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Colegio John Dalton

Alumna: Ruth Janeth Reyes


Díaz

Profesora: Ángela

Sánchez Hernández
Física
3 leyes de Kepler

Viajes interplanetarios
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Índice:

Introducción……………………3
3 leyes de Kepler……………..4
Viajes interplanetarios………..6
Ficha bibliográfica…………….9
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Introducción:

Aquí ablaremos sobre las leyes de Kepler que nos describe el


movimiento de los planetas en sus orbitas.
También se hablara sobre los viajes interplanetarios como son
exploración a la luna a marte y a venus.
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Leyes de Kepler
Las leyes de Kepler fueron enunciadas por Johannes Kepler para describir
matemáticamente el movimiento de los planetas en sus órbitas alrededor del Sol.
Aunque él no las enunció en el mismo orden, en la actualidad las leyes se numeran
como sigue:

 Primera ley (1609): todos los planetas se desplazan alrededor del Sol


siguiendo órbitas elípticas. El Sol está en uno de los focos de la elipse.
 Segunda ley (1609): el radio vector que une un planeta y el Sol barre áreas
iguales en tiempos iguales. ley de las áreas es equivalente a la constancia
del momento angular, es decir, cuando el planeta está más alejado del Sol
(afelio) su velocidad es menor que cuando está más cercano al Sol (perihelio).
En el afelio y en el perihelio, el momento angular L es el producto de la masa del
planeta, su velocidad y su distancia al centro del Sol.

 Tercera ley (1618): para cualquier planeta, el cuadrado de su período


orbital es directamente proporcional al cubo de la longitud del semieje
mayor a de su órbita elíptica.

Donde, T  es el periodo orbital (tiempo que tarda en dar una vuelta alrededor del
Sol), (L)  la distancia media del planeta con el Sol y K  la constante de
proporcionalidad.
Estas leyes se aplican a otros cuerpos astronómicos que se encuentran en
mutua influencia gravitatoria, como el sistema formado por la Tierra y la Luna.

Formulación de Newton de la tercera ley de Kepler


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Kepler dedujo sus leyes a partir de observaciones astronómicas precisas


obtenidas por Tycho Brahe y, aunque sabía que explicaban el movimiento
planetario observado, no entendía las razones de este comportamiento. La
presentación de Kepler incorporaba una gran cantidad de detalles e incluso
especulaciones metafísicamatematica. Fue Isaac Newton quien extrajo de los
escritos de Kepler la formulación matemática precisa de las leyes. Newton fue
capaz de relacionar estas leyes con sus propios descubrimientos, dando un
sentido físico concreto a leyes empíricas. El estudio de Newton de las leyes de
Kepler condujo a su formulación de la ley de la gravitación universal.
La formulación matemática de Newton de la tercera ley de Kepler es:
La fuerza gravitacional crea la aceleración centrípeta necesaria para el
movimiento circular:

Al reemplazar la rapidez v por   (el tiempo de una órbita completa)


obtenemos

Donde, T  es el periodo orbital, r  el semieje mayor de la órbita, M es la


masa del cuerpo central y G  una constante denominada Constante de
gravitación universal cuyo valor marca la intensidad de la interacción
gravitatoria y el sistema de unidades a utilizar para las otras variables de
esta expresión.
Cabe destacar que las Leyes de Kepler no son leyes, como tal, ya que
son deducibles a partir de la Gravitación Universal de Newton, sin
embargo, conservan ese nombre (Leyes) en honor a Kepler.

Los viajes interplanetarios
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 son un caso particular de los viajes espaciales que, a diferencia de los viajes
interestelares, tienen lugar dentro de nuestro Sistema Solar. Por su misma
naturaleza, los viajes interestelares tienen miles de años de duración o
conceptos tales como el Hiperespacio, por lo que han estado casi siempre
relegados a la Space Opera.
Los viajes interplanetarios, en cambio, están al alcance de nuestra tecnología
actual. El hombre ha llegado a la Luna, ha enviado sondas a otros planetas e,
incluso, existen planes de misiones a Marte. Por todo ello, y a diferencia de los
viajes interestelares, los viajes interplanetarios son uno de los pilares de la
ciencia ficción dura.
Los vehiculos espaciales que permitieron estos logros y que se continuan
utilizando hoy en día estaban equipados con un motor químico. Actualmente
cohetes como el Arianne son capaces de colocar satelites y materiales en órbita
de manera habitual y la lanzadera espacial de la NASA es capaz de realizar de
forma más o menos rutinaria viajes de ida y vuelta a la Estación Espacial
Internacional. Sin embargo, la autonomía y la eficiencia de este motor son
reducidas, por lo que viajes a cuerpos más alejados son acontecimientos
realmente extraordinarios.
Los viajes interplanetarios requieren tiempos prolongados de tránsito entre
partida y llegada, con los consiguientes problemas de logística, si se están
transportando humanos. Se tardaban cuatro días en llegar a la Luna, y las
sondas a Marte demoran como mínimo de ocho a diez meses en arribar a su
destino. ¿Cómo poder viajar estas distancias con pasajeros, llevando la cantidad
necesaria de provisiones, atmósfera respirable y repuestos? Seguramente se
deberán diseñar nuevas técnicas para mantener la tripulación, incluyendo la
hibernación. En 2001 se ilustra esta opción poniendo a tres astronautas que
viajan en la nave ``Discovery" en un estado de actividad metabólica reducida
por congelación, con sus constantes vitales funcionando a un ritmo muy lento,
mientras David Bowman explica en una reportaje televisivo que "de esta
manera logramos alcanzar la máxima conservación de nuestros recursos vitales,
en particular comida y aire".

La exploración de la Luna a través de sondas automáticas o naves tripuladas con


el objetivo de sobrevolar, orbitar la Luna o bien alunizar en ella se inició en los
últimos años de la década de 1950. Las misiones lunares se pueden dividir en
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dos grandes grupos: misiones lunares tripuladas y misiones lunares no


tripuladas.
La antigua Unión Soviética fue la pionera al realizar misiones lunares no
tripuladas entre 1959 y 1976, pero el Proyecto Apolo de los Estados Unidos fue
el único que realizó misiones lunares tripuladas. Con posterioridad, Europa,
Japón, China y la India han realizado misiones lunares no tripuladas todas con
relativo éxito.
Actualmente hay varios proyectos en desarrollo por parte de varios países para
volver a realizar misiones tripuladas a la Luna a partir de 2018.
El planeta Venus fue el primer cuerpo del Sistema Solar tras la Luna que fue
visitado por una sonda espacial. La exploración espacial de Venus comprende
numerosas sondas americanas y soviéticas durante los años 60 y 70 del siglo XX.
La cantidad de sondas de exploración enviadas al planeta se redujo en la década
de 1980 y 1990 y actualmente es el objetivo principal de misiones científicas
europeas y japonesas. La órbita de Venus es un 28 por ciento más cercana al Sol
que la de la Tierra. Por este motivo, las naves que viajan hacia Venus deben
recorrer más de 41 millones de kilómetros adentrándose en el pozo gravitatorio
del Sol, perdiendo en el proceso parte de su energía potencial. La energía
potencial se transforma entonces en energía cinética, lo que se traduce en un
aumento de la velocidad de la nave. Haciendo un símil, es algo parecido a caer
en picado con un avión, y tener que aterrizar justo cuando la velocidad es
mayor, lo cual hace que este tipo de trayectorias deba ser afinada con mucha
precisión. Por otro lado, la atmósfera de Venus no invita a las maniobras de
frenado atmosférico del mismo tipo que otras naves han efectuado sobre
Marte, ya que para ello es necesario contar con una información
extremadamente precisa de la densidad atmosférica en las capas superiores y,
siendo Venus un planeta de atmósfera masiva, sus capas exteriores son mucho
más variables y complicadas que en el caso de Marte.

La exploración espacial de Marte comenzó en el contexto de la carrera espacial


entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética a la que dio lugar la Guerra
Fría entre estos dos países. Pero el interés en Marte y en la posibilidad de que
allí hubiera vida, se remonta ya a 1877 cuando el astrónomo italiano Giovanni
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Schiaparelli afirmó haber visto canales por todo el planeta. Posteriores


astrónomos habían intentado comprobar la postulación del astrónomo
estadounidense Percival Lowell que sugería que los presuntos canales
descubiertos por Shiaparelli eran un sistema de irrigación creado por seres
inteligentes.

Aunque no había pruebas reales de estas especulaciones, los humanos creamos


toda una serie de teorías o mitos sobre Marte, que trascendieron en la
literatura y en la creación de leyendas sobre supuestos marcianos que hacían
visitas a distintas partes de la Tierra.

Por lo tanto se puede afirmar que la exploración de Marte es un fruto de la


necesidad del hombre de conocer la verdad a partir de todos estos productos de
la imaginación que fueron generando un inmenso interés en el planeta rojo y en
la posibilidad de hacer contacto con otras inteligencias.

Bibliografías:
http://es.wikipedia.org/wiki/Leyes_de_Kepler
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http://es.wikipedia.org/wiki/Exploraci%C3%B3n_de_Marte
http://es.wikipedia.org/wiki/Exploraci%C3%B3n_de_la_Luna
http://es.wikipedia.org/wiki/Exploraci%C3%B3n_de_Venus

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