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EL PODER INTRODUCCION A SU ESTUDIO por Juan Carlos Rey SUMARIO 1. INTRODUCCION.- 2. RELACIONES DE PODER.- 3.EL AGENTE DEL Poper.- 4. LA BASE DEL PODER.- 5. LA VOLUNTAD DE PODER.- 6. MECANISMOS DE Poper.- 7. EL PACIENTE DEL PODER.- 8.PROBLEMAS ESPECIFICOS DE MEDICION Y COMPARACION DEL PopeR.- 9. BIBLIOGRAFIA BAsica. 1. INTRODUCCION El poder es un fenédmeno.que ocupa un lugar central en la vida politica y es crucial para la se- guridad de un Estado. Pese a ello carecemos hasta el momento de una teorfa lo suficientemente rica y rigurosa para un estudio. Es muy importante subrayar que el Poder no es un monopolio del Estado, ni constituye un fenémeno que exista exclusivamente en el campo de la politica. Se da en todos los Ambitos sociales, hasta el punto de que, como ha dicho Bertrand Russell, “es el concepto fundamental para quienes estudian la sociedad, en el mismo sentido que en que el de Energia es el concepto fundamental en fisica” (Russell 1960, pag. 9) . En esta conferencia me propongo hacer tres cosas: en primer lugar, intentaré delimitar gl con- cepto de ler; en segundo lugar, examinaré cuales son las principales dimensiones 0 aspectos basicos que hay que tomar en cuenta para el estudio; y, en tercer lugar, analizaré las difi- cultades para la medicién del poder y para hacer comparacién en torno al mismo. La forma mas amplia de entender e! poder es identificarlo con la capacidad general para producir un efecto; es decir, con la eficacia causal en general, Se trata de un concepto en verdad demasiado amplio de poder, pues puede ser aplicado incluso a los agentes y causas naturales (podemos asi hablar del “poder” del viento, o del “poder” de un rayo, etc.), cuando lo que. a nosotros nos interesa exclusivamente son las acciones humanas. Una segunda posibilidad -que implica ya una cierta restriccién— es identificarlo con-la capacidad de un actor humano para producir los efectos propuestos. Se trata de un concepto mas limitado que el anterior y mas préximo a lo que necesita- 1 mos, pero atin resulta excesivamente amplio. En efecto, por un lado, se habla de un actor humano, que se supone esta dotado de propésitos, objeti- vos 0 finalidades; es decir, se sitéa en el Ambito de la acci6n racional. Pero, por otro lado, esta forma de entender el poder comprenderia incluso las acciones de dominio o control del hombre sobre la naturaleza, cuando lo que a nosotros nos interesa es centrarnos en el dominio o control del hombre sobre otros hombres. Y entre ambas esferas existe una diferencia radical. . » Con esto podemos ilegar a un tercer concepto, segun el cual el poder puede ser definido, pro- visionalmente, como la capacidad que tiene un actor para lograr sus objetivos, mediante la modificacién o él control de la conducta de otro actor. Aqui el poder queda reducido al ambito de las relaciones interhumanas: es una relacién politica, entre hombres, y no simplemente una relacién del hombre con la naturaleza. Pese a las restricciones que hemos introducido con resgpecto a la nocién inicial del poder, el concepto que vamos a utilizar es bastante amplio, en varios sentidos. En primer lugar, a diferencia de algunos autores que tienden a limitar la existencia de poder a situaciones en las que hay contlictos de intere- ses, nosotros consideramos que pueden existir relaciones de poder aun cuando estemos en presencia de coincidencia de interés entre los actores involucrados. Gran parte de la sociologia tradicional ha partido de la idea falsa de que siempre que exista un conjunto de personas entre las cuales existan intereses comunes, podemos considerarlas como formando un grupo que actda cooperativamente. Frente a esta idea equivocada, el andlisis de la “iégica de la accién colectiva” (Olson) ha demostrado que la existencia de intereses comunes entre personas no garantiza, necesariamente, la accién cooperativa en prose- cucién del interés comun, y que, en tales circuns- 12 tancias, el ejercicio del poder puede ser necesario para asegurar fa cooperacién (naturalmente, aun sera necesario si las relaciones entre esas perso- nas fueran de conflicto de intereses). En segundo lugar, el concepto de poder que . vamos a utilizar no se limita al uso de un particular tipo de recursos o mecanismos para lograr la Modificacion o el control de la conducta. A dife- rencia ‘de algunos autores, para los cuales solo existe el poder cuando se utiliza la violencia, la fuerza fisica o algun otro instrumento particular- mente efectivo, nosotros utilizaremos ese con- cepto:para referirnos a todos los casos en que se logre la modificacién de la conducta de otro. actor, cualquiera sea el recurso o instrumento que se utilice para ello (coaccién, soborno, engafio, seduccién, simpatia, etc.). Naturalmente, esto no implica —-como luego veremos— que consideremos a todos los recursos como igualmente efectivos. En tercer lugar, vamos a utilizar un concepto . probabilista y no determinista del poder. Esto significa que no nos limitaremos.a considerar que existe poder sdlo en aquellas ocasiones en que un actor logra que otro actor realice efectivamente la accién que el primero desea; también existe poder en aquellas ocasiones en que un actor logra un aumento en la probabilidad de que el otro actor realice esa accién (aunque ésta, efectivamente, no tenga lugar). Esta idea nos plantea, sin embargo, problemas y dificultades para operacionalizar nuestro concepto. 2. RELACIONES DE PODER Vamos a comenzar por examinar en qué consiste una relacién de poder. El poder, en tanto que relacién, implica que a/ menos dos actores: uno que vamos a llamar agente (A) —-que es quien’ ejerce poder- y otro al que llamaremos Paciente (P) -sobre quien ejerce poder-. La relacién diddica, entre un Agente y un Paciente, es la mas simple de todas las relaciones de poder con- 13 cebibles. Nos vamos a centrar en ella, aunque en la practica, en la vida real, normatmente las relaciones se presentan bajo la forma de cadenas y de redes muy complejas y multidireccionales. Es importante comenzar por subrayar que el poder no puede ser reducido a-una simple cuali- dad, propiedad o atributo, fisico o de otra natu- raleza, que un acto pueda tener, con indepen- dencia de'sus relaciones con otros actores. El poder no es un atributo (como por ejemplo la cor- pulencia o la fuerza fisica), ni una propiedad (como por ejemplo los recursos econémicos o militares) de los que dispone un actor, sino una relacién con otro actor. tes Ahora bien, utilizando la Iégica que nbs proporciona un instrumento adecuado para estudiar las propiedades formales de cualquier relacién-, podemos distinguir dos aspectos de especial interés. En primer lugar, una relacién puede ser simétrica o asimétrica. Una relacién cualquiera (‘r’) entre dos términos (‘A’ y ‘B’) se dice que es simétrica cuando si ‘A’ est en relacion ‘r con ‘B’, entonces ‘B’ esta en relacién ‘r con ‘A’; por el contrario, es asimétrica cuando si ‘A’ esta en la relacién ‘r con ‘B’, entonces ‘B’ no esta enla - telaci6n ‘r’ con ‘A’. Asi, la relaci6n ‘es hermano de’ es asimétrica, como lo es la relacién ‘es amigo de’: en cambio de relacién ‘es padre de’ o ‘es menor que’ es asimétrica. Pues bien, la relacién de poder puede ser tanto simétrica como asimétrica. La relacién mas simple y elemental de poder, la relacién diddica que antes examinamos, én la que un Agente ejerce unidireccionalmente sobre un Paciente, es una relacién asimétrica. Pero en la practica dificilmente puede darse una relacién puramente unidireccional y asimétrica de poder. En la vida resulta dificil de concebir un puro Agente o un puro Paciente; un actor en tal medida omnipotente que pueda ejercer incondicionalmente poder sobre otro, sin ser a su vez, en alguna 14 medida, influido por éste; o un.actor tan despro- visto de recurso e influencia que pueda ser consi- derado como un puro objeto de-poder. En la practica, y en la vida real, la mayoria de las relaciones de poder son.en algun aspecto simétri- cas —es decir, bidireccionales—, aunque no ne- cesariamente de igual intensidad en los dos sentidos. Desde el punto de vista del analista, las rela- ciones asimétricas 0 unidireccionales de poder son las que resultan mas faciles de estudiar, en tanto que las simétricas o bidireccionales plantean considerables dificultades. Para superar tales dificultades pueden, eventualmente, utilizarse tres tipos de estrategias: . 1%) Aveceés, aunque la relacién es simétrica o bilateral, de hecho la desigualdad de recur- sos entre los dos acteres es tan grande que, para todos los efectos practicos, podemas c@nsiderar a uno de ellos como un puro Agente, y al otro como un puro Paciente: el supuesto de la asimetria no corresponde’ exactamente a la realidad, pero constituye una aproximacion razonable a la misma. 2°) Aveces, aunque la relacién de poder es efectivamente simétrica, existe un retardo temporal entre la accién en un sentido y la reaccién que se produce en el otro sentido; por ejemplo, A realiza una acci6n tendente a ejercer control sobre-B, y como consecuencia de tal accién se produce una reaccion de B, destinada a influir, a su vez, sobre A. En tales situaciones es posible considerar separadamente la accién y la reaccién como si cada una de ellas fuera relacién de poder de naturaleza puramente asimétrica. 3°) Finalmente, hay situaciones en las que, si bien no hay un desfase temporal, de modo que no podemos distinguir la acci6n de la reaccién, sin embargo los medios 0 instru- 15 Mentos que cada uno de los actores utiliza para tratar de influir-en la conducta del otro ” son de naturaleza distinta y también es distinto el Ambito o dominio de la conducta del otro que cada uno de ellos intenta Modificar. Por ejemplo, el pals A trata de lograr que el pais Bvote en las Naciones Unidas en un sentido favorable a cierta proposicién, utilizando para ello promesas de ayuda econémica; y el pais B, por su parte, trata de lograr que el pais A’cese la ayuda militar a un tercer pats vecino, utilizando la propaganda con el fin de movilizar a la opinion publica internacional. Aqui, de nuevo, es posible descomponer analiticamente la interaccién global de dos acciones cada una de elias de caracter unidireccional. La segunda propiedad formal de una relacién de poder que debemos examinar es un cardcter transitivo o intransitivo. En ldgica, se dice que una relacién cualquiera (‘r’) entre tres términos (‘A’, ‘B’ y ‘C’) es transitiva cuando, si ‘A’ esta en relacién ‘r’ con ‘B’ y ‘B’ esta en ta relaci6n ‘r’ con ‘C’, entonces ‘A’ esta en la relacién ‘r’ con ‘C’; es intransitiva en caso contrario. Por ejemplo, la relacién ‘es mayor que’ o ‘es menor que’ es transitiva; en cambio, 1a relacién ‘es amigo de’ puede ser intransitiva (siempre que admitamos que los amigos de mis amigos no tienen que ser necesariamente mis amigos). Ahora bien, si el poder es una relacién transitiva esto significa que siempre que un actor ejerza poder sobre un segundo autor, y éste a su vez ejerza poder en un tercero, el primero nece- sariamente ejerce poder sobre el tercero. La transitividad de las relaciones permitiria, eventual- - mente, el ejercicio del poder no ya directamente, sind a través de actores intermedios, y la creacién de largas y complejas cadenas y redes de poder, tema de extraordinaria importancia pero sobre el cual la falta de tiempo nos impide detenernos. 16 3. . ELAGENTE DEL PODER Después de los preliminares, vamos a exami- nar sucesivamente cuales son los principales a tener en cuenta en el estudio del poder y que son los siguientes: el Agente,ta base, la voluntad, los mecanismos, el paciente, el Ambito, la intensidady el monto del poder. _ El Agente del poder puede ser un actor indivi- dual o un actor colectivo (un grupo de hombres, una organizacién). Para que una colectividad humana pueda ser considerada como un actor ca- paz de ejercer necesita contar con cierta unidad, si no de propésitos, al menos de decision y accion; deben constituir una unidad estratégica, de modo que sus miembros cooperen para.el logro de ciertos objetivos considerados comunes. No hay que pensar que la existencia de una organizacién formal garantiza que nos hallemos en presencia de tal grado de unidad, pues el que ésta se dé o no es una Variable empirica que hay que examinar en cada caso; y esto se aplica incluso al Estado. Un Estado con un alto grado de conflicto interno, marginalidad y desintegracién social, puede carecer hasta tal punto de cohesién y de un minimo de unidad nacional, que no pueda ser legitimamente considerado como un verdadero Agente de Poder. aunque no hay que pensar, por © otra parte, que para poder ejercer el poder requie- ade una total homogeneidad y unidad monolitica. Lo que se necesita es constituir una unidad relativamente integrada, reducir el conflicto interno a cierto nivel y mantener un minimo de coopera- cién y de coordinacién frente al exterior. 4. LA BASE DEL PODER Entendiendo por base del poder ciertos atribu- tos o propiedades del Agente o ciertos recursos 0 instrumentos controlados por él, que le permiten el ejercicio del poder. Pueden ser cualidades o atributos naturales (como la corpulencia, belleza, 17 etc.) o socio-culturales (como la ‘nobleza’, la ‘sacralidad’, etc.); puede tratarse de recursos de © indole diversa (dinero, iniormacién, armas, etc.). La base del poder tiene una extraordinaria impor- tancia, hasta el punto de que es comun confundirla con el poder mismo, produciéndose de esta manera lo que podriamos flamar una cosificacién o teificacién del poder: se pierde de vista que el poder es siempre una relacién entre hombres y se lo identifica con un objeto.o con una cosa. Asi, es comin el error de confundir el poder con el dinero ©. con las armas 0 con cualquier otro objeto a partir del cual se puede ejercer el poder. Pero esos recursos o instrumentos apenas constituyen un potencial para que adecuadamente movilizado y activado se convierta en poder. Ahora bien, aunque en principio cualquier tipo de atributo, recurso o instrumento puede conver- tirse en base de poder, es claro que no todos ellos son igualmente efectivos en todas las épocas y frente a todo tipo de actores. Existen algunos. de ellos de cardacter idiosincratico, que sélo se muestran efectivos en relacién de algun tipo de actores muy especificos (piénsese por ejemplo en cualidades 0 atributos personales como Ia belleza ola simpatia). Otros en cambio son mucho mas generales, pues muestran un alto grado de efica- cia frente a un gran numero y variedad de actores (piénsese en los recursos econémicos o en los basados en la utilizacion de la coaccién fisica). También la mayor o menor efectividad de un tipo de recursos varia de una época histérica a otra. En todo caso, en las sociedades modernas los tres recursos mas universales —en el sentido de ser los mas generalmente empleados y los que demuestran su efectividad frente a un mayor numero y mas variada clase de actores— son: - 1) los recursos econémicos (especialmente el dinero); 18 2%) los recursos coactivos (el control de medios 0 ‘instrumentos para la aplicacion de la vio- ' lencia fisica); y 3°) los recursos de informacion y, muy espe- -.cialmente, de los conocimientos cientificos y tecnolégicos. Es importante sefialar que existe una cierta convertibilidad entre los recursos, de manera que es posible utilizar alguno de ellos para transfor- mario de alguna forma en otro. Pero esta posibili- dad de transformacién esté limitada, tanto por razones técnicas como por razones morales y juri- dicas. Toda sociedad trata, con éxito variado, de establecer barreras morales, juridicas 0 de ambos tipos, a las posibilidades de que se utilicen ciertas clases de recursos para la adquisicién (otros ejemplos de esto lo constituyen la condenacién de la ‘Simonfa’, o la prohibicién de la ‘venalidad de los oficios’, étc.). . En principio, es posible elaborar un inventario completo de los recursos o instrumentos de poder de un actor cualquiera, e incluso cuantificarlos, pero seria un error confundir esta base del poder con el poder mismo. Se puede —superando algunas dificultades a las que en seguida alu- diremos— construir un indice satistactorio que permita medir esa base del poder, pero seria un error considerar que de esta manera estamos midiendo el poder mismo, y mas grave aun seria creer que, a partir de la comparacién de los indices de dos actores, podemos legitimamente sacar conclusiones acerca de lo que ocurriria en caso de un enfrentamiento entre ambos. La dificultad mas obvia para la construccién de tales indices (y que.es muy familiar para quienes intentan medir el potencial militar de un pais) es la de cuantificar los llamados factores ‘intangibles’, entre los que se cuentan, muy principalmente, la capacidad y habilidad para el manejo de esos 19 , recursos. Pero, aun si superamos esta dificultad, surgen otras de mayor envergadura: me refiero a lo que algunos autores Ilaman los ‘aspectos simbélicos’ o, mas graficamente, la ‘cara del poker’ del poder. En efecto, si bien:para que un actor pueda ejercer poder se requiere, en principio, que posea determinados recursos y que cuente con la voluntad o disposicién de emplearlos, /a creencia por parte de otros actores (los eventuales pacien- tes) de que existen tales recursos y voluntad es tan importante como su posesion efectiva {y a veces, incluso, mas importante). Resulta asi que la cuestidn del ‘crédito’ y de la ‘reputacién’ son determinantes para poder ejercer exitosamente el poder. Es imposible tratar aqui detenidamente tan fascinante tema, pero espero que quede al menos parcialmente aclarado cuando examinemos los mecanismos del poder, y la utilizacin de ‘prome- sas’ y ‘amenazas’. 5. LAVOLUNTAD DE PODER La voluntad de poder es otro elemento o dimensién fundamental en su ejercicio, pues no basta con que un agente cuente con una base de poder si carece de voluntad para ejercerlo. Se trata, sin embargo, de un componente que resulta muy dificil de analizar por las dificultades que’ presenta su operacionalizacién. Creo, no obstante, que podremos lograr dar un significado mas preciso a ese término vago diciendo que consi- deramos a la voluntad de poder como el resultado de la combinaci6n de dos variables: por una parte, los costos que para el otro actor tenga el ejercicio del poder; y, por otro lado, los beneficios que derive de tal ejercicio. Suponemos que es inver- samente proporcional a los primeros y direc- tamente proporcional a las segundas, o, lo que es lo mismo: a mayores cosios, menos voluntad de poder; a mayores beneficios, mas voluntad de poder. Examinemos algunos problemas relativos al costo de poder. Es evidente que e! poder no es un 20 blen gratuito, como et aire, sino un bien escaso y costoso. Por tanto, quien desee ejercer poder debe estar dispuesto a incurrir en ciertos costos: primero, los costos necesarios para adquirir instrumentos de poder y, segundo, los costos que implica la utilizaci6n de esos instrumentos para lograr ejercer efectivamente el poder. Parte importante de los costos para la adquisicién de instrumentos de poder son costos de oportunidad. Siun actor, por ejemplo, necesita desarroliar o mejorar sus instrumentos militares, va a tener que emplear una buena parte de sus recursos escasos en mantener unas fuerzas armadas bien prepara- das y equipadas, lo cual ademas impedira que esos fondos sean aplicados a.otre tipo de objetivos (como el desarrollo, la educacién, la sanidad, etc.) que deberian ser parcialmente sacrificados. Pero, ademas, la utilizacién de recursos y de instrumen- tos para el ejercicio del poder es en si muy cos- tosa, ya se trate dela utilizacién de recursos militares en una guerra, de recursos econdémicos en un prdgrama de ayuda extranjera, o de lo que sea. Los costos pueden expresarse en unidades fisicas, en unidades monetarias o en cualquier otro indice objetivo, o bien pueden expresarse en unidades de utilidad subjetiva. Desde el punto de vista operacional son sin duda preferibles,. por mas sencillas, las medidas del primer tipo, pero desde el punto de vista teérico lo decisivo son las utili- dades subjetivas. Un ejemplo lo aclarara: si — trataramos de medir los costos que para los paises en guerra tienen las pérdidas respectivas, resulta facil evaluar el numero de muertos, heridos, los aviones derribados, los tanques destruidos y, en general, las destrucciones sufridas, e incluso cuantificarlas en términos econdémicos. Pero de mas importancia seria -pese a las dificultades que implica— la evaluaci6n subjetiva de la desutilidad que para cada uno de ellos representa la pérdida respectiva. 21 . Entonces, para determinar el poder de un actor. es necesario tener en cuenta los costos que esta dispueste a pagar por tal. ejercicio, nq sdlo-en.el sentido limitado de que dispone fisicamente de los recursos necesarios para ello, sino también en el sentido de su esta dispuesto a sufrir las eventuales pérdidas que implicaria. . Junto.a los costos, el otro factor a tener en cuenta para determinar la voluntad politica son los beneficiog que se derivarian del ejercicio del poder. Y en esta materia se presentan problemas analogos en relacién a las posibilidades de medir- los en términos de utilidades subjetivas. 6. MECANISMOS DE PODER Examinaremos ahora los mecanismos a través de los cuales un actor ejerce el poder. Estos pueden ser variadisimos: se puede prometer, amenazar, engafiar, persuadir, sobornar, golpear, etc., etc. En general puede decirse que ellos dependerdan de tres factores: (i) el tipo de base de poder o de recursos de que disponga el agente; (ii) las caracteristicas personales del Paciente, y (ili) el tipo de modificacion de la conducta.o | teaccion que se aspira lograr. Sin embargo, en términos muy generales, se puede decir que hay tres posibles maneras.de modificar la conducta de un actor y, por con- siguiente, tres mecanismos basicos para el ejercicio del poder. Primero, un. actor (Agente) puede modificar la conducta de otro actor (Paciente) tratandolo como un puro objeto natural. Asi, por ejemplo, puede tratarlo como un puro objeto fisico, utilizando la fuerza para inmovilizarlo e impedir que ejecute 22 determinada accién, o para arrastrario y despla- zarlo de un lugar a otro 0, en el extremo, para destruirlo fisicamente produciéndole la muerte; o puede manipulario, en tanto que organismos biolégicos, afectando sus funciones mediante drogas, etc., etc. Se trata de formas muy poco efectivas de ejercicio de! poder — en especial en lo referente al empleo de la pura fuerza fisica— y que pueden servir, principalmente, para lograr un efecto negativo (para impedir que el Paciente haga algo) pero que diffcitmante pueden lograr una accion positiva, especialmente si ésta es de minima complejidad. Segundo, se puede lograr la modificacién de la conducta de un actor mediante un proceso de ~ condicionamiento o aprendizaje que produzca una respuesta semiautomatica y no reflexiva ante determinado estimulo. Dos dificultades principales presenta este mecanismo. Por un lado, que exige un proceso previo —prolongado y que requiere condiciones estrictas de contro! sobre las, comuni- caciones y gratificaciones del Paciente~ de acondicionamiento o aprendizaje. Por otro lado, que puede ser efectivo cuando se trata de acondj- cionar respuestas muy sencillas y rutinarias, pero no lo es tanto cuando se trata de otras mas complejas que exigen deliberacién. Tercero, se puede lograr la modificacién de la conducta de un actor racional manipulando o controlando los parametros basicos de'su accién. Partimos del supuesto de que un acior racional es aquel que tiene informacién tanto acerca de cuales. son las vias de accién que se abren ante si, como acerca de cudlés serian las consecuencias a las que conduciré cada una de tales vias; que a partir de un sistema de valores tiene una funcién de preferencia respecto a esas eventuales conse- cuencias; y que, finalmente, elige aquelias de las vias de accién que maximizan su funcién de utilidad. Entonces si lograremos controlar o . manipular cualquiera de esos parametros, lo- graremos modificar su conducta. Asi, es posible, en primer lugar, controtaro manipular, modifi-- - candola, la informacién de que dispone el actor acerca de las vias'‘de accién de que dispone o ‘ acerca de las eventuales consecuencias de elegir una u otra. En segundo lugar, es posible, en principio aunque no resulta Aci modificar los” valores del actor (lo cual de tener éxito resultaria ef.una modificacion de su funcién de preferencia): mediante la utilizacion de diferentes técnicas de _ ‘persuasion’. En.tercer lugar, es posiblé modificar las utilidades que para el actor tienen las distintas consecuencias, asociando con algunas de ellas nuevos premios y/o castigos introducidos por el Agente. 7. ELPACIENTE DEL PODER Queda por examinar el Paciente del poder que, al igual que ocurre con.el Agente, puede ser un actor individual y colectivo. Los mismos analisis que hicimos a propésito del Agente son aplicables tespecto al Paciente, por lo que no es necesario que lo repitamos. r De gran importaricia en relacién con el Paciente son los costos (de oportunidad) ~e impli- Citos los beneficios— que para 6! tendria el deso- bedecer o no someterse a lo que desea el Agente. Cuanto mayores costos represente para un actor’ el 'desobedecer 0 no someterse a lo que quiera el otro, mayor sera la posibilidad de que el poder sea ejercido con éxito. Para el andlisis de los costos y beneficios del Paciente se plantean problemas.andlogos a los qué vemos en relacién a los del Agente, por lo que de nuevo vemos que no es necesario que repita- mos el andlisis. 24 8. . PROBLEMAS ESPECIFICOS DE : MEDICION Y COMPARACION DEL PODER : Una dimensién finat qué nos resta por examinar es la que podriamos denominar monto del poder, y que puede ser definida.como la diferencia entre dos probabilidades de que el Paciehte realice determinada accién especifica cuarido el Agente ha utilizado los mecanismos de'poder de que’ dispone y ia pfobabilidad de queel Paciente =~ realice esa misma accion aunque ef Agente no: utilice sus mecanismos de poder, Dicho erotras ~ palabras: el monto del poder es el aumento neto de la probabilidad de que el Paciente realice determinada accion especifica, que se produce como consecuencia de la intervencién del Agente. Cada una de las dimensiones del poder que hemos considerado es susceptible, en principio, de medicién, y el poder de dos actores puede com- pararseé @ lo largo de cualquiera de ellas.En — igualdad de circunstancias podemos decir que el poder de un actor es mayor: . (i) cuanto mayor es su base de poder; ‘ {ii) cuando dispone de mas mecanismos de poder, y (iii) cuanto mayor es el numero de personas, el Ambito de actividades sobre las que se ejerce y el monto de su poder. Para la definicién formal y la medida del poder se suelen utilizar solo las tres ultimas variables: el poder es grande cuando se puede ejercer sobre muchas’personas, en muchos respectos y con una alta probabilidad. En cambio, una amplia base de poder o abundantes mecanismos de poder no son una medida directa del poder de un actor, solo son instrumentos a través de los cuales se puede mantener u obtener el poder y sirven como indica- 25 dores de los que inferimos la presencia de poder en un actor. De.todas las variables, el monto resulta ser la crucial. En la cuantificacién del poder debemos tener n cuenta dos variables adicionales: los costos do Oportunidad para A de influir con la conducta deP (que llamaremos Jos costos del poder de A sobre P)..y los costos de oportunidad para P de rehusarse a hacer.lo.que A quiere que haga (que podemos llamar la intensidad del poder de A sobre P). En igualdad de otras circunstancias, el poder._ de A sobre P es mayor cuanto menores son los costos del poder de A y mayor es la intensidag del poder de A. ‘Como ha mostrado Harsanyi, el poder de un actor cualquiera puede ser descrito no sélo me- diante los valores especificos de las dimensiones que se han mencionado, sino también establecien- do las funciones matematicas que conectan los costos de poder con las dimensiones. En este Caso puede considerarse como una especie de ‘uncién de produccién’, que describe cémo los diferentes actores pueden ‘transtormar’ diferentes montos de sus recursos en poder de varias dimensiones. { 9, BIBLIOGRAFIA BASICA Una bibliografia minima sobre el tema del Poder, de acuerdo a las lineas desarrolladas en esta conferencia, debe incluir los siguientes titulos: -Dahi, R. A.,(1957) “The Concept of Power", Behavioral Science 2: 201-215. -Harsany. J. C., (1962), "Measurement of social Power. Opportunity Cost andthe Theory of Two-Persons Bargaining Games”, Behavioral Science 7: 767-780, -March,J. C., (1957) “Measurement Concepts in the Theory of Influence”. American Political Science Review 49: 431-455 -Russell, B., (1960.) Power. A New Social Analysis. London: George Allen & Unwin. -Simon, H. A., (1957) Models of Man. Social and Rational. New York:Wiley, pags. 62-78.

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