TEXTO APÓCRIFO

A: Deberíamos probar otra vez.

B: No vale la pena.

A: Me parece que sí.

B: No.

A: Me revienta darme por vencido así nomás.

B: ¡Qué así nomás! ¿Cuántas veces?

A: No sé. Las que hagan falta.

B: Bueno. Si te parece dale.

A: Así no. Así no se puede.

B: Intentemos. ¿No era eso lo que querías?

A: Vos sabes muy bien qué era lo que quería. Lo que quiero es tener por lo menos una
posibilidad. Si no, no.

B: Ah.

A: Tampoco.

B: Ah no... Esto es demasiado. Si se puede, se puede. Si no se puede, no se puede.

A: Ay, otra vez, parece una maldición.

B: ¿Qué te pasó ahora?

A: Esto me pasó.

B: Ay mi Dios. ¿Por qué no nos dedicamos a otra cosa? Te lo digo en serio. Aunque ahora
no nos
podemos volver atrás, sería peor.

A: ¿Quién dijo?

B: Vos dijiste. Dijiste: deberíamos probar otra vez, ¿o no lo dijiste?

A: Sí, lo dije.

B: Entonces...

A: ¡Qué sé yo!
B: Ahora no sabés. Bueno, yo sí sé.