El estreñimiento surge cuando se reduce la movilidad intestinal que conlleva la
evacuación de las heces, algo muy común en las personas mayores. Como consecuencia, la defecación es infrecuente o es necesario realizar mucho esfuerzo para deponer. Se considera que se tiene este problema cuando se va al baño menos de tres veces a la semana. También se debe considerar estreñimiento si resulta habitual que las heces sean muy duras y pequeñas y que las evacuaciones ocasionen dolor. Disminución en la frecuencia de evacuación de las heces, evacuación que puede llegar a ser difícil e incluso dolorosa si la dureza y sequedad de las mismas es elevada. A veces va acompañada de la sensación de no haber evacuado totalmente. No es una enfermedad, sino un síntoma de otros problemas ALIMENTACIÓN EN EL ESTREÑIMIENTO Buen desayuno completo, con aporte suficiente de fibra dietética insoluble (como cereales ricos en salvado de trigo) o soluble (con efecto prebiótico), proteínas (huevo, jamón, queso bajo en grasa o yogur –que aporta probióticos–), líquidos abundantes, leche, agua y zumos.
Tomar a diario fibra en formas variadas: cereales integrales (ricos en salvado de
trigo), verduras, hortalizas, legumbres crudas o cocidas, purés, sopas, leguminosas y frutas variadas como postre. ALIMENTOS PROHIBIDOS
Nada de pasteles o bollería y, en la merienda, tampoco dulces ni chocolates.
Alimentos fritos, comida rápida (chatarra o fast food) y carnes con mucha grasa. Lácteos. Alimentos procesados y refinados. Bebidas con mucho azúcar, azúcar refinado, carbonatos y cafeína.