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En lo que respecta al análisis del comportamiento termodinámico de las soluciones que serán

estudiadas a lo largo del proyecto, nuestra aproximación consiste en la identificación de las


energías libres, o potenciales termodinámicos, con el cálculo de la acción gravitacional
regularizada con contratérminos, que son términos de borde los que anulan contribuciones
divergentes. El método de los contratérminos ha sido muy empleado recientemente como método
para regularizar la acción y su uso se puede rastrear a los trabajos de R. B. Mann y D. Marolf (2005)
para espaciotiempos asintóticamente planos. Una ventaja de este método comparado con
alternativas como el método de la substracción (background substraction), es que no se requiere
la elección explícita del background, que no siempre está inequívocamente determinado, y el
término a considerar es función únicamente de invariantes de curvatura.

La acción regularizada evaluada en las ecuaciones de movimiento (on-shell) se identifica con la


función de partición Z desde la cual se construye la termodinámica del sistema, como fue
mostrado arriba. Las configuraciones de equilibrio de agujeros negros satisfacen la primera ley de
la termodinámica, dE=TdS+ dW , donde E la energía total del sistema, T la temperatura
(temperatura de Hawking), S la entropía del agujero negro y dW representa los términos de
trabajo. Por ejemplo, para un agujero negro estacionario, donde J representa el momento angular
del mismo y Ω su velocidad angular, y cargado eléctricamente, con Q la carga eléctrica y Φ el
potencial conjugado, la primera ley se escribe como

dE=TdS+ Ωd J +Φ d Q
La estabilidad termodinámica de los sistemas gravitacionales viene del estudio de las funciones de
respuesta frente a fluctuaciones en un determinado número de parámetros. Un sistema alcanza
un estado de equilibrio cuando, en un ensamble termodinámico determinado, su energía alcanza
un mínimo o su entropía, un máximo. De ello, podemos escribir como condiciones de equilibrio
estable las siguientes expresiones

dS=0 , d 2 S <0
Si uno considera fluctuaciones pequeñas en los parámetros termodinámicos correspondientes a
aquellos que se consideran fijos en un ensamble, las condiciones se reducen a un número
pequeño de condiciones más específicas, como la positividad en las funciones de respuesta, como
lo son las permitividades eléctricas o las capacidades calóricas,

ε X= ( ∂∂ QΦ ) ,C =T ( ∂∂TS )
X
X
X

donde X representa la cantidad que se considera fija. Por ejemplo, C Q sería la capacidad calórica
a Q fijo, que indica cómo responde la entropía del sistema frente a fluctuaciones en la
temperatura, mientras que ε T sería la permitividad eléctrica a temperatura fija, que indica cómo
requeriría cambiar la carga del agujero negro frente a una fluctuación en el potencial conjugado si
la temperatura se fija.

Para sistemas sin rotación, las condiciones de positividad en las funciones respuestas mencionadas
explícitamente es suficiente para asegurar la estabilidad local, sin embargo, las condiciones se
amplían cuando entran más variables en juego, en particular, el término debido a la rotación del
agujero negro y, para el caso de nuestro proyecto, el término extra debido a variaciones en la
intensidad B del campo magnético, lo que extiende la primera ley a una expresión del tipo

dE=TdS+ Ωd J +Φ d Q+ μdB
donde μ corresponde a un momento magnético.

El estudio de la termodinámica de agujeros negros en un universo magnetizado presenta un


número de desafíos debido a que las soluciones dejan de ser asintóticamente planas y no existe un
acuerdo universal en cómo calcular las cargas conservadas. La adición del término μdB en la
primera ley podría, además, añadir diferencias interesantes para explorar en los diferentes
espacios de fase, ¿cómo se modifican las fases de los agujeros negros? ¿cómo cambia la ecuación
de estado frente a aumentos en la intensidad del campo magnético externo? ¿aparecen nuevas
fases estables?

Para responder estas preguntas, el primer ejercicio consiste en derivar todas las condiciones de
estabilidad local desde el punto de vista termodinámico, y escribirlas consistentemente en los
diferentes ensambles considerados (ejemplo: el ensamble canónico, en el que J , Q , T y B se
consideran fijos). En seguida, exploramos el comportamiento de diferentes pares de variables para
los distintos ensambles, identificando cómo cambian las funciones respuestas en los diferentes
rangos para los parámetros relevantes.

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