SURREALISTAS: revolución dentro del arte y en el ámbito político, método de
análisis de la sociedad. Con el estallido de la guerra civil y la llegada de Franco, el arte
se va debilitando y muchos son detenidos El movimiento surrealista defiende la necesidad de una revolución dentro del arte y apegada al ámbito político. También se concibe este movimiento como un método de análisis y reflejo de la sociedad del momento. Domingo López Torres era un poeta de las vanguardias. Tenerife se convierte en el centro del arte contemporáneo, y por tanto, en el lugar de ideas de cambio y evolución. Los sectores más conservadores están en contra de este movimiento. Los avances que se consiguieron fueron posibles por la instauración de la Segunda República, donde el arte se convierte en un modo de expresión de pensadores liberales. Domingo tiene un afán de escritura centrada en el mar, quizás como modo de reflejar la insularidad de las islas, conectadas entre ellas por el océano. Está muy metido en la doctrina surrealista, creyendo en la igualdad de derechos, siendo un claro ejemplo del socialismo. Con el estallido de la guerra civil y la llegada de Franco, el arte se va debilitando y muchos son detenidos. Al principio, el mar era su vía de escape, su manera positiva de ver la vida, un lugar de refugio al que todas las personas acuden. Va evolucionando su poesía a medida que avanzaba en su fiel arraigo al surrealismo, a tal punto, que pasa a ser la figura más radical de este movimiento, llegando a ser un ferviente defensor del socialismo. Debido a esto último, sufre las consecuencias de la llegada de la Guerra Civil, por ser una amenaza, dejando en su último poema escrito dentro de los barracones, Lo Imprevisto, el reflejo de que algo malo terminaría por suceder, una visión negativa de la nueva etapa que España pasaría.