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RESUMEN
Este trabajo proporciona los criterios básicos para elaborar una propuesta de acotación de
las uniones adhesivas estructurales, analizando los factores técnicos y geométricos que
influyen en el diseño de las juntas adhesivas. Se estudian, en primer lugar, aquellos factores
técnicos que, siendo necesarios para el proceso de la unión adhesiva, requieren su
indicación en la acotación para, seguidamente, analizar los factores geométricos que
influyen en el diseño de la junta. Con este objeto, se realiza una clasificación sistemática de
los tipos de juntas más frecuentes, incluyendo una representación simbólica, que facilite el
necesario proceso metodológico de la acotación de las uniones adhesivas estructurales.
ABSTRACT
This work provides the basic approaches to elaborate a proposal for dimensioning the
structural adhesive joints, analyzing the technical and geometric factors that influence in the
design of the adhesive joints. First, technical factors are studied that, being necessary for the
process of the adhesive union, they require their indication in the dimensioning for
analyzing, subsequently, the geometric factors that influence in the joint design. With this
aim, a systematic classification of the more frequent joints types is developed, including a
symbolic representation, that facilitates the methodological process necessary for the
dimensioning of the structural adhesive joints.
1 Introducción
Para concretar cual debe ser la información que debe mostrar la acotación, es preciso
tener en cuenta, en primer lugar, los principales factores técnicos que entran en juego en
el proceso adhesivo. De su estudio se desprenden las siguientes consideraciones:
-Tipo de adhesivo. Las familias químicas a las que pertenecen todos los adhesivos son
epoxis, fenólicos, uretanos, anaeróbicos, acrílicos, cianoacrilatos, siliconas, polisulfuros
y adhesivos elastómeros (ASM International, 1990). Sin embargo, para la adhesión
estructural se emplean sólo algunos de ellos y otros se modifican para obtener mejores
prestaciones.
-Adhesivo monocomponente o policomponente. En la unión estructural es usual que
algunos adhesivos estén constituidos por más de un componente que actúan
mezclándose en las proporciones adecuadas.
-Preparación superficial de los sustratos. Una máxima en las uniones adhesivas
consiste en que las superficies que se van a unir se encuentren exentas de impurezas y
tratadas adecuadamente para obtener una buena adhesión. Este tratamiento superficial
puede realizarse mediante preparación mecánica o bien mediante preparación química.
-Imprimación. Si los sustratos deben llevar imprimación para asegurar la adhesión a
largo plazo, una información importante es la referencia de la imprimación (codificada
o marca comercial) y el tiempo de secado que hay que respetar antes de aplicar el
adhesivo.
-Sistema de aplicación del adhesivo. Son diversos y dependen fundamentalmente del
proceso industrial. La mayoría de las aplicaciones suelen realizarse mediante brocha,
rodillo, pistola manual, pistola neumática o bombas para operaciones robotizadas.
-Método de curado. También es interesante saber el método de curado específico
(normalmente mediante temperatura, humedad, ausencia de oxígeno o luz ultravioleta).
-Aplicación en frío o en caliente. Según el tipo de adhesivo y el fin al que está destinada
la junta, éste puede ser aplicado en frío o en caliente, por lo que resulta necesario
especificar este dato.
-Tiempos de manipulación del adhesivo. Los tiempos de manipulación del adhesivo son
un factor importante a tener en cuenta en el proceso de pegado. Los más característicos
son: tiempo abierto, tiempo de aplicación del adhesivo, tiempo de unión y tiempo de
curado.
Existen varios factores que influyen en la geometría final de la junta y que deben ser
considerados en la fase de diseño. Para conseguir la máxima eficacia de la junta en
condiciones de trabajo se deben tener en cuenta principalmente las siguientes
orientaciones: evitar la concentración de tensiones, reducir las cargas de pelado y
desgarro, aumentar la superficie de la unión y facilitar la fabricación (Loctite, 1998).
Para las uniones solapadas se ha demostrado experimentalmente que la carga de
rotura aumenta proporcionalmente al ancho de la junta (Figura 2). Del mismo modo, el
aumento de la longitud de solape contribuye a mejorar la resistencia de la unión, aunque
a partir de una longitud determinada, la carga de rotura apenas experimenta cambio
alguno (Figura 3). Finalmente, el espesor de la línea de unión aporta una mayor
resistencia de la junta a las tensiones de cizallamiento. Estas tres consideraciones en la
geometría de la junta deben ser tenidas en cuenta en el proceso de diseño.
Además del propio diseño de la junta, es de particular importancia la disposición
del adhesivo sobre los sustratos. Para que el adhesivo pueda desarrollar completamente
sus propiedades, es necesario prestarle atención a la geometría del cordón, que debe
encontrarse siempre por encima de un valor mínimo de espesor que depende de cada
aplicación. Los ensayos realizados aconsejan que éste se encuentre en un margen de
entre 2 y 4 mm, que resulta adecuado en la mayor parte de los casos (SIKA, 1999).
Carga de rotura (N)
Carga de rotura (N)
Un correcto diseño de la junta requiere precisar los materiales y geometría de las piezas
que se van a unir, las solicitaciones en servicio y las condiciones medioambientales.
Esta información permite establecer la forma de la junta, seleccionar un tratamiento
superficial apropiado, elegir el adhesivo adecuado y decidir cómo ensamblar la junta
(Adams et al., 1997).
El sistema de normalización gráfica que se desarrolle debe ser capaz de mostrar las
juntas y acotar la operación adhesiva correspondiente mediante representación gráfica y
simbólica, proporcionando, en ambos casos, la oportuna información técnica.
Un diseño adecuado de la geometría de la junta es un factor esencial pues influye
directamente en la resistencia estructural. Para ello es necesario considerar las
directrices propuestas anteriormente, para obtener la máxima eficacia en condiciones de
trabajo. Entre éstas, el aumento de la superficie de la unión adquiere un significado
destacado ya que, a mayor superficie de unión, mayor resistencia se obtiene, siendo ésta
la razón por la que se trata de diseñar juntas que maximicen dicha característica.
En la actualidad, son múltiples y variadas las juntas empleadas en las tareas
adhesivas, pero no existe un catálogo o clasificación que las organice adecuadamente
para optimizar su elección en función de las condiciones de la carga que deben soportar
y del coste empleado en su fabricación. En este sentido, se proponen en la Tablas 1, 2 y
3 una posible clasificación de las juntas adhesivas empleadas con mayor frecuencia:
chapas, uniones cilíndricas y angulares. En todas ellas se han ordenado, en cada caso,
las diferentes juntas presentadas de menor a mayor coste de fabricación, incorporando a
la derecha de cada tabla un símbolo gráfico representativo.
En la Tabla 1 se han dispuesto los diversos tipos de juntas para chapas, en las que
pueden verse en primer lugar, las juntas a tope sin cubrejunta y con cubrejunta,
comenzando por la más simple de ellas, normal sin cubrejunta, que es resistente a la
tracción y muy resistente a la compresión. Sin embargo, son muy débiles si están
sometidas a flexión debido a las fuertes tensiones producidas por desgarro. Las juntas
biseladas y en escalón, presentan mayor resistencia a causa del aumento de la superficie
de unión, que es el objetivo de este tipo de diseño. Éstas soportan mejor la flexión pero
presentan la necesidad del conformado, lo que para espesores pequeños no resulta
práctico.
A continuación, figuran las juntas a solape simple y doble. La más sencilla de ellas,
simple normal, es de una gran facilidad de fabricación pero presenta deformación en la
unión cuando es sometida a esfuerzos de tracción paralelos al plano de la junta. Para
eludir las siempre indeseables tensiones de pelado se puede recurrir a un aumento de la
rigidez de la junta, bien aumentando el espesor de los sustratos (Rosaler, 1998) o bien
modificando el propio diseño para conseguir una ensambladura en bisel. Sin embargo,
los beneficios de la junta biselada no parecen de una certeza absoluta, ya que los
adherentes deben de estar biselados hasta alcanzar un borde muy delgado para conseguir
un resultado satisfactorio y esto es normalmente impracticable (Thamm, 1976). Un
intento de mejorar las prestaciones de la junta anterior es la junta a solape simple
superpuesta, que consiste en plegar uno de los miembros de la unión que alinea los
esfuerzos y presenta ventajas de fabricación, ya que puede efectuarse simplemente
curvando el metal. La junta a solape doble paralelo, mejora la resistencia, aunque es
importante mantener el equilibrio de esfuerzos a un lado y al otro de la junta para evitar
flexiones en la unión.
Tabla 1. Tipos de juntas con chapas.
5 Conclusiones
6 Referencias
1) ADAMS, R.D., COMYN, J. y WAKE, W.C., 1997. Structural Adhesive Joints in
Engineering Ed. Chapman & Hall, Londres, pp 120-122.
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3) AENOR, 1996. UNE-EN 1464-96. Adhesivos. Determinación de la resistencia al
pelado en juntas pegadas de alta resistencia, Ed. AENOR, Madrid.
4) AENOR, 2000. UNE-EN 923-00. Adhesivos. Términos y definiciones, Madrid.
5) AENOR, 1983. UNE 1037-83 (concuerda con ISO 1302). Indicaciones de los
estados superficiales en los dibujos, Ed. AENOR, Madrid.
6) AENOR, 1995. UNE-EN 22553-95 (concuerda con ISO 2553). Uniones soldadas
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Ed. AENOR, Madrid.
7) AENOR, 1951. UNE 1045-51. Signos convencionales. Remaches y tornillos, Ed.
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by tension loading (metal to metal), Ed. American Society for Testing and
Materials, USA.
10) ASTM, 1996. ASTM D2095-96 (concuerda con DIN 53282). Standard test method
for tensile strength of adhesives by means of bar and rod specimens, Ed. American
Society for Testing and Materials, USA.
11) ASTM, 1990. ASTM D2651-90. Standard guide for preparation of metal surfaces
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12) ASTM, 1996. ASTM D1828-96. Standard practice for atmospheric exposure of
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