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FLUJO TURBULENTO

Capítulo 1: Introducción general y definiciones

1.1 INTRODUCCIÓN
La mayoría de los flujos encontrados en la práctica de ingeniería y en la naturaleza son
turbulentos. Por ejemplo, el flujo en la capa límite sobre las alas de un avión es turbulento; el
flujo en la capa límite atmosférica (cerca de la superficie de la tierra) es turbulento (excepto
posiblemente en condiciones muy estables); el flujo de agua en los ríos es turbulento y las
grandes corrientes oceánicas son turbulentas. A pesar de nuestra experiencia diaria con el
flujo turbulento, no es fácil de definir la turbulencia con precisión. Existe una tendencia a
confundir flujo turbulento con “flujo aleatorio”; pero como se verá más adelante, un flujo
turbulento no es un flujo aleatorio. [En la literatura, el término turbulencia se emplea como
sinónimo de flujo turbulento].
En general, sobre la turbulencia existen puntos de vista muy diversos. Al respecto, con algo
de humor, MARCEL LESIEUR (1987)1 dijo que:
La turbulencia es un tema peligroso que está en el origen de serios enfrentamientos en reuniones
científicas, ya que representa puntos de vista extremadamente diferentes, todos los cuales tienen en
común su complejidad, así como una incapacidad para resolver el problema. Incluso es difícil llegar
a un acuerdo sobre cuál es exactamente el problema a resolver. (en KUNDU & COHEN, 2002, p.
496).
En este curso se discutirán las ideas y los conceptos básicos acerca de la dinámica del flujo
turbulento. “Veremos que tales flujos no permiten un estudio analítico estricto, y uno depende
en gran medida de la intuición física y los argumentos dimensionales” (Ob. Cit. p.497).

1.2 RÉGIMEN DE FLUJO DE UN FLUIDO REAL: EXPERIMENTO DE REYNOLDS


Al estudiar microscópicamente un flujo de fluido real se puede distinguir 2 regímenes bien
marcados que describen el estado del movimiento del fluido: flujo laminar y flujo turbulento.
La existencia de estos dos tipos de flujo es un resultado propiamente de la viscosidad del
fluido; y no habría distinción entre ambos en ausencia de la viscosidad.
Este tema de flujo laminar y flujo turbulento, hoy en día fácil de entender, no lo fue así cuando
los pioneros investigadores como Hagen, Poiseuille, Darcy, Reynolds y Boussinesq iniciaron
sus trabajos de investigación. Según la historia, el año 1839 Hagen2 en América, y en 1841
Poiseuille3 en Francia, demostraron analí-
tica y experimentalmente que cuando el
agua fluía a velocidades relativamente
bajas a través de tuberías delgadas, la
caída de presión era directamente
proporcional a la velocidad media del flujo
e inversamente proporcional al cuadrado
del diámetro interno del tubo. Sin
embargo, Darcy4, en 1857, publicó una
nueva forma de la ecuación de Prony5,
Gotthilf H. Ludwing Hagen basado en sus experimentos en Jean Louis Marie Poiseuille
(1797 - 1884) diferentes tipos de tubería entre 0.012 y (1779 - 1869)

1
Lesieur, Marcel (1987). “Turbulence in Fluids”. Dordrecht (Netherlands), M. N. Publishers (en KUNDU, 1990, pp. 417 y 473).
2
Gotthilf Heinrich Ludwing Hagen (1797-1884), físico e ingeniero hidráulico alemán.
3
Jean Louis Marie Poiseuille (1779-1869), físico y médico francés, recordado por la ley que rige la circulación laminar de fluidos visco-
sos en tubos cilíndricos.
4
Henry Philibert Gaspard Darcy (1803-1858), científico francés que hizo importantes contribuciones a la hidráulica, principalmente en
flujo y pérdidas por fricción en tuberías, y flujo a través de columnas de suelo.
5
Gaspar Clair François Marie Riche de Prony (1755-1839), antiguo estudiante de Chézy, inventor del freno Prony.
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0.50 m de diámetro y un amplio rango de velocidades (tuberías más gruesas que las usadas
por Poiseuille y a velocidades más altas), demostrando que la caída de presión variaba
aproximadamente con el cuadrado de la velocidad, e inversamente con el diámetro interno de
la tubería. Estas dos leyes aparentemente contradictorias, tuvieron que esperar hasta 1883
cuando Reynolds6 realizó su clásico experimento que ilustró las diferencias entre flujo laminar
y turbulento; explicó este aparente paradoja y posibilitó la reconciliación de los 2 descubrimien-
tos experimentales (DUCKWORTH, 1977, p. 156; BRODKEY & HERSHEY, 1988, p. 202).

Figura 1.1:
Laboratorio de Reynolds

Las leyes de caída de presión (o mejor, pérdida de carga) que


ocurre en flujo laminar y turbulento en tuberías, se puede
demostrar con el siguiente experimento (ver esquema en la fi-
gura 1.2):
Si se mide la pérdida de carga en una
longitud dada de un tubo uniforme a
diferentes valores de velocidad media del
flujo ( U ), se encontrará que, mientras
que la velocidad es suficientemente
baja para asegurar flujo laminar, la
pérdida de carga por fricción ( h f ), será
directamente proporcional a la velocidad.
Henry Ph. G. Darcy Pero con el incremento de velocidad, en Osborne Reynolds
(1803 - 1858) algún punto B, donde la observación vi- (1842 – 1912)
sual en un tubo transparente mostraría que el flujo cambia de laminar a turbulento, habrá un
abrupto incremento en la tasa de variación de la pérdida de carga.
Si se grafican los logaritmos de U y h f sobre una escala lineal, o si estos valores son
graficados directamente sobre un papel logarítmico, se obtiene, después de pasar una cierta
región de transición, líneas con pendientes en el rango de 1.75 a 2.0, tal como muestra la
figura 1.3. Se ve así que para flujo laminar la pérdida de carga debido a la fricción varía con
U , mientras que para flujo turbulento dicha pérdida varía con U n , donde n está
aproximadamente en el rango de 1.75 a 2.0 De estos, el valor inferior de 1.75 corresponde

6 Osborne Reynolds (1842-1912), matemático inglés, nacido en Belfast (Irlanda).


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para flujo turbulento en tubos con paredes muy lisas; cuando la rugosidad de la pared del tubo
incrementa, el valor de n aumenta hasta su máximo valor de 2.

Figura 1.2:
Arreglo para medir pérdida
de carga en una tubería
(Fuente: DUCKWORTH, 1977, p. 168)

Los puntos en la figura 1.3 fueron graficados directamente de las mediciones de Reynolds, y
estos muestran curvas evidentes en la zona de transición donde los valores de n son hasta
mayores que 2. Ahora bien, si se realiza el proceso inverso, es decir, si la velocidad es
reducida gradualmente desde un valor alto que corresponde a flujo turbulento, la línea BC no
se volverá a trazar. En este caso, los puntos se emplazarán a lo largo de la curva CA. El
punto B es conocido como el punto crítico superior y el punto A como el punto crítico inferior.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que la velocidad no es el único factor que determina si
el flujo es laminar o turbulento en el experimento descrito. El criterio es el parámetro
denominado Número de Reynolds, definido por la fórmula (1.1).

Ver video Tubo del equipo de Reynolds

Fotografía de diversos regímenes de flujo en el tanque de Reynolds


(Fuente: BALLESTEROS, 2010)
Figura 1.3:
Gráfica log-log para flujo en un tubo circular recto.
(Fuente: DAUGHERTY & FRANZINI, 1977, p. 192)
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1.3 NÚMERO DE REYNOLDS CRÍTICO PARA FLUJO EN TUBERÍAS


Como se ha dicho en la Sección anterior, de acuerdo a los puntos de la figura 1.3, al número
de Reynolds que corresponde al punto B se denomina número de Reynolds crítico superior; y
al que corresponde al punto A, número de Reynolds crítico inferior.
De estos 2 valores, el número de Reynolds crítico superior es realmente indeterminado y
depende del cuidado tomado para prevenir alguna perturbación inicial que pueda afectar al
flujo. Su valor es normalmente alrededor de 4000, pero en tuberías circulares se ha
mantenido flujo laminar hasta valores de Número de Reynolds tan altos como 50,000. Sin
embargo, en tales casos este flujo es de por sí inestable y a la mínima perturbación se
transformará instantáneamente en flujo turbulento. En cambio, es prácticamente imposible
mantener flujo turbulento en un tubo recto para valores de número de Reynolds por debajo de
2000, por que cualquier perturbación que surja será amortiguada por la fricción viscosa. Este
valor inferior es mucho más definido que el valor superior y es realmente el punto que divide
entre los 2 regímenes de flujo. Por lo tanto, este valor inferior es definido como el verdadero
número de Reynolds crítico (Rec) para flujo en tuberías circulares rectas.
Dicho de otro modo, repitiendo el experimento de Reynolds, si se tuviera un tubo circular recto
con flujo turbulento en la que paulatinamente se disminuye la velocidad, llegará un momento
en el que el flujo se hace laminar. Esto ocurre con número de Reynolds de aproximadamente
2000, y no depende de la rugosidad de las paredes de la tubería. En cambio, si se procede en
el sentido inverso, es decir, desde un flujo laminar se va aumentando progresivamente la
velocidad, llegará un momento en el que el flujo se hace turbulento. Para este caso no hay un
límite definido; puede ocurrir para un número de Reynolds de 5,000, 10,000 ó más,
dependiendo de la naturaleza de las perturbaciones exteriores y también de la rugosidad de
las paredes de la tubería.
De nuevo en la figura 1.3, el sentido de la variación paulatina de la velocidad durante el
experimento muestran las flechas. Como puede observarse, en la zona de transición se
forman 2 curvas claramente distintas: la curva ABC durante el incremento de la velocidad, y la
curva CA durante la disminución. Es decir, cuando la velocidad se reduce gradualmente
desde un valor alto, no se volverá a trazar la línea BC; en cambio, los puntos se emplazarán a
lo largo de la curva CA.
Lo anteriormente expuesto corresponde a experimentos en laboratorio. Según STREETER
(2000), “En instalaciones usuales de tuberías, el flujo cambiará de laminar a turbulento en el
intervalo de número de Reynolds entre 2,000 y 4,000. Para propósitos generales se supone
que el cambio ocurre cuando Re  2,000 ” (p.261). Otros autores consignan valores
ligeramente diferentes de estos límites. Así, según GERHART et al. (1995) “Para número de
Reynolds entre 2,300 y 4,000, el flujo es impredecible y a veces pulsa o cambia de laminar a
turbulento y viceversa. Este tipo de flujos se denomina flujo de transición“ (p. 514). Para estos
autores, si el número de Reynolds es mayor que 4,000, el flujo es generalmente turbulento y
para Re  2,300 el flujo es laminar. Expresado de otro modo, en una tubería Re  2,300 es el
máximo para flujo laminar, y Re  4,000 es el mínimo para flujo turbulento estable.
Finalmente, con respecto al valor del número de Reynolds crítico inferior, es importante tomar
nota la siguiente acotación que hacen DAUGHERTY & FRANZINI (1977):
Sin embargo, este valor [del número de Reynolds] crítico inferior está sujeto a pequeñas
variaciones. Su valor será más alto en una tubería convergente y más bajo en una tubería
divergente comparado con el valor para una tubería recta. También, para una tubería curva será
menor que para una tubería recta, y aún para una tubería uniforme y recta puede resultar tan bajo
como 1000 cuando hay un excesivo grado de rugosidad. Sin embargo, para casos normales de
flujo en tuberías rectas de diámetro uniforme y rugosidad usual, el valor del número de Reynolds
crítico inferior puede ser tomado como 2,000. (p. 193)
El experimento de Reynolds se puede repetir con otros fluidos: aceite, alcohol, aire, etc. (es
decir,  variable) y con diversos diámetros de tubería (D variable). Reynolds experimentó con
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tuberías de diversos diámetros. Todo lo cual demuestra, como ya se indicó al final de la


Sección 1.2, que no es un cierto valor de la viscosidad del fluido () o de la velocidad U lo que
condiciona el paso de régimen laminar a turbulento, sino un cierto valor de Re. El número de
Reynolds ( R e ) para el experimento, como ya fue mencionado, fue definido por:
UD
Re  (1.1)

donde U es velocidad media del flujo en el tubo circular de diámetro D constante, y  es
viscosidad cinemática del fluido. En esta definición D representa a la longitud característica.
Se pueden tomar otras distancias como longitud característica, entonces los números críticos
tomarán otros valores. Así por ejemplo, si se tomara el radio hidráulico (R) como la longitud
característica (lo cual no es usual para flujo en tuberías) el número crítico inferior sería 500, ya
que para un tubo circular R  D4 .
Por último, tratándose de flujo en tuberías de sección transversal no circular, por ejemplo
cuadrangular, rectangular, triangular, exagonal, etc., el número de Reynolds se calcula con la
fórmula (1.1) sustituyendo D por 4R; y el régimen del flujo se define considerando los valores
de número de Reynolds crítico para tuberías circulares rectas.

Ejemplo 1.1: Determinar régimen de flujo en una tubería


En un tubo de 2.067 in de diámetro interno y 0.02330 ft2 de área de sección transversal, fluye
agua a razón de 50 gpm (galones por minuto). Si la temperatura es 86 ºF, determinar si el
flujo es laminar, turbulento o transicional.
Solución
Conociendo la sección del tubo, el caudal y la temperatura del agua, se requiere calcular Re .
De tablas, o diagramas, para agua a 86ºF se obtiene los datos de densidad y viscosidad
dinámica, de modo que se tiene lo siguiente:
Datos: Factores de conversión:
D = 2.067 in = 0.17225 ft 1 gr cm-3 = 62.43 lb ft-3
A = 0.02330 ft2 1 cP = 6.72x10-4 lb ft-1 s-1
 = 0.99568 gr cm-3 = 62.16 lb ft-3 7.48 galones = 1 ft3
 = 0.8007 cP (centipoise) = 5.381x10-4 lb ft-1 s-1
Q = 50 gpm = 0.1114 ft3 s-1
Entonces, de la definición de velocidad media, y luego con la fórmula (1.1) se obtiene:
Q 0.1114
U   4.78 ft s-1 , y
A 0.02330
DU (0.17225) (4.78) (62.16)
Re    95,130  9.51 104 .
 5.38  10 4
Comentario:
Como Re  Rec , el flujo en la tubería indicada es turbulento.
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1.4 NUMERO DE REYNOLDS CRITICO PARA OTRAS FORMAS DE FLUJO

a).- Flujo en canales


Para caso de flujo en canales, la longitud característica es el radio hidráulico ( R ), y el número
de Reynolds se calcula con la siguiente fórmula:
UR
Re  (1.2)

A diferencia de flujo en tuberías, el rango transicional de Re no es muy bien definido. El
número de Reynolds crítico inferior depende de alguna manera de la forma del canal. Su valor
varía de 500 a 600.
Para propósitos prácticos, el rango transicional de Re para flujo en canales puede suponerse
que está entre 500 a 2,000. Sin embargo, se debe notar que el valor superior es arbitrario,
puesto que no hay límite superior definido para todas las condiciones de flujo (CHOW , 1959, p.
9).
Para canales anchos7 R se aproxima al tirante ( h ). En consecuencia, para canales anchos se
suele emplear h como longitud característica en la fórmula (1.2).

Ejemplo 1.2: Determinar régimen de flujo en un canal


Un canal rectangular de laboratorio de 2.76 ft de ancho conduce una descarga de 0.06326 ft 3
s-1 de agua a una temperatura de 68 ºF (21 ºC) con una profundidad de 0.1104 ft. Determinar
el régimen de la corriente en el canal.
Solución
Conociendo la sección del canal, el caudal y la temperatura del agua, se requiere calcular Re .
De tablas, o diagramas, se obtiene que la viscosidad cinemática del agua. Entonces, se tiene
lo siguiente:
Datos:
B = 2.76 ft Q = 0.06326 ft3 s-1
h = 0.1104 ft  = 1.059x10-5 ft2 s-1
Según las definiciones, el radio hidráulico de la sección y la velocidad media del flujo son:
A Bh (2.76) (0.1104)
R    0.1022 ft
Pm B  2h 2.76  (2)(0.1104)

Q 0.06326
U   0.2076 ft s-1
A (2.76) (0.1104)
Luego, con la fórmula (1.2) se obtiene:
UR (0.2076) (0.1022)
Re    2,003 .
 1.059  105
Comentario: Como Re  Rec , el flujo de agua en el canal es turbulento.

7
“(…), un canal ancho se puede definir con seguridad como un canal rectangular cuyo ancho es mayor que 10 veces la profundidad
del flujo.” (CHOW , 1959, p. 27)
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b).- Flujo en capa límite sobre placas planas


Para el caso general de flujo de capa límite (boundary layer flow), o flujo dentro de la capa
límite, como por ejemplo en el caso de un flujo tangencial a una superficie plana sólida (placa
plana) tal como se esquematiza en la figura 1.4(a), el número de Reynolds se define como:
V x
Re  (1.3)

donde x es la distancia desde el borde de ataque de la placa plana, V velocidad uniforme de
la corriente libre (fuera de la capa límite) y  la viscosidad cinemática del fluido.

Figura 1.4(a): Flujo en capa límite sobre una placa plana lisa.

Las escalas en la figura 1.4 están muy distorsionadas. El espesor de la capa límite sobre una
placa plana, dibujada a escala, muestra la figura 1.4b.

Figura 1.4(b): Capa límite sobre una placa plana lisa, representada a escala.
(Fuente: ÇENGEL & CIMBALA, 2006, p. 514)

La transición de flujo laminar a turbulento dentro de la capa límite sobre una placa plana
depende de muchos factores. Los más importantes se lista a continuación (SHAMES, 1967, p.
381):
1.- Del número de Reynolds, dado por (1.3),
2.- Del grado de turbulencia de la corriente libre donde la velocidad es V,
3.- De la rugosidad de la placa,
4.- Del calor transferido a, o tomado de, la placa.
 Para mostrar la dependencia con el número de Reynolds, en la figura 1.5(a) se muestra un
x
gráfico del espesor adimensional de la capa límite dado por  V
(nótese que el
denominador no es el número de Reynolds) en función del número de Reynolds, obtenido
de datos experimentales de Hansen para flujo sobre una placa plana lisa.
En el gráfico, se observa que la ordenada es constante hasta que se alcanza
Re  3.2  105 , a partir del cual hay una súbita variación de la ordenada creciendo
rápidamente. Podemos tomar este punto como punto de transición a lo largo de la placa,
después del cual se encuentra flujo turbulento con su capa límite más gruesa. Como se
verá en la asignatura de capa límite, para superficies lisas y una turbulencia media de la
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corriente, este número de Reynolds crítico puede considerarse análogo al valor 2,300 para
el flujo en tuberías. Así, para un fluido y una velocidad de aproximación dados se puede
calcular la posición x a lo largo de la placa en que aparecerá más probablemente la
transición para las condiciones expuestas.

Figura 1.5(a):
Variación del espesor de la capa
límite con Re local para un flujo
sobre una placa plana lisa.
(Fuente: SHAMES, 1967, p. 381)

Algunos autores, entre ellos BRODKEY & HERSHEY (1988, p. 202), consideran que el punto
exacto de transición es de por sí inestable y tenderá a variar aleatoriamente con el tiempo
sobre un rango pequeño de valores de x . Para el caso de una placa plana, la transición
ocurre en el rango de 5 10 5 a 5 10 6 . Por su parte, ÇENGEL & CIMBALA (2006, p. 513),
sostienen que para una placa plana lisa con flujo uniforme, el proceso de transición
comienza en un número de Reynolds crítico, Rec  1 105 , y continúa hasta
Re,transición  3 106 . El proceso de transición es bastante complicado (…)8.

 Para mostrar el efecto del grado de turbulencia de la corriente libre, SHAMES (1967, p. 383)
introduce el siguiente concepto de porcentaje de turbulencia:

u' (1.4)
% de turbulencia   100
V
donde u ' es la media temporal del módulo de la fluctuación de la velocidad en un punto, y
V es velocidad media temporal en dicho punto. El efecto de la turbulencia de la corriente
principal sobre la transición indica la figura 1.5(b).
En la figura, está graficada el número de Reynolds local en función del porcentaje de
turbulencia de la corriente principal para algunas condiciones de transición. Esto es, la
curva inferior da el número de Reynolds más elevado, para una turbulencia dada de la

8
El símbolo matemático  significa “aproximadamente igual a”. Asimismo,  significa “casi igual a” o “asintótico a”.
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corriente libre, para el que debe existir flujo laminar. La curva superior da el número de
Reynolds mínimo, para una turbulencia dada de la corriente libre, sobre el que debe existir
flujo turbulento. En la región entre esas curvas extremas puede existir en cualquier
instante flujo laminar o turbulento. En realidad existe una oscilación de la región de
transición en la zona de números de Reynolds entre las curvas. Resulta claro de la figura
que la turbulencia de la corriente principal juega un papel importante en la transición,
cuando es mayor de un 0.15%. De estos estudios puede llegarse a la conclusión que los
datos más antiguos de Hansen de 3.2  105 para el número de Reynolds crítico
corresponden a un porcentaje de turbulencia de 1 y 2, que no es evidente a partir de los
datos indicados en la figura 1.5(b).

Figura 1.5(b): Efecto de la turbulencia de la corriente libre sobre la transición para un flujo
sobre una placa plana (Fuente: SHAMES, 1967, p. 383).

 En cuanto al efecto de la rugosidad en la transición de flujo laminar a turbulento en la capa


límite sobre una placa plana, debe observarse que la rugosidad de la superficie de la placa
producirá una transición antes de lo que podía esperarse. Al respecto, BRODKEY &
HERSHEY (1988, p. 202) hacen la siguiente precisión: “Si el borde de ataque de la placa
plana se hace rugoso, entonces la capa limite laminar puede ser “engañado” a convertirse
turbulenta inmediatamente.”
 Por último, en lo que respecta al efecto del calor, conforme sostiene SHAMES (1967, p.
381), calentando la placa en la región laminar se acelerará la transición o régimen
turbulento.
De todo lo expuesto, para cuestiones prácticas, conforme sostienen POTTER & W IGGERT
(1998, p. 99), es importante tener en cuenta que, en la mayor parte de las aplicaciones de
ingeniería suponemos una pared áspera o un alto nivel de turbulencia de la corriente libre,
con un número de Reynolds crítico de aproximadamente 3 105 . Similarmente, según
ÇENGEL & CIMBALA (2006, p. 580), en análisis de ingeniería, un valor generalmente aceptado
para el número de Reynolds crítico es
 V x c
Rec   5  105 (1.5)

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Espesor de capa límite sobre una placa plana lisa:


Según la figura 1.5(a), el hecho de que   x / V sea constante en la zona laminar de la
capa límite sobre una placa plana lisa, permite plantear la siguiente ecuación:

C
 x / V
de donde
 
C  C Re1 / 2 (1.6)
x V x

que es una expresión del resultado de la solución exacta de Blasius para un flujo laminar, y la
solución aproximada del método de von Kármán.
De este modo, de acuerdo a la teoría del desarrollo de la capa límite, el espesor de la capa
límite laminar (  L ) viene dado por la siguiente fórmula de Blasius:
5x
L  (1.7)
Re0.5
donde x y Re son, respectivamente, la distancia medida desde el borde ataque y el número
de Reynolds para el punto en el cual se calcula  L .
Asimismo, el espesor de la capa límite turbulenta (  T ) se
determina con la siguiente fórmula aproximada, obtenida
empleando el método de la integral de momentum de von
Kármán con el perfil de velocidad turbulenta dado por la Ley
de Potencia 1/7
0.376 x
T  (1.8)
Re0.2
En la figura 1.6 se comparan los perfiles de las capas límite
turbulenta y laminar, para flujos que pasan sobre una placa
plana y tienen el mismo número de Reynolds, Re  5  105 , es
decir, el número de Reynolds crítico ( Rec ), para el cual se
presenta algunas veces la turbulencia, y donde se puede
encontrar una capa límite laminar o turbulenta. Además se
ilustra el marcado efecto que tiene la turbulencia en el
incremento del espesor de la capa límite. En este ejemplo,
T
 3.9
L Figura 1.6

Ejemplo 1.3: Cálculo del inicio de la transición de flujo laminar a turbulento


Calcular la distancia a lo largo de una placa plana donde se espera que ocurriría el inicio de la
transición de flujo laminar a turbulento dentro de la capa límite para una velocidad libre de 4.78
ft s-1 de corriente de agua a 86 ºF.
Solución
Conociendo la velocidad libre del flujo y las características físicas de éste, se requiere calcular
la ubicación del punto de inicio de la transición de flujo laminar a flujo turbulento dentro de la
capa límite sobre una placa plana lisa.
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De tablas, o diagramas, la viscosidad cinemática del agua a 86 ºF es:   8.657  106 ft2/s.
Entonces, de (1.3), considerando el límite inferior del rango transicional, dado por BRODKEY &
HERSHEY (1988, p. 202), se tiene:

Rec (5  105 ) (8.657  106 )


x   0.91 ft
V 4.78
Comentario:
La transición iniciaría aproximadamente a 0.91 ft. Sin embargo, si se toma el límite superior
del rango transicional, es decir 5x106, el valor de x resulta 9.1 ft (10 veces mayor).

Ejemplo 1.4: Cálculo de extensión de la capa límite laminar


Agua con una viscosidad de 10-6 m2 s-1 fluye a una velocidad uniforme de 2.5 m s-1. El flujo es
paralelo. Se coloca una placa delgada y lisa paralela a la corriente. Calcular la longitud de la
porción laminar de la capa límite formada. Calcular también el espesor de la capa límite a 5
cm y 1 m del borde de ataque.
Solución
Conociendo las características físicas y la velocidad del flujo de agua, paralelo a una placa
plana lisa, se desea determinar el tramo laminar de la capa límite y el espesor de ésta en
diferente puntos a lo largo de la placa.
Hipótesis:
V x
Teniendo en cuenta el límite inferior, la transición se produce para  Rec  5  105 .

Cálculos:
(5  105 )  (5  105 ) (106 )
De la ecuación anterior, x    0.2 m.
V 2.5
Discusión:
Es decir, la longitud de la porción laminar de la capa límite es 20 cm. En consecuencia, para
x  5 cm (menor que 20 cm) su espesor se calcula con la fórmula (1.7), para ello,
Vx (2.5)(0.05)
Re    1.25  105 , con el cual,
 106
5x (5)(0.05)
a).-  L    7.07  104 m.
Re0.5 (1.25  105 ) 0.5

b).- En cambio, a la distancia de 1 m del borde de ataque (mayor que 20 cm) la capa límite
será turbulenta, por lo que su espesor se calcula con la fórmula (1.8), para ello,
V x (2.5) (1)
Re    2.5  106 , con el cual,
 10 6

0.376 x (0.376) (1)


T    0.01975 m  2 cm (“aproximadamente igual” a 2 cm)
Re0.2
(2.5  106 )0.2
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c).- Flujo en capa límite sobre cuerpos romos


Para el caso de cuerpos tales como esferas, cilindros y discos sumergidos en una corriente, el
número de Reynolds se define como:
Vd
Re  (1.9)

donde d es el diámetro de la esfera, cilindro o disco; V velocidad de aproximación de la
corriente y  la viscosidad cinemática del fluido.
En general, cuando ocurre flujo alrededor de cuerpos romos, se forman campos asimétricos de
velocidad y presión próximos al cuerpo y, como consecuencia, aparecen fuerzas de superficie
cuya resultante se puede descomponer en la dirección del flujo (fuerza de arrastre - FD ) y
perpendicular al flujo (fuerza de sustentación - FL ). Aun cuando para ciertos cuerpos estas
fuerzas se pueden calcular analíticamente usando algunas suposiciones o limitaciones
bastante estrictas, para flujos más difíciles se recurre a métodos experimentales y el análisis
dimensional para hallar relaciones o fórmulas empíricas. Así, tratándose de la fuerza de
arrastre, se tiene la siguiente fórmula que nos da la magnitud de esta fuerza
V2
FD  C D  A (1.10)
2
siendo C D el coeficiente de arrastre (total); ρ la densidad del fluido; V velocidad de
aproximación de la corriente y A área proyectada por el cuerpo en un plano vertical
perpendicular al flujo.
Para el caso particular de esferas, la figura 1.7(a) muestra la variación de C D con el número
de Reynolds ( Re ); de este modo, la fuerza de arrastre ( FD ) sobre la esfera también varía con
Re .
Como puede observarse en esta figura, el coeficiente de arrastre sufre una caída brusca para
un Re de aproximadamente 2  105 . Esta caída tiene que ver con el cambio de régimen del
flujo dentro de la capa límite que rodea a la esfera. Así, conforme sostienen ÇENGEL & CIMBALA
(2006, p, 584), el número de Reynolds crítico para flujo a través de una esfera o un cilindro
circular es más o menos Rec  2  105 . Esto es: la capa límite permanece laminar para casi
Re  2  105 y se vuelve turbulenta para Re  2  105 .
La transición de flujo laminar a turbulento dentro de la capa límite puede ser afectada por la
rugosidad de la superficie de la esfera y la intensidad de turbulencia de la corriente. Por tanto,
la reducción de la fuerza de arrastre sobre la esfera, asociada con la turbulencia en la capa
límite, no ocurre en un único valor de número de Reynolds. Experimentos con esferas lisas
en un flujo con baja intensidad de turbulencia muestran que la transición puede ser retardado
para número de Reynolds crítico ( Rec ) de aproximadamente 4x105. En cambio, para esferas
con superficie rugosa y/o corrientes turbulentas de flujo, la transición puede ocurrir para un
número de Reynolds crítico tan bajo como 1x105 (FOX & McDONALD, 1973, p. 408). La figura
1.7(b) muestra el efecto de la rugosidad de la superficie en el valor del coeficiente de arrastre
de una esfera.
El coeficiente de arrastre con el flujo de capa límite turbulenta es aproximadamente 5 veces
menor que para el flujo laminar cerca del número de Reynolds crítico. La correspondiente
reducción en la fuerza de arrastre puede afectar apreciablemente el alcance del
desplazamiento de una esfera (por ejemplo una pelota de golf). Los “hoyuelos” sobre la pelota
de golf son diseñados para “engañar” a la capa límite y, así, garantizar flujo de capa límite
turbulenta, y mínima fuerza de arrastre [por consiguiente mayor alcance]. Por ejemplo, en 50
tiros, una pelota de golf alcanzó 196.6 m, mientras que una pelota similar pero lisa alcanzó
apenas 114.3 m (un poco más de la mitad -FOX & McDONALD, 1973, p. 408).
DAIMF - UNMSM 1 - 13
FLUJO TURBULENTO

Figura 1.7(a): Coeficiente de arrastre de una esfera como una función del número de Reynolds.
(Fuente: FOX & McDONALD, 1973, p. 406)

Figura 1.7(b): Efecto de la superficie rugosa en el coeficiente de arrastre de una esfera.


(Fuente: ÇENGEL & CIMBALA, 2006, p. 586)
DAIMF - UNMSM 1 - 14
FLUJO TURBULENTO

1.5 CARACTERÍSTICAS DE LA TURBULENCIA


La teoría clásica (ver Sección 1.8) en vez de dar una definición formal de la turbulencia
prefiere abordar el fenómeno partiendo de las características o propiedades observadas en la
naturaleza; así como una enfermedad puede ser reconocida por sus síntomas, la turbulencia
puede ser detectada por sus manifestaciones. Las características más importantes del flujo
turbulento, con la salvedad de que algunas de ellas no son encontradas en todo flujo, son
(KUNDU, 1990, p. 417; PANTON, 1984, pp. 705-709; ABBOTT & BASCO, 1989, p. 304):
a).- Complejidad e irregularidad
Uno de los aspectos que llama la atención en un flujo turbulento es su complejidad, que se
manifiesta en una extraordinaria irregularidad tanto en la distribución espacial de las variables
fluidas como en su evolución temporal. La complejidad de los flujos turbulentos es porque
coexisten en ellos movimientos del fluido con una disparidad enorme de longitudes
características9 y también de tiempos característicos.

Figura 1.8(a): Visualización de flujo de un chorro turbulento mediante fluorescencia inducida por láser. El chorro
muestra un amplio rango de escalas de longitud, una importante característica del flujo turbulento.

Figura 1.8(b)
Disparidad de escalas temporales
existentes en un flujo turbulento.

Por este aspecto, el flujo turbulento es un movimiento que parece irregular, caótico e
impredecible, a lo que algunos autores denominan “aleatoriedad”. Por ejemplo, un registro en
el tiempo de la velocidad en un punto se parece a una señal aleatoria; sin embargo, hay una
estructura para las fluctuaciones y no es absolutamente correcto decir que las fluctuaciones
son aleatorias (los matemáticos tienen una definición de “variable aleatoria” que las
irregularidades turbulentas no las reúnen).

9
Se entiende por longitudes características las distancias que hay que recorrer en el fluido para que se produzcan variaciones apre-
ciables de las magnitudes fluidas (M. van DYKE, 1982, en BARRERO & PÉREZ-SABORID, 2005, p. 460).
DAIMF - UNMSM 1 - 15
FLUJO TURBULENTO

En suma, El flujo turbulento es demasiado complicado e irregular, que no se puede seguir ni


describir completamente de un modo “económicamente razonable” [desde el punto de vista del
tiempo y el coste computacional, por ejemplo].

b).- Vorticidad
La turbulencia se caracteriza por tener altos niveles de vorticidad fluctuante; es decir, la
turbulencia se caracteriza por las fluctuaciones no sólo de la velocidad, sino también del vector
vorticidad (ver Sección 1.12f). Las irregularidades en el campo de la velocidad tienen una
cierta estructura espacial conocido como remolino o torbellino. Remolino (eddy o whirl) es un
término vago que se aplica a un cierto patrón espacial de flujo (de un bloque de moléculas o
“pedazo” macroscópico de fluido -GERHART et al., 1995, p, 390) que persiste por un tiempo
corto. Los remolinos no son aislados; pequeños remolinos existen dentro de grandes
remolinos; a su vez, remolinos aún más pequeños existen dentro de los pequeños. Una de las
características más importantes de un flujo turbulento es una continua distribución de tamaños
de remolino. Es importante recalcar que una visualización de campos de flujo turbulento
muestra varias estructuras, entre ellas, coalescencia (aglutinamiento o fusión), división,
estiramiento y sobre todo rotación (KUNDU, 1990, p. 417).

c).- No linealidad
Los flujos turbulentos son sumamente no lineales. La no linealidad sirve para dos propósitos:
primero, causa la correspondiente no linealidad de parámetros, por decir Número de Reynolds
(Re), Número de Rayleigh (Ra) o la inversa del Número de Richardson ( Ri1 ), a exceder un
valor crítico. En flujos inestables, pequeñas perturbaciones crecen espontáneamente y se
equilibran frecuentemente como perturbaciones de amplitud finita. Posteriormente,
excediendo el criterio de estabilidad, el nuevo estado puede volverse inestable para
perturbaciones más complicadas, y el flujo eventualmente puede alcanzar un estado caótico.
Segundo, la no linealidad de un flujo turbulento da como resultado el estiramiento de vórtices
(vortex stretching, ver Sección 1.12f), un proceso clave por el cual los flujos turbulentos
tridimensionales mantienen su vorticidad (KUNDU, 1990, p. 417).

d).- Difusividad
Debido a la mezcla macroscópica de partículas fluidas, los flujos turbulentos se caracterizan
por una alta tasa de difusión de momentum, masa y calor. El término difusión de remolino
(eddy difussion) es frecuentemente usado para distinguir este efecto de la difusión molecular.
Según PANTON (1984), la difusión de remolino puede ser 10 a 100 veces más fuerte que la
difusión molecular.
e).- Cambio de escala
Los flujos turbulentos involucran procesos que cambian la escala de los remolinos. Estos
procesos actúan en ambos sentidos: Un remolino pequeño crece y se transforma en remolino
grande, o viceversa. En el caso de reducción, continuamente son formados remolinos con
escala cada vez más pequeña, hasta cuando la extensión espacial de los remolinos se vuelve
muy pequeña y las fuerzas viscosas se vuelven importantes por el fuerte gradiente de
velocidad y tienden a destruir a los remolinos pequeños. La generación de movimientos de
escala pequeña a partir de los de escalas mayores puede explicarse mediante el estiramiento
de los vórtices (BARRERO & PÉREZ-SABORID, 2005, p. 465), ver Sección 1.12(f).

f).- Autosostenimiento
La turbulencia en un flujo es autosostenida (self-sustaining). Ocurren procesos que generan
más turbulencia y mantienen el movimiento irregular. Una vez que el flujo se vuelve inestable
y se desarrolla la turbulencia, ésta no se extingue sino continúa y perdura sin disminuir. Para
que la turbulencia sea autosostenida debe existir un esfuerzo cortante o tangencial promedio,
y por lo tanto, debe existir gradiente de la velocidad promedio (ver esquema de la figura 1.8a).
DAIMF - UNMSM 1 - 16
FLUJO TURBULENTO

En este caso, el autosostenimiento es en el sentido de que la turbulencia se desarrolla como


una consecuencia de los esfuerzos tangenciales, los que a su vez persisten como
consecuencia de las fluctuaciones turbulentas. La turbulencia no puede surgir ni persistir en la
ausencia de esfuerzos tangenciales.

g).- Disipación
Debido a que los remolinos de pequeña escala de flujos turbulentos tienen gradientes de
velocidad muy fuerte, la disipación generada por flujos turbulentos es mucho mayor que la
disipación viscosa en un flujo real. La energía disipada en los pequeños remolinos domina a
la energía disipada dentro de los remolinos grandes y en el flujo medio. Puesto que los
remolinos pequeños al disipar energía tienden a autodestruirse, el proceso de cambio de
escala, que produce remolinos pequeños, es un elemento necesario para el autosostenimiento
de la turbulencia.
Desde el punto de vista de energía, la turbulencia es un proceso de transferencia en el cual los
remolinos grandes, originados por el flujo medio, transfieren energía de rotación (que es
abastecida por la energía potencial del flujo medio) a lo largo de una serie continua de
remolinos pequeños [proceso conocido como cascada de energía, ver Sección 1.8]. La
energía mecánica no es apreciablemente disipada en forma de calor durante la disolución de
remolinos grandes en remolinos cada vez más pequeños, pero esta energía no es
aprovechable para el mantenimiento de la presión o para vencer la resistencia al flujo, y no
tiene importancia para propósitos prácticos. Esta energía mecánica es finalmente convertida
en calor cuando los remolinos más pequeños (de diámetros <10 mm) son destruidas por la
acción viscosa (McCABE et al., 2007, p. 57). El flujo dentro de los remolinos más pequeños ya
no es turbulento sino viscoso, y los efectos moleculares son dominantes.

h).- Tri-direccionalidad (tri-dimensionalidad)


La turbulencia es siempre tri-direccional, aun cuando el “flujo medio” (o “flujo promedio”) es
predominantemente uni o bi-direccional. Las fluctuaciones del flujo siempre tienen
componente en las tres direcciones (ver figura 1.9).

Figura 1.9:
Velocidad local instantánea en flujo turbulento.
(Fuente: DAUGHERTY & FRANZINI, 1977, p. 192)

i).- Otras características


La turbulencia es una característica de flujo de fluido que ocurre a altos valores de número de
Reynolds y no es una propiedad del propio fluido en particular. Puesto que incluso los
remolinos más pequeños contienen cerca de 1012 moléculas, todos los remolinos son de
tamaño macroscópico y el flujo turbulento no es un fenómeno molecular (McCABE et al., 2007,
p. 57). En consecuencia, en la turbulencia el fluido todavía puede considerarse como un
medio continuo.
DAIMF - UNMSM 1 - 17
FLUJO TURBULENTO

1.6 ECUACIONES DE FLUJO DE FLUIDOS


Hoy en día casi universalmente se concuerda que las ecuaciones de Navier-Stokes (N-S)
encarnan la física de todos los flujos de fluidos (dentro de los límites de la hipótesis del medio
continuo), incluidos los flujos turbulentos (McDONOUGH, 2007, p. 2). Sin embargo, para un
estudiante promedio de mecánica de fluidos esta premisa podría parecer una paradoja porque
las ecuaciones de N-S que él conoce son para flujo en régimen laminar, lo que no es cierto.
Es más, desde siempre, el estudio del flujo turbulento se ha enfocado a partir de las
ecuaciones del flujo laminar, tal como se describe en las siguientes Secciones.
Por lo anterior, se debe admitir que las ecuaciones exactas que describen el movimiento
turbulento son las ecuaciones de Navier-Stokes10. Entonces, previamente recordemos que
con la denominación de “ecuaciones de Navier-Stokes” (o “ecuaciones de N-S”) nos referimos
a la ecuación de conservación de momentum lineal, llamado también ecuación de movimiento,
y a la ecuación de conservación de masa (FERZIGER & PERIĆ, 2002, p. 11). Asimismo
conviene recordar que, aun cuando las ecuaciones de N-S son bastante genéricas, éstas
pueden simplificarse notoriamente de acuerdo las condiciones particulares del problema. Por
ejemplo, la ecuación de continuidad en forma vectorial, para un flujo incompresible, toma la
siguiente forma sencilla:
 
. V  0 (1.11)
En coordenadas rectangulares esta ecuación se expresa como:
u v w
  0 (1.12)
x y z
Similarmente, la ecuación de movimiento en forma vectorial, para un fluido newtoniano
incompresible y de viscosidad constante es:
 
V    DV   
[  (V  )V ]    p   2 V   g (1.13)
t Dt
 
 
Por otro lado, para μ constante, se demuestra que  2V  [. ] , con el cual la ecuación
anterior es 
V       
[  (V  )V ]  p  [   ]   g
t
Los componentes de esta ecuación (1.13) en coordenadas rectangulares son:
 Componente en x:
u u u u p  2u  2u  2u
(  u  v  w )    ( 2  2  2 )   gx (1.14a)
t x y z x x y z
 Componente en y:
v v v v p  2v  2v  2v
(  u  v  w )    ( 2  2  2 )   g y (1.14b)
t x y z y x y z
 Componente en z:
w w w w p 2w 2w 2w
( u v  w )    ( 2  2  2 )   gz (1.14c)
t x y z z x y z

10
Las ecuaciones de Navier-Stokes fueron derivados primero por Claude-Louis Marie Henri Navier en 1832 y perfeccionado por
George Gabriel Stokes en 1845 (PAO, 1967, p. 282).
DAIMF - UNMSM 1 - 18
FLUJO TURBULENTO

1.6.1 ECUACION DE CONSERVACIÓN DE UNA MAGNITUD ESCALAR


En un campo de flujo, especialmente en un campo de flujo turbulento, ocurre transporte de
propiedades por diversos mecanismos. Por lo tanto, otra ecuación importante en flujo de
fluidos es la ecuación de balance (o conservación) de una propiedad extensiva escalar  .
Esta ecuación, para un proceso isotrópico, vectorialmente se suele expresar como
  
 (   V )  G    2 (1.15)
t
donde

 : concentración de la propiedad escalar  , siendo  el volumen de un volumen

de control elemental,

V : campo de velocidad (velocidad promedio de masa),

G : tasa de generación de la propiedad  ,


 : difusividad molecular de la propiedad  dentro el flujo, supuesto constante (proceso
isotrópico).
Una expresión equivalente de (1.15) es
    
  (  V )  (V  )  G    2 (1.16)
t
Para una propiedad escalar conservativa G  0 ; y si además el flujo es incompresible,
 
  V  0 . Por lo tanto, para tales condiciones del problema, la ecuación (1.16) toma la
siguiente forma sencilla11:
 
 (V .)    2 (1.17)
t
La ecuación (1.17), también se denomina “ecuación de transporte de una especie
conservativa”, y en coordenadas rectangulares se expresa como
     2  2  2
u v w  ( 2  2  2 ) (1.18)
t x y z x y z

1.7 SIMULACIÓN NUMÉRICA DE LA TURBULENCIA


Las ecuaciones de N-S son ecuaciones diferenciales parciales no lineales y difíciles de
resolver siendo para un flujo laminar, peor aún para flujo turbulento. Como se sabe, para flujo
laminar se obtienen soluciones exactas a expensas de introducir suposiciones de
simplificación que eliminan de manera natural los términos advectivos de la ecuación. En
consecuencia, se puede obtener poco progreso en la comprensión de la turbulencia vía
solución analítica de las ecuaciones de N-S.
En este contexto la alternativa más viable es la solución numérica, o aproximada, y para ello
es necesario conocer la naturaleza de sus soluciones en términos de existencia, unicidad y
regularidad. Conocer estos aspectos es particularmente importante porque las ecuaciones de
N-S deben ser resueltas por métodos numéricos implementados en computadoras digitales, y
para ello la naturaleza de las soluciones influye directamente en qué tipos de métodos serán
efectivos y qué tipos no.

11
Una presentación similar, considerando inclusive el término de generación, ver en FERZIGER & PERIC (2002, pp. 9-10).
DAIMF - UNMSM 1 - 19
FLUJO TURBULENTO

McDONOUGH (2007, pp. 39-40), de manera no formal (sin definir términos), clasifica los
resultados de las ecuaciones de N-S como pertenecientes a flujos 2D o 3D, y si éstos se
relacionan con soluciones débiles o fuertes. Teniendo en cuenta estas clasificaciones, afirma
que para problemas 2D todo lo que vale la pena probar, esencialmente, ha sido probado. En
particular, la existencia y unicidad de las soluciones, tanto débiles como fuertes, han sido
probadas para todo tiempo más allá de cualquier tiempo inicial especificado para problemas
(físicamente) razonables. Asimismo afirma que, para problemas 3D la existencia a largo
plazo puede demostrarse para las soluciones débiles, pero la unicidad no ha sido probada
para este caso. Por otra parte, sólo la existencia de corto plazo se ha demostrado para
soluciones 3D fuertes, pero se sabe que estos son únicos. Especialmente en lo que respecta
a la existencia de soluciones fuertes, las limitaciones que deben imponerse a la forma del
dominio Ω (en particular, la suavización de ∂Ω), las condiciones límite y las condiciones
iniciales, y especialmente en términos de fuerza de cuerpo y número de Reynolds
(~viscosidad) pueden ser bastante rigurosos si se va a probar que las soluciones existen para
tiempos muy cortos.

1.7.1 MÉTODOS DE SIMULACIÓN NUMÉRICA DE LA TURBULENCIA


Conociendo la naturaleza de las soluciones de las ecuaciones de N-S, la integración directa
sería la manera más evidente y precisa de predecir un flujo turbulento. Se resolverían todas
las escalas espaciales y temporales del flujo turbulento sin promedios o aproximaciones. Así,
los únicos errores provendrían de las discretizaciones numéricas. Sin embargo, tal como
sostiene SPODE (2006)l12 calcular todas las escalas de la turbulencia definitivamente no es
una tarea fácil. En los métodos como la Simulación Numérica Directa (DNS –Direct Numerical
Simulation), que consiste en resolver las ecuaciones de N-S directamente, sin la imposición
de un modelo, implica el uso de una malla computacional capaz de describir todo el espectro
de frecuencias, desde las menores (grandes estructuras) hasta las mayores (escala de
Kolmogórov –pequeñas estructuras de alta frecuencia). Además del refinamiento de la malla,
se exigen esquemas de discretización espacial y temporal de alto orden, que no impongan
difusión numérica al cálculo. Se suma a esto el cuidadoso uso de condiciones de contorno,
adecuadas con niveles de perturbación específicos para cada caso. El empleo del método
DNS ha aumentado considerablemente en los últimos años debido al avance de los
microprocesadores, que, más potentes, ya son capaces de procesar cálculos para números
de Reynolds más altos. Estudios referentes a la capa límite y a flujos en las proximidades de
pared (flujos de base) han utilizado el método DNS, obteniendo resultados muy interesantes,
que ayudan en el estudio de la topología de las estructuras de los remolinos y en el estudio de
la transición a la turbulencia.
Al no poder resolver todas las escalas de la turbulencia, surge el concepto de descomposición
de las escalas de la turbulencia, pudiendo ser realizada vía promedio temporal o vía promedio
espacial (filtraje). Cuando se aplica el concepto de promedio temporal, descomponiendo la
velocidad en una parte promedio y otra fluctuante, se obtienen las ecuaciones de N-S
promediadas, y la metodología es conocida como N-S Promediada con el Método de
Reynolds (RANS –Reynolds Averaged Navier-Stokes). Para los casos donde se aplica el
promedio espacial de las ecuaciones de N-S surgen las ecuaciones filtradas, utilizadas en la
metodología de Simulación de Grandes Escalas (LES –Large Eddy Simulation). Diferente de
la metodología RANS donde todo el espectro de energía es modelado, en la metodología LES
las grandes escalas son calculadas y apenas las escalas menores son modeladas,
dependiendo obviamente de la discretización espacial y temporal empleadas.
Independiente de la metodología, el problema de la promediación temporal o espacial es la
aparición de nuevos términos en las ecuaciones de N-S, quedando así con un sistema que

12
SPODE, 2006. “Simulação de Grandes Escalas e Simulação Híbrida RANS/LES do Escoamento Sobre o Degrau com Condições
de Contorno Turbulentas”. Dissertação para a obtenção do título de Mestre em Engenharia Mecânica, Universidade Federal de
Uberlândia, Faculdade de Engenharia Mecânica, Programa de Pós-Graduação em Engenharia Mecânica. Uberlândia (Brasil).
DAIMF - UNMSM 1 - 20
FLUJO TURBULENTO

posee más incógnitas que número de ecuaciones: es el llamado “problema de cierre” (closure
problema) o “problema de clausura” de la turbulencia.
El matemático francés Joseph Boussinesq, en 1877, a través del concepto de viscosidad
turbulenta introdujo el cierre de las ecuaciones de N-S modelando el tensor de Reynolds en
una analogía con el modelo de viscosidad molecular adoptado por Stokes. Basado en la
hipótesis de Boussinesq, existen dos grandes corrientes filosóficas distintas para [la
simulación numérica] de la turbulencia:
 Vía promedio de las ecuaciones de N-S por el método de Reynolds (metodología RANS), a
través del cual las escalas de la turbulencia son divididas en una parte promedio y otra
fluctuante. Las nuevas incógnitas surgidas en el proceso de promediación (correlaciones
de partes fluctuantes) son modeladas.
 Vía ecuaciones de N-S filtradas (metodología LES), a través del cual las grandes escalas
son resueltas y apenas las pequeñas son modeladas.
Procurando sacar provecho de las dos metodologías anteriores, un tercer campo de
investigación en el modelamiento de la turbulencia ha surgido recientemente:
 El modelamiento híbrido de la turbulencia, que busca utilizar la buena descripción de los
flujos turbulentos parietales de las metodologías RANS juntamente con la buena
descripción de los flujos libres de las metodologías LES, son los llamados Modelos Híbridos
RANS/LES.
Existen además modelos que no pasan por la aproximación de Boussinesq, en los cuales el
tensor de Reynolds es modelado de forma diferente. Metodologías de ese tipo están fuera
del alcance de este curso.
Por su parte, McDONOUGH (2007) a las metodologías de simulación numérica citadas se
refiere como técnicas computacionales, y su surgimiento lo ubica en la línea del tiempo al
afirmar:
Desde el punto de vista de las investigaciones actuales de la turbulencia, probablemente los
avances más importantes de la década de 1970 y 80 fueron las técnicas computacionales (y el
hardware en el cual se implementan). El primera técnica computacional que surgió fue la
metodología LES propuesto por Deardorff en 1970. Fue rápidamente seguida por la primera
metodología DNS de Orszag y Patterson en 1972, y la introducción de una amplia gama de
aproximaciones de las ecuaciones de Navier-Stokes por la metodología RANS, también iniciada
alrededor de 1972 (véase, por ejemplo, Launder & Spalding, 1972; Launder et al., 1975). A su vez,
esta última metodología inició un enorme esfuerzo de modelamiento que continúa hasta nuestros
días (en gran parte debido a que aún no ha sido exitosa, pero al mismo tiempo, porque la mayoría
de los otros enfoques todavía no son computacionalmente factibles). (p. 9)
Con todo, dentro del contexto de simulación numérica de la turbulencia descrita en los
párrafos anteriores, debería tomarse nota de lo que sostienen BARRERO & PÉREZ-SABORID
(2005):
En turbulencia no es posible hacer una descripción determinista del flujo en todos sus detalles.
Incluso si se obvia el carácter caótico de las ecuaciones de Navier-Stokes, el coste que supondría
dicha descripción para los números de Reynolds de interés práctico es demasiado elevado para las
prestaciones de los ordenadores actuales13. […]. [Esto excluye] la posibilidad de realizar cálculos
detallados de un flujo turbulento realista (número de Reynolds muy elevados) directamente de las
ecuaciones de Navier-Stokes. No obstante, debe tenerse en cuenta que una información tan
exhaustiva no es relevante para un gran número de aplicaciones prácticas, en las que basta con
una descripción incompleta del flujo, realizada en términos estadísticos y basada en magnitudes
medias. (pp. 467-468)

13
Ver “Hoja Adic2-1_Tiempos de cálculo en FT”, adaptado de los citados autores.
DAIMF - UNMSM 1 - 21
FLUJO TURBULENTO

1.8 EVOLUCIÓN DE LA COMPRENSIÓN DE LA TURBULENCIA


Chapman & Tobak (1985) describen la evolución de la comprensión de la turbulencia, en el
período comprendido entre 1883 y 1984 (100 años), en función de las siguientes tres épocas o
“movimientos”, traslapados en el tiempo, a los que denominan: Estadístico -statistical,
Estructuralista -structural y Determinista -deterministic (en McDONOUGH, 2007, p. 5).
McDONOUGH (2007) presenta dicha evolución en un esquema tal como muestra la figura 1.8,
que sería similar al esquema presentado por Chapman & Tobak.

Figura 1.8: Evolución de la comprensión de la turbulencia, según Chapman & Tobak (1985)
[Fuente: McDONOUGH, 2007, p. 10]

Sostiene McDONOUGH (2007) que el enfoque estadístico habría sido motivado por la idea de
que la turbulencia es aleatoria y, pese a las repetidas contradicciones experimentales de esta
interpretación, el movimiento se extiende hasta la actualidad con los trabajos recientes de
combinar las metodologías RANS y LES [metodología híbrida]. Una de las contradicciones
más interesantes de esta época surge del hecho de que con mucha antelación muchos
investigadores ya aceptaban a las ecuaciones de N-S como la formulación correcta del flujo
turbulento. Sin embargo, estas ecuaciones son deterministas14, por lo que una pregunta que
se debería haber hecho, pero que evidentemente no se hizo, es "¿Cómo una ecuación
determinista puede presentar una solución aleatoria?" Sobre este aspecto, sólo ha habido
respuestas superficiales. Pese a todo, las soluciones de las ecuaciones de N-S son
deterministas, dejando a elección lo siguiente:
 Aceptar las ecuaciones de N-S como la descripción correcta del flujo turbulento y admitir
que la turbulencia no es aleatoria [sino determinista]; o bien
14
Son deterministas en el sentido de que dadas la posición y la velocidad de todas las partículas fluidas (en todas las escalas) en el
instante t0, en principio existe solución de las ecuaciones para cada t>t 0. Es decir, la turbulencia es un fenómeno determinista, a
pesar de lo intrincado e irregular de los movimientos turbulentos. (FERNÁNDEZ, 2005, p. 557)
DAIMF - UNMSM 1 - 22
FLUJO TURBULENTO

 Buscar una descripción totalmente diferente, posiblemente basada en ecuaciones


diferenciales estocásticas.
Además, si se insiste en que la turbulencia es un fenómeno aleatorio, el promedio de las
ecuaciones de N-S, como se hace en la metodología RANS tiene poco sentido (se estaría
empezando con ecuaciones erróneas y, encima, se estaría terminando con ecuaciones que no
son estocásticas).
El movimiento estructuralista, posiblemente, se pudo haber iniciado con las observaciones de
Schubauer & Skramstad de las ondas Tollmien-Schlicting en 1948, pero incluso los primeros
experimentos de Reynolds indicarían la existencia de estructuras coherentes y secuencias
cortas de bifurcación [transición]. En cualquier caso, este movimiento también persiste incluso
hasta el presente, y continúa mucha investigación en la detección y el análisis de estructuras
coherentes en flujos turbulentos15.
En el artículo citado de Chapman & Tobak, el resultado del movimiento estadístico se
resumiría como "una teoría sin estructura que tiene poco poder de conceptualización," y
McDONOUGH (2007) añade, “también poco poder de predicción al menos en parte como
consecuencia de la falta de estructura.” Por el contrario, los autores del artículo
caracterizarían el movimiento estructuralista como de haber producido "estructura sin teoría."
Debido a las grandes cantidades de datos surgidos durante la experimentación habría sido
difícil construir una teoría, pero en algunos aspectos no estaría claro tampoco que hay
realmente mucha estructura.
Para Chapman & Tobak el movimiento determinista comenzaría con la obra de Lorenz, pero
que también fácilmente se podría incluir estudios que se remontan a los de Poincaré.
Después de describir una cantidad considerable de investigación hasta 1984, ellos concluyen
que mientras los resultados del movimiento determinista son alentadores, a partir de esa fecha
no habrían presentado aún ningún enfoque exitoso para la simulación de flujos turbulentos.
(Como afirma McDONOUGH, de hecho, hasta el presente, las técnicas basadas
deterministicamente suelen ser criticados por esta misma razón. DNS es demasiado caro para
las simulaciones prácticas, y, esencialmente, no se han acreditado ninguna de las técnicas de
modelado eficientemente calculadas que podrían estar directamente relacionados con el
enfoque determinista).
Chapman & Tobak concluirían el documento afirmando que las futuras direcciones en el
estudio de la turbulencia reflejará desarrollo del movimiento determinista, pero que sin duda va
a incorporar algunos aspectos, tanto del movimiento estadístico como del estructuralista. Y
comenta McDONOUGH, que en cierto sentido esto se estaría demostrando ser el caso. En
verdad, LES puede ser visto como un producto del movimiento determinista en la cual las
escalas grandes que contienen energía se calculan directamente (como en DNS). Por otro
lado, LES puede también ser visto a la luz del movimiento estadístico porque los modelos de
escala sub-malla (subgrid scale models -SGS) se basan generalmente en un enfoque
estadístico. Al mismo tiempo, están empezando surgir otras aproximaciones al modelo SGS,
que hacen, por lo menos en forma indirecta, incorporar aspectos de los movimientos
estructuralistas y deterministas.
Por su parte, ABBOTT & BASCO (1989, pp. 303-334) consideran la comprensión y los avances
del estudio de la turbulencia en el contexto de dos grandes épocas:
 El período de teoría clásica (de 1895 hasta aproximadamente 1970), y
 La moderna era de la teoría de CFD (Computational Fluid Dynamics) de 1970 en adelante.
La teoría clásica que cubre aproximadamente el período 1895-1970, data desde la
introducción de las ecuaciones de movimiento de promedio temporal por Reynolds. La mayor

15
La coherencia [de las estructuras] se manifiesta en la aparición cuasi-periódica de eventos de similares características (LOPEZ, et
al. “Estructuras coherentes turbulentas en canales abiertos con fondo liso”. Ingeniería Hidráulica en México, Vol. XI, Nº 1, pp, 5-13,
1996, enero-abril). Estructuras coherentes en capa de mezcla, ver en BARRERO & PÉREZ-SABORID (2005, pp, 498-499).
DAIMF - UNMSM 1 - 23
FLUJO TURBULENTO

parte de las aplicaciones clásicas usan el modelo de longitud de mezcla y el concepto de


viscosidad de remolino para producir resultados analíticos que anteceden a la moderna era
computacional, aún cuando ellas continúan para proporcionar valiosos puntos de referencia
dentro de esta nueva era.
A partir de alrededor de 1970, se han propuesto muchos otros enfoques para la simulación de
la turbulencia y, en particular, han avanzado dos principales metodologías. La primera de
éstas [la metodología RANS], que ha sido descrita en detalle por RODI (1980), extiende la
aplicación de la aproximación clásica de promedio temporal. Se ha dado en llamar ‘modelo
k   ’ porque el modelo estándar simula el transporte de energía cinética turbulenta [por
unidad de masa], k , y la tasa de disipación de energía turbulenta,  . La segunda
metodología es un enfoque distinto, porque comúnmente emplea las ecuaciones de flujo de
fluido promediada espacialmente (o filtrada). Esta es la metodología LES.
Concluyen ABBOTT & BASCO afirmando que estos enfoques son relativamente nuevos, y como
se ha dicho, cubren aproximadamente el período 1970 en adelante (tras la introducción de
más potentes y prácticos facilidades de computación digital), pero ellos ya han revolucionado
incluso la propia definición de la turbulencia. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la
revolución que significa todo esto de ninguna manera está concluida.

1.9 DEFINICION DE TURBULENCIA


No existe una definición única y estricta de la turbulencia. Cada estudioso de este tema aporta
algo de su propio punto de vista.
En 1937, G. I. Taylor y T. von Kármán dieron la siguiente definición: “Turbulencia es un
movimiento irregular que en general se presenta cuando los fluidos, gaseosos y líquidos, se mueven
próximo a superficies sólidas o cuando corrientes contiguas del mismo fluido fluyen próximos o inciden
mutuamente.”
De acuerdo a esta definición, el flujo turbulento tiene que satisfacer la condición de ser
irregular. Esta condición es un rasgo muy importante del movimiento turbulento. Debido a la
irregularidad es imposible describir el movimiento en todos sus detalles como una función del
tiempo y las coordenadas espaciales. Sin embargo, afortunada-
mente, el movimiento es irregular en el
sentido que es posible describir por las
leyes probabilísticas. Esto posibilita
revelar los valores promedios de las
magnitudes físicas tales como:
velocidad, presión, tempera-tura, etc.

HINZE (1959, pp. 1-2), basado en la


condición de irregularidad, dio la
siguiente definición:
“Movimiento turbulento de un fluido es una
Geoffrey Ingram Taylor condición irregular del flujo en el cual las Theodore von Kármán
(1886 – 1975) (1881 – 1963)
diferentes magnitudes muestran una varia-
ción aleatoria con el tiempo y las coordenadas espaciales, pero de tal manera que estadísticamente se
pueden distinguir los diferentes valores promedios.”
Para ABBOTT & BASCO (1989), las definiciones de turbulencia presentadas en el párrafo
anterior corresponden al punto de vista de la teoría clásica. Según estos autores, para la
teoría clásica,
La turbulencia es un movimiento vortiginoso (eddying motion) con un amplio espectro de tamaños
de remolino (eddy) y un espectro correspondiente de frecuencias de fluctuación. El movimiento es
siempre rotacional. Las formas de los remolinos grandes (de frecuencias de fluctuación
relativamente pequeñas) son usualmente determinadas por las dimensiones características del
DAIMF - UNMSM 1 - 24
FLUJO TURBULENTO

contorno del problema, mientras que las formas de los remolinos pequeños (de mayores frecuencias
de fluctuación) son determinadas por las fuerzas viscosas. (p. 304)
Como se mencionó en la Sección 1.5a, en los flujos turbulentos coexisten movimientos del
fluido con una disparidad enorme de longitudes características y también de tiempos. En la
figura 1.8(b) se han esquematizado los tamaños de los remolinos16 con la finalidad de mostrar
el espectro de tamaños de los remolinos.

Figura 1.8(b)
Esquema de los remolinos de un campo de flujo turbulento. Se muestra el perfil de velocidad
promedio, los remolinos grandes del orden de L y los remolinos más pequeños del orden de  .
(Fuente: ÇENGEL & CIMBALA, 2006, p. 841)

Según ABBOTT & BASCO (1989, p. 305), desde el punto de vista de la teoría de CFD, la
turbulencia tiene que ver con tres cosas:
 Nuestra visión de nuestro mundo exterior,
 Nuestra máquina digital, y
 La naturaleza de nuestras propias facultades mentales.
De hecho, podemos ver todo el tema de la "turbulencia" como consecuencia de la falta de
correspondencia entre nuestros poderes de observación y nuestros poderes de comprensión;
una falta de correspondencia que adquiere nuevas dimensiones a través de la introducción de
la computadora. […] son las limitaciones de nuestros sentidos y mentes que nos hacen
distinguir entre:
 Cosas que son tan simples en comportamiento que podemos comprender fácilmente,
 Cosas que son tan confusos que podemos comprender sólo con dificultad, y
 Cosas que son tan complicadas que en realidad no podemos comprender del todo.
En el enfoque clásico, como el iniciado por Reynolds y su extensión [los modelos] k   , el
“comportamiento turbulento" pertenece al último de estas [tres] categorías. En el enfoque
LES, se realiza un intento de simular el flujo que todavía podemos seguir con la computadora,
aunque con dificultad; mientras que sólo los flujos que ni nosotros ni nuestras máquinas
pueden seguir, se supone que constituyen la turbulencia. Dado que los límites entre estas
regiones de diferente resolubilidad no son claros y están cambiando con la evolución de la
computadora, la definición de la turbulencia se hace a menudo poco clara y también
cambiante. En esta misma línea, las magnitudes asociadas con el flujo turbulento, tal como el

16
El tamaño máximo de remolino es comparable con la dimensión mínima de la corriente turbulenta; y el diámetro del remolino más
pequeño es de 10 a 100m (McCABE et al., 2007, p. 57). 1m (micra o micrómetro) = 10-6 m (ver, por ej., ÇENGEL, 2007, p. 644).
DAIMF - UNMSM 1 - 25
FLUJO TURBULENTO

"coeficiente de difusión turbulenta", tomarán magnitudes muy distintas en un punto de vista en


oposición a la otra. De hecho, en el trabajo LES no existe tal medida definida para el flujo
mismo, sino sólo la secuencia de medidas correspondientes a la secuencia de escalas de
discretización utilizadas en el modelamiento.
Vemos así que el uso de la computadora ha alterado lo que podemos considerar como “flujo
medio” (o “flujo promedio”) y lo que podemos considerar como “turbulencia”. La siguiente es la
moderna definición de turbulencia dada por la teoría de CFD: “La turbulencia es simplemente todo
fenómeno debido al movimiento irregular que ocurre a escalas por debajo de aquellas que son posibles
de resolver sobre una malla usada para propósitos computacionales.”
Así, desde este punto de vista, la definición de la turbulencia es relativa al tamaño de la malla
que emplea cada modelador. De este modo, lo que es turbulencia para un modelador que usa
malla gruesa, puede constituir un flujo de fluido calculable (simulable) para otro modelador que
usa una malla más fina.
Finalmente, se presenta una definición de la turbulencia dada en el contexto de las ideas del
movimiento determinista, que entre sus precursores puede considerarse al matemático francés
Poincaré y al meteorólogo norteamericano Lorenz:
La turbulencia es cualquier solución caótica de la ecuación 3D de Navier-Stokes que es sensible a
los datos iniciales y que se produce como resultado de inestabilidades sucesivas de flujos laminares
cuando un parámetro de bifurcación17 se incrementa a través de una sucesión de valores.
(McDONOUGH, 2007, p. 5)

1.10 ESCALAS DE TURBULENCIA


En la literatura especializada a las longitudes y tiempos característicos que tienen lugar en un
flujo turbulento, se les denomina genéricamente escalas de turbulencia18, y a los movimientos
que tienen lugar en dichas escalas, como ya se ha descrito en la Sección 1.7(b), se les conoce
como remolinos o torbellinos (eddies o whirls). Los conceptos de escala y remolino, aunque
son ambiguos en gran medida, se usan con profusión en la literatura para describir de forma
cualitativa la física de la turbulencia.
En general, hay cuatro conjuntos principales de escalas en un flujo turbulento (puede haber
más si otros fenómenos físicos, tales como, transferencia de calor y/o la combustión son
importantes), estos son (McDONOUGH, 2007, pp, 47-49; REDONDO, 2004?, p. 13):
1.- Escala grande, basada en la geometría del dominio del problema, designada en esta
separata por L, U, t [ t a : tiempo advectivo; t d : tiempo difusivo];

2.- Escala integral, que es una fracción de O(1) [“orden de magnitud unidad”] (a menudo
tomado como ~0.2) de la escala grande (y denominada "escala exterior", especialmente en
la literatura rusa), en esta separata designada por l, T [ejemplo, l gx , l fx ; TE , TL ];

3.- Microescala de Taylor, que es una escala intermedia, básicamente correspondiente a


subrango inercial de Kolmogórov (en realidad, dentro de este subrango), designada en
esta separata por , u,  [ejemplo, g , f ;  E ,  L ]; y
4.- Escala de Kolmogórov (o de "disipación") que es la más pequeña de las escalas de
turbulencia (llamada "escala interior" en la literatura rusa), designada en esta separata por
 , u0 ,  0 .
A grandes rasgos, se observa que los remolinos mayores poseen una longitud característica
del orden de la longitud característica del dominio fluido [L], por ejemplo: del orden del
diámetro característico de la sección en el caso del movimiento turbulento en un conducto o en

17
En dinámica de fluidos un “parámetro de bifurcación” es usualmente llamado parámetro de transición (McDONOUGH, 2007, p, 13).
18
Denominada también “escalas turbulentas”; ver BARRERO & PÉREZ-SABORID (2005, p. 461).
DAIMF - UNMSM 1 - 26
FLUJO TURBULENTO

un chorro; del tamaño característico del objeto para el caso de un flujo externo alrededor del
mismo; etc. El tiempo característico [t] de variación de dichos remolinos, puede estimarse a
partir de su longitud característica y la velocidad característica del flujo [U] determinada por las
condiciones de contorno impuestas al sistema, tales como el caudal, diferencias de presión,
etc.

Cambio de escala y cascada de energía:


Al ser el número de Reynolds siempre alto en los flujos turbulentos, los efectos viscosos son
muy pequeños para el movimiento en los remolinos grandes y, mediante mecanismos que no
son bien conocidos todavía, se hacen inestables frente a perturbaciones dando lugar a un
proceso de generación de remolinos cada vez de menor tamaño, hasta que la longitud
característica de los mismos es tan pequeña que las fuerzas de viscosidad entran en juego y
detienen el proceso [característica de cambio de escala, ver Sección 1.7e]. De esta forma, y
como puede observarse en algunos casos cotidianos, partículas fluidas que en cierto instante
se mueven en remolinos grandes se arremolinan en instantes sucesivos en remolinos cada
vez más pequeños hasta que disipan una fracción importante de su energía cinética en forma
de calor en los más pequeños. Puesto que los remolinos grandes coexisten con los
pequeños, debe producirse un suministro continuo de energía, denominado cascada de
energía, desde el movimiento de escalas grandes, hacia el movimiento de escalas pequeñas,
al mismo tiempo que el movimiento en las escalas grandes debe adquirir su energía del
exterior a través de las condiciones iniciales y/o de contorno impuestas al sistema. De hecho,
la turbulencia es extraordinariamente disipativa, siendo una experiencia común que para que
un flujo turbulento pueda mantenerse necesita un suministro suficiente y continuo de energía
externa, de otra forma la disipación que tiene lugar en las pequeñas escalas disminuirá pronto
la energía cinética del flujo y la turbulencia desaparecería.
Esta noción de cascada de energía, descrita primero de forma cualitativa (y poética) por
Richardson y, más tarde, de forma cuantitativa por Kolmogórov, ha producido resultados muy
fructíferos en el estudio de la turbulencia, tanto para su entendimiento físico como para su
tratamiento analítico y numérico.

Lewis Fry Richardson


(1881 – 1953) (Fuente: HOYAS, 2010)

Teoría de Kolmogórov:
En particular, la teoría de Kolmogórov (conocida también como teoría K41) permite estimar los
valores característicos correspondientes a los remolinos más pequeños que pueden
observarse en un flujo turbulento. El principal aporte de la teoría K41 es la adecuada
predicción de la distribución de energía entre las diferentes escalas, esto es, en estado
estacionario la transferencia de energía entre todos los tamaños de remolinos tiene que ser la
misma e igual a la que se inyecta a través de los remolinos de tamaños mayores.
En el marco de la teoría K41, si la longitud típica del dominio fluido es L y la velocidad
característica impuesta por las condiciones de contorno es U , entonces, el tiempo
característico de variación para el movimiento en los remolinos grandes, [denominada también
DAIMF - UNMSM 1 - 27
FLUJO TURBULENTO

L
“tiempo advectivo” t a ] es del orden de . Entonces, es
U
aceptable suponer que este es el “orden de magnitud”19 del
tiempo que, en promedio, las partículas fluidas tardan en
pasar desde los remolinos grandes a otros más pequeños,
lo que proporciona una energía cinética por unidad de masa
( k ) del orden de U 2 que entra en el flujo turbulento (es
decir, k ~ U 2 ) y se disipa en los torbellinos pequeños. Así, la
tasa de transferencia de energía cinética por unidad de masa
será:
k U2 U2 U3
~   (1.19)
ta ta L /U L
Por otra parte, la tasa de disipación de energía mecánica por Andréi Nikoláievich Kolmogórov
unidad de masa20,  , [es del orden de magnitud de]21: (1903 – 1987)
1  l  
( : V )

Entonces, si u 0 y  representan a la velocidad y a la longitud características de los remolinos


más pequeños  puede estimarse como
1    u2
 ~ ( l : V ) ~  02 (1.20)
 
    
donde  l  [V  (V ) T ] es el tensor esfuerzo viscoso, y el resultado del “doble producto
  
punto” (:) entre los tensores de segundo orden  l y V resulta un escalar (ver, por ejemplo,
BIRD et al., 1973, p. A-4; REDDY, 2013, p. 55).
Puesto que toda la energía cinética que entra se disipa, se iguala (1.19) y (1.20) obteniéndose
u 02 U3
 ~ ~ (1.21)
2 L
Asimismo, ya que los efectos no estacionarios son del mismo orden que los efectos advectivos
[y difusivos] para todas las escalas turbulentas, se tendrá:

V    
 ~  (V  )V ~  2V ,
    (1.22)

t
Advectivo Difusivo
No Est .

entonces, si  0 denota el tiempo característico de variación en la escala pequeña, las


relaciones (1.22) proporcionan los siguientes órdenes de magnitud para la escala pequeña:
u0 u 02 u0
~ ~ (1.23)
0  2
En consecuencia, los órdenes de magnitud de u 0 ,  y  0 , se pueden hallar de la siguiente
manera:

19
Se empleará el símbolo ~ para representar “del orden de” o “del mismo orden de magnitud de”; ver CRESPO (2008, p, 297);
GERHART et al. (1995, p. 778).
20
La energía mecánica es la forma de energía que se puede convertir completa y directamente en trabajo mecánico por medio de un
dispositivo mecánico ideal como lo es una turbina ideal. (…) la energía mecánica de un fluido fluyente son la energía de flujo, la
energía cinética y la energía potencial que, por unidad de masa, se puede expresar como: e m= p/+v2/2+gz (ÇENGEL&CIMBALA,
2006, p, 1180).
21
Ver definición de “función de disipación” en SÁMANO&SEN, 2009, p. 35
DAIMF - UNMSM 1 - 28
FLUJO TURBULENTO

u 02 u0
De la relación (1.23), ~ ; que se simplifica para,
 2
 u0 
u0 ~ ~1 , de donde, (1.24)
 
es decir, en la escala de Kolmogórov el número de Reynolds tiene orden de magnitud de 1, el
cual indica que las fuerzas viscosas, que provocan la disipación, son del mismo orden de
magnitud de las fuerzas de inercia. Asimismo, en la relación (1.20):
u 02 u 02
 ~  2  u 2 ~ u 04 (teniendo en cuenta 1.24), de donde resulta:
2  u0 2 0
( )

u 0 ~ ( )1 / 4 (1.25)

Similarmente, de (1.24):  ~ . Entonces, teniendo en cuenta (1.25), se obtiene:
u0
3
 ~ ( )1 / 4 (1.26)


Por otro lado, por definición:  0 ~ . Por tanto, dividiendo (1.26) entre (1.25), resulta
u0

 0 ~ ( )1 / 2 (1.27)

Los valores relativos de u 0 ,  y  0 respecto a los valores característicos de la escala
grande, se obtienen de la siguiente manera: De (1.25), teniendo en cuenta (1.21),
1/ 4
U 3 1 / 4 U 4 1 / 4  U 4 
 U
u 0 ~ ( ) 1/ 4
 ( ) ( )  UL
 

L UL    Re1 / 4
de donde,
u0
~ Re1 / 4 (1.28)
U
u 02 U3   u 02
Asimismo, de (1.21):  ~ , de donde, ~ (a)
2 L L  U3
  u3 u
Pero, de (1.24): ~ u0 . Entonces, en (a): ~ 03  ( 0 ) 3 . donde, teniendo en cuenta
 L U U
(1.28), se obtiene:

~ Re3 / 4 (1.29)
L
0  / u0  U
Finalmente, ~  ; de donde, teniendo en cuenta (1.28) y (1.29), resulta
ta L / U L u0
0
~ Re1 / 2 (1.30)
ta

L UL
En las relaciones (1.28) a (1.30), Re  y ta 
, son el número de Reynolds y el tiempo
 U
advectivo característico para movimiento de escala grande.

Volviendo a los órdenes de magnitud de las escalas pequeñas, las estimaciones (1.25) al
(1.27) ponen de manifiesto que para un valor dado de  , los valores característicos de las
escalas pequeñas dependen de los de las grandes escalas solamente a través de la tasa de
DAIMF - UNMSM 1 - 29
FLUJO TURBULENTO

energía por unidad de masa suministrada externamente a los grandes remolinos, que es a su
vez la que debe disiparse por la viscosidad en los remolinos pequeños (  ). Los valores
3 
u 0  u d  ( )1 / 4    d  ( )1 / 4  0   d  ( )1 / 2 (1.31)
 
se denominan microescala de Kolmogórov (o de disipación) y definen, de acuerdo con las
relaciones (1.25) al (1.27), el orden de magnitud de las escalas turbulentas más pequeñas,
aquellas para las que los efectos de disipación son importantes22.

Espectro de energía cinética de la turbulencia:


Basado en consideraciones dimensionales, además de las microescalas, Kolmogórov encontró
la forma de la distribución de energía para las escalas turbulentas de tamaño  comprendido
en el subrango inercial, L     d . En efecto, debido a que la longitud característica del
flujo, L , es mucho mayor que la longitud de las escalas inerciales, éstas [las escalas
inerciales] pueden considerarse localmente homogéneas e isótropas, por lo que un análisis de
Fourier del campo de velocidades23 proporciona el espectro de energía cinética E (k ) , donde
k  2 /  es el número de onda de la escala de longitud  . Esta transformación nos permite
realizar cá lculos sobre la energí a del sistema de forma má s có moda, expresando la
distribució n de energí a entre los remolinos en té rminos de su espectro. El espectro es una
funció n que resume la energí a asociada a cada nú mero de onda independientemente de su
distribució n espacial. Una interpretació n del significado físico del espectro es que E (k )dk es
la energía cinética por unidad de masa contenida en las escalas con números de onda
comprendidos entre k y k  dk . Debido a su pequeña longitud característica, la tasa en el
rango inercial debe ser independiente de los detalles de la tasa en la escala grande, y sólo
depende de éste [movimiento de escala grande] a través de  . Se tiene entonces
E (k )  f (k ,  , ) (1.32)
y el análisis dimensional proporciona
kd (1.33)
E   1 / 4 5 / 4 g ( ),
k
2 2 1 / 4 kd
donde, k d   , y g( ) es una función universal (válida para cualquier flujo
d  3/ 4
k
turbulento) que se determina experimentalmente.
La figura 1.10 muestra un espectro de energía obtenido para turbulencia de grilla; no obstante,
se observa experimentalmente que dicho espectro es universal para valores altos de número
de onda k (escalas pequeñas) en el sentido de que es independiente del tipo de flujo
considerado, lo que no ocurre para valores pequeños de k (escalas grandes). Para valores
de (k d / k )   , el espectro de energía debe ser independiente de la viscosidad, por lo que si
se supone que g posee un comportamiento de la forma g  C (k d / k ) /(2 ) para
(k d / k )   , donde C es una constante, se obtiene

E  C 1 / 4 5 / 4  / 4 3 / 4 k  , (1.34)
La expresión (1.34) es independiente de  sólo si   5 / 3 , lo que proporciona

E (k )  C 2 / 3 k 5 / 3 (1.35)

22
[El símbolo  es para representar “idéntico a”].
23
Mediante la transformada de Fourier, se transforma el campo de velocidades u , en el espacio físico, en el espacio de Fourier û k ,
donde está descrito en función de los números de onda (ver artículo hallado en internet: “Notas de turbulencia”, p. 8).
DAIMF - UNMSM 1 - 30
FLUJO TURBULENTO

Figura 1.10: Espectro de energía vs. número de onda de la turbulencia


(Fuente: BARRERO & PEREZ-SABORID, 2005, p. 464)

Microescala de Kolmogórov y la escala molecular:


Como se demuestra a seguir, la microescala de Kolmogórov es, en general, mucho mayor que
la escala de movimiento molecular; por lo que la turbulencia es realmente un fenómeno del
fluido como medio continuo (y en equilibrio termodinámico local). Para ello, se toma el caso
más desfavorable de un gas, donde el recorrido libre medio entre colisiones moleculares es del
orden de:

m ~ (ver por ejemplo la ecuación de Maxwell), (a)
a
donde a es la velocidad molecular del gas relativa a la velocidad del fluido (siguiendo direccio-
nes al azar), y que es del orden de la velocidad del sonido (FERNÁNDEZ, 2005, pp.
518-519), y
 es la viscosidad cinemática del gas.
Por otro lado, de (1.29), se tiene
 ~ L Re3 / 4 (b)
Al dividir (a) entre (b), resulta
m  /a M
~  1/ 4 (1.36)
 LRe3 / 4
Re

U UL
donde M  es el número de Mach, y Re  .
a 
Como M es a lo sumo del orden de unidad en la mayoría de las ocasiones, se tiene que:
M 
 1 ; por lo que (en 1.36) m  1 y
1/ 4
Re 
m   (c)
Análogamente, el tiempo característico entre colisiones es del orden:
DAIMF - UNMSM 1 - 31
FLUJO TURBULENTO

m
m ~ (d)
a
Pero, teniendo en cuenta (a), (d) se puede expresar como

m ~ 2 (e)
a
Por otro lado, de (1.30) se tiene:
L 1 / 2
 0 ~ t a Re1 / 2  Re (f)
U
Finalmente, al dividir (e) entre (f), se obtiene
m M2
~ 1/ 2 (1.37)
0 Re

Ejemplo 1.5: Cálculo del orden de magnitud de microescalas


Como trabajo preliminar para un estudio con detectores, en un laboratorio se mezclará
Freón12 en un recipiente con 100 kg de agua a 25 ºC. Se usará un agitador manual de 200 W
para el mezclado. El coeficiente de difusión molecular de Freón12 en agua es D  1.0  109
m2/s.
a).- ¿A qué escala [de longitud] las fluctuaciones de velocidad se desvanecerán por la acción
de la viscosidad?
b).- ¿A qué escala [de longitud] desaparecerán los gradientes de concentración de Fréon12?
Solución
Conociendo las magnitudes del movimiento de escala grande, se desea saber el orden de
magnitud de las microescalas de longitud.
Datos:
Medio en el cual ocurre la mezcla: m  100 kg de agua a 25ºC (  1.003 106 m2/s);
Sustancia que se mezcla: Freón12, con coeficiente de difusión D  1.0  109 m2/s;
Potencia del agitador: P  200W.
Se debe calcular la tasa de disipación de energía mecánica por unidad de masa (  ), puesto
que la relación de escalas está en función de esta variable.

Hipótesis:
El orden de magnitud de la tasa de disipación de energía mecánica por unidad de masa  es
P
tal que:  ~ .
m
Esta hipótesis se puede probar, por ejemplo, a partir de (1.20) que establece
1   
 ~ ( l : V )

Expresando, dimensionalmente el término del lado derecho, resulta:
1 F V
 ~ [ 3 ] [ 2 ] [ ]
ML L L
DAIMF - UNMSM 1 - 32
FLUJO TURBULENTO

L3 F V
 ~[ ] [ 3 ]]
M L
es decir,
P
 ~[ ] , (siendo P  [FV ] ), lo que prueba la hipótesis planteada.
M

Cálculos:
200W
 = 2 m2/s3 [Equivalencia: 1W = 1N m/s = 1 kg m2/s3]
100 kg

a).- A nivel de escala de Kolmogórov los gradientes de velocidad se desvanecerán por los
efectos viscosos. En consecuencia, la longitud característica de los remolinos más
pequeños será (por 1.26):
3
 ~ ( )1 / 4

Reemplazando datos:
1/ 4
 (1.003 106 ) 3 
 ~  

 2 
 ~ 2.5  105 m = 2.5  102 mm = 25 m

b).- Por otro lado, los gradientes de concentración de la masa (un escalar) se desvanecerán a
la escala de Batchelor (no presentada en esta separata), dada por:
D 2
B ~ ( )1 / 4

Entonces, reemplazando datos:
1/ 4
 (1.0  109 ) 2 1.003 106 
 B ~  

 2 
7 4
 B ~ 8  10 m = 8  10 mm = 0.8 m
DAIMF - UNMSM 1 - 33
FLUJO TURBULENTO

1.11 TIPOS DE TURBULENCIA


No todos los flujos turbulentos son semejantes. Así, las características universales de un
chorro turbulento y aquellas de un flujo en tubería muestran ciertas diferencias. A grosso
modo, los flujos turbulentos se pueden clasificar en 3 grandes grupos (PANTON, 1984):
a).- Turbulencia de grilla
La turbulencia de grilla (gridlike flows) es un tipo especial de turbulencia que viola la definición
por que no es autosostenida. Para crear este flujo, se coloca una rejilla (por ejemplo de
varillas cilíndricas) perpendiculares a una corriente uniforme. Los remolinos generados por
las varillas interactúan, y después de una cierta distancia aguas abajo se tiene un campo de
flujo turbulento homogéneo e isotrópico. Muchas experiencias en laboratorio han sido
llevadas a cabo en este tipo de turbulencia.

Figura 1.10: Turbulencia homogénea detrás de una grilla.


(Fuente: FRISCH, 2004, p. 9)

b).- Turbulencia de pared24


La presencia de una pared rígida tiene un efecto dominante sobre el proceso de formación de
una región con gradiente de velocidad transversal próxima a la superficie (wall shear layers)
donde se genera la turbulencia. Pertenecen a este grupo, por ejemplo, las capas límites y
todos los flujos internos (flujo en tuberías).

Figura 1.11: Desarrollo de turbulencia de pared en una tubería (escalas


muy distorsionadas)
(Fuente: DAUGHERTY & FRANZINI, 1977, p. 205)

24
“Turbulencia parietal”, ver BARRERO & PÉREZ-SABORID, 2005, p. 484.
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FLUJO TURBULENTO

c).- Turbulencia libre


La turbulencia libre (free shear layers) incluye no solo a las típicas turbulencias por mezcla de
capas de dos flujos a diferente velocidad, sino también a toda clase de chorros y estelas. Una
región de transición, cerca del origen de estos flujos, precede a la región turbulenta. Aguas
abajo, la extensión de la región turbulenta es siempre creciente.

Figura 1.12: Chorro turbulento


(Fuente: KUNDU, 1990, p. 443; R. BALLESTEROS, 2004)

U:

Figura 1.13: Estela detrás de un cuerpo rígido Figura 1.14: Zona o capa de mezcla en fluidos
(Fuente: KUNDU, 1990, p. 443) (Fuente: KUNDU, 1990, p. 443)

Figura 1.15: Esquema de un penacho


[flujo ascensional de aire caliente]
(Fuente: CRESPO, 2008, p. 488)

1.12 DEFINICIONES RELACIONADAS CON LA ESTRUCTURA DE LA TURBULENCIA DEL


CAMPO DE FLUJO
a).- Turbulencia homogénea
Cuando la turbulencia tiene cuantitativamente la misma estructura en todas las partes del
campo de flujo se dice que la turbulencia es homogénea. Dicho de otro modo, la turbulencia
homogénea es independiente de las coordenadas de posición. En términos de intensidad de
turbulencia, la homogeneidad significa que los componentes de la intensidad no dependen de
la posición en el espacio.

b).- Turbulencia isotrópica


Se denomina turbulencia isotrópica si sus características estadísticas no tienen preferencia
por alguna dirección, de modo que prevalece un perfecto desorden. En otras palabras, la
turbulencia isotrópica es independiente de la dirección. En flujo turbulento isotrópico, no
puede ocurrir ningún esfuerzo cortante promedio y, consecuentemente, ningún gradiente de
DAIMF - UNMSM 1 - 35
FLUJO TURBULENTO

velocidad promedio (HINZE, 1959, pp. 2 y 27). Por lo tanto, esta turbulencia no es
autosostenida. Turbulencia aproximadamente isotrópica ocurre, por ejemplo, en el eje central
de una tubería o fuera del espesor de la capa límite.
En todos los casos donde la velocidad promedio muestra un gradiente de velocidad, la
turbulencia será no isotrópica, o sea, anisotrópica. Dado que este gradiente de la velocidad
promedio está asociada con la ocurrencia de un esfuerzo cortante promedio, la expresión
“turbulencia de flujo cizallante” (shear-flow turbulence) es siempre usado para designar esta
clase de flujo. La turbulencia originada por una pared rígida y la turbulencia libre anisotrópica
pertenecen a esta clase de turbulencia no isotrópica.

c).- Turbulencia homóloga


El concepto de turbulencia homóloga (homologous turbulence) fue introducido por von
Kármán para designar el caso de esfuerzo cortante promedio constante en todo el campo,
por ejemplo, en flujo plano de Couette (HINZE, 1959, p. 2).

d).- Seudoturbulencia
La expresión “seudoturbulencia” (pseudo turbulence) es usada frecuentemente para referirse
al hipotético caso de un campo de flujo con un patrón regular que muestra una periodicidad
constante distinta en el tiempo y el espacio. La diferencia entre pseudo turbulencia y
turbulencia real es notoria si se compara fotografías tomadas de estos dos tipos de flujo. La
fotografía de la seudo turbulencia muestra un patrón de flujo regular con periodicidades
constantes a través de todo el campo, mientras que la fotografía de una turbulencia real
puede mostrar esta condición sólo en un instante (el próximo instante el patrón puede haber
cambiado en forma y magnitud).
Los campos de flujo pseudo-turbulento pueden ser muy útiles para simular campos
turbulentos reales, para ellos puede ser más viable un tratamiento teórico; es relativamente
fácil, por ejemplo, calcular la disipación de energía cinética por efectos viscosos en campos
de flujo pseudo-turbulento. Sin embargo, al hacer el estudio en este tipo de campo se debe
poner mucho cuidado en la interpretación de los resultados para los campos de turbulencia
real (HINZE, 1959, pp, 2-3).

e).- Campo de flujo turbulento cuasi-permanente


La expresión “campo de flujo cuasi-permanente” (quasi-steady flow field) es empleada por
HINZE (1959, p, 28) para designar “un campo donde el patrón de flujo promedio no cambia con
el tiempo”. Por otro lado, en estudio de turbulencia, el término “flujo medio”, o “flujo promedio”
(“mean flow", o “average flow")25 es el que resulta del flujo si las fluctuaciones turbulentas son
filtradas (ver, por ejemplo, EIGER, 1989, p, 89). En consecuencia, en un flujo turbulento cuasi-
permanente los valores promedios de las magnitudes, tal como velocidad media, densidad
media, presión media, etc., no presentarán variación con el tiempo aún cuando las
magnitudes instantáneas y sus fluctuaciones sí varían con el tiempo. Un oscilograma de una
magnitud de un flujo turbulento cuasi-permanente se esquematiza en la figura 2.2(a).
Asimismo, HINZE (1959) hace la siguiente precisión:
Los rasgos característicos de la turbulencia: irregularidad y el estado de desorden, involucran la
impermanencia de las diferentes frecuencias y también de las diferentes periodicidades y escalas.
Por esta razón hemos usado el adjetivo “cuasi”. En adelante, si tenemos en mente este carácter
impermanente, podemos por conveniencia omitir el “cuasi”. (p. 6)
De este modo, en esta separata los términos “cuasi-permanente” y “permanente” (o
“estacionario”) serán empleados indistintamente.

25
Ver, por ejemplo, RODI (1993, p, 2).
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FLUJO TURBULENTO

f).- Vorticidad, estiramiento de vórtices y tridimensionalidad de la turbulencia


Conforme se ha expuesto en Secciones precedentes, los flujos turbulentos no son nunca
irrotacionales, sino que se caracterizan por niveles muy altos de fluctuaciones de la
  
vorticidad     V (rotacional de la velocidad). Estas fluctuaciones no podrían mantenerse
en un flujo bidimensional ya que el principal mecanismo que genera vorticidad es el
estiramiento de los vórtices (vortex stretching). Dicho mecanismo está asociado al término
 
.V de la siguiente ecuación de vorticidad para un flujo isentrópico con fuerzas másicas
conservativas (FERNÁNDEZ, 2005, p. 292):
 
D    
( )   V (1.38)
Dt  
y puede explicarse teniendo en cuenta que, como enuncia la segunda ley de Helmholtz, un

elemento infinitesimal de línea de vorticidad26  x0 , inicialmente paralelo al vector vorticidad

 , se mantiene paralelo al mismo en su movimiento supuesto éste barótropo27, con fuerzas
másicas que derivan de un potencial y efectos viscosos despreciables, lo que sucede excepto
para las escalas más pequeñas; además, la longitud de dicho elemento infinitesimal es
 
 x0  x
proporcional al módulo de vorticidad, esto es,  , de donde,
0 

 x
  (1.39)
 0  x0
 
Asimismo, si  S es cualquier elemento de área que contiene al punto cuya vorticidad es  , a
partir de la tercera ley de Helmholtz, se establece que

  S0
  (1.40)
0  S
Por tanto, de (1.40), si, debido a una fluctuación turbulenta, un tubo de vorticidad se estrecha
 
(  S disminuye), aumentará localmente su vorticidad (  ) y, con ello, los gradientes de
velocidad, lo que significa que se habrá generado movimiento en una escala menor que la

original. Por otra parte, de (1.39), si un tubo de vorticidad se acorta (  x disminuye), su

vorticidad (  ) disminuye dando lugar a un proceso inverso de generación de una escala
mayor a partir de otra menor. No obstante, el fenómeno no es estrictamente reversible y, en
media, la generación de movimiento de escalas pequeñas predomina sobre el proceso
inverso como se observa en la figura 1.16. En efecto, a medida que se genera vorticidad ésta
se disipa por efectos viscosos cuando la escala del movimiento es suficientemente pequeña y

el término  2 w (…) se hace importante y (1.39) deja de ser válida; por tanto, no toda la
vorticidad presente en las escalas pequeñas está disponible para generar movimiento de
escalas mayores.
Conviene indicar que el mecanismo de estiramiento de vórtices no puede operar en flujos
bidimensionales, para los que se tiene:
  u u  
V  u1 ( x1 , x2 , t )eˆ1  u 2 ( x1 , x2 , t )eˆ2 ,   ( 2  1 )eˆ3 y, por tanto, .V  0 ;
x1 x 2

26
Una línea de vorticidad es aquella curva que es tangente al vector vorticidad en todos sus puntos (ver figura 1.17). Un tubo de
vorticidad está constituido por la familia de líneas de vorticidad que pasan por una curva cerrada (BARRERO & PÉREZ-SABORID,
2005, p, 206; FERNÁNDEZ, 2005, p, 292).
27
El movimiento es barotrópico si    ( p, t ) . Según KUNDU (1990, p, 106) un flujo en el cual    ( p) es llamado flujo barotrópi-

co, del cual el flujo isotermal y el flujo isentrópico ( p /   const , siendo k  c p / cv ) son casos especiales.
k
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FLUJO TURBULENTO

de esta forma, se pone de manifiesto el carácter esencialmente tridimensional de la


turbulencia. (ver BARRERO & PÉREZ-SABORID, 2005, pp. 465-466; FERNÁNDEZ, 2005, pp. 291-
297)

Figura 1.16:
Generación de movimiento de escalas pequeñas
en la evolución de dos líneas fluidas [líneas de
tiempo] inicialmente paralelas visualizadas en el
movimiento turbulento detrás de una rejilla.
(Fuente: BARRERO & PÉREZ-SABORID, 2005, p. 465)

(a) Tubo de vorticidad formado por la familia de líneas de (b) Convección de una línea de vorticidad.
vorticidad, siendo éstas tangente al vector vorticidad.

Figura 1.17: (Fuente: FERNÁNDEZ, 2005, pp. 203-204)

Figura 1.18: Fotografía de un tornado


La nube giratoria es una visualización de un tubo de vorticidad muy
estrecho donde la vorticidad es muy intensa que muere en las
nubes de la tormenta. Cuando las nubes superiores se mueven, el
tornado se dobla, es decir, el tubo de vorticidad es “convectado” por
el flujo aumentando la vorticidad en gran parte del tornado al
estrecharse la sección transversal del tubo de vorticidad.
(Fuente: BARRERO & PÉREZ-SABORID, 2005, p. 208)
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FLUJO TURBULENTO

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