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HOTEL SEVILLA

El primer gran hotel de lujo de La Habana.

(Publicado por D.Jácome)

Con el nombre inicial de “Gran Hotel Sevilla”, fue inaugurado el 22 de marzo 1908. Sus arquitectos
plasmaron armónicamente el estilo morisco, apreciable en la Alhambra de Granada, con sus
innumerables y coloridos mosaicos, las trabajadas arcadas, las hileras de columnas, los altos puntales y
un gran patio central que genera un agradable ambiente interior.

El “Roof Garden”, en la última planta del Hotel Sevilla, destacaba por su gran salón comedor, con suelo
de mármol y magníficas lámparas de araña, con fabulosos techos exquisitamente decorados, y rodeado
de inmensos ventanales, desde los que puede apreciar visitas únicas de la ciudad. Arquitectura,
decoración, servicios, y sobre todo el céntrico lugar en que fue construido, aledaño al ya notorio Paseo
del Prado, hicieron de este hotel uno de los más frecuentados en las primeras décadas de la República, y
su fama trascendió las fronteras de la isla. Tras su inauguración en 1908 el lugar se convirtió en un
popular sitio de encuentro para la alta clase cubana.

A inicios de la década del veinte, la compañía norte-americana Bowman Hotels compró el hotel y el
edificio colindante, que inicialmente no pertenecía al hotel. En el año 1924, se terminó por la empresa
Arellano y Mendoza una ampliación de este hotel que pasó a llamarse “Hotel Sevilla Biltmore” Havana
city.

A finales de la década del treinta, el inmueble pasó a ser propiedad de un uruguayo que tenía vínculos
con la mafia italo-norteamericana y personajes notorios como Santo Traficante, quien vivió durante dos
años en este Hotel, tenían acciones en el negocio.

Sin embargo, el hotel no era frecuentado sólo por figuras relevantes de la mafia: además de Al Cappone
, que ocupó totalmente la sexta planta, en su amplia galería de huéspedes ilustres se cuentan el célebre
tenor Enrico Caruso y la famosa cantante Josephine Baker. También fueron huéspedes de este Hotel
Lola Flores, Hugo del Carrill, el equipo de béisbol norteamericano “Medias Rojas de Boston” y su estrella
Ted Williams, el periodista y jefe de redacción del periódico “New-York Times” Herbert Mathews, los
campeones mundiales de boxeo Joe Louis y Luis Angel Firpo, los ex presidentes Arnulfo Arias y Juan
Bosch, de Panamá y República Dominicana, respectivamente; el prestigioso escrito policíaco franco
belga Georges Simenon, y el novelista español Vicente Blasco Ibáñez. En 1928 muchos de los
diplomáticos y políticos que asistieron a la Conferencia Panamericana de la OEA celebrada en Cuba,
también fueron sus huéspedes.

Fue en el famoso “Roof Garden” de este Hotel, que Ignacio Villa,“Bola de Nieve”, fue escuchado por la
ya internacionalmente reconocida Rita Montaner y le propuso fuera a partir de ese momento ser su
pianista acompañante exclusivo, ofrecimiento que él aceptó para beneplácito posterior de la cultura
nacional. También en el “Roof Garden” se realizó una fiesta homenaje a Libertad Lamarque, célebre
actriz y cantante argentina; y el famoso pintor y muralista mexicano David Alfaro Siqueiros, como forma
de pago por su estancia en el hotel, pintó dos grandes murales que adornaban precisamente el Roof
Garden.

La vida del hotel cambió su rumbo a partir de 1939 cuando Don Amleto Battisti y Lora se apoderó de las
acciones del Hotel. Battisti representaba los intereses de Lucky Luciano en La Habana. Desde allí,
extendió sus intereses y negocios con rapidez: juego, carreras de caballos, casinos, prostitución
organizada, compañías y bancos. Llegó incluso a convertirse en un personaje de la política cubana,
ocupando un espacio en el Congreso; y también se proyectó como si fuera un mecenas, sin dejar de
"escribir" algún que otro libro sobre el futuro de la política y la economía mundial.

Aunque La Habana llegó a tener posteriormente muchos hoteles de mayor importancia, el Sevilla no ha
perdido nunca su encantador atractivo, por estar en el corazón de La Habana, patrimonio mundial de la
humanidad, por su arquitectura morisca, su espectacular vista sobre la ciudad… Y si me lo permiten, por
haber sido el sitio donde pasé mi luna de miel…

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