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Pedagogía de la Comunicación
No sólo es conocido por el hecho de ser el lóbulo más grande en el encéfalo humano, sino
también por las importantísimas funciones y capacidades. Los lóbulos frontales del cerebro
destacan especialmente por el hecho de estar muy involucrados en las llamadas funciones
ejecutivas.
Estas funciones son las que asociamos a la cognición y la toma de decisiones: el uso de la
memoria, la planificación, la selección de objetivos, y la resolución de problemas
específicos que tienen que ser abordados focalizando la atención en aspectos concretos.
En líneas generales, puede decirse que el lóbulo frontal de cada hemisferio sirve para
convertir la información sobre el entorno en materia a partir de la cual decidir lo que se
hace y diseñar un plan de acción para intervenir sobre lo que nos rodea.
Por otro lado, tenemos una zona del cerebro dedicada a exclusivamente a comprender el
rostro, a evaluar una cara. Por tanto es importante hacer énfasis en la gestualidad a la hora
de enseñar.
La atención plena es una de las actividades más complejas en el momento de la clase. Esta
no se consigue de manera estática. Se logra haciendo chistes, moviéndose, viendo a la cara,
etc. Moviéndose se mantiene la atención plena. Se cambia de ambiente. El movimiento es
la clave.
“Si alguien quiere aprender… escriba”, es una de las claves en el aprendizaje. Tomar notas
de las clases teóricas. Las notas pasan a ser una memoria a largo plazo. Al estar quieto se
está escuchando, pero no se toma nota, no se cierra el circuito de aprendizaje. Tomar nota
activa mayores áreas cerebrales que escuchar pasivamente.
Otra clave es cumplir la función A-P-E (Aprendizaje con actividad). No hay aprendizaje sin
actividad. Teatralizar, tomar nota, caminar mientras se estudia, jugar burlándose del
aprendizaje, usar el cuerpo para expresar ideas, son claves para reafirmar el conocimiento.