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LA CULTURA Y LOS JÓVENES 55

CAPÍTULO III
La cultura
y los jóvenes

“El desarrollo recibe un aporte nacidas “con” y “desde” las personas y


muy importante de las culturas urba- no con el mercado.
nas y juveniles que con gran fuerza Gran parte del debate por la cultura
promueven formas de vida, imaginarios, hoy está profundamente vinculado con las
sistemas de interacción social. Y tam- formas que ésta ha ido tomando en el
bién de las industrias culturales que mundo occidental a lo largo del siglo XX.
participan en la construcción de las Según lo expuesto por Peter Burger, el arte
identidades sociales tanto como la pro- y la cultura fueron generalmente términos
moción de un tejido consistente de pro- polémicos que se constituyeron en función
ducción simbólica y apropiación cul- de una ideología y una clase social. El pri-
tural”. Germán Rey mero era visto como la imagen de la auto
Desde la industria cultural hasta el contemplación burguesa, mientras que la
actual período de multiculturalidad, el di- cultura era la forma de expresión de lo
seño y construcción de políticas cultura- bajo y lo popular. A partir de la década de
les requiere ser pensado de acuerdo a dos 1920 proliferaron vanguardias artísticas,
problemáticas o variables muy precisas: nuevas corrientes que provenían de la es-
la influencia del mercado en la resignifi- fera del arte pero cuyo objetivo era desle-
cación de las identidades culturales de las gitimarlo, hacer evidente que sólo era una
personas y los países, la identificación de forma de expresión burguesa. Ellas bus-
las necesidades –se podría reemplazar caron acercar el arte a la praxis vital y
este término por el de deseo– concretas hacerlo accesible a todas las personas. Es
de desarrollo de los sujetos involucrados decir, se intentó unir arte y vida como
en la maquinaria del mercado. De modo práctica cultural, ya que si el primero se
que si el mercado comporta hoy gran par- difuminaba en la cultura popular, las posi-
te de la responsabilidad en moldear iden- bilidades de acceso y de producción artís-
tidades y generar falsas necesidades, tica se abrirían a todas las personas.
como falsos deseos que generan en las Lo que hacía evidente estos movi-
personas un consumismo sin sustento, mientos era la necesidad de involucrar a
será imperioso robustecer los mecanis- todas las personas en los procesos de ge-
mos del Estado tendientes a desarrollar neración de cultura y así volverla parte in-
políticas culturales sólidas y comprome- tegral de su vida. Esta operación no impli-
tidas con las necesidades de las perso- caba sólo un movimiento de lugares, alte-
nas. Políticas de participación orientadas rar o intercambiar espacios y accesos a
a ampliar la capacidad de expresión y ellos, sino además la posibilidad de confi-
manifestación, y políticas de integración gurar nuevas formas en las que la cultura
social cuya función sea el recupero de podía ser pensada. Así ésta podría volver-
mayores grados de asociatividad. Tratan- se piedra fundamental del desarrollo de las
do de que los resultados sean, siempre, sociedades y de las personas en búsqueda
la expresión de identidades culturales de una comunidad más justa, o bien como
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herramienta de lucha política para gene- tributario o administrador de la cultura, de


rar una sociedad más justa. la identidad y la tradición; en su lugar está
Ahora bien, ¿por qué la necesidad el mercado como el medio y el fin de la
de hacer este pequeño repaso histórico del construcción de identidades.
término cultura durante el siglo XX? Por- Esta posibilidad de trazar un mapa
que es necesario comprender hasta qué de la cultura en relación con los diferen-
punto los problemas que se encuentran hoy tes procesos históricos, da una idea de
en el diseño de las políticas culturales, cuáles son las condiciones de producción
muchas veces, son preguntas que inter- de cultura en una época determinada y
pelan por el sentido y la función de las cuáles las formas de generar políticas cul-
políticas culturales en relación con los des- turales de cara a los actores involucra-
tinatarios, en función de quiénes y para dos. Brinda también una ayuda en el ca-
quiénes. Al promediar la mitad del siglo mino a identificar los principales proble-
XX, al avance de los medios masivos de mas en el diseño de políticas culturales
comunicación se sumó una ola de progre- orientadas a fomentar la práctica cultu-
so capitalista sin precedentes que generó ral como piedra fundamental del desarro-
un desfasaje considerable en las condicio- llo humano.
nes de producción de cultura. El fracaso Es en función de estas cuestiones
de la intención vanguardista de acercar el que puede empezar a contestarse la pre-
arte a la praxis vital, es decir, de sortear el gunta del “por qué”, del sentido de la cul-
problema de la autonomía del arte, fue tura en una sociedad y en un país con altí-
seguido de la problemática del desarrollo simos grados de pobreza. No se trata sólo
de la industria cultural. Basada en la creen- de políticas para mantener impermeable
cia falsa de que las personas experimen- el suelo de la tradición, sino de compren-
taban un acceso total a la cultura, tal y der, sobre todo cuando se habla de jóve-
como lo proponían los movimientos de nes, que hoy la identidad como forma de
vanguardia, esta industria encubría, las más expresión más acabada de lo cultural se
de las veces, y como señala Beatriz Sarlo, genera en buena medida a partir de nece-
la reproducción de necesidades “con la sidades y deseos ficticios, consecuencia
fantasía de que satisfacerlas es un acto inevitable del desarrollo de la industria
de libertad y diferenciación”. Era falsa cultural, y que produce insatisfacción e
porque el mercado tendía a imponer una inestabilidad emocional. Considerar estas
determinada forma de conducta, recrea- cuestiones implica ya la posibilidad de opo-
ba sensaciones que se creían verdaderas nerle al problema una serie de soluciones
pero que sólo eran alimentadas bajo la fuer- desde los municipios, a través de centros
za de la seducción de las mercancías. Se de discusión y de debate que ayuden a di-
dice que es falsa porque sólo acceden al señar políticas.
mercado aquellas personas con recursos En un texto reciente del Instituto
y capaces de efectuar en ese espacio to- Cultural de la Provincia de Buenos Aires
das las transacciones posibles que les per- se ha mencionado que la discusión sobre
mitan recrear esa idea de libertad y de las industrias culturales como forjadoras
identidad cultural. de identidades y bienes culturales no es
La expresión más acabada de esta inocua ni estéril, sino que implica una ne-
problemática, que se inicia a mitad de la cesaria reformulación en el camino a re-
década del cincuenta y que se extiende crear “una identidad cultural que recupe-
con variaciones y procesos hasta nuestros re los lazos de asociatividad, solidaridad y
días, es la mirada que refleja al Estado hermandad perdidos”. Si bien el problema
como un inerme aparato que ya no es el es complejo, ya que el mercado es parte
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del acontecer cotidiano, es interesante tra- Es por ello importante entender que
bajar sobre estas líneas en el diseño de el desarrollo de políticas culturales debe
políticas de largo plazo. Una de las pro- apuntar a estimular la idea en las perso-
puestas del Instituto con respecto al recu- nas de que muchos mundos son posibles y
pero de la identidad cultural, es la que in- que es un compromiso de todos ayudar a
volucra a los “gestores culturales” o “tra- generarlos.
bajadores de la cultura”, cuya función se-
ría enseñar “a estructurar, dinamizar y ex-
presar sus propias experiencias y su pen-
samiento dentro de un proceso de recupe- Cultura e Identidad
ración crítica de los auténticos valores
populares y su devolución sistemática de “Creo que la preocupación técni-
los mismos al pueblo y por el pueblo”. En ca central de la teoría del desarrollo será
buena medida, gran parte de esas accio- cómo crear en los jóvenes una valora-
nes no puede ser librada a organizaciones ción del hecho de que muchos mundos
no gubernamentales, sino que requiere del son posibles, que el significado y la rea-
compromiso de políticas públicas para su lidad son creados y no descubiertos, que
concreción. No se trata de abolir el mer- la negociación es el arte de construir
cado o cerrar las barreras –algo impensa- nuevos significados con los cuales los
ble para la actual situación–, pues no es individuos puedan regular las relacio-
esa la única vía por la que se puede gene- nes entre sí”. Jerome Bruner
rar identidad cultural. Hay que trabajar Gran parte de los problemas que se
para mejorar la convivencia entre las per- encuentran al debatir acerca de las políti-
sonas y las industrias culturales en fun- cas de juventud radican en que la distan-
ción de una mejor absorción de las identi- cia entre los adultos y los jóvenes se ha
dades locales y personales. ido pronunciando, ocasionando un profun-
Cultura no designa, entonces, una do desfasaje en los modelos de socializa-
relación específica con las Bellas Artes ción. Según la antropóloga norteamerica-
exclusivamente, sino que es una de las na Margaret Mead, es a partir de los años
variables fundamentales con las que me- ‘60 que emerge una nueva cultura, llama-
dir y promover el desarrollo. La función da prefigurativa, y que se caracteriza por
de la cultura es, como lo diría Cornelius el reemplazo de la autoridad de los padres
Castoriadis y como se está concibiendo por la del grupo de pares, “instaurando una
en el Instituto de Cultura, “promover el ruptura generacional sin parangón en la
sentimiento de autonomía en los individuos historia, pues señala no un cambio de vie-
y en los grupos. Si falta esa autonomía no jos contenidos en nuevas formas, o vice-
cabe hablar seriamente de democracia. Y versa, sino un cambio en lo que denomina
la cultura, es decir la auténtica participa- la naturaleza del proceso: la aparición de
ción activa en la creación cultural, es el una comunidad en la que hombres de tra-
instrumento idóneo para promover senti- diciones culturales muy diversas emigran
miento de autonomía”. O en palabras del en el tiempo pero todos compartiendo las
Informe sobre Desarrollo Humano de mismas leyendas y sin modelos para el fu-
Honduras del año 2003, “la cultura es el turo”. Esta modalidad acentúa, cada vez
medio para ampliar las opciones y las li- más, un proceso de distanciamiento entre
bertades de las personas, pero también su generaciones, constituyendo uno de los pro-
disfrute: es una libertad en sí misma que blemas fundacionales de la juventud ac-
debe ser garantizada por los procesos de tual: mayores imposibilitados de mantener
desarrollo”. diálogos con los jóvenes, y éstos limitados
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para mantener contacto con la experien- dades de la guerra, Benjamin se pregun-


cia de los adultos como fuente de autori- ta: “¿dónde ha quedado todo eso? ¿Aca-
dad y saber. so dicen hoy los moribundos palabras per-
Lo cierto es que el desarrollo de las durables que se transmiten como un ani-
industrias culturales fomenta aún más esta llo de generación a generación? ¿A quién
brecha, volviendo los límites más profun- le sirve hoy de ayuda un proverbio?
dos. Basta con saber que los niños son ¿Quién intentará habérselas con la juven-
criados en el abrazo materno de la televi- tud apoyándose en la experiencia?”. Aun-
sión, sin restricciones sobre lo que ven o que pueda sonar reiterativo, el filósofo
escuchan, para comprender el grado de alemán dio cuenta de que no es sólo una
exposición que tienen al mundo de los adul- pregunta por la falta de experiencia la que
tos. Esto provoca, en palabras del colom- tiene sentido, sino además habría que
biano Jesús Martín Barbero, un “des–or- cuestionarse por la crisis de autoridad, por
denamiento cultural”, es decir, una frac- lo estéril de un proverbio frente a la di-
tura del orden de crecimiento, y una “des- námica velocidad de los juegos de com-
localización” del saber que trabaja despla- putadoras.
zando las fronteras entre razón e imagi- De esta manera, la palabra escrita
nación, saber e información. Antes, el pa- pierde peso respecto de la estimulación de
saje de la adolescencia a la madurez se la imagen, y la educación, en tanto no con-
comprendía como un conjunto de “instan- ciba formas más adecuadas de afrontar
tes”, el matrimonio, el primer trabajo. És- estos cambios, es una herramienta torpe
tos conformaban un imaginario en donde con la que encarar los desafíos de los jó-
el adolescente se convertía “instantánea- venes en la modernidad. Mientras la “des-
mente” en adulto o, en el mejor de los ca- localización del saber” siga operando sin
sos, en adulto joven. Hoy los tiempos se el diseño de políticas orientadas a cons-
han ralentizado y la “primera juventud”, truir mediante la educación, por ejemplo,
como subraya Beatriz Sarlo, se prolonga espacios de interacción con la multiplici-
hasta los 30 años. Condición de la vida dad del saber y los sentidos que hoy en
postmoderna, pero también síntoma de una día bombardea a los jóvenes, seguirá agran-
nueva modalidad cultural en la que los jó- dándose esa distancia entre generaciones.
venes se desenvuelven. En este sentido, y aunque suene categóri-
En esta perspectiva, se hace impe- co Jesús Martín Barbero, “ni los padres
rioso resaltar un eje teórico fundamental constituyen el patrón–eje de las conduc-
que acompaña a esta problemática. “El tas, ni la escuela es el único lugar legiti-
problema de la experiencia” es la expre- mado del saber, ni el libro es el centro que
sión de la ruptura generacional que tiene articula la cultura”.
su origen, de acuerdo a lo expresado por De este modo, se vuelve perentorio
el alemán Walter Benjamin, durante la pri- buscar formas de acercamiento que, aun-
mera guerra mundial, cuando los jóvenes que no inhiban o neutralicen estos proce-
soldados volvían mudos a sus casas, im- sos, al menos generen nuevas vías de co-
posibilitados de poder articular las sen- municación. Pese a que la situación es
saciones vividas en experiencias comu- compleja, no todo está construido sobre la
nicables. “Sabíamos muy bien lo que era negatividad y la carencia. Tal vez la con-
experiencia: los mayores se la habían pa- dición de posibilidad de la juventud, tal y
sado siempre a los más jóvenes. En tér- como se la conoce, haya debido sortear
minos breves, con la autoridad de la edad, estos avatares, y fuera necesario, para que
en proverbios; prolijamente, con locuaci- existiera como sujeto, la pérdida de auto-
dad, en historias”. Pero, tras las atroci- ridad de los adultos, puesto que se les debe
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a los movimientos juveniles buena parte Porque es la calle


de los cambios más importantes produci-
dos en el siglo XX. Por ello en los últimos “Tal vez, los jóvenes quieran es-
años la juventud está siendo colocada en tar en las esquinas con dos grados bajo
la agenda internacional. Muchos de los in- cero, aun sin tener ninguna propuesta
formes de Naciones Unidas se han cen- de música o de actividad concreta”.
trado en ella desde distintas perspectivas, (testimonio de un joven bonaerense)
pero siempre tomando en cuenta la forma Uno de los rasgos distintivos a tener
en que afecta a los jóvenes la escasez de en cuenta, señala la mexicana Rossana
políticas culturales orientadas al conjunto Reguillo Cruz, es el tipo de representacio-
de la juventud. nes simbólicas que se expresan a través
La mirada de la juventud debe ser del pelo, la ropa, los tatuajes, la música, y
trasladada al terreno de la cultura, para todos aquellos bienes culturales de los que
comprender que los jóvenes manejan se apropian y a los que los jóvenes les con-
otros códigos, otros procesos de pensa- fieren un valor simbólico determinado. La
miento, percepciones distintas, de una cuestión de las formas de expresión de la
elasticidad cultural que, como señala juventud como prácticas de identidad cultu-
Martín Barbero, “aunque se asemeja a ral constituye hoy la piedra de toque fun-
una falta de forma, es más bien apertura damental para, como observa el sociólogo
a muy diversas formas, camaleónica uruguayo Ernesto Rodríguez, “diseñar po-
adaptación a los más diversos contextos líticas culturales orientadas a estimular en
y una enorme facilidad para los idiomas los jóvenes la idea de identidad, de socia-
del video y del computador”. Por ejem- bilidad y de un compromiso con el esfuer-
plo, algunos movimientos internacionales zo sostenido por alcanzar un objetivo que
de jóvenes fusionan la protesta política se acerque a un proyecto de vida en de-
con la vanguardia artística, planteando no sarrollo”.
sólo una estética de la protesta, sino tam- Un joven participante de los talleres
bién una práctica cultural de lo político. realizados en la Provincia de Buenos Aires
Las agrupaciones civiles varían y actúan en el marco de la preparación del presente
bajo diferentes lemas, puede ser como Informe (ver el capítulo 4), señalaba: “yo
defensores del espacio público, ecologis- tocaba en una escuelita de percusión y
tas radicales o militantes anticorporativos, salíamos por la calle; antes de una pre-
pero en todos se denota la misma inicia- sentación nos juntábamos en una esqui-
tiva: estética y práctica cultural como na, y a modo de invitación tocábamos
forma de manifestación política. Lo que ahí. Había también un grupo de chicas
distingue este tipo de actividades de las malabaristas, de las que tiran fuego.
que generalmente pueden observarse en Pero no podés andar por la calle, por-
cualquier feria en una plaza o en un reci- que es la calle. Vino la policía y nos dijo:
tal es que las personas, en este caso su ‘¿Qué están haciendo?’. Nos echaron a
mayoría jóvenes, tienen una actitud parti- todos, a la banda de percusión, a las
cipativa, ellos mismos son actores de las chicas y a los que estaban mirando”.
protestas y no meros receptores de una Las esquinas ponen de manifiesto que
política–espectáculo del Estado. Y ade- hoy mucho de lo que les ocurre a los jóve-
más, generalmente, son movidas llamadas nes está fuera de las instituciones. La es-
“contraculturales”, puesto que están con- cuela, las organizaciones comunitarias, las
tra la institucionalización, contra la posibi- iglesias, los clubes y aun los videojuegos y
lidad de que el Estado se apropie del es- los boliches, no resultan capaces de conte-
pacio que ellos reclaman como propio. ner el aluvión de estímulos que tienen los
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jóvenes. Frecuentemente se escucha decir Por ejemplo, cuando las murgas o las agru-
lo contrario: “los jóvenes están todo el paciones de teatro y música resignifican
día con Internet”, “lo único que les in- los espacios o salen a las calles para ha-
teresa es ir a bailar”, “el único espacio cer representaciones teatrales, están bus-
de participación que reclaman es el bo- cando expresarse, interviniendo en la po-
liche”, o hasta “yo los veo todo el día lítica a través de la cultura, haciendo una
sentados en la calle”. Lo cierto es que práctica cultural de lo político.
cada vez más los jóvenes suelen forjar su La cultura debe ser leída como la
identidad con prácticas culturales extrañas continuación de la política por otras vías.
a las instituciones, tales como el rock, el Se pueden leer algunas manifestaciones
graffiti, el esténcil –que tiene una fuerte con- contraculturales como un mecanismo del
notación política y contracultural–, el fútbol mercado que alimenta “falsos deseos” de
o la “cumbia villera”. Mucho de lo que pue- bienes culturales, pero no es posible ce-
da hacerse para fomentar en ellos una idea rrar los ojos a lo que los jóvenes manifies-
diferente de identidad y de ciudadanía de- tan en sus diversas representaciones sim-
penderá del equilibrio que la intervención bólicas: un mensaje que habla sobre su
del Estado pueda construir mediante las condición, sobre sus decisiones, sobre la
políticas culturales. No es razonable pre- producción y la integración de una nueva
tender que se sometan a las prácticas insti- experiencia social. Aprender a leer estas
tucionales convencionales, por eso es im- actitudes ayuda a encontrar los nodos de
prescindible imaginar instancias por las que comunicación con ellos y a generar el es-
ellos mismos puedan construir nuevas ins- pacio de encuentro desde lugares no tan
tituciones con prácticas que sean a la vez recargados de sentidos.
flexibles y suficientemente fuertes como Una de las experiencias que se es-
para construir identidad. tán llevando a cabo en la Provincia de
En un Informe del Centro de Estu- Buenos Aires refleja alguna de estas in-
dios Socioculturales Chileno se expone quietudes: en Necochea se están imple-
cómo funcionan las prácticas culturales de mentando propuestas que integran la cul-
los jóvenes. En el entendido de que la ju- tura popular y el desarrollo social. “La re-
ventud actual no representa lo que fue en montada” es el resultado de una búsque-
la década de 1960, es imperioso destacar da en la que se trata de crear espacios
que los jóvenes hoy están abriendo puer- para la promoción y la difusión de diver-
tas, a través de la cultura, a nuevas for- sas disciplinas artísticas generadas por jó-
mas de experiencias y a nuevas modali- venes y adolescentes. Busca acercar el
dades de desarrollo. Es preciso que el arte a todos los sectores como forma de
Estado genere políticas tendientes a capi- rescatar las identidades barriales.
talizar ese aporte. No deben verse en sus
tendencias culturales “prácticas más o
menos inofensivas de un montón de in-
adaptados”, como resalta Reguillo Cruz. Problemas de futuro
Porque cuando los jóvenes se agrupan para
tocar en una esquina, escribir en las pare- Rossana Reguillo Cruz señala que
des o denunciar en las canciones la situa- en Latinoamérica cada vez son más los
ción social actual, debe verse en ello no colectivos juveniles que se proponen pla-
sólo una cuestión de orden, sino más bien nes de acción desde los márgenes, o “for-
una práctica cultural que busca su identi- mas de resistencia colectiva” frente a un
dad y que, al mismo tiempo, evidencia una futuro que no llega y sobre el cual no tie-
actitud política o que politiza su identidad. nen nada que esperar: “el futuro gris, in-
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cierto, negado, se avizora, por primera vez nicarse, como se señalaba antes, sino del
en años, como una posibilidad y siempre lugar que irán a ocupar estos miles de jó-
en relación con la propia acción. Si no venes, desprovistos de futuro, sólo herma-
actúas, no hables, reza el lema punk”. En nados bajo un rótulo de marginalidad.
esa frase, la autora mexicana invoca el
difundido lema del “no futuro”. Hacer es
actuar, aun cuando se trate sólo de la letra
de una canción. Estos jóvenes retoman la Una solidaridad
práctica cultural y desde allí proclaman la
imposibilidad de formular la vida como un El fútbol es un factor decisivo en la
proyecto a largo plazo, haciendo de los identidad de muchos jóvenes. Es práctica
márgenes, de la no integración, el funda- deportiva y también un factor de consu-
mento de su existencia. mo: adquieren todo lo que se vincule con
En el terreno del diseño de las políti- un equipo porque eso recrea una identi-
cas culturales orientada a estos jóvenes, dad cultural específica que los vuelve di-
uno de los problemas a desentrañar es que ferentes. Además genera un cierto tipo de
se declaran contraculturales como los de solidaridad, como en otros tipos de tribus
las décadas de 1960 y 1970, pero carecen urbanas. Como señala Pablo Alabarces,
de objetivos definidos y son simple expre- el fútbol es tan fuerte que por él “se aguan-
sión de un descontento. La duda es si lo ta todo, un choreo, una bandera, lo que
son por falta de espacio, o si cualquier sea”. Este tipo de solidaridad, “el aguan-
espacio es insuficiente porque para ellos te”, es el que lo sitúa en la frontera de la
la negación es la única actitud legítima. marginalidad, y dejando de lado su cara
La llamada Cumbia Villera es un ejemplo deportiva pasa a ser un lugar de solidari-
revelador del grado de marginalidad exis- dad en la “resistencia”. No es el único caso
tente en algunos jóvenes bonaerenses. In- de manifestaciones culturales que practi-
vocando la letra de la canción de los Sex can el fanatismo del aguante, pero sí tal
Pistols (“cuando no hay futuro / cómo pue- vez sea el más visible, porque atraviesa
de haber pecado / somos las flores de los los diversos estratos sociales.
tachos de basura / el veneno en tu máqui- El trabajo que en Chile se viene ha-
na humana / somos el futuro / tu futuro), ciendo en tareas de diagnóstico e imple-
Ernesto Rodríguez señala que “cuando no mentación de políticas culturales orienta-
hay futuro no hay delito. Esta es la pro- das a los jóvenes es ejemplar. El llamado
funda sospecha de la villa y el temor de la “Tour Marginal” es un programa preven-
argentina media”. Mientras no pueda con- tivo que se basa en el fortalecimiento de
cebirse el presente de acuerdo a las pers- las capacidades artísticas de jóvenes per-
pectivas de un proyecto de vida que pue- tenecientes a grupos “autodenominados”
da concretarse en el futuro, será muy difí- marginales en lo cultural: raperos, punkys,
cil torcer la mirada que tienen los jóvenes rockeros, anarquistas, etc. “Para sus pro-
sobre su situación y sobre la imposibilidad tagonistas, el Tour Marginal es toda una
de un proyecto vital. ideología que, más que centrarse en un
Del mismo modo que el movimiento cambio conductual de los llamados jóve-
contracultural de los ‘70, pero sin una pro- nes marginales, intenta difundir valores
puesta de acción concreta y con una mar- como la solidaridad, la honestidad y la con-
ginalidad propia de los países pobres, la secuencia frente a las tareas emprendi-
cumbia villera comparte la experiencia de das, poder estrechar lazos de ayuda mu-
“no futuro”. Ya no se trata de dos genera- tua y de reconocimiento de cada una de
ciones que han perdido el modo de comu- las acciones que se realizan para mejorar
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las condiciones de vida vulneradas por el jo del hecho de que para muchos jóvenes
sistema”, señala uno de sus participantes. la música significa una salida frente a una
De ahí que el proyecto resulte interesante realidad que prescinde del futuro.
para integrar a jóvenes marginales, rom- En la actualidad, uno de los aspec-
piendo prejuicios y estereotipos sociales, tos que distingue al rock de otras expre-
ya que es una banda de rock la que se siones artísticas es su estrecha relación
sitúa como articuladora y generadora de con lo territorial. Si la esquina es el lugar
una organización juvenil. En el Tour se desde donde sería conveniente pensar a
busca trasladar la actitud contestataria de los jóvenes, el “rock barrial” es su forma
los jóvenes a un ámbito más familiar para de expresión más acabada. Numerosas
ellos, para que desde ahí sean los actores grupos de música se hacen eco de esa voz
de los cambios, promoviendo valores que y adoptan esa perspectiva. En los munici-
antes tenían, pero sólo hacia el interior de pios bonaerenses en los que hay una co-
su grupo de amigos. ordinación de juventud, gran parte de los
El “fenómeno del rock”, además de talleres o programas orientados a los jó-
ser un engranaje fundamental de la cultu- venes están vinculados con la música. En
ra juvenil, fue y es un dispositivo de cons- el caso de Adolfo Alsina, se ha creado una
trucción de subjetividad muy importante Escuela Municipal de Música. Otro de los
que permite a los jóvenes inventar un modo casos interesantes es el “Morón Rock”,
de vida diferente, poniendo distancia con festival que se realiza una vez por año con
el mundo adulto y sus instituciones. La in- distintas bandas de la comunidad y artis-
dustria cultural jugó un papel decisivo en tas invitados. También allí está “La min-
el proceso y consolidación de estas identi- ga”, festival de la juventud que se realiza
dades, generando modelos, formas y de- mensualmente desde 2001, que consiste
seos que posibilitaron ese camino. Por este en un ciclo de arte y cultura orientada a la
motivo es que muchas veces se relacionó solidaridad.
al rock con una contracultura que se si- Pero es importante que las experien-
tuaba en contra de lo “políticamente co- cias culturales no queden en meros hechos
rrecto”, porque proporcionaba una salida insulares. Lo que más se subraya en las
frente a las diferentes ataduras simbóli- coordinaciones de juventud municipales es
cas del sistema. que no deben generarse promesas entre los
Si bien en sus inicios el rock se plan- jóvenes que no se vayan a cumplir. Se debe
teaba como una cultura juvenil en tensión apoyar el desarrollo de sus capacidades sin
constante con una generación, proponien- imponerles modelos o fórmulas, incentivan-
do caminos alternativos, cambios radica- do la idea de que es posible transformar la
les o valores distintos, hoy los derroteros realidad. En esta perspectiva se puede pen-
de la mercantilización han llevado su pro- sar al rock y al fútbol como vías para pen-
puesta programática a una suerte de tran- sar alternativas, aprovechando el espíritu
sición: no siendo lo que era –actitud, cam- de solidaridad que contienen en sus mani-
bio, rebeldía, protesta–, ha pasado a un festaciones informales.
estado donde se “rentabiliza la identidad
de los jóvenes”, como señala Beatriz Sar-
lo. Pero no todo es consumo. De acuerdo
a la encuesta realizada entre los jóvenes Integración y reconocimiento
bonaerenses para la elaboración del pre-
sente Informe, el 22% de los jóvenes de- “Una sociedad integrada es aque-
manda del Estado una mayor oferta de lla en la cual la población se comporta
cursos de música. Es claramente el refle- según patrones socialmente aceptados
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y existe un ajuste entre las metas cultu- lio Tenti Fanfani, éste es uno de los pro-
rales, la estructura de oportunidades blemas más graves que debe superar el
de que se dispone para alcanzarlas y Estado: de la misma forma en que los co-
la formación de capacidades indivi- nocimientos técnicos se aprenden y trans-
duales para aprovechar tales oportu- miten en las escuelas, la construcción de
nidades”. (CEPAL) un proyecto de vida también puede apren-
Las políticas culturales deben dise- derse y transmitirse, y en ello tiene un
ñarse de cara a la diversidad y a la multi- papel indelegable el municipio. El proce-
plicidad de identidades de la juventud. so de integración social se vuelve muy
Como punto de partida debe eliminarse la complejo si a los jóvenes les resulta poco
distancia existente entre el Estado –aun estimulante el conocimiento y además
el Municipal– y los destinatarios de esas resulta cada vez más difícil extraer co-
políticas, si bien pueden generarse activi- nocimientos de la experiencia personal.
dades barriales como una de las formas Pensar en la cultura, entonces, como un
de acción inmediata más eficaces. mecanismo de expresión, es imaginar y
Es inútil pretender que aprendan diseñar un espacio para la integración
sobre la cultura burocrática cuando lo que participativa. La cultura todavía es vista
se pretende es que puedan expresarse como un espacio autónomo y, por lo tan-
para reforzar su identidad. También lo es to, libre, saludable, creativo y de desa-
suponer que todos ellos van a acordar en rrollo. “Es expresión de sentimientos y
una serie sencilla de propuestas uniformes. broncas”, como señala uno de los jóve-
Más que resistirlas, deben ser apro- nes entrevistados.
vechadas sus capacidades para desenvol- La alianza entre la creatividad de la
verse en un mundo en el que la imagen juventud y su capacidad de pensar críti-
prima por sobre la palabra y en el que la camente el mundo en el que viven, permi-
idea de autoridad está constituida a partir tirá que surjan nuevos tipos de ocupación,
de nuevos códigos. La política tiene en la fuentes de ingresos y puestos de trabajo,
cultura de los jóvenes una oportunidad in- tal como señala el Informe del Instituto
mejorable para refrescarse. Debe integrar- Ciudadanía de Brasil. El Estado puede ser
los implicándose en esa relación, ya que el generador de esas políticas, no sólo des-
no hay modo posible de integración sin el de la perspectiva de la generación de em-
otro. El desafío es clave si se pretende pleo, sino de formas de trabajo muy valo-
que la actividad política pueda reflejar la radas por los jóvenes.
heterogeneidad social. También se vuelve perentorio gene-
Teniendo en cuenta las diferencias rar políticas culturales enfocadas en el de-
sociales existentes, las políticas locales sarrollo local, tal como lo señala el Institu-
pueden facilitar el acceso pleno a diferen- to de Cultura de la Provincia de Buenos
tes manifestaciones culturales a los dis- Aires. La mayoría de los especialistas con-
tintos estratos sociales. El espacio de la sultados concuerdan en resaltar esta ne-
cultura local tiene la ventaja de que sólo cesidad, ya que la descentralización y la
puede disfrutarse si se comparte con los acción municipal constituyen las mejores
otros. Su desarrollo puede incentivar en políticas para la producción y el reconoci-
los jóvenes la idea de libertad, el pensa- miento entre distintos territorios. Lo que
miento crítico y las capacidades de desa- no quiere decir fundar para cada barrio o
rrollo personal. localidad una política cultural diferenciada
Tal vez una de las carencias más del resto, sino promover localmente ac-
importantes de algunos jóvenes sea la de ciones destinadas al desarrollo de identi-
un proyecto de vida personal. Según Emi- dades juveniles.
64 INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005

En cuanto a las formas de generar mento de integración de los jóvenes en el


espacios de integración y desarrollo para Estado, promoviendo el desarrollo tecno-
los jóvenes, se deben recuperar espacios lógico en función de la cultura, integrando
públicos y crear centros deportivos y ca- distintos sectores sociales en la produc-
sas de cultura exclusivas para la juven- ción de programas culturales, educativos
tud. También pueden impulsarse cruces y laborales. Conjuntamente con la crea-
entre el deporte y la cultura, ya que mu- ción de centros de capacitación a distan-
chas veces los jóvenes se vuelcan con ma- cia, pueden promoverse instancias de in-
yor facilidad a la práctica deportiva que a tercambio cultural con jóvenes de otras lo-
la artística. cales que se refuercen mutuamente. Es-
Pueden también establecerse acuer- tas aplicaciones tienen un costo muy bajo
dos con otras instituciones culturales tra- y son flexibles, pueden hasta funcionar
dicionales, tales como museos, teatros y como centros culturales virtuales adminis-
centros culturales de mayor envergadura, trados por jóvenes.
sin pretender una dedicación absoluta, sino En cuanto a la implementación de
más bien un mutuo reconocimiento. Asi- estas políticas, en general, debe otorgarse
mismo, deben promoverse en mayor me- prioridad a los enfoques transversales, tal
dida los vínculos entre expresiones artísti- y como lo subrayan gran parte de los in-
cas de las distintas localidades de una mis- formes latinoamericanos relacionados con
ma región, para poder reforzar así una las gestión de políticas de juventud. Como
identidad local más amplia. se señala en el Informe sobre Juventud,
Muchos jóvenes manifiestan que es Pobreza y Desarrollo de CEPAL, “parte
difícil acceder a las formas institucionales de las limitaciones para esta transversali-
de promoción cultural vigentes. Hay po- dad de las acciones que promueven el de-
cos espacios para que los jóvenes puedan sarrollo de la juventud se debe a una inexis-
practicar sus habilidades artísticas y pro- tente o débil institucionalidad rectora en
mocionarlas en forma gratuita. Ellos no materia de juventud”. Para modificar esta
suelen ser dueños de inmuebles, y por otra situación, puede aprovecharse el hecho de
parte al Estado suelen sobrarle grandes que, a diferencia de otros aspectos de las
galpones y patios. políticas de juventud, en materia de políti-
Aunque la tarea pueda ser compleja cas culturales los jóvenes no requieren de
por la heterogeneidad de los jóvenes, es la mediación técnica para formular y arti-
imperioso favorecer su perspectiva crea- cular sus demandas. Basta una voluntad
tiva para orientarla a formular conceptos decidida de parte del ejecutivo municipal
sobre la identidad nacional. Concursos, o del Concejo Deliberante para que pue-
viajes, intercambios con expresiones ar- dan ser formuladas y aplicadas. La po-
tísticas de otras generaciones, ciclos de breza no puede ser argumento para dejar
teatro o de cine, son posibles formas de de lado las políticas culturales. Porque hay
promover una mayor imbricación entre lo millones de familias en la miseria, la Pro-
nacional y lo regional. vincia de Buenos Aires no puede darse el
Otro aspecto que puede ser aprove- lujo de ignorar la cultura y la identidad de
chado es el de la tecnología como instru- los jóvenes.

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