Almería, miércoles 15 de diciembre de 2021.

Queridos hermanos sacerdotes y diáconos

Espero que estéis bien al recibo de esta carta.

Deseo dirigirme a todos vosotros para informaros que el lunes pasado dirigí
una carta al Ejecutivo de la Conferencia Episcopal para pedirles ayuda
económica, y así poder realizar una auditoría a fondo, con los pasos que
sean necesarios, tanto de la contabilidad como de la gestión de los bienes
de la Iglesia almeriense. Hoy a mediodía se me ha concedido la petición.

He tomado esta decisión

- ante las noticias que se han difundido en la prensa y en algún blog

mediático,

- ante el daño que podemos estar haciendo a los fieles de Almería por
las distintas interpretaciones de la realidad,
- ante el desconcierto creado en algún sacerdote por los comunicados
que se difunden en WhatsApp, en los Facebook personales, …
- ante la constante afirmación de D. Adolfo, nuestro obispo emérito,
que lo que se dice sobre los asuntos económicos no corresponde a la
realidad y que se le está haciendo una gran injusticia.
No está en mi hacer daño ni perjuicio a nadie. Cuando me fue encomendada
esta misión creí que era necesario hacer un balance de la economía para
llevar a cabo un plan de viabilidad y así lo hice. Pero veo ahora que no fue
suficiente.
Como les comuniqué a los señores obispos en la carta que dirigí a la
Ejecutiva, “por mi parte creo que debo ser yo el que se ponga al frente de
ese supuesto grupo de 50 personas que buscan la verdad”. Y digo supuesto,
porque es muy curioso que quien busca trasparencia se mantenga en el
anonimato.
Esto lo hago, no solo por mi ministerio episcopal, sino también por la paz
de D. Adolfo, que deseo goce de una tranquila jubilación.
Un cordial saludo en el Señor,

+ Antonio Gómez Cantero

Obispo de Almería