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A la hora de los enunciados políticos, la constelación opositora fluctúa entre

un progresismo declamativo y autocontradictorio (como el que sustenta el


reclamo del 82 por ciento móvil en combinación con la baja de las retenciones
a las exportaciones agrarias)

Cobos y la nación

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1285071

Desplantes, acusaciones cruzadas y aceleradas negociaciones preelectorales


fueron algunas de las consecuencias de una decisión que marcó un quiebre: el
voto no positivo de Julio Cobos . A dos años de su discurso en el Senado, su
protagonista osciló entre las críticas a su compañera de fórmula, Cristina
Kirchner, el acercamiento a la UCR y su posible candidatura a presidente.

Durante los primeros meses posteriores a la noche del 17 de julio, el


vicepresidente se movió como un péndulo entre el kirchnerismo y la
oposición. No se distanciaba del Frente para la Victoria, pero se juntaba con
gobernadores enfrentados al Ejecutivo. Halagaba algunas decisiones oficiales
pero asistía a cada acto que organizaba el campo. Pedía "dar vuelta la página"
para reconstruir el vínculo con la Presidenta, pero cuando quedaba a cargo
del Ejecutivo cuestionaba la política económica.

Minutos después del voto, Cobos quedó en el centro de la escena opositora. El


mendocino se mostró siempre cerca del campo, aunque evitó confrontar con
el Gobierno. Y hasta intentó algunos acercamientos con la Presidenta. Antes
de recluirse en Mendoza, aclaró que no renunciaría a su cargo, afirmación que
se cansó de repetir durante estos dos años.

Video: el voto

A medida que las encuestas lo señalaban como el gran candidato para


enfrentar a los Kirchner en 2011, el despacho desbordaba de opositores en
busca de un acercamiento. De vuelta en Buenos Aires, el vicepresidente
comenzó una relación pendular con el oficialismo: intentó conciliar, aunque,
cuando podía, se mostraba con la oposición.

Su primera impresión favorable fue cuando halagó la designación de Sergio


Massa, flamante jefe de Gabinete. También destacó la tarea del saliente
Alberto Fernández en el puesto. "Ojalá pueda haber una buena relación entre
la Presidenta y el vicepresidente ", dijo, esperanzado con la idea de
reconstruir las relaciones. Pero después recibió al gobernador de Santa Fe,
Hermes Binner, y al de Córdoba, Juan Schiaretti ?en ese momento enemistado
con el kirchnerismo-.

El encuentro. El péndulo volvió a tocar el otro extremo cuando pidió una


audiencia con la Presidenta. Sin embargo, un día antes de visitar la Casa
Rosada, recibió en su despacho a Felipe Solá y a Alfredo De Ángeli . Sus gestos
y sus palabras transitaban caminos distintos.

Tras 22 días sin verse , la reunión fue fría. La Presidenta le reprochó su voto
en la noche de la 125: le dijo que su rechazo a las retenciones móviles era
"inexplicable". Horas después, Cobos se sintió más a gusto cuando visitó La
Rural entre vítores de héroe.

No conforme con la distancia impuesta por el oficialismo, el vicepresidente


pidió "dar vuelta la página" y reclamó que el Gobierno "tenga en cuenta a la
Concertación", espacio que lo llevó a la vicepresidencia. La respuesta del
kirchnerismo fue clara: en un acto en Mendoza, la Presidenta se mostró con el
gobernador peronista Celso Jaque, su opositor provincial.

Las primeras críticas de Cobos llegaron cuando quedó a cargo del Ejecutivo
tras la gira de la Presidenta por Paraguay. Cuestionó el plan oficial de
estatizar Aerolíneas y pidió transparencia para las cifras del Indec.

También aprovechó para acercarse a la UCR. Sería el inicio de una relación


sinuosa, con idas y vueltas, que sigue sin resolverse. Mientras sus diputados
afines finalmente apoyaban el proyecto kirchnerista para estatizar Aerolíneas
Argentinas ?con modificaciones-, el vicepresidente posó en una decena de
actos del campo y exigió acelerar las respuestas al agro.

Coqueteo con Binner. En septiembre, Cobos respaldó la decisión del Gobierno


de cancelar la deuda con el Club de París. También comenzó el tiempo de los
coqueteos preelectorales. Desde su entorno mencionaron una posible fórmula
compartida con Binner. Dos semanas después, el mendocino visito al
mandatario provincial en su despacho y volvieron a crecer los rumores.

Levantó su perfil. Corrió maratones, brindó charlas en universidades del


exterior y hasta fue a ver al equipo argentino de Copa Davis.

Las acusaciones desde el oficialismo volvieron a encenderse cuando, en


ejercicio de la presidencia, Cobos recibió a Mauricio Macri. "Conspirado" y
"desleal", le dijo Miguel Ángel Pichetto. El vicepresidente respondió con
marcadas negativas: no acompañó la estatización de las jubilaciones y pidió
explicaciones por la relación de Julio De Vido con la valija de Antonini Wilson.

Un mes después, Cobos recuperó el protagonismo. Mientras Cristina recorría


África, Pro aprovechó para pedirle que vete la ley que reestatizaba las
jubilaciones, pero el vicepresidente lo consideró "inoportuno" y evitó un nuevo
escándalo.
Máxima tensión. Lejos de amainar los ánimos, la tensión alcanzó su punto
máximo en diciembre, cuando Cobos reivindicó su voto no positivo. En un acto
en La Plata, Néstor Kirchner lo tildó de "destituyente". Desde ese momento, el
conflicto se tornó irreversible. El péndulo se había inclinado hacia el extremo
opositor y de ese lugar ya no se movería.

Las acusaciones cruzadas y los desplantes. En febrero de 2009, el oficialismo


decidió no enviar al Regimiento de Granaderos a Caballo al acto por un
aniversario de San Martín que encabezaba el radical. La Presidenta ya había
dado aviso de la distancia: en la misa navideña celebrada en Luján no le
dirigió la palabra. En sintonía con la fría relación, sólo le brindó un protocolar
saludo en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.

Volvieron a quedar frente a frente en las urnas: Eduardo Brizuela del Moral,
candidato cobista, ganó las elecciones en Catamarca y le propinó una dura
derrota al matrimonio presidencial, en marzo de 2009. Tras la victoria, Cobos
repartió una batería de críticas en los meses posteriores: cuestionó el
adelantamiento de las elecciones, repudió las candidaturas testimoniales y,
antes de los comicios legislativos, se solidarizó con Francisco de Narváez,
imputado en una causa sobre el tráfico de efedrina.

Elecciones. El ánimo proselitista apresuró sus múltiples negociaciones. En


Mendoza, el Partido de la Concertación arrasó. Horas después, el
vicepresidente reclamó un cambio de rumbo en el Gobierno. Cuestionó el
Fútbol para Todos y recordó que el dinero que aportó el Estado para la TV es
sustancialmente mayor al presupuesto de la Secretaría de Deportes. También
fue duro con la ley de medios: en pleno apuro oficial para votar la iniciativa
antes del recambio legislativo, pidió que "un debate profundo".

En enero, desatada ya la crisis en el Banco Central (BCRA), la Presidenta


pronunció la distancia. Suspendió una visita oficial a China para no dejar a
cargo del Ejecutivo a Cobos. El vicepresidente aclaró que, en tal caso, no
llamaría a sesiones extraordinarias para tratar el uso de reservas del BCRA y le
pidió que "reconsidere" la decisión.

Después de mucho tiempo, Cobos y el kirchnerismo volvieron a transitar el


mismo camino. La crisis en el Banco Central había puesto al vicepresidente en
la tarea de resolver el futuro de Martín Redrado. Cobos aconsejó que el ex
presidente de la entidad se alejara y recibió críticas desde la oposición por su
postura.

Pese a la coincidencia, el vicepresidente no declinó en su perfil opositor. El


kirchnerismo repitió su fórmula : lo excluyó de los populares festejos por el
Bicentenario. La cena de gala, con presencia de presidentes extranjeros,
contó con Ricardo Alfonsín, pero el vicepresidente no fue invitado.

El golpe. El propio Alfonsín le propinaría el más duro de los golpes posteriores


al voto no positivo. En un intento por reposicionar su candidatura, el cobismo
perdió la interna del radicalismo en la provincia de Buenos Aires, un área
clave para manejar la estructura partidaria de cara a 2011.
Tras el cachetazo electoral, volvió a levantar el perfil. Insistió en su
arremetida contra el oficialismo y parece haber elegido a la UCR para su
candidatura. Hasta enfrentó a los Kirchner con uno de los temas más
delicados: el matrimonio gay. Lejos de la postura del Frente para la Victoria,
el vicepresidente apoyó la unión civil sin adopción.

Las oscilaciones todavía marcan el rumbo del vicepresidente y su futuro


político es una incertidumbre.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1285065

El fenómeno Cobos bajo la lupa de los especialistas


Lejos de la aceptación pública que alcanzó con el voto no positivo, Cobos
sigue cayendo en las encuestas; consultados por lanacion.com, Berensztein,
Fraga, Del Franco, Römer, López y Fornoni explican por qué
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Por Santiago Dapelo
De la Redacción de lanacion.com
sdapelo@lanacion.com.ar
@SantiagoDapelo

Hay preocupación en el entorno de Julio Cobos. Lejos de sostener o mejorar


la imagen que cosechó con el voto no positivo hace dos años y que lo
catapultó como el dirigente mejor posicionado de la política vernácula, el
vicepresidente no para de caer en la consideración pública.

Para intentar explicar por qué se produce el descenso de la valoración que la


sociedad tiene de Cobos, lanacion.com consultó encuestadores y analistas de
opinión que cuestionaron la actitud que mantuvo el ex gobernador mendocino
desde que emitió su voto contra la resolución 125, en el punto más álgido del
conflicto entre el campo y el Gobierno.

"Es un buen opositor, pero sin una propuesta que trascienda." "La imagen se
estancó y cayó porque en Cobos recae el peor atributo que puede
manifestarse en un político: la ambigüedad." "Es un especulador." "La
imprevisibilidad que rodea a sus solitarias decisiones y las dudas que suscita
su capacidad para llevar adelante una gestión, habida cuenta de la asociación
con la figura de Fernando de la Rúa, provoca temor."

Estas fueron algunas de las definiciones que utilizaron Sergio Berensztein,


Rosendo Fraga, Analía del Franco, Graciela Römer, Artemio López y Mariel
Fornoni, consultados por lanacion.com, para explicar lo que ocurre con el
fenómeno Cobos.
Además, los principales analistas de opinión pública del país visualizan que el
surgimiento del diputado nacional Ricardo Alfonsín generó una "situación de
espejo", en la medida que uno baja su imagen, Cobos, el otro, Alfonsín, sube.

"Desde el voto no positivo, el vicepresidente no logró diferenciarse del


Gobierno. Hace dos años mostró valentía y ocupó un lugar que estaba
desocupado: la oposición. Esta es la razón que lo catapultó a la gloria y eso es
lo que no pudo mantener", dijo Graciela Römer.

Para la directora de Graciela Römer y Asociados, estudio dedicado a la


consultoría política y estrategias de campañas políticas, el deterioro "se
produce porque Cobos recae en el peor atributo que puede manifestarse en
un político: la ambigüedad".

Sergio Berensztein, director de Poliarquía, aseguró que el desgaste no alcanza


únicamente a Cobos, sino a todos los líderes de la oposición: "El deterioro es
producto de la falta de resultados de la oposición y los logros que alcanzó el
Gobierno, como por ejemplo con el matrimonio gay. Así, Cobos confirma la
regla".

En ese sentido, Berensztein llamó a la dirigencia a tener cautela: "Los


argentinos estamos sometidos a permanentes inestabilidades, trayectorias
súbitas que así como suben rápido, también pueden bajar rápido. Tenemos
una historia llena de líderes que no lograron consolidarse".

Analía del Franco explicó que "la alta evaluación del vicepresidente se
produjo específicamente por la intervención en un conflicto que parecía sin
fin. Lo destrabó y le dio cierto alivio a la sociedad".

La directora de Analogías aseguró que Cobos "debió alimentar" el


reconocimiento que alcanzó con ese hecho puntual. "Pensemos que antes de
julio de 2008 manifestaba conocerlo sólo el 30 por ciento de la población, no
conocían antecedentes de él y no había una plataforma de imagen propia para
que este episodio se enmarcara".

Más razones. Sociólogo y encuestador, Artemio López fue directo para


calificar el comportamiento del ex gobernador de Mendoza: "Es un
especulador".

Según el director de la consultora Equis, con uno de los blogs más importantes
de la blogósfera política y cercano al gobierno nacional, Ramble Tamble,
"Cobos perdió la espontaneidad desde aquel día". Y añadió: "Decidió
transformarse en un opositor al gobierno desde adentro y así oponerse como
un plan sistemático con el objetivo de realizar una campaña política".

Desde Management & Fit, Mariel Fornoni, explicó que el deterioro que sufre la
imagen del mendocino se debe a que "aparecen como puntos no muy claros el
entorno que rodea al vicepresidente, la imprevisibilidad que rodea a sus
solitarias decisiones y de hecho también las dudas que suscita su capacidad y
posibilidad de llevar adelante una gestión, habida cuenta que la asociación
con la figura de [el ex presidente Fernando] De la Rúa, provoca inseguridad y
temor".

Fornoni, directora de la consultora, agregó: "Su mérito había sido enfrentar a


los Kirchner para destrabar un conflicto. Luego el vicepresidente no logró
repetir situaciones en ese sentido, por el contrario, cuando tuvo que decidir
sobre la remoción de [Martín] Redrado en el BCRA lo hizo en el mismo sentido
que el oficialismo y esa actitud decepcionó a parte de sus seguidores".

El efecto Alfonsín. Entre los analistas también hubo coincidencia en destacar


el efecto que tuvo la aparición de Ricardo Alfonsín en el escenario electoral.
Römer dijo "que la imagen de Cobos se estancó y cayó en situación de espejo
con el crecimiento de Ricardo Alfonsín".

En sintonía, López coincidió con Römer y agregó que "a diferencia de Cobos,
Alfonsín es un dirigente que le hace honor a la política, que actúa libre de
presiones e independiente de las corporaciones y que siempre defendió los
intereses de su partido".

Berensztein también ensayó una teoría respecto de lo que ocurre con


Alfonsín: "Es un fenómeno difícil de explicar. Sin quererlo capitalizó la muerte
del padre, sumado al parecido que tienen, hizo que la sociedad volcara en él
los atributos que veía en Raúl Alfonsín; un continuador del legado".

En este punto, Del Franco sostuvo que Cobos "nunca fue favorito" en el
radicalismo, pero que con su actitud hace dos años "logró captar el respeto"
de la sociedad. "Al irse desdibujando su imagen en la sociedad, también lo
hizo en su partido; esta es la razón por la que hoy tiene competencia", dijo.

Renunciar si o no. La directora de Analogías planteó un interrogante que viene


persiguiendo a la figura de Cobos desde el voto no positivo: "¿Debió renunciar
a su cargo?" El vicepresidente respondió infinidad de veces que no lo haría.

"La gran duda es si hubiera sido mejor renunciar. En lo personal considero que
las renuncias también flashean en un primer momento y después hay que
alimentarlas. «El me voy porque no me gusta lo que pasa» tiene varios
ejemplos", dijo la especialista.

Para Berensztein, Cobos debería optar por una solución intermedia: "Tendría
que considerar la licencia, pero entiendo que no lo haga ya que aún no son
claras las reglas que tendrá la próxima elección".

En tanto, Fornoni, aclaró que Cobos "hoy ha perdido casi 20 puntos y ha


crecido casi 15 puntos su imagen negativa".

"Dos presidenciables"
El director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, Rosendo
Fraga, dijo a lanacion.com que "hasta que Alfonsín se impuso en la interna
radical en Buenos Aires, Cobos era el político con mejor imagen y el único
candidato presidencial de la UCR. Ahora, hay dos candidatos presidenciales
del radicalismo y Cobos baja por la simple razón de que ahora este voto se
divide entre dos. Alfonsin crece a costa de Cobos y no de los restantes
candidatos de la oposición.

Comentarios
Cobos es por esencia un traidor, fue expulsado perpetuamente de su partido,
y luego le dió la espalda al proyecto al que se sumó, hoy está sumido en la
nada, no renuncia porque el llano lo haría evaporarse del mundo político
como una gota de agua sobre el desierto, es un personaje sin ideas, se opuso
a todo los planes del gobierno, en forma sistemática, por ende no es confiable
y la gente lo percibe, temen a otro De la Rua en el gobierno. Hasta cuando
votó contra la 125 manifestó sus dudas cuando dijo: "mi voto es no positivo" y
debiera haber dicho "mi voto es negativo". Hoy el chacarero sabe como se
perjudicó con ese voto, recien hoy lo sabe porque los medios informaron mal,
terjiversaron los efectos reales de la ley del gobierno, el chacarero pequeño
se perjudicó con la desaprobación de la 125 y lo sabe, incluso exintendentes
de ciudades sojeras por excelencia lo reconocen, y por el contrario se
favorecieron los grandes pools de siembra, Magnetto es uno

Cobos le hizo un gran favor al gobierno. Desde su voto no positivo hasta la


fecha, el gobierno ha recaudado más que si estuviera vigente la 125.

Buen viaje al olvido.

Esto es de perogrullo pero me impresiona como la herramienta de twitter caló en esta


gente cuasi-iletrada, en donde los 140 caracteres les dan un refugio de parquedad a sus
limitaciones. Digo, más allá de la moda y la instantaneidad, no hay sustancia en sus
dichos, solo slogans y frases (em)paqueta(da)s

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