Está en la página 1de 2

Kien, cielo

La fuerza
Es dinámico, inagotable, cambiante e implacable. Lo
creativo, fuerte y poderoso.
Es el padre, el que dirige y condiciona.
Aporta alegría profunda y duradera.
Luminoso y firme.
Elemento: metal.
Kun, tierra
Lo receptivo
Es muy interior y desde allí ofrece todo lo que tiene sin
hacer ruido.
Lo receptivo, sirve, da luz, inspira.
Es la madre, nutre, protege y conserva.
Fértil, extenso, sin preferencias.
Elemento: tierra.
Li, fuego
El resplandor
Es la conciencia. Ver y comprender para articular ideas
y objetivos.
Hija del medio, fuego, calor, sequedad.
Sol, rayo, luz, armas.
Elemento: fuego.
Kan, agua
El abismo
Como el agua, cae colmando las cavidades que encuentra
en su camino y sigue adelante. Imposible de detener.
Ayuda a superar los obstáculos dando coraje.
Lo abismal, peligroso.
Hijo del medio, esfuerzo, sangre.
Engaño, sigilo, emboscada, humedad.
Elemento: agua.
Dshen, trueno
La sacudida
Despierta, entusiasma y perturba. Remueve las cosas
y las hace salir de su escondite. Despierta la energía
dormida. Lo suscitativo, movimiento.
Hijo mayor, primavera, germinar.
Prepara el terreno para lo nuevo. Crecimiento, el
comienzo.
Elemento: madera.
Sun, viento
La penetración
Es sutil, hermoso, amable, suave, penetrante. Está
asociado al matrimonio y reina sobre la nueva casa.
Hija mayor. Difunde, se extiende.
Disolución, desarrollo.
Elemento: madera.
Ken, montaña
El límite
Sutil, hermoso y amable. Conduce hacia la madurez.
El aquietamiento, detenerse.
Hija mayor. Puerta, mediación.
Se introduce en el corazón, cura, ampara conduciendo
cada cosa a su destino. Protege y vigila, resistencia,
retener.
Elemento: tierra.
Tui, lago
La apertura
El agua al aire libre, los vapores y la niebla. Ofrece
ánimo, relaciones prometedoras, liberación de las trabas
por disolución. Estimulante. Alegra todas las cosas que
lo reciben bien. Lo sereno, alegría.
Hija menor. Habla, lengua. El otoño.
Elemento: metal.

También podría gustarte