Juventud Espo To Sin As

José Guadalupe Rivera González
Miradas etnográficas sobre las exclusiones/inclusiones

en la era de la globalización
LAS JUVENTUDES POTOSINAS DEL SIGLO XXI
MIRADAS ETNOGRÁFICAS SOBRE LAS
EXCLUSIONES/INCLUSIONES EN LA ERA DE LA
GLOBALIZACIÓN

© Primera edición: 2014
Publicado por la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la
Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Esta publicación contó con el arbitraje de pares académicos.
Cuidado editorial: Dr. Ramón Manuel Pérez Martínez

Diseño y maquetación: LCG. Lucía Ramírez Martínez
Imagen de portada: Oscar Gerardo Rosillo Zavala
Todos los derechos reservados conforme a la ley

ISBN: 978-607-9343-44-6
Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta del

contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorización
expresa y por escrito de los editores, en términos de lo así previsto por la Ley
Federal del Derecho de Autor y, en su caso, por los tratados Internacionales
aplicables.
Hecho en México
LAS JUVENTUDES POTOSINAS DEL SIGLO XXI
MIRADAS ETNOGRÁFICAS SOBRE LAS EXCLUSIONES/
INCLUSIONES EN LA ERA DE LA GLOBALIZACIÓN
Universidad Autónoma de San Luis Potos

ÍNDICE
INTRODUCCIÓN �� 9
Panorama de las juventudes potosinas en los inicios del siglo XXI. �� 9
Panorama de las juventudes latinoamericanas contemporáneas. La
construcción de nuevas maneras de ser joven. �� 15
Contenido del texto. �� 20
CAPÍTULO 1. DIVERSAS MIRADAS EN TORNO A LAS EXPERIENCIAS DE

EXCLUSIÓN/INCLUSIÓN DE LAS JUVENTUDES EN AMÉRICA LATINA 25
La construcción de nuevas tensiones y paradojas entre los jóvenes de
América Latina. �� 26
Nuevas formas de ser joven: integrados pero desiguales.�� 35
La condición de las juventudes desde la perspectiva de las llamadas
culturas juveniles en América Latina. �� 36
Las juventudes rurales e indígenas en el contexto antropológico
contemporáneo. �� 39
Las y los jóvenes mexicanos vistos desde las Encuestas Nacionales de
Juventud (2005 y 2010). �� 43
CAPÍTULO 2. LA ESCUELA Y EL TRABAJO EN EL PROCESO DE

CONSTRUCCIÓN DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL: EXPERIENCIAS
ETNOGRÁFICAS ENTRE JÓVENES DE CONTEXTOS URBANOS Y RURALES
EN EL ESTADO DE SAN LUIS POTOSÍ, MÉXICO �� 53
Hablan los jóvenes de San Luis Potosí.�� 55
Significados-relevancia de la educación-escuela. �� 57
La escuela como un espacio generador de conflictos, tensión y estrés. 58
Los jóvenes y su percepción de los profesores. �� 58
La escuela como un camino a la superación. �� 59
El abandono de la escuela por falta de dinero y por la necesidad de
trabajar.�� 61
Significados de los jóvenes acerca del ámbito laboral.�� 62
Análisis de las entrevistas:�� 64
Empleos precarios.�� 64
Jóvenes que trabajan y estudian de manera simultánea. Una alternativa
para construir una mejor opción de vida. �� 66
Participación laboral de los jóvenes en proyectos familiares.�� 67
La estabilidad económica de los padres y su impacto en una mejor
condición de vida para los jóvenes. �� 67
Jóvenes rurales: experiencias y expectativas frente al mundo laboral. 69
Consideraciones finales.�� 71
CAPÍTULO 3. JUVENTUDES INDÍGENAS EMERGENTES: TENSIONES,

CONFLICTOS Y PARADOJAS ENTRE UN GRUPO DE JÓVENES INDÍGENAS
EN SAN LUIS POTOSÍ EN SU INGRESO A LA EDUCACIÓN SUPERIOR�� 77
Introducción: Escuela, educación y resignificación de la identidad entre
los jóvenes indígenas. �� 77
Las y los jóvenes indígenas: nuevas experiencias de vida y nuevas
tensiones, conflictos y paradojas.�� 80
La situación de las juventudes mexicanas en el contexto contemporáneo.
�� 83
Jóvenes indígenas y educación superior. �� 86
La comisión nacional para el desarrollo de los pueblos indígenas (cdi) y
el impacto del programas de becas a estudiantes indígenas de educación
superior.�� 87
El Programa Internacional de becas en México.�� 91
Análisis de cinco casos de jóvenes indígenas universitarios.�� 93
CAPÍTULO 4. CONSTRUYENDO LA CONDICIÓN JUVENIL

LA EXPERIENCIA Y EL SIGNIFICADO DEL OCIO, EL CONSUMO Y EL
ENTRETENIMIENTO EN UN GRUPO DE JÓVENES EN CONTEXTOS
URBANOS Y RURALES �� 107
Ocio, consumo y entretenimiento entre los jóvenes.�� 110
Algunas consideraciones sobre los alcances de la pobreza en San Luis
Potosí. �� 112
Ocio, entretenimiento, consumo e identidad en jóvenes de San Luis
Potosí. �� 113
REGIÓN ALTIPLANO �� 113
REGIÓN CENTRO �� 115
REGIÓN MEDIA �� 118
REGIÓN HUASTECA�� 119

CAPÍTULO 5. JUVENTUDES RURALES: PERCEPCIONES EN TORNO A LA

FAMILIA, LA ESCUELA, EL TRABAJO Y EL OCIO �� 125
Particularidades de las nuevas ruralidades en México y América Latina.
�� 125
El campo ante las políticas globalizadoras. �� 127
Las juventudes rurales frente a la globalización.�� 129
Características generales de San Luis Potosí.�� 130
Perspectivas y significados en torno a la vida familiar y la sexualidad. 133
Jóvenes rurales: experiencias y expectativas frente al mundo laboral. 136
Experiencias y expectativas de los jóvenes rurales frente a la educación.
�� 137
Ocio, diversión y consumo: la experiencia entre los jóvenes rurales. 139
CAPÍTULO 6. LA CONSTRUCCIÓN DE NUEVOS PERFILES Y NUEVAS

ESTRATEGIAS DE SER ESTUDIANTE DE EDUCACIÓN SUPERIOR.
LA EXPERIENCIA DE UN GRUPO DE JÓVENES ESTUDIANTES DE LA
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSÍ�� 147
“El que no estudia ni trabaja seguro que roba”. Entre el dilema de no
estudiar y tampoco trabajar.�� 150
¿Por qué los jóvenes abandonan las aulas?�� 152
Los jóvenes estudiantes universitarios: unos actores sociales poco
conocidos.�� 156
Aspectos demográficos de la población universitaria encuestada. �� 157
Expectativas sobre el ámbito/desarrollo profesional.�� 158
Perspectivas laborales de los estudiantes encuestados.�� 160
La salud entre los jóvenes encuestados. �� 162
Adicciones.�� 164
Ocio, entretenimiento y el acceso a nuevas tecnologías de la información
entre la población encuestada. �� 165
Religiosidad, visión y perspectivas políticas entre los jóvenes
universitarios. �� 167
BALANCE GENERAL �� 175
BIBLIOGRAFÍA �� 183

INTRODUCCIÓN
Panorama de las juventudes potosinas en los inicios del

siglo XXI.
Este es un trabajo en el cual los principales protagonistas son la

población joven del estado mexicano de San Luis Potosí. Al igual
que sus contrapartes en el resto del país, los jóvenes de esta enti-
dad mexicana enfrentan, padecen y sortean de manera cotidiana los
cambios que se gestan en las esferas de lo económico, lo político, lo
laboral, lo tecnológico y lo cultural y que ocurren en un contexto
más amplio (el global), pero que de una u otra forma terminan por
impactar en las actividades que éstos despliegan en los contextos lo-
cales, los más íntimos (la familia, la escuela, el trabajo, el barrio/la
colonia) en los que de manera cotidiana hombres y mujeres jóvenes
desarrollan su vida.
Los capítulos que conforman este libro dan cuenta de las hetero-
geneidades y las complejidades de las juventudes que conforman la
entidad potosina. San Luis Potosí es un estado con marcadas des-
igualdades socioeconómicas en cada una de sus regiones. En algu-
nos estudios se reportan altos índices en la calidad de vida de sus
pobladores, mientras hay localidades que enfrentan experiencias de
9
Introducción
arcada pobreza, marginación, migración y diversas manifestacio-

m
nes de violencia. Un elemento para entender las inequidad regiona-
les —que se traduce en el nivel de vida de la población, en particular
de la población joven— es que está dada por las diferencias en el
acceso a servicios clave para lograr una mejora en la calidad de vida,
entre los cuales se destacan la educación, el empleo, la salud, el de-
porte, el ocio y el entretenimiento (PNUD, 2006).
San Luis Potosí es una entidad de marcados contrastes en sus
cuatro regiones (Altiplano, Centro, Media y Huasteca) no sólo en lo
que se refiere a los paisajes naturales, resultado de la introducción de
nuevas especies durante el proceso de colonización histórica y social,
sino que también es un estado caracterizado por los desequilibrios
económicos, pues históricamente estos espacios han sido testigo de
diversos fenómenos que han contribuido a la gestación de dichas
desigualdades (Fábregas, 2003).
El estado potosino está integrado por 58 municipios y se divide
en cuatro regiones: Altiplano, Centro, Media y Huasteca. La región
Altiplano se integra con 15 municipios, los cuales abarcan 48.01%
del territorio del estado (30 175.2 km2). La región Centro la forman
11 municipios que abarcan 14.30% del territorio del estado (8 985
km2) mientras la región Media está conformada por 13, que cubren
21.40% del territorio (13 449 km2). La región Huasteca está confor-
mada por 19 municipios con 16.29% del territorio de todo el estado
(10,238 km2). Según los datos del Censo de Población y vivienda
de 2010 (INEGI, 2011, el estado ocupa el lugar número 19 a nivel
nacional por su número de habitantes: 2 585 518.
Además, el estado cuenta con territorios urbanos que han expe-
rimentado un notable crecimiento en las últimas cuatro décadas,
aunque se observa también la presencia de territorios en donde la
actividad agrícola sigue siendo predominante y, como complemen-
to de lo anterior, hay municipios de las regiones Media y Huasteca
en donde reside la mayor parte de la población indígena (nahuas,
tének y pames). Marginación, pobreza, migración, discriminación,
violencia y alcoholismo son constantes en muchas localidades de es-
10
José G. Rivera González
tas regiones y han terminado por impactar de manera negativa en la

calidad de vida de los y las jóvenes (H. Ayuntamiento de Rioverde/
CCSyH, 2012; H. Ayuntamiento de Tamazunchale/CCSyH, 2012).
Estas regiones, y la población indígena que ahí reside, histórica-
mente se han caracterizado por padecer los estragos económicos,
mientras la región Centro —en especial la capital— ha sido histó-
ricamente un territorio privilegiado, ya que ahí están concentradas
las principales actividades laborales, de productos y de servicios del
estado, lo cual se traduce en un mayor número de oportunidades
para quienes residen en las localidades y municipios que en su con-
junto conforman esta zona. En esta región, y en especial en la ciu-
dad capital, están la mayor cantidad de empleos vinculados al sector
manufacturero (siendo éste el motor de la economía de la entidad),
las principales actividades comerciales, así como los servicios edu-
cativos y de salud. La Inversión Extranjera Directa (IED) ha venido
a desempeñar un rol importante, ya que las empresas de capital ex-
tranjero se han instalado en los principales corredores industriales
y se han convertido en los principales generadores de empleo en el
estado y en la región (Rivera, 2010).
Como en otros lugares del mundo y del país, las ciudades atraen
a los capitales extranjeros y estos han venido a jugar ahora un rol
clave en la vida cotidiana de la población y en especial para la juven-
tud. En este sentido, millares de jóvenes se ven en la necesidad de
abandonar sus comunidades (rurales o indígenas) y a sus familias
para llegar a la ciudad a estudiar o a buscar oportunidades en algún
empleo diferente a los que pueden aspirar encontrar en sus luga-
res de origen. También en el municipio de San Luis Potosí se han
concentrado históricamente los principales centros de estudio y de
atención a la salud, las más grandes y modernas plazas comerciales,
los corredores industriales y las colonias de gente de dinero, pero
también hay pobreza, abandono y exclusión. Sin embargo, llegar y
habitar en la capital del estado no asegura el bienestar para todos los
que en ella encuentran acomodo. Mientras tanto, las regiones Me-
dia y Altiplano se caracterizan por las experiencias migratorias de la
11
Introducción
población que reside en muchos de sus municipios. Migración en la

que los jóvenes han jugado un papel importante; por ello las inver-
siones en los sectores productivos, salud y educación son escasas, lo
que hace que las alternativas laborales y educativas de la población
se tengan que buscar en otros espacios del propio estado y mayori-
tariamente fuera del país.
Además, hay que destacar que las instituciones encargadas de
llevar a cabo el proceso de socialización de los jóvenes están expe-
rimentando cambios notables, principalmente en el trabajo, la edu-
cación, la familia, la religión y los medios de comunicación. Ante
la situación de ajuste que experimentan los sistemas económicos y
las instituciones clásicas en el proceso de socialización, es un hecho
el que los propios jóvenes construyen nuevas alternativas de vida y
nuevas formas de participación y de interacción en los espacios en
donde se desarrollan y en donde viven de manera cotidiana.
Sobre las condiciones de vida de la juventud potosina, en 2009
se publicaron los resultados de una encuesta que permitió recopi-
lar información sobre su realidad cotidiana. Para ello se realizó un
ejercicio de recopilación de información mediante la aplicación de
cuestionarios dirigidos exclusivamente al grupo etáreo definido en-
tre los 12 y 29 años de edad, con residencia en los 58 municipios del
estado. De esta manera se pudieron aplicar 1 609 cuestionarios. De
este número, más de la mitad (890) fueron a mujeres, con 55.31%
del total, mientras que los hombres tuvieron una representación de
44.69% (719). La mayor cantidad de jóvenes tenían entre 16 y 19
años. De quienes respondieron la encuesta 37.79 % estudiaban y sólo
trabajaban 35.05%, mientras que estudiaban y trabajaban de forma
simultánea el 11.12% de las y los jóvenes encuestados. Referente a la
información de los denominados ninis (jóvenes que “ni estudian ni
trabajan”), la encuesta destacó que 16.03% de los jóvenes no estu-
diaban y tampoco trabajaban. Al separar la información por género,
los datos revelaron aspectos interesantes que nos permiten observar
marcadas diferencias entre los hombres y mujeres. Al respecto, el
ejercicio de la encuesta mostró que de las mujeres sólo estudiaban
12
39.93%, sólo trabajaban 29.10%, trabajaban y estudiaban 10% y no

trabajaban ni estudiaban 21.12%. En el caso de los hombres, sólo
estudiaban 35.33%, sólo trabajaban 42.42%, trabajaban y estudiaban
de manera simultánea 12.52% y, finalmente, aquellos que no trabaja-
ban y no estudiaban fueron solamente 9.74%. Referente a la escolari-
dad, la encuesta destacó que los jóvenes que estudiaban una carrera
profesional eran apenas 5.80%, cuando en el nivel de bachillerato o
carrera técnica había 25.50% de los encuestados, mientras los que
estudiaban la secundaria eran 20.10%.
Por otro lado, sobre la inserción en el mercado laboral los datos
de la encuesta destacan importantes diferencias de género. En gene-
ral, la encuesta reveló que los hombres entraron al mercado laboral
antes que las mujeres, entre los 12 a los 19 años, mientras ellas lo
hicieron de los 16 a los 23 años, lo que muestra que son las mujeres
quienes estaban más protegidas por el seno del hogar. Respecto a la
razón por la cual empezaron a trabajar los jóvenes encuestados, las
respuestas más comunes fueron: porque tenían que ayudar a la fami-
lia, 25.98%; porque terminaron sus estudios, 17.23%; porque deci-
dieron no seguir estudiando, 14%; porque se casaron, 13.75%, y por-
que se independizaron de su familia, 12.11%. Como complemento,
sobre la forma y tiempo para conseguir el actual trabajo se encontró
que por medio de un amigo lo hizo 37.01%; por una recomendación,
20.73%; por ayuda de un familiar, 16.29% y, finalmente, por medio
de un anuncio clasificado, 9.83% de los y las jóvenes entrevistados.
Como se pudo constatar, este sector tiene una importante partici-
pación laboral como actividad principal o de manera paralela a sus
estudios. Respecto a la percepción económica, 69.72% señaló que su
salario sirve para cubrir necesidades básicas y 29.88% afirmó que el
sueldo recibido no las cubre. En cuanto a la percepción monetaria
32.71% reconoció que recibían menos de mil pesos a la quincena,
mientras 40.92% recibían quincenalmente entre mil y dos mil pesos,
lo que significa que son percepciones sumamente precarias (Insti-
tuto Mexicano de la Juventud/ Gobierno del Estado de San Luis
Potosí/ Universidad Autónoma de San Luis Potosí, 2009).
13
Introducción
La inseguridad económica que la juventud potosina padece co-

tidianamente, en ocasiones se traduce en el abandono, temporal o
definitivo, de sus estudios. Investigaciones recientes han mostrado
cómo este deterioro de la condición económica ha incrementado
situaciones de violencia familiar, con los jóvenes como sus princi-
pales víctimas y, desgraciadamente, también como importantes vic-
timarios (H. Ayuntamiento de Rioverde/Coordinación de Ciencias
Sociales y Humanidades de la UASLP, 2012; H. Ayuntamiento de
Tamazunchale/Coordinación de Ciencias Sociales y Humanidades
de la UASLP (2012; H. Ayuntamiento de Rioverde/Coordinación de
Ciencias Sociales y Humanidades de la UASLP, 2013) .
Incluso, recientemente, algunos autores hablan de que en algu-
nos espacios la violencia y sus diversas manifestaciones se han vuelto
parte significativa de la vida cotidiana de los jóvenes, a tal grado que
se habla de ellas como un estilo de vida. Estos últimos han expe-
rimentado incrementos significativos en el consumo de drogas, lo
cual ha terminado por empujar a miles de jóvenes a ingresar a la de-
lincuencia organizada y con ello a otras formas de ejercer la violencia
(De la O y Nora E. Medina Casillas, 2012).
Ante el escenario de innegable deterioro del tejido social, se debe
considerar la amplia gama de estrategias generadas por las propias
juventudes para sortear sus difíciles condiciones de vida. Destaco el
hecho de hablar en plural para poner énfasis en el punto de que la
juventud no es algo que esté determinado sólo por variables bioló-
gicas, sino que se utiliza el concepto en plural con la finalidad de
desmitificar lo joven como algo homogéneo. Las juventudes con-
temporáneas, —sean urbanas, indígenas o campesinas— se desta-
can por su capacidad creadora y su rápida asimilación de nuevos
procesos y nuevos estilos de vida, de trabajo y de consumo. Sin em-
bargo, no rompen con lo tradicional, se involucran en lo moderno
manteniendo también sus vínculos con la familia y con sus comu-
nidades de origen. Los jóvenes son modernos pero siguen apegados
a la familia, como demuestran los resultados de diferentes encues-
tas, en donde al preguntarles cuál es la institución en la que más
14
c onfianza responden, en altos porcentajes, que sigue siendo la fami-

lia (IMJUVE/SEP, 2006, 2011).
Panorama de las juventudes latinoamericanas

contemporáneas. La construcción de nuevas maneras de
ser joven.
En los países de América Latina, y en México en específico, en las

últimas décadas hemos sido testigos de la experiencia un innegable
proceso de reestructuración de las estructuras económico/producti-
vas, lo cual ha dejado sentir su influencia sobre aquellas instituciones
que en algún momento sirvieron como importantes estructuradores
de las identidades de los individuos (familia, educación, el mundo
del trabajo, religión, medios de comunicación y el estado de bienes-
tar). Lo anterior ha sido un importante detonador de nuevas investi-
gaciones enfocadas en describir y desentrañar las maneras en las que
enfrentan en la actualidad la mayoría de los jóvenes esta situación.
Cabe señalar que estas investigaciones han contribuido a generar un
importante reposicionamiento sobre las maneras en las que los jó-
venes se dan a la tarea de desarrollar nuevas maneras de construir
y reconstruir su identidad además de desarrollar diversos proyec-
tos laborales, educativos y políticos aún en los contextos de crisis y
frente al advenimiento de nuevas tensiones, conflictos, paradojas y
muchas incertidumbres (Reguillo, 2010, 2012; García Canclini 2012,
CEPAL/OIJ 2007).
A partir de la publicación reciente de diversos trabajos sobre el
tema de la juventud, es que se ha dejado de caracterizarla como un
conjunto homogéneo, ya que estamos siendo testigos de la cons-
trucción de actores complejos y heterogéneos que se agrupan y se
desagrupan en numerosos colectivos en donde los jóvenes se dan a
la tarea de involucrarse en diferentes movimientos. Algunos de los
más comunes son los siguientes: la lucha de los derechos humanos
de las minorías étnicas, respeto y tolerancia a la diversidad y libertad
sexual, la lucha por mantener la ecología y el medio ambiente, la
15
Introducción
paz, la defensa de los grupos indígenas y sus territorios. Para otros

más, entre los que se destacan aquellos que se encuentran en una
situación de marginación, los excluidos, muchas veces sólo les que-
dan las salidas o las vías más drásticas: la migración, la violencia, la
delincuencia, la droga y al final la muerte. Sin embargo, para muchos
jóvenes, independientemente de su condición de clase, se comparte
una idea sobre la precariedad del presente y del futuro (Regillo, 2012,
Saraví, 2009).
Lo que evidentemente se deriva de estas investigaciones recientes,
es que en los tiempos actuales hay muchas maneras de ser joven.
Estas diferencias resultan de las demarcadas desigualdades socioeco-
nómicas, laborales, tecnológicas y educativas que privan en América
Latina. Sin embargo, también como un resultado de estas mismas
contradicciones, es que también existen otras juventudes (cierta-
mente una notable minoría) que son aquellas que cuentan con ac-
ceso a la educación, a empleos, a entretenimiento y pueden también
acceder a recursos y bienes tecnológicos, lo que les permite conse-
guir mejores condiciones de vida (Canclini, 2012, Urteaga Castro
Pozo, 2012).
¿Cómo se adaptan las y los jóvenes a estos escenarios de incerti-
dumbres, escenarios de crisis? ¿Están preparados? ¿Están preparadas
las instituciones? Rossana Reguillo (2012) explica que las juventudes
pueden y deben ser los actores sociales mejor preparados para adap-
tarse a las condiciones que impone el actual sistema económico, es
decir, los procesos de mundialización, el desarrollo tecnológico y la
comunicación/movilización a través de las redes sociales en Inter-
net. Los jóvenes deben dar respuesta a situaciones que ya no requie-
ren de mentalidades o proyectos con perspectivas lineales, únicas o
definitivas. Además los jóvenes se hacen visibles no sólo por sus acti-
tudes contestatarias, sino también por su rápida capacidad de adap-
tarse y por su capacidad creativa ante el contexto actual de múltiples
escenarios. Aunque también las experiencias de vida de los jóvenes
muestran la existencia de varios puntos de quiebre en los procesos
de transmisión de valores y son testigos de cómo se transforman y se
16
vuelve obsoletos muchos de los antiguos ritos de paso de la juventud

a la adultez. Sin embargo, dichas experiencias nos muestran tam-
bién que cuentan con una gran habilidad para pasar de un escenario
a otro sin mucho conflicto y parecen interpretar el mundo y sus pro-
cesos con mayor facilidad.
Los jóvenes, además, tienen mayor capacidad para acceder y pro-
cesar velozmente la información, a diferencia de los adultos, quienes
fueron socializados/preparados bajo el discurso de una modernidad
lineal y continua. Frente a este orden de cosas muchas de sus ac-
tividades se organizan a partir de establecer múltiples enlaces con
diferentes redes. Bajo estas premisas, avanzan y retroceden, se mue-
ven de un escenario a otro, abren múltiples ventanas, conjugan y
combinan la información de diversas fuentes. Sus trayectorias no
están fijas ni tampoco son lineales. Están conectados a través de las
redes sociales y eso les permite interactuar con otras personas fuera
de su región o de su país, sin embargo, localmente experimentan
una situación de creciente marginación y por ello son atraídos por
el mundo de la informalidad, las adicciones, la violencia y la delin-
cuencia organizada, a la que en muchas ocasiones terminan por in-
tegrarse con la certeza de que ahí encontraran acceso a una mejor
existencia, a sabiendas del grave riesgo que representa. En relación
con este punto, es relevante destacar que el fenómeno de la violencia,
se deriva de la disolución del vínculo social, además de la crisis de
las instituciones formadoras/generadoras de la identidad entre la co-
munidad. La misma Reguillo destaca que recientemente cientos de
jóvenes han encontrado lugar en el mundo del crimen organizado,
donde muchos de ellos son sicarios a edades muy tempranas. Con
base en un informe de un superior de policía se destaca lo siguiente:
Los cárteles de la droga han aprovechado la falta de valores e inte-

gración familiar para nutrir sus filas delictivas; en regiones como
Nuevo León, y Matamoros (Tamaulipas), Badiraguato y Culiacán
(Sinaloa), los buenos son los delincuentes y los malos son la po-
licía. […] La vida del narco es un ejemplo para ellos, aspiran al
poder económico y al reconocimiento del grupo al que se han in-
tegrado; sin embargo, su inexperiencia se demuestra en la excesiva
17
Introducción
v iolencia que ejercen con sus víctimas […] La vida útil de los nue-
vos reclutas es muy corta dentro de una organización de este tipo;
son asesinados por los integrantes de una organización antagónica
o los encarcelan, por ello aceptan el encargo de cualquier ejecu-
ción y la violencia que ejercen es para demostrar su valía (Reguillo
2012, 144-145).
Los procesos de construcción y reformulación de las identidades

juveniles deben entenderse como parte de un proceso más complejo.
Es decir, lo que hacen los jóvenes debemos ponerlo en un contexto
más amplio, un contexto de transformaciones de los modelos de
acumulación y reestructuración del capital. El Estado, el capital y la
sociedad en general han establecido nuevas reglas en la manera en la
que se desarrolla la vida de los individuos y las colectividades, y en
ello los jóvenes son creadores de identidades que rebasan y atravie-
san lo local, para comunicarse e interactuar en los espacios virtuales.
Reitero, están en contacto con los espacios globales, pero están ata-
dos a la precariedad en sus casas, en sus colonias, sus escuelas, en sus
trabajos. Lo evidente es que los jóvenes se desbordan y organizan sus
vidas de manera distinta a los modelos tradicionales. Tienen nuevas
estrategias, nuevas formar de organizarse, por lo tanto es necesario
entender que su lógica es diferente, se mueven y participan en di-
ferentes espacios-circuitos. También los jóvenes juegan y desempe-
ñan diversos roles de manera paralela. Bajo esta lógica de constantes
cambios y la necesidad por adaptarse a estos nuevos escenarios, nos
encontramos con nuevas propuestas conceptuales que buscan servir
de herramientas de análisis que permitan a los investigadores aden-
trarse en los diversos ámbitos en los que transcurre y se construye la
vida cotidiana de los jóvenes. Para analizar la situación de millones
de jóvenes, la antropóloga Rossana Reguillo (2012) propone el con-
cepto de inclusión desigual, en el que se revela la capacidad explica-
tiva del mismo y permite ir más allá del ya citado binomio inclusión/
exclusión, con el cual se buscó describir la situación que enfrentaban
miles de jóvenes. Pareciera, bajo la lógica del actual sistema, que ya
no hay jóvenes excluidos, es decir, nadie queda fuera, pero lo que los
18
hechos demuestran es que estos procesos de inclusión son cada vez

más desiguales. Los jóvenes están adentro, pero son posiciones pre-
carizadas que se alimentan con la fantasía de la pertenencia. Tam-
bién se han vuelto comunes propuestas tales como escena, entorno,
circuitos o plataformas, conceptos que resultar ser mucho más flexi-
bles o amplios (Urteaga Castro Pozo 2012). Por ejemplo, hablar de
circuitos y escenas facilita incluir una diversidad más amplía y en-
tremezclada de actores internos y externos a los que antes se llamaba
campo. Al ser la transición de la juventud a la adultez menos organi-
zada y controlada que en otras generaciones, está se encuentra llena
de riesgos, y la flexibilidad parece presentar mejores ventajas que los
modelos verticales. Ahora los jóvenes se mueven en arenas y circui-
tos tanto públicos como privados, formales e informales; planean
y deciden sobre la marcha, gestionan recursos de diversas fuentes,
y aprovechan las redes tecnológicas pero también echan mano del
capital social derivado de las redes sociales que se construyen en el
ámbito/espacio familiar. Reitero, dichos procesos no son para nada
homogéneos, por lo que no todas las respuestas puestas en marcha
por los jóvenes son las mismas. Por ejemplo, los recursos a los que
deben tener acceso los jóvenes para poder sobrevivir en términos
laborales y poder tener mejores ingresos son los siguientes:
• Creatividad.
• Flexibilidad.
• Constante capacitación
• Acceso y manejo de nuevas tecnologías
• Mejor conectividad
• Capital social
Es una realidad que hoy en día hay más jóvenes capacitados pro-
fesionalmente pero pocos espacios en el ámbito público como para
poner en práctica sus habilidades, por lo tanto, ellos mismos tendrán
que crear sus propios nichos para poder desarrollar su potencial pro-
fesional. Es evidente que en los contextos contemporáneos han teni-
do que desarrollar nuevos formatos de vida en familia, nuevos estilos
de trabajo, nuevas formas de construir su ciudadanía, nuevas formas
19
Introducción
de aprender, ya que no sólo cuentan con las herramientas clásicas

de escuela, sino que tienen acceso a otros recursos que les proveen
de datos e información ¿Serán estos capaces de otorgarles certezas?
Contenido del texto.
Todos los trabajos aquí presentados son materiales que original-

mente fueron presentados como ponencias en diferentes foros na-
cionales e internacionales. Estos capítulos están antecedidos por un
breve texto en donde se analizan las maneras en las que el mundo
de la academia en América Latina ha intentado explicar y analizar
la situación de las juventudes. Partimos de reconocer que las teo-
rías/perspectivas de análisis y estudios sobre juventud correspon-
den también a las visiones predominantes sobre la concepción del
ser humano, y a la situación política, económica y social existente
en el momento en el que fueron desarrolladas. Además, un aspec-
to que alentó la realización del presente trabajo es que en San Luis
Potosí hay escasas referencias académicas de carácter cualitativo y
comparativo sobre la situación juvenil. Es importante destacar que la
mayoría de los materiales existentes son principalmente de carácter
cuantitativo (censos y encuestas), y un trabajo como el que aquí se
presenta que recupera las expectativas, las tensiones, las paradojas y
las experiencias de viva voz de las y los jóvenes, representa un impor-
tante avance en la búsqueda por conocer las particularidades de ese
importante y complejo sector de la población joven.
El capítulo 1, “Diversas miradas hacia las juventudes en América
Latina”, tiene como principal objetivo hacer un breve recorrido
sobre las propuestas de análisis que desde diferentes puntos de vista
académico se han acercado a las juventudes en la historia reciente.
Este recorrido tratará de rescatar principalmente el punto de vista
de disciplinas como la antropología, la sociología, la psicología y
las ciencias de la comunicación, siendo estas las disciplinas en las
que es posible ubicar la mayor parte de las investigaciones sobre las
juventudes. Este recorrido es crucial para entender cómo los jóvenes
20
experimentan rápidos procesos de recomposición identitarias, con

la intención de pertenecer y de marcar su diferencia en contextos
de cambio en las estructuras económicas y en los ámbitos sociocul-
turales.
En el capítulo titulado “La escuela y el trabajo en el proceso de
construcción de la exclusión social: Experiencias etnográficas”, el
objetivo principal es analizar la forma en que un grupo de jóvenes
potosinos construyen un conjunto de representaciones y percep-
ciones en torno a dos instituciones y prácticas clave en su vida co-
tidiana: el trabajo y la escuela. Para las generaciones anteriores, el
trabajo se constituyó como un importante referente en el proceso
de la construcción de la ciudadanía y jugó también un papel clave
en el proceso de construcción de la identidad; es decir, el trabajo
organizaba y otorgaba sentido a muchas de las acciones de la vida
cotidiana, así como de pertenencia y de identidad. Por otro lado,
la escuela-educación se visualizó como una institución clave en el
proceso de creación de valores y de certidumbre, y un componen-
te vital en la construcción de la modernidad, ya que proporcionaba
orden, certidumbre y diversas posibilidades de un mayor progreso
y la posibilidad de aspirar a una mejora en la calidad de vida. Sin
embargo, en la actualidad ambas instituciones han experimentado
cambios notables, por lo tanto, en el capítulo se hace un importante
énfasis en privilegiar la recuperación de las subjetividades y configu-
raciones que hacen los jóvenes en torno de estas dos instituciones
clave en su vida.
En el siguiente capítulo, “Juventudes indígenas emergentes: ten-
siones, conflictos y paradojas entre un grupo de jóvenes indígenas en
San Luis Potosí en su ingreso a la educación superior”, se plantea que
el análisis de las juventudes es un tema emergente en el ámbito de las
ciencias sociales mexicanas y latinoamericanas. El creciente interés
por este sector de la población se debe a la juventud es el periodo
en el que se toman decisiones clave para el futuro de las personas,
donde se cristalizan y se hacen evidentes las tensiones sociales que
estarán experimentando el resto de la sociedad en el corto y media-
21
Introducción
no plazo. Las juventudes contemporáneas enfrentan una gama de

importantes tensiones y conflictos y ello no ha pasado desapercibi-
do para los investigadores, quienes se han dado a la tarea de docu-
mentar el impacto de los anteriores procesos en la vida cotidiana de
dicho sector. No obstante, hay que destacar que la mayor parte de
estas investigaciones se han concentrado en describir las condicio-
nes y las problemáticas de las juventudes que residen principalmente
en los espacios urbanos. En este mismo tenor, hay que hacer notar
la creciente presencia de la población juvenil de origen étnico en el
país en el contexto contemporáneo, a pesar de lo cual aún padece los
efectos de la invisibilidad en el mundo académico. El objetivo de este
capítulo es analizar la experiencia de un grupo de jóvenes indígenas
(tres mujeres y dos hombres) que se han integrado a la educación, y
con base en su experiencia se plantea lo siguiente:
• Analizar las condiciones bajo las cuales se ha dado la integra-
ción de estos jóvenes indígenas a la educación superior.
• Conocer los conflictos a los que se han vistos expuestos los
jóvenes entrevistados a partir de su incorporación a la educa-
ción superior.
• Analizar la relación de los jóvenes estudiantes indígenas con su
ámbito familiar y comunitario más cercano-inmediato.
• Analizar el sentido-significado que representa esta experiencia
para los jóvenes indígenas que han ingresado a la educación
superior.
• Conocer los obstáculos y retos que los jóvenes han sorteado en
el proceso de incorporación a la educación superior.
• ¿Los jóvenes experimentan un proceso de abandono de su
cultura-identidad de joven indígena como resultado de su
incorporación a la educación superior?
Por lo tanto conocer las narrativas y las experiencias juveniles en
este terreno es fundamental para conocer cómo conciben y constru-
yen sus proyectos de vida, en especial las juventudes indígenas de
San Luis Potosí.
22
El capítulo 4, “Construyendo la condición juvenil. La experiencia

y el significado del ocio, el consumo y el entretenimiento entre un
grupo de jóvenes en contextos urbanos y rurales”, busca profundizar
en las miradas que nos permitirán acercarnos a las diversas y com-
plejas realidades que se enfrentan las y los jóvenes en los temas de
consumo, ocio y entretenimiento, un ámbito en el cual existen pocos
acercamientos desde una perspectiva antropológica. En este capítulo
se pretende contribuir a entender las diferentes condiciones-reali-
dades bajo las cuales se desarrolla de manera cotidiana la actividad
relacionada al consumo, el ocio y el entretenimiento y al papel que
estas actividades vienen a desempeñar en el proceso de construcción
y reconstrucción de las identidades juveniles en el estado de San Luis
Potosí.
“Juventudes rurales, percepciones en torno a la familia, la escuela,
el trabajo y el ocio en jóvenes en contextos rurales de San Luis Po-
tosí”. La ruralidad del estado de San Luis Potosí, como la del resto
del país y de otros países del continente, ha experimentado cambios
notables en las últimas décadas debido a la instrumentación de po-
líticas económicas que han motivado el paulatino abandono de la
inversión estatal en este sector de la actividad productiva y el incre-
mento de su migración hacia los espacios urbanos más inmediatos.
También el capital extranjero se hace presente en espacios que an-
teriormente fueron ocupados por las milpas y una parte importan-
te de esa población que vive en comunidades rurales se emplea en
estas nuevas ocupaciones en espacios urbanos. De igual manera, en
las últimas décadas llegó la escuela, conformándose de esta manera
nuevos estilos de vida entre población joven, lo que los coloca en
una situación de vida muy distinta al de las anteriores generaciones.
Con la finalidad de desmitificar un conjunto de creencias del
sentido común en torno a los actores juveniles en su condición de
estudiante, es que nos planteamos en el capítulo 6, “Perfiles socioe-
conómicos y estilos de vida entre un grupo de estudiantes universi-
tarios”, la necesidad de saber quiénes son y qué hacen los estudiantes
de reciente ingreso a las aulas universitarias. Algunos de los mitos
23
Introducción
más comunes es creer y/o pensar que la totalidad de los alumnos

que han llegado a los niveles superiores se dedican exclusivamente
y de tiempo completo a las actividades relacionadas a su estudio, y
que no tienen compromisos y/o responsabilidades laborales. Tam-
bién se cree que los jóvenes que estudian no tienen dependientes
económicos y que son sus padres los que se responsabilizan de su
mantenimiento, pero no se piensa que algunos de ellos puedan ser
padres o madres de familia. De igual forma, se cree que los jóvenes
cuentan con las condiciones y los medios económicos y tecnológicos
necesarios para apoyar y realizar sus trayectorias educativas. El ca-
pítulo se sustenta en los resultados de una encuesta aplicada a 84 es-
tudiantes de diferentes carreras de la Universidad Autónoma de San
Luis Potosí. Aunque se trata de una muestra de cobertura limitada,
sus resultados pueden ser de utilidad si se llegan a comparar con los
resultados de investigaciones similares realizadas en otras entidades
del país y ello contribuye a poder realizar más análisis comparativos
para conocer más sobre la situación de los estudiantes de reciente
ingreso a la educación superior. Posteriormente se hace un ejercicio
de análisis/síntesis de todos los materiales que se presenta a manera
de consideraciones finales.
24
CAPÍTULO 1. DIVERSAS MIRADAS EN TORNO A LAS
EXPERIENCIAS DE EXCLUSIÓN/INCLUSIÓN DE LAS
JUVENTUDES EN AMÉRICA LATINA
Para una gran parte de la población juvenil en América Latina y en

especial para los jóvenes mexicanos, los tiempos actuales son de gra-
ves tensiones y de enormes contradicciones. Una clara muestra de lo
anterior son los efectos de múltiples y diversas formas de violencia
que enfrenta este sector de la población y el creciente desempleo,
que han venido a transformar las formas de vida y de relación de la
población juvenil. Los tiempos actuales son de falta de crecimiento
en la mayor parte de las economías de los países de América Latina,
donde se han implementado políticas y programas que han contri-
buido al deterioro de las condiciones de vida de las mayorías, econo-
mías que han padecido los efectos de devastadoras crisis económicas
y que han generado como consecuencia incrementos notables en los
índices de desempleo y un crecimiento significativo de las activida-
des informales y de la migración.
Saraví (2009ª, 2009b) comenta que en América Latina se ha ex-
perimentado una fragmentación social y que esta situación ha gol-
peado de manera significativa a dos instituciones clave de la vida
cotidiana en el proceso de integración social de los jóvenes: la es-
cuela y el trabajo. Este proceso de empobrecimiento ha afectado no
sólo a los miembros de las familias más pobres, sino que también
ha impactado a un importante sector de las familias de clase media.
25
Capítulo 1. Diversas miradas en torno a las experiencias de exclusión/
inclusión de las juventudes en América Latina
En este mismo contexto, la mayor vulnerabilidad de la población

juvenil queda evidenciada en el incremento de las cifras de suicidios
en este sector. Por ejemplo, en el caso particular de los jóvenes mexi-
canos, el Consejo Nacional de Población (CONAPO), destacó al
suicidio juvenil como la tercera causa de muerte entre adolescentes,
sólo después de los decesos causados por accidentes automovilísticos
y homicidios. Entre las motivaciones se encuentran las siguientes: la
desintegración familiar, la creciente competitividad que exigen los
nuevos criterios económicos en un mundo globalizado y el hecho
de que ambos padres tengan que trabajar largas jornadas y esto les
exija ausentarse de la casa. Además, datos aportados por el mismo
CONAPO destacan que hace dos décadas la mayor proporción de
suicidios consumados se daba entre una población con 65 o más
años de edad; sin embargo, en los años recientes, la tasa de suicidio
se ha incrementado de manera considerablemente entre la pobla-
ción de los 15 y los 25 años de edad. De igual forma, las estadísticas
indican que son las mujeres quienes padecen más episodios de de-
presión, ansiedad y alcoholismo que los hombres. Los adolescentes
que corren mayor peligro de suicidarse son los que están deprimi-
dos, los que tienen problemas de alcohol o drogas, los homosexuales
(ya que los bisexuales y los homosexuales enfrentan diversas formas
de exclusión social); las jóvenes que están embarazadas (pues temen
el rechazo y la ira de sus padres); aquellos que son talentosos o do-
tados (ya que sienten una enorme presión de ser perfectos en todo
momento); así como aquellos que provienen de hogares en donde
alguien se ha suicidado (El Universal, 10 de febrero de 2006).
La construcción de nuevas tensiones y paradojas entre los

jóvenes de América Latina.
Reitero, el lento crecimiento económico, la poca o nula generación

de espacios laborales, el incremento de la violencia y una crisis de
las instituciones tradicionales que eran generadoras de cohesión so-
cial han motivado que desde diferentes instancias gubernamentales
26
y también desde la propia sociedad civil se realicen importantes es-

fuerzos encaminados a conocer en detalle los problemas y percep-
ciones que tienen los jóvenes sobre aquellos sucesos y experiencias
que se desarrollan en su entorno cotidiano, de las cuales ellos son
directamente participes o se ven impactados en su vida personal y
grupal. En este sentido, la Comisión Económica Para América Lati-
na y el Caribe (CEPAL) en conjunto con la Organización Iberoame-
ricana de la Juventud (OIJ) publicaron un texto titulado La juventud
en Iberoamérica: Tendencias y urgencias (2007, 2ª edición). En este
diagnóstico de carácter multidisciplinario se pretende ahondar en el
conocimiento acerca de las nuevas paradojas, tensiones y conflictos
que enfrentan los jóvenes en América Latina y se plasma la evolución
que han mantenido una serie de indicadores y que en su conjunto
permiten distinguir tendencias y cambios en aspectos relacionados
al mundo de los jóvenes.
En dicho texto, se presentan los resultados a partir de los diferen-
tes escenarios que los jóvenes experimentan en los últimos años en
los países de América Latina. En el trabajo, la realidad de muchos
jóvenes se resume en los siguientes 10 puntos y cada una de ellos
representa y ejemplifica nuevas formas de exclusión/integración:
1. Es una realidad el que actualmente los jóvenes han logra-
do alcanzar un mayor acceso a la educación, pero contradic-
toriamente los mismos jóvenes tienen menos oportunida-
des para un empleo. En efecto, estos sectores de la población
han tenido en los tiempos recientes una mayor escolaridad
en comparación con las anteriores generaciones; pero a la
vez, reitero, de manera contradictoria enfrentan y padecen
altos porcentajes de desempleo. En concreto, las recientes
generaciones han adquirido mayores conocimientos, pero
se encuentran cada vez más excluidos del mundo laboral y
de fuentes de trabajo que puedan generarles ingresos eco-
nómicos capaces de mejorar sus condiciones de vida. A
diferencia de las anteriores generaciones, hoy contar con
una mayor educación no se traduce en mayor estabilidad
27
laboral. Además cuando los jóvenes logran tener acceso a

un empleo se accede, la mayoría de las veces, en condiciones
de precariedad.
2. Los jóvenes poseen más habilidades y capacidades en el

presente, pero a la vez la creciente marginación urbana, la
falta de acceso a canales de movilidad social y económica, y
la constante negación al consumo material los ha colocado
en situaciones en las cuales la violencia y el delito a edades
muy tempranas aparecen como las pocas alternativas de
vida. Es decir, el hecho de que algunas metas no se pueden
alcanzar termina por incidir en los altos niveles de violen-
cia entre los sectores juveniles. No obstante, las pandillas y
otros grupos que se conforman sobre la base de la violencia,
pueden estar operando, a la vez, como sistemas de integra-
ción social a un nivel micro. Ante la carencia de un capital
social integrador y generador de solidaridad, algunos gru-
pos de la delincuencia organizada otorgan un espacio alter-
nativo de socialización a jóvenes excluidos de la educación,
la familia y el trabajo; es decir, aparecen como un espacio
alternativo de socialización.
3. En los tiempos actuales, los jóvenes tienen un mayor ac-

ceso a la información, pero a la vez tienen menos acceso al
poder y a las instancias en donde se toman decisiones que
resultan ser fundamentales para su desarrollo. En tiempos
recientes, la información se da fundamentalmente a través
del acceso a redes virtuales, en este sentido, hay una mayor
inclusión en torno a la información que se encuentra dispo-
nible en los medios virtuales. También, un aspecto central
para la mayoría de los jóvenes es que estos no se sienten re-
presentados por los órganos o por las instancias del sistema
político que toman las decisiones que impactan su vida edu-
cativa y laboral, entre muchas más. Esta situación se traduce
en una mayor dificultad para que los jóvenes tengan una
28
deficiente formación en lo que se refiere a una ciudadanía

política más participativa.
4. Los jóvenes poseen mayores expectativas de autonomía,

pero los apoyos para materializarlas son menores. En este
sentido, es importante destacar que los jóvenes, gracias a su
amplías trayectorias educativas, tienen ahora mayores des-
trezas y habilidades en el manejo de las nuevas tecnologías
de la información, paradójicamente amplios sectores de la
juventud en América Latina y en México se encuentran ex-
cluidos de los espacios y de las oportunidades de traducirlas
en mejores condiciones de vida y de trabajo; es decir, poder
alcanzar verdaderas vidas autónomas. Esta es una situación
que contribuye a que se acreciente la crisis de expectativas
de los jóvenes.
5. Los jóvenes se hallan provistos de mejores condiciones

de salud. En la actualidad existe menos posibilidad de morir
joven por causas de alguna enfermedad; sin embargo, los
jóvenes son una población vulnerable a sufrir muerte por
otras causas, entre las que se destacan las siguientes:
• Agresiones físicas
• Consumo de drogas
• Consumo de alcohol
• Muertes provocadas enfermedades de transmisión
sexual
• Suicidios
• Embarazos no deseados
• Recomposición de los hogares
• Actitudes de violencia vinculadas o asociadas al
machismo
6. En la actualidad los jóvenes despliegan una conducta más
dúctil y son ellos mismos más propensos a ser más móviles,
pero también en los últimos tiempos hemos visto como los
29
jóvenes se involucran cada vez más en trayectorias migra-

torias que se caracterizan por ser más violentas y peligro-
sas. Es importante destacar que la experiencia migratoria ha
desembocado en diversos problemas de inclusión/exclusión
social, de tal forma que una amplía capa de los migrantes
son marginados en los lugares de destino, ya que ahí no
cuentan con los mismos derechos que en sus lugares de ori-
gen; enfrentan severos problemas para integrarse a nuevos
territorios y, por lo tanto, a una nuevas manifestaciones cul-
turales y de identidad.
7. La experiencia demuestra que los jóvenes son más cohe-

sionados hacia adentro, pero paradójicamente, son menos
tolerantes hacia el resto de la población. En este sentido,
entre los jóvenes se generan nuevas identidades colectivas
y participan en nuevos y variados universos simbólicos, los
cuales se han caracterizado en los años recientes por ser efí-
meros y cambiantes. Este comportamiento ha terminado
por materializarse en identidades poco consolidadas, muy
fragmentarias, cerradas y sumamente excluyentes, lo cual
termina por generar conflictos con otras identidades, inclu-
so también con otros grupos de jóvenes.
8. Actualmente los jóvenes parecen estar más aptos para el

cambio productivo, sin embargo se encuentran excluidos de
oportunidades en donde puedan poner en operación dichas
ventajas. Todo este capital no está siendo desaprovechado,
ya que los adultos ven con descontento y desconfianza el
mundo de las transformaciones.
9. Si en generaciones pasadas los jóvenes fueron portadores

y portavoces del cambio, es evidente que en la actualidad
los jóvenes han contribuido de manera significativa a rede-
finir estos papeles, ya que ahora estos son percibidos como
actores vulnerables, carentes de opciones y de alternativas.
30
Actualmente, en la mayoría de los países de América La-

tina los jóvenes son vistos y percibidos como un sector de
la población al que hay que proteger, brindarles servicios
y desarrollar políticas y programas especiales para atender
sus demandas y sus necesidades. Sin embargo, es un hecho
que los jóvenes parecen estarse volcando cada vez más sobre
sus mundos y estilos de vida de una manera más cotidiana y
menos épica. En este sentido, resultan ser los creadores-ge-
neradores de nuevas sensibilidades y de nuevas identidades.
10. Los jóvenes de hoy resultan ser más consumidores, y

creadores a la vez, de bienes simbólicos; mientras que, a
causa de las carencias y las limitaciones que enfrentan, viven
restringiendo mucho su consumo material. Son altamente
consumidores de imágenes, pero ven cómo las oportunida-
des de acceder a un nuevo y mejor empleo pasan de largo en
sus trayectorias. La mayoría de las sociedades de Iberoamé-
rica se caracterizan por una marcada concentración de los
ingresos en muy pocas familias y esto termina orillando a
muchas personas a vivir marginadas de los espacios de la
promoción.
Los datos arrojados por los diagnósticos tanto de la CEPAL/OIJ son

contundentes y nos hacen saber que la cotidianidad de los jóvenes en
América Latina se desarrolla en un contexto de luces y de sombras.
Es una realidad que se distingue por lo que aquí he denominado
como las paradojas y las contradicciones del mundo juvenil frente al
mundo moderno y globalizado. Es verdad que para muchos jóvenes
esta es una etapa en donde se presentan las oportunidades para desa-
rrollar nuevas habilidades y además es una etapa en la que ellos están
cada vez más expuestos a consumir y adquirir nuevos conocimientos
a partir de su contacto con nuevas tecnologías de la información.
Sin embargo, también ha venido a contribuir en el incremento de
las desigualdades y ha hecho que amplios sectores de los jóvenes se
encuentren en una situación de mayor vulnerabilidad.
31
Además resulta significativo observar que, no obstante muchas

de sus nuevas ventajas, en la actualidad millones de jóvenes padecen
un mayor desempleo, reciben salarios más bajos que el resto de la
población trabajadora y también son excluidos de muchas presta-
ciones. Aquí podemos encontrar uno de los mecanismos que hacen
que las condiciones de pobreza que enfrentan los jóvenes junto con
el resto de sus familias no se pueda resolver en el corto y mediano
plazo, al estar imposibilitados para tener acceso a los ingresos que
ayuden a salir de la pobreza y acceder a mejores condiciones de vida.
Aunque en algunos países los niveles, o mejor dicho los porcenta-
jes de desempleo juvenil disminuyeron en los últimos años, esto no
ha sido suficiente para erradicar la pobreza. Uno de los datos más
significativos de este diagnóstico es que las tensiones y desigualda-
des que enfrentan a los jóvenes con el resto de los sectores sociales,
se han extendido incluso entre los propios sectores de la población
juvenil. Es decir, hay jóvenes con mayores carencias y con mayores
problemas para vivir que otros jóvenes. En este sentido, se encuen-
tran más expuestos a enfrentar una condición más crítica para poder
acceder a un empleo formal son aquellos que padecen las siguientes
condiciones:
• Un bajo nivel educativo
• Jóvenes mujeres que viven en hogares tradicionales
• Jóvenes que no estudian ni trabajan (los que se identifican con
la llamada generación nini)
• Jóvenes que viven en espacios rurales
• Jóvenes con un origen étnico
Las juventudes y el consumo de nuevas tecnologías de la informa-
ción y el acceso a nuevas formas de sociabilidad
Uno de los fenómenos de mayor notoriedad social, y por lo tanto
académica, es el que se refiere al consumo masivo de dispositivos
tecnológicos en las sociedades contemporáneas y especialmente en-
tre la población juvenil. Gabriel Medina (2010) destaca que México
es un país líder en consumo e incorporación de nuevas tecnologías a
32
todos los ámbitos de la vida social. Por ejemplo, en la década de 1980

algunos trabajos destacaron que una de las vivencias de la brecha
generacional se expresaba en la facilidad y velocidad con la que las
nuevas generaciones de jóvenes dominaban el lenguaje y el uso de
dispositivos electrónicos, tales como televisores y equipos de música,
cuyos mecanismos de control resultaban muy sofisticados para los
adultos, quienes se hallaban más habituados a las tecnologías de las
perillas.
Es un hecho que para millones de jóvenes se ha hecho muy co-
mún el uso de dispositivos electrónicos con una complejidad que
sorprende. Por ejemplo, ahora los jóvenes se han adaptado al uso de
los iPhone, mp3, palms, laptops, celulares y últimamente las tabletas,
estos dispositivos permiten a los jóvenes tener acceso y presencia
con personas y eventos que habitan o que ocurren más allá de sus
espacios locales de vida. Por lo anterior, se alude a las interacciones
sociales que practican los jóvenes en los intersticios institucionales y
que se caracterizan por regirse por códigos emergentes coyunturales
y evanescentes, los cuales pueden o no trascender el despliegue espa-
cio-temporal de la interacción. En este sentido, las prácticas de so-
cialidad, por lo tanto, se distinguen de las prácticas de socialización
en tanto estas últimas se desarrollan en espacios institucionales; es
decir se rigen según normas preestablecidas por la familia, la escuela
y las organizaciones políticas, entre otras.
Por lo tanto, en un contexto de creciente marginación, las ju-
ventudes han revalorado el binomio espacio-tiempo, clave en los
rumbos que han venido a tomar sus diversos proyectos de vida y los
procesos de reformulación de su identidad, los cuales se suceden,
cada vez con mayor frecuencia, en espacios flexibles/virtuales como
son las redes sociales. Sus referentes identitarios son referentes des-
territorializados. Es decir, una gran parte de los objetos, marcas/
imágenes que consumen son globales y sus prácticas y tácticas de
comunicación son efímeras, cambiantes y diversas. Los jóvenes ya
no son solamente caminantes de las calles y esquinas de sus barrios
o colonias, pues para muchos de ellos ya no hay límites, fronteras
33
y aduanas. De esta forma, los jóvenes encuentran actualmente los

insumos para construir y reformular sus identidades en bienes/
ideas/símbolos con presencia global. A partir de su acceso a las redes
sociales las y los jóvenes poseen una conciencia planetaria; es decir
nada de lo que ocurre en el contexto internacional les parece ajeno.
Millones de ellos están permanentemente conectados al mundo ex-
terno vía las redes sociales, de tal forma que el barrio, la esquina, el
salón de clase y su hogar han dejado de ser el epicentro de muchas de
sus prácticas y de sus intereses. Como dice Reguillo, los jóvenes son
actores dentro del mundo y no fuera de éste (Reguillo 2012).
En este mismo ámbito, otros autores hacen alusión a que los jóve-
nes en sus constantes búsquedas creadoras y recreadoras de sus res-
pectivas identidades están en un proceso de recrear/reinventar sus
territorios. Con Internet y la webcam, el espacio íntimo de la sala/es-
tudio/recamara se ha vuelto el espacio de contacto virtual en tiempo
real con personas localizadas en distintas coordenadas geográficas,
es decir, en diversos territorios. Sin embargo, así como Internet y las
nuevas redes sociales mantienen en contacto a los jóvenes, también
es un hecho que otros fenómenos los separan y los excluyen (Mur-
dochowicz 2008a, 2008b).
Las investigaciones sobre los jóvenes destacan que los tiempos
actuales son de encuentros, cruces e hipervinculación, lo cual hace
que lo local no se entienda sin el entorno de lo global. Frente a un
mercado/sociedad que los margina y los excluye ¿cómo responden
las juventudes?
Sobre este punto, Urteaga Castro Pozo y Néstor García Cancli-
ni (2012) destacan que los jóvenes han reinventado las formas de
trabajar, en las cuales se destaca el autoempleo, es decir los jóvenes
desarrollan una sensibilidad diferente para relacionarse con el mun-
do del empleo formal que distinguió una parte del siglo XX, y optan
por lo efímero, o trabajos que les demandan tiempo completo. Otro
rasgo de las experiencias laborales juveniles es la versatilidad a la que
tienen que recurrir para poder generar recursos, esta diversidad no
sólo se refiere al hecho de desempeñar varios oficios-ocupaciones
34
y la capacidad de desarrollar diversas formas de colaboración con

otros jóvenes o con diferentes instancias privadas o públicas, sino a
la necesidad de recurrir a diversas redes digitales. Tener varios per-
files profesionales y aprender a trabajar con especialistas de diversos
campos es una obligación que le impone el entorno sociocultural
y económico. Han tenido que aprender a ser flexibles y versátiles
como una respuesta a las condiciones de precariedad que enfrentan
en sus diferentes circuitos cotidianos.
Además, cuando se analizan algunas experiencias laborales de los
jóvenes sale a relucir el hecho de que optan por desarrollar proyec-
tos laborales con nuevas formas de organizarse, desarrollan formas
menos rígidas, más flexibles, formando nodos y redes. Combinan
tecnologías modernas con estrategias tradicionales. Los jóvenes han
tenido que aprender y ser preparados de tal manera que sean capaces
de integrar la disciplina con la libertad, lo rígido con lo flexible. La
capacidad para desarrollar cruces de conocimientos, articulaciones
y flexibilidad de algunas prácticas laborales, educativas, familiares y
de consumo que desarrollan las y los jóvenes se tiene que entender
como un ajuste. Una respuesta ante estas circunstancias es saber que
tienen que hacer las instituciones (familias, escuelas, espacios de tra-
bajo) para adaptarse a estos nuevos estilos de vida. La juventud es
una posición desde la cual se vive, se experimenta y se adaptan a las
condiciones de los cambios socioculturales, económicos y laborales.
Nuevas formas de ser joven: integrados pero desiguales.
Entender lo que representa o, mejor dicho, significa ser joven es

comprender también las crisis y las reestructuraciones que experi-
mentan el Estado, las familias, la educación, las iglesias, los partidos
políticos, los medios de comunicación. Además, la realidad de las
juventudes tiene que pasar también por el filtro de las nuevas y di-
ferentes manifestaciones de la violencia social. Todo lo que sucede
en cada una de estas instituciones ha llevado a que se reestructure el
significado de ser joven. Por lo tanto, ser joven significa introducir
35
el sentido de la complejidad, ya que hoy resulta imposible referirse a

ellos como actores con comportamientos pretendidamente univer-
sales. Un ejemplo es el caso de la moratoria social. Es decir, ahora
los jóvenes enfrentan y resuelven de manera diferente su tránsito al
mercado laboral, de igual forma lo hacen al momento de conformar
su propia familia. Para entender de mejor manera los estilos de vida
de los jóvenes, sus desencuentros y sus expectativas ante el futuro, es
necesario hacerlo teniendo el siguiente trasfondo:
• Procesos de precarización-informalización de las biografías
juveniles.
• Abandono de estado social.
En este contexto destaca que la precariedad del Yo, es decir de los
individuos, sólo puede entenderse en el contexto de la precarización
de las instituciones integradoras y generadoras de inclusión y perte-
nencia, cuyas capacidades renovadoras y reproductoras están agota-
das. En ello intervienen factores de clase, género, región y religión,
lo cual significa que este proceso no se ha traducido en la conforma-
ción ciudadanía para los jóvenes.
La condición de las juventudes desde la perspectiva de las

llamadas culturas juveniles en América Latina.
Las juventudes en América Latina son complejas, diversas y cam-

biantes. Su presencia numérica conforma un alto porcentaje de la
población general. Además, por las particularidades multiculturales
de nuestro país, es un hecho de que se construyen y se transitan di-
ferentes maneras de ser joven. La diversidad juvenil constituye una
pieza sociocultural más que se integra a los matices de los países de
la región y que se caracterizan fundamentalmente por la multicul-
turalidad. Esta idea de lo diverso se suma a los procesos complejos
que conforman y representa en gran medida las transiciones que se
experimentan al inicio del siglo XXI, aunque esa experiencia multi-
cultural no ha sido suficientemente analizada por parte de los juve-
nólogos, como lo argumentaré más adelante.
36
La complejidad y diversidad de las expresiones discursivas de

las juventudes, así como sus prácticas culturales específicas, los han
hecho un tema de gran interés para los investigadores de distintas
disciplinas; así lo corrobora una amplia y variada bibliografía sobre
diversas temáticas en torno a este sector de la población. Entre las
temáticas de estudio destacan las siguientes: consumo cultural, apro-
piación y producción de bienes simbólicos, nuevas tecnologías de
comunicación, tiempo y espacios juveniles, cultura juvenil, estéticas
corporales, cultura juvenil de la noche, identidades juveniles, iden-
tidades de lo masculino y lo femenino, la situación de los jóvenes
en las fronteras, nuevas percepciones juveniles acerca de la familia,
la escuela, el trabajo y la política (Reguillo 1991, 2000; Feixa 1998;
Urteaga 1998; Pérez y Urteaga 2004; Margulis 1994; Nivón y Rosas
1991; Nateras 2002; Gama 2009; Castillo 2004; Saraví 2009a, 2009b;
Valenzuela 1997).
Además, algunos investigadores han coincidido en que el mundo
de los y las jóvenes posee características propias y diferentes a otros
grupos sociales, de ahí que lleven a cabo un involucramiento en pro-
yectos en donde se ven reflejados, por sus intereses y sus perspectivas
del mundo. Ejemplos cotidianos son los que describimos arriba y
otros como murales, graffiti, comics, fanzines, performance y la mú-
sica, solo por mencionar algunos. Este proceso se ha traducido en el
concepto de subculturas juveniles. Según C. Feixa (1998), se consi-
dera como cultura a la manera en que las expresiones sociales de los
jóvenes son expresadas colectivamente mediante la construcción de
estilos de vida distintos, las cuales se localizan fundamentalmente
en el tiempo libre o en los espacios intersticiales de la vida conven-
cional.
Los estilos a los cuales hace referencia Feixa tienen que ver con
la imagen sociocorporal desplegada en el ámbito público, en los que
va incluido un determinado lenguaje a través del cual los jóvenes se
proveen de identidad, plasman y conceptualizan una visión particu-
lar del mundo, en donde pueden ironizar sobre los elementos que
provienen de la llamada “cultura oficial”, mayormente hecha por los
37
adultos. Ejemplos de ello tenemos muchos a la mano: punks, indis,

skatos, cholos, rockers, fresas, fashion, darks, góticos, emos, regue-
toneros, metaleros etc. Todo lo anterior va acompañado del uso y la
creación de una serie de accesorios o artefactos que acompañan y
que en mucho contribuyen a la creación de estas llamadas identida-
des: música, lenguaje, estética corporal, ropa y diversas produccio-
nes (Martínez Ríos 2010).
Por lo tanto, bajo estos presupuestos es importante destacar que
la identidad es el resultado de diversas y múltiples combinaciones.
En un estilo pueden estar presentes emblemas o sintetizados otros
estilos. Así, los jóvenes en sus rituales y acciones cotidianas tienen la
capacidad de mezclar y de combinar sentidos, mensajes, significados
y símbolos, los cuales pueden ser contradictorios entre sí, al menos
en apariencia (Brito y Lemus 2002).
Hacer referencia a este importante sector de la población hoy es
hablar también de fractura de los sentidos y de los significados que
articulaban la vida social de varias generaciones. Es hablar de una
creciente situación o experiencia de exclusión de todo, o casi todo.
Las culturas juveniles tienen más que ver con el proceso o la manera
en que las experiencias sociales de este sector son expresadas en co-
lectivo mediante o a través de estilos de vida distintivos, localizados
en los espacios o en el tiempo libre o en aquellos espacios diferentes
a los de la vida institucional. Tenemos entonces el surgimiento de es-
tas culturas juveniles que se construyen o se apropian para ello de es-
pacios, tiempos y rituales específicos, mediante imágenes, símbolos,
discursos, estilos juveniles trasnacionales, repensados y readaptados
por las amplias capas de las juventudes a nivel nacional, regional y
local. Algunos estudios revelan el interés sobre aspectos de género
en las culturas juveniles, aspecto que apunta hacia los cambios que
experimentan las sociedades actuales.
Aunque es un claro ejemplo de la globalización cultural, esto no
da una idea de una homogenización planetaria; al contrario, estas
culturas condensan y ellas mismas reflejan problemáticas locales,
nacionales y estatales muy específicas. Las culturas juveniles deben
38
entenderse como un proceso de formación y de dotación de sentido

y de significado de identidad a una escala individual y grupal. La
mediación juvenil se manifiesta en la forma creativa en la que se de-
sarrolla, construye y reconstruye la identidad de los grupos y los sig-
nificados que conlleva. En este proceso las culturas se aprovechan de
una amplia gama de posibilidades y de influencias estéticas. Además,
los jóvenes cuentan actualmente con una amplia gama de recursos
globales que contribuyen al movimiento y al contacto a nivel global.
Por lo tanto, las culturas globales y locales aparecen como una reac-
ción a las percepciones del riesgo generacional en las condiciones de
globalización contemporánea.
Las juventudes rurales e indígenas en el contexto

antropológico contemporáneo.
Es un hecho que la mayor parte del interés de muchos de los anterio-

res autores se ha centrado principalmente en las problemáticas que
enfrentan las juventudes en contextos fundamentalmente urbanos.
Es decir, la ciudad ha sido el espacio privilegiado de la mayoría de
las investigaciones. En México y en América Latina, se cuenta con
una abundante información académica respecto a situación de las
juventudes y las diversas maneras en que enfrentan los problemas
de adaptación, discriminación y violencia en espacios urbanos. Ade-
más, en México fundamentalmente se tiene información académica
respecto a los jóvenes urbanos, siendo muy pocos los estudios sobre
la juventud de los entornos rural o indígena.
También son escasas las investigaciones referentes a procesos
identitarios en la juventud urbana de sectores medios perteneciente
a determinados grupos, como pueden ser los estudiantes universi-
tarios de planteles públicos y privados (Nateras, 2002). Los estudios
de juventud enfocados en la perspectiva del género también son es-
casos, y centran su temática en aspectos que atañen a la salud sexual
y reproductiva. Por otro lado, citando a Susana Reguillo (2000), en
los estudios sobre juventud resaltan dos tópicos principales, o dos
39
tipos de actores juveniles: a) los que han sido pensados como “in-
corporados”, cuyas prácticas han sido analizadas a través o desde su
pertenencia a los ámbitos escolar, laboral o religioso, o bien desde el
consumo cultural; y b) los “alternativos” o “disidentes”, cuyas prác-
ticas culturales han producidos abundantes páginas y que han sido
analizados desde su no-incorporación a los esquemas de la cultura
“dominante”.
Entre los “incorporados” y los “disidentes” existen intersticios y
espacios en los que se hace pertinente involucrar rubros poco fre-
cuentados que aludan a las nuevas formas de repensar lo juvenil en
México: la juventud rural y la indígena; las construcciones de género
y sexualidad; de maternidad y paternidad que elaboran los jóvenes;
la población estudiantil de sectores medios; la percepción y práctica
de lo religioso en los jóvenes, así como la configuración de la vida
familiar y la percepción de lo generacional; y de manera reciente: la
juventud y la violencia, entre otros.
Son muy pocas las investigaciones que se han realizado para
entender las problemáticas de los jóvenes en ámbitos rurales y en
ámbitos y espacios indígenas. Como bien lo señalan Urteaga Cas-
tro- Pozo (2009) y Hernández Ramírez (2007), para la mayoría de
las tradiciones antropológicas que se cultivaron en México desde la
década de 1950 hasta la de 1990, el tema de los jóvenes indígenas
y de los jóvenes campesinos no fue un central en la antropología
mexicana, por lo cual este grupo permanecería en una condición de
invisibilidad para una parte importante del discurso antropológico
en México. Es decir, la condición juvenil fue un factor escasamente
analizado en los debates antropológicos, siendo categorías de análi-
sis como campesino, indígena, obrero, clase social, migrante, colono
y otras, las determinantes en el debate antropológico, a pesar de la
importante participación de jóvenes provenientes de comunidades
rurales e indígenas en los procesos de migración interna e interna-
cional.
Considero de gran valor retomar algunas reflexiones de la inves-
tigadora Lourdes Pacheco Ladrón de Guevara sobre el tema de las
40
juventudes rurales. La autora se plantea las siguientes interrogantes:

¿cómo se desarrolla el proceso de construcción de la ciudadanía en
los jóvenes de los espacios rurales? ¿Quiénes son las instituciones
que tendrían que estar apoyando el proceso de ciudadanización de
los jóvenes rurales: la Iglesia, partidos políticos, escuela, la familia,
gobiernos municipales, estatales o el federal?
En su argumentación, la autora destaca que los indicadores de
desarrollo dan cuenta del incremento de la pobreza y de la parti-
cipación de los jóvenes como aportadores-generadores de ingresos,
para lo cual se han visto en la necesidad de desarrollar una amplia
gama de actividades, tanto en los espacios urbanos como rurales. En
éstos es significativo que los jóvenes se involucran en actividades
que no siempre están vinculadas a las actividades productivas del
sector agrícola que los cambios que ha experimentado el medio ru-
ral han provocado importantes innovaciones en las formas de vida
de las familias y, de manera directa o indirecta, la realidad de las y
los jóvenes. En un ámbito más amplio, es evidente que el aumento
de la inequidad social ha venido a incrementar la desigualdad entre
países y esto se ha evidenciado en desigualdad entre los estados y las
regiones.
Es un hecho el que los cambios del mundo exterior han llega-
do a las poblaciones rurales en todo el país, donde las juventudes
han logrado mayores niveles de escolaridad en comparación con las
generaciones anteriores, acceden a mayor información, se vinculan
de diversas formas con las ciudades a partir de la experiencia de la
educación, migración y laboral, poco a poco van monetarizando, sa-
larizando e informalizando su vida laboral y ello termina por ejercer
un impacto significativo en su ámbito de consumo. Es decir, logran
(aunque de forma precaria y marginal) tener acceso a nuevos bie-
nes de consumo (televisión, radio, autos, celulares, consolas de vi-
deo juegos). De igual forma, también están recibiendo una mayor
influencia en el ámbito del os valores y esto se ha traducido en una
nueva mirada y tratamiento hacia su propia sexualidad y su cuerpo.
41
Incluso se ha llegado a detectar un incremento significativo en el

consumo de alcohol y de diversas drogas.
Como complemento a lo anterior, la autora destaca que la escue-
la ha llegado a las comunidades y a las regiones rurales, aunque en
la mayoría de las ocasiones encontramos que los jóvenes dejan la
escuela para buscar un trabajo con el que puedan apoyar las mal-
trechas economías familiares. Este abandono de la escuela termina
por volverse un elemento negativo para los jóvenes, ya que los pocos
años de estudio los colocan en una situación de una mayor vulne-
rabilidad. Así, ante las condiciones que impone el mundo exterior
y ante las limitaciones de los propios jóvenes, este es un sector que
tendrá que realizar los ajustes necesarios para alcanzar una mejor
inserción en la sociedad bajo las nuevas condiciones que esta le im-
pone. La comunidad rural ha cambiado de manera significativa, sus
límites ya no solamente abarcan los límites geográficos o territoria-
les. Es decir, con la expansión de la sociedad urbana (y global) la
comunidad rural ya no es el único espacio en donde los jóvenes del
campo pueden adquirir las herramientas necesarias para poder posi-
cionarse en la sociedad o para poder alcanzar su transición hacia las
responsabilidades y obligaciones de la etapa de la adultez (Pacheco
Ladrón de Guevara 2010).
Al creciente interés por hacer visibles a las juventudes rurales se
ha sumado en los años recientes también la necesidad de hacer lo
propio con las juventudes indígenas. En México y en otros países de
América Latina con una presencia importante de población indíge-
na, una parte significativa de la investigación realizada sobre estos
sectores se volcó de manera tradicional en los personajes “clave” de
las comunidades. En este sentido, se observaba con mucha frecuen-
cia que se hablaba de los chamanes, rezanderos, curanderos, artesa-
nos, milperos, mayordomos o macehuales. Poco o muy poco se ha
investigado sobre las inquietudes de los y las jóvenes indígenas ante
el deterioro progresivo y constante de sus esperanzas de superación
personal y de superación profesional. Ahora los jóvenes de comu-
nidades indígenas acceden a nuevos patrones de consumo cultural
42
lo cual genera cambios importantes en la manera y forma en cómo

se perciben ellos en comparación con sus anteriores generaciones.
Ahora sus intereses están cada vez más enfocados en lo que ocurre
en las ciudades, en las escuelas, en los medios masivos de comuni-
cación (antes radio, tv y cine, ahora en el internet y en las llamadas
redes sociales).
Lo anterior ha generado acceso a nuevas formas y nuevos espacios
de diversión, asociado a la apropiación de nuevos bienes simbólicos
de la ciudad. La situación de la migración hacia diversas ciudades del
país o de Estados Unidos es una experiencia generadora de impor-
tantes cambios entre la población, destacándose en las últimas tres
o cuatro décadas la población juvenil procedente de comunidades
indígenas. Un aspecto que está ejerciendo un importante impacto en
la vida de los y, en particular, de las jóvenes indígenas es el acceso a
la educación secundaria, media superior y superior. Se vuelve nece-
sario así, para los investigadores contemporáneos, hacer un abordaje
sobre cómo las experiencias de los y las jóvenes indígenas son rele-
vantes para analizar las diversas respuestas simbólicas y materiales
para la construcción de las diversas juventudes en los contextos de la
multiculturalidad, la reestructuración y las diversas crisis económi-
cas (Feixay González, 2006).
Las y los jóvenes mexicanos vistos desde las Encuestas

Nacionales de Juventud (2005 y 2010).
Algunos de los resultados que arrojó la Encuesta Nacional de Juven-

tud2005 (ENJ-2005) son los siguientes:
20% de la población joven se encuentra viviendo en Estados Uni-
dos. Por otro lado, 22.4% de los hombres y 11.5% de las mujeres
consideran la posibilidad de migrar del país. Entre las causas o mo-
tivos que los harían tomar esta decisión señalan la falta de empleo,
las dificultades para progresar y “motivos económicos”. Además, los
jóvenes ven poco factible que los motivos que les producen incer-
tidumbre cambien o se corrijan en el corto plazo. El futuro es tan
43
incierto que es mejor vivir al día. Esta es una situación que ha sido
descrita en diversos trabajos recientes: las nuevas generaciones so-
lamente registran o se involucran en hechos del presente, ante una
pérdida de interés en lo histórico. Hay interés en lo inmediato, en lo
que ocurre al instante, la planeación a mediano y largo plazo se vuel-
ve obsoleta. En este contexto, se vuelve necesario analizar las condi-
ciones de vida de los jóvenes y ello implica a la vez hacer una revisión
de los conceptos y de los instrumentos de análisis de esta nueva rea-
lidad cotidiana. Los resultados de la encuesta revelaron que los y las
jóvenes prefieren el camino de la inmediatez, de lo informal y de lo
pragmático ante el panorama poco satisfactorio que se ve en el corto
plazo para poder tener acceso a los empleos formales y bien pagados
(mismos que son realmente cada vez más escasos en las últimas dé-
cadas), a bienes de consumo originales o demarca y también a través
de productos vía la informalidad.
Aunado a lo anterior, los y las jóvenes ven muy poco factibles
que largas trayectorias de estudio puedan concretarse en un empleo
digno, seguro y bien remunerado. Esta situación provoca situaciones
de desaliento entre los y las jóvenes, de tal manera que solamente la
mitad (49.8%) de los jóvenes que fueron encuestados se encontraban
estudiando. Además acompaña a la escasa participación de las y los
jóvenes en las aulas el problema del abandono de los estudios. El
problema de la deserción puede estar evidenciando el poco interés
que genera entre los jóvenes la construcción de una trayectoria estu-
diantil. Es decir, lo anterior puede ser entendido como la experiencia
de la escuela que se muestra cada vez menos capaz para retener a los
jóvenes quienes se enfrentan cotidianamente al dilema de estudiar
o trabajar. Ciertamente que los datos nos muestran que la mayoría
de los jóvenes escoge la opción de trabajar para poder ser ellos im-
portantes generadores de ingresos para las deterioradas economías
familiares.
La encuesta destacó que los jóvenes consiguen sus trabajos por
medio de un amigo (31.9%) o porque un familiar los contrata o les
dice en dónde hacerlo (37.1%), lo que indica el valor y la importancia
44
que los jóvenes le otorgan a los medios informales/alternativos para

poder acceder a un empleo. Sin embargo, la informalidad también es
el medio por el cual los jóvenes acceden a otros bienes de consumo
que no serían posibles por la vía del mercado formal y que, según la
encuesta, se han convertido en importantes satisfactores para los jó-
venes (música, ropa, libros, película, software) a los cuales se accede
a muy bajo costo en diferentes espacios, tanto en los mercados, así
como en el propio Internet.
La realidad es que muchos jóvenes sólo pueden tener acceso a
muchos bienes a través de las vías de la informalidad. De tal manera
que muchas de las prácticas del consumo juvenil es evidente que rea-
liza combinado recursos formales e informales, legales o no legales
para poder formar parte de comunidades más amplias, para poder
conectarse y desarrollar una parte de deseos y de sus aspiraciones.
Además la encuesta destacó un punto cada vez más relevante, la ob-
tención de ciertos bienes de consumo se ha vuelto fundamental para
los jóvenes, me refiero al consumo cultural o de entretenimiento,
en el que destacan artículos como computadoras, Internet, celulares,
mp3, ipods, consolas de video juegos, etc. Estos son artículos que se
están volviendo clave en las estrategias de consumo de los jóvenes,
ya que es mediante ellos que se comunican e interactúan con otros
individuos y con otras comunidades. Es decir, se puede decir que
forman parte de los objetos con los que están desarrollando las estra-
tegias comunicacionales de esta nueva generación. Los jóvenes hoy
pasan más tiempo frente a la pantalla de la computadora, el iPod, los
videojuegos y el televisor que frente a los libros. Además el consumo
de estos bienes se ha vuelto también una forma de establecer nuevas
formas de comunicación y de entretenimiento, pero también es una
manera de construir nuevas jerarquías y nuevas distinciones.
También, los jóvenes presentan un mayor consumo de la radio y
de la televisión, mientras que se observa que hay un claro y marcado
desinterés hacia otras formas de acceso a la información como puede
ser el consumo de libros y revistas. Muchos de los datos que dejó
la Encuesta 2005 contribuyen a modificar el entendimiento que su-
45
puestamente teníamos de algunas prácticas de los jóvenes. Por ejem-

plo, es evidente que en la actualidad hay una notable disminución
de la institucionalidad que organizó el proceso de pertenencia y de
identidad por parte de las generaciones pasadas, es decir la escue-
la y el trabajo ya no son los principales mecanismos para lograr la
emancipación. Ahora esto, lo desempeñan o lo buscan alcanzar los
jóvenes a partir de la conectividad y a partir del consumo (aunque,
reitero, mucho de este consumo se alcanza a través de los medios
informales o no legales).
Junto con el componente moderno que se observa en muchos
aspectos de la vida cotidiana de los jóvenes, hay también rasgos de
tradición. Un ejemplo está dado por el hecho de que los jóvenes en
un alto porcentaje recurren a la familia y a los amigos para poder
iniciarse en la vida laboral. La familia sigue siendo la institución en
la que más confianza tienen, aunque es evidente que al interior de
las familias de los jóvenes siguen estando presentes aspectos como
el autoritarismo, la violencia, la desintegración familiar, los divor-
cios y las separaciones. Es decir, no obstante los cambios, la familia
sigue siendo un referente clave en el proceso de transición. Hay tam-
bién algunas prácticas de los jóvenes las cuales se encuentran regidas
por aspectos tradicionales, lo cual se encuentra caracterizadas por
convicciones religiosas y con la continuidad de algunos valores del
hogar y con algunas convenciones predominantemente generadas a
partir de los papeles de género. Por lo tanto, es una realidad que los
jóvenes se mueven en dos realidades de manera simultánea:
• Modernidad: manejo de tecnologías de la información y acceso
a redes sociales con presencia global.
• Tradición: impacto-importancia de los vínculos familiares
para acceder a muchos de los beneficios que obtienen: bienes
de consumo, educación, empleo, pasividad y falta de interés
en tomar un mayor protagonismo en aspectos que influyen o
determinan en el curso de su vida. El acceso a las nuevas tecno-
logías y a las redes sociales los ha mantenido en una constante
y esa constante es la falta de involucramiento o el interés por
46
hacer un análisis a profundidad de los eventos que ocurren y se

desarrollan a su alrededor).
Además forman parte de dos ámbitos:
• Formalidad
• Informalidad
Por lo tanto, juventudes no están desintegradas del resto de la socie-
dad, sino que llevan a cabo una integración de manera distinta a las
tradicionales y de una forma diferente. Sin embargo la conectividad
tampoco los ha hecho más participativos y tampoco los encamina-
dos a que actúen con una actitud de mayor compromiso y de mayor
involucramiento en muchas causas que ocurren en su entorno más
inmediato. En la cotidianidad de los jóvenes encontramos formas
atípicas respecto de lo que experimentaron las anteriores generacio-
nes. Hoy miles o cientos de miles de jóvenes se valen de los meca-
nismos de las redes virtuales y otras actividades para estar integra-
dos-conectados, hacerse visibles.
Los jóvenes se desarrollan y participan en procesos de institucio-
nalización-desinstitucionalización. Es decir, hay que poner atención
a los procesos de estructuración e institucionalización emergentes.
La realidad de los jóvenes no representa una ruptura con el orden
social, no obstante sus dificultades para obtener un trabajo y ganar
estabilidad en el mundo laboral. Sus experiencias cotidianas repre-
sentan una manifestación de la capacidad organizadora y creadora
de los propios jóvenes para hacer frente a un modelo que constriñe
y afecta su desarrollo. La propia informalidad presenta cierto ma-
tiz de orden y de estabilidad dentro de su propio aspecto caótico e
irregular. La informalidad es un hecho que llegó para quedarse, su
análisis se hace necesario para comprender diversas esferas de nues-
tra realidad. Entonces la sobrevivencia y la reproducción de muchas
actividades se desarrolla actualmente en la esfera de la llamada infor-
malidad, lo cual hace pensar en cierta medida lo informal se ha vuel-
to legítimo y ha sido un elemento clave para que miles de familias,
en un contexto de crisis y de deterioro de los principales indicadores
47
de la actividad económica, hayan logrado asegurar su reproducción

y se haya podido alcanzar gobernabilidad en amplios sectores de la
sociedad. Es decir, es un hecho que la propia subsistencia de muchas
ciudades en el país y en el mundo se ha logrado a partir de la parti-
cipación de amplios sectores de la población en diversas actividades
productivas. La informalidad opera en el ámbito laboral, pero tam-
bién aparece y está presente en el ámbito de la política, en la organi-
zación de barrios y de ciudades y también es evidente en el ámbito
del consumo. Lo anterior es explicable cuando se da el deterioro de
ciertas instituciones que dejan de cumplir su papel para asegurar el
acceso a la educación, al empleo, la seguridad social, la vivienda, la
información. La modernidad de nuestro país se construye bajo el
manto de la informalidad y bajo el manto de la precarización de mu-
chas de las actividades cotidianas en las que participan y se involu-
cran los jóvenes (IMJUVE/SEP, 2006).
Por su parte, la Encuesta Nacional de Juventud 2010 (IMJUVE/
SEP, 2011) también presentó un panorama poco alentador para los
jóvenes mexicanos en aspectos educativos y laborales. Los datos más
significativos son: a nivel nacional la población de 12 a 29 años al-
canzó la cifra de 36, 195 662 personas, de las cuales estudian y tra-
bajan de forma simultánea un total de 3 962 549 jóvenes, es decir,
10.9% del total. Los jóvenes que únicamente estudian fueron 14, 048
808 (38.8%) quienes reportaron que solamente trabajan fueron10,
365 125, 28.6% de los jóvenes encuestados. El porcentaje de la pobla-
ción que estudia y/o trabaja es de 78.4%. Finalmente, los jóvenes que
no estudian y no trabajan (es decir, aquellos conocidos como ninis)
alcanzó la cifra de 7, 819 180, 21.6% de la población encuestada. Lo
anterior ha generado un importante debate sobre la situación de casi
8 millones de jóvenes, ya que el hecho de no asistir a la escuela y no
desarrollar actividades para generar bienes y servicios que se traduz-
can en la obtención-generación de un salario-ingreso, los coloca en
una situación de mayor vulnerabilidad. Esta situación se vuelve aún
más riesgosa ya que los jóvenes deberían de estar formándose en el
ámbito educativo para posteriormente desarrollar a plenitud sus ca-
pacidades productivas.
48
A final de cuentas, el país pierde el potencial de uno de los sec-

tores que mayores aportes deberían de ofrecer en beneficio de la
sociedad. Un importante hallazgo fue que ocho de cada 10 jóvenes
reportaron estar satisfechos con su trabajo actual. No existe una di-
ferencia importante entre grupos de edad ni tampoco por sexo. Al
cuestionárseles sobre qué es lo que más les gusta de su trabajo actual,
en el caso de los hombres el aspecto que más valoran de su trabajo
es el ingreso que perciben, mientras que las mujeres valoran más la
disponibilidad de tiempo para llevar a cabo las tareas relacionadas
con la atención de la familia, aunque el ingreso también es un aspec-
to muy valorado.
En la encuesta destaca que sólo uno de cada 10 jóvenes ha in-
tentado alguna vez poner su propio negocio. Por género, aunque de
manera marginal (13.1% contra 12.5%), las mujeres resultan ser más
emprendedoras que los hombres. También se demostró que los jóve-
nes menores a 19 años que comparten residencia con ambos padres
son mayoría. Conforme aumenta la edad de los jóvenes disminuye la
frecuencia de este tipo de arreglo y crece el número de hogares con-
ducidos por los propios jóvenes: los jóvenes entre 20 y 29 años que
han iniciado una vida independiente con su pareja, representan casi
el 30% de dicho grupo etario. Pocos jóvenes eligen vivir solos. Más
de la mitad de quienes así lo decidieron fueron motivados principal-
mente por el objetivo de formar una familia (31.5%) o por el deseo
de ser independiente (21.8%). El estudio y el trabajo son también
motivos importantes para salir del hogar.
En lo referente a la sexualidad, los datos destacan que entre los más
jóvenes ha crecido la proporción de quienes han tenido r elaciones
sexuales. En la actualidad uno de cada tres jóvenes menores de 19
ha tenido esa experiencia, en comparación con el 22.3% de 2000.
Los medios de prevención de enfermedades de transmisión sexual
están cada vez más difundido, especialmente entre los más jóvenes.
Hoy nueve de cada diez jóvenes conoce sobre métodos de preven-
ción. El condón es el método de prevención de más alta visibilidad y
conocimiento entre los jóvenes.
49
Respecto al acceso y uso de las tecnologías de la información, el

porcentaje de jóvenes que dijo saber usar Internet en 2010 alcanza
casi 70%. Mientras que la proporción con acceso a Internet en su casa
se incrementó 4.6 veces en la última década. El acceso doméstico a
Internet presenta marcadas desigualdades regionales, pues se apega
a las diferencias de bienestar y desarrollo entre las entidades federa-
tivas. Las redes sociales son el uso principal que tanto hombres como
mujeres le dan, seguido por la búsqueda y recepción de información
y en menor medida chatear. La encuesta destacó que Facebook es la
red social preferida por las y los jóvenes de nuestro país; además, los
jóvenes encuestados destacaron que complementan las actividades
en la red con reuniones con sus amigos, siendo esta última su prin-
cipal actividad. Además, los jóvenes de localidades urbanas reportan
en mayor proporción salir con la pareja, conectarse a Internet e ir al
cine, mientras que los jóvenes que habitan localidades no urbanas
prefieren reunirse con amigos, ver televisión y hacer deporte.
En concreto, la realidad compleja y cambiante a la que se enfren-
tan cotidianamente los y las jóvenes en América Latina, y en México
en particular, hace de ellos un sector que se ve en la necesidad de
emprender nuevas estrategias para poder insertarse en los nuevos
contextos que les exigirán mucha responsabilidad, compromiso y
capacidad creadora. Como se ha podido observar las circunstancias
y los contextos actuales no resultan ser los mejores para que se de-
sarrollen las capacidades creativas de los jóvenes. Pero a su vez este
tiempo de crisis y transformación ha servido como un importante
telón de fondo para contribuir a la ser visibles a muchos sectores
juveniles que durante mucho tiempo permanecieron al margen de
los intereses de los académicos. En este sentido, se destaca la inves-
tigación que se ha venido realizando acerca de los jóvenes indígenas
y rurales. Este es un importante sector sobre el que poco se ha in-
vestigado acerca de sus inquietudes ante la situación del deterioro
progresivo y constante de sus esperanzas de superación personal y
de superación profesional. A pesar de los avances, siguen estando
presentes algunos temas omitidos o muy poco abordados. A conti-
50
nuación señalo sólo algunos de los que merecen mayor atención por
parte de los investigadores:
• Sigue existiendo una invisibilidad sobre la situación de las
mujeres jóvenes indígenas-rurales.
• En consecuencia con el tema anterior hay una desvalorización
de lo femenino.
• Siguen presentándose posturas adulto-centristas.
• Hay un desconocimiento-ausencia de investigaciones desa-
rrolladas al interior de las elites económicas y en especial a los
jóvenes de este sector de la población.
• Hace falta desarrollar más investigaciones sobre temáticas
relacionadas con los malestares del cuerpo y la salud (trastor-
nos alimenticios, trastornos de conducta, stress, depresión,
suicidio) desde una perspectiva sociocultural.
51
CAPÍTULO 2. LA ESCUELA Y EL TRABAJO EN EL
PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL:
EXPERIENCIAS ETNOGRÁFICAS ENTRE JÓVENES DE
CONTEXTOS URBANOS Y RURALES EN EL ESTADO DE SAN
LUIS POTOSÍ, MÉXICO
Las batallas por los objetivos de Desarrollo del Milenio se están

peleando en las ciudades de los países en desarrollo. Los jóvenes
estarán en primera línea. El éxito depende dela medida en que las
ciudades, los países y la comunidad internacional puedan darles
apoyo y fortaleza (Córdova, 2004)1.
Durante las últimas décadas desde diferentes enfoques y desde dife-

rentes disciplinas se ha venido desarrollando diversos intentos para
abordar el tema de lo juvenil, a continuación se menciona apenas
una breve lista acerca de los temas más comunes:
• Los jóvenes como problema
• Los jóvenes como los no integrados
• Los jóvenes como los rebeldes
• Los jóvenes como los desadaptados
• Los jóvenes como lo incompleto
• Los jóvenes como la promesa del futuro
1
Tomado de: Rosa María Córdova, “Actividades domésticas y extradomésticas de
los jóvenes mexicanos”, en: Ariza, Marina y Orlandina de Oliveira (coordinadoras).
Imágenes de la familia en el cambio de Siglo. UNAM/IIS, México, 2004.
53
Capítulo 2. La escuela y el trabajo en el proceso de construcción de la exclusión
social: experiencias etnográficas entre jóvenes de contextos urbanos y rurales en el
estado de San Luis Potosí, México
Las anteriores temáticas jugaron un papel clave para superar las vi-
siones de carácter psicobiológicas, demográficas y epidemiológicas
en la que se encasilló durante mucho tiempo el debate de los te-
mas-asuntos dela juventud. No obstante, los avances reportados, al-
gunos investigadores consideran que las problemáticas-temáticas de
lo juvenil aún no han logrado imponerse como un tema relevante en
la agenda académica, reitero, a pesar de los logros editoriales y de los
espacios de difusión conquistados, su producción y los respectivos
debates siguen siendo todavía espacios marginales (Medina, 2009).
Actualmente se ha hecho común el interés por analizar la proble-
mática de lo juvenil desde una perspectiva sociocultural, de tal forma
que sea posible conocer y analizar las construcciones de los referen-
tes que formulan los jóvenes en torno a un conjunto de instituciones
y prácticas de su vida cotidiana. En este sentido, se ha empezado
a privilegiar la recuperación de las subjetividades y configuraciones
identitarias de los actores juveniles. Es decir, interrogantes como la
siguiente se han vuelto muy comunes en investigaciones recientes:
¿cómo es percibida la vida por y desde los jóvenes? Bajo esta pers-
pectiva, lo juvenil poco a poco ha dejado de verse como problema y
ha empezado a ser percibido como un sujeto creador de circunstan-
cias e identidades, de tal forma que en la actualidad se indaga en un
abanico más amplio de prácticas de carácter cultural y más subjetivo.
En este contexto, es importante destacar que la juventud poto-
sina es un sector que ha sido poco analizado en los términos arriba
señalados desde una perspectiva sociocultural y que estén enfocados
al conocimiento de la realidad que viven cotidianamente los jóvenes
en relación a instituciones y actividades clave en la vida cotidiana.
Dicha carencia se ha intentado cubrir poco a poco con los resultados
que han dejado algunas investigaciones que se han realizado desde
un enfoque de tipo cuantitativo (encuestas y censos). No obstante
las limitaciones teórico-metodológicas de estos trabajos, han resul-
tado ser ejercicios que han arrojado algunos datos que han permiti-
do observar algunas tendencias del comportamiento de los jóvenes
y que permite tomarlos como fuentes importantes para poder hacer
54
comparaciones con los mismos datos generados para otras entidades

del país e incluso con los datos provenientes de otros países de la
región ( Instituto Mexicano de la Juventud/Gobierno del Estado de
San Luis Potosí/Universidad Autónoma de San Luis Potosí, 2009).
Hablan los jóvenes de San Luis Potosí.
Uno de los aspectos clave del proyecto de investigación Juventudes

en el mundo contemporáneo: una propuesta de análisis antropológico
sobre la situación de los jóvenes en San Luis Potosí2, fue generar un
acercamiento hacia el sector joven de la población, por lo tanto se
procedió a revisar materiales publicados para el caso de la entidad
potosina y para el contexto nacional e internacional. Posteriormente
se vio la necesidad de buscar establecer un mecanismo que sirviera
como complemento a la información con la que ya se contaba; resul-
tado de este interés se procedió a realizar contactos con jóvenes de
las 4 regiones del estado. Derivado de lo anterior se pudieron realizar
un total de 32 entrevistas a igual número de jóvenes. En el siguiente
cuadro se presenta la información general acerca de la población ju-
venil entrevistada.
Cuadro 1. Características generales de los jóvenes entrevistados
Región del Nº de Hombres Mujeres Espacio de Espacio de
estado entrevistas residencia residencia
aplicadas Urbano Rural
Altiplano 6 3 3 4 2
Centro 12 6 6 7 5
2
Este proyecto se pudo desarrollar gracias al apoyo financiero obtenido a través
del Programa de Fondos de Apoyo a la Investigación (FAI) de la Universidad Autó-
noma de San Luis Potosí, en su convocatoria de 2009. Además agradezco el valioso
apoyo del alumno Alberto Isaac Gutiérrez, estudiante de la licenciatura de antropolo-
gía, quien con los recursos de este fondo pudo trasladarse a municipios de las cuatro
regiones del estado para poder realizar las entrevistas que constituyen la base de esta
investigación.
55
Media 6 3 3 4 2
Huasteca 8 5 3 6 2
Total 32 17 15 21 11
Fuente: elaboración propia a partir de las entrevistas realizadas en el periodo de

abril-julio de 2010.
Gráfica 1. Diferencia por género entre los jóvenes que fueron entrevistados

Gráfica 2. Diferencia por espacio residencial de los jóvenes que fueron entrevistados

56
Gráfica 3. Diferencia por espacio de residencia de la población juvenil entrevistada

Significados-relevancia de la educación-escuela.
Para las anteriores generaciones no hay duda que la escuela fue una
de la instituciones fundamentales en el proceso de creación y recrea-
ción de los valores y el imaginario de su proyecto civilizatorio y ha
sido clave en el proceso de construir la base de la idea de la moder-
nidad. La educación en el imaginario fue percibida como un medio
que brindaba oportunidades para poder acceder o tener una mejor
calidad de vida. El grado de escolaridad se constituyó en uno de los
ejes centrales, en el momento de determinar, tanto el tipo de ocu-
pación en el mercado laboral, así como también el monto de los in-
gresos. El binomio escuela/educación apareció como el espacio que
proporcionaba saberes y conocimientos. En el sacrificio de hoy se
escondía la promesa del mañana.
Gráficas 4 y 5.

abril-julio de 2010
57
La escuela como un espacio generador de conflictos,

tensión y estrés.
Sin embargo, como resultado de las entrevistas realizadas entre los

jóvenes fue posible encontrar algunos casos en donde la escuela fue
percibida por como un espacio generador de muchos conflictos ten-
sión y estrés. En este sentido, los jóvenes coincidieron en señalar que
tanto los padres y los maestros son los encargados de ejercer una
constante presión hacia ellos tanto dentro como fuera de la escuela
y de las aulas. También la escuela es fue percibida como un espacio
en donde se construyen relaciones asimétricas, las que se establecen
principalmente en la relación cotidiana entre el estudiante con los
profesores y las autoridades. Así mismo, la escuela resultó ser tam-
bién un espacio en donde se generan de manera cotidiana prácticas
que discriminan y generan conflicto y tensión. En las entrevistas se
destacó el hecho de que es común la crítica hacia los otros compañe-
ros, en especial hacia aquellos que tienen alguna diferencia o algún
defecto físico. Existe también competencia entre los compañeros de
la clase, lo cual hace que no haya unión, y algo muy común y fre-
cuente en las entrevistas fue el desinterés de los jóvenes por los temas
que se tratan y abordan cotidianamente en el salón de clases.
Los jóvenes y su percepción de los profesores.
También se destacó en las entrevistas la percepción que los jóvenes

tienen acerca del desempeño de sus profesores. En algunos casos
fueron muy enfáticos al señalar que algunos de los temas aborda-
dos en el salón de clase son aburridos y lo anterior generaba des-
interés en las clases, además de que ellos percibían el que no hay
una vinculación de los contenidos de las materias con sus problemas
e intereses en la vida cotidiana. Se criticó el hecho de que muchos
maestros basaran su estrategia docente en la instrumentación de
dos pasos antididacticos: dictar y revisar. Además no hay atención
por parte de los profesores hacia las inquietudes y problemas de los
alumnos. Esta es una práctica común, al parecer, entre el profesora-
58
do de las escuelas, ya que, desde la perspectiva de los estudiantes, en

su ejerciciocotidiano de la docencia no ofrecen una explicaciones
adecuadas, lo que resultó un aspecto mal evaluado por los jóvenes
entrevistados. Pareciera ser que se trata de dos mundos que no en-
cuentran relación entre sí. De igual forma se destacó el hecho de que
algunos maestros que les impartían cátedra eran “malos” asesores y
muy “estrictos”. Además se señaló el hecho de la violencia ejercida
por los propios profesores. Finalmente se destacó el problema de la
corrupción o de la improvisación, siendo estas prácticas constantes y
frecuentes entre los profesores. Por lo tanto los jóvenes creen que es
necesario que los maestros deban de tener mayor compromiso con
ellos y con la institución.
La escuela como un camino a la superación.
Sin embargo también en los relatos de los jóvenes se expresaron pos-

turas en donde se privilegiaba el valor de la escuela como un espa-
cio para contraer nuevas relaciones de amistad y de camaradería. Es
decir, así como hubo testimonios de jóvenes que manifestaron una
opinión crítica hacia el trabajo desempeñado por los profesores, de
igual forma encontramos casos de jóvenes quienes tienen una valo-
ración positiva sobre lo que esperan de la escuela y sus profesores, ya
que consideran fundamental el conocimiento y las habilidades que
ahí adquieren para obtener un buen trabajo en el futuro. Es decir,
hubo opiniones que manifestaron que los conocimientos adquiri-
dos en la educación media superior serán clave para la elección de
una carrera profesional. También hubo opiniones favorables hacia
el desempeño de algunos maestros quienes, desde su punto de vis-
ta, están bien preparados, ya que resulta de gran importancia tener
maestros capacitados para lograr una buena y sólida preparación y
formación profesional. Se puede decir que aún hay casos en donde
los jóvenes reconocen el papel de la escuela y de los profesores como
un medio para superarse.
59
Por otro lado, se destacó en los relatos las experiencias y los c asos
en donde la privilegiada situación laboral y económica de los pa-
dres posibilitó que los hijos tuvieran acceso a una educación de nivel
superior. Un caso en particular se ejemplificó esta experiencia, ya
que una de las jóvenes entrevistadas había pasado por tres d istintas
universidades, y ella argumentaba el hecho de que sus papás tuvieran
acceso a recursos económicos es algo que le había permitido esta
experiencia itinerante. Además ella no estudiaba en su ciudad natal.
Esta joven se había trasladado a la ciudad de T ampico y estudiaba
en una universidad privada y anteriormente lo había hecho en una
pública y en otra privada, sin embargo decidió salirse de ambas,
argumentando que lo que estaba estudiando no le dejaba satisfe-
cha. Estudiar en una ciudad diferente al lugar en donde reside el
resto de su familia implica un gasto significativo para los padres,
quienes tienen que cubrir no sólo el pago de la universidad, sino que
también se ven en la necesidad de cubrir el pago de la renta de un
departamento y todos los servicios que se requieren, como son el
transporte y traslado de una ciudad a otra, como el caso de la misma
joven que constantemente se traslada de Tampico a Ciudad Valles,
en San Luis Potosí.
También fue posible encontrar algunas similitudes en lo que se
refiere a la educación de los padres y de los hijos. Es decir, el hecho
de que los papás hubieran alcanzado una educación a nivel superior
les brindó la oportunidad de poder acceder a puestos de trabajo for-
males y bien remunerados, esto sin duda generó un impacto positi-
vo en las posibilidades de los hijos de estos matrimonios para que
pudieran estar en posibilidades de acceder a estudios a nivel medio
y nivel superior. Aunque no estamos seguros de que por sí mismo
el hecho de tener una educación a nivel superior o profesional les
asegure tener acceso a empleos bien remunerados. En muchos casos
los jóvenes señalaron estar conscientes de que en la actualidad es
cada vez más difícil poder acceder a un empleo bien pagado y te-
ner aspiraciones a alcanzar una movilidad laboral y salarial. Aquí es
importante destacar la trayectoria educativa y laboral de los padres
como recursos que marcan las trayectorias educativas de los hijos.
60
La cuestión es en apariencia muy simple: papás que estudiaron son

padres de familia que tienen un empleo y quienes están en mejores
condiciones para otorgar y satisfacer las necesidades educativas de
algunos jóvenes.
El abandono de la escuela por falta de dinero y por la

necesidad de trabajar.
El acceso y la permanencia en la escuela es algo que está determinado

por la disponibilidad o no de recursos suficientes. Aunque se dice
que en nuestro país la educación es gratuita eso es algo que en la
práctica no existe, ya que en todos los niveles la educación es algo
que cuesta dinero y, en algunos casos la cantidad es cuantiosa, es
algo que está ausente en muchos hogares o que simplemente se opta
por destinarlo para cubrir otras necesidades de la familia. En concre-
to, las familias tienen que cubrir inscripciones con un costo variable
y sin que las escuelas y las autoridades rindan cuentas del uso de es-
tos recursos. En este caso, en las entrevistas encontramos situaciones
en las que los jóvenes tuvieron que verse en la necesidad de abando-
nar la escuela por falta de recursos económicos. En un caso la joven
entrevistada comentó que al no tener el aprovechamiento adecuado,
su papá le condicionó el apoyo, si ella deseaba seguir estudiando, ella
misma tendría que solventar los gastos de la escuela. En concreto
tuvo que conseguir un trabajo, sin embargo se dedicó 100% a su
empleo y terminó por abandonar la escuela de manera definitiva.
Por ejemplo, en las entrevistas se conoció el caso de una madre y
jefa del hogar. Ella es la responsable de todos los gastos y de la ma-
nutención de la familia, sin embargo, los recursos no resultaron ser
suficientes para hacerse cargo de los gastos de la escuela dela hija, lo
cual obligó a la joven a abandonar de manera definitiva sus estudios.
También fue significativo encontrar casos en donde las expectativas
educativas de los jóvenes estaban puestas solamente en estudiar has-
ta la preparatoria ya que, debido a la situación de precariedad al in-
terior de sus respectivas familias, los jóvenes se veían en la necesidad
61
de dejar la escuela. Estudiar demanda dinero, cosa que está lejos del
alcance de muchas familias.
Significados de los jóvenes acerca del ámbito laboral.
El trabajo desde siempre ha sido un eje decisivo en el proceso de

construcción de la ciudadanía y es también un elemento clave en el
desarrollo de la socialidad y la ciudadanía. Es un ámbito clave para
organizar la vida común de las personas. Contar con un empleo sig-
nifica tener acceso a un salario que permite asegurar la planeación
hacia el futuro con la expectativa de alcanzar logros en el corto y me-
diano plazo. Además el trabajo sirve como un ordenador de los roles
específicos que cada uno de los individuos asumen o desempeñan
dentro del hogar y fuera del mismo. El acceso a un empleo resulta
ser fundamental, ya que es la puerta de entrada al bienestar a través
de asegurar la oportunidad de contar con un ingreso y contar con ac-
ceso a servicios y tener la cobertura de la seguridad social. Además,
contar con un empleo, brinda un sentido de pertenencia ya que los
involucrados en una actividad laboral se perciben así mismo como
individuos que forman parte y contribuyen al progreso personal, fa-
miliar y colectivo (Estrada, 1996).
Las personas adultas y los niños aparecen como sujetos protegi-
dos cuando otros personajes de la familia tienen acceso a un empleo
y a un salario. Es un hecho que años atrás los jóvenes tuvieron la
opción de desarrollar largas trayectorias educativas. Todo lo anterior
fue posible para miles de familias en contextos en donde el sistema
económico aseguró la creación de fuentes de empleo, sin embargo
con la llegada de las medidas-políticas de corte neoliberal esto ha
sido cada vez más complicado de llevar a cabo. Ahora, los empleos
asalariados son un recurso en peligro de extinción. Cada vez hay más
desempleo y la opción del autoempleo en condiciones precarias apa-
rece como la única opción o la única alternativa para millones de
personas y de familias. Las ocupaciones que se crean aparecen cada
vez más alejadas de la seguridad y de la protección social. El Estado
62
y las empresas privadas son cada vez menos capaces de generar sufi-
cientes puestos de trabajo en cantidad y de calidad (Bauman, 2011).
En los años recientes los salarios se han deteriorado de manera
dramática, y lo que se gana o se percibe rinde menos para poder
enfrentar todos los gastos y todos los compromisos, los cuales au-
mentan de precio de forma desigual al raquítico incremento de los
salarios. Lo que prevalece es una precariedad en las condiciones de
trabajo y de vida de gran parte de la población, pero en particular
para los jóvenes. El mercado de trabajo en la actualidad es precario e
inestable produciéndose graves asimetrías en las oportunidades. De
igual forma, la concepción idealizada de la juventud establecía que
la transición de ésta a la adultez se experimentaría como una mora-
toria, sin más responsabilidades que las relacionadas con la propia
formación y preparación para asumir los papeles de adultos. Al ha-
blar de jóvenes generalmente se piensa en su papel de estudiantes, de
personas dependientes de sus padres u otros adultos; de individuos
que paulatinamente y conforme aumenta su edad se introducirán
en los roles y responsabilidades adultas. Dicho proceso lo estarían
realizando (bajo esta perspectiva ideal) de una manera gradual, dosi-
ficada, a manera de un aprendizaje y preparación para el futuro y en
una posición secundaria frente al mundo adulto (Camarena, 2004:
89-90).
Sin embargo en la realidad este proceso ha experimentado impor-
tantes ajustes, y es precisamente lo que mostraremos a continuación,
a partir de la experiencia de cada uno de los jóvenes entrevistados.
Gráfica 6. Información referente al ámbito laboral de los jóvenes entrevistados

abril-julio de 2010
63
Análisis de las entrevistas:
Desde la óptica socialmente generalizada, que mira la vida a través

de una serie de etapas ordenadas y sucesivas, suele esperarse que la
incorporación de los individuos al trabajo ocurra hacia el final de los
años juveniles, principalmente cuando se ha concluido la formación
escolar. Sin embargo, como se puede percibir en la información de
la gráfica número 6, 20 de los 32 jóvenes entrevistados realizaban al-
guna actividad laboral al momento de ser entrevistados3. De ellos, 15
dijeron realizarlas fuera del hogar, mientras los 5 restantes lo hacían
en la casa trabajando-ayudando en algún negocio familiar. Utilizo el
concepto de trabajo-ayuda, ya que algunos de los jóvenes entrevis-
tados conciben su actividad no como un trabajo propiamente dicho,
sino como un apoyo o una ayuda que brindan a la economía familiar.
Empleos precarios.
Una de las particularidades de los jóvenes quienes trabajaban al

momento de la encuesta fue que algunos se habían incorporado al
campo laboral en más de una ocasión a pesar de su edad y porque su
trayectoria se ha caracterizado por empleos precarios y mal pagados;
no obstante lo escaso de la paga, es importante destacar el hecho de
que el dinero que se aporta por parte de estos jóvenes es recurso que
ellos destinan para apoyar diversos gastos de la casa y lo que ganan
algunos lo destinan al pago de muchas actividades que ellos mismos
desarrollan. Hubo casos en los que ellos mismos cubrían los gastos
de su educación, diversión y la compra de ropa y calzado; por lo
3
La participación laboral de los jóvenes se incrementó en la última década, lo que
ha sido atribuido por algunos autores, al menos en parte, a la mayor utilización por
parte de los hogares de su fuerza de trabajo disponible como estrategia para proteger
el ingreso familiar ante la caída de los salarios reales y el desempleo, originados por
las recurrentes crisis económicas que ha vivido el país en los últimos tiempos (Tuirán,
1993; Rendón y Salas, 2000).
64
tanto, el aporte económico que hacían los jóvenes era clave para la
economía familiar.
Entre ellos hay un joven que trabaja con su papá en una ladrillera.
Dice no agradarle mucho el trabajo pero sólo estudió hasta el tercer
año de primaria, por lo tanto no sabe hacer otra cosa. Comenta que
si llegara a conseguir otro trabajo le gustaría que fuera en el ramo de
la construcción, es decir otro empleo precario y mal pagado. Pero,
como él mismo dice “no sabe hacer otra cosa”. Él quisiera poner un
negocio propio, sin embargo cree que eso será difícil y por lo tanto
no cree que vayan a registrarse cambios en el corto o el mediano
plazo.
Un caso similar es el de una joven que dice ha trabajado en em-
pleos informales. Uno de esos lo desempeñó en una tortillería y otro
fue en un puesto en donde ella vendía discos. Actualmente estudia
en una academia de belleza. Su expectativa es poner un salón de be-
lleza propio, con el apoyo económico de su mamá. Dice que ahora
es más difícil el conseguir un trabajo; además comenta que tener una
carrera ya no garantiza que se encuentre un empleo. Quiere poner
al menos dos estéticas y con lo que ahí gane tiene la intención de
comprar una casa y ayudar a su mamá.
Otro joven comentó que él empezó a trabajar desde muy pequeño.
Lo ha hecho en empleos informales y en un caso lo hizo con un fami-
liar, dueño de un taller de torno. Su expectativa es ingresar a trabajar
en una fábrica, ese interés se lo genera el hecho de que unos tíos
están ya trabajando en una fábrica y él quiere hacer lo mismo. Ade-
más cuando su mamá trabajaba todo el día, él era el responsable del
quehacer de su casa. Esta es una situación que se presenta en otros
casos que presentáremos más adelante, en donde los jóvenes son los
que asumen la responsabilidad del quehacer y del cuidado de la casa
y también de los hermanos menores, por el hecho de que ambos pa-
dres tienen que trabajar todo el día.
65
Jóvenes que trabajan y estudian de manera simultánea.

Una alternativa para construir una mejor opción de vida.
En las entrevistas también fue posible encontrar experiencias de jó-

venes que estudian y trabajan al mismo tiempo. Así, una joven en-
trevistada combina sus estudios con el modelaje, ocupación que le
reditúa ingresos que ella dedica a pagar algunos de sus gastos per-
sonales. Comenta que el hecho de que tenga un trabajo de medio
tiempo no significa que ella esté pensando en dejar de estudiar, sus
expectativas son terminar una carrera pero también desea seguir con
su trabajo que desarrolla por el momento, el modelaje. Otro caso
es el de un joven estudia y a la vez trabaja en un negocio familiar,
situación que planea mantener hasta que termine sus estudios, pues
piensa estudiar sólo hasta la preparatoria. También se presentó el
caso de otro joven para el cual resultó significativo el hecho de que
sus papás trabajaran y tuvieran asegurado buenos ingresos. El que el
joven trabaje no es algo que esté dado por una situación de preca-
riedad por parte de la familia, más bien lo hace para ir adquiriendo
experiencia y responsabilidades, por lo tanto esta es una situación
que a él especialmente le motiva.
Por otro lado, también se destaca la situación de un joven que
estudia y trabaja, aunque sus empleos han sido desarrollados en el
ámbito de la informalidad, con pocos y precarios ingresos: albañil y
en un tiradero de basura. Sin embargo, ya tuvo acceso a un ingreso
que le permitió solventar algunos de los gastos derivados de la es-
cuela, sin el cual difícilmente hubiera podido tener la oportunidad
de estudiar. Este caso es lo opuesto al de otro entrevistado, quien
señaló que cuando estaba trabajando y estudiando a la vez, se vio en
la necesidad de dejar una de las dos actividades y optó por dejar los
estudios y dedicarse solamente a trabajar.
66
Participación laboral de los jóvenes en proyectos

familiares.
En las entrevistas cuando a los jóvenes se les pidió que describieran

sus experiencias laborales, algunos de quienes contestaron destaca-
ron su participación en la atención de un negocio familiar y sobre
este punto destacaron las largas y demandantes jornadas de trabajo.
Uno de ellos manifestó que ayuda en un negocio familiar, sin embar-
go, esto genera en él una sensación de soledad porque ambos padres
trabajan todo el día y no hay tiempo para estar al tanto de situaciones
personales. Algo parecido se relataba en otra entrevista, en donde el
joven destacó que ambos padres trabajan largas jornadas y debido a
esto se le prestaba poca atención. Este es un fenómeno interesante,
ya que habla del impacto que tiene entre la población juvenil la carga
laboral de los padres, lo que genera una percepción de abandono por
parte de ambos padres.
Una joven destacó que sus papás atienden un negocio familiar,
lo cual hace que ella y su hermana pasen mucho tiempo solas, es de-
cir, pasan tiempo juntas como hermanas pero a la vez, pasan tiempo
solas sin la compañía de sus padres. Otro ejemplo es una muchacha
que, al igual que muchos jóvenes, trabaja y apoya a su madre en el
negocio familiar; su expectativa laboral radica en la posibilidad de
tener un negocio propio. Quiere seguir estudiando, aun con la pre-
sión de parte de sus abuelos para casarse.
La estabilidad económica de los padres y su impacto en una

mejor condición de vida para los jóvenes.
En contraste con la experiencia de empleos precarios, mal pagados

y la práctica de trabajar y estudiar a la vez, también fue posible en-
contrar algunos casos en donde la estabilidad laboral de los padres
ha sido un elemento determinante para que los jóvenes tengan la
oportunidad de dedicarse de tiempo completo a sus estudios y no
se vean en la necesidad de trabajar. Si existen recursos económicos
67
por parte de los papás entonces los hijos están en posibilidades de

hacer una carrera y no tienen necesidad de entrar a trabajar antes
de terminarla. Sin embargo, esta situación genera también aspectos
negativos para la familia. En un principio se genera presión para los
padres, quienes tienen que trabajar largas jornadas para así poder
hacer frente a todos los compromisos que se presentan: los pagos
de casa, escuela, coche, tarjetas, luz, teléfono, etc. Lo anterior que-
da ejemplificado con el testimonio de un joven, quien señaló que el
hecho de que ambos papás trabajen, posibilita la existencia de di-
nero para atender las necesidades de la casa y de sus integrantes,
pero que lo malo es que ambos padres prácticamente no conviven
con los hijos. Asimismo, se presenta la situación de que el hijo debe
prepararse por sí solo su comida, lo que nos dice que no existe una
buena convivencia entre padres e hijos, por lo que son estos últimos
quienes deben realizar muchas actividades que son concernientes o
responsabilidad de ambos padres.
Otro relato que tiene conexión con lo que se presenta anterior-
mente es el de una joven, sus dos padres trabajan y ella es quien
debe hacerse cargo del cuidado de sus hermanos, así como de los
quehaceres de la casa, y el contacto o convivencia con sus padres
es mínima. Dice no contar con expectativas laborales para el futu-
ro. Otro joven encuentra la motivación en la profesión de su papá,
piloto naval, carrera que quiere seguir el hijo en parte por la paga y
prestaciones que ve recibe su padre.
Una joven más, comenta que sus padres trabajan mucho, por lo
que no tiene suficiente comunicación y contacto con ellos. Una de
sus expectativas es poder trabajar en algo relacionado a lo que quiere
estudiar, así como lograr cierta independencia. Por otro lado, la ex-
pectativa de la joven entrevistada es poder trabajar para que a partir
de esta situación ella pueda tener cierta independencia económica y
no depender de alguien más.
68
Jóvenes rurales: experiencias y expectativas frente al

mundo laboral.
Una de las jóvenes entrevistada en un municipio de la Huasteca,

señala que actualmente no trabaja, pero le gustaría trabajar en una
tienda de ropa o abarrotes, ya que le interesan las cuestiones rela-
cionadas con el comercio. Ella se considera “medio indígena”, así
como que todo le es más difícil, incluyendo encontrar trabajo. La-
boralmente dice no tener planes para el futuro, sólo le preocupa el
presente.
Otro joven huasteco comenta que trabaja en el corte de la caña,
en el mismo lugar que su papá, y antes en una tortillería. Destaca
que el corte de caña es peligroso y causa muchos accidentes debido
al uso del machete, además de ser mal pagado. Apoya económica-
mente a su familia y comenta que la ayuda se la da específicamente
a su madre, ya que su padre gasta el dinero en comprar alcohol. El
joven considera que ahora hay menos trabajo, pero a falta de dinero
debe trabajar, ante lo cual no cuenta con planes a futuro en cuanto
a trabajo se refiere.
Un joven entrevistado en un municipio de la región Media co-
mentó que trabaja de manera temporal en la milpa, aunque su inte-
rés es trabajar en una fábrica, ya que ahí puede conocer a más gente
que vive en la ciudad. Su mamá trabaja como costurera y recibe apo-
yos por parte del programa Oportunidades, cree que el trabajo de su
mamá es de beneficio para la comunidad. Piensa que las condiciones
de trabajo ahora han mejorado porque se tiene más oportunidad de
trabajar y ganar dinero, con lo que se puede hacer una casa propia.
Su plan a futuro es casarse, tener una casa, hijos y un trabajo en una
fábrica.
Un joven de la región altiplano dice que trabaja en las activida-
des de la agricultura y le gustaría dedicarse a la veterinaria, aunque
también le gustaría trabajar en una fábrica. Su plan a corto plazo es
seguir trabajando en el campo.
69
En la región Centro fue donde se obtuvo un mayor número de

entrevistas con jóvenes. Uno de estos comentó que sí trabaja y lo
hace con su papá en una ladrillera. Su trabajo no le agrada mucho,
pero no sabe hacer otra cosa; si pudiera cambiar se dedicaría a la
construcción. Su padre siempre se ha dedicado a la fabricación de
ladrillos, y aunque llueva debe continuar. A pesar de trabajar con su
padre, el joven casi no habla con él, su comunicación no es buena y
prefiere hablar con sus amigos que con su propio padre. En cuanto
a educación, sólo cursó hasta tercer año de primaria. Sus planes son
poner una tienda de abarrotes, aunque lo considera difícil, por lo que
por un tiempo más se seguirá dedicando a fabricación de ladrillos.
Una de las jóvenes entrevistadas comenta que buscará trabajar
cuando termine de estudiar el bachillerato y su opción es en una
fábrica, porque cree que en ese tipo de lugares es más fácil encontrar
empleo. Su papá trabaja haciendo ladrillos y de ahí sale el recurso
para mantener a la familia. Sus planes para el futuro: trabajar y luego
casarse.
Otra de las jóvenes entrevistada señala que trabaja en su casa, ya
que ayuda a su madre en la atención de su tienda. Ella quiere estu-
diar una carrera relacionada con la administración de empresas y le
gustaría poner un negocio y ser ella su propio jefe. Siempre ha pen-
sado en la idea de tener un negocio propio. Cree que ahora es más
difícil tener un trabajo por lo de la crisis, además que se necesita de
más estudios. Los abuelos la presionan para que ya se case, pero ella
quiere estudiar y luego casarse.
Otro joven entrevistado trabaja en uno de los tiraderos localiza-
dos en el municipio en donde vive; dice que él ya ha tenido otros
empleos, estuvo trabajando poco tiempo como albañil, y después re-
gresó a su trabajo en el basurero. Le interesa estudiar alguna carrera
relacionada con la mecatrónica y su ideal es trabajar en alguna fábri-
ca. Quiere estudiar eso “porque hay mucho trabajo en eso y eso fue
lo que me aconsejaron y pues sí dije a lo mejor será bueno explorar
eso, pero yo la verdad quería ser policía y quería entrar a la Federal
y pues como que me interesaba en eso, en lo del ejército también”.
70
Consideraciones finales.
En las páginas anteriores se ha puesto de manifiesto la persistencia

de marcadas diferencias en las actividades que los jóvenes potosi-
nos| realizan, diferencias presentes no sólo entre jóvenes de distintos
sectores sociales, sino también en el interior de cada sector. Las des-
iguales oportunidades y condiciones de vida que enfrentan quienes
viven en hogares con distintas ocupaciones se ven reflejadas en una
también desigual participación en la actividad laboral y escolar de
los jóvenes que fueron entrevistados. Por otra parte, cabe destacar
que las experiencias de los potosinos son bastante similares a las que
se han reportado en otras investigaciones recientes sobre el tema de
las percepciones, perspectivas y estrategias de los jóvenes en torno
a la escuela y el trabajo en otros países de América Latina (Saraví,
2009; Saintout, 2009, Macri, 2010; CEPAL/OIJ, 2007).
La experiencia de la escuela se presenta como de múltiples y com-
plejos significados; sin embargo, cada historia o biografía de los jóve-
nes debe entenderse como un proceso de ajuste o desajuste a las muy
particulares circunstancias que enfrentan en los contextos familia-
res. No hay que olvidar que cada una de estas familias se mueve y se
intenta adaptar a contextos y escenarios estructurales más amplios
que han enfrentado ajustes y que enfrentan marcadas desigualdades.
Estos procesos con sus propias lógicas y propios tiempos terminan
por afectar las decisiones que se toman en el espacio familiar y en
el ámbito individual. Es decir, en muchos de los casos analizados la
posibilidad de que los jóvenes enfrenten en el corto o mediano plazo
una situación de exclusión no se debe a causas que sean generadas
por ellos mismos, más bien las experiencias de abandono de la es-
cuela y la necesidad de los jóvenes de ingresar a trabajos precarios
y mal pagados se debe a las circunstancias particulares que se ex-
perimentan en el contexto familiar y en el contexto más amplio del
mercado de trabajo. Es decir, cuando las familias logran mantener
o incrementar su nivel de ingresos se favorece la continuidad en la
escuela y el retraso en la incorporación de los jóvenes al mercado
laboral, lo cual se traduce en la posibilidad de construir una exitosa
71
trayectoria educativa. En este sentido, también la experiencia edu-

cativa y laboral de los padres de familia se vuelve un referente clave
que proporciona a los jóvenes ciertas expectativas para alcanzar un
mejor futuro.
Sin lugar a dudas las entrevistas a estos 32 jóvenes potosinos nos
dan la pauta para acercarnos a conocer las múltiples lecturas y los
múltiples significados que tienen para cada uno la escuela. Por un
lado se percibe como un espacio o una experiencia que les propor-
cionan amigos, compañeros y en algunos casos pueden iniciar algu-
na relación sentimental o su vida sexual con la pareja que al mismo
tiempo es su compañera o compañero de clase y de escuela.
Ante una situación de lejanía, abandono y poca comunicación que
se experimenta con los padres de familia, tal y como quedó eviden-
ciado en varias de las entrevistas, debido a que los padres de familia
se encuentran inmersos en largas y agotadoras jornadas de trabajo,
las amistades y las relaciones que se cultivan en la escuela adquieren
un papel vital en su vida cotidiana. Resulta que en muchas ocasiones
los jóvenes confían mucho más en sus amigos de escuela y de la colo-
nia. Además la relación y la comunicación entre los jóvenes no sólo
se mantienen en la escuela, ahora llegan hasta la recamara o la sala a
través de las nuevas tecnologías de la comunicación y redes sociales
vía Internet (mensajes vía celular, Messenger, Facebook, Twitter).
Como quedó reflejado, la escuela al tiempo que proporciona un
espacio de compañerismo, solidaridad y camaradería, también se
transforma en un espacio de conflicto, tensión, estrés, competen-
cia y violencia. De entrada la escuela es percibida por muchos jó-
venes como un espacio de control y de construcción de asimetrías,
en donde el profesor, no obstante sus deficiencias como docente, es
percibido como una autoridad que impone sus reglas y sus formas/
estilos de trabajo. En este proceso, la creatividad o los intereses de los
jóvenes pasan a un segundo o tercer nivel. El salón de clase y lo que
ahí ocurre se vuelve monótono, aburrido, y los jóvenes no se sienten
atraídos por los temas y por los problemas que se abordan de forma
cotidiana. Es evidente que en esta etapa la escuela no es asimilada
72
por los jóvenes como un espacio de oportunidades o de movilidad;

para ellos aún no es percibida como un espacio de conocimiento y
de aspiraciones para poder generar mejores oportunidades de vida
y de trabajo.
La experiencia de estudiar y trabajar es algo común también en-
tre los jóvenes. Esta situación se vuelve fundamental para aquellos
que tienen la intención de alcanzar sus metas, para lograr una mejor
calidad de vida. Sin embargo, también la escuela es percibida por
otros como un espacio de oportunidades o de movilidad, un espa-
cio de conocimiento y de aspiraciones para poder generar mejores
oportunidades de vida y de trabajo. Como quedó evidenciado, las
oportunidades que tienen los jóvenes para ingresar a la escuela y
mantener sus intereses escolares de tiempo completo, dependen de
la trayectoria educativa y la estabilidad laboral de parte de los padres
de familia. Es decir, este es un factor clave. La precariedad laboral y
económica de las familias se traduce también en escasas oportuni-
dades para que los jóvenes puedan alcanzar una sólida trayectoria
escolar que se traduzca en mejores oportunidades laborales y de una
mejor calidad de vida. La escuela por sí misma no es la formado-
ra-forjadora de trayectorias de éxito. Para los jóvenes entrevistados
la escuela es algo más complicado de lo que inicialmente creían y de
lo que originalmente imaginaban. El éxito o el fracaso estudiantil es
algo que está determinado por situaciones que no involucran y no
dependen del propio joven. Los casos presentados muestran y ejem-
plifican lo complejo que significa ingresar y mantenerse estudiando,
así como alcanzar el cumplimiento de sus expectativas en el corto y
mediano plazo.
El ámbito laboral es también un lugar de retos, oportunidades y
de incertidumbres para los jóvenes entrevistados. Destaca de entra-
da la temprana incorporación laboral de un número significativo de
los jóvenes, así como la precariedad de los empleos. La combinación
de trabajar y estudiar es la alternativa que desarrollan los jóvenes
con la finalidad de acceder a una educación. En las experiencias
de los jóvenes se vuelve relevante destacar el desempeño precoz de
73
roles de adultos desempeñados dentro y fuera de la casa. También

encontramos aquellos casos de jóvenes que tuvieron que verse en
la necesidad de abandonar los estudios y dedicarse únicamente al
trabajo, ante la imposibilidad de poder sortear ambas actividades de
manera simultánea. Esta es una muestra de la vulnerabilidad de mu-
chas de las familias potosinas.
Por otro lado, las experiencias en las biografías de los jóvenes y
sus familias son el reflejo claro de muchas de situaciones a un ni-
vel más amplio. Por ejemplo, la generación de oportunidades en el
ámbito familiar que provoca el involucramiento de familias enteras
en el desarrollo y atención de negocios familiares. Se destaca en la
investigación un hecho poco mencionado en los ejercicios cuantita-
tivos, me refiero a la sobrecarga de trabajo de parte de los hijos y de
los padres de familia, lo cual hace que se viva en una relación de poco
contacto entre padres e hijos, o el hecho de que los jóvenes asuman
diversas y nuevas actividades y responsabilidades dentro del hogar
ante las largas jornadas de trabajo de los padres de familia.
Los llamados ninis, es decir, jóvenes que no estudian y que no se
desempeñan en alguna actividad laboral fuera de casa, han asumido
un rol bastante activo en la atención de diversas ocupaciones en el
hogar. Considero que el conjunto de labores (que hacer doméstico,
cuidado de hermanos menores y otras más) que desempeñan estos
jóvenes dentro de su hogar, son poco o escasamente valoradas, y que
son actividades clave, ya que en muchos casos ambos padres se han
visto en la imperiosa necesidad de involucrarse en trabajos u ocu-
paciones que demandan una cantidad importante de horas diarias y
que en la mayoría de los casos desempeñan sin tener acceso a ciertos
beneficios de la ley (por ejemplo el sistema de guarderías), ya que sus
actividades laborales están desempeñando por cuenta propia. Por lo
tanto, creo que el adjetivo de ninis es un nuevo estigma, ya que son
presentados como actores que no desempeñan funciones/labores
que generen algún beneficio para la sociedad pero esconde muchas
de las labores que cotidianamente desempeñan los jóvenes en el ám-
bito doméstico. Como se comentó, en muchos casos a nivel familiar
74
se tiene acceso a recursos que posibilitan que puedan acceder y man-

tener un estilo de vida aceptable, sin embargo esta situación logra
que existan recursos en la casa, pero a costa de un distanciamiento
y poca comunicación entre padres e hijos. Como en el caso de la
escuela, los padres juegan un papel relevante en las trayectorias y
expectativas de los jóvenes. Las expectativas laborales y de bienestar
de los jóvenes dependen no solo de sus planes y de sus expectativas.
La estabilidad laboral de los padres de familia significa también una
estabilidad económica para el resto de los miembros de la familia, lo
cual posibilita que los jóvenes sigan teniendo oportunidad de estu-
diar y la expectativa de que la escuela sea una oportunidad de acce-
der a mejores empleos. De igual forma, la escasez de oportunidades
laborales de muchos padres de familia se ve reflejada en las expecta-
tivas (o en la ausencia de las mismas) de los hijos, quienes no ven de
otra más que mantenerse en los empleos precarios y mal pagados, o
en el caso más extremo: no estudian y no trabajan.
Finalmente es destacable el hecho de que la desigual participación
de los jóvenes seguramente estará ejerciendo una notable influencia
en sus condiciones de vida en términos tan variados como las cargas
de trabajo, presiones y esfuerzos a los que están sujetos, la exposición
a espacios de socialización más amplios o restringidos, las posibili-
dades de interacción con sus pares, la creación de aspiraciones y la
construcción de un proyecto de vida propio y, en general, el acceso
a, o la exclusión de, las oportunidades de desarrollo. Todo ello pue-
de tener importantes implicaciones para su vida futura, dotándolos
de mayores o menores capacidades y ampliando o restringiendo su
horizonte de oportunidades. Y destaco el papel que muchos de ellos
desempeñan como precoces adultos aún a su corta edad.
75
CAPÍTULO 3. JUVENTUDES INDÍGENAS EMERGENTES:
TENSIONES, CONFLICTOS Y PARADOJAS ENTRE UN GRUPO
DE JÓVENES INDÍGENAS EN SAN LUIS POTOSÍ EN SU
INGRESO A LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Hablar de lo indígena ha siempre nombrar a los dirigentes, los

chamanes, rezanderos o curanderos, artesanos o milperos, ma-
yordomos o macehuales. El indígena de los textos etnológicos casi
siempre ha sido un hombre adulto pero hablar de lo indígena ha
significado h ablar muy poco de los niños indios. El discurso tampo-
co ha i nvolucrado a los adolescentes y jóvenes de los grupos étnicos,
los que conforman la población del porvenir, lo mismo en térmi-
nos económicos que culturales. No se ha considerado que también
ellos podían tener inquietudes ante la situación de deterioro progre-
sivo y constante de sus esperanzas de superación socioeconómica
(Acevedo 1986, pp. 7-8).
Introducción: Escuela, educación y resignificación de la

identidad entre los jóvenes indígenas.
La situación histórica de los grupos indígenas en México se ha ca-

racterizado por haber sufrido la exclusión en muchos de los ámbitos
en donde cotidianamente se construye y en donde se genera la con-
77
Capítulo 3. Juventudes indígenas emergentes: tensiones, conflictos y paradojas entre
un grupo de jóvenes indígenas en San Luis Potosí en su ingreso a la educación superior
dición de la ciudadanía (espacios educativos, culturales y laborales,

entre los más significativos). Sin embargo, es un hecho que en las úl-
timas décadas la escuela en sus diferentes niveles ha llegado a diver-
sas regiones en donde habita población indígena (Pacheco Ladrón
de Guevara, 2009, 2010, 2012).
Esta situación ha hecho posible que la escuela se haya convertido
en uno de los pocos espacios en donde los jóvenes indígenas han
podido experimentar una situación cercana a lo que sus contrapartes
experimentan en los espacios urbanos. Es decir, la escuela ha posibi-
litado el tránsito de la niñez a la juventud, situación que en muchas
ocasiones no se presentaba en las comunidades indígenas, debido a
que hombres y mujeres transitaban de la niñez a la adultez de forma
muy rápida/precipitada ya que al desempeñar sus respectivos pape-
les o roles de género, prácticamente no había espacios para vivir o
experimentar algo que se asemejará a la etapa de juventud.
La vida para muchos jóvenes en numerosas comunidades indíge-
nas, no obstante los cambios, sigue regida por las dinámicas de las
propias comunidades (vigencia del sistemas de fiestas y de cargos,
mantenimiento de formas de matrimonio tradicionales, etc.). Por lo
tanto, el espacio de la comunidad y las actividades y rituales que ahí
se han generado servían y sirven todavía como instancias/espacios/
prácticas para la socialización de la población joven (Feixa y Gonzá-
lez, 2006; Urteaga Castro-Pozo, 2008).
De igual forma, recientes investigaciones han dado cuenta del
proceso migratorio que han experimentado los indígenas, quienes
han abandonado de manera temporal o definitiva sus comunidades
para trasladarse a numerosas ciudades dentro y fuera del país4, solos
4
A parte de las experiencias migratorias nacionales e internacionales, hay tres as-
pectos que han contribuido a la visibilidad de la población juvenil indígena: incre-
mento demográfico, según los resultados de los más recientes censos de población; la
reforma que en su momento hizo obligatoria la educación secundaria (y las reformas
recientes que hacen obligatoria la educación preparatoria seguramente ejercerán una
influencia en el mismo sentido) y en los últimos años se ha incrementado la llegada
y consumo de nuevos medios de comunicación a las comunidades indígenas (radio,
78
o en compañía de su familia. Ya en la ciudad los padres se insertan en

nuevos proyectos laborales, pero también los hijos de las familias in-
dígenas migrantes han tenido la oportunidad de ingresar a las escue-
las de diversos niveles, compartiendo el aula con niños de familias
urbanas. La experiencia de la integración de los migrantes indígenas
a la ciudad no ha estado exenta de conflictos y de rechazo, ya que en
la escuela y en otros espacios de la ciudad siguen siendo percibidos
por ciertos sectores como ignorantes, sucios y pobres. Además, para
algunos de los habitantes de la ciudad el indígena es considerado
como el ocupante “natural” de los empleos más vulnerables y menos
especializados: servicio doméstico, ayudantes generales, albañiles,
etc. — (Martínez Casas y Rojas, 2005; Urteaga Castro Pozo, 2008;
Hiernaux-Nicolas, 2000).
En este contexto, la llegada de la escuela y la educación, al igual
que otras nuevas instituciones y procesos que han tenido que irse
incorporando en la cotidianeidad de las comunidades y de los jóve-
nes (la migración local o internacional, la influencia de las nuevas
tecnologías de la comunicación), plantea que los investigadores se
hagan la siguiente pregunta ¿cómo los jóvenes indígenas negocian
su proceso de identificación con un entorno nuevo representado
por lo moderno? El mundo cotidiano está también representado por
prácticas/costumbres/creencias en donde lo tradicional no termina
por irse o desaparecer. Ese mundo está o sigue en ocasiones estando
representado por la familia, la comunidad con sus rituales y valores
apegados a la tradición
Aquí se pretende documentar y dar una respuesta a la manera
en que un grupo de cinco jóvenes indígenas han experimentado y
sorteado la inserción a la vida universitaria y cómo lo anterior ha
generado procesos de resignificación de sus identidades y cómo esto
televisión y en los últimos años la telefonía celular y el Internet. La visibilidad de los y

las jóvenes indígenas en las investigaciones se generó también como un resultado de
los ajustes teóricos de las ciencias sociales y en particular de la antropología, cuando
se empezó a poner un mayor énfasis en el punto de vista del otro (Urteaga Castro
Pozo, 2008).
79
ha posibilitado una redefinición de la etnicidad de los jóvenes indí-

genas. Sin embargo, este proceso no ha estado exento de conflictos
entre los jóvenes con sus pares y con el resto de los miembros de su
familia y el resto de los miembros de su comunidad.
Las y los jóvenes indígenas: nuevas experiencias de vida y

nuevas tensiones, conflictos y paradojas.
El tema de las juventudes, en particular el de los jóvenes indígenas,

se ha colocado en los últimos tiempos como una de las temáticas que
ha atraído la atención de los investigadores, derivado dela situación
de reestructuración que han experimentado algunas de las institu-
ciones clave en el proceso de la transición de la juventud a la adultez.
Sin dudas, la juventud es un periodo clave en la vida de todos los in-
dividuos, es el momento-periodo en el que se toman decisiones clave
para el futuro de las personas. También es en la juventud en donde
se cristalizan y se hacen evidentes las tensiones sociales que estará
experimentando el resto de la sociedad en el corto y mediano plazo.
La situación de la mayor parte de los y las jóvenes indígenas en el
país se caracteriza por enfrentar una constante y creciente situación
de marginación, pobreza migración y en general la falta de oportu-
nidades y espacios que les permita alcanzar un desarrollo y un creci-
miento personal. Además, también hay que destacar que en tiempos
recientes se han incrementado en las comunidades de origen de los
y las jóvenes indígenas problemas de violencia, consumo de drogas
y el enfrentamiento entre pandillas y grupos de la delincuencia or-
ganizada. Por lo tanto, es una realidad el que enfrentan desventajas
que les impiden desarrollar y lograr muchas de sus metas y de sus
proyectos de vida.
En este mismo sentido, es relevante entender y reconocer que
las características de vulnerabilidad de sus familias son también un
elemento que en mucho impide su avance. Una gran parte de los
jóvenes indígenas en nuestro país provienen de familias que enfren-
tan serias limitaciones: falta de empleo, escasez de producción de la
80
tierras, familias numerosas, problemas de alcoholismo y violencia

entre los padres de familia (Saraví 2010; Cortes Rivera 2011).
Por ejemplo, la Convención Iberoamericana de Derechos de los
Jóvenes destaca que tienen derecho al ocio y al esparcimiento. En
este sentido, los jóvenes tienen derecho a la recreación y al tiempo
libre, a viajar ya conocer otras comunidades en los ámbitos nacional,
regional e internacional. En el artículo 33 de la mencionada conven-
ción se destaca que los jóvenes tienen derecho al deporte; sin embar-
go, la mayoría de estas disposiciones y aspectos como el derecho a la
educación, la salud, el empleo, el medio ambiente, la participación
en la vida social y política, derecho a la vivienda o la cultura son
derechos a los que no tienen acceso la mayoría de los jóvenes. Por
lo tanto, las juventudes reivindican su derecho a vivir como tales, su
derecho a poder ser jóvenes. Es decir, para millones de personas vivir
la juventud es aún una tarea pendiente de la mayoría de los países de
América Latina (Alaminos Chica 2010).
Ante esta situación una constante, entonces, es que los jóvenes
desarrollen o pongan en práctica la estrategia de la migración para
poder acceder a nuevos y mejores empleos y también han optado en
algunos casos por la migración para poder acceder a oportunidades
educativas que en sus lugares de origen no pueden tener. Aunque
se ha documentado que algunos de los jóvenes que salen de las co-
munidades pueden estar apoyando económicamente a los que se
quedan en las comunidades, ese apoyo es principalmente para que
los que se quedan desarrollen estudios medios superiores o supe-
riores. Sin embargo, ante la falta de oportunidades el único camino
que queda como única opción es la migración. La experiencia de la
migración sin dudas ha contribuido a que los jóvenes indígenas se
manifiestan abiertos al contacto con otras culturas y con lo extraño.
Estos jóvenes en su nueva condición de migrantes se vuelven ha-
bidos consumidores de nueva ropa, música y tecnología. También
han contribuido a generación de espacios de convivencia y de in-
teracción y además contribuyen al desarrollo de nuevas redes que
81
generan nuevas expectativas (López Cruz 2010; Ramírez Reyes 2010;

Tuz Chi, 2010).
Aunado a lo anterior, hay instituciones educativas que ha llegado
a algunas de las comunidades indígenas o que se han colocado cerca
de los espacios de vida de los jóvenes, sean de educación secundaria
o media superior y, en los últimos años, también instituciones de
educación superior, con lo cual ha sido posible que algunos pocos
jóvenes puedan acceder a nuevas oportunidades de desarrollo perso-
nal y profesional y, por lo tanto, el abandono de las comunidades no
sea algo solamente relacionado con la búsqueda de un empleo, cosa
que tradicionalmente sucede. Además hay que destacar que cuando
los jóvenes acceden a un empleo lo hacen en condiciones de pre-
cariedad, son ocupaciones mal pagadas y carentes de los beneficios
de la ley (Pacheco Ladrón de Guevara, 2010,2012; IMEJUVE/SEP,
2006; 2011).
Estas nuevas experiencias de vida entre las familias indígenas, en
particular entre los y las jóvenes, es lo que ha contribuido a que su
condición y experiencia esté contribuyendo a la conformación de
nuevos estilos/hábitos de vida, lo cual los ha colocado en una situa-
ción y en espacios de frontera. Lo anterior debido a que es cada vez
más común y frecuente encontrar a jóvenes accediendo a la escuela,
al trabajo, a los medios de comunicación, pero lo que marca también
la diferencia es que estas experiencias las han estado realizando en
nuevos y cambiantes espacios residenciales, específicamente en ciu-
dades regionales o capitales de sus propios estados o incluso fuera
del país. Es decir, el desplazamiento territorial, (con todo lo que ello
ha generado) se ha vuelto una necesidad y una experiencia en las
historias individuales o colectivas de muchos jóvenes indígenas (Ur-
teaga Castro Pozo, 2008).
La información que da cuerpo a este capítulo se desprende de las
experiencias de cinco jóvenes indígenas, quienes de diferentes ma-
neras han logrado acceder a la educación superior, lo cual ha gene-
rado nuevas perspectivas de desarrollo personal, pero también los
ha colocado ante una serie de tensiones y de paradojas ante ellos
82
mismos, pero también ante sus comunidades y sus familias y, como

he señalado con anterioridad, esta experiencia ha sido la que ha per-
mitido que entre los jóvenes tengan conocimiento de otros estilos
de vida y de esta manera se pueda estar poniendo en entredicho los
anteriores valores y los roles que fueron desempeñados por sus pa-
dres-abuelos. De igual forma, los valores solidarios de la comunidad
pueden estar entrando en conflicto o pueden estar confrontándose
en algunas ocasiones con los valores individuales y de competencia
que se promueven en las aulas y pareciera ser que entre las muje-
res son mayores los cambios que se promueven desde la escuela y
la educación. Es decir, las mujeres experimentan un cambio radical
con los antiguos modelos culturales, quienes han pasado de ser casa-
deras y obedientes de la autoridad paterna y de la comunidad, a ser
ahora mujeres con criterios y con expectativas de vida propias.
La situación de las juventudes mexicanas en el contexto

contemporáneo.
Recientemente se hicieron públicos los resultados de la Encuesta

Nacional de Juventud 2010 (IMEJUVE/SEP, 2011) y algunos de los
más significativos sobre la situación educativa-ocupacional fueron
los siguientes: la población de 12 a 29años alcanzó la cifra de 36,
195 662, de los cuales estudian y trabajan de forma simultánea 3,
962 549 jóvenes, el 10.9% del total. Los y las jóvenes que solamente
estudian fueron 14, 048 808, es decir, 38.8%, mientras que los que
solamente trabajan fueron 10, 365 125 28.6% de los jóvenes encues-
tados. Además el porcentaje de la población que estudia y/o trabaja
es de 78.4%. Los jóvenes encuestados que no estudian y no trabajan
(es decir, aquellos conocidos como ninis) alcanzó la cifra de 7, 819
180, lo cual representó un 21.6% del total de jóvenes encuestados.
Lo anterior ha generado un importante debate sobre lo que esto
representa para casi ocho millones de jóvenes, ya que el hecho de no
asistir a la escuela y no desarrollar actividades para generar bienes y
servicios que se traduzcan en la obtención-generación de un ingreso,
83
los coloca en una situación de mayor vulnerabilidad. Esta situación

se vuelve aún más riesgosa al serla etapa en que los jóvenes deberían
de estar formándose en el ámbito educativo para posteriormente de-
sarrollar a plenitud sus capacidades intelectuales y productivas. A
final de cuentas, el país pierde el potencial de uno de los sectores
que mayores aportes deberían de ofrecer en beneficio de la sociedad.
Que los jóvenes no estudien y no trabajen se debe a diferentes
aspectos. Entre los más comunes se destacan los siguientes: se expe-
rimentan presiones económicas en la familia, lo cual incide para que
los jóvenes abandonen la escuela; se cuenta con acceso limitado a la
estructura de oportunidades, esto es mucho más evidente para los
jóvenes que viven en espacios indígenas (lo anterior queda demos-
trado con el hecho de que 35 de cada 100 hombres y 41 de cada 100
mujeres que no estudian y no trabajan residen en localidades rurales
y semiurbanas) y por último se limita o se cancela la oportunidad
de estudiar por el hecho de casarse o embarazarse a muy temprana
edad. Esta situación de marcada vulnerabilidad tiene un marcado
sesgo de género, ya que 75.7% (5, 919 000) de la población joven
encuestada que padecen esta situación son mujeres, mientras que
el resto, 24.3% (1, 900 000), son hombres. Los mismos datos de la
encuesta destacan que el hecho relevante de que la asistencia de los y
las jóvenes a la escuela disminuye con la edad, en particular a partir
de los 15 años, como muestra la siguiente tabla:|
Tabla 1. Comportamiento escolar juvenil a medida que incrementan
su edad
Jóvenes Jóvenes Jóvenes Jóvenes

12-14 años 15-19 años 20-24 años 25-29 años
Hombres Hombres Hombres 33.2 % Hombres 14. 7%
94.1% 66.6 %
Mujeres Mujeres Mujeres29.1% Mujeres 11.1 %
93.8% 64.4 %
Elaboración propia a partir delos resultados dela ENJ-2010
84
Tabla 2. Situación de la población indígena en el país a partir de los resultados del

Censo de Población y Vivienda 2010
15.7 millones de personas en el país se consideran indígenas

6.6 millones son hablantes de alguna lengua indígena.
9.1 millones no hablan lengua indígena.
400 mil de los hablantes de lengua indígena no se consideran indígenas.
Elaboración propia a partir delos resultados de la ENJ-2010
Las lenguas indígenas con mayor número de hablantes en el país

son náhuatl, maya, mixtecas y tzeltal. El Censo 2010 registró un im-
portante número de personas que se auto adscribe como indígena;
el mayor número se encuentra en Oaxaca y le siguen los estados de
Yucatán, Chiapas, Veracruz, Puebla y México. Además la población
indígena supera el millón de habitantes en los estados de Oaxaca,
Chiapas, México, Puebla, Veracruz y Yucatán.
Tabla 3. Población mayor de 15 años en localidades de 40% y más
población indígena
El 76.1% es alfabeto, 4.4% más de lo registrado en 2005.

El 79.5% cuenta con algún grado escolar, 4.7% más de lo reportado en 2005.
El 23.7% cuenta con educación primaria completa.
El 5.4% tiene educación superior, en 2005 este último indicador fue de 4.4%
Elaboración propia a partir delos resultados dela ENJ-2010
Tabla 4. Niveles de escolaridad entre la población indígena
Población Indígena Conteo 2005 Censo 2010 Nacional total
Sin instrucción 24.5 19.3 7.9

Primaria Incompleta 22.6 21.1 12.8
85
Primaria completa 22.8 23.7 21.1
Secundaria completa 15.5 17.8 21.6

Con estudios a nivel 10.2 12.6 21.9
Medio superior
Con estudios a nivel 4.4 5.4 14.7
Superior
Elaboración propia a partir del conteo 2005 y del censo nacional de población 2010
Gráfica 1. Niveles de escolaridad entre población indígena de 15 años
Fuente: Censo nacional de población 2010/INEGI.
Jóvenes indígenas y educación superior.
Acceder a la educación y, sobre todo, permanecer en ella es algo que

cada vez menos jóvenes pueden llevar a cabo. Los datos que arrojó
la Encuesta Nacional de Juventud 2010 así lo confirman. En los con-
textos actuales es un hecho que si los jóvenes que residen en espacios
urbanos enfrentan situaciones de tensión, éstas se agravan en el caso
de la población indígena. Es común que los jóvenes indígenas de la
mayoría de los estados se dediquen a ocupaciones de poca especia-
lización o que opten por la migración para paliar la situación de po-
86
breza, abandono y marginación. Como ya se comentó, en las últimas

décadas los espacios rurales-indígenas se han visto impactados en su
cotidianidad por la llegada de opciones educativas, la migración y los
medios de comunicación, lo que, según algunos autores, ha contri-
buido a la aparición de una nueva juventud indígena, sin embargo
aparecen nuevas tensiones y nuevas incertidumbres en estos espa-
cios rurales-indígenas (Salas, Quintanal et al., 2011).
No obstante las condiciones de exclusión y marginación que
históricamente han enfrentado las comunidades indígenas, es im-
portante destacar el esfuerzo que han venido impulsando distintas
instituciones que en las últimas dos décadas han otorgado apoyos
en forma de becas a un importante número de jóvenes originarios
de diferentes etnias en el país. En este ejercicio destaca el trabajo que
han desarrollado instituciones como la Comisión Nacional para el
Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), el Centro de Investiga-
ciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y el
Programa Internacional de Becas dela Fundación Ford. Estas insti-
tuciones han apoyado a un significativo número de jóvenes indíge-
nas que con estos apoyos han logrado iniciar y concluir sus estudios
a nivel profesional y a nivel de posgrado. A continuación se presenta
una revisión de los avances en dos de estos programas de apoyo a
jóvenes en diferentes regiones indígenas del país.
La comisión nacional para el desarrollo de los pueblos

indígenas (cdi) y el impacto del programas de becas a
estudiantes indígenas de educación superior5.
El Proyecto Becas a Estudiantes Indígenas inició en 1990. Este pro-

yecto originalmente fue desarrollado para apoyar aquellos estudian-
tes indígenas que tenían interés en realizar estudios de posgrado.
En 1997 el programa se enfocó a apoyar a estudiantes indígenas de
5
http://www.cdi.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&i-
d=2100:proyecto-cdi-becas-a-estudiantes-indigenas-de-educacion-superior&cati-
d=80:novedades&Itemid=200042
87
nivel licenciatura y también de manera ocasional se brindó apoyo a

estudiantes de nivel medio superior. El apoyo se otorgaba a través
de una convocatoria que en ese entonces abarcó 24 entidades fede-
rativas y tuvo una cobertura de 110 regiones indígenas, consideradas
como de alta y muy alta marginación. Derivado de la convocatoria
y lo limitado del presupuesto con el que se contaba, únicamente se
otorgaron 200 becas, número que se mantuvo hasta el año 2000, por
lo que la convocatoria no fue el mecanismo a seguir sino más bien la
captación de solicitudes de beca a través de las unidades operativas.
En el periodo 2001-2003 se elevó el número de becas para alcanzar
la cantidad de 210, es decir un incremento del 5%. Estas becas se
distribuían en 23 entidades federativas. A partir de la desaparición
del Instituto Nacional Indigenista (INI) y la creación de la Comisión
Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) el 21 de
mayo de 2003, el proyecto “Becas a Estudiantes Indígenas” (BEI) es
coordinado y operado a través de la Dirección de Fortalecimiento de
Capacidades de los Indígenas (DFCI), con 242 becas distribuidas en
25 entidades del país.
A partir de 2008 se incrementó 67.77% el padrón de beneficiarios,
con lo que se pasó de 242 a 406 becas, debido a que la DFCI desti-
nó recursos del proyecto presupuestal “Acciones para la Igualdad
de Género”, en el que como parte de los quehaceres afirmativos de
género se da apoyo del 70% en las becas destinadas a mujeres indí-
genas estudiantes de nivel licenciatura. Al corte del primer semestre
de 2010,285 becas fueron dirigidas a este sector de la población, des-
tinándose 121 becas a estudiantes a varones.
Por otro lado, la Dirección de Fortalecimiento de Capacidades de
los Indígenas (DFCI), ha destinado parte de su presupuesto anual
al apoyo de estudiantes indígenas de nivel superior a través del pro-
yecto “Becas a Estudiantes Indígenas”. Estos apoyos no solamente
se enfocan a otorgar la beca sino al proceso de titulación de los es-
tudiantes egresados de licenciatura. La DFCI se ha preocupado por
incrementar el número de apoyos de manera gradual año con año,
sin embargo este avance ha sido limitado respecto la demanda pre-
88
sentada y captada a través de los 103 Centros Coordinadores para el

Desarrollo Indígenas, dos subdelegaciones y 23 delegaciones estata-
les de la estructura territorial de la CDI.
A partir de una estrategia de apoyar a más estudiantes indíge-
nas, la DFCI logró un incremento de 49.26% al número de becas
para el ejercicio fiscal 2010, cifra que en números reales fueron 606
becas, distribuidas en 24 delegaciones estatales y 43 Centros Coor-
dinadores de Desarrollo Indígena, alcanzando de esta manera una
cobertura en 25 estados de la República Mexicana. Para el ejercicio
fiscal 2011 se incrementó a 800 el número de becas, es decir, 32.01%
más que el ejercicio fiscal anterior. Sin embargo, este incremento re-
presentó el atender únicamente a 34.7% de la demanda, y que no
es la total ya que el proceso para captarla es a través de la labor que
realizan los responsables del proyecto en las unidades operativas de
la CDI, de modo a que si se abriera una convocatoria nacional para
el otorgamiento de becas, ésta podría ser por lo menos 10 veces más,
es decir alrededor de 6 mil posibles solicitudes. Recientemente las
estadísticas muestran que los becarios pertenecen a 49 diferentes
pueblos indígenas, entre los cuales destacan: náhuatl (15.7%), mixte-
co (11.1%) y maya (10%), aunque incluye pueblos minoritarios tales
como xcucapá, pima, quiché, tacuate y tojolabal.
Tabla 2. El comportamiento del proyecto de becas de la CDI en el país en los últimos
seis años
Año Inversión anual en becas Becas autorizadas Beneficiarios
en millones de pesos Mujeres Hombres
2006 2´690,000.00 269 124 145
2007 2´420,000.00 242 110 132
2008 4’060,000.00 406 214 192
2009 4’060,000.00 406 254 152
2010 4’860,000.00 606 410 196
2011 6’836,000.00 800 509 291
Fuente:
http://www.cdi.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=2100:proyecto-cdi-
becas-a-estudiantes-indigenas-de-educacion-superior&catid=80:novedades&Itemid=200042
89
Asimismo, en 2011 y a través del proyecto se realizaron las siguientes

acciones:
• Apoyo económico para titulación a 50 estudiantes indígenas
que concluyeron sus estudios, con una inversión total de $131
814.00.
• Apoyo económico a 40 estudiantes indígenas para asistir a
intercambios académicos, foros, simposios, cursos, en materia
de sus estudios, con una derrama económica de $84 740.00.
• La realización de Encuentros de Becarios inscritos en el pa-
drón de beneficiarios del proyecto, teniendo la participación
del total de los becarios en 13 encuentros de corte estatal, 4
regionales y 1 encuentro Peninsular, con una inversión por $2
188,533.00.
• El programa internacional de becas de posgrado: un esfuerzo
institucional compartido6.
El Programa Internacional de Becas (IFP por sus siglas en inglés:
International Fellowships Program) forma parte de un ambicioso
proyecto internacional educativo promovido por la Fundación Ford
en coordinación con diversos organismos nacionales en 22 países
alrededor del mundo. Considerando la importancia de la formación
académica de posgrado para el liderazgo en la generación de nue-
vas opciones de desarrollo, busca contribuir en la consolidación de
una nueva generación de líderes entre los grupos que han enfrentado
mayores restricciones en su acceso a la educación superior, a fin de
fortalecer su participación en la resolución de los enormes retos del
siglo XXI. El programa inició en el año 2000 en Vietnam, Nigeria,
Senegal, Ghana, Chile, Perú y Rusia, y en 2001 se expandió a otros 15
países del mundo, entre los que se encontraba México. Durante los
primeros 10 años de actividades del IFP, han apoyado más de 4 300
mujeres y hombres de América Latina, África, Medio Oriente, Asia
y Rusia para realizar estudios de posgrado.
6
http://ford.ciesas.edu.mx/
90
En cada país el programa es manejado por organizaciones nacio-

nales, regionales e internacionales, en estrecha colaboración con la
Secretaría General del IFP, cuyas oficinas centrales se encuentran en
Nueva York. Estas organizaciones han integrado grupos de trabajo
con académicos, profesionales y otros expertos, con el propósito de
definir políticas específicas para la operación del programa en los
respectivos países y hacer la selección de los becarios. En México —
donde el Programa en México está encaminado a apoyar fundamen-
talmente a estudiantes indígenas, la Fundación Ford se consolidó
una alianza con el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores
en Antropología Social (CIESAS) para dar al programa una identi-
dad local y una base institucional sólida. También se cuenta con la
importante participación de la oficina para América Latina del Ins-
tituto Internacional de Educación (IIE). Entre 2000 y 2010 —año
en que se realizó la más reciente ronda de selección— se apoyó a 88
mujeres y 138 hombres para realizar estudios de maestría y docto-
rado en universidades o instituciones de educación superior de alto
nivel académico en diversos países del mundo. Los becarios fueron
seleccionados con base en su excelencia académica, su compromiso
con el desarrollo social y comunitario y su potencial de liderazgo.
Los becarios realizaron estudios en campos que favorecen las metas
de la Fundación Ford para el fortalecimiento de valores democrá-
ticos, la reducción de la pobreza e injusticia y la promoción de la
cooperación internacional y el desarrollo humano. Una de las aspi-
raciones centrales del programa es que sus becarios, con base en los
conocimientos y la experiencia adquiridos durante sus estudios, se
conviertan en líderes en sus respectivos campos de estudio, contri-
buyendo así al desarrollo en sus países y a una mayor justicia social y
económica en el plano mundial.
El Programa Internacional de becas en México.
En México, el Programa Internacional de Becas, coordinado por el

CIESAS, apoya a estudiantes indígenas del país que demuestren en
91
realizar estudios de maestría y doctorado tanto en México como en

el extranjero. Entre 2001 y 2010 se otorgaron 226 becas a hombres
y mujeres de 39 grupos étnicos, distribuidos en 20 estados del país.
El Programa tiene el propósito de contribuir a la formación de in-
vestigadores y profesionales indígenas de alto nivel académico que
puedan participar activamente en la solución de los problemas que
enfrenta el país, desarrollar nuevos campos de conocimiento y com-
prometerse al mejoramiento de las condiciones sociales y económi-
cas de la población indígena. En 2011 ya no se otorgaron becas. No
obstante, operará hasta 2013 para atender a los becarios que actual-
mente cursan sus posgrados y para realizar distintas actividades con
ex becarios. Además la Coordinación del IFP México en el CIESAS
continuará realizando estudios sobre los resultados e impacto del
programa en nuestro país.
Acorde con los principios generales del IFP, los becarios del Pro-
grama Internacional de Becas de Posgrado para Indígenas han reali-
zado estudios en campos que favorecen el fortalecimiento de valores
democráticos, la reducción de la pobreza e injusticia y la promoción
de la cooperación internacional y el desarrollo humano: medio am-
biente y desarrollo sustentable; desarrollo comunitario; educación;
sexualidad y salud reproductiva; sociedad y cultura; comunicación,
arte y cultura; derechos humanos; gobierno y sociedad civil. Como
parte de un modelo de intervención integral que atiende tanto al ac-
ceso como a la permanencia y egreso exitoso de quienes han sido be-
cados, el IFP les proporcionó asistencia en la identificación del curso
y la universidad apropiada y en los trámites de admisión de la mis-
ma. También brindó a los becarios que necesitaron reforzar ciertos
aspectos de su formación académica, previo al inicio de sus estudios
de posgrado, la posibilidad de tomar cursos de comprensión básica
de lectura en inglés, perfeccionamiento de idioma extranjero (para
quienes podían optar por estudiar en un país no hispanoparlante),
lectura y redacción de textos académicos en español y computación.
92
Análisis de cinco casos de jóvenes indígenas

universitarios7.
El primer joven entrevistado vive actualmente en la capital de San

Luis Potosí, aunque es originario del municipio de San Juan Copala,
en el estado de Oaxaca. Pertenece al grupo étnico triqui. Aunque
en otros momentos llegó a vivir una de sus tías en su casa, en su
familia son cinco integrantes: los padres de familia y tres hijos. Para
el joven la vida en familia es indispensable para su vida cotidiana.
La familia del joven se dedica a vender artesanías, algunas que ellos
mismos elaboran. El entrevistado comenta que actualmente estudia
el 8º semestre de la carrera de Ingeniero Industrial y trabaja, y desde
que tenía siete años ha venido haciendo estas dos actividades. En la
actualidad, ayuda a colocar el puesto de sus padres y además atiende
su propio puesto de artesanías. El joven y su familia hacen pocas
actividades en común, como salir al centro o salir a algunos otros
municipios de la entidad potosina. La otra actividad que realizan en
común es atender el puesto, ya que ahí trabajan su papá y su mamá.
Es importante destacar que su papá se desempeña como líder o
representante de los comerciantes que venden en la plaza de San
Francisco en la capital del estado. Lo que se vende en el puesto
son principalmente collares, artesanías, ropa, incluso comida oa-
xaqueña. Comenta que por las cuestiones políticas que se viven en
la comunidad de la cual es originaria su familia ellos ya no pueden
regresar. Comenta que sus hermanos sólo estudian y no trabajan.
Hay una diferencia en el nivel de educación de los padres de familia
en relación con la del joven entrevistado. El joven cuenta con una
percepción muy particular del matrimonio, a diferencia de las ante-
riores generaciones: lo concibe como una simple unión avalada por
la iglesia. El joven piensa que para vivir junto a otra persona no se
7
Las entrevistas se realizaron a los jóvenes en el marco del Encuentro Interestatal
de Estudiantes Indígenas de Nivel Superior de San Luis Potosí y Nuevo León, el cual
se realizó en la ciudad capital del estado de San Luis Potosí del 21 al 24 de junio de
2011. Una segunda ronda de entrevistas se aplicó en julio de 2012.
93
debe forzosamente pasar por algún ritual civil o religioso, y de estos

no tiene mayor importancia uno u otro.
En cuanto a la virginidad o las relaciones sexuales cree que no im-
portan mucho, para él la clave está en la comunicación que se tenga
con la persona con la que se tiene una relación. Señala que a partir
de la escuela se puede tener acceso a educación e información sexual,
clave para planear las relaciones y estar en mejores condiciones para
no embarazar a la compañera-pareja y que esto obligue a los y las jó-
venes a abandonar la escuela. Cree que iniciar una relación y posible-
mente tener hijos es algo que se pueda realizar una vez que se cuente
con un estable y que se tenga un ingreso que posibilite mantener a
la familia. Sobre la homosexualidad señala que él cree y piensa que
cada quien puede hacer de su vida lo que le plazca: todos tenemos
derechos y hay que aprender a respetar sus decisiones. También para
el joven entrevistado, el hecho de trabajar y estudiar es clave, ya que
señala que más adelante no sólo se dedicará a su profesión sino que
piensa seguir teniendo algún negocio para defenderse y para generar
algún recurso-ingreso económico extra. Su papá es líder de los co-
merciantes informales establecidos en el Parque de San Francisco en
la Capital del estado de SLP. Su mamá, ella misma elabora muchos
de los objetos que se venden en su negocio, ella dibuja y teje. Para el
joven, lo negativo de las actividades laborales que llevan a cabo sus
padres de familia es que el trabajo es muy pesado ya que se labora
todo el día. Aunque señala que él es joven y que tiene necesidad de
divertirse y no sólo dedicarse a trabajar. El apunta que actualmente
ya no debe de sentirse menos por el hecho de ser indígena, aunque
hay cuestiones de racismo, sin embargo en la actualidad no hay que
ocultar los orígenes indígenas que los jóvenes pueden llegar a tener.
El joven destaca en la entrevista que sus padres solamente con-
cluyeron la educación secundaria. Comenta que tiene la ilusión de
hacer estudios de posgrado: una maestría y de ser posible un docto-
rado. Menciona que en la escuela se deben retomar los temas rela-
cionados con el valor del respeto y de la igualdad. Al igual que para
otros jóvenes, para él la escuela es un lugar clave para el proceso de
94
socialización, ya que se hacen muy buenas amistades que lo podrían

ayudar en un problema en el futuro, y las amistades pueden servir
para instalar una empresa o para obtener un nuevo trabajo. Lo malo
de la escuela es que hay profesores que son muy flojos y que no en-
señan.
Por su involucramiento en la Universidad Autónoma de San Luis
Potosí, él conoce la mayoría de las universidades instaladas en la ca-
pital del estado. Respecto a sus gustos musicales, señala que su géne-
ro preferido es el heavy metal. Acude al cine una vez al mes. Como la
mayoría de los jóvenes de su edad y de la ciudad capital, dice que se
divierte en bares y ahí consume bebidas alcohólicas (whisky o cerve-
za), en lo que gasta en promedio unos 200 o 250 pesos. Cuenta con
un teléfono celular. Con lo que gana en su trabajo paga gastos de la
escuela y también ahorra para poder pagar los gastos de la colegiatu-
ra. De la televisión se entretiene con programas como South Park y
Los Simpson, ambas series de la televisión estadunidense.
La segunda entrevista se realizó a una joven llamada Ofelia, de
22 años, originaria del municipio potosino de Huehuetlán. Vive con
su familia, conformada por sus padres y seis hermanos. Comenta
que estudió durante cuatro años en el municipio de Tamazunchale,
tiempo en el que extrañó la comida de su casa y el cariño de sus
padres y hermanos. En su hogar, dice, todos los miembros tienen
ciertas actividades o tareas que desarrollar. Además, como dato par-
ticular, señala que su papá es alcohólico, situación que sí ha afecta-
do a la familia, pero han tratado de que sea algo que no les genere
mayores problemas. Cree que este problema ha hecho que la familia
esté más unida y más consciente y por ello la mamá es quien toma las
decisiones relevantes. Para la joven entrevistada, la familia es clave
para resolver los problemas.
Para ella conformar una familia no es algo que necesariamente
tenga que pasar por una unión matrimonial o a partir de la firma
de documentos. Para ser feliz no se necesita de un papel, dice, lo
importante es cómo se lleva la relación con la pareja. Lo principal es
estudiar y una vez que ya se haya concluido los estudios lo que sigue
95
es conseguir un trabajo. Al momento de la entrevista la joven ya ha-

bía concluido su carrera y lo que le interesaba era conseguir inme-
diatamente un trabajo para apoyar a su familia ya que son muchos
miembros de la misma. Para su vida en pareja destaca que no es re-
levante que haya contratos matrimoniales o documentos judiciales.
Para ella las relaciones sexuales se perciben como algo natural y no
es algo que haga menos a una persona o algo que tenga que definir
una relación de pareja.
Sobre la homosexualidad, cree que todas las personas tienen de-
rechos y tienen sus gustos, y ante todo el respeto a las inclinación de
los demás es algo crucial. Respecto a la posible adopción de hijos por
parte de los homosexuales dice que ahí no está de acuerdo ya que eso
no es lo normal, pues el hijo terminaría volviéndose homosexual. Se-
ñala que con su mamá ha tenido pláticas sobre sexualidad, de quien
ha recibido consejos para que no se embarace antes de tiempo. La
joven entrevistada estudió una licenciatura para ser docente a nivel
primaria. También comenta que en la universidad le brindaron la
oportunidad de hacer prácticas en varias escuelas (urbanas, rurales y
escuelas indígenas), lo cual le permitió tener experiencia en estos tres
tipos de educación y eso es algo clave para ingresar al mundo laboral.
Como su papá es alcohólico, su mamá es la que se hace cargo de
muchos de los gastos de la familia, para ello se dedica la preparar y
vender zacahuil, cose ropa y vende hojas de maíz. Como familia tie-
nen una molienda de caña de azúcar y de ahí sale dinero para otros
gastos. El problema del alcoholismo del padre hizo que se tuvieran
que tomar ciertas decisiones para cubrir muchas necesidades y el
apoyo de la familia fue clave para solventar parte de los gastos de los
estudios de la joven.
En el futuro se ve como docente, para de esta manera apoyar a
sus padres. Su idea es trabajar en una escuela en una comunidad
para poder trabajar de cerca con niños indígenas. En comparación
con la educación de sus padres hay una notable diferencia, ya que
el papá de la joven sólo estudió hasta el 4º grado y la mamá si logró
concluir con sus estudios de primaria, ya que antes los papás no per-
96
mitían que sus hijas estudiaran, y lo que se perfilaba para futuro era
que las mujeres se casaran, además de que no había escuelas cerca
de las comunidades lo cual hacía prácticamente imposible que las
mujeres estudiaran. La beca que la estudiante recibió de la CDI ha
sido clave para poder cubrir los gastos que le generaron sus estudios
profesionales (pasajes, uniformes, comida, libros, etc.). Además la
beca le sirvió para cubrir los gastos del pago de un departamento en
donde vivía.
La tercera joven entrevistada es originaria de Aquismón, munici-
pio de la Huasteca potosina. Su familia está conformada por nueve
miembros: los dos padres de familia y siete hijos. Su infancia se ca-
racterizó por la violencia intrafamiliar, lo cual hizo que sus padres
estuvieran cerca de la separación. Por ello la joven entrevistada no
mantiene una buena relación con su papá, mientras que con la mamá
todos los hijos mantienen una buena relación. El hecho de que la jo-
ven haya tenido la oportunidad de acceder a una educación hace que
tenga una perspectiva diferente de lo que hubiese sido si ella hubiera
permanecido en la comunidad sin estudiar. Por ejemplo, cree que el
comportamiento de su padre se debe más que nada a la manera en la
que él fue educado y a los sufrimientos que tuvo él en su infancia y
juventud. Su vida doméstica siempre se caracterizó por apoyar a su
madre en las labores. Desde muy temprano (5 de la mañana) tenía
que acarrear agua y después de volver de la escuela había que seguir
con el apoyo en la casa, seguir acarreando agua, hacer la tarea y apo-
yar a la mamá en la preparación del nixtamal y molerlo en la cocina.
La joven entrevistada es hablante de la lengua tének y fue su
mamá la que le enseño el español. Comenta que su papá nunca se
involucró en el aprendizaje de sus hijos. Los problemas en la fami-
lia sirvieron para que la joven se dedicara a salir adelante y destaca
que una de sus hermanas es abogada. Actualmente su perspectiva es
no darse por vencida ante las adversidades. La perspectiva que tiene
sobre su familia es que aunque sean muy humildes son a la vez muy
luchadores y también muy trabajadores. Señala que no le interesa la
idea de casarse por lo mismo que ha pasado en su familia, sin embar-
97
go señala que para ser feliz no necesariamente debe de ser a través de

un matrimonio, ya que existe la posibilidad de iniciar una relación a
través de las uniones libres, ya que lo que importa es que la relación
funcione y haya armonía.
Su intención es prepararse (estudia para ser maestra) y ayudar
a sus sobrinos para que ellos sigan estudiando; casarse es algo en
lo que no ha pensado y no es algo que esté en sus planes. Sobre los
homosexuales cree que hay que respetarlos y no los ve como un pro-
blema. La joven al igual que otros jóvenes de las grandes ciudades se
enfrenta a la situación de tener que estudiar y trabajar a la vez. En
su caso el buen promedio que lleva en sus estudios le permite tener
derecho a la beca y en lo laboral se desempeña como cajera.
La joven entrevistada está ya en el último año de la carrera (pro-
fesora de primaria) y su intención al concluir su carrera es ejercer
como profesora en una escuela de su comunidad y ayudar a los es-
tudiantes para que estudien por convicción y no sólo por recibir los
apoyos del gobierno. En este caso se refiere a la beca del programa
Oportunidades. Según ella los jóvenes que reciben este apoyo no es-
tudian como una meta o un objetivo, estudian para asegurar el dine-
ro pero no lo hacen por compromiso. Ella quiere que los jóvenes que
estudian entiendan lo que se le enseña y no pasen por los mismos
conflictos que ella pasó cuando entró a la primaria y a la secundaria,
ya que había cosas que no pensaba y sus maestros no le resolvían las
dudas. En su escuela se encuentran orgullosos de ella como alumna,
ya que valoran mucho su esfuerzo ante las adversidades en su familia
y su situación étnica.
La cuarta joven destaca en su entrevista la importancia de la edu-
cación y que es se puede estudiar sin necesidad de salir de la región
(a diferencia de los tres casos anteriores), ya que ellos Les permitirían
una situación de menor vulnerabilidad. Ella percibe a la educación
como una alternativa o una posibilidad de alcanzar las metas de las
personas. La globalización ha generado espacios donde hay oportu-
nidades de estudiar y trabajar, pero a la vez ha generado zonas mar-
ginadas de las «bondades de dicha globalización”. Ser joven entre
98
los indígenas, y entre aquellos que no tienen oportunidad de llevar

a cabo estudios profesionales, es seguir perpetuando las condiciones
de desigualdad y de vulnerabilidad. Cuando no hay estudios, dice, se
vive al día y sin esperanzas de alcanzar un mejor futuro.
Para la entrevistada muchos jóvenes indígenas tienen todas sus
expectativas en trabajar para ayudar a sus familias. De manera rei-
terada destaca la situación de los jóvenes que no estudian y que no
trabajan, sin embargo poco o nada se dice de las carencias y necesi-
dades de estos hogares. La mayoría de los jóvenes que no estudian
y que no trabajan son mujeres, así que la desigualdad, dice, tiene
rostro de mujer. Recalca en su testimonio la importancia de llevar la
educación superior a las comunidades más necesitadas, ya que ello
genera un ámbito de esperanzas y oportunidades para los jóvenes
que ahí residen. La educación cambia las perspectivas del futuro.
Estudiar sin tener que migrar es una gran ventaja, pues estudiar en
la comunidad arraiga a los jóvenes y permite que éstos desarrollen
una serie de propuestas y alternativas de desarrollo comunitarias.
Ella destaca que la educación no sólo debe hacerse presente en las
grandes ciudades, tiene que ser una realidad también en las ciudades
pequeñas y en las comunidades indígenas. En su quehacer cotidia-
no, pide que las universidades a las que acuden los indígenas sean
espacios de inclusión y que las universidades comunitarias sean un
ámbito que permita dar y generar oportunidades al sector de la ju-
ventud indígena.
La quinta y última entrevista se realizó a un joven de origen na-
hua de 19 años de edad, de una comunidad llamada Xihuicalco,
perteneciente al municipio de Chicontepec, Veracruz. En su familia
son siete miembros (cinco hermanos y sus padres), el papá trabaja
como campesino y también lo hace ocasionalmente como albañil,
y su madre se dedica a las actividades del hogar. El joven dice que
cuando está de vacaciones en la universidad regresa a su comunidad
y ahí ayuda a trabajar la milpa; contra la costumbre, el joven le reco-
mienda al papá ya no usar insecticidas, pues generan más daños que
beneficios, ya que estos perjudican la salud de su papá y harán que
99
la tierra ya no produzca igual por la acción de los químicos. Su papá

suele responder que nada de eso le afectará, pero el joven le dice que
dentro de muy poco tiempo ya ni árboles va haber ahí.
Al preguntarle sobre su opinión acerca del matrimonio, señala
que en su comunidad sigue siendo sagrado, ya que son muy reli-
giosos, en especial los adultos. Aclara que para los jóvenes es muy
diferente pues ahorita el matrimonio ya no lo consideran en serio; o
sea lo toman ya como un juego, ya que para ellos la tradición ya se va
perdiendo. Enfatiza el punto de vista de los jóvenes que han salido de
la comunidad, como su caso, ya que en la ciudad tienen oportunidad
de ver y conocer de otras cosas, como por ejemplo los divorcios. Sin
embargo, de todas maneras respeta mucho el matrimonio porque es
una tradición. Para él, el matrimonio es algo que se debe dar entre
personas que se entiendan y que quieran estar juntas, no importa si
es por lo civil o lo religioso, y comenta que si algo no sale bien en la
pareja existe el divorcio o la separación. La clave no es el matrimonio
sancionado por la iglesia, para él ahora lo esencial es que haya enten-
dimiento y no como ocurre en su lugar de origen, donde dice que
hay mucha violencia en las relaciones matrimoniales y familiares.
Reitera que su ideal de vida en pareja es que se dé bajo el principio
de la comunicación y no de la violencia.
Referente a la sexualidad y en especial a la de sus parejas, señala
que es algo que él no considera un problema y tampoco cree que eso
sea un argumento definitivo para iniciar o terminar una relación de
pareja. Sobre la homosexualidad, respeta las preferencias sexuales de
todos, pues la homosexualidad es tan vieja como la sociedad y que
en otros lugares no se ha visto y no se ve mal si alguien tiene esta
preferencia, lo cual lo lleva a pensar que no debería de ser visto como
un problema.
De la actividad laboral, señala que una vez que concluya su servi-
cio social y su servicio comunitario empezará a buscar algún trabajo
relacionado con sus estudios profesionales. Actualmente estudia el
sexto semestre de la carrera de administración de empresas turísticas
en la Universidad de Ciencias y Artes del Potosí. El aprendizaje esco-
100
lar es clave, pero también es importante la experiencia que uno vaya

ganando fuera de los espacios educativos. Sus papás solo tuvieron la
oportunidad de estudiar la escuela secundaria.
En la escuela ha tenido la oportunidad de conocer y de convivir
con estudiantes que tienen orígenes, intereses y personalidades muy
distintas. No obstante las diferencias, ha logrado construir una muy
buena relación y de respeto entre todos. Por las particularidades de
su carrera, él señala su interés en aprender no sólo inglés sino otros
idiomas, ya que por su campo profesional piensa que debería saber
italiano o francés. Respecto a la educación que se obtiene en la es-
cuela dice que es importante para poder tener opiniones propias y
puntos de vista personales. Y además de tener una licenciatura, si
hay posibilidades le interesaría poder seguir estudiando una maes-
tría, o una especialidad o tener algún diplomado.
Al estar en la ciudad señala que sus gustos musicales se han di-
versificado, pues ha tenido la oportunidad de escuchar otros ritmos
musicales, tales como la salsa, el rock o el hip hop; sin embargo si-
gue teniendo interés en seguir escuchando música tradicional de su
lugar de origen como el huapango, los tríos y la música de banda.
Tiene computadora, teléfono celular y cámara digital, elementos cla-
ve para sus tareas y sus actividades de comunicación dentro y fuera
de la escuela.
El conjunto de análisis desarrollados en torno a la influencia ejerci-

da por la escuela entre la juventud indígena, es que lo escolar se ha
convertido en un espacio-experiencia que está contribuyendo a re-
definir la etnicidad y la identidad de las y los jóvenes indígenas. Estos
jóvenes mantienen un intenso vínculo con agentes e instituciones
externos a la comunidad y que podrían ser promotores de valores
que pongan en entredicho o que entren en un marcado conflicto con
los de las familias y de las propias comunidades. Ahora los jóvenes
en su condición de estudiantes (y más tarde profesionistas) están de-
101
sarrollando un intenso proceso de reconocimiento, pero más de auto

reconocimiento, lo cual se vuelve un punto clave en el proceso de
construcción de su experiencia de lo joven. Ciertamente el contacto
con los agentes externos a sus comunidades les da posibilidades de
una mayor individualidad, pero también ven recompensa al tener
poder de elección y decisión. Es decir, se redefine el proceso iden-
titario a la par de un proceso de una mayor ciudadanización. Las
experiencias relatadas son básicas para entender que cuando llegó la
escuela se presentó como una oportunidad de acceder a nuevos co-
nocimientos, negociar sus identidades y crear nuevas redes sociales
en nuevos espacios. La escuela, entonces creó y fomentó posibilida-
des de desarrollo social, personal y profesional. Sin embargo, la in-
troducción de nuevas instituciones en la dinámica de la comunidad
o en la vida cotidiana de los jóvenes también ha generado tensiones
y conflictos entre los propios jóvenes y con su entorno sociocultural
inmediato
La vida de los 5 jóvenes indígenas entrevistados transcurre ahora
en múltiples espacios. No sólo están sujetos a la vida comunitaria
sino que al ingresar a la educación media superior y superior, y al
mantenerse en ella, se pospone su ingreso al mundo laboral, aunque
también hay casos en donde se ven en la necesidad de trabajar y estu-
diar. Sin embargo, dicha incorporación no necesariamente pone en
peligro su permanencia en la escuela, ya que no lo hacen para soste-
ner a su esposa o hijos, como sería si estuvieran ya viviendo con su
propia familia. La escuela permite, según los jóvenes entrevistados,
tener la oportunidad de conocer y compartir otros estilos de vida y
de esta manera poner en entredicho los valores solidarios y los roles
que fueron desempeñados por sus padres-abuelos.
Entre las mujeres son mayores los cambios que se promueven
desde la escuela y la educación. Ellas han experimentado un cambio
radical con los modelos culturales, al pasar de ser mujeres casaderas
a mujeres con criterio y expectativas de vida propias. Los casos ana-
lizados muestran un innegable replanteamiento de las anteriores re-
laciones asimétricas al interior de las familias y de las comunidades.
102
Sin embargo, esta asimetría puede estar trasladándose al interior del

aula y de la escuela, ya que la verticalidad, el autoritarismo e incluso
la violencia pueden darse de parte de los profesores, las autoridades
de las escuelas o por parte de la población y de los vecinos de las nue-
vas colonias en las que se ven en la necesidad de residir para poder
continuar con sus estudios.
Estos cinco jóvenes nos muestran que el ingreso a las aulas uni-
versitarias les ha permitido generar ideas y nuevas expectativas sobre
la vida en pareja y la formación de una familia. La vida en pareja no
requiere el aval de una religión o de normativas civiles o judiciales
pues consideran que lo sustantivo es la comunicación. Esta misma
apertura se observa también en el rubro de vida sexual, percibida por
ellos como algo natural. Como se aprecia en sus intervenciones, no
les incomoda el hecho de que haya parejas entre personas del mismo
sexo. Destaca que la escuela es un espacio que brinda a los jóvenes
información para practicar una vida sexual responsable y que la edu-
cación sexual hace o haría que los jóvenes sean más responsables y
podría evitar casos de abandono escolar. Además, las ciudades no
sólo les permiten educación. En ellas, las juventudes pueden con-
seguir empleos que les proporcionan recursos adicionales a los que
les procura la beca. También en la ciudad se accede a nuevas formas
de diversión (cine, centros comerciales, antros, etc.). Por ejemplo el
joven triqui destaca en su testimonio sus gustos y sus preferencias
relacionadas con lo que podríamos denominar como consumo cul-
tural, ya que la cotidianidad en la ciudad le ha permitido tener acceso
a la música heavy metal, diversión en los llamados antros y también
su gusto por las series estadunidenses. Otra de las bondades que los
jóvenes destacaron de su ingreso a la universidad es que la escuela es
un espacio clave no sólo en el proceso de aprendizaje de habilidades
de investigación, sino para los procesos de integración y de sociali-
zación entre grupos de edades similares.
Se observa un cambio en la manera en que los jóvenes construyen
o conciben sus proyectos personales, una perspectiva nueva que no
se observaba por ejemplo entre las mujeres en muchas comunidades
103
indígenas, en donde la tradición o la costumbre las destinaba a unir-

se en matrimonio a muy corta edad, y sus deseos o metas personales
quedaban supeditados a la voluntad de terceros. En este sentido se
destaca la afirmación de una de las jóvenes cuando asegura que su si-
tuación es muy diferente a la que tuvo su mamá, ya que antes no ha-
bía escuelas en o cerca de las comunidades y los papás no permitían
que las hijas estudiaran. El cambio en la percepción se notó también
cuando los jóvenes destacaron su posición sobre la homosexualidad,
al considerar que tienen iguales derechos que todos los demás.
La educación hace que los jóvenes construyan percepciones e in-
terpretaciones de los procesos que ocurren en la comunidad y fuera
de ella. Por ejemplo, una joven destacó las bondades de la globaliza-
ción económica al tiempo que llamaba la atención sobre las desven-
tajas que genera. En general, sus expectativas son que la educación
les dé la posibilidad de revertir la situación de carencias, pobreza,
violencia y maltrato que se experimentaba en sus familias. Cada uno
de ellos tiene cifradas sus esperanzas en que la educación superior
les permita superar las condiciones de adversidad. Dos de las jóve-
nes entrevistadas destacaron que como originarias de comunidades
indígenas conocen bien las condiciones que padecen y enfrentan los
jóvenes y niños y desean aprovechar su experiencia para apoyarlos,
pues es común encontrar maestros que no se comprometen con la
educación. En las últimas décadas la educación superior en las re-
giones indígenas, por medio de las universidades interculturales, ha
acercado a las regiones menos privilegiadas. El hecho de que las es-
cuelas estén cerca de las comunidades indígenas incide en que cien-
tos de jóvenes ya no tengan que migrar ni abandonar a la familia y
eso sirve para que conseguir un mayor apoyo familiar al interés de
los jóvenes en estudiar. La experiencia muestra muchas tensiones,
como regresar al lugar de origen o mantenerse en el lugar de desti-
no. Por último quiero destacar la importancia de que los jóvenes en
cualquier contexto urbano o rural, se integren en procesos-institu-
ciones que les permitan vivir y experimentar su condición de jóvenes
y lo ello significa y representa, ya que aquellas sociedades que impi-
104
dan que esta etapa se haga presente estará condenada a reproducir

inequidades y desigualdades.
Sin embargo quedan pendientes varios aspectos relevantes por
analizar: ¿los jóvenes indígenas egresados de estudios profesionales
han logrado acceder a puestos de trabajo relacionados con los mis-
mos? ¿Han logrado acceder a puestos laborales con las prestaciones
de ley? ¿Han sido los profesionistas indígenas promotores de cam-
bios en la condiciones de marginación en sus comunidades? Res-
ponder a estas y otras interrogantes más será el objetivo de próximas
investigaciones.
105
CAPÍTULO 4. CONSTRUYENDO LA CONDICIÓN JUVENIL
LA EXPERIENCIA Y EL SIGNIFICADO DEL OCIO, EL
CONSUMO Y EL ENTRETENIMIENTO EN UN GRUPO DE
JÓVENES EN CONTEXTOS URBANOS Y RURALES
En América Latina, y en especial en nuestro país, es evidente que

los jóvenes enfrentan dos situaciones contradictorias. Por un lado
encontramos a una mayoría en condiciones de precariedad, una ju-
ventud que se encuentra desconectada, desafiliada de las institucio-
nes del sistema de seguridad (educación, salud, trabajo, seguridad) y
sobrevive con lo mínimo. Por otro lado encontramos a una minoría
que se caracteriza por estar afiliada, conectada, incorporada a las ins-
tituciones educativas y a los circuitos de seguridad y tiene verdade-
ras opciones para elegir muchos ámbitos clave en el desarrollo de su
vida cotidiana y las condiciones en la que estarán llevando a cabo la
transición de la juventud a la adultez.
Ambas situaciones (exclusión/inclusión), sin duda, marcarán el
tipo de beneficios a los que las juventudes estarán accediendo o de
los que estarán careciendo. Quizá hay quien tendrá el capital educa-
tivo, sin embargo estos mismos jóvenes no tendrán las posibilidades
de acceder a un empleo bien remunerado. Es decir, en algunos ca-
sos las juventudes tendrán acceso a un capital cultural, sin embargo
107
Capítulo 4. Construyendo la condición juvenil
la experiencia y el significado del ocio, el consumo y el entretenimiento
en un grupo de jóvenes en contextos urbanos y rurales
dicho capital no logrará traducirse en un bien o en un recurso que

haga posible la movilidad social. Lo anterior demuestra que el sim-
ple hecho de poseer un capital cultural-educativo puede carecer de
relevancia si no es acompañado de una suficiente dosis de capital
social y político.
Esto último es algo cada vez más recurrente entre la población
joven, es decir la poca pertinencia del capital escolar-educativo, el
cual es adquirido con mucho esfuerzo, para traducirse en un medio
para acceder a una mejor calidad de vida. En el siglo XXI existen dis-
tintos tipos de capitales a los que un joven puede acceder o poseer,
usar, y aquellos de los que él mismo se podría ver privado o margi-
nado. Esto es una situación de desventaja para muchos jóvenes, ya
que esta situación de descapitalización (social, material y simbólica)
colocará a muchos jóvenes al límite.
La experiencia de deterioro de las instituciones (familia, escuela,
trabajo, religión y la política) ha fomentado que sean los propios jó-
venes los encargados de ocuparse o que ellos mismos sean los encar-
gados de responsabilizarse de su propia situación (por ejemplo que
tengan ellos mismos que generar sus propios ingresos para poder
hacer frente a muchas de sus necesidades). También hay posturas
que culpan a los jóvenes de la situación de precariedad de sus pro-
pias vidas. Bajo esta situación, la pregunta clave que han formulado
varios investigadores es la siguiente: ¿Cómo se construye la con-
dición juvenil en el contexto de los actuales desafíos, problemas y
contradicciones que marcan y definen a la sociedad mexicana con-
temporánea?
Rossana Reguillo (2010) señala que la condición juvenil en la
actualidad debe ser entendida como un conjunto multidimensio-
nal de formas particulares, diferenciadas y culturalmente acorda-
das que otorgan, definen, marcan, establecen límites y parámetros
a la experiencia subjetiva y social de los jóvenes. Así, la condición
juvenil se refiere entonces a posiciones, categorías, clases, situacio-
nes, prácticas, autorizaciones y prescripciones que se asumen como
naturales en el orden vigente y tienden a naturalizarse como pro-
108
pias o inherentes a esta franja etaria y alude a los mecanismos tanto

estructurales como, especialmente, culturales que enmarcan el pro-
ceso de inserción de sujetos concretos, considerados jóvenes en una
dinámica sociocultural histórica y geopolíticamente configurada.
En este sentido, se vuelve urgente desarrollar análisis que partan
o que privilegien una doble ruta que no eluda los marcos constric-
tivos de las estructuras sociales, y que a la vez también sean capaces
de incorporar la dimensión subjetiva de los jóvenes en su proceso
de construcción como actores sociales. En este sentido, adquieren
importancia las entrevistas que se desarrollan para retratar, cons-
truir la historia desde el punto de vista de los jóvenes. Las entrevistas,
aunque sólo hagan alusión a una breve parte de sus experiencias son
bastante significativas, ya que ahí llegan a plasmar una visión de lo
que hasta ese momento ha sido su vida.
Reitero, desde un mundo lleno de contingencias, carencias e in-
certidumbres, se ha vuelto clave el análisis de cómo son, y cuáles,
aquellas instancias desde donde los jóvenes pueden proveerse de sig-
nificados, sentidos y mínimas certezas en el contexto actual. En este
sentido, la propia Rossana Reguillo ha destacado que ante la situa-
ción de carencias e incertidumbres de los jóvenes, estos se han visto
orillados a desarrollar las siguientes opciones, como una alternativa
a las carencias que enfrentan de manera cotidiana. Dichas opciones
son las siguientes:
• Vinculación con las estructuras del crimen organizado o del
narcotráfico.
• Diversidad de ofertas y ofertadores.
• El mercado-consumo a través de diversas ofertas de identidad.
Estas son tres instancias que a las juventudes se le presentan como
algunas opciones en el proceso de búsquedas juveniles de por medio
de las cuales los jóvenes pueden reapropiarse del YO en el contexto
del México contemporáneo. Estas tres alternativas se han vuelto cla-
ve en el proceso de construcción de la biografía de miles de jóvenes,
a quienes se les refiere o se les atribuye ser ellos mismos los respon-
sables de su condición de vida. Bajo esta perspectiva, para algunos
109
actores-sectores de la sociedad, es claro que son los propios jóvenes

quienes resultan ser incapaces de adaptarse al orden/desorden so-
cial que impera actualmente. Por lo tanto, desde esta perspectiva
se privilegia la solución biográfica o individual de los jóvenes a las
contradicciones sistémicas. Aquí se destaca el hecho de que sean los
sujetos los responsables de crear sus propias soluciones personales a
las condiciones de exclusión, pobreza y marginación que les han sido
impuestas por intereses y fuerzas sociales y económicas de las cuales
ellos, en su mayoría, no forman parte (Bauman, 2011).
Como lo señala Perea (2008), lo central en el proceso de búsqueda
de compensación frente al vacío dejado por el deterioro y la crisis
de las instituciones, se realiza, no ya desde la ciudadanía o desde la
demanda política del reconocimiento del YO del actor, sino a partir
de las múltiples y complejas pertenencias del sujeto juvenil, desde el
culto a la santa muerte hasta su participación en organizaciones de
jóvenes empresarios, pasando por la frecuentación de la literatura
de autoayuda.
También hay que enfatizar el hecho de que los jóvenes buscan
conformar espacios o circunstancias para alcanzar y mantener una
mayor sociabilidad (maneras de estar juntos, maneras de comuni-
carse, maneras de encontrarse, maneras de sentirse juntos y de estar
seguros). En este sentido, se vuelve clave el análisis del mercado, del
consumo, del ocio y de las variadas actividades de entretenimiento
que desarrollan los jóvenes y que aparecen como una de las alterna-
tivas para alcanzar, lograr lo que anteriormente se señaló.
Ocio, consumo y entretenimiento entre los jóvenes.
En particular en nuestro país a partir del resultado de la Encuesta

Nacional de Juventud 2000 (IMEJUVE/SEP, 2001), se pudo consta-
tar el peso que para las juventudes tenían ciertas formas de consumo.
En este sentido, la ropa, otros accesorios y la música se constituyen
en algunos de los bienes más deseados por parte de este sector. As-
pectos como la apariencia y la moda, seguidos del lenguaje, la música
110
y los gustos aparecen como opciones que están muy por encima de
muchas otras encaminadas a desarrollar una actitud de mayor par-
ticipación o toma de conciencia, responsabilidad y compromiso. Un
claro ejemplo es el escaso o nulo interés de los jóvenes por participar
en actividades de o con grupos políticos.
Reguillo (2010, 2012) como otros investigadores, destaca que el
consumo se ha constituido como un marcador central en el pro-
ceso de construcción y reconstrucción de las identidades juveniles
en el capitalismo actual. En este sentido, el consumo se ha venido
abriendo paso como un espacio que permite a los jóvenes acceder
a un espacio para afirmar la inclusión, la pertenencia, la membresía
social. Las marcas comerciales aparecen como mecanismos o dis-
positivos de diferenciación social, como marca de distinción, como
emblema de pertenencia. El gusto por algún tipo de música o un tipo
de música en particular significa para muchos jóvenes la adscripción
a algún tipo de agrupación, en donde se congregan otros (Marcial,
1997). Es en ellas con quienes se desarrollan otras actividades claves
en el proceso de la socialización. Otro aspecto que hace necesario el
análisis de aquellos ámbitos relacionados con el consumo y los me-
dios de comunicación, es que estos aspectos son concebidos como
instancias educadoras anónimas, es decir, lo que sucede en espacios
y ámbitos fuera del hogar como calles, barrios, centros comerciales
y particularmente, los medios de comunicación. Ahí los jóvenes se
conectan y se interrelacionan generando nuevos mensajes y de igual
forma se construyen nuevas manera de interactuar y socializar. Se
han constituido en verdaderos agentes culturales y de socialización
y, por lo tanto, deben ser considerados como verdaderas actividades
configuradoras de visiones de mundo y de prácticas culturales y so-
ciales (Suárez Zozaya, 2010; Morduchowicz, 2008).
García Canclini (2010) asegura que el acceso de los jóvenes a de-
terminados bienes se hace a partir de la informalidad. Es decir, el
consumo que hacen los jóvenes de ciertos bienes como: ropa, cal-
zado, música y otras mercancías es a partir de estos medios. Incluso
destaca que el acceso a una fuente de trabajo se alcanza a partir de
111
los contactos o las redes familiares. Además es una realidad que la

mayoría de los jóvenes excluidos sólo pueden tener acceso a muchos
bienes a través de las vías de la informalidad, siendo esta una de las
características más significativas y distintivas del consumo entre la
población joven en el país.
Algunas consideraciones sobre los alcances de la pobreza

en San Luis Potosí.
Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarro-

llo Social (CONEVAL, 2009) revelan que 15.2% de la población del
estado se encuentra en pobreza multidimensional extrema y 35.9%
en pobreza multidimensional moderada. En total más de la mitad de
la población (51.1%) padece pobreza, lo que significa un millón 260
mil personas. En todo el estado se tienen:
• 570 mil personas en rezago educativo;
• 890 mil personas sin servicios médicos;
• un millón 590 mil personas sin acceso a seguridad social;
• 560 mil carecen de una vivienda de calidad y espacio suficien-
te;
• 640 mil carecen de servicios básicos en la vivienda; y,
• 580 mil padecen inseguridad alimentaria.
En los municipios predominantemente rurales, la infraestructura de
servicios es limitada, las vías de comunicación presentan aún reza-
gos importantes y la Población Económicamente Activa (PEA) se
desempeña fundamentalmente en actividades relacionadas con la
agricultura; por lo tanto sus ingresos son restringidos y sus posi-
bilidades de consumo dependen de su proximidad geográfica a los
mercados y de los costos de transportar las mercancías a los mismos.
En tanto que los municipios semiurbanos y urbanos la estructura de
ocupación es más diversificada, así como la oferta laboral y las po-
sibilidades de consumo. En su mayoría tiene presencia el desarrollo
industrial y de manufactura, reflejando además una diversificación
del empleo en el sector terciario, con presencia de micronegocios,
112
comercios principalmente, y de empleos informales. En el perio-

do 2000-2005, 25 municipios aumentaron su población, de los que
destaca el incremento registrado en la zona conurbada San Luis Po-
tosí-Soledad de Graciano Sánchez, derivado en gran medida de la
emigración rural. Esto ha ocasionado una presión adicional para la
planeación de la zona, que ha derivado en asentamientos irregulares,
carentes de servicios y propicios para el desenvolvimiento de esque-
mas de pobreza urbana.
Actualmente, San Luis Potosí se encuentra en una fase moderada
de transición demográfica. La tasa global de fecundidad, cuyo des-
censo comenzó en la década de 1970, está en niveles de reemplazo
generacional, y la esperanza de vida ha crecido; sin embargo, en tér-
minos absolutos, el ritmo de la población continúa creciendo debido
a la diferencia entre nacimientos y defunciones.
De acuerdo con las proyecciones demográficas del Consejo Na-
cional de Población (CONAPO), a mitad de 2009 la población del
estado alcanzó los 2 millones 485 mil habitantes, de los cuales 48.4%
son hombres y 51.6% mujeres. Se estima que durante ese año nacie-
ron 47 mil 269 niños y fallecieron 13 mil potosinos, lo cual equivale
a un incremento natural de 1.38%.El saldo neto migratorio arrojó
una pérdida de poco más de 23 mil habitantes, por lo que finalmente
el incremento neto en 2009 fue de 10 mil 905 potosinos, lo que da
una tasa de crecimiento total de 0.4%. Esto se relaciona con el cre-
ciente grado de despoblamiento en gran parte de los municipios que
conforman la entidad, registrándose 25.9% de despoblamiento del
territorio en 1995, 34.5% en el año 2000, y 56.9% en 2005 (Gobierno
del Estado de San Luis Potosí, 2009; Gobierno del Estado de San Luis
Potosí/Secretaría de Desarrollo Social, 2010).
Ocio, entretenimiento, consumo e identidad en jóvenes de

San Luis Potosí.
Región Altiplano
113
A través de la aplicación de entrevistas en las cuatro zonas geográfi-

cas del estado de San Luis Potosí8, fue posible encontrar particulari-
dades y generalidades del fenómeno que representan las juventudes.
A continuación se presenta una síntesis de las principales caracte-
rísticas identificadas en los aspectos relacionados con el ocio, entre-
tenimiento e identidad de los jóvenes, donde se verá que las dife-
rencias varían, en gran medida, de acuerdo con la región del estado
donde radican. Otra variable que será significativa para entender el
comportamiento o ciertos hábitos de los jóvenes entrevistados, será
el componente socioeconómico familiar. Los aspectos que más se
mencionan o los principales tópicos de opinión son los referentes a
sus gustos en cuanto a diversión, entretenimientos, adicción, intere-
ses, vida social y economía.
La primera región es el Altiplano. Ahí los datos que ofrecieron las
entrevistas son de gran relevancia para conocer el ambiente en que
se desarrollan y en el que se identifican hoy en día. Comenzamos
por destacar sus gustos musicales. En este rubro los jóvenes señalan
sus gustos por variados géneros musicales como el reggaetón, hip
hop, electrónica, rock, pop y heavy metal. Estos mismos intereses se
reflejan en la manera de elegir a sus artistas favoritos, que mayori-
tariamente son de origen estadunidense, a quienes intentan, en oca-
siones, imitar en su forma de vestir, hablar y actuar. La práctica de
asistir al cine, por ejemplo, no es muy común, ya que se argumentó
que los elevados precios o la falta de plazas o cinemas en la región,
hacen que los jóvenes no asistan, o por otro lado, también destacan
su preferencia por adquirir películas piratas, ya que resultan más ba-
ratas que un boleto de cine.
La asistencia a clubs nocturnos o antros tampoco es muy común,
pues igual que los cines, no existen tantos como en la capital del es-
tado; sin embargo, los jóvenes comentan que cuando asisten gastan
entre 200 y 300 pesos, incluso hasta más, como un joven que ha lle-
8
Ya en el capítulo 2 de este libro se presentaron las características generales de la
población juvenil que fue entrevistada y es a partir de la información generada que se
pudo acceder a los datos de este capítulo.
114
gado a gastar hasta 1000 pesos en una salida. Estas cantidades suelen
gastarse en la entrada y en el consumo de bebidas alcohólicas como
cerveza y whiskey, mismas que consumen al asociarlas a un estado
de alegría y felicidad, o por el contrario, provocan estados depresivos
y de profunda tristeza. Otros lugares que suelen frecuentar son los
bailes, que se realizan principalmente en las zonas rurales o en las
periferias de las urbes y donde la música es fundamentalmente del
género norteño, duranguense o de banda.
Entre estos mismos jóvenes, el uso de celular es primordial para
el nuevo sistema de comunicación, que consiste en el envío de men-
sajes de texto, así como para escuchar música, sacar fotos y realizar
llamadas. Por otro lado, al solicitarles su opinión sobre su preferen-
cia televisiva, destaca su consumo orientado principalmente hacía
canales de videos musicales como MTV o Telehit, ambos canales de
la televisión de paga. Además los jóvenes señalaron que también las
telenovelas son programas de su preferencia en la televisión abierta.
De igual forma mostraron inclinación por los programas dirigidos
especialmente a la juventud, y por otro lado destaca su nula atención
hacia la programación de los llamados canales culturales, tanto en la
televisión abierta como de paga. Cuando se les solicitó información
sobre el origen de los recursos con los que cubrían la asistencia a
ciertas actividades de diversión, compra de ropa y otros bienes mate-
riales, la mayoría destacó que dichos gastos son solventados por sus
padres, aunque también hubo respuestas que mostraban que eran
los propios jóvenes quienes se hacían cargo de sus necesidades de
ocio, consumo y entretenimiento.
Región Centro
Continuando con la región Centro del estado, lugar donde se ubica
la capital potosina, se aplicaron 12 entrevistas de las cuales se obtu-
vieron los siguientes datos: los géneros musicales escuchados por los
jóvenes son más diversos que los escuchados en el Altiplano y las
otras regiones, aunque predominan rock, trova, pop, norteñas, re-
ggaetón, narcocorridos, corridos, ska, hip hop, metal, duranguense,
115
wepa (cumbias), house (derivado del género electrónico) y un nuevo

ritmo surgido en el norte del estado, el hyphy tribal.
El género del reggaetón parece estar influenciando a varios sec-
tores de la juventud en su forma de vestir; artistas y cantantes de
la escena de dicho género, como DaddyYankee y Wisin y Yandel,
le denominan vestirse blingbling. Una joven incluso describió cómo
era el atuendo que le gustaba usar, así como los accesorios que por-
tan en esta moda:
Son pantalones entubados, los converse blancos, los chalecos y

así… los gorros. Pulseras, collares, cinturones de estrellas son los
que más se usan en el modo reggaetón. Mi estilo es blingbling. Me
gusta reggaetonera, prefiero yo vestirme como yo, me gusta a mí y
soy yo (Testimonio de joven de la región Centro).
Asistir al cine es también más frecuente. Los jóvenes lo hacen de una

a tres veces al mes, aunque hay a quienes no les gusta ir porque les
aburre, y quienes prefieren comprar películas piratas y verlas en sus
casas, y casos de quienes nunca han ido al cine. Dentro de este ám-
bito existe la diferenciación de espacios de acuerdo al “tipo” de per-
sonas que asisten; por ejemplo, hay una parte que menciona asistir a
Cinépolis ubicado en Plaza El Dorado, lugar que identifican los que
no asisten ahí como una plaza de “fresas” y algo muy similar ocurre
con el tipo de lugares nocturnos o antros que frecuenta la población
joven. Es así que la diversión de los jóvenes en la capital es variada.
Por un lado se encuentran los jóvenes que prefieren asistir a los lla-
mados antros y, por otro lado, están aquellos jóvenes que prefieren y
gustan asistir a los bailes callejeros o de “wepa”. Los jóvenes que van
al antro lo hacen desde una vez al mes hasta 3 o 4 veces, cada fin de
semana. Lo mismo ocurre con los bailes de la calle, a los cuales asis-
ten cada que hay. Cabe destacar que la música tocada en los bailes
callejeros o en espacios adaptados para estas reuniones es tocada por
los llamados sonideros. Ahí se oyen preferentemente ritmos como las
cumbias o las llamadas “guacharacas”.
116
Los jóvenes que acuden a los antros dicen que suelen consumir
de 200 a 500 pesos por cada salida, principalmente en el consumo de
bebidas alcohólicas como cerveza, vodka, tequila y mezcal. Los jó-
venes beben porque aseguran que de esta manera se ponen más ale-
gres, más felices y más relajados. Sin embargo también se encontró la
experiencia de otros jóvenes que comentaron no consumir bebidas
cuando salen al antro o a bailes, argumentando que no les gusta o
porque prefieren divertirse de “manera normal”. El número de con-
sumidores de alcohol es muy superior al de los no consumidores.
La mayoría tiene un teléfono celular. Al cuestionárseles acerca del
valor o de la importancia de contar con un aparato celular, dijeron
que una forma indispensable de comunicación. Aparte de utilizarlo
para hacer llamadas telefónicas, también lo emplean como repro-
ductor portátil de música y cámara fotográfica. Asimismo, algunos
cuentan también con reproductores de mp3 e iPods aparte de su te-
léfono celular.
Al preguntarles sobre quién o quiénes eran los responsables de
apoyarles en ese rubro, la mayoría dijo que son los padres de familia
quienes les proporcionan dinero para gastos de diversión y entre-
tenimiento, aunque se encontró que muchos jóvenes sólo hacían
mención de uno, por ejemplo decían que su mamá o papá era quien
les daba dinero. El dinero que éstos les proporcionan, también lo
guardan y lo administran para poder comprarse ropa, útiles para la
escuela o cosas que ellos quieren. Por otro lado, hubo también casos
de jóvenes quienes trabajan y de ahí cubren sus gastos, y hubo casos
de quienes trabajan atendiendo algún negocio familiar y en ocasio-
nes reciben dinero también de sus padres o de alguno de los dos.
Los jóvenes de esta región ven programas en la televisión, como
series estadounidenses, videos musicales y novelas, algunos transmi-
tidos solamente por televisión de paga, mientras que otros se trasmi-
ten por la televisión abierta. En cuanto a la programación de la ra-
dio, escuchan diversas estaciones musicales como La Comadre o La
Caliente y estaciones donde programan y trasmiten principalmente
reggaetón. Hay quienes prefieren escuchar la música de sus repro-
117
ductores mp3. Los jóvenes de la capital y zona metropolitana, debi-

do a que cuentan con la celebración de la Feria Nacional Potosina
(FENAPO) cada año, asisten a muchos de los eventos y conciertos
de diferentes agrupaciones locales, nacionales e internacionales que
vienen cada año a esta feria.
Región Media
Siguiendo con la región Media, encontramos que ahí los géneros
preferidos por los jóvenes son el pop, reggaetón, duranguense, nor-
teña, romántica, rock y de banda. La mayoría de los jóvenes se viste
de manera “normal”, sin imitar a ningún artista, pero hubo un caso
de una joven que aseguró peinarse y cortarse el cabello a veces como
la artista estadounidense Lady Gaga, definiendo su forma de vestir
como de “estilo fresa”. Respecto a lo anterior, hubo quien dijo no
vestirse ni “naco” ni “fresa” sino “intermedio”, asimismo algunos co-
mentaron que siempre tratan de verse mejor, pero sin imitar a nadie.
El cine no es común, sin embargo los jóvenes aseguran que asis-
ten desde tres veces al mes hasta una a cuatro veces por año, y lo
hacen en las ocasiones que visitan la capital del estado. Los cines a los
que acuden son Cinépolis de Plaza El Dorado, así como Cinépolis de
Plaza Sendero. La salida a lugares nocturnos como antros tampoco
es frecuente aunque hay quienes dicen asistir desde una vez al mes
hasta cuatro o cinco veces al año; cuando lo hacen gastan de 100 a
500 pesos, y consumen cerveza principalmente, seguida de whisky y
tequila. Al igual que los jóvenes de las otras regiones, aseguran que
toman para sentirse felices, relajados y en un estado de desinhibi-
ción como comenta una joven que dice “se pone contenta y habla
mucho”. También los jóvenes de la zona Media acuden a fiestas en
casa de sus amigos o a jaripeos, que son celebraciones que se realizan
cuando hay alguna fiesta patronal en la comunidad o en el municipio
correspondiente y que podrían ser similares a los bailes que se reali-
zan en la región Altiplano del estado.
De seis jóvenes entrevistados, cuatro tienen celular y dos no. Los
que tienen aseguran que es un medio indispensable, al grado de decir
118
que “no podrían vivir sin él”, los que no tienen celular comentan les
gustaría tener uno, pero donde viven no hay señal o simplemente no
han tenido oportunidad de adquirir uno. Acerca de quién solventa
sus gastos personales, la mayoría contestó que sus padres, en algunos
casos aparte del papá son la tía o el hermano mayor. También juntan
o ahorran para comprarse ropa o artículos de uso personal y hasta
para salir a fiestas y con los amigos.
En cuanto a la televisión, acostumbran principalmente las series
estadounidenses, realitys shows, comedias, canales de videos musi-
cales como Bandamax y MTV, programas de concursos, juegos y
chistes así como novelas, caricaturas y futbol. En la radio los jóvenes
escuchan y prefieren estaciones como la Que buena, también prefie-
ren escuchar discos y sus gustos se inclinan principalmente por los
ritmos de música norteña y duranguense.
Región Huasteca
En esta última región se realizaron ocho entrevistas. Los géneros
musicales más escuchados fueron el pop, reggaetón, rock, duran-
guense, metal y electrónica. El género característico de la región, el
huapango, no parece llamarles la atención a los jóvenes de la huas-
teca, por el contrario, hubo casos donde dijeron que el huapango no
les gustaba. Un dato curioso es que en la región Centro se encontró a
un joven que sí siente aprecio por este género musical.
Respecto a las tendencias en cuanto a la forma de vestir, la mayo-
ría asegura no imitar o seguir a nadie ni a ningún artista, sino vestir
normal o dependiendo de la ocasión, como comentó un joven, quien
se vestía de metalero cuando salía con sus amigos y formal cuando
iba con sus padres. Otros jóvenes dijeron vestirse normal con jeans,
mezclilla, blusa y camisa, vestirse como los de la ciudad y solamente
uno comentó que le gustaba fijarse en cómo se vestían algunos artis-
tas, le gustaba copiar las ideas de estos y usarlas para sí mismo.
La Huasteca es la región del estado con mayor número de
población indígena, donde una gran parte de la población se

119
e ncuentra distribuida en comunidades nahuas o tének, por lo que el

acceso a salas de cine es escaso y tienen que ir a ciudades más gran-
des y que están más lejos de su lugar de origen. Una chica comentó
que en su comunidad no hay cine y que sólo va cuando visita a sus
familiares en la ciudad de México; otra dijo ir tres veces al mes, pero
en Tampico, donde vive temporalmente, y hubo quien dijo nunca
haber ido a un cine.
La visita a antros tampoco es común, de hecho es más normal la
realización de bailes cuando hay alguna celebración o fiesta patronal
en las comunidades. Las opiniones respecto a salidas a bailes en los
jóvenes de la Huasteca son variadas, desde quien dice no le gusta
salir a los bailes porque no tiene tiempo ya que ayuda a sus padres
a atender una tienda familiar, quien si le gusta ir a bailar principal-
mente duranguense y reggaetón, hasta quien aseguró ir a “antros
fresas” en Tampico. El gasto que realizan en estas salidas va de 100 a
200 pesos y se emplea para las entradas así como principalmente en
cerveza y tequila.
Cinco de los entrevistados tienen celular y tres no; de estos, dos
aseguran que es necesario para comunicarse y que les gustaría juntar
dinero para adquirir uno, el otro aseguró no necesitarlo. Ninguno
de los entrevistados cuenta con algún reproductor de Mp3 o dispo-
sitivo de música portátil. A la mayoría los apoyan económicamente
sus padres, principalmente el papá, pero también hay aquellos que
trabajan, como una joven que borda cinturones en su casa y sale a
venderlos a otras localidades, con lo que gana, cuando tiene posibili-
dad de ahorrar, compra su ropa y discos “piratas”. Otro joven recibe
dinero de su papá, pero también trabaja para el mismo patrón de
su papá. Cuando los jóvenes de la Huasteca tienen la posibilidad de
ahorrar, compran cosas personales que quizá les sean más difíciles
de adquirir, como el caso de los reproductores de mp3, que a mu-
chos jóvenes de la ciudad, por ejemplo, les compran sus padres sin
tener que ahorrar. Esta el caso de una chica que vive en Tampico,
sus padres le solventan los gastos de su estancia, aunque también
120
recibe ayuda de su abuela, quien le manda dinero y con ese recurso

se compra ropa.
Para los jóvenes de esta región la televisión se orienta hacia los
canales de señal abierta, donde ven principalmente novelas y algunos
programas de juegos y caricaturas como “100 mexicanos dijeron” y “El
chavo del 8”, sin embargo, también está quien tiene acceso a la tele-
visión por cable y se orienta hacia canales con series estadunidenses
como Discovery Chanel. La radio ya no parece representar mucho inte-
rés, solo algunos respondieron escuchar la radio, con estaciones como
La Poderosa, donde programan música duranguense y reggaetón;
incluso llegaron a mencionar que los huapangos emitidos en algunas
estaciones no les agradaban, lo que indica que los jóvenes prefieren
escuchar discos de música “pirata”, adquiridos principalmente en los
mercados, de los cuales la mayoría prefiere los géneros modernos.
En el proceso de construcción de las identidades a partir de algunas

prácticas asociadas al consumo, ocio y entretenimiento entre los y
las jóvenes potosinos, podemos pensar que asistimos a una recon-
figuración en la producción de identidades, mismas que están cada
vez más articuladas a repertorios eclécticos, diversos, personales y
cada vez más desterritorializados. De igual manera, fue evidente que
ciertos gustos o ciertas preferencias sobre un ritmo en especial se
asociaban a un determinado sector socioeconómico o a ciertos es-
pacios o territorios. Por ejemplo, en ritmos como el wepa y el hyphy
tribal se asociaba su consumo principalmente en las llamadas toca-
das amenizadas por los sonideros, además de que estos encontraban
a sus principales consumidores en algunas de las colonias populares
en las ciudades de la entidad. Se observó también que los jóvenes se
divierten en diferentes espacios y esto está en gran medida deter-
minado por el aspecto económico y por el hecho de querer trazar
una diferencia social con los demás. Esto fue algo que se hizo más
visible en la ciudad de San Luis Potosí, ya que es el lugar en donde
121
hay más opciones para la diversión, pero que haya una mayor varie-
dad no quiere decir que los jóvenes accedan por igual a cada oferta.
Por ejemplo, los jóvenes de sectores populares prefieren las fiestas o
los bailes en la calle o en los espacios en donde se toca música por
parte de los llamados sonideros. Por otro lado existen los antros en
donde los jóvenes requieren de ciertas cantidades de dinero, tanto
para poder ingresar como para solventar el consumo al interior de
estos espacios. Incluso en la ciudad, los jóvenes perciben y delimitan
de una forma muy particular a ciertos espacios para desarrollar la
convivencia y la socialización.
Un claro ejemplo de lo anterior son algunas de las plazas comer-
ciales que existen en la ciudad. En cada una de ellas la presencia de
jóvenes es abundante; sin embargo los propios jóvenes destacan que
algunas de estas plazas son para uso de la población “fresa” (como en
los casos de las Plazas El Dorado, Tangamanga y San Luis), mientras
las otras (Plaza Sendero y El Paseo) son percibidas como de consumo
para una población de clase popular y clase media. Esto se ve muy
claro por la presencia y la ausencia de determinadas tiendas y deter-
minadas marcas en cada una de las plazas o espacios, y demuestra
las diferencias que se construyen entre los propios jóvenes delimi-
tándose a partir del uso que hacen ellos mismos de ciertos espacios.
Es clave la distinción que hacen entre ellos mismos de joven “fresa”
o “naco” según el tipo de música, del tipo de ropa que consumen y
el lugar en donde los propios jóvenes llevan a cabo sus actividades.
Llama también la atención la marcada preferencia de la mayoría
de los jóvenes entrevistados sobre artistas extranjeros, de igual forma
resulta evidente el poco o nulo interés que les despiertan los sones y
huapangos, música tradicional de la región Huasteca. La escasez de
recursos para muchos jóvenes hace que estos tengan que recurrir al
consumo de ciertos artículos en el ámbito del comercio informal o
la piratería, ya que estos representan como un espacio y una práctica
privilegiada para el análisis de las transformaciones sociales que ha
traído aparejada la expansión del consumo en clave juvenil.
122
La triada del consumo, la estética y la piratería es una unidad cuyo

sentido es producir presencia o, dicho de otro modo, producir una
diferencia situada en las formas estéticas que gobiernan el modo de
estar en el mundo, que definen y que marcan, de maneras aún no su-
ficientemente dilucidadas, la constitución del yo juvenil contempo-
ráneo. Los espacios en donde se comercia la piratería se han vuelto
espacios fundamentales para las operaciones de acceso, negociación
y afirmación de muchos y múltiples sujetos juveniles. De esta mane-
ra, se destaca también el valor de los espacios en donde se comercia
la piratería son, bajo estas nuevas circunstancias, espacios funda-
mentales para las operaciones de acceso, negociación y afirmación
de muchos y múltiples sujetos juveniles.
Es de notar también en los relatos juveniles que la experiencia de
la diversión y el entretenimiento está asociada al consumo de alco-
hol. Muchos de los jóvenes entrevistados no obstante ser menores de
edad admitieron haber iniciado el consumo de alcohol en las reunio-
nes o fiestas en compañía de sus amigos principalmente para sentirse
relajados, para quitarse el estrés y para estar en ambiente. El recurso
para la diversión, el ocio y el entretenimiento, incluida la compra de
alcohol, provienen fundamentalmente de sus padres.
Todos los procesos anteriores se suman también a un aspecto cla-
ve que es el hecho de que el gusto en televisión abierta y de paga
es principalmente por programas de la barra de entretenimiento y
diversión (como telenovelas y algunas series norteamericanas), y
el nulo interés por programas de tipo cultural o artístico. Sin em-
bargo, la producción de ofertas culturales que se generan en otros
medios y en otras instancias (las plazas, los antros, las calles, las fies-
tas callejeras, los mercados, etc.) han sido clave también para que
las juventudes asuman un papel activo en el proceso de construir
y reformular de manera cotidiana su imagen y su identidad tanto a
nivel individual como en el colectivo. Lo anterior demuestra que el
proceso de reconstrucción de la identidad de alguno de los jóvenes
entrevistados está cada vez más vinculado con las ofertas y con los
discursos, ofertas y estrategias que provienen del mercado interna-
123
cional. Destaca el valor y la importancia de los medios de comunica-
ción en el proceso de la construcción del Yo, es decir en el proceso de
construcción de la identidad de los sectores juveniles.
CAPÍTULO 5. JUVENTUDES RURALES: PERCEPCIONES EN
TORNO A LA FAMILIA, LA ESCUELA, EL TRABAJO Y EL OCIO
Particularidades de las nuevas ruralidades en México y

América Latina.
No obstante que en los últimos años se ha observado un notable in-

cremento en las investigaciones realizadas sobre las juventudes en
México y América Latina, resulta significativo destacar que las pro-
blemáticas de las juventudes rurales no han logrado imponerse como
un tema relevante en la agenda académica. Por muchos años en los
debates antropológicos que se desarrollaron en México se negó la
existencia de la juventud en los mundos rurales. Hoy sabemos que
dicha negación quizás no sólo fue un resultado de la falta de estudios
en los mismos espacios rurales, sino la consecuencia de los diversos
enfoques teóricos bajo los cuales se abordó el estudio de la situación
en el campo durante las primeras décadas del siglo XX. Hay que re-
cordar que en el debate de los antropólogos se privilegió el estudio
acerca de la vinculación del productor agrícola con el mercado y el
Estado, generalmente como una situación de subordinación del pri-
mero hacia los segundos (Warman, 1976, 1980; Palerm, 1980).
En este contexto, se abordó también el tema de la migración del
campo a la ciudad, pero ahí el campesino se transmutaba en un
125
Capítulo 5. Juventudes rurales: percepciones en torno a la familia, la escuela,
el trabajo y el ocio
uevo actor: el colono o el obrero, quien venía a poblar los nuevos

n
cinturones de miseria en la ciudad (Lewis, 1964; Lomnitz, 1987; Ari-
zpe, 1978; Kemper, 1987). En este debate, poca o nula presencia tu-
vieron los jóvenes, aunque históricamente es un hecho que los cam-
bios en la economía mundial trastocaron y modificaron importantes
componentes de algunas de las principales instituciones en donde se
construían los procesos de socialización, pertenencia e integración
de los jóvenes rurales.
El aspecto que nos interesa abordar en el presente capítulo son
las percepciones y perspectivas que construyen un grupo de jóvenes
rurales en torno a las siguientes instituciones y actividades: familia,
educación, empleo, ocio y diversión, aspectos clave en el proceso de
construcción de la identidad, así como en la manera en la que se
construye o se experimenta la transición de la juventud a la etapa de
la adultez, en un contexto de una mayor vulnerabilidad y una mayor
incertidumbre (Urteaga Castro Pozo, 2009; Hernández, 2007, 2009;
Becerra y Vázquez, 2009; Fernández, 2009; Pacheco, 2009).
Se trata de generar datos que nos permitan conocer más de cerca
las diversas y complejas realidades que enfrentan los jóvenes en los
espacios rurales de la entidad potosina, desde una perspectiva an-
tropológica. Asimismo, el trabajo busca y pretende recuperar histo-
rias, testimonios y experiencias desde la llamada periferia mexicana.
Dicho análisis ayudará a entender las condiciones bajo las cuales se
desarrolla la vida de este sector y ofrecer una mirada de cómo los
jóvenes en el campo hacen frente a lo global en su proceso de socia-
lización y en el de construir su identidad.
Partimos del reconocimiento teórico de que el concepto de juven-
tud es una construcción de carácter sociocultural asociada a ciertos
roles y marcadores, de forma que la concepción de lo joven no es
algo universal, puede estar presente o ausente. Así, la juventud claro
que está presente en contextos rurales e indígenas, con sus propias
experiencias de vida. Al ser el periodo en el que se toman decisiones
centrales para el futuro de las personas, es en la juventud en donde
126
se cristalizan y se hacen evidentes las tensiones sociales que estará

experimentando el resto de la sociedad en el corto y mediano plazo.
También entre los jóvenes es en donde se cristalizan y se hacen
evidentes las tensiones sociales que estará experimentando el resto
de la sociedad en el corto y mediano plazo. También destacó el he-
cho de que si la juventud en contextos urbanos se enfrenta a situa-
ciones de tensiones, estas situaciones se hacen todavía más graves en
el caso de la población rural e indígena (Rivera, 2011; Saraví 2009).
Se procedió a investigar la manera en que los jóvenes rurales de
una entidad con grandes carencias materiales y con marcadas des-
igualdades regionales como lo es el estado de San Luis Potosí, dan
respuesta a las siguientes situaciones: ¿Cuál es la perspectiva que tie-
nen de la vida en familia? ¿Qué piensan de la perspectiva a futuro
para formar una familia propia? ¿Cuáles son las perspectivas que los
jóvenes entrevistados tienen en torno al ámbito laboral? Un espacio
o una actividad de gran importancia para los jóvenes es sin duda
la escuela, y en este sentido, es relevante conocer y analizar: ¿Qué
valor le otorgan en contextos rurales a la escuela? ¿Cómo perciben
las escuelas y los procesos de enseñanza que se desarrollan en estos
espacios a los que asisten cotidianamente? ¿Les interesa la escuela?
Finalmente, el rubro del ocio, el consumo y el entretenimiento es un
tema básico que nos ayudará a entender el proceso de reconstruc-
ción de las identidades de la población juvenil entrevistada.
Los resultados que se presentan aquí se desprenden de la informa-
ción generada a partir de entrevistas a profundidad que se aplicaron
a un grupo de 32 jóvenes de entre 15 y 19 años. Las entrevistas, como
ya se comentó, se aplicaron en localidades de las cuatro regiones del
estado de San Luis Potosí (Altiplano, Centro, Media y Huasteca).
El campo ante las políticas globalizadoras.
Con las políticas globalizadoras, al campo también llegaron una se-

rie de cambios y transformaciones que no se limitan al ámbito pro-
ductivo. Bajo el modelo globalizador, se ha venido a modificar la
127
relación dicotómica entre el campo y la ciudad, que solamente se

entendía a partir de una relación que se caracterizó por la existencia
de un intercambio desigual, generando con ello graves discrepan-
cias, en especial para el campo. En décadas pasadas se habló de la
constitución de los ejércitos industriales de reserva, a partir de la
migración de miles de campesinos pobres que llegaban a poblar las
ciudades, dando paso a la formación de los grupos marginados y
excluidos de los beneficios de la industrialización, la modernización
y la urbanización. Bajo esta lógica, lo rural fue visualizado como el
espacio ocupado por sectores productivos y sociales vinculados con
la actividad primaria o agropecuaria, mientras el espacio urbano se
entendió como un territorio relacionado y vinculado únicamente
con el sector industrial y de servicios. Esta visión poco ha sobrevi-
vido, ya que el espacio rural está cada vez más vinculado a diversas
actividades que le permiten una mayor interrelación con los cada vez
más numerosos espacios urbanos.
Las nuevas dinámicas han traído como consecuencia que la duali-
dad campo-ciudad, característica en el antiguo debate de las ciencias
sociales, resulte ya una herramienta poco eficiente para dar cuenta
de los intensos procesos de interrelación en los que participan acto-
res de ambos lados. En este sentido encontramos una vasta y amplía
bibliografía, en donde los autores muestran el nuevo rostro de la ur-
banidad y de la ruralidad mexicana y empezaron a acuñar conceptos
para denominar las nuevas realidades que se estaban gestando en
estos territorios. En la lista se destacan los siguientes: “nueva rustici-
dad”, “urbanización”, “periurbanización” e “interfase rural-urbana”.
Mediante estos conceptos se buscó dar cuenta de los fenómenos que
sucedían en los territorios rurales cercanos a las nuevas ciudades, las
cuales experimentaban un notable dinamismo laboral debido a la
llegada de empresas maquiladoras y ensambladoras de todo tipo. En
lo rural ahora se tiene que considerar también la vinculación con lo
que ocurre en los entornos regional, nacional e internacional.
Bajo esta dinámica, viejos procesos desaparecieron o se desgas-
taron. Al campo llegaron diferentes industrias y con ellas llegaron
128
también las escuelas secundarias, preparatorias, escuelas técnicas y

en algunos casos la universidad. A su vez hicieron presencia las nue-
vas tecnologías y los medios de comunicación. También del ámbito
rural salieron y lo siguen haciendo, de manera temporal o definitiva,
miles de migrantes. Las remesas que envían son esenciales para la
vida de sus familias y de su comunidad, además de que ellos mismos
juegan un papel clave como introductores de nuevas ideas y nuevas
aspiraciones (Hernández Ramírez, 2007).
Estas y otras reflexiones plantearon la necesidad de desarrollar
una nueva mirada en la que es necesario pensar el ámbito rural en
relación a lo que ocurre en las esferas de lo urbano a escala regional,
nacional e incluso el ámbito global. En particular, es necesario darse
a la tarea de abordar el hecho de cómo los sujetos, los espacios y
los grupos que se ubican en territorios urbanos y rurales constan-
temente se recrean, readaptan y reconstruyen de acuerdo a sus pro-
pios intereses y características, lo que con lleva una reformulación de
sus propias identidades a nivel individual, grupal o colectivo (Arias,
1992, 2005, 2007; Aguilar, 2003; Delgado, 2003; Ramírez, 2003; So-
brino, 2003).
Las juventudes rurales frente a la globalización.
El hecho de que la población rural esté cada vez más expuesta a la

influencia del exterior, ha contribuido a que se genere una serie de
diferencias y se construyan otras perspectivas que crean diferencias
entre los puntos de vista de los miembros de distintas generaciones
sobre el papel que desempeñan algunas instancias como la familia,
el trabajo y la educación. Al mundo rural llegaron en las últimas
décadas nuevas ocupaciones con la instalación de nuevas empresas
trasnacionales; frente a este panorama, la población joven encontró
ahí nuevas oportunidades, lo cual trajo como consecuencia que las
actividades agrícolas aparecieran como un mero complemento.
Las actividades agrícolas se han visto disminuidas de manera sig-
nificativa, aunque aún existen cientos de miles de jóvenes que viven
129
en espacios y territorios en donde se desarrollan actividades relacio-

nadas con el sector agrícola, pero muchas de sus expectativas, gustos
y aspiraciones están enfocadas hacia fuera de sus comunidades y de
sus localidades.
Este contexto hace que los jóvenes experimenten una resignifica-
ción de valores, expectativas, e identidades; jóvenes de muchas co-
munidades nacieron y han vivido en espacios rurales, sin embargo,
la educación recibida, sus valores, expectativas laborales y de desa-
rrollo están cada vez más orientadas hacia lo que ocurre y sucede
fuera de ese ámbito local. Es un hecho que en sus comunidades de
origen los propios jóvenes han empezado a enfrentar situaciones y
problemas que no difieren mucho en lo que experimentan los jóve-
nes citadinos —desempleo, precariedad, deserción escolar, violencia
y adicciones— (Rivera, González y Márquez, 2010; Ávalos Aguilar,
2009; Pacheco Ladrón de Guevara, 2010).
Así, vemos que las posibles identidades de las juventudes rura-
les adquieren la connotación de ser identidades juveniles hibridas.
Esta relación se construye principalmente a partir de tres caminos
o acciones: consumo, educación y trabajo. Hay que señalar que esta
integración no se ha dado en los mejores términos para los jóvenes,
ya que el adoptar nuevas ocupaciones y nuevos bienes no quiere de-
cir que estén generando una mejora en su calidad de vida. La escuela
sigue siendo una frontera difícil de librar para muchos jóvenes, pues
muchos deben dejar sus estudios para integrarse a alguna actividad
laboral en apoyo de la deteriorada economía familiar. El consumo
de ciertos bienes, como ropa, calzado, música y otras mercancías, se
hace a partir de la informalidad, siendo ésta una de las características
más significativas y distintivas del consumo entre la población joven
(García Canclini, 2007; 2010).
Características generales de San Luis Potosí.
De los 58 municipios de San Luis Potosí, 39 son rurales o predomi-

nantemente rurales y sólo 19 son semiurbanos o urbanos. El Censo
130
2010 hace evidente el acelerado proceso de urbanización de la enti-

dad, ya que más de la mitad de sus habitantes viven en localidades
menores a 2 mil 500 habitantes y 64% de la población estatal vive en
espacios urbanos, mientras que este indicador a nivel nacional es de
78%. Además, a nivel estatal, el Censo 2010 da cuenta de que 36% de
la población vive en localidades rurales, mientras que a nivel nacio-
nal el porcentaje es de apenas el 22%.
En San Luis Potosí se vive una situación de marcadas desigual-
dades socioeconómicas a nivel regional, lo cual marca de manera
significativa el destino de las juventudes en la entidad: la mayor parte
de la oferta educativa y laboral se concentra en la región Centro, en
especial en el área metropolitana conformada por los municipios de
San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez.
Cuadro 1
Particularidad desde los jóvenes rurales entrevistados
Región de Sexo Edad Escolaridad Tipo de familia Situación

residencia laboral
Región Femenino 16 Estudia la Vive con su mamá No trabaja
Altiplano Preparatoria y dos hermanos; su
papá se encuentra
trabajando en
Estados Unidos.
Región Masculino 16 Estudia el 2º Vive con sus papás Actividades
Altiplano semestre de la y tres hermanos. del campo
prepa Son seis en la
misma casa.
Región Femenino 18 Sólo estudió la En su familia son Ayuda en los
Huasteca secundaria ocho hermanos y quehaceres
sus dos papás. de la casa
Región Masculino 18 Sólo estudió la En su familia son Trabaja
Huasteca telesecundaria nueve hermanos y c o m o
sus dos papás cortador de
caña
131
Región Masculino 17 E l Son cuatro Trabaja en

Centro entrevistado hermanos, hijos un tiradero
terminó la de tres padres
preparatoria diferentes. El
y estaba papá del joven
realizando entrevistado ya no
trámites para vive actualmente
ingresar a la con su mamá.
Universidad
Tecnológica.
Región Femenino 17 Estudia el 5º El entrevistado Trabaja en
Centro semestre de tiene siete una tienda
preparatoria hermanos, en la que es
casa paterna ya propiedad
sólo viven cinco de su mamá.
personas (3 hijos y No recibe un
los 2 papás pago o un
sueldo por
realizar este
trabajo.
Región Masculino 17 Sólo estudió Tiene tres Trabaja
Centro hasta el tercer hermanos y sus con su papá
grado de dos papás, además fabricando
primaria de dos sobrinos, ladrillos
hijos de una de sus
hermanas
Región Femenino 15 Estudia el En su familia son No trabaja
Centro tercer grado cuatro hermanos y
de secundaria sus dos papás
Región Femenino 15 Estudias el En su familia No trabaja
Media tercer año de fueron ocho
secundaria hermanos y sus dos
papás, en la casa
paterna ya sólo
viven seis personas:
cuatro hijos y los
dos papás.
132
Región Masculino 15 Estudia el 3er. En su familia Trabaja

Media grado de la fueron cinco de manera
secundaria hermanos, una temporal
de sus hermanas en milpas
tiene tres hijos de de algunos
diferente papá. La vecinos de la
mamá se separó de localidad.
su papá y ella es la
que trabaja.
Fuente: Entrevistas aplicadas en las 4 regiones del estado de San Luis Potosí, México.
Abril.-julio 2010.
Perspectivas y significados en torno a la vida familiar y la

sexualidad.
Comenzamos con el caso de un joven de la Huasteca. En entrevis-

ta destaca que vive en el seno de una familia numerosa, son nueve
hermanos y los dos padres de familia, 11 en total. Comenta que an-
teriormente había problemas y discusiones entre los padres, debi-
do a que el papá tomaba mucho alcohol. El entrevistado señala que
actualmente ya no estudia, puesto que tuvo que empezar a trabajar
ante la necesidad de cubrir los gastos de los hermanos más chicos.
El joven señala que realiza muy pocas actividades con el resto de su
familia, ya que pasa más tiempo en el trabajo. También comenta que
sus problemas los comparte principalmente con uno de sus herma-
nos mayores. La comunicación con los padres es muy esporádica y
cuando se llega a dar es principalmente con la mamá, aunque cuan-
do ha tenido que enfrentar problemas graves se ha acercado a sus
tíos y su abuela materna.
Señala que respeta a sus dos padres pero se han dado conflictos,
principalmente porque cuando su papá toma tiende a ponerse agre-
sivo. El joven comenta que su papá solía trabajar en el cultivo de
maíz para el autoconsumo, pero ante la falta de dinero señala que
cada vez lo hace menos y tiene que trabajar en otras cosas. Referente
al matrimonio, opina que es bueno para la gente, lo malo es cuando
hay hombres que toman mucho y que son mujeriegos; comenta que
133
él sí se casaría, pero si las cosas no funcionarán consideraría la posi-

bilidad de divorciarse. En cuanto al hecho de que las mujeres tengan
relaciones sexuales antes del matrimonio, señala que para la religión
eso es algo “malo” y sobre la virginidad opina que una mujer tiene
más valor si “no ha estado con otro chavo”.
Cree que tener hijos es parte de la vida y que el momento ideal
para tener un hijo sería más o menos a los 30 años. Respecto a la
homosexualidad, comenta que “eso está mal” y además son cosas
que no van con la religión; sobre el tema de la adopción, dice que
entre un hombre y una mujer está bien, pero si es entre dos hombres
y dos mujeres ahí está “muy mal”, pues eso no lo ha visto en la Biblia.
La sexualidad es un tema que no platica con sus padres, pero si con
otros familiares.
El siguiente es el caso de una joven de 15 años, de la zona Media
del estado: vive en una familia de 10 integrantes, una familia nume-
rosa al igual que el caso anterior, está conformada por ocho hijos y
los dos padres; de los hijos, cinco son mujeres y tres hombres, de
estos sólo cinco viven en la casa con sus papás, los otros dos al mo-
mento de la entrevista se encuentran trabajando en Estados Unidos
y otro está ya casado y vive aparte. En casa el papá trabaja y la mamá
se dedica al hogar. Comenta la entrevistada que no realizan activida-
des en familia, ya que muchas cosas las hacen por separado. Destaca
que en algunas actividades el papá no se integra al resto de la familia.
Sus problemas, no los comenta con sus padres, y más bien prefiere
hacerlo con sus amigas o con alguna hermana, aunque asegura que
el problema más difícil que ha tenido hasta el momento lo comentó
con su mamá y con quien si no tiene confianza es con su papá. Los
problemas o los conflictos con sus padres se deben fundamentalmen-
te a que no la dejan salir a la plaza y porque no regresa cuando ellos
se lo indican. Ella quisiera que su familia pasara más tiempo junta.
La responsabilidad de la manutención de la casa recae en su papá y
destaca las remesas (dólares) que envían los hermanos que están en
Estados Unidos. Además, esos hermanos le pagan a su papá para que
les trabaje sus tierras. Ella dice que la persona que manda en la casa
134
es su mamá. Sobre el matrimonio, señala que es bueno para formar

la vida y no quedarse sola, piensa casarse por la iglesia ya que consi-
dera que la boda civil es sólo trámite. En torno a su perspectiva del
“hombre ideal”, la entrevistada menciona las siguientes característi-
cas: que sea respetuoso, humilde, sincero, trabajador, cariñoso y que
le haga regalos. El divorcio lo ejercería en caso de una infidelidad.
Respecto a la vida sexual antes del matrimonio, considera que puede
traer enfermedades, “y si no hay vida o actividad sexual pues no hay
enfermedades”. Opina que el momento ideal para tener hijos será
cuando tenga un lugar para vivir y que tenga estudios, alrededor de
los 20 años. Finalmente, en cuanto al hecho o la posibilidad de que
los homosexuales puedan adoptar hijos, señala que no lo ve bien, ya
que eso generaría confusión y el hijo que fuera adoptado se desviaría.
La siguiente entrevistada es una joven de la región Altiplano,
quien vive con su mamá y una hermana, el tercer hermano está casa-
do y vive aparte, el papá se encuentra trabajando en Estados Unidos.
Ante esto, la mamá es la persona a la que se acerca para confiarle sus
problemas, señala que es una familia muy unida ante la ausencia del
papá, quien siempre manda dinero y eso hace que la mamá no tenga
necesidad de trabajar. Al preguntarle su opinión sobre la familia, la
entrevistada comentó que eso es algo de dos personas y que deben de
tener respeto entre sí; sobre la posibilidad de formar una familia en
el futuro, dijo que “el matrimonio es para vivir juntos y no para que
cada quien ande por su lado”, y que se casaría sólo si encuentra al
hombre apropiado. Sobre la vida sexual antes del matrimonio con-
sidera que es algo negativo, por la moral, además de que puede ser
la manera de contraer alguna enfermedad, sin embargo, considera
que la virginidad ya no es tan importante ya que la mayoría de los
jóvenes, en especial los hombres, ya han tenido relaciones sexuales.
Señala que no le gustan los niños pero si llegara a tener uno le gus-
taría que fuera después de los 20 años y con mucha responsabilidad.
Respecto a los homosexuales los ve como algo normal, y sobre el
hecho de que puedan adoptar hijos lo ve como algo positivo, ya que
algunos padres prefieren regalarlos y hay otras personas que de ver-
dad quieren un hijo y lo cuidan mejor que los verdaderos papás.
135
Finalmente tenemos el caso de una joven de la zona Centro que

vive en una familia de seis miembros, los padres y cuatro herma-
nos. Los hijos se dedican a estudiar, el papá trabaja y la mamá se
dedica a la atención del hogar. La entrevistada comenta que sus pro-
blemas los comparte con sus hermanos, amigos y con su mamá. La
joven estudia y ayuda a su mamá en las labores del hogar, su papá
y su hermano son los que trabajan en la fabricación de ladrillos. Las
características que debería de tener el hombre ideal son contar con
una carrera profesional y que sea buena persona. Respecto a si es
importante el hecho de tener relaciones sexuales antes de casarse,
considera que está mal, ya que eso puede hacer que tenga alguna
infección sexual, pero si no tuviera enfermedades entonces no im-
portaría mucho. La edad ideal para tener hijos sería a los 20 años.
Su opinión sobre el hecho de que los homosexuales adopten hijos es
que “está mal”.
Jóvenes rurales: experiencias y expectativas frente al

mundo laboral.
Comenzamos con un joven de la huasteca que trabaja en el corte de

la caña y ha trabajado también en una tortillería. Su trabajo como
cortador de caña lo hacía en el mismo lugar que su papá. Destaca
que el trabajo del corte de caña es muy peligroso ya que se puede
haber cortes con el machete, además le pagan muy poco dinero. No
obstante lo reducido de la paga, el joven aporta dinero a la economía
de la familia, dice que esta ayuda se la entrega a su mamá, ya que su
papá gasta el dinero y además se lo gasta en la compra de alcohol.
Considera que ahora hay menos trabajo, sin embargo por falta de
dinero tiene que trabajar, dice no tener planes para el futuro en lo
que a trabajo se refiere.
El siguiente es un joven de la zona Media que trabaja de manera
temporal en la milpa, aunque su interés es trabajar en una fábrica, ya
que ahí puede conocer a más gente que vive en la ciudad. Su mamá
trabaja como costurera y recibe apoyos por parte del programa gu-
136
bernamental Oportunidades. Opina que las condiciones de trabajo

han mejorado, ya que se tiene otra manera de ganar más dinero y así
se puede hacer una casa propia con el esfuerzo propio. Sus planes
a futuro son casarse y tener su casa, hijos y trabajar en una fábrica.
Brevemente, un joven del Altiplano potosino señala que si trabaja
en las actividades de la agricultura. Le gustaría dedicarse a la veteri-
naria, aunque también le gustaría trabajar en una fábrica. Su plan a
corto plazo es seguir trabajando en el campo.
Finalmente una joven de la región Centro señala que trabaja de
manera informal, ya que ayuda a su mamá en la atención de su tien-
da. Ella quisiera estudiar una carrera relacionada con la administra-
ción de empresas, poner un negocio y ser su propio jefe. Siempre
ha pensado en la idea de tener un negocio propio. Cree que ahora
es más difícil tener un trabajo por lo de la crisis y además de que se
necesitan de más estudios. Los abuelos la presionan para que ya se
case, pero ella quiere estudiar y luego casarse.
Experiencias y expectativas de los jóvenes rurales frente

a la educación.
El ejemplo de la Huasteca es un joven que ya no estudia, sólo termi-

nó la secundaria. Su papá estudió hasta segundo año de secundaria y
su mamá sólo la primaria. Dice que cuando estudiaba a veces le daba
flojera ir a la escuela, pues prefería trabajar: “uno ya anda pensando
en comprar cosas y luego faltan cuadernos, libros y todos los útiles
que se ocupan en la escuela”. Iba por sus amigos y a veces a estudiar.
No cree poder retomar los estudios ya que no hay dinero suficiente
para poder pagarlos: “hace falta mucho dinero”.
Otro joven entrevistado en la zona Media está cursando el tercer
año de secundaria, su mamá solo estudió la primaria. Comenta que
lo peor de la escuela son los maestros “regañones” que le regresan o
no aceptan trabajos. Lo mejor, el recreo y el estudio. Quisiera que las
maestras explicaran más y mejor las cosas, pues luego hay muchas
dudas. Señala que a la escuela uno va a aprender y para hacer los tra-
137
bajos que piden los maestros. Dice solo estudiará hasta el tercer año
de secundaria y ya no más, ya que no hay recursos para continuar
con más estudios.
Una joven del Altiplano comenta que está estudiando la prepa-
ratoria. Su papá estudió hasta el tercer año de primaria y su mamá
concluyó sus estudios de secundaria. Dice que un día en la escuela
es divertido, porque con los amigos se platica de todo lo que pasa,
incluso en las clases se divierte con sus compañeros. Los temas que
se tratan con los amigos-amigas son “los chismes” de lo que le pasa
a uno y a otro, de las tareas casi no hablan, sólo cuando tienen que
trabajar en equipo. Hay veces que en la escuela se discuten algunos
temas de lo que pasa en la realidad y esos son temas que le gustan. Lo
mejor de la escuela es jugar y lo peor son las clases aburridas que dan
los maestros que le aburren y dan sueño. Comenta que únicamente
va a estudiar el bachillerato.
En la Región Centro una joven estudia el tercer grado de la secun-
daria. Sus papás no concluyeron la primaria. En la escuela con sus
compañeros habla de los bailes y de los temas de la escuela le intere-
san los de formación cívica y ética. Comenta que deberían de incluir
temas relacionados con la sexualidad. Lo malo de la escuela son los
maestros que solamente llegan y los ponen a trabajar sin que les den
una explicación del tema y lo que le gusta son sus compañeros. Co-
menta que sólo estudiará hasta el bachillerato.
Otro joven de la misma región comenta que terminó sus estudios
de prepa y piensa ingresar a la Universidad Tecnológica. Su mamá
sólo estudió el primer año de secundaria y su papá si concluyó toda
la educación secundaria. Cree y piensa que “echándole ganas” le va a
ir bien. En la escuela le interesan los temas de sus amigos, le intere-
san lo de los tatuajes, ya que algunos de sus amigos se los han hecho.
Lo que no le gusta es que hay profesores que no tienen estudios de
la materia que están impartiendo, están ahí porque son amigos de
alguien y por eso no dan bien la clase. Lo mejor de la escuela es que
conoce a mucha gente y hace amigos.
138
Ocio, diversión y consumo: la experiencia entre los jóvenes

rurales.
El joven entrevistado de la región huasteca, cuenta en su casa con

una televisión, pero no tiempo para verla; no se siente i dentificado con
artistas y señala que no va al cine. Le gustan la música de reggaetón9
y duranguense,10 pero no la música de huapango,11 que son ritmos
y música tradicional de la región, esa casi no la escucha y tampoco
le gusta bailarla. Dice que en su comunidad no hay antros,12 así que
sólo asiste a los bailes que se organizan en la comunidad, aunque
también hay problemas de violencia y eso ha hecho que los bailes se
vean afectados. La cantidad de dinero que llega a gastar cuando acude
a un baile son 100 pesos, y no le alcanza el dinero para tomar cerveza,
está “muy cara y solo hay para tomar un refresco”. Cuenta con un
teléfono celular, sin embargo, el hecho de que se haga cargo de parte
de los gastos de su familia hace que no le alcance el dinero para com-
prar otras cosas; ahorra para cuando no hay trabajo y cuando no es
temporada de corte de caña pues no hay dinero. Casi no ve programas
de la tv y sólo en ocasiones llega a ver algo de los noticieros.
9
El reggaetón es una combinación de ritmos, una suma de culturas, es una amalga-
ma de hip hop y música jamaicana. Este ritmo reta a los gustos convencionales con ro-
pas muy entalladas para el caso de las mujeres y cabelleras decoloradas para el caso de
los jóvenes y suele estar asociada con otras expresiones como son automóviles modifi-
cados y los equipos de sonido que son instalados en estos autos (Martínez Ríos, 2010).
10
Es un género musical que tiene sus orígenes en algunas ciudades estadunidenses.
Es uno de los estilos musicales más populares entre las comunidades México-esta-
dounidenses. Se originó en Chicago, aunque es frecuentemente confundido el origen
de este ya que la banda que lo popularizó es proveniente de Durango, un estado del
noroeste mexicano (de ahí su nombre).
11
El huapango es un género musical mexicano basado en compás ternario, inter-
pretado en diversas formas, las más conocidas son tres variantes: el huapango típico o
son huasteco, interpretado por conjuntos musicales llamados tríos huastecos.
12
El antro es un espacio al que acuden los jóvenes en las ciudades. Para ingresar se
pasa la revisión y se paga una cantidad de dinero. En ellos se baila música en vivo o
grabada y es común que se vendan bebidas alcohólicas.
139
Sobre el ocio, la identidad y el entretenimiento en la Región

edia, la entrevistada señala que su música preferida es la norte-
M
ña, no se siente identificada con artistas de la televisión y tampo-
co influida en cuestiones de moda. No va a los antros, pero cuando
acude a una fiesta o baile consume cerveza para andar alegre. No
tiene celular y sólo cuenta con una memoria USB. Los programas
de la televisión que más le agradan son la lucha libre, las telenovelas,
las caricaturas y el futbol. Comenta que no lee ninguna revista, los
noticiarios que oye o ve son los locales, los bailes a los que asiste son
los que se organizan en las canchas y en los ranchos vecinos, donde
no cobran por entrar. Sobre el ocio y diversión, señala que le gusta el
reggaetón y la d uranguense, casi no va a los bailes porque no la dejan
sus padres, sólo cuando la lleva una hermana mayor o cuando hay al-
guna fiesta en la comunidad. Cuando sale gasta de 50 a 100 pesos, no
toma porque en su comunidad no se ve bien que las mujeres tomen
alcohol. Señala que no tiene celular. Una de sus principales diver-
siones es la televisión y los programas preferidos son las telenovelas,
no acostumbra a leer revistas y ver noticieros y tampoco escucha el
radio. En su comunidad no se organizan conciertos, señala que la
vida en donde vive es muy aburrida. La diversión son las ferias que
llegan cuando es la fiesta de algún Santo Patrón.
Un joven del Altiplano comenta que le gustan los corridos y la
música duranguense, no se siente identificado con algún actor o ar-
tista de la tv, no va al cine, sólo cuando va de vacaciones a la ciu-
dad de México (una vez por año). En su comunidad se divierte en
los bailes del pueblo ya que dice que no hay antros y la frecuencia
con la que asiste es cada 8 días, las bebidas alcohólicas que consume
son cerveza y mezcal y le gustan porque lo ponen alegre. Señala que
cuenta con teléfono celular, comenta que tenía un reproductor MP3
pero lo vendió en 400 pesos para tener dinero para comprar más
bebidas.
140
El joven de la región Centro destacó que la música que escucha

son los corridos y los narcocorridos13. No escucha otros ritmos, no
se siente identificado con algún artista o actor de la televisión y co-
menta que nunca ha ido al cine. Referente a la diversión en su comu-
nidad, comenta que solamente acude a los bailes que se realizan ahí
donde vive (bodas, XV años, bautizos, fiestas de los santos patrones
locales), y va en compañía de sus amigos. En las fiestas en ocasio-
nes se regalan las cervezas, pero en otras hay que comprar la bebi-
da, cuando es así, el entrevistado dice gastar unos 100 pesos. Acude
también a los bailes que se hacen en un rodeo donde se presentan
grupos musicales, no cobran las entradas, sólo lo que se consume de
cerveza. Su bebida favorita es la cerveza, y comenta que a él le gusta
tomar por que se pone alegre. Tiene celular. Dice que su papá le paga
400 pesos a la semana, de ese dinero es que paga lo que gasta en los
bailes consumiendo cerveza. No ahorra dinero ya que gana poco y lo
que gana se lo gasta en los bailes y en la compra de cerveza. Casi no
mira la televisión y no lee revistas ni periódicos.
Los anteriores fragmentos de relatos son apenas una pequeña mues-

tra de las nuevas y complejas relaciones familiares, laborales, edu-
cativas y de las diversas gamas de diversión y de entretenimiento de
las juventudes campesinas. Es un hecho que la vida familiar conti-
nua siendo un importante referente en su desarrollo personal; sin
embargo, la vida y las relaciones que ellos viven y experimentan no
se encuentran exentas de importantes conflictos con sus padres e
13
El narcocorrido es un subgénero perteneciente a la música norteña, que se e scucha
principalmente en estados del centro-norte de México y en el sur de Estados Unidos.
En México son interpretados principalmente por músicos del norte y en E stados Uni-
dos por hispanos provenientes de las comunidades mexicanas. Es una versión reciente
del tradicional corrido mexicano, y fundamentalmente trata de exaltar o conmemorar
figuras, personas y eventos relacionados con las actividades del narcotráfico.
141
incluso con sus propios hermanos. Para los jóvenes la diversión con
sus compañeros juega un papel clave y fundamental, además que va
acompañada por el consumo de alcohol, situación que se complica
cuando en la familia el papá enfrenta también el problema del hábito
por el consumo de alcohol. Si para las generaciones de sus padres
y abuelos el matrimonio se concebía como una experiencia de por
vida o como dicen en el ritual católico, “hasta que la muerte los sepa-
re”, para estos jóvenes aún se contempla como una opción a futuro,
pero también para la mayoría considera el divorcio o una separación
como una alternativa. La religión aparece todavía, en algunos casos,
como un elemento que continua ordenando el referente moral de los
jóvenes, cosa que se percibió cuando se les solicitó su opinión sobre
tener relaciones sexuales antes del matrimonio y su opinión acerca
de los homosexuales, sus uniones y la posibilidad de que estos pu-
dieran adoptar algún hijo. En el caso uno de los entrevistados afirmó
que para la religión el hecho de que se tenga vida o actividad sexual
antes del matrimonio no es bien visto.
Mientras tanto la práctica de la homosexualidad es vista como
una distorsión de lo que debe de ser lo natural, una familia es la que
se constituye por un hombre y una mujer. Otro joven señaló que en
la Biblia no se habla de eso y tampoco de que matrimonios del mis-
mo sexo adopten hijos, por lo que se ve como algo que estaría cau-
sándole graves daños morales y de identidad a los hijos. Sin embar-
go, también entre los jóvenes hay una percepción de apertura y de
cierta tolerancia, por ejemplo la sexualidad ha dejado de verse como
un enigma y como algo desconocido, ahora los jóvenes perciben al
sexo como algo normal. Para algunas mujeres la virginidad ya no es
algo que sirva para mantener el interés de los hombres, perderla no
es algo que tenga que ocurrir “la noche de boda”, incluso hay quienes
señalan la importancia de practicar o de tener una vida sexual con
protección y responsabilidad.
Por otro lado, la homosexualidad y la posible adopción es para
algunos algo tan normal como las mismas prácticas h eterosexuales.
Dicen que los homosexuales tienen derecho a adoptar hijos que otros
142
matrimonios “normales” no quieren cuidar, golpean y rechazan. Los

casos donde existe migración de padres y hermanos hacia Estados
Unidos han resultado ser un aspecto clave para asegurar la sobre-
vivencia de las familias y lograr que exista recurso en la casa para
que los hijos puedan continuar con sus estudios y que la esposa se
dedique a las labores de la casa, incluso que se pueda invertir en
ganado o para seguir cultivando el campo. La escuela representa un
espacio clave que para muchos servirá como plataforma para aspirar
a una importante y sólida formación académica, lo que será de
utilidad para trazar y lograr metas de movilidad no sólo académica,
sino laboral y económica. Sin embargo, en algunos casos la pobreza
y la carencia de recursos se vuelven los peores enemigos de la familia
y de los jóvenes en particular, ya que para muchas familias colocar a
alguno de sus miembros en el mercado de trabajo se vuelve una prio-
ridad, en deterioro de su vida escolar y por supuesto en deterioro
de sus c ondiciones de vida en el mediano y largo plazo. Como lo
comentaron algunos de los entrevistados se tienen las ganas, pero no
el recurso económico suficiente para continuar con estudios a nivel
superior.
No obstante lo complicado de la situación en lo que se refiere a
educación, es un hecho que la mayoría de los jóvenes entrevistados
cuentan con mayor preparación educativa que la lograda por sus pa-
dres, quienes en algunos casos no lograron terminar la educación
primaria. Las expectativas de los jóvenes se encuentran ahora puestas
ya no sólo en terminar la educación básica, su intención se basa en
poder alcanzar una educación a nivel profesional. Por otro lado, los
jóvenes manifiestan una actitud crítica hacia lo que ocurre dentro de
sus escuelas. En este sentido, destaca la manera en que se imparten
los cursos por parte de profesores, quienes en opinión de los jóvenes
no están suficientemente preparados, además de no tener interés por
relacionar los contenidos de los cursos con los problemas cotidianos
que enfrentan los jóvenes en sus respectivas comunidades.
Las dinámicas dentro del salón de clases resultan, desde su punto
de vista, aburridas y monótonas, además de que los profesores no les
143
ponen la atención suficiente. La escuela para muchos es una actividad

carente de significado para la vida futura. El ámbito laboral también
es representativo de la situación de vulnerabilidad de estos jóvenes.
Como quedó demostrado en los relatos, la mayoría de los jóvenes tra-
baja en empleos informales, de medio tiempo, sin protección o pres-
tación de ningún tipo. Trabajan con la intención de aportar recursos
a las economías familiares, lo significativo de estos casos, es que estas
actividades las llevan a cabo de manera paralela a sus estudios. Como
se percibe, se están ocupando en negocios familiares y ocasionalmente
trabajan en la milpa de algún familiar. En este mismo contexto laboral
llama la atención el hecho de que algunos de los entrevistados colocan
sus expectativas laborales en una fábrica o en actividades del sector
comercio y de servicios. Las actividades relacionadas con la agricultura
simplemente ya no aparecen como la única alternativa laboral para
estos jóvenes, sus intereses y expectativas ahora son similares a las
encontradas en contextos y espacios urbanos.
Finalmente es interesante ver cómo son los medios electrónicos
de comunicación quienes juegan un papel relevante en la
construcción de los referentes identitarios de la mayoría de los jóve-
nes entrevistados. Las telenovelas se vuelven uno de los productos de
mayor consumo y es la pantalla chica la formadora de las imágenes
y de los estereotipos a los que los jóvenes pretenden imitar. Es rele-
vante el hecho de que existe poco o nulo consumo de otros bienes,
encaminados a tratar de acrecentar su conocimiento o informarse
a través de otros medios, en particular no leen revistas o libros. La
música sin duda es el otro referente importante del consumo que
denota las influencias provenientes del exterior, es así que los jóve-
nes han adoptado el gusto por nuevas agrupaciones y nuevos ritmos
(hip hop, reggaetón, rock, los narco corridos y otros más), los cuales
tienen poco o nada tienen que ver con los gustos de las generaciones
anteriores. El comentario de una de las jóvenes entrevistadas donde
se menciona el hecho de que sólo a través de la piratería podía ac-
ceder a la compra de ropa y de música nos habla de cómo la expe-
riencia es seguramente muy parecida a la de otros tantos jóvenes, ya
que se carecen de los recursos económicos suficientes por lo que la
144
informalidad es la única vía para poder tener acceso a ciertos bienes

y que no sería posible obtenerlos por la vía del mercado formal.
El uso de los teléfonos celulares se ha hecho común también
entre estos jóvenes, y no solamente está limitado a hacer y reci-
bir llamadas, sino que también lo utilizan para enviar y recibir
mensajes, tomar fotografías y escuchar música. Cabe señalar que es-
tas funciones han hecho del teléfono un accesorio hasta cierto punto
básico y fundamental en el consumo de los jóvenes, no obstante el
gasto que su uso implica. En cierta forma su posesión otorga pres-
tigio y reconocimiento a quienes lo poseen. En las localidades en
donde se aplicaron las entrevistas, prácticamente no existen espacios
de entretenimiento, en algunos casos los jóvenes señalaron que nun-
ca han asistido al cine, tampoco a un antro, por lo que bailes, fiestas
privadas y fiestas patronales, forman parte los espacios de diversión
y de socialización, además resultan ser uno de los espacios clave en
donde el joven se inicia en el hábito del consumo de alcohol.
En general, la comunidad rural ha cambiado de manera significativa,
sus límites ya no solamente abarcan los límites geográficos o territoria-
les. La desestructuración de la comunidad rural da pie a una fractura
social y generacional a partir de la cual son los propios jóvenes los
encargados de generar sus propias respuestas y proyectos, los cuales en
la mayoría de los casos se encuentran cerca de la informalidad laboral,
económica y social. Por lo tanto, estos casos de jóvenes potosinos no
son ejemplos paradigmáticos para reflexionar sobre la situación de
los jóvenes en otros contextos rurales de México o de otra parte de
América Latina, sin embargo sus experiencias son significativas y
representativas de la cotidianidad que muchos jóvenes más pueden
estar teniendo y experimentando en el contexto contemporánea. Por
lo tanto, las experiencias contenidas en los relatos queda claro que
muchas de las decisiones y los rumbos que tomaron las vidas de los
jóvenes que aquí presentamos, es el resultado de las difíciles circuns-
tancias y contextos más amplios en los que transcurre la vida cotidiana
de estos jóvenes. Las condiciones de pobreza, violencia, alcoholismo,
precariedad y desempleo en las que cotidianamente se desenvuelven,
145
son situaciones sobre las que ellos ejercen poco o nulo control y que
estarán marcando el derrotero de su vida inmediata.
Sin embargo los jóvenes también han sido capaces de participar y
de tomar decisiones en otros ámbitos sobre los que sí tienen control.
Destaca su posicionamiento en temas como la sexualidad, el matri-
monio, el consumo y la identificación que tienen con otros referentes
de la cultura nacional o global a través de los medios de comunicación
o simplemente sus deseos de estudiar y trabajar en otras actividades
muy diferentes a las desarrolladas por las anteriores generaciones.
Mucha investigación hace falta por desarrollar para analizar los pro-
cesos que desarrollan y construyen los propios jóvenes en contextos
de una rápida transformación.
146
CAPÍTULO 6. LA CONSTRUCCIÓN DE NUEVOS
PERFILES Y NUEVAS ESTRATEGIAS DE SER ESTUDIANTE
DE EDUCACIÓN SUPERIOR. LA EXPERIENCIA DE UN
GRUPO DE JÓVENES ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD
AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSÍ
En México el ámbito de la educación superior está conformado por

diversos actores: los propios estudiantes, el personal docente, las au-
toridades/funcionarios y los respectivos sindicatos. Sobre estos acto-
res hay diversas investigaciones que nos han permitido adentrarnos
en el conocimiento del papel que desempeñan cada uno de ellos en el
funcionamiento de este importante pero a la vez complejo sector de
la educación en el país. Independientemente del tema que se aborde
y también independientemente de la mirada con la que se analice el
tema de la educación, hay un consenso en reconocer en ella el desta-
cado papel que ésta desempeña como una alternativa que permite la
reducción de las brechas y las desigualdades entre los grupos sociales
a partir de que se le dota a los jóvenes estudiantes de competen-
cias, conocimientos y habilidades. También se percibe a la educación
como un medio para impulsar la equidad, ya que es una alternativa
para que los jóvenes accedan al conocimiento y adquieran nuevas
competencias, mismas que les permitan construir trayectorias que
les brinden acceso a mejores condiciones de vida (SEP, 2006).
Capítulo 6. La construcción de nuevos perfiles y nuevas estrategias de ser estudiante
de educación superior. La experiencia de un grupo de jóvenes estudiantes de la
Universidad Autónoma de San Luis Potosí
En este contexto, el principal objetivo de este capítulo será hacer

un acercamiento a la comunidad estudiantil universitaria en prime-
ra instancia como jóvenes, y reconocer de igual forma que su desem-
peño en el contexto académico estará determinado por varios facto-
res que le imprimen ciertas particularidades a la primera premisa.
Es decir, antes que sean concebidos como estudiantes, éstos son en
primera instancia jóvenes, y como ya ha quedado señalado en otros
trabajos, son actores que enfrentan actualmente una situación de
creciente deterioro en sus condiciones de vida (CEPAL 2005, 2008ª,
2008b; CEPAL-OIJ, 2007, Trejo Sánchez et al., 2010).
Por lo tanto, los argumentos que se presentan en este capítulo es-
tán encaminados a indagar sobre la otra faceta de los estudiantes, es
decir la de su vida cotidiana como jóvenes, buscando reconocer que
se trata de sujetos que se encuentran insertos en una amplia gama
de circunstancias caracterizadas por una serie de eventos de carácter
extracurricular, pero que sin dudas tendrán un impacto relevante
en su proceso de integración o abandono de la vida estudiantil.
De inicio se vuelve relevante reconocer que el conjunto de acti-
vidades cotidianas de los estudiantes no se agota únicamente en lo
que sucede en su entorno escolar inmediato (asistir a clases, realizar
prácticas de campo, cumplir con sus tareas, elaborar y entregar di-
versos proyectos y aprobar múltiples exámenes). También con los
resultados presentados se pretende conocer un conjunto de prácti-
cas cotidianas de los jóvenes. Por lo tanto es significativo saber cuáles
son los antecedentes profesionales o no de sus familiares más cerca-
nos, cuáles son sus condiciones socioeconómicas. Además es nece-
sario conocer sus valoraciones, aficiones, adicciones y sus expectati-
vas sobre su entorno social más inmediato, así como también saber
cuáles son los recursos con los que cuentan y carecen en su ámbito
doméstico para poder cumplir con las tareas/actividades que les de-
manda el mundo universitario. Por lo tanto, la información vertida
será de gran valor para mostrar la construcción/reconstrucción de
los perfiles delos estudiantes contemporáneos, perfiles que seguro
distan mucho de mostrarnos a estudiantes de tiempo completo. Por
148
otro lado, con los resultados se pretende informar a docentes como

a las autoridades educativas para que en la planeación de sus respec-
tivas actividades tengan en consideración la condición de diversos
roles que son desempeñados por los jóvenes estudiantes y de lo cual
es algo sobre lo que se tiene relativamente poca información. Por
lo tanto, este tipo de trabajos son muy relevantes y significativos, ya
que nos presenta a los estudiantes como jóvenes portadores de his-
torias muy particulares y que se enfrentan a una realidad personal,
económico-social, familiar y académica sumamente compleja (De
Garay, 2004). Se vuelve relevante entender que la condición de los
jóvenes en el ámbito educativo es algo que se tiene que hacer toman-
do en cuenta su interacción/vinculación con un conjunto de actores
con quienes desde diferentes ángulos mantienen una importante in-
teracción con los jóvenes, y que de una manera u otra terminan por
jugar un papel importante en los rumbos que siguen sus trayectorias
educativas y sus trayectorias profesionales y personales a largo plazo.
La información que es la base del presente trabajo, es el resultado
de una encuesta que se aplicó a un total de 84 estudiantes en su pri-
mer año en 4 carreras que se ofertan en una entidad educativa de la
Universidad Autónoma de San Luis Potosí14. A los estudiantes se les
explicó el motivo del ejercicio y también se les comunicó que de no
14
La Universidad Autónoma de San Luis Potosí tiene una población de más de 36
mil personas, ofrece 86 carreras de nivel licenciatura y una de Técnico Superior
en Gastronomía; 39 cuentan con la acreditación nacional de buena calidad ava-
lada por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES). 51
en el Nivel 1 de calidad de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la
Educación Superior (CIEES). En licenciatura tiene inscritos a 24 mil 600 alumnos dis-
tribuidos en sus 13 facultades y dos escuelas, dos Unidades Académicas Multidiscipli-
narias Zona Media, en Rioverde, y Zona Huasteca, en Ciudad Valles, la coordinación
de Ciencias Sociales y Humanidades, la Coordinación Académica Región Altiplano, la
Coordinación Académica Región Huasteca Sur y la Escuela Preparatoria en la ciudad
de Matehuala. En la Máxima Casa de Estudios Potosina imparten cátedra más de 2
mil 700 profesores; de los cuales 650 son de tiempo completo, 135 de medio tiempo y
1370 de hora clase y asignatura. 91 % de los docentes de tiempo completo cuentan con
posgrado. Más de 650 profesores realizan actividades de investigación y 465 tienen
perfil Promep. Mil 890 trabajadores universitarios se desempeñan en la administra-
149
estar de acuerdo con el contenido del ejercicio podrían no contestar

la encuesta. Es decir, su participación fue voluntaria y la investiga-
ción se levantó durante 4 días del mes de agosto de 2011. La encuesta
estuvo conformada por los siguientes apartados: Información gene-
ral del encuestado: sexo, edad, estado civil, ciudad de origen, colonia
de residencia actual. Un segundo apartado estuvo dedicado al aspec-
to familiar, el tercer apartado se enfocó al ámbito laboral, el cuarto
punto fue el tema personal, el quinto apartado estuvo dedicado al as-
pecto profesional de los padres de familia de los jóvenes encuestados
y de los propios jóvenes. El sexto apartado se dedicó al rubro de la
identidad, el séptimo rubro del noviazgo, el octavo al ocio y entrete-
nimiento, el noveno se enfocó a la información acerca de la religión,
la política y la sociedad; mientras que el décimo apartado se dedicó al
rubro correspondiente a la salud. Mientras tanto el último segmento
lo dedicamos a la información referente a las posibles adicciones de
los estudiantes entrevistados.
“El que no estudia ni trabaja seguro que roba”.15 Entre el

dilema de no estudiar y tampoco trabajar.
En México recientemente se hicieron públicos los resultados de la

Encuesta Nacional de Juventud 2010. Algunos de los resultados más
significativos referente a la situación educativa-ocupacional de los
jóvenes encuestados fueron los siguientes: a nivel nacional la pobla-
ción de 12 a 29 años alcanzó la cifra de 36, 195 662, de los cuales la
encuesta destacó que estudian y trabajan de forma simultánea un
total de 3, 962 549 personas, equivalentes a 10.9% del total. Mientras
tanto, la cantidad de jóvenes que solamente estudia fue de 14, 048
ción, como funcionarios, así como en las actividades secretariales y los servicios de
intendencia en toda la institución.
15
Esta es una frase que se desprende de un trabajo realizado en la provincia de
Mendoza, Argentina, en donde se realizó una serie de entrevistas a profundidad a seis
jóvenes, y en donde según el discurso policial, el joven que no estudia y trabaja es un
potencial delincuente (Fóscolo y Arizu, 2002).
150
808, (38.8%) y los y las jóvenes que reportaron que solamente traba-
ja fueron 10, 365125(28.6%). Además el porcentaje de la población
joven que estudia y/o trabaja es de 78.4%. Finalmente el número de
jóvenes encuestados que no estudian y no trabajan (es decir, aque-
llos conocidos como ninis) alcanzó la cifra de 7, 819 180, lo cual re-
presentó un 21.6% del total de jóvenes encuestados (IMJUVE/SEP,
2011).
Sin lugar a dudas de todos los datos arriba señalados, el que más
llama la atención de todos los anteriores es el hecho de que cerca de
un 22% de los jóvenes entre los 12 y los 29 años no estudiaban y no
trabajaban al momento de aplicar la encuesta. Lo anterior ha genera-
do un importante debate sobre la situación que esto representa para
casi 8 millones de jóvenes, ya que el hecho de no asistir a la escuela
y no desarrollar actividades laborales que se traduzcan en la obten-
ción-generación de un salario-ingreso, los coloca en una situación
de mayor vulnerabilidad. Aunque también es necesario destacar que
una buena parte de los jóvenes considerados como ninis desarrollan
importantes labores de apoyo en los quehaceres domésticos, sin em-
bargo es importante destacar que por estas labores estos jóvenes no
reciben ni pago y mucho menos reconocimiento por esta importante
labor. Por tal motivo, creo que más bien hay que pensar en la situa-
ción de los jóvenes como uno de los sectores de la población que
padece lo que Bauman denominó como daños colaterales, es decir a
partir de la situación de pobreza y exclusión que se ha incrementado
en el contexto de la globalización de la economía. En relación con lo
anterior, el propio Bauman señala que en los contextos contempo-
ráneos el lograr el acceso a la seguridad existencial y poder alcanzar
un lugar digno en la sociedad y, por lo tanto, hacer frente a la expe-
riencia de la exclusión ha sido dejada en manos de cada una de las
personas, para ello éstas se deben de valer de sus propios recursos
y habilidades para hacer frente a la incertidumbre. En este sentido,
los jóvenes que no logran colocarse en alguna actividad educativa
o laboral, prácticamente son dejados a su suerte, ya que el sistema
151
educativo y laboral no les proporcionan las oportunidades y los es-

pacios que ellos requieren (Bauman, 2011).
Bajo estas circunstancias creo que el adjetivo de ninis parece ser
una más de las desafortunadas denominaciones que se les ha coloca-
do a los jóvenes para presentarlos como incapaces o incompetentes
para poder involucrarse en una actividad educativa o laboral, cuan-
do, reitero, ha sido el contexto socioeconómico más amplio, el que
se ha presentado como incapaz de generar nuevos espacios educa-
tivos para todos y también ha sido incapaz de generar las oportuni-
dades laborales que año con año demandan los jóvenes que después
de muchos inconvenientes logran concluir sus estudios. A final de
cuentas, el país pierde el potencial de uno de los sectores que ma-
yores aportes deberían de ofrecer en beneficio de la sociedad y con
ello se deteriora el llamado tejido o capital social generando con ello
un contexto idóneo para el desarrollo de un capital social negativo.
Un ejemplo del desarrollo del denominado capital social negativo
son las organizaciones delictivas (pandillas, delincuencia organiza-
da, narcotraficantes, entre otras) basadas en fuertes lazos informales,
en la confianza, la reciprocidad de sus miembros y promovidas por
las precarias condiciones de vida que padecen cotidianamente las
mayorías, pero en particular los jóvenes.
¿Por qué los jóvenes abandonan las aulas?
A nivel internacional, en la última década se han generado en dife-

rentes países del continente americano importantes ejercicios que se
ha propuesto analizar a detalle las circunstancias que pueden ayudar
a entender el porqué de la deserción escolar. Así, las investigacio-
nes que se han realizado buscan analizar aquellas circunstancias y
contextos que actúan como importantes promotores de la deserción
entre la población estudiantil. Entre las condiciones más comunes
que se han logrado detectar en estos ejercicios, destacan el papel/
importancia que tiene el hecho de que los padres cuenten con estu-
dios a nivel medio y superior. Por ejemplo, se muestra una tendencia
152
que significa que a mayor nivel de educación de los padres, menores

serán las posibilidades de que los jóvenes abandonen sus estudios. Al
respecto son bastante reveladores los datos de la Encuesta Nacional
de Deserción en la Educación Media Superior en este ejercicio se
demuestra que entre los jóvenes que abandonaron la escuela, 65%
reportó que sus padres sólo alcanzaron estudios inferiores al nivel
medio superior y sólo 8% de quienes desertaron reportó que sus pa-
dres iniciaron o concluyeron la educación superior y, como se verá
más adelante, aquellos jóvenes cuyos padres estudiaron la educación
superior tienen 18% menos probabilidades de desertar (Secretaría de
Educación Pública/Consejo para la Evaluación de la Educación del
Tipo Medio Superior A.C., 2012).
Un argumento muy cercano al anterior se da en una investiga-
ción de la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL), en
la cual se destaca la relevancia que tiene en la educación de los jóve-
nes el contar con una situación de estabilidad económica, ya que los
recursos económicos al ser invertidos en la educación se traducen
en la obtención de mejores oportunidades de vida. Es decir, el estar
en condiciones de destinar los ingresos o los ahorros familiares a la
trayectoria educativa de los hijos, esto permite que los hijos no se
vean en la necesidad de abandonar sus estudios y están, entonces, en
mejores condiciones de poder concluir sus trayectorias educativas y
estarían habilitados para poder acceder a empleos que les permitan
alcanzar mejoras en su calidad de vida (CEPAL, 2002).
Como complemento a lo anterior, la misma CEPAL, en su estu-
dio titulado Panorama Social de América Latina, indicaba que 80%
de los jóvenes en América Latina que pertenecían a los quintiles de
los más elevados ingresos económicos concluían satisfactoriamen-
te su educación media superior, mientras que aquellos jóvenes que
formaban parte de familias de menores ingresos, el porcentaje de
jóvenes que terminaban su educación preparatoria o medio superior
era de apenas un 20% (CEPAL, 2007).
Sumado a las anteriores condiciones que han sido consideradas
como extra-escolares, otras investigaciones han venido a resaltar
153
también el peso y la importancia de otros factores como la inesta-

bilidad laboral del resto de los miembros de la familia, la inseguri-
dad, el embarazo prematuro de los jóvenes, los mundos o referentes
simbólicos, el problema de las adicciones y enfermedades (obesidad,
diabetes, etc.). Sin duda, todos estos son aspectos que se requiere
sean considerados para mantener o alejar a los estudiantes de las au-
las universitarias. Por lo tanto, es un hecho que, en el fenómeno de
la deserción escolar convergen una diversidad de factores, lo cual
hace muy difícil que se establezcan causalidades únicas o directas
(Fernández, 2009; Román, 2009; Escudero, 2005; CEPAL, 2002; Es-
píndola y León, 2002; Goicovic, 2002; Tijoux y Guzmán, 1998).
Además como complemento a los factores arriba identificados
como causantes de la deserción escolar, también algunas investiga-
ciones han destacado la presencia de factores inherentes a la escuela
y que también terminan por jugar un importante papel para inci-
dir o no en los procesos de deserción escolar. Estos factores tienen
que ver con lo que se enfrenta el joven estudiante al interior de sus
espacios educativos. Algunos de los factores que las investigaciones
destacan como los más comunes son los que se refieren al bajo ren-
dimiento escolar, la deficiente preparación docente, la ausencia de
gestión y liderazgos de parte de los directivos y autoridades educa-
tivas, la relación entre el docente y el alumno, la falta de pertinencia
de los planes de estudio y los elevados índices de reprobación, entre
otros (Román, 2009, 2003, 2002; Bolívar 2005; Román y Álvarez,
2001; Román y Cardemil, 2001; Arancibia, 1996; Himmel, Maltes,
Gazmuri y Majluf, 1994).
Para el caso de los jóvenes mexicanos, algunos ejercicios de eva-
luación destacan que son cada vez más los problemas personales y
las razones económicas que las y los jóvenes identifican como las
causas principales para abandonar la escuela. Por ejemplo, en los
resultados de la Encuesta Nacional de Juventud 2005, las opciones
de “tener que trabajar” y “ya no me gustó estudiar” sumaron más de
70% de las respuestas (IMJUVE/SEP, 2006). Cinco años después este
comportamiento no mostraría variaciones significativas, ya que el
154
resultado de la Encuesta Nacional de Juventud de 2010, mostró que

los factores de carácter económico, los factores académicos y por úl-
timo los factores familiares, fueron los que los jóvenes argumenta-
ron como los principales promotores del abandono de los estudios
(IMJUVE/SEP, 2011).
Como complemento a la anterior encuesta, se tienen los datos de
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (INEGI, 2009), en
este ejercicio se recuperaron también los motivos de los jóvenes para
dejar la escuela y entre los más señalados fueron los siguientes: la
insuficiencia de dinero para pagar la escuela y la necesidad de apor-
tar dinero al hogar sumaron ambas 52% de las razones principales
para desertar. En tercer lugar se mencionan embarazo, matrimonio
y unión (12%) y en cuarto, no le gustó estudiar (11%).
Los casos anteriores muestran la diversidad de escenarios y fac-
tores que enfrentan los estudiantes en su paso por las aulas. En este
sentido, la breve revisión de los trabajos arriba señalados, nos mues-
tra el papel que juegan los factores individuales (desempeño de los
estudiantes, comportamiento, actitudes y antecedentes) y los factores
institucionales (familia, escuela y las comunidades) en la definición
de la trayectoria escolar de los estudiantes. En este sentido, lo que se
percibe es que las escuelas o las instancias educativas deben de estar
en condiciones de poder ofrecerle al estudiante una enseñanza que
le resulte relevante, pertinente, atractiva y significativa. A su vez, es
un hecho que los docentes deben de estar cada vez más perceptivos
para desarrollar más habilidades que faciliten estos procesos entre
los estudiantes. Además los docentes deben de tener conocimiento
de los factores externos (a los que aquí se han denominado como
factores extracurriculares) en los que se desarrollan los jóvenes. La
deserción escolar representa, sin duda, varias desventajas para quien
la experimenta/padece/enfrenta. Además el abandono escolar no
sólo significa poner fin a un proceso de adquisición de conocimien-
to, también significa una marcada situación de debilidad para que
los jóvenes puedan tener las posibilidades de construir y cimentar
una ciudadanía responsable. En concreto, la deserción significa y re-
155
presenta la multiplicación de las desventajas y el crecimiento de la

vulnerabilidad para la población joven.
Los jóvenes estudiantes universitarios: unos actores

sociales poco conocidos.
No obstante el grave problema que significa y que representa el

abandono de las aulas por parte de los estudiantes en cualquiera de
los niveles educativos, el otro lado de la moneda está representado
por aquellos jóvenes que si han logrado mantenerse en las aulas es-
colares pese a todas las circunstancias. Lo anterior implica también
la necesidad de conocer las particularidades de estos jóvenes. En el
contexto mexicano en la última década se ha observado un creciente
interés por analizar la situación de los jóvenes universitarios. Algu-
nos de estos trabajos han arrojado resultados significativos acerca de
la incorporación de los estudiantes al mundo universitario y propor-
cionan importantes resultados referentes a sus hábitos de estudio así
como al tema de consumo cultural de los jóvenes (De Garay, 2001,
2004, 2005).
Estos trabajos han sido pioneros en el abordaje de estas temáticas
y sus resultados han permitido tener relevantes avances en temas/
procesos escasamente indagados sobre diversas dimensiones de los
estudiantes en su primer tramo de incorporación a la vida universi-
taria. Sin embargo, hay poca información acerca de otras variables
que son igualmente importantes. Es muy común entre los docentes
y demás involucrados en la educación superior, creer que los y las jó-
venes estudiantes se dedican exclusivamente y de tiempo completo a
las actividades relacionadas a su estudio. Por lo tanto, también existe
la idea de que los jóvenes que estudian no tienen compromisos y /o
responsabilidades laborales. También se cree que los jóvenes que es-
tudian no tienen dependientes económicos y que son sus padres de
familia los que se responsabilizan de su mantenimiento, pero no se
piensa que algunos de ellos puedan estarse ocupando laboralmente
en una empresa o por cuenta propia. De igual manera resulta poco
156
probable pensar que algunos estudiantes puedan ser padres o madres

de familia. También se cree que los jóvenes cuentan con las condi-
ciones y los medios necesarios para apoyar y realizar sus trayectorias
educativas. Sin embargo, las condiciones reales y cotidianas que en-
frentan los jóvenes estudiantes en la actualidad, dista mucho de ser
la que prevalece en el imaginario de docentes y autoridades. Por lo
tanto, considero que resulta clave estudiar a fondo la situación extra
educativa de los jóvenes estudiantes y con los datos que arrojen las
investigaciones despejar muchas dudas y muchas interrogantes. El
hecho de que estemos preocupados por analizar los diferentes com-
ponentes de los diferentes perfiles de los estudiantes universitarios
está encaminado a conocer la manera en la que los y las jóvenes de
reciente ingreso a la universidad están experimentando el proceso de
integración-socialización escolar, así como saber en qué condiciones
estará dándose el proceso de enseñanza-aprendizaje en un espacio y
un contexto novedosos para ellos.
Aspectos demográficos de la población universitaria

encuestada.
La encuesta mostró que un 60% de la población encuestada fueron

mujeres, lo cual comprueba que la población femenina se ha veni-
do posicionando en el ámbito de la educación superior. Además la
encuesta también destacó que la población estudiantil permanece
mayoritariamente en condición de soltería (99%), lo cual marca una
diferencia con aquellos jóvenes que no ingresan a la universidad y
que toman la decisión de formar parejas a muy temprana edad ya
sea a través de la estrategia de la unión libre o a través de relaciones
matrimoniales. En el trabajo de Garay (2004) se reportó también un
aspecto parecido en este caso para los estudiantes de las tres unida-
des de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) que fueron
encuestados como parte de su estudio. A su vez, nuestra encues-
ta mostró que mayoritariamente la población de recién ingreso se
mantiene en un rango entre los 17 y los 20 años (80.7%), mientras
157
que el restante 19.3% estaba en el rango de 21 a 29 años de edad, lo

cual destaca la presencia de estudiantes que acceden a una edad ya
más madura, lo cual significa que seguramente están incursionando
por segunda o más veces a la educación superior. Este dato se corro-
borará con la información que se presenta más adelante en relación
con aquellos jóvenes que están ingresando a las aulas universitarias
por segunda vez. Además, lo que deja ver este dato es lo heterogéneo
de las edades y de los perfiles de estos estudiantes de recién ingreso a
las aulas universitarias.
Expectativas sobre el ámbito/desarrollo profesional.
En lo que se refiere al conocimiento que tienen los jóvenes sobre la

carrera profesional que están estudiando, 64% de los jóvenes destacó
tener conocimiento acerca del plan de estudio de su actual carrera,
considero que este es un punto clave por el tipo de información que
ahí se le presenta, tal como el perfil de ingreso y el perfil de egreso, el
número de materias, los créditos así como el tiempo de duración de
la carrera. Además, los resultados de la encuesta destacaron que 77%
de los jóvenes encuestados cree que si podrá acceder a un empleo
en el rubro profesional en el que pretende desarrollar sus estudios,
lo cual significa que tienen una expectativa muy alta de que sus es-
tudios profesionales se verán recompensados con el hecho de poder
contar con un empleo relacionado con su futura profesión. Además
un dato interesante del ejercicio, fue encontrar que un 18% de los
jóvenes encuestados señalaron contar con estudios superiores pre-
vios, es decir una carrera completa o trunca, mientras que un 59%
estaban ingresando por primera vez a la universidad, mientras que
el23% restante no contestó.
Referente a la dependencia económica de los estudiantes, los
datos que arrojó la encuesta fue que la mayor parte de los jóvenes
(60.2%) dependen del recurso económico que les proporcionan
ambos padres de familia. 9.6% dijeron depender de los recursos que
ellos mismos generan, mientras que en 4.8% de los jóvenes encues-
158
tados respondieron que solamente es su mamá quien se encarga de

sus gastos, mientras que un 4.8% dijeron que reciben ayuda de otros
parientes, 1.4% de los estudiantes dijo recibir una beca y finalmente
19.2% no contestaron. Con estos datos es de llamar la atención que
los padres de familias aparecen, mayoritariamente, como los respon-
sables económicos de los gastos generados por los estudios de los
hijos. Este es un dato importante, ya que nos muestra que un rubro
importante del ingreso de las familias se destina a solventar los gas-
tos de la educación, además es nulo el apoyo que reciben los estu-
diantes de alguna beca. Por lo tanto, si la familia llega a experimentar
un deterioro en su economía familiar, esto coloca a la educación de
los hijos en una situación de mayor vulnerabilidad, lo cual se tra-
duce en el abandono temporal o definitivo de los estudiantes de las
aulas universitarias. Como ya quedo señalado, esta es una situación
de gran debilidad, ya que coloca a los jóvenes en un espectro sobre el
cual tienen nula capacidad de decisión.
Otro dato relevante de la encuesta es el que se refiere a la presencia
de profesionistas en el contexto familiar. Este es un dato importante
ya que permite que la educación sea valorada como un elemento que
permitirá a los estudiantes acceder a un empleo y posibilitará, en
cierta medida, la movilidad socioeconómica y el acceso a una mejor
calidad de vida. En este sentido, un 47% de los estudiantes señaló
que, en la familia en la que vive hay, al menos, un profesionista (en
este caso mayoritariamente los profesionistas son ambos padres de
familia). Además, para el caso de aquellos jóvenes que reportaron
la existencia de profesionistas dentro de su ámbito familiar, al pre-
guntarles si éstos trabajaban en ocupaciones relacionadas con lo que
habían estudiado, un 72%dijo que sí, mientras que el 28% restante
señalo lo contrario, lo cual seguramente está vinculado a la devalua-
ción que han experimentado los títulos profesionales en los tiempos
actuales. Es decir, lo complicado que significa encontrar ocupación
laboral con algo vinculado a la formación profesional previa. Mien-
tras que un 30 % señaló que no hay profesionistas en el ámbito de la
familia nuclear, mientras que un 23% no contestó. Sin lugar a dudas,
el reto mayor lo enfrentan aquellos jóvenes quienes que son los pri-
159
meros en acceder al mundo de la educación profesional, ya que serán

ellos los que carezcan de insumos simbólicos y también materiales
relacionados al mundo universitario o al mundo de los profesionis-
tas (libros, revistas, enciclopedias, etc.). En la presencia o ausencia
de profesionistas en el contexto familiar se pueden advertir posibles
desigualdades o desventajas de los ambientes familiares, como ya
quedó evidenciado con los datos que han destacado otras investiga-
ciones (De garay, 2004).
Perspectivas laborales de los estudiantes encuestados.
Respecto al ámbito laboral, la encuesta destacó que los jóvenes son

estudiantes pero muchos de ellos también se ven en la necesidad de
trabajar (este dato encuentra concordancia con lo que se informó
en los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud en su versión
del 2010). Al preguntarles si habían trabajado o estaban trabajando
al momento dela encuesta un 59% señalo que si lo han hecho,
21% dijo que no han trabajado, mientras que el 20% no contestó.
Además, al preguntarles a los jóvenes que trabajaban si estarían en
condición de estudiar y trabajar al mismo tiempo, 77% dijo que si
estaría en condiciones de sacar adelante ambas labores, mientras
que el23% restante reconoció no poder salir bien librado de ello.
No hay duda de que esta doble actividad tiene un impacto en las
trayectorias educativas de los estudiantes. Otros datos son relevantes
ya que muestran los ingresos que perciben los estudiantes, la edad
a la que empezaron a laborar y el sector en el que desarrollan sus
actividades laborales. Por los datos de la encuesta podemos ver
que los jóvenes perciben muy bajos salarios-remuneraciones por
su trabajo, ya que el 42% dijo estar ganando menos de 1000 pesos
por quincena. También llama la atención el dato que informa que
el 6% de los jóvenes encuestados inició sus actividades laborales
entre los 8 y10 años, además conforme avanza la edad de los jóvenes
se incrementa la participación laboral de los encuestados. Además
los sectores del comercio y el de servicios son los que registran
160
los mayores índices de participación laboral entre los jóvenes que

fueron encuestados, pero también es significativo el hecho de que
el tercer lugar lo ocupan aquellos que se dedican a las actividades
por cuenta propia. En ellas se destacan las actividades que son
desarrolladas fundamentalmente en el ámbito/espacio familiar,
siendo esta una de las actividades económicas y laborales que han
registrado un importante crecimiento en las últimas tres décadas, ya
que al ser insuficiente el empleo generado por la iniciativa privada
y los distintos órdenes de gobierno, ahora los jóvenes y sus familias
han encontrado en las actividades por cuenta propia un espacio
para generar sus propios ingresos económicos. En concordancia
con lo anterior, son bastante significativos los datos dados a conocer
recientemente por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática, quien destacó que 6 de cada 10 mexicanos generan sus
ingresos económicos en actividades denominadas como informales
(http://www.oem.com.mx/laprensa/notas/n2804765.htm).
Este es un aspecto clave, ya que en el contexto actual, la responsa-
bilidad de la sobrevivencia de un número importante de las familias
ha quedado en las manos de éstas. Es decir, asegurar su reproduc-
ción y sobrevivencia depende de manera exclusiva de los recursos
y habilidades a los que tienen acceso los individuos y las familias
(Bauman, 2011).
Al cuestionarles a los jóvenes los motivos que los habían co-
locado en el mercado de trabajo, sus respuestas fueron las si-
guientes: en primer lugar por decisión propia, en segundo lugar
porque tenían que ayudar/contribuir al gasto familiar, en tercer
lugar por necesidad económica y finalmente para independizarse.
La familia y las diversas manifestaciones de violencia en el

hogar de los jóvenes encuestados.
No obstante que una gran parte del tiempo los jóvenes lo pasan en
la escuela, es un hecho que para ellos el contexto familiar resulta ser
clave y bastante significativo, de ahí que la encuesta refiere a este
ámbito como una parte importante en su vida cotidiana. Sobre este
161
punto el 93% de los encuestados destacó que viven con sus familias,
mientras que el 7% restante señalaron vivir solos. La importancia
del contexto familiar se percibe en el hecho de que son los padres de
familia las personas a quienes recurren los jóvenes cuando se enfren-
tan a un problema económico, escolar o laboral. Sobre este punto, en
concordancia con la relación de los hijos con otras personas, la en-
cuesta mostró que a la par de la familia, los jóvenes pasan un tiempo
considerable con sus parejas. Lo anterior destaca que un rasgo que
caracteriza a la población encuestada es su permanencia en el núcleo
familiar, esto no sólo se hace presente en estos casos, otros estudios
realizados a nivel nacional también destacan este comportamiento
entre los jóvenes universitarios (De Garay, 2004).
Referente al clima de convivencia que se gesta en el ámbito fa-
miliar, el 60% de los entrevistados comentó que en su familia no
se han experimentado situaciones de violencia entre sus miembros,
sólo el 5% de los encuestados refirió haber experimentado una si-
tuación de violencia en la familia, siendo la violencia psicológica la
que mayormente reportaron los consultados (89%). Sin embargo, al
cuestionarles sobre hechos violentos en su colonia, el 51% dijo que si
se han producido eventos violentos recientemente, mientras que el
49% reportó no haberse producido algún evento violento en su co-
lonia. Al preguntarle sobre el tipo de evento violento que se habían
registrado señalaron los siguientes: pandillerismo, robos, balacera y
por último se mencionó la opción de algún asesinato.
La salud entre los jóvenes encuestados.
El tema de la salud de los jóvenes es un ámbito que se recupera en

los resultados de la encuesta. De entrada, por medio de la encuesta
observamos que la mayor parte de los estudiantes son derechoha-
bientes de las principales instituciones públicas del sector salud del
país: IMSS14.4%, ISSSTE 39.7% y el Seguro Popular 9.6%. Contrario
a lo anterior, sólo 3.5% de estudiantes cuentan con la cobertura de
algún seguro médico privado, 3.5%más dijeron contar con el seguro
162
de la UASLP yfinalmente8.4% de estudiantes dijeron no contar con

ninguna de las opciones anteriores.
Referente a su vida/actividad sexual, la encuesta destacó que
el 74% de los encuestados dijo protegerse de las enfermedades de
transmisión sexual, un 5% señalo que no lo hace, mientras que un
2% informo que no son activos sexualmente y finalmente un 19% no
contestó. Sobre los métodos anticonceptivos más conocidos por los
jóvenes, la encuesta destacó el condón y las pastillas y el restante 21%
no contestó. El conocer algún método preventivo de enfermedades y
embarazos no significa que se utilice o se recurra a él. Lo anterior se
vio reflejado al preguntar sobre la frecuencia del uso de los mismos.
En este sentido, 46.9% de los entrevistados dijo que siempre los uti-
liza, 14.4 % declaro que sólo algunas veces, 12%que nunca los utiliza
y 25% jóvenes no contestaron ysólo2%de los jóvenes entrevistados
dijo no ser activo sexualmente.
Sobre el padecimiento de alguna enfermedad, el 69% de los entre-
vistados señaló no tener padecimiento alguno, mientras que un 13%
contestó que sí y el 18% restante no contesto. Además en recientes
trabajos se ha puesto el énfasis en el deterioro de las relaciones so-
ciales que viven y experimentan las jóvenes cuando se embarazan a
muy temprana edad, ya que no solamente es en el ámbito familiar en
donde éstas experimentan y reciben muestras de rechazo, ya que esta
situación se hace presente incluso en sus lugares de estudio, al ser
también rechazadas por sus propios compañer@s, las autoridades y
finalmente hasta por los propios profesores (Ochoa Sánchez, 2011).
Enfermedad, deportes y salud aparecen como la antítesis una de
la otra. Por ello consideramos relevante conocer la frecuencia con
la que los jóvenes estudiantes entrevistados practican algún depor-
te. Como puede observarse los jóvenes encuestados no tienen la
práctica de la actividad deportiva como una de sus actividades pre-
feridas, esta ausencia de actividad física puede ser el detonador de
padecimientos/enfermedades que pueden ser la causa de un dete-
rioro en la calidad de vida de los jóvenes. Además como lo señalan
otros documentos (CEPAL/OIJ, 2007) en la actualidad los índices
163
de mortalidad entre la población joven se deben ya no a enferme-

dades a las que se les ha encontrado cura. Actualmente los jóvenes
han reportado un incremento en sus índices de mortandad debido a
causas asociadas a las adicciones o a muertes violentas asociadas con
el consumo de alguna droga o el consumo de alcohol (muertes en
accidentes vehiculares).
Adicciones.
El consumo de drogas “legales” (cigarro y alcohol) e ilegales (mari-

guana y cocaína) están asociadas al deterioro en el estado de salud de
los jóvenes, quienes son los principales consumidores de este tipo de
sustancias. Al preguntar si los jóvenes habían consumido alcohol, el
69% contestó afirmativamente, un 15% señaló no haberlo consumi-
do, mientras que un 16 % no contesto. Al cuestionarles sobre la edad
en la que iniciaron este consumo las respuestas se distribuyeron de la
siguiente manera: 11 años 1.2% de los encuestados, 13 años 3.6% de
los encuestados, 14 años 8.4% jóvenes, 15 años 10.8%, 16 años 11%,
17 años 13.2% jóvenes, 18 años 8.4% jóvenes, 19 años 1.2% joven y
3.6% señalaron no consumir alcohol. Sobre la razón que motivó a
los jóvenes a iniciarse en el consumo del alcohol, las respuestas que
dieron fueron las siguientes: curiosidad un 63%, porque sus amigos
toman 22%, por gusto 9%, para sentirse bien 4% y porque en su casa
toman un 2%. Los sitios preferidos por los jóvenes para consumir
alcohol son los siguientes: antros y bares 44%, casa de amigos 42% y
en la casa propia un 14%.
Sobre el tabaquismo, la información de la encuesta reveló que un
57% dela población encuestada fuma o ha fumado alguna vez, mien-
tras que el 43% restante manifestó no haberlo hecho. Las edades en
las que se observa los rangos más elevados para haberse iniciado fue
entre los 16 y los18 años, aunque en la encuesta registró que hubo
jóvenes que se iniciaron en el consumo del cigarro desde los 13 años,
mientras que otros más empezaron a fumar a los 20 años. La mayor
parte de los fumadores (35%) empezaron por curiosidad y el resto
164
se dividió en las siguientes razones: gusto (6%), por influencia de los

amigos (3.6%) y porque en su casa fuman (2.4%). Además se destacó
el hecho de que muchos jóvenes destinan parte de sus ingresos a la
compra de alcohol y tabaco. Al respecto la encuesta destacó que un
48% de los jóvenes encuestados ganan dinero trabajando y de ahí
proviene el dinero para estos gastos. Otra opción es el dinero que les
proporcionan sus padres (33%) y otra vía son los ahorros de los pro-
pios jóvenes (19%). Referente al tema de la drogas ilegales, la infor-
mación recabada fue que la droga que más se ha consumido entre los
encuestados es la mariguana (96%), seguida de la cocaína (4%), aun-
que como se observa, el consumo de esta última fue en un porcentaje
muy bajo en comparación con la anterior, sin embargo no hay que
dejar de lado este aspecto por las graves consecuencias que ello trae
consigo para la salud y para la vida social de los afectados. El anterior
es un dato relevante, ya que este tipo de adicciones puede convertirse
en el corto plazo en uno de los obstáculos más significativos entre los
jóvenes para la conclusión de sus estudios profesionales. Lo anterior
hace muy necesario que las instancias universitarias puedan propor-
cionar ayuda o asistencia alas y los jóvenes que enfrenten situaciones
graves de salud relacionados con la adicción al consumo de a lguna
droga. Además, hay que destacar que en los últimos tiempos el con-
sumo de drogas se ha vinculado de manera significativa con la vio-
lencia y con alguna de sus muchas y complejas manifestaciones, de
ahí que este sea un asunto que demande atención de las instancias
correspondientes para brindar asesoría y orientación a la población
estudiantil.
Ocio, entretenimiento y el acceso a nuevas tecnologías de

la información entre la población encuestada.
Conocer qué otras actividades realizan-practican los y las jóvenes

aparte de estudiar, es un tema relevante, ya que en ocasiones se p
iensa
que quienes estudian pueden estar dedicándose de tiempo completo
a las actividades escolares, sin embargo la encuesta arrojó una serie
165
de datos que contribuyen a echar por tierra esa visión idealizada que
podemos tener de nuestros estudiantes, ya que éstos complemen-
tan o desarrollan muchas actividades de ocio y entretenimiento de
forma paralela a su actividades escolares. Al respecto, 62% dijeron
practicar alguna actividad deportiva o cultural. También como ya se
mencionó anteriormente, los jóvenes practican un deporte, tienen
una relación de noviazgo, pero también se divierten con los amigos,
gustan de convivir con la familia, y en los últimos años se ha incre-
mentado de manera notable el uso de las computadoras para poder
“navegar” en internet y establecer relaciones con otros jóvenes a par-
tir de las redes sociales. Por ejemplo, 81% dijo tener computadora
en su casa con conexión a internet. Mientras que un 19% dijo no
contar con ese servicio. Respecto a la cantidad de computadoras con
las que se cuenta en el hogar, la encuesta arrojó los siguientes datos:
1 computadora 56%, 2 computadoras 26%, 3 computadoras 10%, 4
computadoras 2%, 5 computadoras 3% y ninguna computadora sólo
un3%. Sin embargo el hecho de que no se cuente con estos compo-
nentes electrónicos en casa no significa que no tengan conocimiento
acerca de su manejo/funcionamiento, o que no puedan acceder por
otras vías o medios a la información y a las redes sociales, las cuales
se han vuelto en un importante medio de interacción-comunicación
de las nuevas generaciones, en especial de los jóvenes. En el internet
los sitios más visitados son las redes sociales (54%), mientras tanto
el resto se divide en páginas informativas. Las redes sociales más uti-
lizadas por los jóvenes encuestados fueron las siguientes: facebook
(61.4%), messenger (14.4%), YouTube (2.4%) y twitter (1.2%). El
restante no contestó (20.6%).
Los anteriores son importantes indicadores del capital tecnológi-
co al que los jóvenes tienen acceso, pero también hay que tener en
cuenta que el acceso a Internet significa y representa:
• Acceso a información para la elaboración de tareas y para
resolver y atender otras actividades relacionadas a la escuela.
• Acceso a redes virtuales que permiten que los jóvenes man-
tengan relación-comunicación con otros compañeros y que
puedan estar interactuando con otros jóvenes-compañeros
166
de su escuela o con otros compañeros de diferentes contextos

geográfico-territoriales.
También llama la atención el que un importante porcentaje de los
jóvenes recurra al internet como el medio predilecto para informar-
se. Aunque es cierto que los jóvenes continúan recurriendo a otros
medios “tradicionales” como: el periódico, la televisión, el radio,
amigos y familiares. Este es un punto relevante de la encuesta, ya que
nos muestra la amplia gama de recursos a la que recurren los jóvenes
para acceder a la información que ellos requieren. Ciertamente lo
que ofrece la encuesta es que el internet no obstante su penetración
y acogida por la población juvenil no ha desbancado a otras medios
de comunicación.
Respecto a la lectura, más de 80% señalaron tener el hábito de
leer. Al respecto, 4% dijeron tener poco hábito y 13% señaló que no
lo tiene, lo cual se vuelve un elemento en contra al ingresar a la uni-
versidad, ya que la lectura se vuelve un aspecto central en el desarro-
llo de la trayectoria estudiantil. Aquellos que leen, dicen tener una
marcada preferencia por la literatura y en menor medida aparecen
los periódicos y las revistas.
Religiosidad, visión y perspectivas políticas entre los

jóvenes universitarios.
En esta parte final de se presentan algunos datos interesantes en re-

lación a una serie de temas que tienen que ver con las creencias y
las diversas religiones que practican los jóvenes. Cabe destacar que
la mayoría de los jóvenes se dice ser católico (42% de los entrevista-
dos), aunque también se hacen presente en la encuesta otras religio-
nes, al respecto 3.6% dijeron ser cristianos y 1.2% más señalaron ser
mormones. También 6% señalaron tener la creencia en algún dios.
Lo anterior sin dudas es una muestra de los cambios en las creencias
religiosas que se han venido desarrollando a nivel nacional y a ni-
vel local, no hay duda de que los jóvenes no permanecen al margen
de dichas transformaciones. Sobre las problemáticas sociales que le
167
interesan a los jóvenes en esta etapa de su proceso formativo, se lo-

gró observar una clara inclinación hacia los temas relacionados con
la pobreza, la desigualdad y los movimientos sociales son los que a
un mayor número de jóvenes encuestados interesan 81.9%. Por otro
lado, para la mayoría de los jóvenes, la percepción de la democracia
sigue siendo aún una percepción tradicional ya que un 21% dice que
la democracia sirve para elegir a los gobernantes, esa idea está aso-
ciada con el 40% que piensan que la elección está relacionada con
un cambio en el país, en muchos menores porcentajes creen que la
democracia sirve para exigir cuentas al gobierno 3%, y 19% de los
jóvenes encuestados cree que la democracia no sirve para nada.
Respecto a la información en donde los jóvenes plasmaron aque-
llas instituciones en las que los jóvenes tienen mayor confianza, en
este sentido, los datos que se presentan coinciden con los datos que
han aparecido en otros ejercicios, es decir la institución en que más
confianza le tienen los jóvenes es la familia 42.1% y en segundo lugar
aparece la escuela 25.3%, no obstante que con anterioridad los jóve-
nes hacían algunas críticas a la escuela y a los profesores de donde
habían realizado sus estudios de preparatoria, en esta encuesta ma-
nifestaban que la escuela es un espacio en el que tienen y depositan
su confianza.
Los resultados del presente capitulo muestran que ser estudiante

universitario no resulta ser en la actualidad una práctica sencilla y fá-
cil de llevar a cabo, ya que su vida cotidiana dentro y fuera de la uni-
versidad transcurre con múltiples retos y muchas circunstancias en
contra. En efecto, para estos jóvenes llegar a las aulas universitarias
ha significado un gran logro a nivel personal, pero la permanencia
de éstos en las aulas de la universidad y la conclusión de sus estudios
hasta la obtención de su título profesional es un proceso que no está
exento de conflictos y éstos se han incrementado y se han hecho cada
vez más comunes y presentes en la vida de los jóvenes estudiantes.
168
Lo que los datos de la encuesta, y los de otras investigaciones hacen

evidente, es que el rol de estudiante plantea en la actualidad una se-
rie de disposiciones a cumplir: acudir de manera cotidiana a clases,
realizar lecturas, trabajos de investigación, participar en prácticas de
campo, pero también significa que en algunos casos aparte de sus la-
bores como estudiantes algunos de ellos tengan que desempeñar sus
roles como padre o madre de familia, esto hace que muchos de ellos
tengan que verse en la necesidad de ocuparse en alguna actividad
laboral. Además, algunos jóvenes se han enfrentado a problemas de
adicciones debido al consumo de drogas. También como quedó de-
mostrado en la encuesta, muchas de las actividades de los jóvenes se
llevan a cabo en los espacios domésticos de los propios estudiantes.
Esto hace o vuelve al espacio familiar un espacio clave en el proceso
de entender las dinámicas de los estudiantes universitarios, por lo
tanto habrá que conocer más adelante cuál es el equipamiento con
el que se apoyan los alumnos para realizar su actividad escolar, ya
que es clave para la consecución o no de los objetivos del proceso
formativo de los estudiantes.
Iniciamos este trabajo con el argumento sobre el desconocimien-
to que tenemos acerca de las condiciones socioeconómicas de los
estudiantes universitarios, mismas que pueden ser clave para de-
terminar su permanencia, pero también el abandono de las aulas.
También se destacó lo poco o nada sabemos acerca de sus valora-
ciones, aficiones, adicciones, y expectativas sobre su entorno social
más inmediato, así como también saber cuáles son los recursos con
los que cuentan o no en su espacio doméstico para poder cumplir
con las tareas/actividades académicas. Sin embargo, con el ejercicio
desarrollado con un grupo de estudiantes universitarios en el estado
mexicano de San Luis Potosí, pudimos tener acceso a información
que permitió generarnos una idea más próxima acerca de sus estilos/
modos de vida dentro y fuera de las aulas universitarias.
Con base en los resultados, se percibe que el tema de la sexualidad
es un aspecto clave en la vida de los jóvenes por los efectos y resulta-
dos que esto genera en su salud y en su trayectoria y vida académica.
169
Al respecto, la información es significativa ya que se muestra que la

vida sexual de los jóvenes encuestados es activa. En ello el entorno
familiar y la universidad deben de jugar un papel clave como orien-
tadores de este comportamiento entre los jóvenes con la intención
de que practiquen una vida sexual informada y responsable y que
ello no derive en embarazos no deseados y que esto sea un medio
para que se tenga que abandonar de manera temporal o definitiva
las aulas escolares. Además el hecho de que los jóvenes accedan a las
aulas no significa que usen algún método de prevención de embara-
zos. Reitero, en este sentido las instancias universitarias deben jugar
un papel más activo en la prevención de enfermedades de transmi-
sión sexual y embarazos entre los jóvenes estudiantes. Por lo tanto
esta y otras circunstancias seguramente estarán repercutiendo en su
trayectoria académica, dependiendo de estas circunstancias, segura-
mente veremos cómo su estancia en la universidad tenderá a expe-
rimentar importantes variaciones-alteraciones; ya que el tiempo y la
dedicación a su preparación se verá indudablemente afectadas.
También es importante destacar que hay profesores que en su
quehacer cotidiano con sus estudiantes no consideran que muchos
de ellos no puedan dedicarse de tiempo completo a sus estudios
porque tienen que atender otras responsabilidades igual de impor-
tantes y relevantes que las relacionadas con la escuela. Para aquellos
jóvenes que trabajan y estudian es relevante saber que su tiempo de
estudio se recorta de manera significativa para cumplir con sus dedi-
caciones laborales, además esto es un factor que sin dudas repercute
en el tiempo que los alumnos invierten para poder concluir con sus
estudios profesionales. La información que nos ofreció la encuesta es
que los jóvenes que estudian y trabajan de manera simultánea tienen
una identidad y un proyecto de vida dividido entre dos realidades
distintas. De esta forma, se vuelve indispensable apoyar a los estu-
diantes y también a sus familias para que puedan asegurar su solven-
cia económica durante el tiempo que los jóvenes permanezcan en
las aulas, además de promover planes o programas de estudio que
sean lo suficientemente flexibles para apoyar a los estudiantes que
estudian y trabajan. Con ello se pretende que las instituciones de en-
170
señanza puedan estar contribuyendo a su permanencia en las aulas

universitarias y a su futura titulación. Ante estas circunstancias las
escuelas o las instancias educativas deben de estar en condiciones de
poder ofrecerle al estudiante una enseñanza que le resulte relevante,
pertinente, atractiva, flexible y significativa.
Por lo tanto, los docentes y las instituciones de educación supe-
rior tienen que poner énfasis en el hecho de que aquellos estudiantes
que trabajan tendrán un desempeño académico distinto de aquellos
jóvenes que se dedican exclusivamente al estudio. Además estos
mismos jóvenes se estarán relacionando de muy diferente manera
con su familia, con sus profesores y con sus compañeros de clase.
Investigaciones realizadas en otros países han encontrado que el
problema del abandono de la escuela por muchos jóvenes está di-
rectamente asociado con el hecho de que los jóvenes tienen que estar
dedicándose también a otras actividades -trabajar, cuidar hijos, que-
haceres domésticos. Es más, los jóvenes atribuyen el abandono de las
aulas más a causas o responsabilidades laborales que por problemas
académicos (Galland y Oberti, 1996; Hossler, et al. 1999).
No obstante, la condición de que trabajen y estudien a la vez no
es en sí misma una situación negativa, ya que algunos jóvenes pue-
den ir adquiriendo la experiencia en su ámbito profesional. Aunque
puede haber otros más que lo hagan en otros ámbitos que no estén
vinculados-relacionados con su perfil profesional. Los estudios de
Adrián de Garay (2001, 2004, 2005), así como los resultados de otras
encuestas demuestran que pensar en la idea del estudiante de tiempo
completo que vive para la escuela resulta ya una ficción, si se le sigue
considerando como aquel joven que puede dedicarse exclusivamen-
te a los estudios (Secretaría de Educación Pública/Consejo para la
Evaluación de la Educación del Tipo Medio Superior A.C., 2012).
Otro aspecto clave de la encuesta es el que se refiere al consumo
de alcohol y cigarro, esto es un aspecto que se tiene que abordar por
diferentes instancias, en ello las instituciones educativas deben de
ser un espacio clave y además debe de articular esfuerzos con otras
dependencias que tienen que velar por la integridad/salud de los jó-
171
venes: la familia y otras instancias relacionadas con el tratamiento

de las adicciones para desarrollar estrategias de carácter preventivo.
Lo anterior es clave, ya que el consumo de las drogas “legales” y de
las drogas ilícitas, en las que destaca la mariguana y la cocaína que
son las drogas que más han incrementado su consumo entre los jó-
venes, juegan un importante papel como detonador del deterioro de
la salud física y mental de los jóvenes y esto termina por impactar en
su vida dentro y fuera de las aulas.
El tema de las nuevas tecnologías de la información ha venido a
colocarse como un importante actor en la vida académica y extraa-
cadémica de los jóvenes, aspecto que los docentes debemos de tener
en consideración en las estrategias de enseñanza-aprendizaje. En
este sentido, las redes sociales aparecen como un importante com-
plemento en el proceso de enseñanza. Ya que los jóvenes invierten
una buena cantidad de tiempo en “navegar” ahí acceden a informa-
ción complementaria a la que obtienen de los profesores y de lo que
se obtiene con los planes de estudio. En ello hay un importante reto
para poder encauzar las nuevas competencias y las nuevas habili-
dades de los jóvenes para que puedan obtener provecho del manejo
de estas nuevas tecnologías de la información. Los resultados que
arrojó la encuesta son que un porcentaje importante de los estudian-
tes encuestados tiene o cuenta con al menos una computadora en
casa y esto se ha visto acompañado por el acceso a una señal que les
permite contar con acceso internet. Por lo tanto, se puede decir que
se ha vuelto clave el acceso o no de los jóvenes estudiantes al equipa-
miento de medios electrónicos (computadora personal, Laptop, im-
presora, acceso a internet, paquetería especializada para poder llevar
a cabo sus tareas, memoria USB). Al incorporarse los jóvenes a las
actividades de la vida académica en la universidad, es clave entender
que éstos tienen que adaptarse a nuevas circunstancias y tienen que
familiarizarse con nuevas técnicas de trabajo escolar, entre ellas las
tutorías, el trabajo de investigación, la elaboración de notas y la ne-
cesidad de exponer en el salón de clases, muchas de estas actividades
son poco comunes en la enseñanza del bachillerato. Esta es una cues-
172
tión importante, ya que una parte del abandono y los fracasos de los
jóvenes son significativos durante el primer año.
Reiteramos, no obstante, los avances que puedan ofrecer las en-
cuestas, es un hecho que sigue existiendo un desconocimiento de
los actores juveniles en su condición de estudiante, en tanto sujetos
sociales complejos y cambiantes. También hay una falta de reconoci-
miento de los jóvenes como sujetos-actores educativos, se tiene que
valorar su grado de involucramiento y participación en dinámicas y
procesos que contribuyen a que ellos tengan una percepción/par-
ticipación en ámbitos político-sociales. Al proponer el desarrollo de
nuevos proyectos de investigación, como la presente información
que arrojó la encuesta, se busca desmitificar un conjunto de creen-
cias del sentido común en torno a este sector de la población. En ge-
neral, se trata de mostrar las diversas maneras de cómo se es joven, y
también cómo se es joven estudiante universitario en la actualidad.
173
BALANCE GENERAL
Lo hasta aquí presentado no hace sino dar cuenta de la situación

que cotidianamente enfrentan las diversas juventudes que habitan
en las cuatro regiones que conforman la entidad potosina. Destaca
el aspecto plural con el que hago referencia a la experiencia de las
diversas maneras de vivir y experimentar la juventud ya que, como
quedó evidenciado, la juventud es más que una palabra y más que
solamente una condición biológica. Ser joven en América Latina, en
México y en San Luis Potosí, en particular, se vive y se experimenta
de muy diversas maneras dependiendo de aspectos sobre los que no
siempre los jóvenes ejercen un control, lo cual hace que la gran ma-
yoría sean sujetos sumamente vulnerables.
En muchos de los casos es claro que las oportunidad eso las frus-
traciones de las y los jóvenes dependen de variados factores, entre
ellos el económico y el laboral, los que se presentan como algunos
de los más significativos. Por ejemplo, el contar o no con el ingreso
monetario suficiente en el ámbito familiar es factor clave para que
él o la joven pueda acceder o no a la educación. En varios casos se
observó que la educación de los jóvenes se veía truncada en diferen-
tes niveles ya que las familias se encontraban en el dilema de colo-
carlos en el mercado de trabajo o dejarlos en la escuela, en muchos
casos la precariedad económica de la familia terminaba cancelando
la oportunidad de seguir con los estudios.
175
Balance general
Como se puede ver, la situación de las juventudes potosinas en-

cuentra bastantes coincidencias con la experiencia de exclusión que
enfrentan las de México y del resto de América Latina. De igual for-
ma, quiero destacar que, no obstante lo critico de los escenarios, los
jóvenes han venido desarrollando diversas estrategias y proyectos
con los que pretenden sortear y hacer frente a los escenarios de ex-
clusión. Por lo tanto, es relevante el papel activo y creativo que ha ve-
nido a desarrollar estos jóvenes desde cada uno de los escenarios en
donde que desarrollan su actividad cotidiana. Los jóvenes potosinos,
así como los de otras latitudes, han venido a desarrollar, en tiempos
de crisis y de exclusión, un importante papel de promoción de diver-
sas y variadas estrategias de vida con las que pretenden enfrentar los
desafíos de su generación.
La cotidianeidad de muchos jóvenes transcurre entre las activi-
dades realizadas en casa, en la escuela, en la calle, en el trabajo, todo
ello de manera simultánea. Es decir, los jóvenes han tenido que de-
sarrollar la habilidad de moverse en diferentes escenarios, desarro-
llando múltiples actividades. Este es un rasgo que los caracteriza a
diferencia de las anteriores generaciones. Es decir, aunque al interior
de las familias o de la entidad las condiciones económicas no son las
mejores, ello no ha sido factor decisivo para que la totalidad de los
jóvenes entrevistados y encuestados se hayan visto en la necesidad
de abandonar sus estudios, ya que son ellos quienes han venido a
asumir un papel laboral y económico muy activo, aunque la mayor
parte de ellos lo hacen en condiciones muy desfavorables y precarias.
Las experiencias demuestran que los ingresos por ellos generados
son clave para el mantenimiento no únicamente de sus gastos, sino
como quedo evidenciado, muchos de los jóvenes entrevistados ha-
cen aportes fundamentales para el sostén de la economía familiar.
Este es un aspecto que se tiene que valorar, ya que los jóvenes así
como enfrentan situaciones que los colocan en condiciones de ex-
clusión, ellos mismos asumen un rol como generadores de opcio-
nes laborales que les permita acceder a mejores condiciones de vida,
reitero, no sólo a ellos si no en ocasiones al resto de su familia.
176
En este sentido también se demostró que la condición económica

o la condición de género no se presentan como impedimentos para
que los jóvenes salgan de sus comunidades de origen y aspiren a me-
jorar sus condiciones de vida a través de la educación y el trabajo.
Esta última aseveración queda muy bien ejemplificada con los casos
de los jóvenes indígenas y de espacios rurales analizados en el traba-
jo. Jóvenes, hombres y mujeres ya sea en el ámbito rural y en el ám-
bito indígena de en San Luis Potosí han demostrado ser capaces de
tener y crear nuevas oportunidades educativas y laborales muy dife-
rentes a las que tuvieron los miembros de sus familias pertenecientes
a las anteriores generaciones, no obstante las limitantes económicas.
La juventud potosina se experimenta de manera bastante particu-
lar: aunque se encuentran en la edad en la que deberían de estar (la
mayoría) estudiando, un alto porcentaje abandona la escuela para
trabajar dentro o fuera de su casa o se dedican a trabajar y estudiar
de manera simultánea, lo cual crea una condición de tensión y de
conflicto entre sus propios intereses y los del resto de su familia y
de su comunidad. En este trabajo encontramos también la labor in-
visible, pero fundamental, de los jóvenes dentro de sus hogares. Es
decir, mientras que las encuestas muestran que millones de jóvenes
no estudian y no trabajan y por lo tanto son catalogados (estigmati
zados) como ninis, las experiencias relatadas por los propios jóvenes
nos muestran que su vida cotidiana se encuentra marcada por el des-
empeño de diversas actividades que tal vez no generan ingresos pero
apoyan la integración y desarrollo de la familia. Son los jóvenes quie-
nes se hacen cargo del cuidado de sus hermanos menores y de algu-
nos quehaceres del hogar (preparación de alimentos, lavado de ropa,
etc.), todos ellas clave para la vida cotidiana de cualquier familia.
Las expectativas de los jóvenes en torno a su vida familiar, su se-
xualidad y sus expectativas laborales son distintas, resultado de las
influencias a las que están expuestos como resultado de su acceso a
nuevos espacios y nuevos territorios, nuevos empleos, nuevos estilos
de vida y nuevos mensajes mediáticos a través de las nuevas tecno-
logías de la información. Los jóvenes son personajes activos que no
177
Balance general
permanecen aislados: más bien proponen, transitan y crean nuevos

derroteros, nuevos caminos y expectativas, muy diferentes a los ex-
perimentados por los jóvenes décadas atrás.
Es necesario un acercamiento a las realidades del estudiantado
universitario de San Luis Potosí para conocer su vida cotidiana, ya
que los docentes sólo interactuamos y pretendemos establecer una
comunicación con nuestros estudiantes desde el aula y poco o nada
conocemos de su realidad en otras facetas, igual o más importantes
que los aspectos escolares/académicos para entender el éxito o fra-
caso de la trayectoria de los y las estudiantes de nivel superior. Antes
que estudiantes, son jóvenes que trabajan, tienen o buscan relaciones
sexuales, que pueden ser padres o madres de familia, que en ocasio-
nes tienen adicciones, que enfrentan situaciones de violencia dentro
y fuera de su hogar. Son jóvenes con acceso a elementos tecnológicos
que les permiten interactuar y acceder a las redes sociales. Además,
tienen interés en diversos temas políticos e ideológicos que se de-
sarrollan en su entorno y que se vuelven elementos que definen los
intereses profesionales que desarrollarán dentro de las aulas.
Es decir, es bajo estas circunstancias que las juventudes acceden
a las aulas y por lo tanto marcan el rumbo de su desempeño esco-
lar y deben ser interiorizados por todos los interesados en generar
propuestas para mejorar las condiciones de vida de las y los jóvenes,
para redoblar esfuerzos desde diferentes ámbitos y en todas las ins-
tancias involucradas.
En general es un hecho que hay muchas maneras de ser joven
en la sociedad mexicana, y hay que destacar que estas diferencias se
desprenden o son derivadas de la pobreza y la desigualdad socioe-
conómica y educativa que privan en el país. Aunque también existen
las otras juventudes, aquellas que se encuentran conectadas y que
son jóvenes emprendedores. Es decir existen diversas juventudes:
una mayoritaria, que es precarizada, desconectada, no sólo de las
redes sociales de información, sino que también están desafilia-
dos de las instituciones y de los sistemas de seguridad (educación,
salud, trabajo y seguridad). Estos jóvenes viven o mejor dicho sobre-
178
viven con lo mínimo, con lo básico. Por otro lado, aparecen otros,
una minoría, que están conectados, incorporados a los circuitos y
a las instituciones de seguridad y además tienen capacidad de ele-
gir. Aparte, existen otras juventudes que se desprenden a partir de
las diferencias de género, de clase, de instancias ad adscripción del
YO. En estas diversidades aparecen entonces los jóvenes indígenas,
rurales, pandilleros, rockeros, punks, emos, darketos, universitarios,
emprendedores y muchos más.
También es relevante destacar que bajo las actuales circunstancias
que enfrentan las sociedades, esto ha generado que las transiciones
de la juventud a la adultez transcurren ahora de manera menos or-
ganizada-controlada. Ahora esa transición está llena de riesgos, la
flexibilidad parece ser una mejor alternativa en el mundo de hoy.
La flexibilidad parece presentar mejores ventajas que los modelos
verticales, los jóvenes aprenden sobre la marcha. Actualmente los
jóvenes se mueven en arenas-circuitos públicos y privados, formales
e informales, planean y deciden sobre la marcha, gestionan recursos
de diversas fuentes. Aprovechan las redes sociales en internet, pero
también continúan recurriendo al capital social, vía las relaciones
familiares y de pares.
Es evidente que bajo las actuales circunstancias, los jóvenes han
tenido que desarrollar nuevos formatos de vida en familia, nuevos
estilos de trabajo, nuevas formas de construir su ciudadanía, nuevas
formas de aprender, ya que no sólo cuentan con las herramientas
clásicas de la escuela- aula- profesor. Ahora, ellos tienen acceso a
otros recursos que les proveen de datos e información ¿serán estos
capaces de otorgarles certezas?
Derivado de este interesante recorrido por las experiencias de vida
de los jóvenes, es posible concluir que la juventud es más que una
cuestión de edad, ahora debemos de aprender a verla y entenderla
como un conjunto de respuestas instrumentadas para hacer frente
a los cambios-ajustes que han experimentado las instituciones que
durante otros momentos-épocas posibilitaron una transición a la
adultez y que en cierta medida brindaron estabilidad a otras genera-
ciones de jóvenes.
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http://www.oem.com.mx/laprensa/notas/n2804765.htm
PERIÓDICOS:
El Universal, 10 de febrero de 2006.
192
193
Este libro se terminó de imprimir en junio de 2014
Número de ejemplares: 1,000
E ste es un trabajo en el cual los principales protagonistas son la población joven del estado
mexicano de San Luis Potosí. Al igual que sus contrapartes en el resto del país, los jóvenes
de esta entidad mexicana enfrentan, padecen y sortean de manera cotidiana los cambios que
se gestan en las esferas de lo económico, lo político, lo laboral, lo tecnológico y lo cultural y que
ocurren en un contexto más amplio (el global), pero que de una u otra forma terminan por impactar
en las actividades que éstos despliegan en los contextos locales, los más íntimos (la familia, la
escuela, el trabajo, el barrio/la colonia) en los que de manera cotidiana hombres y mujeres jóvenes
desarrollan su vida. Los capítulos que conforman este libro dan cuenta de las heterogeneidades
y las complejidades de las juventudes que conforman la entidad potosina. Así, las juventudes
potosinas contemporáneas, —sean urbanas, indígenas o campesinas— analizadas en este trabajo,
se destacan por su capacidad creadora y su rápida asimilación de nuevos procesos y nuevos estilos
de vida, de trabajo y de consumo. Sin embargo, no rompen con lo tradicional, se involucran en
lo moderno manteniendo también sus vínculos con la familia y con sus comunidades de origen.
Las juventudes potosinas son modernas pero siguen apegados a la familia, como demuestran los
resultados de diferentes encuestas, en donde al preguntarles cuál es la institución en la que más
confianza responden, en altos porcentajes, que sigue siendo la familia.
A partir de la publicación reciente de diversos trabajos sobre el tema de la juventud, es que se

ha dejado de caracterizarla como un conjunto homogéneo, ya que estamos siendo testigos de la
construcción de actores complejos y heterogéneos que se agrupan y se desagrupan en numerosos
colectivos en donde los jóvenes se dan a la tarea de involucrarse en diferentes movimientos.
Algunos de los más comunes son los siguientes: la lucha de los derechos humanos de las minorías
étnicas, respeto y tolerancia a la diversidad y libertad sexual, la lucha por mantener la ecología y el
medio ambiente, la paz, la defensa de los grupos indígenas y sus territorios. Para otros más, entre
los que se destacan aquellos que se encuentran en una situación de marginación, los excluidos,
muchas veces sólo les quedan las salidas o las vías más drásticas: la migración, la violencia, la
delincuencia, la droga y al final la muerte. Sin embargo, para muchos jóvenes, independientemente
de su condición de clase, se comparte una idea sobre la precariedad del presente y del futuro.
9 786079 343446

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José Guadalupe Rivera González

Miradas etnográficas sobre las exclusiones/inclusiones

José Guadalupe Rivera González

Esta publicación contó con el arbitraje de pares académicos.

Cuidado editorial: Dr. Ramón Manuel Pérez Martínez

Todos los derechos reservados conforme a la ley

Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta del

José Guadalupe Rivera González

Universidad Autónoma de San Luis Potos

CAPÍTULO 1. DIVERSAS MIRADAS EN TORNO A LAS EXPERIENCIAS DE

CAPÍTULO 2. LA ESCUELA Y EL TRABAJO EN EL PROCESO DE

CAPÍTULO 3. JUVENTUDES INDÍGENAS EMERGENTES: TENSIONES,

CAPÍTULO 4. CONSTRUYENDO LA CONDICIÓN JUVENIL

CAPÍTULO 5. JUVENTUDES RURALES: PERCEPCIONES EN TORNO A LA

CAPÍTULO 6. LA CONSTRUCCIÓN DE NUEVOS PERFILES Y NUEVAS

Panorama de las juventudes potosinas en los inicios del

Este es un trabajo en el cual los principales protagonistas son la

­ arcada pobreza, marginación, migración y diversas manifestacio-

tas regiones y han terminado por impactar de manera negativa en la

población que reside en muchos de sus municipios. Migración en la

39.93%, sólo trabajaban 29.10%, trabajaban y estudiaban 10% y no

La inseguridad económica que la juventud potosina padece co-

c­ onfianza ­responden, en altos porcentajes, que sigue siendo la fami-

Panorama de las juventudes latinoamericanas

En los países de América Latina, y en México en específico, en las

paz, la defensa de los grupos indígenas y sus territorios. Para otros

vuelve obsoletos muchos de los antiguos ritos de paso de la juventud

Los cárteles de la droga han aprovechado la falta de valores e inte-

Los procesos de construcción y reformulación de las identidades

hechos demuestran es que estos procesos de inclusión son cada vez

de aprender, ya que no sólo cuentan con las herramientas clásicas

Contenido del texto.

Todos los trabajos aquí presentados son materiales que original-

experimentan rápidos procesos de recomposición identitarias, con

no plazo. Las juventudes contemporáneas enfrentan una gama de

El capítulo 4, “Construyendo la condición juvenil. La experiencia

más comunes es creer y/o pensar que la totalidad de los alumnos

Para una gran parte de la población juvenil en América Latina y en

En este mismo contexto, la mayor vulnerabilidad de la población

La construcción de nuevas tensiones y paradojas entre los

Reitero, el lento crecimiento económico, la poca o nula generación

y también desde la propia sociedad civil se realicen importantes es-

laboral. Además cuando los jóvenes logran tener acceso a

2. Los jóvenes poseen más habilidades y capacidades en el

3. En los tiempos actuales, los jóvenes tienen un mayor ac-

deficiente formación en lo que se refiere a una ciudadanía

4. Los jóvenes poseen mayores expectativas de autonomía,

5. Los jóvenes se hallan provistos de mejores condiciones

jóvenes se involucran cada vez más en trayectorias migra-

7. La experiencia demuestra que los jóvenes son más cohe-

8. Actualmente los jóvenes parecen estar más aptos para el

9. Si en generaciones pasadas los jóvenes fueron portadores

Actualmente, en la mayoría de los países de América La-

10. Los jóvenes de hoy resultan ser más consumidores, y

Los datos arrojados por los diagnósticos tanto de la CEPAL/OIJ son

Además resulta significativo observar que, no obstante muchas

todos los ámbitos de la vida social. Por ejemplo, en la década de 1980

y aduanas. De esta forma, los jóvenes encuentran actualmente los

y la capacidad de desarrollar diversas formas de colaboración con

Nuevas formas de ser joven: integrados pero desiguales.

Entender lo que representa o, mejor dicho, significa ser joven es

el sentido de la complejidad, ya que hoy resulta imposible referirse a

La condición de las juventudes desde la perspectiva de las

arcada pobreza, marginación, migración y diversas manifestacio-

c onfianza responden, en altos porcentajes, que sigue siendo la fami-

do de las escuelas, ya que, desde la perspectiva de los estudiantes, en

El acceso y la permanencia en la escuela es algo que está determinado

trayectoria educativa. En este sentido, también la experiencia edu-