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FEBRERO – 13
PROPÓSITO
Establecer las normas de seguridad para proteger los pies de los trabajadores, de las lesiones
que pudiesen producirse durante la ejecución de su trabajo.
Todos los trabajadores deben usar obligatoriamente las botas de seguridad durante la
jornada de trabajo, dependiendo del tipo de trabajo por realizar, con excepción del
personal cuyo trabajo está limitado en el interior de las oficinas. No usar botas de
seguridad es exponerse voluntariamente a sufrir una lesión en los pies.
Botas con punta de seguridad: tienen una puntera de acero rígido para ayudar a prevenir
las lesiones en los dedos de los pies ocasionadas por objetos pesados que caen,
aplastamiento, etc. Están diseñados específicamente para operaciones con riesgos
potenciales.
Botas para protección contra choques eléctricos: están hechos sin parte metálica alguna,
excepto la punta de seguridad, la cual está perfectamente aislada mediante una suela de
hule aislante. Es utilizado por los trabajadores que pueden ponerse en contacto con
objetos electrizados, tales como alambres y rieles.
Botas de hule o plástico: generalmente usados para proteger la parte inferior de las
piernas contra la humedad continua o contra los productos químicos y ácidos. En los casos
en que exista la posibilidad de que caigan objetos pesados sobre los pies, pueden
conseguirse botas de hule con puntas protectoras de seguridad, las cuales son usadas en
operaciones tales como minería.
CONSERVACIÓN Y MANTENIMIENTO
Las botas de seguridad se deben almacenar ordenadamente protegidas de los rayos solares en
una estantería destinada para ello, puesto que con el contacto directo con el sol se resecan y
difícilmente se pueden utilizar.