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3 6.941
derechos
en Se rie.
34 78.96
De Breaking Bad
a Black Mirror
ISBN: 978-607-97694-5-1
Contenido
Presentación vii
Prólogo xi
IV. Outlander, una serie que nos remonta al pasado del pasado 85
Alberto J. Montero
vii
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
En este sentido es que hay que reconocer la aportación editorial que hace
este libro: Los derechos en serie. De Breaking Bad a Black Mirror, coordinado por
Walter M. Arellano. Es indudable que, al igual que la literatura y el cine, las
series de televisión se han convertido en un valioso objeto de estudio, desde la
2
Carrión, Jorge. Teleshakespeare. Madrid, Errata Naturae, 2011, p. 9.
3
Müller, Jürgen y Steffen, Haubner. “Bienvenidos a la familia” en Las mejores series de TV,
las series favoritas de Taschen de los últimos 25 años. Köln, Taschen, 2015, p. 6.
viii
Presentación
ix
PRÓLOGO
xi
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
xii
Prólogo
Sin duda que estos productos televisivos son un verdadero espejo espectral
de la sociedad contemporánea en el que nos miramos para reconocernos y
cuestionarnos. Lo que encontramos en ese espejo digital es muchas veces
inquietante e irritante, pero catártico o liberador. Estas series televisivas
(literalmente nos permiten “ver a distancia” la vida, a distancia cómoda que
permite el gozo estético, pero también la reflexión) cumplen a la perfección con
la función esencial de la mímesis dramática, que ya había planteado Aristóteles
en su Poética hace muchos siglos. En efecto, en estas series vemos historias
sorprendentes y, en ocasiones, alucinantes, inquietantes y hasta hilarantes,
pero mediante su consumo iconomático sublimamos nuestras angustias y
pasiones, y por ello nos liberamos de miedos y preocupaciones cotidianas,
al menos por unas cuantas horas que pasamos enchufados a las pantallas
de nuestros dispositivos de realidad ficticia servida a domicilio. Porque,
paradójicamente, cada hora que invertimos en mirar estas series, la restamos
de nuestra propia acción vital y quizá de nuestra capacidad para enfrentar
nuestros problemas reales, y para construir auténticas experiencias del mundo
que nos rodea. No obstante, la contemplación mimética de la iconomanía
contemporánea puede ser empática y también nos entrena, quizá sin darnos
cuenta, para deliberar sobre nuestros propios dilemas y conflictos morales,
y sus inevitables implicaciones sociales, ambientales, políticas y jurídicas.
Así que no quiero decir que esta nueva adicción del consumo iconomático –en
la que muchos hemos caído– sea solamente negativa y nos arranque la vida a
pedazos con sus relatos audiovisuales; también es preciso reconocer que nos
la devuelve procesada y reflexionada mediante la introspección intersubjetiva
y la memoria colectiva.
Los autores de Los derechos en serie nos presentan en varias facetas una
deconstrucción de los problemas y conflictos éticos, legales y políticos que se
exponen en estas series merecedoras de premios y aclamaciones globales, y
nos proponen formas sugerentes de interpretarlos y analizarlos. Desde luego,
podemos coincidir o no con las opiniones de sus autores, bien planteadas
y documentadas, pero –sin duda– estos ensayos cumplen su objetivo al
suscitar el debate y despertar la reflexión colectiva. En este sentido, los textos
que tiene el lector ante los ojos no son convencionales análisis jurídicos ni
teorizaciones culteranas, sino ensayos socioculturales, con pinceladas de
posicionamientos políticos, éticos e incluso filosóficos que resultan atractivos
y que mantienen durante todo el libro el interés del lector. Así pues, estos
ensayos de divulgación jurídica (pues podemos aprender también conceptos
y teorías jurídicas, así como revisar un cúmulo de casos de estudio) se
adentran en la exploración del presente y futuro de los derechos civiles en
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Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
xiv
nota del coordinador
xvii
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
xviii
Nota del coordinador
xix
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
xx
BREAKING BAD: UNA MIRADA IN(JUS)TIFICADA
Walter M. A rellano*
Sumario: § I. Nota introductoria. § II. Breaking Bad, ¿una serie para abogados?
§ III. Breaking Bad y el derecho. § IV. Reflexiones finales.
§ I. Nota introductoria
Mi nombre es Walter Hartwell White. Vivo en Niagara Royal Lane 308, Albuquerque,
Nuevo México 87104. A las entidades policiales: no estoy admitiendo crimen alguno,
este es un mensaje para mi familia: Skyler, eres el amor de mi vida, espero lo sepas;
Walter Junior, tú eres mi muchachote. Habrá algunas cosas… que descubrirán sobre mí
en los próximos días, sólo quiero que sepan que, por feas que se vean, las hice con
el corazón puesto en ustedes…adiós.1
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Walter M. Arellano
4
De la Torre, Toni, Series de culto, España, Planeta, 2015, p. 9.
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Sin más preámbulo, esperamos que este esfuerzo creativo lo sea real-
mente para quien lee estas líneas, igualmente, que los párrafos subsecuentes
sean disfrutados tanto como nosotros gozamos la escritura de este trabajo.
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Walter M. Arellano
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Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
hay que reconocer que el derecho, los doctrinarios y los operadores jurídicos
no pueden ser omisos al tema, de lo contrario, tendríamos un grave problema
de insensibilidad por parte del gremio y, además, hablaría de juristas alejados
de su contexto e incapaces de dar respuesta a los problemas de su aquí y ahora.
No nos queda duda en que Breaking Bad es una de las series mejor logradas
en materia de narco-series, ya que muestra la otra cara de la moneda, o mejor
dicho la versión del otro lado de la frontera: el narcotráfico desde los Estados
Unidos, sus estrategias de combate, pero, sobre todo, las complicidades insti-
tucionales, y la corrupción que no es exclusiva de México y, también, el por
qué, a pesar de los efectos colaterales en Estados Unidos, la guerra contra el
narco se “peleó” y sufrió en México.
Estamos plenamente convencidos de que algunos episodios de Breaking Bad
pueden tomarse legítimamente como punto de discusión en clases de derecho
penal, criminología, propiedad intelectual, derecho civil, derecho fiscal, filo-
sofía del derecho, derecho migratorio, en fin, en casi todas las áreas del derecho
podemos encontrar una vinculación directa o secundaria a Breaking Bad.
Para todo abogado apasionado del cine y las series resulta ser hasta cierto
punto una reacción predecible, e incluso involuntaria, analizar a la luz del
derecho las situaciones proyectadas en las películas o series, Breaking Bad no
es la excepción, ya que, por más que quisiéramos evitarlo, algunas escenas
nos invitan a pensar ¿esto es posible o es ficticio en el mundo jurídico?, lo
cual, seguramente, también les sucedió a los químicos, contadores o, incluso,
especialistas en temas de seguridad. Es por ello, que mirar este aclamado
trabajo audiovisual es de gran valía no sólo para los abogados, sino también
lo es para los estudiantes de nuestra disciplina jurídica.
Breaking Bad nos da una variedad de posibilidades para analizarla desde
una óptica legal, particularmente, desde la reflexión acerca del rol de los
personajes en el mundo del derecho. Las relaciones jurídicas, como sucede en
la vida diaria, están latentes en cada uno de los capítulos de la serie, en unas
ocasiones algunas más que otras, pero siempre de manera omnipresente,
aunque a veces imperceptible sin el lente jurídico.
Echar un vistazo a Breaking Bad en clave jurídica no sólo se traduce en poner
de manifiesto los hechos y actos jurídicos que se llevan a cabo entre los personajes
del rodaje, también es una forma de notar las inconsistencias entre el discurso
jurídico frente a “la vida real”; las ansiedades sociales respecto al derecho; y,
sobre todo, la forma en que se materializa “lo jurídico” y “lo justo” en el día a día.
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Walter M. Arellano
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Un tratado de no violencia.
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Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
presidente” (risas)…no es lo que sucede siempre. Hay cosas legales que no debe-
rían serlo: la metanfetamina era legal, la vendían en todas las farmacias del
país. Gracias a Dios recobraron el sentido.
—Walter: Sí…
14
Carrión García, Yazmín, Derecho. Fines y alcances desde la perspectiva de Fernando Savater, México,
Porrúa-Facultad de Derecho, 2013, p. 127.
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Walter M. Arellano
Desde los primeros capítulos se puede ver que las circunstancias económicas
de la familia White no son las más óptimas. Sin importar que el padre de
familia es un sobresaliente químico que imparte cátedra en una escuela
pública, éste se ve obligado a tener un segundo empleo como cajero en un
autolavado, que aún así, ni con ambas percepciones económicas es suficiente
para satisfacer cuestiones tan necesarias como la del derecho a la salud, no
hay que olvidar que además de tener cáncer de pulmón, su primogénito
padece una parálisis cerebral y su esposa se encuentra embarazada, en los
tres supuestos se ve la ausencia del Estado.
Esta disociación entre “mérito” y condición social es el primer cuestiona-
miento al llamado American way of life, ¿cómo es posible que una persona con
el conocimiento de White tenga que pasar por tantas desavenencias econó-
micas?, al respecto dice Daniel Pontón:
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Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
15
Pontón, Daniel, “Breaking Bad y la nueva geopolítica de las drogas”, en Plan V, Ecuador, 2013,
https://www.planv.com.ec/historias/sociedad/breaking-bad-y-la-nueva-geopolitica-drogas
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Walter M. Arellano
—Dueño del cementerio de autos: ¿Tiene una orden? (se dirige a Hank
mientras éste busca entrar a la casa rodante)
—Hank: ¿Quién es usted?, y, ¿qué hace aquí este vehículo?
—Dueño: Soy el dueño de este lote, lo que significa que está allanando
mi propiedad. La caravana está aquí me parece que está cerrada. Usted está
forzándola, así que dígame: ¿tiene una orden?
—Hank: No se necesita una orden cuando hay indicios, “abogado”
—Dueño: Según entiendo, los indicios se aplican a los vehículos…
saltarse semáforos y eso…
—Hank: ¿Ves esto redondo de goma? (señala las llantas) Son ruedas, es
un vehículo.
—Dueño: Esto es un domicilio, una residencia y está protegida por la
cuarta enmienda de registros e incautaciones ilegales, ¿La ha visto rodar por
aquí?, ¿Cómo sabe que funciona?, ¿Ha presenciado alguna conducta ilegal?
Me parece que está especulando y no creo que eso tenga peso ante un tribunal.
—Hank: ¿Sí?, mire esto… ¿qué te parece que son? (señala a hoyos producidos
por bala) A mí me parecen agujeros de bala. Así que alguien ha vaciado un arma de
fuego en este domicilio. Apostaría que un juez consideraría un motivo justificado.
—Walter White: ¿Cómo pudo saber que estaban ahí antes de quitar la
cinta?, dilo (dirigiéndose en voz baja a Jesse)
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Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
—Jesse: ¿Cómo pudo saber que estaban ahí antes de quitar la cinta?
—Dueño: Es correcto. La causa probable debe ser claramente aparente,
ah, hay alguien adentro.
—Walter: Es un domicilio privado y no me acosará (dirigiéndose en voz
baja a Jesse)
—Hank: Te daré tres segundos para que salgas. Uno, dos…
—Jesse: Este es mi domicilio privado y no me acosará…¡Bitch!
—Hank: Está bien, ¿quieres una orden? (sonríe) Los chicos te la traerán
y te la darán en bandeja de plata, ¿cómo lo ves? Si he esperado tanto, puedo
hacerlo un rato más.
Para evitar que Hank obtuviera la orden y de esa forma entrara a la cara-
vana, Walter logró simular, con ayuda de Saul Goodman, una llamada de
urgencia proveniente de un supuesto hospital para hacerle creer que su esposa
Mary había tenido un aparatoso incidente, lo que logró alejar a Schrader y,
por fin, permitió a la pareja de narcotraficantes deshacerse de la casa rodante.
No queda duda que los argumentos legales emitidos tanto por el dueño
del lote como por Jesse –pero pensados por Walter– efectivamente eran legí-
timos para detener a Hank, quien parecía no tener empacho en entrar por la
fuerza al aludido “domicilio”. Una vez que el policía se da cuenta de que fue
víctima de un engaño acudió a la –auténtica– casa de Pinkman a golpearlo
ferozmente, lo que resultó en que Hank pusiera en peligro su empleo, lo cual
fue revertido gracias a la intervención y mediación de Walt.
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Walter M. Arellano
Michel Taruffo dice que “(…) los medios de prueba se conectan con los
hechos en litigio a través de una relación instrumental: ‘medio de prueba’
es cualquier elemento que pueda ser usado para establecer la verdad acerca
de los hechos de la causa”.16A pesar de lo anterior, ninguna prueba se puede
admitir desconociendo su origen, y más tratándose de uno notoriamente
ilícito, por lo que Hank no se puede considerar también un infractor.
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“Te veo”.
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con las tecnologías modernas se hace mucho más fácil la reproducción de las
obras protegidas por derechos de autor y patentes.19
La propiedad intelectual para su protección se divide en dos grandes
apartados: los derechos de autor y la propiedad industrial, ésta última es la
que nos incumbe, pues Walter parece haber sido un elemento fundamental
para la creación de una marca y varias patentes en Gray matter. Carlos
Viñamata dice respecto a la propiedad industrial lo siguiente:
19
Cfr. Becerra Ramírez, Manuel, La propiedad intelectual en transformación, México, Porrúa-
UNAM, 2009, p. 34.
20
Viñamata Pashkes, Carlos, La Propiedad Intelectual, 6a. ed., México, Trillas, 2012, pp. 211 y 212.
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21
Cfr. Rodríguez Lobato, Raúl, Derecho fiscal, 2a. ed., México, Harla, 1986, p. 11.
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un principio, “el primer motor” para que Walter White tomara la decisión de
conseguir dinero fácil a como diera lugar, pero al final, en el capítulo Felina,
White rompió con esta premisa, al dejar en claro que todo lo que hizo no fue
por su familia: “Lo hice por mí, Me gustó. Yo era bueno en eso. Y yo estaba
realmente…yo estaba vivo.”
A pesar de las adversidades económicas y de salud, la familia White se
mostraba unida y en armonía, pero poco a poco, debido a las malas deci-
siones de Walter, se fueron mermando las relaciones familiares a tal grado
que en la última escena familiar se pone a cuadro una imagen desgarradora
de violencia en la que el químico secuestra a su propia hija.
La imagen que tenía Walter Jr. de su padre es muy positiva hasta antes
del derrumbe familiar, Junior lo definía de la siguiente manera: “es un gran
padre, un gran maestro. Sabe todo lo que hay que saber de la química. Es
paciente con nosotros, está siempre a tu disposición. No es más que decente
y siempre hace lo correcto y, eso, es lo que me enseña a ser.” Esta concepción
terminó derrumbada al final de la serie, su hijo ya no quería saber de él.
La tranquilidad y la buena convivencia en la familia White es cambiada
por un ambiente de violencia familiar, el cual se da “en un contexto rela-
cional y discursivo que mistifica el carácter abusivo de estos gestos o, en el
peor de los casos niega su existencia.”26 La violencia es latente y frecuente
desde que White decidió no dar parte a la familia de las decisiones –que
indiscutiblemente tuvieron repercusiones para ellos–, lo cual culminó en un
desastre para todos sus miembros desde la perspectiva jurídica, económica,
psicológica y, por supuesto, moral.
Si bien es cierto que Walter White lejos estaba de enseñar temas relacio-
nados al derecho, su labor docente nos ayuda a hacer una analogía con la
enseñanza de nuestra disciplina jurídica. White, como sucede con muchos
académicos en las facultades de derecho, cae en una monotonía.
La rutina, el desinterés del alumnado en los temas y la precaria condi-
ción económica de las nóminas educativas pueden ser factores comunes en los
que se puede encontrar un académico, independientemente de la disciplina
que se encargue de enseñar, ya sea químico o abogado.
En el personaje del profesor Walter White se alcanza a ver la repeti-
ción y la monotonía como parte de su actividad docente, a pesar de ello, en
26
Barudy, Jorge, El dolor invisible de la infancia, Barcelona, Paidós, 1998, p. 22.
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algunos capítulos aún se ven vestigios de pasión en sus labores frente a grupo,
sin embargo, conforme avanza su carrera delictiva y su enfermedad, pierde
el interés en la docencia de manera fatal. En el fondo, se deja en claro que
White nunca fue un profesor por vocación sino por necesidad.
Las moralejas que nos podemos llevar del desempeño profesional de
Walter White en la academia son que el profesor debe estar plenamente
convencido de dar clases por vocación, nunca por necesidad; ser autocrítico
y revisar constantemente si estamos cerca de la monotonía o la rutina; ser
creativos para evitar a como dé lugar hacer de la academia una tarea pasiva
y estéril. El profesor que no se renueva está condenado a perder uno de los
motores para la docencia: la pasión.
En la primera temporada vemos el cascarón de quien tal vez fue un exce-
lente maestro, que en su falta de renovación y autocrítica no supo acoplar los
contenidos y ejemplos de su materia a las nuevas generaciones, quienes se mues-
tran apáticas a experimentos que tal vez en otros contextos fueron sorprendentes.
Por otro lado, señor White, como sus alumnos lo llamaban, parece ser
un profesor bonachón que no sabe imponer límites ya que sus educandos
constantemente lo retan o lo subestiman. Si bien es cierto que, la verdadera
docencia lejos está de ser una actividad dictatorial, es menester conservar
ciertos estándares de respeto y empatía mutua, lo que parece costarle mucho
trabajo a White, tal vez, por su propia falta de vocación.
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Walter M. Arellano
La defunción de Jane ante la ley lejos está de ser el delito más grave
cometido por White pero, moralmente, es uno de los más deleznables, ya
que se trataba de la pareja sentimental de su socio y amigo Jesse Pinkman, a
quien termina por confesarle a modo de venganza que la dejó morir. A pesar
de todo, White no muestra el mínimo remordimiento pues siempre tenía una
justificación para hacer el mal.
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féminas que toman parte en el guion, como, por ejemplo, Lydia Rodarte-
Quayle quien a pesar de su feminidad es un personaje que se muestra agre-
sivo y masculinizado, las demás mujeres son situadas en el rol de “sombra del
hombre” o simplemente están en un cautiverio30, particularmente adscritas
al rol de madre-ama de casa. En ese tenor dice Delicia Aguado:
30
Véase, Lagarde, Marcela, Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas,
UNAM-Siglo XXI, México, 2005.
31
Aguado Peláez, Delicia, “De Walter White a Heisenberg: el camino del (anti) héroe en
la sociedad del riesgo”, en Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social, Disertaciones,
vol. 10, núm. 2, Universidad del Rosario, Argentina, 2017, https://revistas.urosario.edu.co/
xml/5115/511552609013/html/index.html
32
Cfr. García Díaz, Cecilia, “El odio a Skyler White y los estereotipos fe-
meninos en las series”, en A ver series, España, 2013, https://blogs.20minutos.
es/a-ver-series/2013/08/26/el-odio-a-skyler-white-y-los-estereotipos-femeninos-en-las-series/
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35
Cfr. Zavala, Oswaldo, Los carteles no existen…, op. cit., p. 80.
36
Véase, Trumbore, Dave y Nelson, Donna, Sciencie of Breaking Bad, Mitt Press,
Estados Unidos, 2018.
37
Véase, Wainwright, Tom, Narconomics, ¿Cómo administrar un cártel de drogas?, trad. de
María Orvaños, México, Debate-Penguin Random House, 2016.
38
Véase, Koepsell, David y Arp, Robert, Breaking Bad and philosophy. Badder living throu-
ght chemistry, Estados Unidos, Open court, 2012.
39
Véase, Lee, Eide, The (Breaking) Bad path to enlightenment. Learn from Walter White´s mis-
takes, Estados Unidos, Smashwords editions, 2018.
40
Véase, Cobo, Sergio y Hernández-Santoalla, Victor (coords.), Breaking Bad:530
gramos (de papel) para serieadictos no rehabilitados, España, Errata naturae, 2013.
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BETTER CALL SAUL
CRIMINAL LAW: EL EJERCICIO ÉTICO DE LA ABOGACÍA
Sumario:§ I. Better call Saul y Breaking Bad: dos series televisivas con puntos en común.
§ II. La ética y la moral. § III. La ética en el abogado. § IV. La ética, la moral y el derecho.
§ V. Charles McGill vs Jimmy McGill: moral contra ética. § VI. Conclusiones.
Better call Saul es una serie de televisión estadounidense creada por Vince
Gilligan y Peter Gould, que fue emitida en el año 2015 como precuela de
la exitosa serie Breaking Bad, la cual es preciso describir a grandes rasgos a
fin de contextualizar la trama que se desarrolla y que, en gran medida, in-
fluye en el quehacer profesional del abogado Saúl, quien da lugar a la serie
Better call Saul; serie que es objeto de análisis en las siguientes líneas debido
a su alto interés en cuanto a contenido filosófico-jurídico así como también
jurídico-práctico.
Entre los muchos puntos de interés que encierra la serie mencionada,
destaca la inclinación de su protagonista hacia el desarrollo de una praxis de
la abogacía en la que el resultado es lo que importa y que, automáticamente,
hace cuestionarse multitud de situaciones acerca del ejercicio ético que debe
realizar el abogado, lo que a su vez implica que surjan varios interrogantes
como ¿cuál es la frontera del secreto profesional y dónde inicia el actuar ilícito
del abogado postulante?, ¿cuánto debe inmiscuirse el abogado sin encubrir
y/o inmiscuirse en el actuar criminal?, o ¿lo trascendental es alcanzar el re-
sultado mas no los medios con los que se consigue?
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Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
Estas preguntas no son, en absoluto, únicas de la serie Better call Saul, pues
a diario se pueden ver diferentes abogados que se rigen por la clásica y siem-
pre polémica máxima que reza “el fin justifica los medios”.
Para entender la serie Better call Saul es preciso narrar a grandes rasgos la histo-
ria que se desarrolla en Breaking Bad, serie que gira alrededor de varios personajes
con situaciones y circunstancias muy diferentes que, en último término, com-
parten un objetivo común: conseguir dinero. Uno de esos personajes es Walter
White, un modesto maestro de química con un segundo trabajo en un local de
lavado de autos, asentado junto con su familia en la ciudad de Albuquerque,
Nuevo México, quien por diversas eventualidades, especialmente de salud, deci-
de involucrarse en el mundo de las drogas, específicamente en la producción y la
distribución de metanfetaminas, apoyándose en la colaboración de su ex-alumno,
Jesse Pinkman, poco notable en su época de estudiante pero bastante activo en el
negocio de las drogas, no sólo vendiendo si no también consumiendo.
Walter White, quien es el personaje principal en la trama de Breaking Bad,
se enfrenta con circunstancias económicas desfavorables que cambian por
completo su vida, las que se mezclan con un ambiente familiar complicado,
pues su hijo adolescente nació con una parálisis cerebral, su esposa está em-
barazada y a él le diagnostican un cáncer pulmonar incurable. En vista de ese
cúmulo de condiciones, White se siente orillado a buscar una solución, la que
encuentra después de reencontrarse con Jesse Pinkman.
Aunque Pinkman no resulta ser, ni mucho menos, un profesional en el
ámbito, White decide asociarse con él con la finalidad de intentar mantener
una estabilidad familiar que cada vez se presenta más complicada y garanti-
zar un futuro mejor a sus seres queridos cuando él muera.
En este contexto, White y Pinkman deciden utilizar una caravana para crear
una fábrica de metanfetaminas en su interior, aprovechando las posibilidades que
ello representa entre las cuales destaca, principalmente, la dificultad para las auto-
ridades de realizar un posible rastreo o seguimiento. Asimismo, se crea un reparto
de roles donde White es el encargado de fabricar la metanfetamina mientras que
Pinkman la distribuye valiéndose de su experiencia con las drogas y de sus contactos.
En contraposición a White y Pinkman se ubica otro personaje: el agen-
te especial a cargo de las oficinas de la DEA, Hank Schrader, quien agente
competente y comprometido con su trabajo que busca terminar con las malas
prácticas de estos dos nuevos traficantes que han aparecido en el escenario de
la droga, contándose con el ingrediente extra de que para White no sólo es
un agente de la DEA, pues también es su cuñado, quien al igual que todo el
resto de la familia, ignoran la nueva ocupación de Walter White, conocido en
el mundo de la droga bajo el sobrenombre de Heisenberg.
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Abril Usganga Barradas | Javier Díez García
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Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
Así pues, Better call Saul se desarrolla en el año 2002 –seis años antes de cono-
cer la historia narrada Breaking Bad–, centrándose en la vida de Jimmy McGill,
las decisiones que tomó antes de adoptar el seudónimo “Saul Goodman” y las
repercusiones que tuvieron en su vida profesional y sentimental.
La serie muestra a Jimmy como un hombre con buenas intenciones pero
propenso a tomar el camino rápido para lograr sus objetivos, lo que poste-
riormente lo convierte en un abogado dispuesto a aplicar el derecho de una
forma que, en principio, parecería diferir con la práctica profesional deseable,
pero que posteriormente cruza de forma definitiva la frontera de la ética.
Jimmy se hace de algunos aliados como Mike Ehrmantraut, un ex oficial
de policía de Filadelfia, quien será un socio perfecto, ya que mientras Jimmy
se encargará de la autoría intelectual de ciertas conductas que fácilmente po-
drían clasificarse como delitos, Ehrmantraut ejecutará la materialización de
las mismas gracias a sus habilidades aprendidas como policía.
La personalidad de Jimmy es totalmente la opuesta a la de su hermano ma-
yor, Charles McGill, socio fundador de unos de los más prestigiados bufetes jurí-
dicos de Albuquerque. Charles es un hombre brillante, de gran prestigio, con alto
nivel ético que considera que hacer lo correcto es el verdadero camino al éxito.
La dicotomía antagónica que representa las diferencias entre las perso-
nalidades y la prácticas profesionales de los hermanos McGill, ocasiona que
Charles, después de ver lo infructuoso de su intento por guiar a su hermano
hacia las buenas prácticas, lo desprecie, critique y rechace, toda vez que no
lo considera un verdadero abogado ni una persona honesta, y es que Charles
conoce el pasado de su hermano, quien en su juventud se dedicó al crimen
y las estafas, ganándose el apodo de “Slipping Jimmy”, el cual se puede tradu-
cir como “Jimmy el resbaladizo”. Asimismo, Charles como conoce lo que su
hermano sería capaz de hacer para salirse con la suya, sin tomar en conside-
ración la manera en que sus acciones dañan a la gente que lo rodea, lo justo
de sus actos, la imagen del abogado, ni las consecuencias legales que podrían
tener sobre su persona.
Ante las conductas de Jimmy –que en cierta medida afectan a su desta-
cado hermano mayor–, Charles busca que inhabiliten a Jimmy para ejercer
la profesión de abogado, por lo que le tiende una trampa con la intención
de que Jimmy cometa un delito y así aprovechar para levantar cargos en su
contra acusándolo ante el Colegio de Abogados por una incidencia negativa
en la honestidad o confiabilidad como abogado.
Del mismo modo, Charles, también, aprovecha para culparlo de la des-
integración de su familia, haciendo que, en definitiva, el mundo y autoesti-
ma de Jimmy se derrumben, generando sentimientos de tristeza, impotencia,
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Abril Usganga Barradas | Javier Díez García
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Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
Hart explica en su obra El concepto de Derecho que “el desarrollo del derecho,
en todo tiempo y lugar, ha estado de hecho profundamente influido tanto por
la moral convencional y los ideales de grupos sociales particulares, como por
formas de crítica moral esclarecida, formulada por individuos cuyo horizonte
moral ha trascendido las pautas corrientemente aceptadas”.1
Partiendo de esta apreciación, se observa claramente que el derecho en-
tendido en el sentido más amplio de la palabra se encuentra no solo inspirado
sino también impregnado de un fuerte componente moral que, en múltiples
ocasiones es utilizado como sinónimo de otro término que, si bien se encuen-
tra íntimamente relacionado con aquél, sin embargo cuenta con algunas notas
distintivas: la ética. Y es que, si bien los términos “ética” y “moral” comparten
mismo significado etimológico2, sin embargo la moral está enfocada a estable-
cer los comportamientos que son aceptados y, por ende, considerados adecua-
dos por un colectivo –llámese sociedad– en un contexto específico, mientras
1
Hart, H.L.A., El concepto de derecho, Buenos Aires, Abeledo-Perrot, 1961, p. 229.
2
La palabra latina “mos”, que significa “hábito o costumbre”, da lugar a la palabra
“moral”; mientras que el término griego “ethos”, cuyo significado también es “hábi-
to o costumbre”, es del que proviene el término “ética”.
56
Abril Usganga Barradas | Javier Díez García
Hablar de ética se antoja un tanto idealista, pues tal parece que las inclinaciones
del hombre tienden más a satisfacer en forma individual y egoísta sus deseos
de progreso material, que procurar el bien común a través de la cooperación
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Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
solidaria y altruista con sus semejantes. Es por ello que aún cuando se piensa
que el adquirir un conocimiento de la ética resulta un tanto ocioso, cada perso-
na debe analizar su comportamiento y determinar con conciencia y responsabi-
lidad su proceder, sin buscar pretextos que justifiquen la falta de ética.
La naturaleza y características de la ética muestran –como ya se ha visto
con anterioridad– que ésta se encuentra asentada en el individuo como sujeto
en sí más allá de la colectividad, sin embargo, resultaría complejo poder expli-
car cómo la ética puede ser completamente independiente de la moral, como
si de una pequeña isla (individuo) en medio del océano (sociedad) se tratase.
En esta tesitura, Orozco Molina señala que no nada más corresponde a los
individuos actuar conforme a valores éticos; sino también a los grupos socia-
les, comunidades y gobiernos de las naciones3, poniendo así de manifiesto, en
consecuencia, que la ética tiene que estar acomodada a la moral.
Ahora bien, considero que esta apreciación de Orozco, si bien está ajus-
tada a la vida en sociedad como colectivo unificado y unificable, en el que esa
misma sociedad se debe comportar de acuerdo a unos ciertos estándares ma-
yoritariamente aceptados, sin embargo afecta a la independencia de la perso-
na en cuanto tal, pues el hecho de considerar que el individuo no sólo se debe
regir por su propia ética sino también por la moral implica, automáticamente,
que la ética se encuentra compelida o condicionada a la moral, hasta el punto
de que es la moral la que decidirá la validez del comportamiento ético del su-
jeto en cuestión, haciendo que, por tanto, la persona no pueda desarrollar un
comportamiento ético en conciencia porque siempre se encontrará limitada a
que la colectividad apruebe sus actos.
Esta dicotomía se presenta en Better call Saul en muchas, por no decir
todas, las decisiones de Jimmy/Saul, mismas que se dan como solución a un
dilema que, bien por condiciones externas o internas, éste debe adoptar. En
este sentido, el apelar a que su ética –individual– debe estar condicionada a
la moral –social– representa una restricción de la persona como sujeto indi-
vidual, pues su manera de comportarse, de actuar, de proceder, no deberá ser
validada en tanto la colectividad no lo acepte.
Es indudable que para garantizar la vida en sociedad se deben establecer
una serie de mecanismos uniformes que rijan por igual a los gobernados y que
creen en el imaginario popular un escenario de acción-reacción respecto de
ciertas conductas que puedan atentar o hacer peligrar la vida en sociedad. No
obstante lo anterior, es importante destacar el papel y efectos de la ética y de
3
Orozco Molina, B. Felipe, Ética Jurídica, México, Facultad de Derecho-UNAM,
1998, p. 1.
58
Abril Usganga Barradas | Javier Díez García
59
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
con la realidad del abogado, pues éste en comparación con otras profesiones,
cumple una función social avalada por el Estado disponiendo, también, de los
mecanismos jurisdiccionales e incluso de los medios alternativos de solución
de controversias para satisfacer las causas de quienes buscan justicia por las
vías que el Estado reconoce como legales y legítimas.
Esta condición del abogado se muestra desde el mismo instante en que
las diferentes normativas ordenan que se conduzca con rectitud y lealtad,
coadyuvando en el sistema judicial como árbitro de la verdad, tan es así que
en el derecho penal existen delitos orientados hacia el abogado en concreto4,
o el derecho laboral sanciona conductas específicas de aquél.5
Llegados a este punto, resulta trascendental destacar que, si bien es cier-
to que el objetivo –al menos teórico– de todo sistema procesal es alcanzar la
denominada “verdad histórica” de los hechos, también es una realidad que
no resulte posible lograr esta meta, toda vez que la verdad histórica es sólo
una y sólo la conocen las partes en conflicto, por lo que el hecho de que un
tercero –juzgador– consiga arribar a esa certeza resulta poco menos que
imposible. Así pues, si se tiene en consideración la naturaleza del sistema
procesal, especialmente el penal, se puede observar que éste se encuentra
basado en estándares probatorios,6 no en hechos ciertos e indiscutibles, por
lo que serán las diferentes pruebas aportadas, desahogadas e idóneas las que
generen un sentimiento de convicción en el juzgador que, obviamente, nun-
ca puede estar exento de algún halo de duda respecto a ciertas cuestiones o
puntos litigiosos.
Partiendo de este contexto en el que son las pruebas y no los hechos los
que determinan la probabilidad de sancionar, se llega a la conclusión de que
será más que improbable alcanzar esa “verdad histórica”, por lo que si esto es
así, ¿qué es lo que compele al abogado a hacer justicia –entendida en un sen-
tido moral– si la propia justicia no logra evidenciar la verdad de los hechos?,
¿el hecho de controvertir pruebas que apuntan a una responsabilidad del im-
putado por un delito de homicidio es amoral?, ¿rebatir pruebas en contra de
un violador es poco ético?
4
Véase, por ejemplo, lo dispuesto por el artículo 319 del Código Penal para el Distrito
Federal, el cual establece de manera expresa los delitos de abogados, patronos, liti-
gantes y asesores jurídicos.
5
Así, por ejemplo, lo establece el artículo 48 de la Ley Federal del Trabajo al fijar san-
ciones a los abogados, litigantes o representantes que lleven a cabo actuaciones im-
procedentes con la finalidad de prolongar, dilatar u obstaculizar el procedimiento.
6
Zeferín Hernández, I.A., La prueba libre y lógica. Sistema penal acusatorio mexicano,
México, Instituto de la Judicatura Federal, 2016, pp. 16 y 159-194.
60
Abril Usganga Barradas | Javier Díez García
61
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
Al igual que sucede con las opiniones doctrinales sobre la moral, la ética y la línea
tenue que separa a ambas, en Better call Saul se muestra principalmente la vida
de Jimmy/Saul, pero ello sin desatender los quehaceres de su hermano mayor
Charles, como si de la relación que entre moral y ética existe en la que la una se di-
ferencia de la otra pero, al mismo tiempo, se encuentran ligadas indefectiblemente.
El debate entre ética y moral está presente en Better Call Saul personifican-
do de alguna manera estos abstractos conceptos de tal manera que la moral
podría identificarse con el personaje de Charles McGill mientras que la ética
–o para algunos la falta de ella– se encontraría simbolizada por Jimmy/Saul,
o en otras palabras, se pone de manifiesto el debate entre lo que la sociedad
estima justo (Charles) y lo que el individuo en sí concibe (Jimmy/Saul). En
este sentido, Charles representa la rectitud, el honor, la lealtad, el profesiona-
lismo, es decir, todos aquellos valores que la sociedad como tal esperan de un
abogado, mientras que Jimmy/Saul se rige por sus sentimientos, anhelos, ob-
jetivos y ambiciones que en muchas ocasiones rayan la legalidad hasta el pun-
to de que el propio personaje no llega a distinguir lo válido y lo reprobado.
10
Ibidem, p. 37.
62
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Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
64
Abril Usganga Barradas | Javier Díez García
medio, por lo cual el hombre es un ser libre, pero también un ser que está
obligado. De esta manera, las normas éticas se convierten en jurídicas cuando
adquieren relevancia especial para la convivencia y el grupo social considera
que deben ser obligatorias.14
Este razonamiento pone sobre la mesa un punto muy interesante, pues al
entender a la ética como posible germen de las normas jurídicas en tanto la
sociedad las acepte, se obtiene como resultado que no todo comportamiento
contrario a lo establecido por la colectividad es necesariamente antiético, ya
que si el grupo social comienza a aceptarlo aun a pesar de ir en contra de la
moral establecida, se consolidará hasta tal punto de convertirse en una regla
más a respetar en el sistema, por lo cual la posibilidad de que se pueda dar
un proceso de transformación como el explicado evidencia que ni lo moral
es ético, ni lo ético es moral, pues al igual que el derecho, la moral rige en
un momento y lugar determinados, sin que ello implique que esa moral sea
indefectiblemente respetada y que esa moral represente los valores máximos
inalterables que toda persona debe seguir bajo pena de ser criticado o recha-
zado por la propia sociedad que la ha conformado.
§ VI. Conclusiones
65
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
puede y debe ser analizada desde una óptica jurídica dados los dilemas que
presenta; y es que si bien se trata, a fin de cuentas, de una serie, es esta misma
serie la que hace que se puedan controvertir muchas cuestiones que en princi-
pio podrían calificarse como verdades indiscutibles, tales como, por ejemplo,
que si Jimmy/Saúl interpreta de manera muy extensiva o muy restrictiva una
ley determinada a su favor tras haber realizado un hecho debatible –enten-
dido como polémico y que admite diferentes opiniones–, esa actuación sea
considerada como poco ética o falta de escrúpulos a todas luces, cuando la
verdad es que se puede analizar y argumentar desde diversos planos sin que
siempre se llegue a ese término de calificarlo como poco ético o amoral.
Better call Saul, en definitiva, potencia el pensamiento crítico y analítico del
espectador desde una perspectiva filosófica que hace preguntarse si aquellas
cuestiones consideradas tradicionalmente como verdades lo son realmente.
66
EL DERECHO A LA LUZ DE EL MUNDO SUBMARINO
DE JACQUES COUSTEAU
Fausto Kubli-García*
Sumario: § I. Introducción. § II. Vida y obra de Cousteau. § III. Cousteau y los derechos
de las generaciones futuras. § IV. El Decálogo del Mar de Cousteau. § V. Epílogo.
§ I. Introducción
69
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
70
Fausto Kubli-García
1
SCUBA es el acrónimo de Self-Contained Underwater Breathing Apparatus, es decir,
Contenedor subacuático de respiración autónoma.
71
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72
Fausto Kubli-García
4
Cousteau, Jacques-Yves, “Ocean Policy and Reasonable Utopias”, en The Forum
(American Bar Association. Section of Insurance, Negligence and Compensation Law), vol. 16,
núm. 5, verano 1981, pp. 897-910
5
Cousteau, Jacques-Yves, “A Bill of Rights for Future Generations”, en Proceedings
The Myrin Institute, núm. 34, impresión posterior 1979.
6
Por ejemplo, la Convención relativa a la protección del patrimonio mundial natural
y cultural, (1972), en el artículo 4o.: “Cada uno de los Estados Partes de la
presente Convención reconoce que la obligación de asegurar la identificación,
la protección, la conservación, el reconocimiento de valor y la transmisión a las
generaciones futuras del patrimonio cultural y natural en los artículos 1 y 2 situado
en su territorio, le incumbe en el más alto grado”. De igual manera, la Declaración
sobre el fomento entre la juventud de los ideales de paz, respeto mutuo y comprensión entre
los pueblos, (1965) establece en su preámbulo: “Recordando que, según consta
en la Carta de las Naciones Unidas, los pueblos se han declarado resueltos
a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra”.
73
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
74
Fausto Kubli-García
10
Cuando una persona fallece se extingue su personalidad jurídica, sin embargo,
la figura del “albacea” personifica los derechos y obligaciones del finado.
75
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
presupuesto del gasto público del futuro y con ello, los derechos sociales (edu-
cación, salud, comunicación, cultura, ciencia) de las generaciones futuras.
Los conflictos armados internos e internacionales, muchos de los temas que
aborda la bioética, como el uso responsable del material genético, también
pueden ser violatorios de los derechos humanos de las generaciones futuras,
no obstante, el uso irracional de los recursos, la contaminación y el cambio
climático están en el centro de discusión.
La Carta de Derechos de las Generaciones Futuras propuesta por Cousteau y su
equipo es un documento sencillo con un Preámbulo y cinco artículos. Comienza
con el siguiente cuestionamiento: “¿Por qué debemos preservar un planeta
habitable si no fuera por nuestros hijos y nietos?” En el Preámbulo del docu-
mento se reconoce que la continuidad de la vida y la diversidad del entorno
físico está seriamente amenazado; de igual manera, establece que la promo-
ción y preservación de este tipo de derechos tiene entre otros objetivos, hacer
consciencia en todos los pueblos; también se asume que cada generación tiene
el derecho intrínseco de determinar su propio destino, pero que conlleva res-
ponsabilidades hacia las futuras generaciones como una extensión del derecho
a la vida; finalmente, se hace la solemne proclamación de que se debe asegurar
el reconocimiento universal de este derecho, así como sus responsabilidades.
El breve articulado propuesto por Cousteau está compuesto básicamente
por principios relacionados con dos ejes fundamentales: en principio, la titu-
laridad de los derechos de las generaciones futuras y un régimen de responsa-
bilidades. De igual manera, se hace el llamado a instrumentar estos derechos
de manera de que se hagan eficaces. Por la extensión consideramos hacer una
traducción e incorporarlos en este apartado.
11
Article 1. Future generations have a right to an uncontaminated and undamaged Earth and to
its enjoyment as the ground of human history, of culture, and of the social bonds that make each
generation and individual a member of one human family.
76
Fausto Kubli-García
12
Article 2. Each generation, sharing in the estate and heritage of the Earth, has a duty as trustee for
future generations to prevent irreversible and irreparable harm to life on Earth and to human freedom
and dignity.
13
Article 3. It is, therefore, the paramount responsibility of each generation to maintain a constantly
vigilant and prudential assessment of technological disturbances and modifications adversely affect-
ing life on Earth, the balance of nature, and the evolution of mankind in order to protect the rights
of future generations.
14
Article 4. All appropriate measures, including education, research, and legislation, shall be taken
to guarantee these rights and to ensure that they not be sacrificed for present expediencies and
conveniences.
15
Article 5. Governments, non-governmental organizations, and the individuals are urged, therefore,
imaginatively to implement these principles, as if in the very presence of those future generations
whose rights we seek to establish and perpetuate.
16
Grosseries, Axel, “Constitutions and future generations”, Simposium Proyecto Musa,
recuperado el 12 de marzo de 2019 en la siguiente cibergrafía: http://profs-polisci.mcgill.
ca/muniz/intergen/Gosseries%20-%20Constitutions%20and%20future%20generations.pdf
77
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
78
Fausto Kubli-García
79
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
Principio 15 Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberan aplicar ampliamente el
20
criterio de precaucion conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave o irreversible,
la falta de certeza cientifica absoluta no debera utilizarse como razon para postergar la adopcion de
medidas eficaces en funcion de los costos para impedir la degradacion del medio ambiente.
22
Andorno, Roberto, “The Precautionary Principle: a New Legal Standard for
a Technological Age”, en Journal of International Biotechnology Law, núm. 1, 2004,
pp. 11-19. The precautionary principle is basically an appeal to caution addressed to policy
makers who must take decisions about products or activities that could be seriously harmful to public
health or the environment. For that reason, this emerging principle of international law does not offer a
predetermined solution to every new problem raised by scientific uncertainty. On the contrary,
80
Fausto Kubli-García
it is just a guiding principle that provides helpful criteria for determining the most reasonable
course of action in confronting situations of potential risk. Far from being antithetical to science
or to technological innovation, the precautionary principle aims at promoting alternative modes of
development “safer and cleaner technologies“ in order to ensure a good quality of life for present and
future generations.
22
Cousteau, Jacques-Yves, “Ocean Policy and Reasonable Utopias”, op. cit., pp.
908-910.
81
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
§ V. Epílogo
82
OUTLANDER, UNA SERIE QUE NOS REMONTA
AL PASADO DEL PASADO
Alberto J. Montero*
§ I. Introducción
85
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
1
Dilthey, Wilhelm, El mundo histórico, trad. de Eugenio Ímaz, México, Fondo de
Cultura Económica, 1978, p. 342.
86
Alberto J. Montero
87
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
Como parte de este breve ensayo nos interesa establecer algunos puntos en
común respecto de la forma en cómo las series nos permiten aproximarnos al
pasado y cómo la historia lo hace. Al respecto podemos observar en la serie
que analizamos, que la trama se desarrolla en torno al romance o mejor dicho
a las dos relaciones sentimentales sostenidas por la protagonista en dos épocas
distintas, con su esposo Jonathan Randall en el siglo XX, y con Jamie Fraser
en el siglo XVIII, aunque en su contexto se pueden apreciar algunos aspec-
tos pertenecientes a lo económico, cultural, religioso, político y geográfico, lo
cual semeja en cierta medida la tarea del historiador quien busca recrear el
pasado en su obra y para ello da cuenta de el mayor número de los aspectos
que permitan comprender el eje temático de su investigación.5
Entre los aspectos que queremos señalar como comunes a la serie y a la
tarea del historiador, se encuentra la necesidad de establecer límites para el
quehacer histórico, pues es imposible la tarea de dar cuenta de todo lo ocu-
rrido, y aunque ello es necesario tiene su lado negativo ya que con frecuencia
se da cuenta del pasado sirviendo a los intereses del presente por lo que nues-
tra narración de lo acaecido puede asociarse de forma inocente en apariencia
hacia la justificación de algún nacionalismo, y en este sentido la historia que
se narra carece de parcialidad, ya que se suelen presentar y realizar mayor
énfasis en errores o excesos de algunos de los personajes históricos con el pro-
pósito de proyectar de forma positiva a otros personajes, tal como ocurre en
Outlander en la que el espectador puede identificar a los buenos de los malos.
Es evidente que no se va al pasado como quien se aventura a dar un
paseo sin desear ir a ninguna parte, ya que para encontrar algo se debe buscar
algo, para conocer algo se debe preguntar al respecto, nada parte de nada;
por lo que quien va al pasado por nada, precisamente nada es lo que encuen-
tra. Los puntos de partida funcionan como referentes desde los que se buscan
los hechos acaecidos, aunque también se corre el riesgo de que el programa
inicial deforme nuestra investigación al pretender someter lo ocurrido a la
forma predeterminada.6
Gonzalez y González, Luis. El oficio de historiar, 2a. ed., 2a. reimp., pp. 47-70, 1999.
5
88
Alberto J. Montero
7
Collingwood, R. G., Idea de la historia, 20a. ed., México, Fondo de Cultura
Económica, 2000, p. 228.
8
Véase, el tema en Dilthey, Wilhelm, El mundo histórico, op. cit.
89
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90
Alberto J. Montero
91
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92
Alberto J. Montero
93
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16
Ibidem, p. 74.
17
Ibidem, p. 76.
94
Alberto J. Montero
jacobitas fue el que en 1743 se preparaba y que debía llevar a Carlos Eduardo
Estuardo a ocupar el trono como el rey Carlos III de Inglaterra y Escocia, rey
católico que recibiría el apoyo de España y Francia. La serie Outlander narra
cómo un grupo del clan a cuyo frente se encuentra Dougal MacKenzie Jefe
de Guerra del Clan, quien en nombre de Colum MacKenzie, jefe del clan,
visita a los arrendatarios y pueblos que se encuentran asentados en sus tierras
para la recolección de tributos e impuestos, al hacerlo exhiben las cicatrices
en la espalda de Jamie Fraser como muestra del trato injusto que los escoceses
reciben de los ingleses, ello con el propósito de recolectar fondos para el levan-
tamiento jacobita, el cual ocurrió en 1745 y constituyó la última ocasión en
que intentaron restablecer a un rey católico para Escocia y fueron derrotados.
C) Destaca también entre los aspectos jurídicos la celebración del matri-
monio entre Claire y Jamie, matrimonio podría decirse de conveniencia al
principio ya que permite a Claire no ser entregada a los ingleses, y que pos-
teriormente se convierte en uno de los ejes narrativos de la serie. Este matri-
monio a su vez permite que Claire pueda participar en el ‘reclamo’ judicial
que Jamie realiza a Randall, el cual se funda en el hecho de que el capitán
inglés estuvo a punto de violar a Claire cuando la tuvo detenida en el fuerte
William, así como de diversos abusos que los escoceses han recibido del capi-
tán, reclamo que está dirigido a descalificar la buena reputación del capitán
inglés y que persigue el propósito de que las acusaciones de homicidio formu-
ladas por Randall en contra de Jamie no constituyan por sí prueba plena de
su presunta culpabilidad.
D) Entre los personajes que mayor relevancia tiene en los aspectos lega-
les, está el del abogado Ned Gowan; quien representa a los intereses del clan
MacKenzie; intercede a favor de Jamie en contra de la acusación del capitán
Randall; como conocedor de las leyes inglesas y escocesas redacta el contrato
de matrimonio entre Jamie y Claire; y resulta fundamental su intervención en
el juicio que por brujería se sigue en contra de Claire.
La acusación de brujería se funda en parte en la amistad que Claire
sostiene con Geillis, esposa del procurador del distrito de Cranesmuir a
quien envenena al enterarse éste de que ella está embarazada de Dougal
MacKenzie. Geillis es la primera amiga de Claire, aunque ella ignora que
Geillis también ha llegado del futuro mediante un pase mágico, su amistad
además tiene en común el interés por las plantas y sus efectos, aunque en el
caso de Geillis no propiamente dirigido a la curación, sino a servir a fines
menos éticos que en la época se consideran brujería. La relación que sostie-
nen, así como la actitud diríase científica que contrasta con las creencias de
la época las hace blancos fáciles de la acusación de brujería, razón por la cual
95
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
18
Foucault, Michel, Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, trad. de Aurelio Garzón,
34a. ed., México, Siglo XXI Editores, 2005, p. 25.
96
Alberto J. Montero
97
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
23
Croce, Benedetto. La Historia como hazaña de la libertad, México, Fondo de Cultura
Económica, 1960, p. 295.
24
Portelli, Hugues, Gramsci y el Bloque histórico, México, Siglo XXI editores, 1973, p. 162.
25
Rorty, Richard, La filosofía y el Espejo de la Naturaleza, trad. de Jesús Fernández,
Madrid, Cátedra, pp. 25-30, 1995.
98
Alberto J. Montero
será suficiente conocer la obra histórica sino también es menester saber quién
es el historiador, y en el caso de las series es recomendable dejar de ser un
espectador pasivo para darse a la tarea de conocer a quienes están detrás de
las imágenes que vemos en nuestras pantallas.
99
CARBONO ALTERADO: LA ENCRUCIJADA
DE LA MERCANTILIZACIÓN DEL CUERPO HUMANO
§ I. Introducción
101
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
1
Küng, Hans, ¿Vida eterna?, 4a. edición, Madrid, Trotta, 2017, p. 11.
2
Esto tiene cierto parecido a la posición de Richard Dawkins en cuya
recomendable obra “el gen egoísta” inicia diciendo: “Somos máquinas
de supervivencia, autómatas programados a ciegas con el fin de perpetuar
la existencia de los egoístas genes que albergamos en nuestras células.”
102
Antonio Guiza Cabrera
103
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
§ II. El cuerpo
Dice David Lebreton5 que “el cuerpo pertenece, por derecho propio, a la cepa
de identidad del hombre. Sin el cuerpo que le proporciona un rostro, el hom-
bre no existiría. Vivir consiste en reducir continuamente el mundo al cuerpo, a
través de lo simbólico que esta encarna. La existencia del hombre es corporal”.
Lo anterior, rompe con el dualismo cartesiano al que nos referiremos
más adelante: el alma no trasciende al cuerpo, sino que, de alguna manera,
está supeditada a él; he ahí la importancia de éste y el culto que se le ha for-
jado. En efecto, en mayor o menor medida, Narciso ha reencarnado en cada
uno de nosotros. Asociado profundamente al individualismo, nuestro cuerpo
se erige como nuestra mejor carta de presentación. Mi cuerpo soy yo y debo
mostrar su mejor representación. Así, se enraíza su culto en el bodybulding, las
cirugías, el comercio de productos cosméticos, entre otras múltiples manifes-
taciones que, siguiendo tendencias, paradójicamente, nos llevan a intentar ser
únicos, diferenciarnos de los otros: mi cuerpo me identifica y me distingue,
me hace ser quien soy y asegurarme de quien no. En suma, distinguirnos unos
de otros es individualizarnos y el actor principal es el cuerpo.
El cuerpo entonces, es la representación de quienes somos y cómo que-
remos ser vistos, pero nada se dificulta más cuando, más allá de la mera
representación ideal de nuestro ser, pretendemos instrumentalizarlo, volverlo
medio para un fin. Dice el mismo autor: “el cuerpo parece algo evidente, pero
nada es, finalmente, tan inaprehensible como él”. 6
Lo hasta aquí narrado se opone a lo que ocurre en nuestro thriller.
Recordemos que dentro de tres siglos, la identidad de la persona provendrá de
su esencia y la corteza perderá relevancia, convirtiéndose en el mero receptáculo
de quienes somos. Entonces ¿qué podemos decir al respecto en la actualidad?
5
Lebreton, David, Antropología del cuerpo y modernidad, Buenos Aires, Nueva Visión,
2002, p. 7.
6
Ibidem, p. 14
104
Antonio Guiza Cabrera
105
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
9
Brugger, Walter, Diccionario de filosofía, 9a. ed, Barcelona, Herder, 1978, p. 137
106
Antonio Guiza Cabrera
10
Cifuentes, Santos, Derechos personalísimos, 2a. ed., Buenos Aires, Astrea, p. 285.
11
Para abundar en el concepto, acúdase al ensayo de uno de los coautores de esta
obra, Ramsés Samael Montoya Camarena, consultable en la serie emitida por el
Centro de Estudios Constitucionales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
número 6, con el título “La interpretación constitucional de la dignidad humana”.
12
Este principio ha sido olvidado en el ficticio futuro: tres siglos después de ahora,
encontramos la manera de separarlos, por lo que el cuerpo ha perdido relevancia,
en la medida en que puede ser sustituido.
13
“El estatuto constitucional del cuerpo humano, entre libertad y dignidad”. Aparece
en García Manrique, Ricardo, “El cuerpo diseminado”, 1a. ed., Pamplona,
Thompson Reuters, 2018.
107
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
como, por ejemplo, la mutilación genital o el rito gitano del pañuelo antes de
la boda14); intervenciones admisibles (policiales, médicas y judiciales justifica-
das); e intervenciones consentidas (transplante de órganos, cirugía transexual,
esterilización, aborto),15 pero esto no nos resuelve la cuestión en torno al valor
en el derecho del cuerpo humano. Para entenderlo mejor debemos, primera-
mente, diferenciar el cuerpo vivo, es decir, unido al espíritu; de ese otro que es
la corporeidad cadavérica con otras implicaciones jurídicas. Veamos.
14
Existe una costumbre muy arraigada en el pueblo calé –especialmente en
Andalucía– que le diferencia de otros gitanos europeos, y es el exigir que la prueba
se haga antes de consumarse el matrimonio. Esta prueba la lleva a cabo una exper-
ta juntaora o sicobari en casa del novio. La prueba consiste en introducir un pañuelo
blanco en la vagina para romper el himen. Las manchas recogidas de esta forma
sobre el pañuelo –las llamadas tres rosas– son la afirmación de la pureza. Dice la
leyenda que esta costumbre de origen árabe fue práctica común en España hasta la
llegada de los Habsburgos y que la reina Isabel la Católica tuvo que someterse a ella
antes de su casamiento con Fernando de Aragón.
15
Estas enunciaciones encuentran diferencia en torno a que, algunas son con
consentimiento y otras encuentran justificación legal.
108
Antonio Guiza Cabrera
109
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
§ V. El cadáver
El cuerpo entero (incluyendo todos los orificios principales) se rocía con un poderoso
20
desinfectante. Una vez que la piel se seque, se aflojan con masajes los músculos del
cuello, los brazos y las piernas rígidas por el rigor mortis. A continuación, todo el
vello facial, la garganta y el cuello (a excepción de las cejas, las pestañas y el cuero
cabelludo) se debe afeitar. En el proceso de descomposición natural, el tejido más
suave y membranoso de la cara se seca, causando que los ojos se hundan en la cavidad
ocular (también conocido como “cuenca del ojo”) al igual que los labios y las mejillas se
contraen. Para evitar esto, se coloca un cono de plástico con una superficie semiesférica
rallado sobre cada ojo detrás de los párpados. Se aplica una potente capa de crema
humectante entre el plástico y el interior del párpado para mantener la piel exterior
hidratada y una apariencia suave. Para mantener los ojos cerrados, se aplica una capa
de gel adhesivo en el borde de los párpados. Para mantener la boca cerrada, se hace
110
Antonio Guiza Cabrera
una sutura (con hilo pesado quirúrgico) a través de la base de las encías (a lo largo
de la mandíbula) o bien con una aguja gruesa y curvada o una pistola especial. La
aguja entonces se rompe a través del hueso a la derecha por encima de los dientes
caninos superiores (maxilar) en la cavidad nasal. Después de hacer más suturas,
la aguja perfora la parte inferior de la cavidad nasal en un lugar diferente para entrar
en la boca en el lado opuesto a través de un nuevo agujero en el maxilar superior.
Por último, la sutura se enhebra a través de la base de las encías en este nuevo costado
y los dos extremos del hilo se atan para impedir que se abra la boca. Posteriormente,
se crea un puerto de inyección en una de las arterias principales y bombea lentamente
una solución acuosa de formaldehído u otro producto químico, dependiendo de
otros factores fisiológicos, en el cuerpo, creando presión arterial. Drena la sangre
de a poco desde el corazón o desde la vena yugular a través de una jeringa conectada
a una válvula. Cuando este proceso se haya completado, se habrán ingresado
aproximadamente 2 litros de líquido para embalsamar dentro del sistema vascular.
Enseguida, se utiliza una aguja de gran calibre unida a una vacuna a través de un
tubo de plástico, el trocar, para drenar los gases que generan mal olor y los líquidos
potencialmente peligrosos que contienen los órganos internos del difunto (estómago,
vejiga, intestino, pulmones). La persona de la pompa fúnebre abre la cavidad
abdominal, drena cada uno de estos órganos, elimina todos los órganos internos
y los deja en remojo en una solución de gran alcance para embalsamar durante unas
horas. Mientras tanto, las paredes interiores de la cavidad se recubren con gel para
embalsamar o con polvo. Como última medida, se rellena con algodón tanto el ano
como la vagina o se rellena el cuerpo con ropa interior ajustada de plástico destinadas
a sellar los gases corporales. Una vez que los órganos terminan de embalsamarse,
se colocan en una bolsa gruesa sellada de plástico que se inserta en la cavidad
del cuerpo antes de coser el abdomen hacia arriba. Finalmente, se seca
completamente el cuerpo y el cabello del difunto. El cabello del fallecido se arregla de
manera profesional (y se corta si es necesario) y se maquilla el cuerpo. El proceso
de preparación está completo. (Fuente https://www.ehowenespanol.com/. Consultado
el quince de enero de dos mil diecinueve).
111
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
20
Es una técnica creada por el anatomista Günther von Hagens que consiste,
en términos llanos, en el reemplazo de los fluidos del cuerpo por una sustancia
compuesta en su mayoría por acetona.
112
Antonio Guiza Cabrera
cuatro cabezas y dos fetos que fueron exhumados del cementerio de la muni-
cipalidad21 y que, por las condiciones especiales del subsuelo y la presencia de
ciertos elementos químicos, mantienen una peculiar y terrorífica apariencia.
Con lo anterior, podemos construir una especie de relación proporcional
entre los deberes que pesan sobre el cuerpo y el transcurso del tiempo: entre
más tiempo tenga el cadáver y vaya descomponiéndose, los deberes se van de
igual manera transformando. El ejemplo claro son las momias mencionadas:
conforme fueron pasando los años, fueron perdiendo identidad y sentido de per-
tenencia entre el imaginario colectivo; por lo que los deberes hacia ellas sufrieron
también transformaciones o mermas. Es irrelevante para las personas lo que se
haga con esos cuerpos de quienes desconocemos su origen y vínculos sociales.
En suma, podemos advertir que el cadáver sí es cosificado, aunque con
la aclaración que, de acuerdo a la historia y las tradiciones se imponen, en
principio, fuertes deberes que deben confrontarse con los derechos que ata-
ñen a terceros.
113
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
22
Un ejemplo claro, es la existencia de las personas jurídico-colectivas o morales, que
no tienen corporeidad, pero se les reconoce personalidad y derechos.
114
Antonio Guiza Cabrera
115
DERECHO Y EXISTENCIALISMO
EN EL FIN DEL MALDITO MUNDO
§ I. Universo indiferente
117
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
final de este trabajo, se presentan dos opciones de análisis, por una parte la
aportada por la serie y por otra la novela gráfica.
Inicialmente se hace un bosquejo general sobre cómo es que se asocia la
serie de televisión, analizada desde el pensamiento existencial y del porqué
esta apreciación; en dicho estudio, se habla de la construcción de un proyecto
como el detonador para la generación de la trama de la historia, es decir, las
coyunturas y cadenas de causalidad, en torno a un objetivo.
Posteriormente, se profundiza en el análisis causal explicativo, vincu-
lando el pensamiento jurídico penal, con las ciencias criminológicas en torno
a la serie de televisión. Es principalmente en los apartados IV y V, donde
se estudia el fenómeno de la victimización y la criminalización, desde una
perspectiva existencial, enfocando esta, al fenómeno de la culpa y la pena
desarrollada por los personajes, en su súbito encuentro con un cambio en su
realidad subjetiva, confrontada con la realidad objetiva.
Por último, se presenta a manera de conclusión, lo señalado en párrafos
precedentes como la confronta entre los dos finales, el de la serie y el de la
novela gráfica; situación, que más allá de apreciaciones subjetivas, el sentido
claro de la serie, es presentar a dos jóvenes que atraviesan el umbral de una
toma de decisiones, aun con todos sus riesgos, en un universo indiferente,
llevados así hasta el fin del maldito mundo.
§ II. Eyecta(dos)
118
Alejandro López García
Bunbury, Enrique, Por que las cosas cambian, en MTV Unplugged. El Libro De Las
3
Mutaciones, España, Fabricado, editado y distribuido por Warner Music Spain S.L.,
Ocesa, 2015.
4
Una referencia clara a este argumento, es el que se encuentra en los prime-
ros capítulos de la serie, donde ambos personajes, primero Alyssa, al señalar en
“voz en off” no confiar en la gente; entra en conflicto en el comedor de la escuela
con sus compañeras, al recibir un mensaje en su teléfono celular por parte de una
de ellas –quien se encontraba enfrente de ella– y cuestiona lo absurdo de este tipo de
conductas señalando “estoy aquí, literalmente estoy aquí”, recibiendo como res-
puesta la frase “es gratis”. Ante tal situación Alyssa, destruye el aparato telefónico y
sale del lugar. James, quien mira atento la escena, se encuentra de frente a Alyssa,
siendo el primer encuentro amoroso de la pareja, quienes de camino conversan so-
bre lo sucedido. Alyssa destaca no tener teléfono, por haberlo roto intencionalmen-
te, a lo que James refiere “tampoco tengo un teléfono… los odio”. Desde una pers-
pectiva existencial, este es el primer acto de renuncia a su “viejo mundo”, sellado en
una cita, y detonando una situación de arrojo, a una nueva condición de existencia.
119
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
5
Sartre, Jean-Paul, La náusea, 1a. reimp., México, Editores Mexicanos Unidos, 2015,
p. 155.
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121
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§ III. Proyecta(dos)
122
Alejandro López García
6
Lacan, Jaques, Introducción teórica a las funciones del psicoanálisis en criminología,
en Lacan, Jaques, Escritos 1, 2a. reimp., México, Siglo XXI, 2013, p. 130.
123
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
124
Alejandro López García
A diferencia del citado film Natural born killers, los personajes de TEOFW,
no son sujetos desmedidos, caricaturizados, los cuales delincan por delinquir,
y busquen romper el vínculo social de forma deliberada. Su conducta se da
como un devenir en la realización de sus actos.
James y Alyssa, técnicamente podrían ser señalados como criminales,
delincuentes, quizá, son la muestra del sujeto rebelde que rompe las reglas y
en su expresión dañan los intereses de los otros. Son probablemente la mani-
festación descrita por Camus en el Hombre rebelde, y del propio humano del
que tanto escribió Sartre, al ser la existencia, el crimen, la angustia, la alegría,
el arte, fenómenos suscitados en todo sujeto que “está ahí”, en la realidad;
es decir, la conducta desarrollada por los personajes citados, no es un objeto
volitivo, sino parte del precio por buscar su libertad, y en medio de ella se
encuentra el derecho.
En el trayecto del viaje por la búsqueda del padre de Alyssa, los chicos habían
entrado en una casa, dicho inmueble se encontraba vacío, lo ocupan, comen,
beben alcohol y bailan toda la noche; sin embargo, lo que los chicos no sabían
inicialmente, es que el dueño del lugar era un presunto feminicida.
A la llegada del dueño del sitio, encuentra a Alyssa dormida en su cama,
y este decide atacarla. James, al percatarse de esto, decide actuar y priva de la
vida al atacante. Instantes después, los jóvenes buscan destruir evidencias, de
aquello que les podría implicar en el homicidio, hay una escena del crimen.
Así, colocan el cuerpo en medio de la habitación, y alrededor, una serie de
fotografías, dónde se mostraban diversas víctimas del sujeto, como una forma
de denuncia, en contra de quien fue victimizado.
Surge así una pregunta, la cual se ha decidido no dejar al aire. ¿Ética y
moralmente, quién, o cómo debe ser una víctima? El desarrollo de la trama,
plasma una especie de justificación, derivada del comportamiento de quien fue
privado de la vida, es decir, si bien James, actuó en defensa de Alyssa, y evitó que
esta fuera atacada sexualmente, el reforzamiento simbólico derivado del com-
portamiento de la víctima explicitado en las fotografías, genera una opinión para
aminorar el impacto del delito ejercido en contra de quien fue privado de la vida.
El planteamiento anterior se da, por no encontrarse hoy en día el derecho
penal, siempre en sintonía con el “querer de la opinión pública”, situación que
ataca y erosiona las instituciones encargadas de imponer el orden público.
125
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126
Alejandro López García
127
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
Esta experiencia, como en la mayoría de los casos, genera una discusión por
la definición concreta de lo experimentado.
El proceso antes citado, en el tratamiento victimal, es reconocido como
“estrés post trauma”; aquí, ambos personajes, impactados por los hechos,
toman posturas distintas respecto a un mismo evento, situación que derivó
–como en muchos de los casos– en una separación física, condenando
a deambular libres a cada uno de los personajes, dejando de lado su proyecto.
La separación de los personajes en esta parte de la historia, desencadena
diversas situaciones. Alyssa se ve obligada a robar una tienda de consumibles
para sobrevivir, misma que es detenida y luego liberada. James en su deam-
bular, empieza a desarrollar una emoción sumamente interesante, amplia-
mente desarrollada por la filosofía existencialista: la culpa.
La culpa como condición ontológica de la existencia, apunta Umberto
Galimberti, señala que Martin Heidegger, la elevó a condición original e inex-
tricable de la existencia humana, en el sentido que si al hombre se le puede
imputar culpa, quiere decir que la posibilidad de ser culpable pertenece a su
esencia. De acuerdo a este argumento, James se erige una vez más como un
ser existencial, situación que describe Heidegger de la siguiente forma:
8
Heidegger M., Essere e tempo, Turin, UTET, 1978, p. 424-425, citado por Galimberti,
Umberto, Diccionario de Psicología, 3a. reimp., México, Siglo XXI, 2009, p. 773.
9
Galimberti, Umberto, op. cit., p. 273.
128
Alejandro López García
Jaspers, Karl, Filosofía, Turin, Utet, 1933, pp. 725 y 726, citado por Galimberti,
11
Umberto, Diccionario de Psicología, 3a. reimp., México, Siglo XXI, 2009, pp. 273 y 274.
129
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
§ VII. Conclusión.
La construcción del ser y el no ser existencial
El fin del maldito mundo, plantea un dilema existencial, respecto a qué hacer
después de cruzar el límite entre la sujeción y la libertad. Esta libertad en la
serie, se ve siempre amenazada por dos mujeres policías que los investigan y
persiguen, por los diversos delitos cometidos a lo largo del viaje trazado por
Alyssa y James.
Dado el encuentro del padre de Alyssa, y a que éste llama a las persecu-
toras para poner a los jóvenes a su disposición, la escena final en la serie deja
en sí un carácter de índole existencial no resuelto. Los jóvenes a punto de ser
capturados, deciden huir; sin embargo, la aprehensión era inminente.
En este punto de la narrativa, James le dice a Alyssa, “di que te secuestré
(sic), diles que yo hice todo, así estarás bien, no te harán nada.” Respondiendo
12
Sartre, Jean-Paul, , El existencialismo es un humanismo, op. cit., p. 31.
130
Alejandro López García
ella “no, para nada, nos vamos juntos.” Acto seguido, James diciendo
“lo siento”, toma un arma y golpea a Alyssa, dejándola inconsciente, James
huye, dándose por hecho la despedida de los personajes.
En su escape, para el presente análisis, surgen varias disyuntivas que
deben ser rescatadas. En una parte del presente ensayo, se planteó la inte-
rrogante, respecto cuál es el límite del sujeto para buscar su libertad. En el
escenario descrito, James toma consciencia de lo que estaba sucediendo,
pudiendo poner en riesgo a su pareja, y a él mismo.
Es en esta situación de riesgo, traducido ahora en peligro, que era nece-
sario tomar una decisión, y dar fin al proyecto construido por ambos, asu-
miendo James que cumplía 18 años, y sus posibilidades de “volver a ser libre”,
siendo capturado eran nulas.
James, había conseguido ser libre junto con Alyssa, y no podía permitir
que ella perdiera también su libertad, aunado a que el procedimiento legal
en contra de ella como menor de edad o inimputable, le otorgaba mayores
posibilidades de una mejor vida.
La elección para que ambos fueran libres al final, era que él asumiera la
responsabilidad de todo, independientemente del resultado. Así, James huye,
escuchándose en “voz en off” decir “acabo de cumplir 18 años, y creo que
entiendo lo que significamos unos para otros”.
En el desarrollo de la serie, dada esta última escena se escuchan deto-
naciones en contra de James, lo cual deja abierta la posibilidad a una inde-
terminación, y que el televidente elija cuál puede ser el mejor final, incluso
–en términos comerciales– se podría proponer una nueva secuencia, no
obstante, lo rescatable de esto, es el significado de la huida de James hacia
su libertad una vez más, situación evocativa al suicidio de Walter Benjamin,
el 16 de septiembre de 1940 en Portobu.
El argumento antes vertido, se enfatiza aún más en la novela gráfica.
En ella, James es alcanzado por una mujer policía, y tiene un encuentro a
golpes, acto seguido, James huye; sin embargo, aquí las detonaciones alcan-
zan a James y muere.
Es esta última parte de la narrativa en la novela gráfica, la que modifica
el sentido del acto de liberación de James; aquí, dado el perfil oscuro de la
novela, la emancipación de quien sabía ya el significado de la libertad como
existencia, muere en su intento por seguir su proyecto de vida, para no per-
der lo único logrado hasta el momento: ser lo que él hace.
131
BILLIONS: LA CONCIENCIA ESTÉTICA
DE LA SIMULACIÓN DE LO INNEGOCIABLE
EN EL DEBIDO PROCESO
§ I. Introducción
133
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
1
Garzón, Ernesto, “El consenso democrático: fundamento y límites del poder de las
minorías”, Isonomía, México, núm. 12, 2000, p. 24.
134
Ramsés Samael Montoya Camarena
2
CoIDH. Caso Velásquez Rodríguez vs. Honduras. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie
C, núm. 4, párr. 165.
135
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136
Ramsés Samael Montoya Camarena
137
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138
Ramsés Samael Montoya Camarena
y el ánimo que la motiva; todas las respuestas no parecen tener otra dirección
más que fijar la mirada en la acumulación de mayor poder y dinero. De ahí
precisamente que el rumbo de la atención se limite en tratar de entender si,
detrás de estas intenciones, las negociaciones que dan pauta a un proceso cri-
minal son justificaciones en búsqueda de la justicia; o bien, simulaciones de
justicia que en detrimento de un derecho como el debido proceso, solo buscan
un beneficio personal.
De la historia bien pueden surgir infinidad de temas que importan al
derecho en lo general y en lo particular. Si, seguimos lo que dice Bobbio,
de que en el equipaje académico siempre debe acompañarnos el sabor de la
duda. Bien podríamos reparar en muchos aspectos, desde la obtención de
información privilegiada hasta los efectos de la prueba ilícita.
Sin embargo, la duda inicial tendría que aterrizar una respuesta a la
pregunta de cómo la estética televisiva de las series en la era digital, logra fijar
nuestra atención y despertar el interés en temas que son paralelos a lo que
inicialmente nos captura en la vía del entretenimiento. Es decir, de qué modo
la interacción con el contenido de una historia, motiva interesarnos al mismo
tiempo, en otros debates, como los que importan al mundo de lo jurídico.
De entrada, una primera respuesta apunta a la relación de la filosofía de
la mente con la ética y la estética. En la Crítica del Juicio, Kant indica que la
base del placer se encuentra en la condición universal, aunque subjetiva de
los juicios reflexionantes, que es, a saber: la concordancia final de un objeto
(sea producto de la naturaleza o del arte) en la relación con las facultades de
conocer entre sí, exigidas para todo conocimiento empírico (la imaginación
y el entendimiento).3
Su análisis supone que cuando se reflexiona un objeto, según la forma y
finalidad, en el mismo acto de la reflexión se produce una plena concordancia
entre la imaginación y el entendimiento. Así, ocurre una acción simultánea
del entendimiento y la imaginación, donde se unen intuiciones de las cate-
gorías conceptuales conocidas. Por ello, la dirección de la reflexión, en gran
medida, dependería del tipo de disciplina y carga conceptual que de esta se
tenga. De tal modo que, al observar una serie y, hacer esa combinación de
acciones mentales, un jurista se preguntará intuitivamente aspectos distintos
a las inquietudes que se despierten en un filósofo, un artista o un médico.
La libertad imaginaria pone en juego lo estético que se observa y, de
manera simultánea permite generar juicios de valor, anclados en la transver-
salidad del conocimiento y las cargas conceptuales propias. Es una forma de
3
Véase Kant, Emanuel, Crítica del juicio, Madrid, Gredos, 2010.
139
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
recorrer desde lo estético las rutas del conocimiento objetivo para conducir a
nuevos razonamientos que nos inquietan y buscan un nuevo conocimiento.
Cabe tener en cuenta que en gran medida la orientación de la reflexión
depende del sesgo psicológico de la elección, pero ahí justamente se encuen-
tra la riqueza de la estética, en la medida en que su pluralidad de contenidos
abre la puerta a la libertad selectiva del lugar en donde la imaginación y el
conocimiento encuentran mayor vínculo e interés.
Es, de algún modo, una aproximación hegeliana de la belleza desde el
conocimiento, si se tiene de punto de partida que la manifestación sensible
de una idea, como define Hegel a la belleza, replantea no sólo detenerse en
valorar la manifestación, sino también en darle continuidad; lo cual puede
lograrse siempre que la elección satisfaga el interés que la estética despierta
en función de las propias convicciones de preferencia del individuo.
En ese juego de facultades, de ejercicio de libertad creativa y, de ima-
ginación en contacto paralelo con el conocimiento propio, se presenta esa
conciencia estética colmada con intuiciones éticas; desde el momento en que se
hacen inseparables para nuestra reflexión, tanto la historia que seguimos,
como los problemas que de ella percibimos, ponderamos y les buscamos posi-
bles respuestas. Es un proceso constructivo de experiencia sensorial y objeto
de análisis en donde surgen las preguntas, desde el conocimiento individual,
intereses y preferencias.
En la literatura pedagógica hay una apuesta a la educación estética, pues
se piensa que la formación debe preocuparse por generar reflexión ética,
política y académica desde la recepción de la estética, en tanto proceso de
aprendizaje capaz de ampliar el horizonte conceptual y vivencial del sujeto.
Constituye una forma de acercar a la ciencia con el arte y, viceversa, en la
importancia de la reflexión de temas que les vinculan.
Así, la forma de relacionarse en el mundo, desde este planteamiento,
permite la formación de competencias, emociones, imaginación, participa-
ción subjetiva, previsión y solución de problemas en la conformación de la
conciencia desde lo estético. En la experiencia estética se abren las múltiples
posibilidades y, se sientan las bases para orientar las preguntas propias, a los
dilemas colectivos que preocupan a todos. La historia Billions no sólo hace
pensar en el entorno de la historia; sino también separarla en perspectiva,
para entender el conjunto de problemas que la sacude en la dimensión social.
Desde la mirada del jurista, la historia pasa desde la experiencia de la
persecución de un criminal. La forma en que se le investiga y, los motivos
detrás de la investigación hacen más profunda la reflexión, en virtud de que
las capas en que se desenvuelve la narrativa exigen darse cuenta de que en
140
Ramsés Samael Montoya Camarena
últimas, el contexto de esa cacería criminal debe pasar, desde lo ético, por el
filtro del respeto a los derechos humanos, en especial sobre el debido proceso.
Una pausa en lo anterior, permite contemplar cómo dos disciplinas con-
viven a lo lejos, sin aparente cercanía, pero con la suficiente intención de
ocuparse ambas de reflexionar sobre las preocupaciones del mundo; buscan
exacerbar el adormecimiento que padecen hoy todas las sociedades frente a
las injusticias, desde la óptica en que la conciencia estética confluye con el
aparato ético del derecho.
En el estudio introductorio del libro Derecho & Literatura. El derecho en
la literatura, Ost explica cómo es posible comprender las distintas categorías
conceptuales en que se relaciona el derecho con la literatura (el derecho de la
literatura, el derecho en la literatura, el derecho como literatura y el derecho
por la literatura)4. De esta forma, se puede ver, para decirlo con cierta poesía,
cómo dos disciplinas (arte y derecho) fluyen de manera chocante y vanidosa,
para encontrarse de frente, sin saber si así lo desean.
De modo que pareciera que en vías paralelas van el arte, la estética y el dere-
cho, pero como lo dice Ost, los juristas desde hace mucho tiempo se alimentan de
la literatura y, es así como se cultiva un jardín secreto que importa a lo jurídico.5
Cuando Ost habla de este jardín secreto de lo jurídico, es difícil no recor-
dar la obra de teatro surrealista La hija de Rappaccini.6 La única obra de teatro
que adaptó Octavio Paz y presentó allá en 1956. En donde se nos muestra
cómo Beatriz, hija del doctor Rappaccini, ha sido criada dentro de un jardín
de plantas venenosas y, se le ha tratado como tal, por lo que ni siquiera se le
puede tocar; sin embargo, Beatriz y Juan se enamoran e ignoran el peligro; el
fatal desenlace termina con la muerte de ella y su enamorado, pues el veneno
que corría por las venas de Beatriz emponzoñaría a Juan.
La historia muestra el amor de dos jóvenes que se enmarca en una lucha
entre el peligro y la virtud; pero hay otros datos ocultos en la obra en que se
nos muestra la importancia que tiene el jardín en la historia: es un lugar de
comunicación; es el lugar de encuentro de los protagonistas.
Pensarán lo mucho que nos hemos desviado con esta historia, pero
quisiera señalarlo más bien como una forma de poner en contexto, aque-
llo mismo que dice Ost, el jardín secreto del que habla, es justamente ese
lugar de encuentro en donde existe el punto de contacto entre el derecho
4
Ost, Francois, “Derecho y literatura: en la frontera entre los imaginarios jurídico
y literario”, en Torres, Oscar (Coord.), Derecho & Literatura. El derecho en la literatura,
México, Libitum, 2017, pp. 27-33.
5
Ibidem, pp. XI-XIV.
6
Paz, Octavio, La hija de Rappaccini, México, Era, 1990.
141
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
de Juan sin Tierra de 1215, en el cual se establecía: “[…] Ningún nombre libre será
arrestado, o detenido en prisión o desposeído de sus bienes, proscrito o desterrado,
o molestado de alguna manera; y no dispondremos sobre él, ni lo pondremos en
prisión, sino por el juicio legal de sus pares, o por la ley del país […]”.
142
Ramsés Samael Montoya Camarena
este elemento formaba parte del derecho al debido proceso, pero sus alcances
eran más amplios a los que se limitaba el espectro procesal.
Posteriormente, la evolución de este derecho ha estado motivada por
la influencia del proceso de internacionalización de los derechos huma-
nos. Las condiciones de actualidad en México mediante la adopción de los
tratados internacionales dentro del marco constitucional y, la recepción
obligatoria de la jurisprudencia interamericana han ampliado los bordes de
comprensión de este derecho, en la medida en que, como lo sostiene Jorge
Carpizo, la relación entre el derecho constitucional y el derecho internacio-
nal se vuelve inevitable e irreversible. Así lo indica Carpizo:
8
Carpizo, Jorge, “prólogo”, en Von Bogdandy, Armin; Ferrer, Eduardo y
Morales, Mariela (coords.), La justicia constitucional y su internacionalización ¿Hacia un
ius constitutionale commune en América Latina?, México, IIJ-UNAM, 2010, p. XX.
143
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
El derecho a un juicio imparcial y a la igualdad ante los tribunales y cortes de justicia, CCPR/C/
GC/32, 90° período de sesiones, Ginebra, 23 de agosto de 2007, párr. 19.
10
Ibidem, párr. 21.
144
Ramsés Samael Montoya Camarena
indispensable que ese recurso se tramitara de acuerdo con las reglas del
debido proceso previstas en el artículo 8 de la Convención.11
De la misma forma, en el Caso Baena Ricardo y otros vs. Panamá, la Corte
Interamericana ha establecido que el debido proceso en relación con las
garantías judiciales previstas en el artículo 8 de la Convención, no se limita
a los recursos judiciales en sentido estricto, sino al conjunto de requisitos
que deben observarse en las instancias procesales;12 con lo cual el efecto del
debido proceso permite que las personas se defiendan adecuadamente ante
cualquier tipo de acto del Estado que pueda afectarlos, como podrían ser
procesos administrativos, sancionatorios o jurisdiccionales.
Asimismo, en el Caso de la Masacre de la Rochela vs. Colombia, la Corte
Interamericana estableció que el Estado satisface el deber de garantizar los
derechos contenidos en la Convención, entre ellos el derecho de acceso a la
justicia y el acceso a la verdad, si se cumple con el deber de investigar, juzgar,
sancionar y reparar las graves violaciones a los derechos humanos. Para lo cual,
el Estado debe observar el debido proceso y, garantizar, el principio de plazo
razonable, el principio del contradictorio, el principio de proporcionalidad de
la pena, los recursos efectivos, el cumplimiento de la sentencia, etcétera.13
En el Caso Anzualdo Castro vs. Perú, la Corte Interamericana indicó que el
derecho de acceso a la justicia requiere que se haga efectiva la determinación
de los hechos que se investigan y, en su caso, de las correspondientes responsa-
bilidades penales en tiempo razonable, por lo que, en atención a la necesidad de
garantizar los derechos de las personas perjudicadas, una demora prolongada
puede llegar a constituir, por sí misma, una violación de las garantías judicia-
les.14 En el Caso Radilla Pacheco vs. México, la Corte regional indicó lo siguiente:
145
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
En el Caso de las Dos Erres vs. Guatemala, la Corte consideró que para
hacer efectivo el acceso a la justicia de las víctimas, los jueces como rectores
del proceso tienen que dirigir y encausar el procedimiento judicial con el fin
de no sacrificar la justicia y el debido proceso legal en pro del formalismo y
de la impunidad, así como tramitar los recursos judiciales de modo a que se
restrinja el uso desproporcionado de acciones que pueden tener efectos dila-
torios o entorpecedores.16
En materia de imparcialidad, también en el Caso Guy Malary vs. Haití, la
Corte Interamericana ha señalado que la persona que juzga no debe tener
una opinión preconcebida del caso,17 con lo que se obliga a que, desde el
punto de vista subjetivo, el fallo no esté influenciado por sesgos o prejuicios
personales en relación con los hechos del caso o con las partes.
La referencia al Derecho Internacional de los Derechos Humanos, en su
vertiente de jurisprudencia interamericana pone de relieve que las normas sus-
tantivas deben ser observadas por los Estados parte, en tanto que constituye
una garantía internacional de protección de derechos. Así, de la lectura de la
interpretación de la Corte Interamericana se tiene que el debido proceso es un
conjunto de principios, garantías y reglas procesales irreductibles que deben
garantizar parámetros mínimos como: la audiencia, el derecho de prueba, la
independencia, la imparcialidad, la racionalidad de la decisión, etcétera.
Así lo ha entendido la Suprema Corte de Justicia de la Nación en diver-
sos precedentes. Entre ellos, destaca el amparo en revisión 352/2012, donde
la Corte mexicana ha establecido que parte del derecho a la tutela judicial
efectiva se define por la existencia de un proceso seguido mediante tribuna-
les independientes e imparciales, en que el debido proceso constituye una
salvaguarda de los intereses de la persona y, cuya actuación alcanzan no
solamente a los procedimientos ventilados ante Jueces y tribunales del Poder
15
CoIDH. Caso Radilla Pacheco vs. Estados Unidos Mexicanos. Sentencia de 23 de
noviembre de 2009. Serie C, núm. 209, párr. 233.
16
CoIDH. Caso de las Dos Erres vs. Guatemala. Sentencia de 24 de noviembre de 2009.
Serie C, núm. 211, párr. 235.
17
CoIDH. Caso Guy Malary vs. Haití. Informe No. 78/02 de 27 de diciembre
de 2002. Caso 11.335, párr. 74.
146
Ramsés Samael Montoya Camarena
Judicial, sino también a todos aquellos seguidos ante autoridades que, al pro-
nunciarse sobre la determinación de derechos y obligaciones, realicen funcio-
nes materialmente jurisdiccionales.
En el amparo directo en revisión 3758/2012, la Primera Sala del Alto
tribunal estableció que dentro de las garantías del debido proceso existe un
núcleo duro, que debe observarse inexcusablemente en todo procedimiento
jurisdiccional, y otro de garantías que son aplicables en los procesos que
impliquen un ejercicio de la potestad punitiva del Estado.
En el núcleo duro, entendió a las llamadas formalidades esenciales del
procedimiento, cuyo conjunto se integra por la garantía de audiencia; en el
otro escenario sobre actividad punitiva, se identificaron dos clases: la pri-
mera, que corresponde a todas las personas independientemente de su con-
dición (contar con abogado, no declarar contra sí mismo o conocer la causa
del procedimiento) y, la segunda, en que se protege a aquellas personas que
pueden encontrarse en una situación de desventaja, por pertenecer a algún
grupo vulnerable (asistencia consular, contar con un traductor o intérprete,
etcétera); de cuyo asunto derivó la jurisprudencia “DERECHO AL DEBIDO
PROCESO. SU CONTENIDO.”18
Una lectura de la interpretación que se ha desarrollado en sede constitu-
cional y convencional sobre el derecho al debido proceso, además de la suma
de características antes identificadas como las reglas procesales, las garantías
de defensa, su inclusión en cualquier tipo de procedimiento decisorio, la inde-
pendencia e imparcialidad, entre otras; también permite observar su estruc-
tura irreductible y el carácter de innegociable en la tutela que despliega para
la defensa sustantiva de otros derechos humanos, de lo contrario, las personas
quedarían desprovistas del principio de interdicción de la arbitrariedad, cuya
operatividad es fundamental en las democracias occidentales.
18
Jurisprudencia 1a./J. 11/2014 (10a.), Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Décima Época, l. 3, febrero de 2014, t. I, p. 396.
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152
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V. Conclusiones
25
Bauman, Zygmunt, Tiempos líquidos. Vivir en una época de incertidumbre, México, Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes, 2008, p. 134.
153
SUITS: UN VIAJE AL NÚCLEO DEL GREMIO
Sumario: § I. Introducción. Una mirada a los personajes. § II. Educación para el privilegio.
§ III. Preparación por encima de la improvisación.
§ IV. Enmarcación de la figura de autoridad para legitimarse.
§ V. Importancia del tiempo en materia de patentes. § VI. Habilidades negociadoras y
medios alternativos de solución de controversias.
§ VII. A modo de conclusión.
155
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
156
Tanya Sarai Fuentes González
las mejores firmas de Manhattan, quien se destaca en ese mundo por ser siem-
pre el vencedor en todos los asuntos que representa y el mejor conciliador
de Nueva York, es brillante, seguro de sí mismo, calculador, aparentemente
egoísta e indiferente, en su práctica profesional siempre dispuesto a hacer lo
que sea con tal de ganar salvo alterar la verdad o violar la ley.
Harvey proviene de una familia no muy aventajada económicamente e
incluso disfuncional, estudió en Harvard gracias a Jessica Pearson; en algún
punto de su vida trabajó en una fiscalía, pero abandonó el lugar cuando des-
cubrió que el fiscal de distrito era corrupto.
Sus principios se ven contradichos al originar una situación antiética e ilegal
al contratar a Mike y a quien daría a conocer como abogado de Harvard (requi-
sito indispensable para poder formar parte de la “elite Pearson-Hardman”), secreto
que ambos deberán mantener a salvo; por otra parte, dicha contratación le da la
posibilidad de redireccionar su vida y crecer profesionalmente de Mike.
La mañana del primer día de trabajo en Pearson-Hardman de Mike, es
ilustrada con imágenes relacionadas con el entorno de éste y de Harvey; al
comparar las escenas, se deja entrever que un abogado debe ser alguien exi-
toso, adinerado, con posibilidades de ir a los mejores lugares y vestir ropa de
las marcas más suntuosas y glamurosas.
Cuando Mike se presenta en las oficinas de la firma, en un primer
momento es atendido por una recepcionista quien ni siquiera lo voltea a ver
y solamente le señala el lugar en el que deberá de esperar a la colaboradora a
cargo de “la orientación”.
Rachel Zen, es quien le explica a Mike la forma en que se encuentra
organizado el despacho y le da su primer recorrido; ella es una mujer dedi-
cada y comprometida con el trabajo, desarrolla labores de investigación, es
también hija de un reconocido abogado de la firma competidora, lo que le
pesa indirectamente en su desarrollo profesional; a pesar de tener un gran
talento, éste no es suficiente para que logre aprobar el examen de Columbia
para posteriormente obtener el título de abogada (cabe señalar que ella es la
primera asociada que no es de Harvard).
Otro de los personajes es Louis Litt , quien tiene la percepción de que
trabaja mucho y que es más confiable que su “contrincante” Harvey (hacia
quien existe un favoritismo muy marcado por parte de la socia-directora);
Louis constantemente necesita el reconocimiento de los demás, presenta una
actitud abusiva y déspota sobre los asociados, sin embargo, en raras ocasiones
demuestra cierto interés y preocupación por sus compañeros, forzándolos a
que aprendan y hagan bien lo que les corresponde laboralmente; además del
trabajo es un apasionado del ballet y del tenis.
157
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
158
Tanya Sarai Fuentes González
De dicha charla podemos dar cuenta cómo es que, en los ámbitos labo-
rales, en la mayoría de ocasiones, de antemano se prejuzga a las personas y se
les da valor a partir de las instituciones educativas a las que acudieron y tuvie-
ron acceso, sin mediar oportunidad para mostrar capacidad. Este prejuicio
está latente en el medio jurídico de manera constante, quien no proviene de
una universidad de renombre, no merece una oportunidad.
A partir de la forma en que seleccionan a los miembros que habrán de
formar parte de la firma, se crea una élite. Según el diccionario de la Real
Academia Española, una élite es una minoría selecta o rectora2 que goza de
un estatus privilegiado, por el simple hecho de su pertenencia, en este caso a
una universidad y posteriormente en un espacio laboral.
En este sentido, el pedagogo Ernesto Seara Vázquez señala que con
frecuencia se plantea un falso dilema respecto a las universidades de masas
contra la universidad de elite; la primera de ellas es entendida como una
universidad abierta a todos, no sólo porque con ella se impide la creación de
barreras económicas construidas por factores como los altos costos de inscrip-
ción y colegiaturas sino también porque se abaten requisitos académicos para
la admisión y permanencia, con el argumento de que un rigor académico
excesivo dejaría fuera del alcance a las clases desposeídas, la posibilidad de
entrar a una universidad y obtener títulos universitarios, dado que su edu-
cación previa a la universidad es deficiente, por la falta de calidad en las
instituciones de las que proceden o por las precarias condiciones económicas
familiares que no les han permitido dedicar a los estudios el tiempo necesario
para obtener una educación de calidad.3
En contraposición a la universidad de masas se encuentra la universidad de
elites, cuyo acceso sólo está abierto a quienes tienen los medios económicos sufi-
cientes para pagar los altos costos de colegiatura y quizá vivienda. Los de abajo
tendrían cerrado el acceso, tanto por razones económicas como de formación.4
El referido autor asevera que esas dos delimitaciones deben de ser rotunda-
mente rechazadas, pues abatir los niveles de calidad para que los sectores más
1
Véase, Korsh, Aaron, Suits (serie de televisión), Estados Unidos, Universal Cable
Productions, 2011, capítulo 1.
2
Consultable en: http://buscon.rae.es/dpd/srv/search?id=VAnPR2um9D6KtNFzOh
3
Cfr. Seara Vázquez, Modesto, Un nuevo modelo de universidad. Universidad para el
desarrollo, México, Universidad Tecnológica de la Mixteca, 2010, pp. 20 y 21.
4
Idem.
159
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5
Cfr. op.cit. por, Ricardo, Raphael, Mirreynato, la otra desigualdad, México, Planeta
Mexicana, 2014, p. 138
6
Artículo Primero: (…) Queda prohibida toda discriminación motivada por origen
étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las con-
diciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil
o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o
menoscabar los derechos y libertades de las personas.
160
Tanya Sarai Fuentes González
En los múltiples decálogos jurídicos que existen, una de las máximas que no
puede faltar, es la que refiere a que un jurista siempre debe estudiar y debe
actualizarse continuamente; por ejemplo, J. Couture señala que el derecho se
transforma constantemente, por lo que si no se estudia y se siguen los pasos
de éste, cada día se será un poco menos abogado.7
En este sentido, es de resaltarse que en Pearson-Hardman se toman con
seriedad el trabajo que cada uno de sus colaboradores desempeña, preparan
los casos meticulosamente y trazan diversas estrategias, atendiendo a los esce-
narios que podrían presentarse.
En el referido despacho de abogados también fomentan el estudio de sus
asociados, llevan a cabo juicios simulados y les enseñan por medio del método
de casos que les permiten fortalecer sus habilidades para postular.
Este método se basa principalmente en presentar a un alumno un caso
concreto, hipotético o no, con el objeto de que lo analice y proceda a su solu-
ción, debiendo profundizar en las normas positivas vigentes, así como en la
jurisprudencia existente para estar en condiciones de razonar como juez o
como abogado el problema planteado.8
Este tipo de prácticas tienen una gran valía ya que permiten a los estu-
diantes del derecho o abogados en formación desarrollar un pensamiento
analítico, creativo, ágil, en el que se ve superada la tarea memorística para
dar paso a aterrizar conceptos, relacionarlos e incluirlos en la argumentación
que se maneje o en la etapa probatoria.
7
Couture, J., Los mandamientos del abogado, consultable en https://www.juristasunam.
com/algo-mas-sobre-los-mandamientos-del-abogado-de-couture/12264
8
Carrasco Soulé López, Hugo Carlos, La enseñanza del derecho procesal civil mediante
la aplicación del método del caso, México, UNAM, tesis de maestría, 2002, p. 27.
161
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11
Garfias, Lugo, Acoso laboral, Mobbing, CNDH, México, 2017, consultable en: http://
appweb.cndh.org.mx/biblioteca/archivos/pdfs/Acoso-Laboral-Mobbing.pdf
163
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
Al respecto se puede señalar que el término patente es utilizado para hacer referen-
cia a un privilegio especial otorgado por algún Estado a un particular, es decir, es
un derecho subjetivo que concede al titular la explotación exclusiva de su invento,
con determinadas limitaciones, como la territorialidad y la temporalidad.12
Mientras Harvey Specter atendía las reuniones de las negociaciones
junto con su cliente y mostraban el producto, encomendó a Mike llevar a
cabo el registro de la patente, sin embargo, este último no tenía idea de cómo
realizarlo y trató de recurrir a algunas personas que él consideraba confiables
para que le explicaran como hacerlo, pero todas se encontraban inmersas en
su propio trabajo.
Aprovechándose de la situación, Gregory, tiró un anzuelo dejando ver
que él era experto en el trámite, con la finalidad de lograr un trato con Mike
que consistía en intercambiar tareas, Ross se dedicaría a corregir unos repor-
tes a cambio del registro de la patente.
Al materializar el trato Mike se percata de que para realizar la corrección
de los informes tenía que revisar muchísimos documentos lo que le tomaría
una gran cantidad de tiempo; a la mañana siguiente Harvey le solicita a Ross
la confirmación del registro, por lo que desvelado y aún sin acabar la parte de
su trato, recurre con Gregory y se desarrolla el siguiente diálogo:
12
Cfr. Viñamata Pashkes, Carlos, La Propiedad Intelectual, 6a. ed., México, Trillas,
2012, p. 242.
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13
Ibidem, p. 246.
165
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14
Green Peace, Fractura Hidráulica para Extraer Gas Natural, disponible en:
http://www.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/cambio_climatico/Fracking-GP_ESP.pdf.
167
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168
DISTOPÍA, DERECHO Y PLURALISMO JURÍDICO.
ALGUNAS REFLEXIONES EN TORNO A BLACK MIRROR
§ I. Introducción
171
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172
Sergio Martín Tapia Argüello
Entre las que destaca, como incluso la situación geográfica de Utopía lo demuestra,
5
173
Los derechos en serie. De Breaking Bad a black mirror
impondrá por encima de otras, como cacotopia (del griego κακός “malo”)10
y se popularizará para referirse a proyectos o previsiones de una sociedad con
características negativas.
Bentham, Jeremy, Plan of parliamentary reform: in the form of a catechism, with reasons
10
for each article, with an introduction, shewing the necessity of radical, and the inadequacy
of moderate, reform, Londres, R. Hunter, 1817, p. 192, desde: https://books.google.pt/
books?id=CUYPAAAAYAAJ&printsec, consultado el 13 de septiembre de 2018.
11
Algunos ejemplos de esto, pueden ser: Orwell, George, 1984, Barcelona, Penguin
Random House, 2013 (1948); London, Jack, El talón de hierro, Madrid, Akal, 2011
(1908); Bradbury, Ray, Farenheit 451, Barcelona, Minotauro, 2003 (1953), Huxley,
Aldous, Un mundo feliz, México, Tomo, 2008 (1932).
12
En una entrevista televisada antes de la salida al aire de “The twilight zone”, Rod
Serling habla sobre los enormes problemas de censura, tanto oficial como comer-
cial, que muchos temas despertaban y cómo esto le llevó a crear una ficción cien-
tífica que permitiera hablar claramente de los grandes temas sociales, sin que es-
tos fueran debatidos como peligrosos. Cfr. Wallace, Mike y Rod, Serling, “Rod
Serling interview”, The Mike Wallace interview, 1959, desde: https://www.youtube.com/
watch?v=q8sT6nz7VUM, consultado el 19 de septiembre de 2018.
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Sergio Martín Tapia Argüello
13
Este proceso puede ser observado de una manera puntual en Coriat, Benjamin,
El taller y el cronómetro, México, Siglo XXI, 2012.
14
Cfr. Jenner, Mareike, Netflix and the reinvention of television, Nueva York, Palmgrave
McMillan, 2018.
15
Capella, Juán Ramón, op. cit.
16
Cfr. Marx, Karl, “Trabajo asalariado y capital”, La cuestión judía y otros escritos,
Barcelona, Planeta Agostini, 1994.
175
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17
E.g. Muñoz, Fernando, “Ocho cosas de Black Mirror que ya han sucedido en la vida
real”, Play Series, suplemento electrónico de series y televisión de ABC, 16 de sep-
tiembre de 2018 desde https://www.abc.es/play/series/noticias/abci-ocho-cosas-black-mi-
rror-sucedido-vida-real-201611130125_noticia.html, consultado el 1 de octubre de 2018.
White, Catriona, A driverless pizza van is the latest Black Mirror prediction to come true
desde: https://www.bbc.co.uk/bbcthree/article/5c0ce0ab-c88f-45be-b44d-59841e5f9e64,
consultado el 1 de octubre de 2018.
18
Berman, Marshall, Todo lo sólido se desvanece en el aire, México, Siglo XXI, 2008.
19
Marx, Karl y Engels, Friederich, “Manifiesto del partido comunista”,
La cuestión judía (y otros escritos), Barcelona, Planeta-Agostini, 1994.
20
Se trata de la idea central de Adorno, Theodor W., Dialéctica negativa, Madrid, Akal,
2008.
21
Holloway, John, “Why Adorno?” en Holloway, John; Matamoros, Fernando y
Tischler, Sergio, Negativity and Revolution: Adorno and Political Activism, Londres, Pluto
Press, 2009, pp. 12-17.
176
Sergio Martín Tapia Argüello
Distintos capítulos de la serie nos presentan elementos que podrían ser ana-
lizados en este trabajo, tanto para referirnos a la existencia de elementos
distópicos como para hablar de estos, la tecnología y su relación con la trans-
formación social y el derecho. Así, por ejemplo, la despersonalización del
otro y la creación de un enemigo infrahumano (Men against fire, ep. 3x05;
Metalhead, ep. 4x05), la búsqueda de un sistema efectivo de vigilancia total
(The entire history of you, ep. 1x03; Arkangel, ep. 4x02; Crocodile, ep. 4x03) o la
banalización de los asuntos públicos y la reducción de la política gracias a la
cultura del espectáculo (The national anthem, ep. 1x01; The Waldo moment; ep.
2x03) son hechos que suceden constantemente en nuestra sociedad y cuyo
mensaje puede ser fácilmente reinterpretado bajo esos parámetros, incluso
sin realizar grandes esfuerzos interpretativos.
Resulta ya un lugar común mencionar que los avances tecnológicos
de los últimos treinta años han significado una transformación radical de
la manera en que nuestras sociedades producen, así como la forma en que
ellas se reproducen.22 Ante ello, es necesario evitar las visiones simplistas que
instan a mirar este proceso como algo unicausal o unidireccional. Los desa-
rrollos tecnológicos solamente surgen como tales en un ámbito cultural que
se encuentra preparado para ello, como puede mostrarlo con facilidad la
historia de cientos de productos que nunca lograron consolidarse por haber
surgido “antes de su tiempo”. Quizá la más clara muestra de esto, a nivel
histórico, puede encontrarse en la creación de la máquina de vapor. Este
importante desarrollo tecnológico, que es presentado en muchas ocasiones
como “el motor” o “la causa” de la revolución industrial, era ya utilizado en
la antigüedad por griegos y romanos, aunque debido a las condiciones del
22
E.g. Coriat, Benjamin, El taller y el robot, México, Siglo XXI, 2012; Harvey, David,
La condición de la posmodernidad, investigación sobre los orígenes del cambio cultural, Madrid,
Amorrortu, 2000.
177
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23
Cfr. Capella, Juan Ramón, Fruta Prohibida. Una aproximación histórico teorética al derecho
y al estado, Madrid, Trotta, 2011.
24
Marx, Karl, “Trabajo asalariado y capital”, La cuestión judía y otros escritos, Barcelona,
Planeta- Agostini, 1994, p. 315.
25
Cfr. Horkheimer, Max y Adorno, Theodor W., “Filosofía y división del trabajo”,
Dialéctica de la ilustración, Madrid, Akal, 2007.
26
Holloway, John, “El estado y la lucha cotidiana” en Cuadernos políticos, núm. 24,
México, Era, abril-junio 1980, p. 17.
27
Adorno, T., “Dialéctica negativa”, Dialéctica negativa. La jerga de la autenticidad,
Madrid, Akal, 2008.
28
Es contra este esfuerzo, precisamente, que se desarrolla la teoría crítica. Santos,
Boaventura de Sousa, Crítica de la razón indolente. Contra el desperdicio de la experiencia,
Bilbao, Descleé de Brower, 2012, p. 23.
178
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179
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31
Kelsen, Hans, “El derecho como técnica social específica”, ¿Qué es justicia?
Barcelona, Planeta Agostini, 1993.
32
Correas, Oscar, Teoría del Derecho, México, Coyoacán, 2010, pp. 259- 262.
33
Tamayo y Salmorán, Rolando, Razonamiento y argumentación jurídica, el paradigma
de la racionalidad y la ciencia del derecho, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas
UNAM, 2003, pp. 91-100.
34
Cfr. Tapia Argüello, Sergio Martín, “La Crítica Jurídica en la enseñanza
del Derecho”, Anales, Extraordinario III, 2017, Universidad Nacional de la Plata,
pp. 426- 430.
35
Correas, Oscar, Introducción a la crítica del derecho moderno. Esbozo, Puebla, Universidad
Autónoma de Puebla, 1982.
36
Correas, Oscar, “Teorías Sociológicas del Derecho y Sociología Jurídica I”,
Crítica Jurídica, 7, Universidad Autónoma de Puebla, 1987, p. 92.
180
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37
Kelsen, Hans, Teoría pura del derecho, México, Porrúa, 2008.
38
Vyshinski, Andrei Y., The Law of the Soviet State, Nueva York, The MacMillan
Company, 1948.
39
E.g. Luhman, Niklas, El derecho de la sociedad, México, Herder- Universidad
Iberoamericana, 2005.
40
Reale, Miguel, A teoría tridimensional do Direito, Lisboa, Imprensa Nacional:
Casa da Moeda, 2013.
Grossi, Paolo, “¿Justicia como ley o ley como justicia? Anotaciones de un historiador
41
del derecho”, Mitología jurídica de la modernidad, Madrid, Trotta, 2003, pp. 21-38.
42
Kahn, Paul, El análisis cultural del derecho, una reconstrucción de los estudios jurídicos,
Barcelona, Gedisa, 2001, pp. 13-15.
Cfr. Nino, Carlos Santiago, Consideraciones sobre la dogmática jurídica (con referencia particular
43
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en una dimensión metafórica. La protagonista, una mujer joven que lucha por
construir el ideal de vida “perfecto” para su sociedad, se encuentra con una
oportunidad increíble cuando una ex compañera de escuela le contacta para
ser madrina en su boda. Aceptando de inmediato, comienza a construir sus
planes basados en el éxito de esta actividad y actuando como si ya hubiera
sucedido y ella se encontrara ya, con los beneficios derivados de la misma.
Descrito de esta manera, el argumento puede resultar poco atractivo en
cuanto desarrolla una historia genérica que ha sido ya repetida incontables
ocasiones y no explica, obviamente, el interés mostrado hasta ahora. No obs-
tante, debemos recordar que Black Mirror utiliza, como elemento distintivo,
el desarrollo de tecnologías. En el centro de Nosedive, encontramos un sis-
tema de calificaciones estructurado como una red social, mediante el cual la
gente puede puntuar fotografías, videos y pensamientos. Esto, que no sería
diferente a cualquiera de las existentes, contiene, sin embargo, un elemento
extra: el acceso a ciertos bienes y servicios, así como a tratos preferenciales
en algunos de ellos, que van, según puede observarse, desde mejores tasas
crediticias hasta asientos de avión o automóviles en renta, se sustentan en la
calificación obtenida en ella.
Concentrada totalmente en su intento de obtener la “casa de sus sueños” y
convencida de que la boda le proporcionará los puntos necesarios para obtener
el crédito que le permita acceder a ella, la protagonista busca, con la ayuda
de un especialista en puntajes, subir lo poco que le hace falta. Un pequeño y
al parecer irrelevante incidente con su hermano, generará, a través de su mal
humor, una reacción en cadena que la hundirá cada vez más, en una espiral
de pérdida de puntos que le imposibilitará conseguir cada vez más cosas, no
sin antes perderlo todo en un último y vergonzoso ataque de desesperación en
medio de la boda de su, se descubre a lo largo del capítulo, nunca buena amiga.
Como se ha mencionado ya, en estos momentos China se encuentra
desarrollando un sistema que, al menos en idea (aunque no de una forma tan
desarrollada como en la serie… todavía) se basa en el mismo principio plan-
teado en el capítulo. Como cualquier usuario sabe, existen ahora, cientos de
servicios en línea y aplicaciones (de transporte, comida, paquetería e incluso
compras) que restringen acceso a productos o servicios a través de un sistema
de calificación, generalmente llevado a cabo por las partes involucradas en
la relación comercial. De la misma forma, la mayoría de las redes sociales
permite, además de comentar estados, fotografías o ideas de otras personas,
mostrar la aprobación (o desaprobación) del contenido, generalmente, por un
grupo seleccionado por quien lo coloca en línea. De la combinación de ambos
principios, surge una nueva red social que califica, mediante un seguimiento
186
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59
Cfr. Fix Fierro, Héctor; Flores Dávila, Julia Isabel; Valadés, Diego, Los mexicanos
y su constitución: tercera encuesta nacional de cultura constitucional, México, Instituto de
Investigaciones Jurídicas UNAM, 2017.
60
Grossi, Paolo, “Códigos: algunas conclusiones entre dos milenios”, La mitología
jurídica de la modernidad, Madrid, Trotta, 2003.
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§ VIII. Conclusiones
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68
Para un interesante análisis de este argumento, cfr. Holloway, John, Crack capitalism,
Londres, Verso, 2010.
190
Los derechos en serie. De Breaking Bad a Black Mirror, editado por
Editorial Libitum S.R.L de C.V., se terminó de imprimir el
21 de noviembre de 2019, en los talleres de Cromo Editores
S.A. de C.V., Miravalle 703, colonia Portales, delegación
Benito Juárez, 03570, Ciudad de México, tel. 5674 2137.
Se utilizó tipo Baskerville de 9, 10 y 11 puntos. En esta edición
se empleó papel cultural de 75 gramos para los interiores
y cartulina couché de 300 gramos para los forros.
E
n esta novedosa obra, que el lector tiene en sus manos, encontrará una
perspectiva muy particular y creativa de acercarse a la divulgación y proble-
matización de temas jurídicos desde un enfoque lúdico basado en grandes series
como: Breaking Bad, Better Call Saul, Suits, Black Mirrow, entre muchas otras.
Este texto tiene la virtud de ser de los iniciales, si no es que es el primero, en abor-
dar el derecho desde las series. Si bien en múltiples libros y ensayos se ha hecho
algo semejante con otras manifestaciones artísticas como la literatura, el cine, la
poesía o incluso, la música, éste constituye un esfuerzo insoslayable para buscar
nuevas formas de apropiarse estéticamente de los problemas jurídicos sin caer
en la gris teorización o en el exceso de tecnicismos del que suelen pecar algunos
juristas, pero, al mismo tiempo, sin perder el rigor epistémico y metodológico.
Las series seleccionadas por los autores, sin duda, son el pretexto ideal para que
cualquier persona alejada o familiarizada con discurso jurídico pueda ponerse
“las gafas de la abogacía” y ver desde otro ángulo algunas de las series favoritas de
la cultura popular. Las producciones televisivas y de streaming aquí comentadas
lejos están de haber sido escogidas bajo el criterio de “series para abogados”, por
el contrario, encontramos una variedad y pluralidad que se antoja para revivir
las mejores escenas de nuestras series predilectas.
Tal vez los grandes beneficiados de esta obra coordinada, que nos presenta el
profesor Walter M. Arellano, sean los estudiantes y profesores de la carrera de
derecho, quienes encontrarán una vinculación directa de una infinidad de tó-
picos jurídicos de diferentes ramas de esta disciplina que pudieran ser útiles,
didácticamente hablando, para ejemplificar y poner en claro de manera casuís-
tica algunos problemas mostrados en las series.
www.edlibitum.com