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El Paleolítico es la etapa más larga en la historia del ser humano. Durante este periodo,
nuestros ancestros vivían de la caza y de la recolección de vegetales, se asociaban en
tribus y sus herramientas eran de piedra tallada, madera y hueso.
El arte nace en el Paleolítico Superior, poco después del año 40 000 a.C.,cuando los
seres humanos modernos poblaban prácticamente todo el globo terráqueo. Sin embargo,
sus manifestaciones fundamentales, por no decir casi las únicas, parecen reducirse a
Europa, al sur del límite que marcarían los hielos durante la Glaciación de Würm.
Es más, el arte mural de las cuevas (llamado Arte Parietal) se concentra muy
intensamente en ciertas regiones francesas (Dordoña, Pirineos franceses, Corrèze,
Charente, Loira, Hérault, Lot y Garona...) y españolas (Cornisa Cantábrica, Pirineos,
Costa Mediterránea y algunos puntos de la Meseta Central como Maltravieso, Siega
Verde o Los Casares), aunque ocasionalmente puede aparecer en Portugal, Italia, Europa
Oriental y poco más. No se ha averiguado el motivo que explique por qué no se han
hallado restos de arte paleolítico parietal en el resto del mundo.
El Arte Mobiliar (definido en el artículo como objetos decorados que pueden ser
transportados) es más abundante, extendiéndose no sólo por Francia y España, sino
también por los valles del Danubio, del Don y la cuenca del Baikal, ya en Asia. Hay restos
esporádicos en el resto del mundo, como se indica al final.
No obstante, el lector debe estar avisado que este artículo sólo toca, forzosamente,
aquellos elementos artísticos que se han conservado a lo largo de los siglos, lo que
constituye, sin duda, una parte ínfima de todo el corpus artístico paleolítico. Hemos
perdido, como mínimo, aspectos tan fundamentales como la tradición oral, la danza, la
música, el adorno corporal, etc.
Arquitectura
Escultura
Pintura
Las primeras manifestaciones del arte romano nacen bajo el influjo del arte etrusco,
enseguida contagiado del arte griego, que conocieron en las colonias de la Magna Grecia
del sur de Italia, que Roma conquistó en el proceso de unificación territorial de la
península, durante los siglos IV y III a. C. La influencia griega se acrecienta cuando, en el
siglo II a. C., Roma ocupa Macedonia y Grecia.
Hasta cierto punto puede pensarse que el arte de Roma es una imitación y ampliación del
arte griego, y por supuesto del arte etrusco, pero el espíritu que animó a los artistas
romanos es totalmente diferente de aquellos. La Roma conquistadora y urbanista trató de
unir al sentido estético griego, el carácter utilitario y funcional que sus obras requerían.
A causa del profundo centralismo ejercido por Roma sobre sus provincias en todos los
aspecto de la vida, se originó un arte muy uniforme sin que pueda hablarse de escuelas
provinciales, al menos durante la época imperial. No obstante, dada la amplitud del
Imperio y su constitución en diferentes momentos, no existe una contemporaneidad
cronológica, pues en zonas donde el arte helenístico está más consolidado sus formas
artísticas están mucho más evolucionadas que en las provincias más tardíamente
incorporadas a la cultura romana.
Mesoamérica
Mesoamérica es un área definida por la cultura. Esta región vio el desarrollo de una
civilización indígena en el marco de un mosaico de gran diversidad étnica y lingüística. La
unidad cultural de los pueblos mesoamericanos se refleja en varios rasgos que Paul
Kirchhoff definió como el complejo mesoamericano.[2] La definición de lo que se acepta
como mesoamericano es objeto de discusión entre los estudiosos de esta civilización; sin
embargo, con frecuencia se menciona en el inventario la base agrícola de la economía, el
cultivo del maíz, el uso de dos calendarios (ritual de 260 días y civil de 365), los sacrificios
humanos como parte de las expresiones religiosas, la tecnología lítica y la ausencia de
metalurgia, entre otros. En su momento, la definición del complejo mesoamericano sirvió
para distinguir a los pueblos mesoamericanos de sus vecinos del norte y el sur.
Imperio azteca
El Estado mexica (en náhuatl: Ēxcān Tlahtolōyān), llamado comúnmente Imperio azteca,
fue la formación política mexica derivada del proceso de expansión territorial del dominio
económico de la ciudad-estado México-Tenochtitlan, que floreció en el siglo XIV en
Mesoamérica. Fue encabezado por los mexicas —también conocidos como aztecas—, un
pueblo que, de acuerdo con algunos documentos históricos como la Tira de la
Peregrinación, era originario de un sitio mítico conocido como Aztlán, al que se suele
ubicar fuera de los confines de Mesoamérica. Sin embargo, parece plausible que los
mexicas fueran un pueblo de tradición cultural netamente mesoamericana y no los
descendientes de grupos chichimecas dedicados a la cacería y la recolección.
Inca
Cuadro cuzqueño del siglo XVII con los linajes incas mencionados por las crónicas
coloniales y su relación con las panacas reales del Cuzco, que esconden tras de sí una
compleja representación de la organización social incaica.
Los incas, antiguamente inga (quechua: Inqa )?, fueron los gobernantes del imperio más
extenso de América precolombina. También eran usados los términos Cápac Inca
(quechua: Qapaq Inka, 'el Poderoso Inca[1] ' )? y Zapa Inca (quechua: Sapa Inka, 'el Inca,
el único' )? que era extensible a los gobernantes inicialmente del curacazgo Inca y luego a
los emperadores incas del Tahuantinsuyo.
El primer sinchi cuzqueño en utilizar el título de inca fue Inca Roca, fundador también de
la dinastía Hanan Cuzco. El último inca en el gobierno fue Atahualpa. Posteriormente el
título es usado por los que opusieron resistencia a la conquista del Perú, como los casos
de Manco Inca o Túpac Amaru I.
Una de las cualidades más notables del Imperio incaico era su altamente organizado
gobierno, centralizado en el Cuzco, la capital donde el emperador vivía.
Renacimiento
El Renacimiento es fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una
nueva concepción del hombre y del mundo.
El historiador y artista Giorgio Vasari había formulado una idea determinante, el nuevo
nacimiento del arte antiguo, que presuponía una marcada conciencia histórica individual,
fenómeno completamente nuevo en la actitud espiritual del artista.
Leonardo da Vinci
Leonardo da Vinci (Leonardo di ser Piero da Vinci escuchar) fue un pintor florentino y
polímata (a la vez artista, científico, ingeniero, inventor, anatomista, escultor, arquitecto,
urbanista, botánico, músico, poeta, filósofo y escritor) nacido en Vinci el 15 de abril de
1452[2] y fallecido en Amboise el 2 de mayo de 1519, a los 67 años, acompañado de su fiel
Francesco Melzi, a quien legó sus proyectos, diseños y pinturas. [2] Tras pasar su infancia
en su ciudad natal, Leonardo estudió con el célebre pintor florentino Andrea de
Verrocchio. Sus primeros trabajos de importancia fueron creados en Milán al servicio del
duque Ludovico Sforza. Trabajó a continuación en Roma, Boloña y Venecia, y pasó los
últimos años de su vida en Francia, por invitación del rey Francisco I.
Su asociación histórica más famosa es la pintura, siendo dos de sus obras más célebres,
La Gioconda y La Última Cena, copiadas y parodiadas en varias ocasiones, al igual que
su dibujo del Hombre de Vitruvio, que llegaría a ser retomado en numerosos trabajos
derivados. No obstante, sólo se conocen una quincena de sus obras, debido
principalmente a sus constantes (y a veces desastrosos) experimentos con nuevas
técnicas y a su inconstancia crónica. [Nota 2] Este reducido número de creaciones, junto con
sus cuadernos que contienen dibujos, diagramas científicos y reflexiones sobre la
naturaleza de la pintura, constituyen un legado para las sucesivas generaciones de
artistas, llegando a ser igualado únicamente por Miguel Ángel.
Como ingeniero e inventor, Leonardo desarrolló ideas muy adelantadas a su tiempo, tales
como el helicóptero, el carro de combate, el submarino y el automóvil. Muy pocos de sus
proyectos llegaron a construirse (entre ellos la máquina para medir el límite elástico de un
cable),[Nota 3] puesto que la mayoría no eran realizables aún en esa época. [Nota 4] Como
científico, Leonardo da Vinci hizo progresar mucho el conocimiento en las áreas de
anatomía, la ingeniería civil, la óptica y la hidrodinámica.
En 2010 se encontró un manuscrito en una biblioteca de Nantes que se ha atribuido a
Leonardo y que trata del vuelo de los pájaros escrito en torno a 1504.[5]
Miguel de Cervantes
Miguel Ángel
Desarrolló su labor artística a lo largo de más de setenta años entre Florencia y Roma,
que era donde vivían sus grandes mecenas, la familia Médicis de Florencia, y los
diferentes papas romanos.
William Shakespeare
Las obras de Shakespeare han sido traducidas a las principales lenguas y sus piezas
dramáticas continúan representándose por todo el mundo. Además, muchas citas y
aforismos de sus obras han pasado a formar parte del uso cotidiano, tanto en el inglés
como en otros idiomas. Con el paso del tiempo, se ha especulado mucho sobre su vida,
cuestionando su sexualidad, su afiliación religiosa, e incluso, la autoría de sus obras.