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Parker y Hachi destacan su profunda relación, llegando conmover a sus

espectadores 

SIEMPRE A TU LADO, RODAJE CINEMATOGRÁFICO QUE CONQUISTÓ AL


PÚBLICO MUNDIAL

Largometraje basado en hechos reales, estrenado el 13 de junio de 2009.


Siempre a tu lado, es una película dramática estadounidense reconocida en 2010
como La Mejor Película del Año.

Un día como cualquier otro, como cosas del destino, el profesor universitario de
música, Parker Wilson, se encuentra con un cachorro abandonado a mitad de la
estación de tren a la que acudía diariamente; el can, herido y perdido, fue
adoptado por el profesor gracias a la falta de indicios sobre algún dueño, tras
decidir rescatarlo y llevarlo a su casa, su pareja no estaba totalmente de acuerdo
con la estadía del animal, debido a que el perro al llevar mucho tiempo en la calle,
no se comportaba. Un día el profesor Parker, toma la decisión de entrenarlo y su
esposa al ver el gran cambio de “Hachi” y el lazo que había creado con su esposo,
permite que este se quede con ellos de forma permanente. Con el paso de los
días, el cariño de ambos iba aumentando y llegan así a construir un vínculo muy
fuerte.

El perro, un Akita, animal de raza japonesa, día a día acompañaba a su dueño a


la estación de tren que lo llevaba a su amado trabajo como profesor universitario
de música, donde lo esperaba ansioso desde que cerraban las puertas de los
vagones del tren hasta que regresara de su jornada laboral. Parker intentaba que
su mascota se quedara en casa y lo había hecho de todas las maneras posibles,
pero Hachiko, al ser un perro de la calle tenía sus trucos y, aún así, lo
acompañaba y sin lograr de ninguna manera que este se quedara, siempre
terminaba escapándose de alguna u otra manera para así hacerle compañía hasta
la estación de tren donde el profesor acostumbraba ir y venir, encontrándose con
su querido y fiel “Hachi” quien aguardaba por él.

Con el pasar del tiempo, el profesor Parker fue envejeciendo, así como también
debilitándose; un día, de lo más inesperado, este sufrió un ataque cardiovascular y
murió en la universidad donde realizaba sus jornadas como profesor de música.
Ese mismo día, Hachiko, lo esperaba como de costumbre en la estación de tren
donde se reencontraban cada día, pasaban horas y horas, y Hachi no encontraba
indicios de su compañero, al pasar el tiempo, llega un familiar a recoger a “Hachi”
de la estación para llevarlo de vuelta a casa, esto no impidió que el perro volviera
a la estación con la esperanza de que su dueño apareciera; Hachiko lo esperaba
día y noche en lo que era su punto de encuentro. 

Hachiko, siguió esperando durante horas, días e incluso años por la llegada de
su amigo ya fallecido, se pasaba vagueando por la zona, durmiendo debajo de los
vagones abandonados y alimentándose de mano del dueño de un puesto de
perros calientes, el cual era de un amigo del profesor Parker, así Hachiko pasó el
resto de sus días, esperando que su amo regresara. Una noche, donde lo que ya
era su hogar, los vagones abandonados de la estación de tren, el perro fallece,
anhelando ver nuevamente al que fue su amigo, compañero y dueño.

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