Está en la página 1de 15

LIBERACIÓN DE

LAS PATENTES DE
LAS VACUNAS
PARA LA COVID-19

CURSO: PROPIEDAD INTELECTUAL


DOCENTE: DIAZ PLASENCIA LUCY JESÚS

INTEGRANTES:
 CABRERA VÁSQUEZ, DAYANIRA
 GARCÍA VIERA, VANIA
 PARIONA QUIÑONES, YAJAIRA
LIBERACIÓN DE LAS PATENTES DE LAS VACUNAS PARA LA COVID-19

I. INTRODUCCIÓN

Una vez que la OMS reconoció en marzo a la enfermedad del SARS-CoV-2 como una
pandemia, con alrededor de 120 mil casos confirmados en 114 países (UDUAL, 2021);
inmediatamente en los países potencias empezaron con las investigaciones
necesarias para inventar la vacuna que pudiese evitar su propagación.

Actualmente existen 8 vacunas que han sido aprobadas y que cuentan con
autorización para su uso de emergencia y que están siendo distribuidos para
inmunizar a la población a nivel mundial. Además, se encuentran desarrollándose 200
vacunas más y de ellas más de 50 ya se encuentran en etapa de evaluación en seres
humanos (MINSA, 2021).

La invención de dichas vacunas inevitablemente trae consigo el tema de las patentes


de las vacunas contra la Covid-19. La relevancia de la emergencia sanitaria mundial
ha generado que diferentes países cuestionen los intereses públicos y privados en el
sistema de patentes,  mostrando el desequilibrio que existe entre los costes y
beneficios sociales del mismo cuando se encuentra en juego la salud pública y, por
ende, la estabilidad económica y social (Carbajo & Trujillo, 2021).

Al existir una necesidad urgente de vacunas y al no darse abasto los laboratorios para
producirlas, varios presidentes se han pronunciado a favor de la liberación temporal de
las patentes (licencias obligatorias) de las vacunas para la Covid-19 para que los
países que tienen las condiciones tecnológicas y económicas ayuden a producirlas,
pero también existen rechazos a la propuesta (Sánchez, 2021). Por consiguiente, nos
hemos formulado la siguiente interrogante ¿Qué implica liberar las patentes de las
vacunas para la covid-19?

En este contexto, la hipótesis que nos planteamos es que, la liberación de patentes de


las vacunas y medicamentos sobre la Covid-19 implica ventajas pero también riesgos.
Así lo indica Ianello (2013) citado por Rapela & Schötz (2020) en su artículo “Covid-19,
Derechos de Propiedad Intelectual y Licencias Obligatorias”, donde señala que con el
licenciamiento obligatorio existe el riesgo de caer en soluciones utópicas que, por
resultar inaccesibles, pueden llegar a generar un estado de permanente violación del
derecho a la salud o a la propiedad.
II. MARCO CONCEPTUAL
II.1. Base Legal Internacional

Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad


Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC O TRIPS)

El ADPIC se dio en 1995, este acuerdo significó una revolución jurídica


internacional que impactó en las políticas de salud de los Estados y por
supuesto en la economía mundial. Asimismo, fue un modelo aplicado
por los países promotores en otras negociaciones bilaterales,
caracterizándolo por el endurecimiento de las condiciones de patentes
que tuvo por efecto la ampliación del objeto de protección (Becerra,
2020).

No obstante, cabe mencionar que éste acuerdo fue impulsado por


países desarrollados como EE.UU. y la Unión Europea con el apoyo de
Canadá y Japón. Esto hizo que  las invenciones farmacéuticas se
convirtieran en un objeto de negociación comercial de ahí que los
principales interesados en que se lleve a cabo dicho acuerdo fuesen las
empresas farmacéuticas internacionales.

El Acuerdo en su artículo 8 inciso 1) refiere que los países miembros al


momento de modificar sus leyes y reglamentos pueden adoptar las
medidas que consideren necesarias para proteger la salud pública y la
nutrición de la población. Asimismo, en EL Art. 31° inciso b) menciona
que el uso de una patente sin la autorización del titular del derecho
puede darse en casos de emergencia nacional o cualquier situación
extrema de urgencia. El 06 de diciembre de 2005, se enmienda el
ADPIC con el objeto de dar carácter permanente a una decisión sobre
las patentes en salud pública adoptada inicialmente en el 2003.

En efecto, la enmienda se dio mediante la inserción del Art. 31° bis, se


indica que en caso los miembros compartan un problema de salud,
entonces, los países evitarán en lo posible aplicar el inciso f) para que
un producto farmacéutico importado al amparo de una licencia
obligatoria pueda exportarse al mercado de los países en desarrollo o
menos adelantados. Así pues, ésta enmienda significa un gran avance
para el derecho de acceso a la salud para los países en desarrollo.
Dicha enmienda entró en vigor el 23 de enero de 2017. En el caso de
Perú fue acepada el 13 de septiembre de 2016 (OMC, 2021).

Decisión Andina 486

Este Régimen Común sobre Propiedad Industrial del cual son parte
Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú fue creado en el año 2000 y significó
la integración de la región. La Decisión 486 regula el otorgamiento de
marcas, patentes y demás derechos de propiedad industrial en la
Comunidad Andina.

Uno de los requisitos principales para que se proteja una invención es la


novedad, esto es según se indica en el Art. 16°, una invención es
considerada nueva cuando no se encuentra comprendida dentro del
“estado de la técnica” antes de la fecha en que se presenta la solicitud
de la patente, es decir, todo lo que está al alcance del público como una
descripción escrita, descripción oral, utilización, comercialización o
cualquier otro medio, por ejemplo: un documento de patente publicado,
un libro, un artículo publicado en una revista, una tesis sustentada, etc.

En tal sentido, vale decir que la invención de las diferentes vacunas


para el Covid-19 al ser una novedad son factibles de ser patentadas
como es el caso de las 8 vacunas que ya se encuentran autorizadas
para ser distribuidas en el mundo e inmunizar a la gente.

Por otro lado, la Decisión 486 también regula en su Art. 15, lo que no se
puede considerar una invención, así se tiene a los descubrimientos, las
teorías científicas, los métodos matemáticos, el todo o parte de seres
vivos tal como se encuentran en la naturaleza, los procesos biológicos
naturales, el material biológico existente en la naturaleza, las obras
literarias, las obras artísticas o cualquier otra protegida por el derecho
de autor, los planes, las reglas, los métodos para el ejercicio de
actividades intelectuales, los juegos o actividades económico-
comerciales, los programas de ordenadores o el soporte lógico, como
tales; y, las formas de presentar información.

En Perú en el 2008 se aprobaron disposiciones complementarias a la


Decisión 486 a través del Decreto Legislativo N° 1075, éste D.L. fue
modificado en dos oportunidades: en el 2017 por el Decreto Legislativo
N° 1309 el cual se trata sobre la Simplificación de los Procedimientos
Administrativos en materia de Propiedad Intelectual Seguidos ante los
Órganos Resolutivos del INDECOPI y en el 2018 por el Decreto
Legislativo N° 1397 el cual Aprueba Disposiciones Complementarias a
la Decisión 486 de la Comisión de la Comunidad Andina.

Código de Nüremberg y Declaración de Helsinki

Estos instrumentos jurídicos versan sobre la ética médica. El Código de


Nüremberg fue producto del Juicio de Nüremberg, en el que fueron
condenados varios médicos por graves atropellos a los Derechos
Humanos. Esto debido a que fue en Alemania donde nace la
farmacología como una disciplina médico-científica y como
consecuencia la industria farmacéutica. En este país los médicos
experimentaban con sus pacientes y le suministraban sustancias sin
ningún control, esto a pesar de existir un documento con “Lineamientos
para la innovación terapéutica y experimentos científicos en el hombre"
(Ocampo, 1997).

El Código de Nüremberg trata sobre las condiciones para la realización


de experimentos médicos en humanos, así que, quedaron expresas 10
normas básicas, al respecto, podemos mencionar algunas como: el
consentimiento del sujeto es esencial, el experimento debe ser
conducido de tal manera que evite toda lesión o sufrimiento mental o
físico innecesario, durante el desarrollo del experimento, el sujeto podrá
pedir que se suspenda, si se siente afectado mental o físicamente para
continuarlo. En definitiva, éste Código sobre la ética en la investigación
en seres humanos es histórico no solo por su importancia en el estímulo
a los profesionales de la salud sino también por ser inspiración para la
creación de otros documentos como la Declaración de Helsinki.

Por otro lado, la Declaración de Helsinki fue promulgada en 1964 en


Hensilki (Finlandia) por La Asociación Médica Mundial (AMM), la cual
contiene los principios éticos para las investigaciones médicas en seres
humanos. Esta Declaración ha sido sometida a una serie de revisiones
y clarificaciones. El principio básico es el Respeto por el individuo, su
derecho a la autodeterminación y su derecho a tomar una decisión
posterior a que se le ha informado de manera clara cuales son los
riesgos y beneficios de su participación. Por ende, al igual que en El
Código de Nüremberg, para que un individuo participe de un estudio
debe dar su consentimiento informado y el bienestar del sujeto debe
primar siempre por encima de interés de la ciencia y de la sociedad.

II.2. Base Legal Nacional

Constitución Política de 1993

La C.P.P de 1993 en su Art. 55° regula que los tratados que sean
celebrados por el Estado forman parte del Derecho Nacional. Asimismo,
en el Art. 56 menciona que los tratados que versen sobre Derechos
Humanos antes de ser ratificados por el Presidente primero deben ser
aprobados por el Congreso. Es decir, los tratados antes mencionados al
versar sobre la salud del ser humano, no pudo ser ratificado sin previo
consentimiento del Poder Legislativo.

Resolución Ministerial N° 618-2021/MINSA

Mediante esta Resolución Aprueban la Directiva Sanitaria N° 133-


MINSA/2021/DGIESP, “Directiva Sanitaria actualizada para la
vacunación contra la COVID-19 en la situación de emergencia sanitaria
por la pandemia en el Perú”.

En base a esta directiva, se tiene como base criterios epidemiológicos y


disponibilidad de la vacuna al momento de priorizar la vacunación,
prefiriendo a los que tienen comorbilidades y criterios de vulnerabilidad.
Así también, se menciona que la persona interesada en vacunarse debe
dar su consentimiento informado, esto es, la persona que va a recibir la
vacuna debe dar su conformidad expresa, libre, voluntaria y consciente;
previo a que se le ha informado de los riesgos reales y potenciales, así
como los beneficios de la misma.

III. DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS


Del Val Latorre (2021), en su ponencia “Vacunas frente a la COVID-19. Retos y
oportunidades”, concluye con 3 acciones de recomendación: a) La primera
acción es proporcionar a COVAX 1000 millones de dosis antes del 1 de
septiembre de 2021 y 2000 millones de dosis hasta mediados de 2022. El plan
de España es contribuir con 7,5 millones de dosis cuando esté vacunado el 50
% de la población española.
Recordemos que el COVAX es el Fondo de Acceso Global para Vacunas
Covid-19 cuya alianza viene siendo impulsada por actores públicos y privados
con el único objetivo de garantizar un acceso equitativo a las vacunas contra la
Covid-19. Perú ha sido uno de los beneficiados al recibir 117 mil dosis el 11 de
marzo de 2021 a través de este mecanismo. Por consiguiente, podemos
evidenciar que ésta acción sí funciona pero también vale decir que no es
suficiente porque aún con los esfuerzos realizados hay países que no hay sido
beneficiados como por ejemplo el caso de los países de África.

b) La segunda acción tiene como propuesta a los países y empresas


farmacéuticas productores de vacunas contra la Covid-19 licenciar
voluntariamente sus patentes y, sobre todo, transferir tecnología; si no lo hacen
en 3 meses, se propone la liberalización de las patentes relacionadas con
productos para paliar la pandemia. Esta acción plantea dilemas sobre la falta
de respeto a la propiedad intelectual, en contraposición al derecho al acceso a
vacunas, diagnósticos y tratamiento de todo el mundo. O sobre la eficacia de la
medida si no se transmite el conocimiento para producirlas. Asimismo, surge la
duda si acaso pueden existir futuros dilemas sobre si este tipo de acciones
pueden llegar a comprometer la disponibilidad para hacer el esfuerzo de
desarrollar vacunas frente a la próxima pandemia, que no necesariamente
serán tan fáciles como han sido éstas.

Sobre ésta segunda acción es preciso discutir sobre cuánto puede afectar a la
continuidad de las investigaciones de las variantes del Virus en caso se
decidiera liberar las patentes. ¿Afectaría en algo los esfuerzos que hacen las
farmacéuticas por conseguir una vacuna en tiempo record?, sin duda alguna,
hay muchas interrogantes que se irán dilucidando por sí mismas quizás en el
corto plazo.

c) la tercera acción implica liberar en 2021 el 60% de los fondos destinados a


ACT, la herramienta de Acceso a todo Tipo de productos, test y fármacos
relacionados con la pandemia de Covid-19. Esta acción parece ser demasiado
flexible y un tanto amplia.

Por otra parte, Peiró, González & Ortún (2021) en su investigación “¿Es la
solución liberar las patentes de las vacunas COVID?”, llegan a la conclusión
que una alternativa de manera inmediata para lograr vacunar al mundo pasa
por que los países ricos o desarrollados incentiven la cooperación de los
fabricantes para que otorguen licencias voluntarias a nuevos fabricantes,
compartan con ellos los conocimientos técnicos asociados a su patente y les
asistan para producir y vender en mercados específicos.

A cambio, el titular de la patente debería garantizar la calidad del nuevo


producto y podría recibir regalías sobre sus ventas, las cuales podrían ser
pagadas por las organizaciones multilaterales como la COVAX. Además, las
licencias voluntarias proporcionan buena imagen a las grandes compañías
farmacéuticas.

Los acuerdos de licencias voluntarias de AstraZeneca y Novavax ya están


facilitando la producción a gran escala en India, Japón y Corea del Sur.
Muchas de las vacunas resultantes están destinadas a países de bajos
ingresos a través de Covax que como ya se indicó en párrafos anteriores, Perú
ha sido uno de los primeros beneficiados.

A mediano plazo, lo que más nos conviene es asegurar que continúe la


innovación en vacunas eficaces frente a las potenciales nuevas variantes y
asegurar cadenas de suministro de vacunas sostenibles a largo plazo, mayores
y más robustas que las actuales, esto porque como han indicado los
especialistas, cada variante es más potente y las vacunas que ya existen no
hacen efecto.

En la misma línea de ideas se encuentra Sánchez (2021), en su artículo “Las


patentes de las vacunas: determinantes para acceder a ellas”, concluye que
frente a la inequidad y desigualdad de las vacunas, distintos organismos
internacionales como la Organización Mundial de la Salud, la Unesco, la
Comisión Mundial de Ética del Conocimiento Científico y la Tecnología
(Comest) y la Unicef, han solicitado que las vacunas se traten como un bien
público y que la industria farmacéutica comparta su propiedad, a la que,
por otro lado, accedieron gracias a inversiones realizadas por gobiernos.
Asimismo, llega a la conclusión que la liberación temporal de las patentes
resolvería en gran medida la mayor barrera para el acceso a la vacuna. Sin
embargo, no hay consenso para que esto pase. La posición de los países en
cuanto a la Liberación o no de las patente se da como una repetición de lo
que sucedió con los Acuerdos de Derechos de Propiedad Intelectual
Relacionados con el Comercio (ADPIC), la posición se diferencia entre países
ricos y pobres, norte y sur.

Así también, encontramos algo evidente y es que las distintas formas de


gobierno determinan distintos niveles de salud. Y si bien la democracia se
asocia con los mejores niveles de salud, no todas las opciones políticas
democráticas catalogan la salud de la población como un bien público.
En una sociedad capitalista, en la que capital y política se posicionan
ante cualquier cosa, defender la salud obliga a tomar una posición política
que garantice el derecho a la salud. La pandemia aceleró procesos que
aún estaban en marcha y puso de manifiesto lo que se puede alcanzar
cuando se colabora, pero también marcó desigualdades. La protección de
las patentes refuerza desigualdades entre los países que pueden vacunar a su
población y los que no.

Por eso, la realidad es que nos encontramos frente a una crisis global nunca
vista, en donde todos los países del mundo necesitan la vacuna al mismo
tiempo para vacunar masivamente a su población.

La autora Pereira (2016), en su Artículo “Hacia una política de salud integrada:


las licencias obligatorias y la producción pública de medicamentos”, presenta
las siguientes conclusiones: dentro de la “Dinámica Inclusiva del Desarrollo
Tecnológico”, la Producción Pública de Medicamentos (PPM) llevada a cabo a
través de sus Unidades Productoras juega un rol preponderante en la agenda
pública del sector salud del país. Cuando es puesta en marcha de manera
coordinada y positiva, conlleva en sí misma fines de inclusión y desarrollo
social.

Finalmente, una licencia obligatoria bien estructurada, celebrada y


fundamentalmente concedida respetando cualesquiera de sus dos principales
finalidades, a saber, la de salvar una situación de emergencia nacional o la de
garantizar su efectiva explotación puede ser positiva. Sin embargo, no se debe
olvidar que muchas veces la promoción de esta figura encubre una finalidad
encubierta, en el sentido de que más allá de garantizar la salud pública lo que
realmente busca es facilitar y patrocinar la copia ilegal de medicamentos, lo
cual indudablemente constituye un flagrante ataque a la propiedad intelectual
que se traduce en falta de seguridad jurídica para el inversor, provocando un
gran desaliento a la inversión extranjera en cualquier país del mundo, algo que
sería trágico para la lucha contra la pandemia y las nuevas variantes que se
vayan presentando.

Toro (2011), en su Artículo “Estudio de la problemática existente entre las


patentes de invención y las licencias obligatorias en Colombia”, llega a las
conclusiones que por un lado tenemos a quienes se oponen al sistema de
liberalidad temporal de las patentes, pues según estos se trata de una
vulneración que atenta al derecho de la propiedad que ostenta quien solicitó la
patente después de largos años de estudios y de grandes inversiones
económicas en temas de investigación y desarrollo. Por lo tanto, sin la
protección a través de las patentes, las farmacéuticas tendrían que soportar
pérdidas económicas importantes; lo que desincentivaría significativamente a
las grandes empresas farmacéuticas de continuar invirtiendo en investigación y
desarrollo, trayendo como consecuencia el escaso flujo de innovaciones.

Por otro lado, se encuentran los defensores de la utilización de las licencias


obligatorias en materia de salud, quienes argumentan que en casos de salud
pública es necesario otorgar una licencia obligatoria en tanto que debe primar
el interés general sobre el interés particular; en este orden de ideas, una
solución viable son los genéricos pues ellos buscan limitar los abusos que el
sistema de propiedad intelectual se genera en cuanto a los precios de los
medicamentos y crea por lo tanto un equilibrio entre los incentivos de las
grandes farmacéuticas para seguir investigando y proveyendo al mercado de
nuevos medicamentos y los intereses del consumidor y la salud pública.

De otro lado se tiene a Pimont (s.f.), en su investigación “La concesión de


licencias obligatorias en materia de medicamentos farmacéuticos”, el autor
arriba a la conclusión que es evidente que Brasil tiene una posición flexible
antes los ADPIC o TRIPS que ha buscado en numerosas ocasiones hacer
primar la salud, pública y por ende el derecho a la vida sobre la exclusividad
que confieren las patentes.
Ahora bien, en cuanto a las licencias obligatorias, si estás fueran otorgadas
para medicamentos como la Kaletra, se generaría un mejor funcionamiento del
sistema de salud, pero también permitiría que más personas puedan acceder
más fácilmente a este tipo de medicamento, logrando mejorar los problemas de
salud pública y como consecuencia una mayor protección al derecho a la vida.

Rapela y Schötz (2020) en su investigación “Covid-19, Derechos de Propiedad


Intelectual y Licencias Obligatorias”, llegan a la conclusión que los derechos de
la Propiedad Intelectual están siendo aplicados para la protección de
invenciones relacionadas con la salud humana y la alimentación, los cuales son
objeto de atención durante la pandemia actual derivada de infecciones por
Covid-19. Se ha argumentado sobre la preocupación de que las exclusividades
de los titulares de estos derechos pudieran impedir el acceso público a los
medicamentos y/o alimentos necesarios para contrarrestar la emergencia en
cantidad, calidad y precios accesibles, siendo necesaria la aplicación de
licencias obligatorias.

Sin embargo, para que el derecho del titular de la patente de una invención sea
limitado mediante una licencia obligatoria, deben darse necesariamente tres
supuestos obligatorios: a) Que exista una situación de extrema gravedad en
materia de salud pública cuya solución total o parcial se encuentre en un
producto protegido por un derecho de propiedad intelectual; b) Que la provisión
de tal producto por el titular del derecho sea insuficiente para alcanzar a la
población afectada debido a que le invención protegida no se pueda brindar en
cantidad, o calidad, o precio razonable; 3) Que se haga necesario limitar el
ejercicio del titular mediante una licencia obligatoria con la finalidad que
terceros sin autorización del titular, puedan proveer el producto o procedimiento
en las cantidades, calidades y/o precios requeridos, pagando una justa
compensación. Tal y conforme se encuentra regulado en el Art. 31° del ADPIC.

Así también, se pone en evidencia que el sistema internacional de derechos de


propiedad intelectual constituye una concreta y a la vez eficaz herramienta para
el incentivo de más y mejores invenciones que luego pueden llegar a
convertirse en innovaciones críticas para la solución de tan graves problemas
como lo son la Covid-19. En este contexto, las licencias voluntarias de
productos y procedimientos que eventualmente queden protegidos mediante
derechos de propiedad intelectual junto con múltiples formas de acuerdos entre
privados y públicos para la provisión de estos, han sido los modelos de
transferencia transitados.

En consecuencia, queda claro que el sistema de derechos de propiedad


intelectual dispone de un amplio rango de posibilidades para que los titulares
dispongan de licencias voluntarias de sus invenciones. De no darse esto, el
sistema faculta a los Estados a aplicar las licencias obligatorias, no pudiéndose
detectar hasta este momento, ningún caso que lo justifique.

Becerra (2020), en su investigación “Farmacéuticos, propiedad intelectual y


derechos humanos. En busca de un equilibrio”, luego de la investigación llega a
la conclusión que la Pandemia de la Covid-19 ha traído de vuelta la discusión
académica sobre lo acertado o no de la introducción de las normas de la
propiedad intelectual dentro del comercio, tomando en cuenta que, al hacerlo,
esas normas aparentemente “se comercializan”. En efecto, con ello se
pretende que, por ejemplo, las patentes farmacéuticas se vean desde una
perspectiva de mercado, cuando indudablemente están en la esfera del
derecho humano a la salud.
Entonces, si tomamos en cuenta que las normatividad relativa a los
farmacéuticos, en principio, son parte de los derechos humanos y que forman
parte de un orden público internacional, podemos ver que la interpretación de
los tratados internacionales en el momento de legislar o de aplicarlos, cuando
esto se requiera, siempre debe de ser de acuerdo con la naturaleza jurídica de
derechos humanos. Puesto que, la Pandemia nos está enseñando que son
necesarias la cooperación y la solidaridad ante un virus que afecta a todos,
pero que, como siempre, perjudica especialmente a los más pobres, a aquellos
que no tienen acceso a una vacuna que tiene un elevado costo.

IV. CONCLUSIONES

- Liberar las patentes implicaría afrontar necesariamente dilemas sobre la falta


de respeto a la propiedad intelectual, en contraposición al derecho al acceso a
vacunas. Dilemas que no necesariamente se pueden dar de manera inmediata
sino más bien pueden ser a futuro, esto en cuanto a que puede comprometer la
disponibilidad de esfuerzo por parte de las grandes farmacéuticas de continuar
con investigaciones frente a la falta de protección de las invenciones a través
de las patentes.
- Ante los diferentes pedidos de solicitud para que las vacunas se traten como
un bien público y que las grandes industrias farmacéutica compartan su
propiedad, a la que accedieron gracias a grandes inversiones realizadas
por gobiernos. Diferentes opiniones indican que la liberación temporal de las
patentes resolvería en gran medida la mayor barrera para el acceso a la
vacuna. Sin embargo, no hay consenso para que esto pase, pero se espera
que así como una de las potencias como EE.UU. cambió de opinión también lo
haga Alemania y otros países que se muestran en contra.

- La Pandemia de la Covid-19 ha traído de vuelta la discusión académica sobre


lo acertado o no de la introducción de las normas de la propiedad intelectual
dentro del comercio, tomando en cuenta que, al hacerlo, esas normas
aparentemente “se comercializan”. Siendo, importante dicha comercialización
sobre todo para las grandes farmacéuticas que se encuentran en los países
desarrollados. Sin embargo, no dudamos que una situación como la que nos
encontramos viviendo actualmente hará que se modifique la normatividad a
futuro sobre todo si los países en su mayoría logran entender que éste suceso
que pasará como gran hito para la historia nos ha dejado como lección que no
hay bien más preciado que la vida y que la salud debe primar ante cualquier
interés económico que pueda existir.
V. BIBLIOGRAFÍA

 Asociación Médica Mundial. (2013). Declaración de Helsinki. Recuperado de


http://repositorio.mederi.com.co/bitstream/handle/123456789/386/Declaracion-
Helsinki-2013-Esp.pdf?sequence=1

 Becerra, M. (2020). Farmacéuticos, propiedad intelectual y derechos humanos.


En busca de un equilibrio. Recuperado de
https://doi.org/10.32870/dgedj.v5i15.375

 Carbajo, F. & Trujillo, A. (2021). Acceso a vacunas y medicamentos patentados


en tiempos de emergencia sanitaria (COVID-19). Recuperado de
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7784262

 Código de Nuremberg (1997). Recuperado de http://www.conbioetica-


mexico.salud.gob.mx/descargas/pdf/normatividad/normatinternacional/2.INTL._
Cod_Nuremberg.pdf

 Comunidad Andina. (2000). Recuperado de


http://www.comunidadandina.org/DocOficialesFiles/Gacetas/Gace600.pdf
 Congreso de la República del Perú. (2018). Constitución Política de 1993.
Recuperado de https://www.gob.pe/institucion/presidencia/informes-
publicaciones/196158-constitucion-politica-del-peru

 Del Val Latorre (junio, 2021). “Vacunas frente a la COVID-19. Retos y


oportunidades”. Ponencia presentada en el VII Congreso ANCEI. Los Comités
de Ética de la investigación en tiempos de incertidumbre de la Asociación
Nacional de Comités de Ética de la Investigación, Edición Virtual. Recuperado
de https://ancei.es/wp-content/uploads/2021/06/ponencias-congreso-
2021.pdf#page=55

 Ministerio de la Salud (2021). RESOLUCIÓN MINISTERIAL N° 618-


2021/MINSA. Recuperado de
https://diariooficial.elperuano.pe/Normas/covid19#hide1

 Peiró, S., González, B. & Ortún, V. (2021). ¿Es la solución liberar las patentes
de las vacunas COVID?. Recuperado de
https://accedacris.ulpgc.es/bitstream/10553/107179/2/solucion_liberar_patentes
.pdf

 Pereira, M. (2016). Hacia una política de salud integrada: las licencias


obligatorias y la producción pública de medicamentos. Recuperado de
http://dx.doi.org/10.12662/2447-6641oj.v14i19.p281-300.2016

 Pimont, P. (s.f.). La concesión de licencias obligatorias en materia de


medicamentos farmacéuticos. Recuperado de
https://repositorio.uniandes.edu.co/bitstream/handle/1992/17618/u713935.pdf?
sequence=

 Rapela, M. & Schötz, G. (2020). Covid-19, Derechos de Propiedad Intelectual y


Licencias Obligatorias. Recuperado de
https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3631032

 Sánchez, A. (2021). Las patentes de las vacunas: determinantes para acceder


a ellas. Recuperado de
http://www.revistasam.com.ar/index.php/RAM/article/view/570/445

 Toro, C. (2011). Estudio de la problemática existente entre las patentes de


invención y las licencias obligatorias en Colombia. Recuperado de
https://www.redalyc.org/pdf/3600/360033200001.pdf

También podría gustarte