres tipos de geometrías las cuales
pueden ser utilizadas para representar información espacial: puntos, líneas y polígonos.
Puntos
Cuando se utiliza datos geoespaciales para definir objetos sobre la tierra, un Punto
representa una ubicación exacta, la cual puede representar una dirección o la ubicación de un
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GIS I
banco, ciudad, etc. La siguiente figura ilustra varias geometrías Punto utilizadas para representar los
principales centros poblados ubicados en Galápagos.
Figura 2Conjunto de geometrías Punto las cuales representan centros poblados en Galápagos (los
puntos están representados utilizando color azul)
Líneas
Si definimos una serie de dos o más puntos en el espacio, podemos dibujar líneas rectas las
cuales conectan un punto con el siguiente punto en la serie para definir una secuencia de líneas.
Una secuencia de líneas está compuesta por una serie de dos o más puntos distintos y los
segmentos de líneas que los conectan. Las secuencias de líneas son objetos espaciales
unidimensionales (solamente tienen longitud pero no contienen área).
Las secuencias de líneas pueden ser descritas tomando algunas características adicionales:
Una secuencia de líneas simple es una secuencia de líneas en la cual la trayectoria dibujada entre
los puntos de la secuencia de líneas no se cruza
Una secuencia de líneas cerrada es una secuencia de líneas la cual inicia y finaliza en el mismo
punto
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GIS I
Una secuencia de líneas que a la vez es simple y cerrada se denomina un anillo. A pesar que un
anillo aparentemente representa el perímetro de una curva cerrada, no incluye el área
encerrada dentro de la figura.
Figura 3Ejemplos de geometrías tipo línea (de izquierda a derecha): secuencia simple, anillo,
secuencia no simple, secuencia cerrada
Las secuencias de líneas se las utiliza para representar objetos tales como caminos, ríos,
rutas, etc. La siguiente figura muestra diferentes secuencias de líneas utilizadas para representar los
ríos en Galápagos.
Figura 4Secuencias de geometrías tipo línea las cuales representan ríos de Galápagos
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GIS I
Polígonos
Una geometría tipo Polígono está definida por un límite el cual está formado por un
conjunto de puntos conectados los cuales forman una secuencia de líneas cerrada, denominada el
anillo exterior. A diferencia de una geometría en forma de una secuencia de líneas cerrada, la cual
solamente define los puntos que están en el anillo, una geometría tipo Polígono también contiene
los puntos que están en el interior del área contenida por el anillo exterior.
Todo polígono debe contener exactamente solamente un anillo exterior el cual define el
perímetro de la figura, y puede contener uno o más anillos interiores. Los anillos interiores definen
áreas del espacio las cuales están contenidas dentro del anillo exterior pero no incluidas en la
definición del polígono. Los anillos interiores generalmente representan agujeros dentro de la
geometría.
Los polígonos son geometrías bi-dimensionales (tienen asociada un área). La longitud del
polígono se define como la suma de las distancias alrededor del perímetro de todos los anillos
(exterior e interior), mientras que el área se define como el espacio contenido dentro del anillo
exterior, excluyendo el área contenida en los anillos interiores. A continuación se presentan algunos
ejemplos de geometrías tipo polígono:
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GIS I
Figura 5Ejemplos de geometrías tipo Polígono (de izquierda a derecha): un Polígono; un polígono
con un anillo interior
Los polígonos se los utiliza para representar áreas geográficas tales como islas, lagunas,
zonas políticas, etc. La siguiente figura muestra la representación de los cantones de la provincia de
Pichincha:
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GIS I
CARTOGRAFIA
Mapa: representación gráfica, sobre una superficie plana, de una parte o el total de la superficie
terrestre. Tienen como principal función el mejorar el conocimiento geográfico de la persona que
los usa, y servir como medio de comunicación. Poseen gran diversidad de tamaños y tipos según su
escala, tema a tratar, etc.
Cartas: son mapas especialmente diseñados para cubrir las necesidades de los navegantes tanto
náuticos como aéreos. Sobre ellas se determinan posiciones, se trazan trayectorias, se señalan
rumbos, etc.
Planos: son mapas realizados a una escala relativamente grande. Es decir, los objetos se representan
con mucho detalle y el plano representa una pequeña parte de la superficie terrestre (diferencia
ésta fundamental con respecto al mapa o carta). Muestran edificaciones, carreteras, líneas
fronterizas, límites administrativos, etc. Para su determinación se utilizan, generalmente, métodos
topográficos, no cartográficos.
Escala: relación de semejanza que se establece entre las dimensiones reales de un objeto y su
imagen sobre el mapa.
Proyección cartográfica: es el método usado para realizar una representación de una parte o el total
de la superficie terrestre obtenida por transformación de una superficie básicamente esférica
(como puede ser La Tierra) en una superficie plana (como puede ser un mapa) más fácil y cómoda
de manejar.
Coordenadas geográficas: son los valores de latitud y longitud que permiten determinar la posición
de un punto sobre una superficie básicamente esférica, como puede ser La Tierra.
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GIS I
Para obtener el modelo conceptual, el primer paso es el análisis de la información y los datos que
se usan y producen en la empresa que desarrolla el SIG; el siguiente paso es la determinación de las
entidades y los atributos con las relaciones que aquellas guardan, de acuerdo con el flujo de
información en los diferentes procesos que se llevan a cabo en la empresa.
Existen diversos métodos para desarrollar tanto el modelo conceptual como los demás modelos,
por cuanto este es la base para obtenerlos; entre ellos tenemos:
Entidad asociación (EA)
Modelo Entidad Relación (MER)
En los SIG, sobre todo si tienen algo de complejidad, se debe pensar siempre en el MER que garantiza
la organización de todas las entidades con sus relaciones en un solo esquema de representación de
las cosas como son en la realidad. Con este modelo se obtiene un medio efectivo para mostrar los
requerimientos de información, organización y documentación necesarios para desarrollar el SIG y
la clase de datos que se estarán manipulando.
Se puede definir como el diseño detallado de las bases de datos que contendrán la información alfa
– numérica y los niveles de información gráfica que se capturarán, con los atributos que describen
cada entidad, identificadores, conectores, tipo de dato (numérico o carácter) y su longitud; además,
se define la geometría (punto, línea o área) de cada una de ellas.
Se trata de hacer una descripción detallada de las entidades, los procesos y análisis que se llevarán
a cabo, los productos que se espera obtener y la preparación de los resultados finales.
Una vez definido el modelo conceptual y el lógico, se conoce cuales mapas se han de digitalizar y
que información alfa – numérica debe involucrarse.
Tanto el modelo conceptual como el lógico, son independientes de los programas y equipos que se
vayan a utilizar y de su correcta concepción depende el éxito del SIG.
Modelo lógico
Modelo físico
Los mapas son elaborados normalmente para mostrar la distribución espacial de uno o más
fenómenos geográficos. Por ejemplo, un mapa puede mostrarnos la distribución de calles y
avenidas en un área urbana.
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GIS I
en muy diferentes estilos y escalas y cada uno de ellos cumple una función específica. Sin embargo
para facilitar su uso todos deben poseer ciertos elementos comunes. La omisión de cualquiera de
estos elementos reduce su utilidad
Titulo: El título expresa la esencia del mapa o sea su tema principal. Debe incluir el área o zona
geográfica que representa y el objeto de estudio. Por ejemplo, Vías de comunicación de Costa Rica
ó Distribución de avistamientos de lapa roja (Ara Macao) en el Pacífico Central de Costa Rica.
Fecha de los datos: Los mapas son representaciones estáticas de un fenómeno temporal y por lo
tanto debe indicarse claramente la fecha en que fueron recolectados los datos.
Fecha de publicación del mapa: Día, mes y año en que se publica el mapa.
Leyenda: En los mapas se utilizan símbolos, tramados, colores o tonos de gris para expresar
cantidades, gradientes o proporciones (Ej. número de escuelas por distrito, precipitación media
anual, etc). Aún cuando algunos símbolos se explican por sí mismos es necesario incluir una leyenda
explicativa en una esquina del mapa.
Proyección y datum: La proyección y el datum son dos atributos del mapa que definen sus
características y propiedades geométricas. Esta información es esencial para referenciar y
posteriormente manipular un mapa utilizando un sistema de información geográfica.
Plano: Los planos representan a gran escala, una porción reducida de la superficie terrestre y son
elaborados por topógrafos. A diferencia de los mapas, los planos, no requieren de la utilización de
símbolos; ya que los objetos o rasgos del terreno son expresados utilizando sus formas y
dimensiones reales. Otra diferencia con los mapas es que no requieren de un control geodésico.
Carta: La carta es una representación del espacio marítimo o aéreo y es utilizada con fines de
navegación (Ej. cartas náuticas y aeronáuticas). El diseño de las cartas tiene como fin facilitar su
lectura por parte del navegante y por esta razón no todas tienen la misma escala. Dependiendo de
su uso resaltarán estructuras tales como aeropuertos (aéreos y náuticos), ciudades, carreteras,
líneas férreas, encalladeros, topografía, etc.
Al observar un mapa debemos reconocer que representa la realidad, sin embargo no es la realidad.
La escala representa el valor por el cual reducimos el tamaño de lo que se desea mapear. Al
seleccionar la escala estamos definiendo el grado de generalización que aplicaremos a nuestro
objeto de estudio.
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La generalización cartográfica está en función de cuatro elementos (Muehrcke and Muehrcke, 1992;
Robinson, Sale and Morrison, 1978):
1. Simplificación
Un objetivo de la simplificación cartográfica es adaptar los rasgos y características del mundo real a
la escala elegida del mapa, manteniendo cuanto sea posible los fenómenos representados en el
mapa. Por esta razón los datos a representar en el mapa deben seleccionarse cuidadosamente.
Recordemos que el área disponible para representar la realidad en un mapa es función de la escala
y que la diferencia en áreas entre dos escalas es una función del cuadrado de la diferencia en escalas.
Por ejemplo, la diferencia lineal entre un mapa a escala 1:50.000 y otro a escala 1:200.000 es 4, sin
embargo la diferencia en términos de área es de 16 veces. La figura muestra la silueta de la isla chira
a escalas 1:50.000
2. Clasificación
La clasificación consiste en agrupar los datos utilizando una escala de medición y un conjunto de
criterios. Por ejemplo, podemos designar a las vías terrestres como carreteras y a los cuerpos de
agua como lagos. Los datos numéricos pueden reducirse utilizando estadísticos tales como el
promedio o la desviación estándar. Un método común de clasificar variables cualitativas consiste en
agrupar los datos en categorías. Por ejemplo los usos del suelo pueden clasificarse como tierras
agrícolas, bosques y áreas urbanas.
3. Simbolización
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GIS I
Bidimensionalidad: Como los mapas son planos, solo representan dos dimensiones de la
realidad: el largo y el ancho.
Verticalidad: Los mapas representan la realidad como si estuvieran vistos desde arriba.
Abstracción e idealización: Como es una representación reducida del espacio real, se deben
seleccionar algunos elementos y buscar una forma de representarlos a través de símbolos
Escala: indica cuantas veces hemos reducido al realidad para poder graficarla.
TIPOS DE MAPAS
Según los datos que nos entregan los mapas, es posible diferenciar muchos tipos; sin embargo, hay
dos grandes grupos: Los mapas físicos y los mapas temáticos.
En el mapa físico aparecen los ríos, las montañas y demás accidentes geográficos. Muchas veces los
colores de un mapa señalan diferencias de altura y, en algunos casos, de vegetación.
Mapas Temáticos.- son los que se utilizan para represntar la distribución espacial de un tema o
fenómeno específico.
Mapas políticos: representan la división de los distintos países, provincias con sus respectivas
capitales y ciudades. También aparecen todos los ríos y montañas principales.
Mapa Físico Geográfico: Mapa de múltiples usos. Contiene información sobre la orografía,
hidrografía, red vial, poblaciones y otras de carácter geográfico de un territorio
Mapa o carta edafológica: Muestra las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo para
determinar cuestiones como su desertificación y contaminación.
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GIS I
Mapas geológicos: representan la estructura de los suelos. Sirve para identificar los manantiales,
las rocas, fallas del suelo, volcanes, así como las zonas donde se encuentran minerales, como el oro,
la plata y el cobre, entre otros.
El objetivo de la lectura de un mapa topográfico es poder imaginar las diferentes forams del terreno
y sus detalles, que en el mapa vienen indicados mediante curvas de nivel, colores y símbolos. El
dominio en la interpretación de un mapa transformará las líneas serpenteantes, señales extrañas y
dibujos irregulares de colores, en una expresiva imagen mental de la realidad.
La clave de los detalles de un mapa topográfico está en las curvas de nivel, cuyo dibujo tiene poco
sentido para el que no esté acostumbrado a ellas. Cada curva de nivel es una línea imaginaria sobre
el suelo, a una altura constante sobre el nivel del mar.
Existen muchos tipos de mapas y cartas geográficas. Estos son sólo algunos ejemplos.
Mapa urbano: Registra lo mejor posible las zonas urbanas y vías de comunicación.
Los mapas ayudan a transmitir relaciones geográficas que pueden ser interpretadas y analizadas por
los lectores de mapas. Las relaciones basadas en la ubicación se conocen como relaciones
espaciales. Aquí hay algunos ejemplos:
Qué entidades geográficas conectan con otras (por ejemplo, Water Street conecta con 18th
Ave.)
Qué entidades geográficas son adyacentes (contiguas) a otras (por ejemplo, el parque de la
ciudad es adyacente a la universidad).
Qué entidades geográficas están incluidas en un área (por ejemplo, las superficies del
edificio están incluidas en el límite de parcela).
Qué entidades geográficas se superponen (por ejemplo, la vía férrea cruza la autopista).
Qué entidades geográficas están cercanas a otras (proximidad) (por ejemplo, el tribunal de
justicia está cercano al parlamento del estado).
La geometría de la entidad es igual a otra entidad (por ejemplo, el parque de la ciudad es
igual al polígono de sitio histórico).
La diferencia de elevación de entidades geográficas (por ejemplo, el parlamento estatal está
por encima del agua).
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La entidad está a lo largo de otra entidad (por ejemplo, la ruta del bus sigue a lo largo de la
red viaria).
Dentro de un mapa, estas relaciones no se representan explícitamente. Como lector del mapa, usted
interpreta las relaciones y deriva información de la posición relativa y la forma de los elementos del
mapa, como las calles, las curvas de nivel, los edificios, los lagos, las vías férreas y otras entidades.
En un SIG, estas relaciones se pueden modelar aplicando tipos de datos enriquecidos y
comportamientos (por ejemplo, topologías y redes) y aplicando un conjunto completo de
operadores espaciales a los objetos geográficos (como superposición poligonal y de zona de
influencia).
Sistemas de Coordenadas
- La coordenada denominada latitud de un punto mide el ángulo entre el plano definido por la
línea ecuatorial y una línea dibujada perpendicular a la superficie de la tierra en el punto en
cuestión. Esta es la definición de latitud geodésica.
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centro de la tierra al primer meridiano. El primer meridiano es una línea imaginaria dibujada
sobre la superficie de la tierra entre el Polo Norte y el Polo Sur (técnicamente es un arco).
Los valores de latitud y longitud representan ángulos, y generalmente se los mide en grados. En
este caso, los valores de longitud medidos desde el primer meridiano varían de -180 a +180 grados,
y los valores de latitud medidos desde el ecuador varían de -90 (en el Polo Sur) hasta +90 (en el Polo
Norte) grados.
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tal como si estuviera sobre una superficie bidimensional plana. Una forma de describir las
coordenadas proyectadas es considerar la posición sobre un mapa en lugar de sobre una esfera
(tierra).
Si suponemos que todos los puntos sobre la superficie de la tierra están sobre un plano
bidimensional, podemos describir la posición de un punto utilizando coordenadas Cartesianas (x,y),
las cuales representan la distancia de un punto desde un origen conocido sobre un eje x y sobre un
eje y.
Los valores de las coordenadas x y y se expresan utilizando unidades de medidas lineales tales
como kilómetros, metros, pies, etc.
Hasta el momento hemos definido dos sistemas de coordenadas los cuales pueden ser utilizados
para definir puntos es un espacio teórico:
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GIS I
La Geodesia es la ciencia que tiene por objeto el estudio de la forma, dimensiones y campo
gravitatorio de La Tierra. Las desviaciones de la forma de La Tierra respecto de una esfera son
relativamente pequeñas, sin embargo, para la elaboración de mapas resultan muy importantes,
afectando directamente a la precisión con la cual los datos geográficos se transfieren a los mapas.
Para el desarrollo de la geodesia se determinan sobre la superficie terrestre y de forma muy precisa
ciertos puntos denominados vértices geodésicos. Tomando como referencia dichos vértices, se
apoyan los trabajos topográficos.
Para situar estos puntos, se han referido a una superficie denominada geoide, siendo este una
superficie irregular que considera la variación de la gravedad debidas a la distribución irregular de
la masa terrestre, es el geoide perpendicular en cada uno de sus puntos a la dirección de la gravedad.
Sería aproximadamente la forma que resultaría de considerar el nivel medio de los mares actuales
y el nivel del agua en una serie de canales que surcaran la superficie terrestre.
El geoide está constituido por el lugar geométrico de los puntos que se encuentran en equilibrio
bajo la acción de las siguientes fuerzas:
Fuerzas de atracción gravitatoria del resto de los astros del Sistema Solar.
El geoide tiene, por tanto, forma irregular, lo que dificultaría la determinación de la proyección de
los vértices geodésicos, es decir, de la verticalidad, o del centro de gravedad. Por ello se acepta
como superficie de referencia el elipsoide de revolución ligeramente achatado por los polos que
más se ajuste al geoide, es el denominado elipsoide de referencia.
Radio polar b
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Radio ecuatorial a
Aplastamiento α = (a - b) / a
El geoide es, por tanto, una superficie física y única, mientras que el elipsoide de referencia es una
superficie arbitraria respecto de la cual se determinan la posición de los vértices geodésicos y la
forma del geoide.
ELIPSOISE DE REFERENCIA
No existe un elipsoide que represente adecuadamente cada parte del geoide. Algunos
elipsoides, tal como el elipsoide WGS84 utilizado por los sistemas GPS, proporcionan una
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aproximación razonable de la forma del geoide. Otros elipsoides aproximan la forma del geoide con
bastante precisión sobre algunas regiones de la tierra, pero con mucha menos precisión en otras
áreas. Los elipsoides son solamente aplicables para su uso en países específicos, tal como el
elipsoide Airy 1830, el cual es utilizado en Gran Bretaña.
Marco de Referencia
Los puntos de referencia son lugares (generalmente sobre la superficie de la tierra) los
cuales son asignados a coordenadas conocidas en el sistema de coordenadas relativas al elipsoide
utilizado. Utilizando este conjunto conocido de puntos, podemos ‘fijar’ el elipsoide de referencia en
la posición correcta. Cuando el elipsoide está ubicado en base al conjunto de puntos conocidos,
podemos utilizar el sistema de coordenadas para obtener las coordenadas de cualquier punto sobre
la superficie de la tierra, basada en el modelo del elipsoide.
Los puntos de referencia generalmente son asignados a lugares conocidos sobre la tierra,
como por ejemplo el North American Datum de 1927 (NAD 27) utiliza el elipsoide de referencia
Clarke (1866), fijado en el rancho Meades en Kansas. Los puntos de referencia también pueden ser
asignados a las posiciones de satélites orbitando la tierra, tal como es el caso del datum WGS84
utilizado por los sistemas GPS.
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Proyección
Alterando el método de proyección, se puede reducir los efectos de las distorsiones para
ciertas figuras, sin embargo la exactitud de otras medidas pueden verse afectadas. A continuación
presentaremos dos de las proyecciones más comunes.
Mercator
La proyección de Mercator es una proyección la cual preserva la forma local de los objetos
sobre el mapa resultante. Esta proyección fue desarrollada en 1569 por GerardusMercator, y es
ampliamente utilizada. La proyección de Mercator representa exactamente todos los puntos que
están sobre el ecuador. Sin embargo, conforme se aleja del ecuador, la distorsión de las figuras (en
particular la representación del área) se incrementa considerablemente.
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Dentro de cada zona UTM, los objetos sobre la superficie de la tierra son proyectados
utilizando la proyección transversal de Mercator. La proyección transversal de Mercator se genera
utilizando el mismo método empleado para producir la proyección de Mercator, pero rotándola 90
grados. Esto significa que en lugar de representar los objetos que están cerca de la línea ecuatorial
sin distorsión (tal como lo hace la proyección de Mercator), la proyección transversal de Mercator
representa los objetos ubicados en el centro de los meridianos norte-sur sin distorsión.
La proyección UTM es universal en la medida que define un sistema el cual puede ser aplicado
consistentemente a todo el globo (tierra). Sin embargo, dado que cada zona dentro de la rejilla UTM
está basada en su propia proyección, la proyección UTM solamente puede ser utilizada para
representar exactamente objetos que están ubicados dentro de una zona específica.
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