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ÁREA AGENTES EVANGELIZADORES

COMISIÓN NACIONAL DE PASTORAL VOCACIONAL

MES VOCACIONAL 2016


“Iglesia, madre de las vocaciones”

CULTURA VOCACIONAL

La cultura, nos dice el Documento de Puebla, es el modo particular que en


un pueblo, los hombres, cultivan su relación con la naturaleza, entre sí
mismos y con Dios de modo que puedan llegar a un nivel verdadero y
plenamente humano. La cultura alude entonces a las distintas expresiones
de la vida de un pueblo o de una comunidad humana. Cuando hablamos
de una cultura vocacional no nos estamos refiriendo a una cultura
paralela o distinta de las culturas propias de cada pueblo, no es tampoco
una realidad que la Iglesia quiere imponer desde afuera; es el Evangelio, es
la Palabra de Jesús que encarnada en los hombres y mujeres de cada
época, va ayudando a gestar una nueva cultura; cultura de la vida, de la
solidaridad, de la gratuidad, de la belleza, de la esperanza… ayudando a
erradicar así lo que desfigura el rostro hermoso de cada cultura.

¿Por qué es importante abordar esta temática en la vida y en la


pastoral de la Iglesia?

La Iglesia no existe para sí misma, vive, como la quiso y la fundó Jesús,


para llevar la vida de Dios al mundo. La Iglesia busca llevar el mensaje y el
proyecto de Jesús a los hombres y mujeres de todos los pueblos y
culturas. Quiere que todos conozcan a Jesús y conociéndolo acojan su
Palabra y la lleven a su vida. Quiere que cada pueblo viva en plenitud la
vocación-el llamado- a la vida. Que la cultura de cada pueblo sea
expresión de los valores más genuinos y propios del espíritu humano.
Quiere que la cultura despierte lo más hermoso del corazón del hombre y
la mujer. La cultura vocacional quiere precisamente servir al mundo de
esta manera, favoreciendo, creando un ambiente propicio para que se
despierte la belleza de lo humano y se plasme en el vivir cotidiano. Quiere
ayudar a transformar la cultura desde adentro… como la levadura
fermenta la masa.
La Cultura Vocacional.

Este término se ha ido acuñando progresivamente. Fue el Papa Juan Pablo


II quien lanzó el desafío de ir gestando una cultura que favorezca el que
cada hombre y mujer pueda buscar el sentido verdadero de la vida. El
documento “Nuevas Vocaciones para una Nueva Europa” desarrolla
ampliamente este tema y que es recomendable leerlo. A continuación tomo
algunas afirmaciones del documento sobre Cultura Vocacional:

1. Es cultura de la vida y de la apertura a la vida, del significado del


existir, pero también del morir.

2. Hace referencia a valores un tanto olvidados por cierta mentalidad


emergente (“cultura de la muerte”, según algunos) tales como: la
gratitud, la aceptación del misterio, el sentido de lo imperfecto del
hombre y, a la vez, de su apertura a lo trascendente, la
disponibilidad a dejarse llamar por otro (o por Otro) y preguntar por
la vida…el afecto, la comprensión, el perdón, admitiendo que aquello
que se ha recibido es inmerecido y sobrepasa la propia capacidad.

3. La capacidad de soñar y anhelar, el asombro que permite apreciar la


belleza y elegirla por su valor intrínseco, porque hace bella y
auténtica la vida, el altruismo que no es sólo solidaridad de
emergencia, sino que nace del descubrimiento de la dignidad de
cualquier ser humano.

4. Es una cultura que sea capaz de encontrar valor y gusto por las
grandes cuestiones, las que atañen al propio futuro: son las grandes
preguntas las que hacen grandes las pequeñas respuestas. Pero son
las pequeñas y cotidianas respuestas las que provocan las grandes
decisiones, como la de la fe; o que crean cultura, como la de la
vocación.

La cultura vocacional quiere ser entonces el “humus” que permite y


favorece el que cada hombre y mujer se pregunte por su vida, por su
pasado, presente y futuro y pueda desplegar sus dones y capacidades para
ponerlos al servicio de su pueblo. El hombre y la mujer que crece en este
“ambiente” es capaz de preguntarse por lo fundamental de la vida y está
así capacitado para descubrir el llamado a servir y a amar en una vocación
particular (en el matrimonio, como padre y esposo, en la vida consagrada a
Dios, en el sacerdocio, en un trabajo o profesión al servicio de los demás,
en una misión de servicio, etc.). Cada persona es llamada a desplegar lo
que le es más propio para ponerlo al servicio de los demás… la vida es un
don y como don es también para compartirla.
Preguntas para compartir

A la luz de lo leído te invitamos a responder personal o comunitariamente


las siguientes preguntas, que no buscan otra cosa que ayudarte en la
búsqueda o profundización de tu vocación, del llamado que Dios te hace
para ponerte al servicio de su pueblo. Estas preguntas pueden ser
trabajadas en grupos juveniles y de adultos… lo importante es lograr una
conversación y sacar algunas conclusiones en torno al tema.

1. ¿Qué rasgos de la cultura actual sintonizan con la cultura


vocacional?

2. ¿Te ayuda la cultura a vivir el Evangelio… qué aspectos de esta


cultura favorecen la vivencia del evangelio y al mismo tiempo qué
aspectos la dificultan?

3. ¿Qué rasgos de nuestra cultura te gustaría cambiar? ¿Por qué?

4. Dios siempre llama desde la realidad de cada uno y llama para


ponerse al servicio de su plan de salvación para con su pueblo;
desde lo que tú vives, en lo personal, comunitario y social… ¿A qué
misión te está llamando hoy Dios a tí?.

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