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Estudios Superiores del Escorial

F. Javier Campos (coord.)

Religiosidad popular:
Cofradías de penitencia

Vol. I

R. C. U. Escorial-Mª Cristina
Servicio de Publicaciones

COLECCIÓN DEL INSTITUTO ESCURIALENSE DE


INVESTIGACIONES HISTÓRICAS Y ARTÍSTICAS, Nº 57
© 2017 by Estudios Superiores del Escorial
San Lorenzo del Escorial (Madrid)

Dirección:
F. Javier Campos y Fdez. de Sevilla
www.javiercampos.com

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R. C. U. Escorial-María Cristina
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28200 San Lorenzo de El Escorial
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ISBN: 978-84-697-5400-9.
Depósito Legal: M-24636-2017.

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Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas mantiene un criterio de respeto e
independencia.

Impreso en España – Printed in Spain

Artes Gráficas Collado.


Religiosidad popular:
Cofradías de penitencia
El perdón cristiano en el Derecho español:
los indultos a las Cofradías de penitencia

Juan Ramón RODRÍGUEZ LLAMOSÍ

“Si acaso doblares la vara de la Justicia


no sea con el peso de la dádiva sino con
el de la misericordia”.
(Miguel de Cervantes, El Ingenioso Hidalgo
don Quijote de la Mancha, 2ª parte, cap.
XLII)

I. Antecedentes históricos.

II. Los indultos concedidos por el gobierno español durante la Semana


Santa de 2017.

III. El perdón cristiano en el Derecho español.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 7-22. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

El indulto es una causa de extinción de la responsabilidad penal reconocida


en el art. 130.4 del Código Penal y supone el perdón de la pena. Es, por tanto,
una renuncia del ejercicio del poder punitivo del Estado fundado en razones
de equidad, oportunidad o conveniencia pública.

Se ha dicho, no sin razón, que los orígenes del indulto son tan antiguos
como el delito mismo1 e, incluso, que su vigencia se remontaría hasta la misma
convivencia social2, aunque para las primitivas sociedades la Justicia era
venganza, bien particular o pública, hasta que el perdón se instituyó como un
atributo de la divinidad cuyo ejercicio se atribuyó al Rey, ya que éste representaría
a Dios en la Tierra, como un derecho mediante el cual se repararían los errores de
la Justicia humana o su excesiva severidad y se equilibrarían, los unos y la otra3.

En España el origen legislativo del indulto se remonta hasta los godos. El


primer vestigio de este derecho se encuentra en el Canon 8º del Concilio VI

1 CADALSO MANZADO, F., La libertad condicional, el indulto y la amnistía, Madrid

1912, p. 195 y ss.


2 BENITO, J. M., Del derecho de gracia o la remisión y conmutación de la pena, Madrid

1948, p. 22 y ss.
3 Históricamente, en un rápido repaso, la evolución del perdón ha sido muy variada. En la

antigua Babilonia, el Código Hammurabi recogía los edictos relativos a los perdones. En la
India, los libros Sagrados consideraban la gracia como un atributo propio de la delegación
divina que legitimaba el poder que se atribuía al Rey por el cual éste tenía la facultad de
modificar las sentencias condenatorias. En Egipto, la función punitiva así como la prerrogativa del
perdón era también delegación divina a los faraones. En el pueblo judío, el derecho de gracia
se ejercía por parte del público reunido en asamblea. En el Antiguo Testamento, entre las
facultades de los Reyes de Israel, estaba la de anular las sentencias y sustituir unas penas por
otras (vid. Libro II de los Reyes 14,5-6; Jos 7,24; 25 21,5: Dt 24,16; Ezequiel 18; 25,27-30).
En el Nuevo Testamento, es conocido el pasaje de la Pasión de Jesús cuando Poncio Pilato
somete a la consideración del pueblo el preso que debía liberar, por ser costumbre en la Pascua
judía indultar un preso (Mc 15,6-11). En Grecia, la asamblea ejercía el derecho de gracia. En
Roma, es el pueblo soberano el que ejercía el derecho de gracia pero a partir del siglo I aparece
como un acto legislativo que se realizaba por los Senadoconsultos con ocasión de las fiestas o
pascuas anuales. A partir de aquí el indulto se ha mantenido como atributo de la soberanía del
Estado en todas las legislaciones.
EL PERDÓN CRISTIANO EN EL DERECHO ESPAÑOL: LOS INDULTOS… 9

de Toledo del año 636 por el cual los Padres del Concilio dieron dignidad
real a la prerrogativa atribuyéndola al Príncipe4 y, desde ese momento, se
produciría una evolución a partir de los principales textos históricos cuya
reseña merece destacarse de modo breve:

1.- El primer cuerpo legal que tuvo España fue el Fuero Juzgo. Dedica a
la legislación penal los Libros VI, VII y VIII, la mayor parte del IX y XII,
pero sólo la Ley 13ª del Título Preliminar y la Ley 7ª, Título I, Libro VI se
refieren al indulto que aparece bajo el nombre de “merced” y era otorgado
por delitos contra el Monarca o contra el Estado y la Tierra, excluyéndose
los delitos ordinarios. La gracia sólo se concedía por el Rey previa audiencia
del Consejo de Miembros de la Iglesia y el de los Mayores de la Corte. Y era
un requisito para poder obtenerlo la enmienda del culpado.

2.- Con la promulgación del Fuero Real se unificó toda la legislación que
se hallaba dispersa como consecuencia de los Fueros nobiliarios y municipales
otorgados por los Reyes a la nobleza a fin de obtener ayuda para la Reconquista
del Reino. Dicho Fuero también contiene normas sobre el perdón que otorga
al Monarca respecto de los delitos con ocasión de acontecimientos festivos y
bajo su piedad.

3.- Las Siete Partidas promovidas por Alfonso X el Sabio constituyen el


texto más importante en la Historia del Derecho español. Dos son las dedicadas al
derecho de los perdones o derecho de gracia: la Séptima, en el Preliminar, y
las tres leyes del Título XXII; así como la Partida Tercera en su título XVIII:

a.- En la Partida Séptima se establece que el perdón sea concedido no


sólo por el Monarca5, sino por nobles o señores y divide la clemencia
o perdón en dos clases correspondientes a los indultos particulares y
generales6 y cuya motivación obedecía a distintas razones: por faustos
acontecimientos o por ruego al Monarca por servicios a él prestados.
Los efectos del perdón variaban según que los perdonados se hallasen
pendientes de juicio o hubieran sido condenados. En el primer supuesto,
el perdón extinguía no sólo la pena, sino también la responsabilidad
penal, recobrando el penado la situación anterior al delito. En el segundo
supuesto, se extinguía la pena corporal o de privación de libertad, pero
no las penas subsidiarias ni la responsabilidad penal contraída, de modo

4 LINDE PANIAGUA, xx, Amnistía e indulto en España, Madrid 1976, p. 29; MARQUINA y
KINDELAU, Breves consideraciones sobre el derecho de gracia, Madrid 1900, p. 6.
5 Preliminar del Título XXXII, De los perdones, Partida VII.
6 Ley I, Título XXXII, Partida VII.
10 JUAN RAMÓN RODRÍGUEZ LLAMOSÍ

que el indultado no recobraba ni la honra, ni la fama, ni los bienes que


perdieron por la sentencia, salvo que en el perdón se dispusiera otra
cosa7. Lo que más llama la atención es la distinción que se hace entre
tres conceptos: “misericordia, merced y gracia” ateniéndose a que el
perdón se hubiese otorgado por espontáneo sentimiento de piedad del
Rey (misericordia); por servicio prestados por el beneficiario o sus
ascendentes o por concesión gratuita y voluntaria (merced); y por la
mera liberalidad (gracia). En cualquier caso, estaba siempre limitado
en los supuestos de alevosía, traición y perjuicio de tercero en los que
no se concedía nunca8.
b.- Por lo que se refiere a la Ley XII del Título XVIII de la Partida III se
establecían los principios de justicia y equidad. El Rey puede perdonar a un
criminal el cumplimiento de la condena que le haya sido impuesta,
pero con las limitaciones del derecho que sobre el delincuente indultado
tengan los demás ciudadanos y en los términos dispuestos en la propia ley.

4.- Para limitar el uso excesivo de los indultos que se habían llegado a
producir, el rey Juan I aprobó el Ordenamiento de las Cortes de Briviesca de
1387: “… porque de fazer los perdones de ligero se sigue de tomar los omes osadía
para fazer mal…” y centralizó en el Rey la potestad de clemencia, de modo
que ningún indulto fuera válido si no era firmado y sellado por el Rey.

5.- A aquel Ordenamiento legal siguieron las Ordenanzas Reales de Castilla.


El Ordenamiento de Montalvo constituye el más influyente trabajo de recopilación
jurídica de la Historia de España. Fue encargado por los Reyes Católicos a
Alonso Díaz de Montalvo y publicado en 1484 y constituye la primera recopilación
del derecho vigente en la Monarquía hispánica de la Edad Moderna. Se publicó
bajo el título de Ordenanzas Reales de Castilla. Se trata de una recopilación
de las diferentes disposiciones regias desde Las Partidas al Ordenamiento de
Alcalá de 1348 así como todas los Pragmáticas y Bulas dictadas por Reyes y
autoridades en todo tipo de cuestiones. Dedica siete Leyes del Título II del
Libro I a tratar sobre “los perdones”. Y en el Titulo XLII establece la competencia
del Rey sobre la clemencia.

6.- Los defectos de las Ordenanzas Reales de Castilla impulsaron a Isabel


la Católica y a Carlos V a disponer de una Nueva Recopilación que fue
sancionada el 14 de marzo de 1567 por Felipe II. Trata del perdón en algunas
leyes del Título XXV del Libro VIII así como en el Libro XIII estableciendo
la gracia competencia del Rey.

7 Ley II, Título XXXII, Partida VII.


8 Ley III, Título XXXII, Partida VII.
EL PERDÓN CRISTIANO EN EL DERECHO ESPAÑOL: LOS INDULTOS… 11

7.- Finalmente, en el año 1805, el Rey Carlos IV promulgó la Novísima


Recopilación de las Leyes de España. Consta de 12 libros que contienen gran
parte de las leyes incluidas en la Nueva Recopilación de 1567 añadiéndose la
legislación del siglo XVIII. Contiene la mayoría de las disposiciones sobre los
perdones a que se refieren las Ordenanzas de Castilla y La Nueva Recopilación.
Se ocupa de “las penas corporales, su conmutación y destino de los reos”9 así
como “De los indultos y perdones reales”10 y contiene once leyes limitativas de la
gracia e indulto. Entre ellas cabe destacar la segunda, llamada Ley del Perdón
del Viernes Santo de la Cruz, dada en Valladolid en el año 1447 por Juan II
de Castilla, hijo de Enrique III el Doliente y Catalina de Lancáster y padre de la
reina Isabel la Católica, en una de cuyas cláusulas, basándose en la tradición
cristiana, dispone que “todos los perdones que nos hubiéramos de hacer en
cada año se guarden para el Viernes Santo de la Cruz”11. Este sería el origen
histórico de los indultos a las Cofradías de Penitencia en la Semana Santa.

Hay, no obstante, otra versión que habría tenido lugar en el año 1759 bajo
el reinado de Carlos III cuando la peste diezmó la población de Málaga. Dados
los peligros de la epidemia se acordó suspender ese año la Semana Santa por las
autoridades civiles. Enterados de ello, los internos de la prisión se ofrecieron a
llevar a hombros la imagen de Jesús el Rico. Cuando la petición fue denegada se
produjo un motín y la fuga de los presos que sacaron en procesión la imagen
y, al término de la misma, regresaron a la cárcel. Tras la procesión acabó la
epidemia de peste, quizás por la cera candente que se derramó sobre las
calles y por el incienso que purificó el ambiente evitando la propagación de
la enfermedad o, quizás, por un verdadero milagro de la propia imagen de
Jesús el Rico cuyo brazo articulado da a su paso la bendición. En cualquier caso,
la Corte lo consideró algo sobrenatural, una especie de bendición divina, por lo
que Carlos III otorgó una Pragmática que permitía a la Cofradía de Nuestro Padre
Jesús el Rico liberar a un preso cada año, tradición que se habría extendido hasta
nuestros días y mediante la cual se concederían los indultos a las Cofradías
de Semana Santa.

8.- El derecho de gracia fue recogido en todas las Constituciones del siglo XIX.
Se trata jurídicamente de la prerrogativa de gracia que poseía discrecionalmente el
Rey en el Antiguo Régimen previo al Estado liberal, el cual lo aceptó desde

9 Títulos 39 y 40 del Libro XII.


10 Titulo 41 del Libro XII.
11 “Por Decreto de la Cámara de 30 de marzo de 1757 se previene que todos los años se pida

a cada Chancillería dos causas de reos de muerte y a cada Audiencia una para los indultos de
los Viernes Santos; y que sean de aquellas en que no haya parte que pida, ni intervenga asesinato,
robo u otro de aquellos delitos feos y enormes indignos de perdón por sus circunstancias y por la
vindicta pública, si ésta se interesa gravemente en el castigo”.
12 JUAN RAMÓN RODRÍGUEZ LLAMOSÍ

la Primera Constitución de 1812 y lo han recogido todas las demás posteriores. Y


se ha cumplido todos los años salvo los tres años de la Guerra Civil.

9.- Actualmente nuestra Constitución española de 1978 se refiere al indulto


en su artículo 62. i) conforme al cual corresponde al Rey ejercer el derecho
de gracia con arreglo a la ley. Dicha norma constitucional se remite a la Ley
de 18 de junio de 1870 de Reglas para el Ejercicio de la Gracia de Indulto,
la cual fue modificada por la Ley 1/1988, de 14 de enero12.

Dicha ley permite solicitar el indulto de un condenado: al propio penado, sus


parientes o cualquier otra persona en su nombre, sin necesidad de ostentar o
acreditar su representación (art. 19)13; de oficio, al Tribunal sentenciador
(art. 20); al Gobierno directamente por propia iniciativa (art. 21); y a las
Juntas de tratamiento de los establecimientos penitenciarios (art. 206 Reglamento
Penitenciario).

II. LOS INDULTOS CONCEDIDOS POR EL GOBIERNO ESPAÑOL


DURANTE LA SEMANA SANTA DE 2017

Los indultos en Semana Santa se inician mediante una solicitud de la


Hermandad o Cofradía correspondiente interesada en la liberación de un
interno dirigida al Centro penitenciario con una antelación mínima de 7 u 8
meses, el cual analiza qué personas son las que cumplen con los requisitos
legales (generalmente buen comportamiento y que hayan sido condenados
por un único delito). No se aprecia si son o no católicos. No es determinante.
La única vinculación con la religión es que quien lo solicita es una Cofradía,
aunque nunca se ha dado el caso de una persona musulmana. Asimismo, debe
tratarse de presos de tercer grado que no tienen delitos de sangre14.

La Sección de indultos del Ministerio de Justicia, a la vista de la propuesta,


tiene en cuenta los informes del Tribunal sentenciador, de la Fiscalía, de

12Entre otras modificaciones hubo una muy relevante: se anuló la obligación de motivar
el indulto. Curiosamente, la sentencia ha de ser motivada, y se ha de motivar, entre otras
cosas, la responsabilidad penal, pero no el indulto total o parcial de esa responsabilidad penal.
13 No es necesario tener poder, ni estar autorizado y puede solicitarse sin conocimiento del

penado. Este es el caso de las peticiones de indulto cursadas por las Cofradías de penitencia
para obtener el perdón de algún penado para que surta efecto durante la celebración de la
Semana Santa.
14 No obstante, en 2007 se indultó a un hombre que había apuñalado a un joven que, a su

vez, estaba agrediendo a otro. El hombre intentó separarlos y, al verse en peligro, apuñaló al
agresor. Perdió el juicio y tuvo que indemnizar a la víctima quien hizo uso de su dinero
comprando una motocicleta con la que, finalmente, murió a los pocos meses.
EL PERDÓN CRISTIANO EN EL DERECHO ESPAÑOL: LOS INDULTOS… 13

Instituciones penitenciarias, así como la antigüedad de los hechos, el avanzado


cumplimiento de las condenas, la satisfacción de las multas e indemnizaciones
así como los antecedentes penales y, en algunos casos, se escucha a las posibles
víctimas que haya tenido el reo. Lo normal es que se pida de presos de la
provincia, aunque no tiene porqué ser así.

El indulto lo concede el Consejo de Ministros, en nombre del Rey, a


presentación del Ministro de Justicia. Se concede mediante Real Decreto que
contiene el nombre de la persona indultada, el delito o delitos por los que fue
condenada y las penas impuestas. El mismo texto del indulto expresa qué
penas son objeto de indulto y las condiciones que deben cumplirse (básicamente,
no volver a delinquir durante el plazo que se establece en el indulto). El
Gobierno exige que haya “razones suficientes de justicia, equidad o conveniencia
pública”. Una vez concedido es irrevocable.

Tan pronto como se produce la puesta en libertad del recluso la Hermandad


le invita a vestir el hábito de la agrupación y a participar en una procesión llevando
alguno de los Pasos de la Cofradía por las calles de la ciudad. No es habitual
que los perdonados vuelvan a delinquir. No hay constancia de casos en los que,
una vez indultado un reo, regrese a la cárcel, reinsertándose familiar y socialmente, e
incluso, normalmente pasan a formar parte en su mayoría de la Hermandad y
participan con asiduidad en la procesión correspondiente a la Cofradía de
penitencia que solicitó su indulto.

Este año, siguiendo dicho procedimiento, el Boletín Oficial del Estado


correspondiente al martes 11 de abril de 2017 publicó los Reales Decretos
376/2017, 377/2017, 378/2017, 379/2017, 380/2017, 381/2017, 382/2017, todos
ellos de 8 de abril, mediante los cuales se indulta a siete personas condenadas
por distintos tribunales españoles por diferentes delitos: delitos relacionados
contra la salud pública; delito intentado de robo con fuerza en las cosas en
casa habitada; delito de resistencia; delito continuado de estafa en concurso
con un delito continuado de falsedad documental.

Los siete indultados cumplían condenas que van desde los dos años hasta
los seis años y medio de prisión con inhabilitación especial para el derecho de
sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y, en algunos casos, con multas
aparejadas que, en un supuesto concreto, asciende a los ciento cincuenta mil
euros.

Los indultados son: un vecino de Villafranca del Bierzo detenido con casi
30 bolsitas de cocaína; una mujer detenida en el aeropuerto de Barajas cuando
volvía de Buenos Aires con cocaína en su equipaje; un hombre, tras el registro
14 JUAN RAMÓN RODRÍGUEZ LLAMOSÍ

domiciliario investigando un atraco, por encontrarse droga en su casa; una


mujer sorprendida por la Policía cuando entraba por la fuerza en casa de su
expareja; y, una mujer condenada por hacer compras en grandes almacenes
de Madrid con una tarjeta de crédito que había sustraído previamente.

Los indultos fueron promovidos por la Real Hermandad de Jesús Nazareno


de Ponferrada (León); por la Pontificia, Real, Muy Ilustre y Trinitaria Hermandad
Sacramental y Archicofradía de Nazarenos del Sagrado Decreto de la Santísima
Trinidad, Santísimo Cristo de las Cinco Llagas, María Santísima de la Concepción,
Nuestra Señora de la Esperanza Coronada y San Juan Bosco (Sevilla); por la
Archicofradía Primaria de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre
Jesús Nazareno “Cristo de Medinaceli” (Madrid); por la Seráfica Hermandad
de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Agonía y de Nuestro Padre Jesús del
Perdón (Salamanca); por la Hermandad de Jesús Cautivo (Oviedo); por la
Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y del Santo Sepulcro (Zaragoza); y
por la Cofradía Santo Cristo del Perdón (León).

Dichos indultos se han concedido a cambio de que los indultados no delincan


en los próximos años, si bien especificando en algunos casos que se debe hacer
frente a las responsabilidades civiles impuestas en sus respectivas sentencias.

Varias cuestiones deben destacarse de los indultos concedidos este año:

Por primera vez en 160 años la Cofradía malagueña de Jesús el Rico no ha


conseguido la liberación de ningún preso con motivo de la festividad. Recuérdese
que, según la tradición popular, habría sido tras la curación de la epidemia de
peste lo que habría llevado a la Corte a considerarlo algo sobrenatural por lo
que Carlos III habría otorgado una Pragmática que permitía a la Cofradía de
Nuestro Padre Jesús el Rico para liberar un preso cada año y que se habría
extendido hasta nuestros días, salvo este año en que no se ha liberado a instancias
de dicha Cofradía a ninguno.

Otra cuestión a destacar es que, únicamente, se han concedido a petición


de las Cofradías de Penitencia con motivo de la Semana Santa siete indultos
frente a los 13 concedidos en 2016; 11 en 2015; 21 en 2014; 19 en 2013; 16
en 2012; 17 en 2011; 15 en 2010; 16 en 2009; 15 en 2008; 17 en 2007; 16 en
2006; y 14 en 2005.

En la última década, los distintos Gobiernos españoles han indultado en


España a 150 presos en Semana Santa. Si se tiene en cuenta que se solicitan
una media de unos 600 indultos ordinarios, de los que se conceden un 90%
aproximadamente al año, no resulta factible hablar de indultos extraordinarios
en Semana Santa puesto que el numero resulta notablemente desproporcionado.
EL PERDÓN CRISTIANO EN EL DERECHO ESPAÑOL: LOS INDULTOS… 15

Se ha criticado, no obstante, la práctica de conceder indultos durante la


Semana Santa porque, se alega, se privilegia a los devotos y entidades de
determinada doctrina religiosa frente a otras, por lo que gozarían con esto de
unos derechos diferentes al resto de confesiones religiosas vulnerando, de
este modo, el principio constitucional de igualdad establecido por el art. 14
de la Constitución española según el cual: “Los españoles son iguales ante
la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento,
raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal
o social”. Y se alega, igualmente, que esta medida no respeta la neutralidad
estatal en materia religiosa establecido en el art. 16.3 según el cual: “Ninguna
confesión tendrá carácter estatal”.

Resulta, sin embargo, difícil argumentar que haya una desigualdad con
otras religiones o confesiones religiosas, en la medida en que éstas también
podrían solicitar al Gobierno el indulto de alguna persona vinculada con las mismas
con ocasión de alguna fecha señalada para dichas confesiones religiosas como el
Ramadán, por ejemplo, pues cualquiera puede solicitar un indulto. La Ley del
indulto, desde luego, no lo impide, pues no hace distinciones a este respecto. Y
hay, de hecho, otras celebraciones que se utilizaron como justificación para
conceder indultos en España, tanto en la democracia como durante la dictadura
franquista como fueron la aprobación de la Constitución de 1931, el Congreso
Eucarístico de 1952, el año Mariano y Jacobeo de 1954, la exaltación del Solio
Pontificio de SS Pablo VI de 1963 o la proclamación de don Juan Carlos I como
Rey de España en 1975.

Finalmente, el indulto no lo decide la Cofradía que lo solicita, sino que es


el Gobierno quien lo concede. De otra parte, las Cofradías penitenciales se
someten a los mismos requerimientos legales y prácticos que cualquier otra
petición. Asimismo, las Hermandades no eligen al preso que recibe el indulto.
Son los Centros penitenciarios los que seleccionan a los candidatos. Tampoco
las creencias del preso son conocidas por las Cofradías. Y no se hace distinción
a la hora de solicitar este beneficio.

Por último, importa destacar que no hay diferencia legal alguna entre los
indultos concedidos con ocasión de la Semana Santa y el resto de indultos que
ordinariamente se conceden durante el año, salvo que el Gobierno, por tradición,
concede los de estas fechas relativas a la Semana Santa a propuesta de entidades
como Cofradías de penitencia y Hermandades religiosas, pero pueden solicitarlos
cualquier persona o entidad, sea o no religiosa, ya que no se establece prohibición
a este respecto legalmente, permitiendo la Ley de indulto que lo pueda
solicitar cualquiera a favor de un penado que cumpla los requisitos legales.
16 JUAN RAMÓN RODRÍGUEZ LLAMOSÍ

III. EL PERDÓN CRISTIANO EN EL DERECHO ESPAÑOL

El uso del indulto por parte del Gobierno español ha suscitado en determinados
sectores laicos el interrogante acerca de si el Poder ejecutivo debe tener limitado
el ejercicio del derecho de gracia así como la conveniencia de equilibrar los
Poderes legislativo, ejecutivo y judicial y el cuidado que ha de tenerse sobre
el mensaje que la sociedad recibe de la comprensión del indulto. Algunos
juristas se han cuestionado acerca de la racionalidad que preside el uso del
poder gubernamental de indultar; de qué modo afecta este uso del poder a la
democracia; y en qué medida afectan los usos arbitrarios del poder a la salud
del Estado de Derecho15; otros, en cambio, piden la reforma de la Ley de indulto
o su desaparición por considerarla ambigua y con demasiadas lagunas16.

Aunque es cierto que el debate jurídico está abierto y, de hecho, ha llegado


recientemente al Congreso de los Diputados el pasado mes de febrero una
propuesta del PSOE para que el Gobierno no pueda indultar a condenados
por corrupción o violencia machista e, incluso, algunos de los indultos concedidos
por parte del Gobierno durante la democracia han supuesto un enfrentamiento
directo con el poder judicial17, sin embargo, dejando al margen el debate
interpretativo de la Ley del indulto, al que no le sobran razones jurídicas,
conviene analizar en profundidad la naturaleza e importancia del indulto en
el Estado así como su aspecto pedagógico socialmente, sin despreciar, desde
luego, las consideraciones jurídicas que pueden hacerse acerca de si lo ideal
sería que los indultos se motivaran y se exigiera tal motivación por ley; si existe
o no vulneración de principios constitucionales; si su regulación resulta o no
ambigua o deficiente; si es o no contraria a la separación de poderes y podría
suponer una intromisión del Poder Ejecutivo en el Poder Judicial; si existe
arbitrariedad de los poderes públicos; o si tienen sentido los indultos en Semana
Santa en un estado que, según la Constitución, se declara aconfesional. Creo
que, sin desmerecer ninguna de estas discusiones, en las que no pretendo
entrar, debe entrarse en una cuestión previa: ¿admiten nuestras leyes de la
razón el perdón del corazón?, ¿no debería ser el propósito de un Estado, con
independencia de su aconfesionalidad, la reconciliación del individuo y la
sociedad en la que dicho ciudadano ha delinquido?, ¿ha dejado de ser pedagógico,
si no cristiano, enseñar a perdonar?

15 Con mayor amplitud véase MADRID PEREZ, A., “El indulto como excepción. Análisis

de los indultos concedidos por el Gobierno español durante 2012” en Revista Crítica Penal y
Poder, 2014, nº 6, Barcelona, pp. 110-133.
16 LLORCA ORTEGA, J., La ley del indulto, Valencia 2003; SÁNCHEZ-VERA GÓMEZ-

TRELLES, J., “Una lectura crítica de la Ley del indulto”, en InDret, 2/2008, abril, pp. 1-32.
17 En concreto, el caso del doble indulto durante 2012 a 4 policías autonómicos (mossos

d’esquadra en Cataluña) y el indulto a dos banqueros.


EL PERDÓN CRISTIANO EN EL DERECHO ESPAÑOL: LOS INDULTOS… 17

El indulto es un acto de perdón. La Biblia dice que era costumbre en la


Pascua judía liberar a un preso18. Y la tradición cristiana señala la Semana Santa
como la “Semana del perdón” a la que se llega tras la penitencia. Es aquí donde
nace la tradición de liberar a un condenado, como recuerdo del proceso al
que fue sometido Jesús, tras la conversión y arrepentimiento.

En nuestros días, sin embargo, el concepto de “conversión” goza de aceptación


entendido como una reorientación positiva de nuestras opciones fundamentales
vitales. Es así como ha proliferado el coaching, la inteligencia emocional o la
Programación Neurolingüista (PNL). No ocurre, sin embargo, lo mismo cuando
el término va cargado de espiritualidad como es el caso de la “conversión” para
recibir el “perdón”, pues en nuestros días circula ese ánimo vengativo que dice
que: “quien la hace la paga”. Es una vuelta a aquella vieja ley judía del Talión
que decía: “ojo por ojo y diente por diente”. La cuestión es esta: ¿Es posible,
entonces, en nuestra sociedad, en nuestro momento histórico, en nuestras
circunstancias actuales el perdón del delito cometido?

La Iglesia ha predicado desde el comienzo del Cristianismo la importancia


del perdón. Se dice que el anuncio del amor de Dios a todos así como el
mandamiento de Jesús de perdonar a nuestros enemigos debe ser entendido
como una declaración de indulto. Jesús dijo: “amad a vuestros enemigos”19.
Y decía san Agustín: “El que te creo sin ti, no te salvará sin ti”20. De este
modo, el perdón cristiano, fundado en una ética neutral aplicable a todos los
seres humanos, ha llevado a supeditar la aplicación de las medidas de gracia
como el indulto a las muestras de arrepentimiento de los reos que resultan de su
comportamiento. Lo contrario no sería ni ético, ni justo, ni evangélico. De hecho,
cuando aceptamos que las penas privativas de libertad han de estar orientadas a
la reeducación y reinserción social estamos reconociendo implícitamente este
principio.

Nuestra convivencia está íntimamente relacionada con esta capacidad de


pedir perdón y de perdonar. Sólo de esta forma es posible convivir porque,
en definitiva, todos somos deudores y acreedores de nuestras propias culpas y de
las ajenas. A diario, las injusticias, las humillaciones, los reproches, forman
parte de nuestra convivencia. Frente a las heridas que el trato con los demás
puede provocarnos o podemos producir es posible reaccionar de distintos modos.
Podemos agredir a quienes lo hicieron con nosotros, pero no es más que dar
vueltas en la noria de la injusticia con enfados, recelos, rencores y odios.

18 Mc 15, 6.
19 Mt 5, 44.
20 Sermón 169, 13.
18 JUAN RAMÓN RODRÍGUEZ LLAMOSÍ

Sólo el perdón corrige la injusticia y permite una convivencia pacífica porque


supone la renuncia de la venganza.

El perdón no es, sin embargo, una actitud fácil. Contaba Albert Camus
que, en el curso de una acción de represalias durante el holocausto nazi, un
oficial alemán rogó a una mujer que vivía junto con sus dos hijos que se
dignara escoger a uno de ellos para que fuera fusilado como rehén21. Produce
angustia pensar en tan terrible situación y más difícil aún resulta ponerse en
la situación de aquella pobre mujer, Sin embargo, Camus, convencido de la
importancia del perdón, escribió una preciosa carta pública que dirigió a los
nazis sobre los crímenes cometidos en Francia, en la que les decía: “Y a pesar
de ustedes, les seguiré llamando hombres…Nos esforzamos en respetar en ustedes
lo que ustedes no respetaban en los demás”22.

Quien perdona no niega la injusticia que objetivamente se ha cometido. Si


la negara no tendría que perdonar nada. Perdonar es un acto de libertad por el
que impido una reacción en cadena. Pongo fin, libero al otro del círculo vicioso
pero, primero, me libero a mí mismo de las cadenas de los rencores y venganzas.
Decía Max Scheler que una persona resentida se intoxica a si misma porque
queda atrapada en el pasado23. Y un sabio refrán chino dice: “el que busca
venganza debe cavar dos fosas”. Quien perdona, ama, y quien ama se hace más
humano porque se encuentra junto al prójimo y no frente a él. Es una simbiosis
que existe entre la víctima y el ofensor en la que ambos pueden decirse
mutuamente: “te necesito para ser yo mismo”. Es la máxima dialógica del
pensamiento personalista de Martín Buber cuando decía: “La palabra básica
Yo-Tú sólo puede ser dicha con la totalidad del ser, pero la reunión y la fusión
en orden al ser entero nunca puedo realizarlas desde mí, aunque nunca pueden
darse sin mí. Yo llego a ser Yo en el Tú; al llegar a ser Yo, digo Tú”24.

Una sociedad que no sabe perdonar a sus ofensores es una sociedad enferma,
moribunda, incapaz de levantarse porque no es capaz de amar. El amor es
comprender que, tras un mal, hay un ser humano vulnerable, capaz de cambiar si
se le da esa posibilidad y todos somos débiles y todos podemos perder los
papeles en una determinada situación, por eso necesitamos perdonar y ser
perdonados. Perdonar es creer en la posibilidad de transformación y evolución
de los demás. Si una sociedad no perdona se destruye a sí misma, no permite

21
CAMUS, A., La caída, Madrid 2104, p. 14.
22
CAMUS, A., Carta a un amigo alemán, Barcelona 1995, p. 58.
23 SCHELER, M., El resentimiento en la moral, Madrid 1998, p. 22.
24 BUBER, M., Yo y Tú, Madrid 1998, p. 18. Una exposición condensada pero bastante

completa sobre la teoría relacional de Buber se puede encontrar en LAÍN ENTRALGO, P.,
Teoría y realidad del otro, Alianza Universidad, Madrid 1983, pp. 212-231.
EL PERDÓN CRISTIANO EN EL DERECHO ESPAÑOL: LOS INDULTOS… 19

la posibilidad de reconocer al otro, de amar, de trasformar, de evolucionar.


No perdonar desde las instituciones es no inculcar en el ciudadano el sentido
del amor. El Estado debe creer en las capacidades del ser humano, enseñar a
perdonar y hacérselo comprender a los ciudadanos para permitir la transformación
de la sociedad desde la venganza y el rencor al amor puro.

Dice un refrán popular: “Si quieres que el otro sea bueno, trátale como si
ya lo fuese”. Perdonar es, pues, un acto de generosidad. “Cuando uno perdona, se
abandona al otro, a su poder, se expone a lo que imprevisiblemente puede
hacer y se le da la libertad de ofender y herir (de nuevo)”25. Es ir más allá de la
Justicia, pero el perdón no anula el derecho, sino que lo excede infinitamente.
Decía Santo Tomás: “la Justicia sin misericordia es crueldad; la misericordia
sin Justicia es la madre de la disolución”26, y “la misericordia no anula sino
que es como la perfección de la Justicia”27.

Una sociedad necesita la misericordia, la reconciliación, el perdón generoso


para educar en el amor. El perdón es más para compartir que para conceder. El
Estado debe enseñar a perdonar para enseñar a deshacer los nudos del pasado y
comenzar de nuevo a reconocer nuestras flaquezas y nuestros propios fallos
en la convivencia diaria con los demás. Y esta forma de perdonar forma parte de
la identidad de los cristianos. Los seguidores de Jesús de todos los siglos han
imitado su acción de perdonar siempre28. Nuestro perdón es consecuencia del
perdón recibido29. Es mandato cristiano30. Si creamos una cultura del perdón
podremos construir un mundo mejor.

También la filosofía, al margen de la espiritualidad cristiana, desde el


conocimiento, ha reflexionado acerca de la necesidad y pertinencia del perdón
contemplando al ser humano como un ser que, dotado de racionalidad, es capaz
de obrar a favor de los demás mediante la experiencia del perdón. Y una reflexión
filosófica sobre el perdón es necesaria para comprender los tiempos actuales
en su conflictividad.

Todos los pensadores han tratado de dar solución a los conflictos de su


época y en ellos se pueden encontrar propuestas para nuestro tiempo en el que, a
pesar de los avances científicos y técnicos, no hemos superado el primitivo

25 CENCINI, A., Vivir en paz, Bilbao 1997, p. 96.


26 SANTO TOMÁS, Lectura super Matth., 429.
27 SANTO TOMÁS, Suma Teológica I, q. 21, a. 3, ad. 2, “De la Justicia y Misericordia

de Dios”.
28 Lc 23,34.
29 Mt 18,12-14; Lc 19,1-10; Ef 4,32-5,2; Col 3,13.
30 Mt 5, 43-48.
20 JUAN RAMÓN RODRÍGUEZ LLAMOSÍ

“estado de naturaleza” en el que nos devoramos los unos a los otros. La


venganza, por encima del perdón, sigue siendo en las diferentes facetas de
nuestra vida el modo de actuar. Es necesaria una propuesta, si no espiritual,
al menos racional, acerca del perdón.

Tanto en Hobbes31 como en Rousseau32, el “estado de naturaleza” se


convierte en un pacto social de reconciliación siendo precisamente la ley la
que, escuchando a las partes en conflicto, resolverá sus diferencias. Spinoza,
en cambio, reflexiona sobre el tránsito de la razón al deseo de venganza
mediante las instituciones judiciales33. Kant se aleja de la venganza y renuncia a

31 Para Hobbes, la especie humana se divide en “rebaños de ganado” cada uno con su

líder que lo vigila pues las personas actúan unas contra otras y crecen a expensas de los demás. De
este modo, los débiles corren el peligro de ser devorados por los más fuertes. Los hombres están en
permanente estado de guerra cuya finalidad es destruir al enemigo (homo homini lupus). Por
eso, en su obra Leviatán habla de dos leyes que se pueden vincular al perdón: la facultad de
perdonar (ley sexta) y la ley concerniente a los mediadores (ley decimoquinta). Para Hobbes,
si se establecen las garantías suficientes se deben perdonar las ofensas pasadas de quienes se
arrepienten y piden perdón. De ahí que el perdón sea el valor fundamental para alcanzar la
paz. Y para ello la ciudad debe ser confiada a una sola persona, el gran Leviatán, el dios
mortal, que hará reinar la paz y deberá fiarse de las disposiciones interiores de cada uno.
32 Para Rousseau, donde no existen los conflictos no existe la historia y si no hay historia

no hay hombres. A pesar de ello, se debe alcanzar la paz mediante la reconciliación en un pacto
social pues en el estado de naturaleza los hombres no pueden subsistir y en él, el género humano
perecerá. El único camino es la suma de las fuerzas mediante la asociación que proteja con la fuera
colectiva a la persona y sus bienes: “Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo
su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general; y nosotros recibimos corporativamente a
cada miembro como parte indivisible del todo”, ROUSSEAU, J.J., El contrato social, Madrid
1998, p. 39. La transición desde el estado de naturaleza al estado civil supone la sustitución
por la justicia de sus instintos violentos. En el estado de naturaleza el hombre es incapaz de la
reconciliación, mientras que gracias a la ley que recibe del pacto social se resuelven los
conflictos y las injusticias. Cada ciudadano debe hacer el bien y evitar el mal. El hombre ya
no es un lobo para el hombre porque la ley permite escuchar sus diferencias y resolverlas pues
todos los ciudadanos, a través del contrato social, se hacen iguales por convención y derecho.
El hombre se encuentra ante la ley y ésta establece las penas para los criminales. Así, en un
Estado bien gobernado hay pocos castigos, no porque se perdone mucho, sino porque hay
pocos criminales entre los hombres. El Estado mediante su Constitución regula y reconcilia
las voluntades particulares de sus ciudadanos.
33 Spinoza considera que hay que defender la Justicia, no por venganza sino por el bien del

prójimo: “En un Estado sano donde se preserva la Justicia, todo el mundo está obligado, si quiere ser
justo a denunciar las injusticias ante un juez, no por venganza, sino con la intención de
defender la Justicia y las Leyes de la Patria y para que los malvados no se aprovechen de la
existencia de los malos”, SPINOZA, B., Tratado teológico-político, Madrid 1986, p. 175. En su
Tratado teológico-político, Spinoza trata de la obligación de perseguir la injusticia para defender la
justicia y se opone a la misericordia que no es el perdón, es: “El amor en cuanto afecta al hombre, de
modo que se alegra del bien del prójimo y por el contrario se entristece de su desgracia”,
SPINOZA, B., Ética, Madrid 1980, p. 24. En realidad, su Ética va más allá de su crítica del
perdón. En lugar de negarlo en nombre de la Justicia cuestiona la posibilidad misma del
EL PERDÓN CRISTIANO EN EL DERECHO ESPAÑOL: LOS INDULTOS… 21

ella, pero no a la impunidad34. Hegel propone un alejamiento del castigo y de


la venganza y una búsqueda del amor y la reconciliación35. Y Kierkegaard

perdón por sus principios éticos y metafísicos. No se trata de perdonar al culpable ni de amarlo,
sino de hacer existir el amor entre todos. Quien superó el odio, no puede perdonar a su verdugo
pero puede ser capaz de afirmar su amor hacia la humanidad.
34 Kant rechazaba el derecho de indulto del soberano: “Con respecto a los crímenes cometidos

por los súbditos unos contra otros”, afirmando que: “En este caso la impunidad constituye la
suprema injusticia para con los súbditos”, KANT, I., Doctrina de Derecho, Madrid 2002, p. 49.
En la Doctrina de la virtud, publicado el mismo año que la Doctrina del Derecho, que forman
parte de la Metafísica de las costumbres, señalaba que toda acción que viola el derecho de un
hombre merece un castigo que no sólo repare el daño cometido sino que vengue el delito en el
autor. Ese castigo procede de un tribunal, distinto del ofendido, que hace efectivas las leyes a
los que todos están sometidos en un estado jurídico determinado por leyes de la razón. El
perdón, por tanto, es una eliminación del derecho y la venganza. No se trata de no castigar
sino que el individuo no busque su propia venganza en el castigo, aunque cuando es la razón misma
la que se venga en este castigo. Por tanto, esto implica la condena de la intervención de la venganza
subjetiva y particular en la persecución de la culpa. Para Kant, el perdón no es olvido, ni remisión,
sino sólo la exclusión de la implacabilidad del sujeto en la práctica de la ley.
35 Hegel asigna a la Filosofía política el rol de la reconciliación. En su Filosofía del derecho

trata la cuestión de la reconciliación argumentando que la filosofía política tiene la misión de


reconciliar. En su obra El espíritu del Cristianismo y su destino establecía una relación entre
amor y perdón. Habla del amor como de un ser vivo que nace, crece, pero también puede ser
herido y morir. Ve en el amor el principio de reconciliación más poderoso que la ley. Mientras que
la ley que impone el castigo al criminal y por tanto opone al hombre (tal y como es) frente a su
ideal (tal y como debe ser), el amor queda en contacto con la propia vida, incluso la vida
mutilada, aniquilada, en la que el amor surge en continuidad con el destino como resolutivo.
El amor es la fuerza de redención y de reconciliación, es la vida misma la que gana. Gracias a
ello el amor es elevado a categoría universal. En dicha obra hace del perdón de las ofensas y
la reconciliación con los demás la condición expresa de la supresión de los propios errores. El
amor, dice, es un poder de reconciliación…que contiene plenitud, más rica y más viva que una ley.
Con esto, para Hegel el amor posee su propia dialéctica porque al perdonar suprime la posibilidad de
la separación. El perdón permite unir de nuevo lo que fue separado. El perdón permite tanto al
que perdona como al perdonado salir del encierro de sí mismos. Esto implica reconocer en el otro a
uno mismo. Se trata de una fuerza de reparación, es decir, de una manera de superar lo trágico y
levantar el destino. En su obra Fenomenología del Espíritu habla del mal y su perdón. Para Hegel
hay tres tipos de almas bellas: la que no renuncia a la acción (activa); la contemplativa; y la
buena conciencia que es la que juzga. La conciencia juzgante es la que denuncia la violencia del
hombre, de la arbitrariedad de su genio, pero también confiesa su propia finitud y descubre el mal. El
mal está contenido en la visión moral del mal. De este modo, el perdón es el desinstalamiento de los
dos momentos del espíritu en el reconocimiento mutuo de su particularidad y en su reconciliación. El
perdón es la renuncia de la conciencia juzgante frente a la conciencia actuante. No se trata de
renunciar a condenar a quien es culpable de sus acciones, sino de no reprobar actitudes condenatorias
por el único hecho de actuar en un mundo real y no ideal. Finalmente, en su Filosofía del
Derecho fruto de su pensamiento maduro, considera el derecho como reconciliación. No hay
derechos especiales basados en la naturaleza. El Estado es la fuente fundamental de la reciprocidad de
derechos y deberes de los ciudadanos. El derecho es la segunda naturaleza, es el reino de la libertad.
De esta manera el Estado se convierte en el fundamento de la familia y la sociedad civil. Las
instituciones humanas jurídicas, morales, económicas, sociales y políticas hacen efectiva y
concreta la libertad humana y debe buscarse una propuesta de reconciliación entre el burgués
22 JUAN RAMÓN RODRÍGUEZ LLAMOSÍ

apuesta por la necesidad de superar mediante la fe la sed de venganza36. Los


citados filósofos consideraban el perdón como el acto de renuncia a la venganza.
En este pensamiento se han inspirado filósofos contemporáneos como Paul
Ricoeur, Derrida o Levinás. La filosofía ha sido, salvo excepciones como Nietzsche
y Freud, favorable al perdón. Sin embargo, los estudiosos del derecho, y en
concreto los del Derecho penal, son sus mayores detractores.

La sociedad actual, sin embargo, necesita recuperar la virtud del perdón


que corre el riesgo de ser arrinconada y reducida a la vida privada y espiritual.
El perdón no es patrimonio exclusivo de las relaciones privadas ni de la
espiritualidad. En la Teoría política, el perdón tiene la capacidad y la responsabilidad
de reconstruir individuos y sociedades que, separados por el odio y la venganza,
no pueden crecer y progresar. Hay que volver la mirada a aquellos pensadores
de relevancia histórica que entendieron la necesidad del perdón como parte
necesaria del progreso de una sociedad. Quienes pretenden erradicarlo de la
vida social, del derecho, de las leyes, amparados en cuestiones ideológicas o en
posturas ateas, están impidiendo el amor como principio de reconciliación. Es
cierto que podrían argumentarse fundamentos jurídicos que derivan de la
interpretación de las leyes, pero perdonar no significa cerrar los ojos a la Justicia,
sino que el deseo de venganza no ciegue a ésta. El odio debe estar ausente de
las leyes, del derecho y de la Justicia, cuya misión ha de ser la de restablecer
puentes entre el ofensor y el ofendido. La Justicia debe castigar al culpable, pero
alejándose del odio y de la venganza y posibilitando la recuperación de la virtud
que obliga a perdonar porque el perdón suprime la posibilidad de separación
y permite unir lo que está separado. Es el amor, por tanto, el que en nuestra
convivencia debe inspirar el perdón.

y el ciudadano; entre el hombre en su dimensión económica y el hombre en su dimensión


política.
36 Para Kierkegaard, considerado el padre del existencialismo, el mal existe pero el perdón

quita el pecado que perdona. No hay ninguna falta que Dios no pueda perdonar, excepto la de
negarse a creer en su grandeza, en su perdón. Si el perdón salva al hombre hay que admitir
que las obras del perdón no son en vano. Kierkegaard introduce la idea de la estrecha relación
entre perdón y olvido. Quien cree, cree que todo se olvida: “Yo vivo siempre como perdonando
porque Dios perdona entregándose Él mismo. Jesús amó tanto a los hombres que asumió la
condición humana”, KIERKEGAARD, S., Ejercitación del Cristianismo, Madrid 1961, p 36.
Cuando el hombre se siente culpable es cuando se sitúa frente a Dios. No hay verdadero amor
sin olvido.
La procesión penitencial alimento de la
religiosidad popular

Manuel GALIANO MARÍN

I. Preámbulo.

II. Religiosidad elitista-religiosidad popular.

III. Culto a las imágenes.

IV. Religiosidad popular pasional.

V. Las procesiones penitenciales.

VI. El Concilio de Trento.

VII. ¿Qué es una Hermandad o Cofradía?

VIII. Hermandad de Santa Elena.

IX. Hermandad de la Santa Vera Cruz.

X. Hermandad de la Santa Humildad de Nuestro Señor Jesucristo.

XI. Del siglo XVII al XX.

XII. Del Concilio Vaticano II hasta nuestros días.

XIII. Epílogo.

XIV. Bibliografía.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 23-42. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. PREÁMBULO

Me propongo: partiendo de la distinción existente entre religiosidad elitista y


religiosidad popular, ver como la religión cristiana en primer lugar tiene que
lidiar con el culto a las imágenes de los pueblos recién convertidos; como Santa
Elena halló la verdadera imagen; como la iglesia acometió la instrucción del
pueblo cristiano a través de la predicación y como tomó partido por el papel
pedagógico de las imágenes, siendo San Francisco de Asís el que influyó
poderosamente en el campo devocional y popular y en la orden por él fundada fue
el germen de lo que después se vino a llamar “hermandades penitenciales”.
(Es un retrato robot de quince siglos de cristianismo).

El Concilio de Trento, en su lucha contra el protestantismo, toma cartas en el


asunto, sentando las bases: ratificando las asociaciones penitenciales existentes y
dando ocasión a la creación de otras, para que tomando como referencia la
doctrina emanada de dicho concilio, se vea con claridad cuál es el sentir de la
iglesia y se disipe toda duda de lo que entiende la iglesia oficial por hermandad
penitencial y el fin que pretende, exigiéndole a ésta unos “estatutos” u “ordenanzas”.

En dichos “estatutos” me fijaré sobretodo en su “preámbulo” donde se


recoge doctrinalmente la devoción puntual a la pasión de Nuestro Señor
Jesucristo; y en el capítulo 1º donde se explícita la forma y manera de procesionar
penitencialmente.

Presento dos modelos de hermandades, en lo que pueden tener de


complementarias o esclarecedoras, para terminar viendo, como el siglo de la
ilustración trató de purificarlas y reducirlas, hasta el punto de depender del
Consejo de Castilla para elaborar nuevas constituciones y cómo la revolución
francesa, exclaustración y desamortización trataron de suprimirlas. Pero la
raigambre en el pueblo cristiano era tal y los mayordomos eran tan tenaces
que aunque en el siglo XX tuvieron que sufrir las inclemencias de la 1ª y 2ª
República y la Contienda del “36”, les quedó fe para renacer de las cenizas
con mucho sacrificio y ponerse de nuevo a alimentar la religiosidad popular,
si es que se había dejado de alimentar en algún momento.
LA PROCESIÓN PENITENCIAL ALIMENTO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR 25

Cabe preguntarse, si algo no se quedó o perdió en el camino y habría que


plantearse después de avatares de siglos, como recuperar lo profundamente
importante de las hermandades o cofradías penitenciales.

II. RELIGIOSIDAD ELITISTA - RELIGIOSIDAD POPULAR

La religiosidad cristiana, tiene y ha tenido a lo largo de su historia dos puntos


de apoyo o, mejor, dos desarrollos o manifestaciones diferentes. Por una
parte, una religiosidad elitista, interior, profunda, escondida, intelectual, sabia,
para los intelectuales, para los sabios; y por otra: una religiosidad popular,
sencilla, más o menos interior pero siempre exterior, social, concretada en gestos,
en palabras, en acciones accesibles, inteligibles, naturales, aunque, en algunas
ocasiones, dentro también de esa naturalidad que, por definición tiene lo religioso,
que se acerca a lo mágico, y siempre para el pueblo común.

Las manifestaciones elitistas: proceden, en general, de los intelectuales,


de los pensadores que encuentran, por fin, el modo de formular los misterios
que encierra el cristianismo, las verdades que el cristiano debe creer y aceptar; las
populares: vienen del pueblo, de la masa creyente que percibe como algo natural
el modo sencillo y adecuado, en consonancia con su capacidad intelectual, para
formular aquellas verdades o creencias en expresiones y fórmulas lingüísticas,
ritos, devociones, imágenes, hechos sencillos y concretos que le resultan más
cercanos e inteligibles y que son los que el pueblo usa y a través de los cuales
manifiesta su fe y sus creencias.

Unas y otras son necesarias, se compenetran, se necesitan para lograr una


expresión completa y definitiva de la religiosidad cristiana.

III. CULTO A LAS IMÁGENES

Uno de los primeros problemas planteados por el cristianismo popular fue


el del culto a las imágenes. En sus comienzos el cristianismo careció de todo
tipo de imágenes, ni siquiera de la misma cruz.

Fue Santa Elena, madre de Constantino quién en el año 336 encontró la


verdadera cruz de Cristo y de allí arranca el culto y la representación de la
“Verdadera (vera) Cruz” y sus reliquias. Desde el siglo VI, el obispo, a medida
que el número de bautizados aumentó, delegó en los sacerdotes la obligación
de predicar y les pidió que se inspirasen en los sermones predicados por los
“Santos Padres”.
26 MANUEL GALIANO MARÍN

Pero uno de los medios más interesante fue la llamada “predicación muda”,
es decir: con la imagen fue, con la que se intentó que los fieles se familiarizaran
con los temas bíblicos. San Gregorio Magno, como un auténtico conductor
de hombres sabía muy bien que de la noche a la mañana no se podía lograr
una transformación interior, una conversión real de todo un pueblo, y mucho
menos empleando la fuerza. Por eso defendió el principio genuinamente católico
de que en la medida de lo posible hay que aceptar los usos y las costumbres
tradicionales de los pueblos y, en vez de eliminarlos, llenarlos de espíritu cristiano:
“no se les puede quitar nada a los incultos. Quien quiere alcanzar la cota más
elevada, sube paso a paso, no de una vez”.

San Gregorio enderezó la misión por el único camino fructífero que para
bien de la cristiandad jamás debió ser abandonado. Después vendría la religiosidad
benedictina-cluniacense la que se impondrá y marcaría nuevos derroteros, sin
obviar que sobre ella actuarían otras fuerzas: personas, instituciones, movimientos
eclesiásticos y religiosos, las Cruzadas, las nuevas órdenes religiosas: el Cister, San
Bernardo, los canónigos regulares, y otros diferentes hechos. La aparición de
los órdenes mendicantes serán las que contacten más con el pueblo de una manera
más sencilla y elocuente, conectando más vivamente con la religiosidad popular.

IV. RELIGIOSIDAD POPULAR PASIONAL

La influencia en este campo devocional y popular, del que aquí tratamos,


se concreta en que San Francisco de Asís descubre al Jesús hombre, verdadero
hombre, semejante en todo a los hombres menos en el pecado, que nace como
los hombres, que sufre y que muere como los hombres y que puede ser condenado
como un hombre más a una muerte ignominiosa, en la cruz, y morir entre
atroces tormentos.

Sencillamente, el descubrimiento de Jesús, verdadero y auténtico hombre,


permitió que comenzara y se desarrollara una devoción a la auténtica Pasión
y Muerte de Jesús, pasión y muerte dolorosa, dolorosísima.

La presencia de esta devoción a la Pasión y Muerte de Jesús; devoción a


la Cruz donde Jesús ha muerto; devoción a la Sangre derramada por Jesús
durante su Pasión, se difundió en diferentes autores y místicos durante los
siglos XIII al XVI, no sólo pertenecientes a la escuela franciscana, sino también a
otras escuelas.

Junto a la devoción a la Pasión en general, van apareciendo otras devociones


puntuales dentro de la Pasión: la devoción a la Vera Cruz, ya no victoriosa,
LA PROCESIÓN PENITENCIAL ALIMENTO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR 27

sino pasional, no donde Jesús ha triunfado y vendrá al final de los tiempos,


sino pasional, donde Jesús ha sufrido acerba pasión y muerte; la devoción a
las “Cinco Llagas”; la devoción a la “Sangre de Cristo” especialmente derramada
durante su Pasión: la devoción y consideración de las “Siete Palabras” pronunciadas
por Jesús en la Cruz; la devoción a la “Corona de Espinas”; la devoción del “Vía
Crucis”…

V. LAS PROCESIONES PENITENCIALES

Por último y como manifestación más llamativa de esta corriente popular


franciscana hay que colocar la aparición en la calle, en el primer cuarto del
siglo XVI de las Hermandades de Pasión o de Semana Santa, que fundadas
en la segunda mitad del siglo XV no estarán en la calle celebrando la procesión
hasta los años veinte del citado siglo.

Los conventos franciscanos florecieron por doquier; lo mismo podríamos


decir de las otras órdenes religiosas: dominicos, mercedarios, trinitarios,
capuchinos, carmelitas... Toda la geografía patria era un campo abonado
para el auge de estas asociaciones laicales - pasionales.

En torno a estos conventos de órdenes religiosas, estos grupos de fieles


que comparten el espíritu penitencial de los religiosos, no dudan en echarse a
la calle y con el testimonio de su estación de penitencia, vivida y sentida,
catequizar y evangelizar a quienes les contemplaban.

VI. EL CONCILIO DE TRENTO

Coincidiendo en el tiempo, la Iglesia Madre comenzaba a sufrir fractura,


consecuencia de enfrentamiento de posturas. A finales de octubre de 1517
(ahora estamos en el V Centenario) Lutero comenzaba su andadura de ruptura.
Solo 28 años después fue cuando la Iglesia Católica, viendo agotados todos los
cauces de entendimiento, vive la ruptura dolorosa y convocando un concilio
trata de reafirmarse en lo que considera que como sana doctrina ha de mantener
por encima de todo.

Efectivamente, la celebración del Concilio de Trento (1545-1564) fue la


respuesta a la ansiada renovación interior de la Iglesia y a la ruptura que
habían causado los protestantes al separarse definitivamente del tronco común.
28 MANUEL GALIANO MARÍN

Entre sus enseñanzas más importantes cabe destacar la doctrina sobre la


justificación, la práctica sacramental y la reforma de la Iglesia. Sus cánones
fueron publicados en España por Felipe II en una Real Cédula de 12 de julio
de 1564. Algunos de ellos tendrán una influencia capital en el desarrollo de
nuestras hermandades de pasión. En cuanto a la justificación: Ante la postura
mantenida por Lutero y los protestantes que: “El hombre se justifica, se
salva, solo por la fe, sin necesidad de sus buenas o malas obras, pues la
misericordia y los méritos de Cristo actuarían como bálsamo que encubrirían
ante los ojos del Juez Supremo la miseria humana”.

El Concilio, vino a decir: “Las buenas obras son necesarias para la salvación;
Cuando el hombre peca, tiene la posibilidad de reconciliarse con Dios y consigo
mismo a través del sacramento de la Penitencia; además: el hombre puede
expiar sus culpas a través de la mortificación corporal, la oración y la limosna”.

Y con respecto al culto de las imágenes, ante la postura del protestantismo que
lo rechaza; el Concilio afirma en sus sesiones de 3 y 4 de diciembre de 1563
que: “Deben tenerse y conservarse, señaladamente en los templos, las imágenes
de Cristo, de la Virgen Madre de Dios y de los Santos y tributarle el debido
honor y veneración”. “... Enseñen también diligentemente los obispos, que
por medio de las historias de los misterios de nuestra Redención, representadas en
pinturas u otras reproducciones, se instruye y confirma el pueblo en el recuerdo y
culto constante de los artículos de la fe...”.

El Concilio se percató que la religiosidad popular era la más eficaz de los


instrumentos y se imponía la necesidad de fomentar las creencias católicas
mediante un teatro decoroso y serio, pero un teatro afín de cuentas en el
que se pusiera de manifiesto de una manera embriagadora y sugerente las
verdades de fe.

Pero: ¿Por qué la Pasión y Muerte del Señor de una manera en especial?
La Pasión, lo lacerante, el mensaje del sacrificio de Cristo y su voluntaria
entrega, cala más hondo que su triunfo. (A fin de cuentas, el pueblo sabe que
Cristo es Dios, luego no le sorprende que produzca y protagonice milagros
como el de su Resurrección). Al pueblo, le sigue pareciendo sorprendente que
Dios, se deje así mismo matar por nosotros, por mucha dualidad de personas,
por mucha divinidad y humanidad que conviva en él.

Las doctrinas de Trento: influyeron decisivamente en cuanto al uso de la


penitencia pública, el culto a las imágenes y las estaciones procesionales,
con un fin catequético y evangelizador; contribuyeron al auge y ratificación
LA PROCESIÓN PENITENCIAL ALIMENTO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR 29

de las asociaciones existentes y sus normativas con anterioridad al concilio;


y a la formación de nuevas hermandades alentadas por el espíritu conciliar.

VII. ¿QUÉ ES UNA HERMANDAD O COFRADÍA?

Todo lo dicho: teniendo ante nosotros las constituciones o normativas por


las que se rigen podíamos definirlas como “La asociación de personas, abierta
numérica y socialmente, que venerando y contemplando el misterio de la Pasión
y Muerte del Nuestro Señor Jesucristo, a quién se asocia su Santísima Madre
Nuestra Señora, se le rinde culto con una austera y penitente salida procesional
en la que algunos o la mayor parte de sus cofrades se disciplinan; y con otros
cultos a lo largo del año; atienden las necesidades de los hermanos, espirituales y
temporales, de la vida y de la muerte; y también de los otros prójimos; tienen
una organización o estatutos llamados “Reglas” que progresivamente van
siendo aprobadas por la jerarquía eclesiástica”.

La mayoría de las hermandades fundadas después del concilio, incluyeron la


penitencia de los flagelantes. Fueron los frailes quienes mejor acogieron y
alentaron esta nueva práctica de la disciplina pública y ésta es quizá la explicación
de porqué las primeras y más antiguas hermandades, se encuentren erigidas
canónicamente en conventos. Las procesiones penitenciales del siglo XVI
son serias, sobrias, austeras y sin boato alguno, con las estaciones señaladas,
incorporando ya desde el siglo XV a la Virgen Dolorosa. (Toledo fue la primera
ciudad que procesionó a la Virgen sobre unas sencillas andas).

Ante el auge espectacular de nuevas hermandades, la jerarquía diocesana


decidió poner orden en este movimiento laical que moviliza y atrae más al
pueblo que la liturgia tradicional a celebrar en el interior de las iglesias. Así,
encontramos en el sínodo sevillano celebrado en 1604, como en otros sínodos
diocesanos, las normas que se han de guardar en las procesiones de disciplinantes.

“Aunque por la costumbre universal de la Iglesia Católica, santísimamente


están introducidas y permitidas las hermandades de disciplinantes, que se
hacen en Semana Santa, y con muy justa causa muchas de ellas están confirmadas
y aprobadas sus constituciones por la Santa Sede Apostólica, y favorecidas
con especiales gracias e indulgencias como cosa con que se nos trae a la
memoria la Muerte y Pasión que por nuestra salvación padeció el Hijo de
Dios, que en aquellos días celebra la Iglesia Católica y con que se hace penitencia y
procura de satis facer parte de la pena que, por las culpas y pecados que
entre año con la Divina Majestad se han cometido, dignamente se merece...”.
30 MANUEL GALIANO MARÍN

“Exhortamos y encargamos a todos los fieles que salieren para hacer


penitencia de sus pecados, que vayan en ellas con mucha devoción, silencio
y compostura, de suerte que en el hábito y progreso exterior se eche de ver
el dolor interior y arrepentimiento de sus pecados y no pierdan por alguna
vanidad o demostración exterior el premio eterno que por ello se le dará”.

“Y es de advertir que nuestros mayores, cuando fundaron las hermandades


y estaciones conocieron el fin de devoción para que las instituían y de qué
modo lo habían de representar y mover con ello. Y si en algo tomaron bien
acierto, no será de creer que quisieran apartarse del fin que pretendieron”.

VIII. HERMANDAD DE SANTA ELENA

Hasta aquí lo expuesto, es como un telón de fondo para ver en un primer


plano una de las hermandades penitenciales de las más antiguas de la ciudad
de Baeza, que recoge puntualmente lo que hemos definido por “Hermandad
penitencial”. Me refiero a la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y
la Cruz de Santa Elena.

Esta hermandad se fundó en 1587 en el convento de los descalzos de Nuestra


Señora del Carmen, por un grupo de hombres que llevados por el amor a Dios
Nuestro Señor, quisieron venerarlo a él y a su santa cruz.

En el preámbulo de “los estatutos” donde se reflejan las motivaciones de tal


fundación se lee: “tan precioso tesoro como en el de su Santa Cruz estaba
escondida. Quiso Su Majestad, por su misericordia y por los merecimientos
de la gloriosa Santa Elena, descubrir el lugar donde estaba, para que con
tal estandarte tengamos siempre en la memoria lo mucho que por nosotros
padeció”. Por esta razón, “Habemos ordenado una hermandad cuyo nombre
ha de ser de Santa Elena”.

Once capítulos tienen los primeros estatutos, donde se recogen las ordenanzas.
(Consignamos aquí sus líneas principales y maestras) a saber: “Nadie podrá
ser admitido en esta hermandad, si no fuera en cabildo de oficiales, siempre
con una condición al respecto: Que sean (los recibidos) hombres de buena
vida, fama y costumbres”.

Los hermanos debían poseer: “una túnica morada y capillos y una soga
para el cuello que llegue hasta los pies, y otras con que se han de ceñir...y han
de tener una cruz de madera de once cuartos en largo y los brazos de dos
varas”.
LA PROCESIÓN PENITENCIAL ALIMENTO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR 31

En el capítulo segundo se especifican los detalles de la estación de penitencia.


Así: “todos los hermanos han de salir el Viernes Santo al amanecer… en procesión,
con túnicas, cruces y sogas, y los pies descalzos (salvo si alguno tuviere alguna
enfermedad urgente), silencio han de guardar, y no puede ninguno llevar cosa
alguna por lo que pueda ser conocido”.

El orden procesional es el siguiente: “Un estandarte pendiente de una cruz


de madera, llevado por un alférez, (+) con dos niños que “por trechos” dirían:
“Esto, se hace, en remembranza de la Pasión de Nuestro Redentor Jesucristo.”
junto al estandarte, dos alcaldes y consiliarios con cetros en las manos; luego el
resto de los hermanos con cruces, y tras el primer tercio de la procesión La
insignia de Cristo con la cruz a cuestas (+); junto a él seis hermanos con
cirios encendidos. Cerraba el cortejo: La imagen de Nuestra Señora, (+)
acompañada por cuatro cirios. La procesión estaría regida por el mayordomo y
el fiscal; visitaba siete iglesias, haciendo en ellas estación (+)” y en el curso
de la procesión, años más tarde se incorporaría La ceremonia del Paso” (+)

(+) El cabildo de oficiales estaba constituido por el Padre Superior del


convento, el alférez, el Mayordomo, los alcaldes y consiliarios, el fiscal y las
escuadras.

La insignia de Cristo con la cruz a cuestas: La imagen del Nazareno, tal


vez es del siglo XVII, de vestir y en ella destaca artísticamente la cabeza, pues
es emotiva, conmovedora y devota; inquieta su expresión de asombro y su
mirada fija hacia adelante. Como talla procesional cumple sobradamente con
su misión religiosa; su expresividad provoca gran devoción popular.

La imagen de Nuestra Señora: Su advocación era “de la Consolación”;


más tarde “de la Amargura” y posteriormente “de los Dolores”.

Las siete estaciones: Desde la Puerta de Úbeda derechos a La Catedral,


luego parroquia de San Gil, parroquia del Salvador, convento de Santo Domingo,
parroquia de San Andrés por la calle Torno de Monjas, convento de San
Francisco por la calle Matilla, parroquia de San Pablo por Poblaciones y por
las Barreras para llegar a su templo.

La ceremonia del Paso: Es posible que este acto piadoso y popular, a


modo de teatro sacro, fuese ya representado a principios del siglo XVII, si bien
no se puede precisar documentalmente sus orígenes. (Los libros de Cabildo,
que pudieran dar fe de ello, desaparecieron). (*) Parece probable que con el
paso del tiempo ganase mayor complejidad y barroquismo. Todas las imágenes
que intervienen en esta singular ceremonia están articuladas, desarrollándose
32 MANUEL GALIANO MARÍN

la misma en la antes conocida como Plaza de la Leña -hoy Plaza de la


Constitución- centro urbano de primer orden en las manifestaciones procesionistas
de la ciudad desde antiguo.

Descrita escuetamente esta ceremonia, es como sigue: “Llegada la procesión


a la mencionada plaza, permanece en ella El Señor a la espera de la santa
mujer Verónica, que desciende por la calle de las Barreras, representándose
entonces el momento de la imprimación del “Santo Rostro”; acto seguido la
santa mujer Verónica se acerca a San Juan y a la Virgen, situados en la esquina
del hospital de la Concepción,(hoy Iglesia de Padres Carmelitas Descalzos),
sucediéndose entonces abundantes genuflexiones y reverencias, así como
expresiones de llanto por parte de la Virgen, merced a la amplitud de movimientos
articulados de que está dotada la talla. El punto culminante de este drama
pasionista es el momento del encuentro de La Virgen con El Señor, con la
bendición del Señor y el abrazo entre ambas imágenes.

Terminada esta larga y complicada ceremonia, prosigue la procesión


hasta la iglesia de San Pablo, donde se termina.

(*) Hasta 1899 en el Manual de Ordenanzas que aprobó el Consejo de Castilla,


arregladas a las costumbres y necesidades del momento histórico, nos encontramos
en el capítulo primero, un dato curioso: “están exentos de pago los diez hermanos
que ejercen el oficio de sirvientes; a saber: el que sirve el paso de Nuestro
Padre Jesús; la mano derecha de la Santísima Virgen; la izquierda; la cabeza;
el cuadrante de dicha imagen; el apóstol San Juan; el palio; la Verónica y
dos meritorios para cubrir plaza en las vacantes”.

En estas mismas ordenanzas, en el capítulo séptimo, es donde encontramos


descrito lo anteriormente expuesto de “la ceremonia de El Paso”. Hoy, es “EL
PASO”, como vulgarmente se conoce: a la hermandad, procesión y ceremonia.

Pasando por alto las Fiestas que se han de celebrar al año, (que no es
objeto de este trabajo) si nos fijaremos en el capítulo tercero, que recoge: “la
obligación que tenían los hermanos de asistir “al encerrar ...y al desencerrar al
Santísimo los Jueves y Viernes Santos” confesando, comulgando y asistiendo a
la procesión del Santísimo”.

En el capítulo cuarto, se ordenan diferentes medidas para las escuadras,


como “frecuentar el Santísimo Sacramento de la Eucaristía; ayudar a los hermanos
enfermos, (+) en especial a aquellos que fuesen pobres o que estuviesen
encarcelados, y de esta suerte ejerciten La Caridad que es el principal intento de
esta santa hermandad”.
LA PROCESIÓN PENITENCIAL ALIMENTO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR 33

“Hermanos enfermos: En las Nuevas Ordenanzas, antes citadas de 1899,


al hablar en el capítulo quinto, de las imágenes que poseía la hermandad,
figuraba también la de “Santa Elena” y el “Santo Cristo de la Agonía”.
Ésta última de talla más pequeña sería la que se llevaba al domicilio de los
hermanos cofrades enfermos gravemente”.

Pasando por alto los restantes capítulos, al no ser objeto del presente estudio,
me fijo en el capítulo once, con el que finaliza las constituciones, donde llama la
atención sobre la conveniencia de que el obispo de Jaén confirme y apruebe las
mismas, “pues en ello se sirve a Nuestro Señor y es bien de las almas, y a esta
hermandad y hermanos de ella se les harán mucha merced”. El quince de
febrero de 1593 el obispo D. Francisco Sarmiento de Mendoza las aprobó.

IX. HERMANDAD DE LA SANTA VERA CRUZ

Anterior en el tiempo a esta hermandad y habiendo aludido anteriormente


a la influencia de San Francisco de Asís en el campo devocional y popular,
me sabría mal no dedicarle unas líneas a la Hermandad de la Santa Vera Cruz
fundada en el convento de San Francisco de Asís de esta ciudad en 1540. Sus
constituciones constan de un preámbulo y cuarenta y siete capítulos. Solamente
pretendo fijarme en el preámbulo, por la referencia explícita al misterio de
pasión en que centran su atención y en el capítulo primero, por lo que de
peculiar tiene (los disciplinantes) si la comparásemos con otras.

El preámbulo comienza aludiendo a san Pablo en la carta a los Romanos;


a san Agustín en la relación entre Dios y el hombre; al profeta David, “que
manifestó su alta sapiencia, como fue en dar derechos y verdaderos caminos
como amadores y caminantes, para que atinásemos a nuestra propia y eterna
morada, que es el cielo, pues este mundo es destierro”.

Resalta así mismo la “infinita bondad y amor como es (en Dios) hacerse
hombre y padecer tan grandísimos dolores, como lo demostró en el Huerto,
cuando bañado de sangre decía a sus apóstoles: Triste está mi ánima hasta la
muerte; y finalmente se puso enclavado en la cruz para dar vida a la muerte
de nuestras almas(…) Y así, por esta santísima pasión fue abierta la puerta
del cielo, como lo vio san Juan en el Apocalipsis (Vide la puerta cerrada del
cielo y un Cordero casi muerto que tenía la llave para abrir) y con el mérito
de esta Pasión fuimos todos limpios de la escoria de nuestros pecados”.

Continúa el preámbulo acudiendo a la intervención de la Virgen, en cita a


San Bernardo, “en un sermón a la Asunción de Nuestra Señora”. Y finaliza
expresando que “por esta sacratísima Pasión se renueve en los corazones de
34 MANUEL GALIANO MARÍN

los fieles, determinamos de instituir una santa cofradía, y hermandad cuyo


nombre es la Santa Vera Cruz... para que los hermanos presentes y venideros
estén unidos en el amor de esta Santísima Pasión (…)

Queremos que las presentes constituciones sean guardadas para que Dios
Nuestro Señor...tenga por bien en esta vida presente de perdonarnos nuestros
pecados y hacernos ciudadanos de su real casa”.

Y en el capítulo primero se explica la forma de realizar la estación de


penitencia, estipulando que: “el Jueves de la Cena de cada un año, a la hora
de las cinco después de Vísperas, todos los hermanos sean obligados a venir
al monasterio de san Francisco, con todos los aderezos más honestos y más
secretos que se pudiere, y confesados y comulgados, y satisfechos, con sus túnicas
y capillas y disciplinas en las manos, disciplinándose, de donde saldrán, haciendo
su penitencia en conmemoración de la Pasión Santísima de Nuestro Redentor… a
la hora de las siete de la noche, visitando cinco iglesias o monasterios (…),
llevando por guía un pendón de color negro, y luego… una semejanza de
Cristo con la Cruz a cuestas, y en fin de la procesión una devota imagen de
un Crucifijo”.

X. HERMANDAD DE LA SANTA HUMILDAD DE NUESTRO


SEÑOR JESUCRISTO

También por lo que tiene de singularidad, como es la obtención de indulgencias


para el aumento de número de cofrades, me refiero a la hermandad de la santa
humildad de nuestro Señor Jesucristo, fundada en el convento de la Santísima
Trinidad de redención de cautivos, en el ejido de la ciudad de Baeza en
1563, trasladándose posteriormente al convento de san Francisco en 1590.

La dicha hermandad se instituyó por autoridad ordinaria y tiene por la


misma autoridad confirmadas sus Ordenanzas, es de disciplina y por su Ordenanza
ha de salir con ella en procesión el Jueves Santo, en la tarde, que es cuando se
celebra la humildad que Nuestro Señor Jesucristo mostró el dicho día después de
la Cena, en el Mandato, lavando los pies a sus discípulos.

No solo conmemora el “misterio” de la Humildad de Cristo, sino también su


actitud “en el Mandato, lavando los pies a sus discípulos”. De ahí que luego añadiría
un paso más a su culto penitencial, que sería el del “Mandato” o “Lavatorio”.

En el Preámbulo, se hace hincapié en varias ocasiones a la Humildad.


Recoge puntualmente estos textos: “Una de las virtudes que más nos encomendó
(Cristo) es la de la humildad.”; “nos da a entender(Cristo) que el camino del
LA PROCESIÓN PENITENCIAL ALIMENTO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR 35

cielo es la humildad.”; “Tiene tanta excelencia esta virtud de la humildad, y


así como la soberbia es el fundamento de todo pecado, ella es principio de
todo bien.”; e incluso “aunque la humildad de todos los nacidos se juntasen
en una persona, no sería nada en respecto de la humildad de Nuestro
Redentor”. Y, en fin, que “debemos fabricar nuestra humildad a semejanza
de la Humildad de Cristo.”

Por parte de dicha cofradía se ha tratado de ganar bula de Su Santidad


para que los cofrades de ella consigan algunas indulgencias. Es sumamente
curioso la tramitación que ha de seguir, hasta conseguirla.“ y porque la dicha
cofradía es pobre, que no tiene propios ni rentas más que sobre la limosna
que se llega, y gastos de cera y fiestas son muchos, y de mucha devoción y
edificación del pueblo cristiano, para el aumento del número de sus cofrades y
acrecentamiento espiritual y temporal de ella, desea conseguir indulgencias
y remisiones de pecados y participar de las gracias concedidas a la
archiconfraternidad del Confalón de la Curia Romana, que se celebra y sirve en
la iglesia de Santa Lucía de la ciudad de Roma y ser agregada a ella para que la
haga participar de estas gracias, indulgencias, prerrogativas e indultos.

El haber presentado en este trabajo tres hermandades en lo tienen de


complementarias, (como podía haber presentado otras) tenía por finalidad el
que pudiésemos ver el trasfondo de la religiosidad vivida en aquella época,
donde la pasión del Señor y las postrimerías habían calado hondamente y si
esto fuera poco, las misiones populares ya se encargaban que se tuviera bien
presente. Efectivamente, la predicación de las órdenes mendicantes, fue la
base y el soporte, andando el tiempo, de las procesiones penitenciales. La
predicación siguió siendo la forma ideal de seguir formando y reformando la
religiosidad popular.

Las constituciones hablan por sí solas del espíritu que les ha de mover a los
hermanos a procesionar con dignidad el misterio de pasión que van representando.
Y como la fragilidad de la condición humana en el tiempo puede hacerse presente,
minando los principios para las que fueron creadas o circunstancias históricas
pueden aconsejar la revisión de las normas originales, queda bajo la autoridad de
quién las aprobó o sus legítimos sucesores el enmendar o añadir lo que la junta de
gobierno proponga deba ser enmendado o añadido.

A modo de ejemplo: La hermandad, a que he aludido anteriormente,


habiéndose trasladado al convento de la Merced, y habiéndose celebrado
sínodo diocesano en 1624, enmendadas y añadidas cosas secundarias a las
Constituciones. Revisadas fueron aprobadas en 1632 por el obispo de Jaén
D. Baltasar de Moscoso y Sándoval.
36 MANUEL GALIANO MARÍN

XI. DEL SIGLO XVII AL XX

Vistos los orígenes de las hermandades penitenciales, paso a señalar lo


que considero “hitos más importantes en el tiempo siguiente.

La gravísima crisis de 1649, epidemia que diezmó la población y otras


calamidades, produjo cambios en la mentalidad y espíritu de la época. Las
hermandades buscan y recuperan su práctica de vida interior y su religiosidad se
manifiesta según las fórmulas tradicionales que les llegan más hondo: el
culto al Señor y a María por medio de las imágenes devocionales titulares. Son
tiempos de auge para las mismas, pues el pueblo se refugia en ellas ante la
adversidad de las circunstancia

Las hermandades se esforzaron en el ejercicio de la caridad, en el socorro


a los necesitados y entierro de los muertos en cumplimiento de lo que mandan sus
reglas. Este comportamiento ante la soledad y el dolor, sirvieron para afianzar la
necesidad y utilidad de las mismas. La segunda mitad del siglo XVII les sirvió
para consolidarse y vitalizarse.

Otro gallo cantaría en el siglo siguiente, el siglo de la ilustración, en que


un sector de la población no ve con buenos ojos la existencia de las hermandades.
Los ilustrados, pretenden acabar con ellas porque ven en ellas un vivo reflejo
del retraso y superstición de siglos anteriores.

Aquellos afanes por modernizar el país a partir de los principios de la


ilustración que guía la política de Carlos III no fueron comprendidos por la
mayoría de la población, porque actuaron con excesivo engreimiento, sin intentar
entender el arraigo que tenían algunas instituciones y creencias en el pueblo,
atacando aquellas manifestaciones, que más atraían al pueblo y en las que el
pueblo participaba en masa.

Es curiosa la Real Cédula de 20 de febrero de 1777: “... habiendo llegado


a noticias de S.M .el Rey Nuestro Señor, el abuso acostumbrado en todo lo
más del reino de haber penitentes de sangre y empalados en las procesiones de
Semana Santa...cuya penitencia más sirve de indevoción que de edificación;
como también los inconvenientes que traen consigo las procesiones de noche
con motivo de la concurrencia:...se prohíbe y se encarga no se permitan
disciplinantes, empalados, ni otros espectáculos semejantes en las procesiones
de Semana Santa (…) que no consientan procesiones de noche, haciéndose las
que fuere costumbre y saliendo a tiempo que estén recogidas y finalizadas antes
de ponerse el sol para evitar los perjuicios que de lo contrario pueden
resultar…”.
LA PROCESIÓN PENITENCIAL ALIMENTO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR 37

Mandamientos éstos, que pretenden reconducir las estaciones penitenciales y


otras fiestas litúrgicas hacia una práctica más institucional, que abandone su
ancestral carácter popular y se plieguen al orden impuesto por los cánones
clericales.

En el fondo, la novedad de este edicto es el afán de someterlas al poder


civil. Las procesiones y otras ceremonias religiosas han de someterse a las
leyes del Reino y se imponen duras multas civiles a aquellos que las incumplan:
“Mando que ninguna persona de cualquier clase pueda ponerse traje de
disciplinante, empalado, con grillos o cadenas, o en otro espectáculo semejante,
bajo la pena de 20 ducados y 30 días de cárcel”.

El proceso de sometimiento a la autoridad civil culmina con un decreto del


Consejo de Castilla publicado el 25 de junio de 1783 que obliga a las hermandades
penitenciales a redactar nuevas reglas y someterlas a la aprobación de dicho
Consejo.

El siglo XIX someterá a nuestras hermandades a una serie de avatares,


circunstancias y situaciones que no acabaron con ellas porque el arraigo y el
espíritu que les alimentaba hizo lo imposible. Los que vivieron este siglo,
conocieron la decadencia y todo un largo periodo de tiempo sin procesiones,
hasta el punto que en 1821 se llegó a prohibir por las Constituciones, las procesiones
de Semana Santa.

Con motivo de la guerra de la Independencia, las hermandades pierden


sus enseres al extinguirse las iglesias o conventos donde estaban radicadas
canónicamente, al ser cerradas y expoliadas por los franceses.

La desamortización, la exclaustración, la propia política convulsiva del


país, mantienen a nuestras hermandades en un clima de postración, (de este
tiempo es esta nota sacada de un Acta de la hermandad de Santa Elena: “no
se ha dado a las expresadas imágenes el culto debido, y que todo el pueblo
carecía del consuelo de venerarlos en la devota procesión que siempre se ha
acostumbrado a sacar los viernes santos por la mañana”), que solo se verán
renacer a partir de la segunda mitad de siglo con el establecimiento de las
Juntas Revolucionarias de la Nación.

El siglo concluirá con un nuevo reconocimiento oficial. La Sagrada


Congregación de Indulgencias dio con fecha 25 de agosto 1897 la siguiente
definición que admitió el Código de derecho canónico (can. 707): “Cofradías o
Hermandades son aquellas Asociaciones de fieles, principalmente seglares,
canónicamente instituidas y gobernadas por el superior eclesiástico competente
38 MANUEL GALIANO MARÍN

para promover la vida cristiana por medio de especiales obras buenas, ya de


culto divino, ya de caridad para con el prójimo constituidas con cierta jerarquía
interior a modo de cuerpo orgánico, con hábito propio”.

(Es curioso ver la diferencia existente entre lo que se entiende por hermandad
o cofradía en este momento histórico y lo que se entendía tres siglos antes,
como ha quedado reflejado anteriormente).

En un ambiente de progreso y sometidas a cambios impensables en otras


épocas, las hermandades son en este tiempo un ejemplo de la más actual
tradición y vinculación a su pueblo, manteniendo su primitiva personalidad,
amoldándose a cambios de mentalidad y pensamientos políticos.

Aún les quedaría pasar el trago amargo de la 1ª y 2ª República y la


contienda civil del 1936, pero para el caso que nos ocupa, nada nuevo que
añadir si no es el de plantearse en alta voz ¿qué habría que hacer? Si es que
cabe hacer algo, para recuperar lo esencial del espíritu que allá por el lejano
siglo XVI inspiraron su creación.

El curso de la historia nos va dando a entender que superadas las crisis,


por lo que a la política se refiere, brota con nueva pujanza, como si de una
primavera se tratara, lo que estaba en el pueblo hondamente arraigado.

La segunda mitad del siglo XX da prueba de ello. El pueblo cristiano,


haciéndose eco de lo que recordaban de sus mayores, de la nada como quién
dice, pusieron manos a la obra y en poco tiempo reiniciaron las procesiones
penitenciales, como si nada hubiera pasado.

XII. DEL CONCILIO VATICANO II HASTA NUESTROS DÍAS

Algunas hermandades les fue más fácil echarse a la calle, no así en otras,
por grandes y muy diversas dificultades, pero el devenir de cada día hizo que
fueran subsanando obstáculos y superándose como los nuevos tiempos pedían.

Pusieron más su atención y tesón en cómo presentarse al pueblo, salir a la


calle de una manera digna, conforme los tiempos demandan, buscar lo efectivo
que nos proporcionan las noches primaverales, embrujadas por las piedras
milenarias, el silencio, el susurro del “miserere” que enardece los sentimientos
más íntimos.

Explicar al pueblo el “misterio de pasión” teniendo a gala ser legítimos


sucesores de quienes fruto de su vivencia interior los antecedieron y tuvieron
LA PROCESIÓN PENITENCIAL ALIMENTO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR 39

a bien dejar claramente establecido en las constituciones lo que había de


hacerse, cómo y de qué manera.

Lo que con el tiempo se perdió, ya no se recuperó porque no era el caso


recuperarlo. (Los disciplinantes de antaño, tomaron nuevo nombre al portar
sobre sus hombros esa enorme carga del trono que pone a la altura de todos
el misterio de pasión que muestran al pueblo, mientras ellos, al unísono a la
voz del capataz, al tiempo que avanzan solemnemente, van musitando una
oración profunda que por sí sola va hablando de tanto sacrificio, tratando
de explicar a los de fuera, que no hay palabra para expresar lo que se vive y
siente en estos momentos abrazados a su venerada imagen).

Se abría una nueva era en que la prioridad era alimentar la religiosidad


popular (+) de “propios” y “extraños”. Por motivos económicos, las hermandades
penitenciales se dejaron llevar, más que por la jerarquía eclesial, por la autoridad
municipal y estatal. Se aspiraba en su conjunto a ser declaradas de “interés
turístico”

De la imprenta sale el “Programa Oficial” que tan meticulosamente se


prepara con la colaboración de plumas que estampan valores religiosos y dan
vida a lo que en la Semana Mayor conmemoramos. Por su parte, cada hermandad
hace lo suyo con sus asociados; no faltan las tertulias cofrades, las presentaciones,
los pregones… pero mi pregunta sigue siendo la misma: Todo esto ¿es suficiente?
O lejos de exaltar el “misterio” que celebramos, sobrecargamos lo “secundario”.

Para entenderse entre ellas y con la autoridad del momento (de cara a las
subvenciones) se crearon las “agrupaciones de cofradías”. La jerarquía eclesiástica
no quedó quieta; sintiendo como un deber el defenderlas de posibles “desvir-
tuaciones”. Los obispos diocesanos tomaron como obligación primordial el
atender al mundo cofrade y todo aquello que tuviera que ver con la religiosidad
popular: siendo los primeros en alentarlos, orientarlos y catequizarlos y ante el
importante auge de hermandades, pedirles a los que aspiraban a ser presidentes,
hacer los cursos de fundamentos cristianos y a todos renovarles los “estatutos” y
exigirles como cosa primordial tenerlos aprobados. La aprobación por el obispo
era “santo y seña” de haber sido reconocida por la autoridad eclesial como
“asociación pública religiosa”.

(+) Basta entrar en: “Hermandades y Cofradías”, en “Religiosidad popular”,


“Conferencia Episcopal”, “Obispos del Sur”, “normativas diocesanas”,
“Encuentros”, etc ...para hacernos una idea de lo que supone para la Iglesia
Católica cultivar estas manifestaciones de fe. En definitiva es seguir cuidando
exquisitamente la labor iniciada por San Gregorio Magno.
40 MANUEL GALIANO MARÍN

Bueno es recordar, que la religiosidad popular no queda circunscrita a las


procesiones penitenciales; es un amplio abanico de circunstancias donde ésta
se pone de manifiesto. Al igual que la “procesión penitencial” es alimento de
la religiosidad popular, podríamos analizar en otro momento, como en este
gran elenco de manifestaciones se trabaja y se ha de seguir trabajando para
que se alimenten también cuantitativa y cualitativamente.

La iglesia católica, con la doctrina emanada del Concilio Vaticano II, ha


preferido optar por la “reforma litúrgica” siendo su primer paso permitir usar
la “lengua vernácula” y así hacer más accesibles los “Sagrados Misterios” al
pueblo sencillo y a lo cual aspira ahiladamente. No por eso deja de reconocer
y de valorar las variadas formas de fe de la religiosidad popular, a las que hay que
seguir tratando con suma delicadeza, porque los cambios de mentalidad no se
llevan a cabo de la noche a la mañana: en un mes, año, quinquenio, centuria...
(ya vemos el tiempo que hace que comenzó el concilio y donde nos encontramos)
aunque en toda celebración sea popular, sea litúrgica usemos el mismo
idioma.

XIII. EPÍLOGO

La religiosidad popular sigue necesitada de ser alimentada con el lenguaje


que entiende: de una manera sencilla, elocuente, que entre por los ojos, que
despierte sentimientos, que cale en lo profundo, que satisfaga plenamente, que
responda a las expectativas puestas, a lo que aprendiste de tus padres o éstos
te enseñaron e inculcaron.

El hombre, que por naturaleza es “religioso”, tiende a religarse con lo divino.


Si uno de los cauces de los que nos hemos valido a lo largo de cinco siglos, ha
sido entre otros, las procesiones penitenciales, para que al Gran Misterio de
nuestra fe hayamos tenido acceso a él y nos ha valido para entrar en contacto
con él, muy mucho hemos de agradecer a estas asociaciones religiosas de laicos
por el bien que nos han deparado. Y si están dispuestos a seguir prestando este
gran servicio a la religiosidad popular, como todo en la vida, habrán de seguir
planteándose sinceramente si están siendo fieles al fin para el que fueron creadas;
si el legado que pasó de padres a hijos, lo han ido purificando.

No faltará, ahora más que nunca, porque está de moda el “pensamiento


único” que se metan con las hermandades, con las procesiones penitenciales,
alegando mil y una razón, empezando porque como recogía en un principio,
el pueblo fiel y sencillo a quién va dirigido el mensaje, la catequesis, según
ellos, ha crecido, ya no es inculto, ¿a quién vas a engañar?
LA PROCESIÓN PENITENCIAL ALIMENTO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR 41

Lejos de caer en la red de la “incomprensión”, de ese “no querer entender”,


de ir “buscando la boca”, he de preguntarme; Esto que hago: ¿qué me dice a
mí? Si la respuesta es positiva, encontraremos consuelo en el pasaje evangélico:
“si no os hacéis como niños, no tendréis parte en el Reino de los cielos.” Y si
llega el caso, apropiarnos la octava Bienaventuranza: “Dichosos cuando os
calumnien, os persigan, del modo que sea por mi causa. Estad alegres y
contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo”.

XIV. BIBLIOGRAFÍA

- GELO ROMUALDO DE, Origen y evolución de las cofradías penitenciales


de Semana Santa. Dios por Sevilla 27 de marzo 2013. http://cofrades.
sevilla.abc.es/profiles/blego/

- JIMÉNEZ MURIEL, D. R., Origen de las cofradías de penitencia I; 1 - 13


http:// la alacena de las ideas. blogspot.com.es/2013/13/

- RODRIGUEZ-MOÑINO SORIANO, R. y otros, Historia documental de las


cofradías y hermandades de penitencia en la ciudad de Baeza, Baeza 1997.

- SÁNCHEZ HERRERO, J., “Desde el cristianismo sabio a la religiosidad


popular en la Edad Media”, en Clío & Crimen, nº 1 (2004) 301- 335.
El renacimiento cofrade del siglo XXI:
el caso de las hermandades y otras
asociaciones de vísperas en las
capitales de Andalucía

Enrique GUEVARA PÉREZ


Madrid

I. Introducción.

II. Jaén.

III. Córdoba.

IV. Sevilla.

V. Huelva.

VI. Cádiz.

VII. Málaga.

VIII. Granada.

IX. Almería.

X. Jerez de la Frontera.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 43-58. ISBN: 978-84-697-5400-9


I. INTRODUCCIÓN

Sin lugar a dudas, una de las más sobresalientes realidades de nuestra


Semana Santa actual y de todo el movimiento cofrade que gira en torno a
ella en el siglo XXI, viene a ser la creación de nuevas corrientes asociativas-
cofrades, en su gran mayoría constituidas ya como hermandades, aunque en
otros casos más incipientes también llegan a estar organizadas como asociaciones
parroquiales de devoción y culto público o pre-hermandades.

De unos años a esta parte, esta proliferación de nuevas corporaciones con


procesiones fijadas en jornadas tan aventajadas como son el Jueves de Pasión, el
Viernes de Dolores o el Sábado víspera del Domingo de Ramos, y hasta incluso
desde el tercer sábado de Cuaresma (como ocurre en Málaga, en que salen los
primeros nazarenos cada año en nuestra geografía nacional), han desplazado el
protagonismo que siempre tuvieron otras que tradicional y puntualmente,
conforme a sus reglas corporativas, tenían también la salida procesional en
estos singulares días, tal que el Nazareno de Ciudad Real en la jornada del
Domingo de Pasión o el Cristo del Socorro en la noche del Jueves de Pasión,
en Cartagena, por poner solo un par de ejemplos entre otras.

Ni que decir tiene que, efectivamente, siempre ha existido la casuística de


determinadas cofradías que, respondiendo a sus estatutos, han marcado
desde su fundación como jornada procesional algún día de vísperas de la
Semana Santa, tal que el Viernes de Dolores o el Sábado de Pasión, existiendo
en numerosas ciudades procesiones con tradición fijada en esa jornada, pero
otra realidad muy diferente la constituyen aquellas otras que están “llamando
a la puerta” de la Semana Santa esperando un sitio para poder ingresar en la
nómina que va del Domingo de Ramos al Sábado Santo. A este movimiento,
y concretamente en el caso andaluz de las ocho capitales más Jerez de la
Frontera, hemos querido prestar atención y volcar un inicial estudio encaminado
hacia la conformación de una primera nómina o censo de todas estas corporaciones,
estudiando su realidad actual, que será sin duda antesala de lo que se nos
sobreviene para futuras décadas.

Cabe decir que en cuanto a este tipo de nuevas fundaciones cofrades, la


normativa diocesana es bastante común y restringida si atendemos a la
EL RENACIMIENTO COFRADE DEL SIGLO XXI… 45

casuística andaluza; así pues en Málaga y en Jaén se habla de que en principio,


no deben iniciarse procesos de creación de nuevas hermandades, sino más
bien orientar la integración hacia las ya existentes, e incluso procurar cuando
sea conveniente la agrupación, en una sola, de varias cofradías existentes. En
este sentido, lo que se intenta filtrar claramente es la no creación de hermandades
que resulten en la práctica una simple repetición de otras ya existentes en el
mismo núcleo de población; o que aquellas resulten provenientes de la escisión
de una ya constituida, viniendo a prohibir cualquier iniciativa que emane de
divisiones internas o conflictos entre hermanos de una ya existente, algo que
por otra parte fue bastante común en la historia de nuestras hermandades, y
muy especialmente en la proliferación que se dio de estas a lo largo del siglo XX.

A pesar de ello, actualmente son muchas las asociaciones y grupos parroquiales


que, en la realidad andaluza, usan distinta nomenclatura para designar a un
grupo de fieles constituidos con el fin de formar una cofradía. Un proceso largo
que tiene varios pasos encaminados a la evangelización y a la captación de
hermanos. En este transcurso, los grupos deben demostrar que hay un conjunto
humano sólido, un trabajo continuado y una formación en valores cristianos
y solidarios. Estos puntos, entre otros, son los que tendrá en cuenta la autoridad
eclesial para conceder o no el decreto de pro hermandad a los movimientos
que lo soliciten. A partir de ahí, se abrirá una nueva etapa para la elaboración
de unos estatutos que, en el caso de alcanzar el visto bueno de la diócesis, se
aprobarán ad experimentum, siendo desde este momento cuando la corporación
tendrá otro período para conseguir el título de cofradía de pleno derecho.

En este sentido, y haciendo referencia clara a que muchas de las nuevas


fundaciones responden a la expansión territorial de las ciudades y a la creación
de nuevos núcleos de vecinos, anteriormente aludida, se pide a las hermandades
aspirantes que pasen por varias fases antes de adquirir personalidad jurídica
propia como cofradía de derecho, cumpliendo una primera informativa, una
segunda de iniciación, formación y compromiso, y una tercera de redacción
y aprobación de estatutos y erección canónica.

Llegados a este punto, y aunque pudiera parecer, a priori, descabellado,


paralelamente a la antedicha realidad que pudiéramos calificar de “oficial”,
empiezan a surgir asociaciones laicas que no cuentan con el apoyo del obispo
correspondiente, si bien en un principio, no del todo claro, carecerían de
atribuciones para organizar actos públicos, recabar ayuda económica de los
fieles o adquirir imágenes que hubieran de recibir culto público, si bien esto
merecería otro estudio en profundidad para conocer los porqués de este
escenario, aunque es bueno que quede aquí reflejado a modo introductorio,
pues viene a constituir una realidad cada vez más patente de una parte del
46 ENRIQUE GUEVARA PÉREZ

movimiento cofrade que conforma una novedad del siglo XXI, y cuyas
procesiones también se ven vinculadas a los días de vísperas de la Semana
Santa en la mayoría de los casos. En general, este tipo de asociaciones
cofrades, se basan en la devoción que han forjado vecinos con sus propias
manos desde prácticamente cero, o incluso cruces de mayo evolucionadas,
no llegando a ser consideradas oficialidad dentro de cada Semana Santa.

En Sevilla, por ejemplo, más de una treintena de asociaciones cofrades se


reúnen en torno a FACS (Federación de Asociaciones Cofrades de Sevilla),
que, cada una con su singularidad, poseen un papel indiscutible en sus respectivas
zonas de actuación, al margen de su polémico nacimiento fuera de la
jurisdicción eclesiástica de la diócesis.

Así pues con todo ello, desde los últimos años del siglo XX se ha
procurado el escenario ideal para la proliferación de nuevas hermandades y
demás asociaciones cofrades; numerosas corporaciones que han surgido al
abrigo de unas zonas residenciales huérfanas de ladrillo hace apenas unos años,
pero que ahora buscan el nexo de unión entre sus vecinos: una cofradía.

Llegados a este punto, y dando continuidad al tema de que algunas pro-


hermandades no dejan de ser iniciativas personales que carecen del apoyo
parroquial y de una devoción acompañada de una nómina de cofrades reseñable,
podemos llegar a hablar de aprobaciones laicas, que dispensa la Junta de Andalucía,
como “asociación de fieles”.

A partir de aquí, cabrían sucesivas preguntas iniciales en cuanto al nacimiento


y proliferación de estas nuevas hermandades o asociaciones:

- ¿Cuál es el verdadero motivo de su creación? ¿Qué paradigmas subyacen


en la fundación?
- ¿Responden a una verdadera razón pastoral o son más bien una necesidad
de interrelación social y/o comunitaria??

¿Qué repercusión y capacidad pastoral poseen las nuevas hermandades en


la parroquia donde desean erigirse?

- ¿Son realmente los nuevos barrios motivo de creación de estas hermandades


nuevas?
- ¿En qué medida deben aquellas transformarse de grupos parroquiales a
hermandades y cofradías?
- ¿Constituye la túnica nazarena un fin en su creación?
EL RENACIMIENTO COFRADE DEL SIGLO XXI… 47

- ¿Qué número de personas debe ser suficiente para la creación y consideración


de una nueva hermandad y qué capacidad debe poseer de crecimiento a
corto plazo?
- ¿Qué soluciones se arrojan hacia las asociaciones cofrades que no
pretenden ser reconocidas, a priori, por la jerarquía eclesiástica? ¿Quién
las regula, si utilizan las mismas formas que las cofradías clásicas?

Estas y otras muchas son las cuestiones que nos planteamos ante una
realidad a la que no puede darse la espalda ni desde la postura popular, ni
mucho menos desde la oficialidad jerárquica de nuestra Iglesia. Y es que las
asociaciones de fieles constituyen uno de los tesoros de la vida de la Iglesia
Católica de mayor raigambre, si bien no se debe olvidar que las diversas
formas de vida consagrada, entre ellas las órdenes religiosas, tienen base
asociativa, siendo por ello que todas las colecciones legales canónicas han procurado
regular y encauzar el movimiento asociativo de los fieles de la Iglesia,
reconociéndose actualmente el derecho fundamental del fiel de fundar y
dirigir asociaciones para fines de caridad o piedad, y para fomentar la vocación
cristiana en el mundo (cfr. canon 215).

El desarrollo, jamás antes conocido en su historia, de la vida cofrade en


general, propio de un cambio sustancial en cuanto a la religiosidad popular
se refiere, ha propiciado que la Semana Santa se extienda desde su principio,
habiendo dado lugar al nacimiento de días en donde los capirotes de los nazarenos
asoman a las calles propiciando consigo la configuración de nuevos pasajes
evangélicos en sus misterios procesionados. Se trata de un concepto casi
desconocido en muchas otras ciudades, pero que en Andalucía, debido a su
tradición y actual empuje, está irrumpiendo con una fuerza casi dogmática.
Con sus luces y sus sombras, sobre todo desde el punto de vista patrimonial
y de nivel de convocatoria, estamos ante un fenómeno digno de un estudio
riguroso, común a distintas localidades del sur geográfico de España, y en el que
tiene mucho que ver el efecto mimético entre distintos barrios, la aparición de
nuevos artistas, el empuje de la juventud, e incluso la realidad de internet
como fenómeno social de una dimensión inabarcable.

Por todo ello, y bajo la argumentación anteriormente citada, a continuación


presentamos lo que constituye una primera catalogación tanto de hermandades,
como de pre-hermandades y asociaciones cofrades, en definitiva bajo distinto
estatus jurídico, que en los días previos a la Semana Santa ponen la primera
llama de la cera en nuestras calles, ciñéndonos exclusivamente al caso de las
capitales andaluzas más Jerez de la Frontera, siendo por nuestra parte conscientes
de que el estudio podría extenderse a muchos pueblos y localidades que
comparten el mismo escenario.
48 ENRIQUE GUEVARA PÉREZ

II. JAÉN

En Jaén no hay ni ha habido en el pasado más inmediato procesiones en


las jornadas de vísperas de la Semana Santa, si bien en la capital, al menos,
está prohibido por parte del Obispado que los grupos parroquiales procesionen
si no han sido erigidos canónicamente como hermandad.

Con todo ello, fruto de este tipo de grupos parroquiales, en los últimos
años ha habido dos hermandades que desde este año de 2017 se han
incorporado como nuevas cofradías en la Semana Santa: “Caridad y Salud”
en la jornada del Lunes Santo (cinco años después de haber sido erigida
canónicamente) y “Divino Maestro” en la del Martes Santo (dos años
después de haber sido erigida canónicamente).

En cuanto a las corporaciones que se mantienen como grupos parroquiales:

- Grupo parroquial de Ntro. Padre Jesús de la Redención y María Stma.


Reina de los Cielos. No procesiona.

- Grupo parroquial de la Santa Cruz, Jesús del Gran Poder en el encuentro


con su Bendita Madre María Stma. del Dulce Nombre, María Magdalena y
San Juan Evangelista. No procesiona.

- Grupo parroquial de la Santa Cruz, Ntro. Padre Jesús de la Sentencia y


María Stma. de la Encarnación. No procesiona.

- Grupo parroquial del Dulce Nombre de Jesús, Stmo. Cristo de las Aguas en su
Sagrada Lanzada y María Stma. Reina de los Ángeles. No procesiona.

III. CÓRDOBA

Si bien en Córdoba, la última hermandad de vísperas en acceder a la


Semana Santa ha sido la del Santo Cristo de la Universidad, que procesionaba
cada Jueves de Pasión, incorporada desde el año 2014 al Martes Santo, hoy
en día existen otras tantas realidades en nuevos barrios:

- Dominica Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía de Nazarenos


de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos en su Sagrada Presentación al
Pueblo, Nuestra Señora Reina del Cielo y Misericordia y San Vicente Ferrer.
Sábado de Pasión.
EL RENACIMIENTO COFRADE DEL SIGLO XXI… 49

- Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de las Lágrimas


y María Santísima de las Penas. Sábado de Pasión.

- Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Oración y


la Caridad en la Conversión del Buen Ladrón, María Santísima de Salud y
Consuelo y Nuestra Señora del Rosario. Sábado de Pasión.

- Pro-Hermandad del Santísimo Cristo de las Almas en su Traslado al Sepulcro,


Nuestra Señora de la Salud y Traspaso y Santo Tomás de Aquino. Sábado de
Pasión.

- Pro-Hermandad del Traslado al Sepulcro de Ntro. Señor, Ntra. Sra. de la


Salud y Traspaso y Santo Tomás de Aquino. Sábado de Pasión.

A estas cinco corporaciones con salida procesional, habría que añadir una
extensa lista de grupos o pro-hermandades que aún no llevan a cabo su salida
o la realizan en otros meses no parejos a la Semana Santa, tales que la de la
Bondad (Fuensanta), la O (Fátima), el Beso de Judas (Ciudad Jardín), Salud
(Puerta Nueva) o la Exaltación.

IV. SEVILLA

En Sevilla, amén de las nuevas hermandades (once) distribuidas entre el


Viernes de Dolores y el Sábado de Pasión, existe una gran proliferación de
otras tantas asociaciones cofrades, todas ellas agrupadas en la FECO (Federación
de Asociaciones Cofrades de Sevilla). Este tipo de asociacionismo, hizo al
Arzobispo en 2012 emitir una misiva sobre aquellas a las que considera que
están al margen de la Iglesia y que han abundado de forma significativa en
los últimos lustros. En la misiva se expresaba que

la apariencia externa de estas asociaciones “cofrades”, meramente


civiles, puede ser similar a las asociaciones públicas de fieles (hermandades
y cofradías) constituidas legítimamente por la autoridad eclesiástica
competente y bajo la jurisdicción de la Iglesia y sus pastores, por lo que
puede dar confusión al público que las contemple. Dicha confusión se ve
aumentada por la existencia de determinadas relaciones de colaboración
entre entidades eclesiásticas (parroquias, conventos, hermandades y
cofradías) y las citadas asociaciones civiles, cuya apariencia externa
llega a crear percepciones erróneas.
50 ENRIQUE GUEVARA PÉREZ

Por este motivo se prohibió expresamente desde la Archidiócesis, que se


pudieran prestar enseres o cualquier tipo de ayuda por parte de las hermandades,
parroquias o entidades eclesiásticas a esta nueva tipología de cofradías o
asociaciones de carácter civil diciendo que

“las entidades eclesiásticas evitarán en cualquier caso los préstamos


de enseres litúrgicos y religiosos, la cesión de locales de culto u otros
propiedad de las entidades religiosas, así como la misma asistencia y
participación en actos cultuales y análogos, que sólo encuentran su plena
legitimidad cuando son vividos en el ámbito de la Iglesia”.

Amén de estas asociaciones existentes, las hermandades creadas y con


procesiones en las vísperas de la Semana Santa son:

- Hermandad del Santísimo Cristo de la Corona y Nuestra Señora del Rosario.


Viernes de Dolores.

- Hermandad Sacramental de la Santa Cruz en el Monte Calvario y Cofradía


de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Clemencia, Santísima
Virgen Madre de la Divina Gracia y San Juan de la Cruz. Viernes de Dolores.

- Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús


de La Salud y Remedios y María Santísima del Dulce Nombre en sus Dolores y
Compasión. Viernes de Dolores.

- Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de Nazaret,


María Santísima del Amor, San Marcos Evangelista y San Isidro Labrador.
Viernes de Dolores.

- Archicofradía del Inmaculado Corazón de María, Hermandad Sacramental


y Cofradía de Nazarenos del Santo Cristo de la Misión, Nuestra Señora del
Amparo, San Juan Evangelista y San Antonio María Claret. Viernes de Dolores.

- Hermandad de Santa María del Buen Aire y Cofradía de Nazarenos del


Santísimo Cristo de Pasión y Muerte, Resurrección de Ntro. Señor y Ntra.
Sra. del Desconsuelo y Visitación. Viernes de Dolores.

- Agrupación parroquial de Nuestro Padre Jesús de la Bendición en el Santo


Sepulcro y Santa María de la Esperanza en su Soledad. Viernes de Dolores.

- Franciscana Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de María


Santísima de la Purísima Concepción, Santo Cáliz de Ntro. Padre Jesús del
Divino Perdón y Beata Ana María de Javouhey. Sábado de Pasión.
EL RENACIMIENTO COFRADE DEL SIGLO XXI… 51

- Humilde y Fervorosa Hermandad Sacramental del Stmo. Nombre de Jesús


y Cofradía de Nazarenos de Ntro. Padre Jesús Cautivo ante Pilato, María
Stma. de los Dolores y San Antonio de Padua. Sábado de Pasión.

- Humilde y Fervorosa Hermandad Sacramental y de Gloria de San José


Obrero, San Francisco de Paula e Inmaculada Concepción y Cofradía de
Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Caridad y Nuestra Señora de los
Dolores. Sábado de Pasión.

- Hermandad Sacramental, Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y Cofradía


de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza en el Puente Cedrón,
María Santísima del Rosario y San Juan Evangelista. Sábado de Pasión.

V. HUELVA

Si bien hace unos años la jornada del Sábado de Pasión era un día más de
procesiones en Huelva, con la Hermandad de la Salud (Sentencia) y la de la
Santa Cruz, tras la inclusión de éstas recientemente en la nómina de hermandades
que hacen carrera oficial, en el Martes Santo y Miércoles Santo respectivamente,
la jornada del Sábado de Pasión se ha quedado algo vacía, contando únicamente
con una agrupación:

- Agrupación del Stmo. Cristo de la Bendición ante Caifás y María Stma. de


la Paz. Sábado de Pasión.

VI. CÁDIZ

Independientemente de algunas procesiones infantiles organizadas por


centros de enseñanza, en Cádiz no existen procesiones en los días previos al
Domingo de Ramos, si bien desde el año 2016, se instauró la Cofradía de los
Servitas en el Viernes de Dolores, la cual había venido procesionado en el
Viernes Santo anteriormente. En este sentido, el cambio al Viernes de Dolores
venía a ser un regreso a los orígenes de la Orden, y es que, desde que se
fundara en 1727 la Orden, la Virgen de los Dolores procesionó siempre en este día
en el que la Iglesia conmemoraba la advocación mariana de la titular; hasta que
en el año 1881 pasó a salir el Domingo de Ramos. La decisión se tomó con la
pretensión de mejorar y enriquecer la Semana Santa de entonces, con muchas
menos cofradías que las que hoy en día recorren las calles de la ciudad.

De hecho, la inclusión en la Semana Santa se hizo en la jornada del Domingo


de Ramos por ser esta la más cercana al Viernes de Dolores, en cuyo día
52 ENRIQUE GUEVARA PÉREZ

estuvo procesionando el paso de palio hasta 1967, fecha en la que la salida se


trasladó a la tarde del Viernes Santo, principalmente provocado por un problema
en la carga. Al parecer, no había entonces cuadrillas de cargadores suficientes para
todas las cofradías que salían el Domingo de Ramos y entonces se decidió que la
Virgen saliera el Viernes Santo para facilitar la labor. Desde 1967 hasta 2015 se
mantuvo la procesión de la Orden Servita en este día, que desde 2016 pasó al
Viernes de Dolores.

Con todo ello, el caso de esta cofradía gaditana no vendría a cumplir las
expectativas puestas en este estudio de corporaciones de reciente fundación,
pero hemos estimado oportuno recogerlo al ser la única de la ciudad que
procesiona antes del Domingo de Ramos.

- Venerable Orden Tercera de Servitas Esclavos de María Santísima de los


Dolores Coronada. Viernes de Dolores.

VII. MÁLAGA

En Málaga todavía tenemos presente la última incorporación proveniente


del Sábado de Pasión, que fue la Cofradía de Humildad y Paciencia que
actualmente procesiona cada Domingo de Ramos, así como la de aquella de
la Cofradía de Mediadora de la Salvación que salía cada Viernes de Dolores
y actualmente está instaurada en el Miércoles Santo.

La evolución de las procesiones de vísperas en las tres últimas décadas en


Málaga ha sido abismal, evolucionando hacia hermandades y grupos parroquiales
que dan sentido a su salida procesional y que cuidan hasta el más mínimo detalle,
sin perder su esencia de barrios populares.

Aparte de en calidad, se ha crecido en cantidad, y ya son una veintena las


hermandades, grupos parroquiales o asociaciones que procesionan por el
término municipal de Málaga durante la Cuaresma, divididos, a saber, en siete
jornadas que abarcan los tres fines de semana previos al Domingo de Ramos.

En Málaga, existen en estos días de vísperas tres hermandades reconocidas


(Churriana, Medinaceli y Puerto de la Torre), y diecisiete grupos parroquiales que
también procesionan (Asilo de los Ángeles, Carmen Doloroso, Desamparados,
Encarnación, Guadalupe, Jesús ante Anás, Lágrimas del Carmen, Las Lanzas,
Llaga y Buena Fe, Llagas y Columna, Paloma de Mangas Verdes, San Andrés,
Sed y Sol, Verdad y Sagrario, Dolores de los Mártires, Dolores de la Divina
Pastora, y Dulce Resignación y Esperanza).
EL RENACIMIENTO COFRADE DEL SIGLO XXI… 53

- Grupo Parroquial de Nuestro Padre Jesús de la Coronación y María Santísima


de Guadalupe. No procesiona.

- Grupo parroquial de María Santísima en su Dulce Resignación y Esperanza.


Tercer Sábado de Cuaresma.

- Asociación de Fieles de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza ante Anás y


María Santísima del Valle. (El Palo). Tercer Sábado de Cuaresma.

- Grupo parroquial de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Dulce Nombre,


Ánimas de Nuestra Señora Reina y Madre del Carmen Doloroso y Santa
Teresa de Jesús (Pedregalejo). Cuarto Sábado de Cuaresma.

- Grupo de devotos de Nuestra Señora de los Dolores. Quinto Viernes de


Cuaresma.

- Grupo de colaboradores de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Nuestra Señora de


la Esperanza y Refugio de los ancianos. Quinto Sábado de Cuaresma.

- Pro-Hermandad del Dulce Nombre de Jesús de la Caridad y Nuestra Señora


de la Paloma. Quinto Sábado de Cuaresma.

- Grupo de devotos del Santísimo Cristo de la Sed y Nuestra Señora del Sol
y San Juan Evangelista. Quinto Sábado de Cuaresma.

- Grupo parroquial de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Clemencia y


María Santísima de Lágrimas del Carmen. Jueves de Pasión.

- Cofradía de Jesús de Medinaceli, Santo Cristo del Socorro y María Santísima


de la Candelaria. (Martiricos). Viernes de Dolores.

- Asociación de Nuestro Padre Jesús de la Salvación despojado en su


Vestidura y María Santísima de la Encarnación. (Dos Hermanas). Viernes
de Dolores.

- Grupo parroquial de Nuestra Señora de los Dolores. (Mártires). Viernes


de Dolores.

- Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Paso, Nuestra Señora de


los Dolores y San Antonio Abad. (Churriana). Viernes de Dolores.

- Cofradía Sacramental del Santísimo Cristo de la Hermandad y Caridad y


Nuestra Señora de los Dolores. (Puerto de la Torre). Viernes de Dolores.
54 ENRIQUE GUEVARA PÉREZ

- Confraternidad de Culto y Procesión de Jesús Nazareno de la Llaga en el


hombro y María Santísima de la Buena Fe, Santa María Magdalena y San
Juan Evangelista. Sábado de Pasión.

- Grupo parroquial del Santísimo Cristo Luz del Mundo, María Santísima
del Mar, Nuestro Padre Jesús de los Niños y San Andrés Apóstol. Sábado
de Pasión.

- Asociación de fieles del Santísimo Cristo de Llagas y Columna y María


Santísima Reina de los Ángeles. (Colegio Gibraljaire). Sábado de Pasión.

- Asociación de fieles de Nuestro Padre Jesús de la Verdad ante Caifás y


María Santísima del Sagrario. (Carranque). Sábado de Pasión.

- Grupo parroquial del Cristo de la Pasión y Nuestra Señora de los Desamparados.


(Los Corazones). Sábado de Pasión.

- Grupo parroquial de Nuestro Padre Jesús de la Presentación en compañía de Las


Lanzas y María Santísima de la Encarnación y Amor Divino. Sábado de
Pasión.

VIII. GRANADA

Desde el año 1989, en que se reorganizó la Cofradía del Santo Cristo de


San Agustín, no ha existido fundación ni reorganización de hermandad alguna en
la ciudad de Granada. Si acaso, únicamente podríamos hablar de algunos
movimientos que se encuentran en una fase muy incipiente, y que no procesionan,
tales que la Pro-Hermandad del Stmo. Cristo de la Exaltación, Ntro. Padre
Jesús de la Juventud y Ntra. Sra. de los Desamparados (Barrio de la Chana), la
Pro-Hermandad de Jesús Nazareno Redentor (Barrio Cartuja), o la agustina del
Cristo de la Paz.

A todo ello, habría que sumar la única que sí procesiona, pero que no
posee el rango de grupo parroquial:

- Asociación Cultural Cofrade de Caridad del Cristo de la Victoria y Virgen


de la Candelaria. (Barrio de la Chana). Sábado de Pasión.

IX. ALMERÍA

Si bien en el año 2015 la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro


Padre Jesús de las Penas en el abandono de sus discípulos, María Santísima
EL RENACIMIENTO COFRADE DEL SIGLO XXI… 55

del Rosario del Mar en sus misterios dolorosos y Santa María Magdalena, pasó
a abrir la jornada del Jueves Santo almeriense, la más joven de las hermandades
rescatada de las vísperas del Sábado de Pasión es la Hermandad del Stmo. Cristo
del Mar, Ntra. Sra. de las Lágrimas y San Juan Evangelista en el Monte Calvario,
incorporada desde este mismo año de 2017 al Miércoles Santo. Con todo ello,
las actuales vísperas de Almería se reducen a dos corporaciones:

- Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Stmo. Cristo de la Paz en su


Flagelación y María Stma. de la Unidad. Sábado de Pasión.

- Pre-hermandad del Stmo. Cristo del Camino de Araceli y Ntra. Sra. de la


Salud. Sábado de Pasión.

X. JEREZ DE LA FRONTERA

La localidad de Jerez de la Frontera presenta una casuística muy particular


pues, además de las seis corporaciones que deja para las jornadas del Jueves
y Sábado de Pasión, todas ellas hermandades con nazarenos y pendientes de
una próxima inclusión progresiva en su Semana Santa (como ya ocurrió
recientemente con las de Humildad y Paciencia en el Martes Santo, la Paz de
Fátima en el Lunes Santo, el Soberano Poder y el Consuelo en el Miércoles
Santo, la Redención en el Jueves santo, y desde este año 2017 la Hermandad de
la Pasión en el Domingo de Ramos), guarda para el Viernes de Dolores otras 17
asociaciones culturales y juveniles, la mayoría bastante evolucionadas, entre
las que se encuentran: la Asociación Cultural Cofrade “Amargura y Lágrimas”,
la Asociación Juvenil “Nuestro Padre Jesús del Consuelo”, la Asociación
Cultural “Barrio de la Plata”, la Asociación Cultural “La Aceptación”, la
Asociación Juvenil “Nuestro Padre Jesús de la Pasión y Humildad”, la
Asociación Cultural “Nuestro Padre Jesús de la Esperanza”, la Asociación
Juvenil “Nuestro Padre Jesús de las Lágrimas”, la Asociación Juvenil “Nuestro
Padre Jesús de la Fe”, la Asociación Cultural Cofrade “Nuestro Padre Jesús
de la Humildad”, la Asociación Juvenil “Santísimo Cristo de la Agonía”, la
Asociación Juvenil “Nuestro Padre Jesús del Sufrimiento”, la Asociación
Cultural “El Sacrificio”.

En cuanto a las propiamente reconocidas y con el título de hermandad se


cuentan las siguientes:

- Hospitalaria Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Señor de la


Bondad y Misericordia, en el Sagrado Lavatorio de Pies a sus Discípulos,
San Juan Grande y San Juan de Dios. Jueves de Pasión.
56 ENRIQUE GUEVARA PÉREZ

- Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de la Salvación y María


Santísima de las Bienaventuranzas. Sábado de Pasión.

- Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud,


Nuestra Señora de las Aguas y Arcángeles San Rafael y San Gabriel. Sábado
de Pasión.

- Hermandad Sacramental de la Santísima Trinidad, Trono de Misericordia


y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Sed, Amparo de María
Santísima y Beata Teresa de Calcuta. Sábado de Pasión.

- Seráfica Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Sagrada Mortaja de


Nuestro Señor Jesucristo, María Santísima de la Caridad y Nuestra Señora
Reina de los Ángeles. Sábado de Pasión.

- Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía de Nazarenos de Nuestro


Señor Jesús Nazareno en su Entrega, María Santísima Reina de los Ángeles y
San Francisco de Asís. Sábado de Pasión.

1. Paso de misterio de Ntro. Padre Jesús de Nazaret. (Sevilla).


EL RENACIMIENTO COFRADE DEL SIGLO XXI… 57

2. Paso de Ntro. Padre Jesús de los Afligidos en su Sagrada Presentación al


Pueblo. (Córdoba).

3. Paso de Ntro. Padre Jesús de la Salud. (Jerez de la Frontera).



La Virgen de los Dolores y la Real y M. I.
Congregación de Ntra. Sra. de los Dolores
de Lérida

Sor Mª. Victoria TRIVIÑO MONRABAL, OSC


Balaguer (Lleida)

Una vez más nos convoca P. Javier Campos con el tema de las cofradías
y congregaciones de penitencia que, nacido en siglos pasados y atravesando
épocas de gloria y de profundas crisis, ha llegado a nuestros días. Ahora va
cobrando actualidad, incrementándose año tras año en la celebración de la
Semana Santa.

Con los datos de la tradición y de la historia evocamos la piedad del pueblo


hilvanando nuestra loa hacia la Virgen de los Dolores, buscamos el origen
de las congregaciones y cofradías, y presentamos la Congregación de Nuestra
Señora de los Dolores, de Lérida.

I. Introducción.

II. Devoción a la Virgen de los Dolores.

2.1. La espada.
2.2. Las siete espadas.
2.3. De la devoción a la liturgia.

III. Origen de las congregaciones de la Virgen de los Dolores.

3.1. Los Servitas.


3.2. Cofradías, hermandades y congregaciones.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 59-86. ISBN: 978-84-697-5400-9


IV. Real y muy Ilustre Congregación de Ntra. Sra. de los Dolores, de


Lérida.

4.1. Fundación.
4.2. Gobierno.
4.3. Admisión, formación y diverso grado de compromiso.
4.4. Archivo.
4.5. Procesión del Domingo de Ramos.

4.5.1. Primera etapa 1738-1808.


4.5.2. Segunda etapa 1815- 1931.
4.5.3. Tercera etapa 1945-1017.

4.6. La vida de la Congregación en el tercer milenio.

V. Conclusión.

VI. Bibliografía.


I. INTRODUCCIÓN

Para ayudarnos a contemplar el misterio de la Pascua cristiana nacieron


las cofradías y congregaciones de penitencia1. Vuelven cada Semana Santa con
sus pasos y estandartes, sus faroles de colores, su música y redoble de tambores,
con el canto entrañable de la saeta, sus flores, sus luces y sus vestes. También la
moixiganga con sus impresionantes danzas.

Estamos ante uno de los más hermoso milagros de la devoción popular.


La fe del pueblo sentida e ingeniosa se expresa en el lenguaje de la imagen,
del símbolo y del mimo, haciendo posible una experiencia de fe sensible,
bella, armoniosa, y a la par contemplativa.

En una época que privilegia el lenguaje de la imagen y la expresión


corporal nosotros necesitamos, más que nunca, representar y ver el misterio
de fe. Mientras las palabras se nos vuelan, la imagen, por fugaz que sea nos
impresiona más que mil palabras. A través de las formas sensibles alcanzamos,
por intuición, la esencia de un mensaje.

Hace 300 y casi 400 años que, de generación en generación, congregantes


y cofrades han hecho confluir todas las artes, la técnica y la cultura de su
tiempo, para expresar su fe. Han arrancado las más bellas formas a la iconografía.
Hacen florecer la música, la poesía, la pasamanería y el bordado, la orfebrería, la
arquitectura, la pintura, la escultura… Todo para expresar el misterio central
del cristianismo, y la dimensión mariana de nuestra espiritualidad; para mostrar
el valor esencial que tiene la presencia activa y ejemplar de la Santa Virgen en la
Iglesia y en el mundo; para conducirnos a un conocimiento cada vez más
profundo del misterio de Dios. ¿Quién podrá decir los nobles sentimientos que ha
despertado en su alma el paso del Nazareno, o una mirada a la Virgen Dolorosa?

Presentamos unos datos sobre la evolución de la devoción a la Virgen de los


Dolores a través de los siglos. Exponemos unas notas sobre el origen de las

1 Se admiten, tradicionalmente, tres tipos de cofradías y congregaciones: Penitenciales,

Sacramentales, y De Gloria. Aquí nos limitamos a las de Penitencia, donde se enmarcan las
de los Dolores de Nuestra Señora.
62 SOR Mª. VICTORIA TRIVIÑO MONRABAL, OSC

Congregaciones de los Dolores nacidas del tronco de la orden de los Siervos


de María, para centrarnos finalmente en la Venerable y Real Congregación
de la Santísima Virgen de los Dolores de Lérida.

II. DEVOCIÓN A LA VIRGEN DOLOROSA

Con la devoción a la Virgen Dolorosa estamos ante el misterio de la


participación de la Virgen María en la vida, pasión y muerte de su Hijo.
“María representa el amor materno, que sigue y anima al Hijo hasta el extremo de
su donación por los demás; una maternidad que se dilata en la medida en que
aquella oferta del Hijo se ofrece por todos”2.

Comienza con el anuncio de la espada, que el anciano Simeón dirigió a la


Virgen cuando llevó su niño a circuncidar. Esta escena inspiró a los poetas y
Padres de la Iglesia desde los primeros siglos. Tomo forma en el siglo XIII donde
podemos destacar el ritual de los Servitas, el incomparable Stabat Mater del
franciscano Jacopone de Toddi y otras devociones populares. Fue elaborada
por los mariólogos en los siglos XVI-XVII. Al fin se extendió a partir del
siglo XVIII, y sacó a la Virgen a la calle llevada por el apasionado amor de
las cofradías y congregaciones.

2.1. La espada

Fue la Santa Virgen con su esposo José al templo de Jerusalén para dar
cumplimiento a la Ley que prescribía la circuncisión y ofrenda a Dios de su
hijo varón. Cuando el sacerdote Simeón tomó al Niño en sus brazos, al instante
iluminado por el Espíritu Santo reconoció en él al Mesías esperado. Profetizó:
que aquel Niño sería signo de contradicción para caída y salvación de muchos.
Y dijo a la Madre: “A ti una espada te traspasará el corazón” (Lc 2,34-35)3.
Cada vez que en la Liturgia se proclama este pasaje evangélico, vuelve a brillar
la espada y los que la contemplan dicen su reflexión.

Espigando entre los Padres de la Iglesia y escritores antiguos hallamos


diversas interpretaciones acerca de la espada y del corazón traspasado de la
Madre del Señor. Si en los primeros siglos se centran en la encarnación

2
Nuevo Diccionario de Mariología. Madrid 1988. “Madre nuestra”.
3
Lo explica magistralmente DÍEZ MERINO, L., La transfixión de María en el templo de
Jerusalén (Lc 2,35) y en el Calvario (Jn 19,25-27). En “La colaboración de María en la
Redención”, en Estudios Marianos (Salamanca), Vol LXX (2004) 39-69; SERRA, A. María
según el Evangelio. Salamanca 1988, pp. 109-111; 138-141.
LA VIRGEN DE LOS DOLORES Y LA REAL Y M.I. CONGREGACIÓN… 63

reiterando el tema de Eva y María, a partir del siglo IV se vuelven hacia el


corazón traspasado por la espada. Intuyen el profundo y doloroso abismo del
silencio de Dios que Romano el Mélode, en el siglo V, reflejaba en sus versos,
interpretando el sentir de la Madre Dolorosa.

“¿Qué debo hacer yo?


¿Iré contigo, Hijo,
o bien te esperaré?
Dime una palabra ¡oh Verbo,
tú que me conservaste pura,
oh Hijo mío y Dios mío!”4.

En el siglo IV Antiloquio de Iconio ve la espada los pensamientos de aflicción


que traspasaron el corazón de la Virgen. “El corazón de la Virgen misma estuvo
colmado de dolor ante el signo (misterio) de la cruz. Por eso ella exclama ¿Por
qué no he muerto antes? ¿Por qué he llegado a este día? Estos múltiples
pensamientos de la Virgen son los que Simeón llamó espada, por razón de
que hirieron sus entrañas y provocaron escándalo”5.

Una interpretación semejante hallamos en Abrahán de Éfeso, en el siglo VI:


“Una espada te atravesará el alma, es evidente que anuncia con antelación las
cosas que le ocurrieron a María junto a la cruz. Allí el alma quedó dividida
como por una espada”. -Piensa el autor en la antinomia de gloria y humillación
de su Hijo-, “Una y otra visión eran causa suficiente para que el alma de la
Purísima se sintiera como atravesada por una espada. Tenía pues razón Simeón
cuando dijo: “Y una espada te atravesará el alma”6.

Es Timoteo de Jerusalén, también del siglo VI, quien extiende el significado


de la espada a la escena evangélica del Niño perdido: “La Virgen le buscaba
profundamente angustiada y hacía estas exclamaciones: ¡Oh infortunada de
mí! Esperaba grandes cosas y he experimentado la desgracia. ¿Quién es el
que me ha arrebatado mi tesoro?...”7.

Finalmente, San Amadeo de Lausana, siglo XII, después de explicar dos


formas de martirio, en el cuerpo y en el espíritu, ve a la Virgen apurando el
cáliz de dolor: “Corrió en pos de Jesús, no solo al aroma de sus perfumes

4 ROMANO EL MELODE. María junto a la cruz. En PONS, G., “Textos marianos de los
primeros siglos. Antología Patrística”. Madrid 1994, p. 203.
5 ANTILOQUIO DE ICONIO, Homilía de la Presentación del Señor, 8,92-93. En “Textos

marianos…”, p. 92 ss.
6 ABRAHAN DE EFESO, Homilía de la Hipapanté. “Textos…”, p. 217.
7 TIMOTEO DE JERUSALÉN, Homilía sobre Simeón. “Textos…”, p. 214.
64 SOR Mª. VICTORIA TRIVIÑO MONRABAL, OSC

(Cf. Cant 3s) sino tras la profusión de sus dolores […] El corazón de la
Gloriosa estaba abrasado de un inexpresable dolor”8. Dolor que abraza el
sufrimiento del Hijo, por su pueblo y por todos los que no acogen su salvación.
Evoca el verso de Lamentaciones 1,12: “Oh vosotros, los que pasáis por el
camino, ved si hay dolor semejante a mi dolor”. Y termina su homilía proponiendo
el ejemplo de la Virgen Dolorosa: “Que hasta la muerte nos mantengamos en
la discreción y en medio de las pruebas subsista nuestra entereza de ánimo.
Entonces, habiendo adquirido en nuestras costumbres semejanza con la Madre
de Dios, en pos de ella seremos introducidos en el templo del rey, por el
mismo Cristo nuestro Señor”9.

La espada, en suma, significa el dolor de la Virgen nazarena acompañando al


Hijo “signo de contradicción” en su misión redentora. Y como el dolor está en el
camino de todos, su ejemplaridad alcanza y envuelve el sufrimiento humano.
Su ejemplaridad tiene dos vertientes. Una personal que unge de piedad a quien
la contempla, le da consuelo, y fuerza para sobrellevar las propias dificultades.
Otra social o comunitaria, que lleva a compadecer, acompañar y confortar al
que sufre.

Así nació y prendió en la religiosidad popular el misterio de la Virgen


Dolorosa. “También la Virgen bienaventurada avanzó en esta peregrinación
de la fe y mantuvo fielmente su comunión con el Hijo hasta la cruz […] no
sin cierto designio divino, sufriendo profundamente con su unigénito y
asociándose a su sacrificio con ánimo maternal”10.

En el siglo XIII se elabora la devoción a la Virgen Dolorosa. Se divulga la


hermosa laude franciscana de Jacopone de Toddi, Stabat Mater11, que pasó al
uso público y oficial de la Iglesia en el Misal Romano, en el Breviario y en
el Oficio de los Siete Dolores de la Virgen. Sin embargo, esta eclosión popular
apenas halló eco en los oficios litúrgicos de Semana Santa. Fueron los Servitas
los primeros en incorporar al oficio del Viernes Santo, después de la adoración
de la Cruz, una sobria secuencia ritual para venerar a la Dolorosa. Consistía
en una admonición, silencio meditativo y canto del Stabat Mater. Tanto este
rito como el saludo a la Madre del Resucitado, que practicaban en la Vigilia
Pascual con el canto del Regina caeli, fueron aprobados por la Santa Sede para
el Ritual propio de los Servitas12. Practicaron otras formas de piedad como

8
AMADEO DE LAUSANA, Ocho homilías marianas. Madrid 2003, p. 61ss.
9
O.c., p. 71.
10 Vaticano II. Const. L.G., 58.
11 TODDI, J., Laude. Sec. III, n. 4. Torino 1999, p. 179-182.
12 Proprium Missarum Ordinis Fratrum Servorum Beatae Mariae Virginis, I Antiphonale;

Sacramentarium. Curia Generalis OSM, Roma 1972.


LA VIRGEN DE LOS DOLORES Y LA REAL Y M.I. CONGREGACIÓN… 65

La Desolata, que consistía en una vigilia de oración desde las 21 horas del
Viernes Santo hasta las 16 horas del Sábado.

Los gestos amorosos de los Servitas hacia la Virgen Dolorosa cautivaron al


pueblo de Dios. A ellos se afiliaron las cofradías enriqueciendo aquel pequeño
legado devocional, no descansaron hasta sacar la Virgen a la calle a caminar
entre la gente, con el brillo de las lágrimas en sus ojos, llenando de compasión el
corazón de los que la contemplan a su paso.

2.2. Las siete espadas

En el siglo XIV se representó a la Dolorosa con el corazón atravesado por


una sola espada. Pero la contemplación cristiana, recorriendo el Evangelio,
fue codificando siete escenas dolorosas de la vida del Señor Jesús en las que
participó la Santa Virgen por ser su madre. Son las siguientes:

Dolor de la Virgen en la presentación de Jesús en el templo (Lc 2,4-35).


Dolor de la Virgen en la huída a Egipto (Mt 2,13-14).
Dolor de la Virgen al perder al Niño, hasta hallarlo en el Templo (Lc
2,43ss),
Dolor de la Virgen en el encuentro en la Vía de la amargura (Lc 23,
26-27),
Dolor de la Virgen al pie de la cruz (Jn 19,25-27),
Dolor de la Virgen con el Hijo muerto en los brazos (Mc 15,42),
Dolor de la Virgen al depositar en el sepulcro al Hijo (Cf Jn 19,40-42).

Siete escenas selladas por el sufrimiento. Siete dolores. Y en adelante, los


orfebres moldearon el corazón de la Madre del Señor atravesado por siete espadas
o puñales.

Para la contemplación de los siete dolores, en las iglesias de los Servitas y de


sus congregaciones en España, se practicó una nueva devoción la Vía Matris
Dolorosae, semejante al Vía Crucis13.

Fue en el siglo XVII cuando los mariólogos alcanzaron las más profundas
explicaciones sobre la compassio Mariae y sus dolores, y en el siglo XVIII
cuando se extendió con más fuerza la devoción popular.

13 Gregorio XVI la enriqueció con indulgencias por un Breve de 13 de julio de 1837.


66 SOR Mª. VICTORIA TRIVIÑO MONRABAL, OSC

2.3. De las devociones a la Liturgia

Al amplio desarrollo de la religiosidad popular y prácticas de devoción en


honor de la Madre Dolorosa, correspondió en Occidente una rara escasez de
elementos marianos en la Liturgia. Hay que esperar al siglo XV para hallar
algunas celebraciones litúrgicas locales, y al XVI para ver extendida a toda la
Iglesia latina aquella devoción que ya había encontrado una amplia expresión en
la piedad popular y en las procesiones.

La primera fiesta litúrgica con Misa de La Dolorosa se aprobó por decreto en


el Concilio Provincial de Colonia el 22 de abril de 1423, en reparación por la
profanación de unas imágenes del Calvario. Se celebraba el viernes después
del tercer domingo de Pascua. Sixto IV aprobó la Misa de la Piedad en 1482.
Pero fueron los Servitas, una vez más, los que promovieron dos fiestas en honor
de la Virgen Dolorosa:

La Missa de Septen doloribus BVM aprobada el año 1668, que se celebraba


el tercer domingo de septiembre, y que Pio VII extendió a toda la Iglesia
según el uso de los Servitas el 18 de septiembre de 1814. Y la Misa del Viernes
de Pasión, Viernes de Dolores, concedida por Clemente IX el 18 de agosto del
año 1714. A petición de la Orden también se extendió a toda la Iglesia latina
bajo Benedicto XIII a 22 de abril de 1727.

La celebración del Viernes de Pasión quedó suprimida con la reforma


litúrgica de 1969, y la de los Siete Dolores se fijó en el día 15 de septiembre,
fecha que ya existía en el Rito Ambrosiano. Recibió el nombre de Misa de
Nuestra Señora la Virgen de los Dolores.

Liturgia y devoción popular, resurgiendo de las crisis y de los paréntesis


obligados por guerras y revoluciones, han llegado al tercer milenio siempre
enriquecidas y renovadas.

III. ORIGEN DE LAS CONGREGACIONES DE LOS DOLORES

Las congregaciones religiosas nacen en el pueblo como el grano de mostaza,


la más pequeña de las semillas que poco a poco se hace árbol frondoso. En
torno a la figura profética del fundador o fundadora se van congregando los que
en su interior reconocen una llamada semejante del Espíritu del Señor. Las
terceras órdenes, vinculadas a órdenes religiosas y a su espiritualidad, se pensaron
como comunidades que se rigen por una regla y constituciones, comparten
un oratorio público, y no viven en conventos sino en sus casas, dando testimonio
en la sociedad. Admiten clérigos y laicos.
LA VIRGEN DE LOS DOLORES Y LA REAL Y M.I. CONGREGACIÓN… 67

En la historia de las congregaciones se pueden distinguir claramente tres


etapas: los antecedentes congregacionales; las primeras experiencias y aprobaciones;
y finalmente la aprobación plena y reconocimiento de su carácter religioso14.
Estas fueron las etapas recorridas por la Tercera Orden seglar agregada a la
Orden de los Siervos de María.

3.1. Los Servitas

Era el 15 de agosto del año 1233 cuando siete mercaderes florentinos, después
de surcar los mares y contar oro en sus bolsas, dejaron las naves para soñar un
ideal espiritual más alto. Eran sus nombres Alejo, Amadeo, Hugo, Bartolomé,
Benito, Juan y Gerardino.

Los siete pertenecían a la Compañía Mayor de los Laudenses, una de las


muchas cofradías de la Italia medieval que promovía la alabanza de la Santa
Virgen. Deseosos de vivir el Evangelio, alcanzar la santidad y servir a su
Dama, distribuyeron sus bienes entre los pobres y el día 8 de septiembre del
mismo año 1233 se retiraron al Monte Senario, colina al norte de Florencia.
Allí construyeron una capilla y varias ermitas para dedicarse a la oración y
penitencia. Se comprometieron a promover la devoción y un culto especial a
la Virgen. Adoptaron el nombre de Siervos de María, el hábito negro y la
Regla de san Agustín.

Como sucede en todas las fundaciones, hubieron de sortear muchas dificultades.


Al fin, siguiendo el consejo de la Curia romana, sin dejar el proyecto mariano
inicial, moderaron las penitencias y se aplicaron al estudio de la teología para
servir a la Iglesia y hacer fruto en la predicación. El 13 de marzo de 1249, el
Ordo Servorum Mariae (vulgo “Servitas”) recibió la aprobación del papa
Inocencio IV como orden de derecho pontificio.

Pronto surgió una rama femenina con santa Juliana de Falconieri15, sobrina
de san Alejo, uno de los siete fundadores. Y no tardó en formarse la Tercera
orden secular.

Llegaron los Servitas a España el año 1373 y abrieron doce conventos


pero su presencia fue fugaz. Ante el conflicto de obediencia creado por el Cisma
de Occidente (1378-1417) se replegaron dejando sus fundaciones.

14
Cf. Diccionario Teológico de la Vida Consagrada. Madrid 2000, “congregaciones”
15Juliana de Falconieri (Florencia en 1270-1341). Fundó las Siervas de la Virgen María, las
“Mantellate”, aprobadas en 1304. Murió en olor de santidad y fue canonizada por Clemente XII en 1737.
68 SOR Mª. VICTORIA TRIVIÑO MONRABAL, OSC

Regresaron a España en 1576, hallaron el terreno abonado para su devoción


mariana y se extendieron rápidamente. Por su habitual saludo les llamaban
“religiosos del Ave María”. El año 1600 se erigió la Provincia de Cataluña-
Valencia Las cofradías y congregaciones de seglares, que se unieron a ellos,
se extendieron rápidamente. Cuando a causa de las leyes de exclaustración y
desamortización de 1836 los Servitas volvieron a abandonar sus conventos,
dejaron sembradas y regentadas por seglares setenta congregaciones de la
Virgen Dolorosa, que actualmente atienden como asistentes.

3.2. Cofradías, hermandades y congregaciones

La orden de los Servitas se articuló en tres ramas. “Se llaman órdenes


terceras, o con otro nombre parecido, aquellas asociaciones cuyos miembros,
viviendo en el mundo y participando del espíritu de un instituto religioso, se
dedican al apostolado y buscan la perfección cristiana bajo la alta dirección
de ese instituto” (D.C., c. 303).

“Como no todos pueden ser religiosos, y a todos desea la Santísima Virgen


compasivos de sus dolores […] así que fundó la Religión de sus Siervos dispuso
el Altísimo que muchísimas personas de uno y otro sexo recibiesen de las manos
de nuestros bienaventurados Padres el Santo Hábito negro para que a imitación
suya no hubiera nadie que alegase excusa, y todos se empleasen en tan santo
y provechoso exercicios como es meditar la Pasión sacrosanta del Señor y
los Dolores de su Santísima Madre, que es el objeto al que continuamente ha de
atenderse, y el espejo donde siempre ha de mirar el verdadero congregante y
siervo de esta soberana Señora”16.

La Orden Tercera integrada por gentes de ambos sexos, recibió la aprobación


de su Regla en 1424. Con el empuje renovador del Concilio Vaticano II, fue
preciso adaptar a los nuevos tiempos la Regla de 1424, recibiendo su aprobación
el año 1982 como “Regla de la Orden Seglar de los Siervos de María”.

El ejemplo de los Servitas en el culto mariano atrajo a muchos simpatizantes


que, formando cofradías, se iban adhiriendo a su Tercera Orden. Cofrades y
terciarios no eran exactamente lo mismo, pero en la práctica hubo cierta
ósmosis. “Al hibridarse cofrades y terciarios, las terceras órdenes serán de hecho
y en la práctica las Congregaciones de los Dolores, estrechando la banda del
compromiso a la regla estricta pero ensanchando el número, la corona devocional

16 Instrucción de los Novicios. “Reglas de los Congregantes de los Siervos de María”.

Lérida 1748, p. 8.
LA VIRGEN DE LOS DOLORES Y LA REAL Y M.I. CONGREGACIÓN… 69

a la Mater Dolorosa”17. Las Congregaciones se vinculan con la Orden de los


Servitas mediante el Asistente religioso. Nacen con la autorización del Superior
General, reciben las Constituciones para seglares, y deben ser reconocidas por
el Ordinario del lugar (D.C. 312). Están integradas por “hombres y mujeres que
viven en el mundo y de sacerdotes del clero diocesano que comparten con la
Orden de los Siervos de María los ideales y compromisos de vida evangélico-
apostólica y la piedad particular hacia la Madre de Dios”.

En la iglesia católica, el apelativo de cofradía o Hermandad designa una


forma de asociación pública de fieles establecida conforme a los cánones 298-329
del Código de Derecho Canónico. Bajo la autoridad eclesiástica se rige por unos
Estatutos aprobados18.

En los siglos XVI-XVII, congregaciones y cofradías fueron un instrumento


muy apreciado por los papas al servicio de la contrarreforma, favorecidas con
bulas, indulgencias y privilegios. “Antemuros de nuestra fe católica” las llamó
Paulo V. Clemente V compuso en verso el Oficio de la Dolorosa para los
congregantes. “Acueducto de las almas para el cielo” las reconocía Clemente IX.
Y en Bula de 1578, Gregorio XIII escribió: “La institución de estas congregaciones
no son operaciones humanas sino impulso del Espíritu Santo y parto de María
Santísima”19.

IV. REAL Y MUY ILUSTRE CONGREGACIÓN DE NTRA. SRA. DE


LOS DOLORES, DE LÉRIDA

El origen de la Congregación de la Virgen Dolorosa de Lérida hay que


buscarlo en los fieles de una ciudad postrada en el dolor de la postguerra.
Tras la guerra de Sucesión, Lérida despertaba con una población mermada y
empobrecida, cinco barrios destruidos y un duro futuro para volver a comenzar.
En ese contexto un grupo de caballeros, que sobrevivió a tanta desolación, se
reunió con el canónigo Mn. Josep Pi Salvador, confiándole su anhelo de

17 GRACIA MAZARICO, Fernando, L. Historia de la Real… Vol. I., p. 34.


18 Reúne creyentes en torno a una advocación de la Virgen Dolorosa, con fines piadosos y
asistenciales. Procesionan en Semana Santa, solos y con otras cofradías. Un Hermano Mayor
preside el órgano de gobierno y la asamblea de todos los cofrades. Según el Derecho ordinario, en
una misma cofradía puede haber distintas clases de miembros, con diversa participación, obligaciones
y privilegios. Cualquier cristiano puede ingresar con el aval de un cofrade más antiguo. Se realiza un
acto de admisión probando su profesión católica y prometiendo fidelidad a los fines de la cofradía.
Algunas diócesis disponen de un órgano superior que agrupa a las hermandades y cofradías
diocesanas.
19 Cf. GRACIA MAZARICO, F. L., Historia de la Real…, Vol. I, p. 36.
70 SOR Mª. VICTORIA TRIVIÑO MONRABAL, OSC

levantar el ideal religioso con la mirada puesta en la Virgen Dolorosa. ¿Por


qué no renovar en la Iglesia el testimonio que en otro tiempo ofrecieron los
Siervos de María?

4.1. Fundación

No había en Lérida convento de Servitas, pero el grupo fundador movido


por su devoción a la Madre Dolorosa, consiguieron las “Constituciones de la
Orden”. Allí hallaron indicados los pasos necesarios para afiliarse a ellos. El
año 1717, se reunieron los primeros hermanos con Mn. Josep Pi en la iglesia
del Hospital de pobres y cursaron la carta de petición al Superior Provincial
de los Siervos de María para fundar la congregación. Eran los antecedentes
fundacionales. Tenían una razón: “Nos ha congregado aquí el dolor de María”.
Estaban seguros de que siendo la Virgen la fundadora, caminando los hermanos
juntos, la congregación se iría haciendo día a día.

El mismo año 1717 admitió la fundación el Provincial de los Servitas en


España P. Bonaventura Gómez de Espes, y delegó sus funciones en Mn. Josep
Pi como primer corrector de la naciente congregación. Lo sería durante cuatro
años.

Gobernaba la diócesis de Lérida, con residencia en Monzón20, un fraile


agustino humano y humanista, que desempeñaba con gran celo su tarea pastoral
procurando restañar heridas y levantar el fervor. Era Mons. Francisco Olaso
Hipenza (1654-1735)21. Halló la diócesis muy decaída, pero pronto celebró un
Sínodo publicando él mismo las Constituciones Sinodales22. En aquel contexto,
deseoso de renovación, el celoso obispo acogió con alegría la iniciativa de

20 En la guerra de Sucesión Lérida fue tomada al asalto por el archiduque Carlos en 1705,

y Mons. Francisco Solís Hervás huyó a Fraga, luego a Jaca, al fin puso la sede en Monzón. El
Duque de Orleans recuperó la ciudad en 1707, pero el mercedario, nombrado obispo de Ávila
el 1708, no volvió a la sede a Lérida.
21 Nació en Calahorra el 6 de noviembre de 1654. Fue Superior Provincial de la Provincia

de Castilla, Asistente General en su Orden, Calificador de la Inquisición del Reino de Navarra,


rector del Colegio y Universidad de Alcalá, y prior del Convento de San Felipe de Madrid.
Propuesto por el Rey Felipe V fue nombrado obispo de Lérida el 23 de abril, confirmado el 28
de mayo y ordenado el 15 de julio de 1714. Gobernó la diócesis durante veintiún años, hasta
su muerte en 1735. Es interesante para conocer su gobierno en la diócesis la publicación de
Lazcano, R., “Las visitas “ad limina” de Francisco Olaso Hipenza,osa. Obispo de Lérida”, en
Archivo Agustiniano (Valladolid), Vol. XCVII, Num. 215 (2013) 215-224.
22 Existe una reimpresión: Constituciones Synodales. Hechas y ordenadas en el Synodo

que se celebró en la ciudad de Lérida los días 20 y 21 de noviembre de 1714. Imp. de Montes
Hermanos. Año 1879, 324 pp. En 4ª.
LA VIRGEN DE LOS DOLORES Y LA REAL Y M.I. CONGREGACIÓN… 71

los hermanos y ratificó jurídicamente la nueva Congregación de la Virgen de los


Dolores el 20 de mayo de 1718. Más aún, la favoreció con bienes espirituales y
materiales, y en las cartas en que les manifestaba su aprecio y complacencia,
se firmaba “Su capellán y servidor”.

Comenzaron a reunirse los hermanos en la iglesia del Hospital de Pobres


en 171823. Pronto pasaron a la iglesia de los Mercedarios y después, también por
poco tiempo, a la de los Carmelitas. Por fin fueron acogidos en el Convento del
Roser por los Dominicos en 1622. Allí permanecieron 14 años en buena armonía
hasta la edificación del Oratorio de la Virgen de los Dolores, propiedad de la
Congregación, en los patios que regaló el congregante Francesc Cubells, Veguer
del Rey. Se colocó la primera piedra en 1724.

El oratorio público que las gentes llamaban “Oratorio de la luz” y las salas
donde tiene su sede la Congregación se edificaron en la calle Caballeros número
26. Lo bendijo el 11 de abril de 1737 Mons. Gregorio Galindo Zabaldica (1685-
1756), obispo de Lérida y congregante. Lo presidía desde su camarín la imagen
de la Virgen Dolorosa, del escultor Juan Suárez, vestida de negra túnica y
escapulario, el corazón atravesado por siete espadas. Al año siguiente 1738 salió
por vez primera la Procesión de los Dolores en la tarde del Domingo de Ramos.

4.2. Gobierno

Siempre adheridos a la Orden de los Servitas a través de un religioso, la


Congregación tenía un Corrector designado por el P. Provincial por tres años
prorrogables. El corrector debía ser un religioso de la Orden de los Siervos de
María, pero no habiendo convento en Lérida se nombró siempre a un clérigo
secular. Los oficios eran: Prior; dos discretos, uno clérigo y otro seglar; un
Maestro de novicios; un secretario y su ayudante; un receptor; dos sacristanes,
dos enfermeros, dos porteros y siete consultores. Los elegidos formaban la Junta
secreta, diferente a la Junta general de todos los congregantes.

Según el Derecho ordinario, en una congregación puede haber distintas


clases de miembros, con diversa participación, obligaciones y privilegios.
Así fue en la Congregación de Lérida, siempre con el acuerdo con la Junta
Secreta. A finales del siglo XVIII había: congregantes de número varones;
congregantes de número mujeres; congregantes operarios; cofrades que recibían
el hábito, no profesaban ni participaban en el gobierno. El eje principal lo

23 Se ha conservado el bello edificio gótico del Hospital. Actualmente Institut d´estudis

ilerdencs (IEI).
72 SOR Mª. VICTORIA TRIVIÑO MONRABAL, OSC

forman los “congregantes de número”, de pleno derecho o profesos. Acompañaban


a la Virgen en la procesión, elegidos democráticamente participan en el gobierno, y
se beneficiaban de los sufragios.

La Junta Secreta, el día 22 de junio de 1798, aceptó la petición de las


cofrades que deseaban ser numerarias, y se estableció la rama de “congregantes
numerarias” con las mismas normas que regían la hermandad de los varones24.
Hubo desde entonces dos juntas paralelas de hermanas y hermanos, y un mismo
tesorero aunque con cajas separadas25.

La priora preside la Junta de las congregantes formada por dos discretas,


seis consultoras, dos sacristanas que visten a la Virgen y cuidan del oratorio,
dos colectoras, la maestra de novicias y cinco enfermeras que ejercían la caridad
con los enfermos en el Hospital de Santa María y con los pobres en las cuatro
parroquias de la ciudad.

Otra novedad fue la de los “Congregantes operarios”. Eran clérigos deseosos


de llevar “junto a los laicos” una vida ascética más comprometida en la liturgia,
en la pastoral y en el ejercicio de la caridad. Comprendieron que no era necesario
crear un movimiento nuevo. “Existen en la Iglesia asociaciones […] en que
los clérigos junto a los laicos, trabajando unidos, buscan fomentar una vida más
perfecta, promover el culto público, o la doctrina cristiana, o realizar otras
actividades de apostolado, a saber, iniciativas para la evangelización, el ejercicio
de obras de piedad o de caridad y la animación con espíritu cristiano del orden
temporal” (D.C., c. 298). Movidos por su celo, varios clérigos entraron a la
Congregación para servir a la Iglesia bajo la mirada de la Madre Dolorosa.
La Junta Secreta los admitió26 como “operarios” con la licencia del Ordinario.

Se estableció la Junta de los operarios que, convocados y presididos por


el Corrector proponían asuntos a la Junta Secreta. Asumían “todos los oficios
eclesiásticos de dicha Congregación y que la Junta Secreta nombrará […] con la
calidad de confesor o predicador, enfermero, sacristán, organista, director de
coro, bibliotecario”27. Preparaban la Tabla con la distribución de las misas,

24Acuerdos y deliberaciones de las Juntas Secreta y General de la Congregación de Siervos


de N.S. de los Dolores de la Ciudad de Lérida año 1796 y siguientes, Libro II, ff. 11 v. 12-13.
25 La cuota en aquellos años, era de siete sueldos y seis dineros. Un real de vellón, o sea

tres pesetas al año, para los sufragios de los fallecidos. En Semana Santa era costumbre hacer
una aportación especial. Había también legados, tasas y censales para gastos de culto, clero y
mantenimiento.
26 En el Acta no consta la fecha. Hubo de celebrarse a mediados del siglo XVIII, entre los

años 1751-1760.
27 GRACIA MAZARICO, F., Historia de la Real…, Vol. I, p.164.
LA VIRGEN DE LOS DOLORES Y LA REAL Y M.I. CONGREGACIÓN… 73

pláticas, confesiones y demás actos litúrgicos. Los clérigos enfermeros visitaban


a los enfermos y les llevaban la Virgen, si lo solicitaban.

La rama de los congregantes operarios duró setenta años fomentando la


espiritualidad no solo en los congregantes sino en la ciudad. Su testimonio
fue ejemplar.

Durante el siglo XVIII el gobierno de la Congregación se desarrolló con


normalidad de forma democrática y fraterna. Sin embargo en el siglo XIX
sufrió el desgaste de la guerra, leyes que restringían el desecho de asociación
y exclaustración de los religiosos. No habiendo ya Servitas en España debían
pedir el Corrector al P. General de la Orden.

Pasada la Guerra de la Independencia, la Junta Secreta se restableció en


1814, la de las mujeres en el año siguiente. Entre las hermanas se fijó un buen
sistema de elección para el relevo de la Junta. La Priora saliente, cumplidos
los tres años, presentaba la terna para votar a la sucesora en Junta General, y
solamente en una ocasión hubo reelección. Fue ejemplar la peculiar democracia
femenina templadora del poder. Pero no fue así entre los congregantes. El
acta del 1835 recoge la votación nominal en Junta general para elegir los
cargos. Participaron 42 hermanos. 19 papeletas dieron el siguiente resultado
“X vota a: Yo”. Por un tiempo recayó la elección sobre personas de prestigio,
luego los cargos se hicieron hereditarios, verdaderas dinastías de poder28.

4.3. Admisión, formación y diverso grado de compromiso

Autoridad, jerarquía, nobleza y pueblo llano se dieron la mano como


hermanos en la Congregación sin distinción de clases, pero sí con diversas
formas de participación. El procedimiento de ingreso era el siguiente: la persona
que frecuentaba el oratorio participando en el culto al menos durante dos
años, presentado por un hermano pedía la admisión al maestro de novicios, que
a su vez la trasmitía a la Junta Secreta. Si el informe recabado por el corrector y el
prior era satisfactorio, y la votación de la junta secreta favorable, era admitida y
recibía el hábito. Debía hacer un año de noviciado antes de emitir la profesión
para ser congregante. Si no profesaban quedaban como cofrades.

28 Acuerdos y deliberaciones de las Juntas Secreta…, L. II, fol. 24 v. El secretario Joaquín

Puig, escribía en el acta del 25 de septiembre de 1953: “Escribir en el Libro de la Congregación


constituía una ilusión hace tiempo acariciada, ya que en él escribió mi padre, el padre de mi
padre y el padre del padre de mi padre”, G. MAZARICO, F., Historia de la Real…, Vol. II,
p. 284.
74 SOR Mª. VICTORIA TRIVIÑO MONRABAL, OSC

La Congregación se rige por sus Constituciones y costumbres según el


manual de “El congregante perfecto” y la “Instrucción de novicios” que recogen
la formación espiritual y ejercicios de devoción, ritos y actos de culto.

1. La Instrucción de los Novicios o “Reglas de la Congregación de Siervos de


los Dolores de María” es un pequeño libro de 100 páginas, preparado por el que
fue Corrector de la Congregación de Lérida D. Vicente Vilar y Guasch. Contiene
oraciones, reflexiones, enseñanzas sacadas de los libros de los Servitas. Tuvo
varias ediciones en Lérida y Zaragoza, sin fecha, desde 1750 aproximadamente.
“Dos fes has de tener, por el Leño y por la Estrella… por la fe de la Cruz y la
nombrada Estrella que te acerca al mismo Dios”.

2. El “Septenario Doloroso” es un breve devocionario de 70 páginas.


Contiene la Corona Dolorosa, patrimonio de los Servitas y las indulgencias
otorgadas a la Orden.

3. El “Ceremonial para dar el hábito a los congregantes” impreso en Lérida


en 1832, tiene 125 páginas. Contiene el ritual para las vesticiones, profesiones;
formularios y colectas para las estaciones del año jubilar y otros acontecimientos.
Reúne meditaciones, pláticas para el Septenario y termina con el Ejercicio de
la Agonía.

4. “El Congregante y siervo perfecto de la SSma. Virgen de los Dolores”.


Es obra del Provincial de los Servitas de la Corona de Aragón y corrector de
la Congregación de Barcelona, adoptado también por la de Lérida. Impreso
en Barcelona hacia 1740. En la I Parte hace historia de las congregaciones y
motivos para afiliarse a ellas. En la II da las normas que rigen la elección y
deberes de los cargos, juntas y reuniones, ingresos, sufragios, etc. La III es un
tratado de perfección para la perseverancia y santificación de los hermanos
en sus deberes con Dios y en caridad con el prójimo.

La cuidadosa formación dio copiosos frutos en el siglo XVIII. Fueron años


brillantes. La vida de los congregantes era intensa, procuraban multiplicar los
actos para que siempre hubiera asistencia en el ¡Oratorio de la luz! Guardaban
una ejemplar compostura y fraternidad. Por supuesto, las espadas se dejaban
a la entrada a cargo de los porteros29.

Celebraban con especial solemnidad el Septenario de la Dolorosa. Preparaban


los días penales al uso de la época30. Impresionante es el ritual de comunión.

29
GRACIA MAZARICO, F., Historia de la Real…, Vol. I, p. 242-243.
30Se hacían pláticas conmovedoras. Al rezo del Miserere se apagaban las luces, lo cual
indica que los penitentes practicaban la disciplina.
LA VIRGEN DE LOS DOLORES Y LA REAL Y M.I. CONGREGACIÓN… 75

Se anunciaba con dos días de antelación. Llegado el día, el predicador hacía


una plática eucarística. El momento de comulgar se revestía de solemnidad
para motivar la atención y la fe. Los congregantes se disponían en dos filas con
velas encendidas y hacían respetuosamente tres genuflexiones antes de arrodillarse
en la grada donde comulgaban, mientras los sacristanes sostenían un lienzo
blanco. Actos de fe y amor debían acompañar interiormente estos gestos. Al
retirarse del comulgatorio, esperaban dos sacristanes a cada lado, el primero
ofrecía un vaso de agua por si lo necesitaban, el segundo recogía la vela y la
apagaba de forma que no hiciese humo31. Todo estaba cuidadosamente previsto
en las Instrucciones. Todo era muy solemne, si se quiere ampuloso, dilatado
por la mentalidad del barroco.

4.4. Archivo

En los primeros años, la Congregación no abrió ningún libro registro,


sencillamente guardaron los documentos que estimaron importantes. En1760
el Obispo Mons. Manuel Macías Pedrejón que gobernó la sede ilerdense de
1757 a 1770, pasó visita al Oratorio y expresó el deseo de ver los libros de
fundación, estatutos, cuentas, etc., para dar cuenta al Papa en la Visita ad
limina. Pero, la documentación no estaba ordenada, ni existían todos los libros
requeridos. El obispo encargó al Corrector formalizar el archivo y, a partir
de ese momento se abrieron los libros que faltaban y se ordenaron legajos y
documentos.

Más, lo que fue un valioso archivo de la época más brillante de la Congregación,


en parte, fue pasto de las llamas en la guerra del 36. Se perdieron libros tan
importantes como el “Registro de Hermanos Congregantes y tomas de Hábito”.
Se salvaron ocho libros.

Felizmente se pudo rescatar el libro fundacional “Libro de la formación de


la Congregación de los Siervos de los Dolores de María. Decretos Apostólicos
de los Ilmos. Sres. Obispos, Rvmos. Provinciales, Arreglamientos y otras
disposiciones de la misma Vble. Congregación para perpetua memoria”.
Encuadernado en pergamino y tela, tiene 178 páginas. Comienza con un
grabado francés de La Piedad y contiene varios sellos antiguos de la
Congregación en las páginas 166 y 170. El primer documento es el de
erección canónica dada por Mons. Francisco Olaso Hipenza en 1718, el
último es del 28 de mayo de 1762.

31Cf. GRACIA MAZARICO, F., Historia de la Real…, Vol. I, p. 231.


76 SOR Mª. VICTORIA TRIVIÑO MONRABAL, OSC

Se salvaron también algunos libros de actas. “Acuerdos y deliberaciones


de las Junta Secreta y General de los Congregación de los Siervos de N. S. de
los Dolores de la ciudad de Lérida. Año 1796 y siguientes”. Encuadernado en
pergamino, tiene 235 fols., con rubricas, numerosas abreviaturas, y un lenguaje
alternativo entre el latín el castellano y el catalán. El libro II de actas (1867 a
1927) recoge el tiempo más próspero de la Congregación con la canonización de
los siete fundadores de los Servitas, de. Falta el Libro III.

Los libros modernos comienzan en 1940 con el IV libro de “Actas e


Historiales”, manuscrito como el Libro V (1972-1979); del VI al VIII (1980-
1999) mecanografiados en folios posteriormente encuadernados. Los libros
que según los Estatutos lleva la Congregación actualmente son, además de las
Actas e Historiales, el de Congregantes, Indulgencias, Fundaciones y Donaciones
particulares.

4.5. Procesión del Domingo de Ramos

Participó la congregación de los Dolores en muchos actos religiosos de la


ciudad. Sacó el guión, el estandarte y el paso de su Virgen Dolorosa once veces
entre 1803 y 1885 en procesiones de Rogativas convocadas por el Obispo. Dos
veces en Procesiones generales entre 1865 y 1885. Dos veces en procesiones
de Jubileos entre 1878 y 1881. Pero su procesión de siempre, ¡la suya!, es la del
Domingo de Ramos.

4.5.1. Primera etapa de 1738 a 1808

Según la Constitución del Libro fundacional, folios 89-91, donde se establece


“Lo modo y dysposició ab lo cual se deu asistir a la Professó de María SSma.
adolorida Mare y Señora nostra”, salió por vez primera la Procesión del
Domingo de Ramos el año 1738.

En primer lugar se describe el hábito de tela austera. Veste negra, cíngulo


negro sin borlas, capa morada que no mida más de un metro, ni el capirote
más de tres palmos. Escudo de la Dolorosa, corazón con siete espadas, sobre el
pecho en el capirote y en la capa. Trata después de los ejercicios de piedad,
lectura, oración y plática en el oratorio antes de procesionar. Acabadas las
oraciones se llama a cada congregante, que se presentaba con la corona en la
mano, recibe el hacha, y se colocaba en la fila.

Los cofrades que llevan los improperios se presentan al Prior o a los oficiales
para que los distribuyan. Cierra la procesión la Junta secreta.
LA VIRGEN DE LOS DOLORES Y LA REAL Y M.I. CONGREGACIÓN… 77

Por fin se suplica que procesionen en silencio y con modestia. Si alguno


ha de abandonar su lugar debe avisarlo a los oficiales que van en el centro
con vara.

Se hacían copias en pliegos sueltos de estas disposiciones, para los


encargados del orden. Si alguien las incumplía era expulsado. Y ciertamente,
si el siglo XVIII fue brillante en el Oratorio de la Luz, la procesión estuvo
marcada por la piedad, sobriedad y disciplina.

En la Junta secreta de marzo del año 1801 hallamos un debate curioso.


Algunos hermanos piden “la prohibición de los zapatos puntiagudos” en la
procesión. La petición se aprobó: “No se vaya con zapatos de punta demasiado
larga por no acomodarse con la humildad que profesan los Siervos de María”.
No hizo falta insistir, la moda italiana pasó.

El loable testimonio de los congregantes y cofrades de la Dolorosa se


derramó por las calles de Lérida desde 1738 hasta 1808. La invasión francesa
abrió un paréntesis. Se cerraron las puertas del oratorio, trasladaron la imagen de
la Virgen a la Catedral y “Era la hora de pelear y, si terciario fueres, de morir
cristianamente”.

4.5.2. Segunda etapa de 1815 a 1931

No fueron fáciles los primeros años de la segunda etapa, la interrupción


de los actos comunitarios durante la guerra, dispersión de familias, vaivenes de
la política, supresión de rentas, la exclaustración de los Servitas… No obstante
reanudan la Junta secreta en 1814, y al año siguiente, aunque no era bien
visto y sufrieran agresiones, vuelven a procesionar los congregantes escoltando
a la Madre Dolorosa con hachones y coronas en sus manos, los penitentes, los
cofrades con los Improperios, y las Sibilas con sus símbolos hasta ser sustituidas
en 1900 por la samaritana.

En la segunda mitad de siglo la mentalidad del barroco se impone, a la


sobriedad sigue un creciente lucimiento y, al fin, un extraordinario esplendor.

El año 1858 se incorporó a la procesión una escuadra de 28 soldados romanos,


“els Armats dels Dolors”. El Domingo de Ramos salían los romanos a
inspeccionar el recorrido que habría de seguir la procesión. Pero aquello se
transformó en un pasacalles, los romanos hacían exhibiciones y repartían
golosinas. Volvían a formar en la procesión escoltando a la Dolorosa. Y porque
esa era su manera de llorar con la Dolorosa, golpeaban el suelo con fuerza
78 SOR Mª. VICTORIA TRIVIÑO MONRABAL, OSC

teniendo a gala romper muchas lanzas. Incluso elegían por capitán al mejor
“trenca llançes”. La junta puso orden premiando con 26 pesetas al que no
había roto nada.

El año 1903 se renovó la escuadra de “els Armats” seleccionando mucho


el personal. Hubo banda de músicos, se permitió que el Capitán y los dos
tenientes montasen a caballo hasta 1924, y del 1928 al 1930 el Capitán salía
en una cuadriga.

En 1858 procesionan siete niños con túnica negra, gorgera y bocamangas


de encaje blanco, representando a los siete fundadores de los Servitas. En
1862 se amplía el número de niños y niñas, vivero de futuros congregantes,
seleccionados por la Priora para representar la entrada de Jesús en Jerusalén.
En 1887 entran los niños vestidos de soldados romanos, “els armadets”, y las
“marías” niñas vestidas de dolorosa. A partir de 1878 cierra la procesión una
Banda militar. Desde 1913 las siete congregantes sacristanas acompañaban a
la Virgen.

La procesión cada vez más variada y vistosa se hace integradora y patrimonio


de todos. El número de cofrades y devotos que querían participar aumentaba.
Para ordenar tan compleja comitiva se eligió un grupo de dieciseis congregantes,
“el Cos dels Arregladors32 de la professó de la Mare de Déu dels Dolors de
Lleida”. Debían guardar las disposiciones de la Junta, cada vez más preocupada
de que la procesión no perdiera aquella gravedad que infundía devoción33. Los
nuevos guardianes cuidaban los “tramos”, evitaban “los claros”34, y tuvieron
no poco trabajo para poner orden entre niños, cofrades, “armats”, penitentes que
en 1914 sumaron 360. En 1898 se les encarga que no permitan tomar tabaco
durante las funciones del oratorio. Y, como los cofrades llevaran cada vez
más caramelos para dar a conocidos y espectadores, se les encargó “evitar que
se repartan tantos caramelos”. En 1899 se les dio un Reglamento. Las bajas se
cubrían con el más antiguo de los 6 congregantes, elegidos por votación secreta
como “Aspirantes al Cos d´Arregladors”.

Lo característico, lo que llevó la procesión a su máximo esplendor, fueron


las carrozas de los Siete Dolores. “El día 10 de abril del presente año (1881)
Domingo de Ramos, celebró la Vble. Congregación la procesión con gran

32El título “Arregladors”, de regla, fue sustituído entre el vulgo por “Arringleladors”, de
“ringlera”, fila.
33 Se acordó en 1906 que asistiesen solamente las “tres marías”, la Verónica, los 7 servitas

y “els armadets”.
34 Llamaban “tramos” o “trenca” al espacio que debía mediar entre el grupo de cada paso.

“Claros” o “rotos” decían cuando aquella distancia era excesiva.


LA VIRGEN DE LOS DOLORES Y LA REAL Y M.I. CONGREGACIÓN… 79

lucimiento y asistencia de unas 300 hachas, presentándose a la veneración


pública por primera vez los Siete misterios representando los dolores de
Ntra. Señora obra del escultor de Barcelona D. José Dalmau”35.

Salía en la procesión una réplica, más pequeña, de la Virgen del oratorio.


El año 1918 se estrenó la imagen tallada por D. Anselmo Nogués con la
mascarilla de una joven del barrio bellísima, que falleció mostrando cómo el
dolor llevado con fe no impide ser feliz.

La guerra civil suspendió el prodigioso esplendor alcanzado por la


Congregación de los Dolores. La barbarie destrozó algunos pasos y sembró
el luto entre los congregantes.

4.5.3. Tercera etapa de 1945 a 2017

Arruinada la sede y oratorio en el incendio del 1936, perdida entre las


llamas la imagen de la Virgen, mermado el número de congregantes y cofrades,
todo estaba por hacer.

En 1943 comienzan los congregantes, con gran esfuerzo, a reconstruir el


oratorio, a restaurar los pasos, a confeccionar nuevos hábitos y comprar
hachones… y al año siguiente volvió a salir la procesión desde la parroquia
de San Pedro. Abrían la marcha cuatro soldados de caballería a caballo. Seguía
un macero del Ayuntamiento y tres pasos: el Nazareno de los Franciscanos,
el “Crist dels Portants” de San Lorenzo, y la Dolorosa de la Cofradía de la
Sagrada Familia. Reaparecieron después “els Armats”36.

El año 1948 ya se contaban cien congregantes y, eran tantos los devotos que
pedían procesionar, que la Junta restauró la Cofradía en 1952. El congregante
escultor D. Juan Canut, hizo la nueva talla de la Dolorosa que en 1957 ya
pudo salir en la procesión.

Parecía afianzarse la etapa de restauración cuando comenzó una crisis


que duraría once años y tocó fondo en 1970. Todo estuvo a punto de perecer.
Eran los años del postconcilio del Vaticano II37. El Corrector, influenciado

35 GRACIA MAZARICO, F., Historia de la Real…, Vol. III, p. 80.


36 Hubo tantos desacuerdos que, en 1979 la Junta les aprobó y dio el “Reglament de la
Agrupaciò dels Armats”, y fueron independientes.
37 RATZINGER, J., María primera Iglesia, Madrid 1982, p. 21s, explica la tensión que

desembocó en esta crisis.


80 SOR Mª. VICTORIA TRIVIÑO MONRABAL, OSC

por la corriente clerical contraria ciertas manifestaciones de la devoción


popular, expuso a la Junta su disconformidad con la procesión del Domingo
de Ramos. Algunos se adhirieron alegando las críticas aceradas de la prensa
y el gasto que suponía. A favor se manifestó el Prior estimando la procesión
como algo “consustancial a la Congregación, nuestra difusión y cara externa”.
Unos alegaron que “la supresión significaría un triunfo para los ateos… que
pretenden desacralizar la sociedad”. Otros pedían revisar algunos elementos
folklóricos, y continuar acentuando su carácter penitencial y austero. “Suprimirla
sería un fraude moral… Cobardía, porque lo que ayer fue rutina debe ser ahora
valentía”, decía el archivero. El Capellán estaba a favor.

La Junta aquel día duró muchas horas. Se hizo la votación. Los congregantes
jóvenes fueron los más entusiastas y venció el “Sí”. Pero el Corrector Mn.
José Vallés, buscando vencer, propuso consultar al Obispo. La respuesta de
Mons. Ramón Malla fue “que la procesión no debía desaparecer bruscamente,
sino continuar dándole un aire renovador”.

Continuó el duelo en la Junta. Las procesiones no eran bien vistas en un


sector del clero que presionó al Obispo Malla, se contemplaba la posibilidad
de suprimir la del Corpus y la de Ramos, dejando como experiencia la del
Santo Entierro. Esto fue suficiente para que el Corrector volviera a la carga
intentando suprimir la de los Dolores.

Cansados de tanta oposición, los hermanos pasaron a la defensiva. Pidieron


al Corrector que transmitiera al Obispo su voluntad “Ahora que crece el
indiferentismo religioso o la comodidad de muchos católicos solo de nombre, es
cuando debemos dar testimonio público de fervor mariano”. Junta del 28 de
febrero de 197338.

Venció la orientación del Prior Don Mariano Sesé. Era uno de los que
restauraron la Congregación en 1939. “Cargado de años bien llevados, con
mente clara, alma servita y voluntad de piedra para lo concerniente a la Virgen,
supo hacer madurar la nueva generación de jóvenes cofrades”. Creó la “Comisión
de Jóvenes” y les encargó la organización de la Precesión y del Septenario.
Uno de aquellos jóvenes que trabajaron hasta dejar de serlo y conformar la
Junta, fue el actual Prior, Don. Fernando Gracia Mazarico, cuya Historia de
la Congregación que vamos citando39.

38
Libro de Actas IV (Moderno), fol. 3.
39
GRACIA MAZARICO, F., Historia de la Real… Vol. III, pp. 223 ss. El autor entreteje
en su obra los datos de las Actas e Historiales, Junta del 2 de febrero de 1970 y del 28 de
febrero de 1973, con su experiencia personal.
LA VIRGEN DE LOS DOLORES Y LA REAL Y M.I. CONGREGACIÓN… 81

Poco a poco restauraron los pasos -cada uno suponía una verdadera odisea-,
se crearon cofradías, hasta configurar la Procesión del Domingo de Ramos
del tercer milenio.

El orden actual comienza con la escuadra romana de “Els Armats dels


Dolors”, biga de caballería, guión, escuadra, “Els Armadets”.

Sigue el Guión de la Congregación, Cruz dorada y estandartes de los


Siete Dolores.

Primer Dolor.- Paso de la Presentación de Jesús en el Templo. Cofradía


de L´Ereta.
Segundo Dolor.- Paso de la Huída a Egipto. Asociación de la Sagrada
Familia.
Tercer Dolor.- Jesús entre los doctores. Asociación cultural Garrigues.
Santa Cena.- Cofradía del Centro Gallego de Lérida.
Oración del Huerto.- Cofradía “dels Pagesos”.
Cuarto Dolor.- Paso del Nazareno. Cofradía del Nazareno. Barrio La Mariola
Quinto Dolor.- El Calvario. Ecce Filius tuus.- Cofradía de la Casa de
Aragón en Lérida.
Cristo de la Agonía.- Cofradía de la Casa de Andalucía en Lérida.
Señoras con mantilla española
Cristo crucificado del “Cos dels Portants de Sant Llorenç”.
Sexto Dolor.- La Piedad. Cofradía de la Asociación de vecinos de Jaime I.
Niñas Marías y Verónicas. Niños profetas y apóstoles.
Cruz de los Improperios.- Penitentes
Séptimo Dolor.- La Soledad de María. Cofradía de la Casa de Extremadura
en Lérida.

Paso de la Congregación de los Dolores.- Banda de música. Estandarte,


niños servitas
Tabernáculo de la Virgen de los Dolores escoltada por la guardia de honor
de “Els Armats”. Priora y sacristanas de la Virgen.- Presidencia eclesiástica.-
Autoridades.- Prior y representación de la Congregación. - Banda municipal

4.6. La vida de la Congregación en el tercer milenio de la Real

La Congregación prepara su tercer centenario. La motivación de congregantes


y cofrades sigue siendo un amor colmado de veneración y ternura a la
Santísima Virgen de los Dolores, como medio de perfeccionamiento individual
y social. Recuerdan el espíritu de fraternidad y democracia de los comienzos,
82 SOR Mª. VICTORIA TRIVIÑO MONRABAL, OSC

porque la asidua contemplación de la Madre debe infundir amor fraterno. El


lema ondea en el estandarte de 1718: “Congregavit nos in unum Mariae Dolor”,
mientras evocan el gesto de “dejar las espadas a los porteros antes de entrar
al Oratorio”.

El objetivo y finalidad es compartir con la Orden de los Siervos de María,


a la que pertenecen como tercera orden seglar, los ideales, el compromiso de
vida evangélica y la piedad particular hacia la Madre de Dios. Se comprometen
a procurarlo:

1. Por la práctica y propagación del culto a la Virgen de los Dolores. Por


las celebraciones litúrgicas, la Misa todos los viernes del año en el oratorio.
Particularmente solemnes son las fiestas de la Santa Virgen, y las del
calendario propio de los Servitas. Solemne y muy concurrido el septenario de la
Dolorosa y la Semana Santa. Celebran también la fiesta de la Inmaculada y
Virgen de Montserrat acompañando a las asociaciones con sede en el oratorio.
Guardan devociones como la Corona Dolorosa y la visita a la Virgen.
2. Procesión de los Siete Dolores, el Domingo de Ramos. Participan en la
de Viernes Santo.
3. Recuperación y mantenimiento de la imaginería procesional.
4. Mantenimiento y restauración del Oratorio que, además del camarín de
la Virgen tiene varios altares y enterramientos.
5. Realizando actividades culturales que lleven a la perfección espiritual
de la persona por el canto, música sacra, actividad literaria, poética. Se publica
la Revista “Els Dolors”. Y “porque pregonar es proclamar en voz alta lo que
conviene que todos sepan” desde 1998 se hace el Pregón de Semana Santa el
domingo anterior al de Ramos. En 2016 me cupo el honor de ser pregonera,
y desde entonces congregante de honor de la Virgen Dolorosa.
6. Ejercicio de la caridad. Desde la ayuda a los necesitados hasta los
sufragios por los congregantes difuntos.
7. Acogida en el oratorio de grupos que buscan lugar para la oración y el
diálogo40.

Actualmente es Consiliario Religioso de la Congregación, Rvdo. Vicente


Alfonso Miret, Canónigo de la S.I.C. de Lleida. Prior, Fernando L. Gracia
Mazarico, y Priora, Mª Eugenia Capdevila Adrio.

40
Tuvieron allí su sede desde 1859 las Hijas de María e Hijos de San Luis. Desde 1881 la
Cofradía de la Virgen de Montserrat. Desde 1845 acogieron grupos de adoración al Santísimo
Sacramento que evolucionaron en el tiempo, hasta definirse como Adoración Nocturna de
Lleida, aprobada en 1884 en el oratorio.
LA VIRGEN DE LOS DOLORES Y LA REAL Y M.I. CONGREGACIÓN… 83

V. CONCLUSIÓN

El eje del trabajo que hemos presentado es el amor a la Madre del Señor.
Amor ungido de compasión y gratitud a la Madre que acompañó al Hijo en
los misterios de dolor.

La mirada contemplativa a la Madre Dolorosa ha inspirado a la devoción


popular, congregados y acompañados por los Siervos de María, mil formas de
manifestar su afecto. Nacieron las cofradías, las hermandades y congregaciones.
Cuidaron con celo desde las devociones, hasta la liturgia. Desde los actos
comunitarios en sus oratorios, hasta sacar a la Virgen a la calle acompañándola
con la más sentida devoción.

Y pusieron todos los medios a su alcance despertado el arte de la


escultura en impresionantes pasos, la música que acompaña, el colorido de
las flores y las vestes y las saetas que rasgan la noche desde cualquier balcón
de la calle.

La Congregación de la Virgen de los Dolores de Lleida, ha ido tejiendo


su historia desde el siglo XVII. Superando innumerables dificultades, disfrutando
momentos de intensa belleza y emoción, camina hacia su tercer centenario.

Bendiga, Santa María, tanto amor, tanto esfuerzo, tanta fidelidad, y tanta
belleza.

VI. BIBLIOGRAFÍA

- Código de Derecho Canónico, Madrid 1983.

- Vaticano II, Documentos, Madrid 1972.

- Proprium Missarum Ordinis Fratrum Servorum Beatae Mariae Virginis, I


Antiphonale; Sacramentarium. Curia Generalis OSM, Roma 1972.

- Diccionario Teológico de la Vida Consagrada, Madrid 2000.

- DÍEZ MERINO, L., La transfixión de María en el templo de Jerusalén (Lc


2,35) y en el Calvario (Jn 19,25-27). En “La colaboración de María en la
Redención”, en Estudios Marianos (Salamanca), Vol LXX (2004) 39-69.

- GRACIA MAZARICO, F., Historia de la Real y Venerable Congregación de


Ntra. Sra. De los Dolores de Lleida. Vols. I. Lleida 1999; Vol. III, Lleida 2001.
84 SOR Mª. VICTORIA TRIVIÑO MONRABAL, OSC

- Nuevo diccionario de Liturgia, Madrid 1987.

- Nuevo Diccionario de Mariología, Madrid 1988.

- PONS, G., Textos marianos de los primeros siglos. Antología Patrística,


Madrid 1994.

- RATZINGER, J., y BALTHASAR, H.U.v., María primera Iglesia,


Madrid 1982.

- SAN AMADEO DE LAUSANA, Ocho homilías marianas, Madrid 2003.

- SERRA, A., María según el Evangelio, Salamanca 1988.

- TODDI, J., Laude, Torino 1999.

Dolorosa. Oratorio de la Congregación de Ntra. Sra. de los Dolores de Lleida.


Talla policromada del escultor Josep Campanyà, año 1943.
LA VIRGEN DE LOS DOLORES Y LA REAL Y M.I. CONGREGACIÓN… 85

Paso de la Dolorosa, de la Congregación de Ntra. Sra. De los Dolores de Lleida.

Niños que procesionan recordando a los siete fundadores Servitas, la Dolorosa y


las Marías.
86 SOR Mª. VICTORIA TRIVIÑO MONRABAL, OSC
Stabat juxta Crucem Jesu Mater ejus:
el culto a la Virgen de la Soledad en el Perú
de los Austrias

Gloria Cristina FLÓREZ


Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Lima (Perú)

I. La devoción mariana en la Edad Media.

1.1. Orígenes e importancia.


1.2. Papel de las cofradías.

II. El culto a la Virgen de la Soledad en el Perú de los Austrias.

2.1. Inicios de la devoción mariana en el Nuevo Mundo.


2.2. Características de la Cofradía de la Soledad en la Iglesia de
San Francisco.
2.3. Sermones en honor de la Virgen de la Soledad.

III. Referencias bibliográficas.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 87-106. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. LA DEVOCIÓN MARIANA EN LA EDAD MEDIA

2.1. Orígenes e importancia

El culto mariano se ha manifestado desde inicios de la cristiandad en Oriente


y en Occidente, sea en las oraciones, imágenes y dedicación de diversos edificios
religiosos. Han sido especialmente importantes las definiciones dogmáticas
marianas concernientes a la maternidad divina de María en el Concilio de
Éfeso (junio del 431), y si bien el Concilio II de Constantinopla II (553) hizo
referencia a la virginidad perpetua de María con la frase gloriosa Theotokos y
siempre virgen María, ese dogma solamente se definió en el tercer canon del
Concilio Letrán el año 649.

Sin embargo, debemos tener en cuenta otros componentes que en el transcurso


del tiempo permitieron que adquiriera papel preeminente en la devoción
popular, como la difusión de los Evangelios Apócrifos, como el Proto Evangelio
de Santiago o de la Natividad de la Virgen, las numerosas representaciones
artísticas, las celebraciones litúrgicas, la prédica, las procesiones y peregrinaciones,
en muchos casos relacionadas con leyendas de sus apariciones, milagros y
visiones, las que se proyectaron en textos hagiográficos, literarios y doctrinarios,
como aquellos relacionados con la Inmaculada Concepción.

En el caso de la advocación de la Soledad, nos interesa presentarla en el


contexto de las situaciones vividas en la Baja Edad Media, cuando las repre-
sentaciones de María comenzaron a presentar innovaciones, como en el arte
románico donde se representa a María, presa del dolor, mientras que Juan y
las dos mujeres se esfuerzan por consolarla1.

En cuanto a las composiciones literarias, las variadas prácticas devocionales


van a convertir a los siglos XII y XIII en la Edad de la Virgen2. A la Reina
Madre dignificada en la temprana Edad Media, se dio paso a un proceso de

1 DUCHET-SUCHAUX, G., y PASTOUREAU, M., La Biblia y los santos, Alianza

Editorial, Madrid 2003, p. 115.


2 PELIKAN, J., Mary through the centuries, Yale University Press, New Haven/London 1996.
STABAT JUXTA CRUCEM JESU MATER EJUS… 89

humanización de María, convirtiéndose en la alegre joven madre de Belén y


la trágica mujer mayor en la Cruz3. Esta última imagen de la Madre al pie de
su hijo en la cruz y la madre gimiendo, entristecida y el alma acongojada,
traspasada por una espada, recuerda los evocativos versos del Stabat Mater
Dolorosa:
Stabat Mater dolorosa
Iuxta crucem lacrimogena
Dum pendebat filius;
Cuis animam gementem
Contristantem et dolentem
Pertransivit gladius.
Este bello himno compuesto probablemente a fines del siglo XIII y cuya
autoría se discute hasta hoy, nos acerca a la sensibilidad que se hacía presente en
los siglos finales de la Edad Media, porque si bien María había sido considerada
como la madre de la familia escatológica de los seguidores de Cristo4 , su
figura al pie de la Cruz representaba a la madre sufriente, símbolo del dolor
por la pérdida del hijo o el abandono de la viudez. Esos sufrimientos podían
ser fácilmente comprendidos por la gran mayoría que padecía esas penosas
situaciones y sintieran la inclinación por los cultos que asociaban las penas y
dolores, tanto de Cristo como de su Madre durante la Pasión y Crucifixión,
favoreciendo igualmente las representaciones artísticas de la Mater Dolorosa
y la Piedad en el siglo XV así como en los siglos siguientes a las del Cristo
yacente a los pies de María, y en el caso de España a la Virgen de los Siete
Dolores o la Virgen de la Soledad5.

1.2. Papel de las cofradías

Queremos dirigir nuestra atención a las cofradías porque generalmente se


desconoce la larga evolución que han tenido y las perennidades e innovaciones en
sus características, funcionamiento y composición, insistiendo por lo general
en su rol socio-económico y en un origen bastante tardío. Trataremos en la
medida de nuestras posibilidades mostrar que es necesario prestar mayor
atención a aquellos elementos que permitan considerar aspectos poco estudiados
como el papel importante de la prédica en el culto a la Virgen de la Soledad,
tal como lo hemos analizado en el caso de la Inmaculada Concepción.

3 ATKINSON, C., The Oldest Vocation Christian Motherhood in the Middle Ages,
Cornell University Press, Ithaca, 1991, p. 132.
4 Id., o.c., p. 106.
5 Las obras de Fermín Labarga citadas en la bibliografía tratan extensamente estas advocaciones.
90 GLORIA CRISTINA FLÓREZ

Consideramos que la definición de cofradías dada por Le Bras “familias


artificiales cuyos miembros están todos unidos por una fraternidad voluntaria, las
cofradías con el objeto de satisfacer en un marco estrecho las necesidades más
angustiosas del cuerpo y del alma”6 puede ser útil. No obstante, los estudios
realizados por los medievalistas en las últimas décadas, nos permiten captar
la complejidad de esas agrupaciones en el tiempo y en el espacio.

En sus orígenes se debe considerar el papel fundamental que ha tenido el


cristianismo inicial, en especial el nuevo concepto de caridad surgido en el
siglo IV, cuando el obispo ha reemplazado el modelo grecorromano clásico
de asistencialismo (evergetismo), centrado en elementos cívicos y de ostentación
social7 por el nuevo modelo caritativo cristiano, vinculado a aspectos morales
y religiosos, creando lazos de solidaridad y auxilio mutuo comunitario en
tiempos de dificultades. Los posteriores cambios políticos permitieron a los
obispos institucionalizar la caridad y la práctica asistencialista se mostró en
muchos casos, más eficaz que la realizada anteriormente por las jerarquías
locales.

En los siglos iniciales de la Edad Media se fueron modificando aún más


las condiciones sociales, sea por disolución de las familias en sentido amplio, la
necesidad de protección de los más necesitados, las nuevas concepciones
religiosas y morales, junto a nuevas prácticas devocionales8 dieron un mayor
impulso a esas fraternidades, especialmente cuando tuvo lugar la disolución
carolingia así como la difícil coyuntura de fines de la Alta Edad Media.

La expansión que tuvo lugar a partir del siglo XI en Europa incidió también en
las asociaciones de dependencia horizontal, como las guildas o corporaciones de
oficios y las cofradías. Su número aumentó especialmente en las regiones de
mayor concentración urbana como Italia, Flandes, Francia e Inglaterra. Ciertamente
se mantienen objetivos anteriores de ayuda y caridad pero se consideran
otros como los socorros mutuos, la creación de un hospital o la construcción de
una capilla y, en especial, “Esas cofradías desde el principio ellas reclaman una
doble referencia: la comunidad apostólica de Jerusalén y las hermandades
monásticas”9.

6 LE BRAS, G., “Les Confréries chrétiennes. Problèmes et propositions”, en Revue

Historique du Droit Français et Étranger, Quatrième Série, Dix. Neuvième et Vingtième


Année (1940-1941) 310.
7 MIRANDA ZETOLA, B., Pobreza, caridade e poder na Antiguidade Tardia, Curitiba,

Editora Juruá, 2009, pp. 12 y ss.


8 LOBRICHON, G., La religion des laïcs en Occident (XIe-XVe siècles), Hachette, Paris

1994, p. 105.
9 LOBRICHON, G., o.c., p. 107.
STABAT JUXTA CRUCEM JESU MATER EJUS… 91

Es importante señalar que los estatutos de esas asociaciones, tanto piadosas


como profesionales, establecían para sus miembros condiciones para el ingreso,
cotizaciones de diferente índole, elecciones anuales de autoridades celebraciones
así como multas y castigos en caso de faltas cometidas. Gracias los ingresos
que señalamos, así como dones o legados podían contar con fondos para ayudar a
los miembros que lo necesitaran (dotes, alimentación, accidentes, velatorios,
mortajas, entierros, luminarias en el altar y misas), cubrir gastos de celebraciones
(misas, procesiones con símbolos de la hermandad como estandarte, imágenes del
patrono, música). Las órdenes mendicantes han contribuido decisivamente
en su difusión, si bien han intervenido otros elementos, relacionados con
móviles sociales, culturales o mentales.
La crisis de la Edad Media Tardía afectó gravemente al continente europeo y
se reflejó también en las cofradías, tanto en lo concerniente a la concepción de
fraternidad cristiana de los siglos anteriores, como en lo referente a las relaciones
entre autoridades civiles y eclesiásticas. Asimismo, hubo transformaciones en su
número, la difusión urbana parroquial, las advocaciones, prácticas y celebraciones,
insistiendo especialmente en el carácter penitencial, buscando imitar los sufrimientos
del Redentor.
Respecto a la Península Ibérica, afectada por la presencia musulmana en
su territorio, las cofradías mostraban características similares a las señaladas,
como el cumplimiento de deberes religiosos y el fomento de la espiritualidad
con las celebraciones honrando a Dios, la Virgen y los santos, los ejercicios
piadosos y las prédicas, la ayuda benéfica a sus miembros y a los necesitados,
así como la preocupación por los ritos de paso al Más Allá, el apoyo de las
órdenes mendicantes y la sociabilidad existente en esas fraternidades. Sin embargo,
destacan aspectos peculiares mostrados por los especialistas, como la enorme
importancia del culto mariano, especialmente sus intervenciones milagrosas
en la inseguridad del proceso de la Reconquista10, dando lugar a numerosas
fundaciones religiosas bajo sus diversas advocaciones, incluso existían a
mediados del siglo XIII cofradías penitenciales como la salmantina de los
Hermanos de la Penitencia de Cristo.

II. EL CULTO A LA VIRGEN DE LA SOLEDAD EN EL PERÚ DE


LOS AUSTRIAS
2.1. Inicios de la devoción mariana en el Nuevo Mundo
La incorporación de los territorios americanos a los dominios hispánicos
daba enorme importancia al proceso de cristianización de la población nativa

10 Es el caso de la Batalla del Salado en 1340 ganada por Alfonso XI.


92 GLORIA CRISTINA FLÓREZ

y si bien se contaba con las prácticas realizadas en épocas anteriores, una serie
de situaciones propias del siglo XVI, hicieron necesarios algunos cambios como
lo relacionado con la formación del Estado Moderno, la Reforma Religiosa y,
especialmente, la aplicación de las medidas dadas por el Concilio de Trento,
estableciendo una nueva pastoral con dogmas definidos con mayor claridad y una
organización eclesiástica más estructurada, así como un mayor control sobre la
feligresía. La aplicación de sus cánones contó con en el Nuevo Mundo con el
apoyo de Concilios y Sínodos, siendo fundamental la proyección del III Concilio
Limense (1592-1583) en esa tarea, utilizando una serie de mecanismos, entre los
que destacaba la difusión del culto mariano, puesto que sus diferentes advocaciones
podían adecuarse a las necesidades de sus devotos o de sus evangelizadores,
especialmente los miembros de las órdenes mendicantes, quienes promovieron
la creación de numerosas cofradías marianas y fomentaron sus celebraciones.

Un ejemplo interesante del culto de la Virgen de la Soledad es el que se


celebra todavía en Antigua Guatemala, importante centro urbano del período
colonial hispánico. Si bien desde finales del siglo XVIII, perdió su privilegiada
posición, mantuvo sus tradiciones religiosas y gracias a la ayuda recibida de
Carlos René García Escobar, destacado intelectual guatemalteco, ha sido posible
incluir la imagen del retablo de la Virgen de la Soledad en la Iglesia de las
Capuchinas (Imagen I), así como acceder al Programa Matriz Cultural N° 29,
elaborado por el Ministerio de Cultura y Deporte de Guatemala y dedicado a
la celebración de Semana Santa del presente año en Antigua Guatemala.

Esa fiesta barroca revivida hasta hoy día es importante porque manifiesta
la supervivencia de antiguas tradiciones especialmente gastronómicas y
artesanales, transmitidas a través de los siglos y es festejada no solamente por
los lugareños sino por sus familiares de ciudades vecinas o del extranjero, a
la que se unen numerosos turistas. En la celebración de la Semana Santa destacan
las procesiones solemnes, hoy día de carácter mixto, a diferencia de épocas
anteriores únicamente masculinas. Las esculturas coloniales, elaboradas en
algunos casos por importantes escultores coloniales, se desplazan en muelles o
andas por las calles cubiertas con alfombras las que se destacan por sus diseños,
colores y dimensiones. Las familias encargadas de su elaboración demuestran
mucho gusto, pericia y devoción en la tarea que inician el mes de diciembre.

El jueves santo se celebran las procesiones de Jesús Nazareno del Perdón


y de la Santísima Virgen de los Dolores del templo San Francisco el Grande.
Los participantes en el cortejo que dura aproximadamente 12 horas, reflejan el
dolor de los participantes. Paralelamente, se realiza la visita a los siete sagrarios,
altares con representaciones de temas bíblicos, relacionados con el Santísimo
Sacramento.
STABAT JUXTA CRUCEM JESU MATER EJUS… 93

2.2. Cofradía de la Soledad en la Iglesia de San Francisco en Lima

En la breve historia que presentamos de la Muy Antigua, Ilustre, Venerable y


Sacramental Cofradía de la Soledad en Lima hemos tenido en cuenta los
informes de trabajos existentes y, especialmente, el apoyo brindado por el Hno.
Rafael Andrade, su actual Custodio, así como por el Dr. Javier Campos y
Fernández de Sevilla, O.S.A. a quienes agradecemos su valiosa cooperación.

Sus antecedentes se encuentran íntimamente relacionados con la Hermandad


de la Soledad de Sevilla en el Monasterio benedictino de Santo Domingo de
Silos (1549), cuyas primeras reglas fueron aprobadas en 1557, y establecida
definitivamente en 1575 en el monasterio Casa-Grande del Carmen Calzado
de Sevilla, destacando por su devoción y riqueza. La Cofradía se creó por el
interés de los devotos de la Virgen de la Soledad, instalados en la Ciudad de
los Reyes, habiendo manifestado su devoción desde finales del siglo XVI con la
realización de una procesión el Viernes Santo. No obstante, la fundación canónica
de esta Cofradía de Penitencia tuvo lugar el 13 de abril de 1603 en el Convento de
San Francisco y sus primeras constituciones se aprobaron por el arzobispo
Santo Toribio de Mogrovejo el 26 de Abril del mismo año. Lamentablemente, el
ejemplar original desapareció en el saqueo de la capital durante la Guerra del
Pacífico y si bien se logró recuperarlo, ha pasado a formar parte de los bienes del
Convento franciscano en Ocopa. Esperamos que los actuales depositarios permitan
su digitalización en un futuro próximo y favorecer futuras investigaciones de
los interesados.

Los fundadores mantenían la misma espiritualidad y Regla de su Cofradía


de origen, así como las costumbres y tradiciones sevillanas, como lo relacionado
con las muestras de hidalguía, el uso del escapulario y el diseño del hábito
que portaban desde su fundación, siendo sus titulares María Santísima de la
Soledad y el Cristo Yacente. La primera Capilla de la Soledad o "Capilla
Primitiva" se terminó de construir en 1604, tal como indica la inscripción
conmemorativa que se conserva todavía en el Salón de Cabildos de la
Cofradía. Existe poca información documental de esta construcción inicial,
exceptuando algunas referencias cronísticas11, sin embargo dos lienzos
anónimos del siglo XVII, denominados “La procesión del Viernes Santo”, nos
permiten tener una imagen del edificio y de la importancia de dicha celebración.
En esa época, la Cofradía contaba con el mayor número de penitentes y era
poseedora de dos imágenes articuladas, el Crucificado, obra del escultor
Pedro de Noguera, llevada en andas de plata, acompañando la imagen bajo
palio de Nuestra Señora de la Soledad y otros pasos de la Pasión.

11 Entre las que destaca la Crónica del franciscano Diego de Córdoba.


94 GLORIA CRISTINA FLÓREZ

Debemos tener en cuenta que la experiencia religiosa procesional es


comunitaria y jerárquica. En el primer caso, se entiende en dos sentidos en
estrecha relación con necesidad de seguridad y solidad tanto geográfica como en
lo interno. En cuanto a lo jerárquico, en ese conjunto coherente, cada uno
sabía en principio cuál era su rango y a partir del Concilio de Trento quedó
claramente definido el papel de la autoridad episcopal en el control de las
procesiones12. Cabe destacar el hecho que esa procesión de Penitencia se sigue
realizando todos los Viernes Santos en Lima, manteniendo el recorrido aprobado
por Santo Toribio de Mogrovejo.

El Comisario General de la Orden Franciscana, Fray Luis de Cervela participó


activamente en los cambios que se dieron para la construcción de una nueva
iglesia, siendo el Virrey conde de Lemos quien colocó la primera piedra. Se
concluyó en el período de tránsito al gobierno del Conde de Castellar (1673).
El grabado (Imagen II), proporcionado por el Dr. Javier Campos, muestra la
magnificencia de la edificación, incluso mencionada en el sermón de la
Soledad de Fray Agustín Barreda que analizaremos más adelante.

La documentación existente en el Archivo Arzobispal de Lima y relacionada


con la Cofradía de la Soledad en el período correspondiente a los años 1628
a 1701, muestran los problemas que la afectaban constantemente y eran
principalmente los relacionados con las deudas que tenían con los cofrades,
así como personal externo a ella, la organización procesional, los conflictos con
otras cofradías por precedencias y el control de los ingresos que percibían13.

2.3. Sermones en honor de la Virgen de la Soledad

Nos interesa en el culto de la Virgen de la Soledad analizar algunos de los


sermones ofrecidos por destacados predicadores en el Virreinato peruano del
siglos XVII, si bien quedan pendiente numerosos temas como la comparación
con la prédica peninsular, su relación con las representaciones artísticas y en
especial, su vinculación con las mentalidades de la época.

Desde finales del siglo XIII, Alain de Lille definió al sermón como “una
enseñanza pública y colectiva de la fe y las costumbres, con el objeto de instruir
a los hombres, apoyado en la razón y que bebía en las fuentes de la autoridad”14.

12DELUMEAU, J., Rassurer et protéger, Le sentiment de sécurité dans l’Occident


d’autrefois, Fayard, Paris 1989, pp. 117ss.
13 CAMPOS y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, F.J., y GUTIÉRREZ ARBULÚ, L., Catálogo

de Cofradías del Archivo del Atzobispado de Lima, San Lorenzo del Escorial 2014, pp. 275-
283, núms. 1922-2007.
14 LONGÈRE, J., La prédication médiévale, Études Augustiniennes, Paris 1983, p. 11.
STABAT JUXTA CRUCEM JESU MATER EJUS… 95

Ese texto pronunciado solemnemente se había elaborado de acuerdo a normas


de la oratoria y la retórica y cumplía dos funciones fundamentales: ortodoxia
y ortopraxis15. Sin embargo, interesaba también presentar modelos de santidad o
formas de vida religiosa; fomentar un determinado culto y servir como guía
espiritual y todos ellos encajan perfectamente con nuestros ejemplos.

El corpus utilizado comprende 4 sermones ofrecidos en la festividad de la


Soledad, cuatro en su iglesia en Lima y uno en la ciudad de Charcas. Su marco
cronológico corresponde a los años 1674 e inicios del siglo XVIII. Esos ejemplos
de una festividad específicamente mariana los han denominado Sermón, con
excepción de uno titulado Oración evangélica. Entre sus rasgos distintivos está el
uso preferente del tema o texto de referencia, tomado del Evangelio de Juan,
Stabant Iusta Crucem Iesu, Mater eius.

Nuestro primer ejemplo es la Oración evangélica y fúnebre a cargo de


Agustín Barreda y tuvo lugar en la Capilla de la Soledad del Convento de San
Francisco el martes 3 de abril de 1674. Se dedicó a Fray Luis Zerbela, de la
Santa provincia de Santiago y Comisario General de todas las provincias del Perú.

El predicador, también franciscano, se había desempeñado como Lector


de teología moral en el Colegio Mayor de Lima y había desempeñado diversos
cargos en conventos del Perú y Panamá, asimismo había sido Visitador Provincial,
y General en la Provincia de Lima. En cuanto al ejemplar existente en la
Biblioteca Nacional de España ofrece información muy interesante, especialmente
la imagen de la Virgen (Imagen III) y textos que la acompañan, precediendo
todas las aprobaciones y licencias, sean eclesiásticas o gubernamentales, así
como la dedicatoria al Comisario.

El texto tiene una extensión de 37 folios y consta de la Salutación, la


Introducción y está dividido en cinco partes, señaladas con números arábigos.
Cierra la publicación una Décima a Zerbela. En cuanto al tema en latín
(Proverbios, 1), se traduce como:

“escucha, hijo mío, los consejos de tu padre, no rechaces las advertencias


de tu madre. Son para ti una hermosa corona para tu cabeza, un
collar para tu cuello”.

El autor se ha apoyado en fuentes bíblicas, en el caso del Antiguo Testamento


destacan las citas del Génesis, Salmos, Proverbios, Reyes y Ezequiel, mientras

15 MARTIN, H., Le métier du prédicateur à la fin du Moyen Âge 1350-1520, Éditions Du

Cerf, Paris 1988, p. 24.


96 GLORIA CRISTINA FLÓREZ

que en el Nuevo se han utilizado los Evangelios Sinópticos y San Pablo. En


lo concerniente a fuentes del cristianismo primitivo y la temprana Edad Media,
destacan las citas de santos como Ambrosio, Agustín, Gregorio Nacianceno,
Gregorio el Grande y el cronista Beda el Venerable.

Todos ellos han sido de ayuda para referirse a la Resurrección de Cristo y


la muerte, dos temas importantes si tenemos en cuenta la ocasión que se
celebraba, la traslación de los huesos de los cofrades difuntos. Así, el predicador
evangélico tiene

“el deber de exhortar a los hombres de temer el juicio de Dios que les
espera en la muerte y también a la esperanza de la gloria si dieran
buena quenta después del juicio”

y al mismo tiempo, acorde con el espíritu de la retórica barroca, busca motivar


emociones muy variadas sobre la muerte, las virtudes y la bienaventuranza.

Naturalmente, era necesario referirse a la Virgen de la Soledad y a su


intercesión por sus hijos

“Que los cofrades de N. Sra. de la Soledad tienen muy segura su


resurrección…. y estar en su iglesia sepultados con Cristo Nuestro Señor
en esta iglesia donde está su Santo Sepulcro son también tan privilegiados
que serán los primeros que resuciten el día del Juicio, a diferencia de
los malos que no resucitarán”.

Es interesante la lista de los personajes importantes mencionados, en


primer lugar, el Comisario General, a quien le dedica un extenso párrafo y
numerosas loas, inclusive deseándole acceda al Pontificado, al Virrey Conde
de Lemos, al arzobispo Pedro de Villagómez, al Mayordomo de la Cofradía,
sin olvidar de mencionar la consagración de la iglesia que tuvo lugar el 22 de
enero del año anterior, así como ensalzar al convento, el sepulcro y panteón,
considerándolo” nuestro Escorial peruano”. Ha concluido con importantes
frases sobre la Soledad y la décima dedicada al Comisario:

Dichosa la Caravela
que nos traxo tanto lustre
como la persona ilustre
de nuestro padre Zeruela
prevengase ya la tela
para hacer Pontifical
a prelado tan cabal,
STABAT JUXTA CRUCEM JESU MATER EJUS… 97

que el Báculo le es debido


a quien tan obrero ha sido
Comissario General.

Nuestra siguiente pieza es el Sermón Séptimo del Nombre de María y fiesta


de la Soledad y Dolores de esta Santísima Señora, pronunciad por Joseph de
Aguilar en el Convento de San Agustín de Cochabamba en 1694, con ocasión de
la fiesta de la Soledad y la finalización del dorado del retablo. Fue publicado en
Sevilla el año de 1704, insertado en el segundo tomo de los Sermones al dulcísimo
Nombre de María publicados en Sevilla en 1704, Dedicado a Diego Fernández
Gallardo, Deán de la Santa Iglesia Metropolitana de La Plata e incluía todas
las aprobaciones correspondientes, así como un texto de reconocimiento a
las destacadas cualidades del autor.

El orador había nacido en Lima en 1652, ingresando muy joven a la Compañía


de Jesús, Fue un destacado estudiante y posteriormente se desempeñó como
Maestro de Retórica y Humanidades en el Colegio Máximo de San Pablo en
Lima. Durante el tiempo de residencia en la ciudad de La Plata tuvo a su cargo
la Cátedra de Prima de Vísperas en la Universidad de esa ciudad, Examinador
Sinodal del Obispado de La Plata. Más tarde fue Rector del Colegio San
Martín, de La Plata y Calificador del Santo Oficio de la Inquisición. Falleció
en Panamá en 1708.

Recibió la influencia del célebre orador portugués Antonio Vieira, tanto


en lo que se refiere a la forma de trabajar sus materiales, su capacidad de
atraer el interés del auditorio y la presentación de remas de la vida cotidiana.
Reconocido como uno de los oradores más destacados de su época, porque
enseña, deleita y mueve, como verdadero y perfecto Orador”, como lo señalaba
la aprobación del dominico Andrés Montero.

Los temas utilizados fueron: Et nomen Virginis Maria (Luc, cap. 1) y Stabant
juxta Crucem Iesu, Mater eius, (Joan, c. 19), repetidos numerosas veces en
las siete partes que componen el sermón de 33 folios. Sus fuentes provenían
básicamente de la Biblia, en el caso del Antiguo Testamento; Éxodo, Números,
Salmos, Eclesiastés, Ruth, Cantar de los Cantares, Ruth y Jeremías, mientras
que las neo testamentarias fueron los Evangelios de Juan, Lucas y Mateo. Lo
anterior se ha complementado con las obras de San Agustín y San Ignacio de
Loyola por la necesidad de unir a ambos santos en la ceremonia.

Aguilar proporciona una descripción de las partes que comprendía el retablo de


la Virgen, dedicado por los cofrades al culto de la Soledad. Lamentablemente, esa
obra de arte se perdió en los avatares del proceso independentista en Bolivia,
según información proporcionada por un colega del lugar.
98 GLORIA CRISTINA FLÓREZ

La presentación sumamente interesante de los temas tratados por el autor


merecería un estudio más extenso, aplicando las propuestas de historiadores
de los Annales, como Febvre y Mandrou), así como los nuevos enfoques de los
quienes se interesan por la historia de las emociones. En esta oportunidad, nos
limitaremos a presentar los aspectos más significativos de la Soledad, de
María a la que podemos considerar desde las siguientes perspectivas:

a) La muerte como elemento fundamental, realidad que todos tendrán que


enfrentar y la que está continuamente expresada o sobreentendida al tratar el
tema de la Pasión de Cristo.

b) La propuesta que hace la Iglesia de María llena de dolores al pie de la


Cruz, es la Madre Dolorosa porque “Toda la vida de esta Señora estuvo llena
de penas, y dolores, mas no fueron breves, y transeúntes, dolor tuvo en tu
Circuncisión, dolor en la fuga a Egipto, dolor en su pérdida, y pasaron; mas
al pie de la Cruz fueron permanentes los dolores” y ella es diferente a la
Madre de la Encarnación, Madre gozosa. La soledad de María al pie de la
Cruz necesita compañía para consolarla en esos dolores permanentes, en la
amargura de sus penas por faltarle la compañía de su hijo.

c) La necesidad que los fieles piensen en esos dolores que son un mar de
amargura, inmensos como el mar que nos permite medir la grandeza y amargura
de eso “Y, pues estamos al pie de la Cruz, alzad los ojos. Y veréis la Inscripción
Iesus Nazarenos., la causa de los dolores de María es su nombre, pues es
Madre de aquel hijo” y continúa solicitando el llanto de los católicos en esa
ocasión, porque los ojos secos son falta de dolor y dureza de corazón. Finalmente,
el llamado a la conversión: “¿Cuál es el único consuelo? ¿No somos pecadores?
Lloremos no de compasión de los dolores de Cristo, sino de dolor de nuestras
culpe solo este dolor acompaña los dolores de Cristo y de María y […] pase
después a la eternidad que asegura en esta vida la gracia prenda de la gloria”.

Los últimos sermones fueron pronunciados por el franciscano Pedro Rodríguez


Guillén, Lector Jubilado de Número y Regente de la Cátedra de Prima del
Sutil Doctor Escoto en la Real y Pontificia Universidad de San Marcos. Había
ejercido como como Secretario de la Provincia de los Doce Apóstoles del
Perú y Custodio residente en la Corte de Madrid, donde fue además Predicador
del monarca Felipe V.

El primer ejemplo es el Sermón XXXI de la Soledad de María Santísima


incluido en el primer tomo de Sermones Varios, dedicado al Excelentísimo y
Reverendo Padre Juan de Soto, Lector Jubilado, Teólogo de su Majestad en
la Real Junta de la Inmaculada Concepción, Grande de España y Ministro
STABAT JUXTA CRUCEM JESU MATER EJUS… 99

General de toda la orden Seráfica. La prédica se realizó la noche del viernes


santo en la capilla de la Soledad en el Convento de San Francisco de la ciudad
de Lima. Lamentablemente no se ha señalado el año, podría haber sido a inicios
del siglo XVIII.

Es un texto bastante breve (10 páginas) y comprende una parte introductoria,


seguida por 19 secciones. Utilizó el tema Stabant Juxta Crucem Jesu Mater ejus
& soror Matris ejus Maria Chleophae, et Maria Magdalenae, Joann. Cap., 19 y
sus principales fuentes provienen de la Biblia. En el caso del Antiguo
Testamento, Génesis, Job, Salmos y Cantar de los Cantares, en cuanto al Nuevo
Testamento utiliza solamente los cuatro evangelistas del Nuevo Testamento
y ha añadido las correspondientes a dos importantes Padres de la Iglesia
latina, Ambrosio y Agustín.

Es muy interesante el inicio de la exposición relacionando los fenómenos


atmosféricos y la religión en su descripción de la crucifixión, aún mas
importante su conexión con la pena y angustia de María, esa Soledad por la
ausencia de Cristo es ejemplar:

“¡Que desconsuelo y soledad tan triste la de María! Porque aunque


todo el mundo la acompañara siempre estuviera sola con todo el Mundo,
si no la acompañara su Hijo querido: pues solo su semejante en la
naturaleza, pudiera serle socio y compañero en el dolor.”.

Si bien María recibía el consuelo con las demostraciones de sentimiento,


ella estaba en Soledad porque le faltaba Cristo, busca emocionar a los fieles
interrogándolos primero

“¿Con qué voces acongojadísima Reina podré explicar vuestra


tristeza? ¿Con qué frases explicar vuestro dolor? ¿Con qué términos
ponderaré vuestra pena?,”

y aconsejándoles gemidos y lágrimas en vez de discursos. Asimismo,


explicaba que no hay pena que se iguale a la soledad, respecto de quien se
ama y el peor mal de María fue llevar a su Hijo al sepulcro y quedar sola del
todo, sin consuelo que pudiera mitigar su pena. Recordando la próxima
resurrección gloriosa de Cristo, insiste en la intercesión mariana a de los
pecadores de las penas y los castigos que les esperan y concluyó explicando
la relación entre la Pasión y la salvación de la Humanidad.

En lo que concierne al Sermón XXXIII y Séptimo en continuación del


Assumpto, y de la Soledad de María, Nuestra Reina y Señora, incluido en el
100 GLORIA CRISTINA FLÓREZ

Segundo Tomo de Sermones Varios, impreso en 1736, dedicado a Fray Domingo


Losada, Lector Jubilado Complutense, Teólogo de su Majestad en la Real Junta
de la Inmaculada Concepción, Padre de la Provincia de Santiago, Ex Provincia de
Castilla y Ex Secretario General de la Orden y Comisario General de las Indias
Occidentales.

Rodríguez Guillén ha utilizado el tema ET SEPTIMUS ANGELUS EFFUDIT


PHIALAM suam, in aerem, et exivit vox magna de Templo a Throno, dicens:
Factum est, et c. Apocal.16. El texto está dividido en dos partes, la primera, sin
denominación, consta de 11 divisiones, mientras que la central denominada
SÉPTIMO DOLOR DE MARÍA. Santísima Nuestra Señora consta de 34.

La primera parte se inicia con referencias destacadas al enfrentamiento


entre el sétimo ángel y la bestia, los elementos del universo, tal como había
hecho en otros sermones marianos y la importancia de las virtudes y gloria
del Señor. Sin embargo, se observa el interés en conmover a los feligreses
refiriéndose al sacrificio de Cristo y a María en su tristeza porque
“María fue Fénix del dolor, del tormento, del sentimiento, de la pena,
de la angustia, del lamento, y el llanto”.
Luego se han ofrecido a los feligreses las imágenes conmovedoras de la
Virgen abrazada amorosamente a su Hijo difunto y sobre todo, en lo
relacionado con la soledad de María
“Quedó sola María, sin la vida, y sin la muerte: porque si primero la
acompañaba Cristo vivo, y muerto; ya se halla tan sola, que no ve a
su Hijo Cristo, ni vivo, ni muerto”.
La parte central del sermón le ha permitido explicar la soledad de María,
tratando de entender las diversas formas de dolor que ella ha experimentado,
mostrando que no ha .existido dolor semejante al suyo. Ha tratado de motivar al
auditorio, explicando el significado del llanto del alma de María, y especialmente
aclarando que únicamente en soledad se podía ejercitar el padecimiento del
alma y el llanto del espíritu. Se ha dirigido a esos amigos, católicos y pecadores,
con exclamaciones e interrogantes:
“¡No os enternecéis de ver a María en su Soledad... con tan acerbo
dolor, y lastimoso llanto! ¡No la consideráis padeciendo en el cuerpo,
y entristeciéndole en el alma! ¿Por qué no la consoláis en tanto llanto, y
en tanto dolor?,
sugiriéndoles el modo especial de consuelo y alivio a la Virgen: estar en
gracia de Dios, hacer acto de contrición con verdadero dolor de haber ofendido a
STABAT JUXTA CRUCEM JESU MATER EJUS… 101

Cristo y el firme propósito de no volver a pecar. Su conclusión al recordar la


Pasión de Cristo y el consuelo e intercesión misericordiosa de María permitirían el
perdón para alcanzar la gracia divina.

III. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICA

a) Fuentes editadas

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Soledad, en: Sermones del Dulcísimo Nombre de María, Juan Francisco
Blas, Sevilla 1704.

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Nueva capilla Santísima de la Soledad, y santo Sepulcro de Christo N. redentora
la traslación que se hizo de los huesos de los hermanos cofrades difuntos
desta Santa Cofradía, Martes 3 de abril de 1674, Lima 1674.

- RODRÍGUEZ GUILLEN, P., de O.F.M., Sermón XXXI de la Soledad de


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y Morales, Tomo Primero, Casa de la Venerable Madre María de Jesús de
Agreda, Madrid 1736.

- RODRÍGUEZ GUILLEN, P., de O.F.M., Sermón XXXIII y sétimo en


continuación del assumpto y de la Soledad de María Santísima Nuestra
Reyna y Señora, en: Sermones Varios, Panegyricos, Políticos, Históricos,
y Morales, Casa de la Venerable Madre María de Jesús de Agreda, Madrid
1736, t. II.

b) Bibliografía

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Imagen 1.
104 GLORIA CRISTINA FLÓREZ

Imagen 2.

Imagen 3.
STABAT JUXTA CRUCEM JESU MATER EJUS… 105

Imágenes 4 y 5. Trono de la Soledad en la Plaza de Armas de Lima.


La Cofradía de pasión de la Virgen de la
Soledad de Amberes: la contribución
española al proyecto pastoral de una
diócesis en Flandes

Miguel NORBERT UBARRI


Málaga

I. Introducción.

II. Origen de la devoción a María en su Soledad.

III. La Soledad en España.

IV. Nuestra Señora de la Soledad en los Países Bajos españoles (siglo


XVII).

V. Desplazamiento de Nuestra Señora de la Soledad por la ciudad


de Amberes.

VI. Conclusión.

VII. Bibliografía.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 107-122. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. INTRODUCCIÓN

La presencia dinástica española en el Norte de Europa duró aproximadamente


tres siglos. Comenzó con Juana de Castilla, hija de los Reyes Católicos, quien
casó con Felipe el Hermoso, hijo de María de Borgoña y Maximiliano I de
Austria. En su hijo nacido en Gante, que se convertiría en el emperador Carlos V
de Alemania y I de España, quedaron unidos los territorios de España y el
territorio del Norte de Europa perteneciente a los Duques de Borgoña, conocido
como Flandes por los españoles. Dicha soberanía dinástica terminó como resultado
de la Guerra de Sucesión en España, con la subida de la casa de Borbón en
España, tras la cual los Países Bajos españoles pasaron a los Hapsburgos de
Alemania.

Allí, en Flandes, a las orillas del río Escalda, en la ciudad de Amberes, en


la calle Pieter van Hoboken 9, se contempla todavía hoy una talla en madera
de tilo policromada de Nuestra Señora de la Soledad, atribuida al escultor
flamenco Pieter Verbruggen, el joven. Tiene el rostro pálido y apesadumbrado,
la mirada inclinada hacia abajo, las palmas de las manos unidas, con los
dedos cruzados, a la altura del pecho. Está postrada de hinojos, con un rosario
que pende de los hombros. Se apoya en un cojín con motivos florales y su
manto es de color marrón. En el registro de imágenes de la ciudad figura como
“carmelita”. Pero la Virgen no viste el hábito carmelita con túnica y escapulario
marrón. No consta en ninguna parte que la imagen hubiera estado en la iglesia
del antiguo convento de los PP. Carmelitas de la Antigua Observancia, llegados a
Amberes en 1405, provenientes de la comunidad de Malinas, pero cuyo
convento no comenzó a construirse hasta el año de 14851.

La Soledad de Amberes está vinculada sin lugar a dudas a la Orden de los


Mínimos, fundada por san Francisco de Paula. La talla flamenca recibió culto en

1 ROVEROY, J. G. J. de, Chronyke van Antwerpen, vervattende de bekeeringe… me talle


het godenkweerdigste tot den jaere 1775, p. 60. Doy las gracias a Paula Sörnsen y Wim
Strekker por haberme orientado sobre la existencia de un ejemplar de esta crónica del arte
religioso de la ciudad, redactada en la ciudad antes de la supresión de convento del emperador
José II de Austria, con anotaciones añadidas un siglo después, en torno a 1868, por P.J. Taeymans.
Este ejemplar rarísimo se encuentra en la iglesia San Carlos Borromeo de Amberes.
LA COFRADÍA DE PASIÓN DE LA VIRGEN DE LA SOLEDAD DE AMBERES… 109

la iglesia del convento de los frailes mínimos, localizado en la hoy calle


principal de la ciudad, conocida como Meir. Desafortunadamente la imagen no
se conserva en el interior de ninguna iglesia. Se encuentra muy cerca del campus
citadino de la Universidad, en una capillita adosada a la pared, al modo de
hornacina, con dos inscripciones: una sobre la imagen, con el año de 1691 y
el título en español, “Nuestra Señora de la Soledad” y otra, debajo de la imagen,
que es su traducción al neerlandés “Onze Lieve Vrouw der Eenzaamheid” y las
siglas B.V.O. (Bid Voor Ons), que en español significa “ora por nosotros”.
Durante más de un siglo tuvo su cofradía o hermandad de penitencia, que la
sacaba en procesión todos los años, en la ocasión de las celebraciones litúrgicas
del Viernes Santo.

En este trabajo intentamos seguir profundizando en la contribución de


esta advocación mariana, hoy considerada por muchos historiadores como
típicamente española, a la piedad popular amberiense y el proyecto pastoral
de una diócesis que salía de una guerra civil entre hermanos flamencos, en el
espíritu de la reforma católica postridentina y a tenor del gusto artístico del
Barroco.

II. ORIGEN DE LA DEVOCIÓN A MARÍA EN SU SOLEDAD

El origen de la devoción de la Soledad de la Virgen podría remontarse al


Santo Sepulcro de Jerusalén. Entró en la espiritualidad franciscana probablemente
a través del vínculo espiritual que esta familia religiosa siempre ha tenido
con los lugares santos. Esta afición pudo influir en el popular canto del
Stabat Mater, atribuido al franciscano italiano Jacopone da Todi y al papa
Inocencio III. Este canto de comienzos del siglo XIII pudo haber contribuido
al fortalecimiento, dentro de la familia franciscana y más tarde de la Iglesia
en general, de la devoción a María Dolorosa en su Soledad. Pero los frailes
mínimos, aun cuando compartieran elementos espirituales comunes con los
franciscanos, pues ambas órdenes nacieron en Italia, y con algunos siglos de
diferencia, no son franciscanos en sentido jurídico. Equivocadamente han
sido considerados por algunos como una rama de la familia franciscana, siendo
los observantes franciscanos O.F.M. los menores y éstos, los mínimos. En el
caso de Amberes, tampoco tenemos evidencia de que la Virgen de la Soledad
estuviera vinculada jurídicamente a los franciscanos.

La nota en el registro de imágenes de la ciudad lee que la Virgen está


vestida de carmelita. La espiritualidad del Santo Sepulcro, centrada en el
misterio de la resurrección y vivida en clave mariana, fue elemento importante
en la antigua liturgia jerosolimitana que celebrarían los carmelitas de la
110 MIGUEL NORBERT UBARRI

Antigua Observancia desde que comenzó su andadura en la ciudad del Escalda.


Pero, la crónica que ha llegado a nosotros, y que describe las imágenes de
culto en la iglesia de los carmelitas de Amberes, da noticia de una importante
imagen en plata de la Virgen del Carmen, colocada en la nave principal de la
iglesia, y una capilla dedicada al Santo Escapulario, con cofradía, pero no
hace mención de ninguna imagen de María Dolorosa en su Soledad2. Era
costumbre que cada grupo religioso tuviera su particularidad, que en el caso
de los carmelitas fue la advocación mariana de la Virgen del Escapulario, a la
que están ligadas las indulgencias concedidas por los papas. En otros conventos
de la Orden, como el caso de la Casa Grande del Carmen en Sevilla, hubo
imágenes de culto a la Virgen Dolorosa en su Soledad, y en el caso de Sevilla,
hasta Hermandad3. Pero ninguna fuente da noticia de ninguna advocación
mariana dolorosa en el convento de Amberes. Por tanto, debemos descartar
esta probabilidad e insistir en que la Virgen de la Soledad fue patrimonio de
los frailes mínimos.

III. LA SOLEDAD EN ESPAÑA

Isabel de Valois (1545-1568), hija del rey francés Enrique II, casó con
Felipe II de España, en torno a 1560. A la boda, que tuvo lugar en Madrid, trajo
un cuadro. Era la representación iconográfica de Nuestra Señora de la Soledad que
había sido guardada y venerada en la casa de Valois desde que san Francisco de
Paula, fundador de la Orden de los Mínimos, se la trajo de regalo, desde Italia, al
enfermo rey Luis XI (1423-1483) de Francia. Cuando Isabel de Valois llegó a
Madrid, los frailes mínimos del convento de La Victoria le pidieron el cuadro de
la Virgen, para venerarlo en el altar de su iglesia. Pero la reina decidió pedirle a
Gaspar Becerra que usara el modelo del cuadro para tallar una imagen en
madera. Becerra era para ese entonces uno de los pintores y escultores españoles
más importantes del siglo. Tras recibir la aprobación de la reina, la talla pasó
finalmente a su lugar en la capilla de Nuestra Señora de la Soledad del
convento de La Victoria de los frailes mínimos de Madrid. Esta capilla estaba
envuelta en una atmósfera de luto, “llena de velas de cera, mortajas y muletas,
que los enfermos habían llevado en agradecimiento por gracias obtenidas”4.
Nuestra Señora de la Soledad procesionaba por las calles en diversas ocasiones,

2 LATTIN, A. de, Evoluties van het Antwerpse Stadsbeeld. Geschiedkunijge Kronyken,

Mercurius, Antwerpen 1954, pp. 36-56.


3 CAÑIZARES JAPÓN, R., La Hermandad de la Soeldad. Devoción, nobleza e identidad

en Sevilla (1549-2006), Almuzara, Córdoba 2007.


4 MONTOYA, L. de, Crónica general de la orden de los mínimos de S. Francisco de

Paula su Fundador. Donde se trata de su vida y milagros, origen de la Religion, erection de


provincias y varones insignes della, Bernardino de Guzmán, Madrid 1619, p. 99.
LA COFRADÍA DE PASIÓN DE LA VIRGEN DE LA SOLEDAD DE AMBERES… 111

siendo la del Viernes Santo la más importante de todas. La procesión salió


por primera vez en 1568. Y la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad
de Madrid fue fundada en 1565 o 15675.

IV. NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD EN LOS PAÍSES BAJOS


ESPAÑOLES (SIGLO XVII)

En los Países Bajos españoles existen hasta hoy sendas imágenes de la


Virgen de la Soledad, en Bruselas y en Amberes. La de Bruselas está de pie.
Cuando los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia vinieron a los Países
Bajos, en 1598, la archiduquesa, hija de Felipe II e Isabel de Valois, trajo consigo
una imagen de Nuestra Señora de la Soledad, que le regaló a los frailes
dominicos para la veneración en su iglesia conventual de Bruselas. No
obstante, no podemos afirmar que la tarea de traer dicha imagen fuera única
y exclusivamente a causa de la devoción de la hija de Isabel de Valois.
También Fernando de Austria (1609-1641), gobernador de los Países Bajos
españoles, vivió en Bruselas, desde 1634 hasta su muerte, y le tenía gran devoción
a Nuestra Señora de la Soledad. Tras el avance de las tropas revolucionarias
francesas, en 1794, la imagen traída por la archiduquesa pasó del convento
de los dominicos a la Kapellekerk o Église de la Chapelle, en Bruselas. Hace
unos años sufrió los avatares de un fuego pero ha sido restaurada y hoy se
encuentra nuevamente en el mismo lugar, en una capilla lateral y junto a la
bandera española.

La de Amberes, con fecha de 1691, está rodillas, en postura que más parece
imitar a Nuestra Señora de la Soledad de la Victoria y Nuestra Señora de la
Paloma, ambas de Madrid. Y, aunque a fecha de hoy no hayamos podido
localizar ninguna documentación que fije la fecha de la petición, ni tampoco la
representación artística que serviría de modelo para la recreación escultórica, es
muy posible que éste la haya esculpido por orden de los mismos frailes o
alguno de sus bienhechores, a partir de alguna imagen, cuadro o grabado de
la Soledad de Madrid, traído a Amberes en o después de la fundación del
convento en 1614.

En 1643, durante la regencia del gobernador de Flandes D. Francisco de


Melo, se fundó en Amberes la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad,
un siglo después de la Hermandad de Madrid. Aconteció por petición de Gaspar
Nemius, obispo de esta ciudad entre 1635 y 1652. El obispo Nemius dio su
aprobación para la erección de la Hermandad el 24 de marzo de 1643. Dos

5 CAÑIZARES JAPÓN, R., o.c., p. 38.


112 MIGUEL NORBERT UBARRI

meses más tarde, el 20 de mayo de ese mismo año, llegó la confirmación


pontificia del papa Urbano VIII con la bula Ad perpetuam rei memoria. En
los estatutos quedaba establecido que los hermanos no sólo deberían honrar a
Nuestra Señora de la Soledad y hacer penitencia, sino también realizar obras de
misericordia. También era importante que ellos pacem inter inimicos composuerint,
‘pusieran la paz entre los enemigos’. Es poco probable aprobar una Hermandad
sin que antes exista una devoción particular. Por tanto, es lógico pensar que
para 1643 existiría alguna representación antigua (imagen, cuadro o grabado) de
esta advocación mariana.

La evolución de las cofradías en Amberes es similar al resto de Europa.


En la Baja Edad Media los trabajadores formaron asociaciones llamadas
gremios (gilden en neerlandés) y cada gild tenía su santo patrón. El recuerdo
de estas asociaciones es todavía hoy constatable en el Grote Markt, que es la
plaza principal del antiguo mercado, sembrada en adoquines belgas, con la
fuente del héroe Bavo, que recuerda la layenda de aquel acto valeroso de aquel
hombre que le cortó la mano a Antigone, el gigante que impedía el paso por
el río Escalda. La histórica plaza es la sede del edificio del Ayuntamiento, muy
cerca de la catedral gótica de Nuestra Señora de Amberes, y está rodeada de
casas gremiales con frontispicios estrechos y algunos muy altos, coronados
con cornisas almenadas y, en la parte más alta de ésta, la figura en metal
precioso del patrón. Y es que a medida en que el gremio de trabajadores aumentaba
su pecunio, así agradecían la protección y favores a su patrón, honrándolo
con imágenes de materia cada vez más digna.

Pero la Hermandad de la Soledad, la que nos ocupa, no nació en las mismas


circunstancias ni de la misma manera que nacieron las hermandades durante
la Baja Edad Media, ni tampoco con el espíritu de aquella época. Nació en el
siglo XVII, bajo la regencia de los monarcas españoles de la casa de Austria.
En el Imperio Español el catolicismo era la religión del Estado. La norma
artística era la del Barroco: el arte recargado, con la función de levantar el espíritu y
mover el sentimiento de piedad. El espíritu que permea en el ambiente amberiense
era predominante postridentino, como resultado de la reforma católica y con
espíritu contestatario. Es lógico. Antes de la toma de la ciudad en 1585 por
Alejandro Farnesio y sus Tercios, en la ciudad habían surgido brotes importantes
de calvinismo protestante. Por tanto, una vez retomada la ciudad, la zona pasaba a
ser fronteriza. Muchos calvinistas de la ciudad y sus alrededores emigraron a
la región de Zelanda (hoy en los Países Bajos) y a las provincias de Holanda,
reforzándose allí el calvinismo. A partir de este momento Amberes se convirtió en
cuña del catolicismo antiluterano. El estudio de Alfons Thijs titulado Van
geuzenstad tot Katholiek bolwerk, citado en la bibliografía, describe esta
transformación social y la tarea de evangelización católica de los impresores
LA COFRADÍA DE PASIÓN DE LA VIRGEN DE LA SOLEDAD DE AMBERES… 113

amberienses quienes, apoyados por los jesuitas y otros religiosos, realizaron


hermosos grabados de imágenes de Jesucristo, de la Virgen, de los santos y
demás material de tipo devocional.

Y a esto debemos añadir la impronta de una monja carmelita, beata Ana


de San Bartolomé, secretaria de santa Teresa de Jesús y fundadora del Carmelo
de Amberes. Era amiga y confidente de la archiduquesa Isabel Clara Eugenia. A
principios del siglo XVII, en dos ocasiones, ante la inminente amenaza de
las tropas calvinistas del Norte, se despertó a medianoche y despertó a las
monjas de su comunidad, para rezar por la paz. En ambas ocasiones la ciudad se
vio librada del ataque de las tropas del Norte. Por este motivo muchos la
veneran hasta el día hoy como la gran protectora de la ciudad6. Ahora cabe
preguntarse nuevamente sobre la extraña asociación de la Virgen de la
Soledad con el Carmelo. ¿Existiría en la conciencia colectiva de los amberienses
alguna percepción generalizada que daría fundamento al inventariador para
afirmar que la Virgen estaba vestida de carmelita? Es cierto que tanto una
como otra, ambas han quedado en la memoria de los amberienses como iconos
de la presencia española e incluso de la identidad española de los amberienses, los
senioren (que es dialencto amberiense para los señores de la ciudad) y ambas
están relacionadas con la salvaguarda del catolicismo.

Según el registro de la ciudad y la fecha que hasta hoy lleva inscrita la


capillita que contiene la imagen, la talla amberiense se terminó de esculpir en el
año de 1691. La Hermandad fue fundada cincuenta años antes. La terminación
de la imagen dio lugar a la procesión de Viernes Santo, que salió por primera
vez en ese mismo año de 1691.

La procesión fue instaurada por el obispo Jan van Beughem (obispo de


Amberes entre 1679 hasta 1699) y por petición del Marqués del Pico de Velasco,
residente en la ciudadela o castillo de Amberes. (Esta ciudadela o castillo había
sido construida un siglo antes por el Duque de Alba. Fue base de operaciones de
las tropas españolas que defendieron la ciudad durante la Guerra de los Ochenta
Años entre los españoles y flamencos católicos, por una parte, y las tropas
del estuardo protestante holandés Guillermo de Orange, por otra).

El hecho de que la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad fuera


eregida canónicamente, por petición del obispo local Gaspar Nemius, el 24

6 URQUIZA, J., Bta. Ana de San Bartolomé. Obras completas, Monte Carmelo, Burgos
1998. Véase también, YUSTE PULLA, B., y RIVAS-CABALLERO, S.L., Una carmelita en
Flandes, Edicel, Madrid 2006.
114 MIGUEL NORBERT UBARRI

de marzo de 1643, y aprobada ese mismo año mediante la bula del papa
Urbano VII, durante la última etapa de la Guerra, la denominada de los Treinta
Años, da tela para cortar. En ese mismo año el rey Felipe IV había dado
instrucciones para iniciar las conversaciones de paz con los holandeses, de
manera que condujeran hasta la paz definitiva. Las conversaciones terminaron
con la Paz de Westfalia, en 1648. No es casualidad que los estatutos aprobados
por el papa animara a los hermanos a no sólo honrar a Nuestra Señora de la
Soledad y hacer penitencia, sino también realizar obras de misericordia y
poner la pacem inter inimicos, ‘la paz entre los enemigos’.

Sabemos, por otra parte, que el obispo Nemius fue favorecedor de la


fundación de otra cofradía en sus diócesis como vehículo para promover la
fe católica. Un ejemplo nos lo encontramos en la erección de la Broederschap
van de Dryevuldigheyt o Hermandad de la Trinidad, eregida el 10 de octubre de
1642, en la Iglesia de Santiago el Mayor, para apoyar los trabajos apostólicos de
la Orden trinitaria para la redención de los cautivos, en este caso de la herejía
protestante. En la relación que hemos encontrado, el obispo Nemius menciona
como algo positivo la soberanía política de los reyes de España y la importancia
de esta cofradía para la promoción de la fe católica y la liberación de las herejías7.

Como hemos dicho, Amberes era zona fronteriza para la cristiandad católica.
Las cofradías y las procesiones servían para promover el catolicismo en la
zona. Mertens y Torfs recogen la relación que describe el orden procesional. Y
es importante subrayar que la fuente original defiende el mérito de la procesión.
Comienza la descripción de la procesión con un ataque contra los impíos,
contra los que se burlan de la devoción. Y es que la procesión debió levantar
crítica porque el escritor dice que ellos lo afrentaron y levantaron calumnias
contra él, y asegura que algunas personas han remitido cartas de protesta al
obispo para prohibirla. Aún cuando oculta el nombre de los enemigos, los reta a
discutir este asunto públicamente, a causa de la devoción que suscita esta
procesión de penitencia, que el mismo autor de la relación llama procesión
fúnebre. Veamos la descripción.

Al frente iban los tamborileros, los trompeteros y otros músicos, quienes


continuamente tocaban en tono triste. Los trompeteros y los tamborileros
iban vestidos de negro, al igual que llevaban el nombre de Jesús y cubiertos
de ramas de palmas. Luego se veían banderas ondulantes con bandas sonoras.

7 NEMIUS, G., Broederschap vande H. Dryvuldigheyt, publicado en 1682, por Jacob

Mesens. El manuscrito original se encuentra en la Biblioteca Pública de Lyon (Biblioteca


Jesuita Des Fontaintes, consultado en https://play.google.com/store/books/ details?id=OItURW
svdXQC&rdid=book-OItURWsvdXQC&rdot=1
LA COFRADÍA DE PASIÓN DE LA VIRGEN DE LA SOLEDAD DE AMBERES… 115

Detrás venía una gran bandera, con una cruz roja y cargada por el tutor del
castillo de Amberes, cuya cola levantaban dos personas importantes. Ahora
seguían otros vestidos de negro, cargando sus escudos militares y capa [o paño]
negra[o] donde estaba escrito el nombre de Jesús; otros que los seguían dejaban
arrastrar sus trajes negros. Se veía un pendón que mostraba con realismo la
pasión de nuestro Señor. Las personas importantes dejaban que sus lanzas se
arrastraran en el suelo. Luego venían los soldados militares devotos, vestidos
de luto, cargando con doce envoltorios de armas con los escudos de las doce
tribus de Judá, y cada tribu con su estandarte diferenciado por textos muy
particulares. En la parte trasera de todos estos signos figuraba escrito: Cecidit
Corona capitis nostri, quae nobis quia peccavimus. Y el escritor añade un poco
antes que estas cosas se hicieron en Akken [Aquisgrán]. Detrás de las familias,
cargaban las insignias de Jesús y María, así como los instrumentos de la pasión,
entre ellos la cruz de nuestro Señor en toda su grandeza.
Después le seguían, con un pendón, el cual tenía inscritas las palabras
“Charitas patiens”, las siete últimas palabras de Cristo, grabadas en madera y
cargadas en alto.
Finalmente los padres mínimos con antorchas llameantes y cantando las
letanías preparadas para la solemnidad. La comitiva iba acompañada de niños
vestidos de ángeles, mostrando letreros de la pasión de nuestro Señor, delante y
detrás de un anda hermosa, cargada por los padres mínimos, tal como los
canónigos de s. Pedro en Lovaina lo hicieron. También acompaña la hermandad
real con la bandera Nuestra Señora de la Soledad. Detrás va la imagen de la
Madre Dolorosa bajo un palio hermoso, cargado por personas españolas de
prestigio, quienes permanecían quietos delante de la cruz de la calle Meir, aún a
pesar del ruido de la música fúnebre. Y las casas del entorno participaban de la
solemnidad con iluminación general de antorchas. El príncipe, duque Maximiliano
Emmanuel de Baviera, se inscribió con puño y letra en la hermandad, para
gran satisfacción de los miembros del Toisón de oro8.
Destacamos algunos elementos:
1. Presencia española: a. una gran bandera, con una cruz roja, cargada por
el regidor del castillo de Amberes; b. militares con los escudos de las doce
tribus de Judá.
2. Justificación teológico-penitencial: además de otros signos, la frase Cecidit
Corona capitis nostri, quae nobis quia peccavimus, que significa ´ha caído la
corona sobre nuestra cabeza, a nosotros porque somos pecadores´.

8 MERTENS, F.H. en LODEWIJK TORFS, K., Geschiedenis van Antwerpen sedert de

stichting der stad tot onze tyden, 6, [1846], De Vries-Brouwers, Antwerpen 1975-77, pp. 523-524.
116 MIGUEL NORBERT UBARRI

3. Enmarcación en prácticas regionales: la nota explicativa de que esto ya


se hacía en Aquisgrán parece indicar que no es práctica aislada, por la presencia
española, sino costumbre en otras regiones cercanas.
4. Presencia de los frailes mínimos: a. participan activamente en la procesión
con antorchas llameantes y cantando las letanías preparadas para la solemnidad. b.
Un pendón llevaba inscrito Charitas patiens o ´caridad sufriente´. El lema de la
familia religiosa es Charitas. c. Un anda es cargada por los padres mínimos.
5. Hermandad e imagen: a. bandera Nuestra Señora de la Soledad; b. la
imagen de la Virgen de la Soledad, bajo palio, llevada por personas con cargos
importantes.
6. Recorrido procesional: Saldrían del convento de los mínimos, en la
calle Meir, con parada procesional delante de un hermoso crucifijo grande, que
por entonces se encontraba sobre un pequeño puente muy cerca de la calle
Huidevetter, en la entrada de la calle Meir. Loy se encuentra en el interior de
la Catedral.

Al final de la descripción, se añade la nota, probablmente con el objetivo


de dar cierta solera a la cofradía, que el príncipe duque Maximiliano Emmanuel
de Wittelsbach, elector de Baviera, quien fue gobernador de los Países Bajos
españoles dos veces, entre 1692 y 1702, y entre 1704-1706, se inscribió
posteriormente con puño y letra en la Hermandad, para gran satisfacción de
los miembros de la Orden del Toisón de Oro, orden de caballería fundada en
1429 por Felipe III duque de Borgoña y conde de Flandes, una de las más
prestigiosas de Europa, ligada a la dinastía de los Habsburgo de Austria y
España.

No sabemos exactitud los motivos de la protesta de muchos amberienses.


Alfons Thijs adjudica esta protesta al espíritu de rigor jansenista del siglo XVII.

Desde 1691 los mínimos organizaban, por ejemplo el Viernes Santo, por
petición del comandante español, una procesión de penitencia contra los
herejes. Le daban la forma de una comitiva fúnebre. Los sacerdotes cargaban
la caja fúnebre. Cubrían de luto las trompetas, tambores, escudos y estandartes.
El ruido desagradable de las lanzas arrastradas por la calle por los participantes
acompañaba la comitiva. No hace falta añadir que los creyentes inspirados
por el jansenismo no valoraban la exhuberancia de esta manifestación9.

Tiene sentido. El jansenismo podría concebirse como la versión católica


del espíritu rigorista típico del calvinismo protestante. Y es verdad que en el

9 THIJS, A., o.c., p. 212.


LA COFRADÍA DE PASIÓN DE LA VIRGEN DE LA SOLEDAD DE AMBERES… 117

Norte de Europa, sobre todo en los círculos teológicos de la Universidad de


Lovaina, acabó por infiltrarse, y hasta imponerse entre muchos teólogos, el
pensamiento jansenista. El pueblo llano, sin embargo, siguió manifestando
su fe según las tradiciones religiosas medievales, aunque con espíritu reformista
católico y a tono con el Barroco, recordando la dolorosa división político-
religiosa del país, interpretada por muchos historiadores como una auténtica
guerra civil entre hermanos, por motivos principalmente políticos y económicos,
y el catolicismo postridentino, que contaba con el apoyo de las autoridades
militares españolas y la Iglesia local.

Un estudio de Jean Orcibal titulado Le rencontre du Carmel Thérésien


avec les mystiques du Nord, publicado en París en 1959, comenta un estudio sobre
las disputas teológicas entre los carmelitas españoles de la reforma teresiana, que
llegaron a los Países Bajos durante el siglo XVII, y los capuchinos flamencos,
seguidores de la escuela espiritual nórdica. La carmelita Ana de Jesús se lamentaba
de la espiritualidad abstracta de los maestros espirituales del Norte. Ella y el
padre Jerónimo Gracián consideraran la meditación en la humanidad de Cristo
como algo importante y fundamental durante todo el camino espiritual. Y hubo
una importante discusión teológica entre el carmelita español de la reforma
teresiana Tomás de Jesús y, por otra parte, los capuchinos flamencos y el jesuita
Lessius10.

La Hermandad de la Soledad, con su procesión de Viernes Santo, y muchas


comunidades religiosas fueron suprimidas al final del siglo XVIII. El emperador
José II, con el espíritu de la Ilustración, había tomado algunas medidas para
minimizar el poder de los nobles y de la Iglesia. Concedió libertad religiosa a
todos los habitantes del Imperio Habsburgo, eliminó la servidumbre y decidió
suprimir una tercera parte de todos los conventos. Confiscó sus bienes como
propiedad del Estado. Todos los bienes de la Hermandad de la Soledad fueron
vendidos en mercados públicos. Pocos años más tarde, durante la ocupación
francesa de 1797, el convento y la iglesia de los frailes mínimos fueron
destruidos.

V. DESPLAZAMIENTO DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD


POR LA CIUDAD DE AMBERES

En 1823 fue restaurada la imagen de Nuestra Señora de la Soledad por el


escultor amberiense Jan-Baptist Van Hool y colocada en una esquina entre
las calles Meir y Kolvenier. Permaneció allí durante casi setenta años, hasta

10 ORCIBAL, J., Le reencontre du Carmel Thérésien avec les mystiques du Nord, Presses

Universitaires de France, Paris 1959.


118 MIGUEL NORBERT UBARRI

1901. Luego de un corto período en los Hermanos de la Caridad (Broeders


van Liefde) en la calle Eiken, la imagen fue colocada en el jardín de antiguo
Colegió Irlandés, fundado con el nombre Maria-José (Marie-José), en la
calle Pieter van Hoboken, nº 9. En 1956 la imagen fue puesta en una capillita
de cristal y colocada en el frontispicio del edificio. En 2006 la imagen fue
restaurada por petición y mediación de la Asociación “Para Cruz e Imagen”
(Voor Kruis en Beeld vzw) y colocada nuevamente en el frontispicio del
edificio en la calle Pieter van Hoboken11.

VI. CONCLUSIÓN

A principios del siglo XVII los frailes mínimos fundaron un convento en


Amberes. Trajeron consigo la advocación de Nuestra Señora de la Soledad.
En 1643 el obispo Gaspar Nemius, con bula papal de Urbano VIII, erigió
canónicamente la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad. Más adelante,
los mínimos o alguno de sus bienhechores, encargó la talla de madera al escultor
amberiense Pieter Verbrugge. Tendría como referencia alguna pintura, imagen
o grabado que recibiría veneración en el convento, probablemente de la Soledad
de Madrid. El escultor realiza una talla de madera policromada parecida a la
anterior, pero distinta en cuanto a los colores de su vestimenta: blanco y marrón.
Terminada la imagen en 1691, en ese mismo año se organizó la procesión
que salía todos los Viernes Santos por las calles de la ciudad.

Del análisis de las motivaciones y circunstancias que provocaron la aprobación


canónica de esta Hermandad de Penitencia, se desprende un deseo expreso
por parte de la Santa Sede para que el fortalecimiento de la piedad mariana y
el establecimiento de la asociación contribuyera a aumentar las obras de
misericordia y fomentar el diálogo con los hermanos flamencos del Norte.
Por parte de la Iglesia local, el apoyo a las Hermandades de la Santísima
Trinidad y de Nuestra Señora de la Soledad supuso un instrumento para la
promoción de la fe católica y antídoto contra la herejía protestante. Vinculada de
manera inequívoca con los frailes míminos, la Virgen de la Soledad gozó del
apoyo del prelado de Amberes y de las autoridades militares españolas.

La presencia de la Cofradía o Hermandad en la ciudad duró hasta la gran


supresión de iglesias y conventos del emperador José II, ocurrida a finales
del siglo XVIII. A ésta y la posterior Revolución Francesa, sólo le sobrevivió la

11 STRECKER, W., “Herplaatsing beeld Onze-Lieve-Vrouw van de Eenzaamheid Pieter

van Hobokenstraat 9”, en Nieuwsbrief Vrienden van de Antwerpse Madonna’s, nº 2 (2006)


5-8.
LA COFRADÍA DE PASIÓN DE LA VIRGEN DE LA SOLEDAD DE AMBERES… 119

talla de la Virgen, que hoy sigue visible en las calles de la ciudad, habladora
en medio de su soledad, manteniendo viva la memoria de todo lo que
aconteció por y a través de ella, y recordando la impronta española y católica
de los seniores de Amberes.

VII. BIBLIOGRAFÍA

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regiae confraternitatis, haberi solita die Veneris Sancto apud PP. Minimos
Ordinis S. Francisci de Paula Antverpiae […], Impressum Typis Basilicis,
Hermopoli 1691. 27 págs. (anónimo para la defensa de la procesión: SBA:
K 6614).

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de la Virgen de la Soledad de Gaspar Becerra y la presencia del artista en
el convento de los mínimos de la Victoria de Madrid”, en Barcelona
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Francisco de Paula su fundador. Donde se trata de su vida y milagros, origen
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del Carmen. El Carmelo español, BAC, Madrid 1993.

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carmelita en Flandes, Edicel, Madrid 2006.

- Ms. 1491. Manuscrito anónimo del siglo diecinueve (1868-1886), Archivo


Onze-LieveVrouwebeelden, Dirección provincial Amberes, Secretaría de
patrimonio cultural.
La Virgen de la Piedad de Lima
en el convento de la Merced

Celia Miriam SOTO MOLINA


Archivo General de la Nación
Lima (Perú)

“Con la mayor confianza, entonces, venimos a


ti en este nuestro dolor y angustia”1

I. Introducción.

II. La piedad de lo religioso.

III. Procesión: Penitente y piadosa.

IV. Imaginando el dolor.

V. Caminante y cofrade.

VI. Conclusión.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 123-136. ISBN: 978-84-697-5400-9

1 Oración a la Virgen de la Piedad.


I. INTRODUCCIÓN

En la ciudad de Lima, la religiosidad y la devoción unidas de la mano,


han sido por muchos siglos parte de la vida cotidiana de los españoles, criollos y
castas en general. La cofradía como tal ha sido una institución que funcionó con
mucho éxito y se interiorizó entre la población por la necesidad de agruparse, de
continuar tradiciones traídas de la península e incluso de la misma población
existente en proseguir una actividad mágico religiosa.

Un caso bastante temprano ha sido el de Nuestra Señora de la Piedad, una


de las más antiguas fundadas en Lima bajo la tradición de España, y justamente
conformada por españoles en la Iglesia de La Merced.

La cofradía de la Piedad fue fundada el 05 de junio de 1559 siéndole


concedidos varios privilegios por el Papa Inocencio IX2. La cofradía española
según Rodríguez expresa de mejor forma la segunda mitad del siglo XVI y
también los postulados contrarreformistas: la conducta ascética, la simbología
ritual, el corporativismo religioso3. Para el caso de España, la cofradía penitencial
de Nuestra Señora de la Piedad tenía antecedentes del año 1504 con una cofradía
de genoveses, ya para el siglo XVI en el año de 1549 aparece en diferentes
documentos4.

La cofradía de Nuestra de la Piedad con advocación a la Virgen María,


tan antigua como la de su par español, consolidó la presencia peninsular en
la ciudad de Lima, por ello, tan prontamente a su instauración y de la cual
lamentablemente no se tiene registros de su constitución, mandó a edificar su
capilla, así lo señala Barriga5, cuando el Convento de Nuestra Señora de la

2 BARRIGA, V. M., Los Mercedarios en el Perú: Documentos del Archivo General de

Indias de Sevilla (1518-1600), Arequipa 1942, p. 71.


3 RODRÍGUEZ, J., “Las cofradías en la modernidad y el espíritu de la Contrarreforma”

en Anuario de Estudios Americanos (Sevilla), tomo LII, N° 2, p. 17.


4 BURRIEZA SÁNCHEZ, J., Las cinco cofradías penitenciales Históricas, Valladolid

2004, p. 10.
5 BARRIGA, V. M., Los Mercedarios en el Perú: Documentos del Archivo General de

Indias de Sevilla (1518-1600), Arequipa 1942, p. 70.


LA VIRGEN DE LA PIEDAD DE LIMA EN EL CONVENTO DE LA MERCED 125

Merced cede un sitio para la cofradía, exactamente el 07 de noviembre de


1573, en ella se resalta que la cofradía ya tenía varios años de ser fundada,
los frailes accedieron a la solicitud para que le sea cedido una de las capillas
del Monasterio para labrar y hacer el servicio a Dios, es decir, los divinos
oficios, entierro de los hermanos y también para que otras personas que desearen
enterrarse, debido esto al no contar con un espacio ni capilla donde tener la
imagen de la Virgen, e incluso un lugar para realizar las mismas. La respuesta
fue positiva y se les pedía realizar los cultos con mucho cuidado y dedicación, la
misma estaría ubicada junto a la capilla de Francisco de Ampuero también
otorgada por el Monasterio, las cuales tendrían como medidas de 35 pies de
largo por 35 pies de ancho.

Como parte de la consolidación de la cofradía dentro de la iglesia fue la


construcción de su capilla en el proyecto de la planta de tres naves, la capilla
tenía dos bóvedas y ésta formaba parte de la nave lateral del lado del evangelio
pero que debía quedar abierta para tener comunicación con las otras capillas
abriéndose para ello dos arcos, uno que salía a la iglesia y otro que salga a la
capilla de Santa Catalina6.

II. LA PIEDAD DE LO RELIGIOSO

La representación religiosa en la ciudad de Los Reyes se mostró en todo


su esplendor sobretodo en la festividad de la Semana Santa, pero también
tendría bastante pomposidad la celebración del Corpus Christi. Hacía el año
de 1580 a la usanza sevillana se cumplían las estaciones de penitencia con diversas
hermandades disciplinantes tal es el caso de la primera fundada en Lima de
la Veracruz, y desde luego la Piedad en la iglesia mercedaria7.

Lima no solamente era escenario de diversas actividades festivas, las fiestas


ceremoniosas otorgaban una imagen de la sociabilidad de diversos sectores
de la población.

La piedad significa la compasión por el yaciente, la Virgen María sufría


en carne propia la pasión de Cristo, representada en el viernes santo, dado
que ese día era condenado a muerte y crucificado. Por tanto, no es extraño
que la cofradía saliese ese día cada año, por ejemplo, hacía el año 1619 lo
hacían Nuestra Señora de la Soledad de la iglesia de San Francisco, Nuestra

6 SAN CRISTÓBAL, A., “Reconversión de la Iglesia de la Merced (Lima) a principios

del siglo XVII”, en Revista Histórica (Lima), N° 37 (1990-1992) 292.


7 GUNTHER DOERING, J., y LOHMANN VILLENA, G., Lima, Madrid 1992, p. 97.
126 CELIA MIRIAM SOTO MOLINA

Señora de Agua Santa de negros de la iglesia de La Merced, así como la


“procesión de insignias” de Nuestra Señora de la Piedad8.

La primera cofradía que tenía representaciones flagelantes fue la de Nuestra


Señora de la Piedad, por ello cuando aparecería la de Nuestra Señora de la
Soledad, realizando casi los mismos actos el viernes santo, la primera reclamaría
ante las autoridades para prohibir la salida de la segunda en procesión, cuestión
que con el pasar del tiempo quedaría en el olvido, al convertirse también ésta
en la representación más fiel del dolor que significaba la muerte de Cristo9.

Otro momento donde la Piedad salió a las calles de Lima, fue cuando
acaeció el temblor de 1655, el 13 de noviembre más que un temblor fue un
terremoto debido al estado ruinoso en que la ciudad quedó con muchas
propiedades inhabitables, la preocupación fue general motivo por el cual se
originaron procesiones con muchos penitentes solicitando piedad ante estos
sucesos. Nuestra Señora de la Piedad salió el viernes 26 de ese mes hacía la
Catedral acompañada de alrededor de ochocientas personas que hacían penitencias
siendo entonces mayordomo Pedro del Molino10. Algo que se resalta cada vez
que ocurrían desgracias, ya lo señala Mugaburu hacía el año de 1687, luego
de la pascua de resurrección también de haber cumplido con los rituales cristianos
ocurrió un fuerte temblor en horas de la noche, una situación que se rumoreaba
un mes atrás, a lo que la gente decía11:

Dios nos mire con ojos de piedad, que semejante cosa no se ha oído; y se
conoció en el modo de remecer que era azote de la mano de Dios.

Posterior a ello las iglesias se abrieron para recibir la confesión de fieles y


los padres predicaron penitencias.

III. PROCESIÓN: PENITENTE Y PIADOSA

Las procesiones que se dieron en Lima fueron parecidas a las de España


por presentar ostentación y bastante solemnidad a la salida de las santas
imágenes, cuyas andas y blandones eran en muchas partes de plata a martillo y de
gran riqueza12. La procesión de Semana Santa era una de las más importantes del

8
Ibíd., p. 98.
9
MONTOYA ESTRADA, K., “Una procesión de viernes santo en Lima del siglo XVII”, en
Corporaciones religiosas y evangelización en Iberoamérica, siglos XVI-XVIII. Lima 2010, p. 144.
10 MUGABURU, J., y MUGABURU, F., Diario de Lima (1640-1694), Lima 1917, p. 34.
11 MUGABURU, J., y MUGABURU, F., Diario de Lima (1640-1694), Lima 1918, p. 199.
12 WIESSE, C., Apuntes de historia crítica del Perú (época colonial), Lima 1949, p. 114.
LA VIRGEN DE LA PIEDAD DE LIMA EN EL CONVENTO DE LA MERCED 127

calendario litúrgico del año, es de comprender que la cofradía como una


institución basada en rendir culto a una imagen y seguir la advocación religiosa
siguió ese camino. Según Lévano13 se tiene las primeras noticias de la celebración
santa en Lima en los libros de Cabildos hacia el año de 1544, llegándose a
institucionalizar activamente con la participación del Cabildo de Lima
presidiendo la procesión.

Desde el convento de San Francisco y La Merced, salían las procesiones


por viernes santo, es decir, la pasión de Cristo. Una característica visible de
la salida de Nuestra Señora de la Piedad eran las “insignias de la pasión”.

Las cofradías de Lima debían cumplir lo que ordenaba la Iglesia, tal fue el caso
del dictado por el doctor Pedro de Villagómez, provisor del Arzobispado, en
cuanto a la participación en las procesiones, de no hacerlo serían penadas, en
este mismo documento importante del año 1682, podemos ver como desde el
mes de febrero ya se determinaba como sería el circuito de la procesión, la semana
santa no solamente significaba una reminiscencia a una serie de pasajes de dolor
sino era la representación de las memorias de la pasión de Jesucristo. Las
procesiones iniciaban el domingo de Ramos y para ello los mayordomos
recibían órdenes expresas de cómo sería el orden de las mismas. Por ejemplo, para
el día miércoles santo saldría la cofradía de Jesús Nazareno desde el Convento de
Santo Domingo a las cuatro de la tarde con sus insignias siguiendo un recorrido
que comprendía pasar por la Iglesia Mayor, es decir, la catedral, y debía salir
por la puerta de Las Ánimas pasando derecho a la Iglesia de la Encarnación
y entrando por la Iglesia de la Santísima Trinidad y así proseguiría luego la
cofradía de Santo Cristo de Burgos de la iglesia de San Agustín14.

Cuando a los mayordomos de la cofradía de Nuestra Señora de la Piedad


se le asignó su salida, se fijó como hora de salida a las cuatro de la tarde del
viernes santo, en ella debían sacar sus insignias y demás objetos. La ruta a seguir
era entrar a la catedral, llamada también Iglesia Mayor, luego debía pasar hasta la
iglesia de la Concepción luego a la Compañía de Jesús y volver directo a su
casa de nuevo. De no haberse organizado estas procesiones se hubiera caído
en serios conflictos como en algún momento sucedió por la preeminencia en
liderar estas ceremonias; después de la Piedad le seguía Nuestra Señora de la
Soledad, por orden de antigüedad.

La forma como debían salir los pertenecientes a la cofradía se reflejaba


en los signos externos a cumplirse estrictamente y también estaba bajo la

13 LÉVANO MEDINA, D., Procesión y fiesta. La Semana Santa en Lima, Lima 2016, p. 15.
14 ARCHIVO ARZOBISPAL DE LIMA, Cofradías, legajo 47, documento 19.
128 CELIA MIRIAM SOTO MOLINA

tutela de la cofradía hacer cumplir lo ordenado, es decir, no salir con los


rostros tapados sino “azotándose y cargando los pasos”, en caso no se cumpliese
ello podrían llegar a ser apresados y multados, por ello, la cofradía debía
exigir a cabalidad de no hacerlo serían excomulgados.

Entre los artículos que la cofradía otorgaba para su procesión eran los
cirios en cantidad de cuatrocientos repartidos entre religiosos y seglares, hombres
y mujeres, es decir, aquellos que asistían por devoción a la procesión, aquellos
penitentes que acompañaban la imagen se cubrían el rostro si cargaban una
cruz azotándose u cualquier otro acto penitencial15, asimismo es importante
destacar el acompañamiento del Tribunal del Consulado, reunido y representado
por los comerciantes de la ciudad. El desfile se desarrollaba presidido por 32
insignias en forma de estandartes simbolizados con la pasión de Cristo y de
María, detrás de ello lo seguían siete andas o llamados pasos procesionales
que acompañaban la imagen principal de Nuestra Señora de la Piedad con el
manto negro, la diadema de plata dorada y un rubí en medio bajo un palio en
forma de cielo bordado de oro.

La relación del grupo de comerciantes de Lima representado a través del


Consulado es innegable en esta cofradía, debido a que muchos de sus agremiados
pertenecían a ella, así lo da a conocer un documento del Tribunal del Consulado
donde se da instrucciones de las obligaciones que se tiene con diversas
ceremonias, por ejemplo, la asistencia del Tribunal era imprescindible el
viernes santo desde las ocho de la mañana, se juntaban en la sala de despacho los
principales funcionarios y se dirigía siguiendo un orden a la Iglesia de la Merced,
así como para la adoración de la Cruz se ofrecía una onza de oro. Entre ellos
se repartían 46 hachas que se distribuían entre el señor juez de alzadas (4),
prior y cónsules (12), consejeros y diputados (16), asesores y escribano mayor
(14). En dicha procesión son los criados vestidos de librea que reparten a los del
centro las hachas para alumbrar, todo ello costeado por el Tribunal, en general
todos están obligados a hacerlo ya sea alumbrando o cuidando el orden16.

Hacia el año de 1636, posterior al terremoto, la cofradía pidió se les exoneré


de salir en procesión debido a que se encontraban sin plata además de estar la
ciudad pobre, es indudable las recaudaciones que se hacían tal como señala
Lévano eran entre los años 1676 y 1690, centralizado entre recolección de
limosna, cobro de censos, donaciones17. El 18 de marzo de 1636 el Virrey

15
LÉVANO MEDINA, D., Procesión y fiesta. La Semana Santa en Lima, Lima 2016, p. 36.
16
AGN PERÚ, Tribunal del Consulado, legajo 6, documento 145, folios 1v-2. s/f.
17 LÉVANO MEDINA, D., “La Administración de los bienes temporales en las cofradías

limeñas del siglo XVII”, en Corporaciones religiosas y evangelización en Iberoamérica,


siglos XVI-XVIII. Lima 2010, p. 115,
LA VIRGEN DE LA PIEDAD DE LIMA EN EL CONVENTO DE LA MERCED 129

mando llamar al juez de alzadas y Tribunal del Consulado para encargarles


tomen a su cargo la salida de la procesión de semana santa del entierro de
Jesucristo de la cofradía de Nuestra Señora de la Piedad, y hacerlo con gran
lucimiento como se tenía acostumbrado18. Es así que el viernes santo, un 21
de marzo, salieron por la mañana el Virrey la Real Audiencia para los oficios
acostumbrados y por la tarde Pedro de Garate, prior del Consulado, sacó el
estandarte a lo cual fue acompañado por todo el comercio con gran cantidad
de hachas.

Lo penitente en la procesión se simbolizaba a través de la sangre derramada en


la cruz, otra representación fueron los hombres armados, en el año de 1651 en
un pleito iniciado por el mayordomo Pedro del Molino, se incide la necesidad
que se respete la representación realizada por la cofradía de la Piedad ante la
cofradía de las Nazarenas, debido a que esta última quería realizar el miércoles
de semana santa contraviniendo el verdadero sentido de estos hombres que
acompañan a Cristo en su muerte.

La representación se habría iniciado en el año de 164919 y tenían posesión


de la misma, era la compañía de hombres armados indicados para cuidar el
sepulcro ante el temor de ser sacados por los discípulos, de no haber sido así
los discípulos hubieran sacado el cuerpo y dirían que había resucitado, pues
muy por el contrario sucedió que sin acción de persona alguna y por la
propia virtud divina unida a su cuerpo santísimo, el sepulcro así cerrado y
bajo la admiración y espanto de los guardias, resucitó y se mostró ante las
mujeres que acompañaron a los discípulos. Definitivamente este suceso glorioso
era una representación que no podía llevarse a cabo antes de la crucifixión,
además porque no seguía la memoria de las siete estaciones, ya que a cuestas
del calvario en la cruz no intervino compañía de gente armada, sino más bien
en la guarda del sepulcro siendo la más fiel representación y acordada el
viernes después de la muerte. Ante esta situación se resolvió la posesión para la
cofradía demandante de la escuadra de soldados armados detrás y en guarda del
sepulcro, y si en caso se atraviesen a hacerlo antes serían excomulgados.

La solemnidad y representación fue disputada por varias cofradías a lo


largo de la vida colonial limeña, era más que un honor un estado glorioso llevar
tipos de ornamentos o tener preeminencia en días especiales que dentro del
calendario litúrgico eran muy importantes.

Para fines del siglo XVII, luego de los sucesos del terremoto, con la
reconstrucción de la ciudad y un mejoramiento económico, la cofradía de la

18 SUARDO, A., Diario de Lima (1629-1639), Lima 1936, pp. 121-122.


19 ARCHIVO ARZOBISPAL DE LIMA, Cofradías, legajo 15, documento 2.
130 CELIA MIRIAM SOTO MOLINA

Piedad vuelve a las calles según la notificación recibida por Juan de Mancilla,
juez de testamentos, ordenando salir el viernes santo20:

“Saquen la procesión a las cuatro de la tarde viniendo desde la calle de


Mercaderes y dando vuelta a la plaza y entrando a la iglesia catedral
por puerta donde está la capilla antigua del Rosario pasando entre los
dos saldrá por la puerta que cae a la calle de Las Ánimas y llegará hasta la
esquina de la casa en que vivió Alonso de Isarra y desde allí bajará
directamente sin distraerse ni detenerse ni hacer pausa de manera que
mucho antes de la oración este recogida (...) asimismo se distribuyan
400 cirios y no más entre los religiosos como las personas seglares,
hombres y mujeres que por su devoción asisten a dicha procesión sin
que para lo contrario valga pretexto (...) Si acompañan no se permita
que penitente alguno salga cubierto el rostro sino fuere cargando la
cruz o azotándose o en otro acto o ejercicio de penitencia igual o los
que hubieren de llevar insignia de pasión y no otros, debiendo hacerlo
cumplir los mayordomos”.

Los acompañantes debían cumplir a cabalidad lo ordenado, entre las faltas


estaban la excomunión, la multa de hasta quinientos pesos, así también excederse
en la cantidad de cera, es decir, cirios estaba mal visto. Por el contrario, el
penitente, debía llevar el capirote -sombrero alto de forma cónica- con la solemnidad
debida sin causar escándalo ni haciendo burla por las calles.

En definitiva el control eclesiástico y del Cabildo condujeron las manifestaciones


de las cofradías, y en el caso de la cofradía de Nuestra Señora de la Piedad hacer
cumplir lo que debía seguir con el objetivo de seguir la tradición de exaltar y
rendir culto a la Virgen, para ello debía hacerse cumplir la organización interna, tal
fue la preocupación de los encargados de los preparativos para rendir los
honores que días previos a la semana santa del año 1688, el licenciado Luis
de Castañeda inició un pleito para que el mayordomo de la cofradía sacase
de su carrocería el Santo Sepulcro, las andas de la Virgen de la Piedad y
otras alhajas, a lo que este pidió cierto tiempo porque estaban tan próximos a
la celebración que había el temor de perderlas asimismo incidió en que debía
guardarse el respeto debido21.

20 ARCHIVO ARZOBISPAL DE LIMA, Cofradías, legajo 15, documento 7.


21 ARCHIVO ARZOBISPAL DE LIMA, Cofradías, legajo 14, documento 30
LA VIRGEN DE LA PIEDAD DE LIMA EN EL CONVENTO DE LA MERCED 131

IV. IMAGINANDO EL DOLOR

El dolor corporal de Jesús el viernes santo fue un signo más del iniciado
desde la noche anterior, la traición de Judas significó una lanza al corazón,
¿cómo una persona podría alcanzar sentir en carne propia no sólo el dolor
corporal sino el espiritual?, fueron los cofrades, hermanos y fieles pertenecientes a
las cofradías quienes pudieron encarnar mediante manifestaciones visibles
esos pasajes de dolor, a ellos se les llamará penitentes22.

En la carta de hermandad23 del año 1701, hay especificaciones precisas de


lo que debe hacer un hermano de la cofradía de Nuestra Señora de la Piedad:

“A todas las personas que acompañasen la procesión de viernes santo


que sale de Nuestra Señora de las Mercedes a la iglesia mayor, se le
dará indulgencia plenaria y rescisión de todos sus pecados rogando a
Dios (…) Y asimismo concede a todas las personas que se hallaren en
la procesión del viernes santo, además de la indulgencia referida un
año y una cuarentena de perdón de todas las penitencias dadas haciendo
oración a la Santísima Virgen de la Piedad, y a todos los que trajesen
el Santo, indulgencia plenaria y remisión de todos sus pecados”24.

Otra forma que explica Lévano de estar adscrito a la cofradía, eran las
cartas de esclavitud25:

“Ofrecimiento que hace la cofradía y esclavitud de la Madre de Dios


de la Piedad y santo entierro de Cristo Nuestro Señor, que está

22 LÉVANO MEDINA, D., Procesión y fiesta. La Semana Santa en Lima, Lima 2016, p.

53, eran hermanos de las cofradías o fieles del común que acompañaban las procesiones por
devoción o con un fin particular, como la curación de alguna enfermedad, la redención de
pecados o el cumplimiento de algunas promesas. Vestidos con los colores de las cofradías,
llevaban la cara cubierta con un capirote – gorro alto en forma de cono – negro, blanco o del
mismo color que su vestimenta.
23 GARLAND, B., “Las cofradías en Lima durante la Colonia” en La venida del reino. Cusco

1994, p. 201, a través de las cartas de hermandad se ofrecía un seguro espiritual, entre ellas:
innumerables indulgencias plenarias, el poder sacar almas del purgatorio en fechas especiales,
jubileos, perdones, vida eterna por medio de auxilios de la gloria y por último, sufragios y
oraciones. Asimismo en LÉVANO MEDINA, D., “La Administración de los bienes temporales en
las cofradías limeñas del siglo XVII”, en Corporaciones religiosas y evangelización en
Iberoamérica, siglos XVI-XVIII. Lima 2010, p. 115, señala que las cartas de hermandad fungían de
recibos y contratos espirituales a través de los cuales los recolectores realizaban la recolección de la
limosna semanal, entre ellas, las obligaciones espirituales y materiales a practicar por el hermano.
24 ARCHIVO ARZOBISPAL DE LIMA, Cofradías, legajo 37, documento 3.
25 LÉVANO MEDINA, D., “La Administración de los bienes temporales en las cofradías

limeñas del siglo XVII”, en Corporaciones religiosas y evangelización en Iberoamérica, siglos XVI-
XVIII. Lima 2010, p. 116.
132 CELIA MIRIAM SOTO MOLINA

fundada en el convento de Nuestra Señora de la Merced, a todos los


fieles cristianos que se asentaren por cofrade de la dicha cofradía,
ofreciendo de limosna un real cada semana, para ayuda de los gastos
que tiene, la cual limosna se convierte en utilidad de quién la da, como
se verá. Esta santa cofradía de la madre de Dios de la Piedad, es de
las más antiguas, y demás devoción que hay en esta ciudad, por el
título tan piadoso que tiene, y para que su devoción vaya adelante ha
dispuesto socorrer a todos los esclavos y esclavas, dándoles lo
necesario y así exhortamos a todos los fieles hombres y mujeres blancos
y morenos y se asienten como cofrades y esclavos de esta gran señora,
y de su hijo precioso con que conseguirán lo que han menester para
vivir y morir.”

Ambas manifestaciones de pertenencia a una cofradía destacan no sólo


que esta cofradía tiene un carácter excepcional sino que abogan a la madre
piadosa aquella representación de la dolorosa figura de la virgen sufriendo por la
sangre derramada de Cristo, pero también exige devoción en representaciones
físicas a través del dolor corporal en el autocastigo.

V. CAMINANTE Y COFRADE

Otra expresión física de la cofradía, fue la expresión artística en sus


imágenes, hacía el año de 1601, los mayordomos Luis Alonso de Águila y
Juan Muñoz Córdova de Nuestra Señora de la Piedad concertaron con el
escultor Martín de Oviedo y el pintor Cristóbal de Ortega, para hacer la capilla
de Nuestra Señora de la Piedad26, el material a utilizar en una obra de esta
naturaleza debía de ser de la mejor, para ello se pedía que fuera de madera de
roble y cedro de Chile cuyas medidas serían ocho por cinco varas, también
debía contener un banco donde debía cargar un ensamblaje con la talla y su
base, a los lados los cuatro evangelistas y en el otro lado los cuatro doctores de
la iglesia y en el medo un sagrario con su caja donde debía estar el Santísimo
Sacramento; además contener dos medias columnas con tres pilares de orden
dórico, y entre las columnas y pilastras deberían ir los siete misterios de la
pasión. Otras características sería un cornisamiento y sobre el mismo el segundo
cuerpo conteniendo dos pinturas representando la muerte y el dolor.

Por el año de 1635, un cuatro de marzo, se colocó una nueva imagen de


Nuestra Señora de la Piedad en la capilla nueva mandada a hacer por sus

26 AGN PERÚ, Protocolos Notariales siglo XVII, N° 22, folios 972v-975. Lima, 13 de

setiembre de 1601.
LA VIRGEN DE LA PIEDAD DE LIMA EN EL CONVENTO DE LA MERCED 133

cofrades, para ello se realizó una procesión a la cual asistieron el virrey y


autoridades de la Real Audiencia27.

Lamentablemente las obras artísticas no han podido perdurar en el tiempo


ni mucho menos ha quedado registro gráfico de las mismas, debido a que
Lima, ciudad proclive a los fenómenos naturales en este caso los terremotos.
Justamente posterior al gran terremoto de 1687, el mayordomo de la cofradía
de la Piedad, pide se saque a remate las obras para reconstruir la capilla de la
Virgen debido a que el terremoto acaecido el 20 de octubre había provocado que
se desplome parte de la bóveda de la capilla arruinándose toda la sacristía28.

La organización de la cofradía involucraba diversos participantes activos,


entre los mayordomos y cobradores, aparte de las procesiones más emotivas
que fueron en semana santa, también las catástrofes propiciaban realizar
diversas dispensas religiosas, debido a que muchos indicaban que las causas
de las catástrofes naturales eran la lejanía de Dios y por ello enfurecía y enviaba
sus castigos divinos, luego del terremoto de 1687, la cofradía de la Piedad
logró una excelente recaudación en las procesión del temblor y de desagravios29.

Entrada la Independencia, las cofradías perdieron el peso tanto de fieles


como del poder que tuvieron en la colonia, para el caso de la Piedad en el
año de 1827 y otras cofradías de españoles más propiciaron que se redacte un
documento que iba dirigido al encargado de cofradías de la Municipalidad de
Lima sobre la rebaja en las recaudaciones por el derecho de cartas de hermandad y
que muchos deudos de difuntos pedían se cancelasen las deudas acarreadas
en los funerales hasta un mejor período de restablecimiento económico30.

Aun en el siglo XX, la vigencia de la cofradía se hacía notar en las calles


limeñas la semana santa, el viernes santo era llamado “viernes de la Cruz”31
llamado por Guillermo Lohmann Villena en el cual indica que no había punto de
superación la pomposidad y parafernalia del séquito, en la que tanto religiosos
como cofrades de la Piedad iban vestidos con imponentes trajes, asistiendo
los más notables vecinos con previa invitación impresa.

27 SUARDO, A., Diario de Lima (1629-1639), Lima 1936, p. 71.


28 ARCHIVO ARZOBISPAL DE LIMA, Cofradías, legajo 14, documento 31.
29 LÉVANO MEDINA, D., “La Administración de los bienes temporales en las cofradías

limeñas del siglo XVII”, en Corporaciones religiosas y evangelización en Iberoamérica,


siglos XVI-XVIII. Lima 2010, p. 118.
30 EGOAVIL, T., Las cofradías en Lima siglos XVII y XVIII, Lima 1986, p. 102.
31 LÉVANO MEDINA, D., Procesión y fiesta. La Semana Santa en Lima, Lima 2016, p. 63.
134 CELIA MIRIAM SOTO MOLINA

VI. CONCLUSIÓN

La cofradía de Nuestra Señora de la Piedad es la representación visible de


ser una cofradía penitente por tener su advocación a una virgen que sufre e
incluir en sus ceremonias principales el autocastigo, incluso la carta de hermandad
tiene esa disposición. La penitencia fue rigurosa en todo el proceso de culpa
interior al que el feligrés, cofrade u hermano debía sentir y atribuir en diferentes
tipos de signos.

A pesar de muchas desgracias ocurridas a lo largo de la vida colonial


limeña, ésta no se apartó de su advocación y continuó mediando para su
participación en la semana santa, e incluso hizo prevalecer su antigüedad
ante la aparición de otras cofradías de seguir los ritos similares.

La simbología representada en los signos externos y la rigurosidad en


llevar la sagrada imagen converge en una ciudad festiva y motivada por las
costumbres, siendo un distintivo único que para el siglo XXI continúa pero
con otras procesiones a cargo de las hermandades.

Fragmento del impreso que aparece en la carta de hermandad de la cofradía


Nuestra Señora de la Piedad. (Fuente: ARCHIVO ARZOBISPAL DE LIMA,
Cofradías, legajo 37, documento 3. Año 1701)
LA VIRGEN DE LA PIEDAD DE LIMA EN EL CONVENTO DE LA MERCED 135

Nuestra Señora de la Piedad. Anónimo, ca. XVIII. Iglesia de La Merced de Lima.


(Fuente: LÉVANO MEDINA, Diego, Procesión y fiesta. La Semana Santa
en Lima, Lima 2016, p. 37. Fotografía de Juan Manuel Parra)

“La Quinta Angustia” (obra del escultor Gregorio Fernández, año 1625), imagen
titular de la cofradía Nuestra Señora de la Piedad para el Convento de San
Francisco, en Valladolid - España. (Fuente: Wikipedia).
Sobre el perdón real. El indulto de un
condenado por delito menor en la Cofradía
de Nuestra Señora de la Soledad de Burgos

Rafael SÁNCHEZ DOMINGO


Universidad de Burgos

I. Origen de la Cofradía.

II. El perdón del Viernes Santo de la Cruz.

III. Semana Santa de Burgos de 1524. Rl perdón del Viernes Santo


de la Cruz.

IV. La institucionalización de los perdones por el Gobierno.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 137-156. ISBN: 978-84-697-5400-9


I. ORIGEN DE LA COFRADÍA

En Burgos, Cabeza de Castilla, la veneración y devoción de la imagen de


la Virgen de la Soledad es extendió desde épocas tempranas y aparece presente
en las cofradías pasionistas. Durante el siglo XVI, en Burgos procesionaba como
Hermandad de penitencia la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, que
se encontraba bajo la advocación de La Muerte, con un objetivo claro de
asistencia en la procesiones y entierros por parte de sus cofrades. Esta Cofradía
aparece incardinada en el monasterio de la Santísima Trinidad de Burgos en
el siglo XVI.

El Monasterio de la Trinidad de Burgos fue establecido el año 1207, atestiguado


por el diploma real signado por Alfonso VIII de Castilla en la villa de Atienza
con fecha 14 de mayo de 12071. En virtud de este documento, el monarca
confirmaba todos los bienes que una señora llamada Catalina, había donado a la
Orden de la Santa Trinidad y de los Cautivos y a fray Juan, primer ministro de la
Orden, así como a sus sucesores, en los términos de Huérmeces, Monasterio,
Ruyales y Palacios de Benaver, en tierras de Burgos y de Lara2. Aunque en
este documento no se cita expresamente el convento trinitario de Burgos, se
colige que si habían pertenecido al mismo todos los bienes a los que se
refiere, ya estaba fundado en esa fecha. Flórez afirma que el convento es uno de
los primeros de Burgos por su antigüedad, y que fue protegido por el monarca
Alfonso VIII3.

Las Cofradías fueron instituciones valiosas para promover la vida cristiana


entre los fieles y se convirtieron en un apoyo eficaz para la realización de obras
de apostolado y de caridad. En el monasterio de la Trinidad de Burgos operaban,

1 “Gil Ramírez dona a la Orden de la Santa Trinidad de Burgos y a ti, fray Juan, primer

ministro todo cuanto posee en un solar del barrio de San Martín”. Archivo Diocesano de Burgos,
Parroquia de San Gil, leg. 57. Cit. FIGUERAS CAPRI, Annales Ordinis SS. Trinitatis de Redemptione
Captivorum, ad. an. 1207 (A.S.V.), ms. 244, p. 201. PORRES ALONSO, B., Los trinitarios
en Burgos. Historia de un convento (1207-1835), Córdoba 2004, pp. 321-322.
2 Pub. PORRES ALONSO, B., “San Juan de Mata en Burgos”, en Trinitarium, 5 (1996)

163-168.
3 FLÓREZ, E., España Sagrada, Madrid 1772, t. XXVII, pp. 510-522.
SOBRE EL PERDÓN REAL. EL INDULTO DE UN CONDENADO POR DELITO… 139

en el siglo XVI, cinco Cofradías y una Congregación. Una de las Cofradías


se refiere a la de la Soledad de la Madre de Dios, y las escuetas noticias que se
nos traslada de ella aparecen recogida en una Memoria de Capellanías, que
lleva por título:

“El Monasterio de la Santísima Trinidad de Burgos. Saco esta Memoria


de capellanes y hacienda por sacar los valores de la hacienda para el
repartimiento de los valores que de nuevo mando hazer el rey Don
Phelipe segundo de España la qual se saco en este monasterio siendo
provincial de la Provincia de Castilla el P. Maestro fray Antonio de
Castañeda y ministro de la casa el P. maestro fray Lucas del Pino y se
sacó por su mandado y la sacaron los padres fray Gabriel Luis y el p.
fray Gonzalo Alonso de Burgos, todos hijos de esta mesma casa sacose y
acabose en diez y siete de abril del año de mill y quinientos y noventa y
cinco. Y al presente no tiene más hacienda la casa con carga de capellanías
y libre de la que seta en este memorial”4.

Por lo que respecta a la Cofradía de la Soledad que operaba en el monasterio


de la Santísima Trinidad, dice el Memorial:

“La Cofradía de la Soledad de la Madre de Dios da por cinco processiones,


las quatro del Smo. Sacramento y la quinta de la Disciplina cinquenta
reales cada año. Y mas por una misa rezada cada semana setenta y
seys reales, con todos ciento y veynte y seys reales cada año”5.

La procesión de la disciplina se realizaba la tarde del Viernes Santo y tenía


como imagen central una Virgen a los pies de una cruz negra con sudario que
era procesionaba en alto ante los cofrades.

Este monasterio también tenía adscrita la Cofradía Noble de la Sangre de


Cristo, fundada en 1592, extinguida en 17706 que en 1802 celebraba tres
procesiones anuales: el 3 de mayo, la Invención de la Santa Cruz; el 16 de
julio, Triunfo de la Santa Cruz y el 14 de septiembre, la Exaltación de la Santa
Cruz. En las tres fiestas se rezaban vísperas con responso, misa cantada y sermón
y por la tarde se procesionaba con las santas gotas en la capilla del Santo

4 A.H.N., Secc. Clero, Memoria de Capellanías y hacienda para sacar los valores de la

hacienda para el repartimiento... que mandó hazer el rey Don Phelipe Segundo, 21 fols. sig. 1030.
Agradezco a D. Luis Miguel de la Cruz Herranz, Jefe de la Sección Clero del A.H.N. la amabilidad
para facilitarme el acceso a la documentación del Monasterio de la Trinidad de Burgos.
5 A.H.N., Secc. Clero. Memoria de Capellanías..., fol. 13 v. Cit. PORRES ALONSO, B.,

Los trinitarios en Burgos..., p. 78.


6 MUGA, P., y REVENGA, H., La iglesia de San Gil Abad, Burgos 2011, p. 95.
140 RAFAEL SÁNCHEZ DOMINGO

Cristo (o de San Ildefonso)7. A mediados del siglo XX esta Cofradía se


refundó y es designada con el nombre de “Real Hermandad de la Sangre de
Cristo de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores”8.

En el siglo XVIII la sede de la Cofradía de la Soledad tenía su sede en el


convento de La Merced. Este convento previsiblemente fue fundado en 1271, en
el tiempo del cuarto General fray Pedro de Amerim,

“también se prueba de una bula de la santidad del Papa Urbano IV,


que tare nuestro bulario nuevo, en el cual hace este Sumo Pontífice
inmediato así este convento. De él se halla memoria en tiempo del rey
Don Fernando IV de Castilla, quien confirmó en esta Ciudad todos los
privilegios a la redención el año 1311, en cuyo tiempo comenzó a
hacerse la manda forzosa en los testamentos”9.

Este monasterio se levantó próximo al hospital de San Lázaro y en 1419


fue “levantado a orillas del río Arlanzón, al otro lado de la ciudad amurallada”10,
casi frente a la Catedral. El linaje de los Cartagena ayudó en su reconstrucción,
levantándose una elegante iglesia entre los años 1498 y 151411. La crónica
del P. Palacios, mercedario, al describir las memorias fundadas en el monasterio
de la Merced y las cofradías que se reunían y procesionaban en el monasterio
afirma:

“Síguese a esta la de la Soledad de Nuestra Señora, que antes estuvo


dedicada por sus patronos, los del apellido Velázquez, señores de Vizmalo,
al Apóstol Santiago y hoy a la Soledad de María Santísima, venerada en
su dolorosa imagen, que cierto es de las más devotas en este paso que
yo he visto. Hizola el célebre estatuario Gregorio de Rivales, hijo de
nuestra Ciudad, como también la del Cristo en el sepulcro, que se venera
en el mismo altar. En esta capilla hay muchas memorias que paga su
devota cofradía, compuesta de la nobleza de esta ciudad. De ella sale,
aunque no con la solemnidad que antiguamente, la procesión de

7
PORRES ALONSO, B., Los trinitarios en Burgos..., p. 78.
8 MUGA, P., y REVENGA, H., La iglesia de San Gil Abad..., p. 95.
9 PALACIOS, B. de, Historia de la ciudad de Burgos, Manuscrito en folio que se

conservaba en el Monasterio de la Merced de Burgos, Siglo XVIII, capítulo X, p. 176. (Este


libro manuscrito se encuentra digitalizado en el Archivo Municipal de Burgos).
10 ANDRÉS GONZÁLEZ, P., “Imaginería de la pasión en la iglesia de San Gil de Burgos:

La “Real Hermandad de la sangre del Cristo de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores”, en
B.I.F.G., nº 2018 (1994/1), p. 13.
11 MANSILLA REOYO, D., “Obispado y monasterios”, en Historia de Burgos II. Edad

Media (1), Burgos 1986, p. 341; FLÓREZ, E., España Sagrada, Madrid 1772, t. XXVII, pp.
547-551. Cit. ANDRÉS GONZÁLEZ, P., “Imaginería de la pasión...”, p. 13.
SOBRE EL PERDÓN REAL. EL INDULTO DE UN CONDENADO POR DELITO… 141

Viernes Santo, por la tarde. Son muchas las indulgencias que los Sumos
Pontífices la han concedido para muchos días del año, especialmente
para los tres de las Pascuas, de Navidad y Pentecostés, en que está el
Santísimo patente por espacio de cuarenta horas”12.

En la actual parroquia de San Gil, en el extremo meridional del transepto,


se encuentra una imagen de Nuestra Señora de los Dolores del siglo XVII,
atribuida al taller de Gregorio Fernández y que procede del convento desamortizado
de la Merced13,

“está representada de pie, sola, con el rostro ligeramente vuelto hacia


la izquierda, con los brazos extendidos, queriendo significar la súplica al
Padre ante los trágicos momentos que está viviendo. Sobre su pecho,
el corazón está atravesado por un puñal de plata”14.

Podría tratarse esta imagen la que se encontraba en el convento de la


Merced, tal como describe el P. Bernardo Palacios, mercedario, lo que sucede es
que no se conocen datos biográficos del escultor burgalés Gregorio Rivales.
La imagen de Nuestra Señora de los Dolores, de la parroquia de San Gil se
puede datar de mediados del siglo XVIII. En esta parroquia se venera un Cristo
al que el pueblo le tiene gran devoción y que se encontraba en el convento de
los Trinitarios15.

Sabido es que el proceso desamortizador causó la pérdida de muchos


bienes a las cofradías, desapareciendo algunas de ellas, guardándose algunas
imágenes en parroquias cercanas, siendo conocida la imagen de la Soledad,
en la parroquia de San Cosme y San Damián, próxima al convento de la Merced,
que es la antecesora de la actual, y que procesionaba junto con un santo
Sepulcro la tarde del Viernes Santo.

La Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de Santiago fue refundada


con fecha 20 de febrero de 194416 y su sede canónica se localiza en la parroquia
de Santiago y Santa Águeda, usando como referente tanto la imagen de Nuestra
Señora de las Angustias y ajuar procesional que le cedió la Hermandad del
Calvario y Santo Entierro. El altar propio comenzó a construirse a partir de

12 PALACIOS, B. de, Historia de la ciudad de Burgos.., cap. X, pp. 177-178.


13 MUGA, P., y REVENGA, H., La iglesia de San Gil Abad..., p. 77.
14 Ibidem.
15 BOSARTE, I., Viage artístico a varios pueblos de España con el juicio de las obras de las

tres nobles artes que en ellos existen y épocas a que pertenecen, Madrid 1804, pp. 253-254.
16 Con fecha 16 de febrero de 1944 se firmó el decreto de fundación por el Arzobispado

de Burgos.
142 RAFAEL SÁNCHEZ DOMINGO

1949, año en que la imagen de la Virgen fue depositada en la parroquia, pues


hasta ese momento se guardaba en la capilla de Santiago de la catedral burgense y
se trasladaba los martes santos a la parroquia de Santiago y Santa Águeda,
efectuando estación en el Monasterio de la Visitación, de las RR.MM. Salesas,
muy próximo a la parroquia. La Cofradía desfila en procesión el Viernes Santo,
en la procesión del Santo Entierro y el Sábado Santo, en la Procesión de La
Soledad de Nuestra Señora. Con banda de trompetas y tambores propio. Es
una de las cofradías españolas que solicita el indulto de un penado cada año
y este indulto le es comunicado al preso durante la procesión, en los últimos
años, se lee el decreto de indulto en el arco de Santa María, puerta principal de la
ciudad y sede que albergaba el antiguo concejo, donde reunían los regidores de
la ciudad, próximo a la catedral y a la propia parroquia de Santa Águeda y
Santiago.

II. EL PERDÓN DEL VIERNES SANTO DE LA CRUZ

El perdón real ha sido una cuestión generalizada por la monarquía desde


los siglos bajomedievales. Fue una de las expresiones más características de
lo que se entendió como el ejercicio del gobierno por la gracia17. Alfonso X
el Sabio, en las Partidas regula
“Los perdones”, y afirma: “la misericordia propiamente es, quando el
Rey se mueve con piedad de sí mismo, a perdonar a alguno la pena que
debía aver, doliéndole del, viendole cuytado, o mal andante, o por piedad
que ha de sus fijos, e de su compaña. Merced, es perdon que el Rey
faze a otro, por merecimiento de servicio que le fizo aquel a quien perdona,
o aquellos de quien el desciende, e es como manera de galardon”18.
Para Nieto Soria, “la consideración del perdón real en las Partidas
otorga a este texto un significado verdaderamente funcional para lo que
será la interpretación de tal función durante el conjunto de la época
bajomedieval y, en particular, en el periodo Trastámara, habiéndose
destacado la importancia del tratamiento dado en este texto a tal
cuestión, al poner de manifiesto la vinculación causal entre poder real y
capacidad para perdonar, lo que propiciaba una interpretación del
perdón como arma política característica en manos del poder regio”19.

17 RODRÍGEZ FLORES, Mª I., El perdón real en Castilla (siglos XIII-XVIII), Salamanca

1971, p. 131.
18 Código de las Siete Partidas glosadas por Gregorio López, séptima partida, tit. XXIII,

ley III, Salamanca 1555, p. 96.


19 RODRÍGEZ FLORES, Mª I., El perdón real en Castilla..., p. 227. Cfr. NIETO SORIA

J.M., “Los perdones reales en la confrontación política de la Castilla Trastámara”, en En la


España Medieval, 25 (2002) 215.
SOBRE EL PERDÓN REAL. EL INDULTO DE UN CONDENADO POR DELITO… 143

Los reyes, inicialmente y posteriormente el Ministerio de Gracia y Justicia


obedecían la costumbre de indultar a un reo durante las fechas de Semana
Santa. El origen de esta costumbre se encuentra en Burgos, iniciado por el
monarca Juan II, padre de Isabel la Católica y enterrado en la Real Cartuja de
Miraflores quien promulgó una ley el año 1447 que se llamó “El perdón del
Viernes Santo de la Cruz”, y este es el probable origen de la tradición de la
Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, que anualmente solicita el medida
de gracia para un penado que cumple condena en el Centro penitenciario de
Burgos. La concesión de un perdón general era práctica frecuente en Castilla
al comienzo de un reinado, como sucedió con Juan I, recordando lo que
había hecho Enrique II en 1367, por lo que las Cortes celebradas en Burgos
el año 1379 concedió el perdón general “por onrra del comienzo del nuestro
regnado e de la nuestra caualleria e coronamiento”20.

Según la tradición, el origen de este indulto se encuentra en los Evangelios,


puesto que estos afirman que Poncio Pilatos respetaba la costumbre de conceder
la liberación de un reo al pueblo judío con motivo de la Fiesta21 y por ello a
mediados del siglo XV, el monarca Juan II de Castilla decretaba el perdón
anual a un preso con motivo de la celebración del Viernes Santo -de ahí la
Ley del Perdón del Viernes Santo de la Cruz-. Parece ser que con el tiempo
se perdió la costumbre pero según recuerda la tradición debido a la epidemia
de peste que asoló la ciudad de Málaga el año 1759, los presos se amotinaron
debido a que se les impedía portar a hombros la imagen de Jesús el Rico, con
la esperanza que obrara el milagro. Huidos del presidio tomaron el Cristo y lo
procesionaron por los lugares más insalubres. Una vez finalizado su traslado,
devolvieron la imagen del Cristo y retornaron a la cárcel. Posteriormente, cuando
la epidemia pasó, el corregidor trasladó la noticia del milagro al monarca
Carlos III, quien otorgó a la cofradía el privilegio de liberar un preso anualmente
durante la Semana Santa.

Sin embargo, consultando las fuentes de nuestro derecho histórico, en concreto


la Novísima Recopilación de las Leyes de España, se precisa que fue Juan II
de Castilla, el año 1447 quien otorgó el perdón real22. Otras informaciones
menos consistentes afirman que dicho perdón fue otorgado por el mismo
monarca en las cortes de Burgos de 1444. Es verdad que se reunieron Cortes

20 Cortes de los Antiguos reinos de León y de Castilla, II, Madrid 1863, p. 288, pet. 6. Cit.

NIETO SORIA J.M., “Los perdones reales...”, pp. 228-229. Cf. SUÁREZ FERNÁNDEZ, L.,
Historia del reinado de Juan I de Castilla, I, Madrid 1977, pp. 24-27.
21 “Cada Fiesta, el procurador solía conceder al pueblo la libertad de un preso, el que

quisieran” Mateo, 27, 15.


22 Novísima Recopilación de las Leyes de España, Tomo V, Madrid 1805, Título XLII,

Ley II “De los indultos y perdones reales”, pp. 525-526.


144 RAFAEL SÁNCHEZ DOMINGO

en Burgos en dicho años en unos momentos delicados para Juan II. Anterior
a la batalla de Olmedo de mayo de 1445 Juan II se reunió con sus procuradores
en Burgos, durante los meses de octubre y noviembre23, pero de esto no se
colige que Juan II instituyera el perdón del Viernes Santo. Olivera Serrano lo
describe:

“las cartas de convocatoria se habían mandado durante el verano, y


para asegurar la fidelidad a los nuevos colaboradores del monarca se
volvió a repetir la imposición de determinados procuradores”24. Los
infantes de Aragón iban a ser derrotados, como lo fueron en 1429 y el
monarca Juan II y su valido D. Álvaro de Luna preparaban la estrategia
de la ofensiva. “Si los procuradores habían sido exigentes cuando el
rey estaba acompañado por los infantes en 1442, lo iban a sera ahora
también con don Álvaro”25. En “el Ayuntamiento de Burgos de 1444” el
monarca se atrajo a las ciudades prometiendo y ordenando las condiciones
impuestas, como era que nadie cobraría mercedes del rey sin antes jurar
lealtad a la corona y que se establecerían las medidas oportunas al
objeto de asegurar el correcto cobro de los impuestos, a la vez que se
acabarían las confiscaciones de bienes que habían sido ordenadas por
los infantes de Aragón26. En esta ocasión se les otorgó un tercio del
servicio habitual, alrededor de 10 millones de maravedís27, poca cantidad
en comparación con otras colaboraciones anteriores, cantidad que fue
descontada del servicio de 1445. La verdad es que se desbloqueaba la
situación creada y la situación monetaria tenía visos de solucionarse
debido a que comenzaban a exigirse reformas fiscales en el ámbito de
la real Hacienda.

De la existencia de estas Cortes o Ayuntamiento de Burgos, celebrado en


1444 queda constancia en el

Catálogo de las Cortes de los antiguos reinos de España: “Bien sabedes


quuel anno que pasó de mill e quatrocientos e quarenta e quatro annos,
yo envié mandar por mis cartas a algunas cibdades e villas e logares
de mis regnos que enviasen a mi sus procuradores... Después de lo

23OLIVERA SERRANO, C., “Las Cortes de Castilla y el poder real (1431-1444)”, en En


la España Medieval, 11 (1988) 258.
24 CERDÁ RUIZ DE FUNES, J., “Formas de elección de procuradores de Cortes por Murcia

(1444-1450). (En torno a unos documentos de la ciudad y del Reino)”, ed. en Estudios sobre
instituciones jurídicas medievales de Murcia y su reino, Murcia 1987, pp. 279-306. Cit. OLIVERA
SERRANO, C., “Las Cortes de Castilla...”, p. 258, nota 119.
25 OLIVERA SERRANO, C., “Las Cortes de Castilla...”, p. 258,
26 OLIVERA SERRANO, C., “Las Cortes de Castilla...”, p. 259.
27 Ibidem.
SOBRE EL PERDÓN REAL. EL INDULTO DE UN CONDENADO POR DELITO… 145

qual yo, estando en la cibdad de Burgos en el dicho anno con algunos


procuradores que allí vinieron... fablé con ellos e les dije la necesidad
de dinero en que estaba, así para la guerra con el Rey D. Juan de
Navarra, como para otras cosas complideras a mi servicio”28.

Y aunque hay informaciones que aseguran que dicho perdón general del
Viernes Santo otorgado por el monarca en las cortes de Burgos de 1444, en la
Novísima Recopilación se establece la fecha del Perdón en 1447. No obstante, es
muy acertada la opinión de Nieto Soria en el sentido que “durante el siglo XV se
venía a apuntar, de manera cada vez más rotunda a un enfoque progresivamente
dependiente de la incorporación de una concepción absolutista del poder regio”29
y el monarca podía ofrecer la posibilidad de proyectar la imagen de una
tendencia a la teologización del poder regio, por lo que la posibilidad de
otorgar clemencia como elemento incardinado en el ejercicio del ministerio
real, encontraba uno de sus pilares en su origen divino, que debía imponer al
rey una voluntad de semejanza a Dios mismo30.

Para entender mejor el perdón real durante el siglo XV, Martínez Marina,
en su obra Teoría de las Cortes indica que “los reos no podían librar cartas
de perdón en favor de los delincuentes sino en conformidad a lo que sobre esto
disponen las leyes y en los casos designados por ellas, y siempre con acuerdo de
los del Consejo que debían firmar en las espaldas aquellos instrumentos”31, y
para ilustrar esta afirmación pone como ejemplo el razonamiento que hicieron
los procuradores del Reino en las cortes celebradas en Toledo el año 1462:

“Mui poderoso sennor, v.s. Sabe e es notorio en vuestros regnos con


cuanta osadia e atrevimiento muchas personas de los dichos vuestros
regnos con poco temor de Dios e vuestro e de cada dia facen muchas
muertes e robos e salteamientos de caminos e fuerzas e injurias e ofensas
e otros delitos e males e dapnos, lo cual todo han fecho e facen con
esfuerzo que muy presto ganarán vuestras cartas e albaláes de perdon
e perdonandolos de todo cuanto hobieren fecho desde el caso menor al
mayor, e si han acometido traición e muerte segura, e puesto que non
sean perdonados de sus enemigos e que hayan robado e tomado cualquier
cosas sin que lo hayan de pagar e restituir a las partes a quien es tomado e
robado, e derogando las leyes porque sean firmes e valederos los dichos

28 Colección de Cortes de los antiguos reinos de España. R.A.Hª., Catálogo, Madrid 1853 p. 57.
29 NIETO SORIA J. M., “Los perdones reales...”, p. 217.
30 NIETO SORIA, J.M., “Los perdones reales...”, p. 217.
31 MARTÍNEZ MARINA, F., Obras escogidas. Teoría de las Cortes. Legislación de los

reinos de León y Castilla. Juicio crítico de la Novísima Recopilación, t. III, BAC, Madrid
1969, p. 13.
146 RAFAEL SÁNCHEZ DOMINGO

perdones; e lo que es peor es e grave inhibiendo vuestras justicias que


non conozcan mas de lo que contra ellos quisieren demandar e querellar,
aunque como quier que segund la lei fecha por el rei don Juan vuestro
padre, que santo paraiso haya, se dá cierta forma en los dichos perdones;
todo esto en las dichas leyes que sobresto fablan, non han aprovechado
nin aprovechan si de ligero son perdonados los dichos delitos, e porque
han algunos de los que ordenan las cartas e las refrendan e libran de
v.s. poder poner cuantas providencias quieren.. por ende suplicamos a
v.s. homillmente que de aquí adelante non dé nin mande dar las tales
cartas e albalaes de perdón, e mande e ordene que si se dieren non valan
nin consigan nin puedan conseguir efecto alguno, inhiviendo a las
justicias que dello deban conoscer, todavía conozcan de los tales delitos
de crímenes e fagan justicia a las partes, salvo que se hayan de dar e
den según del tenor e forma de las dichas leyes, e de aquí adelante las
tales cartas e albalaes de perdón que v.s. diere non valgan salvo si
non fueren asentados en ellas los casos de que se face mención en las
dichas leyes, e demas desto el que fuere perdonado sea tenido de pagar e
restituir todas e cualesquier cosas que de fecho e de derecho sean tomadas
a cualquier o cualesquier personas....”32.

Esta reflexión de los procuradores intentaba poner orden en la concesión


del perdón real. En las cortes celebradas en Valladolid el año 1447, los
procuradores manifestaron su descontento por la discrecionalidad con la que
el rey venía concediendo su perdón,

“entendiendo que tal procedimiento iba en perjuicio del bien común


del reino, exigiéndole que sometiese su uso a los límites que imponían
al respecto leyes que venían de reinados anteriores”33.

Los procuradores solicitaban la tasación previa de los casos y delitos por


los que el rey podría conceder el perdón y el indulto, previo conocimiento de
la justicia, además de tener que satisfacer y restituir el perdonado los daños
que hubiere ocasionado para que nadie pudiera aprovecharse del perdón real.
Igualmente solicitaban los procuradores, en aras de una mayor garantía a la
hora de concederles que, en adelante, los perdones fueran señalados en las
espaldas de un prelado, un caballero y tres doctores que formaran parte del
consejo real y de lo contrario, ningún secretario ni registrador tramite el perdón,
y si acaso lo hicieran, pierdan sus oficios y no tenga validez la carta de perdón y
los penados no puedan perdonados por tales delitos34. De esta petición se

32 Ibidem, pp. 13-14


33 NIETO SORIA J.M., “Los perdones reales...”, p. 235.
34 Ibidem, p. 14.
SOBRE EL PERDÓN REAL. EL INDULTO DE UN CONDENADO POR DELITO… 147

colige que los reyes no podían avocar para sí causas pendientes, ni mandar
rehabilitar juicios fenecidos, ni sacar a ningún ciudadano de su fuero. Si
acaso por justas razones de Estado se veía la necesidad de actuar de otra manera,
el rey debía exponer los motivos a su Consejo y las cartas de llamamiento debían
ser firmadas por tres consejeros de continua residencia en la forma que concrete la
Ley de las cortes de Toledo de 146235. Ahora bien, como añade Martínez Marina,

“el Consejo por principios de su institución no debía ocuparse en librar


litigios entre partes, ni entender en la administración de la justicia civil y
criminal, pues este era asunto privativo de las justicias ordinarias, y en
grado de apelación correspondía a los alcaldes de corte y audiencia
del rey, y así lo determinó expresamente Juan I en las cortes de Valladolid
de 1385... y en las cortes de Briviesca de 1387, en contestación a la
petición cuarta, acordó: Primeramente tener cuatro homes que sean
buenos e discretos e letrados; de los cuales los dos anden continuadamente
con no se questos cuatro tengan este oficio de nuestra casa e questos
resciban todas las peticiones e cartas que a nos vinieren e estos las
partan en esta manera. Todas las cartas que fueren de justicia envíen
a la nuestra audiencia”36.

Igualmente se constata el interés por las cortes castellanas de “limitar” la


discrecionalidad real en la competencia jurisdiccional, por ello en las cortes de
Segovia de celebradas el 1 de julio de 1389, se acordó que todas las peticiones
de gracia -indulto- y merced debían enviarse al canciller del rey, del sello de
la poridad, con el fin que se las mostrare a él y responda en atención a lo que
su merced fuere

“e que todas las otras peticiones lleven los dichos otros doctores al
consejo para que el dicho consejo libre dellas aquellas que entendieren
que deben librar, e enviar las otras a la su audiencia, e a los alcaldes
e a los contadores e a aquellos logares do entendieren que las deben
enviar según su ordenanza”37.

Esta es la razón por la que las cortes castellanas atribuyeron al Consejo


real la facultad de librar pleitos civiles y criminales. Bajo el reinado de Juan II
de Castilla las cortes entendieron que la reafirmación del poder regio sobre
la ley -en la que se incluía el perdón real-

35 Ibidem, p. 14.
36 Ibidem, p. 15.
37 Ibidem, p. 15.
148 RAFAEL SÁNCHEZ DOMINGO

“era un indicio importante del progresivo desligamiento del rey con


respecto a la ley y como manifestación, en definitiva, de unas tendencias
absolutizadoras del poder real que todavía estaban lejos de ser plenamente
aceptadas”38.

Se dio el caso que el hermano del rey Juan I, el conde Don Alonso, era
“reo de estado”, por cuanto el consejo real, formado por prelados, aconsejaron
al monarca que “en este fecho ellos non podían fablar por cuanto era fecho
de muerte”. E incluso un caballero del consejo real convenció al rey que, por
cuanto convenía a su reputación y buen nombre y proceder en este gravísimo
asunto, debía actuar con prudencia y con justicia, y a la par que le indicaba
los numerosos ejemplos que en la Historia han propiciado el descrédito en
que habían incurrido numerosos monarcas por haber actuado con violencia y
sin base de juicio contra alguno de sus súbditos, colegía que al conde don
Alonso se le debía escuchar en justicia y darle oportunidad para que se defendiera
ante un tribunal cálido, de lo que se deduce que el Consejo carecía de autoridad
para sentenciar esta causa ni finalizar el litigio39.

Posteriormente y bajo los reinados de Enrique IV y de los Reyes Católicos,


concretamente desde que estos últimos decidieron establecer la Real Audiencia
en Valladolid, fueron admitidos a trámite muchas diferencias jurisdiccionales y
litigios en el supremo Consejo, aumentándose las situaciones abusivas, lo que
motivó reiteradas protestas en las cortes, por lo que Isabel la Católica ordenó
que los pleitos que se encontraban pendientes en su Consejo, se remitieran a la
Chancillería de Valladolid. Martínez Marina concluye sobre este tema que

“el alto Consejo de los reyes de Castilla y de León conservó su vigor y


gozó de autoridad universal en todos los negocios políticos y de gobierno
desde el mismo origen de la Monarquía hasta el reinado de don Carlos
primero, en cuyo tiempo comenzó un nuevo orden de cosas, o a decirlo
mejor, un trastorno general de la antigua constitución”40.

La Ley II del Título XLII de la Novísima Recopilación que se intitula “De


los indultos y perdones Reales”, establece lo siguiente:

“Porque el perdón que de ligero se hace da ocasión a los hombres para


hacer mal; por esto mandamos, que ningun perdón, que Nos hiciéramos
de aquí adelante, no vala no sea guardado; salvo e que fuere por

38 NIETO SORIA J. M., “Los perdones reales...”, p. 217.


39 Ibidem, p. 16.
40 MARTÍNEZ MARINA, F., Obras escogidas. Teoría de las cortes.., p. 17.
SOBRE EL PERDÓN REAL. EL INDULTO DE UN CONDENADO POR DELITO… 149

carta firmada de nuestro nombre, y sellada con nuestro sello, y escrita en


mano de Escribano de nuestra Camara, y firmada en las espaldas de
dos de nuestro Consejo: y otrosi, que no se entienda en este perdón, que
vaya perdonado el maleficio que haya echo, salvo aquel que especialmente
fuere nombrado y declarado en la carta de perdón que Nos dieramos, y
que en el perdón general son se entiende ningun caso especial.... Y
mandamos que en los dichos perdones se tenga esta forma: que todos
los perdones, que Nos hubieramos de hacer en cada año, se guarden
para el Viernes Santo de la Cruz, y que nuestro confesor, o quien Nos
mandaremos, escriba la relacion dellos, y la Semana Santa de cada
año nos haga cumplida relación de cada perdón que á Nos fuese
suplicado que hagamos, y de la condición y calidad dél, para que Nos
tomemos un numero cierto de los que á nuestra merced pluguiere de
perdonar, tanto que no pase de veinte perdones cada año; y que
aquellos se despachen pro aquel año y no mas; y que los nuestros
Secretarios jure, que lo guardarán todos así: y quando entre año, así
antes del dicho Viernes Santo como despues, por algunas causas
cumplideras a nuestro servicio Nos hubieremes de hacer algun perdón,
mandamos, que en el se guarden las cosas suso dichas; y que los perdones,
que en otra manera se hicieren, no valen, ni sean guardados ni cumplidos,
aunque se digan ser hechos de nuestro proprio motu, y cierta ciencia
y poderío Real absoluto, con qualquier cláusulas derogativas desta ley, y
de otras cualesquier leyes, fueros y derechos, y con otras cualesquier
firmezas. Y mandamos al nuestro Chanciller y Registrador é a cada uno
dellos, so pena de privación de los oficios, que no registren ni pasen,
ni sellen perdones algunos contra el tenor y forma de lo suso dicho”41.

Tal como previene el mandato regio referente al perdón del Viernes Santo,
sólo se aplicaba este día de la Semana Santa previa propuesta del confesor del
rey o de persona que el propio monarca encomendare, estableciéndose el límite
del despacho en veinte perdones anuales.

En el mismo cuerpo legislativo se citan dos Reales Decretos, uno de ellos


referido al perdón del Viernes Santo:

1) De Felipe II de 7 de septiembre de 1616 y que es del siguiente tenor:


“se previno que la Cámara disponga sin consulta, conforme a lo antiguo,
los perdones de muerte, remisiones de galeras y otras penas corporales y
algunas veces las pecuniarias aplicadas a la Real Cámara, y destierros;

41 Novísima Recopilación de las Leyes de España..., Título XLII, Ley II “De los indultos y

perdones reales”, p. 526.


150 RAFAEL SÁNCHEZ DOMINGO

pero esto de tal manera que se reserva S.M., para que se le consulten
las causas muy graves de perdones de muerte y remisiones de penas
corporales, y las pecuniarias, por ser ya Real Hacienda”42.

2) Decreto de Cámara de 30 de marzo de 1757: “se previno que, todos


los años se pidan a cada Chancillería dos causas de reos a muerte, y a
cada Audiencia una, para los indultos de Viernes Santo; y que sean de
aquellas en que no haya parte que pida, ni intervenga asesinato, robo,
u otro de aquellos delitos feos y enormes indignos de perdón, por sus
circunstancias, y por la vindicta pública, si esta se interesa gravemente
en el castigo”43.

De esta manera que ya vemos reglamentado a mediados del siglo XVIII el


perdón del Viertes Santo para que se soliciten a las Chancillerías y Audiencias
anualmente dos indultos por delitos calificados como menos graves.

III. SEMANA SANTA DE BURGOS DE 1524. EL PERDÓN DEL


VIERNES SANTO DE LA CRUZ

El Emperador Carlos I permaneció la Semana Santa del año 1524 en el


monasterio de monjes jerónimos de Nuestra Señora de Fresdelval, a pocas
leguas de Burgos, por el camino real de Santander y allí siguió la tradición
piadosa que observaban los reyes españoles de indultar un reo al adorar la
Cruz el día de Viernes Santo. El Martes Santo de dicho año, amaneció en Burgos
un día plomizo y triste y un rumor entre los burgaleses intuían una visita
importante, por ello se arremolinaban alrededor del palacio del Condestable -
Casa del Cordón-, porque el rey regresaba de Navarra junto con el condestable
de Castilla, Iñigo Fernández de Velasco, una vez que se había reconquistado
Fuenterrabía que estaba en manos de los franceses. El emperador tenía planes
para la Semana Santa de aquel año: permanecer retirado en el monasterio de
monjes jerónimos para vivir piadosamente los días de pasión. Por aquel entonces
el emperador contaba con veinticuatro años y llevaba el orgullo de haber vencido
la Guerra de las Comunidades de Castilla44. Partió de su residencia en la ciudad,
en el palacio del Condestable escoltado por un escuadrón de la caballería imperial
y la comitiva atravesó la puerta de San Gil, donde se satisfacían los impuestos por

42 NovísimaRecopilación de las Leyes de España..., Título XLII, Ley II “De los indultos y
perdones reales”, p. 526, nota 2.
43 Novísima Recopilación de las Leyes de España..., Título XLII, Ley II “De los indultos y

perdones reales”, p. 526, nota 1.


44 ALBARELLOS, J., Efemérides burgalesas, Burgos 1980, pp. 80-81. El autor recoge la crónica

de un artículo publicado hacia 1960 por D. Juan Menéndez Pidal en El Universo, Ibídem, p. 80.
SOBRE EL PERDÓN REAL. EL INDULTO DE UN CONDENADO POR DELITO… 151

introducir el pescado fresco y las salazones que se consumían durante la


observante Semana Santa, debido al precepto de abstinencia del Viernes Santo.

Llegado el emperador al monasterio de Jerónimos de Nuestra Señora de


Fresdelval, tras los oportunos saludos de rigor por parte de la comunidad, quedó
recogido en oración el hombre más poderoso de Occidente y de América y al
anochecer se dispuso a orar ante el Santo Sepulcro, escoltado por la presencia de
los grandes nobles del Imperio. Las solemnidades religiosas que recordaban
la Pasión fueron predicadas por fray Antonio de Guevara45.

Al amanecer se le aproximó al Emperador el Condestable Iñigo Fernández


de Velasco, aprovechando que se aproximaba el momento del “perdón del
Viernes Santo de la Cruz”, con el fin de interceder por la vida de su sobrino
Pedro Girón, hijo del conde de Urueña y le concediera el indulto. Este señor
se había alzado contra el Emperador comandado uno de los episodios de la
Guerra de las Comunidades, siendo excluido del perdón general de 16 de
diciembre de 1520, firmado por Carlos I en Worms. A esta insistencia se sumó
el predicador, fray Antonio de Guevara. Le recordaron al emperador que “su
bisabuelo, Don Juan II de Castilla, en unas Cortes de Burgos de 1447, había dado
una ley de “El perdón del Viernes Santo de la Cruz” por el cual se indultaba
desde entonces, cada año a un reo”46.

La reacción de Carlos I, ante dicha petición fue la que sigue: “Hombre de


pocas palabras el César, quizá guardó silencio ante las reiteradas súplicas de
los mediadores, pero ¿cómo un alma profundamente religiosa había de escuchar
insensible a los clamores de la piedad aquella estrofa del himno que entonaban
los PP. Jerónimos en el acto de la adoración de la Cruz? <Oh árbol elevado,
inclina tus ramas, ablanda tus entrañas duras, suavícese aquella rigidez que
te dio naturaleza y extiende dulcemente en ti los miembros del Rey soberano>”47.
La Real Cédula en la que consta la concesión del perdón a Pedro Girón,
quien en su día fue capitán de la Junta de las Comunidades, lleva fecha de la
Chancillería regia de 27 de marzo de 1524.

45 Fr Antonio de Guevara (1480-1545) profesó la vida religiosa en la orden franciscana.

Le movió el prurito cortesano y el emperador Carlos V lo llamó junto a sí en 1521 y le nombró


predicador (1523), de manera que inició una carrera honorífica, llegando a ser nombrado obispo de
Guadix (1529) y de Mondoñedo (1537), donde falleció en 1545. Escribió la obra Relox de
Príncipes. Hemos manejado el texto de GUEVARA, A. de, Relox de príncipes. Estudio y edición
de Emilio Blanco, CONFRES, 1994.
46 Ibidem.
47 ALBARELLOS, J., Efemérides burgalesas..., p. 83.
152 RAFAEL SÁNCHEZ DOMINGO

IV. LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LOS PERDONES POR EL


GOBIERNO

En la Obra Compendio de Derecho Real de España, de J. Sala, publicada


en el año 1833, treinta y siete años antes que se aprobara la Ley del Indulto de
1870, se enseñaba en las Universidades, de manera casuística y elocuente, a
través de preguntas y respuestas, cómo debía procederse a conceder el indulto:

“P. Habiendo tratado de los delitos y de las penas, y debiendo hablar


de los indultos, ¿qué es el indulto?
R. Perdón de ciertas penas por algunos delitos que solo puede conceder
el Rey.
P. ¿De cuántas maneras es?
R. De dos, general y especial: e general suele concederle cuando el
nacimiento de algun infante, ó por alguna victoria, y el particular cuando
perdona á alguna persona particularmente por algun bien que haya hecho
al Rey ó al reyno, ó por su sabiduría, como sucede en el viernes santo.
P. ¿Cómo suele verificarse el perdón del viernes santo de la cruz?
R. Suele el Rey mandar á su confesor ó á otro que vaya recibiendo la
relación de los perdones que se solicitan pro el año para concederlos
en el viernes santo, que nunca suelen pasar de veinte.
P. ¿Qué requisitos debe llevar el perdón?
R. Debe ir en carta firmada del nombre del Rey, escrita de mano del
escribano de Cámara, y firmada en las espaldas de dos del Supremo
Consejo.
P. ¿Qué delitos se excepcionan en el indulto general?
R. El crimen de lesa magestad divina ó humana, de alevosía, de homicidio
de sacerdote, el de fabricar moneda falsa, el de incendiario, el de extracción
de cosas prohibidas del reyno, el de blasfemia, el de sodomia, el de hurto,
cohecho y baratería, esto es, cometidos en la administración del oficio, el
de falsedad y otros.
P. ¿Qué diferencia hay entre el perdón concedido antes de la sentencia, y
el que se dió después?
R. Que si se dió antes se libran de la pena, y conservan su estado y bienes
como los tenían; pero si se dió despues, solo se libran de la pena y nada
mas, á no ser que lo exprese el perdón ó indulto”48.

Como hemos indicado, se ha trasladado de generación en generación que


fue bajo el reinado de Carlos III, en 1759 cuando el monarca, otorgó una
pragmática real que integraba el privilegio del indulto a un preso anualmente

48 SALA, J., Compendio de Derecho real de España, Madrid 1833, pp.152-153.


SOBRE EL PERDÓN REAL. EL INDULTO DE UN CONDENADO POR DELITO… 153

con motivo de la Semana Santa. El indulto consiste en una medida de gracia,


de carácter excepcional (de ahí el nombre de Ministerio de Gracia y Justicia)
que consiste en la condonación total o parcial de las penas impuestas a los
condenados en sentencia firme. Se diferencia de la amnistía en que está
implica el perdón del delito y el indulto va referido a la condena.

La Ley Provisional del indulto se aprobó el 18 de junio de 1870, de Reglas


para el ejercicio de la Gracia de indulto, durante el reinado de Amadeo I de
Saboya, apoyada por el entonces ministro de Gracia y Justicia Eugenio Montero
Ríos. En la exposición de motivos de la Proposición de Ley de reforma de la
Ley para el ejercicio de la gracia de indulto, presentada en el Congreso de
los Diputados, consta la siguiente afirmación:

“expresamente reconocido en la Constitución en su art. letra i, el ejercicio


del derecho de gracia se encuentra regulado en la Ley de 18 de junio
de 1870, modificada por la Ley 1/1988, de 14 de enero.... consecuentemente,
con ello, se ha excluido hasta ahora todo control sobre la motivación de
la decisión de indulto al tratarse de un acto radicalmente graciable...
Sentado todo ello, ha de reconocerse que el indulto es y debe ser un
recurso excepcional para dar por cumplida, total o parcialmente, la
responsabilidad penal impuesta conforme a la ley por los Juzgados y
Tribunales y que, en consecuencia, sólo es democráticamente asumible
cuando en su concesión concurran, desde luego, las razones de justicia,
equidad o utilidad pública que hasta hoy requiere la Ley de 1870, pero
también su incidencia en la reinserción social del condenado para así
cumplir con la finalidad que la Constitución atribuye a toda pena”49.

Ahora bien, esta concesión del indulto tiene sus límites, y estos ya se
contemplaban en la Ley de 18 de junio de 1870: Los no condenados, aunque estén
siendo procesados, a la espera de sentencia o firmeza de ésta, no pueden ser
indultados; Las personas que no se encuentren a disposición del Tribunal
sentenciador al objeto del cumplimiento de la pena; Los reincidentes, aunque
sea por causa de distintos delitos, por sentencia firme, con la excepción de
aquellos casos en que según opinión del Tribunal sentenciador, se den motivos
de justicia, equidad o “conveniencia pública”; El indulto tampoco incluye el
perdón de la responsabilidad civil derivada de la responsabilidad penal del
caso concreto; Las costas procesales no se comprenden en el indulto; Respecto al
fondo que decide un indulto, se acoge en el art. 11 de la Ley reguladora del
indulto:

49 Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados de 9 de septiembre

de 2016, núm. 20-1.


154 RAFAEL SÁNCHEZ DOMINGO

“El indulto total se otorgará a los penados tan sólo en el caso de


existir a su favor razones de justicia, equidad o utilidad pública, a juicio
del Tribunal sentenciador”; Ahora bien, existen dos condiciones tácitas
que constan en el art. 15º de la Ley reguladora del indulto, que son las
siguientes: “Serán condiciones tácitas de todo indulto: 1º. Que no causen
perjuicio a tercera persona o no lastime sus derechos. 2ª. Que haya sido
oída la parte ofendida, cuando el delito por el que hubiese sido condenado
el reo fuere de los que solamente se persiguen a instancia de parte”.

La Ley fue reformada puntualmente por la Ley 1/1988, de 14 de enero y


consta de treinta artículos. La última modificación de la Ley 18 de junio de
1870 es de 30 de marzo de 201550, estableciendo reglas para el ejercicio de
la gracia de indulto:

La legislación reguladora el indulto nos la relaciona D. Francisco Budí


Clemente y es la que sigue:

“Capítulo Primero. De los que pueden ser condenados.

La restante legislación sobre el indulto es la que sigue:

- Artículos 4 y 130.3, y disposición transitoria sexta del Código Penal.

- Artículos 666.4ª, 675,676 y 902 de la Ley de Enjuiciamiento


Criminal.

- Orden de 10 de septiembre de 1993 del Ministerio de Justicia, por la


que se dan instrucciones sobre la tramitación de solicitudes de indulto.

- Artículo 6º del R.D. 1879/1994, de 16 de septiembre, por el que se


aprueban determinadas normas procedimentales en materias de Justicia
e Interior.

- Disposición vigésima novena segunda de la Ley 14/2000, de 29 de


diciembre, de medidas fiscales, administrativas y del orden social”51.

50
B.O.E. Texto consolidado, 31 de marzo de 2015. “Esta disposición, añadida por la
disposición final 1ª de la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, Ref. B.O.E.-A-2015-3439,
entra en vigor el 1 de julio de 2015, según establece la disposición final 8 de la citada ley”.
51 BUDÍ CLEMENTE, F., “Indulto; Concepto y límites. ¿Por qué se dice que es antidemocrático?”,

en http://www.budi-abogados.com/indulto-concepto-y-limites-por-que-se-dice-que-es-antidemocratico/.
(Fecha consulta: 7 enero 2017).
SOBRE EL PERDÓN REAL. EL INDULTO DE UN CONDENADO POR DELITO… 155

Con posterioridad, con fecha 9 de septiembre de 2016 en el Congreso de


los Diputados se presentó proposición de Ley de reforma de la Ley de 18 de
junio de 1870 de Reglas para el ejercicio de la Gracia de Indulto. El art. 1º
queda redactado de la siguiente manera: “Los reos de toda clase de delitos
podrán ser indultados, con las excepciones previstas en esta Ley, con arreglo a
las disposiciones de la misma, de toda o parte de la pena en que por aquéllos
hubiesen incurrido”52, a la vez que se dio nueva redacción a los artículos 3º,
5º, 11º y30 suprimiéndose el artículo 29º.

La cuestión es que no existe un precepto legal que ordene mantener el indulto,


aunque los gobiernos que han tenido responsabilidades durante la etapa democrática
han respetado esta histórica medida de gracia. Tanto las Hermandades como
las Cofradías de penitentes solicitan el indulto para los presos en el marco
geográfico de la provincia, con la condición que cumplan las condiciones
que se exigen para cualquier indulto ordinario: “que se encuentre cumpliendo
condena en la actualidad y que concurran razones de justicia, equidad o utilidad
pública”. Esta razón justifica el hecho de favorecer a presos de tercer grado y que
no hayan sido condenados por delitos de sangre, por lo que normalmente los
presos indultados cumplen condena por delitos de lesiones o contra la salud
pública. Del indulto se excluyen los reincidentes. En el año 1988, fue modificada
al menos formalmente, adicionándose un artículo que permutó el título formal
de “Ministerio de Gracia y Justicia” por el de “Ministro de Justicia”.

En el último año se concedieron indultos a trece reos, aunque la media


anual está en quince, a las Cofradías de Burgos (Nuestra Señora de la Soledad y
Santiago); Alicante (Santísimo Cristo del Perdón, Elche); Oviedo (Hermandad
de Jesús Cautivo); Málaga (Nuestro Padre Jesús Nazareno “El Rico” y María
Santísima del Amor); Jaén (Hermandad de Jesús del Perdón y Cristo del Amor);
Granada (Nuestra Señora de la Soledad y Descendimiento del Señor); Sevilla
(Hermandad del Sagrado Decreto de la Santísima Trinidad y Santísimo Cristo
de las Cinco Llagas); Zaragoza (Nuestra Señora de la Piedad y del Santo Sepulcro);
Logroño (Siete Palabras y del Silencio); León (Hermandad de Jesús Nazareno,
Ponferrada); Valladolid (Nuestra Señora de la Piedad); y Teruel (Hermandad de
Jesús Atado a la Columna y Nuestra Señora de la Esperanza)53. En la concesión
de los indultos se tienen en cuenta los informes del Tribunal sentenciador, al
igual que los de la Fiscalía, el informe del Centro penitenciario, la satisfacción de
las multas e indemnizaciones así como los antecedentes penales del indultado.

52 Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados de 9 de septiembre

de 2016, núm. 20-1.


53 R.C. Artículo “Iglesia-Estado”, en El Confidencial Digital. Religión. Noticia de 23/03/2016.

http://www.religionconfidencial.com/iglesia-estado/cofradias-penitenciaran-presos-indultados-Gobierno
_0_2677532237.html. (Fecha consulta: 26 enero 2017).
 
Advocación dolorosa de la Virgen de la
Merced. Manifestaciones escultóricas
en España

M.ª Teresa RUIZ BARRERA


Sevilla

I. Introducción.

II. Almería.

III. Almendralejo (Badajoz).

IV. Bollullos de la Mitación.

V. Catral (Alicante).

VI. Córdoba.

VII. El Ferrol (La Coruña).

VIII. Fuentes de Andalucía.

IX. Granada.

X. Isla Cristina (Huelva).

XI. Málaga.

XII. Marchena.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 157-178. ISBN: 978-84-697-5400-9


XIII. Oviedo.

XIV. San Roque (Cádiz).

XV. Salamanca.

XVI. Santander.

XVII. Sevilla.

XVIII. Vinaròs (Castellón).

XIX. Conclusiones.
I. INTRODUCCIÓN

La advocación nace en la época medieval con la generosa proyección de


la acción redentora y la fundación de numerosos conventos masculinos y
femeninos de las órdenes mercedaria y mercedaria descalza durante los siglos
posteriores.

Las hermandades fueron originándose entre los muros conventuales a


través de los tiempos como fiel reflejo de la devoción y presencia de la orden
en la sociedad y religiosidad españolas y en muchas ocasiones tomaron para
su titular o cotitular, el nombre mariano de la orden. Como es una advocación
originariamente letífica lo fueron también la mayoría de las hermandades
mercedarias. El nombre con el que se las conocía normalmente fue el de
Esclavitud de Seglares de Nuestra Señora de la Merced1. Con el paso del
tiempo la advocación también se torna dolorosa en algunas hermandades
penitenciales nacidas o acogidas durante siglos en los conventos.

La tipología iconográfica de la Virgen de la Merced o de las Mercedes,


generalmente, se acoge a los siguientes cánones: imagen «de candelero» o
imagen para vestir recubierta por un amplísimo manto que evoca a la Madre
de Misericordia que acoge amorosa a sus fieles hijos; talladas en madera
policromada la mascarilla y las manos; estas se disponen implorantes, sosteniendo
la derecha casi siempre un manípulo o pequeño pañuelo destinado a enjugar
las lágrimas de cristal que, por afanes naturalistas, lucen en ambas mejillas.
Tras el «paso» en que se representan diversos momentos de la Pasión de
Jesús, procesionan bajo palio, en solitario o, en la mayoría de los casos,
acompañadas por san Juan representando la Sacra conversación camino del
Calvario que tuvo lugar según las apócrifas actas de Pilatos Es costumbre
verlas coronadas a modo de derivación de la Virgen Majestad de la Edad
Media y como símbolo de la realeza de María. Lucen las imágenes, rosario,

1 RUIZ BARRERA, M.ª T., “Auge, ocaso y pervivencia de Hermandades mercedarias de

Gloria. Devoción, historia y arte en la archidiócesis de Sevilla”, en Anuario de Historia de la


Iglesia andaluza, (Sevilla), vol. VIII (2015) 213-246.
160 MARÍA TERESA RUIZ BARRERA

puñal y también algún atributo específico de advocación2 que, en este caso


suelen llevar prendidos al pecherín de encajes el escudo de la orden religiosa
o un prendedor con su nombre, en singular o en plural. Estas premisas se
cumplen en la mayoría de las estudiadas aunque no sean imágenes sevillanas.

Los simulacros marianos que procesionan en España bajo la advocación


de María de la Merced en el dolor, según mis investigaciones actuales, son
veintidós y se corresponden con diecisiete localidades, las cuales relaciono
en este estudio siguiendo un criterio alfabético.

II. ALMERÍA

Real e Ilustre Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro


Padre Jesús en su Prendimiento, Jesús Cautivo de Medinaceli y Nuestra
Señora de la Merced.

La cofradía nació en 1942 y es denominada popularmente de los “Ex-


cautivos” porque sus fundadores fueron antiguos miembros de la División
Azul. Procesiona el Miércoles Santo desde la catedral, su sede canónica.

La junta de gobierno encargó la primera imagen mariana de Nuestra


Señora de la Merced a Enrique Pérez Comendador quien la gubió en 1954 con
gran libertad creativa. De cuerpo completo, tallado en madera policromada, el
rostro es “realista” y aunque bella resulta sus facciones un tanto frías,
hieráticas, al igual que otras obras del artista3. Aunque muy venerada por los
hermanos se decidió sustituirla en 1985 a favor de una imagen de candelero
de Antonio J. Dubé de Luque, la primera que realizó para la ciudad, siendo

2
PALOMERO PÁRAMO, J. M., Las Vírgenes en la Semana Santa de Sevilla, Sevilla
1983, pp. 31-41; SÁNCHEZ HERRERO, J., “Las cofradías de Semana Santa de Sevilla
durante la modernidad. Siglos XV a XVII”, en Las cofradías de Sevilla en la modernidad,
Sevilla 19912, p. 87; GONZÁLEZ GÓMEZ, J. M., y RODA PEÑA, J., “Imagineros e
imágenes de la Semana Santa sevillana (1563-1763)”, en Las cofradías de Sevilla en la
modernidad, Sevilla 19912, pp. 104. 116; GONZÁLEZ GÓMEZ, J. M., “Sentimiento y
simbolismo en las representaciones marianas de la Semana Santa de Sevilla”, en Las
cofradías de Sevilla. Historia, antropología y arte, Sevilla 19912, pp. 121. 130. 133-134.
GONZÁLEZ GÓMEZ, J. M., y RODA PEÑA, J., o.c., pp. 38. 115-117. GONZÁLEZ
GÓMEZ, J. M., y RODA PEÑA, J., Imaginería procesional de la Semana Santa de Sevilla,
Sevilla 1992, pp. 36-37.
3 La imagen se bendice tres años después, el 22 de septiembre por don Juan López Martín,

RODRÍGUEZ PUENTE, R., Breve historia de la Semana Santa de Almería, Almería 2002,
pp. 35. 73. 118.
ADVOCACIÓN DOLOROSA DE LA VIRGEN DE LA MERCED… 161

su composición más acorde con la estética andaluza4. Lamentablemente fue


destruida a causa de un incendio desatado en la catedral almeriense en la
madrugada del Miércoles al Jueves Santo de abril de 1996. Meses después el
mismo imaginero talló la actual imagen de vestir. Inclina ligeramente la
cabeza hacia la derecha y el rostro adolescente, de suave policromía, posee
ojos pintados que expresan una mirada baja, realzada por las delgadas y
largas cejas, pestañas postizas y marcado entrecejo que, ayuda a patentizar la
aflicción junto con las cuatro lágrimas que surcan sus mejillas; la boca
entreabierta deja ver tallados la lengua y los dientes superiores5.

III. ALMENDRALEJO (BADAJOZ)

Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Stmo. Cristo de la Merced y


María Stma. de la Merced en sus Misterios Dolorosos, Santa Cruz y San
Juan Evangelista.

Reside canónicamente en la parroquia de San Roque. Se fundó en 1991.


La actual imagen de candelero es la segunda pues la primitiva procesionó
por primera vez en 1992. Seis años más tarde realiza su primera estación de
penitencia en 1997. Obra del cordobés Niceto Mateo Porras (Priego de Córdoba,
1930-2013), fue donada por un hermano. La cofradía realiza un encuentro
entre los dos pasos en su procesión del Jueves Santo. De forma extraordinaria
procesiona desde 2005 cuando la festividad de Nuestra Señora de la Merced
recae en sábado6.

4 BARRIOS FENOY, J. A., Boletín de la Real e Ilustre Hermandad Sacramental y

Cofradía de Nazarenos Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento, Nuestro Padre Jesús


Cautivo de Medinaceli y Nuestra Señora de la Merced, (1987) s. p. En 1954 la imagen se
aceptó por ser donación del gobernador civil, don Manuel Urbina Carrera costando 65.000
ptas. No gustó el excesivo tamaño del busto de la imagen y no procesionó hasta que, dos años
después, Pérez Comendador pudo viajar a Almería donde lo redujo. Se la vestía con hábito
mercedario y su rostro se acompañaba por una peluca de pelo natural. HERNÁNDEZ DÍAZ,
J., Enrique Pérez Comendador escultor e imaginero 1900-1981, Sevilla 1993, nº 61, pp. 9.
15. 38. 54. 59. En las pp. 39 y 59 se dice que la Dolorosa es de vestir, tallada sólo mascarilla y
manos. Aclaramos el error. Actualmente se conserva en la Casa Hermandad. RODRÍGUEZ
PUENTE, R., Breve historia de la Semana Santa de Almería, pp. 52-53.
5 La imagen mariana y la del Cautivo, también perdido en el incendio, fueron donadas por

el citado imaginero, RUIZ BARRERA, M.ª T., “Merced Dolorosa. El Neobarroco sevillano
en sus imágenes”, en Virgo Dolorosa. Actas. Carmona 2016, p. 1277.
6 hermandaddelamerced.blogspot.com. (Fecha de consulta: 30-10-2016). Era llevada por

costaleros al igual que el del Señor atado a la columna y bajo palio desde 1994. La imagen fue
restaurada en los Talleres Santa Ángela de Sevilla en 2013.
162 MARÍA TERESA RUIZ BARRERA

IV. BOLLULLOS DE LA MITACIÓN (SEVILLA)

Ilustre y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora de Roncesvalles y


Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María
Santísima de la Merced en su Amargura Coronada.

La hermandad, originada en 1949, procesiona el Jueves Santo. Reside en


la capilla de Nuestra Señora de Roncesvalles. Curiosamente en menos de
cincuenta años de vida la hermandad ha tenido tres dolorosas siendo una
imagen de candelero -antigua Inmaculada de autoría anónima y cronología
dieciochesca-, cedida por la parroquia para su culto la que procesionó en
19507. La primera creada exprofeso para la corporación fue realizada en
1956 por Antonio Pérez Ruiz (1918-2001), escultor e imaginero natural de
esa localidad y cofundador de la hermandad. Realizó el boceto en barro
cocido y policromado y a tamaño natural (145 cms.) pues procesionó el
mismo año. La Virgen posee un rostro hermoso, de patente dolor, labios
gruesos, nariz ancha y recta y cinco lágrimas que se deslizan por su rostro,
tres en la mejilla izquierda y dos en la derecha. Cuando la corporación
penitencial decidió su sustitución, fue retirada del culto. Escondida durante
años, hoy es propiedad de uno de los hijos del escultor8. La siguiente talla en
madera policromada, del mismo imaginero, fue realizada entre 1986 y 1987.
La junta de gobierno de la corporación le exigió que la faz mariana
presentara claros rasgos físicos inspirados en la sevillana Nuestra Señora de
la Esperanza Macarena. Pérez Ruiz cumplió con el encargo renunciando a
dotar de creatividad al rostro. Pero años más tarde la hermandad decidió
retocarla para suavizar dichos rasgos macarenos y finalmente acordó la
ejecución de una nueva dolorosa. Así, el maestro Álvarez Duarte realizó en
2002 una de sus más bellas creaciones. El rostro de Nuestra Señora de la
Merced en su Amargura corresponde al de una hermosa mujer de serena
expresión, pletórica de un dolor contenido, a la vez íntimo y visible para los
fieles mediante un fuerte entrecejo y las siete lágrimas que se desplazan por

7
RODRÍGUEZ BABÍO A., “Ilustre y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora de
Roncesvalles y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María
Santísima de la Merced en su Amargura de Bollullos de la Mitación”, en Nazarenos de
Sevilla, Sevilla 1997, t. II, pp. 69-71. 75.
8 RUIZ BARRERA, M.ª T., La Virgen de la Merced. Iconografía en Sevilla, en Estudios

217-219 (2002) 124. ID., El arte mercedario en Sevilla. Descubriendo Andalucía, Roma
2008, p. 148. ID., “Merced Dolorosa. El Neobarroco sevillano en sus imágenes”, p. 1278. Fue
coronada en 30 de noviembre de 1959, RODRÍGUEZ BABÍO A., “Ilustre y Fervorosa
Hermandad de Nuestra Señora de Roncesvalles y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre
Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Merced en su Amargura de Bollullos de la
Mitación”, t. II, p. 71.
ADVOCACIÓN DOLOROSA DE LA VIRGEN DE LA MERCED… 163

sus mejillas9. Desde 2013 la imagen sale en procesión por su festividad en


septiembre.

V. CATRAL (ALICANTE)

Hermandad de Jesús Cautivo y Nuestra Señora de la Merced.

Esta joven cofradía penitencial nace en 2003. Procesiona el Lunes Santo


y es conocida como “Procesión de los Escapularios” en atención al trinitario
que porta la imagen de N. P. Jesus Cautivo. Víctor García Villalgordo (Torrevieja,
Alicante, 1976) gubió la imagen mariana en 2008. Desde 2010 realiza el
rezo de la Corona Dolorosa la tarde-noche del Viernes de Dolores en la
denominada Procesión de la Corona10.

La imagen de la Virgen se corresponde con el de una mujer joven con un


rostro impregnado de gran dolor incrementado por su policromía al óleo, rica
en matices pálidos y aceitunados11. Su vestimenta actualiza la tradicional
iconografía de la Soledad impuesta en la corte de Felipe II12. La imagen
entrelaza sus manos en angustioso gesto de súplica.

VI. CÓRDOBA

Venerable e Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía de


Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Humilde en la Coronación de Espinas,
Nuestra Madre y Señora Santa María de la Merced y San Antonio de Padua.

La pasada centuria vio nacer a esta hermandad penitencial, concretamente


en 1954. Procesiona el Lunes Santo. Su sede canónica es la parroquia del

9 RODRÍGUEZ BABÍO A., “Ilustre y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora de

Roncesvalles y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María
Santísima de la Merced en su Amargura de Bollullos de la Mitación”, t. II, p. 70.
10 Jesús Cautivo es talla del mismo autor (2003) http://www.semanasantacatral.com (Fecha de

consulta: 30-10-2016). García Villalgordo une en sus obras lo aprendido con su maestro Fulgencio
Blanco López con influencias de Salzillo y la escuela dieciochesca murciana,
htpp.//www.escultoreshermanosblanco.webnodees. (Fecha de consulta: 30-10-2016).
11 htpp.//www.la hornacinacom/curiosidadesalicante2 (Fecha de consulta: 26-02-2017).

Información escrita por José Antonio Zamora Gómez.


12 La primera fue la imagen mariana del convento mínimo de la Victoria (Gaspar de

Becerra, 1565) encargada por la reina Isabel de Valois. Fue copia de un lienzo perteneciente a
su ajuar, regalo de san Francisco de Paula a Luis XI. Como es sabido, la vestimenta constaba
de negras ropas de viuda – túnica blanca y toca o manto negros -, prestadas por la condesa viuda de
Ureña, Camarera Mayor de la joven reina, NORBERT UBARRI, M., “Nuestra Señora de la
Soledad de Amberes”, en Virgo Dolorosa. Actas. Carmona 2016, pp. 80-81.
164 MARÍA TERESA RUIZ BARRERA

santo franciscano13. La primitiva imagen de Nuestra Madre y Señora Santa


María de la Merced fue una anónima talla sevillana del XVIII, propiedad de
don Rafael Rodríguez de Ortega. Muy deteriorada, en 1976 la junta de
gobierno encargó una nueva imagen a Francisco Buiza (Carmona, 1922-
Sevilla, 1983), expresando su deseo de que las facciones de la moderna talla
(159 cm.) recordaran de alguna manera a las antiguas. Modeló la imagen en su
periodo de madurez utilizando, como era habitual, cedro para la mascarilla y
pino de Flandes para manos y candelero. El maestro creó un bello y expresivo
rostro de disposición frontal, facciones maduras de formas alargadas, sereno
y algo severo, con un dolor atemperado. Se caracteriza por cejas algo prominentes
recubiertas por cerdas de marta, marcado entrecejo, nariz recta, ojos oscuros de
mirada profunda, y dolida -ya que dos lágrimas caen sobre cada mejilla-,
junto con la barbilla algo prominente y la carnosa boca entreabierta con los
dientes tallados y que parece exhalar un suspiro de angustia y resignación. El
cabello, tallado y pintado de negro, se recoge en un moño bajo o nudo en la
parte trasera de la cabeza, como es su costumbre. Como curiosidad he de
mencionar que la imagen en principio, llevó las manos de la anterior dolorosa,
pero meses antes de fallecer, Buiza talló unas nuevas, de textura carnosa y
siguiendo su costumbre, cierra un poco más la mano derecha que la izquierda,
posiblemente para “asir” el consabido pañuelo14.

VII. EL FERROL (LA CORUÑA)

Cofradía de Nuestra Señora de la Merced y del Santísimo Cristo Redentor.

En el año 2006 José Mª Hurtado Rodríguez (Sevilla, 1982) talla una imagen
mariana para la hermandad fundada por el provincial mercedario fray Ramón
Serratosa en 1908. Reorganizada en 1950 y en el año 2000, partiendo del
Movimiento Juvenil Mercedario de Galicia, tiene su sede en la iglesia del
colegio mercedario de El Ferrol15.

13 Unos fieles, en su mayoría naturales de Barcelona, eligieron la advocación mariana en

honor a la patrona de la ciudad condal, la Virgen de la Merced así como de las prisiones
españolas, ya que en la demarcación de acción social de su parroquia se integraba la cárcel
provincial. SÁNCHEZ FERNÁNDEZ, M. J., Semana Santa en Córdoba, Córdoba 1989, p.
121. En el siglo XVI se fundó la cofradía de la Humildad de Nuestro Señor y Soledad de
Nuestra Señora en el convento mercedario, ARANDA DONCEL, J., “Cofradías penitenciales
y Semana Santa en la Córdoba del siglo XVII: el auge de la etapa barroca”, en Actas del III
Congreso Nacional de Cofradías de Semana Santa 1996, Córdoba 1997, t. I, pp. 67. 73.
14 De la antigua imagen mariana sabemos que fue quemada y sus cenizas se introdujeron

en un habitáculo dispuesto al dorso de la nueva talla, MARTÍNEZ LEAL, P. I., Buiza, Sevilla
2000, pp. 122. 19. 37. 125. 180-181. 184. 186. RUIZ BARRERA, M.ª T., “Merced Dolorosa.
El Neobarroco sevillano en sus imágenes”, p. 1275.
15 http://cofradiadelamerced.org/ (Fecha de consulta 30-10-2016).
ADVOCACIÓN DOLOROSA DE LA VIRGEN DE LA MERCED… 165

Nuestra Señora de los Cautivos (lám. 1) procesiona desde 2012 el Miércoles


Santo a la usanza gallega, es decir, portada en andas por sus hermanos o
cofrades. Aún siendo imagen «dolorosa» viste como mercedaria con el
hábito, el escapulario con el bordado emblema de la orden, un amplio manto
a modo de capa y una toca blancas. La imagen es en su concepción una
dolorosa sevillana, de tamaño natural, ejecutada en cedro policromado al
óleo. El juvenil rostro se caracteriza por sus formas angulosas, suave frente,
ojos de cristal marrón, pestañas de pelo natural y cejas horizontales, nariz
recta y boca entreabierta. El dolor que transmite su faz se evidencia por las
dos lágrimas cristalinas que recorren sus mejillas16.

VIII. FUENTES DE ANDALUCÍA (SEVILLA)

Pontificia, Ilustre, Sacramental y Muy Antigua Hermandad y Cofradía de


Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén y Nuestra Señora
de la Merced.

La corporación nació a finales del siglo XVI en la parroquia de santa


María La Blanca. Hacia 1616-1617 se trasladó al convento de mercedarios
descalzos. Desaparecida a mediados del siglo XIX cobra nueva vida en la
década de 1920 y resurge en 1975. Procesiona el Miércoles Santo. Desde
2004 nueamente reside en la antigua iglesia mercedaria.

La cotitular, obra dieciochesca de factura anónima, relacionada por


algunos historiadores con el Taller de Pedro Roldán17, muestra un bello y
dolorido rostro lleno de angustia recorrido en sus mejillas por dos lágrimas
dispuestas simétricamente. El ceño fruncido, las cejas bien marcadas, los
ojos pintados, la nariz recta y bien modelada y, los labios entreabiertos, son
sus rasgos característicos. Originalmente lucía cabellera de pelo natural pero
esta fue sustituída por una de pasta en 1952 por, el entonces hermano mayor,
Manuel Navarro González, quien asimismo reformó la barbilla18. Respecto

16 El 7 de abril de 2004 procesionaba por primera vez en solitario con una letífica imagen
mariana mercedaria, de nueva factura, obra de Jesús Méndez Lastrucci. RUIZ BARRERA,
M.ª T., “Merced Dolorosa. El Neobarroco sevillano en sus imágenes”, pp. 1278-1279.
17 PASTOR TORRES, Á., “Pontificia, Ilustre, Sacramental y Muy Antigua Hermandad y

Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén y Nuestra Señora de la
Merced de Fuentes de Andalucía”, en Nazarenos de Sevilla, Sevilla 1998, t. II, pp. 277. 281.
18 PASTOR TORRES, Á., “Pontificia, Ilustre, Sacramental y Muy Antigua Hermandad y

Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén y Nuestra Señora de la
Merced de Fuentes de Andalucía”, en Nazarenos de Sevilla…, o.c., t. II, pp. 282-283. Otra
restauración fue realizada en 1992 por Luis Lagares y José Rioja. RUIZ BARRERA, M.ª T.,
La Virgen de la Merced. Iconografía en Sevilla, p. 121. ID., El arte mercedario en Sevilla.
166 MARÍA TERESA RUIZ BARRERA

al origen de la Virgen mercedaria, González Fernández establece la hipótesis


de que puede ser la antigua Virgen de la Soledad de la Hermandad del Santo
Entierro de Cristo y Soledad de María19.

IX. GRANADA

Carmelitana Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María


Santísima de la Merced.

En 1981 un grupo de jóvenes fueron acogidos en el convento de san José


de Madres Carmelitas Descalzas para iniciar su deseo de formar una nueva
hermandad penitencial. Un año después, escogen para la cotitular la advocación de
María Santísima de la Merced titulando así a una dolorosa sita en el claustro
carmelita. En el Miércoles Santo de 1987 realizó su primera salida procesional
bajo palio. La hermosa imagen de candelero (162 cm)20, es de autoría anónima y
se adscribe al siglo XVII granadino21. El ovalado rostro de dimensiones
pequeñas presenta ojos grandes de mirada baja realzada mediante pestañas de pelo
natural y cejas arqueadas. Completa la faz una nariz fina y alargada junto con
una boca pequeña y cerrada. La negra cabellera está tallada. Fiel a la tradición
de las dolorosas granadinas, las manos se entrelazan en una actitud implorante22.

X. ISLA CRISTINA (HUELVA)

Fervorosa e Ilustre Hermandad Sacramental y Primitiva Cofradía de


Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y Misericordia, María
Santísima de las Mercedes y San Juan Evangelista.
La gubia de Antonio Castillo Lastrucci (Sevilla, 1878-1967) creó una
imagen para la hermandad nacida en 1921 con sede en la parroquia de N. P.

Descubriendo Andalucia, p. 148. ID., “Merced Dolorosa. El Neobarroco sevillano en sus


imágenes”, p. 1274.
19 GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, F. J., “La ejecución de las capillas del Cristo Yacente y la Dolorosa

de la Soledad”, en Revista de la Semana Santa de Fuentes de Andalucía 2011, 17 (2011) 39-42.


20 Las reglas se aprueban en 1983. VARIOS, La Semana Santa de Granada a través de su

escultura procesional. El lenguaje de las imágenes, Granada 2002, p. 259. La imagen fue
restaurada por Antonio Barbero Gor en 1983 y por Inés Osuna y Amelia Cruz en 2012, RUIZ
BARRERA, M.ª T., “Merced Dolorosa. El Neobarroco sevillano en sus imágenes”, p. 1274.
21 VARIOS, La Semana Santa de Granada a través de su escultura procesional. El

lenguaje de las imágenes, p. 259. Sabador Medina recoge una atribución a la gubia de Pedro de
Mena, VARIOS, “Las hermandades y su patrimonio”, en Semana Santa en Granada, Granada
1990, t. II, pp. 222-223.
22 RUIZ BARRERA, M.ª T., “Merced Dolorosa. El Neobarroco sevillano en sus imágenes”,

p. 1274.
ADVOCACIÓN DOLOROSA DE LA VIRGEN DE LA MERCED… 167

Jesús del Gran Poder. María Santísima de las Mercedes, surgida de sus manos en
1929, fue incendiada el día 22 de julio de 1936. Cuando la corporación se
reorganiza en 1942 contratan una nueva imagen mariana con el mismo imaginero.
que entregó un año después. Procesiona bajo palio en la madrugada del
Viernes Santo desde 1943 acompañada por san Juan Evangelista23.

La imagen (160 cm.) es fiel a la estética del autor, tan fecundo en esta
iconografía. Su oscura cabellera enmarca unas facciones claramente de bella
mujer andaluza, de formas ovaladas, de expresión dulce y rasgos juveniles,
algo idealizados. Levemente inclina la cabeza hacia el lado izquierdo. La
caracterizan sus cejas finas y fruncido entrecejo, profundos ojos negros
almendrados que dirigen hacia abajo una mirada perdida, pensativa en su
dolor, reflejado en una única lágrima que inicia su deslizamiento por la
mejilla izquierda; la boca entreabierta deja ver un diente tallado en la encía
superior24.

XI. MÁLAGA

Antigua Hermandad y Real Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo


de la Humildad en su Presentación al Pueblo (Ecce-Homo), Nuestra Madre y
Señora de la Merced y San Juan Evangelista.

La devoción a la Virgen mercedaria nació en el convento medieval de


frailes de la orden, origen de varias cofradías a lo largo de los siglos25. En
1694 se funda la antigua Hermandad que, reorganizada en 1980, reside en el
Real Santuario de Santa María de la Victoria y la Merced. Procesiona el
Domingo de Ramos.

23 San Juan es también obra de Castillo Lastrucci (1943) GONZÁLEZ GÓMEZ, J. M. – J.

ROJAS-MARCOS GONZÁLEZ, Estudios sobre el artista, Sevilla 2009, vol. IV, pp. 31-33.
46. 87. 107. 285. Se publica la fotografía. GONZÁLEZ GÓMEZ; J. M. – M. J. CARRASCO
TERRIZA, Escultura mariana onubense, Historia, arte e iconografía, Huelva 1981, p. 242.
VARIOS, Guía Artística de Huelva y su provincia, Huelva 2006, pp. 572-573. RUIZ
BARRERA, M.ª T., “Merced Dolorosa. El Neobarroco sevillano en sus imágenes”, p. 1275.
24 www.islacristinacofrade.mforos.com (Fecha de consulta: 25 de enero de 2017). Ha sido

restaurada en 2013.
25 REDER GADOW, M., “La solidaridad cofrade más allá de la muerte en las cofradías

de Málaga de la Ilustración”, en Actas del III Congreso Nacional de Cofradías de Semana


Santa, Córdoba 1997, t. I, pp. 151-160. PEÑAS ALABARCE, J. M. de las, La iglesia de la
Merced y sus cofradías mercedarias. 500 años de historia en Málaga 1507-2007, Málaga
2007, pp. 11. 73.
168 MARÍA TERESA RUIZ BARRERA

La imagen mariana cotitular fue gubiada en 1982 por Luis Álvarez Duarte
(Sevilla, 1949)26. El artista se inspira en cierto modo en las imágenes marianas
del decimonónico Juan de Astorga. Es la cuarta dolorosa malagueña (168 cm.)
que ejecuta en su madurez artística y en ella, el maestro esculpe una hermosa
fisonomía juvenil de largo cuello y rostro alargado, de facciones finas y
estilizadas, levemente inclinado hacia la derecha. El dulce semblante se
caracteriza también por un hoyuelo en la barbilla -fiel a su estética-, mirada
baja, cejas levemente fruncidas y boca ligeramente entreabierta. Las siete
lágrimas, número preferido por la mayoría de los artistas, ahondan en el
patente dolor de su rostro27.

XII. MARCHENA (SEVILLA)

Asociación Parroquial de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Madre de


Dios de la Merced, Redentora de Cautivos y Niño Jesús de la Divina
Misericordia.

En 2005 nace con sede en la parroquia de san Miguel Arcángel en el


barrio Madre de Dios. Procesiona el Sábado de Pasión28. Marco Antonio
Humanes López (Marchena, 1978) emprende en 2006 la encomiable tarea de
representar a la Virgen en una hermosa imagen (168 cm.) bendecida en 30
de diciembre del citado año. Es titular del templo desde 2007.
La talla, en madera de cedro policromado, se extiende a la negra y
ondulada cabellera recogida en un moño bajo. La faz mariana es hermosa y
de sereno semblante, de facciones juveniles de formas ovaladas, girado
levemente hacia su izquierda. Un marcado entrecejo ahonda en el dolor al
igual que la mirada de los pequeños y almendrados ojos verdes, de contornos
y pestañas muy realistas realzados por cejas de arqueado y suave modelado.
De ellos brotan tres lágrimas que recorren en larga singladura las mejillas, una
por la derecha y dos por la izquierda. La nariz recta y la boca entreabierta que
deja ver tallados lengua y dientes superiores completan sus características
junto con las manos, de tallado y carnación naturalistas29. Su hermosura la ha
hecho ser merecedora de gran devoción por parte de los marcheneros del barrio30.

26
JIMÉNEZ GUERRERO, J., Breve historia de la Semana Santa de Málaga, Málaga
20032, pp. 16. 148.
27 RUIZ BARRERA, M.ª T., “Merced Dolorosa. El Neobarroco sevillano en sus

imágenes”, p. 1277.
28 RUIZ BARRERA, M.ª T., La Virgen de la Merced. Aproximación a su iconografía en Sevilla,

en Analecta Merdedaria, 26-27 (2007-2008) 112. www.marchenamariana.com/.../asociacion-


parroquial-de-ntro-padre-jesus. (Fecha de consulta: 30-10-2016).
29 El autor lo es también de la imagen cristífera, RUIZ BARRERA, M.ª T., La Virgen de

la Merced. Aproximación a su iconografía en Sevilla, p. 113. Lám. 53. ID., El arte


ADVOCACIÓN DOLOROSA DE LA VIRGEN DE LA MERCED… 169

XIII. OVIEDO

Hermandad de Jesús Cautivo y la Virgen de la Merced.

La hermandad mariana se originó en los años cincuenta del pasado siglo


XX. Desapareció en los años sesenta, década de crisis entre las hermandades
de la capital asturiana. En 1996 nace la Hermandad de Jesús Cautivo que
retoma la antigua de la Merced. Es su sede canónica la parroquia de san Juan
el Real, hoy de Nuestra Señora de la Merced, y efectúa su salida procesional
el Jueves Santo.

A finales del año 1997 la corporación encarga al escultor asturiano José


Luis Iglesias Luelmo una talla mariana que, como cotitular, procesionó hasta
200831. Retirada del culto, se conservó en principio en la capilla de Jesús
Cautivo hasta que la hermandad decidió donarla a la parroquia de Santa Maria la
Real de Tanes en el Concejo de Campo de Caso, el 1 de Agosto del mismo año.
Desde entonces se venera como Nuestra Señora de los Dolores32.

En el citado año 2008 fue sustituida por la actual bendecida en 28 de


febrero33. La imagen es talla de bastidor, obra de Jorge Fernández Benítez,
escultor imaginero que forma parte del Taller madrileño “Escultores Aznarez”34.
Destacan en su rostro de facciones alargadas, juveniles, bellasy serenas los
rasgos de dulzura combinados con los propiamente dolorosas.

XIV. SAN ROQUE (CÁDIZ)

Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado


“Medinaceli” y Nuestra Señora de la Merced.

Fundada en 15 de mayo de 1985, la imagen mariana procesionó por vez


primera el Viernes Santo del año siguiente. Desde 1987 radica en la Capilla

mercedario en Sevilla. Descubriendo Andalucía, p. 150, lám. 29. ID., “Merced Dolorosa. El
Neobarroco sevillano en sus imágenes”, p. 1278.
30 www.marchenamariana.com/.../asociacion-parroquial-de-ntro-padre-jesus. www.artesacro.org

(Fecha de consulta: 30-10-2016). Procesionó de manera extraordinaria en la Magna Mariana


de Marchena el 18 de septiembre de 2017.
31 VARIOS, “Bendición de la nueva imagen de la Merced”, en Boletín de la Hermandad

de Jesús Cautivo, 47 (2008) s/p


32 VARIOS, “La primitiva imagen de Nuestra Señora de la Merced pasará a ser venerada

en la parroquia de Tanes”, en Boletín de la Hermandad de Jesús Cautivo, 48 (2008) s/p.


33 VARIOS, “Nueva imagen de Nuestra Señora de la Merced”, en Boletín de la

Hermandad de Jesús Cautivo, 46 (2008) s/p.


34 www.jesuscautivooviedo.es/ (Fecha de consulta: 30-10-2016).
170 MARÍA TERESA RUIZ BARRERA

de la Santísima Trinidad, en la barriada de Los Olivillos de la localidad gaditana.


Su nombre evoca el convento mercedario de Gibraltar (hoy ayuntamiento de la
colonia británica), abandonado tras la conquista del Peñón. En san Roque la
orden fundó un hospicio-convento, probable origen no documentado de la
imagen y su advocación mercedaria. La dolorosa es obra anónima de h. 1700.
Posee un agraciado rostro de expresión doliente y modelado con facciones
correctas en pino de Flandes (130 cm.)35. Sus manos no son las originales36.

XV. SALAMANCA

Existe una dolorosa tallada en madera policromada por el joven


zamorano fray Alejandro Pérez Yeguas37, que procesionó por vez primera en
19 de noviembre de 2016 con motivo de la clausura del año de la Misericordia.
Nuevamente lo hizo a hombros de varias de sus devotas en el Vía Crucis
Cuaresmal del presente año. Recibe culto en el retablo del Cristo crucificado
de la iglesia de los padres mercedarios de la ciudad castellana. Venerada por
los fieles, se tiene el proyecto de fundar una cofradía en el futuro38.

XVI. SANTANDER

Archicofradía de la Celeste Real y Militar Orden de Nuestra Señora de la


Merced.

Fundada en 4 de mayo de 1942 se convirtió en la primera cofradía de


excautivos de la guerra civil. Nuestra Señora de la Merced procesiona en el
tercer paso, tras el Ecce-Homo y la Piedad el Domingo de Ramos, el Miércoles
Santo, el Jueves Santo, el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección. Nada
hemos podido averiguar sobre la primera imagen de la corporación. La que
actualmente procesiona lo hace desde 2004, y es obra de una escultora local

35 CALDELAS LÓPEZ, R., “San Roque”, en Semana Santa en la diócesis de Cádiz y

Jerez, Sevilla 1989, pp. 324-325. RUIZ BARRERA, M.ª T., “Merced Dolorosa. El
Neobarroco sevillano en sus imágenes”, p. 1278.
36 La imagen fue trasladada junto con los demás bienes conventuales en la década de 1840 a la

parroquia de Santa María La Coronada; en la segunda mitad del siglo XIX al altar mayor del
Oratorio de San Felipe Neri y en los años cincuenta del siglo XX retornó a la Parroquia, VARIOS,
Revista Oficial Semana Santa 2015 (2015) 10. Su candelero fue reformado en el año 1987.
37 Es escultor y fraile mercedario, destinado actualmente en el convento de la Veracruz de

Salamanca.
38 PEDRERO, A., “Nuestra Señora de la Merced, una virgen zamorana en Salamanca”, en

Zamora News, 28 de marzo de 2019 (www.zamoranews.com) (Fecha de consulta: 1 de mayo


de 2017).
ADVOCACIÓN DOLOROSA DE LA VIRGEN DE LA MERCED… 171

que hizo esta incursión en el arte imaginero, Gema Soldevilla Fernández


(Santander, 1950). Modeló el rostro de la Virgen inspirándose en el de su
hija39.

XVII. SEVILLA

Son tres las hermandades que en la ciudad andaluza tienen como titular a
la Virgen mercedaria más una asociación parroquial en camino de ser
corporación penitencial

Fervorosa Hermandad del Santísimo Sacramento, Inmaculada Milagrosa,


Santa Genoveva y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Cautivo en
el Abandono de Sus Discípulos, Nuestra Señora de las Mercedes Coronada y
San Juan Evangelista en su Tercera Palabra.

En 1956 recorría por primera vez las calles sevillanas en una larga
singladura Nuestra Señora de las Mercedes Coronada (170 cm.) acompañando
en solitario bajo su palio a Nuestro Padre Jesús Cautivo y Abandonado. José
Paz y Vélez (Sevilla, 1931-2011) talló con rostro juvenil (lám. 2) la imagen
para una recién creada hermandad en uno de los barrios más humildes de la
ciudad. Esta corporación es conocida popularmente como del Tiro de Línea
(por dicho barrio) o santa Genoveva (por la primera titular de la parroquia).
Donada por el entonces hermano mayor don Antonio Lerate, posee rostro,
manos y candelero de pino. Su cabeza se inclina hacia la derecha y su faz,
ovalada y hermosa, se caracteriza por una nariz recta, pestañas postizas sobre
ojos de cristal que poseen una apesadumbrada mirada baja mientras un muy
atemperado dolor se refleja en dos lágrimas que se deslizan por la mejilla
derecha y una por la izquierda; la boca entreabierta deja ver los dientes
superiores tallados y, por último, el semblante se singulariza por un leve
hoyuelo en la barbilla. Las manos se disponen en la forma habitual en esta
iconografía mariana, es decir, separadas y más o menos abiertas en actitud
oferente. La restauración en 2007 por Gutiérrez Carrasquilla devolvió la
primitiva carnación a la imagen revalorizando su belleza40.

39 El Ecce-Homo es obra de Andrés Novo Cuadrillero (1943. Reformado en 1947-1948).

La Piedad es creación del Taller de Olot, “El Arte Cristiano” (1945).


http:// semanasantaensantader.blogspot.com/archicofradía-de-la-merced.html. (Fecha de
consulta: 30-10-2016).
40 PALOMERO PÁRAMO, J. M., Las Vírgenes en la Semana Santa de Sevilla, pp. 154-

155. GONZÁLEZ GÓMEZ, J. M., “Imaginería de la Semana Santa de Sevilla en la segunda


mitad del siglo XX”, p. 326. GONZÁLEZ GÓMEZ, J. M., y RODA PEÑA, J., Imaginería
procesional de la Semana Santa de Sevilla, p. 201. MARTÍNEZ ALCALDE, J. M., “La
172 MARÍA TERESA RUIZ BARRERA

Archicofradía del Santísimo Sacramento, Pontificia y Real de Nazarenos


de Nuestro Padre Jesús de la Pasión y Nuestra Madre y Señora de la
Merced.

La advocación mercedaria en la hermandad de Pasión se constata


documentalmente por vez primera en 1804 según unas reglas fechadas dos
años después. Su sede canónica era el convento casa grande de la Merced
hispalense41, aunque es muy probable que tenga mayor antigüedad. De la imagen
que procesionaría en las primeras décadas del siglo XIX nada se conoce
salvo que fue sustituida en 1842 por no inspirar devoción. La cofradía
decidió su sustitución. Mientras buscaban una talla que la reemplazara, un
grupo de hermanos que tenían en propiedad conjunta a una imagen mariana
la ofrecieron para procesionar y así lo hizo en 1843. Este segundo simulacro
mariano, de autor anónimo, se fecha h. 1800 y es imagen de candelero (167
cm.) con rostro muy retocado a lo largo de la centuria decimonónica hasta el
punto de que se transformó su carácter letífico en doloroso. Su salida
procesional fue un éxito y por ello, ese grupo de hermanos la cedió
definitivamente a la corporación penitencial. La Virgen inclina levemente la
cabeza a la izquierda y su faz, serena y algo inexpresiva, luce un especial
encanto con sus finas cejas arqueadas, ceño sin fruncir y leve sonrisa. Al
convertir la imagen en dolorosa se le superpuso una lágrima en cada mejilla.
Ciento veinte años después, la junta de gobierno de la hermandad de Pasión
acordó sustituirla. Pero no la retiraron del culto sino que decidieron trasladarla, en
préstamo, el 1 de abril de 1966 al convento de san José, de madres mercedarias.
Preside desde entonces el coro bajo de la clausura, venerada por religiosas,
alumnos del centro que ellas dirigen, hermanos de Pasión y fieles en general42.

Virgen Dolorosa y los pasos de palio”, en Sevilla penitente. Sevilla 1995, t. II, pp. 378-379.
PASTOR TORRES, Á., “Fervorosa Hermandad del Santísimo Sacramento, Inmaculada Milagrosa,
Santa Genoveva y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Cautivo en el abandono de sus
discípulos, Nuestra Señora de las Mercedes Coronada y San Juan Evangelista en su Tercera
Palabra”, en Misterios de Sevilla, Sevilla 1998, t. I, p. 370. RUIZ BARRERA, M.ª T., “Nuestra
Señora de la Merced en el Patrimonio artístico de las Hermandades de Penitencia de Sevilla”, en
Estudios 203 (1998) 24. Lám. 4. DÁVILA-ARMERO DEL ARENAL, Á. y J. C. PÉREZ
MORALES, “La imagen dolorosa bajo palio de la Semana Santa sevillana”, en Palios de Sevilla,
Sevilla 2005, t. III, p. 105. E. Gutiérrez Carrasquilla ejecutó también un nuevo candelero, RUIZ
BARRERA, M.ª T., “Merced Dolorosa. El Neobarroco sevillano en sus imágenes”, p. 1276.
41 RUIZ BARRERA, M.ª T., “Un documento inédito del siglo XVIII sobre la Hermandad

de Pasión”, en Boletín de las Cofradías de Sevilla, 521 (2002) 47.


42 Aunque Bermejo y Carballo, González de León y Almela Vinet en el siglo XIX, entre

otros,ofrecen breves noticias, citaremos los siguientes estudios científicos, RODA PEÑA, J.,
“XX Aniversario de la bendición de la imagen de Nuestra Madre y Señora de la Merced”, en
Boletín de la Archicofradía Sacramental de Pasión (1986) s. p. ID., “Antiguas imágenes
titulares de las cofradías sevillanas”, en Las Cofradías de Sevilla en el siglo de las crisis,
Sevilla 1991, pp. 224-228. GONZÁLEZ GÓMEZ, J. M, “Imaginería de la Semana Santa de
ADVOCACIÓN DOLOROSA DE LA VIRGEN DE LA MERCED… 173

Cuando la junta resolvió sustituir la imagen decimonónica, encontró en el


taller de Sebastián Santos Rojas (Higuera de la Sierra, Huelva, 1895-Sevilla,
1977), una hermosa imagen de María (169 cm.) cuya mascarilla y manos
estaban tallados en cedro y en pino de Flandes, el candelero. Santos Rojas
esculpió en su etapa de madurez la que habría de convertirse en Nuestra
Madre y Señora de la Merced y última Dolorosa de las que ejecutara para la
ciudad de Sevilla, como una obra personal, muy cuidada en su factura y más
creativa que otras, al no corresponder a un previo encargo su ejecución. La
cabeza se inclina levemente hacia la derecha. Su rostro, de mirada frontal,
presenta la belleza de la madurez, con suaves carnaciones rosáceas en unas
facciones finas, de expresión serena y resignada ante el gran dolor que muestran
sus grandes, cristalinos y ligeramente cerrados ojos negros, enrojecidos por el
llanto y realzados por pestañas realistas y elegantes cejas. El entrecejo fruncido, la
nariz recta y afinada con aletas nasales levemente modeladas, el suave modelado
de la boca entreabierta que deja ver tallados lengua y dientes superiores completan
sus rasgos estilísticos junto con siete lágrimas de cristal. De estas, cuatro surcan la
mejilla derecha y tres, la izquierda, en manera muy similar a las de la Virgen de
la Concepción, de la hispalense Hermandad de N. P. Jesús del Silencio.
Característico del artista son unas lágrimas pequeñas brotando de los ojos
mientras otra de la mejilla derecha se desliza en prolongada singladura hasta casi
la comisura de los labios. También es muestra de la maestría del imaginero el
modelado naturalista, voluminoso y estilizado de sus manos, con finos y alargados
dedos43.

Sevilla en la segunda mitad del siglo XX”, p. 298. RUIZ BARRERA, M.ª T., “Nuestra Señora
de la Merced en el Patrimonio artístico de las Hermandades de Penitencia de Sevilla”, p. 23,
Lám. 3. ID., El arte mercedario en Sevilla. Descubriendo Andalucía, p. 148. ID., “Merced
Dolorosa. El Neobarroco sevillano en sus imágenes”, p. 1274.
43 PALOMERO PÁRAMO, J. M., Las Vírgenes en la Semana Santa de Sevilla, pp. 84-85. La

hermandad se originó en el convento casa grande de la Merced en el segundo tercio del siglo XVI.
Reside en su propia capilla en la Colegiata de El Salvador, GONZÁLEZ GÓMEZ, J.M.,
“Imaginería de la Semana Santa de Sevilla en la segunda mitad del siglo XX”, pp. 84-85. 297-299;
GONZÁLEZ GÓMEZ, J. M., y RODA PEÑA, J., Imaginería procesional de la Semana Santa de
Sevilla, pp. 172-173. 179-180. RUIZ BARRERA, M.ª T., “Nuestra Señora de la Merced en el
Patrimonio artístico de las Hermandades de Penitencia de Sevilla”, pp. 23-24, Lám. 3. SANTOS
CALERO, S., Sebastián Santos Rojas, Sevilla 1996, pp. 23. 42. 171. 173. RUIZ BARRERA, M.ª
T., La Virgen de la Merced. Iconografía en Sevilla, pp. 123-124. DÁVILA-ARMERO DEL
ARENAL, Á., y PÉREZ MORALES, J.C., “La imagen dolorosa bajo palio de la Semana Santa
sevillana”, p. 259. RUIZ BARRERA, M.ª T., El arte mercedario en Sevilla. Descubriendo
Andalucía, p. 148. ID., “Merced Dolorosa. El Neobarroco sevillano en sus imágenes”, p. 1276. Fue
restaurada por Gutiérrez Carrasquilla en el año 2009.
174 MARÍA TERESA RUIZ BARRERA

Humilde y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro


Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras, María Santísima de los Dolores
y Misericordia, Mayor Dolor de Nuestra Señora, San Juan Evangelista y
San Bartolomé Apóstol.

Antonio Eslava Rubio (Carmona, 1909-1983), uno de los grandes maestros


de la escuela neobarroca sevillana del pasado siglo XX, recibe el encargo de
tallar la imagen en 1962. La hermandad se originó en 1927 y se refundó en
1958. Recibe culto en su capilla propia de la calle Molviedro desde donde
procesiona el Domingo de Ramos44. La sacra efigie es la primera de la
corporación en ostentar la segunda advocación de Misericordia, sinónimo de
“Merced” en el siglo XIII, nombre que se adoptó a petición de un hermano,
don Antonio Fernández Rodríguez que, asimismo lo era de la hermandad de N.
P. Jesús de la Pasión. Este hermano encargó la obra al imaginero y la regaló a la
hermandad45.

Tallada en pino de Flandes es obra de época de madurez siendo en su


producción la decimotercera dolorosa46. Crea un modelo iconográfico rupturista
con lo acostumbrado en Sevilla y supone un hito en la imaginería del autor por
la singularísima inclinación de la cabeza -hacia su derecha- y más aún el rostro,
de despejada frente, elevado al cielo -marcándose así fuertemente los músculos-,
su mirada implorante e inquisitiva mediante sus ojos cristalinos castaños y
pestañas postizas, pasando por la simetría de las seis lágrimas que se desprenden
de unos ojos enrojecidos y que se deslizan por ambas mejillas o la cabellera
tallada recogida en un moño. Otras características son el ceño fruncido, su
boca entreabierta con lengua y dentadura completa tallada y pronunciado mentón
con hoyuelo. Es de destacar asimismo que están tallados sus pabellones auditivos
y luce pendientes en las orejas. El semblante de mujer madura y de gran unción
religiosa, se asemeja al de Nuestra Señora de los Dolores de la hermandad
sevillana de Santa Cruz (1969), aunque en ésta matiza el movimiento ascendente
de la cabeza. Como Virgen mercedaria (165 cm.) luce el escudo de la orden

44ROMERO MENSAQUE, C. J., “Estudio histórico”, en La Hermandad de Jesús


Despojado. Historia y patrimonio, Sevilla 2003, pp. 41. 72-73. 85.
45 Pagaron la talla el mentado don Antonio Fernández Rodríguez y don Guillermo Olivares,

LUENGO MENA, J., “El patrimonio”, p. 179. La bella imagen primitiva, de Hernández León, fue
adquirida por la Hermandad del Santo Entierro de Paradas (Sevilla), ROMERO MENSAQUE, C.
J., “Estudio histórico”, p. 89. DÁVILA-ARMERO DEL ARENAL, Á., y PÉREZ MORALES,
J.C., “La imagen dolorosa bajo palio de la Semana Santa sevillana”, t. III, p. 53.
46 BERMUDO SALAS, A. M., “Las imágenes de la Virgen dolorosa en la obra del imaginero

carmonense Antonio Eslava Rubio”, pp. 279-280. 275. En anteriores estudios se recogía que se
talló en caoba, RUIZ BARRERA, M.ª T., “Merced Dolorosa. El Neobarroco sevillano en sus
imágenes”, p. 1276.
ADVOCACIÓN DOLOROSA DE LA VIRGEN DE LA MERCED… 175

religiosa prendido sobre su pecherín de encajes47. Fernández Rodríguez indicó al


imaginero que, deseaba se inspirase, para el rostro mariano en Salzillo; cumplió
tomando como modelo la Dolorosa de la hermandad de Jesús Nazareno, de
Murcia48. Las bellas, expresivas y finas manos extienden las palmas hacia
arriba y luce manípulo en la derecha y una rosa de pasión en la izquierda y son
una buena muestra del llamado “escultor de las manos”49. En el camino al
Calvario la acompaña san Juan Evangelista (Juan González Ventura, 1981)50.

Asociación de Nuestro Padre Jesús del Amor y Nuestra Madre y Señora de


la Merced y santa Ángela de la Cruz.

La última dolorosa sevillana mercedaria se data en el año 2005 y su autor


es Rafael Díaz Caro (Sevilla, 1983) quien la modeló en cedro real. Es la
cotitular de la Asociación de fieles nacida en torno a la advocación mariana
mercedaria en el barrio sevillano de Rochelambert, en una estancia
preparada para su veneración, llamado Oratorio “Virgen de la Merced”,
desde su nacimiento en 2000. Procesiona el día de su festividad, 24 de
septiembre51. A finales de septiembre de 2015 la imagen se trasladó a su
actual sede, la parroquia de Nuestra Señora del Águila en la barriada de san
José de Palmete52.

La leve inclinación hacia adelante de la cabeza es bien visible en el


movimiento del tronco del cuello. Su rostro, con cejas rectilíneas, pestañas
postizas que realzan sus ojos verdes, boca cerrada -a la manera antigua de
tallar estas imágenes-, y nariz recta, conforman un juvenil semblante surcado
por cinco lágrimas -dos en la mejilla derecha y tres en la izquierda-, lo que
acentúa la emotividad y el dolor que expresa el rostro. Como es habitual por

47 PALOMERO PÁRAMO, J. M., Las Vírgenes de la Semana Santa de Sevilla, pp. 83-83;
GONZÁLEZ GÓMEZ, J. M. – J. RODA PEÑA, Imaginería procesional de la Semana Santa
de Sevilla, pp. 189-190; MARTÍNEZ ALCALDE, J. M., “La Virgen Dolorosa y los pasos de
palio”, t. II, pp. 374-376. LUENGO MENA, J., “El patrimonio”, p. 180. DÁVILA-ARMERO DEL
ARENAL, Á., y PÉREZ MORALES, J.C., “La imagen dolorosa bajo palio de la Semana Santa
sevillana”, t. III, p. 53. RUIZ BARRERA, M.ª T., “Merced Dolorosa. El Neobarroco sevillano en
sus imágenes”, p. 1276. En 2010 la imagen ha sido intervenida por el restaurador Pedro
Manzano, BERMUDO SALAS, A. M., “Las imágenes de la Virgen dolorosa en la obra del
imaginero carmonense Antonio Eslava Rubio”, pp. 275. 279-280.
48 LUENGO MENA, J., “El patrimonio”, p. 180.
49 BERMUDO SALAS, A. M., “Las imágenes de la Virgen dolorosa en la obra del

imaginero carmonense Antonio Eslava Rubio”, pp. 276. 279-280.


50 LUENGO MENA, J., “El patrimonio”, pp. 182-183.
51 RUIZ BARRERA, M.ª T., La Virgen de la Merced. Aproximación a su iconografía en

Sevilla, p. 112.
52 Información debida al imaginero, autor de ambos titulares.
176 MARÍA TERESA RUIZ BARRERA

su advocación, el atuendo es blanco. Luce un prendedor con su nombre


grabado y unos pequeños grilletes dorados que, junto con el escudo de la
orden mercedaria, son los símbolos de su advocación, a más de lucir una
corona, atributo de su realeza sobre el mundo, y un corazón atravesado por
siete puñales sobre su pecho53.

XVIII. VINARÒS (CASTELLÓN)

Hermandad de Nazarenos de N. P. Jesús Cautivo y Nuestra Señora de la


Merced.

En los inicios del presente siglo XXI la advocación continúa con nuevas
imágenes. En Vinaròs se creó en 1989 una hermandad en el seno de la Casa
de Andalucía. Posteriormente esa casa andaluza desapareció pero no así la
cofradía, que procesiona el Jueves y el Viernes Santo. La imagen mariana
fue un deseo cumplido cuando finalmente en 2004 la advocación, que nace
con la misma cofradía por ser la Merced Redentora de cautivos, logró ser
plásticamente representada.

Manuel Martín Nieto (Morón de la Frontera, 1978) talla la dolorosa entre


2003 y 200454. Para crear su estética el imaginero se inspira en el barroco
granadino de Alonso Cano unido a su propia personalidad. De sus manos
emergen imágenes marianas de aspecto delicado y expresión serenas, de gran
contención en las que predominan las facciones ovales, los ojos rasgados y una
mirada melancólica55. Portan a la Virgen sus cuarenta portantes o “Mujeres de
trono”56.

XIX. CONCLUSIONES

Ha sido mi deseo mostrar imágenes dolorosas que, bajo la advocación de


Nuestra Señora o Madre de la Merced, de las Mercedes, Misericordia -en
alusión a la Merced- o el netamente propio de la orden religiosa como es

53 RUIZ BARRERA, M.ª T., La Virgen de la Merced. Aproximación a su iconografía en

Sevilla, p. 112. ID., El arte mercedario en Sevilla. Descubriendo Andalucía, pp. 149-150. ID.,
“Merced Dolorosa. El Neobarroco sevillano en sus imágenes”, p. 1278.
54 Es el imaginero discípulo de Manuel Guzmán Bejarano, M. Hernández León y J. A.

Navarro Arteaga. Precisamente M. Hernández León talla la imagen del Cautivo en 1990. La imagen
mariana fue bendecida el 27 de marzo de 2004. www.semanasantavinaros.es/ss/speaker/jesus-
cautivo-merced (Fecha de consulta: 30-10-2016).
55 RUIZ BARRERA, M.ª T., “Merced Dolorosa. El Neobarroco sevillano en sus imágenes”,

pp. 1278-1279.
56 www.semanasantavinaros.es/ss/speaker/jesus-cautivo-merced (Fecha de consulta: 30-10-2016).
ADVOCACIÓN DOLOROSA DE LA VIRGEN DE LA MERCED… 177

Redentora de Cautivos, procesionan desde la Edad Moderna y Contemporánea,


épocas en las que se ha ido extendiendo la advocación entre las hermandades
nacidas en distintas ciudades españolas, especialmente tras la guerra civil en
relación con la redención y libertad que anuncia como titular de corporaciones
penitenciales creadas por excautivos de la contienda. En otras ocasiones los
propios conventos han sido nuevamente el germen de ellas o sel motivo de la
recuperación de la perdida devoción. Esta tendencia ha permanecido hasta
ahora en las hermandades de moderna o reciente fundación por todo el país.
Las vísperas y la Semana Santa española están teñidas de los colores y devoción
mercedarias. Y en el futuro habrá otras que hoy comienzan su camino.

A un año del VIII Centenario de la fundación de la orden religiosa,


permítanme decirles que la advocación de Nuestra Señora de la Merced
“goza de buena salud” y que sus representaciones en el dolor recorriendo
prácticamente toda nuestra geografía española muestran su gran relevancia
desde la época barroca a la contemporánea del siglo XX continuando la
estela con los actuales jóvenes artífices en los primeros diecisiete años del
presente siglo XXI.

1. EL FERROL (A CORUÑA), Iglesia de la Merced. Nuestra Señora de los


Cautivos, J. Mª Hurtado Rodríguez, 2006. (Foto cedida por la hermandad).
178 MARÍA TERESA RUIZ BARRERA

2. SEVILLA, Hdad. de N. P. Jesús Cautivo. Nuestra Señora de las Mercedes


Coronada, J. Paz y Vélez, 1956. (Foto cedida por la hermandad).
La desaparecida cofradía logroñesa de
Nuestra Señora de la Soledad y Santa Cruz
en Jerusalén

Fermín LABARGA
Universidad de Navarra

I. Introducción.

II. La cofradía de la Soledad.

III. La procesión del Viernes Santo.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 179-192. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. INTRODUCCIÓN

Hasta mediados del siglo XIX dos eran las cofradías encargadas de
organizar las procesiones de Semana Santa en la ciudad de Logroño, la de la
Santa Vera Cruz -fundada en 1537 y radicada en el convento de San Francisco-
y la de Nuestra Señora de la Soledad, del convento de la Merced. Habiendo
trazado ya la historia de la primera1, se ofrecen ahora los datos históricos que
han podido reunirse de la segunda. Ambas cofradías desaparecieron en la
centuria decimonónica, perdiéndose el rastro de sus libros, por lo que resulta
muy difícil reconstruir su historia ya que sólo contamos con documentos menores
y referencias indirectas. No obstante, con paciencia se han podido reunir los
suficientes datos como para esbozar un bosquejo histórico de cierto interés.

II. LA COFRADÍA DE LA SOLEDAD

Con toda seguridad, la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santa


Cruz en Jerusalén, con sede en el monasterio de la Merced, Redención de
Cautivos, de Logroño existía ya el 12 de abril de 1594 (quizás desde no
mucho antes), día en el que la comunidad religiosa y su abad firmaban el
contrato de compraventa de una capilla situada a los pies del templo conventual,
“como consta de diferentes asientos del libro que tiene dha confradía en que
está la Regla y entradas de confrades de ella”2.

Dicho templo, conservado en la actualidad aunque no con fines religiosos


ya que forma parte de las instalaciones del Parlamento de La Rioja, es un
buen edificio de sillería levantado en la primera mitad del siglo XVI,
coincidiendo con el pontificado del obispo de Calahorra y la Calzada, don
Alonso de Castilla (1523-1541), que adquirió el derecho de patronato de la
capilla mayor para sí y su familia, que poseyeron hasta que en 1648 lo

1 LABARGA GARCÍA, F., “La desaparecida cofradía logroñesa de la Vera Cruz”, en Actas
del IV Congreso Internacional de Hermandades y Cofradías de la Santa Vera Cruz, Zamora
2009, pp. 487-510.
2 Archivo Histórico Provincial de La Rioja (AHPLR), Juan de Zuazo, leg. 956, f. 55v.
LA DESAPARECIDA COFRADÍA LOGROÑESA DE NUESTRA SEÑORA… 181

cedieron al Ayuntamiento. Consta el templo de una sola nave de cinco tramos y


capillas entre los contrafuertes, con cabecera ochavada de tres paños; no
conserva, sin embargo, la bóveda original de crucería. Su magnífica portada,
situada en el cuarto tramo, al norte, fue iniciada en 1686. Por lo que se
refiere a la comunidad mercedaria, su presencia en la ciudad de Logroño se
remonta, probablemente, a los últimos años del siglo XIII, si bien en otro
emplazamiento cercano pero extramuros, pasando a ocupar a fines del siglo
XV unas casas en el barrio de san Pedro donde construyeron su monasterio e
iglesia3.

Por primera vez aparece mencionada la cofradía de la Soledad en el libro


de Actas del Ayuntamiento el 28 de enero de 1595, acordando el Regimiento
de la Ciudad acudir a la procesión que organizaba en la tarde del Viernes Santo,
al igual que hacían en la precedente del Jueves Santo, y aportar también los
cirios necesarios:

“Se platicó y trató cerca de que se abía fundado en el monasterio de la


Merced de esta ciudad una cofradía que dicen de Nuestra Señora de la
Soledad y Cruz en Jherusalen, la qual salía en procesión el Biernes
Sancto de cada año y que, por ser tan pobre y la cofradía de tanta
devoción, no thenyan las luzes que heran necesarias. [Por ello] que se
suplique a su Magestad y señores de su Consejo den facultad para que
de los propios desta ciudad se gaste y tome lo que fuere necesario y
aquello se resciba en descargo del mayordomo de propios della, que lo
pagará. Que serán necesarias para la Justicia y rregidores y procurador
mayor y del común y escrivanos del ayuntamiento y alguacil mayor
treinta achas, que contarán como oy ba la cera sesenta ducados, e lo
que fuere con quenta y razón”4.

Dos años después, se comisionaba al regidor don Miguel García para que
se ocupara de hacer “las dichas achas de cera para alumbrar las dichas confradías
y procesiones” de la Semana Santa5. Y se solicitaba la autorización regia
para dicho gasto:

“Se suplique a su Magestad y señores de su Consejo que, por quanto


esta cibdad tiene dos procesiones la Semana Santa en cada uno año, la
una el Juebes Santo y la otra el Biernes Santo, y son de mucha

3 GÓMEZ, F.J., Logroño Histórico, Logroño 1893-1895 (ed. facsímil: Logroño 1998),

pp. 581-590; LAYNA SERRANO, F., “Noticias documentales sobre conventos antiguos de
la ciudad de Logroño”, en Berceo, 1 (1946) 36-37.
4 Archivo Municipal de Logroño (AML), Libro de Actas Municipales, 28 de enero de 1595.
5 AML, Libro de Actas Municipales, 22 de marzo de 1597.
182 FERMÍN LABARGA

devoción y esta cibdad alumbra a las dichas procesiones dando cera


con facultad real, la qual se a acabado, se pida y suplique la manden
dar de nuevo para no gastar de propios pues es limosna y en servicio
de Dios, nuestro Señor”6.

Ahora bien, dado que se había duplicado la concurrencia municipal en la


Semana Santa, para no provocar un excesivo quebranto en la correspondiente
partida de gastos, se acordó al mismo tiempo que se rebajara a cuatro libras
el peso de cada uno de los hachones que se ofrecían: “Aga azer las achas para las
confradías de la Bera Cruz y Soledad (…) y que las achas no pesen ninguna más
de a quatro libras y que al que no fuere a las prozesiones, no se la den”7.

La cofradía se había fundado en uno de los conventos intramuros de la


ciudad, el de Nuestra Señora de la Merced, contando con el correspondiente
permiso de la comunidad de religiosos. Compartió sede canónica con otras
dos cofradías, la del Santísimo Cristo de la Salud y la de Santa Bárbara y, ya
en el siglo XVIII, también con la de San Eloy y la del Salvador, que trasladaron
aquí su residencia desde los templos de San Bartolomé y de San Blas,
respectivamente.

Casi desde los mismos inicios de la existencia de la cofradía de la


Soledad, sus hermanos se plantearon la posibilidad de contar con una capilla
propia dentro del templo mercedario, para lo que iniciaron las gestiones oportunas
que culminaron con el contrato de venta por parte de la comunidad
mercedaria de la capilla situada a los pies de la iglesia, a mano derecha según
se entraba. Se firmó la compraventa el 12 de abril de 1594 ante el escribano
Francisco de Berlanga8.

Y, aunque la cofradía había dispuesto de la capilla como suya, realizando


diversas obras –como la instalación en 1671 de una reja elaborada por Antonio de
Elorza, “maestro de herrería” vecino de Elgoibar, a semejanza de la que
había en la capilla de la Encarnación del convento de San Francisco9−, en
1691 la comunidad mercedaria reclamaban su propiedad. La hermandad se
sintió desamparada porque “con el trascurso del tiempo, se ha perdido dha
escritura y no se ha podido allar ni el orixinal en los registros de dho escribano,
aunque se an hecho varias diligencias en su busca”. El pleito se había desatado a
raíz de la decisión de la cofradía de acometer obras de cierta magnitud en su

6 AML, Libro de Actas Municipales, 9 de abril de 1597.


7 AML, Libro de Actas Municipales, 13 de marzo de 1599.
8 AHPLR, Juan de Zuazo, leg. 956, f. 55v.
9 AHPLR, Tomás de Tejada, leg. 867, ff. 54-55vº.
LA DESAPARECIDA COFRADÍA LOGROÑESA DE NUESTRA SEÑORA… 183

interior. En concreto, el proyecto contemplaba remozar por completo el


recinto, “quitando las bóvedas y haciéndolas un zielo vuelta de coche para
ermosearla y ponerla con mayor perfección y decencia”; asimismo se pretendía
la construcción de “quatro carneros para que en ellos se puedan enterrar, si
quisiesen, los abades y mayordomos de dha confradía”.

Pero, dado que los religiosos “pretendían que la dha capilla de Nra Sra de
la Soledad era de dho combento”, la cofradía mostró el libro donde constaba
la venta que le habían efectuado años atrás y, muy juiciosamente, con el fin
de evitar disgustos y gastos por ambas partes, convinieron al fin en firmar el
reconocimiento de la propiedad. La escritura se rubricó ante el escribano
Juan de Zuazo el 5 de abril de 1691, actuando de una parte el P. Comendador,
fray Joseph de Arróniz, Predicador de S.M. (con el correspondiente permiso
del Provincial), y de la otra el abad de la cofradía, don Martín de Orive y
Ariz Yanguas y Peralta, Caballero del hábito de Santiago y Regidor Perpetuo
de la ciudad de Logroño, junto con los mayordomos Francisco de Sada y
Francisco Martínez de la Mata.

El acuerdo constaba de siete puntos, ratificando la propiedad de la


cofradía, como “dueña y señora” de la capilla, lo que comportaba que en su
recinto sólo podrían enterrarse sus hermanos10 y, con su autorización, también
otras “personas particulares que (…) tengan devoción” a la Virgen de la
Soledad (aunque nunca con derecho de perpetuidad). De igual modo, la
cofradía podía acometer las obras que considerara oportunas, corriendo con
el gasto. Se estipulaba también que la puerta de la capilla se mantendría siempre
en el mismo lugar en que estaba dentro de la iglesia, “haciendo frente azia el altar
mayor de ella”, renunciando la cofradía a abrir puerta a la calle sin licencia de la
comunidad. Ésta conservaba el derecho de libre acceso a la capilla en todo tiempo,
“y poder dezir Misa y demás divinos ofizios, salves y funciones que se
acostumbran”, para lo cual contaría con una llave de puerta y reja.

Por lo que respecta a

“los pasos e insignias con que se haze la procesión del Biernes Santo,
ornamentos y alaxas que tiene propias la dha capilla y los vestidos y
adornos de Nra Sra de la Soledad y su altar, así los que tiene al presente
como los que en adelante tuviere a de correr su guarda y custodia por
quenta de los dhos abad y mayordomos […] cerrándolos en sus
caxones que para el efecto tuvieren dentro de la dha capilla”.

10 De hecho, se indicaba expresamente que en ella “no se an de poder enterrar en ningún

tiempo los relixiosos de dho combento y si algún relixioso antes de ahora se ubiere enterrado,
sacará sus huesos dho combento de dha capilla dentro de quince días de la fecha de esta scriptura”.
184 FERMÍN LABARGA

Con todo, “si por qualquier accidente, la dha confradia quisiera mudarse a
otra parte, no se a de poder llevar ni sacar la imagen de Ntra. Sra. de la
Soledad de dha capilla, sino que perpetuamente a de estar y permanecer en
ella”. De otra parte, se pactaba que

“si además de la procesión del Biernes Santo y día de la Cruz, catorze


de septiembre, que son las funciones en que sale [la imagen a la calle]
por la dha cofradía, se ofreziere que la Ciudad pida se haga procesión o
rogativa con Ntra Sra por falta de agua o por otra qualquiera necesidad de
la república, a de ser con licencia del dho Padre Comendador y relixiosos
de dho combento y del Abad y mayordomos de la dha confradía que
entonces fueren, y no de otra manera, y asi que acabe la dha procesión o
rogativa se a de volver la dha santa ymaxen a su capilla”.

Finalmente, se ratificaba que todas las misas celebradas por la cofradía en


el transcurso del año, que se elevaban a diecisiete, debían ser celebradas por
la comunidad.

La fiesta principal era el 14 de septiembre, exaltación de la Santa Cruz.


Era tan importante esta fiesta que, en el siglo XVIII, popularmente “la cofradía de
la Vera Cruz y la Soledad […] se intitula de la Cofradía de Septiembre”11 o
también de la Exaltación de la Cruz12. Constituía el acto principal de estas
fiestas la celebración de una Misa solemne, con diácono y subdiácono, y la
asistencia de la comunidad mercedaria, en la que intervenía un predicador
“de campanillas”. Por la tarde tenía lugar la procesión, a la cual en el año
1695 acudió, con el preceptivo permiso del Cabildo de la Colegial, su capilla
de música13. Completaban la nómina festiva los actos profanos típicos, con danzas
ya en 161914 e incluso festejos taurinos, como en 1638, en que se trajeron
nada menos que ocho toros, contratados al autoleño Juan de Juaristi, quien se
obligaba a traerlos hasta la ciudad de Logroño siempre y cuando “las guerras
con françia lo permita”15.

Al día siguiente, o segundo día de la fiesta, la cofradía volvía reunirse


para celebrar la Misa y la junta. También en este mes de septiembre se

11
Archivo Diocesano y Capitular de Calahorra (ADC), leg. 22/749/303.
12
ADC, leg. 6/301/148.
13 Archivo Histórico Diocesano de Logroño (AHDL), Santa María de la Redonda, Libro

de actas capitulares (1594-1599), f. 48: 9/9/1595: “Este día el señor deán pidió la música para
el día de la Exaltación de la Cruz, para la procesión de la Soledad. Mandaron que en diciendo
vísperas en la yglesia fuese”
14 AHPLR, Simón Martínez de León, leg. 619, ff. 658-659v: 10/9/1619
15 AHPLR, Bartolomé de la Vid, leg. 750, ff. 478-479v: 6/8/1638
LA DESAPARECIDA COFRADÍA LOGROÑESA DE NUESTRA SEÑORA… 185

celebraría una misa por los cofrades difuntos, así como otra en el denominado
Viernes del Concilio. Se completa la nómina festiva con la Cruz de mayo.
Además, todos los primeros domingos de mes la cofradía celebraba la misa
en el altar de la Soledad, debiendo acudir todos los hermanos. En cada una
de estas misas, la cofradía debía alumbrar el altar y la capilla. Por el servicio,
se pasaría anualmente como limosna diecisiete ducados de vellón a la comunidad
mercedaria16.

Consolidada, por tanto, la propiedad de la capilla y ajustadas las relaciones


entre la comunidad de la Merced y la cofradía, ésta se dispuso inmediatamente a
llevar adelante las obras proyectadas. Para ello concertaba con el cantero
Juan de Soloa y Castillo, por un importe de 1400 reales, una serie de encargos
como abrir dos ventanales “en la pared de la capilla de Ntra Sra de la Soledad de
dho combento que cae a la callexa de la portería del, enfrente de la muralla”,
y “cerrar de mampostería” el nicho “en el que estava el Santo Sepulcro” en la
misma pared; de igual modo se comprometía a embaldosar toda la capilla “con
baldosas de piedras de dos pies en quadro” y “hazer el altar de Nra Sra de dha
capilla, donde se a de dezir Misa, de piedra con la cara labrada a picón y al pie del
una grada que sirva de tarima, de buena piedra con su bozal que a de ser labrado a
escoda”, Por último, “junto a la grada del altar de Ntra Sra se ha de hazer
asimismo quatro carneros de siete pies de largo cada uno con el ancho
correspondiente que sirvan de entierro para los cofrades”17.

Podría suponerse que toda esta actividad manifestaba que la cofradía se


encontraba pujante a finales del siglo XVII. No obstante, sabemos que venía
arrastrando fuertes problemas de solvencia desde tiempo atrás. De hecho,
tanta ésta como la cofradía de la Vera Cruz del convento franciscano se habían
sumido en una crisis cuyas raíces hay que rastrearlas en los cuantiosos gastos
que el desempeño de los cargos ocasionaba a sus hermanos. Poco a poco, el
lustroso cargo de abad se había ido reservando a caballeros principales de la
ciudad y los dos mayordomos, que por turno debían asumir la responsabilidad de
organizar la procesión del Viernes Santo y los festejos de la Cruz de septiembre,
comenzaron a declinar sus responsabilidades con el fin de no tener que
afrontar las cargas anejas. Existen varios pleitos iniciados contra los hermanos que
rehusaban hacer frente a las obligaciones pecuniarias que comportaba pertenecer a
la hermandad y desempeñar sus cargos de gobierno18. Finalmente, hubo de ser el
mismo Ayuntamiento quien levantara las cargas con el fin de asegurar a toda costa
“la mayor honra y gloria de Dios y beneración y culto de las ceremonias

16 AHPLR, Juan Antonio Zuazo, leg. 956, ff. 55-58v.


17 AHPLR, Juan Antonio Zuazo, leg. 956, ff. 67-68v.
18 ADC, leg. 22/749-347; leg. 6/301/148.
186 FERMÍN LABARGA

sagradas de las procesiones de Juebes y Viernes Santo y festividades de la


inbenzión y triunfo de la Cruz”19.

Parece que no faltó algo de emulación en los sucesivos abades y mayordomos


que competían por organizar unas fiestas cada vez más rumbosas. Sin embargo,
esto entrañaba el grave problema de que muchos se retraían de aceptar los
cargos por los fuertes desembolsos que suponían. Así lo recogen las actas
municipales cuando, en 1679, dicen que

“de algunos años a esta parte, sobresaliendo el zelo de algunos abades


y mayordomos an tenido fiestas profanas de toros y fuegos con otros
cumplimientos que de ello se an ocasionado haziendose los gastos
insoportables y desmedidos a las fuerzas y caudales de los vezinos en
tanto grado que les obligava a empeñar sus haziendas tomando a censo
algunas cantidades para poder llevar la carga y en otras ocasiones a
faltado quien sirba las abadías y mayordomías no azeptando los que an
sido nombrados por no tener caudal ni medios para hazer gastos tan
crezidos y por este medio se a disminuido el culto divino”.

El problema en el que se encontraban tanto la cofradía de la Vera Cruz


como la de la Soledad resulta patente. Por ello decidió intervenir el Concejo;
según informa el libro de acuerdos del Ayuntamiento, en la sesión del 13 de
marzo de 1679, ante la cercanía de la Semana Santa y visto que no había
candidatos entre los propios cofrades para asumir los cargos de abad y
mayordomos y que por ello peligraba la celebración de las procesiones,
acordó prohibir cualquier dispendio en actos profanos, concretamente “en
fiestas de toros ni fuegos ni otras de estas calidad”, facilitando así la asunción de
los cargos una vez desprovistos de las cargas pecuniarias más onerosas. Ahora
bien, la medida no fue suficiente para animar a algunos hermanos a aceptar
los cargos, por lo que en la siguiente sesión del Concejo, celebrada con carácter
de urgencia al día siguiente, se acordó que “mediante haver dejado las cofradias
a la disposizion de la Ziudad esta materia mediante recado que se le a dado,
se confirió en horden a ello si se havian de nombrar Señores Capitulares que
sirban dhas abadías en este año” o bien dejar que las cofradías resolvieran el
problema. Los regidores acordaron devolver el problema a las cofradías si
bien, para contribuir a resolverlo, determinaron ofrecer a cada una de ella
cien ducados “de ayuda”20.

Pero tampoco la subvención fue suficiente para animar a los cofrades a


asumir los cargos, por lo que la intervención municipal se hizo completa. En

19 AML, Libro XXXII de Actas Municipales, f. 30v.


20 AML, Libro XXXII de Actas Municipales, ff. 30-32.
LA DESAPARECIDA COFRADÍA LOGROÑESA DE NUESTRA SEÑORA… 187

la sesión del 19 de marzo, visto que no había candidatos de las propias


cofradías, se determinó que asumieran los cargos algunos “del cuerpo del
Ayuntamiento”, para lo cual se añadiría una aportación complementaria de
mil quinientos reales. Asumió la abadía de la Vera Cruz el regidor don Francisco
Vicente de Contreras, ayudado por los señores don Juan Vázquez y don Juan
Velázquez. Para la de la Soledad fue designado don Miguel de Espinosa
junto con don Juan de Vendígar y don José Galbete21.

No obstante la ayuda municipal, la cofradía debía asumir sus propias


responsabilidades. Ya el 28 de febrero de 1706 había acordado que cuando
no hubiera mayordomos, se sortearan las dos mayordomías y todos los
hermanos corrieran con los gastos a escote. Para dar aun mayor fuerza a este
acuerdo se pidió que lo refrendara el provisor y vicario general don Joseph
de la Vid, como así hizo con fecha 22 de marzo al tiempo que animaba a una
mayor austeridad. Lo cierto es que, a lo largo del siglo XVIII, siguieron
produciéndose conflictos en el seno de la cofradía por la ya antigua cuestión
del sufragio de los gastos derivados de las fiestas y procesiones. En 1762 se
solicitaba, incluso, un cambio de los estatutos para reformar este punto crucial
para el desenvolvimiento ordinario de la actividad confraternal22.

Por otra parte, la capilla requería un mantenimiento constante y, de vez


en cuando, también algunas obras de mejora. En 1749, siendo abad de la
cofradía don Juan Crisóstomo de Salamanca y Córdoba, regidor perpetuo de
la ciudad, se decidió se encargara también de llevar adelante las obras
necesarias para colocar en el altar de la cofradía, donde se veneraba la efigie
de la Virgen de la Soledad, el resto de imágenes que poseía, tanto la del Cristo
yacente del santo sepulcro como las del paso del Descendimiento. La finalidad
que se perseguía era “su mayor aseo” y que creciera la devoción del pueblo
logroñés hacia ellas, buscando en todo el “mayor lucimiento y hermosura de
dha capilla, […] su decencia y la de sus pasos”23.

Ya en el siglo XIX y debido a la desamortización, el convento mercedario


fue destinado a usos civiles si bien su iglesia se mantuvo abierta como ayuda
de parroquia de Santiago el Real. Cuando se realizó el inventario de bienes
del convento de “Mercenarios” (sic) de Logroño en 1821, se indicaba: “En la
capilla de la Soledad, un retablo con nuestra Sra. de los Dolores, el
Descendimiento, las tres Marías, Cruz con toalla y varios bancos, que todo
pertenece a la cofradía de este título”24.

21 Idem, ff. 32 v. y 33
22 ADC, leg. 6/301/148; leg. 22/762-16
23 ADC, leg. 6/301/210; leg. 22/775/106
24 ADC, leg. 6/818/37a
188 FERMÍN LABARGA

En 1834, en el contexto de las guerras carlistas, el convento fue destinado


a hospital militar, aunque posteriormente recuperó su identidad al habitarlo
las carmelitas descalzas entre 1847 y 1869. Veinte años más tarde, y ante el
inminente cierre del templo con el fin de convertir todo el inmueble en
fábrica de tabacos, la cofradía emigró con sus enseres a la parroquia de Santa
María de Palacio, donde instaló su retablo neoclásico, en el que hasta la
fecha se ven la imagen del Cristo yacente y, en la hornacina principal, la de
la Virgen de la Soledad, desapareciendo así la cofradía. Desde 1988 el
antiguo convento de la Merced, con su iglesia y claustro, es la sede del
Parlamento de La Rioja.

III. LA PROCESIÓN DEL VIERNES SANTO

La cofradía de la Soledad surgió expresamente para organizar la procesión del


Viernes Santo, a ejemplo de la que realizaba la Vera Cruz el Jueves Santo.
Por los escasos datos que se conservan, sin embargo, es posible saber que ya
desde sus comienzos contaba con “una cruz de álamo grande” que, certificada
su existencia ya en 1599, hay que identificar necesariamente con “el paso de
la toalla” que de manera reiterada aparece en los documentos25. Por ejemplo,
en 1749 se afirmaba que

“entre los pasos que tiene [la cofradía de la Soledad] para la prozesión
del Viernes Santo sale el de la toalla, cuyo paso se alumbra de sujetos
por los dhos mayordomos, [que] a costa de algún desbelo buscan para que
vayan iluminando, siendo común llevar más luzes que todos los demás
[pasos] excepto el de la Soledad, y también buscan sugeto de buena
disposición que lleve dha toalla”26.

Por tanto, la cruz era portada por un hombre buscado por los responsables
de la cofradía que necesariamente debía ser robusto pues debía resistir el
peso de llevar la cruz alzada a pulso durante toda la procesión. Del brazo
horizontal de la cruz colgaba la mencionada toalla o sudario de tela blanca.
Curiosamente, y sin saber muy bien este origen tan remoto, se ha mantenido
hasta finales de los años sesenta en la procesión del Viernes Santo de
Logroño, aun después de haber desaparecido la cofradía, la costumbre de
portar dicha cruz.

25
AHPLR, Fernando Ramírez, leg. 561/2, ff. 97-104. También denominado, en ocasiones,
“de la sancta toalla”. Los mayordomos tenían la obligación de “componer” el paso y sacarlo
en la procesión con las luces correspondientes.
26 ADC, Leg. 749-303. También se informa de que “a los que combidan a alumbrar y a

otros amigos se les da por el Abad y los dos mayordomos un refresco muy crezido de barquillos,
vizcochos, vino generoso y limonada de vino y agua”.
LA DESAPARECIDA COFRADÍA LOGROÑESA DE NUESTRA SEÑORA… 189

El cortejo procesional incluía también el paso del Descendimiento, incorporado


en el siglo XVII y que constaba de varias imágenes: el Señor en la cruz, José
de Arimatea y Nicodemo subidos en unas escaleras para proceder al desenclavo, y
a los pies la Virgen, san Juan y la Magdalena. Debido al traqueteo de las
andas, las imágenes requirieron reparaciones frecuentes, siendo la más notoria la
que realizó en 1748 el escultor y pintor Juan José García de Arciniega en
vistas de “la necesidad tan urgente que tenía el paso del Deszendimiento de
adornar, encarnar y pintar sus efixies”27.

Detrás avanzaba el Santo Sepulcro, escoltado por los canónigos de la


Colegial que lo alumbraban con cirios. Se conserva en la actualidad la imagen del
Cristo aunque no la urna, que debió perderse. Respecto al acompañamiento
capitular, en cierto momento la cofradía pretendió era obligación del Cabildo
y éste únicamente “acto facultativo y gracioso”; de hecho, en 1719 se comisionó
a don Bernabé Antonio de Brocarte “para que haga la diligencia con la
comfradia de Nuestra Señora de la Soledad de si hay instrumento o concordia
sobre que dicho Cabildo alumbre el Viernes Santo al paso del Sepulchro y
informe a dicho Cabildo sobre lo referido”28.

Unos años más tarde la tensa relación entre la cofradía y los señores capitulares
estalló de forma que estos no se presentaron a acompañar al Sepulcro en la
procesión del Viernes Santo de 1731. El abad don Bernardo Mayoral junto
con los abades antiguos, don Bruno de Espinosa y don Francisco de Bustamente,
mostraron su extrañeza. De nuevo se suscitó la pretensión de algunos hermanos,
según los cuales era “obligación precisa y perpetua y que se manifiesta ser
cierto por las diligencias que han ejecutado de compulsar acuerdos antiguos
de los libros de la cofradía y otras dilixencias extrajudiciales de que muchos
capitulares se hallan noticiosos”. Los canónigos, sin embargo, volvieron a
expresar el carácter voluntario del acompañamiento en esta procesión de la
Soledad del convento mercedario, máxime atendiendo a que

“en dicho día ocurren muchas ocupaciones a el Cabildo respecto que


por la tarde de el Viernes Santo en su iglesia y su quiñón después de el
Sermón del Descendimiento de la Cruz se hace procesión con el Santo
Sepulchro y Soledad de Nuestra Señora29, además de que con la

27 ADC, leg. 22/775-106. En 1775 seguía debiendo la cofradía 649 reales de vellón, que

demandaban los herederos del artista, entre ellos su yerno José de Bexes (Beges).
28 AHDL, Santa María de la Redonda, Libro de actas capitulares (1716-1719), f. 159v.
29 Esta procesión se comenzó a realizar a raíz de la donación de la magnífica urna de

carey, el Cristo yacente y la Virgen de la Soledad por parte del caballero logroñés don Gabriel
de Unsain al cabildo de la Redonda en 1694. Cf. LABARGA, F., Diolo y dotolo. El legado de
don Gabriel de Unsain y la Semana Santa de Logroño, Logroño 2015, pp. 73-109.
190 FERMÍN LABARGA

novedad de haberse mudado la hora de la procesión que se hace por la


noche experimentó el año antecedente no haberse podido cantar los
maitines con la pausa y devoción que se debe y acostumbran cantar en
dicha iglesia como es obligación a que se halla impedido el Cabildo
por la urgencia de haber asistido a dicha procesión”.

Por todo ello “y otras razones que se tuvieron presentes, se acordó por
mayor parte que no se asistiese ahora ni en tiempo alguno a dicha procesión”30.

No se resignaron los cofrades puesto que acudieron, nada menos, que al


obispo a fin de que influyese a favor de sus pretensiones ante el cabildo. No
debieron dar resultado estas gestiones porque, unos días después, el 12 de
abril interpusieron una “demanda en el Tribunal eclesiástico de este Obispado los
Abades, Maiordomos y cofrades de la Cofradía de la Vera Cruz sita en el
convento de Nuestra Señora de la Merced de esta ciudad pretendiendo precisar a
dicho Cabildo a asistir el Viernes Santo por la noche a el paso de el Sepulcro”31.

Tras el paso del Sepulcro aparecía la Virgen de la Soledad en sus andas


que era, sin duda, el verdadero centro devocional de la procesión, siendo el
que más número de luces llevaba alumbrando. Durante el año su venerada
imagen ocupaba la hornacina del retablo de la capilla y, habitualmente, se
encontraba cubierta con una cortina, que sólo se descorría durante las
celebraciones.

Por señalar un caso notable de la devoción que despertaba la efigie, cabe


indicar que en 1717 don Gerónimo Ibáñez Zárate, Inquisidor apostólico del
Tribunal de Logroño, dejaba en su testamento una manda de cincuenta misas
que debían celebrarse en su capilla ante la Virgen de la Soledad, «devotísima
y piadosísima Madre que siempre a sido de esta su casa y humilde familia. Y
que se descubra la santa imagen y enciendan las arañas llevándose de casa la
cera necesaria»32. Es un hecho cierto que en la ciudad se le profesaba gran

30 AHDL, Santa María de la Redonda, Libro de actas capitulares (1723-1734), ff. 389-

390. Sólo “lo protestaron los señores Chantre y Abad confesando que esta concurrencia a la
procesión era acto facultativo y gracioso de el Cabildo pero respecto de serlo piadoso y
devoto eran de dictamen se concurriese, y con lo dicho se disolvió el Cabildo”.
31 AHDL, Santa María de la Redonda, Libro de actas capitulares (1723-1734), ff. 390v.-391v.
32 AHPLR, Mateo de Ayala, leg. 662, ff. 60-63, 112-113v., 195-196v., etc.; Francisco

Pérez de los Baños, leg. 937, ff. 85, 166, 168, 264, etc. Entre quienes pidieron la asistencia de
la cofradía a su entierro se encuentran también clérigos tan destacadas como los canónigos
don Juan de Vergara y Porres, chantre y lectoral de la Redonda ya en 1619 (Simón Martínez
de León, leg. 619, leg. , ff. 250-254), don Juan de Terrazas en 1682 (Baltasar Orive de Arciniega,
leg. 976, f. 107) o don Antonio de Enciso y Jaúregui en el año 1700 (Baltasar Orive de Arciniega, leg.
978, ff. 386-387v.).
LA DESAPARECIDA COFRADÍA LOGROÑESA DE NUESTRA SEÑORA… 191

devoción y, por ello, no resulta extraño que se acudiera a ella para la


celebración de rogativas en casos de necesidad, singularmente los labradores
(como sucedió, por ejemplo, en los años 1753, 1754 y 1761)33. Por último,
una buena prueba del arraigo devocional de la imagen de la Soledad del
convento mercedario son las dos ediciones de mediados del siglo XIX del
librito de su novena34.

Acompañando a la imagen mariana iban los religiosos del convento de la


Merced entonando cantos y, cerrando el cortejo, los miembros del Regimiento
de la ciudad. Por último iban las mujeres. Respecto a la cuestión de la
presidencia, el Viernes Santo 20 de abril de 1821 se planteó un curioso pleito
entre el Alcalde segundo de Logroño y el P. Comendador de la Merced35. En
ese año la procesión comenzó a las cinco de la tarde.

Por lo que se refiere al recorrido de esta procesión, partía del convento de


la Merced y recorría las principales calles de la ciudad (Herventia y la
Villanueva) hasta desembocar “entre las dos puertas de el Coso a dar vista a
la cofradía de la Vera Cruz que se hallaba en aquel puesto para recibir y
despedir a los pasos de la Pasión que se llevan en la procesión y a los que los
acompañan”36. Desde allí regresaba de nuevo, probablemente por la Calle Mayor,
hasta su sede.

Esta procesión del Viernes Santo se mantuvo en Logroño hasta mediados


del siglo XIX, ya que Antero Gómez atestiguaba en 1857 que “no hace muchos
años salían de una preciosa capilla que tiene la iglesia de este convento [de la
Merced] los pasos de la procesión de Viernes Santo; y la Dolorosa cruzaba
toda la población, admirando a los que a la función asistían, por la riqueza de
sus adornos”37.

33 JIMÉNEZ MARTÍNEZ, J., El Parlamento de La Rioja en el antiguo convento de


Nuestra Señora de la Merced, Logroño 1989, p. 24.
34 Novena de María Santísima de la Soledad, que se celebraba en la iglesia y convento de

Nuestra Señora de la Merced de la ciudad de Logroño, dispuesta por un religioso


Mercenario. Haciendo la Novena y visitando a María Santísima de la Soledad, hay
concedidas muchas indulgencias por varios Ilustrísimo Señores Prelados, Imprenta y Librería
de Juan Albo, Logroño [1851], 31 pp. Hay también una reedición de 1863, editada por la
Imprenta y Litografía de Ruiz, aunque con solo 16 pp.
35 ADC, leg. 22/112-74.
36 AHDL, Santa María de la Redonda, Libro de actas capitulares (1723-1734), f. 389.
37 GÓMEZ, A., Logroño y sus alrededores, Logroño 1857, p. 76.
192 FERMÍN LABARGA
La Virgen como titular de Cofradías de
Pasión. Nuestra Señora de las Angustias

Filomena GARRIDO CURIEL


Baeza (Jaén)

I. Introducción.

II. Antecedentes.

III. La Cofradía de las Angustias en el siglo XVIII.

3.1. Comentarios a los Estatutos de 1785.


3.1.1. Constitución o Ley Primera: En que se previene haya de
tener tres libros esta Cofradía.
3.1.2. Constitución Segunda: Del recibimiento de Hermanos para
la Cofradía.
3.1.3. Constitución Tercera: Del método, y ceremonias para el
recibimiento de hermanos y de la limosna que debe pagar
en el tiempo de su ingreso.
3.1.4. Constitución Cuarta: De los Cabildos Generales…
3.1.5. Constitución Quinta: De las obligaciones del Hermano
Mayordomo, Fiscales, Consiliarios, Protectores y demás
cargos de la Cofradía.
3.1.6. Constitución Sexta: Formación y método de nuestra procesión
del Viernes Santo.
3.1.7. Constitución Séptima: De los ejercicios espirituales, fiestas,
comuniones, y del Santísimo Rosario, que deben tener los
hermanos.
3.1.8. Epílogo.

IV. La Cofradía de las Angustias en la actualidad.

4.1. La escultura.
4.2. La cofradía en las revistas y programas de Semana Santa.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 193-212. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. INTRODUCCIÓN

De las numerosas cofradías pasionales que existen en Baeza y conforman


su Semana Santa, sólo tres tienen como única titular a la Virgen María, con
tres acepciones distintas. Por orden de antigüedad, encontramos en primer
lugar a la cofradía de la Virgen de Las Angustias, fundada en el siglo XVI, a
continuación, la de la Virgen de la Soledad, fundada en 1930 y por último, la
de la Virgen en sus siete Dolores y mayor Traspaso (La Fervorosa) fundada
en 1945.

En este trabajo abordaremos el estudio de la Muy Ilustre y Fervorosa


Cofradia y Hermandad de María Santísima de las Angustias, a través de unos
estatutos que conservan, correspondientes a 1785, por ser los más antiguos de
las tres, (aunque en la actualidad todas se rigen por unos estatutos similares de
finales del siglo XX) y analizaremos la presencia que han tenido en las revistas
y programas de Semana Santa.

II. ANTECEDENTES

Nada nuevo descubrimos si afirmamos que las cofradías de pasión o


penitencia son una muestra de Religiosidad Popular cuyo origen podíamos
situar, en la mayoría de los casos, en la Edad Media por varias causas, una de
ellas por la predicación de las ordenes mendicantes, otra, de forma generalizada,
por el interés de las órdenes religiosas en promover la creación en sus conventos
de cofradías de todo tipo. Una tercera causa la encontramos tras el Concilio de
Trento y en los movimientos de la contrarreforma como respuesta y afianzamiento
de las creencias católicas frente a los más pujantes movimientos protestantes.
Surge pues un decantamiento por manifestaciones públicas de fe que encuentran,
en aquellas primeras asociaciones de fieles, las cofradías, el caldo de cultivo
apropiado y el instrumento para no solamente promulgar y propagar la fe
católica sino para la realización además de obras piadosas y caritativas.

A estas corrientes Baeza no fue ajena y el movimiento cofrade encuentra


una especial repercusión en la ciudad, donde proliferaron conventos y cenobios de
LA VIRGEN COMO TITULAR DE COFRADÍAS DE PASIÓN… 195

distintas órdenes y donde paralelamente a ellos encontramos hermandades o


cofradías, las primeras datadas en el siglo XVI y las últimas en el último
tercio del siglo XX.

El origen de las cofradías es similar pues al de otros lugares y como


señala Antonio Ciudad1, está relacionado también con la aparición de las terceras
órdenes y a una vivencia de la penitencia de forma comunitaria y no aislada,
de manera que la experiencia religiosa generaba vínculos entre los hombres:

… la profunda religiosidad del hombre medieval ayudó, sin duda, a


establecer unos vínculos que propiciaron un clima en el compartir la
fe, y desde aquí se abrieron con facilidad grandes posibilidades de abordar
juntos empresas que excedían las posibilidades de un individuo o familia…2.

III. LA COFRADÍA DE LAS ANGUSTIAS EN EL SIGLO XVIII

3.1 Comentarios a los Estatutos de 17853

El estudio de estos o cualesquiera otros estatutos de nuestras cofradías y


hermandades supone acercarse a una realidad histórica concreta de la ciudad,
conocer su entramado social e incluso urbano, las tradiciones, costumbres, el
protocolo y liturgia que rodeaba sus manifestaciones públicas, las prácticas
religiosas y devocionales, las muestras de Religiosidad Popular en que se
convertían sus procesiones y estaciones de penitencia e incluso el funcionamiento
jurídico de estas instituciones A la vez, las obras de caridad, la atención social y
asistencial que realizaban y el patrimonio con el que contaban, desde la imaginería,
a bordados, iconografía, etc. Lamentablemente no todo ese material se encuentra
disponible para ser investigado ya que en algunos casos está disperso y en
otros son los responsables de las cofradías los que niegan el acceso.

La Cofradía de “Las Angustias” no conserva documentación relevante sobre


la misma, solo los estatutos arriba mencionados y un libro de Actas y otro de
Hermanas muy recientes, desconociendo, en el momento de redactar esta
comunicación que fondos tuvo y en qué tiempo desaparecieron, de modo que
para elaborar su historia hay que consultar fuentes colaterales o estudios

1 CIUDAD ALBERTOS, A., Asociaciones públicas-Asociaciones privadas: Una distinción

controvertida. Ediciones Universidad San Dámaso. Madrid 2015.


2 Id, p. 55.
3 El ejemplar pertenece al archivo de la Cofradía. La transcripción me ha sido facilitada

por una hermana de la Cofradía, Toni Martínez a la que agradezco enormemente su gesto.
196 FILOMENA GARRIDO CURIEL

realizados con anterioridad4. Hay diversas opiniones sobre el lugar y fecha


de su fundación, aunque la más repetida y por deducciones es la de 1551,
supuestamente en el Convento de la Victoria5, (ya desaparecido) denominándose
también en otro tiempo de la Quinta Angustia. En ese tiempo reside ya en la
Iglesia Parroquial de San Pablo, donde se encuentra actualmente.

Centrándonos es el libro de Estatutos, lleva por título: Amplificación y


Reforma Panegírico-Moral de las Constituciones, Santas Leyes y Estatutos de
la Muy Fervorosa Cofradía y Hermandad de María Santísima Nuestra Señora
de Las Angustias. Situada en la Iglesia Parroquial del Señor San Pablo de esta
Ciudad de Baeza. Año de 1785. El ejemplar mide 31x 21 cm, está escrito en
papel y se conserva en buen estado, con un total de 90 páginas. Fueron aprobados
por el Obispo de la Diócesis de Jaén, Agustín Rubín de Ceballos que era a la
vez “prelado Gran Cruz de la Real y dignísima orden española de Carlos III, e
inquisidor grande de este reino de España”. Por tanto, ya podemos contextualizar
el momento en el que se presentan.

Como se indica en el título se trata de una reforma, y afecta sobre todo a


la procesión, ya que se ha variado la imagen titular de la Virgen y la ceremonia
previa, aunque no podemos conocer de forma más concreta qué otros aspectos
son los reformados al no poder establecer la comparación con los anteriores.
También se reforma la actitud y el compromiso de los “confraternos” ya que
estas leyes hacen hincapié en el orden religioso, espiritual y moral de sus
hermanos, para que sirvan de ejemplos e inviten a la devoción. El libro contiene,
además de las normas, comentarios, argumentaciones y recomendaciones, con
las referencias bíblicas correspondientes en numerosas notas a pie de página,
lo que demuestra gran conocimiento de las Sagradas Escrituras y Patrística por
su redactor. Está dividido en siete Corporaciones o capítulos, más una introducción
inicial y un Epilogo y conclusión exhortatoria final.

Ya desde la introducción marcan las directrices a seguir, con un sentido


teológico y un elevado espíritu religioso que recorrerá todas sus páginas, tomando
las indicaciones y, considerando como propias, lo que dice el Deuteronomio
en su capítulo 6, mostrando que aquello son “voces de Dios” y que con ellas
“intimaba Dios N. Señor a sus escogidos, la guarda y custodia de sus Santas
Leyes, y preceptos”. Desde las primeras líneas, imprimen claramente la necesidad
de cumplir las Leyes que ellos mismos se otorgan en este “restablecimiento”,

4 Existe un estudio titulado Historia Documental de las Cofradías y hermandades de

Penitencia en la Ciudad de Baeza, publicado en 1997, del que son autores Rafael Rodríguez-
Moñino Soriano, José Policarpo Cruz Cabrera y Damián Cruz Martínez, donde se recopilan y
aportan datos de ésta y del resto de cofradías de la ciudad.
5 Id, p. 444.
LA VIRGEN COMO TITULAR DE COFRADÍAS DE PASIÓN… 197

que su “observancia, redunde en júbilos de Nuestra Angustiada6 Reina Dolorosa,


y en bienes espirituales, y temporales de sus siervos e hijos”, por dos motivos, el
primero por los beneficios que obtendrán y el segundo por la propagación de
su “piadosísima confraternidad”. Desde esos primeros párrafos se pone de
manifiesto que entre ellos se establece lo que llaman “Místico nudo de fraternal
unión” que no debe romper la discordia, ya que fue la causante, señalan, de
la expulsión del Paraíso y del fratricidio de Caín, o la destrucción de la Torre
de Babel, imponiéndose por ello su cumplimiento para no caer.

Aunque no se hace referencias a las causas, se desprende que la Cofradía


ha pasado por malos momentos y que con esas constituciones vuelve a
resurgir con nuevas fuerzas. Por entonces la Virgen era Patrona de la Cofradía y
San Pablo el titular de la misma. Para esa nueva etapa que afrontaban y siguiendo
lo escrito, han recibido donativos, limosnas y adhesiones para ingreso de nuevos
hermanos.

Pasamos ya grosso modo a revisar esas leyes.

3.1.1. Constitución o Ley Primera: En que se previene haya de tener tres libros
esta Cofradía

La primera es muy breve y trata una doble cuestión. Por un lado, la necesidad
que tienen los cofrades, como cristianos, de instruirse y no fiarse de su
propio dictamen, al igual que hizo San Pablo, y hacerlo a través de los libros “en
cuyos escritos se contiene toda nuestra enseñanza”. Los libros que recomiendan
para alcanzar la perfección y devotos progresos de la Cofradía, debiendo ser
leídos en algunos ratos de ejercicio en la Parroquial, son: La historia dolorosa
del P. Santiago, OCD, Ciudad de Dios de la venerable Madre sor María de
Jesús de Agreda, La Vanidad del Mundo de Fr. Diego de Estela. El Molina
de Oración y otros para que aumenten su devoción.

También debían contar obligatoriamente con otros tres libros7, sería casi una
cuestión administrativa, uno de Cabildos, un segundo de entrada de hermanos y
hermanas8, y el último el libro de cuentas.

6 Llama la atención la denominación, a lo largo de los Estatutos, de la Virgen, se la nombra

además como “Angustiada Patrona”, “Soberana Emperatriz”, “Virgen Espejo cristalino”, “Tabernáculo
Animado de Dios”, “Respetable, Amorosísima Patrona”, “Celestial Maestra” …
7 Estos libros han desaparecido en la actualidad
8 Esto hace suponer que la cofradía admitía indiscriminadamente hombres y mujeres
198 FILOMENA GARRIDO CURIEL

3.1.2. Constitución Segunda: Del recibimiento de Hermanos para la Cofradía


De igual forma es breve el siguiente capítulo donde se establece cómo se
deben recibir a los nuevos hermanos. Como hemos señalado anteriormente
todo el libro de Estatutos está repleto de referencias a la Sagrada Escrituras y
a escritos espirituales y en este capítulo realiza un símil con la situación que
atravesaba la cofradía, a punto de extinguirse, con las lamentaciones de Jeremías,
o con el Profeta Joel a quien se le encomendó congregar al pueblo. Del mismo
modo, y con permiso del Prelado:
… cuyo benigno fundamental Decreto, es la preliminar vasa y piedra
Angular, sobre la que se ha construido nuestro moral edificio9 y
considerando puede haber muchos Devotos de Nuestra Soberana Patrona,
que interesen filiarse en esta su Cofradía Desde luego cual benéfica
Madre los llama, convoca, y atrae abriendo las puertas de su beneficencia,
para que todos, y cada uno puedan incorporarse en esta Cofradía, bajo
la indefectible norma siguiente…
En resumen, las personas interesadas en ingresar deberían redactar “un
memorial” con sus datos y los de sus padres y entregarlo al Secretario, que
sería el encargado de presentarlo en Cabildo o Juntas, ya que si se hiciera de
otro modo podría ser expulsado. Lo que se espera del aspirante es que sea:
De un genio loable, nada sedicioso, devoto, humilde, y obediente, no
expulso de otra Cofradía, de un ejercicio honroso, y no del que éste aneja
alguna infamia. Ni que por sí la haya contraído por ser constante, que por
lo contrario se han motivado muchos altercados escandalosos, bastantes a
la destrucción de estos morales Congresos…

3.1.3. Constitución Tercera: Del método, y ceremonias para el recibimiento


de hermanos y de la limosna que debe pagar en el tiempo de su ingreso
Una vez tratado el asunto del ingreso, si la persona era admitida era acogida
en la Sacristía de la Parroquial y leerá o repetirá su protestación de Fe, y
actos de Esperanza, Caridad y Contrición y finalmente hará voto de defender la
original pureza y Concepción10 en gracia de la Virgen. Con ello se comprometía a
la observancia de los estatutos, respetar al Presidente y Mayordomo y a
continuación pagaría su limosna de entrada, que pasaría a poder del Depositario.

9 A modo de ejemplo en esta cita, remite a Isaías, 28, 16. “por tanto, Jehová el Señor dice

así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular,
preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure”
10 Baeza fue una de las primeras ciudades que adoptó y defendió la Inmaculada Concepción de

la Virgen.
LA VIRGEN COMO TITULAR DE COFRADÍAS DE PASIÓN… 199

3.1.4. Constitución Cuarta: De los Cabildos Generales…

La forma de gobierno queda establecida en la Constitución Cuarta, en la


que se justifica, nuevamente a través de citas bíblicas o basándose en escritos
religiosos, la necesidad de celebrar Cabildos y Juntas Particulares, al igual que
se hizo en Jerusalén para aunar voluntades o lo hicieron los propios apóstoles.
Una vez realizada la justificación prosigue señalando que solo se admitirán como
excusa para no asistir a las convocatorias establecidas, lo que se recoge en
los Concilios de Laodicea y Cartago, el de la enfermedad o ancianidad y no otros
pretextos frívolos.

Se acuerda realizar anualmente tres Juntas Particulares y dos Cabildos


Generales. La primera Junta se realizaría el Viernes de Dolores a las tres de
la tarde en la Sacristía del citado templo, con la asistencia del párroco y el
Mayordomo, los Hermanos Fiscales, Consiliarios, Protectores y Secretario.
En esa primera Junta se haría las elecciones o propuestas para los nuevos
cargos que después se llevarían al Cabildo General, “procurando nuestros
electores el más sano y Santo fin, considerando la cualidad, genial devoción,
y demás que deben concurrir en los electos”11. Posteriormente el Secretario
repartiría las cédulas entre los hermanos votantes, para la renovación de los
cargos en el correspondiente Cabildo. Una vez resuelta esta elección en la
Junta se podrían tratar otros asuntos, como culto Divino, la consistencia de la
Cofradía, la utilidad y ejemplo de los hermanos, etc.

La segunda Junta se establecía el día cinco del mes de agosto y la tercera


el dieciocho de diciembre. Estos días se dedicaban a “Nuestra Señora”, y en
ambas se trataría por los hermanos oficiales aquello que sirviera para el
aumento de su culto, y de la permanencia de la Cofradía.

En cuanto a los Cabildos se establecen dos; el primero será en la tarde del


primer Domingo de Cuaresma, donde se manifestará si todo está preparado o
no, para presentar al público la estación y procesión del Viernes Santo con
todo lo demás que se juzgue oportuno. El segundo Cabildo General se celebrará
en la tarde del cuarto domingo de Pascua de Resurrección.

En el siguiente párrafo se describe el protocolo a seguir en el Cabildo y la


distribución de los hermanos, que aunque extenso transcribimos a continuación
por su minuciosidad:

11 Así por el Presidente, Mayordomo, y Protectores, se elegirá un Mayordomo. Otros elegirán

los Hermanos Fiscales, y otros los Hermanos Consiliarios, haciendo el correspondiente asiento el
Secretario.
200 FILOMENA GARRIDO CURIEL

Llegada que sea la tarde de este día, permitirá nuestro párroco, se


toque la campana en signo de convocatoria desde las dos, hasta las tres,
como es costumbre. En este espacio irán compareciendo nuestros hermanos,
y quedándose en la Iglesia con aquella devoción, y respeto debido al
Santuario, rogarán a Dios, y a nuestra Angustiada Madre, y Protectora,
por los aciertos del Cabildo (…) En nuestra Sacristía o lugar donde
haya de celebrarse el Cabildo, y en el de la Presidencia, se pondrá un
Bufete cubierto. Un Crucifijo y dos velas encendidas. El preciso recado
de escribir, los tres libros de que ya hemos tratado, el formulario, el de
Constituciones, un Jarro, y una Campanilla. Dada que sea la hora de la
Cita se entrará a dicho lugar (…). Procurando todos, y cada uno de nuestros
confraternos, que en este acto, resplandezcan las virtudes de la Humildad,
Caridad, Concordia, Paz y Respeto, Prudencia, Honor, y Silencio.

Iniciado el cabildo el Mayordomo saliente renunciaba a su cargo y pedía


perdón por si había cometido faltas, se daba a conocer la propuesta de la
Junta y se procedía a la votación, para lo cual el secretario había repartido las
cédulas que eran depositadas en el Jarro. Una vez concluido el Cabildo se
volvía a tocar la campana y se rezaban de nuevo las preces.

3.1.5. Constitución Quinta: De las obligaciones del Hermano Mayordomo,


Fiscales, Consiliarios, Protectores y demás cargos de la Cofradía

En unas constituciones realizadas con tanta minuciosidad y celo para el


buen gobierno de la Cofradía no podían por menos redactare en el mismo
tono las obligaciones que debían asumir sus cargos principales. Al igual que
en el resto de los capítulos, el redactor recurre a citas bíblicas para justificar
estos puntos:

Hablaba Cristo Vida Nuestra con sus discípulos, y previniendo habían


de ser los Príncipes de su Iglesia, los capitanes que deberían guiar a
sus subalternos, y la brillante Antorcha sobre el Candelero, les aconsejaba,
resplandeciera sobre toda su luz12.

De ahí que continúen diciendo que el Mayordomo es el que debe conducir y


dirigir a sus cofrades por el camino de la perfección, debe ser “Capitán,
obrando a ejemplo de Abimelec, y del Santo Judas Macabeo, (…) de bondad
sociable, ajeno de toda vanidad” y que su comportamiento sea ejemplo para
el resto, de forma que se haga acreedor de estima.

12 Esta cita remite al Evangelio de San Marcos, 5,16: Así alumbre vuestra luz delante de los

hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.
LA VIRGEN COMO TITULAR DE COFRADÍAS DE PASIÓN… 201

En cuanto a sus obligaciones y deberes el Mayordomo debía promover y


fomentar el culto de Dios y de su Santísima Madre, en la imagen de “Nuestra
Adorable Patrona”, procurando extender su importante devoción. Así mismo
solicitar algunas limosnas (sin contravenir lo promulgado por el Rey en sus
Pragmáticas sanciones), no faltar a las Juntas y Cabildos, consolar a los tristes y
asistir a los entierros de los hermanos13.

No obstante, uno de los deberes principales era el de solemnizar la Procesión


del Viernes Santo con gran pompa, “con toda la mayor ostentación y decencia
que más alcance, y para que a ella concurran todas las demás Cofradías de
esta Ciudad”. A continuación se detallan a qué Cofradías recibirían o hermanarían
en sus respectivas procesiones, asistiendo protocolariamente los hermanos
oficiales, escuadras, estandartes y cetros: el Miércoles Santo recibirían al
Señor de la Humildad, “haciendo las acostumbradas ceremonias en signo de
paz”14. Del mismo modo se realizaría el recibimiento de la Cofradía y
Procesión de la Sangre de Cristo, el Jueves Santo, y ese mismo día se recibirá la
Cofradía de la Santa Vera Cruz; el Viernes Santo por la mañana la Procesión de
Jesús y en la tarde, después de finalizar la de las Angustias, se procurará la
misma asistencia y honores al Mayordomo y Cofradía de la Soledad que salía
del Convento de Santo Domingo. Esas asistencias las calificaban de honrosas y
edificantes, “se harán meritorias, dirigiendo nuestros pasos en obsequio de
los que, por nuestra eterna salud y redención, dio Nuestro. Señor Jesucristo”.

Otra obligación primordial y “personalísima” del Mayordomo era la de


preparar el sermón de la fiesta. En primer lugar, debía proponérselo al Párroco y
si éste declinaba la invitación ya podría encargarlo a otra persona. También
se describe en este capítulo sobre qué debe tratar:

…historiar el paso del Desenclavamiento, ponderar los Dolores, y


Angustias de Nuestra Madre y Señora, interin que presenció en la cima de
El Calvario el Doloroso Deicidio. Manifestar el empeño y valimiento de
estas Angustias. Aficionar a su devoción a los fieles cristianos, exhortarlos
a la composición, seriedad, método ejemplar y devoción, con que debe
caminar por las Calles esta Cristiana Comparsa.

El Mayordomo además pagaría al predicador, a la Capilla de la Iglesia, la


cera del Vicario Juez de la ciudad, la cera menor para los eclesiásticos y

13 Aquí, vuelve a tomar una referencia bíblica, Tobías, 12,12: “Cuando tú y Sarra hacíais

oración, era yo el que presentaba y leía ante la Gloria del Señor el memorial de vuestras peticiones.
Y lo mismo hacía cuando enterrabas a los muertos”.
14 En la actualidad la Cofradía del Santo Entierro mantiene una ceremonia similar de

cruce de gallardetes con la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno “El Paso”.
202 FILOMENA GARRIDO CURIEL

capellanes que acompañen a la procesión y “conducirá en su escuadra treinta


luces mayores”. La procesión saldría a las tres de la tarde y el sermón se
pronunciaría a las dos. Los hermanos fiscales se ocuparían de que los oyentes se
repartieran correctamente por la iglesia, de manera que las mujeres ocuparan
la nave central y los hombres las dos laterales.

El resto de cargos son:

- Seis Hermanos Fiscales, cuya obligación era el cuidado de que todos los
empleados en oficios de la Cofradía integren sus respectivas obligaciones,
así como “tachar” las cuentas anuales.
- Seis Hermanos Consiliarios, que asistirán con voz y voto a las Juntas y
Cabildos, y velando por el cumplimiento de las Constituciones.
- Hermanos protectores: deberían dedicar todo su esmero a favor de la
Cofradía.
- Hermanos escuadras: inmediatos coadjutores del Mayordomo para el mayor
ornato de la procesión, (debían primeramente atender a la mayor composición
y adorno de las santas imágenes de su patrón, San Pablo y de los Santos
varones José y Nicodemo)15.
- Dos Hermanos alcaldes: encargados del gobierno de la procesión del Viernes
Santo.
- Dos Hermanos albaceas: debían ocuparse de la asistencia de los entierros
de los hermanos difuntos y que por sus almas se aplicasen los sufragios.
- Hermano depositario16: se encargaba de las limosnas que recogían los demás
hermanos para invertirlas en honor a la Virgen.
- Hermano administrador de los Caudales: dependía del Prelado.
- Hermano secretario17: se encargaba de las anotaciones de limosnas por la
entrada de hermanos, cuentas y otras cosas dignas de figurar en los tres libros.
- Hermano sacristán para el culto.
- Dos hermanos colectores: debían recoger las limosnas del resto de los
hermanos (además de la inicial debían entregar un cuarto todos los meses)
y entregarlas al depositario para su asiento.

15 Se indica en los Estatutos que estas imágenes se habían realizado atendiendo a la solicitud de

los eclesiásticos y otros devotos, siendo “las más dignas que se veneran en la comarca”.
16 Se le exigía: “Deberá ser abonado, legal, fiel con conocimiento en cuentas y llevar una

apuntación de cuanto entre en su depósito y si de él se le ordenare entregar alguna cantidad,


sea con libramiento, precisamente firmado de nuestro presidente y mayordomo, y autorizado de
nuestro secretario con lo que se datará en cuentas, y de otro modo no se le admitirá partida alguna”.
17 “deberá ser muy experto y convendría fuese o escribano del ilustre de esta ciudad, o

notario de nuestra audiencia eclesiástica”.


LA VIRGEN COMO TITULAR DE COFRADÍAS DE PASIÓN… 203

3.1.6. Constitución Sexta: Formación y método de nuestra procesión del Viernes


Santo

Comienza este capítulo señalando que las procesiones son los actos más
dignos y preeminentes de la religión católica, pues en ellas se ostenta la fe.
Continúa tratando en diferentes artículos, su institución y antigüedad, la
participación para su celebración, el orden y composición con que la procesión
debe formarse, el ornamento de las luces y su mística significación, la composición
y devoción ejemplar de los asistentes, las penitencias interiores y las exteriores
que pueden permitirse, cómo las sagradas imágenes que deben conducirse y
por último el señalamiento de la estación. Todo ello lo relata en el mismo
tono anterior, trayendo a colación comparaciones y justificaciones de pasajes
bíblicos, esta vez entre otras, del Éxodo, Josue o Deuteronomio.

Tras un extenso recorrido sobre el origen de las procesiones que remontan a


Moisés, prosiguen en el siguiente artículo diciendo que iluminada la santa Iglesia,
estableció su rito para conseguir de Dios el remedio de las necesidades humanas,
que han dado fruto a lo largo de la historia, y eso según se ha dicho en el
Evangelio18.

También traen a colación el consejo de San Pablo a los Corintios, que les
dijo, “lo hiciesen todo en buen orden” y para ello señalan: “debemos contestar este
consejo, que ordenando con esmero nuestra procesión se haga santamente
famosa”, estableciendo así el orden de la misma con una descripción exhaustiva y
detallada:

Comenzaría en primer lugar con la convocatoria a los fieles por los


hermanos munidores, como era costumbre, por las calles y plazas, “con
perfección y modestia”. Una vez concluido el sermón exhortatorio, y estando
todos los participantes prevenidos, “revestido el señor presidente con su
pluvial de color negro”, y a su vez los eclesiásticos formados en el presbiterio,
todos los hermanos con sus luces encendidas, “entonces dicho señor presidente en
el semitono que permite el día dirá: “Procedamus in pace”, respondiendo el
Coro dando paso al inicio del cortejo y la procesión propiamente dicha.

El Mayordomo, con el guion al hombro, saldría por la puerta, llevando a


ambos lados a los dos hermanos protectores. A continuación, los alcaldes

18 En este caso, el redactor lo justifica con la cita de San Mateo, cap. 18,19: “Os aseguro
también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que
fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos”. Así, si ha habido necesidad de lluvias,
calmar epidemias, etc., se hacían procesiones porque eran gratas a Dios.
204 FILOMENA GARRIDO CURIEL

irían ordenando de dos en dos la salida19 del resto. Al Mayordomo le seguirían


los hermanos que él haya invitado “para la cera mayor, y luces de su obligación”,
más los devotos que quieran sumarse. El siguiente tramo estaría formado por
el gallardete de la escuadra de San Pablo y los hermanos con la cera y luces de
dicha escuadra, finalizando con la imagen del apóstol. Seguirá otro gallardete y
una nueva escuadra, esta vez de los santos varones José y Nicodemo, como
citamos anteriormente y por último una tercera escuadra con el último
gallardete, correspondiente a la Virgen de las Angustias20 a la que acompañarían
las imágenes que estuvieron junto a ella en el calvario21, dejando abierta la
posibilidad para el futuro de aumentar con nuevas imágenes la procesión “siempre
que sean concernientes a la representación de los misterios y pasos sagrados
de este día”. Entre uno y otro tramo podían acompañar otros devotos.

Continúa este capítulo con los deberes que deben cumplir para participar
en la procesión, tanto interior como exteriormente, y uno de ellos es el del
ayuno, (citando el ejemplo de santos, príncipes y reyes que han querido así
honrar y servir a la Virgen) llegando incluso a prohibir que hubiera alimentos en
sus casas e imponiéndose voluntariamente una multa por su incumplimiento:

… ordenamos que nuestros mayordomos y demás que para la ordenación


de esta nuestra procesión le acompañen, no tengan en sus propias casas,
ni en otras, desayunos, comidas, ni refrescos algunos…

Siguiendo con las referencias bíblicas y el simbolismo de toda la procesión


dedican un artículo a las luces, en un doble sentido, primero como consejo
evangélico22 y en segundo lugar como “símbolo de nuestras buenas obras
que deberemos llevar en nuestras manos23 (…) para que con tanta ilustración
caminemos en nuestra procesión de virtud en virtud”.

19 Para imitar con ello la intención de Jesucristo, “enviando dos a dos a sus discípulos para

las varias ciudades y lugares del mundo”.


20 Se hace constar en los estatutos que es la imagen renovada, y que lleva en su regazo el

cuerpo difunto de su hijo. El cambio de la imagen sirvió de revulsivo ya que “nos lisonjeamos
haber causado en nuestros convecinos el mayor solaz devoción y consuelo”.
21 Llegados a este punto, recuerdan los estatutos como era anteriormente la procesión a la que

acompañaba el féretro con Jesús y las razones que motivaron el cambio. Así mismo señalan como
se habían relajado tanto que estuvo a punto de desaparecer la cofradía..Con anterioridad también
acompañaba la procesión “el santo féretro con sagrada imagen de nuestro amabilísimo Jesús difunto.
La que en él se colocaba, concluidas las ceremonias visibles del desenclavamiento el que actuaban
tres sacerdotes, practicando cuanto iba dictando desde el pulpito el orador que predicaba …”.
22 Cita del Evangelio de Juan, 3,19-21.
23 Apuntan que “las luces en las manos significan las tres principalísimas virtudes: pues en

la luz se demuestra la fe. En lo recto de la vela o cirio nuestra firme esperanza y en el calor de
la llama, el incendio activo de la santa caridad”.
LA VIRGEN COMO TITULAR DE COFRADÍAS DE PASIÓN… 205

Otro de los aspectos que hay que cuidar es el de la vestimenta. No recoge


ningún habito los estatutos, sólo las pluviales de los eclesiásticos. Sin
embargo y haciendo alarde de la retórica y erudición que recorren sus páginas,
los hermanos “caminarán con un lleno de compunción, edificación, y ejemplo”
y las mujeres deberán deponer “aquel fantástico orgullo que tanto las malquista”,
dejando a un lado “aquel fausto y profanidad en trajes, calzado, y peinados,
que tanta corrupción causa en nuestro siglo”. Los encargados de velar por el
cumplimiento de esas normas serían los alcaldes que podrían retirar o expulsar,
incluso por la fuerza, a quienes no lo cumplieran.

Además de portar luces también podrían hacer los hermanos disciplinas y


penitencias públicas, aunque tendrían que estar sujetas a lo permitido en los
decretos superiores, no admitiéndose “visajes ridículos opuestos a la modestia”.

Por último, se cierra este capítulo indicando que se realizaría durante la


procesión un Vía Crucis, a cuyo ejercicio están concedidas indulgencias en
breves y pontificios24, así se establece visitar catorce sagrarios, “en los que
podrán adorar las catorce estaciones”, correspondientes a catorce templos marcados
en su largo recorrido:

- 1º. Iglesia del Convento de Nuestra Señora de las Mercedes. (Desaparecido).


- 2ª. Iglesia del Convento de Religiosas de Santa Clara. (Desaparecido).
- 3ª. Santa Iglesia Catedral.
- 4ª. Iglesia del señor San Pedro. (Desaparecido).
- 5ª. Iglesia de santa Catalina.
- 6ª. Iglesia parroquial de El Salvador.
- 7ª. Iglesia de la Encarnación. (Cerrada).
- 8ª. Iglesia del convento de santo Domingo. (Desaparecido).
- 9ª. Iglesia de Santa María de Gracia. (Desaparecido).
- 10ª. Iglesia Colegial y Parroquial de Nuestra Patrona María Santísima
del Alcázar y San Andrés.
- 11ª. Iglesia del Convento de la Magdalena.
- 12ª. Iglesia del Hospital de la Concepción.
- 13ª. Iglesia del Convento del Señor San Francisco de Asís. (Desaparecido,
hoy convertido en Auditorio).
- 14ª. Iglesia Parroquial de San Pablo.

24 Dichas indulgencias podían verse “en el compendio, de las obligaciones excelentes. Privilegios
e indulgencias de los hermanos del venerable orden tercero de penitencia del glorioso padre
San Francisco de Asís, en el folio sexto número 323 hasta el número 330 que escribió el M.
R. L. fray Juan Laso de la Vega”.
206 FILOMENA GARRIDO CURIEL

3.1.7. Constitución Séptima: De los ejercicios espirituales, fiestas, comuniones, y


del Santísimo Rosario, que deben tener los hermanos

En esta última constitución tratan de las prácticas y señales externas que


acrediten su amor a Dios y a su santa madre, instituyendo algunos ejercicios
que acrediten su devoción, obteniendo así de Dios el consuelo a sus aflicciones.
Consideran necesario ofrecer a Dios el incruento sacrificio del altar, frecuentar los
santos sacramentos, elogiar a su Santísima Madre con el rezo del Santísimo
Rosario y practicar algunas obras de piedad a favor de las almas de los difuntos,
como lo enseña el concilio Tridentino.

Para ello instituyen cuatro misas solemnes al año, coincidentes con cuatro
solemnidades y con las cuatro estaciones: El día 1 de enero, día de la Circuncisión
del Señor e imposición de su nombre; la siguiente el Viernes de Dolores, la
tercera el 15 de agosto, día de las Ascensión y la última el día del Patrocinio. Se
acuerda que deberán pagar 8 reales por cada una de las fiestas. a los hermanos se
les pide puntualidad, confesar y comulgar dichos días, y también para ello siguiendo
un orden establecido, haciéndolo en primer lugar los hombres y luego las
mujeres. Señalan los estatutos los beneficios que obtiene el alma con la comunión
al igual que el árbol de la vida produce doce frutos distintos.

Otro ejercicio necesario es el del rezo del Santo Rosario que establecen
de la siguiente forma:

…se juntarán en nuestra iglesia parroquial al toque de las oraciones, y


con la devoción más reverente rezarán su santísimo rosario, y al final
la salve y letanía, al que serán convocados con la campana, como se
acostumbraba antiguamente lo que así practicarán en las noches de
intemperie y nunca permitiendo entren a rezarlo las santas mujeres.
Para lo que se pondrán en ambas puertas dos celadores que estorben
este ingreso. Contentándose estas con rezarlo en sus casas muy aseguradas,
que desde su retiro admitirá nuestro señor y nuestra amabilísima patrona
sus oraciones.

También podrían rezarlo por las calles, para lo que llevarían 15 faroles y
una estrella con tres luces, delante la santa cruz y detrás el gallardete. Se
podría pedir limosna durante el rezo para el mantenimiento de los cultos. Además,
cantarían unas coplas, (cuyas letras incluyen en los estatutos) después del Gloria,
primero lo haría el coro y responden todos los fieles con los dos últimos versos
del estribillo.

Finalmente manifiestan que el último ejercicio espiritual que deben practicar


es el de la piedad y misericordia con los vivos y difuntos, visitando a los enfermos
LA VIRGEN COMO TITULAR DE COFRADÍAS DE PASIÓN… 207

y asistiendo a los funerales, estableciéndose también la forma en que debía


realizarse.

3.1.8. Epilogo

Concluye el redactor indicando que la ampliación de las constituciones se


ha realizado “con respeto y fraternal amor” y que su “obedecimiento” hará
que se disfruten bienes y que un solo espíritu los dirija, aborreciendo el vicio
de la discordia. Aconseja que sean para el resto de los ciudadanos como un
imán que los atraiga a la cofradía y que propaguen “la saludable devoción
del Santo Rosario”, finalizando con una referencia a la Carta a los hebreos,
13,20 “Y este señor como autor de la paz que resucitó de entre los muertos, a
aquel pastor grande, bañado por la sangre del eterno testamento, que lo es
nuestro señor Jesucristo, nos habilite para todo bien…”.

El Vicario General del obispado le dio traslado al fiscal eclesiástico para


su revisión el 17 de abril de 1788, que a su vez puso una serie de limitaciones
que posteriormente fueron algunas revocadas por el obispo, aprobándose
definitivamente el 9 de abril de 1791.

IV. LA COFRADIA DE LAS ANGUSTIAS EN LA ACTUALIDAD

4.1. La escultura

Finalizada la guerra civil, en la que la cofradía había perdido la imagen


titular y buena parte de los enseres, la Junta que rige la cofradía por aquellos
años deciden encargar una nueva imagen. Desconocemos el proceso de elección
del autor, que fue el alicantino Juan Giner Masegosa25, (1903-1972) formado
en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, conocido además como ceramista:
Con técnica y procedimiento cerámico, intención de gran escultor y
ponderado sentido del color, ha creado una serie de figuras de gran belleza.
Por su concepción está dentro de una línea de seria modernidad, sin
abandonar, en aras de un efectismo perecedero, el íntimo entronque
con las formas y formulas eternas del gran arte…26.

25 Curiosamente, a raíz de la retransmisión de la Semana Santa de Baeza por RTVE en el

año 1999, serían descendientes del autor los que reconocen la imagen, a la que no se le atribuía
autoría y puestos en contacto con la cofradía aportan su nombre. Lamentablemente no fue bien
recogido y desde el año 2001 ha sido mal repetido y no contrastado, ya que no aparece ningún
escultor, ni datos con el apellido Marzagosa, cayendo nuevamente Giner Masegosa en el olvido.
Tiene en su haber el “Descendimiento” de Alcira y la “Virgen Desolada” de Alicante.
26 Publicado en la edición de mañana del ABC, del jueves 3 de marzo de 1936, p. 36.
208 FILOMENA GARRIDO CURIEL

La imagen, tallada en madera, originariamente tenía una policromía sencilla,


toca y paño de pureza blancos, en cuanto a la vestidura de la virgen no
hemos podido reconocer el color, al existir únicamente fotografías en blanco
y negro. La policromía que le aportó Vasallo la revalorizó formando en la
actualidad un bello y armónico conjunto.

4.2. La cofradía en las revistas y programas de Semana Santa

Consultadas numerosas revistas y programas de Semana Santa desde 1926


hasta la fecha, observamos cómo se va modificando la información que aparece
al respecto de esta cofradía, a medida que se van conociendo nuevos datos sobre
la misma.

Dejando a un lado modas, tendencias gráficas y de diseño, estilos de lenguaje,


etc. podemos conocer por esas informaciones que en aquellos primeros años
la Cofradía mantenía la imagen de una Piedad con Cristo en su regazo, (como
aparece en la fotografía del programa de 1926) imagen que no se conservó
tras la guerra civil. En aquellos años seguía manteniendo culto en la Iglesia
de San Pablo, pero nada se dice de que fuera acompañada por otras imágenes.
Tenía su salida el Viernes Santo y su recorrido era similar al de la Cofradía
de la Expiración que residía en el mismo templo y a la del Descendimiento,
para posteriormente unirse a la Procesión del Santo Entierro y Procesión
General, que partía de la Iglesia de San Andrés.

En la mayoría de los casos se trata de una información muy sucinta, que


va pasando de programa en programa, año tras año, con pocas aportaciones y
cuando la hay, ésta vuelve a repetirse hasta que un nuevo dato es aportado.

Como hemos dicho la imagen de la Virgen es sustituida por una nueva,


pero ese dato no se aporta en ninguno de los programas siguientes, solo aparecerá
el itinerario y hora de salida, que iría oscilando según años27, hasta 1955 en
el que ya se aportan datos históricos como que es de las más antiguas de la
ciudad y que fue fundada en 1551 y hace referencia a que fue una de las mas
prestigiosas de los tiempos antiguos, celebrándose, antes de salir la procesión, la
solemne ceremonia del desclavamiento de Jesús y así se mantendrá la información
en los programas de los años siguientes, salvo aquellos, en que por distintos
motivos solo se publicaron de forma estricta los itinerarios.

27 Alejados ya del horario de 1785, de las tres de la tarde hemos comprobado por ejemplo

que en 1945 tuvo su salida a las 18:00 h., en 1946, a las 21:00 h. otros años saldría a las 19.00 h.
20:00 h o 20:30. Tan solo hemos visto unos años más madrugadores a las 16:45h.
LA VIRGEN COMO TITULAR DE COFRADÍAS DE PASIÓN… 209

En la década de los sesenta, seguía manteniéndose la Procesión General y


hacia San Andrés se dirigía esta Cofradía, para formar de ella, en sentido
cronológico de la pasión. Las publicaciones de estos años son variadas, desde
una simpe foto, con notas a su pie, a otras más extensas con diferentes artículos
sobre la Semana Mayor, hasta las más sencillas, como hemos indicado, con
los itinerarios.

En la década de los setenta se vuelve a incluir información a cada una de


las Cofradías y retomando la existente, se añade en 1972: “pero en este siglo
sus cofrades se disgregaron y la Cofradía quedó disuelta. Unas señoras muy
devotas, la formaron hermandad, y señoras son en la actualidad las que integran su
cofradía.”, esto se irá repitiendo y en 1975, encontramos un cambio de estilo
al hablar de la vestimenta de las mujeres que acompañan28y en 1978 se indica
que la imagen fue realizada en 1939.

En la década de los ochenta, se mantiene prácticamente el mismo modelo,


con muy pocas variantes. En 1981 se informa de quien es el tallista del trono, el
sevillano Rafael Cruz (no así del año en que realizó), en 1983 ya se indica que
la Virgen es de taller valenciano y en 1985 la imagen de la Virgen será la portada
de esta publicación, a la que además se le añade “Declarada Fiesta de Interés
Turístico Nacional”. Por último en 1988, se incluye que Juan Luis Vasallo restauró
y policromó la imagen en los años 60 (curiosamente este dato no apareció en
ninguno de los programas de la época).

Poco varían las aportaciones en los años noventa, se continúa hablando que
es una cofradía fundada en 1551, siendo la segunda en antigüedad, añadiendo
que “encauza la devoción de la Piedad”. Sin embargo en 1997, el redactor
del programa señala que su primera ubicación podía estar en un convento de
la demarcación de San Pablo y que esa época solo existía el de la Merced y
el de la Victoria de los frailes mínimos de San Francisco de Paula, fundado
ese mismo año. Ya añade además que los nuevos estatutos fueron aprobados
el 6 de junio de 1995.

Hay que esperar a la década del dos mil para que aparezca en 2001 el
nombre del autor de la imagen, “fue realizada en 1940/41 por el valenciano
Juan Ginés Martagosa” y se indica que ese mismo año ha sido restaurada por
ECROA29. Así se van repitiendo las informaciones y en el año 2008, aparece en

28simplemente visten la sencillez de un traje negro de luto, que nos recuerda aquella

antigua y casi desaparecida costumbre de vestir de luto las mujeres, durante todo el día del
Viernes Santo, en algunas comarcas españolas.
29 Empresa de restauración baezana formada en aquel tiempo por Teresa López Obregón y

José Miguel Tallada Lucena.


210 FILOMENA GARRIDO CURIEL

la contraportada del programa una foto antigua correspondiente a la procesión


en los años cincuenta. Ese mismo año el autor con el apellido Marzagosa.

En 2012, quizás por errata de imprenta el nombre del autor es nuevamente


variado, en lugar de Ginés, Ginéz. Ese año el texto se modifica con datos extraídos
de la obra de Rafael Rodríguez-Moñino ya citada. En la actualidad se sigue
citando erróneamente como en 2008, esperamos que a raíz de esta publicación
el nombre del autor sea reivindicado y corregido.

Virgen de las Angustias en el Virgen de las Angustias en el


programa de Semana Santa de 1926. programa de Semana Santa de 1955.
LA VIRGEN COMO TITULAR DE COFRADÍAS DE PASIÓN… 211

Virgen de Las angustias en su capilla, foto de Antonio J. García.

Virgen de las Angustias fotografía de Pedro Narváez


extraída de un programa de 1948.
Estructura y organización de la
Congregación coruñesa del Divino
Espíritu Santo y María Santísima
de los Dolores (Siglo XVII)

Mercedes LÓPEZ PICHER


A Coruña

I. Introducción.

II. La Congregación del Divino Espíritu Santo y María Santísima


de los Dolores.

2.1. La titularidad de la Congregación.


2.2. Fundación y evolución de la misma.

III. Estructura y organización de la Comunidad.

3.1. Las Constituciones de 1673 y 1683.


3.2. Cargos y oficios que facilitan su funcionamiento.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 213-226. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. INTRODUCCIÓN

Cofradías, Comunidades y Congregaciones son asociaciones piadosas que se


enmarcan en el clima de renovación espiritual propiciado por el Concilio de
Trento y contribuyen de manera eficaz a difundir la doctrina conciliar1.

En la ciudad de A Coruña, la más antigua de estas asociaciones es la


Congregación del Divino Espíritu Santo y María Santísima de los Dolores
establecida en el año 1673 en la iglesia parroquial de San Nicolás. La Comunidad
desarrolla numerosas funciones de carácter espiritual y social como la formación
religiosa de sus miembros, la asistencia a pobres y enfermos y su acompañamiento
en la hora de la muerte. Entre ellas ocupa un amplio espacio la búsqueda de
la salvación personal por medio de la oración y la penitencia. Uno de sus actos
principales será precisamente la procesión de los Nazarenos, que trasciende a
toda la ciudad el día de Viernes Santo.

En este trabajo abordamos la estructura organizativa de la Congregación


que es la que le permite llevar a cabo todas sus actividades.

II. LA CONGREGACIÓN DEL DIVINO ESPÍRITU SANTO Y MARÍA


SANTÍSIMA DE LOS DOLORES

2.1. La titularidad de la Congregación.

Como ocurre en muchas asociaciones piadosas la titularidad de la Congregación


coruñesa es doble, corresponde al Espíritu Santo y a Nuestra Señora de los
Dolores.

La devoción al Espíritu Santo está documentada en la ciudad desde una


época muy anterior a la fundación de la Congregación. Ya en el siglo XVI
existía una ermita dedicada al Espíritu Santo enclavada en las inmediaciones

1 GONZÁLEZ LOPO, D.L., “La evolución del asociacionismo gallego entre 1547 y 1740:

el arzobispado de Santiago“, en Obradoiro de Historia Moderna (1996) 159.


ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN DE LA CONGREGACIÓN CORUÑESA,,, 215

del convento de San Francisco, fundado en el siglo XIII, extramuros de la


ciudad. Las ermitas eran numerosas en A Coruña. Solían disponer de un campo
en su entorno, así como de cementerio propio, y en ellas radicaba una cofradía
de fieles vecinos que se ocupaba de su cuidado y administración, ya que servía a
los cofrades como lugar de reunión y de culto. Entre las numerosas ermitas
coruñesas del siglo XVI podemos citar las de Santa Marina, San Roque, San
Antón, los Santos Ángeles, la de la Santa Cruz o Santas Cruces, de San Amaro,
San Sebastián, San Bartolomé y la de San Engracio, destruida por el ataque
inglés de 1589. Las ermitas no dependían de las parroquias sino de la Ciudad, es
decir del Concejo y, quizá por eso, en la del Espíritu Santo se alojó el futuro
emperador Carlos V antes de ser invitado por el convento de San Francisco
durante la reunión de las Cortes en 1520. Dicha ermita celebraba su fiesta
principal el día de Pentecostés, con asistencia de los regidores municipales y
del pueblo de A Coruña2.

Entre 1608 y 1612, por iniciativa del Capitán General D. Diego de las Mariñas,
se construye el llamado Hospital del Rey en el campo del Espíritu Santo.
Constaba solo de un cuerpo con dos plantas y estaba rodeado de otros edificios:
El hospital del Buen Suceso, la Capilla del Espíritu Santo, el Polvorín y el
cuartel de Macanaz. En un nuevo proyecto de 1725, realizado años más tarde, la
Capilla del Espíritu Santo quedó unida a las nuevas dependencias del Hospital y
dedicada al servicio del mismo3.

La Congregación reconoce como copatrona a Nuestra Señora de los Dolores,


advocación que nace en Europa Central en el siglo XV. A finales de esa centuria
se generaliza la iconografía de la Virgen Dolorosa representada con siete espadas
que le atraviesan el corazón4. En Galicia puede decirse que la devoción no
era totalmente nueva; existía desde la época medieval aunque con otros títulos,
como el de la Soledad, la Piedad, o de la Quinta Angustia, que fueron los más
corrientes hasta el siglo XVIII5. En el siglo XVII comienza a divulgarse la
advocación de los Dolores de Nuestra Señora que va a alcanzar mayor desarrollo
a lo largo del XVIII, especialmente en sus últimos años6.

2 VELO PENSADO, I., La Iglesia de La Coruña en el siglo XVI. Archivo de la Colegiata.


La Coruña 2005, pp. 67-79.
3 BARREIRO, X. R., Historia de la ciudad de La Coruña. La Coruña 1996, pp. 220-221.
4 MALE, E., L’art religieuse de la fin du Moyen Age en France. Armand Colin, París

1969, 125, cit. por GONZÁLEZ LOPO, D.L., “Onomástica y devoción; la difusión de nuevos
cultos marianos en la Galicia meridional durante los siglos XVIII y XIX: el obispado de Tuy”,
en Obradoiro de Historia Moderna (1992) 167.
5 GONZÁLEZ LOPO, D.L., “La evolución del asociacionismo religioso gallego en la

segunda mitad del siglo XVIII: el arzobispado de Santiago”, en Actas de los VII Encuentros
de Historia y Arqueología. Gremios, Comunidades y Cofradías. San Fernando 1991, t. II, p. 35.
6 GONZÁLEZ LOPO, D.L., o.c., “Onomástica y devoción…”, p. 168.
216 MERCEDES LÓPEZ PICHER

La titularidad de la Congregación coruñesa corresponde en principio al


Espíritu Santo. Sin embargo, como hemos visto, va a crecer al mismo tiempo
entre los congregantes una profunda devoción a la Virgen de los Dolores de
forma que finalmente, será la advocación mariana la que prevalecerá. Dicha
devoción se materializó pronto en la dedicación de una capilla, que se construye
dentro de la iglesia de San Nicolás de Bari, para colocar su imagen, bendecida el
27 de marzo de 1681 por D. Andrés del Campo, congregante y Juez eclesiástico
de la ciudad7. Unos años más tarde ya se había quedado pequeña, por lo que
se hizo otra nueva a la que se trasladó la imagen en 17128.

2.2. Fundación y evolución de la misma.

El origen de esta Congregación se encuentra en la predicación de la Santa


Misión que en 1673 realizan los padres Tirso González de Santalla y Juan
Rubí, ambos pertenecientes a la Compañía de Jesús. Al término de la misma,
como solía hacerse en estas misiones populares, fundaron el 8 de marzo de dicho
año, en la iglesia parroquial de San Nicolás, la Congregación que tomará como
titular al Espíritu Santo9. En el acta fundacional quedan enunciados los dos
objetivos fundamentales que debería cumplir la Congregación, plenamente
integrados en la doctrina tridentina: la búsqueda de la salvación personal de
sus miembros y la difusión de un modo de vida ejemplar capaz de calar hasta
las capas inferiores de la sociedad.

La devoción a la Virgen de los Dolores llevará a la Congregación a


solicitar en 1778 su incorporación a la orden de los Servitas o Siervos de María,
que había nacido en Florencia hacia 1233 y estaba establecida en España desde
finales del siglo XV10. La integración significaba que la Congregación adquiría
la condición de Orden Tercera de los servitas, lo que les daba derecho a participar
de las mismas gracias y privilegios que disfrutaban los miembros de la Orden11.

7
ACD, caja 1.1.1., Leg.1, ff. 2v y 4.
8
ACD, caja 1.1.1., Leg.1, ff. 6 y 12.
9 FERNÁNDEZ CORTIZO, C., “Los misioneros populares y la devoción del Rosario de

Nuestra Señora en Galicia (siglos XVI-XVII)”, en ROMANÍ MARTÍNEZ, M., y NOVOA


GÓMEZ, Mª A. (eds.), Homenaje a José García Oro. Universidad de Santiago, 2002, pp. 159
y 164-166.
10 ALDEA VAQUERO, Q., Diccionario de Historia eclesiástica de España, dirigido por

Instituto Enrique Flórez. CSIC. Madrid 1975, t. IV, p. 2461.


11 ACD. Libro 1º de Acuerdos de la B.C. que contiene sus constituciones y otras cosas.

Año de 1673, f.71v


ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN DE LA CONGREGACIÓN CORUÑESA,,, 217

III. ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN DE LA COMUNIDAD

3.1. Las Constituciones de 1673 y 1683

En principio la Congregación se organiza de acuerdo con el esquema de


espiritualidad preconizado por la Compañía de Jesús, basado en la búsqueda de
la sólida formación religiosa de cada congregante. Se nutre de las actividades
que realiza la Congregación de manera intensiva con actos de piedad tanto
privados, que tienen lugar en la iglesia, como públicos, dirigidos a lograr la
edificación de los fieles en general. Entre los primeros destacan la lectura
espiritual seguida de media hora de meditación, durante la reunión semanal
de la Junta. Diariamente, el congregante, en la privacidad de su casa, dedicará
también un tiempo a esa lectura, así como a examinar su conciencia y otras
devociones aconsejadas por los Padres misioneros. Se recomienda especialmente
la lectura espiritual cuando la escasa formación del congregante no permita
una disposición suficiente para la oración mental12.

Estas Constituciones tenían un carácter genérico, en cuanto no se habían


constituido en exclusiva para la Congregación coruñesa. Por el contrario, eran
las mismas que los jesuitas fundadores habían dejado también como pauta en
otros lugares como la provincia de Extremadura, Sierra Morena y Andalucía.
Quizá por eso diez años más tarde se siente la necesidad de reformarlas para
dotar a la Congregación de una estructura organizativa propia. En efecto, las
nuevas Constituciones se establecen por acuerdo de la Congregación el 12 de
mayo de 1683 ante el notario público y secretario de la misma el Licenciado
D. Antonio de Ortega, Prefecto, y D. Pedro Andrés de Miranda y Pedro de Francia
Rosales, ambos congregantes y Asistentes en ella13.

En esos 10 años las circunstancias habían cambiado de manera substancial;


Había aumentado mucho el número de congregantes, se había establecido la
procesión de los Nazarenos, que salía el Viernes Santo, y se había hecho en
la iglesia de San Nicolás una capilla dedicada a la Dolorosa costeada por los
congregantes. También se había solicitado a Roma la concesión de dos indulgencias
plenarias, una para la hora de la muerte y otra para la festividad principal de
la Congregación que, en efecto, concedió el Sumo Pontífice por Bula de 13 de
marzo de 1683. La Congregación llevaba a cabo en esa fecha numerosas obras de
virtud y caridad; todo ello justifica el establecimiento de las nuevas constituciones14.
En ellas se impone un estricto control de quienes pretenden su entrada “por

12 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.1.


13 ACD. Libro 1º de Acuerdos… f. 70.
14 ACD. Libro 1º de Acuerdos… ff. 71-71v.
218 MERCEDES LÓPEZ PICHER

los inconvenientes q. se han experimentado desde el principio, por haber


faltado en algunas ocasiones este cuidado”. De ahí que no se admitan personas
que no sean conocidas por su buena vida y costumbres. El pretendiente debe
presentarse al Prefecto y los dos Asistentes de la Congregación, manifestándole su
deseo de entrar a formar parte de la Comunidad. El Secretario llevará la petición a
la primera Junta en la que deberán participar 50 congregantes, ya que con
menos no se admitirá a nadie.

Hasta su profesión, los pretendientes deberán ser tratados como novicios


y no como Congregantes; después de profesar, participarán con todos los demás,
excepto que el primer año no pueden desempeñar ningún cargo u oficio15. Cuando
profesen se les asentará en el Libro de los Hermanos y pagarán la entrada
acostumbrada de 46 reales de vellón. Se pone especial énfasis en que no se
admita a nadie de fuera de la ciudad “sino es que sea algun señor sacerdote o
retor circunueçino, que pueda asistir a la Procesion de Viernes Santo y a
algos otros exerçiçios por entre año y en muriendo algun hermano poder ser
luego avisado pa decirles misas y mandar pape a la Congregaçion, o su
secretario de auerlo echo asi”. Se recomienda de manera muy especial que se
ponga el máximo cuidado en la admisión de personas de nación extranjera y
recién llegados al lugar “por los ynconuenientes que pueden seguirse”16.

Este punto reviste una enorme importancia ya que parece evidente que su
principal objetivo era el de evitar cualquier tipo de contaminación herética
procedente de países protestantes. La situación geográfica de Galicia juega
un papel decisivo en relación con países como Inglaterra y Holanda. Ya
desde 1560 el Tribunal del Santo Oficio vigilaba estrictamente la llegada de
barcos extranjeros, preferentemente ingleses y holandeses, así como los barcos
de Castilla que comerciaban con el exterior, sometiéndolos a un estricto control
que se materializaba en la visita de los funcionarios de la Inquisición desde
el mismo momento en que tocaban puerto, en busca de libros prohibidos. Sin
embargo, esta vigilancia fue decayendo en función de la evolución política
internacional, como el Tratado de Londres de 1604, y de la problemática
económica castellana a lo largo del siglo XVII, necesitada de la actividad
comercial para su supervivencia. Por eso se observa una cierta tolerancia
inquisitorial en algunos aspectos, que va en aumento conforme avanza el
siglo17. Sin embargo, parece indudable que el miedo al protestantismo fue un
factor determinante en la rigurosa selección que la Congregación coruñesa
hacía de los aspirantes que deseaban entrar en ella.

15
ACD. Libro 1º de Acuerdos… ff.72-72v.
16
ACD. Libro 1º de Acuerdos… f.72v.
17 Ver CONTRERAS, J., El Santo Oficio de la Inquisición de Galicia. (Poder, sociedad y

cultura). Madrid 1982, pp. 27, 151-155 y 609-624.


ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN DE LA CONGREGACIÓN CORUÑESA,,, 219

3.2 Cargos y oficios

La estructura interna de la Congregación configura una auténtica red de


cargos y oficios que le permiten cubrir todas las funciones que caracterizan a
la Comunidad y cuya máxima jerarquía está constituida por el Prefecto, los
Asistentes y los Consultores.

Los cargos se eligen cada año el domingo de Quasimodo18. Se comienza


por el que ostenta la mayor autoridad y responsabilidad que es el Prefecto; se
proponen dos nombres y se elige al que alcance mayor número de votos
siendo su nombramiento irrenunciable. El Prefecto es la figura principal y
más representativa de la Congregación, en la que ejerce la función de
gobierno, ocupándose del puntual cumplimiento de sus reglas y estatutos, así
como de la asistencia de todos los hermanos a los ejercicios espirituales; organiza
la celebración semanal de la Junta que se inicia con la plática que dirige a los
cofrades. Procura el mantenimiento de las buenas relaciones entre los hermanos
y su reconciliación y amistad en caso de que surgiesen desavenencias entre
ellos. Cuando lo considere necesario, “mostrará algún rigor dando algunas
penitencias saludables a los q. fueren demasiadamente omisos en lo que les
toque, tanto en los oficios como en todo lo demás”. Reconvendrá también a
cualquier hermano que se muestre poco devoto o que cause escándalo con su
conducta privada. El ejercicio de la caridad es una de sus prioridades, cuidando
de que se pida la limosna como establecen los estatutos y se reparta de manera
adecuada teniendo en cuenta las mayores necesidades que se conozcan, sobre
todo si es algún congregante quien la padece, así como los encarcelados. Se
cuidará también de que se tome cuenta de lo que se gasta, tanto en cera como
en lo demás y de que se digan los sufragios establecidos por los hermanos
difuntos. En caso de plantearse alguna duda lo tratará con los Asistentes consultores
y en todo momento cuidará de la Congregación procurando el aumento de
los hermanos en el servicio de Dios19.

Al Prefecto de la Congregación le siguen en importancia los dos Asistentes.


Tienen obligación de estar presentes en todas las Juntas y presidirlas con el
Prefecto “y disponer con su mr todo aquello que sea necesso aciendo los tres un
cuerpo en el Gouierno y disposson y por su ausse con el Sr. consultor eclesiástico.
Solicitarán siempre la asistencia de los hermanos a los ejercicios espirituales,
Juntas y demás actos, así como que reine la paz entre ellos en todo momento
lo que permitirá el aumento de los bienes espirituales para todos20.

18 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.80.


19 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.81v.
20 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.81v.
220 MERCEDES LÓPEZ PICHER

A esta escala jerárquica máxima pertenecen también los Consultores, que son
dos, uno eclesiástico y otro seglar. Asisten a todas las Juntas de la Congregación
para dar su parecer en cualquier propuesta que realicen el Prefecto y Asistentes.
Tiene especial relevancia el consultor eclesiástico, que debe presidir la Junta
en ausencia del Prefecto y actuar en su nombre, por lo que los congregantes
están obligados a obedecerle en todo21.

El cuidado de la iglesia y capilla donde está asentada la Congregación


corre a cargo de los Capilleres que la preparan para la celebración de las Juntas de
Comunidad y en todos los actos y funciones de la Congregación. Su intervención
es imprescindible en la celebración de la festividad principal, la del Espíritu
Santo, que tiene lugar por su Pascua. Son los que disponen y adornan el altar y
engalanan la iglesia y capilla con colgaduras, todo lo cual hacen a sus expensas.
Después de su nombramiento tienen obligación “de reçiuir por asiento la
çera, vienes y alajas de la congregaon y del altar de nra Señora, exçeto las de la
proceson” que deberán entregar rindiendo cuentas cuando dejen el cargo22. Tienen
obligación de asistir a todas las Comuniones generales de la Congregación “así pa
dar la çera como a dar el lauatorio y mas neçesso según ya se acostumbra”23.

Asisten también a todas las Juntas particulares y demás días en que se


celebran, adelantándose siempre para hacer tocar las campanas a las horas
señaladas, poner los bancos, bufete, libros, carpeta, campanilla, y los objetos
necesarios para escribir, bonete, luces, etc. y recogerlo todo al terminar el acto.
El día de Jueves Santo y el de la festividad de la octava de San Nicolás, cuando
se hace en su iglesia, deben colocar dos pequeñas mesas con dos tafetanes,
una carpeta y dos almohadas para que los congregantes velen al Santísimo de
dos en dos. Colocarán también un libro espiritual de los que tiene la Congregación
para cada uno. Deben acudir temprano a los rosarios de Nuestra Señora y a las
disciplinas para mandar tocar las campanas en su momento y tener dispuesto
todo lo necesario para estos ejercicios. Se trata, como vemos, de un cargo
que requiere una gran dedicación y una situación económica desahogada que les
permita disponer de mucho tiempo libre. Por eso se recomienda a los hermanos
encargados de la elección que se decanten por dos personas de reconocida
virtud y eficacia “y de los de menos ocupaciones y mas posible”24.

La Congregación dispone de un estricto órgano de control constituido por


dos Celadores, uno seglar y otro eclesiástico que deben poner el máximo

21 ACD. Libro 1º de Acuerdos ... f.81v.


22 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.81v.
23 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.82.
24 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.82.
ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN DE LA CONGREGACIÓN CORUÑESA,,, 221

celo y atención tanto en lo relativo al culto divino, como al aprovechamiento


espiritual propio y de todos los congregantes. Se encargan de la asistencia de
todos a los actos de Comunidad para analizar la conducta de cada uno y las faltas
que puedan cometer por omisión o descuido, poniéndolas en conocimiento del
Prefecto y Asistentes. Esto se hará con la máxima prudencia y secreto que
requiere un tema tan delicado. Solo aquellas materias que no ofrezcan duda y
no se relacionen con la enmienda de costumbres u otras semejantes de las
que podría derivarse algún escándalo, las propondrán a la Congregación por
escrito pidiendo que se disponga lo que sea conveniente “haciendo ofio de
uerdaderos fiscales y çeladores”. El control se aplica también a cuestiones de
carácter económico; en este aspecto el celador secular tendrá a su cargo el llevar
cuenta de los gastos de la Congregación, especialmente el de cera que era grande
por utilizarse continuamente en las ceremonias de culto. Los dos celadores se
ocuparán también de que se pida puntualmente la limosna para los pobres25.

La economía de la Congregación queda en manos del Tesorero y Mayordomo


de Caridades, función que requiere para desempeñarla una persona asistente y
de mucho celo, ya que se encarga de cobrar y escribir cada año las caridades
de todos los hermanos, tanto eclesiásticos como legos. Dicha cantidad es de
nueve reales y medio cada uno; tendrá en su poder lo recaudado y apuntará a
los que no paguen. Recibirán también las cantidades correspondientes a las
entradas de los hermanos y demás limosnas que se entreguen. Expedirán un
recibo a cada uno por el importe correspondiente a lo entregado para que quede
constancia hasta que se despache la orden de pago por el Prefecto y Asistentes. No
admitirá ni pagará nada que no haya sido registrado antes por el celador
secular y refrendado por el Secretario. Si la cantidad excediera de cien reales
se despachará en la Junta de Congregación; sin todos esos requisitos no se le
pagarán las cuentas que diere dicho hermano al término de su año26.

En una asociación que agrupa a un elevado número de personas, como la


Congregación de Dolores, es imprescindible que alguien ejerza de moderador y
jefe de protocolo y para esta función se nombra un Maestro de Ceremonias.
Asiste a todas las Juntas y actos de la Congregación “por ser muy necesario en
ellas para lo que se ofrezca”. Solicita la quietud en todos los hermanos indicándoles
lo que deben hacer en cada momento como guardar silencio o hablar con
moderación cuando les corresponda “y en particular en las Juntas procurando se
euite toda porfía, rumor y discusiones, aduirtiendoles el silençio y compostura
que estan obligados a tener, como deuen ouedeçer alos Ses Prefecto y asistentes”27.

25 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.82v.


26 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.82v.
27 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.83.
222 MERCEDES LÓPEZ PICHER

Si alguno quisiera intervenir, debe pedir licencia para hacerlo y esperar el


momento oportuno. En caso de que se pretenda tratar del descuido o falta de
algún hermano, el Maestro de Ceremonias le indicará que no les corresponde a
ellos proponerlo en público sino comunicarlo a los Celadores. Les advertirá
también de las faltas u omisiones que conozcan de cualquier hermano. Su
papel es tan importante en todas las Juntas que siempre debe haber dos, ambos
seculares, para que si tiene que faltar uno siempre pueda asistir el otro28.

La Comunidad nombra también a seglares que hacen el oficio de enfermeros;


no atienden físicamente a los enfermos, sino que se ocupan de conocer con
la mayor diligencia el nombre de aquéllos y ponerlo en conocimiento de la
Junta para que la Congregación mande que se les visite29.

La meditación y oración mental tienen un amplio espacio en la vida espiritual


de los congregantes. Para su fomento y dirección se mandan dos Lectores que
serán siempre eclesiásticos y destaquen por su celo y espíritu. Asisten a todas las
Juntas y actos de ejercicios espirituales, disciplinas, etc. encargándose de dirigirlos.
Deben comenzar entonando el himno Veni Creator Spiritus “ y proseguiran
con la letanía de nuestra SSa y despues de dhas oraciones, leera un punto o
capítulo de leççion spiritual, por espacio de un quarto de ora, y al cauo de
dha leççion tocara la campanilla y arrodillados los hermanos tendrán otro qto
de ora de oraon mental y la concluirán con el acto de contrion y oraones que se
acostumbran”30. La importancia que se concede a la oración mental se enmarca,
indudablemente, en el estrecho vínculo que une a la Congregación con la
espiritualidad ignaciana presente en sus mismas raíces.

La oración a la Virgen es otra de las señas de identidad que distingue a la


Congregación de Dolores. Por esta razón se nombra a los Capellanes del Rosario,
que deberán rezarlo, acompañado de la letanía de Nuestra Señora, todos los
días por la tarde a la hora acostumbrada. Tiene lugar delante de la imagen de los
Dolores en su capilla. Los Capellanes asistirán también a las demás funciones de
la Congregación según se lo indique el Prefecto31.

Otro oficio de la asociación es el de los Citadores, que se ocupan de ejecutar


puntualmente todo lo que les encargue la Congregación o su Prefecto y Asistentes.
Convocan a los hermanos para las Juntas particulares, entierros de los fallecidos,
velatorios, etc. Para ello deben asistir a todas las Juntas y actos de Comunidad y

28 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.83.


29 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.83.
30 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.83.
31 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.83v.
ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN DE LA CONGREGACIÓN CORUÑESA,,, 223

avisar en ellas de lo que se les encargue. En caso de que uno de los dos
Citadores no pueda asistir por causa justificada, debe avisar al compañero para
que cubra su función32.

En la religiosidad barroca del siglo XVII las manifestaciones públicas de


fe como las procesiones desempeñan un papel primordial en la afirmación de
la doctrina tridentina, frente a la negación del culto a las imágenes preconizada
por el protestantismo. No es de extrañar por tanto la importancia y popularidad
que tenía en la ciudad la procesión de los Nazarenos, llamada también del
Encuentro, que organizaba la Congregación en la madrugada del Viernes Santo.
Para salvaguardar las imágenes, alhajas y vestidos, que figuraban en el desfile
procesional se nombraba a un Mayordomo de Pasos encargado de cuidar de
tan preciados objetos. El Mayordomo no solo se ocupa de custodiarlos, sino
también de reparar cualquier posible deterioro y se les advierte que “el coste
de la trompeteta (sic), caxas, pífanos y mas aliños ordinarios, es por su quenta y
deuoçion”. En el caso de que el importe de la reparación fuese excesivo deberá
informar de ello a la Congregación33. El Mayordomo no puede dar, prestar o
disponer de ninguna cosa de dicha procesión y sus alhajas sin permiso de la
Congregación en pleno “so pena de dos ducados en que desde luego se condena al
que la contravenga= y lo mesmo a qualquia hermano que prestare o diere la
túnica o cruz que tuviere pa dha proçesion a otra alga pna de fuera della pa ningn
acto ni función particular por los ynconuenientes quede açerlo se reconocen”34.
En la Junta de 5 de abril de 1687, la Congregación dispone que el Mayordomo
de Pasos ha de pagar al predicador que haga la plática en el Encuentro y todo
lo necesario de la procesión. Ha de dar cuenta también cada año de lo que le
haya sido encargado y entregado35.

Por último, para desempeñar una labor burocrática la Congregación nombra


un Secretario al que corresponde asistir a todas las Juntas de la Comunidad,
tanto públicas como secretas para dar fe de todas las disposiciones y acuerdos
que se tomen. Debe inscribir en el libro a los nuevos congregantes y, una vez
que hayan profesado recibirá sus votos. Se encarga de refrendar y despachar las
libranzas y asentar y escribir cada año las cuentas de las personas a quienes se
tomen, poniendo por escrito las entregas y los bienes y alhajas de la Congregación,
así como responder las cartas que hubiera. Dada la naturaleza de su función, debe
ser una persona de reconocida capacidad de trabajo e interés por la Comunidad.
Para este cargo se puede nombrar tanto a un eclesiástico como a un seglar36.

32 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.83v.


33 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.83v.
34 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.83v.
35 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.83v.
36 ACD. Libro 1º de Acuerdos … f.84.
224 MERCEDES LÓPEZ PICHER

Todos estos cargos y oficios de la Congregación se incluyen en las


Constituciones que se aprobaron en Junta de 30 de mayo de 1683 hallándose
presentes 48 hermanos37.

En definitiva, como ya hemos señalado, la Congregación de Dolores presenta


una organización compleja, integrada por numerosas personas que mantiene
una estructura piramidal y configura una red de cargos y oficios dúplices,
excepto los de Prefecto y Secretario, capaz de atender y desarrollar las numerosas
funciones que realizan. Actúan con perfecta sintonía entre ellos y, en ocasiones,
como ocurre en la procesión de los Nazarenos despliega una auténtica escenografía
de cruces, velas, túnicas e imágenes que recogen toda la belleza y plasticidad
del Barroco.

En la práctica, toda esta estructura se refleja en las diversas funciones que


desarrolla la Congregación. Enunciamos a continuación las principales:

1) Formación espiritual de sus miembros según las pautas marcadas por


la Compañía de Jesús que había contribuido eficazmente a su nacimiento.
Serán principios básicos de la Congregación la búsqueda de la perfección
espiritual del individuo cimentada en la oración mental, la frecuencia de los
sacramentos, y en especial el de la Eucaristía y determinados ejercicios espirituales.
El culto mariano, renovado y potenciado en Trento, será también una pieza
clave en la vida religiosa del congregante.

2) Una función funeraria que presta especial atención a sus miembros en


el momento de la muerte. A partir de la Baja Edad Media y, sobre todo, en la
Edad Moderna la muerte tiene un significado social; el moribundo precisa contar
con el apoyo de quienes le rodean, especialmente de aquellos que comparten sus
intereses religiosos. Sus hermanos de Congregación se ocupan de confortarle
en su enfermedad, acompañan sus restos al sepulcro y rezan para que alcance
el perdón divino38.

3) Función penitencial. La Congregación celebraba ejercicio de disciplina en la


iglesia de San Nicolás todos los viernes del año y los lunes, miércoles y viernes de
Cuaresma y Adviento. Además de esta penitencia privada la Congregación tenía
todos los años un solemne acto de penitencia pública, representada en la procesión
llamada de los Nazarenos o del Encuentro, que salía de la misma iglesia el

37
ACD. Libro 1º de Acuerdos … f. 84v.
38
GONZÁLEZ LOPO, D.L., “El papel de las cofradías en las prácticas funerarias de las
comunidades rurales gallegas (s. XVI- XVIII)”, en Actas da V Semana Galega de Historia.
Santiago, 1998, pp. 144-146.
ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN DE LA CONGREGACIÓN CORUÑESA,,, 225

Viernes Santo al amanecer “imitando los Congregantes a Xto en ella con la


Cruz a cuestas”. Los hermanos se disponían en torno al paso que representaba a
Jesús Nazareno, Simón de Cirene y dos sayones, seguido de las imágenes de María
Santísima de los Dolores, San Juan y la Verónica39, recorriendo las principales
calles de La Pescadería. La política regalista de los Borbones decretó en 1766 la
prohibición absoluta de penitentes en las procesiones, pero la Congregación
pudo eludirla apelando a sus Constituciones, y por la intervención del Prior
de la Colegiata y Juez eclesiástico de la ciudad, que la autorizó.

4) La función asistencial de la Comunidad se materializa en el ejercicio


de la caridad con los pobres a través del petitorio semanal de limosna.
Alcanza especial relevancia a finales del siglo XVIII al hacerse cargo del
Patronato del Hospital de Caridad por expreso deseo de su fundadora Teresa
Herrera, y de la fundación, en 1793 de la Casa de Expósitos de A Coruña40.

Todo ello nos confirma la importancia de esta Congregación en la vida


religiosa de la ciudad. La devoción a Nuestra Señora de los Dolores está
profundamente arraigada en A Coruña desde el siglo XVII, con las fluctuaciones
propias de un espacio temporal tan amplio. Y la tradición popular afirma que
si la imagen de la Dolorosa no sale en procesión el viernes anterior al Viernes
Santo, tampoco podrán hacerlo el resto de los desfiles procesionales que forman
parte de la Semana Santa coruñesa.

39 ACD. Libro 1º de Acuerdos…f.71.


40 Ver LÓPEZ PICHER, M., “El asociacionismo religioso en la ciudad de A Coruña
(siglos XVII y XVIII): La Venerable Congregación del Divino Espíritu Santo y María Santísima de
los Dolores”, en El mar en los siglos modernos. Xunta de Galicia, Santiago de Compostela
2009, t.II, pp. 583-589.
Hermandad de la Virgen de la Amargura
“Zamarrilla” de Málaga

Manuel GARRIDO JIMÉNEZ


Málaga

I. Breve reseña histórica.

II. Hermandad de Zamarrilla.

III. María Santísima de la Amargura actual (Zamarrilla), y Santísimo


Cristo de los Milagros.

IV. La romería de Zamarrilla, un fenómeno sociológico extinguido.

V. Una cruz en un camino.

VI. La leyenda del bandolero Zamarrilla.

VII. La realidad de la Cruz de Zamarrilla.

VIII. Bibliografía.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 227-240. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. BREVE RESEÑA HISTÓRICA

Algunos historiadores sitúan las raíces históricas del lugar conocido en


Málaga como “Zamarrilla” en la época de dominación musulmana, pero no
sería hasta después de la conquista de la ciudad, en 1487, cuando se posean
notas escritas que atestigüen su existencia. Se trata de una escritura de principio
del siglo XVI, fechada en marzo de 1510, en la que se reseña la existencia de un
denomina huerto de “Zamarrilla” incluido en las posesiones del Cabildo de
la Catedral de Málaga.

En 1788 se fundó la Hermandad del Santo Cristo de Zamarrilla (de carácter


funerario) que fue fruto de una corriente devocional nacida años atrás en torno a
una Cruz situada en los arrabales de Attamanín a extramuros de la ciudad. La
Hermandad instaba a sus hermanos a que se dedicaran a alabar al Señor, a
darle culto y a ejercitar la caridad.

Dentro de la propia cofradía nació una vertiente dedicada al culto externo


en 1792, la de la Congregación del Santo Rosario de nuestra Señora de los
Dolores. En la centuria decimonónica, la Virgen de los Dolores efectuó salidas
procesionales, en 1849, 1851 y 1867. Tras un periodo de postración el 1 de mayo
de 1921, se instituyó la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, sin el
crucificado de Zamarrilla, el que había dado nombre a la antigua Cofradía. Un
año después, ingresó en la Agrupación de Cofradías, cambiando su advocación
mariana por la de Amargura. En 1926, se incluyó a un nuevo titular, Nuestro
Padre Jesús del Santo Suplicio. La Hermandad perdió sus imágenes y patrimonio
el 12 de mayo de 1931. No obstante, un buen número de entusiastas cofrades
constituyó en 1938 la cofradía del Santísimo Cristo de los Milagros y María
Santísima de la Amargura. Se estableció en la parroquia de San Felipe Neri hasta
la construcción de restauración de la ermita. La Virgen de Zamarrilla fue coronada
canónicamente en la Catedral de Málaga el día 25 de octubre de 2003.

II. HERMANDAD DE ZAMARRILLA

Hablar de los inicios de una corporación o cualquier acontecimiento histórico


constituye, la más de las veces, una cuestión bastante espino para el historiador.
HERMANDAD DE LA VIRGEN DE LA AMARGURA “ZAMARRILLA” DE MÁLAGA 229

Las lagunas documentales acarreadas por factores ya endógenos (ausencia de


libros, desidia en la conservación de los documentos) ya exógenos (destrucciones,
saqueos, dispersión de las fuentes, se hacen sentir con mayor contundencia,
si cabe, en el caso de la Hermandad de Zamarrilla, al tratarse de una institución
cuyo devenir histórico, generalmente fragmentario, atraviesa la más variada
forma como fruto de un complicado proceso de transformaciones y refundaciones,
lo que coadyuva a hacer aún más difícil la misión del estudioso.

Desde que Antonio Barranquero pusiera en 1756 el embrión de su ulterior


y fluctuante proceso de configuración institucional, la Hermandad de la
Amargura ha venido ocupando un verdadero lugar de privilegio dentro del
contexto de las cofradías de Pasión malacitana. La devoción popular canalizada
hacia una ermita “extramuro de la ciudad” hoy enclavada en pleno casco urbano,
lograría a dar sentido a esa inquietud de agrupamiento colectivo que quedaría
plasmado y consolidado en un núcleo corporativo, profundamente identificado en
la esencia y carácter de un barrio.

Con la llegada del nuevo siglo, la Hermandad de Zamarrilla caminaría


hacia la consecución de su consolidación interna y externa en el seno de la
esfera ciudadana al permanecer prácticamente impasible ante las tormentas
de Exclaustración y la desamortización, que hicieron sucumbir a tantas cofradías y
aletargaron a otras muchas que se encontraron expulsadas de sus templos,
con sus altares derribados y sus recursos confiscados.

La súbita aparición de la Congregación del Patriarca Señor San José y su


erección en la Ermita de Zamarrilla, constatada al menos desde 1851, demuestra la
gran vitalidad que el asociacionismo religioso gozaba en el marco del barrio de la
Trinidad.
“En la ciudad de Málaga en treinta de un día del mes de agosto de mil
setecientos ochenta y ocho años, estando en la capilla de nuestro Padre
Jesús Crucificado con el título de Zamarrilla, situado al final de la calle de
los Mármoles, barrio de la Santísima Trinidad, extramuros de dicha ciudad,
juntos y agregados a son de campana tañida, los devotos de la referida
Soberana Ymagen a efecto de celebrar este cavildo y en él acordar los
capítulos de constituciones que les sirviese de regla y buen gobierno…
Eran nuestros inicios… Años atrás, Antonio Barranquero, promotor y
artífice de la realización de un rosario callejero, junto con otros devotos
de una Santa Cruz que se situaba en el campillo de la Trinidad, con las
limosnas y monedas obtenidas a través de sorteo de unas baratijas,
consiguió alzar una pequeña edificación que, a partir de entonces, fue
el referente devocional inequívoco de un entorno”.
230 MANUEL GARRIDO JIMÉNEZ

Fue el día 10 de septiembre de 1788 cuando se aprobaron las primeras


constituciones, lo que de facto y de iure significaba el arranque histórico de la
corporación de Zamarrilla. En 1889, siendo obispo de Málaga don Marcelo
Spinola y Maestre, se aprueban los estatutos de la Ilustre y Venerable Hermandad
del Santo Cristo de Zamarrilla.

Tras un periodo en que la fraternidad prácticamente deja de tener vida


corporativa, el 1 de mayo de 1921, se instruye la Hermandad de Nuestra
Señora de los Dolores. Fue un año más tarde, el 16 de marzo de 1922, cuando
ingresó oficialmente en la recién fundad Agrupación de cofradías de Semana
Santa de Málaga. Entre la fecha de su ingreso y la de la primera salida procesional,
hecho que se produce el Jueves Santo, el 13 de abril de 1922, se procedió
cambiar la advocación de la titular denominándose a partir de entonces María
Santísima de la Amargura.

La nueva hermandad del Santísimo Cristo de los Milagros y María Santísima


de la Amargura estableció su sede canónica en la Iglesia de la Santa Cruz y San
Felipe Neri hasta el año 1945.

El 15 de febrero de 1986, el Obispo de Málaga aprueba la inclusión de una


adenda en los estatutos, estableciendo la nueva y actual denominación de la
corporación: Real y Excelentísima Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Santo
Suplicio, Santísimo Cristo de los Milagros y María Santísima de la Amargura.

En los últimos años de fraternidad ha mejorado su patrimonio con la


adquisición de algunas piezas relevantes, entre ellas, los nuevos tronos
procesionales. Del mismo modo, a las sucesivas reformas a que ha sido
sometida la ermita, se añade la edificación de la Casa Hermandad.

Pero sin lugar a duda, el hecho que marcó un antes y un después en la


vida de la Hermandad, fue la coronación canónica de María Santísima de la
Amargura. Sucedió el 25 de octubre de 2003. Este hecho no venía más que a
corroborar la intensa devoción que durante más de dos siglos ha suscitado la
Virgen de la Ermita, María Santísima de la Amargura, nuestra Virgen de Zamarrilla.

III. MARÍA SANTÍSIMA DE LA AMARGURA ACTUAL, (ZAMA-


RRILLA) Y SANTÍSIMO CRISTO DE LOS MILAGROS

Virgen de la Amargura

La Virgen de la Amargura actual, viene a sustituir a una dolorosa anónima


perdida en 1931 cuando la quema de la ermita. Fue adquirida en 1934 en
HERMANDAD DE LA VIRGEN DE LA AMARGURA “ZAMARRILLA” DE MÁLAGA 231

Álora (Málaga), donde era conocida como Virgen del Amparo. Siempre se le ha
atribuido diversos autores, hasta que las últimas investigaciones del profesor
Sánchez López, le han puesto autor y fecha. Fue Antonio Gutiérrez de León
y Martínez, su autor en la segunda mitad del siglo XIX.

El Cristo de los Milagros

En diciembre de 1938, Francisco Palma García, (padre) recibe el encargo,


por parte de Manuel García Cabas, gran malagueño y cofrade, de hacer un
Cristo crucificado para la ermita de Zamarrilla. Pero dicho trabajo no pudo
realizarlo ya que murió el 19 del mismo mes. Por este motivo, el encargo
pasó a su hijo Francisco Palma Burgos, quien en Navidad de ese mismo año,
comenzó la armadura de la obra, cargando con una gran responsabilidad a sus
20 años de edad. Fue un trabajo duro y agotador en el que hubo de emplear
muchísimas horas de dedicación y sacrificios. La imagen quedó terminada
en dos meses, siendo la primera obra de la gran trayectoria de este magnífico
escultor.

La advocación de del Cristo de los Milagros, nació en una reunión que se


celebró en el taller de Palma en febrero de 1939. Cuando ya el Cristo estaba
modelado en barro y por la belleza de la obra escultórica, quisieron darle nombre.
Entonces uno de los reunidos dijo: “¿Y por qué no le llamamos Cristo de los
Milagros?” Puesto que ha sido un milagro que podamos tener una imagen en
tan poco tiempo. A partir de aquí, se le viene llamando con esa advocación.

IV. LA “ROMERIA DE ZAMARRILLA” UN FENÓMENO SOCIO-


LÓGICO EXTINGUIDO

No consta la celebración de un acto de romería teniendo como centro una


imagen dolorosa que se procesionase durante la Semana de Pasión; modelo
iconográfico, por otro lado, más que discutible con un fin festivo. Sin embargo, a
pesar de estas premisas iniciales, se constata cómo a finales de los años
veinte va a ser precisamente la “Dolorosa de Zamarrilla” la que sirva como
justificación y eje central para la celebración de una romería que, como veremos,
sólo se desarrolló durante dos años. Sería la primera vez que una Hermandad
de Pasión organizara, en este caso al alimón con la Junta de Festejos del
Ayuntamiento de Málaga, el desarrollo de esta fiesta.

¿Por qué precisamente Zamarrilla? El arraigo popular y la propia idiosincrasia


del barrio donde se ubica la Ermita constituyen una respuesta válida para el
interrogante precedente; asimismo su situación en las afueras de la ciudad
232 MANUEL GARRIDO JIMÉNEZ

vendría a prestar un elemento muy a tener en cuenta. A estas circunstancias


había que añadir la predisposición favorable de los directivos de la Hermandad
para que tal evento se desarrollase bajo su auspicio y tutela ya que realmente
de ellos partió la idea.

Creemos que esta surgió con una finalidad eminentemente positivista en


el sentido de arraigar aún más la Hermandad entre los malagueños y que, si
bien la Virgen de la Amargura era venerada y formaba parte de la colectividad
malagueña, y a pesar de los esfuerzos desplegados por la Junta de Gobierno
en los años veinte para dotar a la Cofradía de un contingente patrimonial que
la semejase a otras del contexto procesionista malagueño, aún no se había
logrado la equiparación con otras Hermandades. Sin olvidar en este sentido,
la conexión e íntima relación “ermita-romería” como elementos inseparables
y consustanciales en estas celebraciones dentro del contexto de la cultura y
antropología andaluza.

La “Romería de Zamarrilla” constituía en los años veinte un fenómeno


arraigado y tradicional en los festejos que se celebraban durante el mes de
agosto, así como que su destino fue siempre la zona de los tejares de la Colonia de
Santa Inés.

Pero los estudios realizados, rompe este aserto creído y mantenido hasta
la fecha, para asegurar que esta fiesta sólo se desarrolló durante dos años, y
que sus destinos fueron en 1929, la Colonia de Santa Inés, y en 1930, el “Río
Málaga”, es decir, el río Guadalhorce, y concretamente la zona de los viveros.

El día 13 de Agosto la comisión constituida al efecto se trasladó a la cercana


población de la Colonia de Santa Inés, lugar escogido para la celebración de
la romería. Allí visitaron al propietario de la fábrica de ladrillos, el ex diputado a
las Cortes, Modesto Escobar Acosta, quien entusiasmado con la idea, encargó a su
hijo, el director de la industria, Isidoro Escobar Rosas, que diera todo tipo de
facilidades y ayuda para que la celebración de la romería constituyese un éxito.
Como prueba palpable del apoyo del propietario, éste puso a disposición de
la comisión, cuatro carretas y cuatro yuntas de toros que fueron traídos desde
el pueblo de Coín (Málaga).

Romería de 1929

El despertar del miércoles día 28 de Agosto de 1929, día escogido para la


celebración de la romería, trajo consigo la preocupación de los organizadores
del acto. Una fina lluvia venía a ser el colofón de una tomentosa noche que
HERMANDAD DE LA VIRGEN DE LA AMARGURA “ZAMARRILLA” DE MÁLAGA 233

presagiaba la suspensión de la comitiva. Sin embargo, a medida que iba


avanzando el día, el sol hizo acto de presencia y, aunque más tarde de la hora
prevista, se puso en marcha desde la ermita la carreta preparada para conducir a la
Virgen de Zamarrilla hasta la Colonia de Santa Inés. La carreta era movida
por una yunta de bueyes enjaezados al típico modo romero. En el centro la
Dolorosa luciendo su saya y corona imperial y en el pecho la rosa.

El momento culminante lo constituyó la llegada a la Colonia de Santa


Inés. Al júbilo popular sucedió el traslado de la Imagen desde la carreta que
la había transportado hasta el altar dispuesto para tal fin en la capilla de la
fábrica de ladrillos. Eran las doce de la mañana y comenzaba la celebración
de la misa de romeros. Una vez concluido el acto religioso, los participantes en
la romería se dispersaron por las zonas aledañas a los tejares. (Es probable que
muchos de los romeros que iban a caballo, se refugiaran al abrigo de la sombra del
arroyo de las cañas, y probablemente en los aledaños del Convento del
Cañaveral.)

Romería de romería de 1930

En 1930, la romería ubicada en esta ocasión en los viveros del Río


Guadalhorce, se desarrolló el viernes 15 de Agosto, día de la Asunción, festividad
mariana por excelencia, “la Virgen de Agosto”. Pensamos que este cambio
vino a responder al deseo de resaltar el criterio de lo sagrado sobre lo profano
para, en alguna medida, acallar las voces discordantes que señalaron que la
única razón para la celebración de la romería era la festiva, y que poco o
nada tenía que ver con la imagen, máxime cuando se trataba de una Dolorosa
y no de una advocación letífica más acorde con la naturaleza eminentemente
festiva de estos actos.

En cierta medida se le quiso dar una entidad y protagonismo propios al


ubicarse en un día de claro sentido mariano en el orbe religioso. Las razones
para el cambio de destino, los viveros del río Guadalhorce en lugar de los
tarajes de la Colonia de Santa Inés, pensamos obedeció más a criterios de
comodidad. Efectivamente, la zona de la Colonia, con sus terrenos arcillosos
y lagunas, no ofrecía un panorama acogedor para los romeros, máxime en un
mes de agosto malagueño. Por el contrario, la cercanía del río y la exuberancia
de plantas en la zona de los viveros prestaban la idoneidad propia de un
paraje de descanso y de agradable temperatura. Asimismo la carretera de
Cádiz (Nacional 340) por donde transcurriría, era un lugar de más fácil tránsito
para los vehículos. Del mismo modo, la distancia hasta el sitio escogido vendría
a señalar un último exponente para justificar dicho cambio; la Colonia de
234 MANUEL GARRIDO JIMÉNEZ

Santa Inés constituía una zona excesivamente cercana a la Ermita, sin olvidar
que la mayoría de las familias malagueñas acudían al “Río de Málaga” como
lugar típico de las excursiones campestres.

Así pues, el 15 de Agosto de 1930 se puso en marcha la segunda y, por


ahora, última “Romería de Zamarrilla”, en la que la Virgen de las Amarguras
portaba un manto, cuya tela había sido adquirida por la Condesa de Berlanga
de Duero en Paris y confeccionado en la Corte; sus manos bajas sosteniendo un
pañuelo, y sobre el pecho, la rosa roja, pero sin puñal, -símbolo iconográfico de
la Dolorosa- atributo que posiblemente quedaría desplazado al procesionarse
la Imagen en una efemérides de gloria.

Tal como se ha afirmado con anterioridad, esta romería sólo se desarrolló


durante los años 1929 y 1930. Los acontecimientos de mayo de 1931 truncaron
con la quema de los Titulares de la Hermandad de la Amargura, lo que estaba
llamado a convertirse en un fenómeno sociológico de masas en Málaga,
dado el éxito que tuvieron los actos tanto el primero como el segundo año, y
que no dudamos en calificar como uno de los acontecimientos festivos-religiosos
más importantes de la Málaga de este siglo.

Tras la brutal ruptura que, contra esta incipiente “tradición”, supuso la


violenta destrucción de las Imágenes de la Hermandad, el fenómeno de la
“Romería de Zamarrilla” quedó como un elemento a custodiar en el recuerdo.
Las críticas que contra la presencia de una Dolorosa procesional como centro
de una romería se habían vertido, no lograron lo que en cuestión de minutos
consiguió el fuego, hacerla desaparecer. Había quedado para la memoria.

En la década de los ochenta, nos consta, que aún hubo un intento por parte de
un sector de la Junta de Gobierno de la Hermandad de hacer revivir esta tradición.
Sin embargo, la oposición de otro sector, así como el de las propias autoridades
eclesiásticas que, con el clásico argumento de que una Dolorosa no es una imagen
para procesionar en una romería, se oponían a su celebración, han logrado que la
Virgen de Zamarrilla sea una escultura cuyo culto externo se limita tan sólo a
la noche del Jueves Santo, como cotitular de una Hermandad de penitencia.

V. UNA CRUZ EN UN CAMINO

En el año 1793, el canónico e historiador Cristóbal Medina Conde, dejaba


constancia escrita de la antigüedad de la denominada “Cruz de Zamarrilla” y
de la Ermita de Zamarrilla, situadas al fin de la calle de Mármoles, como se
sale al campo. También hace referencia a una anotación realizada en los libros
HERMANDAD DE LA VIRGEN DE LA AMARGURA “ZAMARRILLA” DE MÁLAGA 235

del Cabildo de la Ciudad de Málaga en el año 1649. Se refería a las excavaciones


realizadas en las inmediaciones de la Cruz de Zamarrilla hoy cerca de la calle del
Carril, con el objetivo de localizar los restos de los Santos Patronos de Málaga
Ciriaco y Paula. Del mismo modo, alude a lo escrito por el jesuita Padre Morejón,
quien aseguró que provino de algún cristiano católico de este nombre que
pondría allí la Cruz; y otros decían que se colocó, como es costumbre a un
tal Zamarrilla que mataron en aquel sitio.

Sea como fuere, es que el origen de la Cruz de Zamarrilla se hunde en el


tiempo histórico no habiendo hasta el presente, constancia documental del
momento de su edificación. Incluso, algunos aseguran que se alzó en el lugar
ocupado por las tropas castellanas mandadas por Hurtado de Mendoza durante
el periodo de asedio a la ciudad de Málaga en 1487.

Medina Conde, en su obra “Conversaciones Históricas Malagueñas” Conver-


sación XXVI, página 46, cuando se refiere a las estancias o campamentos
con que se cercó la ciudad de Málaga para su conquista a los moros por las
tropas cristianas de los Reyes Católicos, en 1487, dice:

“… La estancia 10, la ocupó D. Hurtado de Mendoza en el sitio que


hoy llaman la Cruz y Ermita de Zamarrilla…..D. Hurtado de Mendoza
combatió un portillo que estaba en el muro del Arrabal de la Cruz de
Zamarrilla y peleando con los moros entró con su gente…”.

Sea como fuere, lo cierto es que si Pedro Morejón habla de la Cruz de


Zamarrilla antes de su muerte (1678) cuando escribe su, “Historia General
de la Antigüedad y Grandeza de la Muy Noble Ciudad de Málaga” en esta
fecha, la Cruz ya existía.

También, si Cristóbal Medina Conde, habla tanto de la Cruz como de la


Capilla de Zamarrilla en su Conversación XXVI, antes de su muerte en 1798, es
que ambas ya existían en esas fechas.

VI. LA LEYENDA DEL BANDOLERO “ZAMARRILLA

“El “Zamarrilla”, nombre con que la tradición recuerda a Cristóbal Ruiz


Bermúdez, debe ese apodo a una Cruz, un hito que antes había en un
punto del llamado camino de Antequera, que los primeros habitantes
del barrio de la Trinidad habían levantado al final de la calle Mármoles,
en una amplia zona despoblada en la que crecía la zamarrilla, planta
silvestre de escasa altura y de flores blancas o encarnadas y muy aromáticas,
236 MANUEL GARRIDO JIMÉNEZ

similar a la manzanilla campestre. Era tal la exuberancia de zamarrillas en


este terreno que los antiguos lugareños bautizaron a la Cruz con ese
nombre, la Cruz de Zamarrilla, nombre que luego heredaría la ermita
que se levantó en el mismo lugar para la veneración de la Virgen de la
Amargura y con que todavía se le conoce en nuestros días”.

La leyenda del bandido de Zamarrilla y la Virgen de la Amargura, a la


que la vox populi adjudica a unas raíces inmemoriales, ostenta en realidad una
cronología mucho más cercana a nuestros días de lo que a simple vista parece.
Hasta después de 1937, en que finaliza la Guerra Civil en Málaga, no se constata
la más mínima referencia al relato literario, ya que no sería hasta la institución de
la Hermandad del Cristo de los Milagros y María Santísima de la Amargura,
cuando aparece la figura del bandolero y se una a la imagen de la titular mariana,
que popularmente ya nadie conciba a ambos el uno sin otro. Por otro lado, si
la leyenda está referida en época de Fernando VII, allá por 1800, y ya la
Cruz de Zamarrilla es referida por Medica Conde en 1649, pienso que la
leyenda del Bandido de Zamarrilla es posible que al haber sido escrita para
el teatro, la podemos dejar en eso, leyenda popular, que los malagueños al
estar referida al bandolero y a la Virgen de la Amargura, toman la leyenda como
un hecho cierto, un milagro de su Virgen, dejándose llevar por la fe y el amor a
la Madre de Dios y por ello, tanto a la Virgen como a la Ermita y a la Casa
Hermandad, se las conoce como “De Zamarrilla”.

Medina Conde, coetáneo de los acontecimientos, nunca mencionó la existencia


de bandidos con tanto renombre relacionado con la ermita.

Leyenda

“Dice la historia, que allá por el año 1800, había un bandolero llamado
Cristóbal Ruiz Conde, que en aquella época era el más temible y sanguinario
bandolero que se recuerda conocido con el apodo de “Zamarrilla”. Había
nacido un día de 1796 en Igualeja, pequeño pueblo escondido entre los
múltiples montes, cerros y colinas que configura la Serranía de Ronda
(Málaga). Este hombre perseguido por la justicia solía bajar de las montañas
a la ciudad de Málaga, (como dice una canción, “Málaga era un puerto
marinero donde a por cariño iba y venía”) una de estas veces cuando
huye de los Corchetes, encuentra una capilla (seguramente de algún
convento cercano) y en ella una Dolorosa trinitaria bajo cuyo manto se
esconde. Los guardias entran en el oratorio, buscan por todas partes y
al rato salen decepcionados sin comprender dónde se ha podido meter
el bandido en sitio tan pequeño, y un poco temerosos huyen pensando
que puede ser obra del maligno.
HERMANDAD DE LA VIRGEN DE LA AMARGURA “ZAMARRILLA” DE MÁLAGA 237

Zamarrilla permanece largo tiempo escondido bajo el manto hasta


comprobar que sus perseguidores se han marchado sin descubrirlo, y
como hombre agradecido, a pesar de su tosquedad, quiere agradecer a
la Virgen su ayuda, mas como nada de valor lleva, corta una rosa
blanca de las que adornan el altar y la clava con su puñal en el pecho
de la imagen.

La flor queda prendida en María; pero es entonces cuando Zamarrilla


contempla entre el asombro y el miedo cómo la rosa se va tiñendo
lentamente de sangre. Sobrecogido por lo que ve, toca a la Señora,
pensando que se ha tornado humana. Divinamente humana en su
misericordia por ampararlo. Y con cierta ternura que él mismo desconoce,
le acaricia el rostro. Y comprueba que sus lágrimas son de cristal, y
que su talla es de madera, y toda Ella es rígido armazón que nada tiene
de humana blandura. Pero la flor, la rosa que hace un instante tenía el
blancor de la nieve, continua sangrando hasta quedar convertida en una
rosa roja y luminosa”.

(De ahí, que la Virgen de la Amargura “Zamarrilla” lleve desde entonces


una rosa roja prendida del pecho).

“Y sigue contando la tradición, que el bandido viendo a la Señora


llorar se arrepintió allí mismo de su azarosa vida, prometiendo a la Virgen
cambiar su existencia de malhechor y profesar en un convento para el
resto de sus días”.

El “Milagro de Zamarrilla” fue adaptada al teatro por Pedro Carrillo López,


y presentada en el Teatro Ara de Málaga, por Ángeles Rubio Argüelles.

VII. LA REALIDAD DE LA CRUZ DE ZAMARRILLA

En enero de 1452, el Ayuntamiento dio permiso a Juan Hernández para


que edificase una venta en el camino que va de esta ciudad a Antequera
“….media legua arriba de la venta de la Cruz, en los montes reales de los
términos desta çibdad….” (Se refiere al camino de Antequera actual y al
Puerto de la Torre).

Como podemos observar, no había una denominación especial en esa


fecha ni para la cruz que se menciona ni para la venta construida en sus
inmediaciones. Los linderos de este humilladero no están definidos con toda
claridad, por lo que recurriremos a distintos documentos y a la información,
238 MANUEL GARRIDO JIMÉNEZ

bastante difusa, que nos da el tercer libro de Los Repartimiento de Málaga,


mandado a hacer por Fernando V de Aragón, que incluye las huertas y a quienes
se las dieron. De la única señalización que podemos disponer es la que nos
da la concesión que el Ayuntamiento dio a la Cofradía del Santo Rosario del
Barrio de la Trinidad para construir una ermita en el lugar que ocupaba la Cruz y
ermita que subsiste en la actualidad y que se haya colindante con calle Mármoles.

Volviendo al Libro de los Repartimientos, leemos que a la Iglesia Mayor,


se le dieron tres huertas contiguas, una de treinta y cinco estadales, otra de tres
cuartas y cuatro estadales y otra de treinta y un estadales. La primera huerta
que fue arrendada por el Cabildo a Isabel López y que lindaba con la calle
Mármoles. Los dueños de las huertas, solía poner una condiciones en estos
arrendamientos. Una de ellas era el pago del censo en los plazos estipulados;
en caso de no cobrarlos dos años seguidos la huerta “caía en comiso” y el
arrendatario perdía el derecho y los dueños recuperaban la huerta. Isabel López
aceptó estas y otras condiciones y pasado el tiempo se casó con Cristóbal
Pérez, del que tuvo un hijo al que llamaron, Hernán.

Cuando murieron Isabel y Cristóbal, quedó como heredero su hijo Hernán


que desconociendo las obligaciones que su madre había contraído con el
Cabildo, vendió la huerta ignorando a Éste, a Alonso Hernández Zamarrilla, de
origen morisco, labrador y tratante de ganado mayor, constituyendo escritura
de compraventa. Zamarrilla tomó posesión del huerto y comenzó a trabajar
en él y a construirse una vivienda, invirtiendo en ello, 20.000 maravedís.

En septiembre de 1536 El bachiller Rodrigo Yanes condenaba a Zamarrilla a


otorgar nueva escritura ante el Deán y Cabildo reconociendo que eran los
dueños auténticos del huerto. La ejecución definitiva se le comunicó en enero de
1537, pero Zamarrilla siguió viviendo en la casa que se construyó, pagando la
hipoteca al Cabildo y haciendo su vida normal de compra y venta de ganado
vacuno, con lo que ganó mucho dinero.

A finales del año 1542 o 1543, Zamarrilla y su esposa fueron denunciados a la


Inquisición por prácticas de ritos pertenecientes a la religión musulmana. El
sistema era simple. Se le encerraba en la cárcel de la Inquisición, se expropiaban
todos sus bienes muebles y raíces que, inmediatamente, eran vendidos en subasta
pública. Se les habría un proceso del que nunca saldrían con vida o, en el mejor de
los casos, reconciliados pero sin un céntimo.

Esto lo podemos leer en el siguiente documento:


HERMANDAD DE LA VIRGEN DE LA AMARGURA “ZAMARRILLA” DE MÁLAGA 239

“Leonor de Morales reconciliada, vecina de Málaga y Alonso Hernández


Çamarrilla condenado, su marido, el secresto delos susodichos vendió
Gaspar de Velasco y le va cargado en las cuentas que se le tomaron en
el año 1545 y lo que del secresto del susodicho se dexo por averiguar
y despachar esta en cuatro pliegos firmados de my Alonso Guerrero
que se an de sacar para el dicho receptor o dárselos ansy pues queda
en poder de my el dicho notario el secresto original”.

Y el otro documento:

“Yo Melchyor de Linares vecino que soy desta noble e muy leal
Çibdad de Málaga digo que por cuanto yo obe e compre de Gaspar de
Belasco, receptor del Santo Oficio de la Ynquisiçion de la Çibdad e
reyno de Granada una heredad de viña que fue de Alonso Hernandez de
Çamarrilla preso en la carçel del dicho Santo Ofiçio de la Ynquisiçion y
de Loeonor de Morales, morisca, su mujer la qual dicha heredad de
viñas con sus arboles……(etc) a diez y siete días del mes de Abril año
del naçimyento de nuestro salvador Jesucristo de myl e quinientos e
quarenta e quatro años, etc.”.

Naturalmente que en la subasta de sus bienes también entró la ya conocida


huerta del Cabildo en la que él había construido su casa.

Este apellido Zamarrilla será el nombre que se dé a partir de estos hechos,


no sólo al huerto sino también a la Cruz de humilladero del camino que va a
Antequera, dada la proximidad que existe entre la huerta y la mencionada
cruz. En el pueblo malagueño, y en los habitantes de lo que empezaba a ser
el barrio de la Trinidad, había calado muy honda la tragedia que sufrió
Zamarrilla. Primero porque era muy conocido por los vecinos, después fue el
engaño en que cayó al comprar el huerto; el silencio del Deán y Cabildo durante
dos años para aprovecharse de él y de las mejoras realizadas en el huerto;
después la Inquisición haciendo desaparecer a Zamarrilla y el enfrentamiento
entre ésta y el Cabildo y, por último, la tensa espera del fallecimiento de Hernán
Pérez, momento en que el Cabildo se vuelve a enfrentar a la Inquisición para
recuperar la huerta. Así, en el corto espacio de 10 años, la cruz pasó de no
tener nombre a tomar el de Zamarrilla.

VIII. BIBLIOGRAFÍA

- Archivo Histórico de la Hermandad de Zamarrilla.


- Archivo del Cabildo de la Catedral de Málaga, leg. 24.
- EL PENITENTE. Guía de la Semana Santa.
240 MANUEL GARRIDO JIMÉNEZ

- GARCÍA MANZANO, J.M., Los cuatro Humilladeros de la ciudad de Málaga.

- JIMENÉNEZ GUERRERO, J., y SÁNCHEZ LÓPEZ, J., “ZAMARRILLA”,


Historia, iconografía y patrimonio artístico monumental, pp. 15, 29 y 61.

- LA SAETA. Revista de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de


Málaga.

- MEDINA CONDE, C., Conversaciones Históricas Malagueñas. Conversación


XXVI, p. 46.

- MOREJÓN, P., Historia General de la Antigüedad y Grandeza de la Muy


Noble Ciudad de Málaga.
El Cuerpo de Horquilleros de la
Hermandad de Nuestra Señora
de las Angustias de Granada

Antonio CEBALLOS GUERRERO


Biblioteca de Andalucía

De su constante obsequio es tributario


el Congresso escogido de Horquilleros, (…)
que por dar a estas Glorias su progresso
hicieran ombros, aun á mayor peso1

I. Introducción.

II. Noticia breve sobre la Hermandad de la Virgen de las Angustias


de Granada.

III. El Cuerpo de Horquilleros.

IV. Las Constituciones sobre los Horquilleros.

V. Sobre el estatus social de algunos cofrades horquilleros.

VI. Conclusiones.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 241-260. ISBN: 978-84-697-5400-9

1 HITOS, A., A la Virgen de las Angustias. Poesías antiguas y modernas, Granada 1935,

p. 63.
I. INTRODUCCIÓN

Cada vez que nos aproximamos a la religiosidad del Antiguo Régimen, no deja
de sorprendernos su riqueza conceptual y la diversidad de sus manifestaciones.
Semejantes cualidades se evidencian a poco que ahondemos en la documentación
que nos legaron quienes nos precedieron en distintas épocas más o menos
remotas. Para la sociedad del Antiguo Régimen, la fe era algo más que la
creencia en la trascendencia del cuerpo y del alma. Porque no era posible
entender la vida cotidiana sin un sustrato religioso capaz de trasmitir esperanza,
la única posible de proporcionar amparo en un mundo hostil. La religión se
constituye así en un prisma que, desde cualquiera de sus ángulos, impregnaba la
vida de las personas, regulándola hasta en sus más ínfimos e íntimos detalles.

La devoción, con su pluralidad de manifestaciones, tuvo la capacidad para


agrupar personas, muchas veces de distinta extracción social, en torno a un
santo, a una Virgen, a un Cristo o a un símbolo. Nacieron así las hermandades
que les rendían culto, esto es, agrupaciones de personas en torno a una devoción
particular. La figura, la imagen, el símbolo visualizan el objeto de fe, a ella
se le rinde culto y se le encomiendan los anhelos, terrenales y sobrenaturales.
El paso del tiempo trajo consigo el aumento de cofrades y con ello la complejidad
en la organización de estas asociaciones. Este proceso condujo a la necesidad de
establecer una estructura que organizara las distintas funciones, responsabilidades
y trabajos, regulando y, a la vez, aumentando la complejidad del culto.

Nuestra comunicación aborda la regulación de uno de estos subgrupos,


dentro de una advocación de tanta fama como es la Virgen de las Angustias
de Granada. La hermandad que generó su culto, además de dotarse de unas
constituciones generales, debió establecer otras particulares para quienes portaban
las andas de la Virgen en los diversos actos en los que la imagen procesionaba.
Nos referimos al Cuerpo de Horquilleros.

II. NOTICIA BREVE SOBRE LA HERMANDAD DE LA VIRGEN DE


LAS ANGUSTIAS DE GRANADA

La constitución oficial de la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias


se remonta a 1545. El 26 de octubre de ese año, siendo arzobispo de Granada
EL CUERPO DE HORQUILLEROS DE LA HERMANDAD NUESTRA SEÑORA… 243

Fernando Niño, se aprobó su reglamento. Su constitución canónica se debió a la


iniciativa de veinte personas que inicialmente se pusieron bajo la advocación de
las Angustias y Transfixión de Nuestra Señora y de Santa Susana y Santa Úrsula.
Si bien esta fue la erección formal, la agrupación existió previamente sin
regla, es decir, sustentada en el fervor de sus promotores y en la devoción de
los transeúntes que llegaban a la ciudad por la puerta de la muralla cercana.
Nos encontramos, por tanto, ante una de las más antiguas hermandades de
Granada, sin poder precisar el momento concreto en que surgió, aunque, según
Pérez Galdó, existen documentos que atestiguan su existencia en 15362. Quienes la
fundaron, a decir del padre Lachica, fueron gente pobre y humilde, posiblemente
campesinos, en consonancia con el pago, extramuros de la ciudad, donde surgía.

Una de las señas de identidad de muchas corporaciones e instituciones


granadinas viene dada por el hecho, real o imaginario, justificado o no, de
remontar el discurso de sus orígenes a la toma de la ciudad por los Reyes
Católicos. En este sentido, la hermandad de las Angustias no es una excepción.
Una muestra de lo que decimos podemos encontrarla en la Breve noticia…
abajo reseñada. En la misma, al margen de su constitución formal, el anónimo
autor sitúa el nacimiento de la devoción por la Virgen el día en que Isabel y
Fernando pusieron su huella en la ciudad. Esta circunstancia impregna su
origen de cierto carácter mesiánico, tanto por el momento como por los

2 Existe abundante bibliografía sobre la patrona de Granada, pueden verse OJEDA MARANON

DE MENDOZA, F., Memoria y recuerdo de las excelencias, aflicciones y angustias de… la Virgen
María, Granada, 1653. Epítome historial de la aparición, colocación, y culto de la milagrosa
imagen de María SS. de las Angustias…, Granada 1748. LACHICA BENAVIDES, A.,
Gazetilla curiosa o semanero granadino…, Papel XLVIII, Granada 1765; GARCÍA DE LA
RUJULA, F. A., Carta historial de la milagrosa aparición de la imagen de N. Sra. de las
Angustias…, Granada [s.a.]. SÁNCHEZ SARAVIA, D., Compendio histórico del origen, y
culto en Granada de Nuestra Señora de las Angustias, Granada 1772. SÁNCHEZ ARCE Y
PEÑUELA, A., Memoria sobre la aparición de María Santísima de las Angustias…, Granada
1849. HITOS, F., Páginas históricas de Ntra. Sra. De las Angustias patrona de Granada.
Obra escrita con motivo de su coronación canónica este año de 1913, Granada 1913; de esta
obra existe una segunda edición corregida y aumentada, Burgos 1929. Del mismo autor A la Virgen
de las Angustias. Poesías antiguas y modernas, Granada 1935. GUTIÉRREZ GALDÓ, J., “La
advocación de Nuestra Señora de las Angustias en la Semana Santa de Granada”, en Gólgota,
1 (1989) 166. El autor que más ha profundizado en la cuestión es el profesor Miguel Luis
López-Guadalupe Muñoz, entre sus obras podemos citar LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ,
M. L. y LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, J. J. Nuestra Señora de las Angustias y su Hermandad
en época moderna, Granada 1966. LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, M. L., “Las Ordenanzas de
la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias de Granada en el siglo XVI”, en Chronica
Nova, 17 (1989) 381-415. El profesor López-Guadalupe proporciona referencias de abundante
documentación archivística, los propios libros de la hermandad, por ejemplo, así como otros
existentes en distintos centros documentales, como la Breve noticia del origen, progresos y
estado de la Real Hermandad de Ntra. Sra. De las Angustias, Patrona de Granada, [s. a.], existente
en el Archivo Eclesiástico de la Curia de la Granada.
244 ANTONIO CEBALLOS GUERRERO

personajes, y especialmente por la relevancia que su culto iría adquiriendo


con el paso del tiempo. A ello contribuyó especialmente la milagrosa aparición
de la Virgen (hacia 1650), hecho que promocionó el culto a la imagen, superando
el de otras como la Virgen de la Antigua, hasta alcanzar finalmente el patronazgo
de la ciudad de la Alhambra.

Las constituciones generales contemplan las condiciones para ingresar


como cofrade. En principio, solo era necesario manifestar el deseo de serlo,
aunque se exigían ciertos requisitos de tipo moral como no estar amancebado
o mantener una conducta honesta. El nuevo cofrade debía pagar la cuota de
ingreso: ocho reales de plata; por su parte, las anualidades eran de un real y medio,
también de plata. Los ingresos de la hermandad se completaban con limosnas,
demandas y las rentas de inmuebles que fue poseyendo, principalmente fruto
de mandas testamentarias.

En las constituciones también se establece la arquitectura jerárquica,


considerando los empleos propios de una hermandad, encabezada por dos
figuras: el hermano mayor, como autoridad principal, y el mayordomo, encargado
de la economía. Los demás oficiales son el escribano, dos alcaldes, dos veedores,
dos veedores de difuntos y seis diputados. Algunos de estos empleos fueron
remunerados con el paso del tiempo. La elección de cargos era anual y se llevaba
a cabo en cabildo de oficiales, aunque posteriormente se haría en cabildo general.
Esta fórmula electoral no debió manifestarse muy eficiente en la práctica ya
que, en 1674 se aconsejó que la elección la llevasen a cabo no más de treinta
y seis cofrades, iniciativa que no llegó a practicarse. Pero una elección con
465 hermanos, como la de 1683, debió dar pie para reducir el cuerpo electoral a
72 al año siguiente.

En 1687 se impuso un nuevo sistema que intentaba evitar desórdenes y, a


la vez, que los cargos recayesen en personas a la altura de la misión que se les
encomendaba. Según el nuevo modelo, el cabildo de oficiales debía nombrar doce
hermanos, seis aspirantes al cargo de hermano mayor y seis al de mayordomo.
Efectuada esta selección, se pondrían los nombres en cédulas y se extraerían
al azar dos de cada grupo. La votación debía hacerse sobre estos dos nombres,
concurriendo a la misma todos los hermanos. El candidato finalmente electo
debía aceptar el cargo bajo amenaza de expulsión de la hermandad, en caso
de negarse. Semejante sistema supone un indicio bastante fehaciente del juego de
intereses en los nombramientos y de los conflictos que esto generaba3. De hecho,

3 La Hermandad de las Angustias no era un caso excepcional, las disputas por la representación

que investía los puestos de honor, entre ellos el horquillero, eran muy comunes en las Hermandades
de Pasión. La siguiente cita es solo un ejemplo de lo generalizado de estos conflictos “Estos
EL CUERPO DE HORQUILLEROS DE LA HERMANDAD NUESTRA SEÑORA… 245

en los diversos apartados de las constituciones se insiste repetidamente en la


labor mediadora que debían ejercer estos representantes entre los hermanos.
Se trata, por tanto, de un sistema híbrido de elección en el que se combinaba
la voluntad de los oficiales con el azar, culminado por el voto secreto de los
cofrades en pleno, una vez realizados estos filtros. Todo ello nos proporciona
una idea de lo apetecibles que eran estos cargos. En este sentido, Don Antonio
Domínguez Ortiz nos trae a colación los caricaturescos consejos que Suárez
de Figueroa daba a un pretendiente a caballero, entre ellos no podía faltar
“figurar en lugar bien visible en las procesiones”, o la conformista vivencia
de los señores castellanos que, acabadas las guerras y lejos de empresas más
elevadas, sostenían su linaje en “banco blasonado, preferencia en besar la paz y,
en las procesiones, derecho a fuesa principal”4. No es de extrañar, por tanto, que
alcanzar un puesto destacado en los actos públicos fuese objeto de disputa.

Según Miguel Luis López-Guadalupe, la transición hacia una hermandad


penitencial debió producirse por varios factores: la influencia tridentina en
general, la coincidencia histórica con el final de la guerra contra los moriscos
sublevados, en el contexto local y, en el plano religioso próximo, tanto la creciente
devoción que acaparaba, como la fundación de la Hermandad de la Vera
Cruz. Una hermandad ésta que, según sus palabras, introdujo en Granada el
“modelo procesional de penitencia pública”. La naciente hermandad de penitencia
de las Angustias tomó carta de naturaleza en 1556 bajo la protección del cardenal
de Belén, don Cristóbal de Arquellada, procesionando el Jueves Santo a ocho de
la tarde. Ahora bien, los cambios no habían terminado, porque en 1612 adquirió
la calidad de sacramental, titulándose desde entonces Cofradía de Ntra. Sra.
De las Angustias y del Santísimo Sacramento, y, completando su vocación
hospitalaria en 1664, con la fundación de un hospital de siete camas para los
hermanos pobres.

Así pues, la cofradía había ido creciendo en popularidad, en detrimento


de otras advocaciones locales; en componentes (en 1584 contaba con alrededor
de quinientos miembros); y en devoción de los granadinos, que acudían a ella
ante cualquier contrariedad, natural o humana. Se adaptaba de esta forma al
ritmo de los tiempos, profundizando en la religiosidad barroca, a la vez que
sorteaba otras contradicciones temporales como las restricciones impuestas a las
cofradías de penitencia a partir de 1597, de las que quedó exenta por su

derechos y preferencias suelen dar origen a no pocas disputas y roces y en algunos momentos
conflictos graves en el seno de las Hermandades”. LLORDÉN, A., y SOUVIRÓN, S., Historia
documental de las Cofradías y Hermandades de la ciudad de Málaga, Málaga 1969, p. 48.
4 DOMÍNGUEZ ORTIZ, A., Las clases privilegiadas en el Antiguo Régimen, pp. 152 y

174 respectivamente.
246 ANTONIO CEBALLOS GUERRERO

antigüedad. En 1671 el arzobispo don Diego Escolano dedicó el nuevo


templo, siendo trasladada la imagen desde la catedral hasta el mismo entre
muestras de gran fervor. A pesar de llevarse a cabo dicho traslado y fiestas
en septiembre, no sería hasta 1887 cuando se situaría su fiesta definitivamente
en ese mes.

III. EL CUERPO DE HORQUILLEROS

Los horquilleros eran los hermanos designados para llevar a hombros en


las procesiones el trono de la Virgen. Para este menester se ayudaban de
unas horquillas5 de hierro, madera u otro material lo más noble posible, en
las que apoyaban los varales del paso en los descansos. Como hemos dicho,
para ello se elegían hermanos distinguidos ya que, se trataba de un puesto
del máximo honor. Un testimonio gráfico de lo que decimos es un cuadro
que se encuentra la iglesia parroquial de Nigüelas (Granada)6. Está datado en
el último tercio del siglo XVII, momento en que se sitúa la materia de nuestra
comunicación. La imagen principal de la obra es la Virgen de las Angustias
de Granada. En el plano inferior aparecen dos figuras que representan un
matrimonio, aristocráticamente ataviados, en actitud orante. Sin duda se trata
de los mecenas del cuadro. Lo curioso es que él porta en su mano izquierda
una horquilla que lo identifica como miembro del cuerpo de horquilleros de
la Virgen. Este ejemplo nos da idea de la importancia que se le concedía a la
pertenencia a dicho cuerpo, la relevancia social de las personas que accedían
a él y la devoción a la Virgen de quienes lo componían.

La elección de los horquilleros, por los motivos ya señalados, no estuvo


exenta de dificultades, generando conflictos y pleitos entre los mismos cofrades,
y de estos con la hermandad. Para evitar estas disputas y otros inconvenientes
hubo de reglamentarse esta elección, de ahí que se elaboraran las constituciones
que mencionamos en el párrafo anterior, aunque el camino hasta su plasmación
no estuvo exento de obstáculos. Las actas de cabildo dan cuenta con detalle del
proceso seguido hasta alcanzar el consenso plasmado en las dos constituciones
sobre la elección de horquilleros.

5 Antropológicamente, el instrumento nos recuerda el apero de labranza homónimo, una

herramienta que es de gran importancia en las sociedades rurales. Con ella se recogían las gavillas
de mies para apilarlas y obtener el grano. La cosecha de pan (trigo) era el bien más preciado para el
agricultor ya que, suponía su sustento básico. Paralela y simbólicamente, con la horquilla, también
se sostenía la creencia más firme del cofrade.
6 Ver RODRÍGUEZ GUTIÉRREZ, F., y PALOMINO RUIZ, I., “Alhajamiento del templo”,

en PALOMINO RUIZ, I. (Coord.), La iglesia parroquial de San Juan Bautista de Nigüelas.


Aproximación histórico-artística, Nigüelas (Granada), 2013, p. 80.
EL CUERPO DE HORQUILLEROS DE LA HERMANDAD NUESTRA SEÑORA… 247

En cabildo de 16 de marzo de 16787, el hermano mayor, conde de Moctezuma,


propuso que se recogieran las horquillas, crucetas y blandones de todos los
pasos8 de la hermandad y que, una vez en su poder, se convocara cabildo de
oficiales para tratar su distribución. Al parecer, algunos cofrades tenían en su
casa estos elementos de la procesión. El motivo que se aludía para ello era el
descuido en su conservación, lo que no colaboraba al lucimiento y devoción que
debía mostrarse en las salidas de la imagen de la Virgen para procesionar. La
votación que siguió aprobó la propuesta del hermano mayor, confiriendo poder
al mayordomo, José de Vélez, para que recogiera todos los elementos citados.

En cabildo del día ocho de septiembre de ese año, el hermano mayor dio cuenta
de haberse llevado a efecto la recogida de horquillas y demás insignias, a la vez
que proponía abrir un debate sobre la forma de llevar a cabo la distribución
de las mismas. Paralelamente, informaba de las dificultades económicas que
transitaba la hermandad. Las causas de las estrecheces financieras eran varias,
por una parte, la colaboración de la hermandad en las obras de la iglesia, en
estos momentos materializadas en los balcones y el ornato exterior, incluyendo
una fuente situada en la carrera de Genil: la Hermandad tendría que cimentar la
obra, establecer las cañerías y colocar la solería de piedra de Sierra Elvira,
así como también proporcionar las maderas que fueran necesarias para la
construcción de los andamios9. Precisamente la cañería de la fuente introdujo
uno de los gravámenes económicos importantes. En ese mismo cabildo, Moctezuma
informaba que, para el desagüe de la misma, fue necesario tomar el arrimo
de la pared de la torre fuerte de la huerta del convento de la Santa Cruz10. El prior
del convento protestó, a pesar de ser cofrade, por sentirse perjudicado, resolviendo
la hermandad tomar el solar donde transitaba la cañería a censo perpetuo.

Por otra parte, la vocación hospitalaria de la hermandad se había concretado,


entre 1645 y 1664, en la fundación de un hospital11 para los hermanos cofrades
pobres, dotado en principio de siete camas. Pero en ese momento no solo
concurrieron los gastos corrientes del establecimiento sanitario y los del

7 Archivo de la Hermandad de la Virgen de las Angustias, en adelante A.H.A., Libro de

Cabildo 1671-1690, pp. 68-73.


8 En este tiempo, además del paso de la Virgen, procesionaban un crucificado y el paso de

la Santa Cruz.
9 ACALE SÁNCHEZ, F., Plazas y paseos de Granada, Granada 2005, p. 118. El autor

ofrece, además de los detalles constructivos, un dibujo del proyecto de la fuente y un plano que nos
proporciona una idea del ambiente rural que rodeaba la iglesia en 1751. La fuente fue demolida en
1810 por la ampliación de la Carrera para que pudieran desfilar las tropas napoleónicas.
10 A.H.A. Libro de…, o.c., f. 90 v.
11 Ver LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ. M. L., y LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, J. J.,

Nuestra Señora de…, op. cit., pp. 111-128. También CAMBIL HERNÁNDEZ, M. E., Los hospitales
de Granada (siglos XVI-XXI). Tipología, catálogo e historia, Granada 2010, pp. 419-226.
248 ANTONIO CEBALLOS GUERRERO

capellán que cuidaba del bien espiritual de los enfermos. A ellos vinieron a
añadirse los trabajos de reparación de su puerta de entrada, llevados a cabo
en 1679, y la epidemia de peste declarada en Málaga12 el año anterior que, a pesar
de no afectar gravemente a Granada, sobrecogió el ánimo de sus vecinos. Con ello
las limosnas disminuyeron en la proporción que aumentaron las quejas sobre la
adversidad de los tiempos y la falta de recursos, referencias que se suceden en
las actas de cabildo. No obstante, el hospital no cejó en sus funciones en ningún
momento, no solo atendiendo debidamente a los hermanos pobres sino también
cumpliendo con sus demás deberes, como sanar las heridas de los disciplinantes
de la procesión de Semana Santa, llegando a ser uno de los establecimientos
preferidos por los enfermos de cualquier clase social. Coincidieron, pues, una serie
de factores negativos, humanos y sobrenaturales, en el momento de forjarse las
constituciones del cuerpo de horquilleros.

En ese mismo cabildo de septiembre de 1678 se pospuso para el del primer


domingo de Cuaresma del año siguiente el debate sobre el reparto de las
horquillas. Ahora bien, en la reunión de la hermandad de 27 de diciembre se
propuso que, por el poco tiempo que había entre el dicho primer domingo de
Cuaresma y el Jueves Santo, el debate de las horquillas se adelantase. El asunto
debió tener repercusión en la calle porque otra de las razones que se aluden para
resolver la cuestión era que se quite de la voz pública. Del mismo modo, los
apuros económicos volvían a evidenciarse ya que, se manifestaba explícitamente
que los nuevos horquilleros dándoseles semejante reliquia de dichas horquillas
y gobierno del paso, a toda costa lo pondrán en procesión, corriendo de cuenta
de dichos horquilleros y gobierno sacarlo con ciento cincuenta hachas a diez
cada sujeto, con sus túnicas nuevas y de forma que sea con el lucimiento que
se merece13. Además, debía correr por su cuenta la factura de las horquillas, de
hoja de plata o de la madera más noble que se encontrara. Con ello se pretendía
aliviar a la hermandad en gastos. A continuación se proponía que el horquillero
que dejara el puesto debía devolver las insignias, dando facultad al hermano
mayor y al mayordomo para buscar un sustituto. Ahora bien, en caso causar baja,
suponemos que por incapacidad física o por muerte del titular, su hijo, si contaba
con edad y medios, debía tener preferencia sobre cualquier otro. Quedaba así a
resguardo en alguna medida la tradición.

La propuesta quedó aprobada en votos secretos, manifestando sus reservas


Gaspar González, que se reservó su derecho, y Juan Padilla, quien manifestó

12 Entre 1678 y 1681 hubo episodios recurrentes de peste en Andalucía: Málaga, Sevilla,

Córdoba y Lucena, entre otras ciudades, sufrieron estos brotes. Ver GARCÍA MONLLEÓ, J.,
y GIRÓN IRUESTE, F., “La asistencia de los hermanos hospitalarios de san Juan de Dios”,
en Archivo Hospitalario, 3 (2005) 545-569.
13 A.H.A. Libro de…, o.c., ff. 80 v.- 80 r.
EL CUERPO DE HORQUILLEROS DE LA HERMANDAD NUESTRA SEÑORA… 249

que los horquilleros debían pertenecer a la hermandad. Con ello la elección


de los portadores de los tres pasos quedaba en manos del hermano mayor y
del mayordomo, y el coste de sacarlos en procesión recaía sobre los elegidos.
La cuestión debió haberse tratado previamente en un reducido grupo de
oficiales porque, ese mismo día, los comisarios nombrados al efecto pusieron de
manifiesto que había muchos hermanos demandantes de horquillas y que, entre
ellos, ya habían elegido a los doce titulares14. De hecho, se nombraron los nuevos
horquilleros a propuesta del mayordomo, José Vélez Montemayor, y del oficial
Sebastián Díaz Rabanal, comisarios nombrados a tal fin. En una apostilla
final se especifica claramente que si alguno renunciase a obligarse a ello, los
comisarios se reservaban el poder de nombrar en su lugar a otros cofrades.

Ahora bien, la recogida de las horquillas había provocado, cuando menos,


discrepancias de criterio. Así se pudo ver en el cabildo de 19 de marzo de 1679.
En el mismo se dio cuenta de las dificultades económicas por las que pasaba el
hospital, de la obligación económica (incluyendo trompeta de plata para la procesión)
que habían adquirido los horquilleros nombrados y lo que ello suponía de alivio
para los ahogos y empeños de la hermandad. Tras esta puesta al día, se abordó el
tema principal, que no era otro que el pleito interpuesto ante el provisor por
Cecilio y Francisco Jiménez, y otros consortes, que dicen son horquilleros de este
paso. Una expresión, cuando menos, significativa de la opinión que les merecían los
demandantes. En esta misma línea, el escribano, delatando su inclinación, tampoco
pudo evitar añadir cosa bien digna de reparo. Comentarios que dejan entrever el
calado que había alcanzado el sentido corporativista dentro de la hermandad. Los
demandantes habían formado parte del paso anteriormente y habían tenido las
horquillas en posesión individual. Su pretensión era que se las devolvieran.

Ante esta circunstancia, la hermandad como corporación, acude en defensa


del que dice es su privilegio, frente a quienes pretenden mantener la costumbre: es
necesario acudir a la defensa de dicho pleito con toda vigilanza, así en esta
ciudad como ante el Sr. Nuncio de España y siendo necesario en la Santa Rota de
Roma, respecto de pertenecer a esta hermandad el poder recoger y repartir sus
insignias cómo y en la forma que le pareciere. Quedaba claro que la hermandad no
iba a ceder ante el cofrade, costase lo que costase, porque, en caso de ésta no
contar con los recursos suficientes para afrontar el pleito, se autorizaba para
que venda y empeñe los de sus rentas y alhajas para cosa tan piadosa15.

14 Quizá se trate de los primeros horquilleros de cuyos nombres tenemos noticia fehaciente,
eran: don Cristóbal Montero de Espinosa, don Antonio Vázquez de Villarreal (o Cano, existe
una errata del escribano con este apellido), don Antonio Vázquez Varela, don Luis Pérez de
Castro, Jerónimo de Pineda, Sebastián Martínez, Francisco López Meléndez, Antonio López,
Cristóbal de Olaya, Francisco de Liquinano, Salvador de los Reyes y Pedro Maldonado.
15 A.H.A. Libro de…, o.c., f. 93.
250 ANTONIO CEBALLOS GUERRERO

Al igual que las horquillas ocurre con los blandones que, a pesar de tratarse de
insignias distintas, a partir de ahora estarán siempre en poder de la hermandad
para que el hermano mayor los pueda repartir a personas beneméritas que con
toda decencia y autoridad la saquen sin que sea visto perpetuarlos en ninguna
persona. De hecho, al día siguiente se nombraron los doce hermanos16 para
portarlos, cada uno de los cuales había ofrecido 57 reales de limosna que ha tenido
de coste cada blandón. Quedaba claro que la hermandad como institución, asumía
los símbolos de ostentación en beneficio corporativo.

En cabildo de 28 de febrero de 1683 presentaron su renuncia a la horquilla


siete de los doce elegidos anteriormente17: don Cristóbal Montero de Espinosa,
don Antonio Vázquez Cano, don Antonio Vázquez Varela, don Juan Pérez de
Castro, Sebastián Martínez, Francisco López Meléndez y Pedro Maldonado.
La razón que alegaban eran los achaques que padecen y no poder con ellos usar
de dicha facultad, por lo que fueron sustituidos. Continuaban de la etapa anterior
Jerónimo de Pineda, Salvador de los Reyes y Cristóbal de Olalla, estos dos
últimos habían sido regentes del paso en 1679 y 1680 respectivamente; otros
tres veteranos que también habían ejercido ese puesto: Juan Domínguez Pacheco
en 1681, Pedro Vallejo Navarro en 1682 y Andrés Palomares que, por lo visto,
iba a ser el regente de 1683; don Juan Vázquez de Villarreal, que tomaba el
relevo de su hermano Antonio; don Antonio Ortiz, Juan del Castillo y Domingo
Xines Alcalde. Faltan dos nombres en la relación, posiblemente se tratase de
Francisco Liquinano y Antonio López, que también continuarían del grupo
anterior. De igual manera hubo relevo en algunos horquilleros de los pasos
de la Santa Cruz y del Santo Cristo Crucificado.

Pero no todo estaba atado en lo referente al nombramiento de horquilleros, sin


duda debía existir cierto malestar entre los cofrades. La situación había pasado
de poseer la horquilla de forma individualizada en 1678 a ser su nombramiento
potestad exclusiva de la cúpula de la hermandad al año siguiente. Entre tanto
se habían producido renuncias, suponemos que a causa de la edad, aunque no lo
sabemos a ciencia cierta. Por otra parte, la estación de penitencia se había
alargado y los ornamentos y adornos habían aumentado el peso del trono. Así se
llegó al cabildo de 28 de marzo de 168318. Conocemos los oficiales que asistieron a
la sesión: Alonso Pérez, muñidor; Cristóbal de León, notario mayor del arzobispado;

16 Los cofrades elegidos para portar los blandones eran Tomé de Rivas, José de Cuenca,

don Blas de Rivas Fuente del Rey, Marcos Rodríguez, Nicolás Jiménez, Juan Antonio Martínez,
Tomás Jiménez, Isidro Gutiérrez, Antonio Cobo, Juan de la Puerta, José Fernández Zamorano
y Francisco Pérez de Carraga.
17 En un listado aparece como Antonio Vázquez Cano y en otro como Antonio Vázquez

Villarreal.
18 A.H.A. Libro de..., o. c., ff. 146-159.
EL CUERPO DE HORQUILLEROS DE LA HERMANDAD NUESTRA SEÑORA… 251

José Vélez de Montemayor, hermano mayor; Sebastián Frías, mayordomo; don


Diego de Paz, capellán de la hermandad; Juan Gutiérrez Mogollón, Francisco
Carrillo y Fernando Jiménez, diputados; Tomé de Rivas y Carlos Muñoz, oficiales
de cera; José Bueno y Salvador de los Reyes, oficiales de bienes; y Juan de
Mallo, procurador.

Iniciada la sesión, el hermano mayor propuso aumentar en seis el número


de horquilleros, en las mismas condiciones y con idénticas obligaciones que
los ya existentes. Ahora bien, se introducía un factor nuevo en la elección,
una variante que quizá venía a conciliar las aspiraciones personales con los
intereses de la hermandad. En adelante, cada vez que quedase una vacante,
ocho días antes de nombrar el sustituto, se propondrían tres candidatos, entre
los cuales la hermandad nombraría uno. El escribano plasmó el acuerdo con
esta frase: quede radicado el derecho de nombrar en la hermandad y solo al
de proponer en los horquilleros. No obstante, una prueba de que el cuerpo
de horquilleros siguió siendo hasta cierto punto hereditario por costumbre, la
encontramos en el cabildo celebrado el 23 de septiembre de 168519. En el
mismo, producida la vacante de Gabriel de Guzmán, no había hijo que la
cubriera, ni hermano (entendemos de sangre) que quisiera tomar la horquilla.
Así las cosas, José Serrano, hermano mayor, propuso una terna de la que resultó
elegido Roque de Vargas. Sangre nueva llegaba a las horquillas, aunque solo
cuando faltaba la heredada.

IV. LAS CONSTITUCIONES SOBRE LOS HORQUILLEROS

Uno de los documentos más importantes que contiene el archivo de la


hermandad es el denominado Libro de Reglas. Físicamente lo componen 105
hojas de pergamino encuadernadas en piel de color rojo, con estampaciones oro
en los planos y lomo, de 270 x 190 mm. El volumen contiene las constituciones,
algunas actas de cabildos importantes, las reglas que se fueron agregando
con el tiempo (hermandad sacramental, hospital, bulas, etc.) y el documento de
mayor relevancia para este trabajo, que contiene la reglamentación del cuerpo de
horquilleros. Se trata de dos constituciones, la primera bajo el título de Primera
constitución para el nombramiento de horquilleros y para que asistan a los
cabildos los hermanos mayores y mayordomos que hubieren sido de esta
hermandad. El segundo, que continúa a este, se titula Segunda constitución sobre
el nombramiento de horquilleros del paso de Nuestra Señora.

La primera de ellas fue aprobada en 16 de junio de 1682 por don Francisco


Ruiz Noble, provisor y vicario general del arzobispado, en nombre de fray

19 Ibidem, ff. 208-210.


252 ANTONIO CEBALLOS GUERRERO

Bernardo Alonso de los Ríos, prelado de la sede metropolitana (1677-1692).


En ella se reproduce a la letra el cabildo de 27 de diciembre de 1678 dándole
fuerza de constitución a los acuerdos alcanzados en el mismo (obligación
judicial de aportar ciento diez hachas de luz, túnicas nuevas, horquillas de
plata, etc. para los horquilleros, obligación de devolver la horquilla cuando se
renunciara por cualquier causa, plena potestad de nombramiento para el hermano
mayor o mayordomo, preferencia para sucederle del hijo mayor del cesante sobre
los demás candidatos y que los elegidos sean personas de todo lucimiento).
También se incluía en esta primera constitución el acuerdo del cabildo de tres de
mayo de 1682 según el cual, todos aquellos que hubiesen sido hermanos mayores
o mayordomos, pudiesen asistir a los cabildos de oficiales igual que los que
estuviesen en ese momento.

La segunda constitución se aprobó en veintiún días de enero de 1684,


reflejando en su texto la conflictividad que generó la elección de horquilleros.
Consta de dos partes, en la primera da cuenta del cabildo celebrado el veintiocho
de febrero de 1683. En el mismo se aprobó la ampliación del cuerpo en seis
personas más, facultando a los componentes del cuerpo a proponer una terna para
la elección de cada uno de ellos: derecho de nombramiento en la hermandad y de
proposición de candidatos en los horquilleros, como quedaba reflejado en la
primera constitución. Se aumentaba así el número de hachas, de túnicas y de
recursos, habría mayor lucimiento y se repartía el esfuerzo de portar el paso.

Hasta aquí todos de acuerdo, pero el desencuentro (y pleito subsiguiente)


que refleja el documento, se había producido por el procedimiento para elegir los
nuevos horquilleros: Patricio Torrejón, Fernando de Alcántara, Pedro Maldonado
y Tomé de Rivas habían reclamado la plena potestad de la hermandad para llevar a
cabo los nombramientos “sin proposición de los demás horquilleros”. La primera
resolución al pleito llegó de la jurisdicción eclesiástica. Don Francisco Ruiz
Noble, a quien ya conocemos, dictó auto en diecisiete de marzo de 1683, en el
mismo se reconocía el derecho de propuesta por parte de los horquilleros y se
mandaba explícitamente que el acuerdo quedara fijado en las constituciones.

Pero los querellantes lo recurrieron vía Real Chancillería, solicitando que


se revocase el cabildo de veintiocho de febrero. La hermandad por su parte
alegaba, aun reconociendo que se habían producido disturbios en alguna elección,
que tenía respaldo jurídico para modificar las cláusulas de los estatutos de la
hermandad. Por otra parte, que haber hecho recaer la salida del paso a costa
de los horquilleros, había sido “mediante la condición de que en las vacantes se
había de nombrar persona con consulta de los demás horquilleros”. Y, finalmente,
también se había acordado la condición según la cual, si alguno de los que habían
sido hermano mayor o mayordomo deseaba ser horquillero, tenían preferencia
EL CUERPO DE HORQUILLEROS DE LA HERMANDAD NUESTRA SEÑORA… 253

para ello. Patricio Torrejón y Pero Maldonado dimitieron, mandando el provisor


que se nombraran otros dos como si fuesen de nueva creación, es decir, sin
propuesta de los horquilleros. Quedó así fijado el número de éstos en dieciocho,
más un gobernador del paso.

V. SOBRE EL ESTATUS SOCIAL DE ALGUNOS COFRADES


HORQUILLEROS

Tenemos noticia de algunos cofrades que pertenecieron al cuerpo de


horquilleros, aunque la escasez de nombres completos nos ha privado de
indagar con más profundidad. En general, exceptuando el conde de Moctezuma,
no hemos encontrado para este periodo personajes de la nobleza titulada, más
bien se trata de personas que podríamos encuadrar en una clase funcionarial
media/alta. Así, sobre los horquilleros propiamente dichos, conocemos que
Cristóbal Montero de Espinosa fue caballero XXIV, existe una carta suya
dirigida al escultor Pedro de Mena en 7 de noviembre de 1668 en la que le
solicita que éste le envíe desde Málaga un par de medias que la causa de no
aver en Granada cosa de provecho es causa de embarazar a Vm.20. Un detalle
nos hace suponer que existía alguna relación familiar con el escultor, porque
la despedida es como sigue: Dios guarde como deseo en vida de mi prima a
quien dará Vm. muchos recuerdos de todos los de esta casa. Puede que se refiera
a la mujer de Mena, Catalina de Vitoria y Urquijo, natural de Granada, que casó
con el escultor en 1652. Por otra parte, también sabemos que ese año no residía
en la parroquia de las Angustias, aunque sí poseía una casa allí, casa que tenía
alquilada en 36 reales mensuales21.

Juan Vázquez de Villareal fue familiar del Santo Oficio, también debió ser
una persona culta, introducida en los ambientes literarios de la época. Participó
como poeta en Académico obsequio…, (Granada, 18 de enero de 1685) celebrado
en casa del corregidor Alonso Verdugo de Albornoz con motivo de la boda
de su hijo. También aparece como uno de los triunfadores de las justas poéticas
que, a cargo de la Universidad de Granada, se celebraron en 1691 con motivo de
la canonización de San Juan de Dios22. En 1694 era Caballero XXIV, fecha

20 VALLADAR, F. de P., “Documentos y noticias de Granada. Cartas de los Mena”, en


La Alhambra. Revista de Artes y Ciencias, 132 (30/06/1903) 277-280. También la reproduce
ORUETA Y DUARTE, R., La vida y la obra de Pedro de Mena y Medrano, Madrid 1914,
pp. 323-325.
21 Archivo Histórico Municipal de Granada, C.01983.0007, Solicitud de los beneficiados,

curas y vecinos de la Parroquia de Nuestra Señora de las Angustias para que se haga un
puente de cantería en el río Darro, a espaldas de dicha iglesia.
22 Ver GADEA Y OVIEDO, S. A. de, Triunfales fiestas que a la canonización de San Juan de

Dios, Patriarca, y fundador de la Hospitalidad consagró la muy nombrada, leal, y gran Ciudad de
254 ANTONIO CEBALLOS GUERRERO

en la que aparece como firmante de una carta solicitando la concesión de


título nobiliario a favor de Fernando Matanza de Corcuera, regidor de Granada,
que obtendría el marquesado de Fuentepelayo (1703). Posteriormente sería
gentilhombre de boca (1711), título creado para recompensar los servicios
prestados por la ciudad de Granada en la Guerra de Sucesión23.

Antonio Vázquez Cano, que, como vimos, presentó su renuncia por achaques
en 1683, también era Caballero XXIV de Granada. Aparece en 1700 como
testigo en el expediente de limpieza de sangre, para la obtención del grado de
bachiller, de un miembro de la familia Chaves. En 1689 era además comisario de
la Junta de Ríos, actuando en la adjudicación del Puente de la Virgen a Teodoro
Ardemans, una obra durante mucho tiempo demandada por la parroquia de la
Virgen de las Angustias. En 1724 era el Caballero XXIV más antiguo de la
ciudad y coronel de milicias de uno de sus regimientos24.

Juan Pérez de Castro, capitán de artillería, fue nombrado en 1690 alcaide


de la Plaza y Fuerte de Artillería y alcaide de Torres Bermejas en 1691. Su
hermano Luis era familiar del Santo Oficio, al igual que Antonio Ortiz.

Salvador de los Reyes era una persona de acomodado caudal económico.


En 1668 residía en el barrio, en la calle nueva de los tornos de agua, donde
poseía una casa torno que rentaba 110 reales mensuales, dos casas de vecindad
(en una de las cuales residía) que rentaban 40 y 36 reales respectivamente y,
además, cinco casas pequeñas, sin duda de endeble factura y corto espacio, que
rentaban doce reales mensuales cada una. Éstas últimas, sin duda, se encontraban
entre las más pobres del entorno, ya que en dos de ellas residía la población
gitana del barrio25.

Estos datos que ofrecemos, si bien parciales, al menos resultan indicativos de


la identidad social del cuerpo de horquilleros. Personas de cierta relevancia
social y económica, en consonancia con la representación que ostentan en el

Granada…, Granada, 1692, pp. 206-208. También OSUNA, I., “Justas poéticas en la Granada del
siglo XVII. Materiales para su estudio”, Criticón, 90 (2004) 35-77.
23 Ver FELICES DE LA FUENTE, M. del M., La nobleza titulada en el reinado de Felipe

V. Formas de acceso y caracterización, Almería 2011, p. 105.


24 Ver SORIA MESA, E., Los últimos moriscos. Pervivencias de la población de origen

islámico en el Reino de Granadan (siglos XVII y XVIII), Valencia, 2016. Archivo Histórico
Municipal de Granada, Postura por valor de 28.000 reales, que hace Teodoro Ardemans para la
contrata de la construcción del Puente de la Virgen, Granada, 1689, C.01983.0007. Relación de
las plavsibles aclamaciones, y Públicas Ceremonias con que esta mvy noble, Leal, Nombrada,
Gran Ciudad de Granada solemnizó la de levantar el Pendón por el Rey N. Sr. D. Luis Primero
(qve Dios guarde), Granada 1724.
25 Archivo Histórico Municipal de Granada, C.01983.0007, Solicitud de los beneficiados…,o.c.
EL CUERPO DE HORQUILLEROS DE LA HERMANDAD NUESTRA SEÑORA… 255

seno de la hermandad. Nuestra hipótesis es que los horquielleros, en su mayor


parte, no fuesen vecinos del barrio, sino que habitasen en otras zonas más
distinguidas de la ciudad, y que su pertenencia al cuerpo sea fruto de la devoción a
la Virgen de las Angustias.

VI. CONCLUSIONES

El proceso que hemos descrito respecto a la conformación del cuerpo de


horquilleros revela, en nuestra opinión, la superación de la etapa de los orígenes
de la hermandad, cuando la familiaridad de los cofrades permitía que sus
símbolos de identidad fuesen poco menos que propiedad particular. En el momento
histórico en el que se plasman sus constituciones se da una coyuntura en la que
coinciden el incremento del número de cofrades, unas circunstancias económicas
temporalmente adversas y la valoración social de portar la horquilla. Por tanto,
los puestos honoríficos adquieren un valor renovado y una nueva demanda.
Todos estos factores propician que la hermandad, como corporación, introduzca
una jerarquización más estructurada y reglamentada de la que existió en sus
comienzos.

Cuando la cúpula de poder asume el control de los puestos de honor, con


la representatividad y distinción social que estos llevan aparejados, en nuestra
opinión, está dando un salto cualitativo, al primar la competencia de la institución
frente al individuo. Aumenta así su autoridad y capacidad de influencia, aun
dejando a los horquilleros el derecho de proponer. De esta forma, la horquilla,
añade al elemento de distinción que ya tenía previamente, la cualidad de
instrumento de poder, depositado en manos de quienes representan a la
hermandad. Un poder que, sin duda, es empleado para destacar públicamente,
mediante la ostentación de la horquilla, a las personas de estatus social elevado o
económicamente relevantes.

Respecto a los horquilleros sobre los que hemos podido indagar, se trata
de personas bien posicionadas en la administración política, religiosa o militar, y
económicamente competentes. Si bien esta circunstancia no es generalizable
dado que la muestra es escasa, sí resulta indicativo que la función de horquillero
sea deseada por aquellas personas que pretenden mostrar un estatus social
destacado. De hecho es posible detectar en el seno del cuerpo alguna saga
familiar socialmente relevante, caso de los Vázquez (en sus variantes Villarreal,
con varios hermanos, Cano o Varela). Por extensión, debemos suponer que
los demás elegidos para el puesto debían estar a un nivel semejante.

Es posible pensar que el progresivo aumento de la devoción por la Virgen


prestigió la relevancia de quien portaba el paso, en detrimento de los humildes
256 ANTONIO CEBALLOS GUERRERO

labradores de los orígenes. Con ello, a la finalidad devocional de la procesión, se


añadió la visibilidad social, al participar portando elementos, comprados a su
costa, que pocos podían adquirir y con el conocimiento general de que su
respaldo económico hacía posible una puesta en escena deslumbrante. Así la
procesión no solo es una manifestación religiosa, sino también, de forma paralela
pero inseparable, de visualización y promoción social. Un elemento más de los
complejos rituales de la religiosidad barroca en el que se señalan los elementos
del cuerpo social elegidos. Esta presencia tiene el doble objetivo de estar más
cerca de la imagen divina cuando desfila por las calles de la ciudad y, a la
vez, dirigir un mensaje preciso a la masa no privilegiada que los contempla
tan cerca de ella. Por todas estas razones pensamos que aparece la necesidad
de cambiar el sistema de elección de los horquilleros y la necesidad de fijarlo
en un cuerpo legal que lo justifique.
EL CUERPO DE HORQUILLEROS DE LA HERMANDAD NUESTRA SEÑORA… 257

Imagen 1. Ejemplo de devoción de granadinos por su patrona, la Virgen


de las Angustias, a cuya protección se encomiendan en cualquier propósito que
emprenden. Portada de Copia de memorial presentado a ... Arias Campomanes,
presidente de la Real Chancilleria de Granada ... : sobre no deberse observar, ni
llevar a debido efecto la practica de lo que se manda en la Ordenanza quinze,
poniendo en deposito en poder de los escrivanos de camara ... el dinero, que
para el despacho de los Pleytos se remite por las partes litigantes, Granada,
[s.n.], [1736 o post.].
258 ANTONIO CEBALLOS GUERRERO

Imagen 2. Retrato anónimo que forma parte del ornato de la Iglesia


Parroquial de Nigüelas (Granada), muy posiblemente contemporáneo a la
fundación del cuerpo de horquilleros de la Hermandad de la Virgen de las
Angustias. En él podemos apreciar la horquilla como instrumento de distinción
social. Agradezco a Isaac Palomino Ruiz su licencia para insertarla en este trabajo.
EL CUERPO DE HORQUILLEROS DE LA HERMANDAD NUESTRA SEÑORA… 259

Imagen 3. Primera página de las Constituciones de los Horquilleros de la


Hermandad de la Virgen de las Angustias de Granada. Agradezco a Miguel
Luis López-Guadalupe Muñoz las facilidades para la realización de este
trabajo.
Aproximación a las Cofradías de la
Santa Vera Cruz

Antonio BONET SALAMANCA


Madrid

La cruz se erige en fuente inagotable y soporte de espiritualidad con proyección


identitaria al único y auténtico Lignum Crucis. Su histórica representación nos
remite a las catacumbas romanas ante el auge y la expansión alcanzadas con
la invención de la Santa Cruz en el año 313. Conforme a la tradición, Eusebio de
Cesárea nos retrotrae al milagro acontecido al emperador Constantino en su
petición de una señal al Dios de los cristianos. Contempló en el cielo de
mediodía, cómo una cruz de sangre contenía el lema, “In hoc signo vinces”,
con esta señal vencerás, y, así logró la victoria contra Majencio en Puente Milvio,
en las cercanías de Roma. En reconocida gratitud sustituyó los lábaros legionarios
y las águilas heráldicas por cruces y crismones.

El cristianismo asumió desde un inicio, que el verdadero árbol de la vida es


la cruz en la que Cristo murió a sí mismo para dar vida al mundo (1 Cor. 1,18).
La tradición nos remite a la toma de Jerusalén en el 614, por el rey persa
Corroes II, para apropiarse del ansiado trofeo de la Vera Cruz. En 627, el
emperador bizantino Heraclio derrotó a Corroes en la batalla de Nínive, si
bien, el 14 de septiembre de 628, el “lignum crucis”, retornó a la ciudad Santa
en gloriosa ceremonia, siendo la cruz redentora llevada por el mismo emperador.
La emperatriz Elena, madre de Constantino al contar con ochenta años cumplidos
peregrinó a Tierra Santa en búsqueda de la auténtica Cruz de Cristo. El Gólgota y
el Sepulcro fueron cubiertos milagrosamente de tierra y escombro en salvaguarda
de su conservación hasta ser recuperadas del olvido y sacados a la luz en una
colina al fondo de una gruta, un 3 de mayo de 325, siendo varios los leños
identificados, entre ellos, tres cruces de madera resinosa, además de unos
clavos y la inscripción condenatoria de Jesús. Ante el extraordinario hallazgo
de la Verdadera Cruz fue fijada la festividad del 14 de septiembre de 326, en
honor al Santo Madero.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 261-280. ISBN: 978-84-697-5400-9
262 ANTONIO BONET SALAMANCA

El castigo en la cruz se remonta a la civilización persa, si bien, posteriormente


sería utilizada por griegos y romanos, al igual que, practicado en la crucifixión de
criminales y esclavos no romanos, suplicio considerado bárbaro como resaltan,
entre otros autores Herodoto, Plutarco, Tácito y Flavio Josefo, precedido en
general, de la tortura por flagelación. La denominada cruz latina quedó conformada
por sendos travesaños vertical y horizontal para configurar una T (stipes y
patibulum), en la que, el condenado era tumbado para ser clavadas sus manos al
madero horizontal portado previamente por el reo hasta ser encajado el vertical
con los pies superpuestos por único clavo.

Santa Elena ordenó edificar el Martyrium sobre el sepulcro de Cristo para


preservar una parte de la Cruz en un relicario y erigir la Basílica de la Resurrección
sobre el citado sepulcro. La Cruz de Cristo se remite en origen a Jerusalén y
Roma, ambas ciudades, convertidas en centros devocionales de la misma. Un
tramo de la reliquia de la cruz sería trasladada desde la ciudad Santa por el
obispo astorgano Toribio para ser depositada en el monasterio de Liébana y
venerada por su homónima cofradía desde 1181. En la Baja Edad Media se
barajó el término confraternitas, de plural significación, en símil a la acepción
germánica gilda, adscrita a las asociaciones profesionales o gremiales que
participan de comunes objetivos religioso-asistenciales.

Durante el siglo XV, se generalizó la devoción a la Pasión de Cristo, en parte,


por el influjo ejercido por la mística medieval y el franciscanismo emergente en
el multitudinario nacimiento de las Cofradías advocadas de la Vera Cruz, conforme
a la Devotio Moderna, o imitación de Cristo, síntesis de la espiritualidad propugnada
por Tomás de Kempis. Signo e identidad conforman el germen e inicio de las
cofradías penitenciales en conjuntada simultaneidad artística y figurativa, afín a
los frescos seriados de Piero della Francesca en “La Leyenda de la Vera Cruz”.
El ciclo pictórico se inicia con el Paraíso y culmina en el Triunfo de la Cruz
encarnada en la Nueva Alianza, símbolo divino integrado en el árbol glorioso de
la Vida al que se dirige la mirada para “contemplar al que atravesaron” (Jn.
19,37). La Cruz victoriosa sobre la muerte se erige en el doloroso misterio y
la gloriosa Resurrección para irradiar eterna luminosidad a la expectante y
doliente humanidad.

LA CRUZ: HISTORIA Y LEYENDA

El culto a la Santa Cruz se remite al inicio del cristianismo conforme al


romano arco constantiniano erigido el 28 de octubre de 312. El 14 de septiembre,
el Patriarca de Jerusalén elevaba el sagrado madero al decretar dicha jornada
festiva en honor a la Ostentación, la Elevación o la Exaltación de la Cruz,
APROXIMACIÓN A LAS COFRADÍAS DE LA SANTA VERA CRUZ 263

instituida litúrgicamente como símbolo redentor y triunfante. La cruz fue


considerada, en principio, como signo de maldición e ignominia convertida
para los cristianos en símbolo de victoria y salvación. San Ambrosio de Milán, en
su Muerte de Teodosio confirma cómo Santa Elena, madre del emperador
Constantino halló la cruz de Cristo en el Gólgota en el año 326, dejando la
mayor parte del leño en Jerusalén, junto al envío de otro tramo a su hijo
Constantino, hasta llevarse consigo a Roma, el resto de las reliquias de la
Pasión depositadas en su imperial residencia del Palacio Sessoriano.

Constantino favoreció mediante la publicación del “Edicto de Milán” a los


cristianos al prohibir las persecuciones. Resaltar el apoyo del obispo de Córdoba
Osorio como protector y defensor del cristianismo, en oposición a la herejía
arriana condenada en el concilio de Nicea, en 325. Constantino obsesionado
por la visión de la cruz encargó a su madre santa Elena buscar la cruz de Cristo
en Jerusalén. Al llegar a sus oídos la versión del judío Judas, conocedor del
lugar exacto, propició que en el monte Calvario aparecieron las tres cruces.
Distintos milagros corroboran la autenticidad de la madera localizada en la
Ciudad Santa antes de ser troceada. Posteriormente el emperador persa Cosroes
invadió Siria y Palestina para apoderarse de Jerusalén y de la Vera Cruz hasta
ser vencido por el bizantino Heraclio.

La tradición cristiana recoge entre sus fuentes narrativas la obra escrita en


lengua latina en 1264, compuesta de 182 capítulos por el fraile dominico Santiago
de la Vorágine, o de Varazze, que llegaría a ser arzobispo de Génova, La Leyenda
Aúrea o Dorada. Sus escritos gozaron de la necesaria difusión en la Edad Media al
recoger entre sus páginas biografías y hagiografías de arraigadas devociones
vinculadas con la Santa Vera Cruz. La narración recoge cómo Set recibió del
ángel una rama del árbol, en el que pecaron Adán y Eva y la colocó sobre la
tumba paterna. En la fase salomónica, el árbol surgido se intentó utilizar en la
construcción del templo, si bien, al no poder disponerlo como viga, sirvió para la
construcción de un puente que salvaba un arroyo. Cuando la reina de Saba atraída
por la sabiduría de Salomón se dirigía a Jerusalén, al cruzar el mismo recibió
una revelación divina con la visión de la viga al haber servido para crucificar
al Hijo de Dios, por lo que se postró a orar en dicho lugar. Salomón ante tales
presagios ordenó destruir el madero, aunque arrepentido al estar hecho con una
rama del Árbol de la Vida, lo escondió en lo más profundo de la tierra. Otras fuentes
garantizan que ocurrió durante un terremoto, siendo aprovechado dicho madero
por los romanos para construir la cruz de Cristo. Tras su muere, la cruz fue
enterrada en el Calvario, junto a las de los dos ladrones, para desaparecer de
por siglos. La historia de la Santa Cruz no se detuvo en la Crucifixión ante la
falta de restos óseos del Crucificado, cuyo cuerpo había ascendido al cielo, si
264 ANTONIO BONET SALAMANCA

bien, la devoción popular se volcó en el instrumento del suplicio al jerarquizar el


culto y venerar las reliquias de la Pasión de Cristo1.

Distintas descripciones se acogen a una sensibilidad bajomedieval proclamada


en las “Meditaciones”, escrito atribuido a una monja clarisa del siglo XIII, al
cubrir de color la vida de Cristo al estilo y referencia de los frescos monásticos.
La piedad franciscana divulgó con ternura y humanidad poética algunos episodios
materno-filiales, resueltos con intensidad intimista como recoge la plástica
artística con la relacional afectividad mantenida entre la Virgen-´Madre y el
Niño. Según Mâle, el texto influyó en el teatro y en la iconografía artística,
por lo que, teatro, liturgia y paraliturgia se aunaron en la difusión temático-
cíclica entre la Navidad y la Pascua con el episodio de la “Visitatio sepulchri”. El
teatro religioso se transformó al abundar en los asuntos de la Pasión de Cristo, a
inicios del siglo XV. Reflejo de lo expuesto serían las “Revelaciones”, con
tendencia al patetismo escenográfico alimentado con los testimonios y el
recuerdo de los peregrinos a Tierra Santa (palmeros), junto al rezo del Vía
crucis hasta el Calvario para venerar las reliquias fragmentadas de la Vera
Cruz, o las gotas de la sangre de Cristo. Álvaro de Córdoba erigió en 1405,
cinco oratorios dedicados a cada uno de los episodios de la Pasión, mientras
María ensalzaba con su presencia algunos de los pasajes al figurar ante la
Cruz, en el Descendimiento y el Santo Sepulcro, además de sostener a Cristo
en sus rodillas transida de dolor. Más tarde, emergió y se difundió con los
servitas el culto a los dolores marianos, explicitado por el “Speculum humanae
salvationis”.

Exitoso prototipo tipológico fue el asignado a san Gregorio encarnado


por el Cristo de Piedad al ser representado de medio cuerpo y desnudo sobre
la tumba con las manos cruzadas y la cabeza inclinada provista de las arma
Christi, o atributos de la Pasión. Entre ellos figura la mano con el guantelete
que abofeteó a Cristo, la santa faz, la trompeta y el cuerpo del pregón público, la
jarra usada por Cristo en el Lavatorio, el farol de aceite utilizado en la noche
del prendimiento, el cáliz de la cena, la bolsa con las treinta monedas de Judas y,
en ocasiones, la calavera de Adán, la cuerda del prendimiento culminados
por el sol y la luna, privilegiados testigos del drama sacro. Resultó prolífica
la imaginería del resucitado agudizada por el patetismo baroco hasta ser
coronado de espinas con los cabellos y la barba manchados de sangre, en
singulares representaciones como el Cristo sedente que espera paciente la
muerte sobre la roca del Calvario. En paralelo cronológico, a partir del siglo XIV,
se generalizó el culto a las llagas de Cristo y al líquido sanador traducido en
la sangre. Entre sus promotores figura san Bernardo, junto a “Vitis mystica”

1 GUENON, R., Le Simbolisme de la Croix, Les editions Vega, París 1979.


APROXIMACIÓN A LAS COFRADÍAS DE LA SANTA VERA CRUZ 265

y el Lignum Vitae” del franciscano san Buenaventura, en alusión al vaso lleno


con la sangre que brota de sus llagas, “Fons vitae”, o Cristo empapado en su
propia sangre. Los recipientes vítreos se identifican con los relicarios de cristal
custodios del divino líquido que nos remite a las Cruzadas y al culto a la
sangre divina, tema que cobra realce en el siglo XV, con derivación tipológica
en la “prensa mística”, simbolismo impreso en el Libro de los Números con el
racimo extraído de la Tierra Prometida2.

EL SÍMBOLO CRUCÍFERO

La cruz es el signo cristiano por excelencia solemnizada y transformada


en signo de consagración a Dios. Nadie permanece indiferente ante ella, si
bien, resulta inimaginable la teología cristiana del dolor al margen de la
Teología de la Cruz. La mayoría de la manifestaciones de la semana Santa
española giran en torno a la muerte de Jesús (Crucificados, apaleados, flagelados,
aspados, vírgenes dolorosas, etc.). San Pablo no claudica al escándalo que la
predicación de la cruz produjo en sus oyentes al insistir: “En cuanto a mí,
líbreme Dios de gloriarme en otra cosa que no sea la cruz de nuestro Señor
Jesucristo” (Gal. 6,14). La Simbología cruciforme adoptó disparidad de
manifestaciones expresivas de la entera y total realidad, en intrínseca y bipolar
dimensionalidad (humano-divina, material-espiritual, masculino-femenino),
en ineludible referente hacia lo trascendente e inmanente, a lo cotidiano y
global, a lo pequeño y lo universal. El término símbolo deriva del griego “símbolon
y logos”, señal y tratado de los símbolos representativos de personas, cosas o
ideas, sin semejanza o parentesco entre sus formas respecto al significado.
Así, la amalgama cruciforme se encarna y visualiza en la multiplicidad formal
manifiesta entre otras tantas, por la cruz abacial, ancorada, de los Apóstoles
(unidad entre Cristo y su Iglesia), de los Arcángeles, bautismal, bizantina, de
Calatrava, de las Catacumbas, celta, chacana, contra el mal, egipcia, enmarcada,
eslava, esvástica, eterna, de los cuatro evangelistas, de la gloria eterna, griega,
india, latina, laubur, lunel, de Malta, matrimonial, de Montesa, de pata de oca,
Patriarcal, de penitencia, potentada, radiada, recruzada, de san Andrés, Santiago,
de san Pedro, en Tau, del temple de la Trinidad, Triunfal o de la Victoria.

El concilio Vaticano II recuerda que, “Es ante la muerte donde alcanza su


cima el enigma de la condición humana” (Gaudium et Spes, 18). Por ello, desde
la teología, la muerte de Jesús es la respuesta de Dios al problema del sufrimiento
y del dolor. San Pablo explica cómo la cruz de Cristo es la revelación de
Dios representada en el “auto-vaciamiento”, o Kénosis de Dios (hasta la

2 SEBASTIÁN LÓPEZ, S., Mensaje del Arte Medieval, Ed. El Almendro, Córdoba 1984,

pp. 134-138.
266 ANTONIO BONET SALAMANCA

muerte y muerte en Cruz). La cruz como signo admite distintas interpretaciones


de contrariadas opiniones en asumido binomio y conjuntada simbología redentora,
vehicular y unitiva entre Cristo Dios y Cristo hombre. En Oriente cristiano, la
vivencia de la cruz se manifestó de manera triunfante patente en los mosaicos
bizantinos, junto a la producción de iconos en los que, Cristo se alza sereno
y majestuoso. En Occidente, por contraste, se acentúa la humanidad sufriente
de Cristo, quizás como respuesta a los males y enfermedades que asolaron
Europa. La teología cristiana revitaliza el actuar salvífico de la vida de Cristo:
Vida-Pasión-Muerte-Resurrección-Pentecostés, con su venida gloriosa al
final de los tiempos. La semana Santa acredita el anuncio permanente de la
realidad de nuestra condición finita y mortal, si bien, la muerte, presente en
el hecho cultural y procesional, es transfigurada en la Cruz de Cristo para ser
convertida en germen de nueva vida3.

La capilla de santa Elena, radicada en el lugar donde fueron descubiertas


las tres cruces en el templo del santo sepulcro constituye el espacio en el
que, además del rito latino, los franciscanos comparten rezos y oficios con
los griegos armenios, coptos y sirios. Los cultos de semana Santa se ciñen al
ritual procesional con el inicio gozoso y dominical de Ramos, celebrado en
el Anástasis, como anticipo del triunfo y la resurrección de Cristo. Se accede
a la tumba para entonar el “Gloria laus”, previa la celebración de la Pasión
del Señor en el Calvario durante el Viernes Santo, con algunos añadidos y
adaptaciones al limitado espacio disponible. Sobresale el dinamismo teológico
y celebrativo en el Calvario con el crucifijo y la reliquia de la santa Cruz,
custodiada en un relicario en forma de cruz gemada, conforme al relato de la
monja gallega Egeria, que narra el “Lignum Sanctum Crucis”.

La peregrinación canaliza lo sobrenatural al dignificar y elevar lo natural


sin destruirlo. Al año 333 se remite el primer itinerario conocido desde Bourdeos a
Jerusalén, siendo costumbre hacer el “iter iherosolimitanum”. El culto a las
reliquias cayó en el abuso continuado con la “invención” de cuerpos y santos, en
alusión a san Ambrosio de Milán en 386, al descubrirse los restos corporales de
Gervasio y Protasio. Los santuarios se fundamentaron en los milagros extraordinarios,
para ello, ningún sitio, mejor que las catacumbas romanas para albergar tantas
emociones religiosas como reflejan algunos peregrinos o romeros. Con prontitud
se generalizó la veneración de las reliquias de los mártires siendo Roma, el
enclave natural de los restos hagiográficos como san Lorenzo, san Cristóbal
y san Julián. Los principales centros de peregrinación a parir de la Edad Media

3 GERMÁN ZURRIARAÍN, R., “El Significado Teológico de la Cruz”, en Actas del Congreso

Internacional celebrado en Varsovia, del 15 al 20 de mayo de 2006. La Semana Santa en las


Culturas de los Confines de la Cristiandad Oriental y Occidental, pp. 199-208.
APROXIMACIÓN A LAS COFRADÍAS DE LA SANTA VERA CRUZ 267

se fijaron en Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela, sin excluir otros, como


el legendario e italiano de Lucca (el “Santo Volto” o Santa Faz). Otros enclaves
se focalizan en Aquisgrán y Colonia, además de los marianos en Rocamadour,
El Puig, o el dedicado al arcángel psicopompo, como intercesor de los difuntos
de Mont-Saint-Michel4.

Según reseña del teólogo centroeuropeo Romano Guardini, “los hombres


modernos deben volver a aprender el valor profundo de los gestos”. El universo
simbólico de la Cruz se refleja en la construcción templaria inserta en la
concepción antropomórfica del edificio eclesiástico con sustento interpretativo
de la iglesia equiparada al Cuerpo místico de Cristo y configurada en planta
cruciforme. El templo es el reflejo de la Ciudad de Dios en la tierra y, el mundo
es la revelación cíclica de Dios en el tiempo y el espacio. El cielo representa
el movimiento de la vida circular alrededor del sol divino, mientras la bóveda y
la cúpula representan el cielo, en símil al rectángulo, la nave, la tierra o la
puerta, traducidos en inequívocos referentes cósmicos.

El simbolismo constructivo se asemeja a los edificios con traslado de la


“escuadra al compás”, es decir, del cuadrado al círculo, de la tierra al cielo.
En la entrada de algunos templos medievales, el Laberinto (analogía cretense),
simboliza el acceso por el nacimiento y la salida por la muerte. Continúa el
espacio con los doce pilares tradicionales de la nave, cifra zodiacal representativa
del apostolado y columna espiritual de la iglesia. La docena se encarna en las
doce tribus simbolizadas por los signos zodiacales. Otro motivo ornamental
se sustenta en el crismón o cruz inscrita en el monograma de Cristo, núcleo
del sígnico círculo, en analogía a la rueda cósmica. Diagrama universal en
movimiento cíclico con las letras X y P, fusionadas, al determinar los dos
ejes cardinales y el polar sobre un plano previo al rosetón, cuyo carácter de
rueda cósmica se testifica con la presencia de doce radios centralizados por
Cristo en majestad y los signos zodiacales o los doce apóstoles. La Cruz es el
centro del cosmos en alusión a Cirlot: “La cruz es el puente o escalera por la
que las almas suben a Dios”.

San Cirilo de Jerusalén escribió: “Dios abrió sus manos en la cruz para
abrazar los extremos de la tierra, y por ello, el monte del Gólgota es el polo
del mundo”. El árbol de la Cruz determina la arquitectura interior de la misa
y la construcción templaria. Esa cruz del Árbol de la Vida es el mismo que
estuvo pintado en el centro del Edén, del que manaron los cuatro ríos del
Paraíso (Gén. 2,9,10), con localización en el centro de la Jerusalén celeste, e
identificado por la Escritura con la Sofía divina, y por tanto, con el Verbo.

4 SEBASTIÁN LÓPEZ, S., Mensaje del arte Medieval, o.c., pp. 41-47.
268 ANTONIO BONET SALAMANCA

La cruz, Árbol de la vida, sustituye al del Edén, situado como éste en el punto
central de mundo. El eje vertical de la Cruz, eje del mundo mide y atraviesa
los tres planos del cosmos: infiernos, tierra y cielo siendo el eje horizontal, el
“cuantitativo”, que mide el tiempo y el espacio terrenal (Permanente simbolismo
ascensional afín con la arquitectura invisible que, por medio del “pilar axil”,
comunica el altar de la tierra con el celeste del Cordero). Comparte carácter
solar el incienso que se expande como “el buen olor del Penuma”, o perfume
solar simbolizado en gloriosa evocación por la divinidad.

El signo de la cruz encarna el rito purificador de sacralización, por lo que,


antes de traspasar el recinto divino o Casa de Dios, el fiel deberá primero separarse
del mundo profano y armonizar con el lugar sagrado. La pila y el baptisterio
se erigen en símbolos acuáticos mientras el altar cristiano se convierte en centro,
sucesión y síntesis del hebraico transformado en arquetipo celeste, el Altar de la
Jerusalén celeste en el que “yace el Cordero inmolado desde el inicio del
mundo”. La Nueva Alianza derramada en la sangre es ofrecida al Señor y
distribuida al pueblo para sellar la reconciliación del pecador con Dios. La
piedra shethiyàb corresponde al altar o punto central, y “las cuatro cruces”
significan para Durand de Mende la redención por Cristo de las cuatro partes
del mundo. La central del altar representa al Salvador, que ha redimido en el
centro del mundo a la humanidad con sede en Jerusalén. La bóveda redonda
simboliza al cielo y, el ara cuadrada, a la tierra, debajo, con el baldaquino, a
modo de cubo, provisto de cuatro columnas y rematado por una semiesfera,
esquema similar al santuario del templo y del universo (el cielo sobre la tierra),
con el altar en el centro del mundo5.

El historiador del arte, el jesuita Juan Plazaola en su Tratado de la “Crisis


de la Iconografía Actual”, asume el simbolismo alegórico del arte abstracto al
ubicar el corazón del templo en el Altar, consumación del misterio eucarístico
como lugar “más abstracto” del cristianismo y menos figurativo, en el que, las
apariencias sensibles lo esconden todo. Mas, como el arte abstracto puede, el
arte figurativo debe entrar en el Templo, ya que, el cristianismo como religión
de Encarnación nunca pudo prescindir de la sacra efigie del Dios-hombre, ni de
la “estelar hermosura de María”, ni del rostro de los santos, al resplandecer
su carne con la belleza de la Gracia. A la etapa de la “imagen”, le sustituye
la era del “signo”, al devenir la iconografía en “signografía”. No hay que
obviar las formulaciones cristológicas en sintonía con el bestiario medieval
significado en la historia del arte y de la salvación. Cristo ha sido representado
entre otros elementos, por el Pez, el Cordero, el León, el Pelícano, el Grifo y,
el Unicornio.

5 HANI, J., El Simbolismo del Templo Cristiano, Sophia Perennis, Barcelona 200, pp. 85-107.
APROXIMACIÓN A LAS COFRADÍAS DE LA SANTA VERA CRUZ 269

La catedral romana de san Juan de Letrán es una de las siete iglesias de


peregrinación provista de planta basilical con tres naves, columnata y fachada
ondulada resuelta en 1750 por Domenico Gregorii, con remate escultórico
que rememora la triunfal apoteosis de la Cruz. Entre sus dependencias figura la
Scala Santa (Escalera Santa), y el Sancta Sanctorum, o capilla privada papal,
decorada con frescos y mosaicos del siglo XIII. A la Scala se asciende por
28 escalones de mármol blanco, procedente del palacio de Poncio Pilatos de
Jerusalén, llevada por Santa Elena y ubicada en el adjunto Palazo Laterano,
incendiado en 1308, antes de ser trasladada a Aviñón en el siglo XIV. Aquí
se firmaron los Acuerdos de Letrán de 1929, entre Benito Mussolini y los
representantes vaticanos, marco de la intervención ornamental propiciada por
Francisco Borromini, por encargo de Inocencio X. En los muros catedralicios se
resume la historia y la cronología del pueblo judío desde Abraham hasta Josué.

Conforme a la tradición, además de algunas reliquias, figuran el dedo del


apóstol santo Tomás, un clavo, el patibulum del buen ladrón, algunos fragmentos
de la roca del santo Sepulcro y dos espinas de la corona de Cristo. El obelisco
culmina con el signo cruciforme para centralizar algunos de los significados
espacios del urbanismo romano, como el escogido por Sixto V, eje columnario de
la basilical vaticana, de Domenico Fontana en 1586. La cruz como símbolo
universal aparece en diversas culturas con primacía cultural adscrita a la
tradición católica, si bien, la dimensión taumatúrgica y salvífica de la cruz se
confirmó en la sociedad medieval como reflejan Los Autos de Fe y las Pruebas de
Fuego contra herejes y criptojudíos. Por ello, se adoptaron algunos apellidos
cristianizados en evitación de posibles prejuicios, como fueron los de Santa Fe,
Santa María o Santa Cruz. Intemporales resultaron los Conjuraderos, como el de
Guaso (Huesca), evocadores de la protección del ganado y, la defensa de los
campos frente a las tormentas. Se ubicaban y orientaban, a modo de edificio
talismán en símil a los Cruceros ubicados en el cruce de veredas y caminos para el
ritual, junto a la bendición de campos, las reuniones de mozos y mozas, e incluso,
como acomodo de cabildos convocados para resolver problemas comunitarios.
El entorno medieval abundó en exorcismos y adjuraciones contra tempestades
y demonios, plagas de peste y hambrunas frente a la permanencia de las
tradiciones de empalaos que vinculan arado y pasión. En Valverde de la
Vera (Cáceres), los varones que ofrecen un voto, asisten como penitentes por
las calles de esta localidad durante el Jueves Santo y rodean sus cuerpos con
sogas de esparto enrosacadas al igual que, en los brazos manteniendo éstos
en cruz mediante el timón de un arado6.

6 HERNANDO GARRIDO, J.L., “Sobre arma Christi y tentenublo. Antecedentes de la

Iconografía de la Cruz”, en El Árbol de la Cruz, Las Cofradías de la Vera Cruz. Historia,


Iconografía Antropología y Patrimonio, Ed. Junta de Castilla y León, Zamora 2010, pp. 15-41.
270 ANTONIO BONET SALAMANCA

LAS COFRADÍAS DE LA CRUZ (REFERENTES Y MODELOS)

El Diccionario de la Real Academia española define el término Cofradía,


como “Congregación o hermandad que forman algunos devotos con autorización
competente para ejercitarse en obras de piedad”. Acepción no en exceso prolija
ante la ausencia argumental, junto a la carente proyección conceptual e
institucional asimilada a Gremio, definido como “compañía o unión de gentes
para un fin determinado”.

Otras formulaciones similares de Cofradía inciden en la asociación de


fieles católicos reunidos en torno a una advocación de Cristo, la Virgen o un
santo, un momento de la pasión o una reliquia. Las Cofradías constitutivamente
representan una llamada a la conversión al remontar su antigüedad a la Roma
republicana, si bien, la primera referencia documentada se retrotrae a la ciudad
de Florencia en 1219, con las Ordo de Penitencia o fraternidades de penitentes,
flagelantes y voluntarios que practicaban actos devocionales y caritativo-
asistenciales. El memorial histórico nos remite a la Baja Edad Media con el
asentamiento de las primeras hermandades franciscanas advocadas de a Cruz
y la Vera Cruz.

Las incipientes cofradías penitenciales surgen con proyección familiar y


asociativa en defensa de la caridad, la asistencia y la hospitalidad del hermano
necesitado. Los socorros mutuos y la muere constituyen aspectos nucleares
proclives al entorno gremial y laboral. Rememorar e imitar la Pasión de Cristo
implicó el adecuado cauce para alcanzar la purificación eterna mediante la
disciplina penitencial. El disciplinante se auto-flagela al representar el cuerpo, el
instrumento vehicular del maligno. Las órdenes mendicantes, en especial
franciscanos y dominicos difunden la devoción a la cruz con la práctica del
Vía-crucis, la prédica y la construcción de nuevos humilladeros. Fueron pléya
de las cofradías que se intitularon de la Cruz o la Vera Cruz, al escoger tan
preciado icono redentor, implícito al entorno asociativo. Los franciscanos
promovieron la devoción a la Vera Cruz gestada en la adquisición y veneración
de multiplicidad de reliquias relacionadas con el lignum crucis, para universalizar
la devoción conventual franciscana7.

Frente al dolor se configura la fiesta que hermana y vincula actitudes


predispuestas al rompimiento de lo cotidiano y al fomento de la fraternidad
humana. La cofradía celebra cada año la festividad de la Cruz: Invención (el
3 de Mayo), Triunfo de la Cruz (16 de julio), y la Exaltación (14 de Septiembre),

7 CASQUERO FERNÁNDEZ, J.A., “Las Cofradías de la Cruz: proceso histórico y

ritual”, en El Árbol de la Vera Cruz, las Cofradías de la Vera Cruz, Historia, Iconografía,
Antropología y Patrimonio, Ed. Museo Etnográfico de Castilla y León, 2009, pp. 44-61.
APROXIMACIÓN A LAS COFRADÍAS DE LA SANTA VERA CRUZ 271

con primacía de la Santa Cruz de Mayo, al marcar el inicio del año cofrade y
la renovación de cargos. Se generalizó la presencia de disciplinantes conforme a
la Santa Regla, en que se recogen algunos requisitos, entre ellos, la uniformidad
procesional, bien sea con alumbrantes o disciplinantes, ya que, la túnica garantiza
el anonimato, algo en lo que se insiste para la validez penitencial. El hábito o
vestimenta, en general, se compone de “camisa”, que cubre el cuerpo del
disciplinante hasta las rodillas, algunas veces, hasta los pies, dejando las
espaldas al descubierto. Suele llevarse capillo bien apuntado o romo, siendo
este último el empleado por tierras de Castilla y León. Las túnicas suelen ser
blancas y enlienzadas como recordatorio de la que llevó Cristo, además de
prefigurar el sudario, a modo de mortaja, símbolo de la purificación ritual, a
imitación de los antiguos flagelantes italianos bajomedievales.

El franciscanismo emergió ante el empeño de su promotor Francesco, il


Poverello, un gigante referencial de la santidad, que recibió la visión del
Crucificado con forma de serafín en 1224, en la capilla de san Damián, previo el
fenómeno de la estigmatización de las cinco llagas, elevado a alter Christus,
o icono vivo de Cristo. Greccio, La Verna, Belén y Jerusalén conforman en el
fundador una unidad inseparable, por lo que, sus seguidores serán conocidos
como Custodios de Tierra Santa, o los Santos Lugares. Los franciscanos ya no
serán llamados monjes sino frailes o hermanos, como “heraldos itinerantes de
Cristo”, y con ello, ampliar la versión monacal del ora et labora con implicación
en la vida mundana.

En 1215 se iniciaba el IV concilio de Letrán, y el papa Inocencio III, en


su encuentro con Francisco en 1209, anunciaba en su discurso inaugural:
“Todos los lugares santos están profanados y el sepulcro del Señor, que
resplandecía de gloria está sin veneración, y donde se adoraba al unigénito
Hijo de Dios, Jesucristo, ahora se da culto a Mahoma, el hijo de la perdición…”,
así intuyó Francisco, el origen divino del innovador movimiento suscitado al
aprobar el carisma plasmado en la Primera Regla. El peregrino Thietmar en 1217,
afirmaba que, “la iglesia del santo Sepulcro del Señor y el lugar de su Pasión
estaban sin lámparas, sin honor, sin respeto, sin culto y siempre cerrado, por lo
que, durante el dominio musulmán de Tierra Santa se consolidó tan lamentable
estado”. En 1219, el sultán Malek el-Kamel ofreció la paz a los cruzados
prometiéndoles Jerusalén con la entrega de la Santa Cruz (el Lignum Crucis
raptado como botín por Saladino en 1187), a cambio de su retirada de Egipto.

Las primeras crónicas franciscanas se remiten a “la vida primera”, de


Tomás de Celano, escrita h. 1228-1229, tan sólo a los dos años de la muerte
de san Francisco. Su interés por Tierra Santa iba a propiciar, que los “frailes
de la cuerda” fueran los únicos católicos presentes por mandato del fundador
272 ANTONIO BONET SALAMANCA

mendicante. Lodulfo Sudheim, que permaneció en Tierra Santa entre 1336 y


1341, ratificó la presencia franciscana en el convento de Monte Sión: “Allí
celebran devota y públicamente los oficios divinos, pero no les está permitido
predicar y enterrar a los muertos sin permiso del oficial de la ciudad”. Algunos
viajeros como F.R. de Chateaubriand, en su itinerario de París a Jerusalén en
1806, se admiró del desinteresado servicio en los Santos Lugares y la generosa
actitud de los franciscanos. Gracias a ellos, la primitiva idea de “cruzada”
fue sustituida por la misión conforme indicó en su tiempo el fundador, a frailes,
clérigos o laicos, con el deseo de misionar entre sarracenos e infieles8.

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274 ANTONIO BONET SALAMANCA

Capilla de la Invención de la Cruz


Santo Sepulcro. Jerusalén
Una balaustrada señala el punto tradicional del hallazgo de las reliquias.

En 1219 Francisco, enamorado de Cristo y de los santos lugares, se encontró


con el sultán Malek el Kamel, quien dio permiso a él y a sus hermanos, los
“frailes de cuerda”, para poder estar en Tierra Santa. Giotto, S. XIII Basílica
superior de San Francisco de Asís.
APROXIMACIÓN A LAS COFRADÍAS DE LA SANTA VERA CRUZ 275

Scala Santa
Escalera de mármol, cubierta por madera de nogal, ubicada en frente de la
Basílica de San Juan de Letrán en Roma, compuesta por 28 peldaños. Fue
mandada traer a Roma por Santa Helena, madre de Constantino I, en el año
326, del palacio de Poncio Pilatos en Jerusalén.
276 ANTONIO BONET SALAMANCA

Viacrucis de Los Empalaos, Valverde de la Vera, Cáceres.


Los Empalaos son hombres que se visten con un timón, hecho con madera de
castaño atando fuertemente los brazos a él, incluyendo el torso, una corona
de espinas dos espadas en la espalda y un velo. Van descalzos por el pueblo y
se arrodillan ante cada cruz (catorce) y ante cada empalao que cruzan.
APROXIMACIÓN A LAS COFRADÍAS DE LA SANTA VERA CRUZ 277

Los Picaos de San Vicente de la Sonsierra, La Rioja.


Acto religioso organizado por la Cofradía de la Santa Vera Cruz.
Autoflagelación del disciplinante.
278 ANTONIO BONET SALAMANCA

Lignum Crucis S. V
Monasterio de Santo Toribio de Liébana, Cantabria.
“El verdadero árbol de la vida es el árbol de la cruz en el que Cristo murió a
sí mismo para dar vida al mundo” (1 Cor. 1,18).
APROXIMACIÓN A LAS COFRADÍAS DE LA SANTA VERA CRUZ 279

El Hallazgo de la Santa Cruz.


Agnolo Gaddi, 1380 Florencia.

La Cofradía de la Santa Vera Cruz y de la
Preciosísima Sangre de Cristo de Campillo
de Altobuey (Cuenca)

Santiago MONTOYA BELEÑA


Universidad de Valencia

I. Introducción.

II. Orígenes de la Cofradía de Campillo. Noticias en los documentos


de archivo.

III. Influencias de los franciscanos.

IV. San Vicente Ferrer y las procesiones de flagelantes.

V. Influencias de la Cofradía llegadas a la actualidad.

5.1. Realización de “altares” en los zaguanes de las casas.


5.2. Romería al conjuratorio de la Cruz de las Reliquias.
5.3. El canto de los Mayos a la Santa Cruz.

VI. Conclusión.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 281-306. ISBN: 978-84-697-5400-9


I. INTRODUCCIÓN

El Informe General de Cofradías de España que mandó realizar el Conde de


Aranda en el año 1770, señalaba la existencia en el país de más de veinticinco
mil cofradías, lo que suponía un gasto anual de once millones y medio de
reales, cantidad desorbitada que no era asumible por la nación a causa de la
situación económica. Se quería poner coto a un dispendio tan abultado y, a la
vez, se pretendía un control social e ideológico, por tratarse de un ámbito un
poco críptico y no controlado en su totalidad por el Gobierno. Lo cierto es que
este Informe General produjo una rica y variada documentación informativa,
muy valiosa para conocer y perfilar la historia del país en uno de los capítulos
más importantes del Antiguo Régimen.

El problema es que no hubo una respuesta generalizada como se pretendía, y


cinco intendencias no contestaron a lo que se les pidió en su momento, o no
nos ha llegado la documentación pertinente. Así, además de la provincia de
Cuenca, no tenemos las respuestas de Granada, Jaén, Ciudad Rodrigo y Madrid.
En el caso de la provincia o intendencia de Cuenca, hay constancia documental
de que se les envió el protocolo y comunicado de petición el día 28 de septiembre
de 1770, y ante la tardanza en la respuesta se les remitió un nuevo aviso
recordatorio el 4 de agosto de 1775.

Por lo tanto, cualquier estudio o investigación que se haga sobre hermandades


y cofradías de la provincia de Cuenca tiene que ser bien venido y es preciso
estimular la realización de trabajos locales y puntuales para suplir esa lamentable
carencia documental y poder completar así el censo de cofradías de todo el
país. Se ha hecho mucho al respecto, desde el ámbito local sobre todo, pero
todavía queda bastante por hacer, y los archivos disponen de documentación,
libros de cuentas, ordenanzas, inventarios de bienes, censos, memoriales, etc., que
están a la espera de que historiadores y antropólogos les presten atención y
aumente el conocimiento de la vida y de los hombres de aquellos siglos pasados.

En el caso de la laguna informativa en la provincia de Cuenca, además, se


ve ahondada y magnificada esta carencia porque de aquel inmenso conjunto de
cofradías que existieron, no de todas disponemos de la pertinente documentación.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ Y DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE… 283

No siempre tenemos a la mano un libro de cuentas de tal o cual cofradía,


desaparecidos, quizás, por una pluralidad de razones, pérdida, ausencia de
aprecio por estos documentos, falta de formación o de información de sus
responsables, mayordomos y piostres, clérigos incluso, etcétera, si es que no
se dedicó el papel a menesteres más prosaicos.

Las cofradías de la Vera Cruz y Sangre de Cristo son unas organizaciones


muy peculiares, y todavía más lo son si se tiene en cuenta la práctica de
procesiones de disciplinantes que solían llevar a cabo, o si nos planteamos si
fueron refugio de conversos y moriscos. Están en el origen de prácticas de
piedad, de actividades lúdico-festivas, de socialización, de comensalismo y
de solidaridad, que han llegado hasta ahora en buen número de casos, según
más adelante veremos. Esta singularidad de las cofradías de la Vera Cruz ha
generado un marcado interés por ellas, casi morboso, a lo largo y ancho del
país, habiendo traspasado el océano y, así, se pueden hallar también en los
países de Hispanoamérica y se les han dedicado numerosos congresos con la
intención de establecer relaciones y paralelismos entre unas y otras. A la literatura
específica que han generado remitimos a los interesados en el tema, fácil de
localizar en la red de redes. El objetivo pretendido con este estudio es poner de
manifiesto su existencia en el pueblo conquense de Campillo de Altobuey,
dando a conocer las menciones y referencias de archivo encontradas, lo que
no dejará lugar a dudas de su fundación en dicha villa. Y para reforzar el hecho
indiscutible de su presencia, se hará hincapié en otros aspectos, circunstancias
históricas, prácticas relacionadas con la devoción a la Santa Cruz que incluso
han llegado hasta la actualidad y que solo se explicarían desde su existencia,
según veremos. En buen número de cofradías de la Vera Cruz del país, se
repiten una serie de detalles o de circunstancias, como su vinculación con los
franciscanos, con las predicaciones de San Vicente Ferrer, con el culto a las
reliquias, y en especial las de la Pasión, lo que vamos a tratar de comprobar
en la cofradía de esta población conquense que aquí estudiamos.

II. ORÍGENES DE LA COFRADÍA DE CAMPILLO. NOTICIAS EN


LOS DOCUMENTOS DE ARCHIVO

Respecto a la Cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo de Campillo


de Altobuey, no se dispone de toda esa documentación archivística completa
mencionada, no existen sus libros en los archivos, aunque nunca hay que perder
la esperanza de que cualquier día aparezcan por ahí, en el mercado anticuario,
traspapelados, formando parte de un códice facticio, como es nuestro caso.
Quizá haya desaparecido y está perdida para siempre, pero los hallazgos y
284 SANTIAGO MONTOYA BELEÑA

sorpresas gratas también están a la orden del día1. No disponemos de esa


documentación completa sobre la misma, pero sí contamos con unas cuantas
referencias de archivo, dejadas en los libros de fábrica parroquiales, en los
de testamentos, en los de distintas cofradías o hermandades o en los de otras
instituciones religiosas, que nos van a confirmar sin ninguna duda su existencia,
que no es poco, así como algunos detalles de su peripecia vital, de interés para la
antropología, la historia local y la religiosidad popular. Su organización y
funcionamiento no diferiría mucho de otras similares existentes por los alrededores,
en la provincia e incluso en el país, su conocimiento se añadiría al que ya
existe de las otras doce o quince hermandades de la localidad y permitirá ir
cerrando de modo paulatino ese Informe General de Cofradías del que la provincia
de Cuenca no dispone en su totalidad.

La cofradía de Campillo es el resultado de la unión de dos cofradías: una


era la Cofradía de la Santa Cruz de Mayo, y la otra era la Hermandad de la
Sangre de Cristo, pasando a denominarse como Cofradía de la Santa Vera Cruz
y de la Preciosísima Sangre de Cristo. Al menos en origen, tuvieron su sede
y capilla en la ermita medieval de la Virgen de los Ángeles, que bien puede
llamarse Nuestra Señora de los Caminos, por la protección de los mismos
que se le atribuye. Una vez construido el convento por los agustinos y levantado el
santuario para dar culto a la Virgen, ahora bajo la advocación de Nuestra
Señora de la Loma, que reemplaza y sustituye al de Nª Sª de los Ángeles, las
dos cofradías, la de la Santa Cruz de Mayo y la de la Sangre de Cristo, debieron
permanecer asentadas en el nuevo santuario y allí se tomaría la decisión de
fundir ambas, unirse, e incluir en su título los objetivos devocionales de la
Santa Cruz y de la Sangre de Cristo.

La primitiva hermandad de la Sangre de Cristo tenía encargada todos los


domingos una misa rezada a la salida del sol, al amanecer, es decir, una misa
de alba, por la que pagaba al clero tres reales de limosna. También todos los
domingos del año decían una misa rezada en el altar de Jesús y la Soledad,
por las que la cofradía pagaba dos reales. Del mismo modo, la cofradía de la
Santa Cruz de Mayo mandaba decir en el día de su fiesta, el 3 de mayo, una
misa por la que pagaba también tres reales de limosna. Con la unificación de

1En la propia villa de Campillo de Altobuey apareció hace unos años el Libro Tercero de

Fábrica de la iglesia parroquial que estaba traspapelado en el archivo del Ayuntamiento y que,
con buen criterio, fue devuelto al archivo de la parroquia. Asimismo, existen algunos
cuadernillos sueltos de cuentas y visitas de la cofradía en un códice facticio de testamentos
donde se recoge el del fundador de una Pía Memoria administrada por la cofradía que
estudiamos. Se trata del Testamento de Dn. Martín Sebastián. Este libro pertenece al archivo
de la Parroquial de esta Vª del Campillo. 1663-1778., conservado en el archivo y junto a otra
documentación relacionada.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ Y DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE… 285

ambas se mantienen y se aumentan los encargos de misas y sermones a los


agustinos recoletos, que tenían a su cargo el santuario de Nuestra Señora. Le
decían misas los viernes y domingos, dos cada día, y les encargaban los sermones
y la celebración de las principales fiestas de la Virgen (Purificación, Encarnación,
Asunción, Purísima Concepción y Natividad, a tres reales por cada misa),
“La Hermandad de la Sangre de Cristo paga a este convento 462 reales por
las Misas que celebra los domingos, viernes y festividades de Ntra. Sra. en
el año”2, el Jueves Santo y los días de la Invención y de la Exaltación de la
Santa Cruz, así como las misas del Segundo Día de la Pascua de Navidad, de
la Pascua de Resurrección o Pascua Florida, y de la Pascua de Pentecostés o
Pascua Granada, pagando tres reales por cada misa3. Es decir, se mantienen
los encargos que antes hacían por separado y ahora hacen conjuntamente, lo que
generaba buenos ingresos a los frailes recoletos para la congrua necesaria,
construcción y conservación del santuario, y para la práctica carismática de la
limosna y atención a los necesitados, transeúntes y peregrinos que llamaban a
sus puertas. La existencia de la Cofradía de la Santa Cruz de Mayo la confirma la
cláusula nº 10 de las Capitulaciones Fundacionales del convento agustino4 de
la población. Como era tradicional, el día de la Asunción y el día de la Cruz
de Mayo, la parroquia bajaba a la ermita en procesión para decir una misa,
hacer el Oficio de Difuntos, Vísperas primeras y segundas y misa de Difuntos, y
los agustinos recoletos no debían poner ningún impedimento para estas
celebraciones a la parroquia, “como hasta aquí se ha estilado”. Pero el púlpito y
los sermones que se dijeran, corresponderían a los agustinos y predicarían los
religiosos a quienes las cofradías encarguen los sermones, y estas cofradías son
la de nuestra Señora de la Asunción y la de la Santa Cruz de Mayo, habitualmente
visitadas y mencionadas en los libros de fábrica parroquiales.

Las Capitulaciones Fundacionales del convento de agustinos recoletos de


Nuestra Señora de La Loma, fechadas el 19 de junio de 1680, también recogen
en la número 13 una mención explícita a la existencia de la cofradía de la
Sangre de Cristo, que dice así: “13ª. Ítem, es condición que las misas que la
Cofradía de la Sangre de Cristo tiene obligación de decir en su Capilla que son
los domingos y viernes de cada semana, y los días festivos que tienen costumbre
y todas las misas que tienen obligación de decir por cada uno de los Difuntos
Cofrades se han de decir por los Religiosos de el Convento, porque el Prior y
Convento han de ser los Capellanes de dicha Capilla, y la Cofradía pagará

2 Libro de Caja. 1722, AHN, Sección Clero, Libro sign. 3173, f.499.
3 Libro de Estado y Fundación del Convento. Campillo de Altobuey. 1749. AHN, Sección
Clero, Libro 3174, f. 29r y 29v.
4 MONTOYA BELEÑA, S., “Un Hospicio para caminantes y peregrinos en el convento-

santuario de Ntra. Sra. de la Loma de Campillo de Altobuey (Cuenca)”, en Actas Simposium La


Iglesia Española y las Instituciones de Caridad, 1/4-IX-2006, San Lorenzo de El Escorial, p. 630.
286 SANTIAGO MONTOYA BELEÑA

dichas limosnas con la obligación de poner cera y aceite con lo demás


necesario, como hasta aquí la Cofradía ha estilado, ejerciendo libremente dicha
cofradía en dicha Capilla de Ntra. Sra. de los Ángeles, donde está sita, sus
funciones, con la asistencia de su Parroquia o sin ella, como hasta aquí está
referido, sin contradicción alguna”.

El texto no deja lugar a duda de la existencia en Campillo de esta cofradía.


Pero, además, hay que tener en cuenta y puntualizar que la fecha mencionada de
19 de junio de 1680, se refiere a los inicios de la fundación del convento recoleto y
su construcción, que no se iniciará hasta diez años después, a causa de un
pleito con los franciscanos de la vecina localidad de Iniesta, en 1690. Este
convento y santuario de la Virgen de La Loma fue levantado por los agustinos
recoletos sobre la ermita y capilla -según dice el texto de las Capitulaciones- de
Nª Sra. de los Ángeles, donde la cofradía ya debía existir desde bien antiguo y nos
permite pensar que su antigüedad sería mayor, pudiéndola atrasar al siglo XVI
como mínimo, estando en su origen la influencia de los franciscanos iniestenses,
así como la relación con la villa de Requena, hoy perteneciente al arzobispado y
provincia de Valencia, pero entonces formando parte del obispado y provincia
de Cuenca, ubicados ambos pueblos, Requena y Campillo, en el Camino Real de
Madrid a Valencia, del que eran etapas sucesivas. Requena tiene documentada la
existencia de una cofradía de la Vera Cruz5, y allí estaba destinado don Asensio
Escribano y Ruesgas, natural de Campillo, que ocupaba una plaza de Beneficiado,
lo que abre una posibilidad de influencia y origen sobre esta que comentamos6.

Su hermano, también de Campillo, el influyente Don Cristóbal Escribano


y Ruesgas, doctor en Sagrada Teología, Beneficiado de la iglesia de San Juan
del Mercado, de Valencia, -hoy más conocida como iglesia de los Santos Juanes-
y Comisario del Santo Oficio, quien tenía capilla propia, dedicada a San
Cristóbal, en el convento recoleto de Nª Sª de La Loma, de cuyo culto y ajuar
litúrgico se ocupaba, pudo influir en la fundación de la cofradía o en su
potenciación. Además, se documentan Don Asensio Escribano y Gabaldón,
abogado de los Reales Consejos y familiar del Santo Oficio, quizá emparentado

5 DÍAZ DE MARTÍNEZ, J.A., Historia de la Venerable Cofradía de la Vera Cruz o Sangre de

Cristo Señor Nuestro, fundada en el Templo del Carmen de la ciudad de Requena. Imprenta
de Benito Huerta, Requena, 1850; BERNABEU LÓPEZ, R., La Vera Cruz Requenense. Artes
Gráficas Molina, Requena 1955.
6 FABO DEL CORAZÓN DE MARÍA, FR. P., Historia General de la Orden de los

Agustinos Recoletos. Tomo VI, años 1706-1714. Imprenta de la Editorial. Librería Religiosa,
Barcelona 1928, pp. 353-355; MONTOYA BELEÑA, S., “El patrimonio histórico-artístico del
convento agustino de Nª Sª de La Loma en Campillo de Altobuey (Cuenca): Desamortización
y pérdida”, en Actas del Simposium La desamortización: el expolio del patrimonio artístico y
cultural de la Iglesia en España. San Lorenzo de El Escorial, 6/9 de septiembre de 2007, p. 573.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ Y DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE… 287

con los anteriores, así como el presbítero Don Asensio Escribano López,
quien por los años 1793-96 fue encausado por el Tribunal de la Santa Inquisición
de Cuenca por proposiciones deshonestas, sobrino este último de don Asensio y
don Cristóbal, y que disfrutaba de una capellanía colativa de sangre dotada
con 15.000 reales fundada por su tío don Cristóbal7.

En el texto entrecomillado líneas atrás, los agustinos recoletos reclaman


para sí el cobro de los estipendios que producen los encargos de misas por
parte de la Cofradía de la Sangre, ubicada en la capilla o ermita de la Virgen
de los Ángeles. A las misas ya citadas, se añadían las que se dicen por el
fallecimiento de los hermanos cofrades, más los gastos por el aceite para la
lámpara y la cera precisa para las celebraciones litúrgicas. Tanto si la cofradía
estuvo radicada en aquella ermita medieval de Nª Sª de los Ángeles, lo que
parece claro en el texto citado, como si estuvo ubicada en la iglesia parroquial,
según puede pensarse por las citas halladas en los libros parroquiales que
luego comentaremos, es posible que se trate de la misma y única cofradía, solo
que con dos escenarios sagrados a su disposición, parroquia y ermita, que
utilizaba a conveniencia y según las necesidades del tiempo litúrgico8. Además,
los frailes habían solicitado al obispo de Cuenca, el 23 de febrero de 1737,
que designara los siete altares a visitar en el convento para la obtención de
indulgencias, especialmente para los más de cinco mil hermanos de la Cofradía de
la Correa, lo que se haría extensivo a los de otras cofradías. Estos altares
fueron los tres de la capilla mayor o crucero de su iglesia y los de las cuatro
capillas del lado del evangelio.

Como quedó establecido en las Capitulaciones Fundacionales del convento,


en especial la número 13 ya señalada, los agustinos recoletos, reclaman para
sí la limosna o estipendios a pagar por las misas encargadas por la Cofradía
de la Sangre de Cristo, cuyos ingresos recogen en sus libros de cuentas. Así,
el Libro de Recibo iniciado en el año 17569, cuenta con diversos asientos
contables: año 1757: “limosna de la Sangre de Xto. 200 reales”; 1758: “De la
Sangre de Xto. 500 reales”; 1759: “De la Sangre de X to. 567 reales”; 1761:
“De la Sangre de X to. 180 reales”; 1762: “De la Sangre de Xto. 485 reales”, lo
que no deja lugar a dudas sobre la existencia de la Cofradía de la Sangre de
Cristo, si bien no se detectan más apuntes económicos a partir de ahí y hasta
el año 1820 en que finalizan las anotaciones, aunque en la Carta Capitular

7 Archivo Diocesano de Cuenca. Capellanías. Legajo 33/10. 30/XII/1798.


8 Montoya Beleña, S., “Un Hospicio para caminantes y peregrinos en el convento-
santuario de Ntra. Sra. de La Loma de Campillo de Altobuey (Cuenca)”, en Actas del Simposium La
Iglesia Española y las Instituciones de Caridad, San Lorenzo de El Escorial, septiembre 2006, p. 631.
9 Libro de Recibo de este convento de Ntra. Sra. de La Loma de la villa del Campillo.

1756. Propiedad particular. Depositado en el Museo Municipal de Campillo.


288 SANTIAGO MONTOYA BELEÑA

del año 1765, siendo prior el padre fray Miguel de Nuestra Señora del Carmen, se
recoge un aumento patrimonial de una Cruz de Caravaca en plata, entregada
por unos bienhechores para el adorno y joyero de Nuestra Señora de la
Loma, que es un detalle más para confirmar el culto y devoción a la Vera Cruz, y
así se la nombra en varias ocasiones, como por ejemplo en las cuentas del 18
de mayo de 1750, “(…) Piostres actuales deeste Cabildo [Sangre de Cristo]
y de la Santª. Veracruz y memoria qe. enel dejó el Lizenciado Dn. Martín
Sebastián Presro. que fue deesta villa (...)”; en la visita del año 1753, “Visita
de la Cofradía de la Santa Vera Cruz”; o en la de 1756, “Cabildo de la
Santa Vera Cruz”; o en la de 1766 en que aparece el título completo, “Libro
de la Cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Xto.”, visitas recogidas en el
libro del testamento de don Martín Sebastián ya citado10, a lo que aún
podemos añadir también otro apunte del año 1793, “De Misas de Mayos, 120
reales”, mayos cantados por el grupo de los casados el día de la Santa Cruz (3 de
mayo), de los que se conservan piezas musicales compuestas en especial para
venerar a la Cruz, cuya cofradía, antes de la unificación, se llamaba Cofradía de
la Cruz de Mayo. El inventario parroquial de 1922, también recoge la existencia
de una Cruz de Caravaca en la sacristía de la parroquia, con sus correspondientes
reliquias, que serían otras reliquias distintas del Lignum Crucis y de la Santa
Espina, pero cuya presencia tendría alguna relación con esta devoción por la
Pasión de Cristo. Las relaciones con los agustinos fueron excelentes, y en un
documento sin fecha se menciona una “Escritura de cesión que hizo a este
convento de mil Reales de vellón, de que nos havía hecho donación la Cofradía
de la Sangre de Cristo”. Del mismo modo, el convento compró un haza a la
Cofradía el año 1730 y se cita la pertinente escritura: “n.10º. Robra de una
haza que compró el Convento a la Cofradía de la Sangre de Cristo ante Manuel
Gil Sahuquillo año de 1730”11.

La cofradía de la Vera Cruz y de la Sangre de Cristo de Campillo llegó a


contar con un buen número de cofrades, cifrándose en más de 250 miembros, a
los que se exigía el pago de cuatro reales y medio para entrar y tres reales al
año en concepto de luminaria (cirios, hachones, blandones, etc.). Sus mayordomos
estaban autorizados a pedir limosna la víspera de las tres Pascuas, ayudando
a la financiación de la cofradía. Una de sus funciones principales era la de
socorrer a los pobres de la villa y celebrar misas por los cofrades difuntos, seis
misas rezadas por cada hermano que fallecía, además de la del entierro,
procediendo del mismo modo si la fallecida era la mujer del cofrade o algún
hijo menor de doce años. Además, como la cofradía tenía fundado en Campillo

10
Testamento de D n. Martín Sebastián, 1663-1778. Archivo parroquial. Campillo. s.p.
11
Libro de Estado y Fundación del Convento. 1749-60. Campillo de Altobuey. AHN,
Sección Clero, Libro Sign. 3174, f. 19.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ Y DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE… 289

un Pósito Pío y un Monte de Piedad, con mayor facilidad podrían acceder


sus cofrades a los beneficios de estas fundaciones, traducidos en grano para
panificar o sembrar. De este modo, los miembros de la cofradía se aseguraban
soluciones a los problemas en años de sequía o malas cosechas, así como
también el acceso al crédito dinerario preciso para solventar cualquier contratiempo,
enfermedad, accidente, estado de viudedad, etcétera. De la existencia y fundación
del Pósito Pío y de la propia cofradía se da cuenta en el Segundo Libro de
Fábrica de la iglesia parroquial, y en la visita llevada a cabo en el año 1733
se dice lo siguiente: “400 reales del situado del pósito de la Sangre de Xto. a razón
de 80 reales cada año y son por cinco, el último el pasado de 32 ynclusive”12 . Y
más adelante, en las cuentas de la fábrica de la iglesia del año 1766, se vuelve a
decir: “Situado de la Sangre de X to. Más es cargo y sesenta Rs. que ha devido
cobrar de los Piostres de la Cofradía de la Sangre de Christo, Monte de Piedad,
fundado por el Liz. Martín Sebastián a 80 r rs. por año que es el situado que
dejó a esta Yglesia y son por los dos años del márgen” 13. El Licenciado don
Martín Sebastián fue uno de los tenientes del Beneficiado de Campillo, don
Eladio Pimentel, que disfrutaba de un rico beneficio curado en la parroquia
de 600 ducados anuales. El Libro 4º de Bautismos, 1639-1646 14, cita a estos
personajes en el encabezamiento del mismo, y el Inventario parroquial de
1878 incluye un libro con el “Testamento del Licenciado Martín Sebastián a favor
del Pósito”, que se conserva y es donde encontramos unos cuantos cuadernillos
cosidos al principio del mismo, cuentas y visitas de la cofradía de que nos
ocupamos, los cuales han proporcionado buena parte de la información y
detalles sobre su funcionamiento que se mencionan en este trabajo 15. La
portada de este libro anuncia otro contenido distinto: “Ysabel de Cárceles.
Visitas año de 1750. Capital de Censos 8379 r s. cuyas Escrituras paran en
el Pósito Monte Pío y sus productos son para darlos de limosna a los Pobres”.
Siguen los cuadernillos citados líneas atrás, cosidos, pero que se ve claramente que
han sido añadidos con posterioridad, aunque es documentación del mismo tema
que el testamento de Martín Sebastián, y se refiere a la existencia de la Santa
Cofradía de la Vera Cruz y de la Sangre de Cristo, que es la administradora
de la Pía Memoria que había fundado don Martín y de la laudable memoria
que fundó Isabel de Cárceles para dar limosna a los pobres. Por esta razón se
recogió y cosió toda la documentación suelta en un mismo libro, por ser temas
conexos con la cofradía de la Vera Cruz.

12 Libro Segundo de Fábrica. Archivo Parroquial. Campillo de Altobuey, f. 64v.


13 Ibídem. f. 260r.
14 Libro 4º de Bautismos, 1639-1646. Archivo Parroquial. Campillo, f. 149v.
15 Testamento de D n. Martín Sebastián. Archivo Parroquial. Campillo de Altobuey. S. p.
290 SANTIAGO MONTOYA BELEÑA

III. INFLUENCIAS DE LOS FRANCISCANOS

En Campillo de Altobuey no existió convento franciscano, pero sí está


documentada la presencia de frailes de esta orden que acudían a predicar a la
localidad procedentes de la vecina Iniesta. Está admitido por los estudiosos
de las cofradías de la Vera Cruz que se trata de una devoción extendida y
fomentada por los franciscanos, así como de todo aquello que tiene que ver
con la Pasión de Cristo y sus reliquias, las Cinco Llagas, el Lignum Crucis,
la Santa Espina, las Arma Christi, etc., según quedó apuntado, y en Campillo
se documenta una manda testamentaria muy esclarecedora, que se cita en un
pleito de don Fernando Nieto y de su mujer doña Catalina Alcaud, que dice
así:“… dezir dos missas cada semana perpetuamente y para siempre jamás, una
el Viernes a honra y gloria de las Santísimas Llagas y Corona de Espinas de
Nuestro Señor Jesu xto. por la gran debozión que les han tenido y tienen...” 16.

Los inventarios parroquiales de Campillo, el último correspondiente al


año 1901, recogen la existencia de un altar dedicado a San Francisco de Asís.
Del mismo modo, el Primer Libro de Fábrica de la parroquia habla, en la
visita girada el año 1667, de la existencia del altar de San Francisco y de la
existencia de la cofradía de la Sangre de Cristo17: “Altares. Visitó el altar
mayor y halló que se compone el primer cuerpo de quatro urnas de reliquias de
cuerpos de santos y consecutivo tenía su frontal, savana y ara con decencia.
Visitó el altar de Santiago y halló con su frontal y savana y ara con dezencia.
Está en un nicho o capilla y en el fundada una capilla por el capitán [Juan]
Salinas de cien misas cada un año. Visitó el altar colateral de nra. Sª. de la
Concepción. El de Santa Lucía. El de nra. Sra. del Rosario. El de San Joseph. El
de San Fran[cis] co. El de San Bartolomé. El de nra. Sra. del Carmen, y halló
que todos tenían sus frontales, savana y ara con dezencia. Visitó otro altar
que está en la capilla donde está la pila del vautismo que es de San Antón y
halló que tenía su frontal, savana y ara con dezencia. Visitó el Hospital de
esta villa y halló algunas mantas en dos camas y la casa bien reparada.
Visitó la hermita de nra. Sra. de la Loma, de San Quílez, de San Sevastián, de
San Xptoval., de San Roque, de Santa Ana, de Santa Quiteria, de la Sanctíssima
Trinidad, de San Miguel, y en sus libros quedó auto de visita. Cofradías :
Bisitó las cofradías de la Asumpción, Sangre de Christo, San Roque, San
Sevastián, San Andrés, Santa Ana, San Joseph, Concepción, y San Bartolomé y en
un libro queda auto de visita”. Con posterioridad a esta fecha, las Capitulaciones

16 Pleito executivo, contra los deudores y tenedores de los censos que impuso le licenciado

D. Fernando Nieto, y Dª Catalina de Moya y Alcaud, su muger…, Archivo Parroquial. Campillo de


Altobuey, f. 46v.
17Libro Primero de Fábrica. Archivo Parroquial. Campillo de Altobuey. Visita de 1667, f.

235r y 236r.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ Y DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE… 291

Fundacionales del convento agustino recoleto de Nuestra Señora de la Loma,


datadas en 1680, también hablan de la existencia de la cofradía, más en concreto
en la cláusula nº 13, según quedó indicado antes. No creo que en este caso se
trate de una cofradía de la Sangre de Cristo distinta a la mencionada en los
libros de la parroquia, es decir, que no creo que existieran dos cofradías de la
Sangre de Cristo en la misma localidad, una en el convento recoleto (antes
ubicada en la antigua ermita medieval de la Virgen de los Ángeles entregada a
los agustinos) y otra en la parroquial, sino que sus rituales y prácticas piadosas
se llevarían a cabo indistintamente en uno u otro lugar, dependiendo del
momento y tiempo litúrgico y sus procesiones irían de un sitio a otro, de la
parroquia a la ermita (luego convento y santuario de la Loma) y viceversa.

También existió en la localidad, y así está documentado18, la Orden Tercera de


San Francisco, con su Hermano Mayor al frente. El libro de fábrica citado
recoge la noticia de un desperfecto accidental ocasionado en el retablo mayor por
el hermano de la Orden Tercera, Miguel López: “Adereço del Retablo. Beinte
reales que se gastaron en adereçar el retablo del altar mayor que se le arrimó
una bela que abía puesto Miguel López, hermano de la tercera horden y
costó 34 reales de adereço y desta cantidad a pagado catorce R r. el dicho
Miguel López, que lo combino el cura de esta vª y los demás paga la yglesia
que son los dichos veinte reales”, e igualmente disponía de altar dedicado al
Poverello de Asís la capilla o ermita del Santo Cristo de Burgos, templo para
atender el hospital de pobres, peregrinos y caminantes, ubicado en el centro de la
población, lugar donde el inventario de 1901 sitúa y menciona la existencia de la
llamada Cruz de las Reliquias, una cruz de madera repleta de relicarios y
medallas colgados en su fuste y travesaños, sobre la que hemos de volver..

El mismo altar de San Francisco vuelve a ser citado en el Libro de


Testamentos del año 1768, y más en concreto en el testamento que otorgó
Bartolomé Engra el 27 de octubre de 1786. Después de las mandas testamentarias
pertinentes, se informa de una fundación que llevó a cabo para devoción al
Niño Jesús del Huerto, imagen que estaba colocada en el mismo altar de San
Francisco, ambas devociones inspiradas por los franciscanos. Dice así:
“Fundación. En 18 de Abril de 1775 ante Roque Gabaldón escno. de esta Villa,
otorgó Escritura de elección y fundación de una Pía memoria al Niño Jesús
del Huerto colocado en el Altar de San Fran co. de esta Parroq l. con la
obligación de hacer en ella todos los años una función con Missa y Sermón
el día del Dulcísimo Nombre de Jesús y Asimismo quatro misas rezadas en
días determinados, su limosna tres rs. cada una. Que se pongan dos belas en dcho.
altar los días de fiesta a la Misa Mayor, y Corona, todo con el producto de

18 Ibídem. Visita de 1660, f. 219.


292 SANTIAGO MONTOYA BELEÑA

Nuebe pedazos de tierra y un Majuelo de 1610 bides; Cuya copia se halla en


el Libro de Perpetuales y en ella consta qe. dichos bienes importan 6.068 rs.
como también los llamamientos para la administración de dha. Pía Memoria
y lo firmé. Julian Fernz. Arcos (firmado y rubricado)”19.

Así pues, vemos que el franciscanismo se halla presente en Campillo de


Altobuey y pudo ser el impulsor de la fundación de esta cofradía de la Vera
Cruz. Como es de todos sabido, los franciscanos son, en inicio, los Guardianes
de los Santos Lugares, son los que difunden la veneración a la Santa Cruz y
a la Preciosa Sangre de Cristo, en especial a través de cofradías que cuentan
con “Hermanos de Luz”, encargados de alumbrar con sus cirios, hachones y
blandones a los “Hermanos de Sangre” o hermanos disciplinantes que salen
en la procesión de la noche del Jueves Santo flagelándose las espaldas hasta
hacer brotar la sangre, delante de los “Hermanos de Carga” que portan las
imágenes y los pasos del ciclo pasionario. En Campillo no se documentan,
hasta la fecha, estas procesiones de disciplinantes, no queda constancia ni
mención de archivo que lo confirme de modo expreso (sí se documentan
procesiones, como veremos en el apartado siguiente, aunque sin mención de
disciplinantes o encadenados), pero no sería extraño, porque era una práctica
habitual en buena parte de las existentes en el país, y alguna ha llegado hasta
la actualidad, como es el caso de los “picaos” de San Vicente de la Sonsierra
en la Rioja20. El Concilio de Trento y la Contrarreforma Católica impulsaron
este tipo de cofradías y prácticas cruentas, convirtiéndose los franciscanos y
dominicos en sus primeros y principales promotores, especialmente a partir
de 1570 y la finalización del concilio.

Los franciscanos fueron los impulsores de la veneración a la Cruz, a la


Sangre de Cristo y sus reliquias, y su presencia y acción puede explicar la
existencia en Campillo de dos relicarios, uno con una astilla de la Cruz de
Cristo, es decir, un “Lignum Crucis”, y el otro con una espina de la corona
de Cristo, la “Santa Espina”, ambas mencionadas en la documentación de
archivo. Asimismo, también está documentada la existencia de abundantes
cofradías de Pasión en el convento agustino recoleto, fundado sobre la primitiva
ermita medieval dedicada a la Virgen de los Ángeles, ermita donde estarían
alojadas y ubicadas estas cofradías desde tiempo atrás, creadas en principio
por la acción predicadora de los franciscanos de Iniesta, los cuales acudían al

19
Testamentos. Año de 1768. Archivo Parroquial. Campillo de Altobuey. Libro 11 de
testamentos, f. 275r y v.
20 FERNÁNDEZ MENDOZA, J., y MORAZA MARTÍNEZ, R., “La Cofradía de la Santa

Vera Cruz de los Disciplinantes: “los Picaos” de San Vicente de la Sonsierra (La Rioja)”, en
Actas Congreso Internacional La Semana Santa en las culturas de los confines de la cristiandad
oriental y occidental, Varsovia 2006, pp. 83-94.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ Y DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE… 293

pueblo también para pedir limosna y atender a enfermos y moribundos, cofradías


e imágenes de las que se hicieron cargo los agustinos recoletos al conseguir
estos la fundación de un convento de su orden en detrimento y perjuicio de
los franciscanos, que, incluso, perdieron el sonoro pleito interpuesto contra los
agustinos para impedir su fundación y no tener competidores en la petición
de limosna. Al parecer los franciscanos de Iniesta trataban de fundar un convento
en Campillo, y así permite afirmarlo el testamento de Roque Martínez, de 9
de enero de 167621:“Yden es su boluntad que si se fundase combento de
nuestro padre San Fco. en la ermita de nuestra Señora de la Loma extramuros
desta vª le mandan anbos dos fanegas de trigo porque los encomienden a dios en
las missas y oraziones y sufragios (...)”. Las conversaciones no dieron resultado
positivo para los franciscanos, porque en 1680 los agustinos recoletos firman
las Capitulaciones Fundacionales para erigir convento y levantar el nuevo
santuario dedicado a la Virgen de la Loma, cuya bendición tuvo lugar el 8 de
septiembre de 1712, después de más de veinte años de obras. Las imágenes
existentes en las capillas del convento y sus advocaciones, al menos hasta el
inicio de la pasada guerra civil en que fueron destrozadas y quemadas, confirman
este entusiasmo por el mundo pasionario: Jesús Nazareno con la cruz a cuestas,
Nuestra Señora de la Soledad (con su cofradía), la Oración en el Huerto de
los Olivos, la Dolorosa, etcétera. Como broche final, el 30 de noviembre de
1824, los agustinos solicitan licencia para erigir en el convento la Cofradía de los
Siete Dolores de la Virgen María, concediendo el permiso el Provincial de
Aragón de los Padres Servitas, Fr. Nicolás Pascual22.

La existencia en el pueblo de un hospital puesto bajo la advocación del


Cristo de Burgos, o la existencia de esa Cruz de las Reliquias mencionada en un
inventario de esta capilla o ermita, y la existencia de un conjuratorio dedicado a
esa misma cruz, de factura moderna el existente, pero recogiendo una muy
antigua tradición y ubicado en los montes cercanos, de idéntico topónimo, o
la existencia en este hospital de otro altar dedicado a San Francisco de Asís, son
hechos que confirman la influencia del franciscanismo y la extensión del
culto a la Pasión de Cristo.

La iglesia parroquial de la localidad, sede asimismo de numerosas cofradías,


contaba con otra imagen del Cristo de los Afligidos, destruido hace algunos
años de forma accidental, de la Virgen Dolorosa y de la Soledad, del Amarrado
a la Columna, Santo Sepulcro, un lienzo de la Verónica (destruido en la guerra
civil) y de la ya citada Orden Tercera de San Francisco. Existía la costumbre
de cantar en ella el “Miserere” todos los Viernes de Cuaresma en el altar del

21 Libro de Testamentos, 1672-1690. Archivo Parroquial. Campillo de Altobuey, f. 60 r.


22 AHOAR, caja 32.
294 SANTIAGO MONTOYA BELEÑA

Cristo, práctica ya desaparecida y de la que solo ha quedado alguna mención


puntual en los archivos, sin que sepamos qué pieza musical se cantaba23:
“Son baja un mantel de los tres que cita el n.º 11, a consecuencia de que se
quemó un Viernes de Marzo en el altar del Cristo cantando el miserere; en
cuyo altar cayeron en lo alto de él dos velas encendidas y de consequente se
quemó”. En el cercano pueblo de Mira subsiste todavía esta tradición del
canto del “Miserere” en la cuaresma.

El término municipal de Campillo estaba amojonado con diversas cruces


que sacralizaban el espacio y a la ya citada Cruz de las Reliquias hay que añadir
la Cruz de las Membrilleras, la Cruz de la Puerta de Valencia y la Cruz del
Alférez, recordada su existencia por la paleotoponimia o escuetas noticias de
archivo. Así, la Cruz de las Membrilleras se cita en el Libro de la Cofradía
del Santísimo Sacramento, de 1629, que en la visita del 31 de enero de 1746
señala que tenía una tierra de su propiedad junto a esta cruz, y otra tierra
junto a la Cruz de la Puerta de Valencia. La Cruz del Alférez se ubicaba en
el llamado Vallejo del Alférez, junto a cañadas y veredas de la Mesta y otros
lugares conocidos con topónimos como por ejemplo “Encierratoros”, de clara
raigambre ganadera.

Así pues, queda de manifiesto que la presencia de los frailes franciscanos


en Campillo, que acudían a predicar desde la cercana Iniesta, alentó por sus
intervenciones las cofradías y las devociones pasionarias, lo que, a la vez,
ayuda a comprender la existencia de la cofradía de la Vera Cruz y de la Sangre
de Cristo, mencionada en noticias de archivo esparcidas por otros libros
documentales.

IV. SAN VICENTE FERRER Y LAS PROCESIONES DE FLAGELANTES

El santo dominico valenciano, el “Pare Vicent”, realizó un recorrido de


predicación por España y Europa anunciando el fin de los tiempos y llamando a
la gente a la conversión y penitencia. En sus viajes iba acompañado de grupos
de seguidores que se entregaban a la autoflagelación. Se organizaban procesiones
de disciplinantes que, encendidos por la predicación de San Vicente, querían
emular los dolores sufridos por Cristo en su Pasión.

Al parecer, esta práctica de la flagelación fue iniciada en el siglo XI por San


Pedro Damián y hay textos suyos donde la defiende, señalando al disciplinante

23 Libro 1º de Confirmaciones. Empieza en el año 1924. Inventario de esta Parroquia

[de] San Andrés Apóstol de Campillo de Altobuey (1852-1944). Archivo Parroquial. Campillo
de Altobuey, f. 152.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ Y DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE… 295

como juez, reo y verdugo, todo a la vez. Se extendió a bastantes monasterios,


pero fue una práctica y un movimiento esencialmente laico. Grupos numerosos
de hombres y mujeres caminaban juntos durante 33 días, yendo de pueblo en
pueblo, de ciudad en ciudad, como el propio Cristo caminó y vivió 33 años
en la Tierra, animando a la gente a la penitencia y a cambiar las costumbres
inmorales, causando una profunda impresión en quienes los veían, en medio de
un espectáculo sangriento, fantasmagórico y bergmaniano. El papa Clemente VI
se vio obligado, en octubre de 1349, a emitir una bula de prohibición de este
movimiento de disciplinantes y declararlo herético, pero no llegó a prohibir la
flagelación, no condenó su práctica si se hacía con discreción y sin superstición,
porque llegó a haber gente que creía que la sangre de los flagelantes era de
personas santas. Las cofradías de la Vera Cruz y sus Hermanos de Sangre, o
disciplinantes, parecen estar muy relacionados con el culto a algún trozo del
“Lignum Crucis”, como es el caso de una de las más famosas cofradías que
se han conservado en España y es la del pueblo riojano de San Vicente de la
Sonsierra.

En Campillo de Altobuey se dan circunstancias bien curiosas al respecto.


Una es la existencia documentada de sendos relicarios, uno con un fragmento de
la cruz de Cristo, un “Lignum Crucis”, y otro con una “Santa Espina” de la
corona. Las crónicas de los recoletos recogen la existencia de estos dos
relicarios24 al comentar las solemnes fiestas que se llevaron a cabo entre el 8 y el
13 de septiembre de 1712 con motivo de la dedicación de la iglesia conventual
en Campillo de Altobuey. Después de referirse a los festejos del quinto día,
con corrida de toros inclusive y agasajo a los huéspedes que asistieron, dice
el cronista recoleto: “No por los muchos gastos que se originaron en dicha
colocación, se acobardó el ánimo de nuestro Prelado, antes bien prosiguió con
los aumentos porque en dicho trienio se hicieron las dos custodias pequeñas de
plata en que se reserva el lignum crucis y la espina de la corona de Cristo
nuestro Redentor, la cual dio la señora Condesa de Villa, con un vaso para
consagrar las formas”. Una lectura atenta de este párrafo nos permite pensar
que la reliquia del Lignum Crucis ya existía de antemano, y que lo que hace
el prior agustino es encargar un ostensorio o custodia de plata para exponer y
realzar el valor del fragmento de la cruz de Cristo. Del mismo modo, encarga un
segundo ostensorio para exponer la otra preciada reliquia, la Santa Espina,
donación de la Condesa de Villa. Quizás la buena señora tuviera especial
devoción a la Virgen de la Loma, o mantenía una buena relación con los
frailes agustinos, y dada la existencia del Lignus Crucis a su cuidado, quisiera
acrecentar esta devoción pasionaria entregándoles la valiosísima reliquia de

24 FABO DEL CORAZÓN DE MARÍA, FRAY PEDRO, Historia General de la Orden

de los Agustinos Recoletos, tomo VI, 2ª parte. Años 1706-1714. Barcelona 1928, p. 357.
296 SANTIAGO MONTOYA BELEÑA

la espina de la corona de Cristo, además de la existencia en el convento de


imágenes y cofradías penitenciales. Estos relicarios -qué duda cabe- fueron
muy estimados por las cofradías de la Vera Cruz y Sangre de Cristo del país,
y en el caso de Campillo se explicaría su presencia por el influjo devocional
de la cofradía que estudiamos. Las reliquias eran objetos devocionales muy
estimados y en un documento suelto los agustinos mencionan que poseen también
una reliquia de San Juan de la Cruz y de San Gerardo Obispo: “Nº 17. Dos
auténticas de las Reliquias de San Juan de la Cruz, y de Sn .Gerardo Obispo,
y Confesor, que están en los dos relicarios de plata pequeños”. Es posible que
fueran los dos relicarios de oro, plata y aljófar que se citan en la consulta del
6-XI-1799 y que se ven obligados a vender para atender unas obras muy
urgentes en el camarín de la Virgen25.

Volviendo a San Vicente Ferrer, entró en Castilla a principios del año


1411, predicando en Murcia, Jumilla, Albacete, Hellín, Tobarra, Villaverde,
Orgaz, Toledo, Guadalajara, Ayllón…, así como en otras poblaciones menos
importantes. En todas ellas permanecía varios días, celebrando misas y diciendo
sus largos sermones a la gente que venía a oírlo e incitaba a la penitencia y las
buenas costumbres. Sus biógrafos dicen que iba acompañado de un numeroso
grupo de hombres y mujeres, a veces hasta quinientas personas, y muchas de
ellas se azotaban y disciplinaban hasta hacer brotar la sangre. La Crónica de
Juan II, de Alvar García de Santa María, se refiere al santo valenciano de
esta manera26: “E dávales sus enxemplos cómo se devía enmendar e guardar
de pecar, que era una gran maravilla tanto que por la partes do pedricava
se andava açotando mucha gente de noche fasta que sus espaldas e sus
carnes corría sangre. Esto de voluntad, maguer que por su parte no les hera
mandado. E todos avían en él gran devoçión. Así, de donde él andava traía
trezientas personas. Por las tierras de Castilla andavan con él muchas más. E
cada vez que avía de pedricar se ayuntavan de toda la comarca de la tierra
donde era sabido de más de diez leguas enderredor muchas gentes,de manera
que por do él andava lo tenían por ombre de santa vida”. Así pues, vemos que
San Vicente recorría Castilla predicando entre las gentes sus ideas apocalípticas,
yendo acompañado de grupos de flagelantes que se infligían cruentas disciplinas,
conmocionando a los lugareños con este espectáculo sobrecogedor. No se ha
documentado fehacientemente el paso de San Vicente Ferrer por las tierras
de Campillo y su comarca, pero sí que hay que dejar constancia de que en la
villa tuvo un importante culto, como ahora veremos.

25
Libro de Consultas. 1740. AHN, Sección Clero, Libros, signatura 3176.bis, f. 81.
26
CÁTEDRA, P.M., “La predicación castellana de San Vicente Ferrer”, en Butlletí de la
Reial Academia de Bones Lletres de Barcelona, vol. 39 (1984) 307.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ Y DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE… 297

El inventario parroquial de 1901, indica que en la capilla de San Antonio


de Padua (fundación del siglo XVIII), existe una “Imagen de San Vicente Ferrer
con su reliquia”. Esta imagen necesariamente tenía que ser la que conservaron
en su domicilio las hermanas María y Gloria Notario Lodos hasta su fallecimiento
hace unos años. Sus herederos se la llevaron, desconociéndose la suerte que
ha corrido la imagen, si la conservan todavía o si ha pasado al mercado anticuario.
Personalmente tuve la suerte de ver y conocer la escultura, de bulto redondo,
que no llegaba a un metro de altura, con decoración dorada, estofada y
policromada en el hábito del santo dominico, ennegrecida por el paso del
tiempo y adoptando la postura habitual en su iconografía, con el brazo derecho
levantado y señalando con su dedo índice al cielo. No llevaba la filacteria
con la inscripción del “Timete Deum...”, frecuente en las representaciones
del “Pare Vicent”, quizá por haberse perdido. Y así, algo de lo que no eran
propietarios, sino simples custodios o depositarios, pasa a ser de su propiedad
por decisión unilateral, sin que la avalen otros títulos de pertenencia que la
simple depositaría y cuidado a su cargo por ser gente de iglesia. Lo cierto es
que la imagen comentada de San Vicente Ferrer, por esta desidia o confusión
entre lo público y lo privado, ha desaparecido de Campillo para siempre,
hurtando a los campillanos el derecho a su contemplación (o devoción, quien
se la tenga), cuya presencia solo podrán atestiguar las noticias del archivo
parroquial y la memoria de quien esto escribe. De la reliquia nada se sabe
sobre su paradero. Se expondría en algún ostensorio y, por ser una pieza
valiosa de orfebrería, sería robada en cualquiera de esos momentos trágicos
por los que ha pasado la Iglesia y su patrimonio.

Hay que destacar la existencia en Campillo de esta reliquia de San Vicente


Ferrer, según indican en reiteradas ocasiones los sucesivos inventarios parroquiales.
Una reliquia de San Vicente en Campillo, cuando el todopoderoso Patriarca
de Antioquía, Capitán General, Virrey y Arzobispo de Valencia, San Juan de
Ribera, tenía solo una y a ella se dedican algunas de las pinturas que decoran
al fresco las paredes de la capilla de su Colegio-Seminario del Corpus Christi en
Valencia, encargadas al pintor genovés Bartolomé Matarana, activo en Cuenca.
Una reliquia de San Vicente Ferrer, apóstol de Europa, no es cualquier cosa
y da buena fe de ello estas pinturas del Patriarca que recogen “La entrega de
la reliquia del santo en Vannes (Francia) a los emisarios enviados por el
Patriarca” o la “Fiesta y procesión por la llegada a Valencia de la reliquia”27,
en el crucero y en la capilla del santo, respectivamente. En los libros de cuentas
de los agustinos recoletos de Campillo28, se recoge el pago de una misa dicha

27 BENITO DOMÉNECH, F., Museo del Patriarca. Valencia, Edic. Ibercaja, Bélgica

1991, pp. 92-93


28 Libro de Estado y Fundación del Convento. Campillo de Altobuey, 1749-1760. AHN,
298 SANTIAGO MONTOYA BELEÑA

el día de San Vicente. La anotación corresponde al 27 de octubre de 1725,


tratándose de un aniversario de misas encargadas a los frailes por Martín
Herrero Descalzo en las onomásticas de una larga serie de santos de su devoción,
entre ellos el dominico valenciano: “Aniversario Perpetuo de Martín Herrero
Descalzo, de vigilia, misa cantada y responso con toque de campana en el
día de San Martín (…), San Bisente Ferrer (…). 5000 reales de vellón”.

No es menos novedoso y sorprendente que en la localidad de Almodóvar


del Pinar, vecina de Campillo, se levantara en el siglo XVIII una magnífica
ermita dedicada a San Vicente, con planta de cruz griega, cúpula en el crucero y
espectacular portada barroca con columnas exentas. Hasta de cine sirvió este
pequeño templo, al que saco a colación como apoyo al hipotético paso de
San Vicente por la comarca o al menos de la influencia y éxito de su culto y de
las procesiones de flagelantes que lo acompañaban en su periplo peninsular,
la creación de cofradías de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, como la de
Campillo estudiada, y la posibilidad de que se practicaran aquellas disciplinas de
flagelación, según se hacía en otros sitios. En Campillo, la cofradía realizaba
procesiones y sus cuentas así lo testimonian, pero nada dice el apunte sobre
la flagelación: “Procesiones. Item más pagaron a los tenientes y sacristanes beinte
y siete rs. y 1mr. por las procesiones desta cofradía, los días según costumbre”29.

El canónigo valenciano José Sanchis Sivera, biógrafo de San Vicente Ferrer,


puede ayudarnos con sus escritos a confirmar la devoción al santo en tierras
conquenses. Dice así: “De Toledo se dirigió San Vicente a Guadalajara (…). Es
probable visitase entonces a Alcalá, Cuenca y muchos de sus pueblos comprendidos
entre estas ciudades, pues se conservan tradiciones que lo atestiguan, y se
cuentan todavía milagros por él realizados”30. Según los biógrafos de San
Vicente, la gente que iba a oír sus prédicas y curiosear el ambiente que
rodeaba al santo, con seguidores y disciplinantes, no dudaban en caminar lo
que hiciera falta, incluso diez o doce leguas, tal era la fama y la atracción del
santo dominico y su devoción por la Pasión de Cristo. En Campillo tengo
recogida de mi madre, en el año 2009, una oración y canción popular en la
que se cita a San Vicente, que dice así: “Si usted me da una limosna / le canto
con alegría / las penas de San José / y de la Virgen María. / San José era su
padre, / Santa María su madre, / los ángeles sus hermanos / lo cogieron de
la mano, / lo llevaron a Belén, / desde Belén al Calvario / y del Calvario a la
fuente, / que allí estaba San Vicente / con una cruz en la frente. / Amén”. Todo

Sección Clero. Sign. 3174, f. 78.


29 Testamento de D n. Martín Sebastián.1663-1778, Archivo parroquial. Campillo de

Altobuey, s.p.
30 SANCHÍS SIVERA, J., Historia de San Vicente Ferrer, Valencia 1896, p. 200.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ Y DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE… 299

esto confirma el culto a San Vicente Ferrer en la comarca, su posible recorrido por
la misma y su influencia en la creación de cofradías de la Vera Cruz y Sangre de
Cristo, con lo que todo ello supone de culto a las reliquias y organización de
procesiones.

V. INFLUENCIAS DE LA COFRADÍA LLEGADAS A LA ACTUALIDAD

Una serie de prácticas piadosas relacionadas con el culto y devoción a la


Santa Cruz se han conservado en Campillo hasta el tiempo presente y lo más
probable es que en su origen esté la influencia de la Cofradía de la Vera Cruz
y Sangre de Cristo.

5.1. Realización de “altares” en los zaguanes de las casas

Tenían lugar con motivo de la celebración de la festividad de la Santa


Cruz de Mayo31, en que se conmemora la Invención o descubrimiento de la
reliquia de la Cruz de Cristo. Es una costumbre, aunque ya desaparecida en
el pueblo, de la que las personas mayores de la localidad todavía guardaban
memoria de ella, y todos los datos que se incluyen a continuación son debidos a
su lúcido recuerdo, como es el caso de mi propia madre. Consistía en que en
diez o doce casas del pueblo se confeccionaban estos altares, ubicados en el
portal de entrada a las mismas, que a lo largo del día iban a ser visitados por
los vecinos que lo deseasen, así como por los niños. Se hacía un “altar” - por
llamarlo de alguna manera- a la Santa Cruz y se adornaba la pequeña estancia
con flores, velas, cuadros de tema religioso, estampas, pequeñas imágenes (en
especial del Niño Jesús), colchas lucidoras, mantones de Manila (quien lo
tuviese o pudiera conseguir alguno), adornos hechos con papeles de colores,
etcétera, todo dispuesto en un tono muy naïf, con aire popular, y donde la
participación de los niños en edad escolar debió ser muy importante. Se ponía,
además, una hogaza de pan y una botella de vino para convidar a los visitantes. En
casas de economía más desahogada, el pan podía ser sustituido por un bizcocho
grande, y el vino corriente por otro preparado y endulzado con azúcar y canela u
otras especias o mediante el añadido de algún licor espirituoso o trozos de fruta,
algo parecido a la tradicional “zurra” o “zurracapote”.

En los años previos a la pasada guerra civil y en los durísimos años de la


posguerra, conseguir un trocito de pan y un buen trago de vino era un incentivo

31 MONTOYA BELEÑA, S., “Una costumbre perdida en Campillo de Altobuey: las

cruces de mayo”, en Programa de Fiestas de 1998. Ayuntamiento de Campillo, s.p.


300 SANTIAGO MONTOYA BELEÑA

más que suficiente para hacer ese recorrido por los altares dedicados a la
Santa Cruz. Y si ese trozo de pan podía ser un poco de bizcocho acompañado de
un vino dulce, pues mejor todavía. Era una ocasión de salir de casa, de encontrarse
con amigos, vecinos y familiares, de establecer o fortalecer relaciones amistosas
y tener un momento de convivencia lúdica y de ocio con los convecinos, sin
olvidar el sentido religioso de esta práctica, donde aparecen las especies
eucarísticas del pan y del vino, aunque sea en una versión laica pero cargada
del mismo sentido de comunión, de participación, de simbolismo sagrado, de
práctica de la caridad cristiana y de entrega de un pequeño trozo de pan bendecido
por los sacerdotes que también pasaban a visitar los altares y no perderían la
ocasión de adoctrinar a los fieles con los que se encontraran. Estos altares, o
dioramas sacros, los hacía quien quería, quien tenía el gusto de hacerlos o
que lo había ofrecido, por las razones que fueran, personales o religiosas, es
decir, que no había que ser hermano de ninguna cofradía, pero lo más probable
es que estos montajes piadosos o “altares” los hicieran los miembros de la
Cofradía de la Santa Cruz, que irían rotando en los años sucesivos.

Esta pequeña invitación a los visitantes, recuerda un poco lo que sucedía


por los años ochenta en nuestras ciudades con los miembros de la asociación
de los Hare Krishna, los cuales recorrían las calles y plazas cantando y bailando,
haciendo sonar sus platillos y tambores, a la vez que regalaban a los transeúntes,
gratis et amore, un dulce pastelillo, explicando que el hecho de dar algo a los
demás les servía para practicar el desprendimiento y la generosidad y para
producir vibraciones positivas muy beneficiosas para el cuerpo y para el alma del
que hace la entrega y del que lo recibe, que va a tener la oportunidad de practicar
el agradecimiento, se va a ver impelido a hacer lo propio con otras personas y, en
definitiva, va a contribuir a hacer un mundo mejor. En el fondo, la práctica
campillana puede albergar esta profunda intención, aunque aparentemente
fuera una sencilla práctica de comensalismo, propiciadora de la relación
social lúdico-festiva, de solidaridad vinculada a la devoción y culto a la Santa
Cruz, una ocasión para la ruptura de la rutina cotidiana gracias a la organización
de un pequeño acontecimiento que se sale de lo habitual. En Valencia todavía se
le siguen haciendo monumentos o altares florales por algunas calles y plazas
o a las puertas de determinadas instituciones (ayuntamiento, Generalitat,…)
y organizaciones sociales.

5.2. Romería al conjuratorio o humilladero de la Cruz de las Reliquias

En la actualidad, esta pequeña construcción es una hornacina para albergar y


proteger la Cruz de las Reliquias, de cuyo fuste y brazos colgaban tradicionalmente
numerosas medallas y relicarios. Está ubicada a unos tres o cuatro kilómetros
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ Y DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE… 301

del pueblo, en los montes vecinos conocidos como los “Cerros de la Cruz de
las Reliquias”, por donde entraba la Cañada de los Serranos o del Reino de
Valencia, del Honrado Concejo de la Mesta. La actual hornacina32 se hizo el
año 1951, en plena posguerra y triunfo del nacionalcatolicismo, y a ella acudía
la gente del pueblo en procesión, presidida por el cura del lugar que rezaba y
cantaba el rosario por el camino. Al llegar la romería a la hornacina era costumbre
cantar los “Mayos” a la Santa Cruz, de cuya letra y melodía todavía se acuerdan
algunas personas mayores del lugar. Y al finalizar estos actos religiosos, los
participantes se entregaban a pasar un día de entretenimiento o excursión, sobre
todo los escolares, jugando por entre aquellos mares de romero y tomillo, yendo
de vez en cuando a curiosear y contemplar la Santa Cruz en su hornacina y
todos los relicarios y medallas que colgaban de ella.

Su historia se pone en relación con las guerras carlistas, causantes de la


desaparición de la cruz originaria -quién sabe-, aunque en el inventario de
1901 y en lo correspondiente al Hospital y ermita del Cristo de Burgos, se hace
mención de una Cruz de las Reliquias, desaparecida definitivamente en los
desmanes de la guerra civil. Puede que haya algo de cierto en la relación con
los episodios carlistas, de lo que ha guardado memoria una bella estrofa de
poesía popular. Las levas de soldados, las quintas, los jóvenes obligados a enrolarse
en los ejércitos, eran muy temidas por las madres, que veían cómo se llevaban a
sus hijos siendo bien jóvenes, y se encomendaban a la Santa Cruz para que
esto no ocurriera, y si sucedía, que volvieran pronto sanos y salvos. La estrofa dice
así: “Cruz de Mayo, Cruz de Mayo, / Cruz de Mayo en primavera /, cuando a
los pobres soldados / se los llevan a la guerra”. Seguramente se trataría de
una composición más larga, con más estrofas, y a lo mejor era cantable, pero
es lo poco que en ese momento recordaba mi propia madre, que fue quien
me la recitó. Hace bastantes años que la gente no va en romería a la Cruz de
las Reliquias, no existe ningún aliciente para hacerlo, no hay fuentes de agua, no
hay árboles frondosos ni espacios abiertos y organizados que permitan los
juegos y el asueto, solo una cruz de palo sigue en su hornacina, atendida por un
pequeño grupo de campillanos entusiastas de sus tradiciones y de su historia.

5.3. El canto de los Mayos a la Santa Cruz

En el apartado anterior acabamos de mencionar que al llegar los participantes


en la romería a la Cruz de las Reliquias se cantaban unos “mayos” a la Cruz.
Además, debió ser costumbre cantar también otros mayos a la Cruz en la

32 MONTOYA BELEÑA, S., “La Cruz de las Reliquias de Campillo”, en Programa Fiestas

2016. Ayuntamiento Campillo, s.p.


302 SANTIAGO MONTOYA BELEÑA

anochecida del día 2 al 3. Lo cierto es que ahora mismo existe un tercer


mayo para banda de música dedicado a la Santa Cruz, compuesto en Badajoz el
año 1918 por el músico militar Pedro Parra Alberruche, y de esta composición,
así como de otros mayos me ocupé largamente en el Simposium que se dedicó
al patrimonio inmaterial33. En sus estrofas la Cruz es presentada como nuestra
defensa contra el diablo, como el árbol más hermoso y florido porque fue
bañado por la sangre del Redentor, y como el signo que aparecerá en los
cielos el día del Juicio Final para castigar a los malos y como premio para
los buenos. En definitiva, se trata de corroborar una vez más la devoción a la
Santa Cruz y a la Sangre de Cristo mediante el canto de los mayos a ellas
dedicados, prácticas que se insertan en las festividades primaverales del ciclo
de mayo y que han llegado hasta la actualidad.

VI. CONCLUSIÓN

A modo de conclusión y recapitulando lo que va dicho, lo primero que


hay que destacar es la existencia de la propia cofradía en Campillo, demostrada
con el hallazgo de unos cuantos cuadernillos traspapelados, sueltos y mezclados
con otros documentos pertenecientes o relacionados con las actividades de la
cofradía. En segundo lugar, hay que añadir las referencias documentales hechas
al respecto en los Libros de Fábrica de la parroquia, en los de otras cofradías y
en las Capitulaciones Fundacionales del convento agustino recoleto de Nuestra
Señora de la Loma, fechadas en 1680. En tercer lugar, es preciso destacar el
culto a San Vicente Ferrer, del que hubo imagen, reliquia y altar, santo que pasa
por ser en alguna medida el inspirador de estas cofradías y procesiones de
disciplinantes. En cuarto lugar hay que señalar la presencia e influencia del
franciscanismo y su devoción por las reliquias del Lignum Crucis y de la Santa
Espina, presentes en Campillo, así como el aliento que infundieron a otras
cofradías pasionarias. En quinto lugar, todo ese culto y devoción a la Cruz y
a la Sangre de Cristo, ha pervivido en una serie de prácticas conservadas hasta el
momento presente, como son el canto de los mayos a la Cruz, la realización de
altares domésticos y la romería a su conjuratorio. Y en sexto lugar, ya se puede
añadir una nueva cofradía más a aquel Informe General que mandó realizar el
Conde de Aranda en el siglo XVIII, la de la Vera Cruz y Sangre de Cristo de
Campillo, de la que no se tenía conocimiento al no haber respuestas por parte de
la provincia de Cuenca, circunstancia que la dejó carente de una información
muy rica para el conocimiento de su historia y de la religiosidad popular.

33 MONTOYA BELEÑA, S., “Los mayos como patrimonio cultural inmaterial. Algunos

ejemplos conquenses”, en Actas simposium El Patrimonio Inmaterial de la Cultura


Cristiana, 5-8 septiembre, 2013. San Lorenzo de El Escorial 2013, pp. 421-22.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ Y DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE… 303

San Vicente Ferrer. Xilografía. Conjuratorio de la Cruz de las Reliquias.


Siglo XVIII. Colección particular. Campillo de Altobuey (Cuenca), 1951
Valencia. (rest.). Archivo Santiago Montoya.

Cruces de Caravaca. Siglo XVIII. Hospital del Cristo de Burgos. Siglos


Colección Santiago Montoya. XVIII-XVIII. Campillo de Altobuey
(Cuenca). Archivo Santiago Montoya.
304 SANTIAGO MONTOYA BELEÑA

Santuario y Convento de Nuestra Señora Capilla del Hospital del Cristo de


de La Loma Agustinos Recoletos. 1690. Burgos. Siglos XVI-XVIII. Altar Mayor.
Campillo de Altobuey (Cuenca). Archivo Campillo de Altobuey. Cuenca. Archivo
Santiago Montoya. Santiago Montoya.

Iglesia Parroquial de San Andrés Cruz de Caravaca. Sigl XVIII. Reverso.


Apóstol. Siglos XVI-XVII. Campillo Colección Santiago Montoya.
de Altobuey. Cuenca. Archivo Santiago
Montoya.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ Y DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE… 305

Portada Iglesia Hospital del Cristo de Burgos. Siglos XVI-XVIII. Detalle.


Campillo de Altobuey (Cuenca). Archivo Satiago Montoya.

Portada Iglesia Hospital del Cristo de Burgos. Siglos XVI-XVIII. Campillo


de Altobuey (Cuenca. Archivo Santiago Montoya.

De Cabildo de la Vera Cruz a Archicofradía
de Paz y Caridad. La procesión del
Jueves Santo en Cuenca

Julián RECUENCO PÉREZ


Instituto de Estudios Conquenses

I. Introducción.

II. Cabildo de la Misericordia.

III. Cabildo de la Vera Cruz y Nuestra Señora de la Misericordia.

IV. Archicofradía de Paz y Caridad.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 307-320. ISBN: 978-84-697-5400-9


I. INTRODUCCIÓN

Hasta hace veinte años, poco más o menos, era bastante escaso lo que en
realidad se conocía de la historia de la Semana Santa de Cuenca; o al menos,
ésta se basaba más en una mitología reinventada por literatos, pues los historiadores
aún no habían entrado en una investigación seria y rigurosa del pasado de
esta celebración. Así, fueron surgiendo aspectos que en realidad nada tienen
que ver con la historia de nuestra Semana Santa, como el supuesto origen gremial
de nuestras cofradías. A este respecto, debemos insistir en que una cosa eran las
cofradías gremiales, cerradas para todas aquellas personas que no formaran parte
de los propios gremios o profesiones que las amparaban, y otra muy diferente las
cofradías penitenciales, de carácter abierto, y cuyo principal y a menudo casi único
referente social era la procesión, en el ámbito temporal de la Semana Santa.
También, en base a una supuesta concordia entre los religiosos agustinos y los
trinitarios fechada en 1585, se creó en la penúltima década del siglo pasado un
cuarto centenario inexistente, llegando a dar incluso categoría de decanato, de mayor
antigüedad, a una procesión que en realidad, ahora se sabe, es la más joven de las
tres procesiones clásicas conquenses. El documento trataba de otro tipo de
procesiones, como la del Corpus, y se refería sólo a los propios institutos religiosos
aludidos.

Y reduciendo ahora el conjunto de toda una procesión al detalle de una


hermandad particular, y de un asunto todavía más particular e íntimo to de la
cofradía, el tema de la joya que luce la talla de Jesús en el paso de Nuestro Padre
Jesús Orando en el Huerto de la vespertina tarde de Jueves Santo, se ha convertido
ya en un asunto más propio de la leyenda que de la historia. En efecto, se cuentan
historias hermosas, pero absurdas desde el punto de vista histórico, de ladrones
arrepentidos y de tardes románticas de lluvia abundante que obligaron a suspender
una procesión perdida entre las brumas del pasado; de milagros, en fin, realizados
por una talla de Jesús orando en el huerto, la antigua que fuera restaurada por Marco
Pérez después de la Guerra Civil, como si con ello Él hubiera pretendido lucir para
siempre esa medalla de oro y filigrana de plata cada nuevo Jueves Santo.

He leído incluso en algún lugar historias de un supuesto y desconocido


“señor de Mariana”, dicho así, con ese carácter nobiliario y señorial que nunca
DE CABILDO DE LA VERA CRUZ A ARCHICOFRADÍA DE PAZ Y CARIDAD… 309

tuvo. Sería interesante investigar el verdadero origen de la joya, datable quizá en


los años finales del siglo XVIII o la centuria siguiente, y su incorporación real al
paso del viejo cabildo de la Vera Cruz, pero es más que presumible que el hecho
pueda estar relacionado con cualquiera de los tres secretarios de este apellido, que
se fueron sucediendo a lo largo de casi toda la centuria decimonónica, tanto
en la imprenta familiar como en la dirección de la hermandad: Valentín
(1814-1826), Pedro (1826-1867) y Manuel (1867-1882), tres generaciones de
impresores y cofrades. Y a todo esto, habría que añadir, según un viejo texto de
Ángel Martínez Soriano, que el paso en su conjunto “fue donado por los herederos
de los señores de Mariano”1. Sin duda se trata de un error tipográfico y de
concepto, que debe estar relacionado también con esta familia de impresores.

Afortunadamente, la realidad ha ido cambiando en los últimos años gracias a


nuevas investigaciones, realizadas ya con un carácter más científico. Sin embargo,
todavía pueden leerse en algunas publicaciones periódicas, incluso en guías y
otros libros similares, afirmaciones que han sido ya desestimadas por completo
por los historiadores. Mucho queda todavía por hacer, establecer sobre todo
fechas y frecuencias cronológicas, comprobar por ejemplo, de manera fehaciente,
la más que supuesta relación de los franciscanos con el origen de nuestra Semana
Santa, en Cuenca como en el resto de España, de la que luego hablaremos, o
averiguar las autorías de aquellos pasos que fueron destruidos durante la Guerra
Civil. Pero si queremos avanzar en el conocimiento de nuestro pasado, como
conquenses y como cofrades, lo primero que tenemos que hacer es afianzar
los conocimientos que ya tenemos, desechar por completo todas esas leyendas que
sólo conducen al desconocimiento. Éste y no otro es el verdadero sentido de este
trabajo, un trabajo de síntesis y de recopilación de los datos que ya tenemos del
cabildo de la Vera Cruz, origen de la actual archicofradía de Paz y Caridad, que es
sin duda, y a pesar de lo que se nos diga, el más antiguo de nuestra Semana Santa.

II. CABILDO DE LA MISERICORDIA

La primera referencia que tenemos de la existencia de un cabildo o hermandad


bajo la advocación de la Misericordia se la debemos al medievalista José María
Sánchez Benito, y está fechada en el año 1438. Se trata de una donación realizada
por el concejo de la ciudad a los cofrades de ese cabildo, de una cantidad de
tres mil reales para apoyar la construcción de un hospital2. Por supuesto, no
se trata todavía de una hermandad de carácter penitencial, sino puramente

1 MARTÍNEZ SORIANO, A., Pinceladas históricas de las cofradías de la Semana Santa


de Cuenca, Caja de Ahorros de Cuenca y Ciudad Real, Cuenca 1981, p. 18.
2 SÁNCHEZ BENITO, J.M., El espacio urbano de Cuenca en el siglo XV, Diputación

Provincial, Cuenca 1997, p. 15.


310 JULIÁN RECUENCO PÉREZ

asistencial, y ni siquiera sabemos si era la misma o estaba de alguna manera


relacionada con la que, casi cien años más tarde, surgiría de manera definitiva y
tendría como principal obligación la asistencia a los condenados a la pena de
muerte. En efecto, durante la celebración de la sesión del ayuntamiento
correspondiente al 21 de agosto de 1526, éste solicitaba de Carlos I la
autorización real para la creación, bajo patronato municipal, de un cabildo de
seglares bajo este mismo título de la Misericordia, con el fin de enterrar a
pobres y ajusticiados3.

La autorización no tardó demasiado tiempo en llegar a la ciudad del Júcar.


En efecto, ya en 1527, el cabildo municipal tomaba nota de que el todavía joven
emperador Carlos había accedido a ello, y hacía las primeras gestiones en
este sentido. Y la primera de ellas era la de nombrar a su primer prior en la
persona de uno de los regidores de la ciudad, Juan de Ortega4. Claramente
relacionado con este hecho es un contrato firmado entre este regidor y cierto
Maestro Miguel, cantero vizcaíno documentado en Cuenca durante el primer
cuarto del siglo XVI, por el que éste se obligaba a colocar una cruz de piedra
en el Campo de San Francisco5, un lugar cercano a la ermita de San Roque, que se
había convertido desde un primer momento en la sede canónica de la nueva
cofradía.

Finalmente, ya en 1527 se presentaba una solicitud para que el ayuntamiento


tomara las medidas necesarias para asegurar la pervivencia económica de la
nueva cofradía6. La solicitud venía firmada por uno de sus regidores, Fernando de
Valdés, por lo que resulta conveniente incidir algo en la personalidad del
solicitante, pues se trata de una de las personas más importantes social y
económicamente de la Cuenca de las primeras décadas del siglo XVI. Era el
padre de los hermanos Alfonso y Juan de Valdés, humanistas ambos, perseguidos
ambos en algún momento por su adscripción al primer erasmismo, de cuyo
fundador fueron amigos, a pesar de la importante condición social que ambos
tenían tanto en la corte de Carlos I, de quien el primero era secretario, como
en la del Papa, Adriano VI, de quien el segundo fue camarero.

Sobre el padre hay que decir que éste, a pesar de su origen converso,
había sido criado de Andrés de Cabrera en sus años juveniles, y estaba al

3
Archivo Municipal de Cuenca. Legajo 240. Expediente 1.
4
MUÑOZ Y SOLIVA, T., Nota de todos los Ilustrísimos Señores que han regido la
diócesis de Cuenca, Cuenca 1860, p. 384.
5 ROKISKI LÁZARO, M.L., La arquitectura del siglo XVI en Cuenca, Diputación

Provincial, Cuenca 1989, p. 172.


6 Archivo Municipal de Cuenca. Legajo 1508. Expediente 3. Transcripción de Miguel

Jiménez Monteserín.
DE CABILDO DE LA VERA CRUZ A ARCHICOFRADÍA DE PAZ Y CARIDAD… 311

frente del partido del primer marqués de Moya en las relaciones de poder de
la ciudad. Por mediación de él había sido nombrado regidor ya en 1482, año
en el que también había empezado a ejercer el cargo de procurador en Cortes,
representado a la ciudad ante los Reyes Católicos, y permaneció en la regiduría
durante cerca de cuarenta años, hasta 1520. En esta fecha, al menos oficialmente,
renunció al cargo en beneficio de su hijo primogénito, Andrés. Sin embargo,
su dimisión no le impidió seguir asistiendo a las reuniones del cabildo hasta su
muerte, acaecida en 1530. Dos meses después de haber renunciado al cargo
de regidor estallaría el conflicto de las Comunidades, que en Cuenca estaba
dirigido por Luis Carrillo de Albornoz, señor de Torralba y de Beteta, y que no
llegaría a tener demasiada importancia en la ciudad por la rápida desafección de
éste, pero que se llevó por delante a algunos de los regidores, y entre ellos el
ya citado Juan Ortega7.

Y también sobre sus dos hijos más famosos, Alfonso y Juan de Valdés,
debemos decir alguna cosa más. Y es que a ambos, amigos de Erasmo como
se ha dicho y seguidores de algunas de sus tesis, se les ha atribuido en los
últimos años la autoría de una de las más grandes novelas españolas del siglo XVI,
La vida del Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades. Al primero
viene atribuyéndoselo desde hace años la profesora Rosa Navarro Durán, catedrática
de literatura española en la Universidad de Barcelona, especialista en la figura del
erasmista conquense, y ya ha publicado alguna edición crítica de la ya no tanto
novela anónima bajo la autoría abierta del conquense8. Por su parte, al segundo se
la ha atribuido más recientemente el hispanista norteamericano Daniel Crews,
profesor en la Central Missouri State University9.

No vamos a entrar aquí en disquisiciones sobre estilos y maneras de escribir,


que han llevado a dichas atribuciones, y que nada tienen que ver con este trabajo,
que pero sí en la relación que el padre tuvo con este tipo de hermandades
asistenciales, de las que la Misericordia no fue la única, y con el tema principal de
la obra literaria, que es la mendicidad. Y es que Daniel Crews ha demostrado
que la relación de Fernando de Valdés con este tipo de instituciones religiosas y
sociales, que en realidad tan relacionadas estaban ya entonces con eso que se
ha venido a llamar policía sanitaria, y que siempre ha sido una de las más
importantes intereses de todos los ayuntamientos.

7 CABALLERO, F., Alfonso y Juan Valdés, edición facsímil, Ayuntamiento de Cuenca,

Cuenca 1995, pp. 65-69.


8 Edición en Alianza Editorial, Madrid 2016.
9 CREWS, D., “Biografía y autobiografía novelesca: nuevos datos sobre Juan de Valdés y

Lazarillo de Tormes”, en Actas del XVI Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas,


Edición en internet: http://cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/16/aih_16_2_066.pdf. Consultado el
12 de mayo de 2017.
312 JULIÁN RECUENCO PÉREZ

En este caso se trataba de la cofradía de San Lázaro (quizá no sea tampoco una
casualidad el nombre del protagonista de la gran novela picaresca, que en el
último cuarto de la centuria anterior estaba establecida extramuros de la ciudad de
Cuenca también con un claro sentido asistencial. Se trata, una vez más, de
una advocación que era común en toda España, y en este sentido hay que
recordar que la palabra lazareto suele designar a ciertos hospitales que durante
toda la Edad Media se fueron estableciendo en lugares apartados de las ciudades,
aislados de ellas, en las que eran asistidos los enfermos que estaban afectados de
enfermedades infeccionas, como la peste.

En el caso de la hermandad conquense de San Lázaro, y según informa el


propio Crews, en el año 1525 la mayoralía estaba al cargo también del
propio Fernando de Valdés, quien, como tal,

“dirigía las propiedades y rentas que apoyaban al hospital y las casas


que cuidaban a los mendigos enfermos, y coordinaba el trabajo de la
cofradía asociada. Por su servicio, Fernando recibió 10.000 maravedíes
de la Cámara de Castilla y otros fondos de la renta de la mayoralía”.

No debe ser casual tampoco que la ermita en la que el cabildo de la Misericordia


tenía su sede estuviera dedicada precisamente a San Roque, que desde los
primeros años de la centuria había empezado a sustituir en toda España a San
Sebastián como patrón contra la peste.

Volviendo al cabildo de la Misericordia, o del cabildo de Nuestra Señora


de la Misericordia, como también se le conoce sobre todo a partir de mediados de
siglo, no son demasiados los datos que tenemos. Destaca entre ellos, cierta
obligación firmada por el carpintero Cebrián de León, fechada el 8 de
diciembre de 1543, por el que éste se obligaba con los cofrades del cabildo a
realizar obras de acondicionamiento en la ermita de San Roque10. También
conocemos los nombres de algunas personas de las que formaban parte de
éste, como Francisco Becerril, autor de la famosa custodia que fue destruida
durante la Guerra de la Independencia; el arquitecto Francisco de Luna, autor del
puente de piedra que fue edificado para unir el convento dominico de San Pablo
con el resto de la ciudad; y el herrero Francisco Martínez, yerno del escultor e
imaginero flamenco Giraldo de Flugo.

10 ROKISKI LÁZAR, M.L., o.c., p. 359.


DE CABILDO DE LA VERA CRUZ A ARCHICOFRADÍA DE PAZ Y CARIDAD… 313

III. CABILDO DE LA VERA CRUZ Y NUESTRA SEÑORA DE LA


MISERICORDIA

Hasta ahora hemos venido hablando de un cabildo o cofradía con carácter


puramente asistencial, dedicado a enterrar a los pobres de la ciudad y, sobre
todo, a los condenados a la pena capital, y también a asistirles en sus últimas
horas de vida. Por lo tanto, éste no tenía carácter penitencial, y por lo tanto
no estaba de ninguna manera relacionado con la celebración de la Semana
Santa. Sin embargo, el hecho ya había cambiado para el año 1575, cuando se
firmaba una nueva concordia o contrato entre la propia cofradía, representada
por su prioste o hermano mayor, que en ese momento era el boticario Blas de
Murcia, y los carpinteros Diego Gil, Pedro de Iturbe y Juan Palacios. Estos
se comprometían a reformar de nuevo la iglesia, apenas treinta años después
de que se hubieran realizado las últimas obras. Pero ahora, la advocación
completa con la que aparece mencionada la hermandad es cabildo de la Vera
Cruz y Nuestra Señora de la Misericordia11.

Y si esta advocación de la Vera Cruz no fuera suficiente por sí misma


para certificar el nuevo rumbo penitencial que el cabildo ya había adquirido,
otros documentos, fechados respectivamente en 1580 y 1588, demuestran que la
hermandad ya disponía de algunas imágenes que, por sus características, habían
sido concebidas para la procesión del Jueves Santo, y entre ellas una talla de
Jesús Nazareno. Por ambos documentos, el escultor Giraldo de Flugo y el pintor
de origen italiano Bartolomé de Matarana, se obligaban a realizar sendas obras
similares para las hermandades respectivas de Zaorejas y Alcocer, en la actualidad
pueblos los dos de la provincia de Guadalajara, pero que entonces dependían de la
diócesis de Cuenca. Ambos artistas, aunque de origen extranjero, habían abierto
desde algunos años antes taller en la capital conquense, y debían utilizar como
modelo para sus obras la talla de Jesús Nazareno que era propiedad de la hermandad
de Cuenca12.

¿Qué es lo que pudo suceder para que en apenas cincuenta años se produjera
en el seno del instituto esta transformación en la advocación completa del cabildo,
incorporándose de esta manera a su antigua función social una nueva función
eminentemente penitencial? El hecho, desde luego, debe estar relacionado
con el importante desarrollo teatral y festivo que tuvo en aquella época la

11 Archivo Histórico Provincial de Cuenca. Sección notarial. P-282. Francisco Pardo (1572-
1577).
12 Archivo Histórico Provincial de Cuenca. Sección notarial. P-498. Gabriel de Valenzuela
(1580). AHPC. Sección Notarial. P-671. Diego de Alarcón (1586-1590). Recogido por IBÁÑEZ
MARTÍNEZ, P.M., Orígenes de la Semana Santa de Cuenca (siglos XVI-XVII), Alfonsípolis,
Cuenca 2007, pp. 63-73.
314 JULIÁN RECUENCO PÉREZ

celebración de la Semana Santa en la calle, y que tuvo su máximo apogeo,


primero y a nivel particular de estas hermandades de la Vera Cruz, con la
concesión por parte del papa Pablo III de ciertas indulgencias y beneficios a la
cofradía de la Vera Cruz de Toledo, extensibles también al resto de instituciones
similares del resto de Castilla, y a nivel más generalizado, con las tesis aprobadas
durante el concilio de Trento, que se celebró en la ciudad italiana entre 1545 y
1563. Y desde luego, tuvo que producirse sólo de dos maneras posibles: que
dentro del propio cabildo de la Misericordia hubiera surgido entre sus hermanos
una devoción lógica a la Cruz como instrumento de martirio de Cristo, o que
en realidad se tratara en su origen de dos cofradías diferentes, unidas estas en
algún momento anterior al ya citado año 1575.

En favor de la primera de ellas, hay que decir que no se trataría de la única


hermandad de la Vera Cruz que tenía también una doble función penitencial
y asistencial, y en concreto la de enterrar a los ajusticiados se da también en
otras hermandades radicadas sobre todo en la mitad norte de España, como
en Salamanca, Vitoria y algunas poblaciones gallegas; sobre este asunto ya he
tratado más detenidamente en otros trabajos anteriores, por lo que no considero
necesario extenderme demasiado13. También son abundantes en la comarca
de La Rioja las hermandades de la Vera Cruz que tenían encomendada la
misma misión, como ha demostrado Fermín Labarga14, y en Valladolid,
según Luis Fernández Martín, lo hacía la hermandad de Nuestra Señora de la
Misericordia15.

Sin embargo, no son extraños tampoco los casos que se pueden citar de
hermanamiento entre dos cofradías diferentes, incluso también entre cofradías
que tenían fines distintos. Por otra parte, sería lógico pensar que, de ser
cierta la teoría de un origen interno de la nueva advocación penitencial en el
seno de la cofradía asistencial, esta devoción debía haber irrumpido con fuerza
después de 1543; en ese año está datado el primer convenio para arreglar la
sede de la cofradía, y en él no se menciona todavía ninguna referencia
devocional a la Cruz. Una fecha, desde luego, demasiado tardía para la
creación de una hermandad de este tipo, que en casi todas las ciudades y
pueblos españoles, grandes y pequeños, fue el origen de las procesiones de
Semana Santa, y que tuvo su primer gran impulso durante el primer tercio de
la centuria.

13
Principalmente en mi libro Ilustración y cofradías. La Semana Santa en Cuenca en la
segunda mitad del siglo XVIII, Junta de Cofradías, Cuenca 2001, pp. 89-90.
14 LABARGA GARCÍA, F., Las cofradías de la Vera Cruz en La Rioja. Historia y

espiritualidad, Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Logroño 2000.


15 FERNÁNDEZ MARTÍN, L., Asistencia social en Valladolid. Siglos XVI-XVIII, Universidad

de Valladolid, 1999, p. 19.


DE CABILDO DE LA VERA CRUZ A ARCHICOFRADÍA DE PAZ Y CARIDAD… 315

En el marco de su estudio sobre la cofradía de la Vera Cruz de Cuenca y


su relación con el origen de la Semana Santa, Pedro Miguel Ibáñez ha
estudiado las constituciones de diversas hermandades de este tipo existentes
en el conjunto de la diócesis, y ha establecido algunas fechas que nos resultan
interesantes16. Son fechas que remiten todas ellas a la segunda mitad del
siglo, es cierto, pero hay que tener en cuenta que se trata en todas las ocasiones
del año de aprobación de sus constituciones respectivas, no el año de fundación
de la hermandad. Por mi parte, yo también he investigado a la hermandad de
la Vera Cruz de Navalón, un pequeño pueblo situado a apenas quince kilómetros
de la capital de la diócesis, de la cual en aquella época era una simple aldea17. A
partir de la documentación podemos saber que esta hermandad ya había
celebrado su primera procesión en 1536, y no sería lógico pensar que todas
esas hermandades, establecidas en núcleos rurales sometidos a la influencia
de la diócesis conquense, pudieran ser más antiguas que la propia cofradía
homónima de la capital del obispado.

Pero bien se trate de una posible fusión de dos hermandades diferentes en


origen, o se trate de una única hermandad con una advocación desdoblada, algo
que sólo de descubrimiento de nuevos documentos hasta hoy desconocidos
podrían clarificar, lo que sí nos parece claro es la influencia que los religiosos del
vecino convento franciscano pudieron tener en el desarrollo de la devoción
crucífera entre los habitantes de la ciudad del Júcar. Hay que recordar que la
hermandad tenía su sede en la ermita de San Roque, frente al propio convento
franciscano, y en lo que se podría llamar su compás o zona de influencia. Hay
que recordar también el encargo de su primer prior, Juan de Ortega, para la
elaboración de una cruz de piedra en el Campo de San Francisco, que con el
paso del tiempo pasaría a llamarse Cruz del Humilladero, dando origen con ello
a otra leyenda ambientada incluso en el tiempo de la conquista de la ciudad
por el rey Alfonso VIII.

Pero si estos datos de carácter espacial no bastaran por sí mismos para


establecer esta relación, podemos aducir también la generalizada devoción
que en el instituto franciscano tuvo el culto a la Cruz y a todo lo que con ella
estaba relacionado, y que se fue extendiendo por todo el país gracias a su
poderosa influencia,. En efecto, son muy numerosas las hermandades de la Vera
Cruz que fueron creadas por los religiosos de San Francisco. En mi libro ya
aludido, Ilustración y Cofradías, ya he insistido pormenorizadamente sobre este
aspecto, pero creo conveniente insistir un poco más en ello. También lo han

16IBÁÑEZ MARTÍNEZ, P.M., o.c., pp.48-59.


17 RECUENCO PÉREZ, J., “La hermandad de la Vera Cruz de Navalón en el siglo
XVIII”, en Archivo Conquense, 2 (1999) 211-246.
316 JULIÁN RECUENCO PÉREZ

hecho otros especialistas en el tema, como José Sánchez Herrero18 y el ya


citado Fermín Labarga19.

Pero además de esa relación entre los franciscanos y el culto a la Vera


Cruz, rastreable con facilidad en los ámbitos sevillano y riojano, el proceso
se dio también en otras partes de España: Galicia, Extremadura, Castilla-La
Mancha, Navarra,… Y también en otras partes de Andalucía: la hermandad
malagueña de la Vera Cruz, por ejemplo, también estaba radicada canónicamente
en el convento franciscano de San Luis el Real. Por cierto, también esta cofradía
malagueña tenía a su cargo otras hermandades filiales, como la de Nuestra
Señora de la Esclavitud20.

Dicho esto, la centuria siguiente sería un tiempo de crisis y apogeo a un


mismo tiempo. Crisis en la cofradía matriz, que en 1610 se vería afectada por un
enfrentamiento entre el prioste de ese año, Jerónimo Bayo, y su antecesor en
el cargo, Jerónimo de Pedraza, por un asunto relacionado con la falta en los
fondos de la cofradía de una cantidad importante de dinero, cerca de los veinte
mil maravedíes, que éste había empleado, según sus propias manifestaciones, en
la adquisición de ciertas indulgencias papales que, sin embargo, no habían
llegado a la cofradía21. Y que medio siglo más tarde, en 1676, solicitaba del
corregidor de la ciudad, Juan de Porres Monroy, ayuda institucional para darle
un nuevo impulso22. Según este documento, en el que la cofradía recibía ya
una triple advocación Vera Cruz, Sangre de Cristo y Misericordia, éste se componía
en ese momento de sólo dieciséis hermanos, los cuales solicitaban la aprobación
de unas constituciones nuevas, más benignas, que pudieran facilitar la incorporación
de nuevos cofrades entre los habitantes de la ciudad.

Y al mismo tiempo, de apogeo entre sus hermandades filiales, que habían


surgido a lo largo de toda la centuria con el fin de organizar, dentro del conjunto
procesional del Jueves Santo, la parte de la misma que correspondía a cada uno
de esos pasos. Estas primeras hermandades satélites eran cuatro, y fueron el germen
para que después, completamente independientes respecto del cabildo matriz, se
convirtieran en las primeras hermandades actuales. El proceso fue paralelo al

18
SÁNCHEZ HERRERO, J., “Las cofradías de Semana Santa de Sevilla durante la
modernidad. Siglos XVI a XVII, en Las cofradías de Semana Santa en la modernidad, Universidad,
Sevilla 1999.
19 LABARGA GARCÍA, F., o.c.,
20 ÁLVAREZ, C. I., Cofrades, frailes y provisores. Un pleito en la Málaga del siglo

XVIII, Agrupación de Cofradías, Málaga 2016.


21 Archivo Diocesano de Cuenca. Curia Episcopal. Audiencia. Legajo 822. Expediente 1745.
22 MOYA PINEDO, J., “Colección de documentos inéditos sobre la historia de la Semana

Santa de Cuenca”, en Cuadernos de Semana Santa, (1993) 36-38.


DE CABILDO DE LA VERA CRUZ A ARCHICOFRADÍA DE PAZ Y CARIDAD… 317

que se dio también en el cabildo de San Nicolás de Tolentino y la procesión


de la madrugada del Viernes Santo.

En el caso que nos ocupa, estas hermandades filiales fueron las de Jesús
Nazareno, Virgen de la Soledad, Paso del Huerto y Paso de la Caña. Todas
ellas compartían capilla en la ermita de San Roque, la llamada en la
documentación “capilla de los Pasos”, y su relación de dependencia todavía
con el cabildo matriz se puede observar en ciertas cartas de obligación que se
conservan en el Archivo Diocesano de Cuenca. A modo de ejemplo, podemos
citar la firmada en 1646 por un tal Francisco del Castillo de Albaráñez, quien
se obligaba a pagar la cantidad de quinientos noventa reales

“a la hermandad del Paso del Huerto, que es de la cofradía de la


Sangre de Christo nuestro bien, sita en la ermita del señor San Roque”23.

Ya hemos visto que se trata de la misma cofradía de la Vera Cruz.

Como hemos dicho, el proceso de independencia de estas hermandades


respecto del cabildo matriz concluyó a lo largo del siglo XVIII. La hermandad del
Paso del Huerto ha conservado hasta los últimos años del siglo pasado dos libros
de actas, hoy perdidos a pasar de que dio cuenta de ello Ángel Martínez Soriano,
el primero de los cuales arrancaba de 1741. La primera acta está fechada el 9
de abril de ese año, y en ella se recogía, parece ser, la aprobación de sus
constituciones por el provisor general de la diócesis, Diego de Viana, y en
ella consta además el nombre de su primer secretario, Antonio Avendaño. Es
lógico pensar, por lo tanto, que fue en este momento cuando la cofradía
consiguió su total independencia. Respecto al resto de las hermandades no
podemos datar la fecha exacta de en la que se llevó a cabo este proceso, aunque
parece ser que la de la Virgen de la Soledad conservó también hasta hace
algún tiempo un libro de actas que arrancaba en 1736.

IV. ARCHICOFRADÍA DE PAZ Y CARIDAD

La historia posterior del cabildo de la Vera Cruz ya es más conocida por


todos, aun cuando el reciente descubrimiento de algunos documentos de archivo
han sacado a la luz algunos datos que complementan esta historia. En 1810,
los franceses que invadieron la ciudad, incendiaron la ermita de San Roque,
quedando ésta reducida a un conjunto de escombros, lo que obligó a los hermanos

23 Archivo Histórico Provincial de Cuenca. Sección Notarial. P-1025. Juan de Solera

(1646).
318 JULIÁN RECUENCO PÉREZ

de los cuatro pasos que recibían culto en ella, a trasladar temporalmente las
imágenes a la pequeña iglesia de San Esteban. Al mismo tiempo, el propio
cabildo de la Vera Cruz hizo frente a un nuevo proceso de crisis, que obligó a su
vez a sus hermanos, apenas ahora unos diez cofrades, a solicitar de la diócesis
autorización para que fuera suprimida oficialmente la institución

“y que la poca zera que ha quedado se reparta entre los cortos individuos
que son acreedores, con las dos viudas, por lo mucho que han gastado en
esta devoción... todo antes de que venga otro saqueo”24.

Se ha dicho por otros estudiosos del tema que ésta podría no ser la misma
cofradía de la Vera Cruz, basándose para ello en la supresión solicitada de la
misma y la aprobación en este sentido que hizo en aquel momento el provisor
diocesano. Pero lo cierto es que el espacio geográfico en el que se asienta,
los llamados Portales Largos, esto es, el propio Campo de San Francisco es
bastante significativo por sí mismo. Es de suponer, por lo tanto, que aunque
la hermandad se suprimió aquel año, dicha supresión fue sólo un hecho
puntual, coyuntural por la situación en la que la ciudad y sus habitantes se
encontraban en aquel momento, motivados por la invasión napoleónica.

Hay que tener en cuenta que el proceso se enmarca, al mismo tiempo que
en esta situación coyuntural, en un proceso estructural que estaba relacionado con
las fuertes tensiones que desde mucho tiempo antes se venían produciendo
entre la propia cofradía de la Vera Cruz y lo que antes habían sido sus cuatro
hermandades filiales, y que en ese momento ya estaban plenamente independizadas
de ella, compartiendo entre las cuatro los gastos propios de la procesión del
Jueves Santo, aquellos gastos a los que la cofradía matriz ya no podía acudir.
Poco tiempo antes, en 1807, algunos miembros de la oligarquía conquense,
hermanos todos ellos de la cofradía de la Vera Cruz, se reunían en la casa de
uno de ellos, Francisco de Paula Castillo, regidor de la ciudad y señor de
Hortizuela y El Palmero, para responder a cierto proceso judicial que los
hermanos de los cuatro pasos habían iniciado ante el tribunal diocesano, el
cual solicitaba ahora del cabildo matriz

“la entrega de los libros y papeles tocantes a dicha cofradía, a instancias


según parece de las Hermandades que hay en la ermita de esta
cofradía”25.

24
Archivo Diocesano de Cuenca. Sección Libros. L-58. Fol. 120v.
25
Archivo Histórico Provincial de Cuenca. Sección notarial. P-1562. Manuel González de
Santa Cruz (1807-1808).
DE CABILDO DE LA VERA CRUZ A ARCHICOFRADÍA DE PAZ Y CARIDAD… 319

Y como primera medida, los cofrades reunidos acudieron al escribano


Manuel González de Santa Cruz, con el fin de otorgar ciertos poderes a
varios procuradores de diversos tribunales, para que estos pudieran defenderle
en el caso de que el pleito entre cofradía y hermandades siguiera adelante: Manuel
Camarón y Alejo Delamadrid, del propio tribunal conquense; Martín Infante
y Juan Nepomuceno Negri, de la Real Chancillería de Granada; y Felipe López de
León y Martín Narváez, de los Reales Consejos de Madrid. No sabemos si al
final el proceso llegó a sustentarse en realidad.

En 1816, el ayuntamiento solicitaba de la Dirección Nacional de Rentas


el edificio de la antigua ermita de la Virgen de la Luz, o del Puente, que
había permanecido abandonada desde 1789, afectada por las primeras leyes
desamortizadoras de Carlos IV, y después de haber sido llevada al altar mayor
de la misma la talla mariana de la Virgen de la Luz, o del Puente, solicitó a las
cuatro hermandades filiales el traslado también de sus respectivas imágenes
titulares. El proceso fue rápido, pues estas se hallaban radicadas allí dos años
más tarde. Recientemente, he podido encontrar un documento interesante
sobre algunos detalles relacionados con este traslado26. Se trata de la subasta
realizada por las cuatro hermandades con el fin de intentar aprovechar los
restos que habían quedado de la destruida ermita,

“en que se hallaban los Santos Pasos y pertenecía a las Quatro


Hermandades, desmantelada de padecer ruyna, con exposición a
desgracias, por cuya razón se había tratado de aprovechar sus
despojos antes de que fueran extrahidos o totalmente inutilizados en
aquel mismo sitio, y con este valor que se le diere y produjere, hacer
la traslación de los Santos Pasos a la iglesia de Nuestra Señora del
Puente y San Antón”.

Manuel González de la Villa, provisor diocesano, aprobó la subasta el 19


de marzo de ese año, y después de que el arquitecto Rafael Santa María,
maestro mayor de obras del obispado, hubiera realizado el informe oportuno
respecto al valor que los despojos tenían, informe que a su vez se basaba en
una tasación que en el mes de noviembre del año anterior había realizado el
también arquitecto Mateo López, se llevó a cabo la subasta. Ésta fue presidida por
Rafael Felipe Mateo, teniente de maestro mayor de obras de la diócesis, y se
realizó a la baja, partiendo de la cantidad de 1.860 reales. Finalmente, fue
adjudicada al único pujador que se presentó, Vicente López Salcedo, en la
cantidad de mil reales, y aunque en un primer momento éste hizo público su

26 Archivo Histórico Provincial de Cuenca. Sección notarial. P-1578. Pablo Román

Ramírez (1819-1823)
320 JULIÁN RECUENCO PÉREZ

deseo de reconstruir la ermita, muy pronto se vio que aquello era imposible,
contentándose con extraer de allí la madera y la piedra que pudiera serle útil
para otras obras. Ya a finales de siglo, el solar donde había estado el edificio
pasó a ser una parte de los jardines del nuevo Palacio Provincial.

Entre los fondos del archivo de una de aquellas cuatro hermandades filiales,
la de la Caña, hay documentación suficiente que demuestra de qué manera se
siguió realizando durante toda la primera mitad del siglo XIX ese proceso de
sustitución del viejo cabildo por las cuatro hermandades. Algunos de esos
documentos se refieren al reparto que entre ellas se hacían de los gastos generales
de la procesión del Jueves Santo, pero el más interesante de ellos es un documento
fechado en 1844, en el que la que se define como Junta Provincial de Caridad,
que estaba formada por las cuatro hermandades, aprueba que la antigua función
religiosa que antes se dedicaba a los Santos Pasos, quedara reducida sólo a la
misa en honor del Cristo de las Misericordias, con el fin de reducir costes. Y
en otra carta, fechada tres años más tarde, hay otra vez una clara referencia
al cabildo de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, lo que demuestra que éste aún
no había desaparecido del todo.

De esta forma, la creación en 1849 de la actual Archicofradía de Paz y


Caridad no fue en realidad, como se ha creído hasta hace pocos años, un
proceso externo, obligado por las autoridades diocesanas y motivado por la
penuria en la que se encontraba en ese momento el cabildo de la Vera Cruz,
sino un proceso interno, generado a partir de las cuatro hermandades filiales,
que en ese momento decidieron dar un nuevo sentido jurisdiccional y cultual
a su relación con el viejo cabildo matriz. Algo parecido, en fin, y salvando
las distancias, a lo que sucedería un siglo después, en 1982. Pero eso ya es
otra historia.
La Cofradía de la Santa Vera Cruz en la
Provincia de Toledo

Jesús GÓMEZ JARA


Correspondiente de la Real Academia
de Bellas Artes y Ciencias Históricas
de Toledo

I. Introducción.

II. Estructuración de la Cofradía.

2.1. Cofrades y Cuotas.


2.2. Las Insignias de la Cofradía.
2.3. Cabildos Generales.
2.4. Los Cargos de la Cofradía.

III. La Procesión de la noche del Jueves Santo.

3.1. Actos previos. Vestirse y Plática.


3.2. La Túnica o Hábito de la Cofradía.
3.3. El Recorrido de la Procesión.
3.4. La Formación de la Procesión.
3.5. El Lavatorio de los Disciplinantes.

IV. Actividades extraordinarias de las Cofradías de la Vera Cruz.

4.1. Procesiones de Rogativas.


4.2. Los Misereres de los Viernes de Cuaresma.
4.3. Encomendarse a la Cofradía.

V. Caridad, Misericordia, y solidaridad espiritual y material en la


Cofradía.

5.1. Visitar a los enfermos


5.2. Acompañar en la agonía y velar al difunto

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 321-348. ISBN: 978-84-697-5400-9


5.3. Entierros y Exequias


5.4. Familia de los Cofrades
5.5. Entierros de pobres no Cofrades
5.6. Acompañar a los ajusticiados
5.7. Misas y sufragios por los Hermanos difuntos y bienhechores.
5.8. Ayuda material a enfermos, pobres y cautivos.
5.9. Cumplir en las bodas de Cofrades y familia
5.10. Ayuda a Huérfanas pobres.

VI. El sostenimiento económico de las Cofradías de la Vera Cruz.

6.1. La Cera como recurso económico.


6.2. Cuota de entrada de los Cofrades.
6.3. Cuotas anuales o periódicas.
6.4. Repartimientos extraordinarios entre los Cofrades.
6.5. Penas, sanciones y multas.
6.6. Demandas de limosna.
6.7. Aldeanías.
6.8. Censos y Rentas.
6.9. Pegujares.

VII. Otras Cofradías de la Vera Cruz en la provincia de Toledo.

VIII. Abreviaturas empleadas.


I. INTRODUCCIÓN

San Francisco de Asís fue quien predicó el sacrificio físico voluntario


mediante la disciplina y el autoflagelamiento, generalizado en el siglo XV
por los franciscanos, aunque parece que las Cofradías Penitenciales de la
Vera Cruz no se fundaron antes del año 1536, año en el que el cardenal Quiñones,
de la Orden Francisana, consigue del Papa Pablo III indulgencias para la Cofradía
de la Vera Cruz de Toledo, cuyos estatutos servirían de modelo en la fundación
de las restantes Hermandades de esta advocación en toda España. Estas Cofradías
tenían un carácter esencialmente penitencial, pero también había un componente
indulgencial y otro devocional por la Pasión de Cristo, especialmente a su
Preciosísima Sangre.

…y arrimándonos a la Bandera de la Santísima Vera Cruz, en la cual


nuestro Maestro y Redentor Jesucristo derramando su Preciosísima Sangre
por nuestra Redención. Por tanto, nosotros, los Hermanos y Cofrades
que de nuestra voluntad somos hasta el día de hoy y fuéremos de aquí
delante de la Cofradía de la Santísima Vera Cruz en este Lugar de
Las Parrillas deseando el servicio de nuestro Señor Jesucristo y de
su bendita Madre, y en remembrando su Sagrada Pasión, queremos
derramar nuestra sangre con disciplina todos los días de nuestra vida
en el día del Jueves Santo de cada un año1.

La Cofradía de la Vera Cruz es una de las grandes Hermandades que se


extendieron por la mayoría de las Parroquias de España durante el siglo XVI,
por pequeño que fuera el Lugar o Aldea, y que la mayoría se mantuvieron
vigorosas hasta el siglo XIX. Con posterioridad en algunas Parroquias se
mantuvieron muy mermadamente y en otras se mezclaron con otras Cofradías2.
Algunas estuvieron siempre, o desde muy antiguo, unidas a otra u otras cofradías,

1APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Prólogo.


2Sólo en el Archivo Histórico Diocesano hay documentación de 82 Cofradías de la Vera
Cruz de distintas Parroquias de la Provincia de Toledo (no de la Archidiócesis), a las que hay que
añadir las actuales de la Sierra de San Vicente y de la Campana de Oropesa que pertenecían hasta
1955 a la Diócesis de Ávila, (como Parrillas, Navalcán, Oropesa, La Calzada, Navamorcuende,
Montesclaros, etc.) y todas aquellas de las que no se conservan documentos en este Archivo.
El Archivo Histórico Provincial conserva documentación de varias Cofradías de la Vera Cruz,
proveniente de la desamortización, algunas de lugares ya despoblados, como la villa de Techada.
324 JESÚS GÓMEZ JARA

como la de Méntrida, unida desde antiguo a la de Ánimas y consolidada con


la aprobación de los nuevos Estatutos por el Cardenal Moscoso en 1657, en
cuya Ordenanza 1ª se especifica que la Cofradía “se intitule y llame de las
Ánimas del Purgatorio y de la Santa Vera Cruz y que se entienda siempre ser
una cofradía solo y no dos”3. En Illán de Vacas está unida a la de Ntra. Sra.
del Rosario4, la de Nombela está asociada con la del Santísimo Sacramento5,
y esto mismo sucede en Numancia de la Sagra6, en Olías del Rey la Cofradía
de la Vera Cruz está unida con la de la Señora Santa Ana7, en Toledo, en el
Convento de Carmelitas Calzados, la Cofradía de la Vera Cruz está asociada
con el Cristo de las Aguas8, en Orgaz se intitula Cofradía del Stmo. Cristo de
la Vera Cruz y Ntra. de la Soledad9.

Nos vamos a regir en este trabajo por las Ordenanzas de la Cofradía de la


Vera Cruz de Parrillas (Toledo), cuyo texto manuscrito se conserva en el Archivo
Parroquial de su Iglesia de Ntra. Sra. de la Luz, y es original de 1552, que es
cuando se redactan, se conforman y se sistematizan las Ordenanzas, aunque
lo que se conserva es una copia del año 1585. Este texto servirá de base, pero
utilizaremos otros Estatutos y Libros de Actas, Cuentas y otros documentos
de diversas Cofradías de la provincia de Toledo para corroborar similitudes o
para reseñar divergencias o diferencias, especialmente las de La Guardia
(1582), Dos Barrios, Burguillos, Navalcán, Casarrubios del Monte,10 y otras.

II. ESTRUCTURACIÓN DE LA COFRADÍA

Las Cofradías de la Vera Cruz están está formada por el conjunto de


Cofrades, y su estructuración era la siguiente: Cofrades, Cabildo General,

3 ADTO, Sec. Cofradías y Hermandades, Leg. To. 48, Exp. 37. Méntrida. Ordenanzas de la

Cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio y de la Santa Vera Cruz, año 1657, Ordenanza 1ª.
4 ADTO, Sec. Cofradías y Hermandades, Leg. To. 49, Exp. 41. Illán de Vacas. Reclamación de

una deuda.
5 ADTO, Sec. Cofradías y Hermandades, Leg. To. 48, Exp. 14. Nombela. Petición de cuentas

al Mayordomo, año 1723.


6 ADTO, Sec. Cofradías y Hermandades, Leg. To. 46, Exp. 28. Numancia de la Sagra. Ordenanzas,

año 1768.
7 ADTO, Sec. Cofradías y Hermandades, Leg. To. 46, Exp. 23. Olías del Rey. Ordenanzas, año

1750.
8 ADTO, Sec. Cofradías y Hermandades, Leg. To. 28, Exp. 21. Toledo. Presentación de

cuentas, año 1786.


9 ADTO, Sec. Cofradías y Hermandades, Leg. To. 91, Exp. 27. Orgaz. Pleito de la Cofradía

contra un vecino, año 1600.


10 APCAS, Archivo de Parroquia de Sta. María de Casarrubios del Monte. Caja 508/011.

Libro de la Cofradía de la Vera Cruz, 1624-1674. Contiene las actas de acuerdos y listado de
cofrades de dicha Cofradía entre los años citados. 79 hojas, folio. Documento incompleto. Cosido y
foliado pero desordenado en fechas.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ EN LA PROVINCIA DE TOLEDO 325

Junta directiva. Su composición era mixta, tanto de hombres como de mujeres,


casados y mozos.

Cofrades y Cuotas. Podían ser Cofrades cualquier hombre, aunque con


distinciones según su estado y edad. Los casados debían meter a su mujer
obligatoriamente, para los solteros se distinguía entre los de 20 años arriba, y
los de menor edad, que se dejaba a criterio de los Oficiales de la Cofradía. En la
Cofradía de La Guardia la edad para entrar era desde los 15 años, pudiendo
entrar los de menor edad, pero sin comprometerse a los servicios de la Cofradía.
Los viudos también podían entrar. Las mujeres viudas y doncellas no podían
entrar como Cofradas, salvo alguna excepción en las viudas, con vida virtuosa
conocida y demostrada, y pagando una entrada de un ducado, cuando lo normal
era dos reales11.

En Dos Barrios la cuota normal de entrada en la Cofradía era de un ducado


(11 reales) y una vela de cera de media libra con su arandela, pero las Hermanas
pagan la mitad y una vela de una libra con su arandela, y si el Hermano es de
luz llevará un hacha de seis libras, con cuatro pabilos.12 Sin embargo en
Burguillos la cuota de entra era sólo de media libra de cera, sin dinero en
metálico.13 En La Guardia podían ser cofrades cualquier persona, incluso las
viudas, siendo la cuota de entrada de cuatro reales por persona, sin excepción.
En cambio en Parrillas era de 2 reales y media libra de cera por persona.

…ordenamos que ningún Cofrade se meta siendo casado sin que meta
por Cofrada a su mujer, y paguen ambos de entrada cuatro reales y
una libra de cera; y los mancebos que no fueren casados, siendo de
veinte años arriba, que se reciban, y paguen de entrada dos reales y
media libra de cera. Y porque algunos mancebos no tendrán la edad
de los veinte años, y sean suficientes para guardar lo que se requiere,
que estos tales se reciban con acuerdo de los Mayordomos y elegidos, y
los hombres viudos paguen de entrada dos reales y media libra de cera
cada uno, siendo de sangre14.

Había dos tipos generales de Cofrades: los Cofrades de sangre, que son
los que se disciplinan durante la procesión de la noche del Jueves Santo, y
los Cofrades de luz, que son aquellos que no se disciplinan, sino que llevan

11 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 43ª.


12 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. To-42, Exp. 2, Dos Barrios. Ordenanzas
de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1557, Ordenanza 1ª.
13 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. To. 44, Exp. 18. Burguillos. Constituciones de

la Cofradía de la Santa Cruz, año 1743, Constitución 1ª.


14 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 1ª.
326 JESÚS GÓMEZ JARA

las candelas o hachas encendidas alumbrando a los disciplinantes y a los


Pasos en dicha procesión. Otro grupo de Cofrades son los Aldeanos, que son
los Cofrades que están libres de distintos servicios y cargos que hay que
prestar a la Cofradía, como pedir limosna, repartimientos de aportaciones
extraordinarias para gastos, asistir al Cabido del Domingo 1º de Cuaresma y
a las Vísperas de la Cruz de Mayo, a cambio de pagar una cuota anual, que
en la de Parrillas era un real los años 1585 y 1586, y en la de Navalcán eran
6 reales al año en 1699. Ser Aldeano no es una categoría de Cofrade, sino
que ocasional y voluntariamente, por las circunstancias que sean, se acogen
por un año a esta excepcionalidad y pagan la cuota establecida, que se llama
Aldeanía. Se acogían a las Aldeanías singularmente los Cofrades que vivían
en otro Lugar o Aldea que no fuera la de la Cofradía, pero también los del
propio pueblo por asuntos personales. Estas Aldeanías se solicitaban a la
Junta en el Cabildo del 3 de Mayo, día de la Santa Cruz, y se pagaban en el
Cabildo del mismo día del año siguiente. Así, en Parrillas, el año 1586,
pagaban Aldeanías de un real a la cofradía Guillermo Cid, Lorençio Cid,
hijo de Antón, el hijo de Francisco Gómez Torralba, Alonso Díaz y Juan
Rodríguez, los cuales se habían inscrito como Aldeanos en el Cabildo del 3
de mayo de 1685. 1586 se inscriben como Aldeanos varios Cofrades, con
cuota de un real, los cuales tienen que pagar en el de 168715. En la Cofradía
de la Vera Cruz de Navalcán documentamos que en 1699 se cobran de
Aldeanías

“siete reales que pagaron Joseph García Cabrera, vecino de la Corchuela


y Juan Correxidor de Francisco, vecino de Guadhierba la Alta, porque
aunque se ajustaron a seis reales cada uno al año, en este les toca
pagar tres, [y cuatro reales, descontándose] cinco reales por estar
cargados de un repartimiento, de lo qual se les ha de librar de aquí en
adelante y de asistir a los Cabildos...”16.

También en la Cofradía de Los Cerralbos documentamos los pagos de


Aldeanías, que tienen una cuota de dos reales cada vez, como en las cuentas

15 APPAR, “Libro 1º de la Cofradía de la Vera Cruz”, fol. 1r y 5v. Cuentas del año 1585,

tomadas en 1686. Asimismo “Las personas que an de pagar Aldeanías este año de 1686, que
las an de pagar el día de la cruz de mayo de ochenta e siete años son las siguientes: Pedro
Hernández, Francisco Gómez de Torralba, Juan Flores, Baptista Hernández, Juan Rodríguez,
Felipe Martin, Lorençio Gil del Cid, Francisco Gil del Cid, Pedro Gómez de Antón, Gregorio
Gil, Alonso Díaz y Domingo Rodríguez de Alonso. Todos los arriba escriptos an de pagar
cada uno un real, y con esto son libres de mantenimientos e de pedir e del cabildo del primero
domingo de cuaresma e de las visperas de la Vispera de la Cruz de mayo e no de otra cosa, los
quales se mandaron escrivir de su voluntad”.
16 APNAV, “Libro 2º de la Cofradía de la Vera Cruz”, s/f. Cuentas del año 1699.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ EN LA PROVINCIA DE TOLEDO 327

de 1683, en que se ingresan 18 reales de nueve Hermanos Aldeanos. En 1693


hubo 17 Aldeanos pagando la misma cuota de dos reales17.

Otra parte de los Cofrades estaba formada por los Hermanos que tenían
60 o más años. Por un lado estaban los que entraban en la Cofradía con esa
edad, y por otra los que cumplían los 60 años pero que habían ingresado con
menor edad hace años. A estos Hermanos de 60 años para arriba se les conocía
con el nombre de Cofrades Hacheros. Los que ingresaban con esa edad no
podían ser de sangre, y entraban en la Cofradía pagando de entrada cuatro
reales y dos libras de cera, y tenía que traer un hacha de tres libras arriba,
comprado a su costa, “y que la sustente mientras viva, y cuando muera que
el hacha quede para la Cofradía. Y estos tienen que ir alumbrando en las
Procesiones cuando saliere toda la otra cera de la Cofradía, porque éstos se
llaman hacheros, y así se han de recibir, estando obligados a todo lo que
hacen los otros.” Cuando un Cofrade antiguo llegaba a la edad de sesenta años
habiendo entrado antes por Cofrade, es reservado de la disciplina, pero tiene
que mantener un hacha como los anteriores, y está obligado a cumplir todo lo que
los demás Cofrades. Unos y otros forman el grupo de los Cofrades Hacheros y
tienen que ir vestidos en las procesiones con la túnica o hábito oficial de la
Cofradía, como todos los demás Cofrades18.

Antes de ser admitido como Cofrade, el aspirante era examinado de su


conducta pública, y en algunas Cofradías, como la de Dos Barrios, desde luego
no se le recibía por tal Hermano si previamente no había pagado la cuota de
entrada, mostrado su túnica, escudo y disciplina, si era de sangre, y si lo era
de luz, un hacha de seis libras de peso y cuatro pabilos; además tenía que
haber pedido perdón a los Hermanos con quienes tuviere enojo o discordia19.
El ser Cofrade era hereditario, de modo que si fallecía un Hermano, su hijo
mayor podía pedir su puesto en el plazo de seis días, pagando solo una vela
de una libra con su arandela. Si el mayor no quería, pasaba al siguiente y así
sucesivamente, pero solo los hijos.

Las Cofradías de la Vera Cruz eran de las que más Cofrades tenían en
todas las Parroquias. La de Parrillas, Aldea de la Villa de Oropesa, con 130

17 AHPTO, H-956. Los Cerralbos. “Libro 1º de la Cofradía de la Vera Cruz”, s/f. 2 de

abril de1684. Toma de cuentas a Don Fernando Zapata Samaniego, Mayordomo el año 1683.
Ibíd., s/f. Cuentas del año 1693. Todos estos años hay en torno a esta cifra de 16-17-18 Aldeanos.
En 1701 y 1706 hubo 19 cada año, si bien en 1718 bajaron a 12 los Aldeanos, siempre a dos reales
la Aldeanía.
18 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanzas 36ª y 37ª.
19 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. To-42, Exp. 2, Dos Barrios. Ordenanzas

de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1557, Ordenanza 1ª.


328 JESÚS GÓMEZ JARA

vecinos, unos 700 habitantes, el año 1587 tenía inscritos 222 cofrades, de los
que 19 eran viudas, y entraron dicho año otros ocho nuevos. Total: 230 cofrades20.
En la de Casarrubios del Monte, Villa de mayor enjundia y cabeza de Señorío,
hay un listado de los hombres cofrades, sin fecha, pero es anterior a 1624,
del que se conserva solo desde el fol. 10, desde la letra J, y los que aparecen
anotados desde la letra J suman 220 hombres Cofrades. En el listado de mujeres
cofradas, también sin fecha pero antes de 1622, figuran 141 mujeres cofradas.
Puede que esta Cofradía de Casarrubios tuviera más de 500 Cofrades, si sumamos
los que pudiera haber desde la letra A a la J que faltan en el listado21.

Las Insignias de la Cofradía. Son los objetos litúrgicos identificativos de


la misma. Estas son el Pendón de la Cofradía, que en Parrillas “ha de ser negro,
con una Cruz colorada de la una parte, y de la otra las cinco llagas”, e irá
delante de la procesión y alumbrado por dos hachas, detrás de la Cruz o
Manga Parroquial; otra es el Cristo Crucificado de vara en alto, que otro Cofrade
lleva un poco más atrás del Pendón, que también irá alumbrado por dos hachas.
La tercera es la Cruz de la demanda que llevará otro Cofrade “porque con
ella tiene que ir recorriendo la Procesión y apartando la gente y haciendo
lugar”22. En Casarrubios del Monte la Cofradía tiene por Insignias El Pendón
de la Cofradía, El Cristo de vara alzado, el Estandarte del Cristo vivo, el del
Cristo muerto, el de Ntra. Sra. de los Cuchillos y la Cruz hueca23. En Los
Cerralbos las Insignias son el Pendón, la Cruz alzada con su vara, la Manga
y los Ciriales, y las hachas para alumbrar a los pasos con las Imágenes24.

También se llevan los Ciriales, que acompañan a la Cruz o Manga Parroquial,


y la Campanilla. El Cetro o Cetros, es otra de las Insignias de estas Cofradías, que
en unas es portado por el Prioste o Priostes, o el Alcalde de la Cofradía y en
otras por el Mayordomo.

Cabildos Generales. Es la reunión o Junta General de todos los Cofrades.


La asistencia a todos los Cabildos era obligatoria a todos los Cofrades, bajo

20 APPAR, “Libro 1º de la Cofradía de la Vera Cruz”, fol. 27r, Acta del Cabildo del

Primer Domingo de Cuaresma de 1587.


21 APCAS. Fondo de la Parroquia de Sta. María de Casarrubios. Caja 508/011. Libro 1º de

la Cofradía de la Vera Cruz, 1624-1674.


22 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 5ª.
23 APCAS, Libro de la Cofradía de la Vera Cruz, fol. 118v, año 1671, Acta del Cabildo

del Domingo de Ramos.


24 AHPTO, H-956. Los Cerralbos. “Libro 1º de la Cofradía de la Vera Cruz”, s/f. Cuentas del

año 1696. Se anota uno gasto de 160 reales que tuvo de costa el hacer una talla de un Crucifijo
nuevo con su Vara, y en las Cuentas de 1698 se gastan otros 6 reales pagados a Juan Fernández y
Diego Rodríguez, Sastres de este Lugar, por aderezar el Pendón de la Cofradía, y otros 1,5
reales gastados en seda para el Estandarte.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ EN LA PROVINCIA DE TOLEDO 329

pena o sanción si no había causa justificada. Había señalados tres Cabildos


Generales cada año. Uno era el Primer Domingo de Cuaresma, en el cual se
programaba todo lo necesario para la procesión de la noche del Jueves Santo,
especialmente la cera, candelas y hachas, comprando la que faltare o hilando
la usada sobrante o la nueva comprada en torta, marcándola con cardenillo
de color para identificarla25.

El Domingo de Ramos se celebraba otro Cabildo General, nombrando a


los que han de llevar las insignias, las andas del Santo Cristo y de Nuestra
Señora, y de cuantos pasos salgan en la procesión. En Parrillas se nombraban
Cofrades para El Crucifijo, una persona; el Pendón, una persona; la Campanilla,
una persona; llevar las andas de Ntra. Sra. de la Luz, 4 personas; hachas, 8
personas; guardar y aderezar el Hospital para el Lavatorio: 2 personas; preparar
el Lavatorio, 2 personas; lavar a los disciplinantes, 2/5 personas; para las calles,
2 personas; Vela del Jueves Santo al Señor en el Monumento mientras la
Procesión, 4 personas; Predicador para la noche del Jueves Santo, se encarga
al Mayordomo.

En este Cabildo del Domingo de Ramos, otro de los asuntos que se tratan
es la pesquisa y averiguación si entre algunos de los Cofrades hay enemistad,
y, si los hay, “que los hagan amigos, y el que no quisiere ser amigo del otro
pague de pena dos libras de cera”, y que, asimismo, “haya información de los
que trajeren pleitos unos con otros para que en la Semana Santa el Alcalde y los
Regidores, y más la persona que le pareciere, procuren amigablemente de
concertar el tal pleito o pleitos que así hubiere entre los dichos Cofrades”.
También se amonesta a todos para que estén confesados y comulgados para
el Jueves Santo, tal y como está previsto en las Ordenanzas26. Este asunto del
perdón entre los Hermanos, en la Cofradía de La Guardia (Toledo) se trataba
la misma noche del Jueves Santo, momentos antes de vestirse de Penitente:

“… para cumplir nuestra devoción y disciplina, el Jueves Santo en la


noche, todos los Cofrades sean juntos en la Casa de nuestra Hermandad
[Ermita del Santo Niño] y antes de que venga la hora de la disciplina,
estando todos los Hermanos juntos, procuren saber si entre los Cofrades

25 APNAV, Libro 2º de la Cofradía de la Vera Cruz, s/f, años 1707-1728. “...11 rs. y 16

mrs que pagó a Antonio Martín, vº desta villa, por el trabajo y ocupación de hilar 33,5 libras
de cera...” En 1708 cobró 11 rs y 18 mrs por hilar 28 libras de cera; en 1709 cobró 11 rs y 16
mrs. En 1712 cobra 10 rs y 10 mrs por hilar 27 libras de cera de la cofradía, asi de lo comprado
como de escurriduras. En 1713 cobra 11 reales de hilar la cera “en que entran seis quartos de
Cardenillo Berde para señal de la dicha cera.” En 1728 “... Diez reales y 8 mrs. que pago a
Ysabel de Alva, mujer e Alonso Flores por hilar la cera desta cofradía a doze maravedis cada libra”.
26 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza, 22ª.
330 JESÚS GÓMEZ JARA

y Hermanos hay rencores, para que, con toda diligencia y cuidado, se


hagan amigos y perdonen los unos a los otros, porque Dios nos perdone
nuestras culpas y pecados. Y si por ventura algún Hermano y Hermanos
tuvieren los dichos rencores, y fueren rogados por los Oficiales que sean
amigos y no lo quisieran hacer, pague de pena seis reales para cera.
Los cuales ejecuten en los tales Hermanos rebeldes los Oficiales que al
presente fueren, y todavía procuren hacer cómo sean amigos, y siendo
tan rebeldes que no lo quisieren ser, no sean admitidos en la procesión
de aquella noche. Y el Hermano que esta noche faltare de la procesión
no teniendo justa excusa pague de pena dos reales para cera”27.

En Cabañas de Yepes el acto del perdón entre los Cofrades se distinguía


entre los hombres y las mujeres, realizado el de los primeros en el Cabildo del
Domingo de Ramos y el de la mujeres el Miércoles Santo, abonando los Cofrades
algún tipo de limosna, pues se reflejan en las cuentas unos ingresos por ello28.

Otro de los Cabildos Generales era el día 3 de Mayo, día de la Invención


Santa Cruz y fiesta grande en la Cofradía en el que en Parrillas los Cofrades no
trabajan y van a las Vísperas primeras y a misa. En Navalcán la Cofradía adorna
la Iglesia y cementerio con ramos y juncia29. Después de comer se dice un
responso por los Hermanos difuntos, y a continuación se celebra Cabildo en

27 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. 41, Exp. 11. La Guardia. Ordenanzas de la

Cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, año 1582, Ordenanza, 7ª. En las Ordenanzas de 1723,
mismo archivo y signatura, pero de nueva redacción por no encontrar entonces las de 1582, se
especifica que “está y siempre esté esta nuestra Cofradía sita en la Ermita del Santo Niño Inocente,
[San Cristobalito de La Guardia] llamada la Santa Cueva, intramuros de esta villa, que es de la
Jurisdicción Parroquial, donde esta Cofradía ha celebrado y celebra todos los Cabildos, y en ella
tiene todas las Imágenes de los santos Pasos colocadas en sus Altares…” (Ordenanza 1ª).
28 AHPTO H-936, Cabañas de Yepes. Libro de Cuentas de la Cofradía de la Vera Cruz. El año

1817 se ingresan 24 rs por el perdón de los hombres y 18rs por el de las mujeres, en 1818 se
ingresan 22 y 20 rs respectivamente, y en 1819 se ingresan 25 rs por los hombres y 16 rs por las
mujeres. Son notables los ingresos por este concepto del año 1809, en plena Invasión Francesa, que
ascienden a 240 rs por los perdones de hombres y mujeres. De esta Cofradía, ni de ninguna otra
institución parroquial, se conserva nada en el Archivo Parroquial de este municipio anterior a la
Francesada: “Es notorio y todos sabemos cómo los franceses estuvieron varias veces en los dos
años de 1808 y 1809, y nos destrozaron los Libros de esta Hermandad, por lo que el buen celo y
trabajo de Mayordomos, Jurados y Escribanos recogieron los productos lo posible y más aprovechados
que pudieron”. Los posteriores a la Guerra de la Independencia se incautaron con la desamortización,
y algunos de cuentas se conservan en el Archivo Histórico Provincial de Toledo.
29 APNAV, Libros 1º y 2º de la Cofradía de la Vera Cruz, años 1625-1704. Los Ramos

aparecen en todos los años que tenemos documentados, desde 1625 en que se inicia el Libro
1º, hasta el 1704 del 2º Libro: En 1687 se especifica que son los Ramos para la Cruz de mayo.
En 1697 se dice “...2 reales en leña que se gastó para cocer el lavatorio y en Ramos que se
traen para la Iglesia el dia de la Cruz de mayo.” En 1704 se especifica que “...los ramos que
traxo para adorno de la iglesia el dia de la cruz de mayo”.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ EN LA PROVINCIA DE TOLEDO 331

la Iglesia, en el que el Orden del día es: Lectura de las Ordenanzas, toma de
cuentas a los Mayordomos, nombramiento de Oficiales nuevos para todo, y
se trata sobre la aprobación y cobro de las Aldeanías que se hayan solicitado
durante el año30. Después del Cabildo se hace procesión solemne con todas
las insignias, dando gloria a nuestro Señor y ensalzando su Santa Cruz. Y al
otro día siguiente se dice una Vigilia y Misa por las ánimas de los Cofrades
difuntos y bienhechores31.

La Cofradía de La Guardia celebraba una Junta General el Domingo de


Lázaro, o de Pasión, que es el anterior al de Ramos, por la mañana, “para que
desde allí (desde la Ermita del Santo Niño) todos vamos con acatamiento y
reverencia que debemos y en el caso se requiere, en procesión hasta la
iglesia, con el pendón y estandarte de la Santa Vera Cruz, el cual se ponga en
dicha iglesia para representación de la Pasión y muerte de nuestro Redentor
Jesucristo, y esté allí hasta la noche de la disciplina”32. También la Cofradía de
Méntrida celebraba Cabildo el Domingo de Pasión, en el que se nombraban
los porteadores de los Pasos de la Procesión y se exhortaba a los Cofrades a
confesar y comulgar y a mostrar la túnica y disciplina.

En la Cofradía de Talavera, con sede en el Convento de Franciscanos


Observantes, las Ordenanzas previenen que el Domingo de Lázaro se celebre
Cabildo para el nombramiento del Mayordomo y Oficiales, pero esto no se
cumple desde muchos años antes de 1623, nombrándolos en el Cabildo del
primer Domingo de Cuaresma, por ser más útil a la Cofradía al tener el
Mayordomo más tiempo para preparar la Semana Santa. En el Cabildo del
Domingo de Ramos, 9 de abril de 1623, se modificó la Ordenanza, trasladando
definitivamente al primer Domingo de Cuaresma la elección de Oficios y

30 APPAR, Libro 1º de la Cofradía de la Vera Cruz, fol. 5v, año 1586. “…e nombraron por

mayordomo a desta cofradia por de oy dia de la cruz en un año, a Blas Martin, e por Munidor a
Domingo Serrano, e por Regidores de esta cofradía a Juan Gómez de Sancho el mayor e a
Pedro Barroso, todos los cuales aceptaron los dichos cargos.” Asimismo “Las personas que an
de pagar Aldeanías este año de 1586, que las an de pagar el día de la cruz de mayo de ochenta
y siete años son las siguientes: Pedro Hernández, Francisco Gómez de Torralba, Juan Flores,
Baptista Hernández, Juan Rodríguez, Felipe Martin, Lorençio Gil del Cid, Francisco Gil del Cid,
Pedro Gómez de Antón, Gregorio Gil, Alonso Díaz y Domingo Rodríguez de Alonso. Todos los
arriba escriptos an de pagar cada uno un real y con esto son libres de mantenimientos e de pedir, e
del cabildo del primero domingo de cuaresma, e de las visperas de la Vispera de la Cruz de
mayo e no de otra cosa, los quales se mandaron escrivir de su voluntad”.
31 APPAR. Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, Ordenanza 16ª.
32 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. 41, Exp. 11. La Guardia. Ordenanzas de la

Cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, año 1582, Ordenanza, 4ª. Se le conoce como
Domingo de Lázaro por el Evangelio, que narra la Resurrección de Lázaro, y es el inicio de la
Semana de Pasión, que es la anterior a la Semana Santa, y por ello esta Cofradía llevaba sus
insignias de la Ermita del Santo Niño a la Parroquia.
332 JESÚS GÓMEZ JARA

nombramiento de cargos de la Cofradía, lo cual fue Confirmado por el


Arzobispado en Toledo el 27 de septiembre de dicho año de 162333.

Ningún cofrade puede entrar con armas en el Cabildo, y si las metiere que
el Mayordomo se las quite y pague 8 maravedis para recuperarlas, o le sean
quitadas, como en La Guardia, donde las Ordenanzas determinan “que ningún
Cofrade sea osado en ninguna Junta General que se junte a meter espada, ni
daga, ni cualquier otra arma pública o encubierta, so pena que se las quiten
públicamente para cera34. Una vez iniciado el Cabildo ningún Cofrade puede
tomar la palabra sin autorización, ni salir de él sin licencia35. Los Cofrades pueden
intervenir en la reunión y exponer sus ideas, pero las ordenanzas previenen un
protocolo y orden muy explícito para evitar algarabías. En Méntrida se previene

Los Cargos de la Cofradía. Son los que forman la Junta Directiva de la misma,
durando el cargo un año en todas las Cofradías. En Parrillas la renovación y
nombramiento de cargos de la Cofradía se hacía en el Cabildo del día de la
Cruz de mayo36, en Casarrubios del Monte se elegían los Mayordomos el 24
de abril o fecha cercana, inmediatamente antes de la Cruz de mayo37. También
la Cofradía de Dos Barrios elegía a sus cargos en el Cabildo del 3 de mayo, si
bien de un modo peculiar, pues ocho días antes celebraban Cabildo para elegir
dos electores entre los Hermanos, quienes junto con los dos Jurados de la
Cofradía, formaban una Comisión Electoral, que era la que efectuaba directamente
los nombramientos en el Cabildo del día de la Cruz de mayo38.

Los Cargos son muy similares en todas las Cofradías, aunque pueden variar los
nombres de algunos cargos. El que ejerce de cargo principal en unas Cofradías se
le llama Alcalde, que es el más común, como en Talavera de la Reina, en otras
Prioste, (en algunas hay dos Priostes, como en La Guardia), y en otras Prefecto,
como en Méntrida, o, como en Cabañas de Yepes, en donde había Abad y

33 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. 54, Exp. 8. Talavera de la Reina. Solicitud al

Arzobispado de Toledo de la Aprobación y Confirmación de cierta modificación de las Ordenanzas.


El motivo de esta modificación oficial es porque el Cofrade que fue nombrado para Mayordomo
del año 1683, Juan Ros de Medrano, no quería serlo, e impugnó su nombramiento alegando
que éste se había hecho en el Cabildo del primer Domingo de Cuaresma y no en el Domingo
de Lázaro como mandan las Ordenanzas, y que por ello es nulo dicho nombramiento.
34 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. 41, Exp. 11. La Guardia. Ordenanzas de

la Cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, año 1582, Ordenanza 25ª.


35 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanzas 17ª, 18ª y 19ª.
36 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 16ª.
37 APCAS, Libro de la Cofradía de la Vera Cruz, fol. 23r-25r y 82r, años 1628, 1629, 1630 y

1639. Este último año la elección de Mayordomos es el 1 de mayo, los tres anteriores fueron
el 24 de abril.
38 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. To-42, Exp. 2, Dos Barrios. Ordenanzas

de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1557, Ordenanza 2ª.


LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ EN LA PROVINCIA DE TOLEDO 333

Alcalde, más dos Jurados (Regidores), un Mayordomo-Contador y un Escribano39.


En Burguillos los cargos eran el de Abad, tres Mayordomos y un Escribano40.
Le siguen los Regidores, que suelen ser dos, como en Talavera, en Parrillas son
cuatro, a los que en algunas Cofradías se les conoce con el nombre genérico
de Jurados y en otras como Oficiales, como en Talavera, que son dos. Se nombra
también a un Mayordomo, como en Parrillas, Talavera y Casarrubios del Monte,
o dos, como en Navalcán y La Guardia, al Escribano, y al Munidor41. Estos
tres últimos son constantes en todas las Cofradías y llevan el día a día de la
misma. Los cargos de Alcaldes, Priostes, Abades y Regidores, Oficiales, o Jurados,
tienen más de cargos de honor y representación, o, en todo caso, toma de
decisiones protocolarias o esporádicas, como convocar Cabildos y dirigirlos,
representar a la Cofradía, mientras que el Mayordomo es el administrador de
la Cofradía, el Escribano es que lleva los libros de la misma, asentando todo
lo concerniente a ella (Actas de Cabildos, Nombramientos, Cuentas, Visitas,
etc.) y el Munidor es el que lleva a cabo las órdenes de los Oficiales, avisar
de entierros o Juntas y Cabildos, misas, responsos, tocar las campanas a señal de
los distintos oficios de la Cofradía, etc., y es el que controla la asistencia de los
Cofrades a los Oficios, entierros, y demás actos de la Cofradía, cobrando las
penas y multas establecidas en las ordenanzas para cada caso, llegando a ejecutar
las sanciones y tomar prendas de las casas de los morosos.
De todas formas las tareas de los cargos no son iguales en todas las
Cofradías. Así en la de Dos Barrios se establece que “haya dos Jurados que
rijan y gobiernen esta Hermandad conforme a la Regla y Ordenanzas de ella,
un Contador que tenga el arca del dinero, con recibo y gasto, un Mayordomo
que tenga la cera y cargo de llamar a los Cabildos de misas y enterramientos
o a lo que necesario fuere, y un Escribano que asiente todo lo que fuere y a esta
Hermandad tocare”42. En Burguillos la responsabilidad de la cera era llevada al
límite, de modo que los tres Mayordomos han de entregar a su relevo la misma

39 AHPTO, H-936. Cabañas de Yepes, Libro de cuentas de la Cofradía de la Vera Cruz, años

1808-1841. Acta del Cabildo de 14 de marzo de 1809 (primer domingo de Cuaresma probablemente)
40 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. To. 44, Exp. 18. Burguillos. Constituciones de

la Cofradía de la Santa Cruz, año 1743, Constitución 2ª.


41 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. 41, Exp. 11. La Guardia. Ordenanzas de

la Cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, año 1582, Ordenanza 1ª, “…que en esta nuestra
Cofradía se nombren y hayan siempre dos Priostes, y dos Jurados y dos Mayordomos, los cuales
sean obligados a tener siempre toda la cera que fuere menester, como son hachas y candelas para
los Hermanos, toda la que fuera menester para el Jueves Santo de la Cena, y el Viernes Santo
de la Cruz, y para todo lo que fuera menester entreaño para enterramientos de Hermanos y
Oficios de difuntos, teniendo un arca, o dos, con sus cerraduras, para tener la dicha cera, y que
las llaves para ellas como para las demás las tengan los Mayordomos de la Cofradía para que
den cuenta a los Mayordomos y Oficiales que fueren en adelante”.
42 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. To-42, Exp. 2, Dos Barrios. Ordenanzas

de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1557, Ord. 2ª.


334 JESÚS GÓMEZ JARA

cera que habían recibido al entrar “siendo cargo de dichos Mayordomos


suplir con sus caudales la cantidad de cera que se gastase en el año de su
Mayordomía”43.

III. LA PROCESIÓN DE LA NOCHE DEL JUEVES SANTO

3.1. Actos previos. Vestirse y Plática

Este sagrado día para las Cofradías de la Vera Cruz, se reúnen a la hora
acostumbrada, ya de noche, todos los Cofrades y los Oficiales de la misma,
tanto los de sangre como los de luz, para vestirse para la Procesión. En los
Lugares donde la Cofradía tiene Ermita propia, o sede en alguna de las del
pueblo, se reúnen en ella, pero lo común es reunirse en el Hospital de Pobres
del Lugar, y desde allí salen disciplinándose en Procesión hacia la Iglesia. En
Talavera la Cofradía tiene la sede en el Convento de San Francisco el Nuevo, de
la Regular Observancia. Previamente se habían hecho todos los preparativos,
especialmente preparar el Lavatorio, que era a base de vino cocido, y se
encendía la lumbre para cocer el vino y tener agua caliente para lavar las
espaldas de los disciplinantes. En los casos de los Hospitales, la Cofradía se
encargaba de blanquear con cal las paredes de la sala donde se vestían, para
su desinfección y decencia44. Es obligatorio que asistan todos los cofrades con
sus túnicas, cuerda y disciplina, y con los faroles, candelas o hachas para alumbrar,
y que se vaya con la decencia y protocolo que se requiere. Podían asistir no
Cofrades, sean forasteros o del Lugar, a la procesión y disciplina, a los cuales la
Cofradía del pueblo les proporcionaba túnica y la disciplina, cobrando por
ello lo establecido en las Ordenanzas45. Si eran cofrades de la Vera Cruz de

43 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. To. 44, Exp. 18. Burguillos. Constituciones de

la Cofradía de la Santa Cruz, año 1743, Constitución 2ª.


44 APNAV, Libro 2º de la Cofradía de la Vera Cruz, s/f. El año 1697 se pagan “...8 reales

que costo el blanquear y limpiar el Hospital para que allí se lavasen los cofrades y hermanos
la noche de la disciplina del Jueves Santo”. Se lleva leña para cocer el vino y tierra blanca
para enjalbegar. En 1708 se dice que se pagan “...8 reales de vellón que gasto y pago con las
personas y tierra blanca para blanquear el Hospital para la noche de la disciplina del Jueves
Santo, que es adonde se juntan los hermanos para labarse y para salir de allí en procesión”. En
Parrillas, el año 1585 se gasta la Cofradía “... diez reales que declaro haber costado dos
arrobas de vino que compro para el lavatorio del jueves santo en la noche. (APPAR, Libro 1º
de la Cofradía de la Vera Cruz, fol. 4v, año 1585).
45 APNAV, Libro 1º de la Cofradía de la Vera Cruz, s/f, año 1660. “... cinco reales de

cinco moços que se azotaron en la procesion del Jueves Santo y no son cofrades. Libro 2º de
la Cofradía de la Vera Cruz, s/f. 1688. En Navalcán la Cofradía ingresa este dicho año “... 8,5
reales de 7 personas que se açotaron entre las quales entran dos forasteros que se açotaron en
la proçesion la noche del Jueves Santo a real cada uno y los forasteros se les da la túnica y
pagan dos rs.”.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ EN LA PROVINCIA DE TOLEDO 335

otros Lugares, pagaban un real de limosna46. Las Cofradías tenían disponibles


túnicas y disciplinas o azotes para estas ocasiones, y en algunas, como en la
de Parrillas, se establece por ordenanza que la Cofradía tenga propias cuatro
túnicas con sus aderezos47, e incluso en 1585 se amplía el número ordenando
“que t[odas las] mujeres viudas cofradas de esta Cofradía [y las que] fueren
de aquí en adelante, sean obligadas a [dar] sus túnicas (las de su marido) para el
Jueves Santo en la noche [al) mayordomo de la Cofradía, so pena que la que
[no lo hicie]re pague un real de pena”48.

Mientras los Cofrades se visten para la Procesión, un clérigo, o el cura, o


un fraile, les exhortaba con una plática sobre el significado de esta Santa noche
de la Cena, y de las bondades del sacrificio voluntario, en especial el derramar
cada uno su propia sangre por Jesucristo, que derramó la suya hasta la última
gota por nuestra salvación49.

3.2. La Túnica o Hábito

Sobre las túnicas o hábitos de los Cofrades encontramos algunos datos de


su tipología. Así, en la Cofradía de Méntrida sabemos que sus túnicas eran
de color negro, largas hasta los pies, ceñidas con una cuerda o soga a la
cintura, con el escudo de las cinco llagas o una cruz en el pecho, y, como
todas, con la cabeza cubierta con capucha o capuchón, y con las espaldas
descubiertas para la disciplina. Estaba terminantemente prohibido que los
disciplinantes pusieran en las túnicas señal alguna, letra o número, que
los identifique, ni prestarla a otra persona, bajo las penas señaladas en las

46 APPAR, Libro 1º de la Cofradía de la Vera Cruz, fol. 2r, año 1585. En Parrillas, el año

1585, la Cofradía ingresa “...9 reales que dieron de limosna 9 cofrades forasteros porque se les
dio túnicas y disciplinas el jueves santo en la noche”. Las Cofradías tenían disponibles túnicas
y disciplinas para estas ocasiones. En Parrillas esto se encuentra dispuesto y regulado en la
Ordenanza 56ª: “…si algún Cofrade forastero se hallare el Jueves Santo en la noche a la
disciplina en este pueblo, que, por que no tenga recaudo para disciplinarse de hábito y
disciplina, que la Cofradía lo dé lo necesario para disciplinarse, que es hábito y disciplina y
cera con que le alumbren, y que pague por ello un real”.
47 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 24ª.
48 APPAR, Acuerdo del Cabildo de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de 3 de mayo de

1585. Tanto notarial del Escribano Diego Hernández, inserto al final de las Ordenanzas de la
Cofradía.
49 AHPTO, H-936. Cabañas de Yepes, Libro de cuentas de la Cofradía de la Vera Cruz,

años 1808-1841. En 1811 documentamos un pago de “16 rs pagados al Predicador por la


Plática del Jueves Santo”. La Cofradía de Parrillas paga “...5 reales y un quartillo que dio al
sr. Cura por la plática que hizo a los cofrades desta cofradía el juebes santo en la noche
quando se estaban vistiendo para la disciplina de aquella noche.” APPAR, Libro 1º de la
Cofradía de la Vera Cruz, fol. 3r., año 1585.
336 JESÚS GÓMEZ JARA

Ordenanzas50. En la Cofradía de Parrillas se establece “que todos los Cofrades


se vistan juntos en el dicho Hospital de este pueblo de Las Parrillas, y que
allí se tornen a desnudar, que ha de tener cada cofrade su Habito de lienzo de
angeo, largos, de la cabeza hasta los pies, que no han de llevar descubierto
más de los ojos y las espaldas, y han de llevar sus cordones, de cáñamo o de
soga, ceñidos, y cada Cofrade tenga su disciplina, lo cual todo hade ser a su costa.
Y que el Cofrade que se fuere a vestir o a desnudar fuera del dicho Hospital pague
media libra de cera para la dicha Cofradía”51. Señala además que los hábitos
y la disciplina los tenga guardados cada uno en su casa, teniendo prohibido
el usarle para algún auto, comedia o juego so pena un ducado. Todos los
hábitos tienen que ser, iguales, de la misma hechura, y, como en Méntrida,
no se puede poner en unos más que otros, ni alguna cosa especial, porque lo
suelen hacer para ser conocidos52. Es más que posible que estos modelos
fueran generalizados en todas o la mayoría de las Cofradías de esta advocación,
aunque sabemos que en la de Casarrubios del Monte se usaban Túnicas negras y
Túnicas blancas, y se usaba Capirote, no solo capucha53.

3.3. El recorrido de la Procesión

En Navalcán, Parrillas y Dos Barrios, la Cofradía salía en formación y con


toda decencia y solemnidad del Hospital de Pobres del pueblo, en Casarrubios
del Monte salía de la Ermita de la Vera Cruz 54, en La Guardia de la Ermita
del Santo Niño, en Los Cerralbos en la Ermita de San Sebastián55, siempre de
noche, con toda la cera de la cofradía, a la hora acostumbrada en cada Lugar.
Los Cofrades, desde las respectivas sedes de la Cofradía, iban en procesión,
disciplinándose, hasta la Iglesia parroquial, donde se organizaba definitivamente
la procesión y se recogían los Pasos, aunque en otras parece que la Procesión

50ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. 41, Exp. 11. La Guardia. Ordenanzas de
la Cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, año 1582, Ordenanza 10ª. “…ordenamos que
ningún Hermano, esta dicha noche, no permita ser señalado entre los otros Hermanos con
letras y cifras, o escudos, u otras cualesquier señales, so pena que cualquiera que lo hiciere
pague de pena dos reales para cera, y que ningún Hermano sea osado en ningún tiempo a
prestar la túnica ni la disciplina a otra persona alguna, so pena que tenga la túnica perdida el
tal Hermano que la prestare, y dos reales para cera. Y todo sea para la Cofradía”.
51 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 3ª.
52 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza, 25ª.
53 APCAS, “Libro de la Cofradía de la Vera Cruz,” fol. 98v, año 1650. Acta del Cabildo

del Domingo de Ramo, 10/4/1650: “…este año entregaron Juan de Herra Castillo y Fernando
Gallego, mayordomos de 1649, a Juan Serrano y Miguel Palomeque, mayordomos presentes,
cinco túnicas blancas con dos capirotes y cinco túnicas negras con otros capirotes”.
54 APCAS, Libro de la Cofradía de la Vera Cruz, fol. 109r, año 1661.
55 AHPTO, H-956. Los Cerralbos. “Libro 1º de la Cofradía de la Vera Cruz, s/f. Acta del

Cabildo del Domingo de Ramos de 1682.


LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ EN LA PROVINCIA DE TOLEDO 337

de la disciplina era distinta de la que se llevaban los Pasos, y se hacía un


itinerario distinto, pero terminando siempre en la Iglesia y después volver al
punto de salida para el Lavatorio y curación de las espaldas de los disciplinantes.
Así en la de Dos Barrios, sus Ordenanzas determinan que “el día del Jueves Santo
salgamos en Procesión de Disciplina del Hospital de los pobres de esta Villa
de Dos Barrios, y vamos por donde va la procesión del Santísimo Sacramento a la
Ermita del Señor San Antón, y de allí a la Ermita del Señor Santiago y a la
Iglesia del Señor Santo Tomás y volver al Hospital a desnudar, o según por
los nuestros Jurados de la nuestra Hermandad fuere ordenado56. En Parrillas,
la Ordenanza 2ª de la Cofradía especifica que: “ordenamos y tenemos por
bien que el día del Jueves Santo de cada un año, para siempre jamás, a la hora
conveniente aquella noche, todos los Hermanos salgan en procesión disciplinándose
desde el Hospital de este pueblo hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Luz
de este Lugar de Las Parrillas, y entren por la puerta de arriba y salgan por la de
abajo, y de allí vayan a una de las Cruces que este pueblo tiene, a la que se
concertare cada año, y vayan por su orden. Y si les pareciere a los Regidores
que será menester algún lavatorio para lavar las espaldas, mándenlo hacer a los
Mayordomos para que sea apercibido”57.

La formación de la procesión. Abre la procesión la Manga o Cruz procesional


de la Parroquia, que va acompañada por dos ciriales. Detrás de ella va el
Pendón o Estandarte de la Cofradía, alumbrado por dos Cofrades con sendas
hachas, y un poco más atrás el Crucificado de Vara en alto, también alumbrado
con dos hachas. En Casarrubios del Monte además de estas insignias, la
Cofradía lleva la Cruz hueca y los Estandartes del Santo Cristo muerto, el del
Santo Cristo vivo, y el de Ntra. Señora de los Cuchillos. Detrás de la Insignias
van los Pasos que procesionan esa noche, los cuales varían según las Cofradías y
los Lugares.

En Parrillas salía el Santo Cristo del Olvido (Crucificado) y Ntra. Sra. de


la Luz, esta vestida de negro, como Dolorosa, hasta que se adquirió la imagen de
Ntra. Sra. de la Soledad, dejando de salir la Virgen de la Luz, y posteriormente
la imagen de Jesús con la Cruz a Cuestas, conocido como el Nazareno. En
Casarrubios del Monte los Pasos que procesionan son el Santo Cristo de la

56 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. To-42, Exp. 2, Dos Barrios. Ordenanzas

de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1557, Ordenanza 5ª.


57 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 2ª. Las

Cruces a que se refiere la Ordenanza son las conocidas como Cruces de término, no son las
del Calvario. En Parrillas estas Cruces de Término, por ser donde terminaban las procesiones
y rogativas, eran las Cruces de las Ermitas de San Juan, (en las Eras), de San Bartolomé (en
las Plazuelas) y de la Fuente Santa, (extramuros), la Cruz de las Erillas, la Cruz Nueva y la
Cruz de la Salve.
338 JESÚS GÓMEZ JARA

Columna, el Santo Cristo con la Cruz a Cuestas, el Santo Cristo Crucificado


y Ntra. Señora de las Angustias. Los Pasos son portados en andas, llevados a
hombros por cuatro Cofrades cada uno, los cuales son designados en el
Cabildo del Domingo de Ramos. En Los Cerralbos se celebraba una procesión
muy solemne, para lo cual en el Cabildo del Domingo de se nombraban los
Cofrades que debían de portar los pasos y las Insignias: La Manga: Antón
Sánchez. El Pendón: Alonso García. El Santo Cristo de la Vara colorada: Alonso
Díaz. Los Ciriales: Diego Blázquez y Gabriel Sánchez. El Santo Cristo del Hospital:
Sebastián Gómez. El Ecce Homo: Thomé Blázquez, Juan de Paso, Gabriel
Fernández y Juan Rodríguez Aguado. Las Hachas del Ecce Homo: Francisco
Díaz y Diego Rodríguez Aguado. La Imagen de Ntra. Señora: Juan López
Aguado, Alonso Sánchez Rabadán, Blas Díaz y Juan Agüero de las Casas.
Las Hachas de Ntra. Señora: Pedro Gómez Piña el mayor, y Juan Díaz58.

Toda la procesión, desde la Manga o Cruz Parroquial delantera, va alumbrada


por los Hermanos Cofrades y Cofradas de luz, iluminando especialmente al
grupo de disciplinantes y penitentes. El alumbrado lo hacen con la luminaria
que se prevé en las Ordenanzas de cada Cofradía, que puede ser con velas,
cirios, candelas, hachas o faroles. Además, como se ha dicho, la Manga y Cruz
Parroquial va acompañada de dos ciriales, y los estandartes y demás insignias de
la Cofradía van alumbradas por dos hachas cada una, portada, como hemos
dicho, por cofrades que han sido previamente designados en el Cabildo del
Domingo de Ramos.

Durante la Procesión un Cofrade era el encargado de mantener el orden y


la compostura de los Cofrades y asistentes. Llevaba la Cruz de la Demanda en la
mano, como símbolo de autoridad para cumplir su cometido. Otro llevaba la
campanilla que hacía sonar con frecuencia para llamar la atención y avisar a
los asistentes y cofrades, los cuales debían ir en absoluto silencio durante toda la
procesión, estando castigado con penas de cera y dinerarias el hablar con otro
Cofrade o asistente.

3.5. El Lavatorio de los Disciplinantes

Terminada la Procesión, ya hemos aludido a ello, la cofradía, en orden y


con las luminarias encendidas, vuelve al sitio de la salida, Hospital o Ermita,
donde se lavan las espaldas heridas de los disciplinantes y penitentes con
vino cocido y otros ungüentos.

58 AHPTO, H-956. Los Cerralbos. “Libro 1º de la Cofradía de la Vera Cruz, s/f. Acta del

Cabildo del Domingo de Ramos de 1682.


LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ EN LA PROVINCIA DE TOLEDO 339

IV. ACTIVIDADES EXTRAORDINARIAS DE LAS COFRADÍAS

Algunas Cofradías tienen actividades religiosas singulares, unas regladas


en las Ordenanzas y otras no, pero que forman parte de la religiosidad y
costumbrismo popular.

4.1. Procesiones de Rogativas

Si la Cofradía tiene que salir en Procesión de Rogativas por necesidad del


agua por la pertinaz sequía, o por la salud del pueblo en caso de epidemia o
contagio, en la de Parrillas se convoca primero a un Cabildo en el que se
acordará salir en procesión por la noche. Esta procesión será igual que la del
Jueves Santo, disciplinándose todos, y sacando todas las Insignias de la Cofradía
como en la dicha noche del Jueves Santo, estando obligados a asistir todos
los Cofrades y Cofradas, tanto los de sangre como los de luz59.

4.2. Los Misereres de los viernes de Cuaresma

En Burguillos, la Constitución 4ª determina “que el Primer Domingo de


Cuaresma se traiga en procesión el Sto. Cristo Crucificado que está en la
Ermita de San Pedro, extramuros de este Lugar, y que en el Altar donde se
colocare se canten los Misereres en los cinco viernes que hay hasta Semana
Santa, y en los dichos cinco viernes se digan cinco misas cantadas que se han
de aplicar por los Cofrades vivos y difuntos. Y el Domingo de Ramos se vuelva
a hacer Procesión para llevar el Santo Cristo a la Ermita”60.

4.3. Encomendarse a la Cofradía

Si alguna persona no Cofrade se encomendase a esta Cofradía para que le


acompañe a su entierro con toda la cera, todos los Cofrades están obligados a
ir a su enterramiento y a hacerle las exequias y oficios, y recen por él lo mismo
que por un Cofrade. Los deudos del difunto pagarán por la cera de la Cofradía 20
reales. Lo mismo que a los Cofrades, la Cofradía está obligada a hacer la
sepultura al que se encomendase a ella para su entierro61. En la Cofradía de
Casarrubios del Monte, por acuerdo del Cabildo extraordinario de 1699, se

59 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza, 21ª.


60 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. To. 44, Exp. 18. Burguillos. Constituciones de
la Cofradía de la Santa Cruz, año 1743, Constitución 4ª.
61 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 14ª.
340 JESÚS GÓMEZ JARA

determina que el Cristo insignia de la Cofradía no salga en los entierros de


ninguna persona que no sea cofrade. En la de La Guardia estaba reglamentado
“que cualquiera persona que muriere en esta villa, de cualquier estado que
fuere, y se encomendare a esta Santa Cofradía y Hermandad, quedando obligados
a estar en dicha misa con nuestras candelas en las manos, y que de una parte
y de otra del crucifijo ardan dos cirios mientras se dijere la misa”62.

V. LA CARIDAD, MISERICORDIA, Y SOLIDARIDAD ESPIRITUAL


Y MATERIAL EN LA COFRADÍA

La práctica de la Caridad entre los Cofrades y con los pobres es uno de


los aspectos que con más insistencia y extensión tratan las Ordenanzas y
reglamentación de las Cofradías de la Santa Vera Cruz. Distinguimos que en
las Cofradías se regula y se lleva a cabo la práctica de la Caridad y Misericordia
tanto en los aspectos espirituales como en los materiales, procurando el ejercicio
de los Sacramentos, sufragios, exequias y otras prácticas religiosas y espirituales,
y, a la vez, socorriendo necesidades materiales en caso de penuria.

5.1. Visitar a los enfermos

Se regula en las Ordenanzas de la Cofradía de Parrillas la obligación de


Visitar a los enfermos, especialmente si son Cofrades, para consolarle en su
dolencia, y con la obligación explicita de recordarle que se confiese y comulgue,
y que ordene su alma, como fiel cristiano.
…ordenamos que, pues una de las Obras de Misericordia es visitar a
los enfermos, y somos obligados a las guardar y cumplir, y más con nuestros
Hermanos Cofrades, que cuando algún Cofrade estuviere malo, le visiten los
cuatro Regidores que para regir y ordenar estuvieren señalados, y le traigan
a la memoria que se confiese y comulgue, y ordene su ánima como es
obligado cualquier fiel cristiano, el cual visiten dentro del tercer día de cómo
cayere malo y le consuelen, porque el tal enfermo reciba consolación63.

5.2. Acompañar en la agonía y velar al difunto

Si el enfermo entrare en agonía, o si falleciere a hora que no se le pueda


enterrar en el día, la Cofradía tiene reglado que “provean los mayordomos

62 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. 41, Exp. 11. La Guardia. Ordenanzas de

la Cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, año 1582, Ordenanza 21ª.


63 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 10ª.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ EN LA PROVINCIA DE TOLEDO 341

dos Cofrades que le velen cada noche, y estos vayan discurriendo por el memorial
todos que fueren menester, sin que ninguno se excuse”64. Lo mismo ocurre
en la de La Guardia, donde “si algún Hermano estuviere enfermo en tal manera
que esté a peligro de muerte, que los Oficiales sean obligados a elegir dos
Hermanos para que tengan cuidado de le velar, y estos se han de mudar cada
noche. Y si por ventura el tal Hermano muriere entre los Hermanos que se
hallaren presentes, sean obligados a dejarle aderezado hasta que el cuerpo
quede en las andas”65.

5.3. Entierros y exequias

En la Cofradía de Parrillas, cuando algún Cofrade o Cofrada fallece, todos


los Hermanos están obligados a ir a su entierro, cada uno con su candela
encendida, y que acompañe la Cruz de la Cofradía y cuatro hachas, llevadas
por Cofrades. Por su parte, la Cofradía dirá una vigilia de tres lecciones y
una misa de Réquiem cantada por el difunto. Cada Cofrade tiene que rezar
por su alma, estando en la vigilia y misa, diez veces la oración del Pater noster
con el Ave María. Durante la Vigilia y la Misa estará presente el Crucifijo de
la Cofradía y las cuatro hachas que ardan delante de él66. La Cofradía está
obligada a hacer la sepultura del Cofrade y la de sus hijos y mozos67. En
Casarrubios del Monte se tiene establecido que en los entierros de los pobres
ardan dos hachas, en los de los Cofrades que se enciendan cuatro hachas, y
en los de los que hayan sido Mayordomos de la Cera, que eran cuatro, ardan
todas las Hachas que tenga la cofradía, que el año 1671, por ejemplo, eran 20
las que había68. En La Guardia si algún Hermano moría fuera del pueblo, y
se le trajeran a enterrar a él, la Cofradía entera salía a recibirle a las afueras del
mismo con las candelas encendidas, hasta llegarle a la Iglesia, o a su casa, y si
no se trajere a enterrar al pueblo, se le dice una Misa de Requiem cantada y una
Vigilia de tres lecciones69. En Burguillos cuando fallece algún Cofrade o su
mujer, la Cofradía está obligada a mandar decirle una misa rezada, “y que se
den ocho hachas para el entierro y misa de cuerpo presente. Y si el entierro
fuese por la tarde, y la misa al día siguiente, se le den las ocho hachas. Y
para el entierro de los hijos de los Cofrades que no han salido de la patria

64 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 11ª.


65 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. 41, Exp. 11. La Guardia. Ordenanzas de
la Cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, año 1582, Ordenanza 16ª.
66 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 12ª.
67 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 15ª.
68 APCAS, Libro de la Cofradía de la Vera Cruz, fol. 118v, Acta del Cabildo del

Domingo de Ramos, 22/03/1671.


69 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. 41, Exp. 11. La Guardia. Ordenanzas de

la Cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, año 1582, Ordenanza 23ª.


342 JESÚS GÓMEZ JARA

potestad, se le den cuatro hachas. Y si algún Cofrade falleciese fuera de este


Lugar, y sus parientes o albaceas quisieren mandarle decir alguna misa cantada,
para ella se le han de dar cuatro hachas, diciéndose la misa en esta Parroquial”70.

5.4. Familia de los Cofrades

Si falleciere algún hijo o hija, mozo o moza, de algún Cofrade, la Cofradía


le dirá una Misa de cuerpo presente, con dos hachas que ardan en la iglesia
delante de la Cruz durante dicha misa.71 En La Guardia se determina “que si
falleciere algún hijo o hija de algún Hermano o Hermana que sea de edad de
doce años arriba, se entierre con las andas y paño, y se le dé dos cirios para
su enterramiento”72.

5.5. Entierro de pobres no Cofrades

Si el difunto es tan pobre que no tiene Cofradía que le entierre, esta de la


Vera Cruz le enterrará como a un Cofrade, sin que pague nada por enterrarle,
y se le dirá una misa y vigilia como a un Cofrade73.

5.6. Acompañar a los Ajusticiados

En La Guardia, si la justicia condenaba a muerte a alguna persona, todos


los Hermanos de la Cofradía de la Vera Cruz estaban obligados a ir con la cera
encendida acompañándolo desde la cárcel hasta donde fuere ajusticiado74.

5.7. Misas y sufragios por los Hermanos difuntos y bienhechores

En Parrillas todos los primeros domingos de cada mes se dice una misa
de la Cruz con una oración de los difuntos y bienhechores, y que todos los
Cofrades y mujeres vengan a ellas, y el munidor lo haga saber un día antes, y

70 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. To. 44, Exp. 18. Burguillos. Constituciones de

la Cofradía de la Santa Cruz, año 1743, Constitución 5ª.


71 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 13ª.
72 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. 41, Exp. 11. La Guardia. Ordenanzas de

la Cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, año 1582, Ordenanza 20ª.


73 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 14ª.
74 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. 41, Exp. 11. La Guardia. Ordenanzas de

la Cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, año 1582, Ordenanza 15ª.


LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ EN LA PROVINCIA DE TOLEDO 343

que cada uno traiga su candela que tenga encendida en las dichas misas.
También el día de la Cruz del mes de septiembre se dice una misa cantada de
la Cruz, con una conmemoración de los difuntos y bienhechores.75 En La
Guardia cada año se dicen cuatro misas por la Cofradía y Hermanos: una
misa de la Cruz, cantada, el día de la Pascua de Resurrección por la mañana,
después de los Maitines y de la Procesión, otra el segundo día de la Pascua
del Espíritu Santo, otra el día de Nuestra Señora de septiembre, y la otra el
día de Todos los Santos, a las cuales todos los Hermanos están obligados a
asistir con sus candelas.76 Ya hemos hecho alusión anteriormente cómo en
Burguillos, todos los viernes de Cuaresma, en el Altar donde se coloca el
Santo Cristo Crucificado que se baja de la Ermita, se ofician las Funciones
de los Misereres y se dice una misa cantada por los Cofrades vivos y difuntos,
pagándose a prorrata entre los Cofrades los derechos parroquiales77.

5.8. Ayuda material a enfermos, a pobres y a cautivos

Pero también se contempla la ayuda material y económica para el enfermo si


no tuviera recursos para comprar medicinas o pagar al médico. En Parrillas
la Cofradía le ayuda con medio real diario, hasta un máximo de 22 días, es
decir, 11 reales, o un ducado, pero esta limosna no se iniciará hasta que el enfermo
esté confesado, que primero ha de ser la limosna espiritual que la temporal.

Y que si el tal Cofrade enfermo fuere tan necesitado que no tenga con
qué curarse, que la dicha Cofradía le den cada día medio real, hasta
gastar con él un ducado y no más, y que si el tal enfermo dentro del tercero
día de cómo estuviere en cama malo, no lo hiciere saber al Capellán o
a alguno de los cuatro Regidores, que haya perdido la dicha limosna,
…y que el dicho medio real no se le comience a dar hasta que el Capellán
diga que el tal enfermo está confesado, para que primero se cumpla con
la limosna espiritual que con la temporal y que los cofrades queden con
mejor costumbre de se confesar luego cuando estuvieren malos. Y esto se
entienda estando en la cama malo78.

75 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanzas 26ª y 27ª.
76 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. 41, Exp. 11. La Guardia. Ordenanzas de
la Cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, año 1582, Ordenanza 12ª.
77 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. To. 44, Exp. 18. Burguillos. Constituciones de

la Cofradía de la Santa Cruz, año 1743, Constitución 4ª. “Y por las Funciones de los Misereres se
paguen 30 reales al Cura y Sacristán, por las dos procesiones 12 reales, y por las misas cantadas 30
reales, cuyas cantidades han de pagar prorrata los Cofrades de esta Cofradía, y los Mayordomos
han de tener obligación de cobrarlos y suplir el gasto de la cera de ésta y demás funciones”.
78 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 10ª.
344 JESÚS GÓMEZ JARA

En la Cofradía de La Guardia se estipula que si un Hermano estuviere


necesitado por alguna desgracia o juicio, que uno o dos Hermanos salgan a
pedir limosna para el tal Hermano, hasta mil maravedís, y también que se
nombren dos Cofrades para que pidan limosna por la Villa, y en Agosto por
las eras y vendimias, “para que si los vecinos Cofrades quisieren dar limosna
nos la den para ayuda al gasto con algunos pobres Hermanos”. Asimismo se
contempla que “si por ventura acaeciere que algún Hermano estuviere cautivo
en tierra de infieles, que todos seamos obligados a le favorecer con medio
real para su rescate cada uno de los cofrades”79.

5.9. Cumplir en las bodas de Cofrades y familia

Cuando algún Cofrade se casaba, o alguno de sus hijos, o criados suyos,


los Cofrades estaban obligados a ir a honrarlos y felicitarlos, para lo cual el
Mayordomo de la Cofradía daba las correspondientes instrucciones80.

5.10. Ayuda a Huérfanas pobres

En algunas Cofradías existía alguna fundación para ayudar a tomar estado


a huérfanas pobres, como en la de Casarrubios del Monte, donde Gregorio
Montes y Juana de Jerez, su mujer, fundaron una Memoria, en la cual dejaron
establecido que cada año se dé 6.000 mrs para ayuda de la dote matrimonial
a una huérfana pobre. Todos los años, el día 28 de diciembre, la Cofradía
celebraba un Cabildo especial para ello, que denominaban “Cabildo de la
Huérfana”, en el que se nombraba a la agraciada con esta ayuda. Algunas de
la elegidas fueron Agustina Martín, (año 1646), Francisca Rodríguez de
Luján (1647), en 1648 toco a Isabel González, la de 1649 fue para Catalina
Montero, Manuela Sánchez recibió la de 1650, etc.81.

VI. EL SOSTENIMIENTO ECONÓMICO DE LAS COFRADÍAS DE


LA VERA CRUZ

La financiación de las actividades y subsistencia económica de las


Cofradías de la Vera Cruz se nutría de las aportaciones de los Cofrades y de

79
ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. 41, Exp. 11. La Guardia. Ordenanzas de
la Cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, año 1582, Ordenanzas 28ª y 24ª.
80 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 41ª
81 APCAS, “Libro de la Cofradía de la Vera Cruz”, fol. 96v-101v. Actas de los Cabildos

de las Huérfanas, años 1646-1650. Esta costumbre está documentada desde el año 1625 en
que comienza el Libro conservado, pero es más antigua y habría otro u otros libros anteriores.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ EN LA PROVINCIA DE TOLEDO 345

las limosnas, con las cuales atendía los gastos que originaban sus obligaciones
tanto religiosas como materiales. Muy pocas tenían Censos, Memorias o
Rentas de tierras, que suelen ser las fuentes comunes de otras Hermandades,
y muy importantes. Lo normal es lo que pasa en Parrillas, que lo cargos
como el Munidor, “no se le dé cosa ninguna, porque la Cofradía tiene poco
dinero y no tiene propios ningunos de qué le pagar”82.

6.1. La cera como recurso económico

Se utiliza la cera como moneda de pago, apareciendo compartida con


dinero en efectivo en la cuota de entrada en la Cofradía, y convirtiéndose en
la habitual, común y exclusiva en las penas y sanciones a los Cofrades por
incumplimiento de alguna norma u obligación reglada en las Ordenanzas.

6.2. Cuotas de entrada de Cofrades

En unas Cofradías, como en Parrillas, se pide 2 reales y media libra de


cera, o en Dos Barrios, en la que se exigen un ducado y una vela de media libra
de cera con su arandela, mientras que en otras como la de La Guardia, se
exigen 4 reales, sin aportación de cera, o como en Burguillos, donde sólo se
pide media libra de cera, sin aportación de dinero en efectivo. En Casarrubios
del Monte parece que no hay cantidad fija como cuota de entrada, sino que la
aportación es variable, o que hay una mínima, que desconocemos, y de ahí
para arriba es voluntaria, pues en 1645, tenemos cuotas de tres entradas de 7 rs,
dos de 8 rs., una de 11 rs., y otra de 100 ladrillos para la obra de reparación
de la Ermita de la Cofradía.

6.3. Cuotas anuales o periódicas

No hemos encontrado ninguna Cofradía que tenga reglada una aportación


anual u otra periodicidad, ni en dinero, ni en cera.

6.4. Repartimientos extraordinarios entre los Cofrades

En la Cofradía de Los Cerralbos se hacían repartimientos o derramas en


dinero entre los Hermanos para el gasto de cera del año. Así en las cuentas

82 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 52ª


346 JESÚS GÓMEZ JARA

de 1684 se anota unos ingresos de 252 reales que se repartieron de luminaria


a los Hermanos de esta Cofradía, cuyo gasto de cera dicho año fue de 145
reales. En otras Cofradías, como en Dos Barrios, estaba ordenado que cada
cofrade aportara un real al año para luminarias y cera83.

6.5. Penas, sanciones y multas

Eran muy comunes las sanciones o penas a los Cofrades por el incumplimiento
de algunas disposiciones, como asistencia a los Cabildos, a las Misas de la
Cofradía, a los entierros de Cofrades o encomendados, a las procesiones, incluso
si alguno era tan poco precavido que se le agotaba la cera en la procesión era
sancionado con pena de cera para la Cofradía. En Dos Barrios los Cofrades
que se negaren a aceptar el Oficio o cargo para el que fueren nombrados pagarán
de pena media arroba de cera para el gasto de la Hermandad, en Talavera la
pena era de una arroba. También en Dos Barrios “el Cofrade que no viniere a
tener candela en la procesión, vísperas y misa, pague diez maravedís de
pena, y si viniere estando comenzado el Evangelio, pague cinco maravedís,
no teniendo justa causa”. En Parrillas está regulado que todos los Hermanos están
obligados a demandarse perdón unos a otros la noche del Jueves Santo, abrazándose
desde el primero hasta el postrero, y el que no lo hiciere, pague de pena una
libra de cera. Salirse de un Cabildo en La Guardia está sancionado con pena
de cinco libras de cera. En Casarrubios del Monte la falta de asistencia a la
Procesión del Jueves Santo con el farol para alumbrar a los Pasos y disciplinantes
estaba castigado con pena de tres libras de cera84.

6.6. Demandas de limosna

En Parrillas se hacía la demanda ordinaria todos los domingos del año, en


los que se pedía limosna por todo el pueblo85. También tenía establecida Demanda
Extraordinaria en las tres Pascuas del año en las que se nombraban dos Cofrades
para pedir por las casas, destinando lo que se allegase para los pobres
vergonzantes86.

83 ADTO, Secc. Cofradías y Hermandades, Leg. To-42, Exp. 2, Dos Barrios. Ordenanzas

de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1557, Ordenanza 16ª.


84 APCAS, “Libro de la Cofradía de la Vera Cruz”, fol. 103v. Actas de los Cabildos del Domingo

de Ramos, año 1654.


85 APPAR, “Libro 1º de la Cofradía de la Vera Cruz, fol. 2r.” Cuentas del año 1585.- Demanda

ordinaria. “...1.893,5 mrs que se an allegado de la demanda que se pide por el pueblo cada
domingo el año de su mayordomía…” En la Ordenanza 32ª se establece “que todos los domingos y
fiestas del año pida una persona o dos en la Iglesia o por el pueblo, y traiga en la una mano
una cruz con las cinco llagas, y en la otra una bacinita para echar la limosna”.
86 APPAR, Ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz, año 1552, Ordenanza 31ª.
LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ EN LA PROVINCIA DE TOLEDO 347

6.7. Aldeanías

Era otra fuente de ingresos de las Cofradías, de lo cual ya hemos tratado


al principio de este trabajo, al referirnos sobre los Cofrades y Cuotas, donde
nos remitimos. Documentamos ingresos por Aldeanías en Parrillas, Navalcán y
Los Cerralbos.

6.8. Censos y Rentas

Algunas Cofradías, pocas, tenían censos, también escasos en número,


constituidos a su favor, de los cuales cobraban los correspondientes réditos
anuales. La de los Cerralbos tenía tres censos que le rentaban 70 rs. cada año.

6.9. Pegujares

En muchas Cofradías, también en esta de la Vera Cruz, se estilaba el que


los Cofrades sembraran y cosecharan, o segaran gratuitamente pegujares, en
favor de su Cofradía. Lo hacían los domingos y festivos, con autorización
del Obispo, después de oír misa primera. En Parrillas se reúne el Cabildo de la
Cofradía el 11 de junio de 1593 y se informa de que el obispo ha autorizado a ir
a segar y tomar destajos a los Cofrades los domingos, después de oir misa, a
beneficio de la Cofradía, y que en su virtud, se acuerda tomar 40 fanegas de
trigo para su siega “para ayuda a los gastos de esta santa Cofradía”, siendo
obligatorio “para todos los hermanos y cofrades desta cofradía sin ser excusado
ninguno so pena de pagar una libra de cera...”87.

VII. OTRAS COFRADÍAS DE LA VERA CRUZ

Aunque no nos hemos detenido en ellas, por razones de espacio reglamentado


en este Simposium, en la provincia de Toledo hemos manejado documentación
precisa de otras Cofradías de la Vera Cruz custodiada en otros Archivos
Parroquiales que no citamos en este trabajo, entre las que destacamos las
siguientes:

Almorox, con libros desde 1667 hasta 1846, Cofradía titulada de la Preciosa
Sangre.

87 APPAR, “Libro 1º de la Cofradía de la Vera Cruz, fol. 56v.” Acta del Cabildo del 11 de

junio de 1593.
348 JESÚS GÓMEZ JARA

Caleruela, con libros desde 1584 hasta 1856.


Calzada de Oropesa, con libros de 1679 hasta 1874.
Carpio de Tajo, con libros desde 1584 hasta 1845.
Cebolla, con libros desde 1602 hasta 1801 (7 libros de Cabildos, de Cofrades
y de Cuentas).
Cervera de los Montes, con Libros desde 1681 hasta 1889.
Consuegra, en el Archivo Diocesano, con documentos desde 1722.
Escalonilla. Cuadernillo de las Ordenanzas, 1589, en cuartilla. No se conserva
ningún otro libro.
Herreruela, con libros desde 1586 hasta 1979 (faltan de 1846 a 1946).
Lominchar, con libros desde 1583 hasta 1975.
Maqueda, Parroquia de San Juan Bautista, con un solo libro 1645-1682.
Méntrida, con libros desde 1663 hasta 1881, titulada Cofradía de Animas
y Vera Cruz.
El Real de San Vicente, con libros desde 1749 hasta 1844.
Santa Olalla, fondo de Parroquia San Pedro, libro de 1722-1817.
Talavera de la Reina, en Archivo Diocesano, con documentación de 1623.
Torralba de Oropesa, libro de 1644-1669.
La Torre de Esteban Hambrán, libro de 1703-1748.

VIII. ABREVIATURAS EMPLEADAS

ADTO. Archivo Diocesano de Toledo.


AHPTO. Archivo Histórico Provincial de Toledo.
APCAS. Archivo Parroquial de Casarrubios del Monte.
APMEN. Archivo Parroquial de Méntrida.
APNAV. Archivo Parroquias de Navalcán.
APPAR. Archivo Parroquial de Parrillas.
APTEH. Archivo Parroquial de La Torre de Esteban Hambrán.
La cofradía y templo de la
Vera Cruz de Lima

José Antonio BENITO RODRÍGUEZ


Universidad Católica Sedes Sapientiae-
CEPAC Lima (Perú)
jbenito@ucss.edu.pe

I. Introducción.

II. El origen de las cofradías de la Vera Cruz.

III. Teología espiritual de la devoción a la cruz.

IV. El Templo de La Vera Cruz de Lima

V. Fundación y trayectoria de la cofradía.

VI. Bibliografía

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 349-366. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. INTRODUCCIÓN

Por decisión del Papa Francisco, el año 2016 fue dedicado por la Iglesia a
reflexionar acerca de la práctica de las obras de misericordia. Vale decir, el
año de las cofradías, hermandades y asociaciones. Su origen, su fundamento
evangélico, lo marca el capítulo veinticinco del Evangelio de Mateo:

Entonces dirá el Rey a los de su derecha: «Venid, vosotros los benditos de


mi Padre, entrad en posesión del reino que os está preparado desde la
creación del mundo; porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve
sed, y me disteis de beber; peregrino era, y me hospedasteis; desnudo,
y me vestisteis; enfermé, y me visitasteis; en prisión estaba, y vinisteis
a mí…En verdad os digo, cuanto hicisteis con uno de estos mis
pequeñuelos, conmigo lo hicisteis.

Este año 2017 celebrarán también sus jubileos el Monasterio de Santo


Toribio de Liébana (Santander) donde se venera el Lignum Crucis1, y Caravaca
(Murcia) en honor a la reliquia de su “santísima y vera cruz.

En el presente artículo quiero presentar los rasgos fundamentales de la


cofradía más antigua del Perú, la de la Vera Cruz, fundada por el propio Francisco
Pizarro, en Lima, de acuerdo con los datos contenidos en el documento comprado
en un anticuario el 2 de octubre de 2013 y custodiado desde entonces en el
Archivo de la Universidad de Navarra y que se titula Recapitulación, o extracto
general de todos las ordenanzas, y constituciones hechas para la observancia de
los señores hermanos ... de la nobilísima archicofradía de la santísima vera
cruz ... del convento grande de Nuestro Padre Santo Domingo de esta ciudad
de Lima, Impresso en Lima: en la imprenta Nueva que está en la Casa de
los Niños Huerphanos, año 1759. http://hdl.handle.net/10171/30928; FA.152.
392_1.pdfd.

1
Parece ser que es el trozo más grande de la cruz de Cristo, el correspondiente al
brazo izquierdo, de los catalogados como ciertos, pues son incontables los que se
presentan como tales en el mundo.
LA COFRADIA Y TEMPLO DE LA VERA CRUZ DE LIMA 351

Entre los diferentes encuentros académicos y pastorales vinculados con


nuestro tema, destaco y tomo como pauta el IV Congreso Internacional de
cofradías de la Vera Cruz, celebrado en Zamora a comienzos del otoño de
2008, y convocado por el Museo Etnográfico de Castilla y León, junto con el
Obispado de Zamora y la cofradía de la Santa Vera Cruz de aquella ciudad2.

II. EL ORIGEN DE LAS COFRADÍAS DE LA VERA CRUZ

Indagar en el origen de las cofradías de la Santa Vera Cruz, es tanto como


remontarse al comienzo de las cofradías de Pasión en España. Porque las
antiquísimas cofradías y hermandades de la Santa Vera Cruz que se conservan en
numerosas ciudades y villas de todas las regiones del país, o que se han extinguido,
no hay duda, pues está bien probado, que fueron las primitivas en su clase
que se fundaron y que celebraron procesiones pasionistas de penitencia, sirviendo
de modelo y acicate para erigir otras de análogos fines.

En la fundación de las cofradías de Pasión, en especial las de la Vera


Cruz, tuvo singular importancia la posesión y guarda de los Santos Lugares
por parte de la Orden Franciscana, especialmente los de Jerusalén, capital de la
Pasión y Muerte de Jesucristo. Los frailes, cuando regresaban a sus provincias de
origen, llegaban inflamados en la memoria aquellos Santos Lugares y conservaban
y extendían entre los fieles las prácticas piadosas que allí se observaban. Y en
los hermanos encontraban la base para difundir estas devociones dedicadas a
conmemorar la Pasión del Señor y los Dolores de su Santa Madre.

Otro motivo del origen de estas procesiones fue el de “andar las estaciones”,
en Lima es típica la de las siete iglesias en Semana Santa, o visitar los sagrarios el
Jueves y Viernes Santo. Los fieles, en comunidad, iban a cinco iglesias con

2
Con la interesante exposición titulada “El árbol de la Cruz”, se publicó un catálogo
con tres estudios significativos: el de José Luis Hernando Garrido, “Sobre arma Christi y
tentenublos. Antecedentes de la iconografía de la Cruz”; el de José Andrés Casquero
Fernández, sobre “Las cofradías de la Cruz: proceso histórico y ritual”; y, por último,
José Ángel Rivera de las Heras, “En torno a la Cruz y su representación en el arte zamorano”.
En la segunda parte se incluyen documentos sobre las cofradías de la Vera Cruz (reglas,
indulgencias, etc.), libros, un extenso y variado repertorio de cruces (procesionales,
conventuales, devocionales, de altar, etc.), así como diversos objetos de orfebrería litúrgica
(cálices, portaviáticos, etc.) y una selección de pinturas y esculturas relacionadas con las
cofradías de la Vera Cruz, fundamentalmente imágenes procesionales. Además, otros
elementos estrechamente relacionados con la vida de las cofradías, como los hábitos,
varas, estandartes o pendones, etc. Un apartado muy interesante es el que presenta
diversos relicarios del lignum crucis, así como los «arma Christi» o piezas en las que
el Crucificado se acompaña de los instrumentos de la Pasión.
352 JOSÉ ANTONIO BENITO RODRÍGUEZ

monumento eucarístico, en recuerdo de las Cinco Llagas de Nuestro Señor, o


a las siete. Parece que este recorrido penitencial nace del recuerdo del doloroso
itinerario de cruz vivido por Jesús cuando fue llevado de un lado a otro, en
el momento de ser enjuiciado en su Pasión y que popularmente se trata de
imitar mediante el ejercicio del Vía Crucis, con 14 estaciones para leer y
meditar la Escritura, particularmente los siguientes pasajes fundamentales:
El recorrido por Jesús desde el lugar de la Ultima Cena, hasta el Huerto de los
Olivos; Del huerto a la casa de Anás; De ahí a la casa de Caifás; El tránsito al
pretorio de Pilato; De Pilato a la casa del Rey Herodes; segunda vez ante
Pilato y el recorrido hacia el Calvario con la Cruz a cuestas. Finalmente,
para visitar las Iglesias en Jueves Santo, se debe tener en cuenta que Jesús
está en el Monumento (Sagrario) y se debe acompañar con una oración.

Las primitivas cofradías de Pasión aparecen a fines de la Edad Media, hacia


el siglo XV, y lógicamente sin reglas muy precisas. Se haría el ejercicio del vía
crucis, se practicaría la visita a los Sagrarios y procesiones sin imágenes.
Las cofradías de la Santa Vera Cruz, en su mayoría peculiares de la Orden
Franciscana, nacerían en sus conventos se proyectarían en medio del pueblo
como crecimiento natural por contagio entre los fieles más cercanos a los frailes,
tales como los terciarios de los que nacerán las hermandades y cofradías
penitenciales, totalmente compenetradas con ellos por el fervor y culto a la
Pasión y Muerte de Jesús. Es bien conocida la procesión general de la
Sagrada Pasión del Salvador que sale, al anochecer del Viernes Santo, en
Valladolid, con el paso de la Santa Cruz, propiedad de los terciarios franciscanos
que lo acompañan con túnicas pardas y el cordón franciscano.

Otra fuente de fervor sería la veneración de una reliquia de la cruz en un


santuario como Santo Toribio de Liébana en Santander, San Miguel de Aralar
en Pamplona, Cruz de Caravaca en Murcia, Veracruz en Salamanca o Lima.

El experto P. Germán Rubio se inclina en pensar que fue en Sevilla donde


se fundó la primera cofradía de la Santa Vera Cruz, señalando su origen en el
vía crucis celebrado en el convento Casa Grande de San Francisco (1268), al
modo de cómo se practicaba en los Santos Lugares de Jerusalén, y que bastante
después resucitó don Fadrique Enríquez de Ribera, marqués de Tarifa, cuando
regresó en 1520 a Sevilla de su viaje a Jerusalén y construyó la llamada Casa
de Pilatos, de donde partían durante la Santa Cuaresma los vía crucis, que
terminaban en el humilladero de la Cruz del Campo, ya que entre ambos
puntos había la misma distancia que separaba el Pretorio del Calvario3.

3
La cofradía de la Vera Cruz de Sevilla no alcanzó su carácter típico de hermandad
de Pasión con procesiones de penitencia y estatutos propios sancionados por la
LA COFRADIA Y TEMPLO DE LA VERA CRUZ DE LIMA 353

Desde el siglo XVI nacen en el antiguo Reino de Valencia las Cofradías


de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, siendo la más antigua
la de su capital, erigida en 1535, aunque las de Orihuela y de Sagunto se creen
anteriores. Florecen con gran fuerza como fruto de la religiosidad bajomedieval y
la devoción secular al Santo Cáliz. Ya en el siglo XVII se extienden estas
cofradías como una tela de araña por las diversas comarcas del reino, aunque
con menor vitalidad que las precedentes. La última fundada con fecha
conocida es la de Benifairó de les Valls en 1757. Los actos de culto estaban
centrados en la fiesta de la Preciosísima Sangre y en la Semana Santa, incluyendo
Misas, procesiones y predicaciones4.

III. TEOLOGÍA ESPIRITUAL DE LA DEVOCIÓN A LA CRUZ5

Más allá de los aspectos formales de la práctica devocional y el seguimiento


de sus reglamentos, conviene rescatar el fundamento teológico espiritual que
nace del núcleo mismo del cristianismo, la pasión, muerte y resurrección de
Jesucristo, el Dios humanado.

Derivado de ello, es fundamental la consideración de las obras meritorias del


hombre en vistas a su salvación, y entre éstas, hay que incluir necesariamente las
mortificaciones que los hermanos de las cofradías de la Vera Cruz asumían
en su procesión anual. La disciplina tomada en recuerdo de la Pasión del
Señor para contribuir a la justificación del cofrade, con la recepción de los
sacramentos (penitencia y eucaristía) garantizaba las buenas disposiciones
prescritas para lucrar la indulgencia.

autoridad eclesiástica, hasta la primera mitad del siglo XVI, que es la época en que
se definen estas cofradías con todas sus características y se extienden por Andalucía,
España y el Nuevo Mundo. El padre Meseguer Fernández, en su trabajo titulado “Las
Cofradías de la Vera Cruz”, editado en 1968, trae noticias de otras antiquísimas hermandades
de este título, cuales son la de Toledo, de 1480, que salía con su disciplina el Jueves
Santo en la noche del monasterio del Carmen; la de Madrid, existente en el año 1500, en
que fundó el humilladero de San Francisco, donde se veneraba la imagen de Nuestra
Señora de Gracia; la de Cabra de Córdoba, radicante en la iglesia mayor de la villa,
cuya regla era de 1522; la de 1524 en el convento de San Francisco de Villalpando
(Zamora); la cofradía del Puerto de Santa María, de 1525, y la cofradía de Jerez de
la Frontera, de 1542. La cofradía de la Vera Cruz, de Granada, primera que se fundó
en dicha ciudad, parece que fue hacia 1547
4
MOROS-CLARAMUNT, B., Las cofradías de la Sangre en el Reino de Valencia,
vol. 64 (2016) 231- 291.
5
Sigo los diversos trabajos citados en la bibliografía final de Fermín Labarga
García.
354 JOSÉ ANTONIO BENITO RODRÍGUEZ

Antes de que el Concilio de Trento emanara su decreto sobre la justificación,


en su sesión sexta de fecha 13 de enero de 1547, las reglas de cofradías de la
Vera Cruz como las de La Rioja (España) ya recogían la doctrina que más
tarde refrendarán los padres conciliares de Trento. Posteriormente, en un
clima contrarreformista y con matiz antiprotestante se llega a explicitar el
“merecimiento” y el valor de las obras, especialmente la penitencia, necesaria e
incluso recomendable para quien quiera ser buen discípulo de Cristo. Se quiere,
además, recalcar que es necesario realizarlas con rectitud de intención, dirigidas a
Dios como expiación por los propios pecados y en ningún caso como forma
de atraer la atención sobre sí mismo, lo cual no sería más que vanagloria que
privaría a la penitencia realizada de todo su valor. Las obras buenas que se
hayan realizado con esta rectitud de intención han de servir para la propia
salvación unidas a los méritos de Cristo y, de forma subordinada, de los
bienaventurados, especialmente de la Virgen.

Este mismo concilio de Trento en su doctrina sobre el sacramento de la


penitencia, fijada en la sesión XIV con fecha 25 de noviembre de 1551, remite
al magisterio de San Pablo que, gracias a la pasión de Cristo, el hombre es
redimido:

al padecer en satisfacción por nuestros pecados, nos hacemos conformes


a Cristo Jesús, que por ellos satisfizo y de quien viene toda nuestra suficiencia
por donde tenemos también una prenda certísima de que, si juntamente
con Él padecemos, juntamente también seremos glorificados…Así
no tiene el hombre de qué gloriarse; sino que toda nuestra gloria está
en Cristo (Cap. VIII).

Es notoria la fe en el valor del sacrificio eucarístico, que se contempla como


auténtico memorial de la Pasión de Cristo. La celebración de la Eucaristía
aplicada por los vivos y los difuntos es una constante en todas las reglas. De
hecho, los cofrades al redactar sus reglas, señalan claramente varios días al
año en los que han de reunirse para la celebración de la Santa Misa, en la mayor
parte de los casos aplicada por los hermanos difuntos. A este propósito, el Concilio
de Trento, en la sesión decimoséptima del 17 de septiembre de 1562, mantendrá la
creencia tradicional de la Iglesia en el valor propiciatorio del sacrificio eucarístico
tanto a favor de los vivos como de los difuntos. Según costumbre legítima se
ofrece por la aplicación de la Santa Misa un estipendio, que no es pago sino
ofrenda. Los cofrades creen que la celebración de la Santa Misa es el mismo
memorial de la muerte de Cristo que ofreció su cuerpo en sacrificio en el ara
de la cruz y derramó su sangre en nuestro precio.
LA COFRADIA Y TEMPLO DE LA VERA CRUZ DE LIMA 355

De otra parte, la creencia en la presencia real de Cristo en la Eucaristía es


evidente. El Jueves Santo se denomina muy acertadamente Jueves de la Cena
por ser el día en que Jesús instituyó el Sacramento de su presencia real y
visible; así, se establece la obligación de mantener las candelas encendidas
desde el ofertorio hasta la comunión, en honor del misterio que se está celebrando,
en la celebración del Corpus Christi que cuenta con el acompañamiento reverente
de los cofrades, así como cuando sea llevado en viático.

Las reglas se preocupan mucho de que los hermanos que están en peligro
real de muerte reciban los últimos sacramentos. De igual modo, se estipula
minuciosamente todo lo referido al entierro y sufragios. Podemos decir que
la realidad de la muerte está así también muy presente en los textos de las
reglas de las cofradías en general, y de la Vera Cruz en particular. Se contempla
la muerte como un trance ineludible pero familiar. De hecho, lo importante
es que el fallecido se haya preparado para bien morir en manos de Cristo y
así alcanzar los premios prometidos a la paciencia, es decir al sufrimiento y a
la penalidad ofrecidos en comunión con los padecimientos de Cristo, de tal
forma que sirvan para la justificación.

En la espiritualidad de las cofradías de la Vera Cruz se ve claramente su


dependencia de la liturgia, entendida ésta como conjunto de ritos que celebra
la Iglesia oficialmente para la santificación de sus fieles en nombre de Cristo,
como la misa, los sacramentos, el oficio, y junto a ella otras actividades
paralitúrgicas como la procesión de disciplina del Jueves Santo y otros ejercicios
de piedad en las fiestas de la Cruz de mayo y septiembre, como la celebración
de Vísperas…

De igual modo, el ritmo vital de la cofradía, el criterio que marca su discurrir


a lo largo del año, es el año litúrgico como característica común del pueblo
cristiano occidental hasta casi nuestros días y que se evidencia incluso en el
refranero popular. Las actividades de las cofradías de la Vera Cruz se ordenan
según los tiempos litúrgicos, ajustándose a la celebración de la Pascua. Podría
añadirse también la atención que las reglas prestan a las rúbricas litúrgicas,
señalando los días en que se celebrarán Misa de la Cruz por los cofrades
vivos y difuntos.

Es un hecho constante el detalle con que las reglas señalan la importancia


de recibir los sacramentos para los cofrades de la Vera Cruz. La importancia
manifiesta de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía y de la penitencia,
en la vida del cofrade nos lleva a señalarla como una de las principales
características de su espiritualidad. El Concilio de Trento reafirmará la
doctrina de la presencia real de Cristo en la Eucaristía, frente a las doctrinas
356 JOSÉ ANTONIO BENITO RODRÍGUEZ

protestantes, lo que servirá además de fuerte estímulo para el incremento de


la piedad eucarística. Se establece igualmente la necesidad de la preparación
inmediata para la recepción del Santísimo y la obligación de comulgar por lo
menos una vez al año, en este caso por Pascua de Resurrección.

El tiempo litúrgico se establece conforme a un ritmo semanal, centro del


cual es siempre el domingo, día del Señor, y conforme a un ritmo anual, que
se ordena no al modo civil (es decir, comenzando el 1 de enero y concluyendo el
31 de diciembre) sino de acuerdo con la celebración de la principal fiesta de
los cristianos que es la Resurrección. Fijada ésta siempre el domingo siguiente al
plenilunio de primavera, el resto del año dependerá de su situación. Así, se
podrá fijar el comienzo de la cuaresma y las fiestas móviles de la Ascensión
y Pentecostés.

Tanto el ritmo semanal como el anual están perfectamente definidos en la


vida de las cofradías de la Vera Cruz. La Iglesia establece para todos los fieles la
obligación de participar los domingos y días festivos de precepto en la Santa
Misa. Los cofrades, además, quedaban obligados de forma muy particular por
los estatutos. Muchas veces, incluso establece la regla a qué celebración han
de acudir.

Si consideramos la cofradía de la Vera Cruz como ámbito de experiencia


espiritual laical, puede afirmarse que sirvió para que la multitud de hermanos
que engrosaron sus filas a lo largo de los siglos de su historia vivieran mejor
sus compromisos bautismales de una forma organizada y con las características
propias de los laicos. La espiritualidad de los siglos XVI y XVII se desborda
por todos los ámbitos de la sociedad, manifestada en la observancia rígida de los
mandamientos, la asistencia a la Santa Misa, recepción de los Sacramentos,
santificación de los días festivos y la práctica del ayuno todos los viernes del
año. Igualmente, el pueblo participaba masivamente en todas las funciones
extraordinarias que tenían lugar a lo largo del año: procesiones, sermones
cuaresmales, novenas y otras. La cofradía como asociación sirve de cauce para
las ansias particulares de una mayor intensidad de vida cristiana.

La caridad constituye el eje principal dentro de la espiritualidad laical


cofrade. Otro de los aspectos característicos de la espiritualidad laical es su
relación con la actividad profesional ya que, mientras que los religiosos y los
clérigos tenían precisamente como actividad principal de su jornada la oración, para
los laicos el trabajo era medio necesario para su sustento. Muy relacionado con
la actividad laboral se encuentra también el concepto que se tiene del mundo,
de las cosas creadas, y en general del ámbito de lo secular que es, por otro
lado, el propio del laico. Para los cofrades de la España del siglo XVI el
LA COFRADIA Y TEMPLO DE LA VERA CRUZ DE LIMA 357

mundo ofrecía, además de tentaciones algunas compensaciones de carácter


positivo, entre ellas la posibilidad de disfrutar de los beneficios de la creación,
aunque para ello hubiera que regar la tierra con el sudor de la frente.

Es muy frecuente encontrar en las reglas de las cofradías de la Vera Cruz


un capítulo que establece la obligación de realizar una procesión de disciplina,
como se tiene en la noche del Jueves Santo, siempre que lo demande el bien
público como catástrofes naturales, tan habituales en aquellos tiempos. Se trata, de
auténtica solidaridad ante la catástrofe y verdadero sentido de responsabilidad por
el bien público, al que se puede contribuir mediante la expiación ascética,
que siendo agradable a los ojos de Dios servirá eficazmente para reconducir
el curso de los acontecimientos.

Respecto a la vinculación con la jerarquía, se prescribe la presencia de


eclesiásticos en las cofradías ya que pueden ingresar como hermanos y
disfrutarán por su condición de la exención de cuotas frente a la obligación
que contraen de aplicar la celebración de la Misa por los hermanos que fallezcan
sin percibir estipendio alguno. Resulta notorio igualmente el importante papel
que ejerce la familia para el cofrade, ya que si bien la inscripción suele ser la
del cabeza de familia, la cofradía no obstante ofrece servicios complementarios
para todos sus miembros, muy especialmente para la esposa e hijos no casados.
En este momento histórico, los siglos XVI y XVII, la familia es el núcleo
más importante de integración social y religiosa.

IV. EL TEMPLO DE LA VERA CRUZ DE LIMA

Al principio, su sede estuvo establecida en una capilla en la zona del


presbiterio, al lado de la Epístola, en la iglesia dominica de Nuestra Señora
del Rosario, que por entonces se estaba edificando. El rey Carlos V, entre otros
privilegios que le concedió, tuvo la deferencia de solicitar al papa Paulo III una
reliquia mayor para esta cofradía, confiando que así contribuiría a la paz
entre las facciones pizarrista y almagrista, enfrascados en una enconada oposición
por el dominio del territorio Inca y cuyo resultado fue el asesinato de ambos
caudillos. Atendiendo el pedido del rey, el Papa envió en 1540 un fragmento
del Lignum Crucis, con el dominico Juan Bautista Roca, que la depositó en la
sede de su Orden. Las fuentes señalan que éste fue el trozo de mayor dimensión
destinado a sede alguna en la cristiandad6.

6
SÁNCHEZ CONCHA BARRIOS, R., “Cofradía de la Vera Cruz. Más de cuatro
siglos de historia”, en El Comercio, suplemento dominical, Lima, 15 de abril de 1990, p. 9.
358 JOSÉ ANTONIO BENITO RODRÍGUEZ

Cuando se construyó el templo de Nuestra Señora del Rosario de Santo


Domingo quedó libre un espacio longitudinal en el lado sur, aledaño al muro
lateral del templo. El cabildo sacó a remate la obra de un templo que se
construiría en el lugar y que por entonces se puso bajo la advocación de
Santiago. El 10 de julio de 1565 se encargó la obra al maestro de albañilería
Gaspar Baeza y el proyectista Alonso Beltrán (que lo cedería a Diego Morales el
12 de octubre de 1565). Una vez que se hubo terminado la construcción de la
capilla, la advocación a Santiago fue cambiada por la de La Vera Cruz. La
nueva denominación se sustentó en razones religiosas, tanto como políticas
y administrativas, vinculadas a la exclusiva cofradía que existía en la iglesia
dominica. Tuvo portada mudéjar, ejecutada por el maestro Morales en 1570,
toda de ladrillo visto; esta portada desapareció en 1613, cuando fue sustituida
por la actual, labrada por Diego Guillén, al estilo Bajo Renacimiento (o
clasicismo tardío) implantado en Valladolid por la iglesia de Nuestra Señora
de las Angustias. Si bien no se ha mutilado del todo la portada, ha mantenido,
hasta hoy, la sobriedad con que fue concebida. A fines del siglo XVII, se
le añadió una gran cúpula que, según fray Juan de Meléndez, era “gran
maravilla, por sus cuatro ventanas entre relieves, linterna y pechinas”. El
terremoto de 1746 dañó sus bóvedas, pero respetó su vieja y austera portada,
lo más interesante del templo. En 1806 fue restaurada en su interior, sin mayor
valor artístico, salvo su altar de mármol (hay pocos en Lima de este material)
y sus anodinos retablos. Es una de las pocas iglesias de Lima que no tiene
torres.

De acuerdo a sus estatutos, el cabildo era el Patrón de la Hermandad de la


Vera Cruz, por lo que estuvo entre sus atribuciones la decisión que dio por
finalizado el conflicto con la Orden dominica. En la iglesia originalmente de
Santiago, se acordó que fuera albergada la reliquia más importante con
la que contaba el virreinato, a la que posteriormente se agregaron otras de
similar calidad. No podía oponerse la Orden dominica a esta propuesta. Así,
se trasladó la cofradía de la Vera Cruz al nuevo local, con lo que el cabildo
culminó el proyecto, los dominicos obtuvieron una extensión para su sede
institucional, quedando saldada la controversia y se beneficiaron los cofrades.
El relicario del Sanctum Lignum Crucis fue debidamente colocado en el altar
mayor de la Vera Cruz, de donde se dice que desapareció durante la guerra
con Chile, por lo que para reponerlo fue enviado otro fragmento, aunque de
menor tamaño. Lo que sucedió con la advocación de Santiago fue que la
destinaron a la iglesia en la Reducción de Indios de Santiago en el Cercado,
cuando fue creada la locación y terminada de construir por la Compañía de
Jesús. Sin embargo, no fue totalmente olvidado el culto al apóstol porque
en la capilla de Diego de Agüero en Santo Domingo, colindante a la de
Vera Cruz, se celebraba “misa mayor el día de Santiago, en el cual día
LA COFRADIA Y TEMPLO DE LA VERA CRUZ DE LIMA 359

tiene un jubileo plenísimo”, recordaba Reginaldo de Lizárraga a inicios del


siglo XVII7.

El P. Antonio San Cristóbal Sebastián8, señala que este primer edificio tuvo
planta longitudinal gótico isabelina, de una sola nave y capillas hornacinas
poco profundas en los laterales, a lo que se agregó un coro en una tribuna
sobre la puerta de ingreso. La disposición espacial es sencilla, una sola nave,
cuatro tramos, crucero con cúpula y capilla absidial profunda.

El templo se adornó con profusión de retablos, destacando el del altar


mayor que resguardaba el relicario del Sanctum Lignum Crucis. En la nave,
colocados en capillas del tipo hornacina poco profundas, más cercanas al
tipo arcosolio, destacaban en la zona del crucero los retablos de la Pasión de
Cristo en el lado de la Epístola, iluminados por la cúpula. Frente al púlpito
y a la puerta lado del Evangelio y de Nuestra Señora de las Angustias en el
del corredor de acceso a la sacristía, estaba el retablo del Ecce Homo ya
mencionado. En 1653, Tomás Suárez Gilis compró al maestro Diego de
Mondragón las puertas que habían sido de la antigua Capilla de la Vera
Cruz, que éste había obtenido como parte de pago por hacer las nuevas en
madera, posteriormente colocadas en una casa particular.

Pocos años después, el terremoto del 20 de octubre de 1687 tuvo un efecto


devastador en el edificio de la Vera Cruz, dañado seriamente. En el documento
el artífice Fernández Montaño, luego de señalar la total destrucción de los
edificios de la ciudad, añadió que «de la misma suerte quedó la iglesia de la
Veracruz, pues no quedó en toda ella cosa alguna, porque se arruinó». Fue
por eso que los padres de la Orden de Santo Domingo, al no poder utilizarla
y porque en la iglesia no había lugar aparente adonde pudiesen acudir los
fieles, aparte de la capilla de Nuestra Señora del Rosario, se vieron precisados
a habilitar una en la plaza mayor.

En 1812 Matías Maestro, en colaboración con José María Perrín, realizó


los trabajos conducentes a rehabilitar la capilla y quizás la portada. Después
del terremoto de 1940, cuando se reparó la iglesia de Santo Domingo, se
hicieron también arreglos en la Vera Cruz. Los trabajos estuvieron bajo la
supervisión del arquitecto Emilio Harth Terré, basados en trazados suyos y

7
LIZÁRRAGA, fray R., Descripción breve de toda la tierra del Perú, Tucumán,
Río de la Plata y Chile (1603-1609). Madrid, Biblioteca de Autores Españoles, 1968,
Cap. XXIII.
8
SAN CRISTÓBAL SEBASTIÁN, A., Fray Diego Maroto alarife de Lima.
1617-1696. Lima, Editores Epígrafe, S.A., 1996, pp. 137-142 ss. 9
360 JOSÉ ANTONIO BENITO RODRÍGUEZ

de E. W. Moser. En esta oportunidad se trató de devolver a la fachada el estilo que


tenía en el siglo XVII, de acuerdo al grabado de 1681 publicado en la obra de Juan
Meléndez, el que sirvió de guía a los restauradores. En los primeros años del siglo
XIX la fachada aún era la que debió diseñar Maestro, pero todo el templo fue
nuevamente intervenido entre 1903 y 1906 y parcialmente, en años sucesivos.

V. FUNDACIÓN Y TRAYECTORIA DE LA COFRADÍA (Extracto


documental)

D. Manuel Fuertes de Gilbert Rojo, en su estudio sobre la nobleza corporativa


de España, la considera como una de las cofradías más antiguas de Iberoamérica y
más importantes de Perú (desde 1540 por el Marqués D. Francisco Pizarro y
el arzobispo Fray Jerónimo de Loaysa, aunque sus estatutos se aprobaron en
1570) destacando su gran relación con Roma por Bula de Sixto V de 1549 y
el pacto de hermandad con la Cofradía del Santísimo y Veracruz de Roma.
Quizás por estas relaciones recibió de los Sumos Pontífices infinitas gracias
e indulgencias, así como valiosas reliquias9. En la actualidad recibe el
nombre de “Muy Antigua, Pontificia, Benemérita y Gloriosa Archicofradía
de la Vera Cruz de Caballeros del Perú” y para su ingreso ya no se exige
ninguna prueba nobiliaria. A la fecha (mayo del 2017), pasa por su peor
momento debido a sus discrepancias con el Arzobispado de Lima y con la
Orden de Santo Domingo que han provocado su separación de la Iglesia10.
Sintetizo a continuación del único documento disponible del siglo XVIII, en
espera de encontrar otros para poder rescatar su rica historia en los casi cinco
siglos de trayectoria11. Comienza la documentación con un sugestivo grabado
de la figura del lignum crucis (f. 2), obra de Josep Carolus de Zelada, año de
1759, acompañada de la inscripción del envío del Papa Paulo III al Cabildo
de Lima. A continuación, se informa de la fundación de la cofradía como
“cuerpo” social:

9
FUERTES DE GILBERT ROJO, M., La nobleza corporativa en España.
Nueve Siglos de Entidades Nobiliarias Madrid 2007. Actualmente, el Archivo
Histórico del Ayuntamiento de Lima tan solo conserva el Libro IV de Cabildos,
iniciado en 1774, aportándonos algunas noticias sobre el origen de la Archicofradía,
listas de Hermanos de diversos periodos entre 1692 y 1835 y reseñas de las principales
fiestas de la Hermandad. Sólo podían ser admitidos en ella individuos -hombres y
mujeres- que fuesen de distinguida calidad y notorios hidalgos, efectuando el oportuno
examen los Mayordomos «con el mayor sigilo y recta conciencia.
10
Consulto en el Arzobispado de Lima -3 de mayo de 2017- y se me informa que hay
esperanza de su vuelta a la comunión eclesial y quizá se normalice o refunde en breve.
11
Recapitulación, o extracto general de todos las ordenanzas, y constituciones
[…] Lima 1759.
LA COFRADIA Y TEMPLO DE LA VERA CRUZ DE LIMA 361

Entre los muchos cuerpos que en esta Capital ha congregado la


piadosa devoción de sus moradores es la Archicofradía de la Vera Cruz
el excelente y más recomendable; pidiéndolo así el sujeto de su culto,
la antigüedad de su erección y el carácter de sus miembros. Ésta se
erigió al culto del Sagrado Fragmento de la Cruz, en quien se toca el
mismo original de nuestra adoración y por cuyo respecto se hacen
adorables los leños que reciban su figura, prenda la más noble entre
todas las reliquias del Cristianismo, gloria de este nuevo Mundo y posesión
tan antigua como su establecimiento12.
La razón de su progreso fue lo la participación de la nobleza y el apoyo
de los Papas a través de bulas recomendando y favoreciendo su culto. Dieron
ejemplo, los virreyes “tomando nombre de Hermanos veinticuatros como
particulares”, los arzobispos, los ministros. “Así la multitud de limosnas era
acompañada del mismo número de hermanos y a la abundancia de sufragios
correspondía la magnificencia del culto” (p. 13).

El terremoto de 28 de octubre de 1746 destrozó “la suntuosa capilla” que se


vio afectada por la reducción del culto. Para motivar las limosnas y el incremento de
nuevos miembros se dio al público “una puntual noticia de todos los tesoros que
archicofradía encierra, ya en lo singular de sus reliquias, ya en la multitud de
jubileos y toda especie de gracias e indulgencias y finalmente de los privilegios
y exenciones con que se distinguen los Hermanos en el estado político” (p. 14).

El 28 de diciembre, el Conde de Castañeda y de los Lamos- mayordomo-


se dirige al virrey para informar y solicitar ayuda. Se inserta, a continuación,
el parecer de Fr. Bernardo Dávila, OP, Maestro en Sagrada Escritura, doctor
por San Marcos y catedrático de prima de Santo Tomás, examinador sinodal,
consultor del Arzobispo, colector y procurador general del Rmo. P.M.
General de la Orden en la provincia de San Juan Bautista y Prior provincial.
Destaca el valor de la reliquia “presea singular” de Paulo III, enviada al
Cabildo de Lima “en medio de las mayores turbulencias que padecía este reino
en su conquista” y dado que “todo conduce a devoción, a buenas costumbres
y en nada se opone a las regalías y privilegios antes si coopera a su mejor timbre”
(p. 19), por lo que solicita su impresión.

Pedro Vázquez de Novoa y Carrasco, abogado de la Real Audiencia y del


Tribunal del Consulado, asesor de los juzgados de diezmos y real derecho de
sisa, catedrático de vísperas de Leyes de San Marcos, lo aprueba el 26 de
noviembre de 1758 en razón de su concordancia con “buenas costumbres y

12
Cito la página tal como aparece en el documento en internet; en el original, a
mano, el “12” sería el “f. 3”·
362 JOSÉ ANTONIO BENITO RODRÍGUEZ

las regalías de Su Majestad”; además “los cofrades tendrán a mano sus


obligaciones y gracias, para observar su cumplimiento y los extraños “pretender
el ingreso a una congregación tan distinguida” (p. 20).

Uno de los acuerdos de los cofrades el 3 de mayo de 1758 fue el hacer


memoria y motivar mediante un “Exordio” la historia de la Cofradía, cuya
génesis data en plena lucha entre Almagro y Pizarro y cuyos fundadores
fueron “su valeroso caudillo el Marqués D. Francisco Pizarro, con el Ilmo.
Sr. D. Fr. Jerónimo de Loaiza y los que formaron el Cabildo, Justicia y Regimiento
de eta Ciudad”. Se declara su fin:

en memoria y perpetua veneración a la singular reliquia del sagrado


madero de nuestra Redención que la Santidad de Paulo III se sirvió
enviarles como el mejor y más seguro iris para la paz que tanto necesitaba
el Reino, la que se colocó en capilla o basílica propia, suntuosamente
labrada en sitio espacioso, que corre de longitud 180 `pies y 36 de latitud,
separada e independiente del convento grande de Nuestro Padre Santo
Domingo con sus cuatro altares en elevados retablos de la más primorosa
arquitectura y efigies de correspondiente escultura.
El Mayor del Sanctum Lignum, cuya hermosa Custodia toda guarnecida
de rica pedrería, en que se deposita y vino este admirable portento,
que es de la magnitud de dos pulgadas y media de largo, una de ancho y el
grueso de dos líneas, según se manifiesta por la estampa; el mayor
Sanctum Lignum que se conoce, comprende a sus lados y por las dos caras
como orla con su inscripción latina de letras iniciales de oro otras
preciosas reliquias, que remitió la Santidad de Urbano VIII con una
hermosísima cruz que presentaron a la archicofradía los M.R.P.M.
Provincial y Prior del convento y costa del cabildo del año de 1692 y
son parte de la cadena o ramal con que azotaron a Nuestro Redentor;
de la columna en que fue atado para azotarle; de su sagrada cuna, del
velo, camisa o túnica interior de lienzo de la Virgen, del pelo de la
preciosa madeja de sus cabellos, de la vestidura del patriarca señor
San José, huesos de los príncipes de la iglesia S. Pedro, S. Pablo, S.
Felipe y Santiago el Mayor.

A partir del folio 7 vienen las Constituciones referidas en un libro de


1551-1580, aprobadas por J. de Loaysa, primer arzobispo, escritas en 1570 y
extractadas para esta ocasión. Se prescribe, que el 3 de mayo, todos los caballeros
hermanos tengan elección de mayordomos y procuradores con solo “el celo
de servir a Dios y hacer lo que en obra tan Santa conviniere” poniéndose siempre
en sujetos de calidad y de crédito (Ordenanza 15) dejando “plena satisfacción
del mejor desempeño de este cargo” (f. 8). Se propone que siempre sea el
LA COFRADIA Y TEMPLO DE LA VERA CRUZ DE LIMA 363

primer mayordomo uno de los alcaldes ordinarios “como es de derecho y así se


ha practicado”. Después, de entre todos los Hermanos -ausentes o presentes-
otros 20, junto a dos procuradores con lo que forman los 24. Para que conformen
el cuerpo de la hermandad y administren y organicen hasta dar dotes, capellanías y
disponer de todas las demás obras pías, quedando inhibida “de toda jurisdicción
secular, eclesiástica y regular, dejando para los casos “arduos” al Virrey “como
protector y patrón principal de ellas” (f. 12).

A continuación se insertan acuerdos como el tenor de los nombramientos


para 1758 y 1759 y relación de los nombrados.

Se recuerda “que siendo el principal instituto de la erección de esta santa


hermandad, atender al mayor culto de la soberana reliquia que venera, se hará
más meritoria su observancia, si fuere acompañada de obras de piedad y de
misericordia, ejercitándolas todos los hermanos en visitar a los encarcelados
y procurar su alivio hasta liberarlos de ella, siendo por deuda o por otro
delito en que no se grave la conciencia. Que por el mismo respeto, hayan
de visitar a los Hermanos enfermos y socorrerlos” (p. 45, f. 24)

Se insiste en la obligación del Cabildo, patrón de la archicofradía, de “su


mayor adelantamiento, hacia su mejor culto y veneración”, así como “participar
en la procesión y pedir por las calles para la cera que se pone al monumento
y reliquia el jueves y viernes santo” n. 22.

Con legítimo orgullo se hace memoria de los virreyes y arzobispos que


han cumplido con la misión de participar en los actos litúrgicos. Entre otros,
se menciona a Santo Toribio: “El Ilmo. Sr. Don TAM, Arzobispo de esta
santa iglesia (que hoy lo veneramos canonizado desde el año de 1729) en el
mismo año (que el virrey Martín Henríquez, 1582)” y a D. Diego del Corro,
obispo de Popayán y electo arzobispo de Lima, que se asentó por hermano
en este de 1758. De igual modo y siguiendo su ejemplo se asentaron “los
señores de la Real Audiencia, oidores y alcaldes de corte.

Se insiste en cuidar la procesión del viernes santo de 1758 con los tres pasos.
Tras un breve sermón, saldrá de su capilla y formándose por la calle del Pozuelo,
coja la de las Mantas, entre en la Plaza. Mayor, siga por el lado derecho o de los
Botoneros, haga estación en la Catedral, entrando por la puerta del Bautisterio y
dando vuelta por el crucero salga por la otra colateral del sagrario a encaminarse
por el lado del Palacio, calle del Correo Viejo y se restituya a su casa.

Se especifica que vaya por delante una escuadra de soldados de infantería,


con chuces, abriendo calle para el paso de la procesión, seguidos de doce
364 JOSÉ ANTONIO BENITO RODRÍGUEZ

lacayos vestidos de libreas con las hachas del cabildo, según lo determinado
por el virrey Conde de la Monclova en 1639 y se practicó en ella tal como
consta en el Libro de Cabildos (f. 45). Al comienzo deben situarse uno o dos
trompetas, caja y pífano; luego, la Cruz del Convento alumbrada por dos acólitos
con sus ciriales; a continuación, el estandarte de la Santa Cruz y el paso del
Santo Cristo. Le sigue un cuerpo de música y el paso de Nuestra Señora de
la Soledad; otro cuerpo de música delante de la reliquia del Sanctum Lignum
portada por Padre Provincial o Prior debajo del palio que cargarán seis
sacerdotes; diácono y subdiácono a los lados con dos acólitos alumbrando
con ciriales y otros dos con los incensarios y los padres maestros incensando por
su turno precedidos de los religiosos, interpolada con los caballeros hermanos
24; todos con su vela verde, presidiendo detrás del palio el cabildo, justicia y
regimiento, también con su vela verde con los porteros, los dos receptores y
ministros de justicia de respeto sin vela, y por delante de la reliquia uno de
los alcaldes con el guion, alternándose con los demás capitulares, excepto al
salir y entrar en la iglesia, que lo ha de llevar uno de los alcaldes y los dos
mayordomos a los lados con sus insignias (n. 28).

Se advierte que para que haya “unión, armonía y seriedad”, estén, además de
los dos procuradores, seis hermanos que gobiernen la procesión, ocupando los ocho
todo el espacio de la procesión, para que los mayordomos no dejen sus lugares.

En los dos siglos pasados que tenía la exclusiva, las estaciones eran más
largas y cruzaba la mayor parte de la ciudad tal como indica la ordenanza 30:
iba a la catedral, san Francisco, Compañía, Merced, San Agustín, San Marcelo,
San Sebastián, entrando en todas menos en las dos últimas. En la procesión
de 1693 anduvo tres estaciones menos, yendo solo a la catedral por la calle de la
capilla de la cárcel, a la Compañía, la Merced y S, Agustín y sin entrar en
esta iglesia se restituyó a su casa. Fue la más solemne, nombrando como
gobernadores a doce hermanos y para pedir limosna cuatro los cuales se
anotan “para que su ejemplo sirva de estímulo a que los imiten en tan santo y
laudable ejercicio sus sucesores”.

Menciona el decaimiento, desunión…y valora la importancia de enterrar


a los hermanos en la capilla conforme a la ordenanza 32. Se recuerda la práctica
en el Mes de los difuntos; que se digan 50 misas por los hermanos y hermanas,
poniendo el túmulo con la mayor decencia que se pueda, contribuyendo con
un peso cada uno.

Se acuerda en el Cabildo de 3 de mayo de 1758 se nombren agentes


podatarios y protectores en Madrid y Roma. Se incluye relación por orden
alfabética de los caballeros y señoras que se propusieron por Hermanos 24 y
LA COFRADIA Y TEMPLO DE LA VERA CRUZ DE LIMA 365

Hermanas de la Cofradía de la Veracruz, en los cabildos 3 de mayo y 14 de


septiembre de 1758, informando de la “calidad” (títulos), parentesco y si son
hermanos 24). Por último, se advierte que los “demás caballeros hermanos 24 y
señoras hermanas que existen en esta archicofradía se verán en la tabla que está
puesta en la sacristía de la capilla que por ser dilatada no se extiende aquí” (f. 54).

VI. BIBLIOGRAFÍA

- FUENTE: Recapitulación, o extracto general de todos las ordenanzas, y


constituciones hechas para la observancia de los señores hermanos...de la
nobilísima archicofradía de la santísima vera cruz ... del convento grande
de Nuestro Padre Santo Domingo de esta ciudad de Lima, Impresso en
Lima: en la imprenta Nueva que está en la Casa de los Niños Huerphanos,
año 1759, http://hdl.handle.net/10171/30928; FA.152.392_1.pdfd

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basilica-de-la-veracruz-lima/ http://antiguascofradias.blogspot.com.es/2015/
m09/la-cofradia-de-caballeros-de-la.html
El Santo Cristo de la Columna, de Villavieja
(Castellón): Una nueva Cofradía en torno a
una talla bicentenaria

Pilar MARTINO ALBA


Universidad Rey Juan Carlos
Madrid

I. Introducción. Pinceladas sobre la historia de una talla familiar.

II. La religiosidad popular como marco de actuación en la diócesis.

III. Fundación y función de la Cofradía del Santo Cristo de la Columna,


de Villavieja.

IV. La colaboración entre Cofradías y su Procesión Diocesana.

V. Conclusiones.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 367-380. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. INTRODUCCIÓN. PINCELADAS SOBRE LA HISTORIA DE UNA
TALLA FAMILIAR

La imagen del Santo Cristo de la Columna que da nombre a la Cofradía


objeto de nuestro interés en este artículo es de 1835, fecha desde la que ha
permanecido a lo largo de cinco generaciones en la misma familia que la
encargara en esa temprana fecha del siglo XIX. Si bien no ha quedado
documentación sobre el encargo y el contrato con el artista entallador, sí hay
datos de otra talla en manos de la misma familia, una Dolorosa –a la que
volveremos más adelante a propósito de las imágenes de esta Cofradía que
procesionan en Semana Santa-, obra del escultor valenciano Rafael Alemany.
De la primera de las obras, el Santo Cristo de la Columna, sí hay un recibo
de pago por el importe de 212,50 Ptas, referencia que se recoge en el diario
de un sacerdote, Mosén Ribas, aunque el cura párroco en esas fechas era don
Mariano García, quien estuvo al frente de la parroquia de la Sagrada Familia,
en Villavieja, entre 1815 y 1840.

La obra es una imagen votiva que fue encargada por Teresa Recatalá
Vilar a raíz de un conflicto familiar que terminó por solucionarse. Con tal motivo,
corrieron a su cargo la organización y los gastos de la fiesta de Semana Santa en
la población castellonense de Villavieja durante la que procesionaría el Santo
Cristo de la Columna, con el compromiso de que la talla se custodiara siempre por
la familia y estuviera expuesta en la iglesia parroquial1 del pueblo. Al morir
Teresa Recatalá, la talla pasó a manos de Teresa Monlleó Recatalá, la única
hija soltera, quien se ocupaba de cuidar el altar donde se guarda la imagen
del Cristo de la Columna, a los pies de la nave del Evangelio. Al fallecer la
citada Teresa Monlleó, la talla pasó a su hermana Dolores Monlleó Recatalá y,
posteriormente, de ésta a su hija, Juana Represa Monlleó. La talla la heredaron las
hijas de esta última -junto con otras imágenes religiosas como Santa Cecilia,
San Antonio, la Virgen Dolorosa2- y fue una de ellas, Amparo Alba Represa,

1 Durante la guerra civil, hay que recordar que el frente estaba en Bechí, a 7 Kms de

Villavieja. La iglesia parroquial de esta última población quedó totalmente destruida, y la


imagen se trasladó entonces al domicilio familiar.
2 Esta talla de la Dolorosa fue adquirida el 6 de febrero de 1916 para la capilla de uno de

los balnearios de aguas sulfurosas que había en la población de Villavieja por Francisco
EL SANTO CRISTO DE LA COLUMNA, DE VILLAVIEJA (CASTELLÓN)… 369

quien inició los trámites para la fundación de la Cofradía, al frente de la cual


está hoy día uno de sus sobrinos, Francisco Javier Alba Rodrigo.

La destrucción de la población durante la guerra civil, y especialmente de


la iglesia parroquial de la Sagrada Familia, provocó que tras el conflicto
bélico fuese necesaria una profunda restauración de las imágenes que habían
quedado seriamente dañadas, haciéndose cargo de ello Juana Represa Monlleó y
José Alba Blanquer, padres de Amparo Alba Represa -impulsora de la fundación
de la Cofradía- y abuelos del actual presidente de la Cofradía, el mencionado
Francisco J. Alba Rodrigo.

El primer año que la actual familia Alba Represa se hizo cargo de la


organización de la fiesta de Semana Santa y de sufragar los gastos fue en
1988, a raíz de lo cual surgió la inquietud por fundar una Cofradía.

La talla del Cristo atado a la columna, que se asienta sobre una peana
dorada y policromada y apoyada sobre una columna también policromada, a la
que se sujeta mediante una soga, ha sido recientemente restaurada -concretamente
en 20153- por el equipo técnico de restauración Acanthus, en Valencia. La
imagen se completa con las potencias doradas que, originalmente, eran de
hierro bañadas en plata. Dado el estudio previo que se hizo de la talla por
parte de los restauradores, y teniendo en cuenta los cuatro pilares básicos de
la restauración, a saber, “fidelidad a los caracteres intrínsecos de las obras […];
legibilidad o recuperación de la lectura completa de la obra; reversibilidad en
materiales e intervenciones y durabilidad en los productos y materiales utilizados”,
se propusieron once acciones sobre la obra: 1.- consolidación de los levantamientos
y ampollas de preparación y policromía; 2.- desinsección preventiva de la
madera; 3.- chuleteado o masillado de las grietas de la madera; 4.- reposición
volumétrica de faltantes de madera; 5.- eliminación de repintes; 6.- limpieza
físico-química de la policromía y dorado; 7.- barnizado; 8.- estucado de
lagunas; 9.- embolado y dorado con oro fino las zonas abrasionadas; 10.-
reintegración cromática; 11.- protección final de las policromías. Con este
trabajo se cumple también una de las funciones de la Cofradía, aspecto al
que nos referiremos más adelante, relativa a la custodia y cuidado de la imagen.

Represa Ban, hijo de los propietarios del balneario Miguel Represa Fernández y la francesa
Juana Ban Clement. Por los documentos privados que conserva la familia Alba-Represa, la
talla de la Dolorosa fue llevada a Villavieja desde Madrigal de las Altas Torres por Leandro
Fernández Marazuela, el primero que emigró desde la ciudad castellana, cuna de la reina
Isabel la Católica, a la población levantina de Villavieja y a la que posteriormente llegaría su
sobrino, el citado Miguel Represa Fernández, con la promesa de que el balneario lo heredaría
él siempre que se casase con Juana Ban Clement.
3 El presupuesto para la restauración se presentó en julio de 2015. Una vez aceptado, fue

recogida la imagen en agosto y entregada, tras la restauración, en octubre de 2015.


370 PILAR MARTINO ALBA

II. LA RELIGIOSIDAD POPULAR COMO MARCO DE


ACTUACIÓN EN LA DIÓCESIS

Con motivo del Año Jubilar de la Misericordia, la Provincia Eclesiástica


Valentina4 publicó un pequeño librito o guía sobre la religiosidad popular, en
el que en su introducción se hace alusión a que:

“La Iglesia es cada vez más consciente de la importancia y valores que


tiene la llamada “religiosidad” o “piedad popular” en relación con el
anuncio de Jesucristo. Después de un tiempo en que vino a ser considerada
como algo primitivo o como una manifestación menos pura de la fe,
son muchos los que en nuestros días ponen de relieve su riqueza y su
importancia para la transmisión de la misma. También el Magisterio
de la Iglesia ha desarrollado desde el Concilio Vaticano II una rica
reflexión sobre la religiosidad popular”.

4
Véase Antonio, Cardenal Arzobispo de Valencia; Jesús, Obispo de Orihuela-Alicante; Javier,
Obispo de Mallorca; Casimiro, Obispo de Segorbe-Castellón; Vicente, Obispo de Ibiza; Gerard,
Administrador diocesano de Menorca: Religiosidad popular y Evangelización. Orientaciones
pastorales de los obispos de la Provincia Eclesiástica de Valentina, Valencia, 2016, pp. 6 y 7.
EL SANTO CRISTO DE LA COLUMNA, DE VILLAVIEJA (CASTELLÓN)… 371

En dicho documento se ponen en valor las manifestaciones con las que


cada pueblo, en función de su idiosincrasia y de su historia, expresa su fe,
para lo que se ayuda de los elementos culturales históricos y contextuales.
Por ello, en unos casos esa religiosidad popular se expresará mediante la
participación activa en la Semana Santa, mientras que en otros lugares lo
hará a través de peregrinaciones a un determinado santuario, de procesiones
en honor de un determinado santo patrón, de romerías, del rezado del Rosario,
de la representación de danzas religiosas, de obras basadas en pasajes evangélicos,
de autos sacramentales, etc. Citando la Carta a los seminaristas del Papa
emérito Benedicto XVI, el documento de los obispos valentinos, reproduce
que a través de la religiosidad popular “[…] la fe ha entrado en el corazón de
los hombres, formando parte de sus sentimientos, costumbres, sentir y vivir
común […]5”. Teniendo en cuenta este aspecto, es lógico que cada pueblo en
cada latitud organice sus manifestaciones de religiosidad popular de diferente
manera, pues en ello influyen, como ya hemos mencionado, los contextos
históricos y culturales.

El actual Papa Francisco, a través del documento Evangelii Gaudium ha


incidido en este aspecto, exhortando a la aceptación de estas manifestaciones
de la religiosidad popular con la visión del Buen Pastor y no del juzgador,
pues se trata de manifestaciones que “[…] han brotado de la encarnación de
la fe cristiana en una cultura popular […]6”. Teniendo en cuenta todas estas
recomendaciones papales de aceptación de la religiosidad popular en todas
sus expresiones, el citado documento de los obispos palentinos refrenda esta
última exhortación, añadiendo que la “falta de estima de la piedad popular
procede, en muchas ocasiones, de prejuicios ideológicos realizados en nombre
de una presunta ‘pureza’ de la fe […]” y expone las razones para esa aceptación
porque a) la religiosidad popular es una forma legítima de vivir la fe; b)
muestra un sentido casi innato de lo sagrado y de lo trascendente; c) guarda
sentido de la propia historia; d) penetra delicadamente en la existencia de
cada fiel; e) se ponen de relieve actitudes interiores y virtudes que la piedad
popular valora7. A todo ello, añade que hay muchas personas alejadas de la práctica
de la fe cristiana que solamente se acercan a ella a través de la experiencia y
vivencia de todas esas manifestaciones propias de la religiosidad popular, y

5 Benedicto XVI, Carta a los seminaristas (18/10/2010), n. 4, cita que en la obra que

figura en nuestra nota 4 a pie de página se reproduce en la p. 12.


6 Exhortación Apostólica Evengelii Gaudium del Santo Padre Francisco a los obispos, a

los presbíteros y diáconos, a las personas consagradas y a los fieles laicos sobre el anuncio del
Evangelio en el mundo actual, publicado por la Tipografía Vaticana, p. 73, disponible en:
http://w2.vatican.va/content/dam/francesco/pdf/apost_exhortations/documents/papa-
francesco_esortazione-ap_20131124_evangelii-gaudium_sp.pdf
7 Véase Religiosidad popular y Evangelización, 2016, pp. 27-29.
372 PILAR MARTINO ALBA

que incluyen también el acercamiento y la ayuda al prójimo y el deseo de


comunicarse con lo trascendente, aspecto que afecta a todas las culturas y
creencias religiosas, luego es propio del ser humano independientemente de
la práctica de una religión concreta, en otras razones porque la religiosidad
popular despierta sentimientos de pertenencia a un pueblo concreto, de identidad,
de cohesión y de salvaguarda de la tradición. Así pues, está intrínsecamente
relacionada con el devenir cultural de un pueblo, como afirmó en 1982 el
Papa Juan Pablo II en su Discurso fundacional del Consejo pontificio para
la cultura: “[…] una fe que no se hace cultura es una fe no plenamente
acogida, no enteramente pensada y fielmente vivida”8.

A pesar de todo lo anteriormente expresado, es lógico pensar la preocupación


de los obispos valentinos por el discurrir de la religiosidad popular y de sus
recomendaciones y actuaciones para que los actores principales de esas
manifestaciones, los laicos, con el tiempo no desvíen sus expresiones y las
alejen del Evangelio. Derivado de ello, las cofradías cuentan con la supervisión
y el tutelaje de sus respectivas diócesis para cumplir con lo que marca el
Catecismo de la Iglesia en relación con las manifestaciones populares de la fe,
conducentes a un fin común que es el “hacerlas progresare en el conocimiento
del misterio de Cristo”9 y no quedarse en la superficie estética, cultural,
histórica, folklórica o artística. Por ello, los obispos valentinos se marcan
entre sus funciones de supervisión y tutelaje de los fieles:

“Garantizar que las cofradías y hermandades que promueven acciones


de religiosidad popular sean constituidas como asociaciones de fieles,
de acuerdo con el derecho canónico […] que pretenden vivir su fe en
comunión con la Iglesia. Es importante acogerlas en la vida de las
parroquias, dándoles cabida en los consejos parroquiales de pastoral e
integrándolas en la vida de la comunidad cristiana. También es oportuno
garantizar consiliarios que no sean sólo nominales, sino que ejerzan su
función en la educación de la fe, cuidando la celebración del culto y
promoviendo las acciones caritativas10”.

Finalmente, antes de exponer en el epígrafe siguiente la función y fundación


de la Cofradía objeto de nuestro interés, hay que recordar lo que los obispos
valentinos ponen de manifiesto en este documento a propósito de una de las
funciones de las cofradías y hermandades en general, teniendo en cuenta la
realidad actual de convivencia con diferentes culturas y religiones en un mismo

8 Ibidem, p. 42.
9 Ibidem, p. 51, donde se cita el Catecismo de la Iglesia Católica (1997), 1676.
10 Ibidem, p. 55.
EL SANTO CRISTO DE LA COLUMNA, DE VILLAVIEJA (CASTELLÓN)… 373

territorio. Para ello recurren al texto del Papa Francisco, de 5 de mayo de 2013,
en la Homilía en la Santa Misa con ocasión de la Jornada de las cofradías y de
la piedad popular, en la que exhortaba a los cofrades a ser también ellos, con
sus actuaciones, comportamiento y manifestaciones de religiosidad popular
auténticos evangelizadores11, pero practicando el diálogo interreligioso con
espíritu ecuménico de acogida.

III. FUNDACIÓN Y FUNCIÓN DE LA COFRADÍA DEL SANTO


CRISTO DE LA COLUMNA, DE VILLAVIEJA (CASTELLÓN).

La Cofradía del Santo Cristo de la Columna se fundó en 1989 por dos familias:
la ya mencionada familia Alba-Represa y los Carratalá-Ibáñez. Era costumbre en
la población el que los festejos de Semana Santa corrieran a cargo de una
familia. En 1988 le tocó, como ya hemos mencionado anteriormente, a la familia
Alba-Represa dicha organización, para lo que contaban con varias imágenes
religiosas en el patrimonio familiar, imágenes a las que hemos hecho alusión
en el primer epígrafe de nuestro trabajo. A raíz de la organización de la Semana
Santa de ese año 88 surgió la inquietud por fundar una cofradía y consolidarse
como grupo humano devoto y con unas creencias comunes.

Según los datos aportados por la propia Cofradía, ésta se compone actualmente
de aproximadamente 120 miembros con vesta, el 85% jóvenes, y 55 sin
vesta. Estos últimos colaboran económicamente al sostenimiento de la Cofradía.
Entre los cofrades con vesta están los dirigentes de la procesión, los portadores de
la imagen del Santo Cristo de la Columna, los abanderados, los tamborileros,
y los portadores de cirios.

Uno de los principales objetivos de la Cofradía es mantener el espíritu de


servicio y colaboración con la parroquia, razón por la que, para mantener a
los cofrades vinculados a la vida parroquial y no sólo como partícipes de la
organización y desarrollo de la Semana Santa, se organizan actividades a lo
largo del año. Además de ello, Amparo Alba, hermana mayor de la Cofradía
del Santo Cristo de la Columna, menciona que vivir la cofradía “Es vivir la
amistad y ayudarnos […] ser cofrade también es responder a una misión de
testimonio que es lenta pero que hace su faena”12 y añade que este hecho es
perceptible en la gente que, aunque no frecuente con regularidad la iglesia,

11 Ibidem, p. 59.
12 Hoja parroquial. Suplemento del B.O. del Obispado. Dep. Legal: CS 97-1960 (1999).
Entrevista realizada con motivo de la VIII Procesión Diocesana celebrada en Villavieja el 21
de marzo de 1999.
374 PILAR MARTINO ALBA

no fallan en nada que tenga que ver con la Semana Santa. Su pretensión es
que los cofrades sean ejemplo de vida para sus vecinos y que estos vean que,
aunque “hay una inquietud y amor a la Semana Santa […] es mostrar que
somos un grupo grande de gente de todos los lugares con la misma inquietud
[…]”13.

Si bien la fundación es de 1989, los Estatutos no se presentaron en el


Registro de Entidades de Carácter Cultural de la Diputación Provincial de
Castellón hasta el 24 de mayo de 1999, documento en el que se establecen
las finalidades de la Cofradia, a saber: “Rendir culto, restaurar, custodiar…
al Santo Cristo de la Columna de Villavieja y participar en todos los actos
culturales organizados por la Junta Central diocesana, así como organizar y
participar en dichos actos a nivel local.” Entre estos actos culturales y otras
actividades de la Cofradía, los Estatutos establecen la obligatoriedad de asistir a
reuniones, organizar exposiciones de ropa de culto y de los trajes y estandartes
de las cofradías, elaborar y/o encargar la pronunciación del pregón de Semana
Santa a un seglar, asistir a las procesiones, además de cumplir con el pueblo
ayudando en la parroquia en todo aquello relacionado con la fiesta de Semana
Santa.

El marco de la Semana Santa marca la principal actividad de los cofrades,


sin embargo, no deja de haber una actividad complementaria fundamental,
tal y como marcan los Estatutos, pero que al tratarse de una labor callada que,
por decirlo de alguna manera, no reviste de la vistosidad de las procesiones, no
se da a conocer pues con ello están cumpliendo no solo obras de misericordia
sino también la recomendación cristiana de que la mano derecha no sepa lo
que hace la izquierda. Según marca el art° 4 de los Estatutos de la Cofradía,
relativo a los objetos, fines y actividades, ésta debe “promover y fomentar la
formación cristiana y espiritual de sus miembros y prestar apoyo moral y
material a sus miembros […] y en caso de aflicción, enfermedad, necesidad
o indigencia, proporcionarles auxilio de toda índole […]”. Este aspecto no
hace más que cumplir también con los presupuestos de la Junta Diocesana de
Cofradías, Hermandades y Asociaciones de Semana Santa de la diócesis de
Segorbe-Castellón.

Entre las actividades relacionadas con la Semana Santa, la principal para


la Cofradía del Santo Cristo de la Columna es, sin lugar a dudas, la procesión
del Jueves Santo a las nueve de la noche. En ella, la cofradía sale con el hábito
morado, capirote, con guantes blancos (vesta completa) y zapatos negros;
mientras que unos días antes, el Domingo de Ramos los cofrades salen para

13 Ibidem
EL SANTO CRISTO DE LA COLUMNA, DE VILLAVIEJA (CASTELLÓN)… 375

la bendición de los ramos con la vesta y la capa, pero sin capirote, y con el
escapulario. No es ésta la única salida de los cofrades en la festividad del Domingo
de Ramos, sino que por la tarde tiene lugar el Vía Crucis recorriendo distintos
puntos de la población. Durante el Vía Crucis los cofrades, sin vesta, van precedidos
de los tambores y la cruz, y cumplen con la función de leer cada uno una estación.
En este año 2017 se ha celebrado el sábado, al no haber misa el domingo por la
tarde. El resto de los días en que tienen lugar los preparativos, se arreglan los
bancos, se limpia la iglesia, para lo que la cofradía envía a los voluntarios.

Además de estas labores que podríamos denominar de aseo del contexto


eclesial en el que tendrán lugar los diferentes actos de la Semana Santa, el
Jueves Santo, cuando tienen lugar los Oficios, la Cofradía vela al Santísimo,
con el compromiso, además, de realizar turnos de vela entre los cofrades
cada media hora. Esa noche quienes acuden son miembros de la Adoración
Nocturna. No queda en actuaciones su actividad, ya que también el Viernes
Santo procesiona otra de las imágenes de la familia Alba-Represa, María al
pie de la Cruz, con lo cual también en este caso la Cofradía está implicada;
mientras que el Sábado Santo es día de arreglar la iglesia para el Domingo,
con la procesión del Encuentro y la Cofradía del Santo Cristo de la Columna
prepara también las andas de la imagen de Cristo Rey (Resucitado). Después de
la procesión del Encuentro, se celebra la Misa. Cuando termina la procesión del
Viernes Santo se hace el santo entierro en la iglesia, simbolizado a través de
la colocación de ocho faroles en torno a la imagen del Cristo yacente. Así pues,
la actividad que realiza la Cofradía en torno a la celebración de la Semana Santa
abarca prácticamente todos los actos que van desde el Viernes de Dolores
hasta el Domingo de Resurrección.
376 PILAR MARTINO ALBA

Es multiplicidad de actividades queda fijada en los Estatutos de la Cofradía,


documento cuyo art. 5° establece que : 1) Se hará el quinario con una misa
de acción de gracias al Santo Cristo de la Columna y la imposición del hábito o
vesta a los nuevos cofrades; 2) participará en la exposición diocesana de trajes,
estandartes y objetos de las Cofradías; 3) participará con todos sus miembros
en las siguientes procesiones: procesión penitencial diocesana, con el hábito
completo; procesión del Domingo de Ramos, sin capirote, con medallón y palma;
procesiones del Jueves y Viernes Santos, con capirote y cirio; procesión del
Encuentro, con el capirote en la mano; 4) colaborará con los demás Cofradías y
Hermandades religiosas existentes en Villavieja y en otras poblaciones de la
diócesis; 5) organizará actos religiosos y culturales para fomentar la formación
cultural y espiritual de todos sus componentes; 6) se organizarán turnos de vela
ante el Monumento, durante todo el tiempo en que en él permanezca el Santísimo.

De la colaboración entre cofradías de la diócesis de Segorbe-Castellón y


participación en la Procesión Diocesana, nos ocupamos en el siguiente epígrafe.

IV. LA COLABORACIÓN ENTRE COFRADÍAS Y SU PROCESIÓN


DIOCESANA

La Junta Diocesana de Cofradías, Hermandades y Asociaciones de Semana


Santa de Segorbe-Castellón, en carta dirigida a los diferentes cofrades de la
diócesis, el consiliario diocesano recordaba hace unos años a los cofrades
EL SANTO CRISTO DE LA COLUMNA, DE VILLAVIEJA (CASTELLÓN)… 377

que no olvidasen cuál es el sentido de la parroquia como lugar de evangelización


y misión y cuál es su función como misioneros de la Palabra en calidad de
miembros de una cofradía, informando del Plan Pastoral puesto en marcha
por la diócesis en el periodo 2014-2021:

“Nuestro Pastor y Obispo, Don Casimiro, siguiendo el documento del


Papa Francisco “Evangelii gaudium”, desea que trabajemos unas
características de la Iglesia que muy bien pueden aplicarse a cualquier
de nuestras hermandades parroquiales en las que las Cofradías y
Hermandades de Semana Santa también se encuentran […] nuestras
Cofradías tienen que llevar la luz, el sentido de la vida y la fuerza
necesaria a otras personas para hacer vida el Evangelio.” (Federico L.
Caudé Ferrandis).

La incidencia de ser modelos de vida para los convecinos de una determinada


cofradía, es quizá el aspecto más relevante de la colaboración y da lugar a
periódicas reuniones dirigidas por el consiliario diocesano. Pero ciñéndose
estrictamente a la celebración de la Semana Santa, la colaboración es más
que palpable en la organización de la Procesión diocesana en la que participan
cofradías de muy diferentes poblaciones.

La Procesión Diocesana se ha celebrado en dos ocasiones en la población


de Villavieja, la primera en 1999, y la segunda en fecha reciente, concretamente
en 2014. En la VIII Procesión diocesana, que tuvo lugar en 199914, en la que
participaron un total de 43 cofradías15 y en la que se sacó, junto al Santo
Cristo de la Columna la otra imagen de la familia Alba-Represa, María al pie
de la Cruz, imagen que nunca había procesionado y a partir de ese año se
estableció que saldría todos los años, el Viernes Santo, acompañando al Santo
Cristo de la Columna. Junto a estas imágenes, también procesionaron el Cristo
del Perdón, El Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores. Dicha procesión
diocesana finalizó en la iglesia parroquial de la Sagrada Familia, con un acto
penitencial presidido por el entonces obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón.
En el informe que del desarrollo de la procesión diocesana conserva la Cofradía
del Santo Cristo de la Columna se recoge la cifra de alrededor de 5000 personas
asistentes al paso del desfile procesional de las cofradías de diferentes pueblos
de la diócesis.

14 En esa ocasión se encargó el pregón a D. Henri Bouché, en esa época director del

centro asociado de la UNED, y el cartel anunciador a Juan Naixes Magallanes.


15 Las cofradías procedían de las siguientes poblaciones: Onda, Ribesalbes, Segorbe, Torreblanca,

La Vall d’Uxó, Villarreal de los Infantes, Chilches, Alcora, Almazora, Altura, Benicarló, Benicasim,
Bechí, Borriol, Castellón, Moncófar, Nules, Argelita y Villavieja, por este orden.
378 PILAR MARTINO ALBA

En la XXIII Procesión diocesana16, que tuvo lugar el 6 de abril de 2014


nuevamente en la población de Villavieja, asistieron en torno a 1600 cofrades
procedentes de otras Cofradías y Hermandades de la diócesis. La celebración
coincidió con el 25 aniversario de la fundación de la Cofradía del Santo Cristo
de la Columna, así pues una tradición relativamente reciente ha cumplido ya
un cuarto de siglo. Esta efeméride, unida al hecho de que el actual presidente
sea persona joven y, lo que es más importante, comprometida, parece augurar
una larga vida a la Cofradía y a la transmisión de la imagen a futuras generaciones
de la misma familia.

V. CONCLUSIONES

El estudio de la Semana Santa ocupa en la actualidad una parte importante de


los estudios antropológicos. Sin embargo, al ahondar en el significado de las
manifestaciones religiosas y no limitarse a la apariencia de dichas manifestaciones,

16 En ese año de 2014, el XXIV pregón de Semana Santa lo pronunció D. Juan Miguel

Lloret Miñana, a la sazón presidente de la Junta de Hermandades de Semana Santa de la diócesis de


Valencia. Las cofradías procesionaron por este orden de población de procedencia: Altura,
Benicasim, Bechí, Borriol, Burriana, Castellón, Chilches, Nules, Onda, Segorbe, Vall d’Uxó,
Vila-Real, Viver, Alcora, Alfondeguilla, Almazora, Alquerías del Niño Perdido, y Villavieja cerrando
el cortejo semanasantero.
EL SANTO CRISTO DE LA COLUMNA, DE VILLAVIEJA (CASTELLÓN)… 379

es perceptible que el contenido y la razón de ser de las mismas supera con


creces a los valores estéticos, artísticos o históricos, por muy altos que sean estos
valores para que no se pierde el patrimonio material.

La conciencia de pertenencia a un grupo humano y la consideración de la


importancia de la transmisión y conservación del patrimonio familiar, además de
los valores morales y éticos recibidos de generaciones anteriores, contribuyen a
perpetuar usos y costumbres que identifican a un pueblo y sus creencias como
parte de su patrimonio inmaterial, en el que desempeña un encomiable papel
la religiosidad popular.

La Cofradía del Santo Cristo de la Columna, de la población castellonense de


Villavieja, ha sabido aunar a lo largo de sus ya casi tres décadas de vida el
cuidado y custodia del patrimonio material que dio sentido en su momento a la
fundación y la responsabilidad de transmitir a futuras generaciones el compromiso
cofrade con la diócesis, así como con la parroquia y sus convecinos.
Cofradías fusionadas: la Cofradía del
Santísimo Cristo de Ánimas de Ciegos
de Málaga

Marion REDER GADOW


Universidad de Málaga

I. Introducción.

II. El culto a las Ánimas del Purgatorio.

III. La fundación de la cofradía del Santísimo Cristo de Ánimas de


Ciegos y su trayectoria histórica.

IV. Fusión con la cofradía de Azotes y Columnas, Ánima de Ciegos y


Veracruz.

V. La imagen del Santísimo Cristo de Ánimas del Ciego en la salida


procesional de las Reales Cofradías Fusionadas.

VI. Su vinculación con la Brigada Paracaidista.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 381-396. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. INTRODUCCIÓN

El Miércoles Santo tiene lugar en la Semana Santa de Málaga la estación


de Penitencia de las Reales Cofradías Fusionadas: Ntro. Padre Jesús de
Azotes y Columna, Santísimo Cristo de la Exaltación, Santísimo Cristo de
Ánimas de Ciegos, Nuestra Sra. del Mayor Dolor y San Juan Evangelista,
por las calles de la ciudad.

II. EL CULTO A LAS ÁNIMAS DEL PURGATORIO

El culto a las benditas ánimas del Purgatorio aflora en la fundación de


Cofradías, como la del Santísimo Cristo de Ánimas, cuya finalidad es la de
liberar aquellas almas atrapadas en un espacio intermedio entre el Cielo y el
Infierno por medio de la oración. La devoción a las ánimas del Purgatorio no
tiene hoy día la misma proyección social y religiosa que en tiempos pasados. En
nuestros días son relativamente escasos los altares donde se sigue manteniendo
culto a las ánimas benditas del Purgatorio. Por inercia, las iglesias tradicionales,
sobre todo las parroquias urbanas y rurales, mantienen un altar dedicado a la
Virgen del Carmen y a las ánimas benditas, pero-salvo escasas excepciones-
pocos son los fieles que se acercan a orar por ellas1. En determinados días
del año, como es el día de difuntos, la Iglesia rememora los rituales del culto
a las ánimas que se encuentran en el Purgatorio purificándose de sus faltas,
pero sin la magnitud de antaño.

Sin embargo, durante el Antiguo Régimen se observa, como destaca


Mantecón Movellán, un código auditivo e iconográfico que servía para recordar
diariamente el socorro necesario para las almas purgantes, como el «toque
del Ave María» o «toque de Ánimas» al anochecer e invitar al descanso a los
vecinos2. Asimismo, los limosneros solicitaban diariamente dádivas y oraciones

1 En los periódicos locales y nacionales aparecen esporádicamente recuadros reproduciendo


una oración dedicada a las 13 ánimas benditas financiados por algún devoto cuyos ruegos se
han cumplido.
2 MANTECÓN MOVELLÁN, T., “La organización de la ayuda mutua y el «socorro de almas»

en el mundo rural de Cantabria durante el Antiguo Régimen. Las Cofradías religiosas”, en


Publicaciones del Instituto de Etnografía y Folklore Hoyos Sainz, XIII (1987-1989) 193-232.
COFRADÍAS FUSIONADAS: LA COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE ÁNIMAS… 383

por las almas penitentes, lo que contribuía a reforzar esa presencia de los
difuntos en el mundo de los vivos, demandando la solidaridad de éstos y
ofreciendo apoyos celestiales a cambio. Las limosnas, el sacrificio y otras
obras piadosas que los vivos tenían la costumbre de realizar por los que les
habían precedido favorecía la redención de las ánimas del Purgatorio3.

Efectivamente, el culto a las almas del Purgatorio surge como una necesidad
del cristiano ante la provisionalidad de la vida terrena4. Para éste, si bien la
muerte ponía fin a la forma visible de nuestra vida en la tierra, no extinguía
nuestra existencia por completo. La respuesta judía a la cuestión de la vida
después de la muerte elaboró un concepto místico y filosófico de la ascensión
del alma al Cielo. De esta manera, las ánimas de los hombres justos esperaban el
momento de estar ante la presencia divina, en quien confiaban. La ascensión
al Cielo del alma inmortal permitía así la continuidad del individuo, aunque
fuera espiritualmente. Debido a estas concepciones del antiguo judaísmo
sobre la vida después de la muerte se pueden llegar a entender las actitudes
ante la cuestión del más allá que encontramos en el Nuevo Testamento. En
los siglos IV y V, cuando el cristiano se puso a reflexionar en la situación en
que se hallaban algunas almas durante el tiempo que transcurría entre la
muerte individual y el Juicio final, cayeron en la cuenta de que las ánimas de
ciertos pecadores podían tal vez salvarse de la condena eterna durante este
período superando una serie de pruebas. La vida del creyente experimentó
entonces un cambio esperanzador cuando atisbó que no se jugaba la
salvación eterna en el instante mismo de la muerte, tras el juicio individual,
sino que cabía la posibilidad de una segunda oportunidad para alcanzar la
salvación. Y esta creencia, dará origen, en el siglo XII, a la aparición del
Purgatorio que, sin embargo, no logra situarse en ningún lugar concreto. Se
supone, por tanto, la existencia de un espacio intermedio en el más allá, en el que
se encontraban algunos difuntos, superando una serie de pruebas para lograr
ascender al Reino de Dios y que éstas pueden acortarse gracias a los
sufragios, a la ayuda espiritual de los vivos, para lograr la purificación total y
poder ascender al Reino celestial5.

Según el historiador Le Goff, el surgimiento de la creencia en el Purgatorio se


halla ligado a profundos cambios que se producen en una sociedad que busca
una nueva forma de relacionarse imaginariamente con el más allá, y que
implica la búsqueda de la inmortalidad y de la insurrección individual y
colectiva. La idea del Purgatorio se halla también vinculada a la de responsabilidad

3 Libro de los Macabeos, 12, pp. 43-46.


4 REDER GADOW, M., “Fray Alonso de Santo Tomás y la Cofradía de Ánimas de los
Mártires”, en Baetica. Estudios de Arte, Geografía e Historia, 16 (1994) 357-382.
5 LE GOFF, J, El nacimiento del Purgatorio, Madrid 1989, p. 10.
384 MARION REDER GADOW

individual, al libre albedrio del hombre, culpable por naturaleza, en razón del
pecado original, pero juzgado de acuerdo con los pecados de los justos
cometidos bajo su responsabilidad. Se puede apreciar una estrecha relación entre
la aparición del Purgatorio y la de un tipo de pecado intermedio, entre la pureza de
los justos y la imperdonable culpabilidad de los pecadores. Surge así la idea de
pecados ligeros –veniales- como uno de los condicionantes del nacimiento del
Purgatorio, como lugar de castigo donde podía purgar por estos pecados menores.
A partir de este planteamiento realizado por la Iglesia, se convierte el Purgatorio
en ese lugar intermedio de peregrinación donde las almas, dotadas de cierta
corporeidad, son atormentadas hasta alcanzar su purificación total y, en
consecuencia, pueden alcanzar el Paraíso.

Sin embargo, el Purgatorio no empieza a tener una verdadera significación


hasta la Contrarreforma, cuando se ve denostado por Lutero. En el siglo XVI, la
creencia en el Purgatorio motivaría ásperas discusiones entre protestantes y
católicos. Los reformadores reprochaban vivamente a sus adversarios la aceptación
del Purgatorio al que Martín Lutero llamaba «el tercer lugar», por qué éste no se
encontraba en la Escritura Sagrada. Admitida la justificación por la fe por
Lutero, a la cual se le imputaba la justicia de Cristo, no podía existir un lugar
para un estado intermedio entre la condenación y la salvación eterna. La
intervención de la Iglesia militante mediante las indulgencias y las oraciones
de los fieles vivos carecía, por tanto, de sentido. Entre las proposiciones
condenadas en la bula Exurge Domine de León X, del 15 de junio de 1520,
cuatro de ellas hacen referencia al Purgatorio.

El Concilio de Trento se ocupó, así mismo, del tema del Purgatorio en


tres ocasiones. En 1547, a propósito de la justificación, se trató de una forma
tangencial. No se abordó el tema de raíz, pero tampoco se soslayó, ya que
Martín Lutero negaba la existencia del Purgatorio; y lo rechazaba como
consecuencia de su modo de entender la justificación. Trasladado el Concilio
a Bolonia, se siguió debatiendo el tema del Purgatorio y de las indulgencias,
aunque no se llegaron a formular conclusiones definitivas en ninguno de los
dos temas. Durante el tercer y último periodo se volvió a tratar de pasada el
tema del Purgatorio, al afirmar en el decreto que:
“Habiendo la Iglesia católica, instruida por el Espíritu Santo, según la
doctrina de la Sagrada Escritura y de la antigua tradición de los Padres,
enseñado en los sagrados Concilios y, últimamente, en este general de
Trento, que hay Purgatorio; y que las almas detenidas en él reciben
alivio con los sufragios de los fieles, y en especial con el aceptable
sacrificio de la misa”6.

6 El Sacrosanto y Ecuménico Concilio de Trento, Lib. De Rosa y Bouret, París 1853, pp. 360-361.
COFRADÍAS FUSIONADAS: LA COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE ÁNIMAS… 385

Concretamente, en la sesión XXV, bajo el pontífice Pío IV, a primeros de


diciembre de 1563, se abordó, de nuevo, el tema del Purgatorio, al destacar
que la doctrina sobre éste, tal como lo ha enseñado la Iglesia y el Concilio de
Florencia, debe ser aceptada por los fieles7. Asimismo, alertaba a los obispos:

“Más cuiden los Obispos que los sufragios de los fieles, es a saber, los
sacrificios de las misas, las oraciones, las limosnas y otras obras de
piedad, que se acostumbran hacer por otros fieles difuntos, se ejecuten
piadosa y devotamente según lo establecido por la Iglesia”.

Los obispos malagueños no dudaron en acatar las disposiciones


tridentinas, si bien era preciso el placet real previo:

“En cabildo de 16 de diciembre de 1564 se leyó una carta de Su Majestad


sobre que se guardase y observase lo que estaba mandado y establecido por
el Santo Concilio. Y que si sobredicho asunto viniese de Roma algunas
bulas, que no se usase de ellas hasta que remitidas a la Corte se les
diese el paso o curso correspondiente”8.

Aunque el culto a las ánimas datase de la Edad Media, fue a partir del
Concilio de Trento cuando se expandió prodigiosamente, como lo atestigua
la fundación de hermandades, surgieron devociones y se promocionaron
infinidad de capillas, retablos y pinturas que se ubicaron tanto en los recintos
eclesiales urbanos como en los espacios rurales. El culto a las ánimas del
Purgatorio adquirió un gran desarrollo durante los siglos siguientes, como se
observa en la abundante iconografía que trataba de impactar a los que la
contemplaban, representando a las ánimas como figuras corpóreas, retorciéndose,
abrasadas por el fuego purificador. Incluso en el exterior de las iglesias, en
las paredes y rincones de las urbes se representaban las ánimas benditas
suplicando sufragios entre llamas. Estas cruces, imágenes y retablos, unas
veces eran producto de la piedad de algún particular, otras conmemoraban
alguna muerte violenta, y sus macilentas luces de aceite eran las únicas que
guiaban al caminante, ya que el alumbrado público era desconocido9. Asimismo,
en los conventos se establece el rezo de los “oficios de difuntos” por el alma
de los religiosos fallecidos, por sus familiares, benefactores, obispos, etc.
Los conventos de la orden cisterciense malagueños, como el monasterio de
San Bernardo, y los conventos de Nuestra Señora de la Encarnación y de

7 COLLANTES, J., La Fe de la Iglesia Católica, Madrid 1984, pp. 816-824.


8 A(rchivo) del C(abildo) C(atedralicio) de M(álaga), Actas Capitulares, libro 14, p. 133.
GONZÁLEZ SÁNCHEZ, V., Caracteres de la Sociedad Malagueña en el siglo XVI, Málaga 1986.
9 DOMÍNGUEZ ORTIZ, A., “Aspectos sociales de la vida eclesiástica en los siglos XVII

y XVIII”, en Historia de la Iglesia en España, Madrid 1979, p. 7.


386 MARION REDER GADOW

Santa Ana, tenían la obligación, siguiendo los Usos de la orden, de rezar


cada mes las Vísperas y Laudes de difuntos en el coro, estando presentes todas
las religiosas del monasterio10.

También se instituyen misas de ánimas, cantadas, con procesión y


semidobles, como las dotadas por el canónigo Alcocer por su testamento,
todos los lunes del año11. Se imprimen memoriales, en los que se describen las
temibles penas que tienen que padecer las ánimas purgantes, que se encuentran
en el Purgatorio, y se generalizan los toques de campanas en las diferentes
iglesias malagueñas.

La redención de las almas penitentes que no habían alcanzado la perfección


total para poder entrar en el reino celeste atribulaba a los fieles del Antiguo
Régimen que diariamente recordaban a sus difuntos durante la celebración
de la misa- en el “memento de vivos”- al rezar por las ánimas de sus
predecesores, familiares y amigos, manteniendo un vínculo intangible con
ellos. A aquellos que habían alcanzado el reino de los Bienaventurados se les
rogaba su intercesión para lograr acceder, asimismo, al Reino del Señor. Y
por las almas de aquellos que aún permanecían condenados en el Purgatorio
elevaban sus preces, ya que únicamente a través de sus plegarias se reducían sus
penas. Por eso la Iglesia estableció una celebración anual, el 2 de noviembre,
fiesta o conmemoración de los difuntos, con la finalidad de que las almas
penitentes alcanzasen, tras el fuego purificador del Purgatorio, su perfección
total. Y esta posibilidad de rescate en un plazo indeterminado a los que
esperaban la vida eterna, era un motivo de consuelo y estímulo para los vivos,
angustiados por liberar esas almas comprometidas12.

III. LA FUNDACIÓN DE LA COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO


DE ÁNIMAS DE CIEGOS Y SU TRAYECTORIA HISTÓRICA

Apenas transcurrieron unos años desde que los Reyes Católicos conquistaran
la ciudad de Málaga, y de que sus habitantes iniciaran una nueva vida
económica y social, cuando se fueron consolidando las fundaciones religiosas y
entre estas las Hermandades pasionales de penitencia. Nos sugiere el Padre
Llordén que establecer de una manera fiable datos precisos de esta época del
surgimiento de las primeras cofradías de Pasión en Málaga es muy difícil, ya

10
GÓMEZ GARCÍA, Mª C., Mujer y Clausura. Conventos cisterciense en la Málaga
Moderna, Málaga 1997, p. 273.
11 A.C.C.M., Libro 37, f. 246.
12 VOVELLE, M., Ideologías y Mentalidades, Barcelona 1985, p. 155.
COFRADÍAS FUSIONADAS: LA COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE ÁNIMAS… 387

que los primeros protocolos de escribanos no comienzan a conservarse hasta


150813. Como por ejemplo, la Hermandad de Ánimas de Ciego, cuyo origen
se remonta a la estancia de los Reyes Católicos en Málaga a raíz de su
conquista en el agosto de 1487. Según se mantiene la tradición los Reyes,
Isabel y Fernando, pretendían crear un centro de maestros que enseñaran a
las musulmanas conversas los fundamentos de la fe católica; los miembros
masculinos aceptaron, pero poniendo como condición, que los maestros
fueran “privados de la vista”. Los soberanos accedieron con tal de no malograr la
ocasión de conseguir el fin pretendido por lo que con el tiempo se fundó una
Cofradía bajo la advocación del Santísimo Cristo de Ánimas de Ciegos. No
se ha encontrado ningún documento que confirme este origen aunque en los
primeros documentos encontrados sobre esta cofradía, a mediados del siglo
XVI, ya se habla de que componían esta agrupación “vistazos y privados de
la vista corporal”, que formaban parte de la Junta directiva en número
similar al de los que podían ver. Este dato puede respaldar parcialmente la
tradición de su fundación. Se ignora cómo era la imagen del primer titular, el
Santísimo Cristo de Ciegos, de la Hermandad de Ánimas, aunque tenemos
noticia de que su autoría pertenece a Pedro de Zayas, escultor del siglo XVII
y predecesor de Pedro de Mena.

En un principio se estableció esta Hermandad surgida en torno a la


imagen del Santísimo Cristo de Ciegos en una ermita próxima al convento
de Nuestra Señora de la Victoria, de religiosos de san Francisco de Paula, en
donde apenas tenía sitio para los cultos religiosos, ni lugar de enterramiento para
los cofrades. A mediados del siglo XVI, se trasladó la Cofradía del Santísimo
Cristo de Ánimas de Ciegos al convento de San Luis el Real, propiedad de los
religiosos franciscanos, a una amplia capilla con una bóveda de enterramiento.
En la documentación comprobamos como ya en 1573, Juan Jiménez, cofrade,
ordena en su testamento ser enterrado en la Capilla de las Ánimas del
Purgatorio que está en el Monasterio de San Francisco.

El Padre Llordén, investigando en el Archivo Histórico Provincial de


Málaga, encontró un interesante documento de la Hermandad del Santísimo
Cristo de Ánimas de Ciegos, reunida en cabildo un 14 de noviembre de 1610,
convocado por el muñidor Pedro Fernández, con objeto de elegir mayordomo.
Asistieron a dicha reunión los hermanos Antón Sánchez, Damián Rodríguez,
Pedro Ortiz, Diego Gutiérrez Tobar, Juan Gutiérrez, Miguel Naranjo, Francisco
Sánchez, Bartolomé Mellado, Pedro Gutiérrez de Rojas, Francisco Montero,
Alonso de Herencia, Pedro García, Francisco García y Blas de Ortega. Además de

13 LLORDÉN, P. A., y SOUVIRÓN, S., Historial Documental de las Cofradías y

Hermandades de Pasión de la ciudad de Málaga, Málaga 1969, p. 20.


388 MARION REDER GADOW

los hermanos ciegos o privados de la vista Lázaro Cortes, Cristóbal Pérez,


Gaspar de la Cruz, Andrés Bastardo, José García y Martín Ximénez. Salieron
elegidos mayordomos, por mayoría de votos, Cristóbal Mellado, relevando a
Francisco Sánchez Toribio, y Lázaro Cortés, Martín Ximenez y Gonzalo
Hernández, presenciando la votación el guardián del convento, el P. Juan de
Lucena. Un año después, en el cabildo de 23 de enero, en su calidad de
mayordomos, Cristóbal Mellado y Martín Ximénez perciben del presbítero
José Sandino 50 ducados, valor de un censo impuesto a favor de la Cofradía
de las Benditas Ánimas, que llaman de Ciegos. Fueron numerosos los hermanos
que en sus testamentos cedían casas, huertas y viñas a la Hermandad. La
consolidación de la Cofradía posibilitó que en el convento de San Luis el
Real se llevaran a cabo reformas en la Capilla de Ánimas de Ciegos dedicándola a
las benditas almas, representadas en un cuadro que reposaba sobre el altar, y
modificando la techumbre de cañón, con arcos terciados.

Siendo mayordomo de la Cofradía Diego de Valdivia, en 1649, la Hermandad


encargo al imaginero Pedro de Zayas, natural de Úbeda (Jaén), afincado en
Málaga, un Crucifijo de talla14. Esta sería la obra más antigua que salía en su
recorrido penitencial en la Semana Santa malagueña. El día 5 de marzo de
1649 tiene lugar la escritura de contrato por la que el artista se obliga:

“en favor de la Cofradía de las Ánimas del Purgatorio, sita en el


convento de San Francisco de esta ciudad, y de Diego de Valdivia, su
mayordomo, en su nombre, de hacer y fabricar una hechura de Jesucristo
crucificado de dos varas de alto con su Cruz, y acabado de encarnado
en toda perfección, sin que le falte cosa alguna, excepto los clavos,
que éstos los ha de dar el dicho mayordomo, y la dicha hechura la daré
acabada el día 13 de mayo de este presente año que vendrá de 1649,
por lo cual el dicho mayordomo me ha de dar y pagar 880 reales”15.

14 LLORDÉN, P.A., y SOUVIRÓN, S., Historia documental, o.c., p. 110. La talla tuvo

que ser restaurada por el deterioro que presentaba por lo que se cuestionó por la Junta de
Gobierno de la Hermandad su restauración. Sin embargo, un determinado número de hermanos
apostaron por su recuperación y hoy se halla situada en una capilla de la iglesia de San Juan.
En mayo de 1931, en los trágicos sucesos fue arrancada la imagen de la cruz con palancas de
hierro por grupos incontrolados. La cabeza del Cristo rodó por los suelos sufriendo desperfectos; en
cambio los brazos le fueron separados del cuerpo y faltan algunos dedos de las manos. En el
torso se apreciaban señales de los golpes y hachazos de la enfurecida plebe. De nuevo fue restaurada
por el escultor malagueño Diego García Carreras, por lo que finalizada la intervención fue
colocado de nuevo en su capilla, en la parroquia de San Juan, saliendo por primera vez en
procesión el martes santo del año 1938, en unión de Nuestra Señora del Mayor Dolor y de la
Santa Veracruz.
15 LORDÉN, A., Escultores y Entalladores malagueños, Málaga 1960, p. 218.
COFRADÍAS FUSIONADAS: LA COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE ÁNIMAS… 389

Iconográficamente se representa a un Cristo muerto, sujeto a la Cruz con


tres clavos, con la cabeza inclinada y sudario anudado en el lado derecho,
siendo una obra concebida con gran serenidad y aplomo de forma, en una
creación similar de dramatismo atenuado de los Crucificados de Pedro de Mena,
acorde con la belleza clásica característica de los imagineros andaluces del
Barroco16. Señala Agustín Clavijo, que en la actualidad presenta gruesos repintes
que disminuyen la calidad del modelado.

Un breve recorrido histórico recuerda que en el año 1652 fueron elegidos


por mayordomo a Francisco Sánchez y, para alcaldes, a Pedro Rincón y Juan
Ruiz, privados de la vista, que dieron su poder a Diego de Valdivia y a
Francisco Sánchez para que llevaran la contabilidad de la Cofradía.

La Hermandad fue incrementando su pujanza tanto en el plano material


como en el espiritual. Así en diciembre de 1669, de nuevo se reunieron en
cabildo los hermanos de la Cofradía de Ánimas del Purgatorio para acordar
que para el alivio de las ánimas benditas del Purgatorio era necesario que
todos los ingresos que habían entrado en las arcas, por vía de limosna o por
obras pías, se invirtiesen en sufragios para el alivio de las de los cofrades
fallecidos.

A finales del siglo XVIII, abril de 1785, los religiosos del convento de
San Francisco, ofrecieron un espacio, que había sido utilizado como oficina
y que entonces servía de despensa, de 36 varas cuadradas de superficie, con
una bóveda cegada y con la techumbre de media naranja, con su consiguiente
decoración, que había sido antigua capilla y que lindaba a la espalda con el
altar mayor de la Hermandad de Ánimas benditas que llaman de Ciegos y,
asimismo, exponen que había otro sitio, compuesto de 10 varas cuadradas, a
la subida de la enfermería, que estaba pared por medio con el panteón de la
citada capilla de Ánimas, y con los citados espacios, erigir una sacristía y
darle más extensión a la capilla, a cambio de una recompensa para ayudar a
costear la sillería del coro del cenobio.

Con motivo de la desamortización, y cuando el convento de San Luis el


Real fue demolido, la Cofradía de Ánimas del Purgatorio perdió la capilla y
el enterramiento que tenía en el convento de San Luis el Real, y la imagen del
Santísimo Cristo de Ánimas de Ciegos, clavado en la Cruz, fue trasladada al
panteón adquirido por la Hermandad en el cementerio de San Miguel, presidiendo
el altar, pues en el año 1834, el hermano mayor, Salvador de Godoy, adquirió

16 CLAVIJO GARCÍA, A., La Semana Santa Malagueña en su iconografía desaparecida.

500 años de plástica cofradiera, Ed. Arguval, Málaga, pp. 238-241.


390 MARION REDER GADOW

del municipio por 1.200 reales 16 nichos como lugar de enterramiento de los
hermanos cofrades del Santísimo Cristo de Ánimas de Ciego, que posteriormente
tuvieron que incrementarse en número. Transcurridos algunos años en ese
espacio sagrado se trasladó la imagen del Santo Cristo a la iglesia parroquial
de San Juan, debidamente restaurada, pues debido a la humedad del camposanto
la madera de la talla presentaba numerosos desperfectos, hasta el punto que
la Junta de Gobierno de la Hermandad llegó a considerar en deshacerse de
ella cediéndola a alguna institución religiosa. No obstante, la oposición de un
gran número de hermanos que consideraban que la Cofradía no podía deshacerse
de la imagen de su Titular, el Santísimo Cristo de Ánimas de Ciegos, tan
venerado por sus predecesores, acordaron su restauración.

Por lo que respecta a sus Constituciones resaltar que han llegado hasta
nuestros días gracias al expediente formado por el hermano mayor de la
Hermandad de Ánimas del Purgatorio, nombrada de Ciegos, sita en el convento
de San Luis el Real, en cumplimiento del Decreto dado por el Conde de
Floridablanca y que recoge las anteriores. Destacamos algunas de sus cláusulas
como la 1ª Todos los lunes de cada mes se ha de decir una misa cantada de
réquiem por las ánimas del Purgatorio que dirán los frailes del convento; o
la. 2ª Los casados pagarán al entrar en la Cofradía 12 reales y 8 maravedíes;
y mujeres y hombres solteros 6 reales y 4 maravedíes para el muñidor. Cada
año los casados pagarán 2 reales de luminarias y los solteros, 1 real. La 3ª El
pago de la cera de cada año se hará el 1 día de noviembre, día de Todos los
Santos. O la 4ª El prioste y el mayordomo de esta Cofradía harán decir en el
octavario de Todos los Santos una fiesta general por las Ánimas del Purgatorio,
con su vigilia y misa de réquiem cantada, con diácono y subdiácono, sermón y
procesión, en la que saldrán todos los hermanos con su cera. Si algún hermano
no asistiere será castigado con media libra de cera.

IV. FUSIÓN CON LA COFRADÍA DE AZOTES Y COLUMNAS,


ÁNIMAS DE CIEGOS Y VERACRUZ

Después de la exclaustración religiosa de 1835 la Hermandad continuó en


el convento hasta que por su derribo se tuvo que trasladar a la iglesia de la
Concepción. Allí permaneció manteniendo culto a su imagen hasta el día 20
de agosto de 1891, en que se celebró en la iglesia de la Concepción un acto
para tratar de la fusión de la Hermandad de Azotes y Columnas con la de
Ánimas de Ciegos y Veracruz debido a la precariedad de sus arcas. Constato
la fusión de las tres Cofradías, en diciembre del mismo año, el juez municipal,
suplente del distrito de la Alameda, don Federico Freüller Sánchez de Quirós.
Los primeros años del siglo XX continuaron siendo difíciles económicamente
COFRADÍAS FUSIONADAS: LA COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE ÁNIMAS… 391

para las Hermandades Fusionadas, y ante la posibilidad de salvar esta situación, en


mayo de 1913, tuvo lugar otra fusión con la Cofradía de la Exaltación.

En el año1921 las Cofradías Fusionadas se trasladaron a la parroquia de


San Juan, donde permanecen unidas añadiéndose las cofradías de Nuestro
Padre Jesús de Azotes y Columnas y Nuestra Señora del Mayor Dolor de la
Santa Veracruz. Señalar, que el desbordamiento del río Guadalmedina provocó
uno de los mayores desastres que tuvo que superar la Cofradía de Ánimas de
Ciegos al inundar el agua su archivo, con la consiguiente pérdida de la
documentación cofrade depositada en sus dependencias, así como otros
enseres procesionales.

Otro lamentable acontecimiento tuvo lugar en mayo de 1931, en el que la


talla del Santísimo Cristo de Ánimas de Ciegos fue arrancada de la cruz por
un grupo de fanáticos. al igual que las restantes imágenes de la iglesia de San
Juan, fue arrancada de la cruz por un grupo de fanáticos. Su cabeza rodó por
el suelo sufriendo algunos desperfectos; los brazos fueron separados del
cuerpo, fragmentándose algunos dedos, y el torso sufrió hendiduras debido a los
golpes y hachazos recibidos por un grupo de descontrolados. Las restantes
imágenes de la parroquia de San Juan sufrieron los mismos desperfectos, al
igual que gran parte de los enseres procesionales de estas Hermandades quedaron
destrozados, así como el paso del Cristo de Azotes y Columna, y el Cristo de
la Exaltación en su capilla17.

De nuevo la talla del Santísimo Cristo de las Ánimas de Ciegos tuvo que
ser restaurado en el año 1934, por el escultor malagueño Diego García Carreras.
Finalizada la intervención de la imagen que fue restituida en su capilla, en la
parroquia de San Juan, si bien en 1939 tuvo que ser restaurada por el escultor
malagueño Adrián Risueño, que posteriormente, en el año 1952, realizó la corona
de espinas tallada en madera.

V. LA IMAGEN DEL SANTÍSIMO CRISTO DE ÁNIMAS DEL CIEGO


EN LA SALIDA PROCESIONAL DE LAS REALES COFRADÍAS
FUSIONADAS

En el año 1931 se publica en la prensa de Málaga, con gran entusiasmo,


la presencia de nuevos pasos cofrades, como la Cofradía de Nuestro Padre
Jesús de Azotes y Columna, que saldrá acompañada por el paso del Santísimo

17 LLORDÉN, P.A., y SOUVIRÓN, S., Historia documental, o.c., p.138.


392 MARION REDER GADOW

Cristo de Ánimas de los Ciegos, escultura que goza de gran veneración entre
los fieles, en especial de los privados de la vista.

“Hoy, pues, resurge nuevamente esta Hermandad a impulsos del


valioso apoyo y organización de las expresadas Cofradías Fusionadas,
que en su deseo de rememorar la tradición piadosa, desfilará unida a
las mencionadas Hermandades. El Santísimo Cristo de Ánimas de los
Ciegos saldrá sobre un sencillo trono barroco, adornado con flores e
iluminado con originalidad”.

Sin duda, contribuirían a la solemnidad de Semana Santa. No sería hasta


la Semana Santa de1935 cuando el Santísimo Cristo de Ánimas de Ciegos
realizó su primera salida penitencial en la tarde del Jueves Santo, llevándolo a
cabo desde el interior de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, organizándose
la procesión de las Cofradías Fusionadas con los tronos del Cristo de Ánimas
de Ciegos y la imagen de la Virgen del Mayor Dolor, precedidos por los
cargos de las cuatro cofradías.

El primer trono en que procesionó la imagen del Santísimo Cristo de Ánimas


de Ciegos fue construido por el tallista malagueño Andrés Rodríguez Zapata, en
1908, para el Nazareno del Paso de la Archicofradía de la Esperanza. En 1924 se
cedió el trono a la cofradía del Santísimo Cristo de Azotes y Columnas que lo
estuvo utilizando hasta la Semana Santa de 1931. El trono pudo ser salvado
milagrosamente de los desmanes de ese año, por lo que las Cofradías
Fusionadas que lo adaptaron al nuevo paso del Santísimo Cristo de Ánimas
de Ciegos, que recorrió las calles malagueñas en la Semana Santa de 1935.
Al año siguiente se suspendió la procesión ante la tensión política y, debido
al temor a un levantamiento militar, la imagen del Cristo de Ánimas de
Ciegos fue mutilada por las extremidades superiores y trasladada por Juan Pérez
Oña, sacristán de San Juan, hasta la casa del hermano mayor, Wenceslao Ruiz-
Salinas Raggio, en calle Hinestrosa.

Tras el periodo de la Guerra Civil, las Cofradías Fusionadas comenzaron


a reorganizarse de nuevo, preparando la Semana Santa de 1939, realizando
su estación penitencial en la noche del Martes Santo, en tronos provisionales,
debido a las dificultades económicas de aquellos momentos. En la Semana
Santa de ese año salieron en procesión únicamente los tronos del Santísimo
Cristo de Ánimas de Ciegos y de la Virgen del Mayor Dolor. El trono del Cristo
estaba constituido por un cajillo de estructura rectangular y simples frentes
con el escudo de las Cofradías Fusionadas pintado en el frontal. En sus
ángulos, cuatro hachones sencillos adornaban el conjunto procesional. La
imagen del Cristo aparecía con una corona plateada, y con un paño de pureza
COFRADÍAS FUSIONADAS: LA COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE ÁNIMAS… 393

de tela blanca adamascada. En los años siguientes de 1940 y 1941, no pudo


salir en procesión, por sanción eclesiástica, la imagen del Santísimo Cristo
de Ánimas. A partir de la Semana Santa de 1944, el trono fue paulatinamente
mejorando en su ornamentación con diversas tallas doradas de gran efecto,
atribuidas al escultor malagueño Adrián Risueño. Para la Semana Santa de
1952 las Cofradías Fusionadas de San Juan estrenaran un nuevo trono para el
Santísimo Cristo de Ánimas de Ciegos, tallado por Andrés Cabello Requena
y dorado por Emilio Suárez, según el proyecto de Adrián Risueño. Realmente,
no se trataba de un nuevo trono, que aunque conserva la misma estructura
arquitectónica de los años anteriores, fue recubierto con una notable
ornamentación de talla barroca malagueña, que le daba una visión artística al
conjunto procesional diferente: presenta carnosos roleos en las esquinas y
suntuosas cartelas, en cuyo centro de los frentes, destacaba la cabeza de San
Juan Bautista sobre una venera.

Por último, en las esquinas se colocaron cuatro faroles con sendos angelitos
portadores de flores en su base, realzando el paso del Santísimo Cristo de
Ánimas de Ciegos. El trono fue procesionado con el Crucificado hasta la
Semana Santa de 1970, ya que al año siguiente, se estrenó un suntuoso y
artístico trono de madera tallada y dorada, construido por el artista sevillano
Manuel Guzmán Bejarano, procesionándose en él la imagen del Santísimo
Cristo de Ánimas de Ciegos hasta la Semana Santa de 1975. A partir del año
siguiente, se volvió a ubicar al Cristo de Ánimas de Ciegos en su tradicional
trono de 1952, dejándose el trono nuevo para la salida procesional de la imagen
de Jesús de Azotes y Columnas. En 1992 se puso en marcha el proyecto de
un nuevo trono que sustituyese al que la Soberana Imagen había llevado
hasta entonces, diseñado por Jesús Castellanos, y costeado íntegramente por la
Organización Nacional de Ciegos, de cuya institución es patrón el Santísimo
Cristo de Ánimas de Ciegos desde 1939. El trono se estrenó en la Semana
Santa del año 1996 y desde entonces procesiona el Miércoles Santo por las
calles de Málaga.

Desde 1954, ya en compañía de la Brigada Paracaidista del Ejército de


Tierra, la imagen del Santísimo Cristo de Ánimas de Ciegos ha realizado
puntualmente su salida penitencial por las calles de Málaga, a pesar de las
inclemencias meteorológicas, como la que sobrevino en el año 1968, en que
iniciado su recorrido la lluvia sorprendió a los cofrades en la calle. Los
mayordomos del Cristo, que se encontraban en la vía de Larios, terminaron
el recorrido procesional a pesar de las inclemencias del tiempo. Los daños
ocasionados al Cristo debidos a la lluvia fueron cuantiosos, estando a punto
de desaparecer la imagen, que tuvo que ser trasladada a Madrid donde la
394 MARION REDER GADOW

restauró el imaginero José María Palma Burgos18. Significar, que el 6 de


noviembre de 1999 salió en procesión extraordinaria el Santísimo Cristo de
Ánimas de Ciegos con motivo de su 350 Aniversario, en su trono de Semana
Santa19. El cortejo salió a las 6 de la tarde desde la parroquia de San Juan
para realizar un solemne vía crucis por las calles del centro de la ciudad. En
las estaciones del vía crucis participaron varias hermandades de pasión.
Acompañaba al cortejo procesional la banda de cornetas y tambores de las
Fusionadas.

VI. SU VINCULACIÓN CON LA BRIGADA PARACAIDISTA

Otro hito importante fue el de su vinculación con la Brigada Paracaidista.


El 23 de febrero de 1954 tuvo lugar en la Escuela Militar de Paracaidistas de
Alcantarilla en Murcia el primer salto paracaidista en España20. Desde entonces
se viene conmemorando esta fecha, de la que en 2016 se celebró, en la base
madrileña de Paracuellos del Jarama, el LXII aniversario.

La vinculación entre el cuerpo militar con las Reales Cofradías tuvo lugar
tras la reunión de una Junta de Gobierno, celebrada el 13 de abril de 1955, en
la parroquia de San Juan, en la que se tomó el acuerdo de nombrar Hermano
Mayor Honorario a la por entonces Iª Bandera Paracaidista, al año siguiente de
1956, desfiló en la Semana Santa de Málaga por primera vez, acompañando al
Santísimo Cristo de Ánimas de Ciegos. Ya como Agrupación de Banderas
Paracaidistas, tras la creación de la IIª Bandera, que tomó el nombre del
caudillo almogávar “Roger de Lauria”, las tropas paracaidistas continuaron
acompañando a la Soberana imagen por las calles de Málaga y celebrando el
tradicional traslado del Cristo de los Ciegos hasta su trono procesional,
siendo este el primero que se llevó a cabo en Málaga por fuerzas militares.

No sería hasta el 2 de mayo de 1968 cuando, en el acuartelamiento de


Alcalá de Henares, la Brigada paracaidista del E. T. recibe su Bandera
Nacional en presencia de los entonces Príncipes de España, don Juan Carlos
y doña Sofía, que presidieron el acto religioso y en el que el Santísimo Cristo
de Ánimas de Ciegos ocupó un lugar relevante en el altar con el manto de
procesión de Ntrª. Srª. del Mayor Dolor. El 7 de febrero de 2008, el General
de la Brigada Paracaidista del Ejército de Tierra, Ramón Martín-Ambrosio

18
ROMERO PALOMO, R., Informe mecanografiado.
19
Diario Málaga Hoy, viernes 29 de octubre de 1999.
20 ROMERO PALOMO, R., “Medio siglo de la Brigada Paracaidista”, en Fusionadas

(2016). 38-39. Pág. Web www.diosyjefenuestro.es.


COFRADÍAS FUSIONADAS: LA COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE ÁNIMAS… 395

Merino solicitó a las Reales Cofradías Fusionadas una réplica del Santísimo
Cristo de Ánimas de Ciegos para la capilla del nuevo acuartelamiento
“Príncipe” de Paracuellos del Jarama. Esta petición fue gratamente acogida
por la Hermandad, que con el donativo de numerosos cofrades ejecutó la
citada réplica, encargada al artista malagueño Juan Vega Ortega, siendo la
misma bendecida y expuesta al culto en la citada capilla de la base madrileña
el 24 de enero de 2010. Y un mes después, el 17 de febrero de 2010 el
Arzobispo Castrense, Monseñor don Juan del Río Martín, otorgó oficialmente al
Santísimo Cristo de Ánimas de Ciegos el nombramiento de Especial Protector
de la Brigada Paracaidista del Ejército de Tierra.

Para finalizar, agradecer al Hermano Mayor, don Eduardo Rosell su


colaboración en la elaboración de esta ponencia, y felicitarle por su trayectoria
al frente de las Reales Cofradías Fusionadas llevando adelante proyectos tan
importantes con la aprobación de la Casa Hermandad y la publicación de una
monografía que recoja la historia de esta Institución.
396 MARION REDER GADOW
El Cristo universitario de los Doctrinos de
Alcalá de Henares: su cofradía y su ermita

Mª del Carmen GARCÍA ESTRADÉ


Institución de Estudios Complutenses

A Javier Campos y Fernández de Sevilla,


en la 25ª edición de los Simposios del Escorial

I. Introducción.

II. Los Colegios de la Doctrina Cristiana.

III. El Seminario de la Docrina Cristiana en Alcalá de Henares.

IV. La talla del Cristo de los Doctrinos.

4.1. Descripción de la talla.


4.2. Autoría o atribuciones.
4.3. Advocaciones de la imagen, a través de los tiempos.

V. La Cofradía del Santísimo Cristo Universitario de los Doctrinos.

5.1. Su fundación y la elección de Prioste.


5.2. Sus finalidades.
5.3. Las fiestas principales.
5.4. El hábito de los cofrades y los estandartes.
5.5. El nombre actual de la Cofradía.
.6. Breve historia de la Cofradía.

VI. La procesión del Cristo de los Doctrinos y de Nuestra Señora de la


Esperanza.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 397-422. ISBN: 978-84-697-5400-9
VII. La ermita y sus dependencias.

7.1. La ermita.
7.2. La capilla.
7.3. La sacristía.
7.4. El Corral de Mataperros.

VIII. Conclusiones.

IX. Referencias bibliográficas.


I. INTRODUCCIÓN

En el año de 1942, la ermita donde se venera el Cristo de los Doctrinos


en Alcalá de Henares, fue declarada Monumento Histórico Artístico. Siglos
atrás, el papa Alejandro VII (1599-1667) otorgó indulgencia plenaria a los
visitantes del santuario en determinadas fechas, entre ellas, el día de su fiesta
mayor, festividad de la Ascensión. Realzado por la sociedad civil y la más alta
dignidad eclesiástica, hoy día, el Cristo de los Doctrinos, en su procesión de
semana santa, congrega al pueblo alcalaíno en un acto multitudinario de piedad,
orgullo y espectacular belleza, siendo su Cofradía una de las más antiguas de
Alcalá de Henares. Sin embargo, a pesar de los valores que en Él concurren,
es poco conocido en los pueblos y en la capital de la Comunidad de Madrid,
quizás debido a la falta de sentimiento religioso y a la ausencia de inclinación
por el arte. Para ahondar en estos aspectos, y en su historia, debemos retroceder
en el tiempo.

II. LOS COLEGIOS DE LA DOCTRINA CRISTIANA

El ambiente social, donde la mendicidad infantil se había multiplicado en


las ciudades, durante los siglos XVI y XVII en la España de los Austria -con
el temor de que el aumento de la delincuencia atentase contra la seguridad
ciudadana- y donde los pobres se morían en las calles sin alimentos ni medicinas,
unido al espíritu humanístico de los escritos de Luis Vives y la influencia
religiosa de Juan de Ávila (1500-1569)1 y la Ley Tavera o Ley de Pobres2,
desencadenó la toma de conciencia de esta lacra pública y dió lugar a la
creación de los Colegios de la Doctrina Cristiana, en el siglo XVI y de otras

1 Juan de ÁVILA es un escritor ascético. Estudió Arte y Teología en Alcalá de Henares


(1520-1526), después de haber estudiado en la universidad de Salamanca. A la muerte de sus
padres, vendió todos sus bienes y, ejemplarmente, se los dió a los pobres. Fue el evangelizador de
Andalucía por lo que se le conoce con el apodo de «Apostól de Andalucía». Su obra Audio
filia, et videre fue tan valorada por Felipe II que exigió que no faltara nunca en la Biblioteca
de El Escorial.
2 Promulgada en 1540, prohibía en su artículo VI la mendicidad a partir de los cinco años,

no pudiendo los niños acompañar a sus padres, aunque estos tuvieran la licencia para pedir
limosna, exigida a los pobres verdaderos, para no acostumbrarse a la mendicidad..
400 Mª DEL CARMEN GARCÍA ESTRADÉ

varias instituciones, Hermandades y Hospitales, en la capital: la Hermandad


de la Buena Dicha (1594), la Hermandad del Refugio (1565), y en el XVII,
el Hospital de la Venerable Orden Tercera (1609), según confirma Carlos
Osorio3. La diferencia entre los Colegios de la Doctrina Cristiana y las otras
instituciones benéficas está en que los primeros dependían, generalmente, de
la autoridad municipal quien se encargaba de todo los relativo a su subsistencia:
alimentación, vestimenta y enseñanza de los doctrinos, mientras que las
Hermandades y Hospitales eran fundadas, particularmente, por sacerdotes y
laicos y ampliaban su acción benéfica a todos los menesterosos sin límite de
edad.

El primer Colegio de la Doctrina Cristiana se fundó en Valladolid en


1542 y luego se extendieron estas instituciones benéficas a otras ciudades
españolas, portuguesas y americanas. En la Doctrina, de Gregorio Pesquera,
se describe el objetivo de estos Colegios: recoger a los niños huérfanos y pobres.
de 5 a12 años, a cargo de la autoridad municipal, hecho que también destaca
Lope de Toledo, refiriéndose a Logroño4, y encargarse de la enseñanza de la
doctrina cristiana para reeducar su conducta, al tiempo que se les instruía en
el conocimiento de las primeras letras (lectura, escritura, reglas de cálculo y
catecismo)5 y hacían trabajos manuales para ayudar economicámente a su
subsistencia, y poder ingresar en talleres artesanos y capacitarlos para que se
ganasen la vida en el futuro con un trabajo honrado. En opinión de José Luis
de Los Reyes Leoz, el Colegio de la Doctrina Cristiana era «un reformatorio
de delincuentes y una escuela de formación profesional»6.

Una imagen mísera de los niños de la Doctina nos ofrece Miguel de


Cervantes en su obra dramática Pedro de Urdemalas, donde con tintes negros,
mojada, su pluma en la tinta de la negra realidad, nos confirma su pobreza,
su desarraigo, su orfandad y su hambre, y donde, además, se constata la
enseñanza de las primeras letras allí aprendidas, sintetizadas en estas tres
actividades: aprender a leer, aprender a escribir y aprender las oraciones, a

3 Del Hospital de la Venerable Orden Tercera fueron miembro, Miguel de Cervantes, y

otros escritores, según relata Carlos OSORIO, en El Madrid olvidado, La Librería, Madrid,
2015, 2ª ed., pp. 223-238.
4 LOPE DE TOLEDO, J. Mª, «Logroño en el siglo XVI. Los niños de la Doctrina cristiana»:

«el municipio [...] es la asutoridad que entiende en todo lo relativo al ámbito industrial –a la
reglamentación del trabjo y a la acción asistencial-»,419-431, p. 419.
5 GARCÍA ESTRADÉ, Mª del C., «Reflexiones de Jovellanos sobre la instrucción pública

y su relación con la constitución de 1812», en Hacia 1812 desde el siglo ilustrado. Actas del
V Congreso Internacional de la Sociedad Española de Estudios del Siglo XVIII, ed. de Fernando
Durán López, Trea, Asturias 2013.
6 REYES LEOZ, J. L., de los, «La enseñanza de los niños pobres: el Colegio de san

Ildefonso y el círculo humanista de Madrid», en Actas del XVI Congreso AIH.


EL CRISTO UNIVERSITARIO DE LOS DOCTRINOS DE ALCALÁ DE HENARES… 401

las que los niños añadían aprendizajes de otro tipo, aprender a mentir y a
hurtar la limosna:

Yo soy hijo de la piedra7 Allí, con dietas y azotes,


que padre no conocí, que siempre sobran allí,
desdicha de las mayores aprendí las oraciones,
que a un hombre pueden venir. y a tener hambre aprendí;
No sé dónde me criaron; aunque también con aquesto
pero sé decir que fui supe leer y escribir,
de estos niños de doctrina y supe hurtar la limosna
sarnosos que hay por ahí. y disculparme y mentir.

(Miguel de Cervantes, Pedro de Urdemalas, acto I)8


Las obligaciones de los niños doctrinos consistían en cantar por las calles
y plazas públicas y en la iglesia los dogmas y devociones de la Iglesia católica
para enseñanza de los vecinos; asistir en los entierros para escoltar al difunto;
pedir limosna para la subsistencia de su casa; formar parte de las procesiones,
acompañando a las imágenes sagradas, además de ocuparse de la limpieza y
arreglo de su vivienda y de aprender las primeras letras y un oficio del que
pudieran sustentarse en el futuro. Y también se veían obligados a otros
aprendizajes no correctos. Los azotes a los que alude Cervantes ponen de
manifiesto como el ‘castigo de palo’ era el empleado para corregir conductas
en aquellos tiempos y confirma la interpretación de Reyes Leoz de las Casas de
la Doctrina Cristiana como reformatorio de delincuentes y escuela de formación
profesional.

III. EL SEMINARIO DE LA DOCTRINA CRISTIANA EN ALCALÁ


DE HENARES

Existía en la villa de Alcalá de Henares, allá por el siglo XVI, un Seminario de


Niños de la Doctrina Cristiana, fundado en la segunda mitad de este siglo9

7 Se refiere a la piedra de la iglesia mayor de Toledo, donde se dejaba a los niños, a


merced de la caridad.
8 Este texto cervantino es citado por AGARCÍA REIDY, A., «Una aproximación al teatro

de Juan López de Úbeda (textos y contexto)», en TeatrEsco, nº 3 (2008) 11; y también lo


incluye MARCHAMALO SÁNCHEZ, en Historia de la ermita, cofradía y efigie del Cristo
Universitario de los Doctrinos de Alcalá de Henares, 2011, p. 60.
9 PORTILLA propone la fecha de 1581, y la misma fecha da Calleja, pero lo rechaza

Marchamalo, quien propone la de 1570 para su fundación, pudiéndose quizás adelantar, según
dice, a 1563, basándose en el Cancionero general de la Doctrina cristiana, de López de Úbeda,
(Alcalá de Henares 1579), donde el autor explica las enseñanzas dadas en el Seminario a los
niños y cómo muchos doctrinos se hicieron bachilleres y graduados por la Universidad de
402 Mª DEL CARMEN GARCÍA ESTRADÉ

por un profesor de la Universidad de dicha villa, en la que impartía Teología,


el sacerdote y licenciado toledano Juan López de Úbeda. Aleccionaba a los
doctrinos -así se llamaba a estos niños-, bajo la mirada de un Crucificado que
comenzó a llamarse el Cristo de los Doctrinos, extendiéndose su devoción a los
vecinos, fervor que fue aumentando por los muchos milagros realizados. Así,
un grupo, formado por Antonio de Aguilar, Juan de Magaña y Francisco Jofre,
decide asociarse para fundar una Cofradía y pide licencia al Concejo, declarándose
entonces, «debotos (sic) del santo Christo de los Niños de la Doctrina»10, cuyo
fin es cuidar del culto y devoción de esta imagen. De este modo, principia la
Cofradía instituida bajo esta advocación.

López de Úbeda dejó, compuesta por él, una obra poética, Cancionero
general de la Doctrina Cristiana, publicada en Alcalá de Henares, en 1579,
de gran valor informativo sobre las enseñanzas impartidas y las necesidades
y contribuciones económicas del Seminario, ampliada después de tres años,
en 1582, y publicada también en Alcalá de Henares con el título de Vergel de
flores divinas:

Aquí en temor de Dios recto sendero Aquí en las disciplinas liberales


de la sabiduría verdadera, estudian los que tienen suficiencia
enseñando a los niños lo primero y muchos en saber salieron tales
a nuestra Ley guardar, puro (sic) y sincera. que han alcanzado el grado de licencia.
Aquí, escrivir, contar, más no dinero. Otros por los tesoros celestiaales
leer, tañer, cantar, de tal manera menospreciando toda humana ciencia
que tienen ya capilla de cantores sirven a Dios en santas religiones
de altos, baxos, tiples y tenores. criados en las tales ocasiones11.

Un dato relevante es el que deja constancia de la importancia de la música y el


canto y de la existencia de una capilla de cantores con diferentes tipos de voz. Esta
enseñanza les servía para ir luego, cantando por calles y plazas públicas, en
iglesias y centros privados, los dogmas de la doctrina cristiana, tal como se
ha explicado que se hacía en otros lugares de España. En cuanto a su modo
de vida, según relata Calleja «los niños habitaban en celdas dentro de la ermita y
asistían a los acompañamientos de entierros en corporación» y su enseñanza

Alcalá. Si en 1579 ya había bachilleres y licenciados, Marchamalo considera que la fecha de


fundación debería estar en 1570 o antes. La fecha de 1555, indicada por la profesora Anselem-
Szende (Universidad de Valennciennes) le parece al citado autor demasiado temprana y resalta que
no se ofrece documentación probatoria.
10 GARCÍA SALDAÑA, J., Antecedentes/documentos y Ordenanzas originales de la fundación

de la Hermandad del Santo Cristo de los Doctrinos, en Documentos olvidados; Los devotos
del Cristo de los Niños. Alcalá de Henares, 1986, referencia recogida en MARCHAMALO,
A. Historia..., 2011, p. 121.
11 MARCHAMALO, A., Historia..., 2011, pp. 64 y 65.
EL CRISTO UNIVERSITARIO DE LOS DOCTRINOS DE ALCALÁ DE HENARES… 403

continuó «al menos hasta 1737 pues en una relación de rogativas se dice que
asistieron los niños de la doctrina»12.

El Seminario se ubicó en el llamado Corral o Patio de Mataperros (hoy


jardín de la Ermita, c/ Colegios, nº 9), en el que, treinta y cuatros años antes
estuvieron las edificaciones habitadas por los jesuitas a su llegada a la villa,
trasladándose después a la calle de Libreros donde se fundó el Colegio Máximo
de la Compañía de Jesús, cuya iglesia aún pervive ofreciendo hoy día culto
religioso a los alcalaínos. Parece ser que, desalojadas esas dependencias, sirvieron
de ‘corral de estudiantes pobres’, lo que significaba, ‘casa de una planta baja
o dos, con cocina, alrededor de un patio con pozo para el suministro del agua
necesaria’.

IV. LA TALLA DEL CRISTO DE LA MISERICORDIA, COMÚNMENTE


LLAMADO DE LOS DOCTRINOS

Dice la tradición oral que se descubrió en 1255 un Crucificado enterrado


entre piedras en la muralla que circunvalaba entonces la villa, cerca de la Puerta
de Aguadores, hallado por Baltasar Pardo. Este Cristo con el nombre de
Cristo de la Misericordia se conserva hoy dentro de una hornacina, en la sacristía
de la ermita del Cristo de los Doctrinos, tras un cristal protegido con verja de
hierro moderna, situado en la pared de la izquierda, según se entra, con un
rótulo debajo que dice su nombre: Cristo de la Misericordia. Su carácter medieval
le hace oscilar estilísticamente entre el románico y el gótico popular, según los
diversos críticos de arte.

4.1. Descripción de la talla

Sin embargo, existe otro Cristo de tamaño ‘heroico’, más grande que el
natural para aumentar su Majestad, ubicado en la capilla de la ermita, a la
que da nombre, y este es el denominado Cristo de los Doctrinos, magnífico, al
que veneran y al que vienen a rezar los vecinos y a pedir ayuda en situaciones
difíciles, siempre adornado con flores a sus pies, tributo de admiración y cariño.
Hablando hoy día con los vecinos de la ciudad, cuentan, emocionados, los
milagros personales que han recibido, especialmente en cuestión de enfermedades
varias. Doy fe de su relato.

12 CALLEJA CARRASCO, J.D., Noticia de la efigie, santuario y cofradía del Santísimo

Cristo de la Misericordia (vulgo de los Doctrinos) que se venera en su ermita de la calle de


Roma. Imprenta de D. Emilio Bravo Moltó, Calle de la Imagen núm 12. Alcalá de Henares 1892,
p. 10.
.
404 Mª DEL CARMEN GARCÍA ESTRADÉ

Esta escultura es una talla de madera oscura, de tamaño natural grande,


‘heroico’, en la que destaca su belleza, la expresividad de su abatimiento y su
perfección técnica. Su cabeza se inclina, hundida, hacia la derecha, en un gesto
de profunda concentración en sí mismo y de aceptación. Su rostro, de una
belleza singular y perfecta, con una nariz bien perfilada, destaca como obra
acabada y aún más bella que la talla del cuerpo y embelesa su expresión de
profunda dignidad y amor. Es un Cristo con alma; no, una escultura.

El estudio anatómico de la figura está muy marcado. Es un Cristo delgado


pero de potente musculatura, donde se ha resaltado un vientre redondo con
un ombligo grande en el centro, deprimido en los laterales y una señalada
caja torácica, en la que se pueden apreciar las costillas, también destaca
realzada la musculatura de los brazos, por estos rasgos recuerda a Miguel Ángel.
Es el símbolo, a mí entender, de la crucifixión del vigor y la fuerza, por amor.
Despierta, entonces, en la conciencia, una íntima emoción de reflexión y
agradecimiento, que lleva a la correspondencia. Es un Cristo emotivo, lo que
le diferencia a su favor de otros, aunque estos se señalen por su perfección
técnica. Alma, dignidad y emoción transmite el Cristo de los Doctrinos.

Aunque algunos autores no reconocen el tipo de madera utilizada,


Marchamalo indica que se trata de una madera americana, ‘sabin’, parecida a
la del nogal pero más resistente, lo que fundamentaría su pervivencia en buenas
condiciones hasta nuestros días; sin embargo, Lecanda señala que la madera
que configura el Cristo es de cedro o abeto. El cabello y la corona de espinas
son de ébano y las únicas notas de policromía se ven en el dorado paño de
pureza, muy ceñido al cuerpo, y en unas gotas de sangre en el rostro, en la
herida del costado derecho y en las manos. Tiene los pies clavados con un clavo
grande, el pie derecho montado sobre el izquierdo. La sobriedad, la austeridad son
notas relevantes de esta talla que instan al recogimiento y a la oración. El
Cristo de los Doctrinos transmite, ejemplarmente, la dignidad en el dolor.

La escultura no está colgada de la pared, sino exenta, sobre una peana o


gran basamento y preside el altar. La cruz de madera tiene unos remates de
plata. Su estilo es manierista prebarroco, mostrando el anuncio de este en los
volúmenes y curvas del paño de pureza, que, en el barroco, se acentúan en
un perpetuo movimiento; y el renacimiento pervive en la fidelidad al eje
vertical central y en el equilibrio de sus formas que impregna de quietud la
figura de Cristo y da serenidad a su rostro dentro del sufrimiento. Es una imagen
de la que emana un gran poder y atrae el corazón de los hombres, por su
fuerza y belleza.
EL CRISTO UNIVERSITARIO DE LOS DOCTRINOS DE ALCALÁ DE HENARES… 405

Lecanda, que escribió un pequeño estudio titulado Historia del Crucifijo


en el Arte Español, observa, en la talla de la cabeza, un pefil hebreo y
describe al Cristo de esta manera:

Los hombros vencidos por su peso hacia delante; la cabeza inerte, muy
caída, muy vencida sobre el tórax; el rostro, de fino perfil judaico o
hebreo, desencajado, demacrado; crispado, agarrotados los dedos de
las manos, turgente la cavidad torácica, deprimida la cavidad abdominal,
da la sensación completa del suplicio de muerte en cruz. El rostro dice
a la vez, majestad y dulzura, rendimiento y abandono hasta del mismo
Padre que le deja, por misterio sublime, morir para que colme, su sed
de sufrimientos por la redención de la humanidad...13.

4.2. La autoría o atribuciones

La autoría de la escultura plantea dificultades. Mientras Elías Tormo se


inclina por el jesuita Domingo Beltrán que nació en Vitoria en 1535 y murió
en Alcalá de Henares en el Colegio Máximo de la Compañía de Jesús en 1590,
famoso imaginero especializado en Crucificados14, autoría aceptada por los
insignes historiadores del arte Camón Aznar y Lecanda, Azcárate propone a un
artistista perteneciente al círculo de Leone Leoni15. En cuanto a quién fue el
autor del encargo, se presentan también varios nombres: se propone a López
de Úbeda, el fundador del Seminario de Niños de la Doctrina; a Martín López de
Salas, Vicario General, quien ayudó económicamente a la fundación del Seminario
con importantes donativos; incluso, pudo deberse al Concejo complutense,
como patrono de la institución. Sin embargo, hoy, el misterio permanece a la
espera de una documentación fidedigna que lo acredite.

13 LECANDA Y SALBIDEGOITIA, J.J., de., Historia del Crucifijo en el Arte español. El


Santo Cristo Universitario de los Doctrinos en Alcalá de Henares. Imprenta de la Escuela de
Reforma, Alcalá de Henares 1933, p. 13.
14 Entre los Crucificados de Beltrán, hay que citar el Cristo de la Agonía, para el

noviciado de jesuitas, en Medina del Campo (Valladolid), hoy, iglesia de Santiago el Real;
otro Crucificado, para el Colegio de la Compañía de Jesús, en Murcia, además del retablo y el
sepulcro del obispo Esteban Almeida; el Cristo de la Misericordia. para la iglesia –museo de
San Esteban. en Murcia; dos crucificados, uno en la Capilla del Crucificado y otro en la Bóveda de
los Abogados, ambos en el Colegio Imperial de Madrid. Y se le atribuye oto Cristo, muy bello, en
el Museo Lázaro Galdeano, de Madrid.
15 Leone LEONI es un escultor italiano (1509-1590) de renombre internacional que realizó la

mayor parte de su obra en España. En el Museo del Prado de Madrid se encuentran: el grupo
monumental Carlos V y el Furor; la estatua de la figura en bronce de Felipe II; la estatua de
Isabel de Portugal. Las figuras orantes de las familias de Carlos V y de Felipe II, en la Basílica de
El Escorial. Otras obras importantes son también la reina María de Hungría, hermana del
emperador y la del del III marqués de Alba de Tormes, Fernándo Álvarez de Toledo.
406 Mª DEL CARMEN GARCÍA ESTRADÉ

4.3. Advocaciones de la imagen, a través del tiempo

Tres son los nombres con que se conoce la imagen de esta devoción:
Cristo de la Misericordia, Cristo de los Doctrinos y Cristo Universitario de
los Doctrinos, respectivamente en el tiempo. Con el primer título, Cristo de la
Misericordia, se le conoció en los primeros tiempos, cuando se le descubrió
enterrado entre piedras, según una tradición oral que lo sitúa en 1255,
aunque el estilo de su factura desmiente esta datación y lo hace avanzar en el
tiempo. Con este nombre figura el Crucificado conservado en la sacristía de
la ermita y puede considerarse el nombre ‘oficial’.

Recibe la segunda advocación, Cristo de los Doctrinos, documentada por


escrito, al fundarse la Cofradía en 1661; recuérdese que los caballeros que
piden licencia al Concejo alcalaíno para fundar la Cofradía se denominan a sí
mismos, «debotos (sic) del santo Christo de los Doctrinos», lo que confirma que
ya debía conocerse la talla con este título, de carácter coloquial, cuando en el
siglo anterior se fundó el Seminario de Niños de la Doctrina Cristiana. Así lo
confirma Calleja: «Desde 1581 cambia el nombre de Cristo de la Misericordia por
el nombre de los Doctrinos»16. Pero Calleja da el año de 1581 como fecha de
la fundación del Seminario, no aceptada por Marchamalo, que lo adelanta a
los primeros años de la década de 1560, o bien. a 1570. También ha de tenerse
en cuenta que las Casas de la Doctrina Cristiana se llamaban, igualmente, Casas
de la Misericordia, con lo que los dos nombres se intercambiaban, llegando a
prevalecer el de Doctrinos, por la visibilidad con que estos niños se manifestaban
en la villa imponiéndole un sello tan personal. Otro testimonio escrito de esta
advocación se halla en el poema de Manuel de León Marchante, racionero de la
Magistral, a propósito de un rayo que cayó en el santuario en 1662 y quedó
indemne: «Al Cristo de los Doctrinos/Se atrevieron desatentas [las nubes]»17.

Un hecho, protagonizado por Pedro Gómez Delgado y Valentín, del colegio


menor de san Ambrosio, ofrece otra prueba escrita de esta advocación: el
colegial colgó en la capilla de la ermita, como exvoto, el pliego de Conclusiones
latinas, necesario para alcanzar su grado académico, manifestando que las
consagraba al Stmo. Cristo que le ha librado de la muerte en más de cinco
ocasiones y también «porque el Divino Redentor, bajo el título de los Doctrinos
era dispensador generosímo de toda clase de prodigios [...]»18. Se puede observar
que, de nuevo, al Cristo se le conoce por el título de Cristo de los Doctrinos.
Este testimonio prueba también la devoción que los universitarios tributaban
a esta imagen, lo que daría paso a la tercera advocación.

16 CALLEJA, J.D., Noticia Histórica de la efigie..., 1892, p. 1.


17 CALLEJA, J.D., Noticia Histórica de la efigie..., 1892, p. 33.
18 CALLEJA, J. D. Noticia Histórica de la efigie..., 1892, pp. 30-31.
EL CRISTO UNIVERSITARIO DE LOS DOCTRINOS DE ALCALÁ DE HENARES… 407

La tercera advocación se crea porque, desde hacía mucho tiempo, existía


una relación muy estrecha entre la ermita y la universidad, fundada por una
parte, en que, al estar erigida la ermita en la isla nº 10 de la ciudad universitaria,
pagaba su patrono, el Ayuntamiento de Alcalá, un censo al Colegio Mayor
de San Ildefonso. Por otra parte, eran muchos los cofrades universitarios y,
además, los Colegios eran invitados a partipar en las procesiones de la Cofradía,
pudiendo llevar las andas sus colegiales, en el siglo XVIII. Otro hecho refiere
Portilla: la calle de las Tenerías (hoy Colegios) estaba llena de casas de estudiantes,
próximas a la ermita y, cuando el Ayuntamiernto quiso (para evitar altercados)
trasladar la imagen a la ermita de Santa Lucía, cercana a la catedral y bien
alejada de los Doctrinos, no se logró porque como interpreta Portilla «el
Crucificado quiere ser el Maestro de nuestra Universidad»19.

Sin embargo, fue Lecanda quien introduce por primera vez esta advocación de
Cristo Universitario de los Doctrinos, en documento privado, cuando refiriéndose
al «Crucificado que nos legó Domingo Beltrán», lo denomina «su emocionante
Santo Cristo Universitario de los Doctrinos»20, advocación que lleva, en documento
público, a la portada en su libro sobre El Crucifijo en el Arte Español, cuyo
subtítulo es El Santo Cristo Universitario de los Doctrinos en Alcalá de Henares21.
Actualmente, la Cofradía incluye el adjetivo ‘Universitario’ para describir y
calificar la imagen de su veneración, pasando a titularse la imagen Santísimo
Cristo Universitario de los Doctrinos.

V. LA COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO UNIVERSITARIO DE


LOS DOCTRINOS

5.1. Su fundación y la elección de Prioste

Al amor y devoción de este Cristo, custodiado en la ermita, se debe la


fundación en el siglo XVII de la Cofradía del Santísimo Cristo de los Doctrinos,
cuya licencia pedida por don Antonio de Aguilar, don Juan de Magaña y don
Francisco Jofre, como ya se ha expuesto, concedió el Concejo de Alcalá de
Henares, el 1 de septiembre de 1660, firmado el documento por don Juan
Torre de la Caballería, ante el escribano Luis de Jofre, estando presentes los
regidores de la parroquia de Santa María y la de los Niños Justo y Pastor.
Redactadas las primeras Ordenanzas y llevadas ante el arzobispo de Toledo,

19 PORTILLA, M., Historia de la Ciudad de Compluto..., 1725, p. 258.


20 En una carta, dirigida a Miguel de Unamuno, citada por MARCHAMALO, Historia...,
2011, p. 207.
21 LECANDA, J.J., de, El Crucifijo en el Arte Español. El Santo Cristo Universitario de

los Doctrinos en Alcalá de Henares.


408 Mª DEL CARMEN GARCÍA ESTRADÉ

don Baltasar de Moscoso y Sandoval, la Cofradía quedó fundada el 28 de


enero de 1661, ante el notario de Alcalá de Henares, don Matías Ceballos.

El primer Prioste (o Hermano Mayor) fue don Agustín Navarro, cuya elección
se hizo el día de la Ascensión de 1661, según el siguiente ritual: se dejaba la
elección al azar, a ‘la suerte del cántaro’, donde se metían cuatro bolas de
cera blanca que, en su interior, contenían cada una un papel con el nombre
de un cofrades; con un punzón, se sacaba una bola, cuyo nombre sería el del
Prioste. Este cántaro de madera y con asas de hierro, todavía subsiste, conservado
como un objeto antropológico en la sacristía de la ermita. El símbolo de su
autoridad era el cetro que hoy se puede contemplar en la sacristía. Esta elección se
realizaba el día de la Ascensión, fiesta mauor de la Cofradía, después de la
misa cantada. El capellán que la había oficiado invocaba al Espíritu Santo en una
oración y comenzaba el proceso de la elección del Prioste, quien tenía a su cargo
la obligación, además de presidir la junta de la cofradía, de correr con los gastos de
la misa cantada e invitar en su casa con refrescos a los hermanos que le
acompañaban hasta ella, práctica que duraría hasta 1700 en que se suprime, según
afirma Calleja22. Después por la tarde volvían a la ermita y se celebraba la Junta
de Gobierno en la misma sacristía.

5.2. Finalidades de la Cofradía

Las finalidades de la Cofradía eran de orden espiritual y devocional, al


principio, a las que, más tarde, se sumaron las de carácter asistencial. Por la
primera, se comprometían a atender el culto del Cristo de los Doctrinos y a
propagar su devoción. Llegó a ser tan estimada esta ermita y su santo Cristo
que el papa Alejandro VII concedió indulgencia plenaria a quienes visitasen
la ermita en unos días concretos: la festividad de la Ascensión y el viernes
siguiente; la fiesta de la Santa Cruz, el 3 de mayo; la festividad de san Juan
Bautista, el 24 de junio y el día de la Natividad de la Virgen, el 8 de septiembre.

Con respecto a la finalidad asistencial, se proporcionó ayuda económica


en el entierro de los cofrades y sus esposas, además de ofrecer dieciocho
misas cantadas por el eterno descanso de sus almas. Asimismo, se les daba
acompañamiento por el cabildo de regidores de la Magistral o de la iglesia
de Santa María, iglesia de la que dependía administrativamente la ermita de
los Niños Doctrinos. Igualmente, tenían derecho los cofrades a una cuantía
económica para los gastos de defunción. Actuaba, pues, la Cofradía siguiendo
los modelos gremiales de la época que ofrecían protección material de
diversa índole, a lo que se añadía la cobertura de las necesidades espirituales.

22 CALLEJA CARRASCO, J.D., Noticia de la efigie..., 1892, Apéndice I, p. 33.


EL CRISTO UNIVERSITARIO DE LOS DOCTRINOS DE ALCALÁ DE HENARES… 409

En el siglo XVIII, a partir de 1779, la Cofradía funciona como una Casa


de Socorro, precedente de lo que será después la Seguridad Social. Se les
daba a los cofrades ayuda sanitaria en forma de dinero, exigiéndoseles un
certificad médico que constatara su enfermedad y estar al corriente del pago
de las cuotas. Conforme al Acta de 28 de mayo de 1779, muy interesante
porque se especifican las enfermedades propias de la época, se designa que
«se asista al hermano o hermanos que cayesen malos, bien sea con enfermedad
de tabardillo, mal cólico u otras que Dios les envíe [...] con seis reales de
socorro cada día hasta el número de treinta y tres»23, beneficio que podían
alcanzar los cofrades también cuando caían enfermos fuera de Alcalá de
Henares. Sin embargo, estas ayudas al enfermo tuvieron que ser interrumpidas
en el siglo XIX (23 de julio de 1854), por no poder afrontar el enorme gasto
que suponían. En el siglo XX, por la decadencia de la Cofradía, no se
mantienen los socorros a los enfermos y quedan suprimidas las ayudas para
los entierros y las misas cantadas, por no haber dinero ni para pagar a los
músicos y cantores.

Actualmente, la Cofradía cumple los objetivos propios de todas las


cofradías: obediencia al obispo y evangelización, propagar la devoción y el
culto de sus imágenes titulares, y dar una aportación económica a las Casas
de Acogida de Alcalá de Henares24.

5.3. Las fiestas principales

La fiesta mayor se celebraba, desde los inicios de su fundación, en la


festividad de la Ascensión, con misa cantada, con música ejecutada por tres
instrumentos de cuerda, para mayor solemnidad. A continuación de la misa,
se elegía al Prioste, como ya se ha expuesto. Otra fiesta importante era la
fiesta del Rayo, celebrada al día siguiente de la Ascensión. Su nombre
procede de un hecho singular: un año después de la fundación cofrade, el 19
de mayo de 1662 (día siguiente al de la Ascensión), se desencadenó en
Alcalá de Henares una tremenda tormenta con aparato eléctrico, cayendo una
descarga en el santuario, que, inexplicablemente, quedó ileso. Los cofrades
considerando verdaderamente milagrisa esta situación, atribuida a la intervención
del Cristo de los Doctrinos, decidieron instituir esta festividad en la que se
celebraría una misa de acción de gracias, cantada, con música y con
diáconos. Esta bella iniciativa se mantuvo durante 247 años, hasta que en

23 MARCHAMALO, A., El Cristo de..., 1983, pp. 84 y 85.


24 Datos proporcionados por el actual secretario de la Cofradía.
410 Mª DEL CARMEN GARCÍA ESTRADÉ

1909 se fundió con la misa por los cofrades difuntos25. Un poema, compuesto
por López Marchante, racionero de la Magistral, refiere el suceso26.

5.4. El hábito de los cofrades y los estandartes

Los cofrades, en la procesión de sus imágenes titulares en el jueves de la


semana santa, desfilan portando el hábito del Santísimo Cristo de los Doctrinos.
Una indumentaria de gala, elegante y sobria, austera. El color negro, de tanto
prestigio en la vestimenta del siglo XVII, es su signo distintivo. Se compone de
un birrete negro sobre la cabeza, con borla de color rojo; el rostro, descubierto;
un sayón negro con gola de puntilla blanca, al igual que se llevaba en los
siglos de Oro, y beca de color rojo con medalla del cardenal Cisneros, más
guantes blancos completan la vestimenta. Esta alusión formal al luto, representado
en el color negro, concuerda con el acto procesional que simboliza la pasión
de Cristo Crucificado. El hábito de Nuestra Señora de la Esperanza es de
color blanco hueso, con doble tabla delantera, ceñido por un cordón verde y
oro, con capa del mismo color y capirote verde oliva, con el escudo del
cardenal Cisneros en su parte anterior, con guantes blancos. Llevan ambos
hábitos la medalla de la Cofradía.

Los dos estandartes de las imágenes cotitulares están unificados en el


aspecto formal; son ambos de terciopelo, negro el de Cristo y verde, el de la
Virgen, con preciosos bordados en oro. En el centro, cada uno presenta la efigie
titular en color, encerrada en orla bordada en oro.

5.5. El nombre actual de la Cofradía

La Cofradía, constituida en 1661 con el nombre del Santo Cristo de los


Doctrinos, actualmente, al acoger a la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza,
como cotitular, ha añadido esta advocación de la Virgen a su titularidad y se
denomina, como se lee encima de la puerta grande de la ermita: «Cofradía
del Santísimo Cristo Universitario y de Nuestra Señora de la Esperanza».
Ahora, el Cristo de los Doctrinos comparte el protagonismo que, durante
tantos siglos, ha tenido, con su Madre.

25
MARCHAMALO, A., El Cristo Universitario de los Doctrinos de Alcalá de Henares,
1983, p. 90.
26 CALLEJA CARRASCO, J.D., Noticia histórica de la efigie, 1982, Apéndice II, p. 36.
EL CRISTO UNIVERSITARIO DE LOS DOCTRINOS DE ALCALÁ DE HENARES… 411

5.6. Breve trayectoria de la Cofradía

El siglo XVIII se destaca por la cantidad de acontecimientos singulares


acaecidos: a principio de siglo (1701-1707) se hizo una gran reforma en su
arquitectura por el deterioro en que se encontraba, lo que dió lugar al
traslado del Cristo al Hospital de Antezana, en la c/ Mayor, de donde volvió
(2.7.1702) a su casa con gran solemnidad; se realiza su primer inventario de
bienes (1720); se sucedieron procesiones de rogativas, a causa de la plaga de
langostas (1710) y de la gran sequía que, en diversas ocasiones (1723 y
1737), padeció la población alcalaína; el ingreso en masa de la Esclavitud del
Cristo de la Agonía, en 1762, a cambio de procesionar su imagen, determinó la
reforma de sus Constituciones, con nuevas normas y procesionaron ambas
corporaciones juntas en el día de viernes santo, separándose tiempo desupés;
y la caída del Cristo al entrar en la ermita. En la guerra de la Independencia,
se interrumpe la actividad de la Cofradía (1808-18013) y se oculta su imagen
y en la Guerra Civil, la talla se traslada a Madrid, de donde vuelve a su
término. La Cofradía llega a su máxima pobreza en 1906, pero se recupera y
es catalogada como Monumento Histórico-Artístico en 1942, ganando un
prestigio en las décadas siguientes que alcanza hasta nuestros días.

VI. LA PROCESIÓN DEL CRISTO DE LOS DOCTRINOS Y NUESTRA


SEÑORA DE LA ESPERANZA

El Cristo de los Doctrinos ha protagonizado dos tipos de procesiones: a)


la de rogativas, por la plaga de langosta, en 1710 y las grandes sequías de
1723 y 1737; y b), la penitencial, cuya primera salida en semana santa se realizó
en 1762.

La procesión actual del Cristo de los Doctrinos y de la Virgen de la Esperanza


es una procesión puntera en la semana santa alcalaína a la que sus vecinos le
dedican su más entusiasta devoción y fervor. Sale el jueves santo, al atardecer, a
las ocho y media, cuando el cielo en primavera pierde su azul y se va volviendo
blanco. Parte el Cristo del colegio de Basilios, en la calle Colegios, nº 10,
muy cerca del Parador de Alcalá y justo enfrente de la ermita donde la imagen
tiene su sede en el nº 9, colegio convertido, actualmente, en Aula de Música.
La Virgen de la Esperanza, su Madre, también aguarda en este edificio su salida,
vestida con un verde manto de terciopelo ricamente bordado en oro, portando
el fajín correspondiente al nombramiento de Capitán General del Ejército
Español, otorgado por Francisco Franco. De ahí, que en la procesión del jueves
santo, la brigada de paracaidistas alcalaína la escolte y, en el momento de salir a
la calle, le rinda honores, inclinando su cabeza ante su presencia, hincando
412 Mª DEL CARMEN GARCÍA ESTRADÉ

una rodilla en tierra y, en un vistoso juego de destreza, un grupo de paracaidistas


lanza al aire sus armas que son recogidas por sus compañeros, quienes a la
vez también tiraron al aire las suyas para que asimismo las recojan los
primeros27, con toda clase de variantes y adornos y con una precisión digna
de elogio.

El recorrido de la procesión es el siguiente: desde la calle Colegios se


dirige el Santo Cristo a la plaza Cervantes por el lado del Casino; después,
enfila la la calle de Bustamante de Cámara, para desembocar en la plaza de
san Diego, donde se erige la universidad cisneriana y donde también se ubica la
Biblioteca de Alcalá de Henares28. el complemento ideal y útil de la universidad
alcalaína. En este recinto de la plaza denominada con la advocación del
famoso santo, Diego de Alcalá, venerado ya por Carlos II, rey que otorgó el
título de ciudad en 1687 a la entonces villa29, tiene lugar un emotivo encuentro
religioso: el del Cristo de los Doctrinos con Nuestra Señora de la Esperanza,
frente a frente, en la lonja, junto a la portada central de la universidad. Allí se
realiza el acto penitencial compuesto por la lectura del evangelio, la homilía y el
canto de la Salve, en un silencio absoluto, ya anochecido, llena la plaza de
gente, testigo del entrañable encuentro30.

VII. LA ERMITA Y SUS DEPENDENCIAS: LA CAPILLA, LA


SACRISTÍA Y EL CORRAL DE MATAPERROS

7.1. La ermita

La ermita se sitúa en el nº 9 de la calle Colegios de Alcalá de Henares. A


su derecha, mirándola de frente, está el convento de carmelitas descalzas,
comúnmente denominado, ‘las carmelitas de Afuera’, por quedar extramuros
de la villa, en tiempos en que esta era circunvalada por la muralla y para
diferenciarlas de otro convento de carmelitas descalzas, el de la Purísima
Concepción, situado dentro de la ciudad, en la c/ Imagen, 7. A la izquierda,

27
He sido testigo de estos honores a la Virgen en la procesión del jueves santo de este
año, 2017, en Alcalá de Henares.
28 Biblioteca, instalada en lo que, antiguamente, era un cuartel, hoy día engloba todas las

bibliotecas, de ciencias y letras, que, antes, se distribuían, individualmente, por las distintas
facultades y tiene la característica de estar abierta las 24 horas del día todos los días del año.
29 GARCÍA ESTRADÉ, Mª del C., «Presencia de la ciudad de Alcalá de henares en una

obra dramática del siglo XVIII: El sí de las niñas, de Leandro Fernández Moratín», en XIII
Encuentro de historiadores del Valle del Henares, Guadalajara, noviembre 2012.
30 El recorrido de la procesión y el contenido del acto penitencial me han sido facilitados

por el secretario e historiador de la Cofradía, don Jorge González, a quien agradezco su


atención.
EL CRISTO UNIVERSITARIO DE LOS DOCTRINOS DE ALCALÁ DE HENARES… 413

queda una puerta de metal donde se lee, en letras grandes: «ARCHIVOS


MOVIMIENTO OBRERO», y más a la izquierda, un rótulo identifica un
edificio: el «Colegio de Bernardos Cistercienses Santa Librada. Siglos XVI-
XVII». En la parte de atrás, limita con un solar de las carmelitas de Afuera y
frente a la ermita se encuentra el colegio de Basilios, en el nº 10 de la misma
calle. Antes de llegar a él se ubica el Parador de Alcalá, en la sede del colegio de
Santo Tomás. Queda claro el porqué del nombre de esta calle: en ella se concentran
los colegios, y, además de los citados, también está el Colegio de San
Ciriaco y Santa Paula, conocido como colegio de Málaga y otros edificios de
interés. La calle de Los Colegios se llamaba, anteriormente, calle de Roma,
pues se creía que esta calle coincidía con la calzada romana.

La ermita está construida con materiales muy sencillos: filas de ladrillo,


interrumpidas por rectángulos de color crudo, atravesados horizontalmente,
los llamados cajetones. Arquitectónicamente, se estructura en tres cuerpos:
uno central, más largo y alto y dos laterales en los extremos, el de la derecha,
hace esquina con la plaza de los Doctrinos y la iglesia de las carmelitas; todo
el conjunto, va cerrado por un tejado de tejas árabes, a dos vertientes. La
fachada principal, que da a la calle Colegios, presenta dos puertas: una
grande, de cuarterones de madera, mostrando en su parte superior un travesaño
de madera, encima del cual se colgó, hace unos tres años, un cartel rectangular,
de plástico de color azul claro, en el que, a modo de balconera, se anuncia la
Cofradía: se ve a la izquierda el rostro del Cristo y, a la derecha, el de la
Virgen de la Esperanza. En medio y un poco más arriba, el escudo arzobispal
con el capelo cardenalicio del que salen dos cordones, uno a cada lado,
rematados en borlas y, que cobija el escudo cisneriano con un ajedrezado;
debajo de él, hay otro escudo con cruz en el centro y una leyenda que dice:
«Cofradía del Santísimo Cristo Universitario de los Doctrinos y Nuestra
Señora de la Esperanza», más abajo, se indica: «Alcalá de Henares». Por esta
puerta sacan al Cristo para llevarlo al colegio de Basilios, donde se inicia la
procesión del jueves santo; otra puerta, más baja, a través de un pequeño
zaguán, da acceso al interior de la ermita.

Hay dos escudos de armas eclesiásticos (uno encima de la puerta pequeña;


otro encima de un ventana enrejada, en el extremo opuesto) de la dignidad de
obispo y arzobispo (cuya diferencia se representa simbólicamente en la mayor o
menor cantidad de borlas), y se interpretan como un recuerdo de que el solar de
algo más de 3000 metros en que se levanta la ermita fue antes propiedad del
Colegio Mayor de san Ildefonso; un reloj de sol con números romanos, con
una inscripción latina, cuya traducción es: «el hombre huye como sombra».
También se muestran dos pequeñas ventanas enrejadas. En el extremo derecho,
la fachada se prolonga formando esquina que corresponde, en su interior, al
414 Mª DEL CARMEN GARCÍA ESTRADÉ

presbiterio donde se ubica el altar y la talla del Cristo de los Doctrinos. La


ermita tiene dos campanas, «María de la Encarnación» y «Golondrina», de
187531.

7.2. La capilla

Cuando se abre la puerta pequeña para acceder al interior de la ermita, lo


primero que sorprende es que hay que bajar cuatro escalones para llegar al
minúsculo zaguán que, a la derecha, da paso a la capilla. La ermita está hundida
con respecto al nivel del suelo de la calle. El historiador Calleja explica que,
recientemente a la fecha en que escribe, 1892, se había levantado la calle, lo
que determinó que el interior de la ermita quedara más bajo y la necesidad
de hacer dos escalones32; hoy, son cuatro. Este ahondamiento físico, que
impide avanzar hacia dentro del edificio a la altura de la calle y lleva a
descender a su interior, imprime un carácter especial, casi una preparación
para el recogimiento que, en la penumbra, propicia la capilla.

La capilla está formada por una nave rectangular en cuyo fondo, tras una
sólida verja de hierro de dos hojas, instalada en 1721, se erige, en tamaño
‘heroico’, exento, el Cristo de los Doctrinos; sin estar pegado a la pared, ni
colgado del techo, sobre un basamento, preside, desde el altar, toda la estancia.
A sus pies, dos pequeños bustos policromados de los Santos Niño Justo y
Pastor, patronos de Alcalá de Henares, le acompañan. Estas dos zonas en que
queda dividida la capilla por la reja, una para las imágenes sacras, otra para
los fieles, manifiestan la característica principal del recinto: su sencillez y su
humildad. Esta humildad y sencillez se muestra en el revestimiento del suelo. El
suelo está compuesto por baldosas rojas, de cerámica, formando hexaedros que
dejan un cuadrado en el centro; el suelo la nave de los fieles queda dividido en
tres zonas, enmarcadas por una franja de losas de color crudo que la atraviesan
horizontalmente y corren adosadas a las paredes. El presbiterio tiene el mismo
revestimiento y un pequeño escalón alza la zona del altar, que también presenta
el suelo rojo. Destacan, en la zona en que rezan los los fieles, además de varios
reclinatorios, unas sillas en el centro, dispuestas en pareja, dos bancos de
madera adosados a la pared, lisos, sin adorno alguno, sirviendo no de decoración
para distraer la atención, sino por su utilidad. El banco de la izquierda es una

31
MARCHAMALO, A., El Cristo de..., 1983, p. 70. La fecha se vuelve a repetir en
Historia de la ermita ..., 2011, p. 81.
32 Refiere CALLEJA: «Por el reciente alzado del piso de la calle ha quedado muy bajo el

pavimento de la Ermita hasta el punto de tener que poner dos escalones de gran altura»,
Noticia histórica de la efigie, santuario y cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia,
1892, p. 19.
EL CRISTO UNIVERSITARIO DE LOS DOCTRINOS DE ALCALÁ DE HENARES… 415

joya: todo, asiento y respaldo, es de una pieza, de una larga pieza que se acerca a
los trece metros de longitud; un púlpito de hierro, antiguo y reducido, al que se
accede desde la sacristía, se sitúa a la izquierda. Por último, al pie de la capilla,
en el piso alto se sitúa el coro.

En el presbiterio, realizado de nueva planta en la gran reforma de principios


del siglo XVIII (1701-1707), se abre, detrás de la verja, una pequeña cúpula
de media naranja, que no se refleja en el exterior y, un poco más abajo de la
cúpula, un arco decorado da paso al lugar sagrado donde se ubica el altar y la
talla del Cristo.

En el interior del presbiterio, muy cerca del Crucificado y a su izquierda,


destaca un sepulcro renacentista, donde yace doña Catalina de Gamboa y
Mendoza, muerta virgen a los nueve años, según se lee en una lápida. La
estatua orante de una dama en pie, ricamente ataviada según la época, parece
representar a su madre, doña Catalina de Mendoza y Cisneros, fundadora en
1580 del Colegio de Santa Catalina, en Alcalá de Henares, popularmente
llamado de los Verdes, por la indumentaria en verde, distintiva de sus colegiales;
Marchamalo considera la hipótesis de que esta dama haya sido enterrada
junto a su hija, por lo que se habría colocado allí su estatua33. Próxima a la reja,
se ve la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza, donación conjunta del
anterior Jefe de Estado, Francisco Franco, y el Sindicato Español Universitario
(SEU) a la Cofradía, en 1945. Es la imagen cotitular de la Cofradía junto con el
Cristo y, como Él, es de madera maciza, pero de pino. Pertenece, iconográ-
ficamente, a las imágenes ‘de vestir’ o ‘de candelero’, policromado solo el
rostro y las manos, estando la figura formada por un armazón o maniquí, lo
que facilita su desfile procesional porque estas imágenes pesan poco y se
tienen que vestir, con el consiguiente ritual devocional. Fue realizada por un
imaginero madrileño, Justo Garrido.

7.3. La sacristía

Para entrar en la sacristía se parte del pequeño zaguán, a través de la


puerta, situada frente a la que da paso a la calle. Desde allí se abre un pasillo
que desemboca en una puerta, la de la sacristía. La sacristía es, ahora, un
pequeño museo donde se conservan tanto obras de arte (cuadros de diferente
valor, escultura) como objetos ligados a la Cofradía para sus ceremonias (el
cántaro usado en la elección del Prioste y el cetro para simbolizar su autoridad),
libros varios, libro de actas, y documentos.

33 MARCHAMALO, A., El Cristo de los Doctrinos..., Ayto. de Alcalá de Henares, 1983,


p. 48.
416 Mª DEL CARMEN GARCÍA ESTRADÉ

En sus principios, debía ser de pequeñas proporciones, porque, quince


años después de la fundación de la Cofradía, se acordó alargarla en la sesión
del 15 de mayo de 1676. En la actualidad, es una sala rectangular cubierta
por un techo con vigas; las ventanas, pequeñas, dejan ver el grosor de los
muros y presentan en la parte inferior una azulejería moderna de color azul y
dibujos geométricos. Este es el lugar donde se celebran las Juntas de Gobierno y
la elección del Prioste o Hermano Mayor.

Lo más relevante es un Crucificado, talla de madera, que la tradición oral


identifica con el Cristo de la Misericordia, encontrado por Baltasar Pardo en
1255, leyéndose su advocación debajo de la hornacina en la que se conserva,
cerrada por un cristal protegido con una verja de hierro, pero su estilo gótico,
datado a principios o mediados del siglo XIV, desmiente la anterior fecha.
No hay documentación sobre él. Se sitúa a la entrada de la sacristía, a la
izquierda. Entre los personajes alcalaínos, están representados el cardenal
Cisneros (junto al Cristo) y los Santos Niños Justo y Pastor, ataviados a la
romana, cuadro firmado por Diego de Mº (¿Morales?) y fechado en 1635. Del
siglo XVII, se guardan anónimas pinturas, de Santa Teresa y deSan Agustín. En
el siglo XVIII, se tiene que destacar un gran lienzo, Las lágrimas de san Pedro.
Una bellísma Mater Amabilis, con un delicado rostro, lleno de dulzura, al estilo
Sassoferrato, debe consignarse.

Uno de los más valiosos documentos es el título de doctor en Derecho


Civil y Canónico del cardenal valenciano Juan Bautista Vives y María, datado el
20 de diciembre de 1569. Es un documento en pergamino, manuscrito en latín en
bella y clara caligrafía con tinta de oro. Sus medidas son de 86,4 cm de alto
por 82,5 de ancho, con ricas representaciones alegóricas de las virtudes
cardinales34.

Entre los muebles destaca un arcón con un bonito Niño Jesús denudo, de
los ‘de vestir’ o ‘de monjas’, bendice con la mano derecha y en la izquierda
lleva el globo terráqueo y adelanta la pierna izquierda, talla de madera, de fines
del XVII y, al fondo de la estancia, una cajonería, sobre la que se muestra
una talla en madera de un Crucifijo procedente de Colegio Máximo de la
Compañía de Jesús. Una vitrina expone objetos de interés: un misal veneciano,
anterior a la fundación de la Cofradía, un Catecismo de Pío V y dos bustos
en cartón-piedra de los Santos Niños. Una mesa de madera, a la entrada de la
sacristía, enfrente del Cristo de la Misericordia, y otra pequeña en el centro
con el cántaro constituyen lo más relevante del mobiliario.

34 Minuciosa descripción realiza MARCHAMALO, A., en Historia de la ermita..., 2011,

p. 115.
EL CRISTO UNIVERSITARIO DE LOS DOCTRINOS DE ALCALÁ DE HENARES… 417

7.4. El corral de Mataperros

El corral de Mataperros es hoy el jardín de la ermita al que se asoma la


casa de los guardeses, con su porche empedrado y sus columnas y capiteles
renacentistas, construida sobre el solar en que, en 1784, se levantó un cuarto
bajo con cocina para los ermitaños, luego derribado. El nombre del corra procede
del cementerio donde se sepultaban, en épocas muy antiguas, los cuerpos que
no podían ser enterrados en sagrado: ahorcados, suicidas y ajusticiados, entre
ellos moros y judíos, a los que se les llamaba perro judío35. Una estatua de san
Diego, donada en 1964 por James S. Cosley, alcalde de San Diego (California),
destaca en el centro. A su alrededor, cuatro quimeras aladas, sustentadas en
unas basas que lucen los escudos del arzobispo Alonso de Contreras, moderna
copia de las existentes en el siglo XV en el Palacio Arzobispal alcalaíno,
emiten su antiguo y mitlógico misterio. Árboles altos, una palmera, plantas y
restos arquitéctónicos de piedra más dos mesitas redondas de terraza con sus
sillones, de forja, completan el conjunto de un paraje apacible y evocador, en el
que no falta el pozo con su referencia al agua, para consagrarse como locus
amoenus.

VIII. CONCLUSIONES

Después de este amplio recorrido para conocer la devoción alcalaína del


noble Cristo Universitario de los Doctrinos, su cofradía y su ermita, se desprende
una exigencia: la de visitar personalmente este lugar, humilde santuario sagrado,
lleno de encanto y recogimiento y rendirse ante la belleza de su Cristo, fundiendo en
un acto interior la emoción de lo divino en la tierra y el vuelo de lo humano
por alcanzarlo.

IX. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

- CALLEJA CARRASCO, J.D., Noticia Histórica de la efigie, santuario y


cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia (vulgo de los Doctrinos
que se venera en su ermita de la calle de Roma. Imprenta de D. Emilio
Bravo Moltó, Calle de la Imagen núm 12, Alcalá de Henares1892.

- CERVANTES, M. de, Teatro completo, Penguin Clásicos, 2016, pp.1011


y 1012.

35 VIGIL, Fco., Enciclopedia temática de Alcalá de Henares. Calles, Ayto. de Alcalá de

Henares, 1999.
418 Mª DEL CARMEN GARCÍA ESTRADÉ

- GARCÍA ESTRADÉ, Mª del C., «Reflexiones de Jovellanos sobre la


instrucción pública y su relación con la constitución de 1812», en Hacia
1812 desde el siglo ilustrado. Actas del V Congreso Internacionalde la
Soceidad Española de Estudios del Siglo XVIII, ed. de Fernando Durán
López, Trea, Asturias 2013.

- GARCÍA ESTRADÉ, Mª del C., «Presencia de la ciudad de Alcalá de


Henares en una obra dramática del siglo XVIII: El sí de las niñas, de
Leandro Fernández Moratín», en XIII Encuentro de historiadores del Valle
del Henares, Guadalajara 2012.

- GARCÍA REIDY, A., «Una aproximación al teatro de Juan López de


Úbeda (textos y contexto)», en TeatrEsco, nº 3 (2008) 11.

- LECANDAY SALBIDEGOITIA, J.J. de, El Crucifijo en el Arte Español.


El Santo Cristo Universitario de los Doctrinos en Alcalá de Henares.
Alcalá de Henares, Escuela de Reforma, 1932.

- LECANDA Y SALBIDEGOITIA, J.J. de, Historia y descripción de la


Santa Ermita Universitaria del Cristo de los Doctrinos en Alcalá de
Henares. Alcalá de Henares 1933.

- LOPE DE TOLEDO, J. Mª, de, «Logroño en el siglo XVI. Los Niños de la


Doctrina Cristiana», en Berceo, nº 73, (1964) 419-432.

- MARCHAMALO SÁNCHEZ, A., Historia de la ermita, cofradía y efigie


del Cristo Universitario de los Doctrinos de Alcalá de Henares, Aache,
Alcalá de Henares 2011.

- MARCHAMALO SÁNCHEZ, A., El Cristo de los Doctrinos de Alcalá de


Henares. Historia de la Cofradía del siglo XVII, Alcalá Ensayo, Ayto. de
Alcalá de Henares 1983.

- OSORIO, C., El Madrid olvidado Ediciones La Librería, Madrid 2015, 2ª ed.

- PORTILLA Y ESQUIVEL, M. de la, Historia de la Ciudad de Compluto.


Imprenta Joseph Espartosa, Alcalá de Henares 1725.

- REYES LEOZ, J.L. de los, «La enseñanza de los niños pobres: el Colegio
de san Ildefonso y el círculo humanista de Madrid», en Actas del XVI
Congreso AIH.

- VIGIL, F., Enciclopedia temática de Alcalá de Henares. Calles 1999.


EL CRISTO UNIVERSITARIO DE LOS DOCTRINOS DE ALCALÁ DE HENARES… 419

1. El Cristo de los Doctrinos, en su capilla. Foto cedida por la Cofradía, 2015


420 Mª DEL CARMEN GARCÍA ESTRADÉ

2. Cristo de los Doctrinos. Tamaño 1/2, 2017.

3. Cristo de los Doctrinos. Detalle. Dibujo al pastel, original de Vicente


Benítez Blanco, 2017
EL CRISTO UNIVERSITARIO DE LOS DOCTRINOS DE ALCALÁ DE HENARES… 421

4. La ermita del Cristo de los Doctrinos. Original de Vicente Benítez Blanco, 2017.

5. Puerta grande de la ermita del Cristo de los Doctrinos, con el rótulo que
anuncia la Cofradía.
Estudio iconográfico del Cristo de los
Doctrinos de Alcalá de Henares

Teresa DÍAZ DÍAZ


Madrid

“Marchitará la rosa el viento helado,


todo lo mudará la edad ligera,
por no hacer mudanza en su costumbre.”
(Garcilaso de la Vega1)

I. Introducción.

II. Ermita del Cristo de los Doctrinos y su cofradía.

2.1. Historia de la ermita y cofradía.


2.2. Recorrido del cortejo procesional.

III. Estudio estilístico e iconográfico de la talla del Cristo.

3.1. Descripción de la imagen.


3.2. Influencia Iconográficas.

IV. Conclusión.

V. Bibliografía consultada y de referencia.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 423-436. ISBN: 978-84-697-5400-9

1
Garcilaso de la Vega (Toledo 1491 ó 1503–Niza, 1536). Poeta español del Siglo de Oro
y militar al servicio de Carlos I. Su innovación poética fue introducir en España una nueva
estrofa, la lira, junto a las otras estrofas renacentistas: las cinco grandes españolas serán el
soneto, la octava real, el terceto encadenado, la estancia y la lira.
I. INTRODUCCIÓN

La escultura en la que centramos nuestro estudio es reconocida con el


nombre de El Cristo de los Doctrinos, pertenece a la Cofradía del Santísimo
Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora de la Esperanza2, y se encuentra
alojada en una ermita de la Calle de los Colegios 9, anteriormente llamada
de Roma, cuyo verdadero nombre es Ermita Universitaria del Cristo de los
Doctrinos de Alcalá de Henares.

La imagen obtiene mucha fama en Alcalá y pueblos del alfoz desde el


primer momento de su ejecución por realizar muchos milagros. Actualmente
es la imagen más antigua de las que procesionan en Alcalá debido a que
comenzó a participar regularmente en los desfiles procesionales de Semana
Santa el año 1762.

II. ERMITA DEL CRISTO DE LOS DOCTRINOS Y SU COFRADÍA

La Sede Canónica del Cristo se encuentra en la Ermita de los Doctrinos.


Se trata de un modesto edificio del siglo XVI, y por la fama del Cristo, se
convierte en uno de los referentes históricos y religiosos de Alcalá de Henares. La
primera crónica documentada la encontramos en el libro de Miguel de
Portilla y Esquivel3, quien recoge las primeras noticias en la parte primera de
su Historia de la ciudad de Compluto, publicada en 17254:

“...junto a la cual puerta el muro antiguo servía de pared, a la parte


de adentro de la Ciudad, a una Hermita o Iglesia pequeña que lo es
de Santo Christo de la misericordia y comúnmente de los Doctrinos;

2 La imagen de Nuestra Señora de la Esperanza está tallada en madera por el imaginero

madrileño Justo Garrido. Se incorpora en 1945 y procesiona en paso de palio con manto verde
de 4 metros bordado en oro, con varales y candelabros de plata.
3 Miguel de Portilla y Esquivel, Natural de Alcalá de Henares (1660-1732), fue historiador,

catedrático y canónigo de la Magistral.


4 MARCHAMALO SÁNCHEZ, A., Historia de la Ermita, Cofradía y Efigie del Cristo

Universitario de los Doctrinos de Alcalá de Henares. Guadalajara 2011, p. 23.


ESTUDIO ICONOGRÁFICO DEL CRISTO DE LOS DOCTRINOS… 425

efigie milagrosísima de un Crucifijo de estatura natural grande.


Dixome un cavallero desta Ciudad muy anciano y su devoto, que el
año 1255, Baltasar Pardo le halló enterrado y metido entre algunas
piedras, donde está la Hermita: alega papeles del Archivo de la Ciudad,
de que ha cuydado muchos años: pero yo no logré con el tal Cavallero
mis diligencias al verlos. Milagros hemos visto, y que la efigie está sin
encarnación la madera y esta no sabe qué es. El licenciado Juan López
de Úbeda, natural de Toledo, sacerdote ejemplar, fundó allí un Seminario
de la Doctrina Cristiana a los Niños, que por esto llamaron Doctrinos, el
año 1581”.

Tal como nos acaban de comentar, el licenciado Juan López de Úbeda, que fue
un sacerdote procedente de Toledo, enseñaba teología en la Universidad de
Alcalá, y fue quien fundó un Seminario de niños de la Doctrina Cristiana, en
el que la tradición afirma que llegaron a dar clase San Juan de la Cruz, San
Ignacio de Loyola y San José de Calasanz, durante su paso por las aulas
universitarias de Alcalá, comenzando esta labor en el Corral de Mataperros,
conocido con este nombre a lo que actualmente es el jardín de la ermita de
los doctrinos5. En esas aulas, los esos profesores utilizaban como motivación
de sus lecciones una imagen de Jesús Crucificado, que muy pronto fue
popularmente conocido como Cristo de los Doctrinos. Los estudiantes de la
Universidad de Alcalá tomaron por costumbre encomendarse a dicho Cristo
para que les ayudara en sus exámenes, por lo que se la empezó a llamar
Ermita Universitaria.

Según la tradición, en esta ermita explicaron doctrina cristiana y catecismos,


San José de Calasanz y San Ignacio de Loyola, y por allí pasaron los más
fervientes oradores de la Universidad Cisneriana.

El exterior de la ermita es un edificio sencillo con las características propias


de las edificaciones del siglo XVI, es decir, realizado en fábrica de ladrillo
entre verdugadas de plementería al estilo del aparejo toledano (muros de carga
construidos en ladrillo y mampuesto), según la forma de edificar propia del
barroco madrileño. El único elemento a destacar en su fachada es un reloj de
sol, donde reza la inscripción “HOMO VELUT UMBRA FUGIT”. Se remata
la misma con un pequeño campanario, dos ventanas con rejas, dos escudos
armeros del Cardenal Cisneros y dos puertas, por una de ellas, la más pequeña,
se accede a un angosto zaguán, en el que se abre la entrada a la iglesia.

5 Estos mismos edificios hacía treinta y cuatro años que ya habían sido abandonado por

los jesuitas.
426 TERESA DÍAZ DÍAZ

El edificio está formado por una doble crujía, una de ellas alberga la
iglesia, la otra la sacristía. La planta de la iglesia es una nave cubierta con
falsa bóveda de cañón con lunetos, apoyada en una cornisa decorativa. El
crucero está cubierto por una cúpula esquifada y separada de la nave por una
reja de dos hojas, compuesta por veinte barrotes, que fue instalada en diciembre
de 1721. (FOTO 1)

Una vez en el interior de la Iglesia donde está se aloja el Cristo, comprobamos


que como evoluciona y se construye posteriormente al resto, concretamente
en el año 1702, pasando ya a ser de estilo barroco pleno. La desornamentación y
la austeridad de la nave consiguen que desde lejos nos vaya sobrecogiendo y
admirando deslumbrando la impresionante talla del Cristo de la Misericordia
o de los Doctrinos (FOTO 2), que preside el presbiterio, a lo que cabe destacar
que se trata de una de las imágenes que sobrevivieron a la Guerra Civil.

A la derecha de la capilla, encontramos una hornacina en la que se encuentra


una imagen de Nuestra Señora de la Esperanza, y una puerta de acceso a la
sacristía. En la capilla mayor puede verse empotrado, en el muro del evangelio, el
sepulcro renacentista de Catalina de Gamboa y Mendoza. Sobre la lápida
aparece la estatua orante de alabastro de dicha dama, ricamente ataviada a la
moda de fines del siglo XVI, y a su derecha, también empotrado en la pared,
su escudo de armas con yelmo y cimera.

Abiertas en el muro de la epístola y protegidas con rejas se encuentran


dos hornacinas que contienen diversas reliquias, como las de San Asturio,
San Vidal, San Diego de Alcalá, San Félix de Alcalá y un Lignum Crucis.
Este sencillo edificio fue declarado Monumento Nacional en 1942.

2.1. Historia de la ermita y cofradía6

Comenzamos por la parte externa como es el edificio, el cual pasó a ser


regentado y mantenido por el ayuntamiento, que en 1660 concedió licencia
para establecerse en él el oratorio, bajo el nombre de Cofradía del Cristo de
la Misericordia, que se fundaría al año siguiente.

La primera referencia histórica sobre la cofradía la encontramos en la


autorización por parte del Concejo para instituirla el uno de septiembre de
1660. Las primeras ordenanzas o constituciones fueron redactadas en doce

6 Una cofradía es una agrupación de personas bajo el patrocinio de un santo, Virgen o

Cristo, con diversos fines religiosos, laborales, según las reglas de fundación de la cofradía.
ESTUDIO ICONOGRÁFICO DEL CRISTO DE LOS DOCTRINOS… 427

capítulos siendo aprobadas por el Consejo de Gobernación de la Archidiócesis de


Toledo el 6 de marzo de 1661. En 1665 el Papa Alejandro VII señala la fiesta de
la Ascensión del Señor como día de la cofradía concediendo Indulgencia
Plenaria a quienes visitaran el santuario en las fiestas de Santa Cruz, San Juan
Bautista, Natividad de Nuestra Señora, Ascensión del Señor y el viernes
inmediato.

Con el Concilio de Trento (1545-1563)7 las autoridades eclesiásticas ordenaron


que todas las cofradías dispusieran de sus propios estatutos debidamente
aprobados por el obispado; por esa razón la mayor parte de las cofradías
penitenciales existentes en el siglo XVI obtienen sus ordenaciones o reglas
en la fecha que data la fundación a muchas cofradías de antigüedad mayor.

Los cofrades llevan un hábito igual al de los estudiantes del Siglo de Oro,
con sayón negro con cola blanca de puntillas, beca roja con el escudo del
Cardenal Cisneros y birrete con borla roja, guantes blancos y medalla de la
cofradía para acompañar al Cristo. Habito de color blanco hueso con doble
tabla delantera ceñida por un cíngulo (cordón de borlas verde y dorado) y
capa del mismo color que el hábito, rematado por un capirote verde oliva y
escudo del Cardenal Cisneros en la parte anterior con capa blanca, capirote
verde y cíngulo verde y dorado, guantes blancos y medalla de la cofradía
para acompañar a la Virgen.

La salida de la cofradía se produce el Jueves Santo a las ocho de la tarde,


marchan en procesión la cofradía del Santísimo Cristo Universitario de los
Doctrinos y Nuestra Señora de la Esperanza, ésta última desde el año 1945.

2.2. Recorrido del cortejo procesional

Ermita de los Doctrinos, Calle de los Colegios, Plaza Rodríguez Martín,


Plaza de Cervantes (lado del Círculo), Calle Bustamante de la Cámara, Plaza
de San Diego (siendo uno de los momentos más emotivos por el encuentro de
las imágenes en la Lonja de la Universidad, donde tendrá lugar el encuentro de
las imágenes y el canto de la Salve), Calle Bedel, Calle Libreros, Plaza de
Cervantes, Calle Cerrajeros, Calle Carmen Calzado, Calle Santa Úrsula, Plaza
Rodríguez Marín, Calle de los Colegios, y de nuevo se aloja en la Ermita de
los Doctrinos.

7 El concilio de Trento en sus 25 sesiones administrativas dieron como fruto un amplio

abanico de medidas para regenerar la iglesia y mejorar el adoctrinamiento de los creyentes.


428 TERESA DÍAZ DÍAZ

Durante toda la procesión el acompañamiento musical corre a cargo de la


Banda Sinfónica de la Universidad Complutense.

III. ESTUDIO ESTILÍSTICO E ICONOGRÁFICO DE LA TALLA


DEL CRISTO

Juan López de Úbeda, como fundador del Seminario de los Niños de la


Doctrina de Alcalá de Henares, encargó al escultor jesuita Domingo Beltrán
(Vitoria 1535-Alcalá de Henares 1590), ésta talla de madera, (FOTO 3) que
debió realizar entre los años 1587 y 1590 debido a que en este año fallece el
artista. Cabe destacar que Domingo fue discípulo de Miguel Ángel8.

3.1. Descripción de la imagen del Cristo

El cuerpo de Cristo está esculpido a tamaño natural9, en madera americana


denominada satín, madera semejante al nogal, solo que es una madera un
podo más dura, haciéndola muy resistente a los agentes degradantes y a los
xilófagos, lo que ha facilitado su conservación hasta nuestros días. El cabello
y la corona de espinas son de ébano, madera que encontramos en algunas
sillerías de coro y que se utilizaban para incorporar algún detalle de riqueza
ya que era una madera escasa y eso encarecía notablemente las obras. La
figura aparece de color marrón oscuro, del color natural de la madera, sin
policromar a excepción de unas minúsculas gotas de sangre en el torso que
solo son visibles a corta distancia10. En el rostro muestra la “serenidad
clásica de influencia italiana y la morbidez de su modelado absolutamente
ajeno a la violencia, sufrimiento y crispación”11.

Analizado el Cristo de los Doctrinos, junto con varios ejemplares más de


esta época, podemos destacar su calidad y elegancia propiciado por la esbeltez

8 La introducción del manierismo en la estatuaria no supuso ningún trauma para los

artistas españoles, en la concepción individualizada de las figuras, acostumbrados como


estaban a un concepto dinámico deudor del mundo gótico, Miguel Ángel se convirtió en un
paradigma. Aunque pronto fue sustituido por un manierismo clasicista más atemperado, que
tuvo en Vignola.
9 PORTILLA Y ESQUIVEL, M. de la, Historia de la Ciudad de Compluto, 1725, parte I,

p. 227. “... efigie milagrosísima de un crucifijo de tamaño natural grande… y que la efigie
está sin encarnar la madera…”
10 MARCHAMALO SÁNCHEZ, A., El Cristo de los doctrinos de Alcalá de Henares,

Alcalá de Henares 1983, p. 39.


11 MARCHAMALO SÁNCHEZ A, Historia de la Ermita, Cofradía y Efigie de Cristo

Universitario de los doctrinos de Alcalá de Henares, Guadalajara 2011, p. 189.


ESTUDIO ICONOGRÁFICO DEL CRISTO DE LOS DOCTRINOS… 429

más o menos acentuada, largas extremidades, sobre todo los brazos, amplio
tórax, con la caja torácica bastantes señalada, perizoma12 corto pegado a los
muslos con finos plegados, el pie derecho sobre el izquierdo en rotación externa,
quedando ambos pies clavados con un solo clavo13; rostro alagado de facciones
nobles y gruesa corona, bajo la que se disponen largos cabellos.

3.2. Influencias Iconográficas

El cuerpo casi recto, no se inclina levemente el cuerpo sobre el lado


izquierdo como lo hacían los cristos renanos14, lo que supone una evolución,
aunque sí que pervive el carácter doloroso en la expresión. En Italia la contextura
angulosa y distorsionada del cuerpo está más atenuada que en Alemania, que
pasan directamente desde el crucifijo medieval al renacentista, teniendo en
Donatello la muestra más expresiva. El resto de Europa sigue más de cerca
el estilo renano tanto en escultura, como en pintura, vidriera, grabado y
miniatura son bien expresivos en cuanto a la difusión del tipo. En Austria
como en España, pervive hasta bien entrado el siglo XVI.

Aparte de la corpulencia, amplio tórax y similar disposición de las piernas


que los ejemplos renanos15, el escultor del ejemplo ha puesto especial énfasis
en el perizoma, cuyos extremos caen artísticamente.

El primero en adjudicar la autoría de la obra a Domingo Beltrán, fue


académico de Bellas Artes, Juan José de Ledanca16. Posteriormente fue puesta
en duda por el profesor Azcárate en 1958, quien, atendiendo a la composición
formal del paño de pureza, con pliegues diferentes a los usados por Beltrán,
atribuyó el Cristo al círculo de los Leoni17. En 1967 le devolvería la autoría a

12 Desde el S. XII se generalizará el cambiar la túnica románica que cubría el cuerpo de


Cristo por el simple velo de pureza o “perizoniúm”.
13 BONET SALAMANCA, A., “Imaginería pasional de posguerra en Valencia”, en Actas

del Simposium Religiosidad Popular en España, en Lorenzo del Escorial 1997. p. 862: “en los
evangelios se narra cómo Cristo fue sostenido a la cruz por los clavos sin número establecido
(dudándose entre 3 o 4) a partir de Trento se deja a los artistas plena libertad, con variantes
en las palmas o muñecas”.
14 Como podemos comprobar en los ejemplos aportados por Paul Thoby (Le Crucifix, des

origenes au Concile de Trente, étude inconographique, Volumen 1, Nantes, 1959); LANDSBERG,


J. de, L’art en Croix: le thème de la crucifixion dans l’histoire de l’art.
15 YARZA LUACES, J., Historia del arte Hispánico II. La Edad Media. Madrid 1978,

pp. 394-396. “El tipo de crucificado en análisis penetra tempranamente en nuestro país. Las
relaciones hispano-germana aparecen documentadas desde 1380”.
16 TORMO MONZÓN, E., Alcalá de Henares. Madrid 1929, p. 43.
17 CAMÓN AZNAR, J., “La Escultura y la Rejería del XVI”, en Summa Artis, Madrid

1967, vol. XVIII, pp. 367-368.


430 TERESA DÍAZ DÍAZ

Beltrán, basándose en el estilo manierista italianizante de la talla correspondiente a


la segunda mitad del siglo XVI y por su perfección anatómica acorde con la
depurada técnica del escultor, del que consta documentalmente su trabajo en
el Colegio Máximo de Alcalá, donde murió.

Para poder profundizar en el estudio de la talla y ante esta polémica, si


nos retrotraemos en el tiempo y nos situamos en el último tercio del siglo XVI,
encontramos la influencia que pudo recibir el escultor de otros artistas que se
encontraban trabajando en ese momento.

La revolución plástica española del XVI tiene como referencias a los


modelos y maneas extranjeras, sobre todo a italianos y flamencos, las
interrelaciones entre las culturas serán un hecho constante, ya desde el siglo
XV. La escultura española del quinientos presenta una problemática de
carácter estético-formal, según como tengan como referencia el quattrocento,
el alto renacimiento, el manierismo italiano, o por el contrario, esta influencia
haya pasado por el tamiz de escuelas locales que conllevan una variedad de
formas regionales. Las distintas tipologías escultóricas crearán unos invariantes
formales que han de ser comprendidos en su particular contexto, como es el
caso de los materiales empleados, que la diferencia de la plástica europea y
más en particular de la italiana. El viaje de Roger Van der Weyden al norte
de Italia dejará su impronta en ese país y Durero se impondrá en el siglo XVI
como punto de referencia. El grabado sobre todo el de Durero tuvo un papel
fundamental como referencia a la modernidad del mundo alemán. Aunque la
influencia de Italia se deja ver en muchas de las manifestaciones plásticas,
literarias y de pensamiento en España. Lo que representa la introducción en
el espíritu y la forma del Renacimiento.

El problema cronológico se desdobla entre lo medieval, gótico, tardogótico,


renacentista y el tratamiento del Concilio de Trento sobre la plástica.

Con respecto a la pintura y escultura españolas contaron con una fuerte


presencia de artistas al otro lado de las fronteras. En el apartado pictórico,
encontramos la figura de Juan de Borgoña, cuya vinculación con Flandes se
vería evidenciada por una serie de rasgos estilísticos, especialmente la forma
de los rostros y la iluminación de las figuras. La escultura, mucho más
influida por Italia, tiene ejemplos sobresalientes como es el caso de Felipe de
Bigarny o de Borgoña, artista francés que desarrolló su labor a lo largo de
toda la península.

El coleccionismo de arte propicia la pervivencia de las influencias nórdicas


desde el periodo gótico al renacentista. Las colecciones reales conjugarán lo
ESTUDIO ICONOGRÁFICO DEL CRISTO DE LOS DOCTRINOS… 431

italiano con lo flamenco y alemán. La presencia de estas dos últimas escuelas,


fomentaron un coleccionismo ecléctico de gran riqueza. Los reyes españoles,
sobre todo Felipe. II, tan comprometidos con por Flandes por razones políticas, no
renunciaron a sus pintores, que se convirtieron en protagonistas, junto a los
italianos, de las coleccione cortesanas.

En cuanto al uso de distintos materiales y técnicas, en Italia impera el


mármol y en España la madera, que al ser un material dúctil permite mayor
expresividad plástica y mayor rapidez de ejecución.

Por esos mismos años, encontramos a un escultor castellano que gozaba


de gran fama, como es Alonso Berruguete (1488-1561)18, está considerado
como el primer escultor genial del Renacimiento. Con veinte años se marcha
a Italia, conoce a Miguel Ángel y regresa a España con ese aprendizaje italiano.
Hacia 1539 se halla realizando la sillería alta de la catedral de Toledo. Su
estilo le enmarca a medio camino entre las perspectivas de la pintura y las
formas propiamente escultóricas, donde una llameante espiritualidad es su
nota característica en su escultura.

Familias enteras de artistas, contratados por la realeza, el clero y la


nobleza vienen de tierras del norte, como son Juan de Colonia, Gil de Siloe,
Hanequin de Bruselas, Egas Cueman, etc., cuya segunda generación se
hispaniza progresivamente, a partir del bagaje de la tierra de origen. Castilla
se inunda de las obras de estos artistas, esculturas en portadas, sepulcros y
orfebrería. La riqueza económica de Castilla genera intensas relaciones entre
España, Alemania y los Países Bajos sobre todo con la exportación de la lana.

Diego de Siloe (1495-1563), hijo de Gil de Siloe, pronto se aparta del


goticismo paterno para buscar un estilo nuevo de gran virtuosismo técnico,
derivado de sus contactos con Ordoñez, quien está realizado la sillería del coro de
la catedral de Barcelona, y con Bigarny, que está trabajando en el retablo mayor
de la Capilla del Condestable en Burgos, entre otros. Ejecuta los retratos orantes
de los reyes católicos, que se hallan en el presbiterio de la capilla real, así como la
sillería de coro del monasterio granadino de san Jerónimo en 1544.

Otro gran tallista del segundo tercio del XVI es Juan de Juni19, de origen
francés, cuyo estilo es plenamente monumental, unido a Berruguete en la

18 Berruguete, nacido en Paredes de Nava (Palencia), considerado como una de las figuras
cumbres de la escultura castellana de todos los tiempos que aparece a medio camino entre la
pintura y la escultura, compone con una mentalidad escenográfica que parece que contara con
un público dispuesto a emocionarse, como por ejemplo en San Job.
19 Nace en Francia e 1506 y muere en Valladolid en 1577. Dominó todos los materiales

escultóricos y demostró un perfecto conocimiento de la anatomía humana.


432 TERESA DÍAZ DÍAZ

profundidad del fervor y del sentimiento, se caracterizó por su intenso


dramatismo, y el movimiento de pliegues de los ropajes será la nota a
sobresalir sobre los imagineros castellanos del XVI.

En estos años y con esta efervescencia artística, la introducción del


manierismo en la estatuaria no supuso ningún trauma para los artistas españoles,
en la concepción individualizada de las figuras y grupos, acostumbrados
como estaban a un concepto dinámico deudor del mundo gótico.

Además la influencia germana en España, que llegó por medio de los


artistas procedentes de tierras del norte, en la segunda mitad del siglo XV,
supuso un fenómeno que pervivió durante varios años más.

Los temas iconográficos se propagan también por medio de los grabados


y estampas, que alcanzan ahora una gran difusión y servirán de base a la
escultura. Como en las demás artes, es Castilla la región más esplendorosa
en obras diseminadas por Burgos y Toledo y las respectivas fases de influencia,
Valladolid y Palencia del área burgalesa y Segovia, cuenca y Guadalajara de
la toledana. Foco que deriva de un tipo evolucionado alemán del que toma la
corpulencia, desproporción entre la cabeza y el cuerpo, largas extremidades,
corona sogueada y corto perizoma.

IV. CONCLUSIÓN

La semana santa20 es para los cristianos una de las fiestas más importantes
del calendario porque en ella se realiza la Pasión, Muerte y Resurrección de
Cristo, que va precedido de una preparación a ella con la cuaresma y termina
con el domingo de Resurrección, verdadero dogma de la Resurrección de
Cristo, fin y esperanza de los creyentes.

A lo largo de muchos siglos el hombre ha celebrado la pasión y resurrección de


Cristo, creando una serie de liturgia propia y tradiciones, de modo que el rito
en sí se hace de una forma muy sentida. Respondiendo a la necesidad del
hombre de encontrar auxilio en dificultades materiales y espirituales.

Para ello este Cristo de los Doctrinos, ejemplo singular de Crucificado,


nos desvela habla que desde su inicio y con la proliferación de milagros no
ha disminuido ni un ápice la fe en él por parte de los alcalaínos fieles.

20 La fiesta instituida el año 325, en el Concilio de Nicea, estableció el calendario

litúrgico.
ESTUDIO ICONOGRÁFICO DEL CRISTO DE LOS DOCTRINOS… 433

Esta devoción mantenida durante parte del medievo y época moderna


hasta la actualidad, no se ha enfriado en ninguna etapa de su historia, que se
traduce en fe, conversión y compromiso en vivo deseo de fidelidad en el
cumplimiento de las obligaciones cristianas, a la vez que la calidad de la
talla, sea un reflejo del momento artístico que se vivía en aquellos siglos,
recibiendo el artista las influencia más importantes, al venir de Toledo y
haber conocido grandes talleres con sus grandes imagineros.

Por todo ello no es de extrañar que se realizase una copia para el Instituto
Complutense a cargo de los talleres Arte Granda de Madrid en 195921, de la
imagen del Cristo para presidir la capilla en el altar y una Inmaculada en el
lado de la epístola.

Ésta copia con respecto al de los doctrinos es casi idéntica en cuanto a la


distribución de volúmenes, aunque sus dimensiones con un poco más
reducidas. La tonalidad de la madera de la complutense es más clara.

Teniendo en cuenta que el original tuvo una restauración en 197722 (y que


por la documentación encontrada en el Archivo de la Cofradía se sabe que se
trata de la pieza original y que nunca fue cambiada). La diferencia de ambas
estriba en que el de los doctrinos resalta en su rostro serenidad, mientras que
el de la complutense presente un rostro dolorido, sufriente, al tener la boca
ligeramente entreabierta.

La escultura muestra tal belleza en su serenidad que invita al


recogimiento, al no manifestar pesadumbre por la muerte.

V. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Y DE REFERENCIA

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- AZCÁRATE RISTORI, J. Mª, Actas del primer congreso nacional de


cofradías de Semana Santa, Zamora 1988, p.121.

- AZCÁRATE RISTORI, J. Mª, “Escultura del siglo XVI”, en Ars Hispaniae,


Madrid 1958, t. XIII, p. 353.

21 VICENTE HEREDIA, J. Mª, “Historia de dos imágenes del Instituto Complutense”, en


Anales Complutenses (Alcalá de Henares), Vol. XXVII (2015) 101-128, 111.
22 MARCHAMALO, A., Historia de la Ermita, Cofradía y Efigie del Cristo Universitario de

los Doctrinos de Alcalá de Henares, Guadalajara 2011, pp. 260-261.


434 TERESA DÍAZ DÍAZ

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en actas del Simposium Religiosidad Popular en España, San Lorenzo del
Escorial 1997.

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- CASTILLO OREJA, M.A., Ciudad, funciones y símbolos. Alcalá de Henares


un modelo urbano de la España moderna. Ayuntamiento de Alcalá de
Henares, 1982, pp 46-47.

- DURÁN SANPERE, A., y AINAUD DE LASARTES, J., “Escultura Gótica”,


en Ars Hiapaniae, Madrid 1956, Vol. VIII, p. 303.

- GAYA NUÑO, J. A., Escultura Española Contemporánea, Madrid 1957.

- GÓMEZ MORENO, Mª E., Ars Hispaniae, Madrid 1958, t. XVI.

- LANDSBERG, J. de, L’art en Croix: le thème de la crucifixion dans


l’histoire de l’art.

- MARCHAMALO SÁNCHEZ, A., Historia de la Ermita, Cofradía y


Efigie del Cristo Universitario de los Doctrinos de Alcalá de Henares,
Guadalajara 2011.

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Henares. Historia de una cofradía del siglo XVII, Alcalá de Henares 1983.

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16. Madrid 1993.

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Madrid 1983.

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Henares), Nº 38, 15 de octubre de 1948.

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Humanidad. Universidad de Alcalá, Alcalá de Henares 2012.

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en Actas del Simposium Religiosidad Popular en España, San Lorenzo del
Escorial 1997.

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Complutense”, en Anales complutenses, (Alcalá de Henares), Vol. XXVII
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- YARZA LUACES, J., Historia del arte Hispánico II. La Edad Media,
Madrid 1978, pp. 394-396.

1. Detalle de la reja de la sacristía realizada en 1721.


436 TERESA DÍAZ DÍAZ

2. Imagen de la nave donde encontramos al Cristo de los Doctrinos al fondo.

3. El Cristo de los Doctrinos en su capilla.


Un visitante de excepción: El Cristo del
Silencio es acogido en el monasterio
Santo Tomás de Villanueva de Granada

Sor Mª Eugenia GARISOAIN OTERO, OAR


Monasterio Santo Tomás de Villanueva
Albaicín – Granada

I. Introducción.

II. Origen de la cofradía y la pertinente fusión.

III. El Cristo del Silencio a estudio.

3.1. Elogios.
3.2. Elementos significativos.

IV. Imagen réplica.

V. Mucha vida bajo los ropajes.

VI. Ajuar del Silencio.

VII. Vicisitudes en las salidas.

VIII. Un soneto para el Cristo de la Misericordia.

IX. Itinerarios.

X. El Cristo del Silencio se refugia en el monasterio Santo Tomás


de Villanueva de Granada.

XI. Conclusión.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 437-452. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. INTRODUCCIÓN

Un sabio pregunto en una ocasión ¿Has visto a alguien ebrio solo por mirar un
vaso de vino? Como es de suponer, el interlocutor respondió categóricamente que
no. Así sucede en la vida que nos acontece y en el tema que nos proponen en
esta XXVª edición del Simposium. La cuestión elegida: Religiosidad popular.
Cofradías de penitencia. No nos llena esta comunicación por leer, conocer y
pensar o quedarnos como simple espectador en la tribuna, si esas acciones no
nos llevan a sentir y a involucrarnos dentro de los tejemanejes que se mueven en la
cofradía para compartir y contagiar lo que, a su vez, nosotras hemos experimentado,
llegando a ser actores y parte interesada. Con estas premisas nos proponemos
relatar nuestra experiencia sobre esta Cofradía.

II. ORIGEN DE LA COFRADÍA Y LA PERTINENTE FUSIÓN

Las primeras cofradías y hermandades nacen en la Edad Media en la órbita de


los franciscanos o religiosos pasionistas, como en el caso de la Hermandad
de la Pasión de Pamplona1. Ellos vieron la necesidad de involucrar al pueblo
de una forma plástica en los misterios de la redención. Hay que destacar un
denominador común en casi todas las cofradías: los laicos son los protagonistas.

Nosotros vamos a poner nuestro punto de mira en la Pontificia y Real


Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia (denominada del Silencio)
que tuvo su origen en el Albaycín granadino2 en el año 1924, el 6 de mayo3,

1 Hermandad de la Pasión: 1649, 1887, 1962. Pamplona.


2 Un barrio con mucha historia y vida de Granada. Hay tres interpretaciones sobre el
vocablo Albaicín: la primera tiene su origen cuando San Fernando conquistó Baeza a los
musulmanes en 1227 y sus habitantes se refugiaron aquí, en la colina; la segunda deriva del
<barrio pendiente o en cuesta>, al caracterizarse por sus calles empinadas; y la tercera tiene
su origen en el <barrio de los halconeros>. Cfr. GALLEGO BURÍN, A., Granada Guía
artística e histórica de la ciudad. Granada, 1993. Por otra parte, hay un barrio homónimo en
la villa de Pastrana (Guadalajara) creado por los moriscos que llevó don Juan de Austria, tras
la rebelión de éstos en 1570.
UN VISITANTE DE EXCEPCIÓN: EL CRISTO DEL SILENCIO… 439

en la parroquia de San José4. El promotor fue su párroco don Ángel Guevara


Horcas, el cual propuso a un grupo de señores hacerse cargo del Cristo cuyo
escultor fue José de Mora5.Este Cristo durante siglos hacía su salida procesional,
desde el templo de San Juan de los Reyes,6 junto al Santo Entierro, y merecía
tener su cofradía propia. Sus estatutos fueron aprobados el mismo año, por el
arzobispo Don Vicente Casanova y Marzol7. La Junta General fundacional se
celebró en el Círculo Católico de obreros de la calle de Gran Vía de Colón.

Según el Código Derecho Canónico toda cofradía para su erección necesita


unos requisitos8:

un Títulus, una Lexdistantiarum, capacidad para comunicación de gracias,


hábito, insignias y presencia colegial en los actos sagrados, estar presidido
sus consejos por un Delegado Episcopal o de la Santa Sede, así como
contar con un Libro para las inscripciones y que los Estatutos solo puedan
ser reformados por la autoridad eclesiástica.

No está demás comentar que este Cristo ha sido denominado y conocido


en Granada por diferentes títulos9: al principio era conocido como de la

3 El acta fundacional no cuenta con las firmas.


4 Sede canónica de la Hermandad. Se levanta sobre la Mezquita de los ermitaños. Solo se
conserva el alminar adaptado a torre de la iglesia y por lo tanto campanario. La edificación de
edificio cristiano se inicia hacia el año 1525, previa demolición de la mezquita. Las capillas
interiores son de distintas fechas, en ellas se conservan obras de arte de Diego de Siloé, Torcuato
Ruíz del Peral, Pedro de Mena, Diego y José Mora.
5 José Mora era hijo de Bernardo de Mora. Su padre era de la villa de Porreras (Palma de

Mallorca). En 1641 aparece trabajando en Baza con el escultor Cecilio López, con cuya hija
Damiana López Criado y Mena contrae matrimonio el 26 de mayo de 1641, el 1 de marzo de
1642 es bautizado José. Se establece con su padre Bernardo, formando taller con él mucho tiempo.
Trabajó en la Corte, de forma intermitente. En 1680 lo encontramos definitivamente en Granada.
El año 1685 es una fecha crucial en su vida, contrae matrimonio con su prima en tercer grado,
doña Luisa de Herrera y Mena. La muerte de su esposa en el año 1704 le hundió en una melancolía
profunda, algo inherente a su carácter. Heredó de su abuelo y una tendencia manifiesta a la
depresión. Vivió alejado y absorto en el Carmen de los Mascarones. Muere José el 25 de octubre
de 1724. Cfr. Textos: COFRADÍA DEL SILENCIO y HASBACH LUGO, B., Santísimo Cristo de
la Misericordia de José de Mora. Proceso de restauración, Granada 1995.
6 LÓPEZ, M. A., Las parroquias de la diócesis de Granada (1501-2001). Fue sede de la

parroquia del mismo nombre, creada en 1501 y suprimida en 1842. Había sido una mezquita,
consagrada para el culto cristiano por los Reyes Católicos el 5 de enero de 1492. Declarada de
interés histórico artístico el 5 de junio de 1883.
7 Toma de posesión en 1921. Cfr. LÓPEZ M. A., Los Arzobispos de Granada. Retratos y

semblanzas, Granada 1993.


8 BERTOS HERRERA, Mª P., La cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y su

culto en la Eucaristía. Misericordia y Silencio, 1999.


9 BELZA Y RUIZ DE LA FUENTE, J., Miserere. Historia de la Cofradía del Silencio.

Granada 1990.
440 SOR Mª EUGENIA GARISOAIN OTERO, OAR

Salvación; a comienzos del siglo XIX se le conoció por el Cristo de la


Expiración, y por último, se le adjudicó la denominación de Cristo de la
Misericordia, y cuenta con el sobrenombre de Cristo <del Silencio>.

Sería el 2 de febrero de 1987 con firma del Vicario General, y sello del
arzobispado de Granada, cuando quedarían agrupadas la Hermandad Sacramental
del Señor San José y Ánimas, auspiciada por el párroco de San José, y la
Pontificia y Real Cofradía Santísimo Cristo de la Misericordia (del Silencio),
por su Hermano Mayor. La fusión de las dos en una sola se produjo para
fomentar el culto al Santísimo Sacramento y al Santísimo Cristo de la Misericordia,
aunando fuerzas. Ambas tenían su sede en la parroquia de San José. Una vez
más se puso de manifiesto que: la unión hace la fuerza. Y ambas salieron
reforzadas. El Decreto fue aprobado por el arzobispo D. José Méndez.

III. EL CRISTO DEL SILENCIO A ESTUDIO

¿Qué debemos destacar de esta escultura sin par? Vamos a reseñar en


síntesis lo más notorio:

Es un Cristo de tres clavos, originalmente sobre una cruz plana de


taracea10, está representado en el mismo momento de expirar, ya muerto,
con la cabeza inclinada sobre el hombro derecho. El cabello está
suavemente ensortijado, formando ondas grandes y abiertas que sobre el
hombro izquierdo caen hacia atrás y en el derecho sobre el pecho. La
barba bífida se desparrama. En algunas zonas de la cabeza y otras
partes de la barba hace uso del pincel. Los párpados muy abultados y
entrecerrados permiten ver los ojos de cristal. El patético quiebro de
las cejas es en esta escultura más sobresaliente, aunque no deja de ser el
santo y seña de dicho escultor. Nos sigue esclareciendo –Esperanza de
los Ríos:11 la destreza de la figura es estática, serena no se aprecian
contorsiones dramáticas ni exageradas. Se le estima en el rostro rasgos
semíticos e igualmente la cercanía de la muerte. No llama la atención por
ser un Cristo musculoso, sino aparece todo en si proporcionado.
En cuanto al paño de pureza es de tela encolada y color carmín
violáceo12.

10 Taracea: Una técnica de tradición árabe con incrustaciones de maderas finas y láminas

de marfil o nácar.
11 RÍOS MARTÍNEZ, E. de los, Estudio histórico artístico del Cristo de la Misericordia,

1995.
12 Descripción tomada de o. c. 1995.
UN VISITANTE DE EXCEPCIÓN: EL CRISTO DEL SILENCIO… 441

Podemos darle una interpretación bíblica. La investigadora Esperanzanos


añade esta explicación que a su vez remite a la historia de José, incluimos
aquí la cita de la biblia [Génesis 37, 3-35]:

y al momento que la túnica de José es mojada en sangre y llevada


ante su padre Jacob, él llora ante ella en recuerdo del hijo querido,
José. Prosigue la investigadora que en la Edad Media este pasaje se
consideraba como uno de los símbolos de la muerte del Señor. La
túnica era la figuración de la carne ensangrentada de Cristo, contemplada
con tristeza por Dios-Padre. Esto es lo que nos da a entender José
Mora en su paño de pureza.

Hay que añadir que la devoción en Granada por el crucificado es de


fechas recientes. Los Reyes Católicos no entraron en Granada de la mano del
Crucificado, sino de diferentes advocaciones marianas, el titulo de Cristo
Crucificado tuvo que abrirse paso poco a poco. Ya la fundadora del convento
de santo Tomás de Villanueva, “las Tomasas”, como las conocen el vulgo en
Granada, la sierva de Dios, Madre Antonia de Jesús13, ya tiene asumida esa
advocación y hasta en sus escritos autobiográficos llegamos a constatar frases
como ésta:

... hallamos un santo Cristo pintado (se encontraba en una escalera).


Este Señor fue mi total consuelo; porque al bajar y al subir mirándole,
parece que fue prevención de Nuestro Señor para el consuelo de mis
trabajos14.

Destacamos que, en sus andanzas fundacionales en la villa de Chiclana


de la Frontera, dio un gran impulso a la cofradía de Jesús Nazareno, que
había sido anteriormente erigida en Chiclana y que se encontraba en decadencia15.

Dejamos constancia de otro Cristo en Granada, que es posterior al que


tratamos. El Cristo de san Agustín, obra de Jacobo Torni de Florencia, conocido
como el Indaco, que goza gran devoción pública en la ciudad de Sierra
Nevada.

13 (1612-1695) y remitimos a las anteriores ediciones del simposio año 2011, año 2012,

año 2013 y año 2014, para recabar más información sobre ella.
14 Antonia de Jesús: Fundaciones femeninas andaluzas en el siglo XVII: los escritos de la

recoleta Madre Antonia de Jesús. Edición y estudio preliminar Domingo Bohórquez Jiménez,
1995.
15 BOHORQUEZ, D., El convento recoleto de Jesús Nazareno, 1666-1996, Ed.

Diputación de Cádiz y la comunidad de Chiclana, 1996.


442 SOR Mª EUGENIA GARISOAIN OTERO, OAR

3.1. Elogios

Este Cristo ha recibido grandes elogios por parte de muchos entendidos,


como es el caso de Gallego Burín16, el cual lo denomina “el más bello de los
crucificados andaluces y una de las principales piezas de la estatuaria
española”. Nos la señala como la obra cumbre del escultor. Mª Elena Gómez
Moreno, nos consigna su comentario: el más íntegramente bello de nuestro
siglo XVIII17. Y para terminar este botón de muestra extraemos de la publicación
Gólgota, el Boletín de la federación de cofradías18 de Granada, donde recoge
las impresiones del padre Enrique Iniesta Collaut-Valera19 en el año 1997
sus primeras impresiones de la Semana Santa granadina. Dice textualmente:
Me dejaron hondamente impresionados las cofradías del Silencio que vi en
la carrera del Darro. Hasta aquí la cita del religioso escolapio. Más adelante
añadiremos el testimonio de otro profesor a sus alumnos, frente al convento
de las Tomasas.

El encargo lo recibió José de Mora, oriundo de Baza (Granada) por los


clérigos menores de san Francisco de Caracciolo, orden religiosa que permaneció
en el convento de san Gregorio el Bético (1652)20. La obra fue entregada el
año 1695, así mismo enclavado el barrio del Albaicín, que tras la Desamortización
de Mendizábal pasó a la parroquia de san José en el mismo barrio.

3.2. Elementos identificativos

Ostenta los títulos de “Real“y“Pontificia” y los obtuvo a los dos años de


su nacimiento. El de “Pontificia” le fue otorgado por su santidad Pío XI y el de
“Real” le vino por nombramiento de honor otorgado por el Príncipe de Asturias21.

También tiene nuestra Cofradía una característica a destacar desde su


creación y por la que es popularmente es conocida en Granada como la
Cofradía del Silencio. Así sigue en la actualidad respetándose, aquellas normas:
directrices iníciales, es decir, la misma cofradía lo guarda escrupulosamente

16 GALLEGO BURÍN, o. c.
17 RÍOS MARTÍNEZ, E. de los, Estudio histórico artístico del Cristo de la Misericordia,
1995.
18
Número 9, año 1997.
19
Religioso escolapio, reconocido maestro del colegio de Escolapios, forjador de muchos
jóvenes.
20 LÓPEZ, M. A., Las parroquias de la diócesis de Granada (1501-2001). Desde 1652

convento de la Congregación de clérigos menores.


21 Notas de la Cofradía. op.cit. 1995
UN VISITANTE DE EXCEPCIÓN: EL CRISTO DEL SILENCIO… 443

dentro de sus filas. Lo guardan también quienes presencian la Estación de


Penitencia, así se hace más palpable el silencio que se vivió en el Gólgota,
tras la muerte del Señor Jesucristo. Ayuda a vivir las verdades de nuestra fe.
Nacemos para morir y morimos para Vivir22. Transita en <Silencio>. Yo,
que venía del norte de España, me sorprendió gratamente esa disposición
silenciosa, ¡al menos en una!

A su paso, mejor dicho, antes de comenzar a desfilar por su itinerario, las


luces del alumbrado público se van apagando, por lo que el camino lo
visibilizan los cirios de los nazarenos y la luz del Paso. Otro elemento asociado a
esta cofradía es un tambor ronco que suena durante todo el recorrido, resultando
un cuadro bello y sobrecogedor. Así es característico el deambular de esta
cofradía con el silencio y la oscuridad como efectos dominantes.

El hábito de los hermanos es color negro, austero, con cola, cíngulo de


esparto, sandalias peregrinas, guantes y calcetines de algodón blanco. Otro
detalle es que no aparece nunca el nombre del Hermano Mayor, según está
recogido en los Estatutos23.

Para terminar este apartado debemos comentar el exorno en nuestro Paso:


el calvario es de clavel rojo y lirios (o iris) morados a los pies de la cruz.
También hay escondidos dos clavelillos blancos (recuerdo de una madre, por
dos hijos que sufrieron un fatal accidente).

IV. IMAGEN RÉPLICA24

La imagen que dio origen a la cofradía fue recolocada definitivamente a


su parroquia de san José en el año 1975. Debido en primer lugar, a unos
desperfectos recibidos en los primeros siglos y unos segundos acaecidos en
la exposición del año 1967, cuando se prestó para conmemorar el centenario
del Maestro Alonso Cano. José de Mora, fue alumno suyo, por lo que no
podía faltar su Cristo, a esta cita. La escultura original fue expuesta en esa
exposición, celebrada en Granada, en el Hospital Real25. A la sala de exposición le
faltaron una serie de requisitos para mantener en buen estado las tallas reunidas,
en el tórrido periodo estival; no en vano Granada es denominada la ciudad

22 Frase de san Agustín.


23 GÓLGOTA. Boletín de la federación de cofradías de Granada, 1997, p. 138.
24 VARIOS, Misericordia y Silencio, LXXV Aniversario 1924-1999, p. 37.
25 Hospital fundado por los Reyes Católicos para atender a los enfermos. Actualmente es

Biblioteca de la Universidad de Granada.


444 SOR Mª EUGENIA GARISOAIN OTERO, OAR

del terrorismo climatológico, por los cambios tan bruscos de temperaturas.


Así que, en el año 1975 esta réplica fue la sustituta, para efectuar la procesión de
penitencia anualmente, sin dificultades y sin sustos cada vez que había que
ponerlo en movimiento. Hecha con gran exactitud, en la iglesia de San José,
mediante la técnica llamada sacado de puntos por el escultor de prestigio,
Antonio Barbero Gor26. Se conserva esta talla en el templo de san Nicolás,
siendo del agrado de los cofrades y de los extraños.

Queremos dejar constancia en esta comunicación de la brillante y concienzuda


restauración efectuada sobre la escultura original del Silencio en el año 1995, por
manos Dña. Bárbara Hasbach Lugo y equipo, de apremiante necesidad, que
si no se hacía una restauración en profundidad, se podía llegar a perder esta
joya. Hasta aquí hemos llegado con el apartado de historia.

V. MUCHA VIDA BAJO LOS ROPAJES

Podríamos destacar tres apartados que enriquecen la vida de nuestra cofradía:


culto, formación y caridad. Seguidamente nos vamos a detener en detallar estos
tres importantes quehaceres; que a su vez son las claves para que la cofradía
tenga buen tono.

Sobre el culto: me destaca el secretario de la cofradía la

- Misa mensual los primeros sábados de mes.


- Turno de adoración nocturna los días 12 de cada mes27.

Y en la inmediata proximidad de Cuaresma:

- Quinario dedicado al Santísimo Cristo, celebrándose el último día Comunión


general. Cinco días, que abarcan de lunes a viernes, bajo un esquema previo,
compuesto en el año 1941, por don Rafael Ponce de León Almazán, cura
párroco de san José, en puertas de la semana Santa. Se acude en común.
Predicadores del Quinario en estos años han sido muchos desde el primer
consiliario, otro fue D. Juan Sánchez Ocaña, Don Fernando Peinado Peinado, el
agustino recoleto padre Antonio Rubio, lo citamos por lo que nos toca; el

26 Artista por cuyas manos surgió la imagen “réplica”. Tuvo un buen acopio de preparación

para afrontar este reto para él y para la cofradía. Misericordia y Silencio, LXXV Aniversario
1924-1999.
27 Claro fomento del culto al santísimo Sacramento, como se dijo a la hora de la fusión de

ambas.
UN VISITANTE DE EXCEPCIÓN: EL CRISTO DEL SILENCIO… 445

jesuita como el padre Lucas, dominico el afamado profesor de Salamanca,


padre Antonio Royo. La lista de predicadores es larga. Todo lleva a involucrar
a los cofrades en cuerpo y alma, sobre a quién sacan a desfilar... En el año
1953 fue por primera vez radiado el Quinario, y lo predicó un religioso
redentorista.

- Misa del Domingo de Ramos.


- Acto penitencial del miércoles Santo, víspera de la salida procesional.

En cuanto a la caridad, ellos lo denominan actividades: A grosso modo, sin


detallar mucho: diversas atenciones sociales en colaboración con la parroquia,
Proyecto Oasis, Donativos a instituciones religiosas. El barrio del Albaicín también
ha sido objeto de ayudas por parte de la cofradía, era un barrio pobre de
artesanos y con mucha prole, además muy enredado, arquitectónicamente
hablando, casi laberíntico, de claro diseño musulmán. Aunque desde el primer
momento de la toma de la ciudad, Don Fernando el Católico, ya en 1494,
ordena el ensanche y mejora de la ciudad islámica de Granada28.

En cuanto a la formación sus miembros reciben a lo largo del curso cofrade


diversas charlas formativas. Don Javier Alaminos, cura párroco hasta el año
2016 ponía mucho interés y cuidado en esta cuestión.

VI. AJUAR DEL SILENCIO

En estos noventa tres años trascurridos desde su fundación la cofradía ha


aumentado sus enseres, ellos los denominan Insignias. Cada uno con diversas
fechas de realización, dos realizadas en el mismo año de la primera procesión: un
Senatus, Estandarte de Jesús Hombre Salvador, una bandera Penitencial, un
Guión bordado, un Guión sacramental, varas, faroles de la Cruz de Guía, Cruz
alzada, ciriales de acompañada, una Cruz de guía. También la Hermandad cuenta
con libro de venias y reglas, éstos debidamente encuadernados.

VII. VICISITUDES EN LAS SALIDAS

La Artillería de Granada existe desde el reino nazarí y además una potente


artillería, con el objetivo de defensa. Desde 1891 se ubica en Granada una
Unidad Artillera. La cofradía de 1932 a 1939 no salió por las circunstancias
políticas y la Contienda civil. Como a modo de voto, en la década de los

28 CARRASCOSA SALAS, M. J., El albayzín y su patrimonio, Granada 2007.


446 SOR Mª EUGENIA GARISOAIN OTERO, OAR

años 40 hasta los 60 movió al Cristo del Silencio la Artillería de Granada.


Fueron muy bien recibidos por la cofradía, y se estableció una buena relación29 y
ellos notaron como, en la Cruzada que asoló a España entre los años 1936 al
año 1939, tuvieron un aliado el Cristo del Silencio que les cubría las espaldas, y
así volvieron a sus hogares sanos y salvos30.

En el año 1975 lo hicieron los mismos cofrades con gran dificultad debido
a sus años y achaques. Por fin en el año 1976, para alivio de los más veteranos,
tomaron las riendas los jóvenes, tanto en la procesión como en la Junta de
Gobierno, pero permanecieron algunos hermanos mayores, así no se rompió
con la tradición.

No desfiló por causas climatológicas en 1944, 1952, 1956, 1958, 1968, 1970,
1975... y otros años. En alguna ocasión, ya en el siglo XXI, nos obsequiaron
los mismos costaleros con su ágape, viendo que la procesión no salía.
Guardado el ayuno31 que marca nuestras leyes, apreciamos y degustamos32
con agradecimiento ese detalle.

VIII. UN SONETO PARA EL CRISTO DE LA MISERICORDIA

Es conocida esta pieza literaria, no está hecha para el Cristo del Silencio,
pero los hermanos en muchas circunstancias lo recitan con mucha devoción
y aplomo. Fuimos testigos, en noviembre del año 2008. En nuestro refectorio, se
instaló el Cristo tumbado en sus andas, provisionalmente y antes de retirarse los
cofrades se despidieron de él recitando con sus voces graves, que imponía
oírles recitarlo.

No me mueve mi Dios para quererte


El cielo que me tienes prometido,
Ni me mueve el infierno tan temido
Para dejar por eso de ofenderte.

29
La Artillería está formada por personas que viven la honestidad, la seriedad y el
recogimiento, a pesar de tener en sus manos el fuego, como un fin. GARCÍA SISTAC, J. A.,
El arma de Artillería de Granada y la Hermandad del Silencio. VARIOS, Misericordia y
Silencio en el LXXV Aniversario 1924-1999, Granada 1999.
30 VARIOS, Misericordia y Silencio en el LXXV Aniversario 1924-1999.
31 Ayuno en semana Santa: sagrados el Viernes Santo y el sábado Santo según marcan las

CONSTITUCIONES de las monjas agustinas recoletas, Madrid 1988.


32 Recordamos que la carne no estaba presente en el menú. Se respetaba la abstinencia de

comer carne.
UN VISITANTE DE EXCEPCIÓN: EL CRISTO DEL SILENCIO… 447

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte


Clavado en una cruz y escarnecido
Muéveme tu cuerpo tan herido,
Muéveme tus afrentas y tu muerte;

Muéveme en fin tu amor y en tal manera


Que aunque no hubiera cielo yo te amara,
Y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes quedar porque te quiera,


Pues si lo que espero no esperara
Lo mismo que te quiero te quisiera.

No se sabe su autoría, pero si reconocemos en él un poeta de experiencia


mística. Los artistas de arte cristiano, tanto en la Edad Media como en el
Barroco, se preparaban muy bien a la hora de emprender obras como las que
hemos traído en la presente comunicación. Para ello escuchaban sermones
alusivos o leían libros a propósito, e incluso haciendo ejercicios espirituales.
Con esa preparación salían obras sin parangón a todos los niveles. En una
palabra Dios era el centro de todo y la inspiración.

IX. ITINERARIOS

El libro de aniversario de los 75 años, la cofradía nos da a conocer una


serie de itinerarios entresacados: 1927, 1930, 1942,1954, 1966, 1969, 1980,
1986, 1992, y 1998 donde se consigna Carril de las Tomasas, Cuesta de las
Tomasas y Callejón de las Tomasas, es decir, el convento ya está presente y
destacado su trayecto, bordeando el convento. La fuente de donde está tomada del
Programa Oficial de la Semana Santa de 1998.

X. EL CRISTO DEL SILENCIO SE REFUGIA EN EL MONASTERIO


SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA DE GRANADA

Iniciábamos esta comunicación con un título sugerente “un visitante de


excepción”. Ahora ya nos toca relatar nuestras impresiones y escalofríos al paso
del Cristo del Silencio por el monasterio Santo Tomás de Villanueva de Granada.

Una visita inesperada...33. Corría el año 1995 cuando la Pontificia y Real


Hermandad Sacramental del Señor san José y Ánimas, y Cofradía del Santísimo

33 Título de una crónica localizada en el boletín de la Federación de monjas Agustinas

Recoletas de España.
448 SOR Mª EUGENIA GARISOAIN OTERO, OAR

Cristo de la Misericordia, conocida popularmente del Silencio, cambió el


itinerario de regreso a su templo, san Nicolás34, templo del barrio del Albaycin35.
Un miembro de la junta de gobierno, don Narciso Gómez Morente,36 encargado
del departamento de cultura propuso hacer una parada a los pies de nuestro
monasterio, concretamente en el aljibe de las Tomasas37, que linda con dicho
recinto monacal. Recibe su nombre, a pesar de ser el monasterio posterior al
aljibe, es decir, el monasterio santo Tomás de Villanueva38. La idea gusto a
la cofradía y no digamos a la comunidad.

Al año siguiente, 1996 el Cristo del Silencio discurrió delante del convento, tal
como se había acordado.

Esta Cofradía de penitencia hace su salida el Jueves Santo a las doce de la


noche, transcurrido un minuto, desde la parroquia de San Pedro. Su deambular
por las calles de Granada es una estampa sobria, austera y sobrecogedora. En
silencio, le acompaña por compañero de andanzas un tambor con sordina y
a su paso se apaga el alumbrado público de la ciudad. Nosotras nos sumamos
a no desentonar su paso por el callejón de las Tomasas. ¿Y qué hicimos? La
cofradía nos proporcionó velas rojas para colocarlas en las ventanas que
remarcaban la silueta del convento. Noche cerrada a las cinco y cuarto de la
madrugada, solo quebrada por los gorjeos del mirlo y un poco antes de llegar
la comitiva procesional al aljibe rasgó el aire una fervorosa saeta.

Al escucharla vimos la necesidad de encargar un canto para el Cristo del


Silencio. Lo compuso don Cecilio Martínez López, a la sazón director de la
Coral Virgen de las Angustias de Granada. Lo tituló Plegaria al Cristo del
Silencio
.
Dice así:
A ti, Señor de los cielos, a ti, Señor del amor
a ti te adoramos siempre: eres Hijo de Dios.

34 Templo que se terminó en 1525, consta de una sola nave. Suprimida en 1842. Incendiado en

1932 en la II República. Restaurada se abrió al público en 1984. Cf. LÓPEZ M. A., Las Parroquias
de la diócesis de Granada (1501-2001), año 2002. Fue cedida por el arzobispo D. José Méndez a
la cofradía del Silencio.
35 Barrio de Granada donde también se celebró el primer concilio de Elvira en los año

300-302, Cf. MARTÍNEZ MEDINA, F.J., “Historia de Granada”, capítulo 49. Ideal.
36 Datos proporcionados por el secretario reelegido en el año 2016.
37 Depósito de agua del siglo XII. Denominado por los entendidos el aljibe de las siete

salas, el segundo mayor de esta colina.


38 Año de fundación 1636.
UN VISITANTE DE EXCEPCIÓN: EL CRISTO DEL SILENCIO… 449

Con tu cuerpo ensangrentado efectos de tu Pasión,


vas pasando por las calles en silencio y con fervor,
en silencio y con fervor.
39
Tus brazos llevas abiertos repartiendo tu perdón,
abrazando al mundo entero junto a tu gran corazón.
Te rogamos que los hombres escuchen tu voz Señor,
y encuentren en tu palabra la vida y la salvación.

Tus hijas hoy te cantamos este canto de pasión,


con lágrimas en los ojos y amor en el corazón y amor en el corazón.

En el año 1997 tras un estudio concienzudo de parte de la comunidad la


estrenamos encaramadas en el mirador del Noviciado. Allí subió contenta y
expectante la comunidad para aportar nuestro grano de arena a la procesión
del Señor de Granada40. Pararon el único Paso ante el aljibe de las Tomasas,
resultó sobrecogedor:

Los trinos de los mirlos enmudecieron. Cinco minutos de silencio contenido,


mientras la comunidad cantaba, que supieron a cielo. Desde nuestro
mirador elevado, por delante en la calle divisamos un balate41 donde
un grupo de devotos, se sorprendió ante la estampa42. Unos vecinos
de enfrente, al año siguiente tomaron buena nota y colocaron en el
poyete de sus ventanas las consabidas velas rojas, nos dio alegría que
hubiera cundido el ejemplo. Al final de la comitiva se oyó un rastrear
de cadenas junto al movimiento en procesión.

A modo de anécdota, traemos a un ejemplo: del dialogo que se entablo


entre un joven profesor y sus alumnos. Este les decía antes de ascender al
turístico mirador de san Nicolás43, nos encontramos en el convento de las
Tomasas, uno de los parajes más pintorescos de Granada, y aquí yo os invito
a acudir al tramo final de la procesión del Cristo del Silencio, a las cinco de la
madrugada, para escuchar un canto hecho oración . Los muchachos protestaron
por lo intempestivo de la hora, él les replicaba al menos una vez en la vida, y
os aseguro que no os arrepentiréis.

39 Esta estrofa es a dos voces, en dúo.


40 Así lo narro la cronista de la comunidad.
41 Un borde en el que se pueden sentar.
42 Hace unos pocos días una señora de la ciudad de visita nos lo recordaba, lo que le

sobrecogió el canto al Cristo del Silencio.


43 Lo hizo famoso el ex presidente de EE.UU. Bill Clinton, que de joven paso y se quedó

prendado de la puesta de sol, desde este mirador.


450 SOR Mª EUGENIA GARISOAIN OTERO, OAR

Las complicidades con el Cristo de la Misericordia se prolongó durante


11 años, exceptuando los Jueves Santos, en los que la cofradía, precavida por
la amenaza de lluvia, no hacia la salida procesional.

El 24 de noviembre de 2008 la junta de gobierno de la Hermandad nos


pidió si se podía refugiar en el convento, ya que en el templo de San Nicolás
se iban acometer unas obras necesarias de restauración. Se iniciaron en el
año 2016 y se cuenta que las obras estarán terminadas para el año 2018. La
cofradía vino a por él para celebrarle los cultos previos de la Semana Santa
de 2009. Retornó el 7 de junio de ese mismo año, se colocó de pie en la
capilla monacal. Entre el coro de la comunidad y la puerta de entrada. De
nuevo el 10 de marzo de 2010 se lo llevó la cofradía definitivamente, para
los Cultos y un nuevo cambio de sede, a la parroquia vecina de Nuestro
Salvador, también en el Albaycín.

X. CONCLUSIÓN

Hay todo tipo de comentario sobre las cofradías. A favor y en contra. La


iglesia las favorece dentro del marco de la Religiosidad popular, como una
forma de acercarse al pueblo de Dios. Hay que cultivarlas y trabajar en plan
de formación y de ejercer la caridad, para que recobren su sentido y sean un
campo de crecimiento a nivel humano y a nivel cristiano, siendo consecuentes,
cada cofrade, con la fe que han recibido o recuperado.

Añadir una última consideración: No acompañen a Cristo solo en su dolor,


sino congratúlense en su Resurrección...

Agradecer a la Cofradía del Silencio en su hermano secretario la amistad,


y el habernos proporcionado bibliografía y el material fotográfico, para la
presente comunicación.
UN VISITANTE DE EXCEPCIÓN: EL CRISTO DEL SILENCIO… 451
452 SOR Mª EUGENIA GARISOAIN OTERO, OAR
La Hermandad de Nuestro Padre Jesús
Nazareno de Paradas (Sevilla): 1605-2017

Álvaro PASTOR TORRES


Sevilla

A la memoria de mi padre, Jesús Pastor Santos1,


devoto y fiel hijo de Jesús Nazareno

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 453-466. ISBN: 978-84-697-5400-9

El 25 de marzo de 1605, festividad de la Encarnación, y viernes de la V


semana de Cuaresma por más señas, se instituía en la Villa de Paradas
(Reino y Arzobispado de Sevilla, en la Vicaría de Marchena) la Cofradía de
Jesús Nazareno. Hace ya 25 años que dimos a conocer esa fecha fundacional2,
por lo que consideramos llegado el momento de hacer una puesta al día las
diversas investigaciones -propias y ajenas- sobre el devenir de la hermandad3, y
aportar nuevos y curiosos datos sobre la misma.

La existencia de dos antiguos libros donde aparecen las cuentas, el asiento de


hermanos y las actas de los cabildos de la Cofradía, uno que va desde 1605
hasta 16834, y otro que abarca de 1733 a 19135, nos permiten trazar con cierto
rigor, y pequeñas lagunas, una aproximación histórica bastante completa de

1 Nació el Viernes Santo de 1926 mientras la cofradía paradeña de Jesús Nazareno pasaba
por la puerta de su casa en la calle Padre Barea (conocida como calle “La Iglesia”), de ahí que
fuera bautizado con el nombre de Jesús.
2 PASTOR, A., “La fundación de las Hermandades paradeñas de Jesús Nazareno y de la

Virgen de los Dolores” en Revista de la Feria de Mayo de Paradas, (1992) 22-23.


3 El estudio más completo hasta ahora está en PASTOR, A., “Hermandad y Cofradía de

Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén y Santísima Virgen de
los Dolores” en Nazarenos de Sevilla, Sevilla 1997, t. III, pp. 170-181.
4 Archivo General del Arzobispado de Sevilla (en adelante A.G.A.S.) Justicia, Hermandades,

legajo 168. Libro de cabildos, quentas y hermanos de la cofradía de Jesús Nazareno de la Villa de
Paradas.
5 Archivo de la Hermandad de Jesús Nazareno de Paradas (en adelante A.H.J.N.P.) Libro

de cabildos y quentas de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno sita en la Iglesia del Sr.
S. Eutropio en la Villa de Paradas.
454 ÁLVARO PASTOR TORRES

esta corporación penitencial que tuvo vida independiente hasta febrero de


19526, en que se fusionó con la también corporación penitencial de la Virgen
de los Dolores7, dando lugar a la actual Hermandad y Primitiva Cofradía de
Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén y Santísima Virgen
de los Dolores, establecida canónicamente en la parroquial de San Eutropio
de Paradas.

El tenor literal del documento fundacional es el siguiente:

“En el nombre de Dios y de la Virgen Santissima Santa María, su


gloriosa Madre y a gloria y honra suya. En la Villa de Paradas en
viernes día de Ntra. Sra. de la Encarnación veinte y cinco días del
mes de março de mil seiscientos y cinco años, en virtud del mandamiento
del ministro don Antonio de Covarruvias y Leiva, Provisor Oficial y
Vicario General de esa Villa y su Arzobispado, su fecha es veinte y dos
días del presente mes [...] el ministro Domingo de Cepeda, presbítero
cura y los demás hermanos que debajo han declarado en esta fundación,
en virtud del dicho mandamiento fundaron e instituyeron la Cofradía de
los Nazarenos en la Iglesia Mayor de esta Villa conforme a la Regla y
Capítulos de ella confirmados por el señor Provisor”8.

Treinta y siete9 fueron los primeros hermanos que se obligaron ese mismo
día a cumplir los preceptos, repitiéndose entre ellos apellidos muy comunes
por entonces -y hoy también- en Paradas (Pastor, Humanes, Guisado, Ramírez,
Reina, Benjumea, Bascón o Rodríguez). Además de Cepeda, que va a ser el
primer hermano mayor, habrá otros dos presbíteros entre los fundadores (Alonso
Ramírez y Alonso Gutiérrez); en el mismo acto se designó alcalde a Francisco
Marín Guisado y como primer secretario actuó Juan Merino. Cuatro de los
primeros hermanos tenían cargo en el cabildo municipal ese año de 1605:

6 A.H.J.N.P. Gobierno. Santas Reglas, año de 1952. Fueron aprobadas el 10 de febrero por Fray

Valentín Pérez Cantero O.F.M. como superior de la Santa Misión que tuvo lugar ese año en Paradas.
7 Fundada el 24 de abril de 1761 en la ermita de San Juan de Letrán. Anteriormente la

Dolorosa que acompañaba a Jesús Nazareno -y al resto de cofradías penitenciales de Paradas-


se la advocaba de la Soledad. PASTOR, A., “La fundación..., o.c., p. 23.
8 A.G.A.S. Justicia, hermandades, leg. 168. Libro de cabildos..., o.c., s.f.
9 Domingo de Cepeda, presbítero mayor; Francisco Martín guisado, alcalde; Alonso Ramírez

el mozo; (perdido) De la cruz, sacristán; Alonso Ramírez presbítero; Alonso Gutiérrez, presbítero;
Juan García Pastor; Diego Fernández Pastor; Miguel Muñoz; Alonso Humanes Pastor; Juan Márquez
Pastor; Francisco Jiménez; Juan Gutiérrez Escalante; Diego de Reina; Francisco Martínez; Bartolomé
Jiménez Catalán; Diego García Villanueva; Bartolomé Calderón; Bartolomé López; Diego Gil;
Juan de Humanes; Lorenzo de Benjumea; Fernando Ximénez de Albarrán; Fernán Sánchez Barbero;
Cosme de Torres; Simón García Pastor; Juan Merino; Alonso García Salado; Marcos Vellido;
Bartolomé Rodríguez el mozo; Tomé García Pastor; Alonso Gutiérrez Pastor; Alonso Gutiérrez el
mozo; Francisco Bascón; Bartolomé Ruiz; Alonso González de Lucenilla el mozo y Alonso Tejera.
LA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE PARADAS… 455

Alonso Ramírez el mozo (alcalde ordinario); Tomé García Pastor y Juan Márquez
Pastor (regidores), y Alonso González de Lucenilla (jurado)10.

El 13 de abril de 1605, ya en Pascua de Resurrección, entró una segunda


remesa de hermanos (25 en total) y la primera de hermanas, encabezada por
“Isabel García, mujer de Manuel García” a la que siguieron otras 28, de las
que se anotaron, además de su nombre y apellidos, su situación:

“Ana Ximénez, viuda; Juana de Funes, mujer de Francisco Ximénez;


Lucía Ximénez, doncella: Isabel Ximénez, mujer de Diego de Reina;
María de la Barrera, mujer de Juan Gutiérrez Escalante; Leonor López,
mujer de Alonso Gutiérrez Pastor; Beatriz Rodríguez, viuda” o “Antonia
de Varea, beata”11.

A partir de 1606 las entradas de hermanos se harán ya casi siempre en el


cabildo general del Domingo de Ramos.

Uno de los primeros empeños de la nueva corporación fue contar con una
imagen de Jesús Nazareno. Ésta se encargó al escultor sevillano Antonio de
Fórtez “maestro escultor y pintor vezino de la ciudad de Sevilla y residente
en la Villa de Marchena”12 que por escritura notarial se comprometió con el
mayordomo de la cofradía paradeña a tallar en tres meses y por 23 ducados
una imagen “de madera, la cabeça, manos y pies, embarnizado todo lo demás
de madera lisa; y ha de ser de la estatura de hombre sobre una peana”13.

Durante la primera mitad del siglo XVII la Cofradía procesionó “el Jueves
Santo en la noche” o el “Jueves Santo en la prima noche” (1644). Gracias a
los acuerdos tomados en cabildo general de salida el Domingo de Ramos del
año 1642 (13 de abril) podemos hacernos una idea de cómo era el cortejo al
que era convidado “todo el clero de la Villa” y se componía de hermanos
nazarenos, unos con cera y otros con cruz14, pendón (ese año llevado por el
diputado Diego López), trompeta (a cargo de Juan Garrido), manga con la
cruz parroquial (asignada a Florencio de Ríos) y tres pasos pequeños (Jesús

10 PÉREZ, J.R., Paradas en 1605. Contexto histórico de la fundación de la Hermandad de

Jesús Nazareno. Paradas 2005, pp. 29-30.


11 A.G.A.S. Justicia, hermandades, leg. 168. Libro de cabildos..., o.c., s.f.
12 Localidad situada a escasos 10 km. de Paradas y de la que dependía desde su fundación esta

población al ser Marchena cabeza y residencia de la casa nobiliaria del ducado de Arcos.
13 MIRA, E., Documentos inéditos para la Historia del arte en la provincia de Sevilla,

Sevilla 1993, p. 79. PASTOR, A., “La antigua imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno” en
Revista de la Feria de Mayo de Paradas (1994) pp. 20-21. FLORIÁN, D., “Cuatrocientos años del
Nazareno de Fortez”, en Boletín de la Hermandad de Jesús Nazareno de Paradas, 14 (2011) 42-43.
14 La literalidad del asiento dice “que se le dé cera a los hermanos que no lleven cruces”.
456 ÁLVARO PASTOR TORRES

Nazareno, San Juan Evangelista y la Virgen de la Soledad) portados solamente


por cuatro hermanos cada uno, designados anualmente15.

A mediados del siglo XVII la Hermandad contaba con 310 hermanos, lo


que demuestra el auge de la corporación en una localidad de reducido vecindario16.
En 1657 se hace por primera y única vez en todo el siglo un recuento de
cofrades en función de su domicilio, lo que nos da una idea de las calles que
conformaban por entonces la población y el peso de las mismas en la nómina
de la corporación. Calle Carmona, 25 hermanos; calle Arahal (hoy Olivares),
51; Horno Viejo (actual Teniente Ramírez pero aún conocida por ese nombre),
39; Antón Freire (hoy Ramón Gómez de la Serna, pero popularmente llamada
“Don Fraile”), 75; Nueva (16); Real (hoy Larga) y Plaza, 104. En esos años
los hermanos pagaban de entrada 4 reales y las hermanas 6 reales17.

El estado de las cuentas de la Hermandad variaba según las empresas -en


especial las artísticas- que acometiera, pero los años normales solían ser de
superávit o “alcance contra el mayordomo”. Así por ejemplo en la cuenta de
1649 se asentaron en el apartado de “cargo” (ingresos): el superávit del año
anterior, 16.643 maravedís (489 rs. y 17 ms.); las luminarias pagadas por los
hermanos (201 rs.); “limosnas juntadas el Jueves Santo por la noche” (25 rs.);
el trigo donado por Diego Fernández Leño y su mujer (120 rs.); una manda
testamentaria de Juan del Castillo (200 rs.), y 176 reales que se obtuvieron
para “ayuda de adornar el retablo”. En total 41. 191 ms. Y en la de “descargo”
(gastos pagados por el mayordomo) se anotaron: 43 reales a los “curas, sacristanes
y demás por el acompañamiento a la procesión”; 34 rs. a fray Francisco Jiménez
por el sermón de la Pasión; 74 rs. pagados por la cera; 1.300 reales a “Agustín
Franco, maestro de dorador por el dorado del retablo” y finalmente 20 reales
al albañil que “asentó el dicho retablo”. Un total de 50. 014 ms. Con lo cual ese
año la cofradía quedó alcanzada (déficit) en 8.823 ms. (259 reales y 17 ms.)

Aunque desde un primer momento la Cofradía pagó un tercio del costo


del sermón del Domingo de Ramos -suponemos que el resto corría a cuenta de
otras Hermandades como la Vera+Cruz o el Santo Entierro-, esta práctica se
abandonó a finales del primer tercio del siglo XVII y ya solo se anota el pago
del “sermón del Jueves Santo por la noche”, conociéndose pocos nombres

15 En 1642 los elegidos fueron: para el paso de Jesús Nazareno (Juan Cortés Bascón, Juan

de Páez, Andrés García y Juan Rosado), para el de la Virgen de la Soledad (Diego Martín
Santos, Fernando Bascón, Bartolomé de Avecilla y Andrés Cansino) y para el de San Juan
Evangelista (Cristóbal Frontino el mozo, Juan Cansino, Juan de Vargas y Simón López).
16 No más de 1.400 habitantes (unos 295 vecinos).
17 A.G.A.S. Justicia, hermandades, leg. 168. Libro de cabildos..., o.c., s.f.
LA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE PARADAS… 457

de los predicadores invitados, como fray Salvador Prosel (1647) o fray Juan de
San Agustín (1649). También pagó a escote algunos enseres para la Virgen
de la Soledad, Dolorosa que acompañaba a todas las cofradías penitenciales de
Paradas, como por ejemplo los 13 reales abonados en 1644 en concepto de
“ayuda de un manto para Ntra. Sra. de la Soledad como darán las demás
Hermandades”.

Para la imagen de Jesús Nazareno se adquirió en 1668, siendo mayordomo


Francisco López Orbaneja y diputados Alonso Ramírez, Fernando Sánchez
Chamizo y Francisco Calderón, una túnica de tafetán y seda que con la hechura
costó 560 reales.

Ya durante la segunda mitad del XVII la Cofradía atrasó su salida a la


madrugada del Viernes Santo, y por último, aún en ese siglo, a la mañana de
ese mismo día.

El siglo XVIII, centuria que en términos generales va a ser de expansión


económica en el Reino de Sevilla, favoreció el incremento del patrimonio de
la Hermandad con varias donaciones de tierras de labor18, lo que repercutió
grandemente en el ajuar procesional, como queda reflejado en los diversos
inventarios que se conservan de ese siglo, y que dan buena cuenta también
de la organización de la cofradía y detalles como el color de las túnicas de
los nazarenos o que seguían siendo cuatro los portadores de las andas de
Jesús Nazareno.
En 1733 se reseñan: “una cruz grande sobredorada de madera que sirve
a su Majestad para la procesión; una túnica de terciopelo morado nueva
con galón fino de oro guarnecida que sirve a su Majestad y un cordón
de oro; un pendón de tafetán morado; una manguilla con su cruz; dos
pares de manteles para el altar; dos candeleros de metal; quince túnicas
moradas de holandilla para los hermanos que llevan las insignias; diez
capirotes; cinco tornillos para la vara; una urna [paso] nueva; tres paños
de tafetán para la urna [faldones]; un paño de damasco morado para la
mesa del Jueves Santo; un arca nueva y otra vieja; tres potencias de
plata sobredorada [con la anotación marginal “se vendieron”]; unas
parihuelas; una caja blanca para la cera; unos candeleros de madera;
una lámpara grande de plata y cuatro manguillos para la urna”19.

18 Así por ejemplo Isabel Calderón de Ojeda -hija de Cristóbal Pastor de Ojeda y de
María Calderón-, antigua vecina de Paradas y residente en el Convento de Santa Clara de
Marchena, donó por testamento en 1741 cuatro aranzadas y media de estacada de olivar en el
sitio llamado del Birrete y otras tres en el sitio del Algarrobo. También recibió por herencia de
Francisco González dos fanegas de tierra calma en el sitio de Maladicha.
19 A.H.J.N.P. Libro de cabildos y cuentas..., o.c., fs. 4-5.
458 ÁLVARO PASTOR TORRES

El siguiente inventario se hizo a principios de 1814, por la elección de un


nuevo mayordomo, Francisco de Paula Benítez, al cual se le entregan:

“la efigie del Señor con tres potencias de plata; una Dolorosa de medio
cuerpo en su tabernáculo con vidrieras, flores y corona de plata; un
retablo sin dorar con dos santos, camarín con su puerta y chapa; una
túnica de terciopelo morado bordada de oro con una soga de hilo de
oro; otra túnica de terciopelo más inferior con galón, soga y cordón
de seda; una cruz dorada para las procesiones y otra para la capilla;
cuatro faldones de terciopelo y seis manguillos de lo mismo; un pendón
morado y blanco, sin cruz; dos túnicas interiores viejas; una trompeta
con su bandera; dos campanillas unidas; tres pares de manteles y un hule
viejo y lienzo con su asa; un velo; una vidriera de cristal; una lámpara de
plata en la capilla; una urna de madera; 180 libras de cera de varias
clases, un arca y un arcón”20.

Además de las fincas de la Cofradía, que por entonces eran las siete aranzadas
y media de olivar en los pagos de Birrete y Algarrobo donadas por Isabel
Calderón; las dos fanegas y media de tierra calma, con un pozo, dejadas por
Francisco González con una carga censal de 32 rs. para el Hospital de la
Misericordia de Arahal; media aranzada de “tierra parronal” en pago Redondo,
término de Arahal, y tres arrobas de aceite que pagaba anualmente la Cofradía
paradeña de la Virgen de la Cabeza por un olivar en Maladicha, pensión dejada
por Catalina Cornejo.

Con la economía saneada, la Hermandad pudo acometer varias empresas


artísticas de importancia. La primera, un nuevo paso procesional para la
imagen de Jesús Nazareno, encargado en 1777 al tallista local Francisco Casau21,
miembro de una dinastía artística de relevancia que trabajará en Paradas y su
comarca desde mediados del siglo XVIII hasta bien entrado ya el XIX22.

También se labró un nuevo camarín, a la vez que se levantaba la fábrica


de la nueva parroquial, estrenada en 179223, por lo que la Cofradía no salió
durante los años de la obra (1785-1792). Las cuentas rendidas en 1793 reflejan
varios pagos en este sentido: 632 reales por “composición y compostura del
retablo”; 150 rs. para una puerta del camarín; 1.266 rs. que hubo que poner

20
Ibídem, fs. 259-260.
21
PASTOR A., “La Hermandad de Jesús Nazareno a principios del siglo XIX”, en Cruz
de Guía. Revista de la Semana Santa de Paradas (1996) 21-23.
22 VARIOS, El retablo barroco sevillano, Sevilla 2000, pp. 217-219.
23 PASTOR A., “Planos inéditos de la parroquia de San Eutropio de Paradas” en Atrio, 3

(1991) 151-160.
LA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE PARADAS… 459

adicionalmente en la venta de la antigua lámpara de plata para comprar una


nueva a Pedro Fontanilla, y 60 rs. por una peluca para la imagen de Nuestro
Padre Jesús24. Pero apenas tres años después la zona donde estaba el retablo del
Nazareno -el muro exterior del lado del Evangelio- cedió por la inconsistencia del
terreno, y amenazó ruina al poco tiempo, por lo que fue necesario volver a
empezar, como queda claro en las cuentas que presentó el presbítero y
mayordomo Juan Rodríguez con el epígrafe “obra que se hizo para componer
el camarín que se cayó”: 28 rs. por acabar de derribar y limpiar el camarín (a
7 rs. cada peón); 630 rs. por las vigas y tablones de maderas de Segura y Frandes
con sus transportes; y cantidades menores por cuatro carretadas de cal, 300
ladrillos largos para el camarín, 400 tejas, yeso, pagos al carpintero y a los
artífices que fueron el maestro de obra Lorenzo de Lara, el oficial Patricio
Rodríguez y diez peones, costando en total la obra 1.125 rs25.
La madrugada del Viernes Santo de 1794 la imagen de Jesús Nazareno
volvió a procesionar por las calles de Paradas, al igual que hizo en 1795, 1796,
1798 y 1800-1817 por “tener fondos suficientes”, como también los tuvo para
mejorar notablemente su patrimonio artístico en esos años con el arreglo de
la urna del Señor (con un coste de 460 rs.); la restauración de la Virgen de
las Angustias (Dolorosa de medio cuerpo que estaba en el retablo, dentro de un
tabernáculo que también fue recompuesto y acristalado de nuevo); la compra de
un manto bordado para dicha imagen (161 rs.) y el encargo de una cruz nueva
“de camarín” para el Nazareno (80 rs.)26.
Pero el empeño más importante en los inicios del siglo XIX sería la ejecución
de un nuevo retablo, si bien en este caso, curiosamente, no fue la familia Casau
la encargada del proyecto. Hoy podemos desvelar que la autoría del actual
altar de Jesús Nazareno corresponde a Miguel González Guisado, maestro tallista
nacido probablemente en Carmona e hijo -o hermano- del también escultor y
retablista Tomás González Guisado “El Joven”27. A diferencia de su padre -o
hermano-, cuya trayectoria artística y vital por Sevilla, Carmona y Marchena
está bien estudiada28, la de Miguel aún está por definir en gran parte, ya que
hasta el momento se han documentado pocas obras o proyectos suyos: la caja y
la tribuna del órgano de la parroquia de San Pedro de Carmona (1771), el
monumento del citado templo (1789)29; el retablo de San Isidro Labrador

24 A.H.J.N.P. Libro de cabildos y cuentas..., o.c., fs. 173-174.


25 Ibídem, fs. 190-197. Las cuentas comprenden desde el 1º de mayo de 1796 hasta el 20
de febrero de 1798.
26 Ibídem, f. 213.
27 VARIOS, El retablo barroco..., o.c., pp. 216-217.
28 MIRA, E., Carmona en la Edad Moderna. Religiosidad y arte, población y emigración

a América. Brenes 1999 pp. 102-103.


29 ROS, F., Noticias de escultura (1781-1800). Sevilla 1999 p. 393-398.
460 ÁLVARO PASTOR TORRES

para la iglesia también carmonense de San Felipe (1785)30; el retablo de San


Pedro para parroquia de La Campana (1774)31; el respaldar de la sillería de coro
de Aznalcázar (1782)32; la caja del órgano de la parroquia de La Puebla de
Cazalla (1794)33, o su presentación en el concurso para levantar el monumento de
eucarístico de Semana Santa en la parroquial de Campillos, hoy provincia de
Málaga, pero históricamente del Reino y Arzobispado de Sevilla (1792)34.

La dilatada cronología de sus obras (desde la primera documentada hasta este


retablo de Paradas pasaron 31 años), y el análisis de las pocas obras conservadas,
nos permiten ver una lógica evolución en este autor que va desde el barroco
de la rocalla hasta postulados más neoclásicos como los utilizados en este
retablo de Jesús Nazareno.

La primera referencia a esta obra la hace el mayordomo y presbítero Juan


Rodríguez en su rendición de cuentas desde agosto de 1799 hasta septiembre
de 1802: “Se reciben en Data dos mil y quinientos rs. pagados a D. Miguel
González Guisado por cuenta del retablo” e inmediatamente en el asiento
siguiente “también es data pagados al mismo por otro recibo a cuenta del retablo
mil y quinientos rs.”35. Debió colocarse en 1806 pues en las cuentas de ese
año aparecen los siguientes cargos: “dos jornales en desbaratar el retablo
viejo” (20 rs.) y “una ventana que se puso detrás del camarín” (88 rs.). En el
inventario de 1814 antes citado aparece ya “un retablo sin dorar con dos santos”.

El retablo (Lámina nº 1), situado en el extremo del crucero del lado del
Evangelio, pintado en blanco y con un fileteado dorado, consta actualmente
de predella o banco, sobre el que hay un busto del Ecce Homo que sustituyó
tras la guerra incivil a la Virgen de las Angustias; un único cuerpo articulado
con dos columnas y dos pilastras corintias en los extremos, y un ático en el
que está tallada la Cruz de Jerusalén inscrita en un gran círculo.

A pesar de los elevados gastos en este tiempo, la Hermandad gozaba de


una saneada economía, con sucesivos alcances contra el mayordomo, gracias
al trigo y el aceite que daban sus tierras y a las limosnas recogidas en las dos
peticiones anuales: Semana Santa y la “póstula de verano”. A esto hay que
sumar las donaciones testamentarias (por ejemplo los 100 rs. del mayordomo

30
MIRA E., Documentos para...., o.c., p. 88.
31
MIRA E., La Campana. Noticias históricas. Sevilla 1998, p. 69.
32 ROS, F., Noticias de ..., o.c., pp. 383-385.
33 Ibídem, pp. 399-403.
34 ROS, F., “Obras y proyectos de la familia Acosta en Campillos (Málaga)”, en Laboratorio de

Arte, 25 (2013) 632-634.


35 A.H.J.N.P. Libro de cabildos y cuentas..., o.c., f. 213.
LA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE PARADAS… 461

y presbítero Juan Rodríguez ), la venta de la cera usada y el arrendamiento


de algunas tierras, como por ejemplo la viña36.

La ocupación francesa de Paradas (29 de enero de 1810 al 28 de agosto


de 1812)37 no alteró sustancialmente la vida de la Hermandad, que siguió
procesionando con total regularidad como lo venía haciendo desde principios
de siglo, si bien durante esa época sí se extravió la Regla de la Hermandad
como se pondrá de manifiesto en una visita pastoral38.

El siguiente empeño artístico de la corporación fue la confección y


bordado de una túnica para la imagen del Nazareno (Lámina nº 2), que aún
conserva la Hermandad39. La cuenta de 1820 refleja el desembolso de 14.118
reales desglosados de la siguiente forma: 12 varas de terciopelo morado a 92
rs. (1.104 rs.); 12 varas de tafetán a 12 rs. (144 rs.); el bordado y el oro
(11.500 rs.) y el cordón (1.370 rs.). Además ese mismo año hubo otros gastos
menores: 380 rs. para el “renuevo de las potencias del Señor”; 113 rs. para
una peluca; 320 rs. por un cajón para guardar la túnica y 50 rs. que costó
traer la túnica, “su conducción a esta Villa” se anota literalmente40.

En 1840 el hermano mayor Juan Varea y Varea41 rindió por última vez cuentas;
curiosamente no fue el mayordomo el que lo hizo. A partir de entonces la
Cofradía pasó al patronato directo de esta familia Varea. En 1845 a don Juan
le sustituyó su hijo, Tomás Varea y Rodríguez, que estuvo al cargo de la
cofradía hasta su fallecimiento en 1876. Pasó entonces al cargo de su hermana
Antonia Varea, casada con Joaquín González Acevedo. El patronato familiar se
prolongará directamente en una primera etapa hasta 1912, en tiempos del
recordado Padre Barea42, párroco de San Eutropio. En esta etapa se doró el
retablo (1860), a expensas de Tomás Varea y su hermana Catalina, y también la
corona de espinas metálica del Señor. Joaquín González Acevedo compró los
candelabros del paso y la señorita Dolores González Varea costeó un plan de

36 En 1814 el superávit ascendió a 2.904 rs. y 17 ms. A.H.J.N.P. Libro de cabildos y

cuentas..., o.c., fs. 263-268.


37 NAVARRO, J.M., “La guerra de la independencia en Paradas” en II Jornadas de

Historia de Paradas, Paradas 2003, pp. 61-91.


38 PASTOR, A., “La Hermandad de Jesús Nazareno a principios..., o.c., p. 22.
39 Fue pasada a nuevo terciopelo en 1904 por las camareras.
40 A.H.J.N.P. Libro de cabildos y cuentas..., o.c., fs. 298-299.
41 Había entrado de mayordomo en 1826.
42 Rafael Barea Díaz (Grazalema, 1860 - Paradas, 1915) Recordado sacerdote que ejerció

su ministerio sacerdotal en Paradas desde 1889 hasta su fallecimiento. REMÍREZ, J., San
Eutropio. Obispo de Sanintes y Patrón de Paradas. Paradas 1970, pp. 83-94. BEJARANO A.,
“Centenario de la muerte del Padre Barea”, en Boletín de la Hermandad de Jesús Nazareno,
18 (2015) 53-54.
462 ÁLVARO PASTOR TORRES

altar “de estilo gótico”, que aún subsiste, compuesto de cruz, atril, dos sacras y
seis candeleros, un pendón de terciopelo morado bordado en oro con cordón
y en 1903 una cruz tallada para el paso con cuatro casquetes de plata repujada.

En 1904 los hermanos González Varea también sufragaron la restauración de


la escultura de Jesús Nazareno43, que llevó a cabo el escultor sevillano Manuel
Gutiérrez Reyes44, alterando la fisonomía de la imagen pues le talló cabellera
de madera, sustituyendo así la secular peluca.

Durante este tiempo la familia Varea, que labró panteón bajo el camarín
de Jesús Nazareno, pagó también el coste de otros enseres, además de la
procesión del Viernes Santo por la mañana, la misa de Nochebuena y el Jubileo de
las 40 horas. Pero un incidente en la misa de Navidad de 1890 empañó gravemente
las relaciones con el párroco. El suceso llegó al Palacio Arzobispal y se formaron
autos tras la queja formal firmada por el mayordomo (Joaquín González
Acevedo), el hermano mayor (Manuel Parrilla), seis diputados (todos ellos de
las familias Varea, González y Avecilla) y 53 cofrades de N. P. Jesús Nazareno
de la Villa de Paradas45.

Según expusieron con duros términos los cofrades paradeños parecía que el
párroco -José María Álvarez Jiménez Piedrahita- había venido a “interrumpir,
poner trabas y hacer que se termine este culto, y a extinguir la fe que reina
en el pueblo de Paradas” así como “a retirar de la Iglesia a toda persona
cristiana y a dar fin a las hermandades antiguas y modernas establecidas”,
incluyendo también a la Hermandad de Luz y Vela y a la Congregación de
las Hijas de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.

Todo estalló al concluir la misa de once del día de Navidad de 1890 y fue
la gota que colmó el vaso en la “inquina contra la familia que tributaba los
cultos a Jesús Nazareno”. Como era costumbre los mayordomos y las camareras
recogían tras la misa los “adornos y objetos de valor” que aderezaban el altar en
Nochebuena y Navidad, para llevárselos a sus casas. Estando Antonia González
Varea “en esta ocupación se presentó el cura, ordenando con voces destempladas
que no se tocara nada y amenazando con una especie de bastón con borlas que
ha poco tiempo usa dentro y fuera de la iglesia, y no bastando a disuadirlo las
explicaciones que se le hicieron y documentos que se le presentaron, como
continuara en son de amenaza con el bastón fue necesario decirle que se le
respetaba como cura y como sacerdote, pero de ninguna manera en la forma

43 En 1814 ya se habían restaurado las manos.


44 RODA, J., El escultor Manuel Gutiérrez Reyes (1845-1915), Sevilla 2005.
45 A.G.A.S. Justicia, Hermandades leg. 168. Autos, 7-1-1891.
LA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE PARADAS… 463

que lo hacía”. Mandó a los Varea rendir cuentas de los últimos 15 años. El
procedimiento eclesiástico se diluyó tras varias informaciones y peticiones
del Fiscal, ya que el tema había pasado mediante una “querella” a la
jurisdicción civil y el Arzobispado solo hizo un llamamiento a la Hermandad
para que se personara por si “veía lesionado su derecho por el acto de separar a
la familia Varea del cuidado de la imagen”.

Aún así esto no debió hacerse efectivo pues el cuidado de todo continuó
al cargo de Eduardo González Varea (hijo de Antonia), y tras su fallecimiento
en abril de 1911, a su sobrino Joaquín Avecilla González, que nombró como
delegado suyo para “casos de ausencia o enfermedad al joven cofrade Antonio
Pérez Espejo”. Por entonces el sermón de la Pasión se celebraba a las tres de
la madrugada, y en mitad del mismo se pronunciaban los pregones de la
Oración en el Huerto, el de Pilatos y el del Ángel.

Pocas noticas más recogen los libros de la Hermandad dado el patronato


familiar y el compromiso por parte de los sucesivos mayordomos de “sufragar
todos los gastos sin que se postule por la población y sin que a nadie se le pida
ni un solo céntimo”. Por algunas fotografías conservadas de principios del
siglo XX se sabe que los nazarenos vestían túnica blanca y capirote de raso morado
con cinturón estrecho del que pendía un cordón con borlas. La procesión, el
Viernes Santo por la mañana, seguía teniendo como en el siglo XVI tres
pasos (Jesús Nazareno, San Juan Evangelista46 y la Virgen bajo palio, ya
advocada desde el siglo XVIII de los Dolores47, que seguía acompañando
también a las cofradías de la Vera+Cruz y a la del Dulce Nombre y Santo
Entierro). Igualmente la Cofradía de Jesús Nazareno contaba con unos soldados
romanos de acompañamiento (Lámina nº 3).

El 31 de marzo de 1912 Domingo de Ramos, como había sido costumbre


secular, el antes citado Padre Barea convocó un cabildo general para “reanimar
el decaído espíritu religioso dentro de nuestra piadosa asociación”48. Tras
hacer un resumen de la vida corporativa durante el mecenazgo de la familia
Varea y los estragos de “aquellos nefastos días del siglo XVIII en los que los
enciclopedistas franceses lanzaron a los cuatro vientos gérmenes de ponzoñosa
filosofía”, y más tarde las “múltiples disposiciones de los cincuenta años

46 Imagen muy ponderada por todos los que la conocieron, obra anónima del mejor

barroco sevillano del siglo XVII y de la que solo se conserva hoy un fragmento de su rostro
en el museo parroquial tras ser destrozada el 19 de julio de 1936.
47 Cofradía fundada en la ermita paradeña de San Juan de Letrán el 24 de abril de 1761

que retomaba la devoción a la Dolorosa que en el XVII se intitulaba como Nuestra Señora de
la Soledad. PASTOR A., “La fundación de las..., o.c., p. 23.
48 . A.H.J.N.P. Libro de cabildos y cuentas..., o.c., f. 352.
464 ÁLVARO PASTOR TORRES

primeros del siglo XIX que dictaron los gobiernos españoles para mermar el
poder y derechos de la Iglesia”, se eligió por unanimidad49 mayordomo a José
Avecilla González.

En 1915, dentro del proceso de revitalización de la Hermandad iniciado


apenas cuatro años antes, se compró un nuevo paso, que ejecutó el reconocido
tallista José Gil50. Fue costeado por Ana María González y según la descripción
de la factura era “de madera tallada y dorado con oro fino, con 4 ángeles, 4
medallones y un Cirineo; cuatro candelabros de cinco brazos”51.

El 19 de julio de 1936 la iglesia fue saqueada52, el retablo de Jesús Nazareno


destrozado parcialmente y la imagen del Nazareno destruida. La restauración
del altar se encargó al tallista Francisco Bailac. José González Avecilla vendió
su único patrimonio, una fanega de tierra, y su producto, 2.000 pesetas53, lo
empleó enteramente en la adquisición, hacia 1942, de una nueva talla del
Nazareno54, obra del insigne ceramista y también escultor trianero Enrique Orce
Mármol, escultura completa para vestir (1,82 cm.) con marcadas facciones
pasionistas, oscura policromía y corona de espinas tallada sobre la propia cabeza55.

Reorganizada la Hermandad, y repuesta la advocación con la imagen de


Orce, ésta volvió a procesionar, primero en unas sencillas andas y años más tarde
en un paso tallado en Sevilla por las Escuelas Profesionales Salesianas de la
Santísima Trinidad diseñado por el hermano coadjutor José María Geronés
Vallés56, autor también una imagen de Simón de Cirene que salió efímeramente
acompañando a Jesús Nazareno y que aún se conserva en poder de la
Hermandad.

Tras dejar de salir en estación de penitencia las históricas Hermandades


de la Vera+Cruz y el Santo Entierro, la Virgen de los Dolores, que cambió

49 Asistieron 68 hermanos encabezados por el párroco Barea y el coadjutor Manuel

Burguillos. Entre ellos se mantienen y repiten muchos apellidos de los fundadores: Pastor,
Benjumea, Ramírez o Recacha.
50 “Posiblemente el más cualificado y prolífico de los tallistas que estuvieron activos en la

Sevilla del primer tercio del siglo XX”. RODA, J., Retablos itinerantes. El paso de Cristo en
la Semana Santa de Sevilla. Sevilla 2016, pp. 158-165.
51 ARCENEGUI, F.J., “Las andas del Nazareno de Fortez”, en Boletín de la Hermandad

de Jesús Nazareno de Paradas, 16 (2013) 52-62.


52 VERA, F., El eco de mis pasos, Paradas 1999, p.180.
53 REMÍREZ, J., Las antiguas cofradías de la Villa de Paradas. Sevilla 1973, p. 81.
54 Sobre esta compra puede verse PASTOR, A., “Enrique Orce y la imagen de Jesús

Nazareno”, en Boletín de la Hermandad de Jesús Nazareno de Paradas, 18 (2015) 13-16.


55 Ha sido restaurada en 1972 por Francisco Buiza, que le sustituyó los pies, y en 1994 por

Alfonso C. Orce Villar, nieto del autor.


56 Cassá de la Selva, Gerona, 1909-Sevilla, 1995.
LA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE PARADAS… 465

tras la guerra incivil su desamortizada ermita de San Juan Letrán57 por la


antigua capilla de San Joaquín en la parroquial de San Eutropio, ya solo
acompañaba a la Cofradía de Jesús Nazareno, iniciándose entonces un lógico
acercamiento que concluiría oficialmente en febrero de 1952 con la creación
de una sola corporación penitencial que bien entrado ya el siglo XXI conserva
una envidiable vitalidad y sigue procesionando la mañana del Viernes Santo.

1. Retablo de Jesús Nazareno. Obra de Miguel González Guisado (1802-1806).


Parroquia de San Eutropio, Paradas (Sevilla). (Fotografía: Álvaro Pastor Torres).

57 Vendida en subasta por el Arzobispado y adjudicada en 1942 al Ayuntamiento. En ella

tuvieron residencia canónica las Hermandades de la Vera+Cruz y la Virgen de los Dolores y


la letífica de la Virgen de los Remedios. Fue el primer templo erigido en la Villa en el siglo
XV. Se derribó su nave principal para urbanizar una plaza y solo resta de ella el brazo de la
nave del evangelio con una interesante cúpula dieciochesca decorada con yeserías barrocas.
466 ÁLVARO PASTOR TORRES

2. Nuestro Padre Jesús Nazareno -imagen de Enrique Orce tallada hacia 1942-
con la túnica bordada estrenada en 1820. (Fotografía: Álvaro Pastor Torres).

3. La Cofradía de Jesús Nazareno por la entonces calle Real (hoy Larga) una
mañana de Viernes Santo antes de 1915. (Fotografía: Archivo de la Parroquia de
San Eutropio de Paradas).
La antiquísima Hermandad de Nuestro
Padre Jesús Nazareno de “El Salvador”:
acervo patrimonial de un caso paradigmático
de religiosidad popular vinculado a la
Semana Santa de Cuenca

Israel José PÉREZ CALLEJA


Real, Iltre. y Vble. Hdad. de Ntro. Padre
Jesús Nazareno de “El Salvador” (Cuenca)

INTRODUCCIÓN

La Real, Ilustre y Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de


“El Salvador”1 ostenta, secularmente, la presidencia de la celebérrima procesión
“Camino del Calvario” de la Semana Santa de Cuenca -singular manifestación
religioso-popular declarada de Interés Turístico Internacional hace casi cuatro
décadas (1980)2- y verificada, cada Madrugada de Viernes Santo3, en el
incomparable marco urbano de esa capital castellana anclada en el abismo de sus
pintorescas hoces; propietaria de un descomunal Casco Histórico macerado

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 467-484. ISBN: 978-84-697-5400-9

1 Para una prospección general y dinámica de la Hermandad, visítese su portal virtual:


http://jesusdelsalvador.com/
2 Mediante una ya imborrable Resolución de la Secretaría de Estado de Turismo que,

publicada en el BOE de 16 de febrero de 1980 (nº. 41, p. 3.783) y al unísono, reconocía similar
vitola a la mundialmente prestigiada Semana de Música Religiosa de Cuenca. Únicamente,
otras tres celebraciones de Semana Santa de nuestro país fueron agraciadas, en aquel momento, con
el preponderante membrete de interés internacional: Málaga, Sevilla y Valladolid. Casi nada;
palabras mayores.
3 El Viernes Santo procesional conquense constituye, con sus tres desfiles consecutivos, la

jornada más exigente de todo el vasto ciclo semanal capitalino. Y es que, tras culminar la
comitiva nazarena que aquí nos ocupa, rayando el mediodía y con la madrugada en el recuerdo
andado, las intrincadas calles de Cuenca son surcadas, sin solución de continuidad, por otras
dos procesiones: “En El Calvario”, despliegue cristológico en la tarde consumida y, con la
noche maridando negrura de duelo y silencio de respeto, la del “Santo Entierro”.
468 ISRAEL JOSÉ PÉREZ CALLEJA

por geniales alarifes y distinguido, a su vez y por la UNESCO, con el


exclusivo timbre cualitativo de Ciudad Patrimonio de la Humanidad4.

Vaya por delante que la linajuda pátina del tiempo acompaña, de suyo y con
ribetes de grandeza remota, la antañona singladura histórica de esta Hermandad y,
todavía más, de la otrora pretérita “Procesión de los Nazarenos” y en la que se
incardina según usanza, ahora recién apurados los fastos del cuarto centenario
de su primera y demorada carrera en el año 1616, mediante regia aquiescencia
austracista. Esta efeméride gloriosa o la ancestral ligazón con el desaparecido
convento de Padres Agustinos de Cuenca, entrañable espacio sacro que amparó la
veneración de las primeras Imágenes pasionistas del matriz Cabildo de San
Nicolás de Tolentino5, hubieran permitido sobrada justificación para esbozar otra
propuesta temática distinta a la presente, más aun considerando el lindante,
anchuroso y fraternal amparo agustiniano que nos acoge en esta cita escurialense.

Sin embargo, poderosas circunstancias como la futura edición de sendas


publicaciones, con distinta profundidad y extensión, centradas en la génesis
y desarrollo de esta comitiva6 ‒tan popularizada con la incorporación posterior y
masificación contemporánea de las famosas y primitivas turbas7‒ que es completada

4 Este importante título, compartido con otras bellísimas localidades españolas, fue otorgado

con fecha de 6 de diciembre de 1996; siendo inscrita por el Comité de Patrimonio Mundial en
la preceptiva Lista, formalmente y un día después, como “La Ciudad Histórica Fortificada de
Cuenca”. Como supondrá el lector, sobreviven el impulso y eco, todavía, de las diversas actividades
programadas para conmemorar el vigésimo aniversario de ese capítulo tan relevante para los
conquenses (y disfrutadas en 2016). Y es que, por finalizar este comentario marginal y regresando al
objeto mollar de nuestro estudio, si los urbanistas y profesionales turísticos ensalzan, continuamente, el
supremo valor estético de nuestra portentosa ciudad-paisaje -pese a comportar, la misma, otras
riquezas patrimoniales de enjundia y atractivo muy infravaloradas por esta visión promocional
unívoca-; es indiscutible que el casi cinematográfico escenario, angosto y laberíntico, y esa
especial orografía del terreno, donde la penitencia se impone entre pendientes enlazadas y alzadas,
coadyuvan claramente, junto a la fe y el arte, a compactar una manifestación pública digna de
conservar, entender, estudiar, enseñar y comprender.
5 Este fraile de origen italiano, fallecido en el convento de Tolentino, fue un gran referente

de santidad para la Orden Agustiniana durante su primer siglo. Su notoria devoción en España
fue propagada por estos religiosos al amparo de sus fundaciones cenobíticas.
6 PÉREZ CALLEJA, I. J., y PÉREZ VALERO, A., “Génesis de la Procesión de los Nazarenos

en la Madrugada del Viernes Santo conquense (1614/1616-2016). Notas sobre el origen del
actual desfile “Camino del Calvario” en el contexto histórico del Siglo de Oro y a propósito
del IV Centenario de su fundación”, en Libro de Actas: XII Jornadas de Castilla-La Mancha sobre
investigación en archivos: “El Siglo de Oro. Historia y archivos”, 2015 (en vías de publicación) y
PÉREZ VALERO, A., y PÉREZ CALLEJA, I. J., Fe y Tradición en la Madrugada: 400 años
“Camino del Calvario” (en vías de publicación).
7 Depositarias de un interés mediático inalcanzable para el resto de agentes activos en la

encomiástica Pasión conquense y lastradas por el preocupante desconocimiento de su quehacer


procesional en el exterior, su presencia histórica en el desfile de la Madrugada del Viernes
Santo conquense, ligada simbólicamente a esta Hermandad de Jesús Nazareno, es escueta si
LA ANTIQUÍSIMA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO… 469

por las emblemáticas corporaciones cofrades de San Juan Evangelista y


Nuestra Señora de la Soledad (de San Agustín) y dimanantes, también, del
antedicho y primigenio Cabildo tolentino que encendiera, en su seno, procesión y
advocaciones luego independizadas en esas tres esplendorosas hermandades
que contemplamos hoy en día; unido a la descollante y multidisciplinar dimensión
artística y cultural que, a rebufo de sus inaplazables desvelos espirituales y
compromisos asistenciales como Asociación Pública de Fieles, ha venido
otorgando merecida boga a la rumbosa Hermandad del igualmente intitulado
como Jesús de las Seis8, como reconocimiento a unos ahíncos permanentes y
meticulosos por acopiar y amplificar un conjunto patrimonial fastuoso, nos
abocan a trazar por fin, en un foro tan exigente y perito como este, una pionera
aproximación esquemática9, a modo de recapitulación ponderada y huyendo de
tentadoras readaptaciones congresuales ad-hoc10, sobre la ambiciosa ejecutoria
patentizada por dicha cofradía, desde sus orígenes hasta la actualidad, en estas
faenas bien estimables.

se compara, por ejemplo, con los cuatro siglos rebasados de existencia de la procesión
“Camino del Calvario”, en la que participa. Presentes, en esta mítica comitiva de Los Nazarenos,
no antes del siglo XIX y legatarias actuales de unos orígenes por sustanciar aún, apelamos al
propio espíritu escrito de “Las Turbas”, citando el texto de sus últimos y aún no sancionados
Estatutos, pero sí aprobados por las mismas en mayo de 2016, con el fin de pregonar, con
precisión, su papel y misión: “Con el nombre de “Las Turbas”, se designa a un grupo de Nazarenos de
la ciudad de Cuenca que, vinculado a la Real, Ilustre, Antiquísima (sic.) y Venerable Hermandad de
Nuestro Padre Jesús Nazareno de El Salvador […] representan, en la Procesión Camino del Calvario,
el escarnio y mofa al que fue sometido nuestro Padre Jesús cuando era conducido al Calvario para su
crucifixión. […] A los miembros integrantes de […] “Las Turbas de Cuenca”, se les conoce
con el nombre de turbos, y ostentará la condición de Turbo todo aquel y aquella que, cumpliendo los
requisitos exigidos por esta, y dado de alta en la Asociación, en representación del histórico
rito de las turbas, se sitúa por delante del guión de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús
Nazareno del Salvador, haciendo sonar broncos tambores y clarines desafinados”.
8 De guisa tan castiza entre los conquenses, se ha popularizado esta fórmula para mencionar al

Nazareno de “El Salvador”, como remedo nostálgico de la hoy adelantada e histórica hora de
comienzo procesional de “Camino del Calvario”, que era programada a las 6,00 horas de la
mañana, treinta minutos después de lo que lo es hoy.
9 Esta Hermandad debe imponerse, como tantas otras españolas y más pronto que tarde, la

necesidad urgente de articular un cuidado inventario normalizado de su patrimonio histórico-


artístico, con su correspondiente catálogo formal y, todo ello, como parte integral de un Archivo
perfectamente estructurado.
10 Una de las más nocivas prácticas investigadoras actuales, denunciada en distintas disciplinas

historiográficas, es esa tan acomodaticia de acudir a eventos congresuales con retocadas aportaciones
científicas varias veces presentadas en sociedad ya. Del mismo modo y bajo semejante prisma,
recupérense recomendaciones tan edificantes, para estos menesteres, como ésta tan autorizada
y que sigue: “Hay mucho que investigar en los archivos, no en los libros ya publicados. Hay mucho
que hacer”, SÁNCHEZ HERRERO, J., y RUIZ DOMÍNGUEZ, J. A., “Las Cofradías de Semana
Santa. Balance de situación y vías de renovación”, en ARANDA DONCEL, J., Actas del III
Congreso Nacional de Cofradías de Semana Santa. Tomo I. Historia, Cajasur, Córdoba 1997,
p. 35.
470 ISRAEL JOSÉ PÉREZ CALLEJA

Como quiera que la mentada vertiente artística es, por otra parte, una
pujante ramificación de las intensas y variadas acciones que protagonizan
tradicionalmente las hermandades, junto a los más preferentes e inmanentes
actos de piedad y culto, oración o devoción, entrega y sacrificio, parecía oportuno
emplear las siguientes páginas en divulgar y estimar, de modo razonado pero
con las consabidas limitaciones de espacio y gráficas, una serie antológica de
proyectos escultóricos y decorativos, de elementos ornamentales y escenográficos
que ribetean, con impar donosura estética y en primera instancia, uno de los
más impactantes ejercicios públicos de fe de la cristiandad española, cual es
aquella precitada procesión, mosaico de contrastes. Y un paralelo y concomitante
carrusel de primorosos hitos plásticos y ápices visuales (en beneficio, incluso, de
la propia urbe) que han aupado a la Hermandad, sin parangón ni discusión, a
la vanguardia de la difusión de un credo católico sin ambages y mediante un
complementario e imperecedero mensaje artístico de creatividad rebosante.

En definitiva, pocas consideraciones encajan mejor en nuestro designio


planteado para este Simposium que el siguiente artículo descriptivo, extraído de la
reciente “Declaración de la Semana Santa como Manifestación Representativa del
Patrimonio Cultural Inmaterial”:

La Semana Santa en España comprende una gran diversidad de valores


culturales, desde su función como forma de expresión de la religiosidad popular
a su papel como marcador identitario, pasando por su importancia como
vehículo de conocimientos tradicionales y su relación con oficios artesanos,
así como con las múltiples obras muebles e inmuebles de valor artístico11.

Apunte histórico sobre la R. I. y Vble. Hdad. de Ntro. Padre Jesús


Nazareno de “El Salvador” y la cuatro veces centenaria procesión
“Camino del Calvario” de la Madrugada del Viernes Santo conquense
(1616-2017).

Primeramente y comentando algunas insinuaciones importantes señaladas


en el preámbulo de esta comunicación, conviene enriquecer, de modo somero y
casi grosero por tan reduccionista y obligado empeño, el verdadero calado
histórico de esta Hermandad del Jesús del Salvador. Aludíamos, en párrafos
precedentes, a la recia longevidad de la procesión de la Madrugada conquense,
con más de cuatro siglos de historia a sus abigarradas espaldas, y a la de la
propia cofradía que la encabeza con sobriedad. No es decir cualquier cosa, lo

11 “Real Decreto 384/2017, de 8 de abril, por el que se declara la Semana Santa como

Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial”, en BOE, 86, 11-04-2017,


p. 28.899.
LA ANTIQUÍSIMA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO… 471

escrito, o fatuo ardid vanidoso para disfrazar de impostada alcurnia legendaria lo


que nos ocupa. Nada más lejos de la realidad.

Resumiremos, pues, en este imprescindible y conciso apartado ‒seleccionando


algunas notas históricas de obligado cumplimiento y partiendo de los balbuceos
organizativos hacia comienzos del siglo XVII‒, los jalones fundamentales que
evidencian la formidable raigambre y retroalimentación de Hermandad y procesión,
en común unión a la influyente relevancia de ambas para el conjunto, pasado
y reciente, de la Semana Santa de Cuenca. Y que robustecen, de otra parte y no
menos importante ‒arrumbados ya incomprensibles complejos historiográficos
endógenos‒, su definitiva homologación y analogía natalicia con aquellos
otros recurrentes focos pasionistas españoles12.

Principiaremos este abreviado prontuario con el origen y justificación del


alumbramiento de este desfile en tierras conquenses. El mismo emerge,
comparablemente a lo que sucedió en el resto del país, en un ya activo y
precedente ciclo reducido de cortejos nucleado, a su vez, en torno a los días
de Jueves Santo, a la tarde (Cabildo de la Vera Cruz) y Viernes Santo, a la
tarde-noche (Cabildo de Nuestra Señora de La Soledad-Santo Entierro). Quiere
decir esta circunstancia que la entonces novedosa procesión conocida como
de “Los Nazarenos” ‒cuya disposición es aprobada mediante Real Provisión por
Felipe III en octubre de 161413, como presurosa respuesta afirmativa a una
solicitud del Cabildo de San Nicolás de Tolentino (radicado en el Convento de
San Agustín de Cuenca y promotor del flamante desfile)‒ es la tercera procesión
de nuestra Semana Santa, en orden cronológico de aparición, y último esqueje del
canónico tronco fundacional de la originaria Pasión conquense.

Dejando para otro momento las curiosas y azarosas razones que postergaron
su carrera inaugural a 1616, ya con las tres tradicionales Imágenes contratadas
antes con el escultor Fernando Lascasas Espinosa14 (Jesús Nazareno con la

12 LÓPEZ DELGADO, A., “Entrevista a Pedro Miguel Ibáñez: La Semana Santa de Cuenca es
tan antigua como cualquier otra de España”, en El Correo Conquense. Especial Semana
Santa, 01/12-04-1998, pp. 24-26, o LÓPEZ, B., “Entrevista a Pedro Miguel Ibáñez: El origen
real de nuestra Semana Santa se remonta al siglo XVI”, en El Día de Cuenca, 13-01-2008, p. 21.
La ascendencia académica del repetidamente entrevistado catedrático conquense Pedro Miguel
Ibáñez Martínez supone, en este flanco, un referente científico incuestionable.
13 Archivo Histórico Nacional. Consejo de Castilla. Escribanía de Gobierno. Sección

Clero. Legajo 1203. Expediente 8. Los documentos fueron transcritos por el autor Jesús Moya
Pinedo: “Documentación”, en REQUENA, A. (dir.), Las Turbas. Aproximación a un estudio,
Madrid 1980, pp. 22-23.
14 Archivo Histórico Provincial de Cuenca. Protocolos Notariales. Damián de Cuéllar. P-

885. Este valiosísimo documento fue transcrito e interpretado por el autor Antonio Pérez
Valero: “Las primeras imágenes de la madrugada del Viernes Santo conquense”, en Cuenca
Nazarena, 2012, pp. 107-108.
472 ISRAEL JOSÉ PÉREZ CALLEJA

Cruz a Cuestas, San Juan Evangelista y Virgen de La Soledad), importa


dimensionar el hondo significado histórico de la implementación de esta
procesión tanto en Cuenca como a escala nacional. Aunque no sea necesario
abundar, aquí y de nuevo, en la evidente eclosión e impulso que experimentó
el fenómeno cofrade tras el Concilio de Trento15.

En sentido paralelo, será durante los postreros estertores del siglo XVI y
primeros lustros de la decimoséptima centuria, con el imparable y creciente
protagonismo de las Hermandades de Jesús Nazareno (una vez despedido el
Quinientos, sobre todo), cuando el imperante modelo de cofradía de penitencia
sea contestado, mediante este prototípico y disruptivo desfile de “Los
Nazarenos”, desarrollado en el Amanecer de Viernes Santo, a partir del destierro
de flagelantes y de la única integración de hermanos de luz en su comitiva;
género que terminará imponiéndose en el futuro escenario de la religiosidad
popular vinculada a los desfiles de Semana Santa.

A partir de aquellos primeros momentos fundacionales e influidas por las


consustanciales e insoslayables circunstancias evolutivas del reino, en lo histórico-
religioso y sociológico-cultural, y por el entorno local de la propia ciudad, la
procesión y Cabildo-Hermandad matriz fueron metabolizando una serie de
circunstancias inherentes al correspondiente período histórico que fueron
atravesando. Prontamente y como aconteció con otros Cabildos procesionales, a
partir de la primera centena de años posterior a la fundación del desfile aún,
el compartido Cabildo de San Nicolás de Tolentino fue ramificándose en
hermandades independientes y que, de modo paulatino, cuajaron en torno a
las tres advocaciones autónomas anteriormente mentadas16.

A lo largo del siglo XVIII, alboreado por una Guerra de Sucesión que,
como otras refriegas que ensangrentaron nuestro suelo patrio también alcanzó a
Cuenca y a su pertinaz falange pasionista con profanadora fiereza, la procesión de

15 Cual obediencia pragmática de los triunfantes postulados contrarreformistas, se acentuó

el mensaje piadoso de la religiosidad popular por la vía de la penitencia y la devoción a las


Imágenes. Y es en aquella tesitura asomada, que alcanzará su cénit en el Barroco, donde hay que
estacionar los vagidos de esas anteriores y mencionadas procesiones del Jueves Santo y del Santo
Entierro en Cuenca, y en otras muchísimas partes de España, con sus correspondientes Cabildos.
16 Si bien es cierto que, desde el año 1662, quedó oficialmente constituida la Hermandad de Jesús

Nazareno, no parece que su instauración, como tal, obedeciera a una previa desmembración del
Cabildo (como sí sucede, en parte y desde 1702, con la Hermandad de San Juan Apóstol Evangelista);
pues la primera estableció, en el año 1707, una concordia de unión con el predicho Cabildo de San
Nicolás de Tolentino: Archivo Histórico Nacional. Consejo de Castilla. Escribanía de Gobierno.
Sección Clero. Legajo 1203. Expediente 8. En este sentido, resta por calibrar el verdadero grado de
relación funcional y espiritual entre estas hermandades filiales, una vez erigidas como tales, y el
Cabildo materno que, por un tiempo, siguieron integrando.
LA ANTIQUÍSIMA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO… 473

la Madrugada del Viernes Santo conquense estaba plenamente consolidada;


al igual que, por mor de la concordia de unión citada a pie de página antes, el
liderazgo organizacional de la Hermandad de Jesús Nazareno sobre el desfile
y la arquitectura superviviente del declinante Cabildo17. Muestras de esto
último son sendos capítulos vitales en el periplo histórico de la procesión y
nuestra cofradía como, de un lado, el agrio conflicto mantenido con la del
Santísimo Cristo de La Luz, a propósito de su polémica y temporal inclusión
procesional en el desfile, hacia el ecuador de este mismo Setecientos18. O, en
segunda instancia y constituyendo una fuente documental extraordinaria para
establecer un crescendo sólido de acontecimientos (tan complejo de producir
por carecer, la Hermandad, de documentación propia anterior a la guerra
civil española de 1936), la instada y preceptiva redacción estatutaria de unas
Ordenanzas de la Hermandad19, en el último cuarto de esta centuria, para
afianzar su existencia legal y actividad ordinaria a ojos de la autoridad civil y
eclesiástica20.

17 Un ilustrativo e interesante análisis parcial del desenvolvimiento, en esta centuria, de la

Hermandad de Jesús Nazareno, todavía de “San Agustín” entonces, es el publicado por los
investigadores Carlos Julián Martínez Soria y Ramón Pérez Tornero en la revista de la propia
Hermandad, a partir de sendos y sonados episodios que afectaron al discurrir de la misma:
“La Hermandad de N. P. Jesús Nazareno de “El Salvador” en el año 1750: un documento para
su historia”, en Cuadernos de Semana Santa, 1997, pp. 5-46 y “Tradición y conflicto en la
Madrugada del Viernes Santo conquense en el siglo XVIII, en Cuadernos de Semana Santa,
1998, pp. 5-40.
18 Acerca de este asunto cardinal para la evolución de la procesión y de la propia Semana Santa

de Cuenca, véase: PÉREZ VALERO, A., La Cuenca Nazarena hasta el siglo XX, Diputación
Provincial de Cuenca, Cuenca, 2011, pp. 117-124. El refrendo documental de su brillante hallazgo
y tesis posee el siguiente asentamiento: Archivo Diocesano de Cuenca. Sección Libros. L. 87;
Audiencia. Legajo 1364 (sin catalogar); y Audiencia. Legajo 1390B (sin catalogar).
19 Son varios los autores que han examinado los cincuenta artículos de aquellas Constituciones

redactadas en 1778 y sancionadas un lustro después, Archivo Histórico Nacional. Consejo de


Castilla. Escribanía de Gobierno. Legajo 1203. Expediente 8.
20 Escasos años antes ‒evidencia aplastante, de otro lado y en aquel periplo, de la

obsolescencia barroca y el auge aventajado del pensamiento ilustrado‒, cuando la preocupante


promulgación de la Real Cédula dictada por Carlos III en el año 1777, por la que se prohibía
la participación de disciplinantes y empalados en las comitivas procesionales, la Hermandad
de Jesús Nazareno jugó un papel determinante para, a la postre y con criterios tan poderosos
como el ya subrayado de la inexistencia de castigo o flagelo en este cortejo, eludir la hipotética y
amenazante supresión de esta anual manifestación pública de fe. Una magnífica aproximación
a la actuación llevada a cabo por la cofradía, en beneficio de la procesión, para gestionar y
amortiguar lo atinente a la Real Pragmática, véase en la siguiente referencia del doctor Julián
Recuenco Pérez: Ilustración y Cofradías. La Semana Santa de Cuenca en la segunda mitad
del siglo XVIII, Junta de Cofradías de Semana Santa, Cuenca, 2001, pp. 153-158. De nuevo,
el caudaloso y profusamente subrayado Legajo 1203, guarecido en el Archivo Histórico
Nacional, emerge como fuente documental primaria de esta coyuntura.
474 ISRAEL JOSÉ PÉREZ CALLEJA

Porfiando en este vertiginoso repaso secuencial de acontecimientos, el


siglo XIX está marcado por una serie de peripecias a enumerar, siquiera, por
su gruesa trascendencia para la procesión y Hermandad; partiendo de la base
que, correlativamente a lo ocurrido en otras latitudes, fue una centuria de
aguda crisis para el universo pasionista y cofrade. De momento, nótese cómo, en
estas décadas decimonónicas que nos reclaman, está absolutamente extendida ya
la multitudinaria profesión de fe a la Imagen de Jesús Nazareno de San Agustín,
a la que se tiene por efigie sacrosanta y milagrosa y a la que la ciudad entera
apela, por ende, en procesiones extraordinarias de rogativas y plegarias (así
aparece reiterado en documentos ajenos y propios de la Hermandad como,
por nombrar alguno, las mismísimas y susodichas Ordenanzas de finales del
siglo XVIII). Dicha talla, junto a las de San Juan Evangelista y Nuestra Señora
de La Soledad, serían albergadas esporádicamente en la Iglesia de El Salvador
(a la postre, sede canónica actual de las tres Hermandades y sagrado lugar de
culto de sus Titulares), durante la devastadora invasión francesa de la ciudad
cuando la Guerra de la Independencia.

Tras un fugaz y solemnísimo regreso con honores procesionales al hoy


desaparecido complejo monástico de los Padres Agustinos en el año 1816, en
alarmante estado ruinoso entonces, las tres Hermandades que componen el
desfile terminan radicándose, definitivamente y hacia 1835, en la antedicha
Iglesia parroquial de El Salvador; vetusto templo que cobija y concentra, a
día de hoy y como dicho queda, estas y otras tantas devociones nazarenas y
que, conviene no obviarlo, está acomodado en la franja inferior del casco
histórico de Cuenca. Bajo el recuerdo melancólico de la antigua morada conventual,
erosionando su abandonada prestancia de siglos en la marchitada Plaza Nueva
de la Carretería (hoy, de “La Constitución”), y en una coyuntura de crispación
socio-religiosa, a causa de las insaciables desamortizaciones, la Hermandad de
Jesús Nazareno no iba a poder sortear completamente, esta vez, las lacerantes
consecuencias del enésimo conflicto que se cebaría con la capital y su celebración
popular por antonomasia. De modo que, la crudelísima incursión carlista en
Cuenca, acaecida en julio del año 1874, se llevaría por delante una taumatúrgica
presea de la cofradía, como era su mítico pectoral donado por los capitulares
catedralicios a comienzos del siglo XVIII21; esmerada alhaja de piedras moradas y
con cordoncillo de oro que, de origen pontifical, devino lenitivo de los agonizantes
cofrades en trance de muerte y que sería regalada, como decimos, por los .0

21
Consúltese, acerca de aquella cita memorable, lo sustanciado por el señalado autor
Pérez Valero o por nosotros mismos, últimamente, a partir de las Actas Capitulares del Archivo de la
Catedral de Cuenca, o.c., p. 83, y PEÑUELAS AYLLÓN, J. C., y PÉREZ CALLEJA, I. J., “Regreso
a una nueva Semana Santa. Aproximación a la Pasión conquense de comienzos del siglo XX
y las Constituciones de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de El Salvador
(1907)”, en Cuadernos de Semana Santa, 2015, pp. 11-35.
LA ANTIQUÍSIMA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO… 475

la propia Seo conquense, una de aquellas comitivas en ruego de lluvia y cesación


de sequía (en sintonía, pues, con la fama prodigiosa de tan venerado Nazareno)22.

Finalmente, el arranque de la pasada centuria estuvo gobernado por la


dichosa revitalización de la Hermandad y la Semana Santa en general, estirándose
ese ciclo alcista y boyante durante el primer tercio de siglo. Y desempeñando
un papel determinante la influyente burguesía política capitalina, comandada
por perfiles de recorrido nacional como los de Mariano Catalina o José Cobo
(fueron, a la sazón, impulsores y comitentes de la renacida, y en algunos casos
cuasi-naciente, Semana Grande de Cuenca). Dichas personalidades muníficas
estuvieron muy ligadas a esta cofradía y a su buena salud procesional durante
los primeros compases de siglo; siendo comprobado benefactor el primero
de ellos, en el año 1904, del anónimo Paso procesional de “Jesús Caído con
la Verónica” y que pasó, desde entonces, a engrosar el desfile de la Hermandad.
Y, además y en contemporánea dádiva, teniéndose al Senador Cobo como
seguro donante del lujosísimo broche procesional que, por ventura conservado,
refulge en las andas procesionales de Nuestro Padre Jesús durante el desfile
anual de Viernes Santo y sobre el que algo ampliaremos, en el siguiente apartado,
por comportar cualificadísima pieza de la mejor orfebrería.

El interregno más dramático para la Hermandad fue, sin duda, el desen-


cadenamiento de la guerra civil española (1936/39), especialmente esas durísimas
semanas iniciales del conflicto fratricida que, en la capital conquense (perteneciente
al bando republicano desde el comienzo hasta el ocaso de la contienda bélica),
se llevaron por delante a muchísimas personas y, para el caso que nos ocupa,
el patrimonio imaginero de nuestra cofradía y de las otras dos que desfilaban
en la comitiva de la Madrugada (no configurando, por tanto, excepciones para el
fuego iconoclasta que arrambló con la práctica totalidad de la escultura
religiosa). Una vez concluida la conflagración y en lo que constituye un portentoso
e inolvidable capítulo de la más brillante historia de la, no se omita, entonces
esquilmada Semana Santa de Cuenca y, concretamente, en la de nuestra
Hermandad23; se consiguieron recuperar, bajo nueva hechura evidentemente,

22 “Se hace constar en las presentes constituciones para conocimiento de los actuales hermanos
y de los que ingresen, que el culto a Nuestro Padre Jesús es inmemorial, según constaba en uno de
los libros de acuerdos de la Hermandad y extraviado desgraciadamente, sin que a pesar de las
gestiones practicadas se haya podido averiguar su paradero. El expresado libro contenía recuerdos
edificantes e interesantes de la protección de esta Sagrada Imagen y devoción, no sólo de los
hermanos, sino también de los hijos de esta noble ciudad […]”, Constituciones para el Régimen y
Gobierno de la Vble. Hdad. de Ntro. Padre Jesús Nazareno establecida en la parroquia del
Salvador de esta Ciudad, Imprenta de José Vera, Cuenca 1907, p. 11.
23 MORALEJA IZQUIERDO, F. J., y PÉREZ CALLEJA, I. J., “El resurgir de la Semana

Santa de Cuenca en la década de los años cuarenta. Una aproximación para su estudio
riguroso”, en Cuadernos de Semana Santa, 2008, pp. 15-67.
476 ISRAEL JOSÉ PÉREZ CALLEJA

sendos pasos procesionales de Jesús Nazareno con el Cirineo y de “La


Caída”. Labradas las cuatro figuras por Luis Marco Pérez, superlativo artista de
la tierra y triunfante escultor español, este ambicioso programa reconstructivo
fue consumado, en apenas un lustro preñado de inenarrables esfuerzos, con
el denodado sacrificio de los propios cofrades que financiaron por sí mismos
‒en sentido diferente a lo acontecido con tantas Imágenes de la capital que sí
gozaron de subvenciones públicas‒ una titánica regeneración estética y devocional
que es, al alimón con el resto de tallas entregadas a la ciudad con similar
cometido, bandera y fascinación de la imaginería religiosa española de carácter
procesional posterior a la guerra civil.

Después de aquellos frenéticos años cuarenta, no se producirán acontecimientos


tan trascendentales en la Hermandad (sí en la procesión, con la incorporación de
un último Misterio en el seno de la corporación de la Virgen de la Soledad),
más allá de perseverantes intervenciones en la Capilla del Titular, la entusiasta
adquisición o sustitución de andas procesionales, la necesaria provisión de
enseres, vestuario y ajuar, etc. Si acaso, siendo motivo del sucesivo apartado
también, digna de comentar sería la exquisita apuesta cultural que, sobre todo a
partir de los años ochenta, asume y galvaniza esta cofradía del Jesús de las
Seis, con una interesante batería de proyectos y actividades que han cristalizado,
a su vez, en obras tan apabullantes como las actuales puertas artísticas del
templo o que están en vías de hacerlo ‒prolongando el voluntarioso espíritu
autoexigente de entonces‒ como ocurre con la actual reforma integral de la
Capilla y la colocación de un nuevo retablo esculpido por el acreditado
tallista cordobés José Carlos Rubio Valverde.

La brillante vertiente artística de la Hermandad y su valioso legado


cultural: aproximación histórica y actual para un inventario razonado.

En este apartado indispensable de la comunicación, trataremos de consignar


sucintamente, mediante su enumeración al menos, el abundante repertorio
patrimonial que ha ido forjando esta cofradía a lo largo de su dilatada trayectoria;
comentando, puntualmente, los casos concretos de obras primordiales que
descuellan sobremanera. Prescindiremos, no obstante, de la reposada glosa
que merecen algunos ápices histórico-artísticos tan sustanciales para el devenir
de nuestra Asociación Pública de Fieles como, por citar algunas muestras ya
sugeridas, la antigua y desaparecida Imagen Titular de la Hermandad o el
recordado pectoral sustraído durante la carlistada de 187424.

24
La penosa circunstancia de no haber sido conservados, además de un supuesto y menor
valor artístico respecto de otros elementos de posterior y similar condición de la Hermandad,
invitan a postergar el análisis crítico de ambos para otra ocasión, junto al de otros efectos
procesionales y escenográficos solamente identificados en distantes fuentes documentales de época.
LA ANTIQUÍSIMA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO… 477

De tal modo que, siguiendo el planteo más lógico, retrasaremos al final del
estudio algunos apuntes, tan superficiales como ineludibles, sobre las tres
obras que serán reproducidas en otras tantas fotografías que acompañan al
texto: Imagen procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno de “El Salvador”
(Ilustración 1), Frescos superiores de su Capilla (Ilustración 2) y, por último,
las Puertas de la Iglesia de “El Salvador” (Ilustración 3). En esta misma línea
y antes de pormenorizar, lo que la extensión permita, cada una de esas
esplendorosas y cimeras creaciones, parece de recibo relacionar la suntuosa
retahíla de haberes patrimoniales de la misma.

En lo relacionado con las celosas pertenencias que la cofradía conserva,


desde antiguo y con anterioridad a esa traumática cesura que fue la guerra
civil del 36, y con una adicional tasación material, aparte de la generalizada
carga emocional de todo su tesoro; hay que dirigir la mirada al excepcional pero
deteriorado cíngulo25 que, expuesto bajo fórmula de cesión en el incitante
Museo de la Semana Santa de Cuenca, fuera hilvanado con primorosa técnica de
trenzado y en oro de artesana maestría, hacia el siglo XVIII, y adornara al antiguo
Titular en procesión. Del mismo modo y compartiendo estancia, destáquese
la impresionante y añeja túnica de la también destruida Imagen de Jesús
Caído, proveniente del antiguo Misterio de “La Caída” que procesionara antes
de la contienda bélica mencionada. Esta joya textil de estilo isabelino, con
terciopelo bordado en oro y pasamanería original, podría ser decimonónica26 y
quién sabe si costeada, al igual que aquel segundo Paso de la Hermandad, por su
mismo benefactor y Hermano Honorario: Mariano Catalina.

Perseverando en nuestra inspección de escalada cronológica, distinguida


alusión demanda, por un lado, el famoso broche procesional, en páginas precedentes
ya indicado, que desfila anclado a los benditos pies del Jesús de las Seis cada
Madrugada. En esta particularísima textura orfebre de oro, brillante, zafiros
y topacio ‒muy probablemente donada por José Cobo a comienzos de la pasada
centuria y, de seguro, manufacturada en la madrileña y reputada Casa Cejalvo
(Proveedora Oficial de la Casa Real, desde tiempos de Alfonso XII)‒, podrán
apreciar cuatro engastes esmaltados al fuego con lustrosos atributos de la
Pasión27.

25 Actualmente, la Imagen de Jesús Nazareno desfila, cada Viernes Santo, con otro

cíngulo basado en el similar patrón estético de ese tan codiciado que hermosea en el Museo.
26 MONEDERO BERMEJO, M. A., Catálogo de la Exposición IV Centenario de la

procesión Camino del Calvario 1586-1986 (Del 3 al 8 de marzo de 1986), Comisión


Organizadora de los Actos, Cuenca 1986, p. 55 e Inventario del Museo de la Semana Santa de
Cuenca (pieza nº. 139).
27 PEÑUELAS AYLLÓN, J. C., y PÉREZ CALLEJA, I. J., a.c., pp. 16-18 y 28.
478 ISRAEL JOSÉ PÉREZ CALLEJA

Ciertamente relevante fue, continuando en el empeño, la entrega a la


Hermandad, para su uso y disfrute compartido con la Parroquia de “El Salvador”,
de un sensacional relicario pectoral, con “lignum crucis” y en cristal de roca,
por Dª. Trinidad Cavero de Echavarría. Depositado en nuestra sede canónica,
la cofradía conserva el preceptivo documento de cesión de esta diminuta y
arcaica reliquia, aunque sin dataciones ni fechas precisas que corroboren, por
ahora, el posible momento de su cesión (hacia el ecuador del siglo XX,
teóricamente) o el de su predecible y bastante anterior hechura28.

Una vez superada la hostilidad cainita de la última guerra entre españoles,


la Hermandad del Nazareno siguió adquiriendo efectos ornamentales, en muchas
ocasiones por pura necesidad, bajo su ya clásico sentido por el buen gusto y
la calidad. Así, como parte de su desempeño procesional, hubo que acopiar
unas andas para el desfile del rutilante y Sagrado Titular; ejecutadas en el
obrador de los artesanos Apolonio Pérez y Cecilio Hidalgo en el año 1942, son
esas mismas que, de madera de nogal y reminiscencias barrocas, peregrinan por
las calles de Cuenca cada Viernes Santo29.

Relacionado con lo anterior, mención aparte suplica, en primera instancia, el


muy meritorio grupo de cuatro faroles de forja y con perfil hexagonal que
fue incorporado, hacia el ecuador del pasado siglo XX, al Paso Titular de la
cofradía para su andadura procesional. Elaborados por el gran industrial y
herrero artístico del momento en la ciudad, Juan Ruiz (a la sazón, hermano
de esta corporación y autor de obras tan distinguidas como, por ejemplo, otro
farol tan visible como es el que pende en los arcos consistoriales de la capital)30.
De otra parte, esencial y garboso comienza a ser el vestuario, con su correspondiente
ajuar, de las únicas Imágenes de vestir que posee la Hermandad: Verónica y

28 Archivo de la R.I. y V. Hdad. de Ntro. Padre Jesús Nazareno de “El Salvador” (documentación

suelta). La señora Cavero era una conspicua devota de la advocación de Jesús Nazareno; lo
corrobora el hecho de que figurara, hacia los años treinta y como contribuyente, en la suscripción
abierta para restaurar la Iglesia Parroquial de Valdemeca, donde recibía culto el “Nazareno
del Confinado”, en El Defensor de Cuenca, 03-06-1932, p. 1.
29 Archivo de la R.I. y V. Hdad. de Ntro. Padre Jesús Nazareno de “El Salvador” (documentación

suelta). No ocurriría lo mismo con las más contemporáneas andas del Paso de “La Caída”,
varias veces sustituidas o modificadas desde la recuperación de este Misterio por la cofradía
en 1945 y hasta llegar a las actuales, confeccionadas por Nemesio y Modesto Pérez del Moral,
omnipresentes ebanistas de la Pasión conquense y, al igual que Apolonio, vinculados a la
Hermandad por otros proyectos varios.
30 Sustanciado este episodio, documentalmente hablando, en la parte del Libro de Actas

comprendida entre los años 1946 y 1949, puede consultarse una definitiva recensión en el
siguiente trabajo inédito y depositado en el Archivo de la misma: PÉREZ CALLEJA, I. J.,
Dossier justificativo de la propiedad de las Imágenes procesionales y otros bienes artísticos
de la R.I. y Vble. Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de “El Salvador” de Cuenca
2015, pp. 33-37.
LA ANTIQUÍSIMA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO… 479

Jesús Caído (Paso de “La Caída”)31; así como la soberbia colección de lienzos
que, camino de la decena, acaricia entre sus dedos, la antes citada mujer
judía, mostrando el rostro ensangrentado del Nazareno. Muestra patente de
la armoniosa calidad de los sudarios son autorías tan sonadas, en el arte local
y más allá, como las de Óscar Pinar, Pedro Romero Sequí o Javier Barrios.

Hacia esa mitad de la pasada centuria arriba aludida, iba a instalarse en la


Capilla de Jesús Nazareno, el retablo de estilo barroquizante también que, a su
vez, ha permanecido en la misma ‒hasta su reciente retirada para ser sustituido
por el que se está elaborando en la actualidad‒ desde el 29 de agosto de 1949,
cuando fue ensamblado en ese espacio de la Iglesia de “El Salvador” y una vez
efectuado el trabajo por los antes señalados Apolonio Pérez y Cecilio Hidalgo32.

Acelerando, todavía un poco más, este fecundo panorama patrimonial de


la Hermandad y siendo conscientes que quedan aparcadas, para informes más
extensos, la filiación y síntesis de esa miscelánea compuesta por el castigado
y viejo Guión procesional, las potencias y coronas de las Imágenes, la vidriera y
pedestal del coro bajo, en “El Salvador”, donde recibe culto “Jesús Caído y La
Verónica”, las atrayentes placas conmemorativas de efemérides y reconocimientos
o esos cautivadores jarrones de porcelana que ostenta la cofradía junto a otros
enseres varios33; centremos las inmediatas líneas en justipreciar, a marchas
forzadas, algunas de las principales conquistas cosechadas por esta corporación
como resultado de su redoblada y ya anunciada apuesta artístico-cultural promovida
entre los años ochenta y noventa del pasado siglo34. Y, concretamente, en dos
grandes hitos de desigual trascendencia mediática pero común pretensión, en su
encargo y plan, de agrandar la cultura con mayúsculas.

Si la década de los ochenta había servido de fértil pistoletazo de salida para


proyectos del tenor de Cuadernos de Semana Santa (primera publicación

31 Delicadamente conservadas por la actual Camarera, hay vestiduras muy resueltas y

añosas; amén de celarse, abocetados sobre papel, unos fantásticos diseños ideados por el gran
artista de la tierra, de dimensión internacional, Luis Roibal Tejedor. En idéntica línea, la
Hermandad sigue trabajando en el engrandecimiento del ropaje procesional con proyectos de
enorme calado y de la mano de artífices nacionales de reconocida nombradía.
32 Archivo de la R.I. y V. Hdad. de Ntro. Padre Jesús Nazareno de “El Salvador”, Libro de

Actas (31-12-1939/22-03-1953), Sesión de Junta de Diputación de 2 de junio de 1947, f. 55.


33 Y que no debieran ser esquinadas, por el lector, como superfluas obras carentes de

interés artístico. Piénsese, por citar un caso, en una tan extraordinaria como es la réplica en
madera (también se cincelaron en bronce), conseguida por el nacionalmente conocido escultor
Ángel Heredero Bravo, de las celestiales y terrenales manos, a un mismo tiempo, de Nuestro
Padre Jesús e inspiradas, por tanto, en las del Titular tallado por el imaginero Luis Marco.
34 De hecho, la Hermandad, que ha publicado hasta la fecha varios audiovisuales sobre su

quehacer e historia, sacó a la luz, en la segunda mitad de los años noventa, un breve documental
recopilatorio de los actos y actividades culturales vertebrados entre 1992 y 1996.
480 ISRAEL JOSÉ PÉREZ CALLEJA

periódica y especializada sobre la Pasión conquense) o la organización de


potentes exposiciones artísticas35 (hasta siete muestras de carácter escultórico,
pictórico y fotográfico fueron en las que, brincando a la siguiente década y
con sus respectivos catálogos, participó activamente la cofradía de una u otra
manera)36; los años noventa fueron testigos del encargo de una pieza musical,
mandatado por parte de la Hermandad, al aplaudidísimo director de orquesta
madrileño y Académico de la RABASF, Cristóbal Halffter Jiménez-Encina;
cuya composición, titulada “Turbas”, fue estrenada e interpretada por la Orquesta
Sinfónica de Madrid, el 4 de abril de 1996, en el marco de la XXXIV Semana de
Música Religiosa de Cuenca37. Sin abandonar este estrato musicológico, la cofradía
ha sido agraciada con interesantes marchas procesionales dedicadas a Nuestro
Padre Jesús Nazareno y germinadas en las partituras del vallisoletano Jesús
Calleja Villamañán (“Jesús Nazareno”), del toledano Aurelio Fernández-
Cabrera Pérez-Cejuela (“El Jesús de la Mañana”, galardonada por partida doble) y
de los conquenses Julián Aguirre Belmar (“Jesús Nazareno del Salvador”), y
Manuel Millán de las Heras (“Nazareno del alba”)38.

35 Dirigidas, unas cuantas muestras, a recuperar el grandioso perfil de nuestro escultor

Luis Marco Pérez, otras exposiciones quedaron en la retina de los visitantes por el irrepetible elenco
de los autores reunidos en las mismas (Fernando Zóbel, Gustavo Torner o Antonio Saura). Véase,
para este último caso, MATEO SAHUQUILLO, N., La Semana Santa vista por los pintores
conquenses, Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno de “El Salvador” y Excma. Diputación
Provincial de Cuenca, Cuenca 1993. Exposición organizada por la Hermandad del Nazareno de
“El Salvador”, entre el 1 y 27 de abril de 1993, en el antiguo Convento de las Carmelitas.
36 Un contingente importante de las obras mostradas en aquellas exposiciones pertenecían

a diversas colecciones y a los propios firmantes pero algunas otras (pocas) ‒junto a diferentes
creaciones pictóricas correspondientes a las siempre exclusivas portadas de los Cuadernos de
Semana Santa (en su primera etapa editorial) o a otros menesteres culturales programados por
entonces‒ podrían constituir el germen incipiente de una excelsa pinacoteca de consagrados
artistas locales y contemporáneos siempre y cuando, claro está, se acrecienten, si se localizara
este material o estuviera disponible, los exiguos pero importantes fondos artísticos que aún
retiene la Hermandad en esta vertiente.
37 Existe la posibilidad de disfrutar de esta obra, en versión sonora, ya que RTVE produjo

la edición de un cuidado CD, comercializado gracias a la ayuda de la propia Hermandad y la


Diputación de Cuenca, con la grabación en vivo y capturada en el Auditorio de Cuenca.
38 Sin embargo y por la propia disposición del desfile de la Madrugada, la Hermandad de

Nuestro Padre Jesús no es acompañada por ninguna banda de música. En el apartado sonoro,
las turbas llevan la desafiante y estridente voz cantante en la cabecera del desfile. Aún así,
pondérese cómo, los dos primeros autores, se desempeñaron, largo tiempo, como respetados
directores de la Municipal de Cuenca; siendo el Maestro Calleja distinguido, a causa de la
donación de esta marcha a la cofradía en el año 1943, como Hermano Honorario, Archivo de
la R.I. y V. Hdad. de Ntro. Padre Jesús Nazareno de “El Salvador”, documentación suelta) y
Libro de Actas (31-12-1939/22-03-1953), Sesión de Junta General Ordinaria de 19 de marzo de
1944, f. 28. En cuanto a los dos últimos citados, Aguirre Belmar fue un prolífico compositor y
trompetista de la Banda Municipal de Cuenca mientras que, bastante más joven y prolongando el
idilio histórico de Cuenca con las mejores corcheas, Millán de las Heras añade a su condición
de premiado compositor, con obra estrenada en la Semana de Música Religiosa de Cuenca, su
LA ANTIQUÍSIMA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO… 481

En este tramo final de nuestra aportación, hilaremos unas observaciones


elementales acerca de las tres materializaciones artísticas más emblemáticas
que, a nuestro modesto parecer, ha logrado la Hermandad en el plano cultural. Y
que se corresponden con las fotografías que ilustran el presente artículo.
Comenzaremos, como no puede ser de otra manera, con la efigie procesional de
Nuestro Padre Jesús Nazareno de “El Salvador”. Encomendada por la cofradía,
hacia finales del año 1939, al eximio escultor e imaginero conquense Luis Marco
Pérez39, la proverbial talla procesionó, por vez primera, en el año 1941. El
Paso Titular no quedaría completado hasta la agregación de la figura del
Cirineo (también del fuentelespinero y, por sobrados motivos, Hermano
Honorario), cuatro años después y coincidiendo con la entrega del segundo Paso
procesional de la Hermandad (“La Caída”) por parte del mismo entallador40.

La imponente Imagen del Jesús de las Seis, concebida bajo un arquetípico


estilo barroquizante y con una indeclinable compostura procesional, personifica
los mejores atributos de la más poderosa y firme trayectoria imaginera de Luis
Marco (circunscrita a los años treinta y primer lustro de la siguiente década).
Deudor de una escuela castellana reposada y ápice estético a acentuar
constantemente cuando, con justicia y a carta cabal, se abunde en el actual
catálogo pasionista conquense como paradigma nacional de la mejor escultura
religiosa procesional posterior a la guerra civil (las gubias de Coullaut-Valera o
José Capuz, también están presentes en esta plaza); el Nazareno de “El Salvador”
es de talla completa, en madera, que fue ricamente policromada, en su momento,
por el gran Enrique Gimeno Monrabal. Sus manos, gloriosas y humanas; una
piadosa mirada que sobrecoge y consuela, a partes iguales; ese desnudo talón

faceta de intérprete, docente y crítico musical, además de ser hermano de cuna del Jesús de
las Seis, también es el artífice de un conmovedor Himno destinado a nuestra cofradía: “Mi
Jesús y mi Salvador”.
39 Natural de la provincia de Cuenca y protagonista máximo de la reconstrucción escultórica de la

Semana Santa capitalina posterior a la contienda bélica, Marco Pérez fue un inmarcesible genio
artístico (y docente) que conquistó el reconocimiento oficial de público, compañeros y crítica, en las
bienales Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, sobre todo, y a las que concurrió con asiduidad. Su
más notable éxito, asociado al realismo castellano, hay que buscarlo en la dimensión profana de su
obra, especialmente entre los años veinte y el primer lustro de la siguiente década. Acerca de su
biografía y catálogo y a expensas de una futura publicación que llevamos entre manos, véanse las dos
referencias básicas: BENEDICTO SACRITÁN, J., Luis Marco Pérez (1896-1983). Vida y obra del
escultor, Valencia 1985, y PORTELA SANDOVAL, F., y BONET SALAMANCA. A., Luis Marco
Pérez. Escultor e imaginero, Excma. Diputación Provincial de Cuenca, Cuenca 1999.
40 Acerca del proceso de adquisición de las Imágenes, más allá de otras publicaciones

nuestras editadas y aquí citadas, véase el siguiente estudio de consumo interno para la cofradía,
también señalado ya, y en virtud de su actualización y fuentes de información directas: PÉREZ
CALLEJA, I. J., Dossier justificativo de la propiedad de las Imágenes procesionales y otros
bienes artísticos de la R.I. y Vble. Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de “El Salvador”
de Cuenca, 2015, pp. 1-33.
482 ISRAEL JOSÉ PÉREZ CALLEJA

en vuelo, calado de fervientes besos hasta el tuétano de la madera, lo dicen, sin


hablar, todo. Fe y devoción de generaciones, en lo espiritual. Magnánimo, en lo
artístico, como se intuye en la Ilustración 1.

Por último, los dos argumentos finales que, desde el punto de vista patrimonial,
aquí traemos a colación afectan directamente al edificio de nuestra sede
canónica, la Iglesia de El Salvador41. Curiosamente ‒empresas auspiciadas ambas
por la Hermandad de Jesús Nazareno‒, una se sitúa en el interior del recinto
(concretamente, en el espacio cenital de la Capilla del Titular de nuestra
cofradía) y la otra en el principal acceso externo; la primera, prensada en el ideal
clásico, es de orden pictórico mientras que la otra, más tardía y arriesgada, es
de tipo escultórico. Estamos refiriéndonos a las pinturas pergeñadas por Víctor de
la Vega Gil42 (Ilustración 2) y a las puertas broncíneas de Miguel Zapata Tellechea43
(Ilustración 3); sendos artistas conquenses, fallecidos recientemente.

Para el caso de la decoración de la Capilla, interesa la figura de Víctor de


la Vega como muralista figurativo y, más aún, su preciado proceder como
pintor de asuntos religiosos; paisajes, bodegones, retratos, representaciones
historicistas y otros géneros, tampoco escaparon a la pericia de este catedrático de
dibujo y que cuenta con obra en el Palacio Provincial de la Diputación o la
Catedral de Cuenca. Efectuada nuestra serie entre los años 1982 y 198344,
puede observarse, en el arco de entrada, la oteadora presencia de dos nazarenos
con tulipa y estandarte y con un conseguido efecto de sombras. Asimismo, la
bóveda baída está regada de ángeles batiendo instrumentos musicales y elementos
de la Pasión. Igualmente, se divisa el garbo majestuoso de los profetas Daniel,
Jeremías, Isaías y Ezequiel, quienes reposan en los vértices de aquella. Además,
en los dos sectores del muro, se cuentan representaciones de los cuatro
evangelistas y, por fin, de Jesús Nazareno bajo el peso de la Cruz y ayudado
por el Cirineo. Digno de encomio resulta el inteligente recurso paisajístico dispuesto
por nuestro artista para encaminar la transición de la tabla al propio muro;
recreando abismos, peñascos y derrumbaderos, tan definitorios de nuestras hoces.

41 IBÁÑEZ MARTÍNEZ. P.M., y LEÓN IRUJO, D., La Iglesia de El Salvador de Cuenca

con motivo de la restauración de la antigua portada gótica, Consorcio Ciudad de Cuenca,


Cuenca 2010. Este inmueble religioso fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2002 y
supone, contradiciendo la neófita y generalizada minusvaloración de su fábrica, uno de los
templos conquenses más provectos y destacables de la ciudad; residiendo sus orígenes en la
Plena Edad Media.
42 IBÁÑEZ MARTÍNEZ. P.M. (coord.), Víctor de la Vega, Real Academia Conquense de

Artes y Letras, Cuenca 2009.


43 KNAUD, D., y FACIO, A., Miguel Zapata, Diputación Provincial de Cuenca, Cuenca 1998.
44 La cofradía conserva una veintena aproximada de bocetos preparatorios que, donados por el

autor, están expuestos en la Sacristía de la propia Iglesia. El sorprendente relato de la comisión de


este proyecto puede cotejarse en el correspondiente Libro de Actas de la Hermandad.
LA ANTIQUÍSIMA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO… 483

Finalmente, las actuales Puertas de acceso a la Iglesia de “El Salvador”


de Cuenca, instaladas y bendecidas en el año 2000, constituyen uno de los
proyectos más ambiciosos, simbólica y económicamente hablando, abordados por
la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, con el flamante resultado
conseguido de una monumental pieza de arte. El pintor y escultor Miguel
Zapata, sobresaliente artista de repercusión internacional ‒con obra repartida por
EE.UU., México, Japón y otros lugares de España e incluida, por supuesto,
Cuenca‒, representa, en el colosal relieve, tres motivos principales como son los
de Jerusalén-Cuenca, la Transfiguración del Señor y la Pasión. Así, a lo largo de
los dos batientes y a lo ancho de los ocho plafones de tan bella estructura labrada,
distribuye las escenas correspondientes a la Entrada en Jerusalén (recortada entre
la arquitectura capitalina y sus gentes), el Prendimiento, la Flagelación, el genuino
Camino hacia el Calvario conquense (esta escena atraviesa dos plafones, con el
Jesús de las Seis y la presencia de las turbas, en las que participó), la Piedad,
el Yacente y, en la parte inferior de la calle central, la Transfiguración. En el
ático de esta suerte de retablo a la intemperie, emergen las estilizadas siluetas
del Patrón San Julián y Alfonso VIII, dando pie a un ovalado Calvario, roto
por los emblemas de la Hermandad del Jesús y de la ciudad. Y todo ello
infundido de ese bello y sutil contraste, derivado de un indisimulado entusiasmo
por lo inacabado, entre el bronce narrado y el acero corten45.

1. Primer plano de la Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de “El Salvador”.


Fotografía de Julio Palencia.

45 Véase, acerca de esta célebre obra patrocinada por la Hermandad, la siguiente

referencia bibliográfica: PÉREZ TORNERO, R., “Anacronismos”, en Cuadernos de Semana


Santa, 2001, pp. 18-41. Se trata de una extensa entrevista en la que Miguel Zapata revela el
proceso de encargo, proyección y realización. De igual modo, el Archivo de la Hermandad
también posee documentación al respecto.
484 ISRAEL JOSÉ PÉREZ CALLEJA

2. Fotomontaje con los frescos de Víctor de la Vega que decoran el espacio cenital
de la Capilla de Jesús Nazareno. Composición gráfica de José Manuel Calzada.

3. Puertas artísticas de la Iglesia de “El Salvador”, ejecutadas por Miguel


Zapata. Fotografía de José Luis Navalón.
La Hermandad de Nuestro Padre Jesús
Nazareno de San Sebastián de los
Ballesteros (Córdoba)

Rafael VÁZQUEZ LESMES


Real Academia de Córdoba
Cronista Oficial de San Sebastián de
los Ballesteros

I. Introducción.

II. Historia de la cofradía.

III. Cultos en su honor.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 485-494. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. INTRODUCCIÓN

Habida cuenta de mis investigaciones realizadas sobre la documentación


obtenida y relativa a las cofradías y hermandades con implantación en mi
pueblo natal, hoy vamos a dedicarle un espacio a la de Nuestro Padre Jesús
Nazareno. Esta primacía se la concedemos, por coincidir, también, al ser dentro
de las categorizadas como penitenciales, la primera establecida en la parroquia,
aunque otras de otro rango, como las de Ánimas y Nuestra Señora del Rosario,
le antecediesen cronológicamente en su fundación. Siempre quedando la duda de
poder aparecer alguna documentación que nos indique lo contrario.

Nuestro estudio se va a limitar, en un principio, a la etapa comprendida


desde el momento en que se han podido localizar las primeras noticias de su
existencia, -a mediados de la centuria decimonónica- hasta su final. Queda
para mejor ocasión, previo acopio de nuevos datos que puedan surgir de una
aparición y revisión documental, la etapa correspondiente al siglo XX hasta
la actualidad.

Las denominadas cofradías o hermandades de carácter religioso comenzaron a


surgir en nuestra patria a finales del siglo XVI, culminando su ciclo expansivo a
todo lo largo de la siguiente centuria, constituyendo su propósito prioritario, en
un principio, una singularidad eminentemente asistencial y caritativa, adquiriendo,
una vez transcurrido algún tiempo, otra de índole penitencial. Las englobadas en
esta actividad se justifican por su tendencia a fomentar y practicar el espíritu
de penitencia y sacrificio, rememorando el ofrecido por el Salvador en su camino
hasta el Calvario.

En esta argumentación y no en otras se fundan las bases para la aparición


escenográfica de la Semana Santa como tal manifestación religiosa: la imitación
y rememoración del sacrificio ofrecido por Jesucristo en la cruz con el objetivo de
imponer una penitencia no sólo de arrepentimiento individual, sino también con
la autoimpuesta para el colectivo de hermanos.

Las cofradías del Nazareno no figuraron por su aparición en los primeros


lugares en un orden cronológico en el panorama semanasantero español, sino que
LA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO… 487

a ellas le antecedieron otras. Ciñéndonos al entorno de nuestra diócesis cordobesa


surgen en el siglo XVI e inicios del siguiente, principalmente enclavadas en
las poblaciones de la Campiña y Subbética.

Es obvio que la asentada en nuestra parroquia no responda a los parámetros


cronológicos de las ya citadas por motivos más que fundamentados, retrasándose
su fundación aproximadamente dos centurias. Primero, por ese espacio de tiempo
insalvable que les separa con el momento de la fundación del pueblo. De
otra parte -y no menos desdeñable- en la absoluta exclusividad de las tareas
agrícolas a las que se entregaron en cuerpo y alma sus vecinos al llegar a la
finca jesuítica señalada por Carlos III para su repoblación. Bastante tenían
con el cumplimiento de las prácticas religiosas impuestas por la Iglesia, para
gastar tiempo en otra de pura piedad voluntaria.

De todas formas y una vez vencidas las dificultades expuestas, la población se


incorpora ya a su ciclo normal de desarrollo vivencial, con la consiguiente
aculturación a las normas y costumbres de los pueblos convecinos, que llegados
a ese tiempo habían aportado ya parte de su elemento humano a la nueva
población, debido a haber sido levantada la prohibición existente de su entrada
hasta entonces, en consonancia con lo dispuesto en el Fuero que regían estas
Nuevas Poblaciones.
A partir de esos momentos, en las cuentas aún conservadas del período
final de siglo, aparecen apuntes en el capítulo de gastos del dinero empleado en
la celebración de fiestas de doble significación cívico-religiosa, en donde las
misas solemnes con panegírico en honor del patrón del pueblo se complementaban
con festejos, actuaciones musicales, fuegos de artificio e invitaciones a refrescos,
una vez finalizada la función religiosa, consistentes en la degustación de bizcochos,
dulces y vino, continuando en las casas familiares con la comida del pavo con
fideos. Dedicar esa entrega al culto de su patrón suponía la exteriorización del ya
arraigado sentimiento religioso en los corazones de aquellos nuevos llegados.
Pues bien, estos estados vivenciales se diversificarán en otras latrías igualmente
necesarias en la conformación religiosa de su espíritu, siempre alentadas y
estimuladas por la autoridad religiosa. Es lógico que este tipo de religiosidad
popular cristalice en la creación de asociaciones religiosas capaces de aglutinar los
sentimientos de sus componentes en la exaltación de determinados cultos. Si
todas esas circunstancias son coincidentes entre el colectivo de los feligreses
alemanes ya españolizados con los momentos de mayor auge y esplendor
adquirido por las hermandades de penitencia en toda la nación y, por ende,
en las cercanas localidades, es más que factible que en la nueva población
fuesen surgiendo la asociaciones religiosas de ese tipo estimuladoras de unos
sentimientos a nivel colectivo.
488 RAFAEL VÁZQUEZ LESMES

Es llegado el momento de plantearnos una de las grandes incógnitas que


nos surgen en relación con la creación de estas asociaciones en nuestro pueblo.
¿Cuáles y en qué fecha exacta fueron fundadas? Es la gran cuestión a la que no
podemos dar respuesta, al menos a su segunda parte. Las primeras referencias
documentales en donde constan algunos datos que nos confirmen las dudas
surgidas se van a remontar a un tiempo ya lejano del supuesto para su nacimiento:
1860. Es en esa alejada fecha de la fundación del pueblo, cuando se debe al interés
de un párroco, D. Francisco de Asís Garrido, tuvo la atinada y magnífica idea de
abrir un libro que intituló Carpeta de papeles varios1. En él se recogen datos tan
interesantes y esenciales como para desarrollar toda la temática que exponemos a
continuación.

Gracias a su empeño, hoy podemos contar con noticias que consideramos


imprescindibles para montar al menos un bosquejo a grandes rasgos de la
historia de algunas cofradías que coexistieron en su tiempo, teniendo como
lugar de creación la entonces conocida como parroquia de Santa María de la
Concepción. Sí le agradecemos esa iniciativa de apuntes en el citado libro,
en cambio le tendríamos que reprochar el no haberlos hecho más explícitos y
con una mayor extensión y detalle.

Cuatro son las cofradías que aparecen reseñadas en el libro: Ánimas, del
Rosario, San Sebastián y Jesús Nazareno. Sin que el citado párroco nos desvele
la fecha en que fueron fundadas cada una, vamos a formular una hipótesis, sin
ánimo de concederle gran verosimilitud, en tanto no aparezcan otros testimonios
que lo refuten, pero sí una aproximación, basándonos en la coincidencia de
datos conocidos y proporcionados por otras fuentes. Parece ser que la primacía
en la fundación le correspondió a la de Ánimas. Su mayor antigüedad la
apoyamos en la existencia de la misma advocación en la vecina localidad de La
Carlota, igualmente perteneciente a las Nuevas Poblaciones, en donde se
establece en 1777.

Aunque en esta fecha no pudiese existir en nuestro pueblo al no haber


sido creada la parroquia, -fue erigida en 1807-, sí podríamos aseverar cuasi
sin equivocarnos que su fundación debió ocurrir en el primer cuarto de la
centuria del XIX. Lo mismo ocurre con la de Nª Sra. del Rosario. De la única que
poseemos fecha exacta de su establecimiento fue la de San Sebastián, en
1859. Pero de las vicisitudes de las tres anteriores, daremos cuenta en otra ocasión.
Hoy nos trae aquí la que lleva el título del trabajo.

1 Parroquia de la Inmaculada Concepción. San Sebastián de los Ballesteros (Córdoba).

Archivo (APSSB), “Carpeta de papeles varios”, s.p.


LA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO… 489

Las cofradías de Jesús Nazareno no se distinguieron en su aparición por


ser de las primeras de penitencia que pasearon las calles de las poblaciones
de Andalucía, pues, como hemos dicho, surgen entre finales del siglo XVI e
inicios del XVII. Sin embargo, su fundación es acogida por el pueblo fiel
con verdadero entusiasmo, provocando grandes fervores tanto en las clases
altas de aquella sociedad estamental como en las más humildes. Todo ello se
explica por iniciar una novedosa forma de hacer penitencia, diferenciándola
de las demás. El marchar descalzo siguiendo su procesión fue una de las notas
más distinguidas. Dicho esto, creemos que, imbuidos e influenciados por las
resonancias de su existencia en los pueblos aledaños al nuestro, -Montilla,
La Rambla, Fernán-Núñez...- , fuese motivo suficiente para su instauración
en San Sebastián.

II. HISTORIA DE LA COFRADÍA

Los primeros datos relativos a su cofradía en nuestro pueblo se remontan


a finales de la primera mitad de la centuria del XIX. Por supuesto, no se trata
de la fecha de su fundación, sino la de un libro que un tal Pablo Vázquez adquirió
para la parroquia, en 18492. En él encontramos en un “totum revolutum”, las
cuentas de la hermandad y las elecciones de hermanos mayores. ¿Quiere esto
decir que fue fundada en esa fecha? Opinamos que no fue así. Nos inclinamos
más, según las argumentaciones que ya hemos expuesto, que ese hecho tuvo lugar
dentro del primer cuarto de ese siglo, moviéndonos siempre en la incertidumbre,
hasta tanto podamos localizarlo documentalmente.

Partiendo de esta carencia y sin contar tampoco con dato alguno sobre las
constituciones y reglas para su gobierno, con los escasos apuntes que nos
dan las noticias insertas en el citado libro, vamos a intentar componer una
sucinta historia de la misma. Aunque sin una base argumental en donde
sostener al menos un bosquejo de esas normas de gobierno hasta ahora
inexistentes, es a través de esos apuntes cuando nos introduce en el conocimiento
de la reglamentación exigida para la elección de su hermano mayor y
las condiciones demandadas para el ingreso de los cofrades.

En relación a la primera, apunta que se realizaban mediante votación,


teniendo lugar anualmente, entre los meses de agosto-septiembre, época coincidente
con el final de la recolección cerealística, hecho éste no fortuito ni caprichoso, sino
obedeciendo a cuestiones de tipo económico. El acto era celebrado en la sacristía
de la iglesia, o bien en casa del hermano mayor saliente. El cargo era elegible
todos los años, sin constar tuviese un límite de tiempo su mandato.

2 APSSB. Sin titulación, ni paginación.


490 RAFAEL VÁZQUEZ LESMES

Ocurría con frecuencia la reelección de la misma persona, hecho demostrativo


de la confianza en él depositada. Una vez celebrada la votación, de inmediato se
hacía cargo de los fondos de tesorería, tanto en dinero como en especie y firmando
la conformidad de las cuentas presentadas por el saliente. Entre otros derechos y
obligaciones se le confiere el poder de comercializar las cuotas entregadas en
grano y los diferentes productos de la tierra que, en concepto de donaciones,
ofrecían los cofrades y personas devotas.

De las relaciones de hermanos conservadas, se constata una media de


sesenta adscritos a la cofradía, induciendo a pensar el alto grado de participación
devocional del vecindario en torno a la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno,
habida cuenta del escaso número de habitantes. Hacemos singularmente hincapié
en el hecho de estar constituida tanto por hombres como por mujeres. De otro
lado, no aparece cantidad exacta exigida a cada hermano para su ingreso y sin
especificar la cuota anual a aportar que ha de ser en especie -normalmente una
cuartilla de trigo o su equivalente en cebada, escaña o garbanzos- y entregada al
final de la recolección veraniega, suponiendo que esta condición sería favorable al
ser labradores con, relativamente, escasos recursos dinerarios. No obstante -
los menos- aportaban su cuota en metálico. Esta contribución estival era
conocida con el nombre de “demanda de verano”.

Otros ingresos conceptuados como extraordinarios coadyuvan a aumentar


la capacidad adquisitiva de la hermandad. En primer lugar, se contabilizan
las peticiones conocidas como “el plato del día” y realizadas en la puerta de la
iglesia con motivo de la celebración de los cultos de Jueves y Viernes Santo,
consideradas como pequeños óbolos. También la asistencia de la hermandad
a entierros proporcionaba una cantidad, al igual que las rifas efectuadas en su
beneficio de productos de la tierra, como podían ser melones, pollos, sandías, pavos,
racimos de uvas, gamboas..., todos ellos procedentes, igualmente, de donativos de
devotos. Como caso un tanto insólito, mencionaremos los ingresos conseguidos
por la puesta en escena de una comedia en el salón del Pósito en favor de la
hermandad.

Es obvio que en base a los escasos ingresos conseguidos había que ajustar
los gastos de la cofradía. Los ordinarios se limitaban a sufragar el costo del
quinario en honor de su titular, el Sermón del Paso -del que hablaremos después-,
los derechos parroquiales de la procesión, la cera consumida, las misas del día
de la Transfiguración y las ofrecidas en favor de las almas de los hermanos
difuntos. Los considerados como extraordinarios giraban en torno a la órbita
sobre arreglos de la imagen del Nazareno, la reparación de la pintura de la
tela del estandarte, el báculo del hermano mayor, la cruz de altar, las andas,
los faroles...
LA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO… 491

De la imagen nazarena titular se desconoce prácticamente todo. No existen


datos de la fecha de su adquisición, que seguramente ocurriría en torno a la de la
fundación cofradiera que, también, como hemos dicho, no nos es conocida.
Según los entendidos en la materia, se trata de una efigie anatomizada de Jesús
con la cruz a cuestas datada sobre finales del siglo XVIII y de buena planta.
Aunque de fechas un tanto tardías -1879,1884- sí encontramos una relación del
vestuario de su imagen y otros objetos procesionales. De todo se hace constancia
en la entrega de inventarios de un hermano mayor a otro, poniéndonos al
corriente de la sencillez de su ajuar. Consiste éste en dos túnicas de terciopelo
moradas, un paño de palio del mismo tejido, un estandarte de terciopelo con
cruz de metal dorado, una corona y tres potencias de plata, varios faroles de
andas y de palo, cordones de túnicas, camisas, manteles de altar, enaguas, un
par de andas hechas en 1880, candeleros de metal, una cruz con su banda
(sudario) y sus clavos y una trompeta de lata3.

III. CULTOS EN SU HONOR

La hermandad señala y costea los cultos a celebrar en su honor. En la


segunda mitad del XIX y en tiempos de Cuaresma tiene lugar un quinario
dirigido y sermoneado por el párroco, culminando el Viernes Santo con el
denominado Sermón del Paso. Fuera de ese tiempo penitencial, sólo consta
la misa ofrecida por la cofradía el día de la Transfiguración. Éstos, junto a la
asistencia a entierros, son las únicas celebraciones que se han podido constatar.

De la procesión de Jesús Nazareno en su recorrido por las calles de


nuestro pueblo, en la mañana del Viernes Santo, acompañado del paso de las
andas con la Cruz, sudario y clavos, el cuaderno de apuntes no nos da el menor
dato. Recogiendo otros de los apartados que hemos expuesto anteriormente, nos
ha llevado a conseguir una virtual reconstrucción de cómo se desarrollaba,
con bastantes grados de verosimilitud, de tal manera que hoy nos podemos
aproximar a la realidad de lo que fue en su tiempo ese desfile procesional,
siempre, como he dicho, salvando lagunas imposibles de rellenar sin datos que
lo respalden.

Se inicia el recorrido con la salida del templo parroquial y la aparición del


estandarte de la hermandad en la plaza, seguida del hermano mayor con su
báculo, distintivo de su autoridad. De inmediato, aparece el paso de Jesús
Nazareno a hombros de los hermanos que habían sido agraciados en el sorteo
anual de las horquillas celebrado con anterioridad, y utilizadas como sostén

3 Ibid. s. p.
492 RAFAEL VÁZQUEZ LESMES

en los descansos. A ellos se unían otros cofrades portando las varas del palio
de respeto, colocado inmediatamente detrás del Nazareno, y los faroles de palo,
escoltando al paso de la Cruz “con su banda” de música, acompañante del Cristo
en este tiempo, tradición que se ha prolongado casi hasta nuestros días.

Una vez aparecida toda la comitiva en la plaza, se iniciaría el recorrido


por las calles principales de la población hasta volver al centro urbano. En él,
bien a su salida o al finalizar su itinerario, va a tener lugar uno de los eventos
más notables de toda la escenografía procesional. Allí, juntos y quizá encarados
los dos pasos y desde el balcón de una de las casas de la plaza (en la fachada del
ayuntamiento no existe) se iniciaba el denominado Sermón del Paso, tradición
perdida en nuestro pueblo, pero aún perdurable en localidades campiñesas de
su entorno. Una breve descripción del mismo, nos conduciría a rememorar
este acto eminentemente representativo de la devoción del vecindario, a la
vez que su conservación en esos lugares hasta el momento presente nos lleva
a comprender la importancia de conservar sus tradiciones, rememorándolas
orgullosos de su pasado.

Se trata de una escenificación de pura tradición barroca, estudiada con gran


minuciosidad por el profesor Aranda Doncel4. Según este destacado investigador
de la Semana Santa cordobesa, el Sermón del Paso supone una rememoración
de la Pasión de Cristo. El predicador encargado va haciendo un recorrido,
iniciado con la exposición de la comisión del pecado original y la expulsión
de Adán y Eva del Paraíso Terrenal, continuando con el relato de la Pasión
hasta la muerte en la cruz. Los elementos esenciales de la narración se centran
en la Sentencia mala de Pilatos, la buena del Padre Eterno y la relativa a la
Confortación del Ángel. Todo el sermón suele ir acompañado de escenificaciones
bíblicas, en tanto las sentencias se atienen a versificaciones cantadas por un
pregonero.

La realidad del Pregón del Paso en la segunda mitad de la centuria del


XIX en nuestro pueblo es un hecho indubitable, puesto que, como ya hemos
mencionado, su abono consta en la cuenta de gastos de la cofradía. Pero, ¿se
ciñe en su desarrollo al esquema de otras poblaciones de la campiña? Dos
opiniones vamos a plantear como hechos diferenciadores de las citadas. En
aquéllas, el Nazareno va acompañado de una Dolorosa y el encuentro se realiza
con la Madre de Dios, en tanto que en nuestro pueblo lo hace con la
representación del paso de la Cruz con su sudario y clavos, simbolizando el
final de la Pasión.

4 ARANDA DONCEL, J., Jesús Nazareno y la Semana Santa de Castro del Río, Córdoba

2003, p. 403.
LA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO… 493

¿Por qué ocurre esto? Sencillamente, en perfecta concordancia con lo


asentado en el libro que referenciamos, no existe la cofradía o hermandad de los
Dolores en aquellos momentos y su sustitución por la Cruz es imprescindible.
Hemos de añadir que el paso de la Cruz ha procesionado por nuestras calles
junto al Nazareno cuasi hasta nuestros días. El autor de este trabajo lo
recuerda en su niñez.

No creemos que dicho sermón se manifestara en la plaza mediante la


escenificación bíblica acompañante en otros lugares. Ello, por una circunstancia
atenuante en cuanto a la escasa capacidad dineraria de la hermandad, confirmado
por la falta del apunte del gasto invertido en ese concepto. Sí estamos seguros
que la sencillez del acto responde a la modestia de los fieles escuchantes,
representativos de un vecindario sincero, en perfecta armonía con sus sentimientos
religiosos.
Visión de algunas cofradías de Jesús
Nazareno en Perú y España

Javier CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA


Estudios Superiores del Escorial (Madrid)

I. Introducción.

II. Perú.

2.1. Cuzco, convento de San Francisco.


2.2. Oropesa, distrito de Cuzco.
2.3. Lima, convento del Rosario.

III. España.

3.1. Córdoba, ermita y antiguo hospital de San Bartolomé.


3.2. Cáceres, parroquia de Santiago el Mayor.
3.3. Huesca, seo o catedral.

IV. Conclusión.

V. Apéndice.

5.1. Antología de obras de espiritualidad y sermones de Jesús Nazareno.


5.2. Plegaria a Jesús Nazareno Cautivo, Lima.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 495-528. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. INTRODUCCIÓN

En la cultura religiosa popular la imagen por excelencia del “Nazareno”


es la de Jesús con la cruz a cuestas. Después de ser condenado a muerte Jesús
Nazareno, los evangelios narran que cargando con la cruz recorrió desde el
Pretorio al Gólgota. Esa imagen de Jesús por la calle de la amargura -
cronológicamente después de la flagelación y de la coronación de espinas-, será
el modelo que pasará a la iconografía como imagen de piedad más sugerente entre
las escena de la pasión. Luego utilizado por la literatura espiritual y los oradores
sagrados para mover y conmover al fiel, tratando de suscitar arrepentimiento por
sus pecados y ayudar con algún sacrificio personal a llevar simbólicamente la
cruz, haciéndose cirineos. Posteriormente la galería de imágenes enriquecerá
la escena reproduciendo las caídas, el encuentro con la Verónica y las piadosas
mujeres, o siendo ayudado por Simón de Cirene.

Quizás se pueda apuntar y distinguir que, entre la mentalidad popular, mientras


el nombre de Cristo/Jesucristo hace más relación a la faceta divina y redentora del
Hijo de Dios, la de Jesús Nazareno muestra a la del Hombre entregado a cumplir
la voluntad del Padre. Tal vez por esto el pueblo ha conectado más fácilmente con
esta figura y de ahí el enorme arraigo que la advocación religiosa a esa
representación iconográfica ha tenido con pequeñas variantes dentro de los
rasgos generales del modelo descrito.

Por este atractivo espiritual la figura del Nazareno, junto a la del Señor de la
Caña -que se une religiosamente a la misma idea teológica y pastoral-, fueron las
imágenes pasionales más difundidas en América, y escogida la primera por los
respectivos fundadores de Cofradías como advocación de la fundación que hacían.

Como ejemplo de cómo se plasma la devoción nazarena vamos a estudiar


el contenido de unas Cofradías de Jesús Nazareno en el Perú y en España1.

1 Existe abundante documentación sobre cofradías de Jesús Nazareno, su iconografía y

devoción en las Actas de los Congresos Nacionales e Internacionales que desde finales del siglo
pasado se vienen celebrando en diferentes ciudades con diferente eco y tipo de convocatoria;
también se han celebrado Congresos bajo las advocaciones concretas de Jesús Nazareno
Rescatado y de Medinaceli.
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 497

II. PERÚ

2.1. Cuzco, convento de San Francisco2

Se trata de una refundación que hacen unos devotos a comienzos del siglo
XVIII porque el anterior mayordomo había fallecido, con dos secciones: la
de regidores o veinticuatros, que son los oficiales, con cargo anual, y la de
esclavos que se vinculan por devoción. Practicaban la caridad en caso de
enfermedad con los hermanos y un calendario de sufragios por los difuntos,
además del acompañamiento institucional en el entierro. Tenían marcado el
control económico de las limosnas y propiedades, así como del ingreso de
los nuevos cofrades; no se habla de otros detalles de la vida espiritual y no
indica que tuviesen procesión con la imagen titular. De la segunda mitad del
siglo se conserva un inventario de alhajas, ajuar de la imagen titular y de
culto, y algo del retablo y sus imágenes3.

Luis Basques, doña Isabel Mederos y doña Antonia Cabrera, vecinos de


Cuzco, se dirigen al P. Guardián del convento de San Francisco, fray Miguel
de Ocampo, y le exponen que hay en la iglesia una devota imagen de Jesús
Nazareno que ha obrado portentosos milagros y que está fundada una
cofradía desde antiguo pero que el mayordomo que la cuidaba murió hace
doce años y que en la actualidad no hay quien la atienda por lo que se ofrecen a
refundar dicha cofradía poniéndola en forma y con su consentimiento; con la
asistencia del P. Baltasar Navarrete, cura de las cofradías erigidas en la iglesia
de dicho convento, ordenan a Dios nuestro Señor las siguientes constituciones
que han de guardar y cumplir.

- [1] Primeramente ordenan que los hermanos veinticuatro o regidores que


quieren entrar como hermanos darán como limosna cuatro reales; los
casados, un peso por ambos.

- [2] Ítem, ordenamos que los que se asentasen como esclavos del Señor darán
dos reales de entrada y medio real cada viernes de la semana.

- [3] Ítem, ordenamos que los hermanos veinticuatro tienen obligación de


celebrar como fiesta principal de la cofradía el Dulce nombre de Jesús en

2 Archivo Arzobispal de Cusco, Libros Parroquiales, Cofradías, Catedral de Cusco, lib.


III, 1710-1783.
3 COVARRUBIAS POZO, J. M., Cuzco colonial y su arte, Cuzco 1958; CORNEJO

BURONCLE, J.,Derroteros de Arte Cusqueño. Cusco 1960; ESQUIVEL y NAVIA, D. de,


Noticias Cronológicas de la gran Ciudad del Cuzco, 1749; Lima 1980, 2 ts., ed., pról. y notas
de Félix Denegri.
498 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

la que se diga misa cantada con la solemnidad posible, pagando por ella cuatro
pesos. Deberán asistir obligatoriamente a vísperas y misa, pagando un peso de
sanción el que no fuere, tarea que tendrán en cuenta los mayordomos.

- [4] Ítem, ordenamos que después de dicha fiesta se elegirán dos mayordomos
estando reunidos los veinticuatros con el padre que hiciese oficio de cura;
ellos estarán encargados de los bienes de la cofradía y están obligados a
dar cuenta cada año los fundadores para cuyo efecto han de tener una caja
con dos llaves que guardarán cada uno de los mayordomos.

- [5] Ítem, ordenamos que haya un libro donde se asiente la entrada de los
veinticuatro y hermanos esclavos, y otros efectos de limosnas para que haya
claridad en las cuentas que dieren los mayordomos y que el saldo que, según
las cuentas esté pendiente, se cobre precisa y puntualmente.

- [6] Ítem, ordenamos que según lo acostumbrado, para la renovación de la


cera, den los hermanos esclavos cuatro reales al año, y el que después de
pagar afrontase suma pobreza no se le pida y seguirá gozando de todos los
derechos como cualquier hermano.

- [7] Ítem, ordenamos que cuando algunos de los veinticuatro, hermanos


esclavos o mayordomos cayeren enfermos, y hubiere de recibir a Nuestro
Señor Jesucristo, preparen el altar los mayordomos con frontal, mantel y
dos velas de cera.

- [8] Ítem, ordenamos que cuando estuvieran en los últimos momentos de la


vida, acudirán dos sacerdotes del convento y lo asistirán hasta morir, y lo
mismo harán los mayordomos, encomendando el alma a Nuestro Señor
con oraciones y prácticas espirituales.

- [9] Ítem, ordenamos que cuando se hubiera de enterrar a dichos hermanos


veinticuatro y esclavos deberán asistir los demás llevando cuatro velas,
cuatro cirios. Un pendón negro, paño de tumba y ataúd, si con tiempo, a
solicitud de los mayordomos se hicieren las cosas referidas.

- [10] Ítem, ordenamos que cuando algún cofrade difunto tuviese el deseo
de enterrarse en la iglesia del convento donde está fundada la cofradía sea
obligación de los mayordomos darles sepultura.

- [11] Ítem, ordenamos que otro día cualquiera después del entierro se le diga
una misa cantada y otra rezada con doble de campanas para que asistan los
cofrades y así sepan el bien que tienen y se les hace por ser hermanos y
veinticuatro.
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 499

- [12] Ítem, ordenamos que otro día cualquiera que señalaren los priostes
después de la conmemoración de los difuntos se diga una misa cantada por
todos los hermanos difuntos y se pague cuatro pesos de limosna.

- [13] Ítem, ordenamos que los mayordomos tengan obligación de hacer


decir una misa cantada al año de aguinaldo por la intención de todos los
hermanos y cofrades vivos, y para pagar la limosna de dichas misa y las
demás se junte entre todos a medio real.

- [14] Ítem, la forma referida fundamos esta dicha cofradía para lo cual
pedimos y suplicamos al señor procurador y vicario general de este obispado
se sirva aprobar estas constituciones con las calidades y condiciones que
de suso van expresadas, a cuya observancia nos sujetamos principalmente
por servir a Dios nuestro Señor en esta cofradía, y por los aprovechamientos y
frutos espirituales que esperamos conseguir mediante las misericordias de
nuestro Señor.

El 17 de febrero de 1710 don Vasco de Valverde de Contreras, deán de la


santa iglesia catedral, provisor y vicario general en sede vacante, aprobó las
constituciones de la nueva fundación atento a que redundan en servicio y
veneración de Dios nuestro Señor, bien, aumento y utilidad espiritual y
corporal de dichos fundadores y cofrades, mandando que se guarden y cumplan,
y avisando que si en el futuro quisieran añadir o suprimir algo sea con vista y
aprobación del ordinario. Tanto el deán como el escribano no cobraron derechos.

La cofradía siguió adelante y en el mismo legajo citado del Archivo


Arzobispal de Cuzco se conserva un inventario de alhajas y objetos de la
hermandad de Jesús Nazareno, realizado el 8 de agosto de 1763 ante el
notario público y visitador de cofradías en cumplimiento del decreto de don
José de Segura, visitador y juez de testamento y cofradías, a petición del
padre presidente y soto síndico del convento de San Francisco; curioso que
en esa época se prescinda de designarle con el nombre habitual en la orden
franciscana de padre guardián. Había solicitado entregarlo a don Lorenzo (Ortiz)
de Silva recibiéndolo de los herederos de don Juan Álvarez, mayordomo que
fue, ya difunto, respecto de decirse que la cofradía había decaído y padecía
penuria.

Se trata de una descripción donde se enumeran y valoran los objetos de


plata labrada, que no poseía grandes ni buenas piezas, y la ropa. Respecto a
este apartado está la ropa de vestir, como se le llama, que son los vestidos de la
imagen titular de Jesús Nazareno, y describe con cierto detalle las camisas,
túnicas, doseles, y velos de variada calidad: tejidos de cambray (algodón),
500 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

holandas (hilo), terciopelos (seda y algodón), brocados (seda con hilos de oro o
plata), tafetán (seda), encajes chambergos (seda de colores), etc.; algunas piezas
guarnecidas con plata y mayoritariamente bien conservadas. El otro tipo de
ropa es la correspondiente al ajuar del culto y embellecimiento del ámbito
donde estaba la imagen: mantenles, palios, madejas, alfombras.

Aunque no se describe en el inventario el retablo donde estaba la imagen


titular, sabemos que lo había y no era pequeño- porque tenía una imagen de
la Virgen de Rosario con el Niño, vestidos de brocado blanco de oro, tanto el
manto como la túnica; otra imagen de la Virgen de la Soledad con manto de
terciopelo guarnecido de plata; otra imagen de San Juan Evangelista vestido de
tafetán, y una imagen de Ntra. Sra. del Tránsito en su urna dorada con espejos y su
manto de damasco y demás prendas existentes en la urna así como del ajuar de la
imagen. También se incluye la referencia a otras piezas del ajuar de la cofradía que
se guardan en una oficina del claustro bajo del convento como frontales de altar,
blandones, hacheros, mesitas, campanilla, andas, varales dorados del palio, etc.

Doña María Álvarez, hija del anterior mayordomo difunto, afirma que es
cuanto tiene; luego habla de que hay que ver la documentación que haya en
una de las casas de su difunto padre por si existen instrumentos de imposiciones
y fundaciones de capellanías y obras pías, pero están embargadas por el señor
corregidor y hay que esperar a que levante el embargo.

Estando todos presentes se firmó el inventario y se pasó al nuevo mayordomo


don Lorenzo Ortiz de Silva que se obligó a cumplir con sus obligaciones, tener
todos los bienes en buena guarda, y cuidándolos debidamente con el favor y
ayuda del Señor. Se somete a la jurisdicción del juez eclesiástico que fuere y
demás justicias de su Majestad, obligándose su persona y sus bienes habidos
y por haber, renunciando a su propio fuero, domicilio y vecindad para que a
ello le compelan y apremien por todo rigor.

A pesar de resaltar la importancia de la imagen de Jesús Nazareno que


motiva la refundación de la cofradía, sin embrago, luego no se la describe
aunque en el inventario se enumeran otras piezas que poseía la cofradía.

2.2. Oropesa, distrito de Cuzco4

Surge la cofradía hacia finales del siglo XVII impulsada por unos devotos que
desean hacerse esclavos de Jesús Nazareno y cuidar de su culto. Redactaron
las constituciones con ayuda del sacerdote y patrón; son un texto breve para

4 Archivo Arzobispal de Cusco, Libros Parroquiales, Cofradías, Oropesa, lib. I, 1628-1667.


VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 501

el fin del culto, la procesión de la imagen y con carácter funerario institucional


en el entierro y en algunos de los sufragios de los hermanos y bienhechores.
Para ayuda económica establecen la petición de limosna por el pueblo y por
otros lugares, dando cuenta del estado económico al dejar los oficios.

En el pueblo de Oropesa se reunieron el 21 de junio de 1682 unos devotos de


Jesús Nazareno para inscribirse como esclavos de una nueva cofradía estando
presente el Dr. don Jerónimo Zapata, cura vicario del pueblo, patrón y benefactor
de la misma, y se hicieron las constituciones siguientes.

- [1] Primeramente se ordena que para la conservación y aumento de la cofradía


se nombrarán dos mayordomos que la cuidarán con aseo y devoción para que
se conozca que solo atienden al culto y servicio de Dios. Se nombrarán
cada año los mayordomos estando juntos todos los esclavos en presencia
del cura? (roto), y los que acabaren están obligados a dar cuenta (roto) a
sus sucesores, y se atienda solamente a su libro (roto) juramento.

- [2] Ítem, se ordena que los miércoles se pida la demanda en el pueblo y


fuera de él, y de lo procedido se disponga la manera en que se ha de distribuir,
con asistencia (roto). Se ordena que cada mes se cante una misa y se dé al
cura de limosna (roto) pesos, y los miércoles de la cuaresma se cantará con
la solemnidad debida, y se aplicará por los hermanos y bienhechores. Y una
de esas misas por el patrón de dicha cofradía por ser especial bienhechor y
haber hecho y adornado a su costa la capilla desde sus cimientos, que estaba
ubicada en el cementerio.

- [3] Ítem, se ordena que cuando muriere algún hermano se le saque guion y
doce velas para acompañarle en el entierro y se le cante una misa con vigilia
danto cuatro pesos de limosna.

- [4] Ítem, todos los años por la conmemoración de los difuntos se cantará
una misa con vigilia por todos los cofrades y bienhechores, dando cuatro
pesos de limosna.

- [5] Ítem, se ordena que el día de la Exaltación de la Cruz se haga la fiesta


con vísperas cantadas, misa y procesión, dando seis pesos de limosna.

- [6] Ítem, a los que se asentaren por esclavos darán de limosna medio real
por semana. La cofradía le dará cuando muera, ataúd, paño de tumba, cuatro
hacheros, doce velas para poner en el cuerpo y cuatro cirios.

- [7] Ítem, se tendrá un cobrador para que pueda pedir dicha limosna así en
el pueblo como en toda su jurisdicción.
502 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

- [8] Ítem, el miércoles santo haga la cofradía la procesión ayudando con


alguna cera al que por su devoción sacare el estandarte.

- [9] Y por parecernos que esta cofradía será de gloria de nuestro Señor
Jesucristo y aumento del culto divino pedimos y suplicamos a Vuestra Señoría
Ilustrísima nos apruebe dichas constituciones, como lo esperamos de su
santo celo. Justicia que pedimos.

En el pueblo de Oropesa, a 26 de junio de 1682, el Ilmo. Señor Dr. don


Manuel Mollinedo y Angulo, obispo de Cuzco, habiendo visto la fundación
de la cofradía de Jesús Nazareno y las constituciones y las personas que firman
la petición pidiendo licencia para su fundación, movidos de su devoción para
honra y gloria de Dios y acrecentamiento de su culto, para el cual han fabricado
un capilla que está con toda decencia, y las dichas constituciones son loables y
piadosas, dijo su Ilma. que aprobaba y aprobó en todo y por todo lo que en
ellas se contiene confirmando la fundación de la cofradía para que perpetuamente
se sirva en dicha capilla, y dio licencia a los fundadores para que libremente
las usen sin que nadie se lo impida so pena de excomunión mayor.

El escribano don Martín de Irure que estuvo presente en la reunión donde


se redactaron las constituciones cobró 4 pesos y 4 rs. de derechos.

Pocos días después, el 28 de junio de 1682, se asentó por patrón y bienhechor


de la cofradía el Dr. don Jerónimo de Zapata, cura y vicario del pueblo, por
haber hecho la capilla desde los cimientos y con todo el aderezo que tiene,
hecho a su costa, y fomentado la dicha cofradía para lustre y mayor gloria de
Dios, reconociendo que esto debe estar siempre en la memoria de todos y le
encomendemos a Dios.

En una visita que el señor obispo de Cuzco, don Manuel Mollinedo y Angulo,
hizo al pueblo de Oropesa, el 21 de junio de 1687, visitó la iglesia y la capilla de
Jesús Nazareno que estaba contigua, edificada, adornada y dotada por la piedad
de don Jerónimo Zapata, a quien el señor obispo dio repetidas gracias y para
que quede memoria perpetua del dicho donante mandó que se hiciese inventario
de todo. Sigue la enumeración detallada de todos los elementos; llama la
atención el conjunto de piezas, objetos y ajuar litúrgico que tenía la capilla,
lo que significa que la construcción material debía ser buena ya que la dotación
había sido generosa.

Entre los objetos de plata labrada había una lámpara, seis blandoncillos,
dos ciriales, un cáliz con patena, un incensario y una cruz de guion. El ajuar
litúrgico estaba compuesto por tres juegos de casullas forradas de tafetán de
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 503

colores vivos con sus complementos, enriquecidos con pasamano y sevillaneta


de oro y plata, una de ellas de lana de Nápoles morada, y una capa de coro del
mismo tejido. También había tres frontales de buen tejido, uno morado y dos
blancos, con sevillaneta de oro. Piezas de seda tenía dos velos, un estandarte,
dos túnicas, etc.; de lienzo había cuatro sobrepellices, manteles y corporales, etc.

En el apartado de objetos de metal y madera cita un retablo de cedro dorado


con una imagen de la Soledad y otra de San Juan Evangelista y dos de Jesús
Nazareno. También había once pinturas: tres de ellas en el segundo cuerpo del
retablo, tres grandes y dos pequeñas con marcos de cedro dorado, una mediana
con un crucificado y dos pequeñas don la Soledad y San José de medio cuerpo.
En el nicho central de retablo había un arco de flores. Sobre el sagrario había una
lámina pequeña romana con sobrepuestos dorados. La capilla era suficientemente
grande para tener coro con reja de aliso perfilada de oro, pintada de verde, y
una imagen de Cristo crucificado en la mitad, y una ruedecilla de campanillas;
había un órgano pequeño, un escaño grande con tres divisiones y unas andas
grandes de blanco perfilada de oro, un atril de cedro perfilado de oro; cuatro
hacheros dorados de cedro y una reja de cedro perfilada de oro, unas sacras
con moldura metálica y una campanilla de bronce. Y se anota el detalle de
que había un misal nuevo.

La capilla debía de tener culto habitual porque en la enumeración de


algunas piezas se anota por otra mano: consumido/a, o consumióse, y recordamos
que el inventario está hecho cinco años después, por una parte, y que en
algún momento posterior se hizo una revisión y actualización del mismo.

Es de lamentar que teniendo la capilla un buen número de obras de arte,


pintura y escultura, no se describan, y sobre todo, las dos imágenes de Jesús
Nazareno, titular de la cofradía.

2.3. Lima, convento del Rosario5

La devoción a la imagen de Jesús Nazareno fue grande en Lima como se


comprueba en la actualidad por las bellas imágenes y retablos existentes en
las iglesias conventuales de las Casas Grandes de San Agustín, la Meced y
San Francisco, cuyos titulares procesionaban en la importante Semana Santa
de la Ciudad de los Reyes6. Desde el siglo XVII el cuerpo de infantería de
Lima estaba congregado en torno a la Muy Ilustre Hermandad de Militares

5Archivo Arzobispal de Lima, Cofradías, leg. XLII, exp. 7. Alguna hoja deteriorada.
6 LOHMANN VILLENA, G., La Semana Santa de Lima, Lima 1996. LÉVANO, D.,
Procesión y fiesta. La Semana Santa de Lima, Lima 2017.
504 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

de Nuestro Señor Jesús Nazareno y de Santa Catalina de Siena que estaba


erigida canónicamente en el convento grande de Santo Domingo7; a comienzos
del siglo XVIII un grupo de oficiales de esos Tercios retoma el interés por
actualizar la devoción y las reglas de la cofradía redactando un texto amplio
donde se especifican bien las cosas.

Tenía dos secciones: por una parte estaba la de los miembros de las fuerzas
armadas que eran los que formaban el núcleo fundamental, los que organizaban
los actos, gestionaban la administración de los bienes, y dirigían la cofradía;
eran los regidores o veinticuatro. Por otra parte estaba abierta a todos los
devotos sin atender sexo, condición y categoría social. Es obligatorio aceptar
los cargos que son anuales y se eligen por suerte con sanciones económicas para
los que lo rechacen, y tienen regulado el sistema de administración y control de
los bienes y limosnas, así como la revisión de las cuentas al finalizar el mandato
de los oficiales. Se ordena que haya libros donde quede todo registrado, además
de los de actas de los cabildos

Para el desfile procesional la imagen de Jesús Nazareno completaba la


escena de la pasión con el Cirineo y unos sayones; luego incorporó la imagen de
un Señor de la Caña, el paso de palio con la Virgen y San Juan y la preciada
reliquia del Lignum Crucis de Santo Domingo8.

Don Jerónimo de Vozmediano, Maestre de Campo de los Tercios de Infantería


del Batallón de este reino, y don José de Meneses, Capitán del número de
dicho Batallón y secretario de cámara de la Real Audiencia de esta ciudad
usando del poder y facultad que se nos dio en el último cabildo de la hermandad
de Jesús Nazareno y Santa Catalina de Siena, que se celebró el día 27 de mayo de
1708, con asistencia del padre vicario de este convento de Nuestra Señora del
Rosario, fray Tomás de Esplana, y de los demás hermanos veinticuatro de dicho
cabildo, dirigen un memorial a don Manuel de Oms y de Santa Pau, marqués
de Castell dos Ríus, virrey, gobernador y capitán general de estos reinos y provincias
del Perú, Tierra firme y Chile.

El motivo es informarle que dicha hermandad estuvo al cuidado de los


jefes militares de los Tercio de Infantería Española de la Ciudad de los Reyes y
es una de las más antiguas. Que habiendo fallecido los últimos mayordomos

7 CAMPOS, J., y GUTIÉRREZ ARBULÚ, L., Catálogo de Cofradías del Archivo del

Arzobispado de Lima, San Lorenzo del Escorial 2014, pp. 54-60; de los 54 expedientes
existentes en el fondo documental del Archivo 50 corresponden a la cofradía que estudiamos
del Convento de Santo Domingo.
8 LABARGA GARCÍA, F., “Apuntes sobre la devoción a Jesús Nazareno en América

Latina”, en ARANDA DONCEL, J. (coord.), La advocación de Jesús Nazareno. Actas del Congreso
Nacional, Pozoblanco (Córdoba) 2007, pp. 31-68; Perú, pp. 56-59.
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 505

que fueron los Alféreces Juan Ordóñez y Juan Ortiz de Landaeta y recogiendo
los libros de cabildos para la celebración del último que hablan y hacer elección de
mayordomos no han encontrado las constituciones con los graves inconvenientes
que pueden seguirse para el gobierno y régimen de dicha hermandad al no tener
constituciones. Repasando el libro de cabildos han hecho un resumen de las
anteriores y han añadido algunas más que han parecido a este cabildo para que
pedir su aprobación a los jueces competentes, atendiendo solo al mayor aumento
de obra tan justa y que se promueva la devoción y culto de tan divino y devoto
Señor para el bien y utilidad de la hermandad de Jesús Nazareno.

En nombre de este cabildo y en virtud del poder que nos dio hacemos las
constituciones siguientes:

- 1ª. Primeramente ordenamos que la devoción de esta hermandad sea la


misma de su fundación y erección que es la que ha conservado hasta hoy
como la hermandad de los jefes militares de los Tercios de Infantería de
esta ciudad de Jesús Nazareno y Santa Catalina de Siena.

- 2ª. Ítem, constituimos que en esta hermandad pueden entrar todas las
personas devotas que quisieren ser hermanos, de cualquier sexo, calidad y
condición con las condiciones que se expresan en la carta impresa que se
hizo para este fin y se da a cada hermano.

- 3ª. Ítem, constituimos que para el mejor gobierno de la hermandad y que


se promueva el culto de su capilla y adorno de ella como hasta aquí solo
pueden ser recibidos como hermanos veinticuatro los jefes militares de los
Tercios de Infantería como fundadores de ella, sin que con ningún pretexto
pueda ser admitida otra persona, así para ser hermano veinticuatro como
para mayordomo u oficial de ella. En esta hermandad son admitidos todos
los devotos que quieran serlo para gozar todos juntos de todas las gracias e
indulgencias concedidas por la Santa Sede Apostólica, de todos los sufragios
que se hacen, y todo lo demás que se les promete por la carta, pero el
cuidado y gobierno así como la celebración y culto de Jesús Nazareno, cuidado
y ornato de su capilla, y organización de sus fiestas y procesión, guardado
de sus alhajas, recaudación y administración de sus rentas, estará a cargo
de este cabildo y de los jefes militares, sus veinticuatro y fundadores.

- 4ª. Ítem, la festividad de esta hermandad será celebrar todos los años el día
siete de mayo en que se conmemora la corona de Cristo nuestro Redentor
y Señor -el primer domingo inmediato conforme a la bula y jubileo de su
Santidad-, donde se hará también conmemoración de su patrona Santa
Catalina de Siena. La solemnidad será conforme a la renta, y en la medida
506 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

que esta obra fuere creciendo también lo hará el culto divino y todo lo demás
del servicio de Dios.

- 5ª. Ítem, todos los hermanos veinticuatro tienen obligación de asistir a esta fiesta
y a las procesiones que se han hecho siempre: el primer viernes de cuaresma,
que sale de la dicha iglesia de Ntra. Sra. del Rosario a la de la Recolección, y la
del miércoles santo en que siempre ha puesto el mayor cuidado.

- 6ª. Ítem, ordenamos que el primer domingo de enero se junten los hermanos
veinticuatro de cabildo y elijan mayordomos y oficiales; la elección sea por
votos secretos que se echen en un cántaro en la forma acostumbrada, y así
elijan dos mayordomos, dos diputados y un procurador general, y esto se
entienda como va prevenido en la constitución tercera.

- 7ª. Ítem, los mayordomos que fueren electos el primero sea mayordomo
bolsero a quien se le dará poder en forma para la recaudación de las rentas y lo
demás que se pudiere, y el segundo, compañero; ambos se han de elegir en
cada un año si no es que a este cabildo le precise convenir reelegir el uno o los
dos, guardando la misma orden en la votación. Ninguno de los dos hermanos
veinticuatro pueda excusarse de aceptar los oficios so pena de que se borrará
de los libros.

- 8ª. Ítem, el mayordomo bolsero tendrá obligación de tener tres libros fuera de
los del cabildo: el uno para asentar la entrada de las rentas así como de las
demás limosnas, y alhajas que tiene y tuviere nuestra capilla; el otro para
asentar con individualidad los gastos que se hicieren así de los que debe ejecutar
por si como los que ordene el cabildo que serán aquellos irregulares que pasen
de cincuenta pesos; el tercer libro es para que se asienten los que sean recibidos
por hermanos.

- 9ª. Ítem, los hermanos veinticuatro tienen obligación de recibir la cajeta y


pedir limosna la semana que les señale el mayordomo; el que por omisión no
pidiere pagará como sanción la cantidad que se suele recoger de limosna.

- 10ª. Ítem, los hermanos veinticuatro tienen obligación, siendo convocados,


de asistir a todos los cabildos que se hicieren y hubiere necesidad de celebrar,
y al cabildo general que se hace el domingo de Lázaro [o de Pasión en el
calendario litúrgico anterior, actual 5º de cuaresma, que el Evangelio narra
la resurrección de Lázaro, Jn. 11, 1-45], u otro de cuaresma donde se
dispondrá todo lo necesario para la dicha procesión del miércoles santo.

- 11ª. Ítem, se tomarán las cuentas a los mayordomos de la administración


que hubieran tenido a su cargo y para ello nombrará el cabildo contadores
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 507

y personas que las ajusten, y una vez hechas, se aprobarán por dicho
cabildo para que conste de lo que resultare del alcance.

- 12ª. Ítem, todos los hermanos veinticuatro tienen la obligación de acompañar en


los entierros a los hermanos difuntos llevando delante el estandarte con
velas encendidas que se les repartirán los mayordomos y oficiales.

- 13ª. Ítem, ordenamos que además de manifestar lo bueno y necesario que


es el aumento de la hermandad, el dicho cabildo, el cuidado y la asistencia
que obliga a los veinticuatro, que son los jefes militares sus fundadores, la
hermandad dirá por el alma del que falleciere una misa cantada el día
inmediato a su muerte en la dicha nuestra capilla, puesta su tumba con luces, y
mientras se canta la misa se digan en los demás altares diez misas. Si se entierra
en la dicha iglesia del convento se le dará sepultura en la bóveda de dicha capilla
asistiendo los hermanos veinticuatro con el estandarte y luces, y lo mismo se
ejecutará con las mujeres e hijos adultos de los hermanos veinticuatro.

- 14ª. Ítem, ordenamos que el día de difuntos, o en otro cualquiera de su octava,


se digan, además de las que tiene de obligación, una misa cantada, puesta
la tumba con luces, y veintiuna misas rezadas, por los hermanos difuntos
que hubieren sido veinticuatro de dicho cabildo.

- 15ª. Ítem, ordenamos que cada año, tomadas las cuentas al mayordomo y
ajustado el cargo a la data se ponga en una caja de tres llaves, o en otra parte
que pareciere conveniente, la cantidad que se pidiere para los gastos de las
fiestas que van referidas, y si no se tiene renta alguna propia perpetua
estará al cuidado del cabildo moderar en cuanto sea posible los gastos.

- 16ª. Ítem, ordenamos que los hermanos veinticuatro tienen obligación de


aportar cuatro reales de limosna al mes, lo mismo que los ayudantes y sargentos
de los Tercios del Batallón contribuyen de la paga que se les libra de sus
sueldos, y por esta razón se les dará todo lo que se ofrece a cualquier hermano
en su fallecimiento.

- 17ª. Ítem, establecemos que cuando al cabildo le pareciere conveniente


modificar, añadir o quitar constituciones, lo puede hacer, reservando en su
fuerza y vigor las que se refieren a que los jefes militares, como fundadores,
sean veinticuatro de dicho cabildo y ocupando los oficios de él sin que lo pueda
ser otro alguno, ni sea recurrido por tal, y esto queda asentado para siempre.

- 18ª. Ítem, ordenamos que estas constituciones y estatutos se lleven de parte de


dicha hermandad y cabildo al Superior Gobierno y al juez ordinario suplicando
508 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

se sirvan ratificarlas o hagan lo que más convenga al servicio de su Divina


Majestad.

Una vez redactadas las nuevas constituciones se siguió el proceso de presentar


el texto para su correspondiente validación, aprobación y pase. El 3 de junio
de 1708 don Jerónimo Vozmediano y don José de Meneses certificaban el proceso
de elaboración del texto de las constituciones de la hermandad de Jesús
Nazareno, hecho para gobierno de la misma y de presentarlas al señor Provisor y
Vicario General de este arzobispado.

El secretario de la hermandad, don Jerónimo de Huerta, confirmaba que


el cabildo de la misma había comisionaron a los señores Maestro de Campo
del Tercio de los Batallones de este reino, don Jerónimo Vozmediano, y al Capitán
don José de Echevarría Zabala, mayordomo y tesorero para realizar los trámites
de legalización. Y asimismo certificó que en el cabildo se determinó que en
las elecciones de mayordomos que se realizasen el señor Vozmediano tuviese
dos votos y fuese el último en la votación para que, en caso de salir empatados,
pudiese romper el resultado.

El 13 de octubre de 1708 el fiscal, Licenciado Bilbao, informaba favorablemente


el expediente para la aprobación de las constituciones, y el 25 de octubre de
ese año el señor Solórzano expedía el decreto de aprobación. Como último
requisito, el 22 de noviembre, el virrey, marqués de Castelldosríus, confirmaba y
aprobaba las constituciones de la hermandad y cofradía de Jesús Nazareno y
Santa Catalina de Siena, fundada en la iglesia del convento de Predicadores
de la ciudad de Lima, las cuales mandó se guarden y cumplan sin que se
exceda en cosa alguna por convenir así al servicio de Dios nuestro Señor.

III. ESPAÑA

3.1. Córdoba, ermita y antiguo hospital de San Bartolomé.

Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima


Nazarena, San Bartolomé y beato Padre Cristóbal de Santa Catalina9.

Desde finales del siglo XV existe documentación de una cofradía puesta


bajo la advocación de Jesús Nazareno en la colación eclesiástica cordobesa

9
Regla en el Archivo de las Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno de Córdoba.
Texto, en ARANDA DONCEL, J., Historia de la Semana Santa de Córdoba. La Cofradía de
Jesús Nazareno, Córdoba 1989, pp. 265-272.
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 509

de San Lorenzo erigida en una pequeña capilla y hospital de San Bartolomé


en la antigua calle de Carchenilla, hoy de Jesús Nazareno.

La regla de la cofradía fue aprobada por el obispo dominico fray Martín


de Córdoba y Mendoza, el 21 de marzo de 1579, manteniendo su finalidad
asistencial y añadiendo el carácter penitencial que cumplía en la madrugada
del Viernes Santo realizando su correspondiente estación a la catedral y visitando
numerosos templos como se especifica el capítulo VI de la regla; como cofradía
asistencial se compromete a seguir manteniendo la antigua advocación de la
capilla y el hospital para acoger a seis varones según recoge el capítulo II, y
ampliando el objetivo en el siglo XVII cuando se creó un refugio para pobres
y obligándose los hermanos por llevar a los necesitados a los establecimientos
adecuados de acogida y atención imitando a las hermandades de la Santa
Caridad.

La cofradía estaba formada por hombres, mujeres y clérigos; en el siglo XV


tuvo relación con el gremio de los pañeros y posteriormente con el colegio de
escribanos. Fue una cofradía de clase y excluyente por las rigurosas condiciones
personales de raza y limpieza de sangre exigidas para su ingreso, comprensible
en la España del siglo XVI, lo que hizo que, poco a poco, fuese experimentando
un proceso de aristocratización de sus miembros hasta terminar exigiendo la
condición de hidalguía para acceder a ella; esto hizo que la nobleza cordobesa,
ciudad y reino, canalizase en la hermandad de Jesús Nazareno y San Bartolomé
sus sentimientos cofradieros y experimentase un fuerte desarrollo que coincide
con el barroco en forma externas de los ritos y el aumento de la gran devoción
que adquiere la devoción y culto a la imagen titular que sería conocida como
‘Señor de los señores’.

El ingreso en la cofradía del sacerdote Cristóbal de Santa Catalina (1638-


1690) produjo un cambio profundo en el ritmo de la misma a partir de su profesión
en la Tercera Orden de San Francisco en 1670, e incrementándose el carisma
asistencial a pobres y enfermos abandonados, y dando origen por este hombre
de Dios a fundar la Congregación de las Hospitalarias de Jesús Nazareno de
cuyo hospital fue capellán, en 167310.

La cofradía conoció la evolución histórica de las demás congregaciones,


la crisis de la Ilustración, su renacer y esplendor a mediados del siglo XIX,
con reajustes en sus normas. En el siglo XX nuevamente volverá sufrir dos

10 POSADAS, F. de, Vida y virtudes del Venerable siervo de Dios el P. Cristóval de Santa

Cathalina … Fundador del Hospital de Jesús Nazareno de la Ciudad de Córdoba…, Córdoba


1691; http://fhjnazareno.org/web/.
510 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

caídas de las que surge, y adaptada a las nuevas corrientes de espiritualidad


cofradiera es una hermandad floreciente en la actualidad11.

Se cubre el ejercicio interno de caridad entre los hermanos cofrades de


forma post mortem asistiendo y pagando los gastos del entierro, la misa de
réquiem y los demás sufragios. La cofradía no tiene otros ingresos fijos que las
cuotas de los ingresos de los cofrades nuevos y la percepción de las sanciones
impuestas por las infracciones cometidas.

Se echa de menos la asistencia domiciliaria a los cofrades enfermos aspectos


de enorme calidad humana que contemplaban otras hermandades, ni la atención
económica si padecían necesidad y la preocupación espiritual cuando la enfermedad
era grave. Desde el punto de vista religioso sí se preocupa por exigir unos
buenos niveles morales de vida social.

Comienza la regla haciendo una invocación -declaración de buenos


propósitos-, de seguir a Jesucristo con la cruz personal y los trabajos de cada
día tomándolo como luz, guía y maestro según enseña en el Evangelio y el
arma para luchar con el demonio que es el auténtico enemigo. El abrazar la
cruz será la enseña por la que se conocerá a los cofrades de la hermandad de
Jesús Nazareno a quien están dispuestos a seguir como que lo tienen como
cordero, maestro y rey, y a quien piden su gracia para esta vida y la eterna.

Es un texto medio de extensión de nueve capítulos en los que se regulan


unos aspectos básicos de organización religiosa y caritativa: el compromiso
de mantener el hospital existente, celebración de unos actos anuales de
cultos, especialmente la estación de penitencia del Viernes Santo y la obra de
misericordia de enterrar a los hermanos difuntos y ofrecer sufragios por su
eterno descanso. El texto presenta lagunas importantes tales como el tema de
los oficiales, su elección y sus oficios, cómo se obtienen y administran los
bienes, y todo lo relacionado al culto, cuidado, limpieza y adorno del altar/
capilla de la imagen de Jesús Nazareno.

- Capítulo I: Del nombre. Se unirá al nombre de Jesús Nazareno, advocación de


la cofradía, el de San Bartolomé como patrón de la ermita y hospital donde

11 PÉREZ, F., “Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María

Santísima Nazarena, San Bartolomé y Beato Padre Cristóbal de Santa Catalina”, en


http://www.nazarenocordoba.es/index.php/hermandad/historia SÁNCHEZ HERRERO, J. (Ed.), y
PÉREZ GONZÁLEZ, S.Mª (Coord.), CXIX Reglas de Hermandades y Cofradías Andaluzas.
Siglos XIV, XV y XVI, Huelva 2002, p. 216. ARANDA DONCEL, J. “Tradiciones barrocas en
la Semana Santa cordobesa: el sermón del paso y las cofradías de Jesús Nazareno”, en ARANDA
DONCEL, J. (coord.), La advocación de Jesús Nazareno. Actas del Congreso Nacional,
Pozoblanco (Córdoba) 2007, pp. 69-126.
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 511

se funda y establece la hermandad, pagando el que olvide de ponerlo en


los documentos y donde deba figurar oficialmente una libra de cera la
primera vez, dos la segunda y sea causa de expulsión en la tercera.

- Capítulo II: De las fiestas. Se celebrará de forma solemne con oficio litúrgico de
Víspera, misa cantada y sermón los días de San Bartolomé (también con
procesión por el barrio), y el día de la Encarnación que se celebrará el primer
día de Pascua de resurrección; para sufragar estas fiestas pagarán los
hermanos un real por cada una. Serán fiestas sencillas los días de San Mateo,
Santa Lucia y Santa Ana. Solo la fiesta de San Bartolomé es obligatorio
celebrarlo en la capilla; las otras se pueden hacer los oficios en la parroquia, o
en la capilla con el clero parroquial. Mantendrán el hospital con seis camas
para hombres pobres viejos que no sean enfermos, siendo admitidos con
licencia del hermano mayor.

- Capítulo III: De la elección del hermanos mayor. Se tendrá en cabildo general el


domingo siguiente a San Bartolomé -24 de agosto-, después de ser exhortados
por un sacerdote cofrade a elegir al más digno rechazando todo tipo de
soborno. En un lugar apartado el sacerdote con el escribano y otro hermano
vayan recibiendo el testimonio de cada uno de los cofrades. El que más
votos obtuviera será el elegido para ese año y es obligatorio aceptarlo; si lo
rechaza pagará de multa una arroba de cera. El saliente junto con el segundo
que más votos haya sacado pasarán a ser los dos alcaldes. El domingo siguiente
a la elección tomarán cuentas a los oficiales salientes de la gestión efectuada.
Los ausentes a los actos que son convocados pagarán de pena 10 mrs. así
como los que alteren el orden de los cabildos.

- Capítulo IIII: De las cualidades para ingresar: “Todo hombre o mujer que
quisiere ser nuestro hermano sea pacífico, virtuoso, honesto, no amancebado, ni
borracho, ni rufián, ni negro, ni mulato, ni de oficio vil, antes de trato
noble, oficio honroso, cristiano viejo, limpio de casta y generación sin sospecha
de moro ni judío de padres y abuelos paternos y maternos”.

- Capítulo V: De las cuotas de ingreso. El aspirante pagará seis rs. de plata a


la entrada; será admitido por unanimidad o la mayoría del hermano mayor
y los oficiales cumpliendo los requisitos del capítulo anterior.

- Capítulo VI: De la procesión del Viernes Santo. El domingo de Ramos se


tendrá cabildo general para organizar la salida procesional; los hermanos
habrán confesado y comulgado y depuesto las rencillas que hubiere entre
ellos. Después de poner su nombre en una cédula el hermano mayor irá
sacando una a una y asignado los diversos puestos: portadores de estandartes,
512 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

andas, ciriales, y hacer demandas, etc.; el que lo rechazaré pagará una libra
de cera quedando obligado a cumplir el oficio que se le diere; el resto de
hermanos irán portando cruces con devoción. La túnica y de la cofradía es
de lienzo rojo con capirote del mismo color y soga ciñendo la cintura.

Desde el domingo de Ramos hasta el Jueves Santo se recogerán las limosnas


que quieran dar los hermanos y alguna añadida del arca del hospital puedan
dar de comer el Jueves a doce pobres y dándoles a cada uno 8 mrs. En la
madruga del viernes realizarán la estación de penitencia a la Iglesia Mayor y
templos que se especifican con el recorrido.

- Capítulo VII: De las insignias. Portarán el pendón de damasco banco de la


cofradía con sus insignias bordadas, dos docenas de cirios; si no hay suficientes
cofrades con túnicas se intercalarán con personas particulares que vayan
con capa negra. Saldrá el guión negro bordado en oro con el nombre de Jesús
Nazareno seguido de las andas de plata con la sagrada imagen del titular; a
continuación irán los hermanos con las cruces y en medio de ellos llevarán
a San Juan, y cerrando el cortejo la imagen de la Virgen Nuestra Señora
acompañada de algunos clérigos.

- Capítulo VIII: De los difuntos. En la muerte de algún hermano la cofradía llevará


a la casa del difunto/a velas, paño y caja, e informará a todos los miembros
de la hermandad la noticia para que vayan a la casa mortuoria y al entierro.
Los herederos deberán abonar los atrasos pendiente si los tuviera para poder
aplicar los sufragios establecidos; si los impagos corresponden a tres años la
cofradía solo sufragará el entierro y la misa de réquiem. Si el muerto fuere
pobre reconocido la cofradía le aplicará todo lo establecido. Los sufragios que
se hacen por cada uno de los difuntos son: misa de réquiem cantada donde
se entierre, otra en San Juan de Letrán celebrada por un sacerdote cofrade y
treinta misas, quince en la iglesia que se haya enterrado y las otras quince en
la parroquia del difunto. La cofradía hace frente a esos gastos cobrando a cada
hermano por cada uno de los fallecidos 6 mrs. Los mismos sufragios se harán
pro la mujer del cofrade; no dice nada si es el difunto es el marido de una mujer
cofrade no siéndolo él. En caso de muerte del padre, madre o hijos mayores de
diez años solo hará el entierro y la misa de réquiem. Para los hermanos clérigos
no pagarán por el entierro de las esposas de los hermanos y la cofradía aplicará
por sus padres los mismos sufragios que por los de los otros hermanos.

- Capítulo IX: De los escusados y paniaguados. Los hermanos que no quieran


recibir las honras fúnebres establecidas solo están obligados a pagar 2 rs.
al año, “salvo si fuere tan viejo o enfermo que no pueda servir”. Con los
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 513

paniaguados la cofradía solo está obligada a enterrarlo con la cera de la


hermandad en atención a los servicios hechos.

3.2. Cáceres, parroquia de Santiago el Mayor (o de los Caballeros)

Pontificia y Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora


de la Misericordia12.

La cofradía se fundó en la segunda mitad del Siglo XV (1464) bajo la


advocación mariana de la Virgen de la Misericordia, con fiesta principal de
estatutos al día de la Inmaculada; tenía como objetivo el ejerció de su nombre,
dando sepultura a los pobres y acompañando a la de la Santa Caridad en el
entierro de los reos.

El cambio más importante lo experimenta en 1609 cuando llega a Cáceres


la imagen de un Jesús Nazareno que se adquirió al escultor Tomás de la Huerta
con taller en Ciudad Rodrigo que trabajaba con otros encargos hechos por el obispo
don Pedro de Carvajal. Es una talla media-grande (1,75 m. de altura), imagen
articulada de cuerpo entero para vestir; en el último tercio del siglo XVIII se le
dotaría de una cruz de madera revestida de carey con adornos y remates de plata.

En la Semana Santa de ese año 1609 hizo su primera estación de penitencia


y con el impulso del prelado se hacen nuevos estatutos. Fue inmediata la
popularidad y el fervor suscitado por esta imagen del Nazareno que pasó a
ser considerado el “Señor de Cáceres” y la cofradía cambió su nombre por el
de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Misericordia. Por
privilegios de Pío VII y Fernando VII en el siglo XIX la cofradía antepondrá
los títulos de Real y Pontificia.

En 1778 se hicieron nuevos estatutos -que son los que aquí recogemos y
estudiamos-, y en el siglo XIX la cofradía arrastra una vida lánguida sufriendo la
decadencia de la religiosidad popular extendida por muchos territorios de
España; a mediados del siglo XX no experimentó un cambio importante por
el impulso de un grupo de cacereños que unieron a las iniciales imágenes de los
titulares otras transformando el desfile procesional en un recorrido catequético del
Viernes Santo y logrando un momento culminante de espiritualidad en la
madrugada religiosa de ese día después de haber ido procesionando varios
días de la Semana Santa13.

12 Archivo Histórico Diocesano de Coria-Cáceres, Fondo Parroquial Santiago el Mayor.


Cáceres, Libro 69.
13 Existen buenos resúmenes de la Historia de la Cofradía: MONTES MACÍAS, F.,

https://es-es.facebook.com/fernando.montesmacias/posts/512991272208249;
514 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

El 15 de noviembre de 1777 se reunieron en la capilla de de Nuestra Señora


de la Misericordia y Jesús Nazareno de la iglesia de Santiago de Cáceres el
mayordomo y oficiales de la cofradía, a saber: Agustín Fragoso, mayordomo;
Vicente Villar, diputado mayor; Bernardo Naharro, alcalde viejo; Antonio Laso
Nacarino y Francisco de Borja, alcaldes; en presencia del escribano manifiestan
que no hay ordenanzas de la cofradía “por estar las que tienen muy confusas
y no conformes a la práctica, estilo y gobierno que hoy se tiene”, decidiendo
ponerlas “en un libro para que no se traspapelen ni pierdan y siempre consten”.

El 2 de abril de 1778 se presentó el texto al visitador eclesiástico del


obispado de Coria, don Martín Bravo Fernández de Velasco, y se remitió al
párroco para que informase si eran en prejuicio de los derechos parroquiales.
El 26 de agosto de ese año don Diego Felipe Aparicio informaba que eran
conformes en todo y dignas de aprobación

Aunque es documento original con las firmas de los testigos -tiene algunas
hojas más en limpio-, tiene pasajes oscuros creando dudas sobre lo que prescribe
y algún añadido interlineal, le falta en el comienzo de algunos epígrafes el
término latino de Ítem como sinónimo de también o del mismo modo en la
relación de lo que se prescribe, así como la expresión “ordenaron y mandaron”
con que se empieza cada uno de los apartados, que otras veces se cambia por
“acordaron y mandaron”.

Son unos estatutos amplios y en algunos casos demasiado complejos por


la casuística que establece, por ejemplo, en lo referente a las cuotas de ingreso;
tiene cierto carácter de nobleza inferior, con caballeros, hidalgos y varones
de profesiones urbanas liberales. Distingue confusamente entre hermano y
cofrade, entrar para servir (ser oficial) o no. Es fundamentalmente procesional,

HERRERO GARCÍA, J. A., http://cofrades.sevilla.abc.es/profiles/blogs/pontificia-y-real-


cofradia-de.
En ambos casos hemos detectado un error. Se cita un breve de Pío VII, de 24 de enero de
1806 diciendo que el papa “edita un Breve para perpetuar la memoria, mediante el cual y en el
caso de que no cayera en domingo el día de la fiesta Principal de esta Cofradía, ésta puede
pasar y celebrar así la fiesta de la Exaltación de la Cruz al domingo siguiente”. Analizando el
texto, Pío VII lo que hace es conceder una serie de indulgencias con las condiciones canónicas y
morales prescritas por la Iglesia. Así recoge la doctrina Pablo VI: “Para ganar la indulgencia
plenaria se requiere la ejecución de la obra enriquecida con la indulgencia y el cumplimiento
de las tres condiciones siguientes: la confesión sacramental, la comunión eucarística y la
oración por las intenciones del Romano Pontífice. Se requiere además, que se excluya todo
afecto al pecado, incluso venial”, Constitución Apostólica “Indulgenciarum doctrina”, de 1-I-
1967, en http://w2.vatican.va/content/paul-vi/es/apost_constitutions/documents/hf_p-vi_apc_01011967
_indulgentiarum -doctrina.html .Copyright - Libreria Editrice Vaticana. Puede verse el concepto
de “indulgencia”, en el Código de derecho Canónico» (c. 992), y en el Catecismo de la
Iglesia católica (n. 1471).
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 515

con poca carga espiritual y reducidos actos de culto y sufragios por los
difuntos. Llamativamente los oficiales tienen asignada gratificación económica
y no parece excesiva la carga de trabajo.

- [1] Primero ordenaron y mandaron que la cofradía se ha de servir siempre


por oficiales que puedan asistir a las cosas de la dicha cofradía. La junta se
compondrá de un mayordomo, dos caballeros diputados hidalgos, un
diputado mayordomo, cuatro alcaldes, portero, muñidor y escribano.

- [2] Asimismo acordaron y mandaron que fiesta oficial de la Virgen se


celebrará el 8 de diciembre, día de la Inmaculada. Con misa cantada con
diáconos, órgano, sermón y oficio de vísperas cantadas. Tendrán obligación
de asistir el mayordomo y diputado alcalde habiendo cuatro hachas encendidas;
al día siguiente se celebra una misa por los hermanos vivos y difuntos. El
14 de septiembre se celebra la fiesta de Jesús Nazareno como la de la
Virgen. Por todos los oficios se pagan 88 rs. sin contar los sermones que
ya se dirá más adelante.

- [3] Asimismo ordenaron y mandaron que el día de la Purificación de Ntra.


Sra. asistirán con cuatro hachas para la procesión, bajo multa de una libra
de cera y se ha de prevenir dos pichones, rosca de melcocha y una vela de
libra para el cura.

- [4] Ítem, ordenaron y mandaron que el mayordomo, diputado, alcalde y


escribano se junten en la capilla o en la sacristía en presencia del cura y
escribano para hacer cabildo para nombrar y oficiales que sirvan la cofradía y
quedando siempre un alcalde diputado de los anteriores que gobierne a los
nuevos. La elección se hará el día de la Inmaculada o el siguiente y los
oficiales podrán repetir más veces su puesto.

- [5] Ítem, ordenaron y mandaron que se haga la procesión del Miércoles Santo
a las cuatro de la tarde para que termine a la hora de costumbre y su recorrido
será el acostumbrado; desfilará con los sagrados titulares y la imagen de la
Verónica. Tienen obligación de asistir todos, incluso los sacerdotes cofrades.

- [6] Ítem, acordaron y mandaron que el caballeo diputado más antiguo lleve
el estandarte de guía; otro caballero hidalgo dirige la procesión en
compañía de otro que es invitado. Los cofrades que hayan servido de alcaldes
son los que pueden sacar las imágenes o que hayan sido elegidos en cabildo y
la cofradía les proveerá de túnicas moradas.

- [7] Ítem, acordaron y mandaron que lo que no asistan se les sancionará con
dos libras de cera y se lleve el cumplimiento de la pena con rigor. Los
516 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

caballeros diputados que no asistan pagarán media arroba de cera pudiendo


ser sustituida por otra sanción.

- [8] Ítem, acordaron y mandaron que la procesión del Miércoles Santo salga al
finalizar el oficio de tinieblas y se predique a los cofrades pagando al predicador
28 rs.; por los dos sermones de las fiestas se pagará 50 rs. por cada uno.

- [9] Ítem, acordaron y mandaron que a los cabildo de elecciones acudan los
ya referidos y si algún otro intentase entrar se le sancionará con la pena
que imponga el cabildo.

- [10] Ítem, ordenaron y mandaron que en las demás procesiones que salga
la Virgen -octava del Corpus e Inmaculada-, y otras, llevará el estandarte
el escribano o el diputado mayordomo, y la imagen de la Virgen los cuatro
alcaldes, y las hachas los cofrades designados por el mayordomo.

- [11] Ítem, acordaron y mandaron que no se reciba en la cofradía con excusa


de no servir porque todos deberán servir menos los que se diga, y no están
excusados todos los que tienen que ir alumbrando y si lo hace el mayordomo
pagará media arroba de cera.

- [12] Ítem, acordaron y mandaron que como algunos oficiales faltan a los actos y
no hay quien lleve las hachas y las insignias el mayordomo puede obligar con
penas a los incumplidores y los que no quieren pagarlas se les borre.

- [13] Ítem, asimismo acordaron y mandaron que el mayordomo encargue


decir una misas fijas por los bienhechores que se citan.

- [14] Ítem, acordaron y mandaron que el escribano haga las papeletas de los
hermanos que han de llevar las insignias y alumbrar en la procesión del
Miércoles Santo.

- [15] Ítem, asimismo acordaron y mandaron que el mayordomo rendirá


cuentas de su gestión a los quince días de cesar en el puesto en presencia
de los alcaldes que hayan servido.

- [16, Ítem]. Siguen unos apartados con enorme variedad de tarifas para el
ingreso de cofrades, su 1ª y 2ª mujer, los hijos herederos y no herederos en
vida del titular o después de muerto, los varones según su categoría social,
laboral y rentas: caballeros, hidalgos, letrados, escribanos, procuradores,
labradores, pastores, sacerdotes y clérigos, religiosas dependiendo la orden,
viudas y doncellas dependiendo de la categoría del marido o padres; además
de las cantidades en metálico tienen que pagar una libra de cera.
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 517

- [17, Ítem]. Cuando fallezca en la casa de un hermano un hijo/a soltero se


asistirá al entierro con las insignias; si es menor y lo pide se darán dos hachas.
Si muere un criado asistirá la cofradía cobrando 9 rs. que es el gasto de la
cera, si muere en casa de un cofrade no pagará nada (sic).

- [18] Ítem. Al hermano cofrade que muera se le dirán doce misas rezadas
incluida una de indulgencia pagando 2 rs./misa y 3 por la de indulgencia.

- [19, Ítem]. Las personas que deben servir y pidieren entrar en la cofradía
estando en el artículo de la muerte pagarán 28 rs. y libra de cera; si son
caballeros hidalgo y de profesión liberal “pagarán según las entradas de
estos acrecentándose según lo que pagan por sus entradas”.

- [20] Ítem, acordaron y mandaron que cualquier oficial que muriese en su


cargo se le dirán una misa con diáconos y vigilia pagando 33 rs. poniendo
el estandarte con dos hachas sobre la sepultura y teniendo responso cantado;
se avisará a la familia por si quiere asistir. Establecen diferentes cuotas si
quieren que haya acompañamiento

- [21] Ítem, acordaron y mandaron que la cofradía tenga un archivo o arca


de tres llaves -que tengan el mayordomo, el diputado mayordomo y el
escribano-, para guardar bien los papeles, y siempre que el mayordomo
necesite algún documento dejará un recibo de que lo sacó. Tendrá una
ranura por la que se pueda depositar limosnas que junta el portero, y se
abrirá en presencia de la cofradía (los oficiales) el día que se celebra la
misa por los hermanos difuntos.

- [22] Ítem, acordaron y mandaron que el mayordomo pueda recibir y


expulsar a criados por motivos justificados, así como a los alcaldes que no
cumplan con sus obligaciones; puede imponer penas y multas, y cuando no
las paguen habiendo utilizado los medios oportunos para lograrlo y siendo
requeridos dos veces por el portero y la tercera por el escribano, se les
borrará.

- [23, Ítem], Para que mejor cumplan su trabajo le les dará a los oficiales
una gratificación: mayordomo, 24 rs, diputado mayordomo, 6 rs.; alcaldes,
26 rs. a cada uno; escribano, 50 rs.; portero, 88 rs.; muñidor, 26 rs.

- [24] Ítem, al trompetero por tocar en la procesión del Miércoles Santo, 6 rs.
518 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

3.3. Huesca

Cofradía de Jesús Nazareno y Santa María de Salas14.

De origen bajomedieval a comienzos del siglo XVI renueva sus estatutos;


es una cofradía que recoge los fines asistenciales a los hermanos enfermos,
devoción y culto a la imagen titular de Jesús Nazareno y de sufragios por los
que fallecen.

Los estatutos son amplios y tienen bien recogidas las funciones de los
oficiales; fueron renovados en el episcopado de don Juan de Aragón y
Navarra15. Por obligación institucional los miembros del Cabildo catedral
pertenecías a la cofradía y obtuvieron en 1611 de Paulo V una indulgencia
plenaria para aquellos de votos que contribuyeran con su limosna a las obras
de la catedral. Realizaban la estación de penitencia procesionando desde la
Iglesia Mayor a la ermita de la Virgen de Salas, y en los altares de los dos
templos lucían siempre dos lámparas16. Gran impulsor a la devoción a Jesús
Nazareno fue el obispo Aragón y Navarro gran pastor y mecenas de la Iglesia
oscense, en cuyo pontificado se finalizaron las obras de la catedral que puso
bajo la advocación de Jesús Nazareno y de la Virgen María su madre, y en
nombre Jesús Nazareno fue consagrada la seo y a Él dedicó el retablo mayor
el 24 de febrero de 151517.

Se trata de unos estatutos en los que se describen minuciosamente los


fines y las obligaciones de los hermanos y las funciones de los oficiales.
Comienza con un exordio de alto contenido teológico que hace sospechar la
mano de un eclesiástico en su redacción; tiene pasajes oscuros, según la
transcripción que utilizamos, y contradictorios en algunos pasajes; no se
enuncian los preceptos con orden lógico de importancia. Fue cofradía mixta de
hombres, mujeres, sacerdotes y clérigos. Gira la mayor parte de las prescripciones

14 Archivo de la Catedral. Texto transcrito por don Ralf Bernhard y don Luis Garcia, archivero

diocesano, y alojados en pdf en http://www.nazarenohuesca.es/content/files/articulos_028_1517 ---


ESTATUTOS-DE-LA-COFRADIA-DE-JESUS-NAZARENO-Y-SANTA-MARIA-DE-SALAS.pdf.
15 AÍNSA Y DE IRIARTE, F.D., Fundación, excelencias, grandezas y cosas memorables

de la antigua ciudad de Huesca, Huesca 1619, pp. 423-426.


16 Ibid, pp. 593-601.
17 Ibid, pp. 507, 509 y 525. Sobre la cofradía de Jesús Nazareno y sus aniversarios,

NOVELLA Y DOMÍNGUEZ, V. de, Ceremonial de la Santa Iglesia de Hueca, ms., Parte II, ff.
18-23 (cofradía), Parte III, ff. 49-51 (aniversario); http://bibliotecavirtual.aragon.es/bva/i18n/
consulta/registro.cmd?id=2529.
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 519

en torno al tema funerario de la muerte y los sufragios, sin ejercicio de la caridad


que tanto invocan en la introducción, con los hermanos enfermos y los necesitados.
Tampoco se habla de la organización interna de la cofradía: elecciones, tipos
de oficiales, competencias y duración de los cargos, administración y rendición
de las cuentas, etc.

Comienzan poniendo una invocación trinitaria para recordar que San


pablo pone a Jesucristo Nazareno como fundamento del edificio de toda obra
buena queriendo continuar y aumentar sus gracias espirituales y aumentar sus
frutos, en cuya cofradía se ejercen obras de caridad pues entre sus miembros
debe haber caridad, amor y aprecio que les une a Dios que es caridad, madre
y raíz de todas las virtudes, y recordando unos textos de San Gregorio y San
Agustín ponen a Jesucristo como fundamento para edificar las obras buenas de
la congregación o confraternidad para alabanza, honor y gloria de Jesucristo
nazareno en cuyo honor está fundada y edificada la sede oscense, y su Madre
Santa María de Salas, “los infrascritos cofrades predichos informados por las
autoridades e inspirados por el Espíritu Santo, y mediante su gracia” fijan los
siguientes estatutos:

- [1] Primeramente establecemos y ordenamos que hay perpetuamente dos


luces en los altares de Jesús Nazareno y Santa María de Salas por los cofrades
vivos y difuntos y por los bienhechores.

- [2] También establecemos y ordenamos que se digan en la Seo cien misas


a un sueldo (= 12 dineros) cada una siendo contabilizado y pagado por el
mayoral clérigo sin incluir otra cantidad e intención.

- [3] También establecemos que el día de la Candelaria los mayorales den a


los repartan cirios para acompañar la precesión de la Seo por este orden de
dos en dos: tras la cruz los cofrades legos y su mayoral clérigo, los hombres,
la clerecía, las cofradesas y su mayoral. Al finalizar la procesión los mayorales
cobrarán y recogerán los cirios. Los que no asistan sin haber pedido excusa
pagarán seis dineros de multa los cofrades y cuatro las cofradesas que ejecutarán
los mayorales.

- [4] Se recuerda que antes los cofrades velaban ante el altar de Jesús Nazareno la
noche del Jueves al Viernes Santo con doce cirios y por los daños y escándalos
se ha cambiado.

- [5] Establecemos y ordenamos que el mayoral ponga tres cirios el sábado


de ramos por la noche delante del altar de Jesús Nazareno con asistencia de
los cofrades que puedan asistir y recen quince padrenuestros y avemarías en
520 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

remisión de los pecados y por los cofrades difuntos y los bienhechores. Para
avisar del acto el campanero tañerá a banda la campana de Jesús Nazareno.
“Y el cofrade que a esto no será, y justa excusación no habrá demandada
licencia, el cofrade pague cuatro dineros y la cofradesa pague dos dineros
y sean ejecutados por los mayorales, cada uno de ellos”.

- [6] Ítem, establecemos y ordenamos que el miércoles de las témporas de


septiembre se haga procesión general con cirios encendidos a la iglesia de
Nuestra Señora de Salas y allí se diga misa cantada por un canónigo y la
pagarán a doce dineros; el campanero tocará la campana de Jesús Nazareno a
la entrada y salida de la procesión de la Seo. Después de la misa se celebrará
capítulo en el poche de la iglesia sobre las cosas que se tratarán y deben
hacer en el capítulo general del lunes de la Trinidad. El cofrade que no asista
pagará de multa seis dineros. El día anterior martes los mayorales harán el
anuncio con la campana. El 15 de septiembre de 1557 se ajustaron las limosnas
que se debían dar a los participantes: celebrante, maceros, porteros, escolares,
infantes, cofrades y cofradesas.

- [7] Ítem, establecemos y ordenamos que el día de la Stma. Trinidad se tenga


misa mayor y procesión en la Seo con cirios que entregarán los mayorales,
siguiendo el orden de la Candelaria. Cada cofrade rezará diez padrenuestros y
avemarías; se tendrá sermón siendo el orador maestro en teología y le pagarán
cinco sueldos, dando diez de limosna a los pobres. Los que no asistan sin haber
pedido licencia paguen la misma multa de la Candelaria.

- [8] Ítem, establecemos y ordenamos que al día siguiente lunes se tendrá en


la Seo la misa cantada de aniversario por los difuntos de la cofradía siendo
obligatoria la asistencia de todos los miembros. El celebrante, diácono y
subdiácono serán canónigos por lo que percibirán un sueldo y seis dineros,
respectivamente (posteriormente subido a dos sueldos y ocho dineros). Se
tocará a muerto con las dos campanas mayores: la víspera, antes de comenzar
la misa y cuando se diga el responso. Al finalizar se haga procesión con la
cruz mayor seguida del cabildo, clero y cofrades y se digan los responsos
acostumbrados. Los cofrades recen diez padrenuestros y avemarías. Para
animar a la asistencia distribuirán los mayorales a todos los asistentes -clérigos
y seglares- dos dineros habiendo llegado desde la epístola; los ausentes
pagarán la multa establecida en la Candelaria.

- [9] Ítem, establecemos y ordenamos que el mismo lunes de la Trinidad al


finalizar los oficios religiosos se llame a capítulo general en el claustro de
la Seo. El prior y los mayorales propongan los temas a tratar y lo que quedó
pendiente en el capítulo de las témporas.
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 521

- [10] Ítem, visto el buen establecimiento que tiene la cofradía formarán parte
de la misma el obispo, cabildo y clero de la Seo.

- [11] Ítem, los miembros del cabildo y clero de la Seo que ingresen dentro
del mes después de estar hechos los estatutos no pagarán las tasas; los que
los hagan después pagarán las tasas fijadas.

- [12] Ítem, establecemos y ordenamos que cualquier miembro del cabildo


que acceda al cuerpo capitular sea recibido en la cofradía y pague treinta
sueldos y dos más para un cirio, “y el cincuantino infrascrito de cincuenta
sueldos” y lo demás relacionado con el apartado de difuntos.

- [13] Ítem, cualquiera que ingrese en la cofradía pagará treinta sueldos y dos
para un cirio.

- [14, Ítem] Las ordenanzas para el entierro y funeral de los cofrades son
casuísticas sea en la Seo o en una iglesia diferente, se diga la misa cantada
de réquiem con diácono y subdiácono en el altar de la Virgen o de Jesús
Nazareno, si asiste el cabildo y clero de la Seo con la cruz mayor a recoger el
cadáver a la casa mortuoria, y luego si son también ellos los que lo entierran,
y si la inhumación es a una hora en que ya no se pueden celebrar misas. En
la segunda mitad del siglo las tarifas de la misa se aumentaron18.

- [15] Ítem, establecemos y ordenamos que cuando muera un cofrade paguen


sus derechos los herederos o ejecutores testamentarios “cincuenta sueldos
de cincuantino” que son para el cabildo y clero de la Seo. Y esto se pagará
se entierre en la Seo o en otra iglesia.

- [16] Ítem, establecemos y ordenamos que todos los cofrades sacerdotes sea
cual sea su dignidad en la defunción de otro cofrade están obligados a decir
una misa sin estipendio por el difunto el día que muriese o dentro del mes.
Si el clérigo no fuese sacerdote diga o hay de decir siete salmos [¿penitenciales?];
y los seglares digan o hagan decir treinta padrenuestros y avemarías el mismo
día o tres después de la defunción. El presbítero que no diga o hiciere decir
la misa dentro del tiempo establecido (sic) el mayoral clérigo la haga de
decir y pague el presbítero obligado.

18 Al final del documento se pone un texto modificado. Ítem, establecemos y ordenamos

que en la muerte de cualquier cofrade se reúnan los hermanos en la Seo al toque de la campana de
Jesús Nazareno y con cirios encendidos y el cabildo vayan a la casa del difunto a recoger el
cadáver y trasladarlo a la iglesia donde vaya a ser sepultado; si es en la Seo asistirán a la misa
y entierro el cabildo y los seglares, y si es en otra iglesia, solo tienen obligación de participar
los seglares. Los que no asistan sin haber pedido excusa, el clérigo perderá el salario, el cofrade un
sueldo y la cofradesa seis dineros (= 0,5 sueldo).
522 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

- [17] Ítem, establecemos y ordenamos que si el cofrade difunto y sus herederos o


ejecutores testamentarios quisieren celebrar novenario y misa de cabo de
año se aplica un casuística similar a la del entierro con un suplemento que
tuvo en la segunda mitad del siglo.

* * *

Para una visión general de las cofradías estudiadas presentamos el siguiente


cuadro resumen de los aspectos más importantes:

Temas Cuzco Oropesa Lima Córdoba Cáceres Huesca


Sede Convento de Capilla del Convento Capilla hospi- Parroquia de Catedral
S. Francisco cementerio del Rosario tal S. Btme. Santiago
Tipo Regidores y Los devotos Militares y Cristianos De varios Los devotos
hermanos Esclavos que quieran devotos viejos grupos soc. que quieran
Fiesta principal Dulce nom- Exaltación 7 mayo: co- Encarnación Exalt. Cruz e Candelaria
bre de Jesús de la Cruz ronac. Xto. y S. Bartmé Inmaculada D. Trinidad
Procesiones No dice Miércoles Viernes 1º Viernes Miércoles S. Témporas
Santo Cuaresma Santo y otros días Candelaria
Miérc. Sto. la Virgen D. Trinidad
Elecciones Solo los re- Generales Solo los re- Generales, no Generales Generales
gidores gidores secretas
Visita enfermos Si No dicen No dicen No dicen No dicen No dicen
Asistencia a Oficial con Oficial con Oficial con Oficial con Oficial con Oficial con
los entierros insignias insignias insignias insignias insignias insignias
Sufragios difunt. Si Si Si Si Si Si
Libros registro Tienen Tienen Tienen No dicen Tienen No dicen
Control cuentas Hacen Hacen Hacen Hacen Hacen Hacen
Multa infractores No dicen No dicen Si Si Si Si
Oficiales con No No No No Tienen No
gratificación

IV. CONCLUSIÓN

Estamos dentro de la normalidad de la mayoría de las cofradías en las que


predomina en sus ordenamientos el tema funerario en doble sentido: por una
parte espiritual por la aplicación de sufragios por el eterno descanso de los
cofrades difuntos, y por otra parte la ayuda a sufragar los gastos del entierro.
También está el aspecto social de sentirse acompañado de signos externos -pendón,
cirios, paño mortuorio, cruz procesional y presencia de los hermanos cofrades-,
que confortaban a los familiares en esos momentos.
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 523

El compromiso religioso contenido en las reglas que analizamos de los


siglos XVI-XVIII no es alto porque las inquietudes de la comunidad cristiana
giraba en torno a la preocupación de tener cierta garantía de la salvación eterna
por medio de sufragios e indulgencias.

Es cierto que en alguna de estas cofradías tienen el requisito de cuidar la


vida moral externa de sus miembros y de los aspirantes, pero no es elevado
el número de ellas que lo consignen en sus reglas, una de las seis estudiadas.
Sólo una tiene prescrito el precepto de ejercer la obra de misericordia de visitar y
cuidar a los enfermos, y de exigir el cumplimiento pascual de la confesión y
comunión.

Destaca por dos temas: la preocupación por ordenar la procesión y estación


de penitencia -en cinco casos- que deberán hacer en la procesión de Semana
Santa con las imágenes de los sagrados titulares y que se haga con respeto y
solemnidad; el otro tema estrella es hacer el entierro de los hermanos difuntos
con carácter institucional de llevar las insignias de la cofradía y cirios encendidos
y oficiar misa de réquiem y celebrar a lo largo del año sufragios por los difuntos.

No son muy explícitas en la regulación de la gestión y administración de


los bienes aunque tienen libros de cuentas y se ordena claramente que deben
presentar el balance de la gestión anual a los regidores del año siguiente.
Tampoco se habla de cuidar el patrimonio artístico, si lo tenían, el ajuar
litúrgico y de culto y utillaje procesional, y hubo cofradías que tuvieron
donaciones de objetos y bienes de algunos devotos y de una adjuntan un
inventario detallado.

En este trabajo solo se analizan seis cofradías pero al ser su elección de forma
aleatoria confiere a los resultados el valor de sondeo más significativo. Desde el
punto de vista geográfico las cofradías estudiadas son urbanas y separadas
entre sí -salvo una de Cuzco-, y distantes las de España lo que permite tener
como un pequeño modelo para futuros trabajos.

V. APÉNDICE

Adjuntamos una pequeña antología de textos de tipo espiritual nazareno


sobre el significado de Jesús y la cruz para el fiel y apreciar el signo de la
espiritualidad; lógicamente van en paralelo los textos con las líneas de la
religiosidad de la época, destacando mayor hondura en los antiguos y más
devoto (pío) el último, lo que significa un cambio sensible de la orientación
y signo de la religiosidad personal de los fieles.
524 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

5.1. Antología de obras de espiritualidad y sermones de Jesús Nazareno

- Reflexión espiritual:

“Jesucristo tiene ahora muchos amadores de su reino celestial, mas


muy poquitos que lleven su cruz. Tiene muchos que desean su consolación, y
muy pocos que quieran la tribulación: muchos compañeros para la mesa,
y pocos para la abstinencia: todos quieren gozar con Cristo, mas pocos
quieren sufrir algo por él. Muchos siguen a Jesús hasta el partir del pan;
mas pocos a beber del cáliz de la pasión. Muchos honran sus milagros;
mas pocos siguen el vituperio de la cruz (…)

En la cruz está la salud y la vida. En la cruz está la confusión de los


enemigos. En la cruz está la infusión de la suavidad soberana. En la cruz
está la fortaleza del corazón. En la cruz está el gozo del espíritu. En la
cruz está la suma virtud. En la cruz está la perfección de la santidad. No
está la salud del ánima, ni la esperanza de la vida eterna, sino en la cruz.

Toma pues la cruz, y sigue a Jesucristo, e irás a la vida eterna; él vino


primero, y llevó su cruz, y murió en la cruz por ti, porque tú también la
lleves, y desees morir en ella. Porque si murieres juntamente con él, vivirás
con él, y si fueres compañero de la pena, serlo has de la gloria. Mira que
todo está en la cruz, todo está en morir en ella. Y no hay otro camino para
la vida y para la verdad y entrañable paz, sino el camino de la santa cruz
y continúa mortificación”19.

- Meditación espiritual:

“A la pregunta que les hizo Cristo nuestro Señor, respondieron, que


buscaban a Jesús Nazareno, queriendo el Espíritu Santo por sus bocas,
aunque tan malas, declarar que el que buscaban para prenderle y matarle,
era Jesús, Salvador del mundo, Nazareno y Santo, consagrado á Dios y
florido con virtudes celestiales, porque tal había de ser el que con su muerte
nos había de salvar. O Jesús Nazareno, si los hombres te conociesen,
todos te buscarían, no para darte la muerte, sino para que tú les dieses la
vida. Búsquete yo, dulce Jesús, para que seas para mí Jesús: búsquete
yo Santo Nazareno, para que por tí sea yo santo, y consagrado á tu
servicio”20.

19 KEMPIS, T. de, De la imitación de Cristo, II, 11 y 12, respect.


20 PUENTE, L. de la, Meditaciones espirituales, parte IV, meditación XXIV.
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 525

- Sermón de un octavario a Jesús Nazareno:

“Quexóse Christo desamparado en el Teatro de su paciencia: Vt quis


dereliquisti me? Y sutil S. Pascasio añadió a esta quexa vna misteriosa
clausula: Peruenire al Crucem. Como si dixera, este Señor, para que fue
dexarme llegar a la Cruz, si quanto tenía que consumar en el Calvario, lo
executé con los luzimientos de mi amor gigante en el Camino? Anticipo
mi fuerza a la realidad la eficacia del deseo, y quien caminava al peso de
vn Tronco a morir, abreviaba a cada paso el padecer. Menos parece la pena
del Calvario, que el anisa amorosa del Camino y así es vna consumación
anticipada en cada paso, la que fue consumación expressada en el Calvario:
Quia omnia consummata :: Vt consumaretur :: Consumatum est.

Siete modos de consumar su Triunfo Christo, destinguió Hugo Cardenal


sobre nuestro Evangelio; porque si es oy día, que JESVUS NAZARENO
a de luzir con siete resplandores, y son siete los Cielos, que predican la
Gloria de Dios, Coeli ennarrant Gloria Dei (…) Es vna viva Imagen de
JESVS NAZARENO en el Camino; vive porque aun no a llegado la muerte
del Calvario: equivale a muerto, porque a consumado su Triunfo. Es el que
salió para vencer venciendo, Exiuit vincens, vt vinceret, que fue su salida
vna consumación de su Victoria: Consummatum est”21.

- Sermón Historia y Moral de la Pasión de Jesuchristo, nuestro Señor:

“Fieles, hijos de Dios, cómo no caéis muertos de sentimiento? Con la


Cruz acuestas ha de salir para ser en ella crucificado, el Hijo de Dios vivo,
verdadero Dios, y hombre! Por las calles públicas de Jerusalén ha de salir
como malhechor, para ir al suplicio, el que es la misma inocencia! Con su
purísima sangre ha de ir regando las calles como reo, el inocentísimo Hijo de la
Serenísima Virgen María! O asombro, que jamás pudo caber en pensamiento
criado! Más o asombro que cupo en el pensamiento de Dios! Así sale el
Abel justo, porque le lleva su hermano el hombre al campo para quitarle
la vida; así sale el mejor Isaac, dice San Efrén, cargado con la leña en que
ha de ser sacrificado por el remedio del hombre; así sale el Moysés de la
Ley de la Gracia, abriendo calle por el Mar Bermejo con la Vara de la Cruz,
para que pasen las almas a la Gloria; así echan de los Reales al purísimo
Jesús, como si fuera leproso, porque tomó sobre si la lepra de nuestras culpas.
O amor sin igual, y que excede a la mayor ponderación!

21 SANTA TERESA, A. de, Sermón panegírico de Jesús Nazareno con la cruz al ombro.

Dixolo en el último día del muy solemne octauario, que se celebró en el Conuento de Carmelitas
Descalzos en la villa de Alcaudete…. En Málaga [1701], pp. 7-9.
526 JAVIER CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA

De esta suerte iba el Rey del Cielo y Tierra, tomando posesión del
principado, pues como dixo Isaías, puso sobre los hombros todo su Señorío;
de esta suerte iba el Sansón valeroso, el dignísimo Nazareno cargado con
las puertas, y con los postigos de Gaza hasta la cumbre del Monte; de esta
suerte iba el valiente Josué, haciendo ostentación de su valor contra el
infernal Amalech…”22.

5.2. Plegaria a Jesús Nazareno, advocación del Cautivo. Lima, 189623

“Dios grande! justo, misericordioso e infinito, padre amable! Vos solo


hermosísimo y amantísimo que os entregaste[is] a las miserias de los
hombres, que sufristeis el ser abofeteado, flagelado, coronado de espinas,
crucificado y muerto en un afrentoso patíbulo, por amor a mí; vos solo
gloriosísimo sobre todos las cosas en que estuvieron, están y estarán todos
los bienes junta y perfectamente! Vos solo sois digno de todo servicio, de
toda honra, y de toda alabanza eterna!

Dulcísimo dueño mío, aquí me tenéis postrado a vuestros pies: Vos


sabéis los bienes que más falta me hacen y cuán pobre soy en virtudes.
Oh Señor a nadie que os busque desecháis, sino antes bien le salís al
camino, porque vuestras delicias son estar con los hijos de los hombres.
Vedme aquí delante de vos: pobre, huérfano y desnudo pidiendo gracia e
implorando misericordia; dadme Señor perfecta conversión de mi corazón.
Vos que sois la verdad por excelencia haced que pueda distinguir tus divinas
inspiraciones de los falsos engaños del mundo para que pueda conoceros,
amaros, alabaros y no ofenderos.

Dadme esfuerzo para desocupar mi espíritu de toda inútil solicitud y


congoja y para que no me lleven tras sí vanos deseos por las cosas perecederas
de este mundo.

Limpia Señor lo interior de mi corazón para que solo quede impreso


en mi alma os sufrimientos de vuestra pasión y muerte con indelebles
caracteres de fuego y no sea el tiempo ni las vanidades del mundo las que
me hagan olvidar que derramasteis vuestra preciosísima sangre por amor
a mi; dadme verdadera pureza y limpieza de conciencia para que pasada
inocentemente según vuestra santa ley la carrera de esta miserable vida

22 EGUILETA, J.A. de, Sermones para los misterios más clásicos de las festividades de

Jesuchristo…, Madrid 31976, t. III, pp. 124-125.


23 Archivo Arzobispal de Lima, Cofradías, leg. XV, exp. 23.
VISIÓN DE ALGUNAS COFRADÍAS DE JESÚS NAZARENO EN PERÚ Y ESPAÑA 527

salga mi alma de la cárcel de este cuerpo tan adornada de merecimientos


y virtudes que sea recibida misericordiosamente en las moradas de vuestra
gloria.

Usad conmigo de esta misericordia; que mue[ra] yo a todos mis apetitos y


viva solo para vos. Oh Padre, Oh Rey, Oh Señor, Oh bien mío, Oh centro
de mi alma. More yo en Vos, descanse en Vos, y no tenga otra gloria, ni
otro tesoro, sino a solo Vos, para que así todo yo sea siem[pre] vuestro, y
vos seáis siempre mío, en los siglos por siempre. Amén”.

Examinado por el censor Fr. B. González vio correcto el texto el 18 de


marzo de 1896, y el gobernador eclesiástico concedió licencia para que se
pudiese imprimir y circular.
La antigua Cofradía de los Pobres de la
Cárcel: San Juan Bautista Degollado (1591-
1835), y su fusión con la Cofradía de
Nuestro Padre Jesús el Rico

María Pepa LARA GARCÍA


Real Academia de Bellas Artes
de San Telmo de Málaga

I. Orígenes. Cárcel Plaza de las Cuatro Calles.


II. Traslado de la Cárcel al barrio de San Rafael en 1834.
III. Creación de la Cofradía de los Pobres de la Cárcel.

IV. Donaciones a la Cofradía de los Pobres de la Cárcel.


V. Acuerdos municipales en beneficio de la Cofradía de la Cárcel

VI. Reales Cédulas: 1627 y 1636.


VII. Real Cédula Felipe V.
VIII. Exposición detallada del contenido de la Real Cédula de 4 de
febrero de 1738.
IX. Situación económica de la Cofradía de la Cárcel en el siglo XVIII.
X. Extinción de la Cofradía de la Cárcel a mediados del siglo XIX.
XI. Evolución de la Cofradía de San Juan Bautista Degollado en el
siglo XX.
XII. La Cofradía de Nuestro Padre Jesús el Rico y María Santísima
del Amor.
XIII. Fusión de ambas Cofradías.

Religiosidad popular: Cofradías de penitencia,


San Lorenzo del Escorial 2017, pp. 529-544. ISBN: 978-84-697-5400-9
I. ORÍGENES. CÁRCEL PLAZA DE LAS CUATRO CALLES

En la citada Plaza existía un baño árabe, propiedad de la Iglesia, donado


por los Reyes Católicos a su entrada en la ciudad, año 1487. Después de
renovadas peticiones, el Ayuntamiento, hacia 1500, consiguió el baño árabe
y lo habilitó para cárcel pública.

Desde que la cárcel pública comenzó su andadura, la situación era insostenible


debido al elevado número de presos que se encontraban hacinados por la falta de
espacio, dada la estrechez de edificio carcelario. En los casos de enfermedad
y, sobre todo de epidemias, la prisión era un importante foco de infección.
Años tras años la situación se repetía, incluso iba empeorando.

Francisco López de Bustamante, alcalde mayor teniente corregidor, el 25


de enero de 1815, contestó a un requerimiento de la Chancillería de Granada,
la cual había pedido se le informase del estado de la prisión, añadiendo que había
nombrado a los arquitectos: Silvestre Bonilla y Francisco de Paula Acosta para
que pasasen a reconocer el estado actual de la cárcel pública, su extensión,
capacidad y seguridad. Éstos, en febrero del referido año informaron, adjuntando
un plano de su planta y un perfil que manifestaba la altura de sus pavimentos.

Los arquitectos decían en su informe que, el primer defecto de la cárcel


malagueña consistía en que no fue hecha para este fin, por cuya razón carecía de
seguridad en las partes de sus paredes, las cuales estaban metida entre medianerías
dos de los cuatro lados de que se componían, pues su planta era un trapezoide,
como se podía comprobar en el plano. Carecía de ventilación y, no siendo factible
mejorarla por la estrechez de su terreno, los calabozos, con motivo de tener
los techos tan bajos y carecer de ventilación directa, eran muy húmedos y, por
ello, producían olores fétidos. Por lo tanto, no merecía la pena invertir ninguna
cantidad en el mencionado edificio carcelario.

También el 15 de febrero de 1815, los médicos: Francisco Estrada y José


de Huertas informaron en el mismo sentido que los arquitectos, después de
pasar por la cárcel. Añadían que, al ser el edificio propiedad de los Propios
de la Ciudad, y estar en un sitio tan ventajoso, podría venderse con bastante
utilidad y el producto serviría para construir una nueva cárcel1.

1 Archivo Real Chancillería de Granada. Caja 4314, pieza 3.


LA ANTIGUA COFRADÍA DE LOS POBRES DE LA CÁRCEL… 531

II. TRASLADO DE LA CÁRCEL AL BARRIO DE SAN RAFAEL EN 1834

En este estado continuó la prisión pública hasta mediados del siglo XIX.
En el año 1833, y a causa de la epidemia del cólera morbo, la Junta Superior
de Sanidad expuso los perjuicios para la salud pública debido al mal estado
de la cárcel, al estar situada en la plaza principal de la ciudad -actual Plaza de la
Constitución-. En sesión de Cabildo de 13 de septiembre de 1833 se acordó;
«Que incontinenti se proceda a habitar el Cuartel en jerga que se halla en el
barrio de San Rafael para cárcel, como único proporcionado por todos
conceptos para ello, desterrándose de una vez para siempre el mal que
produce la actual cárcel».

En sesión siguiente, día 15, se dispuso que, inmediatamente, se procediese a


la ejecución de la obra; acordándose sacar a subasta el edificio de la cárcel
vieja de la Plaza y promover su venta. El 4 de marzo de 1834 se celebró la
subasta del edificio de la antigua cárcel a favor de Manuel Agustín Heredia
en 123.000 reales.

Sobre este solar de la vieja cárcel más el de la demolida capilla de Santa


Lucía, Heredia abrió el Pasaje que lleva su nombre y aún se conserva. Éste,
con las casas que los constituían, quedó terminado en 1837.

La nueva prisión situada en el Pasillo de la Cárcel -hoy Avenida de la


Rosaleda-, permaneció hasta que se construyó la situada en la barriada de
Carranque -inaugurada en 1933-. Pero sólo se trasladaron los reclusos masculinos,
dejando en el antiguo edificio a las mujeres, convertido, desde entonces, en cárcel
de las mismas, también llamado más tarde “Instituto Geriátrico de Mujeres”,
continuando como tal, hasta, aproximadamente, los años setenta. En la actualidad,
es sede de la Policía municipal. Y la cárcel, a partir del año 1991, se ubicó en
Alhaurín de la Torre. En la actualidad -2017- se encuentra terminado, desde 2013,
un nuevo edificio, situado en Archidona, aunque todavía no ha sido inaugurado
por falta de medios económicos para su mantenimiento2.

III. CREACIÓN DE LA COFRADÍA DE LOS POBRES DE LA CÁRCEL

Dada la cercanía a la cárcel real de la Compañía de Jesús, la cual se


encontraba como sabemos en la calle de San Sebastián -hoy Compañía-; los

2 LARA GARCÍA, Mª P., Historia de las cárceles malagueñas, Colección Ciudad de

Málaga, 2000, y La Cárcel en la Plaza de las Cuatro Calles de Málaga (1492-1834), en


Péndulo (Málaga), nº XXIII (2012) 38-49.
532 MARÍA PEPA LARA GARCÍA

antecedentes de esta Cofradía debemos buscarlo en la asistencia a los presos,


que esta orden religiosa dedicaba, desde su fundación en esta ciudad3.

Parece ser, que el impulsor de la Cofradía de la Cárcel, en Málaga, fue el


P. Cristóbal Méndez de Cabrera sobre el año 1591, quien predicaba su misión
en plena plaza pública, con la que convenció a personas piadosas para que le
ayudasen a paliar las desgracias de los presos pobres. Su llamamiento fue secundado
por las clases más pudientes de la ciudad y organizaron la Hermandad de San
Juan Degollado, siendo su cometido principal recoger públicamente limosnas
para proporcionar a los reclusos alimentos, vestidos, auxilio espiritual a los
condenados a muerte y, después, sepultura al cadáver.

Dos años después, redactaron unas Ordenanzas -en veinticinco capítulos-,


fechadas el 1 de junio de 1593, aprobadas y confirmadas por el obispo García de
Haro, estableciendo el número máximo de sus integrantes en 24 cofrades4.

IV. DONACIONES A LA COFRADÍA DE LOS POBRES DE LA CÁRCEL

Pese a que, con cierta frecuencia, los hermanos mayores de la citada Cofradía
se quejasen de la falta de medios económicos -ante las autoridades locales y
la corona-, para atender las necesidades de los reclusos, tenemos variadas pruebas
documentales de ayudas y donaciones de particulares a dicha Hermandad. Por
ello, eran frecuentes las mandas testamentarias en las que eran beneficiados los
presos pobres de la cárcel, a través de la Hermandad. Veamos algunos ejemplos:

Títulos de un censo a favor de la Cofradía, que impusieron Francisco


Natera Salvatierra y Catalina de Rojas y Bonilla, sobre unas casas en la calleja
de la Puerta de Antequera del año 1625, los cuales perduraban, todavía, en 1654.

Otros títulos de un censo, 1641, a favor de dicha Hermandad fue impuesto


por Juan Bogas, sobre dos casas en la calle de Jinetes y, una heredad de viña
en el Partido de Gálica, que aún persistía en 1779.

Títulos de 200 ducados de censo a favor de la Cofradía que hizo Pedro


Hidalgo, racionero, año 1668, impuesto sobre veintitrés fanegas de viña en el
Partido de la Fuente de la Reina. Proseguía todavía en 1778.

3 GÓMEZ GARCÍA, Mª C., y MARTÍN VERGARA, J. Mª., La Cofradía de San Juan


Bautista Degollado, “Pobres de la Cárcel”, en Isla de Arriarán (Málaga), nº XI (1998) 149-
158; y La cofradía de San Juan Bautista Degollado, "Pobres de la Cárcel", en Vía Crucis
(Málaga), nº 4 (1990).
4 (A)rchivo (M)unicipal (M)álaga. Sección Propios, Legajo nº 137/14.
LA ANTIGUA COFRADÍA DE LOS POBRES DE LA CÁRCEL… 533

Títulos y escrituras de imposición de censo sobre casa principal en calle


de la Victoria, frente a la de La Fuente, que impuso Antonio de Borja, en
1692, legándolo a sus cuñados Lorenzo y Salvador Pérez Cebreros y éstos, a
su vez, a la Hermandad de San Juan Bautista Degollado. Años después, en
1778, permanecía dicho censo.

En 1779, Juan García Matamoros, como principal y, Diego de Torres como


fiador, ofrecieron unos títulos de un censo, a favor de los pobres de la cárcel,
impuesto sobre una viña en el Partido del Piojo, dos casas en la villa de
Almogía y, otra viña en el Arroyo de Campanillas, que poseían por escritura
del año 16035.

V. ACUERDOS MUNICIPALES EN BENEFICIO DE LA COFRADÍA


DE LA CÁRCEL

Años después, Juan de Navarrete, escribano del Cabildo, presentó el 13 de


mayo de 1613, varios testimonios; y se vieron y leyeron las preeminencias u
ordenanzas que los hermanos de la Cofradía de la Cárcel, pretendían que la
Ciudad les concediese, para que muchas personas pudiesen dedicarse al cuidado
de los pobres de ella.

Los cofrades, Blas de Silba Meneses y Pedro de Artiaga aducían que “en
dicha cárcel había ordinariamente más de cien presos pobres de toda solemnidad
y muchos galeotes que se remitían a ella para nuestras galeras y, que ni los
unos ni los otros tenían de que sustentarse, por no haber consignado ninguna
consignación para ello”.

La Ciudad acordó se les guardasen dichas preeminencias -contenidas en


su Memorial, donde constaba los veinticinco capítulos-. Y se escribiese a los
representantes que el Ayuntamiento tenía en Cortes, los cuales obtuviesen Real
Cédula, para que sus Propios pudiesen dar anualmente de limosna cincuenta
ducados.

Por Auto de 10 de mayo de 1625, Diego de Villalobos Benavides, corregidor


de la ciudad, ordenó les fuesen guardadas sus preeminencias a la referida
Cofradía6.

5 A.M.M., Propios, Leg. nº 137; expedientes: 7, 8, 9, 10 y 12.


6 A.M.M., Colección Originales, Vol. 42, fol. 292; 13 de mayo de 1622.
534 MARÍA PEPA LARA GARCÍA

VI. REALES CÉDULAS: 1627 Y 1636

Felipe IV les concedió Cédula Real el 13 de septiembre de 1627. Así pues,


fueron aprobadas y confirmadas las preeminencias y, concedida licencia a la
Ciudad para que, sin incurrir en pena alguna, diese de sus Propios a la citada
Cofradía lo acordado en el Cabildo de 13 de mayo de 1613.

Hasta ese momento, la Cofradía, de sus propias haciendas, procuraban socorrer


a los presos pobres. Pero el motivo de las Cédulas Reales era el incumplimiento,
por parte de la ciudad, de los acuerdos a que se había comprometido y muy
particularmente el que “para ayuda al dicho sustento hubiese de dar de sus
Propios a la dicha Cofradía en cada un año cincuenta ducados”.

Por ello, el 8 de julio de 1636, a instancias de Pedro de Morales y Gaspar


de Coca, hermanos mayores de la Cofradía, quienes habían mostrado y recordado
a la ciudad lo ordenado por el rey en la primera Cédula de 1627, en cuanto a los
compromisos adquiridos por acuerdos de su Ayuntamiento con respecto a
dicha Cofradía.

Parece que, finalmente, el Cabildo, al menos cuando la Cofradía estaba en


apuros, acudía en su ayuda, con la aportación prometida y, así, vemos cómo -en el
Cabildo del 7 de diciembre de 1676-, concedió cincuenta ducados a la Cofradía de
los Pobres de la Cárcel7.

Sabemos que la Cofradía atendía, tanto la alimentación de los pobres,


como la salud de los mismos; puesto que, este punto ya se recogía en las
Constituciones del año 1593. Lo comprobamos en la sesión de Cabildo del
21 de enero de 1678, donde se leyó una solicitud presentada por el P. Francisco de
Acevedo para que, debido al gran número de presos enfermos que había en
la cárcel, se habilitase un lugar para enfermería8.

VII. REAL CÉDULA FELIPE V

Existe un Real Despacho del rey Felipe V, fechado el 4 de febrero de


1738, que vuelve a tratar del tema de la Cofradía o Hermandad de la Cárcel
facilitándonos algunos datos más sobre dicha institución.

De este segundo documento -un siglo después del primero de Felipe IV-,
podemos sacar unas cuantas conclusiones, documentos y fechas relativos a la
Cofradía de la Cárcel:

7 A.M.M., Actas Capitulares, Vol. 92, fol. 237v; sesión 7 diciembre de 1676.
8 A.M.M., Actas Capitulares, Vol. 94, fol. 27; sesión 21 enero 1678.
LA ANTIGUA COFRADÍA DE LOS POBRES DE LA CÁRCEL… 535

El 29 de octubre de 1672, presididos por D. Fernando de Coalla, diputado de


la Hermandad por el Ayuntamiento, se aumenta a 52 el número de cofrades.

Del 13 de mayo de 1737 data una provisión librada por el Consejo a instancia
de la Hermandad, mediante la cual se confirman sus estatutos y privilegios,
limitando el número de individuos a veintiséis.

VIII. EXPOSICIÓN DETALLADA DEL CONTENIDO DE LA REAL


CÉDULA DE 4 DE FEBRERO DE 1738

En este segundo documento, se dirige el rey al gobernador y al Ayuntamiento


de la ciudad de Málaga y, en él, expone la Hermandad de la Cárcel, y de acuerdo
también la ciudad, le había hecho relación de una Provisión Real, fechada el 13 de
mayo de 1737, y librada por su Consejo a instancias de la Hermandad, mediante
la cual se le confirmaban a ésta sus privilegios y estatutos “para que de este
modo se volviera a restablecer el cuidado y asistencia en el alimento de los
pobres y enfermos encarcelados...”.

Se determinaba, también, en la mencionada Provisión, el número de individuos


de que constaría la Hermandad, fijándose éste en veintiséis, resultando escaso
dicho número por el gasto que suponía atender a tantos pobres encarcelados
y a los muchos enfermos que había en prisión. El crecimiento de la ciudad y del
número de sus habitantes, que antes eran “las tres partes menos de población”,
repercutió en el incremento de la población reclusa; y si, en un principio, el
número de pobres rara vez llegaba a los veintitrés, ahora le sobrepasaba con
creces.

Por todo ello, se menciona y recurre a sus Ordenanzas, y concretamente a


la número veinte, que disponía “que, a proporción de las urgencias y como
lo pidiesen”, se podía reformar aumentando el número de los hermanos.

Así, el 9 de julio 1672, por designación de la ciudad, ya se había aumentado


el número de hermanos hasta cincuenta y dos -tantos como semanas tienen el
año-, para que cada uno de ellos, en la semana que por su turno le tocase,
cuidara “del diario sustento de dichos pobres encarcelados y enfermos”,
mereciendo la aprobación de la ciudad, a la que se le habían expuesto los
motivos expresados, y comunicaba la necesidad de mil ducados cada año
para el alimento de los presos.

En esta situación, acuden a la majestad de Felipe V, para que, a la vista


de lo expuesto, permita a dicha Hermandad los cincuenta y dos individuos
536 MARÍA PEPA LARA GARCÍA

que ya había tenido en otras ocasiones, para que de esa forma, entre todos
pudiesen cubrir los gastos. El rey ordenó lo siguiente: que se aumente el número
de hermanos hasta cincuenta y dos, y que anualmente se entregue por la
ciudad al depositario de la Hermandad la cantidad de cien ducados.

Así se resuelve y fecha en Madrid a 4 de febrero de 17389.

IX. SITUACIÓN ECONÓMICA DE LA COFRADÍA DE LA CÁRCEL


EN EL SIGLO XVIII

Durante el siglo XVIII la Cofradía continuó ayudando a los presos pobres;


aunque se vio afectada por la expulsión de los jesuitas -1767-, puesto que éstos
fueron, desde sus inicios, los impulsores y, además, tenían su sede en el propio
Colegio.

Sin embargo, después de consultar los documentos de donaciones, a la


citada Cofradía, creemos que ésta, no estaba tan necesitada cómo querían hacer
creer. De hecho, Narciso Díaz de Escovar, en un artículo, nos dice que, “…Esta
cofradía fue muy rica puesto que consiguió muchos legados a su favor…”.

A beneficio de esta Cofradía de la Cárcel se celebraron numerosas funciones


en los teatros malagueños de entonces y, nos lo prueba, el anuncio de un
espectáculo llevado a cabo en el Teatro Principal, el jueves 4 de agosto de 1796,
fecha en la que se representó la comedia: “Por acrisolar su honor, competidor,
hijo y padres”10.

X. EXTINCIÓN DE LA COFRADÍA DE LA CÁRCEL A MEDIADOS


DEL SIGLO XIX

Desconocemos, con exactitud, cuándo se disolvió la Cofradía de la Cárcel,


pero tenemos constancia, por dos documentos, de que en 1832 todavía permanecía
muy activa. De fecha 31 de octubre de 1831 es el primer documento, una carta
Hermandad, por la cual se reconocía como hermano de la “Real Cofradía del
Señor San Juan Bautista con título de su Degollación” a Francisco Estrada, por
el que se compromete al “mantenimiento, curación y asistencia de los pobres
encarcelados…”, siendo hermano mayor Vicente González Moreno. Firmada
por el general González, gobernador de Málaga.

9
BEJARANO PÉREZ, R., La cofradía de la Cárcel (1613-1738), en Isla de Arriarán
(Málaga), nº VII (1996) 7-15, y Colección Originales, Vol. 51, fol. 83 y sig.; 4 febrero 1738.
10 (A)rchivo (D)íaz de (E)scovar, Caja, 127/31.2
LA ANTIGUA COFRADÍA DE LOS POBRES DE LA CÁRCEL… 537

El segundo documento es una nómina de hermanos de dicha cofradía,


fechada el 1 de abril de 1832. Entre otros, destacaremos a los “Hermanos
contribuyentes”: Salvador Barroso y Félix Torriglia, hermanos mayores; Manuel
Agustín Heredia, Cristián Scholtz, Miguel Crooke, Conde de Mollina, Juan y
Martín Larios, Guillermo Rein, Juan Giró, Domingo de Orueta y, sólo una
mujer, Ana Hinojosa de Quiróz.

“Hermanos titulares”: Juan Rute, alcaide de esta Real cárcel; Rafael Briz,
dona generosamente las medicinas para los pobres enfermos. Francisco Estrada,
José Salamanca, médicos; Juan Fernández, cirujano, Antonio del Castillo Fragua,
secretario de la Cofradía y de esta Ilustre ciudad.

Según Narciso Díaz de Escovar -en el artículo antes mencionado-, desde


el año 1831, la Cofradía, ostentando el título de Real, permaneció bajo el amparo
de los gobernadores. Los títulos de hermanos eran visados por el Ayuntamiento y
registrados en Secretaría. Y finalizaba diciendo: “Debió quedar disuelta esta
Cofradía hacia el año 1835, pasando sus rentas a la Ciudad”.

Como prueba de esta última afirmación, el enunciado de otro documento,


nos informa: “Propiedad del caudal que perteneció a la extinguida Hermandad
de San Juan Bautista Degollado y, en aquel año de 1854 estaba a cargo del
Ayuntamiento”. Seguía una amplia relación de las personas, las cuales habían
realizado donaciones en diferentes fechas11.

Después de la expulsión de los jesuitas, la Hermandad se trasladó, en primer


lugar, a la iglesia de los Mártires y, con posterioridad a la de Santiago, donde
también se había trasladado la Cofradía del Rico, después de la Desamortización
de Mendizábal en 1836, que alcanzó el Convento de San Luis de los franciscanos.

Por lo tanto, podemos pensar, puesto que muchos de los hermanos de la


Cofradía de los Pobres, lo eran también del Rico, al desparecer la primera, se
integraron en esta última. Además, desde que la imagen de Jesús el Rico,
estableció la costumbre de parar frente la puerta de la prisión y bendecir a
los reclusos con su brazo articulado, la Cabeza de San Juan Degollado iba en
el trono de Jesús en la procesión de Semana Santa.

La primera referencia de prensa que encontramos sobre el acto de liberación


de un preso, por la Cofradía de Jesús el Rico, data del 1 de abril de 1866,
publicada en el Avisador Malagueño.

11 A. D. E., Caja 127/31.7


538 MARÍA PEPA LARA GARCÍA

XI. EVOLUCIÓN DE LA COFRADÍA DE SAN JUAN BAUTISTA


DEGOLLADO EN EL SIGLO XX

Hasta años después, no volvemos a tener noticias de la imagen de San


Juan Bautista Degollado, cuando, el 5 de diciembre de 1927, el director de la
Prisión Provincial, Mariano Nieto Esteban, da una entrevista a la revista Vida
Gráfica, mostrando, delante de la capilla de la cárcel, la citada Cabeza del santo
titular en una bandeja. Su objetivo era resucitar dicha Hermandad. Gracias al
director de la centro penitenciario, la Cofradía del Rico pudo recuperar de nuevo
esta Cabeza, la cual había sido custodiada por el Cuerpo de Prisiones durante
muchos años -en la capilla diminuta y modesta, la cual estaba situada en el
muro de la izquierda de la prisión-, tras la desaparición de la Cofradía de San
Juan Bautista Degollado en 1835.

El 31 de diciembre de 1928 se constituyó una Junta Directiva del Patronato


Pro Presos y Liberados, con arreglo al R. D. del 20 de septiembre de 1928,
con el fin de ayudar al Estado en su labor penitenciaria de readaptación del
recluso delincuente y, asimismo, preservar al liberado, ofreciéndoles medios
de vida, y ejerciendo cerca de él tutela y protección, para que no reincidiera
en sus delitos. En cierto modo, esta labor era la que ejercía, el siglo anterior,
XIX, la Cofradía de la Cárcel.

La mencionada Junta estaba integrada, entre otros, por: Mariano Nieto


Esteban, Antonio Baena Gómez, hermano mayor de la Hermandad de la Sangre;
Fernando Baffore y Gonzáles de la Resilla, hermano mayor de la Hermandad
de Jesús el Rico; Enrique de la Blanca, Rafael Pérez-Bryan, Teresa Azpiazu -en
aquellos años concejal del Ayuntamiento-, Marquesa de Blanco-Hermoso, Clara
Gross de Bolín, etc.

Se imprimió, incluso, un Boletín de suscripción al mencionado Patronato,


con el objetivo de conseguir suscriptores que pagasen al mes, como mínimo,
una peseta o bien pagando por adelantado la anualidad que tuviera a bien
asignarse.

XII. LA COFRADÍA DE NUESTRO PADRE JESÚS EL RICO Y MARÍA


SANTÍSIMA DEL AMOR

Después de describir el proceso paulatino de evolución y desaparición de


la antigua Cofradía de los Pobres de la Cárcel, San Juan Bautista Degollado,
procederemos a relatar una breve historia de la de Nuestro Padre Jesús el
Rico.
LA ANTIGUA COFRADÍA DE LOS POBRES DE LA CÁRCEL… 539

El P. Andrés Llordén y Sebastián Souvirón, en su obra Historia Documental


de las Cofradías y Hermandades de Pasión de la Ciudad de Málaga12, para la
redacción de su obra, consultaron numerosa documentación del Archivo Histórico
Provincial, donde están depositados los Protocolos Notariales de nuestra ciudad
y provincia, y sostienen que la primera referencia histórica se remonta a 1584,
cuando la Cofradía de la Vera+Cruz se traslada al Convento franciscano de
San Luís El Real. Sus titulares eran el Cristo Crucificado de la Vera+Cruz y
una imagen de Jesús con la Cruz a Cuesta. Esta es, sin duda, la primitiva imagen
que dio origen, según unos documentos, fechados el 10 de marzo de 1658, a
la constitución de la Hermandad de Jesús Nazareno, integrada por 72 hermanos
con derecho a enterramiento en la capilla de la Vera+Cruz y que, posteriormente,
en 1756 obtendría la aprobación Real de su Majestad Fernando VI para constituirse
como Cofradía independiente. El Consejo de Castilla aprobó su constitución
por Real Cédula expedida el 13 de agosto de 1832.

A causa de la Desamortización de Mendizábal, la Cofradía de Jesús El


Rico se trasladó, en octubre de 1836, a la parroquia de Santiago Apóstol, siendo
desde entonces su sede canónica hasta la actualidad. El 11 de abril de 1847,
adquieren una Dolorosa para depositarla en una urna que existía en el retablo
de la capilla de Nuestro Padre Jesús El Rico. Dicha adquisición se hacía para
sustituir a la anterior imagen de la Virgen, desaparecida durante el expolio
que sufrió la Hermandad con la invasión francesa de Málaga en 1810.

Ya en el siglo XX, concretamente en la Semana Santa de 1916, se incorpora


como titular una imagen de la Virgen bajo la advocación de María Santísima
de los Dolores. Ésta se cambió en 1924 por la de María Santísima del Amor. En
los sucesos de mayo de 1931, la parroquia de Santiago es saqueada y destrozada
perdiendo la Cofradía las imágenes del Cristo y de la Virgen, ambas tallas
anónimas del siglo XVIII. Unos años después, la Cofradía adquiere una nueva
escultura de Jesús El Rico, obra anónima del siglo XIX, además de una talla
de la Santísima Virgen donada a la Hermandad por el malagueño Miguel Ojeda
Torrecilla, también del siglo XIX, y que fueron procesionadas en la Semana
Santa de 1935.

Sin embargo, con la Guerra Civil de 1936, fueron destruidas de nuevo las
dos imágenes con la pérdida, además, de todo su patrimonio. Terminada la
contienda, se reorganiza la Hermandad comenzando con la reconstrucción de
la capilla y el encargo de las nuevas tallas de Nuestro Padre Jesús El Rico realizado
por José Navas Parejo, y de la Virgen del Amor obra de Nicolás Prados López.

12 LLORDÉN, P. A., y SOUVIRÓN, S., Historia Documental de las Cofradías y

Hermandades de Pasión de la Ciudad de Málaga, Delegación de Cultura del Excmo.


Ayuntamiento de Málaga, 1969, pp. 503-504.
540 MARÍA PEPA LARA GARCÍA

El domingo 25 de julio de 1937, festividad del Apóstol Santiago, titular de la


parroquia, fue la fecha elegida por la comisión reorganizadora para empezar de
nuevo el culto de la Corporación Nazarena. A principios de 1939, uno de los
objetivos que tenía la Cofradía para la Semana Santa era solicitar que pudiera
ejercer de nuevo el privilegio, que tenía concedido Nuestro Padre Jesús El
Rico, de conceder la libertad a un preso la noche del Miércoles Santo. Para
ello, el Hermano Mayor cursó un escrito al Ministro de Justicia, fechado el 7
de marzo de ese año, donde solicitaba y explicaba el derecho de ejercer de
nuevo el citado privilegio. Seguidamente, el Jefe del Estado Español, Francisco
Franco, volvió a dar a la Real Merced su auténtico carácter de indulto excepcional
a favor de un penado que estuviese cumpliendo condena en la Prisión Provincial
de Málaga, con la circunstancia de que habría de ser la Hermandad, quien
solicitase la gracia. El preso lo designaría el Ministro de Justicia.

Así, 4 de abril de 1939, en la parroquia de Santiago, tuvo lugar la solemne


bendición de las nuevas imágenes por el obispo de la diócesis malagueña,
Balbino Santos Olivera. Al día siguiente, miércoles Santo 5 de abril, se efectuaba
la primera salida procesional por las calles de Málaga, con algún retraso por la
persistente lluvia caída en nuestra ciudad. La procesión se dirigió primeramente a
la Cárcel de mujeres situada en el Pasillo de la Cárcel, donde realizó el acto
de liberar a un preso. El Director de la Prisión, permitió que varias reclusas
cantaran sendas saetas dedicadas al Cristo.

En ese año de 1939, todavía quedaba por recuperar la tradicional bendición del
romero, el tercer domingo de Pascua, por Jesús El Rico. Esta tradición ha
llegado hasta nuestros días. La imagen de Nuestro Padre Jesús El Rico bendice
tres veces al año: En la Liberación del preso, al término de la procesión, y en
la bendición del romero.

El 8 de marzo de 1981, se bendijo la nueva imagen de la Virgen del Amor,


realizada por el artista hispalense Antonio Dubé Luque.

La Casa-Museo de Hermandad fue inaugurada el día 24 de febrero de 2002,


bendecida por el obispo de la diócesis malagueña don Antonio Dorado Soto.

Son Hermanos Mayores Honorarios de citada Cofradía: El Cuerpo de Insti-


tuciones Penitenciarias, desde 1923, y el Cuerpo Nacional de Policía, desde 1938.

Hermanos de Honor: El Excmo. Ayuntamiento de Alhaurin de la Torre,


desde 1998, y el Ilustre Colegio de Abogados de Málaga, desde 200213.

13 Los datos acerca de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús el Rico, nos ha sido facilitado,

amablemente, por el archivero de la citada Cofradía, José María de las Peñas.


LA ANTIGUA COFRADÍA DE LOS POBRES DE LA CÁRCEL… 541

La ceremonia del acto de liberación ha ido cambiando de sitios por distintos


motivos: La Cárcel de mujeres, en el antiguo Pasillo de la Cárcel (1939-1967);
el Palacio de la Audiencia Provincial, sito en el Muelle de Heredia (1968-1980); el
Gobierno Civil, en la plaza de la Aduana (1981-2008); y la Plaza del Obispo, en
el atrio de la Puerta Principal de la Catedral -desde 2009 hasta la actualidad-.

Sin embargo, inexplicablemente, en este 2017, no se ha realizado tal


liberación, debido a la oposición del Gobierno del Estado, que aducía que la
terna de presos no reunía las condiciones imprescindibles para tal liberación.
La Cofradía, según declaraciones del Hermano Mayor a los medios: “…jamás
interviene en la elección del indultado porque es un tema que compete a
Instituciones Penitenciarias, a la Audiencia Provincial y al Ministerio de
Justicia, puesto que las dos primeras entidades son los que elaboran una terna
con los presos elegibles por el Congreso de Ministros”.

Finalmente, el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, después


de una conversación con el titular de Justicia, Rafael Catalá, acordó celebrar el
acto de bendición del reo indultado en una fecha posterior a la Semana Santa. La
Hermandad aceptó la propuesta del Ejecutivo. Queda por escoger la fecha
adecuada para realizar dicho acto.

XIII. FUSIÓN DE AMBAS COFRADÍAS

La vinculación que existe entre Instituciones Penitenciarias y la Cofradía


de “El Rico” parte mucho más lejos del nombramiento de Hermano Mayor
Honorario de la citada Cofradía, estando unidas las dos Corporaciones por
un denominador común: El Privilegio Real, ya conocido, que tiene concedido la
imagen de Nuestro Padre Jesús “El Rico” por Carlos III, de liberar un preso
cada año en la visita que hace el Nazareno a la Cárcel. Consultados los fondos
documentales de la Hermandad, encontramos en un Libro de Actas fechado
entre 1922 a 1931, cómo en 1923 se nombra Hermano Mayor Honorario al
Director Provincial de la Cárcel de Málaga, Mariano Nieto Esteban, destacando
por primera vez la presencia del citado Director del Centro Penitenciario tanto
en la presidencia de la procesión, como en el acto de la liberación del preso.

Una carta del hermano mayor de la Cofradía del Rico comunicando había
recibido del director de la cárcel, la Cabeza de San Juan Degollado, para
exhibirla en los actos que celebraría la hermandad los días 1, 2 y 3 de marzo,
data del 28 de febrero de 1929.

Hacia el año 1934 -según un artículo de Narciso Díaz de Escovar-, gracias a


las gestiones del presidente de la Academia de Bellas Artes de San Telmo,
542 MARÍA PEPA LARA GARCÍA

Salvador González Anaya y, a la actividad de Murillo Carreras, la Cabeza de


San Juan, la cual figuraba en la capilla de la cárcel y se consideraba como la
titular de la Cofradía de San Juan Bautista Degollado, pasó a pertenecer al
Museo Provincial y, cada año, el hermano mayor de la Cofradía del Rico,
solicitaba dicha Cabeza para procesionarla delante del Nazareno.

El autor de la Cabeza era anónimo malagueño, segunda mitad del XVIII.


La imagen es de madera dorada y policromada, con unas medidas de 0,16 x 0,29
x 0,20 m. La titularidad es del Museo de Málaga. Depósito del Ministerio de
Educación y Cultura. La obra fue restaurada en 2009 por el Museo de Málaga;
la intervención consistió en limpieza y consolidación. En la actualidad -2017-,
se encuentra expuesta en el recién inaugurado Museo de Málaga, sito en la
antigua Aduana14.

Este préstamo se reanudó el año 1997, gracias a las gestiones que realizó
-ante el Ministerio de Cultura-, el entonces Tte. alcalde concejal de Cultura,
Antonio Garrido Moraga, quien consiguió que, a partir de ese momento, la
Cabeza de San Juan Bautista, fuese procesionada, el miércoles Santo, a los
pies de Jesús el Rico.

Un artículo de prensa decía: Después de 68 años, volvió la Cabeza de San


Juan Bautista a estar a los pies de Ntro. Padre Jesús el Rico (1929-1997).

La última entrega a la citada cofradía, data del año 2017 y, tras un estricto
cumplimiento de condiciones impuestas por el Ministerio de Educación y
Cultura, el seguro valoró dicha Cabeza en 20.000 euros.

14 Estos datos nos han sido proporcionado por la directora del Museo de Málaga, María

Morente.
LA ANTIGUA COFRADÍA DE LOS POBRES DE LA CÁRCEL… 543

1. Real Cédula de Felipe IV, de 8 julio 1636 -con copia de la de 13 septiembre


de 1627-, instando a la ciudad de Málaga para que cumpla con el socorro debido
a la Cofradía de la Cárcel.

2. Cabeza de San Juan Bautista Degollado, titular de la Cofradía de la Cárcel.


544 MARÍA PEPA LARA GARCÍA

3. El director de la Prisión Provincial, Mariano Nieto Esteban, muestra la Cabeza


de San Juan Bautista Degollado, delante de la capilla de la cárcel, Vida Gráfica, 5
diciembre, 1927.

4. Semana Santa del año 1997, donde observamos a Ntro. P. Jesús el Rico, de nuevo
con la Cabeza de San Juan Bautista Degollado a sus pies, después de 68 años.
ÍNDICE
Vol. I Págs.

1. RODRÍGUEZ LLAMOSÍ, Juan Ramón: El perdón cristiano en el Derecho


español: los indultos a las Cofradías de penitencia ……………………………. 7

2. GALIANO MARÍN, Manuel: La procesión penitencial alimento de la religiosidad


popular ………………………………………………………………..…………. 23

3. GUEVARA PÉREZ, Enrique: El renacimiento cofrade del siglo XXI: el caso


de las hermandades y otras asociaciones “de vísperas” en las capitales de
Andalucía ……………………………………………………………..…………. 43

4. TRIVIÑO MONRABAL, Sor Mª Victoria, OSC: La Virgen de los Dolores y


la Real y M. I. Congregación de Ntra. Sra. de los Dolores de Lérida …………. 59

5. FLÓREZ, Gloria Cristina: “Stabat juxta Crucem Jesu Mater ejus”: el culto a
la Virgen de la Soledad en el Perú de los Austrias ……………………………... 87

6. NORBERT UBARRI, Miguel: La Cofradía de pasión de la Virgen de la


Soledad de Amberes: la contribución española al proyecto pastoral de una
diócesis en Flandes ……………………………………………………………… 107

7. SOTO MOLINA, Celia Miriam: La Virgen de la Piedad de Lima en el


convento de la Merced …………………………………………………………... 123

8. SÁNCHEZ DOMINGO, Rafael: Sobre el perdón real. El indulto de un


condenado por delito menor en la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad
de Burgos ……………………………………………………………………… 137

9. RUIZ BARRERA, Mª Teresa: Advocación dolorosa de la Virgen de la


Merced. Manifestaciones escultóricas en España ……………………………… 157

10. LABARGA, Fermín: La desaparecida cofradía logroñesa de Nuestra Señora


de la Soledad y Santa Cruz en Jerusalén ……………………………………….. 179

11. GARRIDO CURIEL, Filomena: La Virgen como titular de Cofradías de Pasión.


Nuestra Señora de las Angustias ……………………………………………….. 193

12. LÓPEZ PICHER, Mercedes: Estructura y organización de la Congregación


coruñesa del Divino Espíritu Santo y María Santísima de los Dolores (Siglo XVII) … 213

13. GARRIDO JIMÉNEZ, Manuel: Hermandad de la Virgen de la Amargura


“Zamarrilla” de Málaga ………………………………………………………… 227

14. CEBALLOS GUERRERO, Antonio: El Cuerpo de Horquilleros de la Hermandad


de Nuestra Señora de las Angustias de Granada ……………………….……… 241

15. BONET SALAMANCA, Antonio: Aproximación a las cofradías de la Santa


Vera Cruz ………………………………………..………………………………. 261
ÍNDICE

Págs.
16. MONTOYA BELEÑA, Santiago: La Cofradía de la Santa Vera Cruz y de la
Preciosísima Sangre de Cristo de Campillo de Altobuey (Cuenca) ……………. 281

17. RECUENCO PÉREZ, Julián: De Cabildo de la Vera Cruz a Archicofradía de


Paz y Caridad. La procesión del Jueves Santo en Cuenca …………………….. 307

18. GÓMEZ JARA, Jesús: La cofradía de la Santa Vera Cruz en la provincia de


Toledo ………………………………..…………………………………………... 321

19. BENITO RODRÍGUEZ, José Antonio: La cofradía y templo de la Vera Cruz


de Lima ………………………………..………………………………………..... 349

20. MARTINO ALBA, Pilar: El Santo Cristo de la Columna, de Villavieja (Castellón):


Una nueva Cofradía en torno a una talla bicentenaria …………………….….. 367

21. REDER GADOW, Marion Cofradías fusionadas: La Cofradía del Santísimo


Cristo de Ánimas de Ciegos de Málaga ………………………………..…..…… 381

22. GARCÍA ESTRADÉ, María del Carmen: El Cristo universitario de los


Doctrinos de Alcalá de Henares: su cofradía y su ermita ……………………… 397

23. DÍAZ DÍAZ, Teresa: Estudio iconográfico del Cristo de los Doctrinos de
Alcalá de Henares ………………………………..……………………………… 423

24. GARISOAIN, Sor María Eugenia, OAR: Un visitante de excepción: El Cristo del
Silencio es acogido en el monasterio Santo Tomás de Villanueva de Granada 437

25. PASTOR TORRES, Álvaro: La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno


de Paradas (Sevilla): 1605-2017 ………………………………..………….…… 453

26. PÉREZ CALLEJA, Israel José: La antiquísima Hermandad de Nuestro Padre


Jesús Nazareno de “El Salvador”: acervo patrimonial de un caso paradigmático de
religiosidad popular vinculado a la Semana Santa de Cuenca ……………… 467

27. VÁZQUEZ LESMES, Rafael: La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno


de San Sebastián de los Ballesteros (Córdoba) ………………………………… 485

28. CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, Javier, OSA: Visión de algunas


cofradías de Jesús Nazareno en Perú y España ………………………………... 495

29. LARA GARCÍA, Mª Pepa: La antigua Cofradía de los Pobres de la Cárcel:


San Juan Bautista Degollado (1591-1835), y su fusión con la Cofradía de
Nuestro Padre Jesús el Rico ………………………………..…………………… 529
ÍNDICE

Vol. II Págs.

30. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, Antonio Jesús: Jesús Cautivo de Medinacelli y su


cofradía de pasión en la ciudad autónoma de Melilla …………………………. 545

31. MARLASCA RUÍZ, Gregorio: Jesús de Medinaceli en la imaginería semanasantera


de Castilla y León: Historia, Iconografía, Difusión y Ejemplos ………………. 557

32. HERRERA MESA, Pedro Pablo: Una Cofradía erigida durante la Guerra
Civil española: la Cofradía del Descendimiento de Córdoba ………………..… 573

33. FERNÁNDEZ PEÑA, María Rosa: Hermandad del Cristo del Amor y de la
Paz en Guadalajara ………………………………….……..…………………… 591

34. MUÑOZ SANTOS, Evangelina: Hermandad penitencial y cortejo de nazarenos


de Nuestro Padre Jesús de la Pasión y María Santísima del Rosario en su
Mayor Dolor, de Plasencia ………………..……………………..……………… 607

35. VILLALOBOS RACIONERO, Isidoro: Una asociación penitencial con setenta


y cinco años de historia: la Hermandad de Jesús en el Descendimiento y de
María Santísima de la Esperanza de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real) ….. 627

36. CAMPO DEL POZO, Fernando, OSA: Cofradía penitencial de la Misericordia y


San Nicolás de Tolentino en Medina del Campo con sus ordenanzas ………… 639

37. CARMONA MORENO, Félix, OSA: Cofradías de penitencia en un pueblo


castellano-leonés: Villamayor de Campos, Zamora ………………..…………... 663

38. LINAGE CONDE, Antonio: Lo penitencial en el paisaje confraternal de Sepúlveda 681

39. VIZUETE MENDOZA, José Carlos: Cofradías toledanas y Semana Santa.


La cofradía de la Vera Cruz y del Cristo de las Aguas (1536-1936) …...……… 703

40. PÉREZ FRÍAS, Pedro Luis: Cofradías de pasión malagueñas y medios de


comunicación: Francisco Verdugo Landi y la editorial Prensa Gráfica ……… 723

41. MUÑOZ PÉREZ, Laura: El resurgimiento de la Semana Santa de Salamanca


durante el siglo XX visto a través de su prensa. Los nuevos pasos procesionales de
sus cofradías de penitencia ………………..…………………………………….. 741

42. ENRÍQUEZ GARCÍA, María Paloma: El asociacionismo religioso penitencial


del Antiguo Régimen según fuentes secundarias: Córdoba en los “Paseos”, de
Ramírez de Arellano ………………..…………………………………………… 761

43. UGARTE PEREIRA, José Manuel: De la Hermandad a la Junta de Cofradías de


Logroño. Historia de un fracaso ………………..………………………………. 779

44. CALVO RENTERO, María José: Estado que presentan los bienes y fincas
pertenecientes a las Cofradías Penitenciales en Baeza (siglos XVIII-XIX): ingresos y
réditos según los documentos del Archivo Municipal de Baeza ……………….. 797
ÍNDICE

Págs.
45. IBORRA TORREGROSA, José: La antigua Cofradía de San Pedro Apóstol.
Perspectiva histórico-antropológica sobre tradición, religiosidad y sociabilidad
en la Semana Santa de Alicante ………………..…………………..…………… 815

46. ESTEBAN LAMAS, Manuel: Imagen y alma de una cofradía ………………. 833

47. LORITE CRUZ, Pablo Jesús: Las iconografías fundamentales de la Semana


Santa …………..…………………………………………………...…..………… 847

48. SÁNCHEZ LATORRE, Margarita: Cofradías penitenciales en la pintura


sevillana de los siglos XIX-XX …………..…………………..………………..… 865

49. PRIETO PÉREZ, Santiago: Raíces clásicas de la escultura religiosa ……….. 881

50. FERNÁNDEZ MUÑOZ, Pedro-Manuel: Iconología e iconografía de Cristo


Yacente. Origen y evolución …………..…………………..…………………….. 893

51. ROMERO TORRES, José Luis: Urnas barrocas del Santo Entierro en el
patrimonio artístico de Andalucía …………..…………………..………………. 919

52. ALFÉREZ MOLINA, Candelaria: De la narrativa manierista a la teatralidad


barroca en la escultura devocional de Priego de Córdoba …………..………… 937

53. DELICADO MARTÍNEZ, Francisco Javier: La V.O.T. franciscana de Yecla, su


Capilla y el Grupo escultórico de la Virgen de las Angustias, de Francisco
Salzillo …………..……………………………………………………..………… 957

54. RODRIGO ZARZOSA, Carmen: Mariano Benlliure (1862-1947) y la imaginería


religiosa procesional …………..…………………..…………………………….. 995

55. GONZÁLEZ RAMALLO, Víctor José: El dibujante sanlorentino Antonio


Cobos y la renovación patrimonial de la Cofradía sevillana de la Amargura a
mediados del siglo XX …………..…………………..…………………………… 1011

56. MATEO PUIG, Aurora: Manifestaciones de religiosidad en el mundo literario. La


poesía sacra en Lope de Vega …………..…………………..…………………... 1027

57. FLORI LÓPEZ, Ana María: Tradición, cofradías y música en la Semana


Santa alicantina del último tercio del siglo XIX …………..…………………… 1037

58. SÁNCHEZ, Gustavo: “Ay, que el aliento falta”. Un Villancico de Miserere


para la liturgia penitencial de la Semana Santa del Monasterio del Escorial … 1055

59. SUÁREZ PÉREZ, Héctor-Luis: Expresiones cantadas y organología asociada,


de interés etnomusicológico, en los ámbitos litúrgico, popular y tradicional
que conforman los paisajes y entornos sonoros de algunas manifestaciones de
Cuaresma, Semana Santa y Pascua. Aproximación a una panorámica general ….. 1071
COLECCIÓN DEL INSTITUTO ESCURIALENSE DE
INVESTIGACIONES HISTÓRICAS Y ARTÍSTICAS
Volúmenes publicados:
1. Javier Campos, Catálogo del Fondo Manuscrito Americano de la Real
Biblioteca del Escorial.
2. La Música en el Monasterio del Escorial. (Agotado).
3. La Ciencia en el Monasterio del Escorial (2 vols.).
4. La Escultura en el Monasterio del Escorial.
5. Juan López, El Cristo Blanco de Cellini.
6. Emilio Maganto, La Enfermería Jerónima del Monasterio del Escorial.
7. Monjes y Monasterios Españoles (3 vols.).
8. Literatura e Imagen en El Escorial.
9. Conrad Gesner, Tesorero de los Remedios Secretos de Evónimo. Trad.,
introd. y notas, A. Manrique y A. Fernández.
10. Religiosidad Popular en España (2 vols.).
11. José Luis Gonzalo, La “Librería rica” de Felipe II. Estudio histórico y
catalogación (Premio de Bibliografía de la Biblioteca Nacional de
España 1977)
12. José Sierra, Música para Felipe II, Rey de España (Homenaje en el IV
Centenario de su muerte).
13. Juan López, Hernando de Ávila, virtuosidad miniaturista de Felipe II
(Arquitecto, Escultor, Pintor, Tasador, Escritor, Retratista, Miniaturista).
14. Felipe II, y su época (2 vols.).
15. Juan Núñez, Quinta parte de la Historia de la Orden de San Jerónimo.
Edición e introducción de Javier Campos (2 vols.).
16. La Orden de San Jerónimo y sus Monasterios (2 vols.).
17. El Monasterio del Escorial y la Pintura.
18. El Monasterio del Escorial y la Arquitectura.
19. Religiosidad y ceremonias en torno a la Eucaristía (2 vols.).
20. La clausura femenina en España (2 vols.).
21. Javier Campos, Los pueblos de Ciudad Real en las “Relaciones
Topográficas” de Felipe II (2 vols.).
22. La Inmaculada Concepción en España: religiosidad, historia y arte (2 vols.).
23. La Iglesia Española y las Instituciones de Caridad.
24. Javier Campos, Beatriz Ana Ruiz, terciaria Agustina y mujer insólita.
25. La desamortización: El expolio del patrimonio artístico y cultural de la Iglesia
en España. (Agotado).
26. El culto a los santos: cofradías, devoción, fiestas y arte.
27. La Natividad: Arte, religiosidad y tradiciones populares.
28. Francisco de los Santos: Cuarta Parte de la Historia de la Orden de
San Jerónimo. Introducción de Javier Campos.
29. Javier Campos, Arias Montano en la Biblioteca Real y en el Gabinete de
Estampas del Escorial. 2ª edición.
30. Javier Campos, P. Julián Zarco, Agustino, Académico de la Historia y Mártir.
31. Los Crucificados: Religiosidad, Cofradías y arte (2 vols.). (Agotado).
32. Javier Campos, Los agustinos en América del Sur a comienzos del siglo
XIX. El drama de una fidelidad.
33. La clausura femenina en el Mundo Hispánico: Una fidelidad secular
(2 vols.). (Agotado).
34. Javier Campos, El P. Diego Padilla y el “Aviso al Público”. (Agotado).
35. Laura Gutiérrez y Javier Campos, La Orden de San Agustín en el
Archivo del Arzobispado de Lima. (Agotado).
36. Advocaciones Marianas de Gloria (2 vols). (Agotado).
37. Javier Campos, Fiestas barrocas en el mundo hispánico: Toledo y Lima.
(Agotado).
38. Fernando de Ballesteros y Saavedra, El Regidor Cristiano. Introducción,
edición y notas, Javier Campos.
39. José Carlos Vizuete Mendoza y Javier Campos, Iluminaciones. (Agotado).
40. Javier Campos, La vida en el monasterio del Escorial (11-VI-1571 / 11-
IX-1854). 2ª edición.
41. El Patrimonio Inmaterial de la Cultura Cristiana. (Agotado).
42. Javier Campos (Ed.), Catálogo de Cofradías del Archivo del Arzobispado
de Lima. (Agotado).
43. Javier Campos, Cofradías de San José en el Mundo Hispánico.
44. Manuel Villegas, Análisis de Confesiones I,1 de San Agustín. (Agotado).
45. Laureano Manrique Merino, Santo Tomás de Villanueva. Reliquias y
proceso de beatificación. Introducción, Javier Campos.
46. El mundo de los difuntos: culto, cofradías y tradiciones (2 vols).
47. El Perú en la época de Felipe II, Javier Campos (dir.). (Agotado).
48. Hidalgos del Campo de Montiel en la época de Cervantes: los Ballesteros y
Saavedra. Estudio, Javier Campos. Apéndice documental, Laureano
Manrique.
49. Santa Teresa y el mundo teresiano del Barroco. (Agotado).
50. Javier Campos, ¿Imagen del poder? (Lisonja y mecenazgo en el arte).
51. Javier Campos y Laura Gutiérrez, Catálogo de las Secciones ‘Papeles
Importantes’ y ‘Emancipación’ del Archivo Arzobispal de Lima. (Agotado).
52. Mercedes López Picher, Magia y Sociedad en Castilla en el siglo XVII.
53. Las dos Ciudades: Relaciones Iglesia-Estado. (Agotado).
54. José Erazo y Javier Campos, Diálogo de los Porteros. Opúsculo político
chileno en los años de la independencia.
55. Javier Campos (Coord.), Lutero, su obra y su época.
56. Antonio Linage Conde, Las Visitas diocesanas a las Parroquias de
Sepúlveda (1517-1851).
57. Religiosidad popular: Cofradías de penitencia (2 vols).

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